Cuestionario16 160126064639
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Una garantía es una propiedad mueble o inmueble que la persona pone como aval para
solicitar un préstamo. El contrato es el documento escrito que se firma tanto por el deudor
como por el prestador, donde se fijan las cláusulas de deberes y derechos de ambas partes.
No se podrán hipotecar:
Los frutos y rentas pendientes con separación del predio que los produzca;
Los objetos muebles colocados permanentemente en los edificios, bien para su
adorno o comodidad, o bien para el servicio de alguna industria, a no ser que se
hipotequen juntamente con dichos edificios;
El uso y la habitación;
Los bienes litigiosos, a no ser que la demanda origen del pleito se haya registrado
preventivamente, o si se hace constar en el Título Constitutivo de la hipoteca que el
acreedor tiene conocimiento del litigio; pero en cualquiera de los casos, la hipoteca
quedará pendiente de la resolución del pleito.
GARANTÍAS PERSONALES.
Fianza
Solidaridad pasiva.
Clausula penal.
GARANTÍAS REALES.
Prenda.
Hipoteca.
4. CONCEPTO DE FIANZA.
La fianza solidaria suele confundirse con la obligación solidaria. Si bien tienen similitudes
en sus finalidades de garantía, en un sentido general, a través de la incorporación de
obligados adicionales, y en ambos casos no existen los beneficios de excusión y división.
Tiene las siguientes diferencias.
La fianza se suele asemejar con el seguro de caución ya que ambas instituciones tratan de
cubrir un riesgo delimitado de insolvencia. El seguro de caución, por lo general son cartas
que aseguran la solvencia, probidad u otro hecho relativo a quien procura un crédito o una
contratación. Estas cartas no constituyen fianza. Claro que si la carta ha sido dada de mala
fe o negligencia, el emisor debe indemnizar los daños sufridos por el que dio crédito o
contrató confiando en sus manifestaciones. Tampoco es considerado fianza, el compromiso
de mantener o generar una determinada situación de hecho o de derecho, pero si vale
como obligación.
EL AVAL Y LA FIANZA
El aval supone la firma que va al pie de una letra de cambio o de otro documento de
crédito para responder por el pago en caso de no efectuarlo la persona principalmente
obligada.
6. MERCANTILIDAD DE LA FIANZA.
Conforme a lo dispuesto por el art. 439 del Código de Comercio la fianza será mercantil
cuando “tuviere por objeto asegurar el cumplimiento de un contrato mercantil, aun
cuando el fiador no sea comerciante”. Es decir, la fianza es mercantil cuando la obligación
garantizada sea también mercantil.
Es un contrato por medio del cual una empresa afianzadora, debidamente autorizada por la
Secretaría de Hacienda y Crédito Público, se obliga ante el Beneficiario del Contrato, por
Las garantías de recuperación, tienen como finalidad asegurar que la afianzadora tendrá
los elementos suficientes para resarcirse de las reclamaciones prudentes pagadas, de esto
depende en gran medida la solidez y estabilidad de la afianzadora, misma que le permite
cumplir con eficacia con las obligaciones contraídas ante sus clientes beneficiarios de las
pólizas.
Para expedir una póliza de fianza se requieren por partes del fiado garantías suficientes y
comprobables, a excepción de las fianzas penales y de fidelidad, ya que éstas pueden operar
sobre bases técnicas semejantes a las del seguro; sin embargo, estas fianzas tienen sus
propias normas de operación.
Por este contrato, un afianzadora se obliga a pagar la otra, según los términos del mismo,
las sumas que ésta haya pagado al acreedor del contrato de fianza reafianzado.
Este contrato es obligatorio, debido a que la afianzadora para ser autorizada por la
Superintendencia de Bancos, deberá acompañar a la solicitud el contrato de
reafianzamiento.
Régimen legal: la fianza es, por lo común, el resultado de la libre contratación de las
partes, pero a veces ella es impuesta por la ley. La primera se llama fianza convencional; la
segunda legal o judicial y la aceptación del fiador no corresponde al acreedor sino al juez.
Desde otro punto de vista la fianza puede ser civil o comercial.
Fianza Convecional.
Fianza simple y solidaria: el fiador goza de los beneficios de excusión, y si existiese varios
fiadores, de división de la deuda entre ellos (art.2004); el acreedor puede dirigirse
directamente contra el fiador sin necesidad de ejecutar los bienes del deudor principal y
puede demandar por el total a cualquiera de los fiadores. Pero la solidaridad no quita a la
fianza el carácter de obligación accesoria y no hace al fiador deudor directo de la
obligación principal.
No hay entre ellas una gran diferencia de la naturaleza, sino sólo una distinta manera de
apreciar la seguridad que ofrece el fiador exigido por la ley.
Condiciones que debe llenar el fiador: si la fianza fuese legal o judicial, el fiador debe
reunir las siguientes condiciones:
El contrato de prenda consiste en que una parte (el deudor) entrega una cosa mueble a la
otra parte (el acreedor), con la finalidad de obtener una garantía y seguridad de un crédito,
de tal manera que le otorga la posesión pignoraticia y con ello la facultad de retener la
cosa empeñada y, en su caso, realizarla y pagarse preferentemente con el producto de dicha
realización, si el deudor no cumple la obligación garantizada.
La cosa entregada no pasa a ser propiedad del acreedor, sino que su derecho es mucho más
limitado en cuanto que sólo es posesorio en garantía, sin que pueda el acreedor apropiarse
sin más de la cosa pignorada (prohibición del pacto comisorio).
Con la perfección del contrato de prenda nace, y se constituye, un derecho real de crédito
sobre la cosa mueble entregada, por el cual el beneficiario puede vender la cosa para
satisfacer su crédito sin importar el propietario de la misma (dado que el propietario, desde
la constitución de la prenda hasta su ejecución puede haberla vendido).
ELEMENTOS REALES.
Obligaciones garantizadas con prenda. El artículo 1860 del código civil, permite
garantizar todas las obligaciones con prenda, aunque la venta para la satisfacción de
la responsabilidad por el incumplimiento presupone que la obligación es
pecuniaria. Ello realmente no plantea ningún problema teniendo en cuenta que es
muy fácil la patrimonialización de todas las obligaciones.
Cosas pignorables. El artículo 1864 del código civil considera pignorables todos los
bienes que sean enajenables, que se encuentren en el comercio de los hombres y
sean susceptibles de posesión, aunque también cabe la prenda de derechos. Una
misma cosa puede ser objeto de prenda para garantizar diversas obligaciones.
ELEMENTOS FORMALES.
Traditio. La promesa de constitución no hace nacer el derecho real, pues el articulo 1853
exige un requisito más; que es la entrega simultanea de la cosa; hasta que la cosa no se
ELEMENTOS PERSONALES.
Constituyente de la prenda. Puede ser el deudor o un tercero, que siempre debe ser
el dueño de la cosa y su libre disposición.
Mobiliaria.
OTRA CLASIFICACIÓN
La palabra hipoteca se refiere a un inmueble que actúa como garantía del pago de un
crédito. Esto quiere decir que la finca queda en poder de su propietario, aunque el acreedor
está en condiciones de promover su venta en caso de que la deuda no sea pagara en el
plazo pactado.
Para asegurarse el cobro de la deuda, el acreedor debe realizar una demanda, que generará
una sentencia condenatoria y dará lugar al remate judicial del bien. Con ese dinero, el
La hipoteca está formada por tres componentes esenciales: el capital (la cantidad de dinero
que se prestó mediante un crédito), el plazo (el tiempo en que se pacta la devolución del
préstamo) y el tipo de interés (el porcentaje adicional que la persona que recibió el
préstamo debe pagar; el interés es la ganancia del prestamista).
El tipo de interés puede ser fijo (su valor es inalterable durante el plazo del préstamo)
o variable (el valor es revisado de manera periódica). El tipo de interés variable es el de
mayor riesgo para el deudor, ya que una crisis económica puede hacer que la cuota que
debe abonar se dispare.
Es un derecho accesorio, puesto que sigue la suerte del derecho principal al que garantiza,
si la obligación principal es nula, la hipoteca constituida no es válida.
Por vía de excepción, nuestra legislación establece que, a pesar de su calidad de bienes
muebles, pueden también ser objeto de hipoteca: Las empresas mercantiles y las naves
A pesar de ser bien mueble, la legislación y la doctrina establecen dos justificaciones para
hipotecar la empresa:
Caracteres:
Es un derecho real.
Es contractual, no legal, no judicial, voluntario.
Es accesorio.
Garantiza un crédito en dinero.
El buque objeto de la hipoteca queda en poder del deudor.