Predica Fiesta de Pan Sin Levadura

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PREDICA: PAOLA CHACON B

FIESTA DE PAN SIN LEVADURA


¿FIESTAS SOLEMNES QUE SE CELEBRABA EN ISRAEL?
1. PASCUA
2. PENTECOSTEL
3. PAN SIN LEVADURA
4. TABERNACULO
5. TROMPETAS
ACCION DE GRACIAS. PAN SIN LEVADURA

NO DAÑES TUS FRUTOS Y CIERRA GRIETAS

Gálatas 5:9
Reina-Valera 1960

9 Un poco de levadura leuda toda la masa.

Antes que todo, ¿qué cosa es la levadura?


La levadura está compuesta por una serie de diversos hongos microscópicos capaces de efectuar una
fermentación o descomposición que, en el caso del pan, aumenta el volumen de la masa y en algunas
ocasiones la hace más suave. Es de notar que aunque la levadura aumenta el volumen de la masa
también acelera su proceso de descomposición. El pan hecho con levadura aunque aumenta su
tamaño es de inferior calidad y duración.

es una influencia corruptora, una impureza oculta que manipula y corrompe elementos más puros.
Así como un cachito de levadura dentro de una cantidad grande de masa la corrompe toda, de igual
manera la levadura “espiritual” funciona como un impulso maligno dentro de nosotros (es decir,
yetzer ha’ra: ‫ )יֵצֶ ר הַ ָרע‬que corrompe y “agria” nuestra alma. No puedes incluir un pequeño pecado
en tu vida sin que afecte a toda tu vida espiritual, emocional y física. La “levadura del alma” es
esencialmente nuestro orgullo, soberbia o vanagloria de vida que se manifiesta en nosotros a través
de las concupiscencias y deseos idolátricos. Una forma práctica de guardar el mandamiento de
“Limpiarse de la vieja levadura” no es nada mas eliminarla físicamente de nuestro hogar, sino mirar
dentro de nuestro corazón para ver qué es que le corrompe y lo esclaviza en el ámbito físico,
emocional e intelectual. ¿Eres adicto al placer? ¿poder? aprobación de otros? ¿Estás esclavizado al
orgullo o al miedo? ¿Qué cautiva tu atención? ¿Qué provoca tu comportamiento? ¿Qué te emociona?
Esto es parte de la “búsqueda de kjametz” en tu vida. Toma unos minutos diario en esta Pascua y en
la Fiesta de los Panes sin Levadura para investigar donde se “asentó” tu “levadura”, identifica y con
oración y la obediencia a los mandamientos de Dios pide al Padre que te de fuerza a remover esta
levadura de tu vida.
“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son
hechas nuevas” (2 Cor. 5:17).
“Pero gracias a Dios, que aunque eran esclavos del pecado, han obedecido de corazón a aquella
forma de doctrina a la cual fueron entregados; y liberados del pecado, son siervos de la justicia”
(Romanos 6:17-18).

Uso en el antiguo Israel


“Un poco de levadura leuda toda la masa”. Gálatas 5:9
La levadura se usaba generalmente para hacer pan, sin embargo, los israelitas tenían prohibido darle
ese uso durante la Pascua y los siete días de la Fiesta de los Panes sin levadura (Deuteronomio 16:3
/ Éxodo 12:11). Todo el pueblo debía sacar de sus casas cualquier pan con levadura hecho con
anterioridad a esos días sagrados:

“Siete días comeréis panes sin levadura; y así el primer día haréis que no haya levadura en
vuestras casas; porque cualquiera que comiere leudado desde el primer día hasta el séptimo,
será cortado de Israel”. Éxodo 12:15
La levadura también estaba prohibida en todas las ofrendas que eran llevadas a quemar en el altar
(Levítico 2:11 / 6.17). En el Lugar Santo del Templo había una mesa sobre la cual todos los días
debían reposar panes sin levadura:

“Y sobre ella puso por orden los panes delante de El Señor, como El Señor había mandado a
Moisés”. Éxodo 40:23
“Entonces hizo Salomón todos los enseres que pertenecían a la casa de El Señor: un altar de oro,
y una mesa también de oro, sobre la cual estaban los panes de la proposición”. 1 Reyes 7:48

Significado simbólico o espiritual de la levadura


A continuación te explicaré por qué en el lenguaje bíblico la levadura simboliza la corrupción, la cual
en primera instancia se relaciona en aspectos más que evidentes como lo son la depravación, la
perversión y la inmoralidad. Pero también se refleja en otros aspectos que aunque un tanto sutiles y
por tanto más difíciles de detectar –como lo sería la intención oculta detrás de las buenas obras o la
contaminación en la sana doctrina– son igualmente inaceptables en una comunidad que aspira a la
santidad.

Al tener su origen en la descomposición y extenderse a toda la masa con la que entra en contacto,
la levadura simboliza el carácter corruptor y contaminante del mal.

La levadura pues, es el pecado que en forma de maldad corrompe el interior del hombre y contamina
a los demás.

Tal carácter corruptor lo podemos encontrar tanto en el mensaje que se predica en una comunidad
como en las buenas obras que se practican dentro de la misma.
La levadura en el mensaje
Esta descomposición o corrupción es a la que la Palabra relaciona con la maldad que está oculta y
mezclada entre la sana enseñanza.

La masa representa a la enseñanza pura, que es el alimento espiritual destinado a nutrir y fortalecer
al pueblo de Dios (Isaías 55:2 / Oseas 4:6). La levadura es pues, la sana doctrina corrompida por la
ambición; el error mezclado con la verdad:
“Vosotros corríais bien; ¿quién os estorbó para no obedecer a la verdad? Esta persuasión no
procede de aquel que os llama. Un poco de levadura leuda toda la masa”. Gálatas 5:7-9
La levadura simboliza los verdaderos objetivos – el lucro, la fama y el control sobre la gente– que
aunque encubiertos, mueven con fuerza a algunos que predican:

“Pues no somos como muchos, que comercian con la palabra de Dios, sino que con sinceridad,
como de parte de Dios y delante de Dios hablamos en Cristo”. 2 Corintios 2:17 LBLA
La levadura en las buenas obras
La levadura simboliza también a la intención oculta detrás de las buenas obras siempre con el deseo
escondido de obtener un reconocimiento o algún otro beneficio a cambio:

“En esto, juntándose por millares la multitud, tanto que unos a otros se atropellaban, comenzó
a decir a sus discípulos, primeramente: Guardaos de la LEVADURA DE LOS FARISEOS, que ES LA
HIPOCRESÍA”. Lucas 12:1
“Cuando, pues, des limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti, como hacen LOS HIPÓCRITAS
en las sinagogas y en las calles, para ser alabados por los hombres; de cierto os digo que ya tienen
su recompensa”. Mateo 6:2
La hipocresía a la que se refieren los pasajes anteriores es la falta de sinceridad al hacer actos que
aparentan ser de buena fe. Este tipo de acciones son desaprobadas por ser actos deshonestos
impelidos por la maldad.

El Señor Jesucristo identifica a los hacedores de maldad como a aquellos que profetizaron en su
nombre, echaron demonios e incluso hasta hicieron milagros, pero siempre con la intención oculta
de lucrar con ello:

“Guardaos de los falsos profetas […] No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino
de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán
en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera
demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí;
apartaos de mí, HACEDORES DE MALDAD”. Mateo 7:15-23
Enseguida te hablaré sobre las tres medidas de levadura o maldad oculta que mencionan tanto el
apóstol Pablo como El Señor Jesucristo.

Las tres medidas de levadura en la primera carta a los Corintios


En su primera carta a los corintios, Pablo hace mención de la levadura, primeramente recordando
que así como El Señor con su sacrificio dio cumplimiento a la Fiesta de Pascua nosotros sus
seguidores con nuestra vida limpia espiritualmente cumplimos la Fiesta de Panes sin levadura:
“Limpiaos, pues, de la vieja levadura, para que seáis nueva masa, sin levadura [maldad oculta]
como sois; porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros. Así que
celebremos la fiesta [de Panes sin levadura], no con la vieja levadura, ni con la levadura de
malicia y de maldad, sino con panes sin levadura, de sinceridad y de verdad”. 1 Corintios 5:7-8
Ahora, pongamos atención en la mención de las tres medidas de levadura:

“Así que celebremos la fiesta, no con la VIEJA LEVADURA, ni con la levadura de MALICIA Y DE
MALDAD, sino con PANES SIN LEVADURA, DE SINCERIDAD Y DE VERDAD”. 1 Corintios 5: 8
Como podrás notar, lo opuesto a la corrupción de la levadura o maldad oculta son la sinceridad y la
verdad, que es lo que simbolizan los panes sin levadura. Ahora bien, extrayendo las tres medidas de
levadura del pasaje obtenemos lo siguiente:

1).- levadura vieja

2).- levadura de malicia

3).- levadura de maldad

A continuación analizaremos muy brevemente cada una.

1).- Levadura vieja


Son los pecados que cometíamos antes de arrepentirnos y seguir al Señor. Se le llama vieja levadura
porque simboliza el pecado que quedó atrás en nuestras vidas Y QUE YA NO DEBE VOLVER (1 Corintios
5:11).

2).- Levadura de malicia


Es la intención oculta detrás de las buenas obras que el creyente hace. El Señor Jesucristo también
le llama Levadura de los fariseos o hipocresía (Lucas 12:1 / Mateo 16:12 / Marcos 8:15 / Mateo 23:27-
28). Casos de esta levadura los tenemos en Ananías y Zafira (Hechos 5:1-4) y Simón, el mago (Hechos
8:9-23), por mencionar tan solo dos. Esta levadura la encontramos igualmente en el mensaje de los
falsos evangelios que mezclan la sana doctrina con mentiras (Gálatas 5:1-9 / Gálatas 1:8).

3).- Levadura de maldad


Es la doble vida que practican los falsos ministros de Dios (2 Corintios 11:13 / Mateo 7:15) quienes a
la vista de todos fingen ser santos, pero en lo oculto practican la fornicación, la avaricia, el maltrato
a los hermanos y toda clase de depravaciones (Efesios 5:5 / 1 Pedro 5:2-3).

La mujer que esconde tres medidas en la masa


Con respecto a las tres medidas de levadura que Pablo alude, nuestro Señor Jesucristo nos enseña la
parábola de una mujer que escondió precisamente tres medidas de levadura entre la harina.

“Otra parábola les dijo: El reino de los cielos es semejante a la levadura que tomó una mujer, y
escondió en tres medidas de harina, hasta que todo fue leudado”. Mateo 13:33 / Lucas 13:21
Notemos que en la parábola la mujer esconde la levadura entre la harina. Estaremos todos de acuerdo
que cuando se hace algo indebido se hace a escondidas (Juan 3:19-20), por lo que podemos entender
que aquí el término esconder nos está aludiendo a algo indebido, algo que no se debe hacer.

Aunando esto a lo que ya sabíamos, que la levadura es la maldad oculta que al final se hace evidente
inflándose; y que la harina representa al evangelio pues corresponde al alimento espiritual,
propondré la siguiente enseñanza:
Al final de los tiempos el evangelio será contaminado por la ambición de los hombres que encuentran
en él fuente de ganancia personal (1 Timoteo 6:5 / Tito 1:11). Sin embargo, así como no obstante la
levadura se esconde y nadie sabe que está ahí, al final termina evidenciándose pues se infla. De la
misma manera las cosas que hoy están ocultas en la otra vida saldrán a la luz.

Así como en el antiguo Israel el sacerdote examinaba las ofrendas que eran llevadas al altar, El Señor
Jesucristo, nuestro Sumo Sacerdote (Hebreos 4:14) examinará las obras que hicimos en esta vida (1
Pedro 2:5) y aquellas que encuentre imperfectas (con levadura) serán rechazadas:

“Asimismo se hacen manifiestas las buenas obras; y las que son de otra manera, no pueden
permanecer ocultas”. 1 Timoteo 5:25
“Porque nada hay oculto, que no haya de ser manifestado; ni escondido, que no haya de ser
conocido, y de salir a luz”. Lucas 8:17 / Marcos 4:22
Así, el evangelio se predicará con mucha velocidad por todo el mundo (Mateo 24:14), pero al final
(Mateo 3:12 / Lucas 3:17) se sabrá quiénes lo hicieron por amor al Señor y quiénes por ambición:

“Es verdad que algunos anuncian a Cristo por envidia y rivalidad, pero otros lo hacen con buena
intención. Algunos anuncian a Cristo por amor, sabiendo que Dios me ha puesto aquí para
defender el evangelio; pero otros lo hacen por interés personal, y no son sinceros, sino que
quieren causarme más dificultades ahora que estoy preso”. Filipenses 1:15-17 DHH
“Y a sus hijos heriré de muerte, y todas las iglesias sabrán que yo soy el que escudriña la mente
y el corazón; y os daré a cada uno según vuestras obras”. Apocalipsis 2:23
¿Por qué las ofrendas no debían llevar ni miel ni levadura?
“Ninguna ofrenda que ofrecieres al Señor tu Dios será con levadura, porque de ninguna cosa
leuda, ni de ninguna miel, se ha de quemar ofrenda para El Señor tu Dios”. Levítico 2:11
El entendimiento espiritual del pasaje de Levítico nos instruye a no poner ni miel ni levadura en
nuestra ofrenda, esto es, en la enseñanza o alimento espiritual que llevamos al pueblo de Dios y en
las buenas obras que practiquemos.

Esto era así, porque la miel atrae a las moscas que vienen de haberse posado en los desechos y una
vez ya en la miel las moscas quedan atrapadas y mueren ahí contaminando toda la ofrenda, no solo
con sus propios despojos, sino con los que ya traían embarrados en las extremidades.

Recordemos que el antiguo templo era un lugar en el que se mataban animales, por tanto había toda
clase de desechos como excremento, pellejos, vísceras, etc.; como cualquier matadero de hoy en
día. Así que inevitablemente las moscas eran huéspedes permanentes, por lo cual se tenía sumo
cuidado tanto en el manejo de tales desechos como en el de los alimentos.

De esa manera, tanto la miel como la levadura eran capaces (una directa y otra indirectamente) de
fermentar la ofrenda, o sea, la corrompían.

Las ofrendas quemadas en el altar que también tipificaban el sacrificio propiciatorio del Señor
Jesucristo no debían llevar levadura porque fue un sacrificio puro de amor, sin maldad o mezquindad
alguna en él:

“No se cocerá con levadura; la he dado a ellos por su porción de mis ofrendas encendidas; es
cosa santísima, como el sacrificio por el pecado, y como el sacrificio por la culpa”. Levítico 6:17
Símbolo de la miel en la ofrenda
El Señor es celoso de Su Palabra y prohíbe adulterar el Mensaje que hay en ella:

“Yo testifico a todo aquel que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añadiere a
estas cosas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro. Y si alguno quitare
de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida, y de la santa
ciudad y de las cosas que están escritas en este libro”. Apocalipsis 22:18-19
Así como la levadura representa, entre otras cosas, la intención oculta detrás de las buenas obras,
la miel en la ofrenda simboliza un mensaje endulzado a fin de que quienes lo escuchen no lo
rechacen.

Un mensaje endulzado está lleno de conceptos que al común de la gente le agrada oír, pero que no
necesariamente es el mensaje que El Señor desea que su pueblo atienda (2 Timoteo 4:3).

Es un conjunto de enseñanzas que si bien atrapan –como la miel a las moscas– a los que acuden, no
se centran en el arrepentimiento, sino en el mero beneficio material de las Promesas de Dios. Quienes
atienden tales enseñanzas quedan atrapados en un mensaje maligno, falso y torcido que resulta en
la muerte espiritual.

Un ministerio que en su deseo de alcanzar multitudes pone miel y levadura en su mensaje y obras, a
los ojos de los hombres se inflará espectacularmente –tal como masa a la que se añade levadura–,
pero al mismo tiempo comenzará en este un proceso de descomposición espiritual acelerado:

“Yo sé todo lo que haces, y sé que estás muerto, aunque parezcas estar vivo. Mantente vigilante
y afirma todo aquello que está a punto de morir, pues he encontrado que tus obras no son
perfectas ante mi Dios”. Apocalipsis 3:1-2

Para ahondar en la prohibición de poner miel en las ofrendas a fin de evitar las moscas, mencionaré
el tema del nombre del dios cananeo Baal-zebud el cual derivó en el moderno Belcebú.

El nombre original es Baal-zebul o Príncipe de los señores (Ezequiel 28:2). En Israel socarronamente
se deformó el nombre de ese dios al de Baal-zebud o Señor de las moscas como una forma de burlarse
de la idolatría de los pueblos vecinos.

“Pero los escribas que habían venido de Jerusalén decían que tenía a Beelzebú, y que por el
príncipe de los demonios echaba fuera los demonios”. Marcos 3:22
Los falsos evangelios modernos –que endulzan el mensaje para atraer multitudes– están inspirados
por Belcebú:

“Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe,
escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios”. Timoteo 4:1

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