Descargue como DOCX, PDF, TXT o lea en línea desde Scribd
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 3
La conservación de las mantarrayas en
el norte del Perú
La manta gigante está catalogada como vulnerable por la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza, la UICN. Presente en todos los mares templados del planeta, la sobrepesca es su principal amenaza. En este primer podcast del programa "Iniciativas para cambiar el mundo" te contamos el ejemplo de conservación de estos fantásticos animales en Perú, donde la bióloga Kerstin Forsberg trabaja para asegurar el futuro de las mantas gigantes en el noroeste del país. Un ejemplo de conservación de la naturaleza que ha conseguido implicar a las comunidades locales.
Desde lo más profundo de los océanos hasta los bosques
más remotos y las cumbres más elevadas, los desafíos medioambientales afectan a todos los lugares de la Tierra, incluso a los más recónditos. Rolex y National Geographic han unido fuerzas desde 1954 con una clara misión: impulsar la exploración, la investigación científica, la divulgación y la preservación de estos entornos cruciales. Bienvenidos a “Iniciativas para cambiar el mundo”, un podcast de la revista National Geographic España en el que descubrimos innovadores proyectos científicos de distintas partes del mundo. Este proyecto impulsado por Rolex con su iniciativa Perpetual Planet tiene como objetivo es conseguir un futuro mejor para el planeta y para todas las especies que vivimos en él. TRANSCRIPCIÓN DEL PODCAST Pueden medir entre cinco y ocho metros de longitud y superar la tonelada y media de peso, más o menos como un hipopótamo de tamaño medio. Aun así, las colosales mantas gigantes, también llamadas mantarrayas, son tremendamente gráciles y elegantes. Se desplazan de forma silenciosa flotando sutilmente a través del océano y, al avanzar, filtran el agua con ayuda de los dos grandes apéndices que tienen a ambos lados de la cabeza. Batiendo estos lóbulos cefálicos a modo de aletas consiguen ingerir una gran cantidad de agua cargada de plancton, su alimento principal. Gracias a las branquiespinas, estructuras cartilaginosas situadas en la parte ventral que actúan como cedazo, retienen esos pequeños organismos en suspensión antes de expulsar el agua de nuevo al exterior. La bióloga peruana Kerstin Forsberg es una apasionada de esta especie y lleva años trabajando para protegerlas a través de su ONG Planeta Océano. Y es que para ella, Las mantarrayas son animales realmente mágicos, cautivadores, majestuosos. Tal es la importancia de su trabajo que en 2016, poco después de conseguir que el Gobierno de Perú prohibiera la captura de estos impresionantes animales, recibió el Premio Rolex a la Iniciativa. Estos galardones que otorga la compañía relojera suiza desde hace casi 50 años buscan fomentar el espíritu emprendedor en todo el mundo, plasmado en iniciativas destinadas a proteger el planeta y a mejorar las condiciones de habitabilidad en ámbitos tan diversos como la salud, la tecnología, la exploración y la preservación del patrimonio cultural y medioambiental. El de Forsberg fue un claro reconocimiento a una labor que va mucho más allá de la conservación de este animal emparentado con las rayas y los tiburones, pues ella ha involucrado en su misión a toda la comunidad pesquera de la zona y también a docentes y estudiantes.
La aventura de esta bióloga y emprendedora, a la que la
revista Time destacó en 2018 como una de las líderes de la próxima generación tras recibir el Premio Whitley de conservación de manos de la princesa Ana de Inglaterra, empezó en 2007. Tenía 22 años y, recién terminada la carrera de biología, se desplazó hasta Tumbes, un departamento situado en el extremo noroeste de Perú, colindante con Ecuador. Y allí inició un estudio sobre la mortalidad de las tortugas marinas. El lugar elegido no fue casual, sino que ya se sabía que era un lugar biológicamente muy interesante.