OCR-Dani Rodrik Las Leyes de La Economia-Salida
OCR-Dani Rodrik Las Leyes de La Economia-Salida
OCR-Dani Rodrik Las Leyes de La Economia-Salida
Aciertosy errores
de una ciencia en entredicho
D NIRODRIK
Traducido por Iván Barbeitos
www.planetade1ibros.com
ISBN: 978-8$-23*-249 -8
Depósitolegal: B. 2.241-2016
Primera edición: marzo de 2016
Preimpresión: Medium
Impreso por Romanyá Va]1s, S.A.
Prefacioy agradecimientos. 11
Introducción: El usoy elabuso de lasideas económicas ... 15
co formadoa partir de la experiencia del periodo de entreguerras. Singapur fue el primer país que puso en p1'áctica el sistema
Su objetivo era evitar las turbulencias de los últimos aíios del pa- de precios de congestión:a comienzos de i975, los conductores
trón oroy de laGran Depresión,y para lograrlo acordaron que era singapurenses empezarona pagar un peaje para entrar al distrito
necesaria la implantación de tipos de cambio fijos, aunque ocasio- financiero central. Este sistema fue reemplazado en 1998 por un
nalmente ajustables; la liberalización del comercio internacional, peaje electrónico, que permite que losconductores paguen tari-
pero no de losflujos de capital; un mayor alcance de laspolíticas fas variables en función de la velocidad media deltráfico en la
monetariasy fiscalesa nivel nacional;y una mayor cooperacióna red vial. Según losdatos disponibles, el sistema ha logrado redu-
través de la creación de dos nuevos organismos internacionales: el atascosy las emisiones de dióxido de carbono, incremen-
Fondo Monetario Internacional (FMI),y el Banco Internacional tareluso deltransporte público,y además generar considerables
para laReconstruccióny el Desarrollo (que después pasóa serco- ingresos para lasautoridades locales. Semejante éxito ha llevado
nocido como Banco Mundial). a otras grandes ciudades, como Londres, Milány Estocolmo,a
El régimen establecido por Keynesy White demostró serun intentar emularlo con diversasmodificaciones.
extraordinario éxito, pues dio pasoa una era de estabilidady En i991, Santiago Levy, un profesor de economía de la Uni-
de crecimiento económico sinprecedentes en laseconomías de versidad de Boston que en aquel momento eraministro adjunto
mercado avanzadas, asícomo en muchos nuevos países que ob- de Finanzas en su México natal, intentó modificar elenfoque de
tuvieron su independencia en esos momentos. Elcrecimiento de laspolíticas antipobreza del gobierno. Aunque existían progra-
losflujos de capital especulativo, contra elque Keynes ya había mas queproporcionaban asistenciaa lospobres, principalmente
advertido, debilitó el sistema durante la década de lossetenta. en forma de subsidios alimentarios, Levy arguyó que estos pro-
Sin embargo, continuó siendo la referencia de la ingeniería ins- gramas eran ineficientesy poco efectivos. En economía hay un
titucional global, pues en cada nuevaturbulencia de la economía principio fundamental que afirma que cuando setrata del bie-
mundial, el grito de guerra de losreformistas era: «iHagamos un nestar de los pobres, lassubvenciones directas en dinero contas-
nuevo Bretton Woods!». tey sonante son más efectivas que los subsidios sobre determi-
En 1952, un economista de laUniversidad de Columbia lla- nados bienes de consumo. Además, Levy estaba convencido de
mado William Vickrey propuso un nuevo sistema de precios que podía servirse de las subvenciones para lograr mejoras en
para elmetro de Nueva York, recomendando que lastarifas se la saludy la educación. Las madres recibirían dinero en efecti-
incrementasen durante lashoras puntay en lassecciones con vo,y a cambio tendrían que asegurarse de que sus hijos fuesen
mayor tráfico,y se redujesen en otras horasy secciones. Este sis- al colegioy recibiesen una atención médica adecuada. En jerga
tema de «precios por congestión» no era otra cosa que laaplica- económica, elprograma incentivabaá lasmadresa que invirtie-
ción de losprincipios de ofertay demanda altransporte público. sen en sus hijos.
Se suponía que estas tarifas variables incentivaríana los viajeros «Progresa» (posteriormente rebautizado cOmo «Oportuni-
con horario más flexiblea evitar las horas punta, loque reduciría dades»,y más adelante como «Prospera») fue elprimer progra-
la concentración puntualy con ello la presión sobre el sistema, ma de transferencias monetarias condicionadas (TMC) estable-
al tiempo que permitiría un flujo de pasajeros aún mayor. Pos- cido en un país en desarrollo. Pensado para serintroducido de
teriormente, Vickrey también recomendaría un sistema similar forma gradual, Levy también diseñó un ingenioso plan de im-
para lascarreterasy el tráfico rodado, aunque locierto es que plementación que permitiría evaluar claramente si funcionaba
fueron muchos losque consideraron que tales ideas eran desea- correctamenteo no. El plan sebasaba en principios económicos
belladase inviables. básiCos, pero revolucionó totalmente laforma en laque losIe-
18- Las leyes de la economía
El usoy el abuso de lasideas económicas-@
gisladores abordaban losprogramas antipobreza. A medida que física cuánticao labiología molecular, pero una ciencia a1 finy
losresultados positivos iban llegando, elprograma sefueconvir- al cabo.
tiendo en un modeloa seguir por otros países: más de una de- Más que un único modelo específico, la economía engloba un
cena de países latinoamericanos, como Brasilo Chile, acabarían conjunto de modelos. La diSCÍ lina avanza mediante laexpan-
adoptando programas similares,e incluso la ciudad de Nueva sión de su catálogo de modelosy lamejora de laconexión entre
York, bajo elmandatoy elauspicio del alcalde del momento, Mi- estos modelosy elmundo real. La diversidad de modelos econó-
chael Bloomberg, implantó un programa piloto de TMC. micos es lanecesaria contrapartidaa la flexibilidad del mundo
Éstas son, por tanto, tres ideas económicas aplicadasa tres social, pues entornos sociales diferentes requieren modelos dis-
áreas distintas: la economía mundial, el transporte urbanoy la tintos. La verdad esque esmuy poco probable que loseconomis-
lucha contra la pobreza. En cada caso, los economistas recon- taslleguena descubrir alguna vez un modelo universal aplicable
figuraron aspectos de nuestro mundo aplicando simples prin- en todas partes.
cipios económicosa problemas publieos. Estos ejemplos repre- El problema esque loseconomistas tienen cierta tendenciaa
sentan perfectamente lo que es la economía, aunque existen abusar de sus modelos, en parte debidoa que toman como ejem-
muchos otros: la teoría de juegos se ha utilizado para organizar plo lasciencias naturales, y, por tanto, son propensosa confun-
subastas de frecuencias para telecomunicaciones; losmodelos de dir un modelo con el modelo, relevantey aplicable en cualquier
diseño de mercados han ayudado alsector sanitarioa asignar circunstancia. Por tanto, tienen que vencer esta tentación,y se-
eficientemente los médicos residentesa los hospitales; los mo- cionar losmodelos que aplicar en función de lascondicionesy
delos de organización industrial refuerzan laspolíticas de libre IOS entornos; necesitan aprendera cambiar de un modeloa otro
competencia;y losrecientes avances en teoría macroeconómica de manera más íluida.
han conducidoa laadopción de políticas antiinflación por parte Este libro pretende ensalzary criticarsimultáneamente la
de bancos centrales en todo el mundo.s Cuando loseconomistas ciencia económica, defender el núcleo de la disciplina —el pa-
aciertan en sus pronósticos, el mundo entero mejora. peI que desempeñan los modelos económicos en lacreación de
Sin embargo, loseconomistas se equivocana menudo, tal y conocimiento—, pero denostar la forma en laque con frecuen-
como ilustrarán numerosos ejemplos en esta obra. Escribí este cia los economistas practican su oficioy usan (oabusan de) sus
libro para intentar explicar por qué la economíaa veces acierta modelos. Los argumentos que expongo no son precisamente la
y a veces no. Los «modelos» —los marcos teóricos abstractosy «versión oficial», pues sospecho que muchos economistas dis-
matemáticos que emplean loseconomistas para intentar enten- creparán de mi visión de la disciplina, especialmente en lorelati-
der el mundo— sonelcorazón del libro. Los modelos sona la vo a qué tipo de ciencia es la economía.
vezlafortalezay el talón de Aquiles de la economía,y también Al relacionarme con muchos no economistasy profesionales
losque la convierten en una ciencia; no una ciencia como la de otras ciencias sociales,a menudo me sorprendió lavisión de la
economía que tienen losajenosa ella. Muchas de lasquejas son
2. R. Preston McAfeey John McMillan, «Analyzing the Airwaves Auction», Conrnof bien conocidas: las ciencias económicas son simplistasy estre-
ofEconomic Perspectives 10, n-°1 (invierno de ig96: is9-Iis; Nvin E.Rothy Elliott Pe- chas de miras; realizan afirmaciones universales que ignoran el
ranson, ‹The Redesign ofthe Matching Market forAmerican Physicians: Some Engineering
papel de lacultura; están plagadas de juicios de valor implícitos;
Aspects of Economic Design», American Economic Peeies 89, n°4 (I9991: 748-780,-
Louis Knplowy Carl Shapiro, Antiy-net, NBER Working Paper 12867, National Bureau of
y además fracasana la hora de explicary predecir el desarrollo
Economic Research, Cambridge (EE. UU.), 2O02; Ben Bernanke ctof., /n mon Zargeñng: de la propia economía. Cada una de estas críticas se deriva en
Lessonsfi-om International Terrence, Princeton University Press, Princeton, 1gg9. gran medida de laincapacidad para reconocer que la economía
El uso y el abuso de lasideas económicas- 21
zo Las leyes de la economía
iversos modelos hace que las economías crezcan?, ‹icómo puede aunarse el pleno
como ciencia es, de hecho, una colección ded empleoy laestabilidad de precios?, etc.— en favor de aplicacio-
ni llevana
que no poseen una inclinación ideológica concreta
los propios nes más mundanasy cotidianas.
una conclusión única. Por supuesto, dado que son
En este libro me centro de lleno en estas grandes cuestiones,
economistas los que no logran transmitira los no economistas
suya y en cómo losmodelos económicos nos ayudana resolverlas. No
esta diversidad existente en su profesión, la culpa de esto es
podemos buscar en lasciencias económicas lasexplicacioneso
sólo suya.
seutiliza en prescripciones universales que se aplican independientemente
Otra aclaración: el término ciencias económicas
ámbito sus- del contexto; las posibilidades de la vida social son demasiado
dos sentidos distintos. Una definición se centra en el diversas para cabera presión en marcos teóricos únicos. Sin em-
eco-
tantivo de estudio; según esta interpretación, las ciencias
del bargo, cada modelo económico es como un mapa parcial que
nómicas son una ciencia social dedicadaa la comprensión
ilumina un fragmento delterreno. En su conjunto, los modelos
funcionamiento de la economía. La segunda definición se centra
económicos son nuestra mejor guía cognitiva en las intermina-
en los métodos: lasciencias económicas son una forma de hacer
bles colinasy valles que constituyen la experiencia social.
ciencias sociales sirviéndose de unas determinadas herramien-
a
tas. En estainterpretación, la disciplina se asociaa un sistem
vez dea hipótesis
de modelos formalesy análisis estadístico, en
los métodos eco-
o teorías concretas sobre la economía. Por ello,
distintas de la
nómicos pueden aplicarsea muchas otras áreas
familiares
economía, desde lasrelacionadas con las decisiones
hasta lasrelativasa las instituciones políticas.
Mi empleo del término economía en tanto que ciencia se
en este libro so-
acerca más al segundo sentido. Todo loque diré
modelos puede
bre las ventajasy errores de la aplicación de los
trasladarse sinproblemasa lainvestigación en ciencias polít
sociologíay derecho cuyo enfoque sea similar. En los debates
la
blicos se ha tendidoa asociar estos métodos únicamente con
llamadas/£teconornío. Este enfoque, popularizado por el econo-
mista Steven Levitt, se ha utilizado para arrojar luz sobre diver-
luchadores de
sos fenómenos sociales, desde lasactividades de los
escue-
sumo haSt£t las triquiñuelas docentes de losprofesores de
empíri-
las públicas, mediante el empleo de minuciosos análisis
han
cosy razonamientos basados en incentivos.’Algunos críticos
sugerido que esta línea de trabajo triVializa las ciencias económi-
cas, pues evita respondera las grandes cuestiones de su campo
de estudio —úpor quélosmercados funcionan bieno mal?, cqué
profesión es lacapacidad para desarrollar modelos nuevos,o para En realidad, los modelos sencillos elaborados por los eco-
actualizar los existentes según nuevas evidencias empíricas, con nomistas son absolutamente esenciales para comprender el
el fin de arrojar luz sobre algún aspecto de la realidad social. Los funcionamiento de lasociedad. Su simplicidad, formalismoy
debates intelectuales más candentes giran en tornoa larelevancia desatencióna mUChaS facetas del mundo real es precisamen-
o aplicabilidad de talo cual modelo. Si se desea herir en lo más te lo que los hace valiosos. Es una virtud, no un error. Lo que
profundoa un economista, basta con decir: «No tienes un mode- hace que un modelo seaútil es que capture un aspecto de la
lo». Los modelos son un orgullo. Si se frecuenta un ambiente de realidad,y lo que lo convierte en algo indispensable, cuando se
economistas, en poco tiempo seencontrará laomnipresente tazao usa correctamente, es que capture elaspecto más relevante
de la
camiseta que dice: «Los economistas se lomontan conmodelos». realidad en tfnüDntWto dado. Contextos diferentes —mercados,
Incluso da la impresión de que muchos de ellos preferirían pasar entornos sociales, países, periodos temporales, etc.— requieren
el rato con ingenios matemáticos que con equilibristas de pasarela modelos diferentes,y ahí es precisamente donde loseconomis-
del mundo real. (No pretendo parecer sexista: en una ocasión, los tas suelen encontrar problemas, puesa menudo descartan la
alumnos de mi esposa, también economista, le regalaron una de contribución más valiosa de su profesión, esto es, la multitud
estas tazas como obsequio de finde curso.) de modelos confeccionadosa lamedida de una gran variedad
de
En opinión de sus críticos, la confianza que los economistas entornos, en favor de la búsqueda delmodelo universal únicoy
ponen en losmodelos refleja prácticamente todo loerróneo de la verdadero. Cuando losmodelos se seleccionan con buen juicio
profesión: la reducción de lacomplejidad de lavida sociala unas son una fuente de iluminación, pero cuando se emplean de for-
pocas relaciones simplistas, la tendenciaa basarse en supuestos ma dogmática sólo conducena laarroganciay a los errores en
claramente incorrectos, la obsesión con el rigor matemático por política económica.
encima delrealismo, los frecuentes saltos desde abstracciones es-
tilizadasa conclusiones políticas, etc. Para estos críticos, resulta
increíble que los economistas pasena tanta velocidad de lasecua- Una variedad de modelos
ciones escritas sobre el papela ladefensa de,por ejemplo, ellibre
comercioo una política fiscal de un tipo u otro. Otra acusación Los economistas crean modelos para captar los aspectos más
alternativa es la que asegura que lasciencias económicas logran destacados de las interacciones sociales, interacciones que sue-
hacer complejo lo cotidiano,y que los modelos económicos visten len tener lugar en los mercados de bienesy servicios. La idea
el sentido común conun disfraz de formalismo matemático. En- de los economistas de lo que constituye un mercado suele ser
treloscríticos más duros están aquellos que han decidido alejarse bastante amplia: los Compradoresy vendedores pueden serin-
de la ortodoxia. Al economista disidente Kenneth Boulding, por dividuos, empresas u otras entidades colectivas; los bienesy
ejemplo, se le atribuye la siguiente frase: «Las matemáticas han servicios en cuestión pueden ser prácticamente todo, incluyen-
traído el rigora la economía; por desgracia, también lehan traído do coS£tS Como posicióno estatus político, para lo que no existe
el mortis».Y Ha-Joon Chang, profesor de economía de laUniver- precio de mercado; losmercados pueden serlocales, regionales,
sidad de Cambridge, afirma que: «El 95 por ciento de la economía nacionaleso internacionales, y pueden estar organizados de for-
es simple sentido común, pero arreglado para parecer algo muy Wá ÚSlCá, como un bazar,o virtual, como elcomercio de larga
complicado mediante el uso de jergay matemáticas».° distancia. Desde siempre, los economistas se han preocupado
por el funcionamiento de los mercados: iUtiIizan los recursos
5. Ha-Joon Chang, úconomics: de User G!uide, Pelican Books, Londres, 2014, p. 3. de manera eficiente? cPueden ser mejorados,y si es así, de qué
26 - Las leyes de la economia
cPara que siiwen los modelos?- 27
forma? éCómo sedistribuyen lasganancias de losintercambios? tamente competitivo», con una gran cantidad de productoresy
Sin embargo, también sesirven de los modelos para esclarecer el consumidores; todos ellos persiguen sus intereses económicos,
funcionamiento de otras instituciones, como colegios, sindicatos y ninguno tiene la Capacidad de afectar al precio de mercado.
o gobiernos. Este modelo pasa por aItO mucho COsas: que la gente
tiene otras
Pero cqué son losmodelos económicos? Lo forma más sen- motivaciones distintasa las materiales, que la racionalidad se ve
cilla de entenderlos es pensar en ellos como simplificaciones a menudo desplazada por las emocioneso por ciertos
cortocir-
diseñadas para mostrar el funcionamiento de mecanismos es- cuitos cognitivos, que algunos productores pueden comportarse
pecíficos aislándolos de otros efectos que pueden llevara confu- como un monopolio, etc. Pesea ello, sí contribuyea esclarecer
sión. Un modelo secentra en unas determinadas causase inten- algunos aspectos del funcionamiento de laeconomía de merca-
ta mostrar cómo funcionan sus efectosa través del sistema. Un do en el mundo real.
diseñador de modelos construye un mundo artificial que revela Algunos de estos aspectos son obvios: por ejemplo, un aumen-
ciertos tipos de conexiones entre las partes del todo, conexiones to de los costes de producción incrementaa su vez los
precios
que pueden resultar muy difíciles de discernir si se mira almun- de mercadoy reduce las cantidades demandadasy ofertadas.
do real en su farragosa complejidad. Los modelos económicos O bien, cuando suben loscostes de la energía, las facturas
ener-
no se diferencian tanto de los modelos anatómicos físicos de los géticas aumentan,y loshogares deben buscar nuevas
formas de
médicos ni de lasmaquetas de losarquitectos. Un modelo de ahorrar en calefaccióny electricidad. Otras, sin
embargo, no lo
plástico del sistema respiratorio que puede verse en la consulta SON táDtO, como porejemplo el hecho de que un impuesto se
de un médico secentra en eldetalle de los pulmones, eliminando aplique sobre los productoreso sobre losconsumidores de un
elresto del cuerpo que tendría alrededor,y un arquitecto puede producto —digamos, de petróleo— tiene poco que vercon quién
construir una maqueta que muestre ladisposición del interior de aCaba pagándolo. Puede que el impuesto se apliquea lascompa-
una casa. Los modelos de loseconomistas son similares, salvo en ñías petroleras, pero sean losconsumidores losque lopaguen en
el hecho de que no son representaciones físicas sino simbólicas, lasgasolineras mediante precios más elevados;y viceversa,
pue-
mediante palabrasy ecuaciones matemáticas. de que el coste extra se impongaa losconsumidores mediante
El modelo económico más extendido es el modelo de laofer- un recargo en elprecio de venta, pero que I£tS Compañías sevean
tay la demanda, que sinduda resultará familiar para todo aquel obligadasa absorberlo bajando losprecios. Todo depende de la
que haya hecho un curso de introduccióna la economía. Es el «elasticidad de los precios» de laofertay la demanda. Aííadien-
modelo que representa la cruz constituida por la curva descen- do una larga lista de supuestos extra —de los que hablaremos
dente de la demanday lacurva ascendente de laoferta, con los más adelante—, este modelo también tiene implicaciones bas-
preciosy lascantidades en losejes.^ En este caso, el mundo arti- tante importantes en lo bieno mal que funcionan losmercados;
ficial es aquel que loseconomistas denominan «mercado perfec- por ejemplo, una economía competitiva de mercado eseficiente
si es imposible mejorar elbienestar de una persona sin
reducir
6. Parece ser que losdiagramas de ofertay demanda en forma de cruz aparecieron elde otra. (Esto es lo que loseconomistas denominan «eficiencia
impresos por primera vez en 1838, en un libro del economésta francés Antoine-Angustia de Pareto».)
Cournot. Cournot es más conocido hoy en día por sus trabajos sobre el duopolio,y el
diagrama de cruz se atribuye normalmente alpopular libro de texto de Alfred Marshall,
Consideremos ahora un modelo muy diferente, llamado el
publicado en 18'90. Ver Thomas M. Humphrey, «Marshallian Cross Diagrams and Their «dilema delprisionero», que tiene su origen en lasinvestigacio-
Uses before Alfred Marshall: The Originó of Supply and Demand Geometry», Economic nes de los matemáticos, pero que es la piedra angular de abun-
Review (Banco de laReserva Federal en Richmond), marzo/abril i992, 3-86. dantes trabajos contemporáneos en economía. Normalmente
28- Lasleyes de la economía
‹iPara qué sirven los modelos?- 29
sepresenta en forma de dosindividuos acusados que seenfren- dificación de estos otros supuestos,a menudo implícitos, genera
tana penas de cárcel si uno de los dos opta por confesar, pero otro tipo de resultados.
aquí lo plantearemos como un problema económico. Suponga- Veamos un tercer modelo, al que llamaremos
modelo de
mos que dos empresas competidoras deben decidir si asignar coordinación, que no especifica el número. de
participantes en
o no una elevada parte de su presupuestoa publicidad. Este elmercado, pero que tiene resultados muy distintos. Una em-
aumento de lapublicidad permitiríaa una de lasempresas cap- presa (o grupo de empresas; elnúmero no importa) está consi-
turar parte de losclientes de la otra, pero sí se da el caso de que demando una posible inversión en la construcción naval,y sabe
ambas aumentan lapublicidad, los efectos sobre lademanda de que si puede construir el suficiente número de barcos, la in-
losconsumidores se anulan,y las empresas se habrán gastado versión será rentable. Por otra parte, para la construcción
de
el dinero inútilmente. los barcos elacero de bajo coste es un producto indispensable,
Se podría pensar también en laposibilidad de que ninguna de por lo que este debe producirse en lasinmediaciones del asti-
las firmas decidiera gastar mucho enpublicidad, pero el modelo hero. La decisión de II COmpañía se reducea lo siguiente: si
demuestra que esta lógica es poco realista. Las empresas toman hay una fundición de acero cerca, se puede invertir; si no la hay,
susdecisiones por separadoy lo único que lesinteresa es su pro- no se debe invertir. Ahora, consideremos lasestrategias de los
pio beneficio, por lo que cada una ve interés en incrementar su posibles inversores en acero en la región, suponiendo que losas-
publicidad, independientemente de loque haga laotra.' Cuando tilleros son el úiico posible cliente de la industria del
acero: los
una empresa no aumenta su publicidad, la otra puede capturar productores de acero saben que tendrán beneficios
si hay un
sus clientes si ella sí la aumenta,y cuando una sí aumenta supu- astillero cerca al que venderle su producto,y no
los tendrán si
blicidad, la otra se ve obligadaa hacerlo también para no perder no lo hay.
clientes. En tal easo, ambas empresas quedas en un equilibrio Existen dos posibles resultados, que los economistas
llaman
muy inestable en el que ambas tienen que desperdiciar recursos, «equilibrio múltiple». Por un lado, está el resultado
«bueno»,en
por lo que,a diferencia del modelo anterior, puede decirse que elque se llevana cabo ambas inversionesy tanto el
astillero como
este otro no es totalmente eficiente. IOSproductores de acero obtienen beneficiosy están satisfechos,
La diferencia más clara entre ambos modelos esque uno des- alcanzando un equilibrio. Por otro, está el resultado «malo», en
cribe un escenario con muchos participantes (por ejemplo, el mer- el que no se realiza ninguna de lasinversiones, lo cual también
cado de naranjas), mientras que el otro describe la competencia constituye un equilibrío, puesto que lasdecisiones de no invertir
entre dos grandes empresas (por ejemplo, los dos grandes cons- se refuerzan la unaa la Otra: si no hay astillero, los productores
tructores de aviones, Airbusy Boeing). No obstante, sería un error de acero no invertirán,y si no hay acero, tampoco habrá artillero.
pensar que esta diferencia es la única razón por laque un mercado Este resultado depende muy poco delnúmero de participantes
eseficientey el otro no, pues hay otros supuestos incluidos en cada en elmercado,y mucho de otras tres cosas: l) la existencia
de
uno de losmodelos que también tienen su importancia,y la mo- economías de escala (es decir, que las operaciones para ser
renta-
bles requieren una escala elevada); 2) las fundiciones
de aceroy
lOs astilleros se necesitan mutuamente; y 3) no exi sten mercados
7. Estrictamente hablando, es preciso añadir otro supuesto: que las empresas no
alternativos ni otras fuentes de materias primas
tengan forma de realizar promesas creíbles la una a la otra, esto es, promesas que poste- (ofertadas por
riormente no tengan interés en incumplir. Por ejemplo, cada empresa puede prometer ejemploa través del comercio internacional).
a laotra que no gastará más en publicidad, pero estas promesas no son creíbles, ya que Tres modelos, tres visiones diferentes de cómo funcionan
cada una tiene interés eri publicitar, independientemente de loque hagalaotra. (o no) los mercados. Ninguno de ellos es correctoo erróneo. unes
éPara qué sirven los modelos?- 3t
so Las leyes de la economía
serrealistas en muchas de suspremisas; aunque parecen estar labras delfilósofo Allan Gibbardy deleconomista
poblados por gentey empresas reales, el comportamiento de los Hal Varian:
«Un modelobeconómicod siempre cuenta una historia».I'
personajes principales adquiere una forma muy esquemática; Nan-
cy Cartwright, experta en filosofía científica, em
con frecuencia, los objetos inanimados («acontecimientos alea- plea eltérmino
fóbuía en relación tanto con los modelos económicos como con
torios», «parámetros exógenos», «naturaleza») forman parte IOSfiSlCos, aunque considera que los económicos son más bien
del modeloy son losque impulsan la acción; la trama gira en parábolas."A diferencia de las fábulas, en las que la moraleja
tornoa relaciones de causay efecto, del tipo «si... entonces...»;y está clara, CaftWright sostiene que losmodelos económicos re-
la moraleja —o, como lallaman loseconomistas, la implicación quieren mucho Cuidadoe interpretacióna la hora de extraer
política— suele ser bastante transparente: los mercados libres la
conclusión política. Esta complejidad deriva del hecho
son eficientes, el comportamiento oportunista en interacciones de que
cada modelo capta una única verdad conceptual, una
con alusión
estratégicas puede empeorar lasituación de todos losparticipan- aplicablea un entorno específico.
tes, los incentivos importan, etc. No obstante, en este CASO US fábulas también pueden ser
Las fábulas son cortasy concisas,y no dan lugara que sepier- útiles por analogía. El número de fábulas existentes es reaj-
da su mensaje. La historia de la liebrey la tortuga, por ejemplo, mente incalculable,y todasy cada una de ellas proporcionan
consigue grabara fuego en lamente laimportancia delprogreso una guía de acción que seguir en circunstancias ligeramen-
constante, aunque sealento, convirtiéndose en un atajo interpre- te diferentes. Tanto es asÍque resulta inevitable que,
tativo que puede aplicarsea gran variedad de entornos simila- entre el
conjunto de moralejas, acaben surgiendo contradiccion
res. Es posible que más de uno piense que comparar losmodelos es. Al-
gunas fábulas ensalzan lasvirtudes de la confianzay la coope-
económicos con lasfábulas denigra su estatus «científico», pero ración, mientras que otras recomiendan la inde
parte de su atractivo es que funcionan exactamente de lamisma pendenciay la
autosuficiencia. Algunas alaban la importancia de una buena
forma. Un estudiante al que se le explica el marco teórico oferta- preparación; otras advierten de los peligros, del exceso de pla-
demanda adquiere un respeto duradero hacia el poder de los nificación. Algunas dicen que deberías gastary disfrutar del di-
mercados. Una vez que se comprende eldilema delprisionero ya nero que tienes; otras dicen que hay que
ahorrar para lasmalas
no se puede volvera pensar de lamisma forma en losproblemas épocas. Tener amigos es bueno, pero tener demasiados amigos
de cooperación,e incluso cuando seolvidan los detalles específi- ya no loestanto. Cada fábula tiene Su moraleja específica, pero
cos de los modelos, estos continúan siendo patrones que facilitan en su conjunto lo que consiguen es provocar dudase incerti-
la comprensióny lainterpretación del mundo. dumbre.
Esta analogía es bien conocida entre los mejores profesio- Por ello, es preciso actuar con criterioa la hora de seleccio-
nales del sector. En sus momentos de reflexión sincera, están nar la fábula aplicablea cada situación concreta,y los
preparados para reconocer el hecho de que losmodelos abstrac- modelos
económicos requieren el mismo buen juicio. Ya hemos
tos que plasman sobre el papel son básicamente fábulas. Taly visto
cómo modelos diferentes proporcionan conclusiones
como señala elreconocido economista teórico Ariel Rubinstein, distintas:
elComportamiento egoísta puede producir eficiencia (en el
«La palabra modelo suena más científica que/óbufoo cuento mo-
de hadas bperoj no veo mucha diferencia entre ellas».n En pa-
12. hart Gibbardy Hal R. varian, «Economic Models», honra/
n°Z1(noviembre de t978): 666.
ll. Ariel Rubinstein, «Dilemmas ofan Economie Theonst», Aconometrica 24,n-°4
* ^an°z Ca 8ht, «MoüeJs:
(julio de 2006): 881. Advanced Study) 1, n° li (2008).
ćPara qué sirven los modelos? 35
34. was leyes de la economía
el investigador diseña condiciones experimentales con el objeti- Economic Methodolo 12,n°2 (u005): 303-315. Hay que señalar que el aislamiento
ejem- de un efecto en 1os modelos económicos no es tan sencillo como puede parecer, pues
vo de explorar una cadena causal hipotétiea. Cuando, por siempre hay que incluir algunos supuestos relativosa otras condiciones de fondo. Por
investigador
plo, la gravedad produce un efecto de confusión, el esta razón, Nancy Cartwright argumenta que elefecto es siempre elresultado de la ope-
como
seocupa de llevara cabo su experimento en elvacío. Taly raeión conjunta de muehas causas,y que en economía nunca sepuede aislar realmente
señala el filósofo finlandés Uskali Mäki, eldiseñador de mode- una causay un efecto. Ver Cartwright, Hunting Causes and Using Them: Approaches in
un método similar dê se- Philosophy and Economics, Cambridge University Press, Cambridge, 2007. En general,
loseconómicos se sirve en su labor de esto es cierto, pero elvalor de disponer de múltiples modelos es precisamente que nos
paración, aislamientoe identificación. La principal diferencia permite alterar las condiciones de fondo de forma selectiva, con el fin de determinar cuál
ratorio se manipula deli-
reside en que en el experimento de labo de ellas, si es que hay alguna, contribuye decisivamente a1 efecto. La modifieación de
el aislamiento ne-
beradainente el entorno fisico para conseguir algunas de estas condiciones puede variar notablemente el resultado, mientras que si se
causal, mientras que con modifican otras, eI resultado puede variar muy poeo,o nada en absoluto. Ver también la
cesario con el fin de observar el efecto
manipulando los parte dedicada a1realismo de lossupuestos, en este mismo capítulo.
in modelo económico se consigue lo mismo
66 - Las leyes de la economía
ÚPátá Qué sirven los modelos?- 37
Los llamados experimentos de campo, realizados no en un las similitudesy establecer paralelismos entre los
laboratorio sino en el mundo real, también se enfrentana este diferentes
entornos.
reto. Últimamente, estos experimentos se han vuelto muy po- Taly como sucede con los experiment reales, el valor
os de los
pulares en elentorno de lasciencias económicas,y a menudo se modelos reside en su capacidad para aislare identificar,
piensa que generan un conocimiento libre de modelos, esto es, uno por
uno, losmecanismos causales específicos. El hecho
que supuestamente ofrecen una visión del funcionamiento del de que estos
mecanismos operen en el mundo real en conjunción
mundo sinellastre de los supuestosy las cadenas causales hi- con muchos
otros que pueden trastornar sufuncionamiento
potéticas asociadas normalmentea losmodelos. Sin embargo, esuna compli-
cacióna la que se enfrentan todos aquellos que buscan explica-
esto no es del todo cierto. Por poner un ejemplo: en Colombia, la ciones científicas. Los modelos económicos pueden incluso tener
distribución aleatoria de cupones de descuento para loscolegios una ventaja en este caso,y es que
la contingencia —esto es, la
privados ha mejorado significativamente el éxito escolar, pero de pendencia en condiciones esp
ecíficamentepostulados— está
esto no implica que otros programas similares tengan el mismo ya implícitamente ineorporada
en ellos. Taly como veremos en el
resultado en Estados Unidoso en Sudáfrica, pues elresultado capítulo 3, esta falta de certidumbre nos incentivaa intentar
final depende de una se1'ie de factores que varían de un paísa ave-
riguar cuál, de entre los múltiples modelos que compiten
otro. Ingresos, preferencias de los padres, diferencias de calidad entre
sí, nos proporciona una descripción más acertada de la
entre la escuela públicay laprivada, incentivos de los profesores realidad
inmediata.
y administradores... Todos estos factores,y muchas otras consi-
deraciones potencialmente importantes, influyen notablemente
en eljuego,* por lo que pasar del «funcionó allí» al «funcionará Supuestos.poco realistas
aquí» requiere muchos pasos adicionales.’6
La brecha existente entre los experimentos reales llevados Los modelos económicos suelen estar basados en muchos
a cabo en un laboratorio (o en el campo)y losexperimentos su-
puestos poco realistas, COmo porejemplo
que los consumido-
teórlcosa los que llamamos «modelos» es menos profunda res son hiperracionales, que son egoístas,
que siempre prefieren
de loque sesuele pensar. Ambos tipos de ejercicios precisan de consumir mása consumir menosy que tienen un horizonte que
cierta extrapolación antes de poder ser aplicados cuándoy seextiende hasta elinfinito. Desde luego, muchos modelos
dónde senecesitan,y una correcta extrapolación requierea su son
algo más realistas en unao varias de estas dimensiones,
vez una combinación de buenjuicio, evidencia empírica proce- pero in-
Cluso en estos Casos pueden deslizarse otros
dente de otras fuentesy razonamiento estructurado. El poder supuestos poco rea-
Í1St£tS. LA Simplificación y la abstracción
de todos estos tipos de experimentos es que rios enseñan algo requieren que muchos
elementos sean necesariamen te falsose irreales, en el sentido de
sobre el mundo situado fuera del contexto en el que se han que violan la realidad. ‹iCuál es la mejor forma de afrontar esta
llevadoa cabo, en función de nuestra habilidad para discernir falta de realismo?
Milton Friedman, uno de 10s más grandes economistas del si-
15. El estudio sobre Colombia alque me refiero es un conocido artículo de Jos-
10xx, ofreció una respuesta en i968 que tuvo una profunda
hua Angrist, Eric Bettingery Michael Kremer: «Long-Term Educational Consequences in-
fluencia en toda laprofesión.” Friedman no sólo argumentó
of Secondaly School Voucliers: Evidente ftorn Administrative Records in Colombia», que
16. Nancy Cartwrighty Jeremy Hardie, Ext dence-BasedPolimJ:A Practical Cuide to 17. Milton -riedman, ‹The Method0logy ofPosit›ve Economics»,
Doing itgeller, Oxford University Press, Oxford, 2ol2. time Economic, University oí Cfij0ago Press, C£ieagp 195.
38- Las leyes de la economía
ÉPáPá qué sirven los modelos? z9
lossupuestos poco realistas son una parte necesaria de la teoría godeaccidente. Sin embargo, supongamos que un investigador
económica, sino que fue más alláy afirmó que el realismo de los ofrece una explicación alternativa: es culpa
de John, cuyo cere-
supuestos es sencillamente irrelevante. Lo único que importa, bro emite ondas invisibles que afectana la
dijo, es que la teoría ofrezca predicciones correctas, y, mientras conducción de todos
os demás, cuando sale de la oficinay coge
su coche, sus ondas
esto se cumpla, no es necesario que los supuestos asociadosa cerebrales alteran el tráfico, provocando
más accidentes. Puede
la teoría guarden similitud alguna con lavida real. Si bien esto que no sea más que urta teoría bastante tonta, pero contribuyea
no es más que un resumen muy simplificado de un argumento «explicar» el inusual aumento de losaccidentes de tráfico al final
mucho más sofisticado, expresa elpunto esencial que extrajeron de lajornada de trabajo.
la mayoría de loslectores del ensayo de Friedman.Y lo cierto es En este caso, sabemos que elsegundo
que el argumento eramaravillosamente liberador, pues conce- modelo no esun mo-
delo útil. Si por ejemplo John empiezaa
salir antes del trabajo
díaa loseconomistas carta blanca para desarrollar toda clase de o sejubila, el valor predictivo se reducea cero, pues elnúme-
modelos basados en supuestos extremadamente alejados de la ro de accidentes no disminuirá sólo porque John ya no esté en
experiencia real. la carretera en esas horas. La explicación fracasa porque
Sin embargo, no puede sercierto que el realismo de los su- su
supuesto crítico —el hecho de que John emita ondas
puestos sea completamente irrelevante. Taly como señala Paul cerebrales
que pueden afectar al tráfico — es manifiestamente falso. Para
Pfleiderer, economista de la Universidad de Stanford, siempre que
un modelo resulte útila lahora de predecir la realidad, sus
tenemos que aplicar un «filtro de realismo»a lossupuestos crí- su—
puestos principales tam bién deben serlo suficientemente
rea-
ticos antes de que un modelo pueda serconsiderado útil." (Nue- listas.is
vamente nos encontramos con el término críitco; en breve me úQué es, exactamente, un supuesto crítico? Puede decirse
ocuparé de él.) La razón es que nunca podemos estar seguros del que
un supuesto es crítico si su modificación en pos de un
éxito predictivo de un modelo. Aunque parezca una perogrullada mayor
realismo produce una diferenciasignificativa en la conclusión
propia de Groucho Marx, laspredicciones siempre están relacio- ofrecida por el modelo. En este sentido, muchos supuestos,
nadas con el futuro. Podemos idear una variedad de modelos casi por
no decir la mayoría, no son críticos. Consideremos
infinita para explicar una realidada posteriori, pero lamayoría por ejemplo
el modelo de mercado perfectamente
competitivo, en el que las
de estos modelos son muy poco útiles, pues cuando lascondicio- respuestasa muchas preguntas de interés no dependen signifi-
nes cambien, por poco que sea, su capacidad predictiva se verá Cátivamente de los detalles del modelo. En su ensayo sobre
anulada casi por completo. me-
todologíá, Milton Friedman analizó los impuestos sobre el
Supongamos que tengo accesoa datos sobre accidentes de taba-
co,y escribió que se puede predecir con cierta seguridad
tráfico en una localidad durante los últimos cinco años,y tras que un
aumento de losimpuestos conducea un incremento
estudiarlos me doy cuenta de que entre lascincoy lassiete de la en el precio
de venta de loscigarrillos, independientemente de si existen mu-
tarde hay una concentración inusualmente elevada de acciden- chaso pocas empresas productora so de si las diferentes marcas
tes. Naturalmente, la explicación más razonable es que en esas de tabaco son perfectamentesustituibles o no. Igualmente, sería
horas mucha gente sale del trabajo para volvera casa, por lo que poco probable que cualquier relajación razonable
hay muchos más coches en lascarreteras y, por tanto, mayor ries- del requisito
deracionalidad perfecta modificase significativamente el resul-
tado. Incluso si las empresas no realizan sus
cálculos hasta el
i8. Paul Pfleiderer, «Chameleons: The Misuse of Theoretical Models in Finance
and Economics» (afticulo no publicado, Stanford University, 201a). 19. Ver Gibbardy Varian, «Economic Model.s». 69i
40 Las leyes de la economía éPara qué sirven los modelos? 41
te
último decimal, podemos estar razonablemen seguros de que supuestos críticos del mundo real,y lo que hace que un supues-
no notarán un aumento en losimpuestos que tienen que pagar. to sea crítico depende en parte de para qué se use elmodelo.
Estos supuestos específicos no son críticos en vista de la cuestión Más adelante volveré sobre este tema, cuando examine con más
planteaday la forma en laque se usa el modelo; por ejemplo, detalle de qué forma sedebe seleccionar el modelo específico
de los cigarrillos? Por tan- que aplicar en función de lascircunstancias concretas presen-
‹icómo afectan los impuestos alprecio
to, su falta de realismo no tiene gran importancia. tes en el entorno.
Supongamos ahora que nos interesa una cuestión diferente: Cuando elsupuesto crítico de un modelo esclaramente falso,
el efecto de laimplantación de controles de precios en la in- como enel ejemplo de lasondas cerebrales de John, es perfecta-
dustria del tabaco. En este caso, el grado de competencia en la mente legítimo, incluso necesario, poner en duda laeficacia del
ladisposición de los consu- modelo. Sies éste el caso, tenemos todo el derechoa afirmar que
industria, que depende en parte de
portancia mu-
midoresa cambiar de marca, pasaa tener una im el diseñador del modelo ha simplificado en excesoy nos está lle-
competiti-
cho mayor. En el modelo de mercado perfectament e vando por mal camino. Sin embargo, larespuesta adecuada esel
reduzcan
vo,un control de precios conducea que lasempresas diseño de un modelo alternativo con supuestos más apropiados,
más bajo reduce su rentabilidad no abandonar por completo el uso de modelos. El mejor antídoto
su producción, pues un precio
y las empresas deben responder disminuyendo susventas. Sin contra un mal modelo esun buen modelo.
embargo, en un modelo de mercado en elque una sola empresa Es cierto que en última instancia resulta inevitable una cierta
del precio (esto es, un falta de realidad en los supuestos. Taly como señala Cartwright:
tiene el monopolio, un techo moderado
precio de mercado sin «Criticar los modelos económicos por servirse de supuestos
techo que no esté muy por debajo del
laempresaa aumentar irreales es como criticar los experimentos con bolasy planos de
restricciones) lo que hace es incitara
mecanismo,
su producción. Para entender cómo funciona este Galileo por servirse de planos engrasados para tener la menor
imple. In-
hay que servirse de un poco de álgebrao geometrías fricción posible».°i Sin embargo, igual que no aplicaríamos laley
beneficio
tuitivamente, un monopolista puede incrementar su de aceleración de Galileoa una canica cayendo en un tarro de
mercado.
restringiendo sus ventasy aumentando elprecio de miel, esto tampoco esuna excusa para utilizar modelos cuyos su-
Sin embargo, loscontroles de precios privan al m onopolista de puestos críticos violan gravemente larealidad.
su poder para fijarlos,y de esta forma susincentivosa producir
por debajo de su capacidad se ven mermados deforma efectiva.
incrementar lasventas,
Por ello, el monopolista seve obligadoa Sobre lasmatemáticasy losmodelos
vertido en su único
ya que la venta de más producto se ha con
medio para incrementar sus beneficios.'° Losmodelos económicos constan de unos supuestos claramen-
ncia del
El supuesto que hagamos sobre elgrado de compete te especificadosy de unos mecanismos de comportamiento, por
efectos
mercado sevuelve crítico cuando deseamos predecir los loque se prestan admirablementea serexpresados mediante el
de
de loscontroles de precios, por lo que en este caso elrealismo lenguaje de las matemáticas. Si se ojea cualquier publicación
este particular supuesto es muy importante, incluso crucial. La académica sobre economía, es muy probable que se encuentre
cerca que estén los
aplicabilidad de un modelo depende de lo una gran cantidad de ecuacionesy símbolos griegos. Es cierto
de un salario mínimo 21. Nancy Cartwright, Ranking Causee and Using "/iem:A pproaches in Philosoph¡y
zo. Ésta es la misma lógica que hace que la implantación
empleo. and Economías, Cambridge University Press, Cambridge, 2007, p.217.
f moderado) provoque un aumento de latasa de
42 - Las leyes de la economía
Ú áPá Qtle Sirven los modelos?- 4;s
existencia de prejuicios que nos desvían hacia lo que deseamos hacen de losmodelos algo útilo científico.z° Taly como
ilustra
ver. A veces, un resultado puede sermanifiestamente erróneo,y claramente el ejemplo de Arthur Lewis, algunos de los practi-
con frecuencia los argumentos están especificados de forma in- cantes de la economía más brillantes apenas utilizan
las mate-
eorrecta, pasando por alto supuestos críticos,y es precisamente mátieas en su labor. Tom Schelling, que a lo largo de su carrera
en estos casos cuando lasmatemáticas proporcionan una forma ha desarrollado algunos de los conceptos clave de la teoría de
de verificación muy útil. Alfred Marshall, el destacado econo- juegos contemporánea, como lacredibilidad, eI compromisoy
mista de la era prekeynesianay autor del primer libro de texto la disuasión, ganó en 2005 eI premio Nobel por una línea de
real sobre ciencias económicas, se servía de una excelente regla: trabajo prácticamente libre de matemáticas. '° Schelling tiene el
usa las fórmulas matemáticas como una especie de taquigrafía, poeo frecuente don de ser capaz de exponer complicados mo-
después tradúceloa lenguaje corriente,y por último iprende delos de interacción entre individuos de mentalidad estratégica
fuegoa lasfórmulas! O, como lessuelo decira mis alumnos, los sirviéndose únicamente de palabras, ejemplos de la vida realy
economistas no usan lasmatemáticas porque sean muy listos, taIvez unao dos cifras como mucho. Sus escritos han infíuido
sino que lasusan precisamente porque no son lobastarite listos en gran medida tanto en los académicos como en los
diseña-
como para poder expresar los modelos de otra forma más com- dores de políticas. Debo admitir, sin embargo, que yo mismo
prensible. no comprendí laprofundidad de sus percepcionesy la precisa
Cuando ańn eraun economistajovene inexperto asistía una naturaleza de sus argumentos hasta que los vi expresados en
conferencia ofrecida por el gran economista del desarrollo sir lenguaje matemático.
W. Arthur Lewis, ganador delNobel de Economía en i919. Lewis Los modelos no matemáticos son más comunes en lasdemás
tenía laasombrosa capacidad de destilar la esencia de complejas ciencias soeiales. La forma más sencilla de poder afirmar que
relaciones económicas mediante modelos muy sencillos, pero, un científico social estáa punto de embarcarse en la creación
como lesolía sucedera muchos economistas de lavieja escuela, de un modelo es oírle decir: «Supongamos que tenemos...»o
tenía latendenciaa presentar sus argumentos de manera verbal algo similar, seguido de alguna abstracción. El sociólogo Diego
en vez de matemática. En aquella ocasión, el tema de laconfe- Gambetta, por ejemplo, examinó lasconseeuencias de dos tipos
rencia era la fijación de los términosy lascondiciones comer- distintos de creencias sobre la naturaleza del conocimiento co-
ciales dey en los países pobres, concretamente elprecio relativo menzando de lasiguìente manera: «Imaginemos dossociedades
de sus exportaciones en relación con el de sus importaciones. ideales que sólo se diferencian en un aspecto...».“ Los artículos
Cuando Lewis concluyó su charla, uno de los economistas más académicos en ciencias políticas estána menudo salpicados de
jóvenesy más orientadoa las matemáticas que había en lasala
se levantó y, ante eldesconcertado Lewis, escribió una serie de
ecuaciones en lapizarra,y seguidamente eomentó que, aunque 22. Fuera delämbito de laeconomía, eltérmino e/ección rational ha
se eonvertido
en un sinónimo de acercamientoa una ciencia socJaJ que
alprincipio no había entendido bien lo que estaba diciendo el utiliza sobre todo Jriodelos ma—
temáticos. En realidad, el uso de este término conibina diferentes acercamientos,y el uso
profesor Lewis, finalmente había logrado comprender elfun- de modelos en lascieneias sociaJes no precisa necesariamente ni de matemáticas ni del
eionamiento de sus argumentos: eran tres ecuaciones con tres supuesto de que losindividuos son rationales.
incógnitas. 23. *h0mH C.Schelling, The Stra.tegy o/ConJ'•£, Cambridge, Harvard
University
Press, Cambridge (EE. UU.), 1960; Schelling, Micromotizes and Mao-obehaoior,
Así pues, en los modelos económicos, lasmatemáticas desem- Nueva
York: W.W Norton, NuevaYork, 1978.
peñan un papel puramente instrumental. En principio, los mo- 24. Diego Gambetta, «“claro!"M 6R5On Discursive Machismo», en
Delibe›-ative
delos no el uso de matemáticas,y no son éstas las que Detttot:raciy, Jon Rlster ed., Cambridge University Press. Cambridge. tons » aa
46- Las leyes de la economía
cPara qué sirven los modelos?- 42
referenciasa variables dependientese independientes, un claro En ellado opuesto del espectro, demasiados
signo de que el autor está imitando la estructura de los mode- economistas se
enamoran de lasmatemáticasy se olvidan
los, incluso aunque secarezca de un marco teórico claramente de su naturaleza ins-
trumental, lo que da como resultado una formalización excesiva
determinado. y descontrolada. Actualmente, algunas rdjnas de la economía,
Los argumentos expresados de manera verbal quea primera como laeconomía matemática, se parecen mása las
vista parecen intuitivosa menudo sevienen abajo,o al menos se matemáti-
casaplicadas quea cualquier tipo de ciencia soci
revelan como incompletos, cuando selessometea un escrutinio al, pues el pun-
to de referencia de los modelos matemáticos
matemático más exhaustivo,y la razón esque los«modelos verba- que utilizan ya no
es el mundo real, sínO Otros modelos matemáticos. Un artículo
les» pueden pasar por alto ciertas interacciones poeo obvias pero académico de este campoComienza COn la siguiente frase: «Es-
potencialmente importantes. Por ejemplo, muchos estudios em- tablecemos nuevascaracterizaciones de los equilibrios de las
píricos han concluido que la intervención de los gobiernos está expectativas walrasianas, basándonos en elmecanismo de
relacionada negativamente con el buen funcionamiento empresa- veto
en el marco teórico de las economías de información
rial, ya que las industrias que reciben subsidios experimentan un diferen-
cial, con un espacio de medición de losagentesc
crecimiento de laproductividad menor quelasqueno losreciben. ompletamente
fin1tO».s‘Y una de laspublicaciones más panterasy más
!Cómo sedeben interpretar estos datos? Con frecuencia, incluso orien-
tadasa las matemáticas de laprofesión{Econometric
entre economistas, se suele saltar automáticamentea laconclu- en un momento dado una moratoriaa la teoría
o? impuso
sión de que los gobiernos intervienen por razones espuriasy no de la «elección
SOCl£t1» —modelos abstractos de mecanismos
por motivos justificados, que apoyana lasindustrias débiles sólo de voto— debido
a que numerosos artículos se habían
como respuestaa presiones políticas. Esto puede parecer razona-
vuelto matemáticamente
esotéricosy totalmente divorciados de
ble, incluso demasiado obvio como para requerir un análisis más las ciencias económicasy
de laspolíticas reales.°
profundo. Sin embargo, cuando se describe matemáticamente el Antes de juzgar este tipo de trabajos con
comportamiento de un gobierno que interviene por motivos jus- demasiada dureza,
es necesario señalar que algunas de
tificados —por ejemplo, que se conceden subsidiosa las indus- las aplicaciones más útiles
de la economía hanprocedido de modelos altamente matemáti-
trias débiles con el fin de mejorar la eficíencia de la economía—,
seaprecia que la conclusión ya no es tan obvia. Si las industrias
no funcionan bien porque el mercado no funciona bien, entonces evolutiva, explicapor qué Es ipportante
desarrollar matemáticamente un argumento en el
siguiente vídeo: http://www.webo7stories.com/p{ y/john.baynard.smith/S2;j
la intervención de los gobiernos está perfectamente justificada, =36363O4'FA6y45B8E5D 200253DAF4OgEO.
sessíonid
Eh é1, Smith describe su frustráción con
siempre que lasdesventajas de laintervención queden totalmente una teoría verbal acerca de la razón por la que algunos anim les, como elantÍlope
á se
compensadas. Por tanto, la correlación negativa entre actividad ponena saltary a brincar en plena carrera
huyendo de un depredador, un comporta-
industrialy subsidios realmente no nos informa de si el gobierno miento que parece ineficiente por reducir notablemente la velocidad del antílope.
La
teoría es que estos brincos son una forma de indicara ] s depredadores que no
está interviniendo de manera deseableo indeseable, ya que ambos merece
lapena perseguir al antílope que los hace, ya que es tan rápi¢lo que puede escapar
tipos de intervenciones generarían lacorrelación observada. tQue so corriendo de forma ineficiente. En este
inclu-
vídeo, Smith taMbjdn comenta cómo hatrata-
no está claro? iA calcular!s^ do de creaP un mode]o matemático
de este comportamientoy nunca pudo conseguir el
resultado deseado: quelosbríncos son eficientes cuando seusan
como señal.
?6. Marialaura Pesce, ‹The Veto Meclaanism inAtOr@c
25. Dani Rodrik, «Why We Learn Nothing trom Regressing Economic Growth on DJffereritial Information
Polieies», Seoul Joumial o/úconomics 26,n-°2 (verano de 2012).- 137-151. En un ámbito 2).Con Elster, fiy/qiain SOçjql Behaoioi.
distinto al de la economía, Joiln Mayrrard Smith, un destacado teórácó de la biología Mot'e Nuts end Bolts fot’ the Sociol
‘’ Cambridge U*ivers*ty press, Cambrirlsn.D nn r o aca
*8- Las leyes de la economía
ZPara qué sirven los modelos?- 49
cos, sin duda abstrusos para no iniciados. Por ejemplo, la teoría importantes problemas públicos, como
la pobreza, las finanzas
de subastas, basada en lateoría de juegos abstracta, resulta vir- públicas, el crecimiento económicoy las
tualmente impenetrable incluso para no pocos economistas,*"y crisis financieras, no los
magos de lasmatemáticas.
pesea ello fue la que proporcionó losprincipios utilizados por la
Federal Communications Commission para distribuir, de la for-
ma más eficiente posible, el espectro de telecomunicaciones de SimQliCfdad frente a complejidad
Estados Unidos entre las compañías telefónicasy radiofónicas,
logrando además por elcamino que elgobierno federal ganase Pesea las matemáticas, los modelos económicos
más de 60.000 millones de dólares con la operación.* Por otro
tiendena ser
sencillosy en general pueden resolverse sirviéndose
Iado, los modelos de ajustesy diseño de mercado, no menos ma- únicamente
de láp izy papel. Ésta esuna de lasrazones por las
temáticos, se usan actualmente para asignar losnuevos médicos que tienen que
pasar por alto muchos aspectos del mundo
real. Por otra parte,
residentesa loshospitalesy los nuevos estudiantesa las escuelas como yahemos visto, la falta de realismo
por sí solo no es una
públicas. En todos loscasos, modelos que en su momento pare- buena crítica. Por utilizar un nuevo ejemplo
cían ser sumamente abstractosy estar muy alejados del mundo
de Milton Fried-
man, un modelo que incluyese el color de
los o)os de los empre-
real muchos años después resultaron tener aplicaciones muy Sarios que compiten en un mercado sería más realista, pero no
útiles. sería mejor.’° No obstante, el hecho de que determinados temas
La buena noticia es que, alcontrario de lo que sugiere la per- influyan o no en el modelo esalgo que simplemente se asume al
cepción más extendida, las matemáticas por lasmatemáticas no plantearlo; quién sabe si, en ese mismo ejemplo, los Empresarios
llevan muy lejos en la profesión económica. Lo que realmente con ojos azules tiendena ser
menos astutose infravaloran sis-
se valora es la «inteligencia»: la capacidad para arrojar nue- temáticamente sus productos. Las6*mp1ificaciones estratégicas
va luzsobre un tema antiguo, solucionar un problema hasta el realizadas por los diseñadores de los modelos para faCilitar su
momento inextricableo diseñar un nuevoe ingenioso enfoque uso pueden acabar influyendo significativamente en los resulta-
empírico para tratar una cuestión relevante. De hecho, el énfa- dos finales.
sis en los métodos matemáticos aplicablesa la economía hace La pregunta es: ‹ino sería mejor, entonces, optar por la
tiempo que dejó atrás su punto culminante: hoy en día, las prin- com-
plejidad en vez de por lasimplicidad? Dos acontecimientos
cipales publicaciones favorecen claramente losmodelos que es- re-
lacionados entre sí, que han tenido lugar en los
íiltimos 6ñOS,
tán empíricamente orientadoso son relevantes para lapolítica han hecho que esta pregunta sea aún más pertinente.
económica, por encima de losejercicios matemáticos puramente En primer
lugar, el formidable aumento de lapotencia de
teóricos. Los economistas más reconocidos, lasverdaderas estre-
losordenadores
y el brusco descenso de su coste han facilitado
eluso de modelos
llas rutilantes de la profesión, son aquellos que han esclarecido de computacióna gran escala, modelos con
miles de ecuaciones
e interacciones complejas no lineales que el
cerebro humano no
28. Para una introducción relativamente informala esta teoría, ver Paul Milgrom, puede resolver. Un ejemplo muy conocido
«Auctions and Bidding:A Primer», Comcel ofEconomic Perspzctives z, n°3 (verano
eseldelosmodelos
Climáticos, pero modelos como estos no Son desconocidos en
de 1989), 3-22. Una explicación algo más exhaustiva puede encontrarse en Paul KIem-
perer, Auctions: TheoriJ and Practic, Princeton VnivezsibyPress, Princeton, 2004.
lasciencias económicas , aunque su escala no sea tan grande. La
29. Golden Goose Award, «Of Geese and Game Theory: Auctions, Airwaves-and mayoría de losbancos centrales de lospaíses utilizan modelos
Applications», Social Slcience Space,1 mio 17, eO14, http://w'vw.socialsciencespaee.
com/2014/07/of-geese-and-game-theory-auctions-airwaves-and-applieations.
‹iPara qué sirven los modelos?' 51
so mas leyes de la economÍó
Segundo,y alternativamente, supongamos que en efecto cional). Cuando loscomentaristas de los medios de comunica-
podemos diseñar modelosa gran escala de forma relativamen- ción informan de que, por ejemplo, el Tratado Trasatlántico de
te libre de teoría, utilizando técnicas de datos masivos basadas Comercioe Inversión (más conocido por sus siglas en inglés:
en regularidades observadas empíricamente, como porejemplo Transatlantic Trade and Investment Partnership,o TTIP) entre
laspautas de comportamiento delgasto realizado por el consu- EStados Unidosy Europa creará miles de millones de dólares
midor. Pues bien, tales modelos pueden ofrecer predicciones, en exportacionese ingresos, están citando resultados proce-
igual que los modelos climatológicos, pero nunca conocimiento dentes de estos modelos.
en sí. Son como una caja negra: podemos saber lo que sale de Sin duda alguna, modelos de este tipo pueden ofrecer una
ellas, pero no los mecanismos operativos internos. Para poder imagen clara del orden de magnitud que conlleva una decisión.
obtener conocimiento de estos modelos, es preciso escudriñary Sin embargo, tan sólo serán creíbles en la medida en laque sus
comprender losmecanismos causales subyacentes que pueden resultados puedan serrefrendados y justificados por modelos
producir resultados concretos,o lo que es lo mismo, en laprácti- mucho más pequeños, los de lápizy papel. A menos quelaexpli-
ca se necesita construir un modeloa pequeña escala del modelo cación subyacente sea diáfanae intuitiva —esto es,a menos que
más grande. Sólo entonces podemos decir que comprendemos lo exista un modelo más simple que genere un resultado similar—,
que está ocurriendo. Además, cuando evaluamos lasprediccio- la complejidad por sí misma nonosofrece nada, aparte talvez de
nes del modelo complejo —predijo esta recesión, pero cpredirá algo más de detalle.
la siguiente?—, nuestro juicio dependerá de lanaturaleza de es- cQué hay de algunos conocimientos específicos que se
tosmecanismos causales subyacentes: si son plausiblesy razona- obtienen de modelos que enfatizan la complejidad, como
los
bles, en tanto que medidos por losmismos estándares aplicados puntos de inftexión, las complementariedad es, los equilibrios
a los modelosa pequeña escala, entonces hay razones para laes- múltipleso las trayectorias dependientes? Es cierto que los
peranza. De otro modo, no lashay. resultados «no convencionales» sobre los que hacen hincapié
Consideremos ahora losmodelos informáticosa gran escala los teóricos de la complejidad contrastar notablemente con los
que se suelen utilizar en el análisis de acuerdos sobre comer- ofrecidos por los modelos de comportamiento empleados habi-
ciointernacional entre naciones. Estos acuerdos modifican las tualmente por loseconomistas, más linealesy regulares,y des-
políticas de importacióny exportación de cientos de industrias de luego también es cierto que en ocasiones estos métodos más
vinculadas entre sía través de los mercadosy por medio del agresivos describen mejor loque ocurre en el mundo real. Sin
trabajo, el capitaly otros aportes productivos, por lo que un embargo, esta clase de resultados no sólo pueden serobtenidos
cambio en una de lasindustrias repercute en todas lasdemás, con modelos más pequeñosy simples, sino que, de hecho,
se
y viceversa. Si deseamos comprender lasconsecuencias econó- originan en ellos. Los modelos de punto de inflexión, que ilus-
micas de losacuerdos comerciales, necesitamos un modelo que tran un cambio repentino en elcomportamiento agregado
una
tenga en cuenta todas estas interacciones,y en principio esto vez que elnúmero suficiente de personas modifica su compor-
es precisamente loque hacen losdenominados «modelos com- tamiento individual, fueron desarrolladosy puestos en práctica
putarizados de equilibrio general» (EGC). Estos modelos están en diferentes entornos sociales por Tom Schelling. Su
ejemplo
basados en parte en los modelos de comercio más habitualesy mH paradigmático, desarrollado en ladécada de lossetenta, fue
en parte en supuestos ad hoc creados para reproducir lasregu- la conversión de barrios de razas mixtas en barrios totalmente
laridades económicas observadas (como por ejemplo la parte segregados una vez que se cruzaba un umbral crítico de huida
de producción nacional con la que se comerciaa nivel interna- blanca. Hace tiempo que loseconomistas conoceny estudian
7
54- Las leyes de la economía
éPara que sirven los modelos?- 55
el potencial para alcanzar equilibrios múltiples,a menudo en el utilidad algunaa estos mapas, por loque finalmente
contexto de modelos altamente sofisticados; al principio del ca- decidieron
descartarlos y dejarlos pudrirse pocoa poco en el
desierto.
pítulo di un ejemplo de ello (el astilleroy el juego de coordina- Taly como ilustra este relato de Borges, el argumento
ción).Y las trayectorias dependientes son una característica de de que los
modelos deben hacerse más complejos para resultar
los modelos económicos dinámicosa gran escala. Etcétera. más útiles es
retrógrado. Los modelos económicos son relevantesy nos enseñan
Un crítico podría argumentar que loseconomistas conside- aspectos del mundo precisamenteporgue son simples: larelevancia
ran estos modelos como excepciones de los casos «normales» no requiere complejidad,y lacomplejidad puede llegara impedir
representados por losprincipales modelos de mercado compe- la
relevancia. LoS modelos simples —en plural— son indispensables.
titivo,y a ese crítico no le faltaría razón: los economistas tienden Los modelos nunca SOn la verdad absoluta, pero en
a centrarse demasiado en ciertos modelos estándaresa expen- ellos se puede
encontrar al menos parte de laverdad." Por lo
sas de otros. En determinadas circunstancias, un modelo sim- tanto, la única for-
ma en la que podemos comprender el mundo es recurriendoa la
ple puede ser, en fin, demasiado simple,y muy probablemente simplificación.
se necesite algo más de detalle. El truco está en aislar tan sólo
las interacciones que más importan hipotéticamente, ninguna
más,y tal y como sugieren los ejemplos previos, hay modelos
que pueden conseguir esto sin dejar de ser simples. Un modelo
no essiempre mejor que otro, independientemente de lascir-
cunstancias. No lo olvides: se trata de «un modelo», no de «el
modelo».
La ciencia en el diseño
de modelos económicos
con la eficiencia, ello se debe principalmentea más de dos siglos el mundo, para extraer el grafito de las minas, cortar los
de —no nos andemos por lasramas— adoctrinamiento sobre los árbo-
les, tallar la madera, ensamblár IOSComponentesy
beneficios de los mercadosy elcapitalismo. A primera vista, no distribuir el
producto final.Y sinembargo, había siüo el sistema de precios,
está nada claro que el hecho de que millones de consumidores, y no una autoridad central, quien habÍa IO fádo coordinar todos
trabajadores, empresas, ahorradores, inversores, bancosy especu- esos trabajos de tal forma que ellápiz pudiese llegara
ladores, persiguiendo cada uno de ellos estrictamente su propia manos del
consumidor.°•
ganancia personal, lleguen de forma colectivaa cualquier cosa que Elprimer teoremafundamental, encontraposici na lassen-
no seael caos económico.Y sinembargo, elmodelo sostiene que el ó
Sillas explicaciones de Adam Smit
h y Milton Friedman, lleva im-
resultado es realmente eficiente. plícita una lógica sumamente abstractay casi impenetrable. Su
Entre economistas, al primer teoremafundamental de laeco- primera formulación OfiCial tuvo lugara comienzos
nomía delbienestar se le conoce informalmente como el«teore- del950,yfie
llevadaa Cabo por Kenneth Arrowy Gerard
ma de la mano invisible». Fue Adam Smith, quizá elpadre de la Debreu utilizando
matemáticas Con lasque por entonces mu
economía moderna, quien lo enunció por primera vez,y aunque
y pocos economistas
estaban famiIiarizadOS. La primera frase
nunca empleó eltérmino marto invisible en este preciso contex- del artículo de Debreu,
publicado en i9sI, da una idea de lanaturaleza del ejercicio
to, Smith arguyó que latoma descentralizada de decisiones por aca-
démico: «La aCtividad del sistema económico que estudiamos
parte de consumidoresy productores individuales en un merca- puede serdescrita como latransformación de tt unidades de pro-
do conduciría inevitablemente albeneficio colectivo. A este res- duccióny el consumo de ru unidades de consumo
pecto, una de sus frases más conocidas es la siguiente: «No es de procedentes
def materias primas (cuyas cantidade pueden sero no perfec-
la benevolencia del carnicero, del cerveceroo del panadero de lo s
tamente divisibles)». *° Aunque lostrabajos de Arrowy
que podemos esperar nuestra cena, sino de la estricta observan- Debreu
fueron pionerosy otorgarona cada uno de ellos sendos
cia de sus propios intereses».37 premios
Nobel, lo cierto es que son poco conocidos.
(Confieso que lapri-
Laidea de Smith de que elincentivo que suponen losprecios mera vez que los leí fue durante lainvestigació
conviertea los mercados en una máquina coordinadora tremen- n para escribir
este libro.) En general, muchos economistas
damente efectiva que funciona con piloto automático fue recal- estudian estas teo-
rías en libros de textoy menciones en otros libros.
cada con fruición por Milton Friedman en un popular programa El primer teorema fundamental es muy imp
de televisión, Free to Choose («Libre para elegir»), retransmitido ortante por-
que en cierto modo defTftfRstro ]a veracidad de la
en elaño i9 O, en vísperas de la oleada de reformas económicas hipótesis de
de losmercados promovidas por losgobiernos de Ronald Rea- 38. El ejemplo del ]ápiz está basado en un ensayo de Leonard E. Read
llamado
gany Margaret Thatcher. Con un lápiz en la mano, Friedman «I,
Pencil: MQ Family Fee as Told tO
monárd E.Read», Foundation forEcOnOmic Educa-
tion, lryingtgg. g
ensalzaba lashazañas logradas por los mercados libres, comen- -Hudson, 958,http://www.econlib.org/Library/fsssays/rdPnc1i.html.
39. kenneth 8• AfPOW, «An Extension
tando maravillado el hecho de que lafabricación de aquel simple ofthe Basic Theorems ofClassical Welfare
E80nomics», enPro‹eedings of the
lápiz había precisado del trabajo de miles de personas de todo ^’•^’cs and Pr•bability, j. Newman
&., Universly of caiiÉol"flta Press, Berkeley, i9sI,
PP-507-532i Gerard Debreu, «The Coeffieient of Resource Utilization», £conomeyp
19(julio de 19si): z73—29c.
37. Adam Smith, An Inquirfj into the Noture and Causes oftlie Wealth ofNations, 4O t.aironía enestecaso esque cuando Debreu
s* ed., 1789; repr. Methuen, Londres, 1904, Lii.2. Versión castellana de Carlos Rodríguez
recibió e]premio Nobe] en Ig88
fue asaltado por periodistas que deseaban conocer su ppinión
Braun, Una iuresíigoctón soho-e la namrafesay como delai-iguesa ‹fe lris acciones, Tec- sobre laderiva que estaba
adquiriendo la economía,y tras pensarlo unos segundos
acabó respondiendo: «Imagine-
nos, Madrid, 2009.
La ciencia en el diseño - 63
62 Las leyes de la economía
determinádos pero nadie puede negar que graciasa él,y a toda la literatura
la «manoinvisible», esto es, muestra que bajo que ha suscitado, hoy en día conocemos mejor que nunca lascir-
econom de mercado no es una
ía
supuestos la eficiencia de una cunstancias en las que la mano invisible de Adam Smith puede
lógica
conjeturao una posibilidád, sino que se deriva de forma realizaro no su labor.*i
soportar todas esas mate-
de laspremisas. La recompensa por Fijémonos ahora en otro importante ejemplo de cómo el
máticas es quedisponemos de un enunciado realmente preciso,
en laque seproduce el diseño de modelos económicos puede ayudar a esclarecer razo-
esto es, el modelorevela la forma exacta namientos que quizá resulten algo antiintuitivos. En 1938, un
IOSsupuestos específic06
resultado; enparticular, nos muestra joven Paul Samuelson fue desafiado por Stanislaw Ulam, ma-
de que se consiga la efi-
que debemos utilizarpara asegurarnos temático polaco-estadounidense,a enunciar una propuesta en
ciencia. lasciencias sociales que fuesea la vez ciertay no trivial. La res-
astante amplia:
Ahora bien, la lista de estos supuestos esb puesta de Samuelson fue el principio de ventaja comparativa
racionalesy estar
los consumidores y los productores deben ser de David Ricardo: «Usando cuatro números, como porarte de
económi-
exclusivamen te centrados en maximizar susbeneficios magia, se demuestra que efectivamente hay una comida gratis;
incluyen-
cos; deben existir mercados para absolutamente todo, una comida gratis que viene con elcomercio internacional».*° La
mercadosfuturos que cubran todas
do un conjunto completo de demostración de Ricardo de que la especialización en función
lascontingencias posibles; la información deber sercompleta, lo de la ventaja comparativa produce beneficios económicos para
consumidores deben conocer
que impliCa, Ot ejemplo, que los todos los países, llevadaa cabo en 1812, era tan sencilla como
incluso antes de comprarlo
todos los atributos de un produCto poderosa.** La naturaleza no trivial del principio resulta obvia en
comportamiento monopo-
y probarlo; es preciso descartar el vista de la frecuencia con la que se suele malinterpretar, incluso
lístico por pa rte de losproductores, los rendimientosa escala
contaminación o los por parte de sofisticados especialistas. Puede que lamáxima an-
crecientes y las «externalidades» (cOmO II ticomercio atribuidaa Abraham Lincoln —«Cuando compramos
excedentes de aprendizajep rocedentes de I+D). Por supuesto, productos manufacturados procedentes del extranjero, nosotros
tiempos de Adam Smith
los economistas han sabido desde los recibimos losproductosy el extranjero recibe el dinero; cuando
con la mano invisible,
que tales co mplicaciones puedeninterferir compramos losproductos manufacturados en nuestro país, no-
h aciéndolo explícitoy
pero Arrowy Debreu lorecopilaron todo, sotros recibimos los productosy también nos quedamos con el
preciso. dinero»— seaapócrifa, pero larealidad es que no son muchos los
en un mundo pu-
El primer teorema fundamental se basa quesepercatan de su falta de lógica.
describir ningún
ramente hipotéticoy no tiene la pretensión de
real requiere
mercado concreto, por loque su traslado al mundo
forma en
buen juicio, evidencia empíricay aún más teoría. La 41. Los supuestos nécesarios para satisfacer el teorema de lamano invisible son
eco-
}a que cada uno interpreta su relevancia para las OlítiCas suficientcs, pero no indispensables, esto es, los mercados pueden sereficientes incluso
nómicas esuna especie de test de Ro rschach: para losliberales cuando se incumple alguno de estos supuestos. Este pequeño margen permitea algu-
de Ricardo, ya se sabía Si esto no queda muy claro, recuerda lo que dijo Samuelson:
Desde mucho antes del nacimiento
naciones permitíana un el principio no resulta obvio en absoluto. Hay que pensary hacer
que lasimportaciones baratas de otras
eltrabajoy el algunos cálculos antes de que cale.
país economizar sus recursos domésticos, cOmO
El sencillo modelo de Ricardo sacóa relucir aquello de lo
capital, que podían entonces emplearse para otros usos alterna-
claro cómo podía este co- que no dependían losbeneficios del comercio. Un país no tenía
tivos.“ Sin embargo, no estaba muy
un país que por qué ser mejor produciendo algo que su socio comercial para
mercio beneficiara ambaspartes, especialmente a
comercia- exportar con éxito ese algo,y ninguno de ellos tenía por qué ser
era más eficiente en todos sus aspectos que sus sociOS
ndo menos peor en la producción de otro algo para beneficiarse de su im-
les, pues podía producir todo tipo de bienes emplea
anar algo portación. El subsiguiente refinamiento del modelo por parte
recursos que los otros países. úAcaso este país podríag
afir- de otros teóricosa lo largo de generaciones acabaría sacandoa
con elcomercio internacional? La respuesta deRicardo fue
en laluzotros factores de los que tampoco dependía elprincipio,
mativa,y parademostrarlo se sirvió de un ejemplo numérico
|oque fueuno de losprimeros (y más exitosos) usos de modelos como porejemplo elnúmero deproductoso elnúmero depaíses
a de lo que los economis- participantes; la existenciao no de otros productos distintos de
en lahistoria de la economía. Se tratab
dospaíses (Inglaterray los que se dedicaban alcomercio internacional con los que no se
tas llaman elmodelo de comercio 2x2:
comerciaba; si en algún momento elcomercio quedaba en equi-
Portugal)y dos productos básicos (tejidosy vino).
producción
Supongamos, escribió Ricardo, que en Portugal la librio; si el capital (u otros recursos) podían redistribuirse con
requiere la labor de 80 tra- facilidad de una industriaa otra; etc. Resulta que ninguna de
de una determinada cantidad de vino
determinada cantidad de tejido estas simplificaciones es crítica, en lo que al principio de ventaja
bajadoresy la producción de una
glaterra se requieren comparativay lasganancias comerciales se refiere.
requiere 90 trabajadores, mientras que en In
roducir las mis- Otros trabajos posteriores establecerían las limitaciones del
120y 100 trabajadores,respectivamente, parap
mas cantidades de losdos productos. Date cuenta de que Portugal principio. Por ejemplo, algunas de las condiciones que provo-
roducción tanto de tejidos can el mal funcionamiento del primer teorema fundamental
es más eficiente que Inglaterra en lap
como de vino,a pesar de lo cual Ricardo demostró que Portugal !
también pueden producir pérdidas en el comercio. Es perfec-
importase teji- tamente posible imaginar ejemplos en los que al menos algu-
podría salir ganando si exportase vinoa Inglaterrae
ejidos nos países salgan perdiendo con elcomercio, si están presentes
dosa cambio. De esta forma, Portugal podría «obtener mást
que podría producir desviando ciertas externalidadeso hay economías de escala. Durante las
procedentes de Inglaterra de los
a la manufactura de décadas de loscincuentay los sesenta, los países en desarrollo
una porción de su capital del cultivo de vides
comercio es laven- se obsesionaron con esta posibilidady respondieron levantan-
tejidos».* Lo que genera losbeneficios de este
teja toTtipayatina› no la ventaja absoluta: un país
Saldrá ganando si do barreras arancelarias contra las importaciones, esperando,
importa loque de este modo, ayudar alflorecimiento de sus propias industrias.
exporta lo que produce relativamente menos male
produce relativamente menos bien. Incluso cuando existen beneficios comerciales, esto no implica
necesariamente que todos los habitantes del país se beneficien
de ese comercio. De hecho, la mayoría de losmodelos vigentes
Qpd the Future of the concluyen que al menos algunos grupos acaban viendo cómo
¢ i.Dani ROdrik, the Globo! ation pat-adox:: Democi'acy
,
World Economy,M. W- Norton Nueva York, 20J1, 86P-8 ed., empeora su situación: por ejemplo, los empleados de industrias
+s. David Ricardo, On cuyos productos compiten con otros importados,o lostrabaja-
http:// www.econlib.org/Lib rary/Ric ardo/
John Murray, Londres, 1821, cap. 2, par. 7.J7,
dores de baja cualificación en países en los que existe un elevado
ricP2a.html.
66 Las leyes de la economía
La ciencia en el diseño- 67
número detrabajadores cualificados. Aquellos que defienden el casa otros entornOS (O hacia el futuro) también requiere
el uso
libre comercio argumentando que beneficiaráa todo elmundo , de modelos: la mencionada especulación financiera,
ñtendría
probablemente no comprenden bien cómo funciona realmente también efectos estabilizadores en, por ejemplo, los
laventaja comparativa. mercados
de divisas?O en elcaso de la especulación en
los mercados de
Los modelos delprincipio de ventaja comparativay del pri- futuros del maíz, ótambién estabilizaría el
mercado de aquía dos
mer teorema fundamental de laeconomía delbienestar son dos años? La respuestaa estas cuestiones requiere eluso de modelos,
de los ejemplos más clarosy significativos de modelos que ex- y algunos de ellos son vagosy poco explícitos. Cuanto más expIí-
plican claramente lanaturaleza de lashipótesis económicas que eitos sean losmodelos, mayor será la transparenciay la claridad
barajan: qué dicen exactamente, por qué funcionany cuáles son de lossupuestos adoptados para interpretary extrapolar la
las condiciones en lasque puede esperarse que se verifiquen. No evi-
dencia empírica.
obstante, también son representativos de un estilo determinado
de investigación: la especulación financiera, tes buenao mala
para laestabilidad? tEs mejor que lasayudasa lasfamilias po- Cuando laintuición estándar nos falla
bres se concedan en forma de subvenciones en efectivoo de sub-
sidios para la educación? Las políticas económicas, údeberían Uno de los muchos chistes que los economistas suelen contar
de sí
ser discrecionaleso seguir estrictamente las normas? La estra- mismos esque«un economista esalguien que ve que algo funciona
tegia de los economistas en todos loscasos es plantear primero en laprácticae inmediatamente pregunta si también funciona
un modeloy comprobar después bajo qué condiciones prevalece en
teoría». Estop uede parecer absurdo, hasta que nos damos
cuenta
uno u otro resultado. de lo fácil que resulta que la intuición nos lleve por mal
camino
En muy contadas ocasiones puede laevidencia empírica di- y de cómo en ocasiones la vida ofrece resultados que
contradicen
recta sustituir de forma efectivaa este tipo de pensamiento dis- tal intuición. LoS modelos económicos pueden
entrenara nuestra
ciplinado. Consideremos un caso extremoy supongamos que intuición para que tenga siempre en cuenta
laposlbilidad de estos
se nos dan pruebas que resuelven definitivamente alguna de resultados inesperados.Y es sabido que las
sorpresas pueden apa-
estas cuestiones. Tales pruebas serán necesariamente específi- recer de diversas formas.
cas de un entorno geográficoy un periodo temporal concreto: La primera categoría es lade las«interacciones del equilibrio
la especulación financiera logró estabilizar la evolución de los general». Este término es una forma sofisticada de decir
que se
mercados de futuros del maíz en laCámara deComercio de Chi- tienen en cuenta losefectos deretroalimentación procedentes
cago entre 199 y 2014,o las subvenciones directas en efectivo de
todos losmercados existentes, encontraposición a las
interaccio-
fueron, de hecho, más eficaces que los subsidiosa los alumnos nes de «equilibrio parcial»o losanálisis
de un único mercado. Lo
de primaria de Tanzania entre 2010y 2012. Por muy útil que re- que ocurre en, pongamos por caso, losmercados laborales afecta
sulte la evidencia empírica de este tipo, es preciso incorporarlaa a los mercados de bienesy servicios, lo que a su vez afecta
los modelos económicos antes de poder interpretarla de manera a IOS
mercados de capital,y así sucesivamente. El seguimiento de esta
adecuada. Por ejemplo, en el caso de lassubvenciones en efec- cadenaa menudo matiza SignifiCativament —y a veces incluso
e
tivo, cfueron más eficaces que los subsidios porque constituían revierte totalmente— las conclusiones de losmodelos simples
mejores incentivos para lasfamiliaso porque reducían la carga de
ofertay demanda limitadosa un único mercado cada
vez.
de trabajo de losburócratas encargados de laadministración del Consideremos el tema de lainmigración, un tema
de gran
Además, laextrapolación de estas evidencias empíri- interés político en EStados Unidosv en otras eennnmía »>
68- Las leyes de la economía
La ciencia en el diseño- 6g
das. úDe qué forma afecta un incremento de lainmigración —por Veamos otro ejemplo de por qué es importante pensar en
ejemplo, en Florida— al mercado laboral del estado? Nuestra términos de equilibrio general. Supongamos que eres un profe-
intuición inmediata se basaría en la ofertay la demanda: un in- sional altamente cualificado —un ingeniero, un contableo un
cremento en laoferta de trabajadores provocaría la reducción de experimentad o operador de maquinaria especializada—
em-
su precio, esto es, de los salarios. Este impacto de lainmigración pleado por la industria de la confección de Estados Unidos. La
sería el fin del análisis si no fuera por la existencia de efectos se- expansión del comercio ex:terior con países de bajos ingresos,
cundarios,e incluso terciarios. Como Vietnamo Bangladesh, ées positivao negativa para ti? Si
cQué pasaría si, por ejemplo, los trabajadores autóctonos res- consideras únicamente lo que ocurre en dicha industria (es de-
pondiesen alaumento de lacompetencia mudándosea otro estado, cir, en términos de equilibrio parcial), la conclusión probable-
en busca de empleo en otras partes delpaís? cO si la disponibilidad mente será que sales perdiendo, pues es muy posible que estos
de un mayor número detrabajadores provocase un incremento de países supongan una seria amenaza competitiva para el sector
lainversión física en el estado, que algunas empresas se traslada- de laconfección. Sin embargo, es preciso tener en cuenta tam-
sen para crear nuevas fábricaso delegaciones? cQué pasaría si la bién la parte de la exportación.A medida que elconjunto de la
existencia de más trabajadores de baja cualificación frenase el pro- economía estadouniden se incrementa sus exportacionesa
estos
ceso de introducción de nuevas tecnologías? NY si los trabajadores nuevos mercados, que se expanden gracias al comercio con Es-
inmigrantes acaban estimulando la demanda deltipo de produc- tados Unidos, pocoa poco irán surgiendo nuevas oportunidades
tosproducidos precisamente por lafuerza de trabajo inmigrante? en los sectores en expansión orientadosa la exportación. Dado
Cada una de estas posibilidades tenderíaa contrarrestar el impac- queesmuy probable que estos sectores en expansión requieran
to inicial de la inmigración. Pues bien, algo parecidoa esto tuvo trabajadores muy cualificados, se preocuparán por contratar in-
lugar precisamente en Florida en 1980, año en el que Miami re- genieros, contables u operadores con experiencia.Y a medida
cibió un gran flujo de inmigrantes cubanos —que llegó alcanzar que estas interacciones entre mercados se van abriendo camino
el7 por ciento de la fuerza laboral de la ciudad— fruto del co- a través de la totalidad de la economía, es posible que descubras
nocido como «éxodo delMariel». Tras investigar el fenómeno, el que tu remuneración acaba siendo más alta que
antes, pues los
economista de la Universidad de Berkeley David Card descubrió incrementos de lademanda deempleados con tu cualificación te
que este gran flujo no tuvo prácticamente efecto alguno sobre los llevarána decidir tu trasladoa otras empresas.•
salarios la tasa de desempleo de Miami, ni siquiera sobre los. en Los resultados inesperados también se acumulan en laeco-
teoria mas directamente afectados, los trabajadores de baja cualifi- nomía del«segundo mejor». La teoría general delsegundo mejor
cación. Aunque larazón exacta de este resultado aún hoy continíía es una de lasherramientas más útiles de la economía aplicada,
siendo motivo de debate, lo más probable es que se tratase de la y talvez lamenos intuitiva de ellas para lamente no entrenada.
combinación de determinados efectos de equilibrio general.•6
4Z Éste es el notable teorema de StoIper-SamueIson, una extensíón deI príneipio
46. David Card, «The Impact ofthe Mariel Boatlift on the Miami Labor Market», de ventaja comparativa. Este teorema establece que la apertura alcomercio acaba
benefi-
Industrie/ ond LDbOT fi6fOtf0H5 Secrète 43, ri-°2 (enero de 1990): 245-252; George ciando alfactor de producción que es relativamente abundante (independientemente
del
y. Boi-jay, «Immigration», en de hacheEncyclopedia ofEconomics, http://www.econlib. sector en e! que se emplee)y perjudicando alfactor escaso. El supuesto crucial
en el que
org/libraiy/Enc1/Immigration.html, publicado el 31 de diciembre de 2014; Örn B. Bod- se basa el teorema es que losdiferentes factores de producción —capitaly
trabajadores
varsson, Hendrik F. Yan den Bergy joshua J. Lewer, Measuring Immigration's Effects de d4versa cualificación— son perfectamente móviles entre industrias. Wolfgang
Stolper
on Labor Demand:A Reexamination of the Mariel Boatlift», Economica Department y Paul A. Samuelson, «Protection and Real Wages», Series ofEconomic Studies
9 n°I
(University agosto de 200’8, paper 44. ñ8-'z.8 '
70 las leyes de la economía
La ciencia en el diseño- y
Fue desarrollada por Sames Meade en el contexto de la política franceses, enfrentados al mismo arancel que los productores
comercial,y posteriormente generalizada por Richard Lipseyy estadounidenses, no podían competir con ellos. Considere-
Kelvin Lancaster.*• Su principal postulado es que la liberaliza- mos ahora qué ocurriría si Alemania eliminase el arancela las
ción de determinados mercados,o la creación de algunos nue- importaéione s procedente s de Francia, manteniéndolo
vos, no siempre resulta beneficiosa si el resto de los mercados para
US Importaciones procedentes de Estados Unidos. De golpey
relacionados permanecen bajo fuertes restricciones. porrazo, en Alemania lacarne francesa pasaríaa
ser más barata
En un principio, la teoría se aplicóa acuerdos comerciales que la estadounidense (119 dólares frente
entre un grupo de países del Mercado Común Europeo. Atenién- a 120),y las expor-
taciones de Estados Unidosa Alemania se
desplomarían. Los
dosea lasdisposiciones de los acuerdos, los países participantes consumidores alemanes saldrían ganando
tenían que liberalizar el comercio entre ellos, reduciendoo eli- porl dólar, pero el
gobierno alemán severía privado del
ingreso de 20 dólares pro-
minando lasbarreras comerciales que restringiesen el flujo de cedente de lasimportaciones es
importacionesy exportaciones de unoa otro. La intuición básica tadounidense s (que podían ha-
berse empleado para conceder subvencionesa losconsumidore s
del principio de ventaja comparativa sugiere que todos lospaí- alemanes,o para reducir otros impuestos dentro delpaís).
ses saldrían beneficiados del comercio mutuo. Sinembargo, esto En su
conjunto, Alemania Saldría bastante perjudicada
no es necesariamente así. Graciasa la naturaleza preferencial de por elcambio.
La lógica del «segundo mejor»,o la«segunda
dichas barreras, Franciay Alemania comercian más entre ellas, mejor opción»,
se aplicaa una amplia variedad de temas.
lo cual es positivo; de hecho, este fenómeno tiene un nombre: Uno de los más co-
nocidos es el Ilamado «mal holandés», denominado asípor las
«efecto de creación de comercio». Sin embargo, por esta misma Consecuencias del descubrimiento
de gas natural en los Países
razón Alemaniay Francia importan cada vez menos productos Bajosa finales de la década de los
cincuenta. Tiempo después,
de bajo coste de Asiao Estados Unidos, lo cual es negativo; se- muChos observadores se percataron de que durante ladécada de
gún la mismajerga, esto se conoce como «efecto de desviación lossesenta la competitivid ad de lasmanufactura holandesas
s su-
de comercio». frió un acusado descenso,y esto debidoa que el
Con elfin de apreciar hasta qué punto ladesviación de co- florín neerlandés
se fortaleció con la bonanza de gasy las
mercio reduce el bienestar económico, imagina que Estados faCtOrÍas del país per-
dieron cuota de mercado. La teoría
general del segundo mejor
Unidos exportaa Alemania carne de terneraa un precio de áfroja luz sobre lascircunstancias por lasque el gran auge de un
loO dólares,y supón que Alemania impone un arancel del 20 por recurso puede llegara seruna ma{a notiCia para la
cientoa la importación de carne, incrementando elprecio al economía. Ló-
gicamente, este auge tiendea provocar un desplazamie
efecto nto
consumidor alemán de carne estadounidense hastalos120 dóla- en algunas de las actividades económicas
res. Francia, por su parte, sólo puede proporcionar una carne de —COmO lasmanufac-
turas—a causa de la apreciación de
IIdiViSá.#9 Esto que no ten-
calidad equivalentea un precio de 11g dólares antes del arancel dría por qué ser un problema en sí mismo, ya que loscambios
alemán (189 después). Esto supone que antes de lacreación del estructurales son parte ineludible del progreso económico. Sin
acuerdo preferencial entre Franciay Alemania, losproveedores
embargo, si las actividades desplazadas estaban infraabastecidas La aplicación de un COmportamiento y unas interacciones
desde elprincipio —biena causa de restricciones impuestas por estratégicas puede seruna tercera forma de obtener
resultados
el gobierno, bien debidoa que eran lafuente de efectos secunda- antiintuitivos. Ya hemos visto un ejemplo de ello
en elcontex-
rios tecnológicos hacia otras partes de la economía—, entonces to del dilema delprisionero: elcomportamient
o oportunista
lacosa cambia. Las pérdidas económicas fruto de la contracción conduce en este casoa un resultado que los dos participantes
de actividades importantes pueden llegara superar lasganancias realmente preferirían evitar. Hablando en términos más gene-
directas del auge producido por elrecurso abundante. Esto no es rales, taly como Thomas Schelling observó hace muchos
años,
sólo una preocupación teórica, como demuestra elhecho de que elreconocimiento de la existencia de interacciones
estratégicas
losgobiernos de países ricos en recursos del África subsahariana —lo que yo hago afectaráa lo que tú haces,y
viceversa— puede
se enfrentan casia diario con elproblema de que laspresiones sa- áCtuaciones que de otro modo tendrían muy poco senti-
lariales procedentes de lucrativas actividades mineras erosionan do. i
’ Siporejemplo yo amenazoa alguien con tirarle una bomba
lacompetitividad de sus manufacturas. si no cumple con mis exigencias, tal amenaza
no resultará creí-
Hay que señalar que las interacciones relacionadas con la blemientras ese alguien tenga lacapacidad de
contraatacar; por
segunda mejor opción no siempre revierten las conclusiones tanto, laamenaza no esefectiva. Sin embargo,
cqué ocurriría si
habituales, sino que en ocasiones apuntalan las razones para me COrrl OrtO Como un «demente», haciendo dudara laotra par-
liberalizar el mercado. En el ejemplo del mal holandés, el efec- tede que soy un una persona racional?
to adverso para las manufacturas sería algo positivo si las in- Las acciones estratégicas, diseñadas para inclinar
la ba-
dustrias en declive fuesen industrias «sucias», es decir, que lanza de las interacciones en favor de uno de
los participantes,
causasen daños medioambientales por los que no estuviesen pueden tomar diversas formas. Para convencer
a mis interlo-
pagando una compensación. Dos errores pueden dar como re- cutores de que no estoy dispuestoa modificar
tnls condiciones
sultado un acierto. Sin embargo, lo más frecuente es que este para llegara un acuerdo, puedo limitarmea interrurripir toda
efecto trastoque completamente nuestra primera intuición, con comunicación hasta lafecha límite, lo que podría llamarse una
la consecuencia de que una acción que parecía ir en la dirección estrategia de «quemar lasnaves». Para impedir que alguien
me
correcta lo único que consiga sea alejarnos aún más del objetivo. haga lacompetencia, puedo producir talcantidad
de exceden-
Dado quelosmercados nunca son tanperfectos como asegura tesque si finalmente aparece un competidor
me vea impulsado
la teoría, estos problemas impregnan lavida real. En palabras a llevara cabo una agresiva guerra de
precios que acabe por
del economista de Princeton Avinash Dixit: «El mundo entero arruinarnosa ambos. Y para mejorar mi fiabilidad Como pres-
es una segunda mejor opción,y eso en el mejor de loscasos». tatario, puedo contratar los servicios de un tercero (iila mafia?)
Esto significa que debemos descontar de losmodelos de refe- para imponerse un severo castigo (‹iromperme las piernas?)
rencia de loseconomistas, que presuponen laexistencia de mer- si finalmente no soy capaz de
devolver eldinero prestado. En
cados perfectos, pues larealidad es quea menudo necesitan ser todos estos casos, accionesq ue fuera del contexto estratégico
refinados mediante lainclusión de algunas de lasimperfeccio-
nes más destacadas. La clave está en saber seleccionar elmodelo
correcto para cada ocasión. University Press, Carrlbridge
(EE. UU.), 1$60; Schelling, Micromotizes and
Macrobeliaiior, Nueva York: W. W. Norton,
Nueva Y0rk, 1978.
50. Avinash Dixit, «Governance Institutions and Economic Activity», American 62. Para unexcelente análisis
eoy apljearionefipzóctJ• s, ver A nash x. unir va
n -°L (2009): 6-24. Barry J. Nalebuíf, The Art OfSt at gy, W. W. burton.
Nueva Vnrlr onns
74- Lasleyes de la economía
La ciencia en el diseño 7s
serían una locura adquieren un repentino sentido cuando el Progreso científico, un modelo cada vez
objetivo es alterar el cálculo coste-beneficio de un competidor
o socio comercial. Si se le preguntaa un economista qué esloque convierte
a la eco-
Por último, algunos de los resultados antiintuitivos surgen nomiaenuna ciencia, es muy probable que larespuesta sea algo
delllamado problema de las«preferencias inconsistentes en el muy similara esto: «La economía esuna ciencia porque funcio-
tiempo», quea grandes rasgos consisten en un conflicto entre lo na según elmétodo científico: primero se elabora una hipótesis
que es deseablea corto plazoy lo que es deseablea largo plazo. y luego se ponea prueba empíricamente. Cuando una teoría
no
Puede que lospolíticos sean muy conscientes de quea largo pla- supera estas pruebas,o bien seintenta mejoraro bien se
descarta
zo la emisión de dinero únicamente produce inflación, pero con y se sustituye por una nueva. En última instancia, la economía
frecuencia no pueden resistir la tentación de «inflar» un poquito avanza mediante eldesarrollo de teorías que contribuyena en-
para provocar una actividad económica extra justo antes de las tender mejor elmundo».
elecciones. Los consumidores, por su parte, saben que deberían ÜOmO historia no está mal, pero locierto es que tal explica-
ahorrar para su vejez, peroa menudo no pueden evitar expri- ción se parece muy pocoa que lo que los economistas realmente
mir al máximo sustarjetas de crédito. Estos son dos ejemplos hacen en laprácticay a la verdadera forma en laque serealizan
de interacciones estratégicas,y en ambos casos la interacción se progresos en este Campo.°’ Para empezar, buena parte del tra-
produce entre elyo del presentey elyo del futuro,y la incapaci- bajo de muchos economistas se aleja bastante del método hipo-
dad del yo presente para ceñirse al patrón deseable de compor- tético-deductivo consistente en el planteamiento inicial de hi-
tamiento acaba por perjudicar alyo futuro. pótesis que posteriormente son contrastadas con evidencias
del
La solución genéricaa estos problemas es una estrategia de mundo real. Por el contrario, una estrategia mucho más
común
precompromiso. En el ejemplo de la inflación, el político pue- consiste en la formulación de modelos en respuestaa una
deter-
de optar por delegar el diseño de laspolíticas monetarias en un minada regularidado resultado que los modelos ya existentes
banco central independiente que se encargue exclusivamente de no log££ffl licar; por ejemplo, el comportamiento
aparente-
laestabilidad de precioso que esté dirigido por un banquero ul- mente perverso de algunos bancos, que optan por racionar
lo
traconservador.Y en el ejemplo del ahorro, se podría solicitara que prestana lasempresas en lugar@e imponer un interés más
los empresarios que practicasen deducciones automáticas de los elevado. En tales casos, el investigador desarrolla un nuevo mo-
sueldos para ir añadiendoa un plan de jubilación. La paradoja delo que en su opinión explica mejor lasobservaciones «anor-
en estos casos es que reducir voluntariamente tu libertad puede males».
acabar mejorando tu situación, lo cual contradice abiertamente
latradicional máxima económica que afirma que un mayor ran-
go de opciones es siempre mejor que uno menor. No obstante, 50. Desde lapublicación del libro de Thomas Kuhn titulado :S!cien-
tific Rec'olutions (University of Chicago Press, Chicago, i9 62; versión castellana de
talparadoja no es más que una ilusión, pues aquello que resulta Solís Santos, £n e5tructura
Carlos
de las rmolmiones cientificas, 2• ed., ACN de España, Ma-
incomprensible para un tipo de modelos suele ser perfectamente drid, 2005), cada vez son más los que han empezadoa cuestionar incluso qq¢ Jp d -
trá i
lógico para otros. cionales ciencias naturales se ajustena este esquema idealizado. En su obra, Kuhn
señaló
que los científicos suelen trabajar con «paradigmas» que semuestran reacios
a abandonar
incluso en presencia de evidencias empíricas que loscontradieen. En el caso de
laecono-
mía, mi punto de vista es ditqrente: en mi opinión, la economía
eomo ciencia avanza de
manera «horizontal» (multiplicand0 sus modelos), en lugar de hacerlo
de manera ‹werti-
° » f eemp8dfándO Https modelos por otros).
76- Las leyes de la economía
La ciencia en el diseño- z7
En el caso del racionamiento del crédito, una explicación apropiadas de diseño de modelos, en lugar de basarse en laeví-
plausible es la existencia de riesgo de impago: elincremento de dencia.
lostipos de interés por encima de un nivel determinado incenti- LA Sociología de laprofesión es un tema quedesarrollará más
varía al prestatarioa apostar por proyectos cada vez más arries- en profundidad en otro capítulo. De momento, baste con señalar
gados, ya que sus pérdidas tienen un tope. Graciasa la responsa- que el punto fundamental es que lafluidez de la realidad social
bilidad limitada, puede darse elcaso de que elprestatario no se hace que losmodelos económicos resulten difíciles, incluso im-
vea obligadoa devolvera sus acreedores una cantidad superior posibles, de ponera prueba. En primer lugar, el mundo social
alvalor de sus activos líquidos.“ El modelo resultante puede pre- rara vez proporciona pruebas lo suficientemente nítidas como
sentarse como unadeducción de lospostulados básicos; después para permitira un investigador extraer conclusiones claras so-
de todo, esto es lo que los economistas consideran método cientí- bre la validez de hipótesis alternativas. La mayoría de las cues-
fico. Sin embargo, locierto es que el proceso mental desarrollado tiones de interés —iqué hace crecer la economía?, bla política
para construir el modelo incluye una gran parte de inducción,y Gscal estimula realmente la economía?, crealmente reducen la
dado que el modelo está diseñado específicamente para explicar pobreza lastransferencias de efectivo?— no pueden serestudiar
una realidad empírica concreta, no puede serpuestoa prueba das en un laboratorio, pues lasrelaciones causa-efecto que bus-
mediante su confrontación con esa misma realidad. En otras pa- camos suelen estar desvirtuadas por la presencia de un revoltijo
labras, el racionamiento del crédito no puede constituir la prue- de interacciones entre los datos. Por ello,a pesar de los deno-
ba empírica de lateoría, ya que fue lo que motivó en un principio dados esfuerzos de los especialistas en econometría, laspruebas
su formulación. causales verdaderamente convincentes son extraordinariamente
Por añadidura, incluso cuando utilizan un enfoque verda- escurridizas.
deramente deductivo en el que se comprueba lavalidez de las Un obstáculo aún mayor esque no podemos esperar de nin-
hipótesis, buena parte de lo que producen loseconomistas no guno de nuestros modelos económicos que sea universalmente
es realmente verificable en ningún sentido estricto de la pala- válido. Podemos debatir la existencia de muchas leyes universa-
bra. Como yahemos visto, el campo delaeconomía está plaga- les, incluso en el campo de lafísica, pero, como yahe recalca-
do de modelos que ofrecen conclusiones contradictorias,y pese do en numerosas ocasiones, la economía esotra cosa totalmente
a ello muy pocos de losmodelos empleados porloseconomistasa diferente. Lo que es cierto en unas condiciones no tiene por qué
lolargo de la historia han sido refutados de forma tandecisiva
como para que laprofesión loshaya descartado por claramente $ S. He aquí ]a opinión del premio Nobel de Físjca Steven Weinberg: «Ninguna de
falsos. Existe una considerable actividad académica que afirma esfísicas conocidas en laactualidad (con laposible excepción de losprincipios gene-
proporcionar apoyo empíricoa talo cual modelo, pero estos rales de la mecánica cuántica) son universalmente válidas. Sin embargo, muchas
de ellas
han alcanzado una forma definitiva, válida en determinadas circunstancias
ejercicios suelen serbastante frágiles,y sus conclusiones suelen conocidas. Las
ecuaciones sobre electricidady magnetismo conocidas actualmente como
verse cuestionadas (o directamente refutadas) por subsiguien- ecuaciones de
Maxwell en realidad no fueron redactados por Maxwell, sino que se trata de
ecuaciones
tes análisis empíricos. En consecuencia, la progresión de los seleceionadas cuidadosamente por algunos físicos tras décadas de trabajos de otros físicos
modelos favoritos de la profesión suele seguir la pauta de moda basados en lostrabajos de Maxwell. b...d Hoy en día, tales ecuaciones se consideran
una
y olvido, de acuerdo con losgustos relativosa las estrategias aproximación sólo válida en un contexto limitado [...4, pero por elmomento han
sobrevi-
vido a m’ de un siglo en esta formay conformea este conte›rto lJJJjj@dp,y
de esperar
que sobrevivan asíindefinidamente. Ésta eslaclase de ley física que en mi
opinión es tan
54. Joseph E. Stiglitzy AndrewWeiss, «Credit RatÎoning inMarkets with tmperfect real como cualquier otra cosa que conocemos». Weinberg, ‹Sokal's Hoaxs,
Wee lord He-
Information», American économie feriez 7I,n°8 {junio de i98i): 393-TIO. les ofBoaks 4y,n -° 13 (8 de agosto de, 1996) ii-is.
78 - Las leyes de la economía
La ciencia en el diseño- ?9
sercierto en otras: algunos mercados son competitivosy otros A diferencia del modelo perfectamente competitivo, que
no; algunos de estos mercados requieren un análisis del segundo básicamente toma una sola forma, el númeroy lavariedad de
mejory otros no; algunos sistemas políticos se enfrentana pro- modelos imperfectamente competitivos están limitados exclu-
blemas de inconsistencia temporal en sus políticas monetarias sivamente por la imaginación del investigador. Además de
los
y otros no; etc. No resulta raro descubrir que las respuestas de mencionados monopoliosy duopolios, tenemos la«competencia
sociedades distintasa políticas de intervención muy similares monopolística» (un gran número de empresas, cada una de ellas
pueden sermuy diferentes, como ha sucedido, por ejemplo, en con poder predominante de mercado en un sector diferente),
loscasos de privatización de los activos estataleso de liberaliza- lacompetencia de Bertrand frentea la de Cournot (diferentes
ción de las importaciones. Los economistas más astutos acaban supuestos sobre la manera de Jijar los precios), los modelos es-
sirviéndose de varios modelos diferentes para explicar la diver- táticos frentea los dinámicos (que afectan al grado de colusión
gencia de resultados,y en realidad el uso de múltiples modelos sostenible entre empresas), movimientos simultáneos frentea
no refleja la ineptitud de los modelos existentes; lo que refleja no movimientos secuenciales (que determinan si existen ventajas
es más que la contingencia de lavida social. por ser el primero en implantar una estrategia),y así sucesiva-
Comoyahedicho, en las ciencias económicas el conocimiento mente. Décadas de diseño de modelos nos han enseñado que la
no se acumula de manera vertical, con la aparición de modelos competencia imperfecta puede producir una asombrosa varíe-
mejores que reemplazana otros peores, sino de manera horizon- dad de posibilidades, dependiendo de lossupuestos relativosa
tal, con la aparición de modelos nuevos que secentran en explicar estasy otras dimensiones,y lo que es aún más importante, gra-
los resultados sociales que los modelos existentes aún no habían CtdSa la transparencia de estos supuestos hemos llegadoa co-
podido explicar. Los modelos nuevos no sustituyena los antiguos, nocer bien losfactores de los que dependen todosy cada uno de
sino que por el contrario aportan una dimensión totalmente nue- estos resultados.
va que puede resultar muy relevante en determinados entornos. Durante la década de lossetenta, los economistas comen-
Consideremos laevolución del enfoque de loseconomistas zarona diseñar modelos sobre otro aspecto de los mercados: la
sobre la cuestión más importante de la economía: éCómo fun- información asimétrica. Ésta es una característica muy impor-
cionan realmente los mercados? En uri principio, la creencia tante de los mercados delmundo real. Los trabajadores cono-
era que los mercados eran totalmente competitivos, con un cen mejor sus capacidades que losempresarios. Los acreedores
gran número de productoresy consumidores, ninguno de los saben si es probable que sus deudores devuelvan loscréditos,
cuales podía influir lo más mínimo enlosprecios de mercado;y mientras que losprestamistas no lo saben. Los compradores de
en este contexto de mercados competitivos se establecieron las coches usados no saben si lo que están comprando en realidad
propiedades fundamentales de laeficiencia de una economía de es una chatarra, pero los vendedores sí. El trabajo de Michael
mercado. Sin embargo, muy pronto apareció una nueva línea Spence, Soseph Stiglitzy George Akerlof demostró que
estos
de trabajo que analizaba los resultados cuando losmercados tipos de mercados podían presentar una serie de rasgos carac-
eran imperfectamente competitivos, bien monopolizados por terísticos, como laseñalización (inversión costosa en el com-
un solo productor, bien dominados por un duopolio de grandes portamiento que carece de beneficios inmediatos aparentes), el
empresas.Y también muy pronto se llegóa la conclusión de racionamiento (negativaa proporcionar un servicio, inclusoa
que elcomportamiento en estos mercados imperfectos era pro- un precio mayor)y el colapso del mercado. Este trabajo otorgó
fundamente diferente del comportamiento de losmercados a estos tres economistas un premio Nobel conjunto en 2001y
perfectamente competitivos de referencia. estimuló la creación de una enorme cantidad de literatura que
La ciencia en el diseño- 81
8o - Las leyes de la economía
aún hoy suscita gran interés. El resultado es que hemos llegado está guiado por hábitoso por heurístieas —esto es, reglas empí-
a comprender mucho mejor el funcionamiento de losmercados ricas— en vez de por consideraciones coste-beneficio. Así pues,
de créditoy de seguros, en los que abundan lasasimetrías de lairrelevancia de los costes hundidos (pagos ya realizadose irre-
cuperables)y la equivalencia entre costes financierosy costes de
información.’s
oportunidad (elvalor de opciones no escogidas), por citar tan
A lo largo de los últimos años, cada vez más economistás
sólo dos ejemplos, en realidad no se sostienen en un entorno
han centrado su atención en aquellos mercados en losque los
que no seatotalmente racional.
consumidores no se comportan de manera totalmente racional,
Aunque hayamos simplificado considerablemente la reali-
y esta reorientación ha acabado creando una nueva rama delas
dad, este pequeño resumen debería dar una idea de la creciente
ciencias económicas llamada «economía delcomportamiento»,
diversidad de los modelos explicativos utilizados en la profesión,
que intenta integrar los conocimientos de la psicología en los
resumen en elque hemos idomás allá de los modelos competiti-
sistemas oficiales de diseño de modelos de la economía. Este
vos, llegando hasta losde competencia imperfecta, información
nuevo enfoque es muy prometedora lahora de intentar expli-
car por qué hay formas de comportamiento de losconsumidores asimétricay economía delcomportamiento. Los mercados idea-
que losmodelos existentes no logran recoger; por ejemplo, por qué lizadosy perfectos han dado pasoa otros mercados que pueden
losconsumidores están dispuestosa caminar un kilómetro para fallar de múltiples maneras. El comportamiento racional está
l
llegara otra tienda en la que venden una pelota de fíítbo 2 dó-
siendo cuestionado ampliamente por sucesivos descubrimien-
lares más barata que en la tienda más cercana, pero no están tos procedentes de la psicología. Normalmente, lamejora tiene
dispuestosa hacer lo mismo para ahorrarse 100 dólares en un sus raíces en las observaciones empíricas que parecen refutar los
equipo de música último modelo. Muchas de lasconclusiones modelos existentes. ‹iPor qué, por ejemplo, muchas empresas
tradicionales ya no son aplicables cuando elcomportamiento comenzarona pagara sus trabajadores unos salarios significati-
vamente más elevados que el salario habitual del mercado para
lasiguien- otros trabajadores aparentemente similares?°' cPor qué cuando
56. En su discurso de aceptación del Nobel, George Akerlofdescribió de
formado parte: una guardería comenzóa cobrar un recargoa lospadres que lle-
te manera elcambio de rumbo en eldiseño de modelos delque había
‹A comienzos de ladécada de 1960, lateoría microeconómica estándar se
basaba abPu- gasen más tarde de lahoraa recogera sus hijos se produjo un in-
mientras cremento en elnúmero depadres que llegaban tarde?’ Cada una
madoramente en elmodelo de equilibrio general perfectamente competitivo,
erasólo una
que treinta años después, en la década de J990, elestudio de este modelo de estas preguntas provocaba la aparición de nuevos modelos.
rama de lateoría económica. En aquel entonces, los artículos HCádémicos sobre teoría
actuales estan
económica eran tnuy diferentes de los actuales. los modelos económicos
este nuevo
hechosa lamedida de mercadosy situaciones específicas. De acuerdo con
observadas 57. Andrew Weiss, Effíciency Wages: Models ofIJnemployment, LayoQs, and Wage
estilo, la teoría económica ya no essólo la exploración de lasirregularidades
diseño para Dispersion, Princeton University Press, Princeton, i990.
en elmodelo único de competencia perfecta, sino que se personaliza cada
características de la realidad más destacadas que describen el problema es- 58. Se trata de una versión de un conocido experimento realizado en un centro
describir las
entre muchos, de educación infantil en Israel detallado en Uri Gneezyy Aldo Rustichini, «A Fine Isa
pecial que se debe considerar. La competencia perfecta es sólo un modelo
bla investiga- Price», Total ofLegal Stnidies u9, n°1 (enero de 2000): i-17. Los autores interpretan
aunque setrate de un caso especial. Dado que“Mercados para ‘limones”’
de este estiloq ue los resultados como una consecuencia de lamodificación del entorno de información en
ción que levalióa Akerlof el NobelJ fueuno de losprimeros artículos
de elque los padres toman susdecisiones, de una forma máso menos compatible con los
se publicaron, sus orígenese historia son algo asi como una leyenda en la evolució°
and Inter- postulados de racionalidad habituales. Una interpretación basada en una modificación
este eambio». Akerlof, «Writing the ”The Market for'Lemons”':A Personal
www.nobe1prize. de lasnormas provocada por laintroducción del recargo puede verse en Samuel Bowles,
pretive Es say» (discurso del premio Nobel de Economía 2001), http://
html?utm «Machiavelli's Mistake: Why Good Laws Are No Substitute for Good Citizenss (manus-
org/nobe1_prizes/economic-seiences/1aureates/2001/ahe r1of-artic1e. source=
crito no publicado, 2014).
facebook&utm medium-social&utm_campaign=facebooh_page.
82- Las leyes de la economía La ciencia en el disefio- 83
Cadanuevageneración de modelos no hace que lasgeneracio- que presentan similitudes; este razonamiento resulta particu-
nes anteriores sean erróneaso menos relevantes; simplemente, larmente útil cuando losdatos relevantes no pueden encajarse
loque hacen esampliar el rango de conocimientos de ladiscipli- en un conjunto de normas sucintas sin sacrificar demasiado lo
na. El modelo de mercado perfectamente competitivo de toda la relevante. Taly como señalan Gilboay sus coautores: «Algunas
vida sigue siendo indispensablea la hora de respondera muchas de lasprácticas habituales en economía que han evolucionadoa
cuestiones del mundo real. La información asimétrica no debe lo largo de su historia pueden comprenderse mejor si se acepta
preocuparnos en determinados contextos —por ejemplo, en las que elconocimiento científico puede considerarse también como
compras repetidas de bienes simples de consumo— porque la una colección de ejemplos». Según esta perspectiva, las ciencias
gente con eltiempo tiendea aprender que losproductos tienen económicas avanzan mediante laexpansión de su colección de
caracteristicas relevantes como calidady durabilidad.Y también ejemplos útiles.
nos equivocaríamos gravemente si asumiésemos que elcompor-
tamiento del consumidor está siempre guiado por laheurística,
de forma que laracionalidad rara vez desempeñe un papel en la Modelosy métodos empíricos
toma de decisiones. Los modelos antiguos continúan siendo úti-
les; los nuevos simplemente cubren loshuecos. La existencia de multitud de modelos essinduda uno delospun-
cProgreso? Sí, desde luego que sí. La comprensión de los tosfuertes de la economía, aunque también es cierto que para
economistas sobre los mercados nunca ha sido tan sofisticada una disciplina con pretensiones científicas tal multiplicidad pue-
como en laactualidad. No obstante, es un tipo de progreso di- de servista como algo problemático. úQué clase de ciencia tie-
ferente que el de las ciencias naturales: su expansión horizontal ne un modelo diferente para cada posible circunstancia? Acaso
no presupone laexistencia de inamovibles leyes de la naturaleza puede una colección de ejemplos, por usar laanalogía de Gilboay
esperandoa serdescubiertas, sino que lo que busca esdesvelary sus colegas, llegara ser considerada una verdadera ciencia?
comprender lasverdaderas posibilidades de la sociedad. Sí, siempre que tengamos en cuenta que losmodelos con-
Itzhak GilbOay sus colegas coautores ofrecen una útil distin- tienen información sobre las circunstancias en las que pueden
ción entre aprendizaje basado en normasy aprendizaje basado serrelevantesy aplicables. Los modelos nos dicen cuándo pode-
en experiencia.•9 «Tanto en lavida diaria como enlaprofesional mos usarlosy cuándo no.Por seguir con la analogía, los modelos
—escriben—, lagente utiliza razonamientos basados en normas económicos son ejemplos que contienen detalladas guías de uso,
y basados en su experienciaa la hora de llevara cabo prediccio- esto es, notas sobre su forma de aplicación,y ello se debea la
nes, clasificacionesy diagnósticos, así como para realizarjuicios transparenciay claridad de sus supuestos críticosy sus mecanis-
éticosy legales.» El razonamiento basado en normas cuenta con mos de comportamiento.
la ventaja de que proporciona una forma compacta de organi- Esto implica que, en cualquier entorno específicii, podemos
zar un gran volumen de información, pesea que puede sacrifi- discriminar entre modelos que resultan útilesy modelos que no
car algo de precisión en las aplicaciones particulares. El razo- lo son, al menos en principio. iDeberíamos aplicar el modelo
namiento basado en laexperiencia, por su parte, funciona por competitivoo el modelo de monopolio a, por ejemplo, la indus-
medio de analogías, extrayendo la información de otros casos tria informática? La respuesta depende de si la existencia de
barreras significativas —como grandes costes hundidoso prácti-
sg. Itzhak Gilboa, Andrew Postlewaite, harry Samuelson,y David Schmeidler, cas anticompetitivas— impideo no laentrada en elmercado de
«Eeonomíc Models asAnalogies» (artículo no publicado, z7 de enero de 8Oi8), 6-7. potenciales competidores. cDeberían preocuparnos lascompli-
84 Las leyes de la economía
La ciencia en el diseño- 85
caciones relacionadas con la teoría del segundo mejor, como el ritu es extremadamente sensiblea dichos incentivos. Los temas
malholandéso ladesviación del comercio? La respuesta depen- que suscitan los debates más acalorados en laprofesión son muy
de en gran medida de laexistenciay la importancia de imper- probablemente lospapeles que desempeñan laspolíticas fisca-
fecciones en el mercado concreto. En realidad, este proceso de lesy monetarias en lasrecesiones. El tema principal de estos
navegación entre modelos esmucho más complicado, tal y como debates es dilucidar si la recuperación económica seve obstacu-
explicaré con más detalle en el siguiente capítulo. Sin embargo, lizada por la curva de lademandao porlacurva de laoferta: si
precisamente debidoa que los modelos revelan abiertamente se piensa que lademanda agregada está reprimida, en general se
la necesidad de supuestos específicos para producir determina- favorecerá eluso de estímulos monetariosy fiscales; pero si por
dos resultados, tales modelos pueden serclasificados según el el contrario se piensa que elproblema seencuentra en laoferta
contexto. La multiplicidad de modelos no implica que todo vale, —por unos impuestos excesivos, por ejemplo,o por incertidum-
sino que disponemos de un amplio menú enelquepoder esco- bre política—, entonces losremedios serán muy diferentes. Hay
ger,y que, por tanto, necesitamos un método empírico que nos ocasiones en que lasevidencias empíricas se acumulan hasta un
ayudea tomar lasdecisiones. punto en elque lapreferencia de la profesión por un juego de
No pretendo afirmar que la verificación empírica funciona modelos sobre otro se vuelve abrumadora. Esto de loque suce-
siempre bien, ni siquiera la gran mayoría de lasveces, pero, in- dió, por ejemplo, en ciertos países en vías de desarrollo, en los
cluso en aquellos casos en los que los datos empíricos no son que a partir de la década de lossesenta se descartó la hipótesis
concluyentes, los modelos posibilitan un debate racionaly cons- del campesino ignorante en favor de la del campesino calcular
tructivo, ya que esclarecen los puntos causantes de desacuerdo. dor, especialmente desde elmomento en quesedescubrió que
En las ciencias económicas, eldebate político suele implicar la la sensibilidad de los granjeros pobresa losprecios era mucho
confrontación de un modelo con otro, por lo que, en la mayoría mayor de loque muchos habían pensado 60
de loscasos, los puntos de vistay las recetas políticas que no Uno de los debates en los que yo mismo participé trataba
están apoyadas en un modelo no tienen fuerza suficiente ni para sobre el papel de la política industrial en países con ingresos
entrar en un debate; pero una vez que secrean losmodelos, que- mediosy bajos,"' concretamente sobre el efecto de medidas
da claro cuál es lavisión de cada una de laspartes sobre elmun- gubernamentales como créditos asequibleso subsidios diseña-
do quelerodea. Es cierto que puede darse el caso de que esto dos para fomentar un gran cambio estructural, consistente en
no resuelva los desacuerdos; de hecho, lo habitual es que no lo el abandono de actividades tradicionales de baja productivi-
haga, dada laexistencia de formas diferentes,de leer la realidad. dad, COmO laagricultura de subsistencia, en favor de industrias
Sin embargo, almenos esde esperar que ambos bandos acaben modernasy productivas, como lasmanufacturas. Ciertos críti-
poniéndose de acuerdo en cuáles son los puntos de desacuerdo. cos se han burlado de esta medida tachándola de «estrategia
En las ciencias económicas, esta clase de debates se pro- de selección de ganadores», es decir, una empresa totalmente
ducen sincesar. Por ejemplo, la controversia suscitada por los descabellada.A lo largo de los años, la investigación económica
efectos de los impuestos redistributivos se reduce básicamen-
tea la forma de lacurva de oferta laboral de los empresarios 60. Theodore W. Schultz, ganador delPremio Nobel, fue elpionero en estas inves-
emprendedores. Aquellos que piensan que elespíritu empren- tigaciones. Schultz,Tronsforminz’TraditiOHO( t fture, Yale University Press, New
Haven, z964.
dedor no responde demasiadoa losincentivos derivados de los
61. Ver por ejemplo, mi debate online para }arevista de Etonomist con el profesor de
ingresos están mucho menos preocupados por losincrementos laBusiness School de Harvard Jo6h Lerner, 12-12 de julio de 2010, http://www.economist.
impositivos que aquellos que están convencidos de que talespí- com/debate/debates/overview/177.
La ciencia en eldiseño- 87
a6 Las leyes de la economía
ron con todas sus fuerzasa este estudio parajustificar las con-
ha ido descubriendo la elevada racionalidad de tales políticas
tinuas peticiones de austeridad. Aunque lainterpretación de
en los entornos que caracterizana las economías en desarrOIIO.
los resultados propuesta por lospropios Reinharty Rogoff era
Debidoa una serie de razones, todas ellas relacionadas con la
incapacidad de los mercadosy de losgobiernos, las empresas considerablemente más prudente, elartículo se convirtió en la
punta de lanza del bando conservadora la hora de defender
y lasindustrias modernas serían más pequeñas de lo que debe-
lareducción del gasto público,a pesar del desarrollo galopante
rían ser si se dejase actuar librementea lasfuerzas del mercado.
de larecesión económica.
Las investigaciones también han demostrado que losgobiernos
Poco después, un estudiante de posgrado de economía en el
disponen de muchas formas de estimular los cambios estructu-
campus de Amherst de laUniversidad de Massachusetts llama-
rales positivos sin necesidad de escoger ganadores, por ejemplo
do Thomas Hemdon hizo lo que los académicos deben hacer de
mediante lainversión en un conjunto de nuevas industrias, taly
forma rutinaria: reproducir el trabajo de otrosy someterloa crí-
como suelen hacer lasempresas de capital riesgo. Ante todo, es
preciso señalar que varios modelos han revelado que elverda- ticas. Además de un error relativamente pequeño en lahoja de
cálculo, Herndon logró identificar algunas opciones metodológi-
dero debate no está en las políticas industrialesy la economía,
cas del trabajo original Reinhart-Rogoff que ponían en duda la
sino en la naturaleza de los gobiernos: si un gobierno fuese ca-
solidez de sus resultados. Es más, aunque losniveles de deuday de
paz de convertirse en una fuerza bienhechorae intervenir de
crecimiento siguieron manteniendo una correlación negativa, la
manera efectiva, aunque fuese de vez en cuando, entonces po-
evidencia relativa al umbral del90 por ciento parecía bastante dé-
dría considerarse la opción de implantar con éxito algún tipo
de política industrial; pero si, por el contrario, el gobierno es bi1. Y, taly como argumentaron también muchos otros, la propia
desesperadamente corrupto, lo más probable esque laspolíticas correlación podía serel resultado de una bajatasa de crecimiento,
industriales no hagan más que empeorar lasituación del país. que condujoa un alto endeudamiento, en lugar de lo contrario.
Cuando Herndon publicó su crítica, redactada en colaboración
Llama laatención que en este caso la investigación desplazó el
pública— en con losprofesores de la universidad Michael Ashy Robert Pollin,
desacuerdo hacia un ámbito —la administración
elque loseconomistas no son precisamente expertos. se desató una gran tormenta de fuego.^*
Dado queel famoso umbral del90 porciento había adquirido
una enorme carga política, su subsiguiente demolición también
Modelos, autoridady jerarquía tuvo enormes consecuencias políticas. Reinharty Rogoff recha-
zaron lasacusaciones de muchos especialistas, que sostenían que
habían sido participantes voluntarios, cuando no directamente
Dos renombrados economistas, Carmen Reinharty Kenneth
Rogoff, publicaron en 2010 un artículo que se convirtió en el instigadores, de un juego de engaño político,y defendieron con
detonante de una batalla política de alto riesgo,62 pues parecía vehemencia sus métodos empíricos, insistiendo en que no eran
loshalcones del déficit que sus críticos les tachaban de ser. Sin
demostrar que unos niveles de deuda pública por encima del
9o por ciento del PIB obstaculizan significativamente el cre- embargo, pesea sus protestas, se les acusó de proporcionar co-
cimiento económico. Los polítlCOS conservadores de Estados
Unidosy losaltos dignatarios de la Unión Europea se aferra- 63. Thomas Herndon, Michael Ash,y R.obert Pollin, «Does High Public Debt
Consistently Stifle Economic Growth? A Critique of Reinhart and Rogoff», University
a Time ofDebt, NBERWork- of Massachusetts Amherst-Political Economy Research Institute, Amherst, 15 de abril
6s. Carmen M. Reinharty Kenneth S.ROgOR, bothin
National Bureau ofEconomic Research, Cambridge (EE. UU.), 2010 de 2013.
ingPaper 15639,
B8- Las leyes de la economía
La ciencia en el diseño- e9
bertura académicaa un conjunto de políticas basadas en una evi- cualquiera puede señalar con el dedoa un trabajo chapuceroy
dencia empírica bastante limitada. decir que es una chapuza 6#
La controversia suscitada por el análisis Reinhart-Rogoffaca- Puede que un hecho como éste no resulte especialmente im-
bó eclipsando lo que, de hecho, fue un saludable proceso de es- presionante, pero uno se da cuenta de lopoco habitual que es al
crutinioy refinamiento de la investigación económica. Reinhart COTlipararlo con lo que sucede en muchas otras ciencias socialeso
y Rogoff se apresurarona reconocer elerror cometido en lahoja en la mayoría de lashumanidades. 6 En esos otros campos, sería
de cálculo,y los análisis enfrentados arrojaron luz sobre la na- prácticamente imposible que un estudiante de posgrado lograse
turaleza de los datos, sus limitacionesy el hecho de que eluso la suficiente credibilidad como para siquiera poner en duda el tra-
de métodos alternativos de procesamiento de losdatos producía bajo de un académico de renombre, tal y como sucedió en el caso
un cambio en losresultados. En última instancia, es posible que expuesto. Sin embargo, dado que losmodelos permiten descubrir
Reinharty Rogoffno estuvieran tan alejados de sus críticos, ni en fácilmente los errores, lo cierto es que en las ciencias económicas
lo mostrado por laevidencia empírica ni en sus implicaciones so- cualquiera puede hacerlo.
bre laspolíticas económicas; desde luego, no creían en la existen- No obstante, hay que decir que esta aparente democracia
cia del rígido límite del 90 por cientoy se mostraron de acuerdo de ideas tiene un reverso de la moneda queno estansaludable.
en que la correlación entre deuda elevaday escaso crecimiento Dado que loseconomistas comparten un lenguajey un méto-
podía tener diferentes interpretaciones. El aspecto más positivo do comunes, tienen la tendenciaa ignorar,o inclusoa despre-
de todo elepisodio fue que se demostró que laeconomía puede ciar, los puntos de vista de los no economistas. Ningún crítico
avanzar conformea lasreglas de la ciencia. Con independencia de es tomado en serio —«A ver, úcuál es su modelo? cDónde está
lalejanía entre sus visiones políticas, ambos bandos compartían
un lenguaje común sobre lo que constituye evidencia empírica
y —en general— un enfoque comúna lahora de resolver las dife- 64. Sobre la diferencia existente entre las ciencias sociales cuyos estándares de
argumentacióny evidencias empíricas superan este pruebay ]asque no,verCon Elster,
rencias existentes.
Explaining Social Behaoioi-. Mose Niits and Bolts%i' the Social 6ciences, Cambridge
Desde entonces, todo este tumulto ha sidoa menudo repre- University Press, Cambridge, sO 07; especialmente laspp. 44s-467. Una interpreta-
sentado en losmedios como elcaso de dos economistas de Har- ción muy diferente de las ciencias económicas puede encontrarse en Marion Fourcade,
vard mundialmente conocidos humillados por un simple estu- Etienne Ollion,y Yann Algan, The Superiority ofEconomists, MaxPo Diseussion Paper
diante de posgrado de un departamento poco conocidoy poco í4/3, Max Planeó Sciences Po Center on Coping with Instability in Market Societies,
París, 2044. Estos autores interpretan el tonsen9o entre lajerarquía académica en el
ortodoxo, lo que es claramente una exageración. Sin embargo, seno de la disciplina como una forma de control férreo ejercitado por los departa-
el caso sirvió para ilustrar una característica muy importante de mentos más prestigiosos de la disciplina. La estandarización de normas sobre lo que
lasciencias económicas, característica que comparten con otras constituye un buen trabajo, como sucede en muchas delasciencias naturales, también
ciencias: en última instancia, lo que determina la fuerzay el constituye una explicación plausible de este consenso.
65. En un famoso experimento, elfísico Alan ;$pka1 envió un artículoa una impor-
prestigio de un artículo académico no eslaafiliación, el estatuso
tante revista de estudios culturales, afirmando que lagravedad cuántica podría crear
las conexiones del autor, es lo bien que se ajustea los criterios de una «ciencia liberadora posmoderna». El artículo, que parodiaba elenrevesado estilo
investigación de la propia profesión. La autoridad del trabajo se de argumentación del novedoso mundo académico de estudios culturales, fue inme-
deriva de sus propiedades internas —lo bien que esté elaborado, diatamente publicado por loseditores. Son al anunció poco después que sii intención
lo convincente que sea la evidencia empírica presentada— no de era ponera prueba losestándares intelectuales de la disciplina,y comprobar si una re-
conocida revista científica publiearía un artículo «plagado de tonteríasy sinsentidos».
laidentidad, los contactoso la ideología del investigador.Y dado
SOkal, «A Physicist Experiments with Cultural Studies», 15 de abril de t996, http://
que estos estándares son compartidos por toda la profesión, www.physics.nyu.edu/soka1/lingua_franea_v4.pdf.
90 - Las leyes de la economía
La ciencia en el diseño- gr
su evidencia empírica?»—a menos que esté dispuestoa seguir El estatus científico de los economistas que estoy defendien-
las reglas establecidas. Los miembros acreditados delaprofesión do no es uno particularmente elevado. Por ejemplo, está bastan-
son los únicos considerados como participantes legítimos en los te alejado del ideal positivista, enunciado por primera vez por el
debates económicos; de ahílaparadoja de que laeconomía como filósofo francés Auguste Comtea comienzos delsiglo xix, según
ciencia es extremadamente sensiblea las críticas internas, peroa el cual una combinación de lógicay evidencia empírica produce
lavez extremadamente impermeablea lascríticas externas. grados cada vez más elevados de certidumbre sobre la naturaleza
de lavida social." Las posibilidades de generalizacióny verifica-
ción de las proposiciones económicas son limitadas, por lo que
«Equivocado» versus «Ni siquiera equivocado» las ciencias económicas secomporien simplemente de intuiciones
disciplinadasy transparentes graciasa la lógica,y solidificadas
El físico suizo-austríaco Wolfgang Pauli, un pionero en elámbi- graciasa la existencia de evidencias empíricas plausibles. «La
to de lafísica cuántica, era conocido por sus estrictas normasy ciencia en su conjunto —comentó Einstein en cierta ocasión— no
su agudo ingenio. Siendo un joveny aún desconocido estudian- esotra cosa que un refinamiento del pensamiento de cada día.»"
te, defendió durante un coloquio un comentario de Einstein di- En el mejor de loscasos, los modelos de loseconomistas ofrecen
ciendo: «Lo que dijo el señor Einstein no es tan estúpido». Pauli parte de ese refinamiento,y no mucho más.
se mostró siempre particularmente crítico con argumentos que
tuviesen pretensiones científicas pero estuviesen mal expresa-
dosy no hubiese forma de poder corroborarlos. Cuando en una
ocasión un físico más joven le mostró un trabajo de tales ca-
racterísticas, su comentario fue: «Esto no llega siquieraa estar
equivocado».* 6
Pauli se refería muy probablementea que era imposible po-
nera prueba lavalidez del trabajo, ya que no presentaba ningún
argumento claroy coherente; los supuestos vínculos causalese
implicaciones eran tan difusos que la supuesta contribución era
irrefutable... en cualquier circunstancia. En este sentido, «No
llega siquieraa estar equivocado» se convierte en el comenta-
riomás condenatorio que un trabajo académico puede recibir.
Dado queyomismo hepresenciado lapresentación de argumen-
tosque me han suscitado exactamente lamisma opinión, puedo
atestiguar que no es un hecho taninfrecuente. Dejandoa un lado
mi obvio sesgo profesional —y pidiendo disculpasa mis colegas
no economistas—, casos de este estilo ocurren con mucha menor
frecuencia en la economía que en otras disciplinas. 67. De hecho, mi visión de la economía seaproxima mucho mása latradición prag-
mática de laepistemologia que alpositivismo.
68. Albert Einstein, «Physics and Iteality», en Ideas ong Opinion ofAlbert üimtein,
66. R. E. Peierls, «Wolfgang Ernst Pauli, 1900-1968»., Bio hical Memoirs ofFel- tBáRb. H0njá B8tgmann, Ctown, NuevaYork, i9s4, p. 890, citado en Susan Haack, «Science,
lote ofthe 5 (febrero de i960): 186. Economics, 'Mision’», SoyalResmrch 21,n-°2 (verano de z0o4): zzs.
Navegar entre modelos
cesarias por el camino,a medida que sevan enfrentandoa cues- Colandery Ronald Kupers: «En elmejor de loscasos, los mo-
tiones de política económicay a otros desafíos en sus carreras delos científicos no ofrecen más que medias verdades».^ Por
profesionales. Por desgracia, muy pocos de lospracticantes más tanto, cuando loseconomistas preguntan: «éCuál es elmodelo
capaces se molestan en sistematizar lo que han aprendido, en subyacente?», no están preguntando por lamejor representa-
forma de libroso artículos, para beneficio de los miembros me- ción posible del mercado, regióno país que analiza el modelo
nos experimentados de ladisciplina. en cuestión, pues incluso si se pudiera desarrollar uno, talre-
La selección de modelos tampoco estomada en cuenta por presentación sería demasiado complicada, y, por tanto, inútil.
la economía debidoa la opinión oficial de la profesión econó- Lo que están preguntando es cuál es el modelo que pone de ma-
mica sobre la clase de ciencia que es. Como yahecomentado, nifiesto el mecanismo causal dominante en funcionamiento, ya
laopinión más extendida es que la economía avanza mediante la que tal modelo ofrecerá la mejor explicación posible de lo que
mejora de losmodelos existentesy la comprobación de hipó- está ocurriendoy es elque tiene más probabilidades de predecir
tesis. Los modelos están en continuo proceso de refinamiento lasconsecuencias de nuestras acciones.
hasta que de entre ellos surja el verdadero modelo universal, Imagina que tu coche tiene un problemay deseas averiguar
por lo que las hipótesis que superan laspruebas se conservan,y qué le pasay cómo arreglarlo. Una forma de hacerlo es desmon-
las que no las superan son automáticamente descartadas. Esta tarelcoche pieza por pieza, con la esperanza de acabar dando con
mentalidad deja muy poco espacioa la idea de que los econo- laparte estropeada, pero este método no sólo consume mucho
mistas deben tener en su cabeza varios modelos de forma si- tiempo sino que ni siquiera garantiza una solución. Después de
multánea,y que deben elaborar mapas de rutas entre los dis- todo, un coche es un sistema complejoy puede que el problema
tintos entornos específicosy los diversos modelos aplicablesa resida en la forma en laque losdiferentes componentes se rela-
los mismos. cionan —o no se relacionan— unos con otros, en vez de en un
Sitodo lo que hiciesen los economistas fuese expandir la bi- componente concreto. Otra posibilidad es intentar diagnosticar
blioteca de modelos —si, en otras palabras, fuesen teóricos pu- primero cuál de los múltiples subsistemas del coche —frenos,
ros—, ninguno de ellos podría hacer mucho daño. El problema transmisión, etc.— ha producido elproblema. Este diagnóstico
talvezesque lamayoría de ellos también sededicana cosas más puede basarse en una gran variedad de señales: qué ocurrió justo
prácticas. En particular, suelen estar muy interesados en dos cues- antes de que el coche se averiase, cómo responde cuando sein-
tiones relacionadas entre sí: ‹iCómo funciona realmente el mundo tenta arrancarlo, y, por supuesto, el riguroso análisis electrónico
y cómo podemos mejorar elestado de lascosas?Y a juzgar por la que hoy día suelen realizar la mayoría de lostalleres de repara-
atención que provoca su trabajo en los debates públicos, también ciones. Este ejercicio llevará en última instancia al culpable del
elmundo espera de ellos una gran relevancia práctica. Para po- problema: talvez el sistema de refrigeración,o el de encendido,y
der respondera laprimera cuestión es indispensable tener antes asípuede uno centrarse en elsubsistema que necesita reparación.
una respuestaa la primera. Los análisis positivosy normativos Todasy cada una de laspartes de un coche son necesarias
—investigaciones sobre lo que esy lo que debería ser, respectiva- para su funcionamiento: latransmisión, la refrigeración, la igni-
mente— están estrechamente relacionados. En términos de los ción, etc., por lo que puede decirse que todas ellas son «causales»
economistas, ambas cuestiones se traducen en una sola: ?Cuál es para el movimiento. Sin embargo, el mecanismo dominantea
elmodelo subyacente?
He recalcado varias veces ya que un modelo no esnunca una 69. David Colandery Roland Kupers, Complecity and ike Art o/Public policp,
descripción precisa de ninguna realidad. En palabras de David Princeton University Press, Princeton, 20a*, p, 8.
Navegar entre modelos- 97
96 ' Las leyes de la economia
costes asociados alfuncionamiento de lasempresas. Reform», Journal0 44,n-°4 (diciembre de 2006). 97ü-987.
g8- Las leyes de la economía Navegar entre modelos- 99
«modelo neoclásico» se centraban en la oferta de capital físicoy Este esquema erasimilar al diagrama de árbol expuestoa con-
humano, así como enlas barrerasa las que este capital debía ha- tinuación, aunque en este diagrama se omiten buena parte de
cer frente. Los que preferían los modelos de crecimiento «endó- losdetalles. Generalmente, nuestro procedimiento era comenzar
geno», en losque el crecimiento dependía de la inversión en nue- desde laparte superior del árbol preguntándonos si las restric-
vastecnologías, optaban por el medio ambiente como estímulo de cionesa la inversión procedían principalmente de laparte de la
la competenciay lainnovación en los mercados. Los que habían ofertao de la demanda. En otras palabras: éhabía falta de inver-
trabajado intensivamente con modelos en losque lacalidad ins- sión por una insuficiencia de oferta de fondoso por una escasez
titucional ocupaba un lugar prominente se concentraban en los de rendimientos? Si las restricciones procedían de la parte de
derechos de propiedady laresponsabilidad contractual.Y los que la demanda, entonces preguntábamos si se debíana una falta
se habían impregnado de modelos de «economía dual» apunta- de ahorroso a un sistema financiero defectuoso. Si el culpable
ban a las condiciones para la transformación estructuraly a la parecía ser el gobierno, ise debíaa unos impuestos excesivos,a
transición desde actividades económicas como laagricultura de la corrupcióno a lainestabilidad política? Etcétera.
subsistencia hacialacreación de empresase industrias modernas.
Cada uno de estos modelos ofrecía un punto de vista diferentey se De los modelos de crecimientoa losdiagnósticos de crecimiento.
basaba en distintos conjuntos de prioridades.
Desde elmomento en elquequedó claro que nuestros desa- Salidas/Entradas
cuerdos sobre políticas económicas se debíana la predilección
por modelos diferentes, el debate comenzóa sermucho más Capital físico Capital humano Empleo Productividad
fluido. Ahora podíamos entender de qué pie cojeaba cada uno
y, lo que era más importante, podíamos empezara resolver las
Prob.
diferencias mediante laconfrontación informal de los distintos
Prob. Prob. Prob. Prob. Prob. Prob. Prob.
oferta demanda oferta demanda oferta demanda oferta demanda
modelos con laevidencia empírica disponible. úQué deberíamos
percibir si talo cual modelo fuese el correcto, es decir, si captu— Rendimientos privados reducidos y, por tanto, demanda de inversión insuficiente debido a:
rase el mecanismo más importante para impulsar el crecimiento Fallos Impuestos elevados; escasa p‹ote¢ción de los derechos de propiedad
en un entorno determinado? cQué clase de evidencias empíricas delgobierno o loscontratos; corrupción; inestabilidad macroeconómica; inflación...
nos ayudaríana elegir el modelo más relevante entre varios con Fallos ralIos del mercado de productos (errores de coordinación, externalidades,
implicaciones distintas? Dado queno podíamos permitirnos el del mercado excedentes)...
lujo de esperara que se acumulasen todos los datos necesarios,
Problemas Niveles insuficientes de otros factores en ía función de producción:
ni de llevara cabo experimentos aleatorios de laboratorio sobre en los capital humano, empleo, tecnologia; geografía...
economías reales, debíamos hacer todo esto en tiempo real, se- mercado ¿modelos de diagnóstico?
gún la evidencia disponible. Fuente: Dani Rodrik, «Diagno*tics before Prescription», Journa/ of Economic Perspect/ves 24. n°3 (verano
Finalmente, logramos desarrollar un esquema de decisiones de 20J0): 33-44. Nota: tan sólo se muestran algunos de losdetalles.
7z El proceso se explica con más detalley con ejemplos de muchos países en Riear-
73. Ricardo Hausmann, Fiyal Recommendations of theInt¢t-national Panel on
do Hausmann, Bailey Klinger,y Rodrigo Wagner, Doing Cromtlt Di0 03ties ›^
Development at Harvard MG/S4, CIDWorking Paper 161, Center forInternational Development atHarvard Uni-
A •Mindbook», CID Working Paper 177, Center forInternational
versity, Cambridge (EE. UU.), 2008.
University, Cambridge (EE.SU.), 2008.
102- Las leyes de la economía
Navegar entre modelos - 1o3
enfrentaban lasempresasa lahora de iniciar su actividad en los Principios generales de selección de modelos
segmentos más modernosy productivos de la economía. Algu-
nas de estas dificultades procedían de loscontinuos problemas Alejémonos por un momento delosaspectos concretos
del diag-
de coordinación, problemas como losdiscutidos en el capítulo 1. nóstico de crecimiento. La experiencia contribuyea destacar al-
Por ejemplo, las empresas envasadoras de piña no podían fun- gunas de lasreglasy prácticas más generales. La clave está en
cionar de manera rentable sin un servicio ííable de envío aéreo ser capaz de moverse con cierta facilidad entre los modelos can-
de mercancías hacia elmercado de Estados Unidos, peroa su vez didatosy el mundo real, clavea la que podemos Ilamar «veri-
este servicio no era rentable sin la existencia de un gran número ficación». El proceso de selección de modelos sebasa en algún
de exportadores activos, como losproductores de piña enlatada. tipo de combinación de cuatro estrategias de verificación muy
Otro ejemplo de estos problemas era laescasez de nuevas líneas diferenciadas:
de negocioa causa de lafalta de información sobre posibles costes
y mercados, loquea su vez sedebíaa laausencia de empresas pio- 1. Verificar la validez de los supuestos críticos de un modelo,
neras cuya experiencia podría haber proporcionado esta valiosa con eI fin de comprobar lobieno mal que reflejan el entorno
informacióna losaspirantes. Por tanto, proeuramos que nuestras en cuestión.
recomendaciones sobre políticas económicas se centraran en es- 2. Verificar que los mecanismos propuestos por el modelo son
tas áreas problemáticas concretas.'* realmente operativos.
Otra de lascosas que el enfoque de losdiagnósticos no pre- 3. Verificar que las conclusiones directas del modelo están debi-
supone es que el modelo subyacentea la economía de un país damente confirmadas.
concreto se mantiene inalterable con elpaso deltiempo, pues en 4. Verificar que las conclusionesincidentales, aquellas que el
realidad los cambios de circunstancias pueden hacer que un mo- modelo genera como efecto secundario, se corresponden
delo diferente pasea sermás relevante. De hecho, si el diagnós- también Con losresultadosobservados.
tico inicial es correctoy el gobierno del país comienzaa resolver
los problemas de manera efectiva, el modelo subyacente se verá
necesariamente alterado. Por ejemplo,a medida que se vayan Verificación de los supuestos críticos
corrigiendo los fallos de mercado de lasindustrias manufacture-
rasmodernas, puede ocurrir que las restricciones planteadas por Como yasehacomentado, el aspecto más importante de la re-
lasinfraestructuras (transporte, energía, etc.) se vuelvan mucho levancia empírica de un modelo eselrealismo de sus supuestos
más severas,o que la escasez de cualificación se convierta en un críticos, esto es, aquellos supuestos cuya alteración produciría un
obstáculo mayor. La selección de modelos esun proceso dinámi- resultado SI lfiCátivamente distinto. En este sentido,
muchos
co,no un asunto puntual. supuestos pueden sertotalmente inocuos,y otros pueden sercrí-
ticos para determinadas cuestionesa las que responde elmode-
lo, pero no para otras.
Consideremos un caso en el que un gobierno, preocupado
por el elevado precio de su petróleo, contempla la
posibilidad
de implantar un precio mkimo. La solucióna esta cuestión
24. Ricardo Hausmanny Dani Rodrik, «Self-Discovery ina Development Strategy re-
for Ei Salvador», Economia: Journal o/the Latin American and Cori66eoa Economic quiere una visión —un modelo— del funcionamiento del mer-
Association 6,n°1 (otoño de 7005): 43-102. cado petrolero. Con el fin de simplificar las cosas. vamo.s
104- Las leyes de la economía Navegar entre modelos- ios
tringir nuestra atencióna dos modelos opuestos: el modelo de cCuáles son los supuestos críticosy no críticos en las des-
competencia perfectay el modelo de monopolio. Por un lado, cripciones del mundo real de estos modelos? Para empezar, hay
los partidarios del modelo competitivo afirmarían que los altos que señalar que ambos se refierena la parte de laoferta de la in-
precios son el resultado de una oferta excesivamente reducida dustria, esto es, el comportamiento de lasempresas petroleras,
con respectoa la demanda, por loque en este modelo un precio por lo que de entrada se pueden descartar aquellos supuestos
máximo —un tope que lascompañías petroleras no pueden su- relacionados con los consumidoresy su toma de decisiones. Por
perara la hora de fijar el precio de su producto— no sería par- tanto, el hecho de que estos consumidores seano no totalmen-
ticularmente efectivo. Por el contrario, lo único que conseguiría te racionales, esténo no en posesión de información completa,
sería crear una brecha entre la cantidad de petróleo demandada tengan ingresosy preferencias variables,o tengan horizontes
porlosconsumidoresy lacantidad que losproductores estarían a largo plazo no es de gran interés. El único supuesto crítico
dispuestosa ofrecer, por lo que se producirían racionamientos, procedente de la parte de la demanda esque existe una curva
colasy otras formas de salvar esta brecha. De hecho, lo más pro- descendente de demanda de mercado, loque significa que todo
bable es que el precio de mercado delpetróleo aeabase incre- incremento en el precio del petróleo produce un descenso en
mentándosea causa del descenso de laoferta; es posible que al- lacantidad de petróleo consumido,y todo lo demás
permane-
gunas personas fuesen capaces de obtener elpetróleoa un precio ce igual. Esta proposición resulta plausible bajo un espectro
de
más barato, poniéndose de losprimeros en lascolaso teniendo circunstancias muy amplioy puede sercomprobada de forma
la suerte de recibir una asignación de raciones, pero elresto se- empírica. El resto de los rasgos expuestos pueden llegara ser
guramente tendría que pagar el precio más alto. En su conjunto, críticos en otros contextos —por ejemplo, cuando sedebaten los
esta no sería una política muy acertada que digamos. efectos redistributivos de los impuestos al petróleo—, pero
en
Los partidarios del modelo monopolístico, por su parte, sos- este C£tSO rlO ayudana escoger entre dos modelos opuestos.
Por
tendrían que unos precios tan elevados se debena que laindustria Otro lado, aparte delcomportamiento sobre fijación de precios,
del petróleo actúa como un cártel económico. En este modelo, la lasdimensiones estratégicas tampoco desempeñan un papel de-
industria crearía una escasez artificial mediante la retención de terminante, por lo que también se pueden ignorar determina-
la oferta para provocar un aumento delprecio, incrementando así dos supuestos implícitoso explícitos Como lacontratación de
las
susbeneficios, por lo que en este caso un precio máximo produciría empresaso lasestrategias de publicidad.
un efecto muy diferente. Una vez implantado eltope, las empresas En este caso, el supuesto realmente crítico es que en un caso
ya no serían capaces de determinar los precios de mercado me- lasempresas petroleras tienen poder de mercadoy en elotro
diante el control de su oferta, sino que tendrían que comportarse no. En el modelo monopolístico, las empresas son conscien-
como empresas precio-aceptantes, es decir, que se comportarían tesde que pueden elevar el precio de mercado restringiendo
igual que las empresas delmodelo de competencia perfecta:7° si laoferta, mientras que en el modelo competitivo no tienen tal
el precio máximo sefija en un punto no demasiado bajo, la oferta poder. En cierto sentido, éste es un supuesto sobre la psicoIo-
aumentaría,y por consiguiente el precio de mercado descendería. gía de las empresas. Normalmente, no es posible meterse en
En este caso, la política del precio máximo sería efectiva porque la cabeza de losgerentes de estas empresas para saber
Io que
hundiría el cártel existente. realmente piensan,y dado todo lo que hay en juego no parece
probable que preguntarles directamente acabe proporcionando
una respuesta creíble. Sin embargo, lo que sí podemos hacer
75. En aras de la sifrtp1‹y*ónó, en este caso se pasan por a]to ciertas cuestiones sobre el
del cártely se asume queactúa de facto como un mon*opo1io unificado. es examinar lascondiciones predominantes con elfinde averi-
i06 - Las leyes de la economia Navegar entre modelos- 107
guar si un determinado conjunto de convicciones es más plau- nes sean débileso inexistentes, como ocurre en la mayoría de los
sible que otro. países en desarrollo, la liberalización de los mercados no sólo no
El númeroy eltamaño de lasempresas delsector desempe- ofrecería los resultados esperados, sino que además podría resul-
ñan un papel importante, pues si, por ejemplo, el número esele- tar contraproducente. La privatización de las empresas estatales
vadoy no hay ninguna claramente dominante, espoco probable en la antigua Unión Soviética, por ejemplo, solía dar el podera los
que se comporten de manera no competitiva. Y otra considera- partidarios del gobierno en lugar de favorecer la creación de mer-
ción importante es la facilidad con la que las nuevas empresas cados eficientes. La necesaria aplicación de los supuestos críticos
pueden entrar en la industria, ya que incluso si en un momento subyacentesa laeficiencia de los mercados sepasaba por alto de-
dado existen unas pocas empresas que copan todo elmercado, la bidoa que laseconomías de mercado avanzadas ya contaban con
amenaza de nuevos competidores desalentará elejercicio del po- estas sólidas instituciones de apoyo almercado, y, por tanto, los
der de mercado. Además, laindustria del petróleo no es nacional economistas occidentales tendíana darlas por supuestas.
sino global, por lo que la competencia de productores extran- Cuando la decepcionante evolución de las economías en
jeros también puede incentivar la disciplina de mercado en los desarrolloy las postsocialistas puso de manifiesto este punto
márgenes, incluso en los casos en los que elvolumen de impor- ciego, los economistas reaccionaron de la forma habitual: de-
taciones no sea muy grande. Por último, cabe decir que cuanto sarrollando una nueva cosecha de modelos que enfatizaban la
más fácil les resultea los consumidores sustituir el petróleo por importancia de lasinstituciones. En realidad, básicamente fue
otras fuentes de energía tanto más difícil les resultaráa las em- como volvera «descubrir» algo que en realidad ya era bien co-
presas petroleras ejercer su poder de mercado. Todosy cada uno nocido, pues incluso Adam Smith había recalcado la importan-
de estos factores pueden serobservadosy evaluados, almenos en ciadelpapel del Estadoa lahora de garantizar las condiciones
principio. De hecho, lasautoridades antimonopolio suelen llevar de libre competencia,y el historiador especializado en historia
a cabo esta clase de diagnósticos cuando sospechan que algunas económica Douglas North hacía tiempo que había señalado que
empresas tienen un excesivo poder de mercado,y aún con más la mejora de losderechos de propiedad era una de lasprincipa-
razón si se considera que están abusando de él. les causas del ascenso del Reino Unido como potencia econó-
Con frecuencia, los modelos se basan en supuestos que son mica.'^ Ahora bien, la formalizacióny difusión de estas ideas
críticos pero no explícitos,y si se pasan por alto, se pueden encon- contribuyó enormementea que loseconomistas comprendieran
trar serios problemas en lapráctica. Los economistasy losdise- que losresultados económicos dependen de lapresencia, varie-
ñadores de políticas lo descubrierona fuerza de cometer errores dad y forma de estas instituciones. Graciasa estos modelos, el
durante elfuror por laliberalización de los mercados de lasdéca- papel crítico que desempeñana lahora de impulsar eldesarro-
das de los ochentay losnoventa. Muchos de ellos pensaron que llo económico volvióa ocupar ellugar preponderante que le
unos precios muy móvilesy la eliminación total de restricciones correspondía.
mercantiles bastarían para que losmercados funcionaseny asig-
nasen sus recursos de manera eficiente. Sin embargo, lo cierto
es que todos losmodelos de laseconomías de mercado asumen
laexistencia de diversas instituciones sociales, legalesy políticas
que protegen losderechos de propiedady loscontratos, garanti-
zan la competencia leal, luchan contra elroboy laextorsión,y ad- 76. Douglass C. Northy Robert Paul Thomas, theRise of thefes£ern World:A New
ministran lajusticia. En aquellos casos en losque tales institucio- Economic Ristoy, Cambridge University Press, Cambridge (EE. UU.), 197s.
108- Las leyes de la economía
Navegar entre modelos io9
pero lesprometió que alfinal de la carrera lescobraría un precio acordado,y si la rechaza, ambos sequedan sinnada. Si ambosju-
menor deloquehubiese señalado elpropio taxímetro. Nalebuff gadores son «perfectamente racionales», el primer jugador ten-
y su colega no tenían razón alguna para confiar en la palabra deráa quedarse con casi la totalidad de los i00 dólaresy ofrecer
del conductor, pero como eran teóricos del juego razonaron de al otro una parte muy pequeña (puede que incluso1 dólar),y ese
laforma siguiente: un vez que llegasena su destino, el taxista otro aceptará la oferta, ya que incluso una cantidad pequeña es
tendría muy poco poder de negociación, por lo que básicamen- mejor que nada. La realidad, por supuesto, es que la mayoría de
te debería aceptar lo que sus pasajeros estuviesen dispuestosa lagente tiendea jugar de manera muy diferente, pues lamayor
pagarle. Por tanto, decidieron que la oferta era un buen tratoy parte de las ofertas del primero alsegundo jugador se mueven
siguieron hablando de otros temas. Cuando llegaron al punto normalmente en una horquilla de 30-50 dólares,y cualquier can-
de destino, el taxista les pidió 2.500 shéquels, pero Nalebuff se tidad menor esrechazada por el segundo. En estejuego concreto,
negóy leofreció sólo 2.200. Mientras Nalebuífintentaba nego- la teoría de juegos estándar tiene muy poca capacidad predictiva,
ciar, el furioso taxista bloqueó laspuertas del coche, encerrando y por esta misma razón loseconomistas han optado por empezar
a sus dos pasajeros, condujoa toda velocidad hacia ellugar don- a utilizar otros tipos de modelos diferentes. Los trabajos más fre-
de leshabía recogido,y cuando llegaron abrió las puertas, les cuentes sobre la economía delcomportamiento están ya incorpo-
echó deltaxi de malos modosy selargó gritando: « iA ver dónde rando algunas consideraciones de justiciay equidad, por lo que
lesllevan ahora sus 2.200 shéquels!».7" los modelos son cada vez más aplicablesa entornos del mundo
Al parecer, la teoría de juegos estándar pronosticó de forma real que se asemejan aljuego delultimátum.
bastante incorrecta el resultado de la transacción. Sin duda, un Los experimentos de laboratorio se llevana cabo con sujetos
poco de inducción podría haber ayudadoa Nalebuffy a su co- humanos, generalmente estudiantes universitarios,y en psicolo-
legaa reconocer desde elprincipio que la gente del mundo real gía son muy comunes desde hace mucho tiempo. Graciasa estas
no suele actuar como losautómatas racionales que pueblan los investigaciones, los economistas están aprendiendo cada vez más
modelos teóricos. sobre aquello que impulsa el comportamiento humanoy queno
En la actualidad es muy improbable que hubiesen cometido esel propio interés material, como el altruismo, la reciprocidad
el mismo error, ya que el trabajo experimental seha hecho mucho y la confianza. En este.sentido, se están empezandoa descartaro
más común queentonces,y los especialistas en teoría de juegos refinar los modelos de competenciay mercados cuyos resultados
prestan bastante más atencióna los posibles errores de sus pre- se ven normalmente desacreditados por estos experimentos. Sin
dicciones habituales. Veamos porejemplo el «juego del ultimá- embargo, muchos economistas aún semuestran escépticos sobre el
tum», en elque loscálculos son similaresa los de la mala expe- valor real de los experimentos debido alentorno artificial en el que
riencia con el taxi. Supongamos que dosjugadores deben ponerse se desarrollan. Además, argumentar, el riesgo monetario asumi-
de acuerdo en cómo repartirse 100 dólares. Uno de los jugadores do por lossujetos sometidosa losexperimentos suele ser bastante
plantea al otro una oferta de tómaloo déjalo, oferta que el otro pequeño,y puede que losestudiantes universitarios no sean una
jugador puede aceptaro rechazar. Si la acepta, cada uno recibe lo muestra representativa de la totalidad de la población.
Un tipo de experimento utilizado por los economistas desde
hace pocos años —el experimento de campo— es, en principio,
7g. Barry Nalebulf, «The Hazards ofGame Theory», Storeiz, May 17, 2006, http://
www.haaretz.com/business/economy-finance/the-hazards-of-game-theory-1.i87939. Ver
inmunea estas críticas. Para su realización, los economistas, que
también Avinash Dixity Barry Nalebuff, Tliinlcing Strategically: The Competitive Edge trabajan en colaboración con organizaciones locales, suelen cla-
inBusiness, Politics, and Everyda;y L/e, W. W. Norton, NuevaYork, 1990, cap 1. sificar aleatoriamente individuoso comunidades en grupos de
ii4- Las leyes de la economía Navegar entre modelos• 115
mismos en un 21 por ciento. Hay que señalar igualmente que Con el fin de evitar el posible sesgo debidoa que aquellos que
también se han encontrado importantes resultados negativos. optan voluntariamente por alistarse en el ejército puedan serin-
Algunos experimentos de campo realizados hasta la fecha han trínsecamente distintosa aquellos que no lo hacen, Angrist
se
demostrado que la microfinanciación —la concesión de peque- sirvió del sistema de sorteo de reclutamiento aleatorio utilizado
ríos créditos, normalmentea mujereso grupos de mujeres— no durante laguerra de Vietnam. El resultado fue que los hombres
resulta particularmente efectivaa la hora de reducir la pobreza,“ que habían servido en elejércitoa Comienzos de ladécada de los
loque arroja un jarro de aguafría sobre losmodelos que sugieren setenta habían acabado ganando aproximadamente un i5 por
que la falta de accesoa la financiación es una de las principales ciento menos una década despues que losque nunca lohabían
limitacionesa las que se enfrentan loshogares. hecho.••
El Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT),y lasuni- Los economistas Donald Davisy David Weinstein, de la Uní-
versidades de Yaley de Berkeley disponen de importantes depar- versidad de Columbia, sebasaron en elbombardeo estadouniden-
tamentos dedicados aldesarrollo de experimentos de campo que se de las ciudades japonesas durante lasegunda guerra
mundial
evalúan laspolíticas económicasy ponena prueba losmodelos. para poner a prueba dosmodelos d€• Crecimiento urbano. Uno de
La limitación más obvia de losexperimentos de campo esquesu ellos era sobre economías de escala (esto es, el descenso progre-
relación con muchas de lascuestiones centrales de la economía sivo de los costes de produccióna medida que seincrementaba
esbastante difusa. Resulta difícil imaginar cuál tendría que ser la densidad urbana)y elotro sobre ventajas geográficas
(como
el tamaño de lamuestra para ponera prueba cuestiones macro- elaccesoa un puerto marítimo natural). A pesar de que, obvia-
económicas, como elpapel de laspolíticas fiscaleso de los tipos mente, el bombardeo no había sido aleatorio, sí ofrecía una
ma-
de cambio. Y, como de costumbre, es preciso interpretar los re- nera natural de comprobar si aquellas ciudades que habían sido
sultados experimentales con mucho cuidado, ya que un resul- destruid£tS Casi por completo se mantendrían deprimidaso por
tado obtenido en un entorno puede no seraplicable en otros, lo el contrario lograrían recuperar su situación original. E] modelo
que constituye el típico problema de validez externa. basado en economías de escala sugería que las ciudades no
se re-
En ocasiones, los economistas intentan confirmar si las con- cuperarían, ya que su tamaño sehabía reducido drásticamente,
clusiones obtenidas con sus modelos son correctas utilizando los mientras que elmodelo basado en ventajas geográficas predecía
denominados «experimentos naturales», que se basan en una lo contrario. Davisy Weinsteinencontraron que lamay oría de las
aleatoriedad generada no por el investigador, sino por circuns- ciudades japonesas lograron recobrar el tamaño que tenían antes
tancias que en sí mismas no tienen nada que vercon elestudio. de laguerra en poco más de quince años, lo que desde luego apo-
Uno de los primeros casos de esta clase de experimento aplica- yaba latesis del segundo modelo.•
do a la economía fueel trabajo del economista delMIT Joshua L os economistas suelen servirse de una amplia gama
de es-
Angrist sobre elefecto del servicio militar en la subsiguiente ca- trategias para verificar si las conclusiones inmediatas de
los di-
pacidad de losreclutas para ganar dinero en elmercado laboral. ferentes modelos seven refrendadas en elmundo real,
desde las
8z. Esther Duflo, Rema Hanna,y Stephen P. Ryan, «Incentives Work: Getting Teachers 85. Joshua D. Angrist, «Lifetime Earnings arid the Vietnam Era Draft Lottery: Evi-
to Come toSchool»,Amei'ican Economic Reoieie 102, n-°4 (junio de 2012): 1241-1278. dence from Social Security Administrative Records», AL arican Economi¢R ez gp,p85
84. David Roodman, «Latest Impact Research: Inching towards Generalization», (junio de J9go):8 i 3-38g.
Consultative Group toAssist the Poor (CGAP), 11de abril de 2012, http://www.cgap.org/ 86. Donald R. Davisy David E. Weinstein, «Bones, Bombs, and Break Points: The
blog/latest-impact-research-inching-towards-generalization. Geography orEconomic Activity», Ameri« Jtpp pitpyj gy n-°5 (2002): 1s69-1289.
118- Las leyes de la economía Navegar entre modelos
informalesy anecdóticas hasta lasmás sofisticadasy cuantitati- da por Cameron eraque un gasto público elevado hacía lasveces
vas. En general, los métodos experimentales son losque ofrecen de «parachoques», esdecir, que era una especie de seguro público
lostest más fiables, siempre que puedan desarrollarse en entor- y un estabilizador para aquellas economías que de otro modo po-
nos que se parezcan losuficientea la aplicación en cuestión. Sin drían ser víctimas de fuertes golpes procedentes del extranjero.
embargo, existen numerosas cuestiones de política económica La evidencia empírica sinduda encajaba con esta explicación.
queo bien no se prestana la experimentacióno bien requieren Hasta aquí lo tocantea la inducción. Sin embargo, la mis-
respuestas inmediatas, por lo que no pueden permitirse el lujo ma hipótesis podía llevarse un paso más alláy preguntarse qué
de llevara cabo experimentos de campo queconsumen un tiem- implicaciones adicionales podía tener para elmundo real,y ahí
po considerable. En estos casos, la única alternativa posible es es donde entra la fase de deducción. Si la suposición de Came-
combinar laobservación atenta con elsentido común. ron eracierta, entonces eltamaño delsector público, según los
análisis realizados, sería más sensiblea las fluctuaciones de la
economía quea laexposición al comercio en sí mismo, idea que
Verificación de conclusiones incidentales me permitió aventurar una nueva hipótesis màs refinada que po-
día contrastarse con los datos. Y, efectivamente, cuando llevéa
Una de lasprincipales ventajas de trabajar con modelos es que cabo eltest empírico para comprobar losefectos de volatilidad
ofrecen un amplio espectro de conclusiones que van más allá de generados por lostérminos en que se desarrollaba el comercio
la observación inicialo el problema que losmotivó. Estas conclu- exterior (precio de exportacionese importaciones en losmerca-
siones adicionales proporcionan una valiosa información para dos mundiales), los resultados fueron losesperados,y se llegóa
navegar entre los modelos, pues permitena loseconomistas sal- la conclusión de que el modelo de compensación por riesgo era
tar fácilmente de un modo deanálisis inductivoa otro deductivo, realmente prometedor.••
y viceversa, lo que resulta de gran ayuda para seleccionar el más Por otro lado, mis colegasy yo también ledimos un uso más
adecuado en cada caso. que considerablea este nuevo enfoque en nuestros trabajos so-
A mediados de ladécada de losnoventa, investigué una evi- bre diagnósticos del crecimiento, en losque buscábamos de forma
dencia empírica que hasta elmomento había recibido poca aten- sistemática las implicaciones tangenciales de una hipótesis para
ción por parte de los economistas,a saber, el hecho de que los luego comprobar si el mundo real las corroboraba. En primer
países más abiertos al comercio internacional tenían sectores lugar, si las perspectivas de una economía seveían restringidas
públicos más grandes. Este hecho había sido descubierto por el por cuellos de botella en áreas determinadas, losprecios relativos
científico político de Yale David Cameron, que lohabía observa- de los recursos asociados deberían ser comparativamente altos:
do en un pequeño grupo de países miembros de laOrganización la carencia de capital físico (esto es, maquinariay equipamien-
para laCooperacióny el Desarrollo Económicos (OCDE),"y mi to), por ejemplo, debería producir unas elevadas tasas de interés
propia investigación acabó demostrando que esta característica real; la falta de cualificación debería provocar un crecimiento de
se extendíaa prácticamente todos lospaíses del mundo (al me- las recompensasa laalta cualificación en el mercado laboral; las
nos,a todos losque disponían de lasestadísticas adecuadas). La restricciones en las infraestructuras deberían causar cortes de
pregunta erapor qué se producía este hecho. La hipótesis ofreci- energíay congestiones en las carreteras; etc. En segundo lugar,
82. David R. Camei'on, «The Expansion of the Public Economy: A Comparative 88. Dani ROdrih, «Why Do More Open Economies Have Bigger Governments?»,
Analysis», American Political fscience Review 72,n°4 (dieiembre de 1978): 1243-126d Journal ofToliticol Economy i06, n-•5 (Octubre de 199a):g9y-torn.
120 - Las leyes de la economts
Navegar entre modelos 121
Al igual que como ocurre en los casos de ciencias naturales de análisis es muy típico de la mayoría de losmodelos económi-
citados, se presupone que toda teoría tiene validez generaly uni- cosconocidos.
versal, esto es, que por ejemplo la misma teoría de la evolución En segundo lugar, están laspreguntas deltipo «por qué», que
es válida tanto para elhemisferio norte como para elhemisferio buscan laexplicacióna una serie de hechoso acontecimientos ob-
sur,y puede que incluso para lavida extraterrestre. Los mode- servados: ‹iPor qué tuvo lugar la revolución industrial? tPor qué
loseconómicos son diferentes, pues en el mejor de loscasos se creció la desigualdad en Estados Unidos tras la década de losse-
limitana ofrecer explicaciones parciales,y no pretenden serotra tenta? éPor qué sufrimos la crisis financiera global de 2008? En
cosa que abstracciones diseñadas para esclarecer determinados cada caso podemos concebir ciertas teorías —y no sólo económi-
mecanismos de interaccióny líneas causales. Al ignorar delibe- cas— que intentan ofrecer una respuesta, pero setrata de teorías
radamente el resto de las posibles causas, estos experimentos específicas, no universales, pues su objetivo es simplemente arro-
mentales pretenden aislare identificar los efectos de un conjun- jar luz sobre determinados episodios históricos,y no describir las
to de factores muy restringido, por lo que nunca proporcionan leyesy las tendencias generales del mundo real.
realmente una explicación completa de losfenómenos delmun- Aun así, la formulación de tales teorías plantea al analista
doreal en los que pueden llegara funcionar de forma simultánea ciertas dificultades. Un modelo económico examina con detalle
un gran número de estos factores. las consecuencias de un factor determinadoy responde con lo
Para comprender ladiferencia entre modelosy teorías, así que el estadístico Andrew Gelman denomina una cuestión de
como para establecer en qué puntos pueden solaparse los unos «causalidad avanzada». Sin embargo, la explicación de un he-
con lasotras, antes es preciso diferenciar tres tipos de cues- cho ya consumado requiere el escrutinio de todas las posibles
tiones. causas,o por ponerlo nuevamente en terminología de Gelman,
En primer lugar, están las preguntas del tipo «qué»: cQué setrata de una cuestión de «inferencia causal invertida», lo que
efecto tiene A en X? Por ejemplo: éQué efecto tiene la fijación requiere la búsqueda de modelos concretos,o de una combina-
de un salario mínimo en elempleo? úQué efecto tiene elflujo de ción de ellos, que expliquen los hechos investigados. Este pro-
capitales en la tasa de crecimiento económico de un país? úQué ceso implica una seleccióny un análisis como losdesarrollados
consecuencias tiene un incremento delgasto público de un go- en el capítulo anterior,y taly como veremos más adelante los
bierno sobre la inflación? Como yahemos visto, los modelos modelos específicos son una parte esencial de la construcción de
económicos ofrecen respuestasa estas cuestiones, esclarecien- tales teorí 9l
do las posibles relaciones causa-efectoy describiendo la forma Porúltimo, están las grandes preguntas intemporales de la
en laque estas relaciones dependen de entornos determinados. economíay lasciencias sociales: tQué esloquedetermina ladis-
Ahora bien, es preciso tener en cuenta que lasrespuestasa es- tribución de los ingresos en una sociedad? cEs el capitalismo un
tas cuestiones no equivalena predicciones, incluso aunque exista sistema económico estableo inestable? ‹iCuáles son las fuentes de
una razonable seguridad de que se trabaja con elmodelo adecua- la cooperacióny la confianza social,y por qué varían de una so-
do. En elmundo real, hay muchos factores que pueden cambiar ciedada otra? Estas cuestiones son labase de lasgrandes teorías,
almismo tiempo que elefecto que se analiza: por ejemplo, puede
que en general lapredicción de que un aumento delsalario míni-
91. Andrew Gelman, ‹Causality and Statistical Learning», American Journal
mo debilita el empleo seacorrecta, pero este efecto puede verse
of Sociology 112 (201a)- 955-966,- Andrew Gelmany Guido Imbens, lfny Aslc Cyb
alterado por un repunte en lademanda, que en última instancia Forward Causal Inference and Reoei-se Causal Question, NB5R Working Paper I96l4,
acaba incrementando lasnóminas de losempresarios. Este tipo National Bureau ofEconomic Research, Cambridge (EE. UU.), Lois.
Modelosy teorías- 122
126- Las leyes de la economía
y una respuesta adecuada explicaría el pasadoy proporcionaría duce en: cCómo seforman losprecios de los distintos bienesy
uná guía para elfuturo. En este sentido, estas grandes teorías se- servicios presentes en una economía de mercado? La «teoría del
valor» en economía esesencialmente una teoría sobre laforma-
rían el equivalente en ciencias sociales de las leyes físicas de la
naturaleza,y la economía contemporánea esa menudo critiCa- ción de los precios. Si esta cuestión ya no resulta fundamental
—ni siquiera interesante— para ellector contemporáneo, ello se
da por no abordar estas grandes cuestiones. cDónde está el Karl
Marxo elAdam Smith de nuestro tiempo? Acaso obtendría si- debea que seha visto desmitificada por investigaciones teóricas
quiera una plaza de profesor en una universidad medianamente que han logrado penetrar en la densa niebla de confusión que
prestigiosa? Todas éstas son críticas aceptables, aunque talvezse la rodeaba.
podría replicar que la formulación de teorías universales resulta Economistas clásicos como Adam Smith, David Ricardoy
imposible en elámbito de lasciencias sociales,y que a lo máximo Karl Marx sostenían que loscostes de producción determinan el
a loque sepuede aspirar esa ofrecer una serie de explicaciones valor: si algo es más costoso de producir, es lógico que su precio
contingentes. deba sermayor. Por su parte, los costes de producción se asocia-
Es cierto que las ciencias económicas tienen sus supuestas ban a los salarios de los trabajadores, bien de forma directa por
teorías generales, modelos concretos que proclaman ambicio- la actividad en cuestión, bien de forma indirecta por la mano de
samente su poder para explicar el funcionamiento de lassocie- obra encargada de construir la maquinaria empleada en talac-
dades de libre mercado. Estas teorías generales, como veremos, tividad. Esta teoría recibió el nombre de «teoría del valor-traba-
pueden seruna fuente de luz muy importante. Sin embargo, en jo», con el fin de diferenciarla de otras teorías similares ya exis-
mi opinión, lasteorías generales económicas no son más que ar- tentes, como ladelosfisiócratas franceses, que consideraban la
tierra como laprincipal fuente de valor.
mazones que estructuran los imponderables obtenidos de la ex-
periencia: una forma de organizar los pensamientos en lugar de No obstante, una cosa es afirmar que eltrabajo crea valory
marcos explicativos reales. Además, por sí mismas tienen escaso otra explicar el nivel salarial. Los economistas clásicos tendían
impacto en elmundo realy necesitan combinarse con un consi- a ofrecer una visión bastante sombría sobre los salarios, pues
derable análisis contextual antes de llegara resultar útiles. asumían que estos rondarían siempre el nivel de subsistencia,
Por tanto, nos centraremos en lasteorías del tipo intermedio, esto es, lo mínimo imprescindible para alimentar, vestiry alojar
diseñadas para explicar acontecimientos económicos concretos, a una familia. Según estos economistas, si los salarios se elevasen
y en particular en el segundo ejemplo: úPor qué ha crecido tanto considerablemente por encima de este nivel, el resultado sería
un incremento de la población —debidoa una mayor supervi-
la desigualdad en Estados Unidos desde ladécada de losseten-
ta? Seguidamente evaluaremos lascontribuciones relativas de vencia de los niños— y, por tanto, de la fuerza laboral, con la
diferentes modelos con elfinde demostrar que, pesea que no consecuencia de que los salarios volveríana caer hasta su nivel
ofrecen una teoría concluyentey aceptadaa nivel global, estos «natural». Por tanto, los principales beneficiarios de los avances
procesos sí generan conocimientos útiles. económicosy delprogreso tecnológico serían los terratenientes,
cuyo rendimiento era infinito. Esta clase de pensamiento, aso-
ciado especialmentea Thomas Malthus, fue exactamente el que
La teoría del valory su distribución impulsó alensayista del siglO XIX Thomas Carlylea denominar
irónicamentea laeconomía como «laciencia funesta».
Talvez lacuestión más básica en el ámbito de laeconomía sea: Marx, cuya influencia se extendió hasta bien entrado elsi-
es lo que crea el valor? Para un esto se tra- glo xx, también sesumóa lateoría del valor-trabajo,y también
i28 Las leyes de la economía Modelosy teorías- 129
élcreía que los salarios se mantenían alnivel de subsistencia. Los marginalistas establecieron uno de los principios funda-
Sin embargo, en su versión de la teoría los culpables de este bajo mentales de lamoderna teoría del valor,a saber, que los precios
nivel salarial eran loscapitalistas, que explotabana lostrabaja- se determinan por elmargen. Lo que determina elprecio del pe-
doresy lograban mantener ladisciplina mediante el«ejército de tróleo, por ejemplo, no es el coste de produccióno la valoración
reserva de desempleados». Según Marx, loscapitalistas expro- del consumidor en promedio, sino el costey la valoración de la
piaban elexcedente de valor fruto de los esfuerzos de los traba- tí/titna unidad de petróleo vendida. En un mercado en equili-
jadores, pero ésta no era más que una victoria pírrica, ya que la brio, el coste de produccióny la valoración del consumidor de
competencia entre capitalistas acabaría reduciendo losbenefi- esa última unidad (launidad marginal) son exactamente iguales
ciosy provocaría una crisis del sistema. entre síy al precio de mercado, pues de no serasíno existiría
Al otorgar la responsabilidad de laformación de losprecios equilibrioy se producirían ajustes de los factores para volver al
únicamentea la parte productora, la teoría del valor-trabajo punto de equilibrio. Cuando elprecio de mercado excede la va-
tenía poco que decir sobre los consumidores. ‹iAcaso la parte loración de los consumidores de la última unidad, dichos con-
de la demanda no desempeñaba ningún papel? cNo deberían sumidores reducen sus compras,y cuando está por debajo, los
losprecios responder tambiéna laspreferencias de los consu- consumidores compran más. De manera similar, cuando elpre-
midoresy a loscambios en lasmismas? El enfoque clásico se cio de mercado esmayor que elprecio de producción de laúltima
centraba exclusivamente en ellargo plazoy hacía poco casoa unidad, lasempresas aumentan laproducción, mientras que si
lasfluctuacionesa corto plazoy a laformación de precios rela- es menor laproducción se reduce.
tivos. Los marginalistas descubrieron que las curvas de ofertay
La síntesis completa de lasaportaciones de la ofertay la de- de demanda representan ni más ni menos que loscostes mar-
mandaa ladeterminación de losprecios llegó con la revolución ginalesy las valoraciones marginales de los productoresy los
«marginalista» de finales del siglo xix. Los economistas mar- consumidores, respectivamente,y que el precio de mercado se
ginalistas como William Stanley Jevons, Léon Walras, Eugen ubica en elpunto exacto en el que ambas curvas se cruzan. La
von Bíihm-Bawerk, Alfred Marshall, Knut Wickselly John Ba- respuestaa la cuestión de si el valor viene determinado por los
tesClark dieron un paso atrás en el ámbito de análisis: de las costes de produccióno por losbeneficios del consumidor es que
cifras observables como lossalariosy las rentas pasarona teóri- en realidad está determinado por ambos factoresa la vez... en el
cas abstracciones matemáticas no observables, como la«utilidad margen.
del consumidor»y las«funciones de producción». Por otro lado, El enfoque de losmarginalistasa lahora de fijar los precios es
también generalizaron elenfoque clásico al permitir elintercam- igualmente aplicablea los costes de producción. Las ganancias
bio entre los diferentes factores de producción, como eltrabajo del trabajo (los salarios) vienen determinadas por laproductivi-
y el capital, de tal forma que podían analizar fácilmente de qué dad marginal delpropio trabajo,y las ganancias de loscapitalis-
manera lasempresas sustituían su mano deobra por máquinasa tas (las rentas) vienen determinadas por elproducto marginal
medida que iban cambiando losprecios de los salariosy las nue- delcapital, es decir, por lo que la última unidad de trabajoy capi-
vas tecnologías. El uso de relaciones matemáticas explícitas les tal aportan respectivamentea laproducción total de la empresa.
permitía describir la fijación de precios, costesy cantidades en Ahora, supongamos que esta producción tiene un rendimiento
diferentes mercados como elresultado simultáneo de (y la rela- constante, esto es, que la duplicación del capitaly el trabajo tiene
ción entre) laspreferencias de los consumidores, por un lado,y el como resultado la duplicación de la producción. Bajo este su-
estado de latecnología de producción, por otro. puesto, las matemáticas garantizan que si al trabajo, al capitaly
130 ' Las leyes de la economía
Modelosy teorías
alresto de los factores se les paga según su productividad margi- portarse de forma muy poco racional; la producción puede tener
nal, el resultado será la correcta asignación de losingresos gene- economías de escalay los costes marginales pueden reducirse
rados por laproducción entre todos losfactores que contribuyen en función del volumen de producción, lo que impediría la
exis-
a su generación. En otras palabras, que además de una teoría del tencia de costes marginales crecientes necesariosa su vez para
valor tenemos una teoría de la distribución que determina quién la existencia de una curva ascendente de oferta. Y, en cualquier
recibe qué. caso, cde dónde proceden los conceptos como «función de pro-
Estateoría nos informa acerca de la distribución de losbene- ducción»y «utilidad»? Está claro que las distintas empresas no
ficiosa nivel nacional entre trabajoy capital,y si además profun- cuentan siempre con la misma capacidad para acceder, adoptar
dizamos entre los diferentes tipos de trabajo también podemos y emplear latecnología disponible. Por otro lado, las preferen-
conocer ladistribución de ingresos entre trabajadores de distinto cias de los consumidores no son fijas, ni mucho menos, sino que
nivel de cualificación, como personas con estudios básicos, me- dependen en buena medida de losacontecimientos en el mundo
dioso superiores. Esto esloque sellama «distribución funcional económicoy social. Por tanto, la apertura de estas cajas negras
de ingresos», que si se combina con información sobre el tipoy acabó generando nuevos retos teóricos que actualmente conti-
el volumen de capital en posesión de laspersonas nos permite núan sinestar totalmente resueltos.
además conocer la distribución de ingresos entre individuosy La teoría neoclásica de distribución tiene sus propios proble-
familias, es decir, la distribución personal de ingresos. mas, entre otros la noción de un «capital» coherentey mensura-
úson útiles estas teorías? A primera vista, la construcción bleque e)erce como factor unificado, coherentey mensurable de
neoclásica parece ofrecer respuestas sólidasa dos de las cuestio- cohesión de la produccióny que ha sido la fuente de no poca
nes fundamentales de laeconomía: ‹iQué es lo que crea elvalor, controversia en elseno de laprofesión. No obstante, si dejamosa
y qué determina su distribución? Estas teorías han resultado ser un lado un tema tanespinosoy nos centramos únicamente en el
muy esclarecedoras, pues por ejemplo ahoracomprendemos me- salario, úpuede decirse que la teoría de la productividad margi-
jorde quéforma laproducción, elconsumoy losprecios forman nal es apta para estudiar elcomportamiento de lacompensación
un sistema conjunto,y también disponemos de una descripción laboral de retribuciones salariales?
plausible de la distribución funcional de los ingresos. Sin em- La respuesta, en última instancia, es que todo depende de la
bargo, tales teorías están basadas en conceptos —utilidad mar- cuestión concretay del entorno exacto que se examina. Si nos
ginal, coste marginal, producción marginal— que no pueden ser fijamos en distintos países, vemos que entre el 80y el 90 por
observados, y, por tanto, requieren supuestos adicionalesy una ciento de las diferencias existentes entre sus niveles salariales
estructura considerablemente mayor para seroperativos, en el pueden serexplicadas por lasvariaciones existentes entre los
sentido de ofrecer medicionesy explicaciones. Además, en rea- niveles de productividad laboral de cada uno de ellos. No po-
lidad, están lejos de ser universales, pues investigaciones poste- demos observar la productividad marginal de manera directa;
riores han demostrado que, incluso dentro de su propia lógica, todo cuanto podemos hacer es medir laproductividad laboral
estas teorías dependen de circunstancias especiales. media (producto interior bruto dividido entre número de em-
Ya hemos visto cómo elmarco oferta-demanda en elque se pleados). Sin embargo, mientras larelación entre lo promedioy
basa lateoría del valor está sujetoa importantes limitaciones: o marginal no varíe mucho deuna nacióna otra, la fuerte aso-
puede que no existan las condiciones que propicien la compe- ciación existente en muchos de estos países entre salariosy pro-
tencia perfectay el mercado puede verse monopolizado por un ductividad laboral media puedeinterpretarse como un cierto
pequeño número deproductores; losconsumidores pueden com- apoyoa esta teoría.Y esto tiene su importancia. nues oor eiem-
Modelosy teorías- 135
t32- Las leyes de la economía
bana salvar al Capitalismo de lo que consideraba inestabilida- de la teoría general. De hecho, Keynes comentó explícitamen-
des intrínsecas, argumentando que era perfectamente posible te en diversas ocasiones que no estaba realmente interesado en
que una economía con elevado desempleo permaneciese en ese elaborar un modelo concreto basado en su pensamiento, pues
equilibrio durante un periodo de tiempo considerable; de he- consideraba que era más importante comunicar algunas «ideas
tardarían
cho, pensaba que losmecanismos de ajuste clásicos fundamentales comparativamente simples» que cristalizarlas en
demasiado en actuar (años,o incluso décadas)y que, por em- fórmulas concretas 97
plear su famosa frase,a largo plazo «todos estaremos muertos». La posibilidad de la existencia de un desequilibrio entre
Además, Keynes opinaba que elgobierno sí podía hacer muchas ahorroe inversión en la economía esun elemento crucial en la
cosas, como intervenir incrementando elgasto fiscal en aque- macroeconomía keynesiana. Sin duda, ambos conceptos tienen
para
llos casos en los que la demanda privada fuese insuficiente que igualarsea posteriori, aunque sólo sea por razones de iden-
generar una tasa de empleo adecuada. InCluso llegóa decir que, tidad contable: todo cuanto seahorre debe encontrar su camino
si el incremento de losprogramas gubernamentales llevabaa hacia lainversióny toda inversión debe serfinanciada mediante
que la gente se dedicasea excavar zanjas para luego volverlas elahorro (ignorando que se puede pedir prestado deo prestar
a llenar, el resultado sería un mayor empleo y, por tanto, mayo- a otros países). Sin embargo, Keynes insistió en la posibilidad
resingresosa nivel nacional. La Gran Depresión de ladécada de de que el mecanismo de restauración de esta igualdad podía
lostreinta otorgó gran relevanciaa estas ideas, pues losgobier- introducir un mayor desempleo en laeconomía. Supongamos,
ficio del
nos se vieron forzadosa responder alcatastrófico male por concretar, que en un primer momento lacantidad que los
desempleo, que en elcaso concreto de Estados Unidos alcanzó hogares deciden ahorrar excede la inversión. Pues bien, Keynes
casia una cuarta parte de la fuerza laboral. pensaba que lainversión depende de factores psicológicos (del
Keynes fueun escritor excepcionalmente agudoy brillante, «espíritu animal») que tienen poco que ver con lasvariables
pero nunca llegóa formular modelos explícitos,y en ocasiones su económicas como lostipos de interés. Si el nivel de inversión se
razonamiento eraalgo confuso, por lo que hasta eldía de hoy los debea otras consideraciones, es elahorro el que debe adaptarse,
historiadores económicos han debatido sin pausa loque elgran pero, en talcaso, icómo reducir elahorro hasta alcanzar elnivel
teórico quiso decir con estoo aquello. La tinta de su magnus requerido por la igualdad entre inversióny ahorro?
opus (La teoría general del empleo, elinterésy eldinero, publi- La respuesta de los economistas clásicos sería insistir en el
cada en 1936) apenas se había secado cuando ya empezarona papel de losajustes de precios, incluyendo elde lostipos de inte-
surgir modelos económicos que intentaban encapsular elmarco rés: un descenso en el nivel de precioso una caída de lostipos de
teórico keynesiano. Entre ellos, el más famosoy posiblemente el interés incrementarían losincentivos de las familias para con-
que tuvo mayor impacto durante lasdécadassiguientes fue «Mr. sumir, lo que acabaría por reducir sus ahorros. Keynes, por su
Keynesy los“clásicos”», de John R.HickS.9‘ El modelo propues— parte, opinaba que tales cambios de precios serían demasiado
to por Hicks fue el vehículoa través del que lagran obra de Key- lentos, especialmente si erana labaja,y sugería en su lugar el
nes transformó por completo lamacroeconomía clásica, incluso
a pesar de que muchos, incluido el propio Keynes, se quejaron
97. John M. Keynes, «The General Theory of Employment», Quarterly Joumial
de que en el mejor de loscasos era una representación parcial o/Economies 51, n° 2 (febrero de i9z 1): 209-?8, citado por J. Bradford DeLong in «Mr.
Hicks and “Mr Keynes and the 'Classics': A Suggested Interpretation": A Suggested Inter-
96. J.R. Hicks, «Mr. Keynes and the “Classics”:A Suggested Interpretations, pretation», 20 de junio de 20J0, http://deIong.typepad.com/sdj/2010/O6/mr-hicks-and-
ñconome0ica 5,n°2 (abril de i9671 J*7-*59-
Modelosy teorías i 39
io8- Las leyes de la economía
elfuturo.Y la segunda fue que forzóa reconsiderar la manera Lo que concedió lavictoria final —al menos en el mundo aca-
en laque secrean lasexpectativas. Lucasy Sargent señalaron démico— al«nuevo enfoque clásico», taly como seempezóa
que si la gente se comportase de manera racional en la toma denominar, no fue su validez empírica; de hecho, la adaptación
de susdecisiones de consumo, también debería ser racionala del modelo almundo real fue muy discutida, al igual que el rea-
la hora de hacer sus predicciones sobre el futuro. Estas pre- lismo de algunos de sus principales ingredientes. Sin embargo,
dicciones deberían ser coherentes con elmodelo subyacente de poco después de la llegada de esta nueva teoría,a mediados de
la economía; de ahí lahipótesis de «expectativas racionales», ladécada de losochenta, la economía estadounidense entró en
que causó furor en la profesión. Las expectativas racionales se un periodo de fuerte crecimiento económico, pleno empleoy es-
convirtieron rápidamente en lareferencia de diseño de mode- tabilidad de precios, de tal forma que laimpresión general fue
lossobre expectativas, modelos empleados por loseconomistas que el ciclo económico había sido superado por una erade «gran
para analizar la reacción del sector privado ante cambios en las moderación». El resultado fue que lafalta de realismo descripti-
políticas gubernamentales, entre otras cuestiones. voy predictivo del enfoque neoclásico pareció no tener excesiva
Lucas, Sargenty sus partidarios argumentaron que losmode- importancia, cuando menos desde el punto de vista puramente
losdemicrofundamentos podían explicar las principales caracte- práctico.
rísticas de los ciclos económicos, asícomo generar un desempleo El principal atractivo de la nueva teoría residía en el pro-
momentáneo sinnecesidad de confiar en supuestos keynesianos pio modelo: losmicrofundamento s, lasmatemáticas, las nue-
como losindolentes ajustes de precios. Las expectativas racio- vas técnicas, los estrechos vínculos con la teoría de juegos, la
nales presuponían que laspersonas no cometían errores prede- econometríay otros campos económicos muy bien considera-
cibles, pero tampoco descartaban errores ocasionales, si dichas dos hacían que la nueva macroeconomía pareciese estar años
personas contaban con información incompleta sobre lospre- luzpor delante de losmodelos keynesianos. «Así es como sesu-
cios. Las «conmociones» en losgustos de los consumidores, las pone que deben serlosmodelos macroeconómicos», talera el
preferencias laboraleso las condiciones tecnológicas —esto es, reproche implícitoo explícito que se dirigíaa todo aquel que
en las curvas de ofertay de demanda— podían generar fluctua- osase cuestionar la estrategia subyacente al modelo. Mientras
ciones agregadas en laproduccióny elempleo. Otro aspecto im- tanto, el sistema de modelos keynesianos derivados de Hicks se
portante de lanuevateoría era que reducía considerablementela veía abocadoa una virtual extinción. Sin embargo, elkeynesia-
influencia de los gobiernos en la estabilización de la economía, nismo no desapareció por completo, pues aquellos que seguían
llegandoa afirmar que cualquier tipo de política estabilizadora convencidos de que laspolíticas gubernamentales activas po-
tan sólo produciría efectos perversos. El razonamiento era el si- dían desempeñar un papel en la estabilización de la economía
guiente: cuando lagente tenga conocimiento de laimplantación asumieron latarea de desarrollar variantes de modelos de mi-
en breve plazo de una política de estímulo económico mediante crofundamentos, llamados «nuevos modelos keynesianos», con
medidas de expansión monetariay fiscal, se comportará de tal el fin de mantener un mínimo de credibilidad en la disciplina.
forma que anulará el objetivo de dichas políticas. Por ejemplo, La desconexión entre la nueva teoría clásicay la economía
una política monetaria muy activa incentivaráa las empresasa real acabó convirtiéndose en un enorme problema durantey tras
elevar sus precios, provocando inflación sin ganancias en térmi- la crisis financiera de 2008. ‹iCómo es que loseconomistas no
nos de produccióny empleo. De este modo, losestímulos fisca- fueron capaces de predecir la llegada de esta crisis? Tal cuestión
les tan sólo conduciríana recortes de gastos por parte del sector sude rrollar en elprx mpocgap tulo. Porqahora bqaste con decir
privado.
J42- Las leyes de la economía
Modelosy teorías' i4s
tanto los modelos macroeconómicos keynesianos como losneo- parte de Lucas),a pesar deconsiderarse una medida desespera-
clásicos ignoraban totalmente este aspecto. Cuando laeconomía day de último recurso lO8
estadounidense comenzóa hundirse en una grave recesióny el Dejando aparte estas medidas, una vez que el pánico finan-
desempleo se disparó, la aplicación de remedios apropiados era ciero se fue apaciguando, los modelos neoclásicos sugirieron
o debería haber sido— potestad del ámbito de lamacroecono- moderacióny cautela,y poco más. EfiO Si, las políticas de la
Fed
mía. Sin embargo, larealidad fue que en el momento delaver- en materia de expansión cuantitativa —esto es, monetaria—
tu-
dad los modelos macroeconómicos dominantes, descendientes vieron que serretiradas con relativa rapidez, pues de otro
modo
del enfoque Lucas-Sargent, resultaron de muy poca ayuda. Pocos pronto hubiesen provocado un aumento en la inflación. Los
años antes,a comienzos de 2003, elpropio Lucas había afirma- economistas versados en estos modelos advirtieron una y otra
do que «field problema central de la prevención de depresiones vez de lospeligros de la inflación,y urgierona la Feda endu-
económicas ha sido resueltoa todos losefectos prácticos».'o° Así recer sus políticas,a pesar de que el desempleo seguía siendo
pues, en los años previos al estallido de la crisis los economistas elevado, la economía no acababa de despegary —curiosamen-
no dedicaron mucho tiempoa desarrollar métodos de lucha con- te— la inflación no acababa de aparecer. Pesea ello, siguieron
trarecesiones, sencillamente porque estaban convencidos de que argumentando en contra de unos estímulos fiscales continuados
eraimposible que se produjesen. en eltiempo para incrementar lademanday eldesempleo agre-
Había una cosa en laque losmodelos antiguosy losnuevos se gados, ya que supuestamente tales medidas sólo
producirían
mostraban de acuerdo: cuando laincertidumbre económica pro- una reducción en el consumoy en lainversión. El mantra
era
voca un súbito incremento de laacumulación de dinero efectivo que la economía volvería por sí SOla al buen camino. Cuando
tal
por parte de lasfamiliasy de las empresas, el banco central debe Cosa se resistíaa suceder, Lucasy otros economistas
señalaron
inyectar liquidez en el sistema emitiendo (mucho) más dinero, con dedo acusadora losObstáculos levantados por la adminis-
de modo queel incremento delvolumen de dinero en circulación tración demócrata: lafloja recuperación se debía, decían/10#a la
prevenga ladeflación y, por tanto, una recesión aún más intensa incertidumbre creada por la perspectiva de un incremento de
Muchos años antes, Milton Friedman había señalado que elma- impuestosy por otras intervenciones del gobierno; lasempresas
yor error de la Fed (Reserva Federal de Estados Unidos)a lahora no invertíany los consumidores no gastaban porque se enfren-
de enfrentarsea la Gran Depresión fue no actuar de esta mane- tabana un clima áNificial de incertidum bre creado por un go-
ra. Cuando en 2008-2009, el entonces presidente de la Fed Ben bierno demasiado activista.
Bernanke, experto en la €lran Depresión, inyectó cientos de mi-
les de millones de dólares de liquidez en la economía, elpropio 102. H0lman W. Jenkins Jr., «Chicago Eeonomics on Trial» (entrevista
con Robert
Lucas aplaudió con entusiasmo lamedida,' y elpaquete inicial 4 de septiembre de POI I, http://on]ine.wsj.co'n/news/
de estímulos fiscales implantado por laadministración Obama articles/SBi0001424O531119O4194604576s8338266O
849232. En una encuestaa treinta
y siete importantes economistas llevadaa cabo en zo14, todos menos uno semostraron
en 2o09 también recibió un apoyo generalizado (incluso por de
acuerdo en que los estímulos habían] grado reducir el desempleo,y lamayoría
opinaba
que losbeneficios del paquete de medidas superabana sus eostes. Justin Wolfers,
‹What
Debate? Economists Agree theStimulus Lifted the Economy›, The Upshot,
be Nm %r/t
BOO. Robert E. lucas Jz., «Macroeconomía 1•rioritiess, Amet-ican Economic Re- Times, 29 de julio de 20i4, http://wWw.nytimes.com/sojq/oy/s0/«p›hOt/What-
debate-
cien 90, n°1 (marzo de 2OO8): l-14. economists-agree-the-stimulus-lifted-the-economy.htm]
?rref=upshot.
lOl. Robert E. lucas, «Whya Second Look Matters» (presentación en et Council ION. Mol man W. Jenkins Ir., eChicago Economías on Li&»
{entrevista de Robert
on Foreign Reiations, Nueva York, 30 de marzo de 2009), http://vvw.cfr.org/world/ E. Lucy), je V''all Street Journaf, 24' de septiembre de z0i1, http://online.wsj.com/
news/articles/SBioooi+z*or iH.s0*is46n‹.s
Modelosy teorías- 145
u4 - Las leyes de la economía
De hecho, lateoría planteaba una conclusión aún más dura: IOS dependen de laproducción de mUCh0s componentes distintos.
trabajadores no cualificados saldrían perdiendo no sólo en tér- Supongamos, razonablemente, que las partes más intensivas en
minos relativos, sino también en términos absolutos; la mayor cualificación se manufacturan en Estados Unidos, mientras que
apertura internacional acabaría reduciendo su nivel de vida."' las partes menos intensivas se fabrican en un país en vías de de-
Es posible que el debate hubiese terminado en este punto si sarrollo, como porejemplo México. Pues bien,a medida que la
no fuera porque algunos economistas descubrieron otros hechos globalización va fáCllitando la deslocalización al reducir los cos-
que resultaban incompatibles con el modelo de dotación de fac- tes arancelarios, de transportey de comunicación, lasempresas
tores. Por un lado, la prima de cualificación también se estaba del primer país comenzarána trasladar parte de su producción
incrementando en lospaíses asiáticosy latinoamericanos que alsegundo. Es de esperar que loscomponentes deslocalizados
comerciaban con Estados Unidos, lo cual suponía un problema se encuentren entre los menos intensivos en trabajo cualificado
para el modelo porque éste había pronosticado precisamente lo desde el punto de vista de las empresas estadounidenses, pero
es
contrario, es decir, que los trabajadores poco cualificados de los muy posible que desde el punto de vista mexicano esos mismos
países exportadores de productos de baja cualificación se benefi- com ponentes se encuentren entre los más intensivos en
traba-
ciarían de esa exportación en forma de salarios más altos.Y por jo cualificado. El resultado es que, de forma algo paradójica, las
otro, en Estados Unidos, algunas industrias también desafiaban industrias de Estados Unidosy México experimentan un incre-
las predicciones del modelo: lasempresas estaban empezando mento de sunivel de cualificación: la demanda relativa de mano
a sustituir su mano deobra cualificada por otra no cualificada de obra cualificada aumenta enambos países, al igual que su pri-
—aumentando losestándares de lo que se consideraba alta cua- ma de cualificación. Rob Feenstray Gordon Hanson fueron los
lificación— cuando hubiesen debido estar haciendo justo lo con- primeros en plantear esta hipótesisy también en demostrar
su
trario si el comercio internacional había abaratado elcoste del exactitud al mostrar que lasevidencias empíricas recabadas en
trabajo poco cualificado en el exterior Todo ello es un buen las maquiladoras mexicanas (plantas de
manufactura que ope-
ejemplo de cómo loseconomistas pueden servirse de las conse- ran en las áreas de libre comercio del país) respaldaban el mo-
cuencias accidentales de un modelo para verificar,o en este caso delo.”°
para refutar, una explicación específica. La principal alternativaa la tesis de la globalización era el
Estos conflictivos hallazgos no descartaban necesariamente cambio tecnológico, pues en laépoca en cuestión se produjeron
elhecho de que laglobalización incentivase la desigualdad, sino rápidos avances en losámbitos de lainformación, las tecnologías
que sugerían que, si efectivamente ésta era la verdadera causa, de lacomunicacióny lainformática. Normalmente, seespera que
su forma de funcionar era distinta de la propuesta por elmodelo los grandes progresos tecnológicos que incrementan laproduc-
de dotación de factores. Muy pronto surgió otro modelo alter- tividad laboral acaben mejorando el nivel de vida de todos
los
nativo basado en la globalización que se centraba en la inver- implicados, pero también es posible que algunos se
beneficien
sión exteriory en la deslocalización. Las operaciones industriales más que otros. Las nuevas tecnologías requerían operadores eua-
lificados, por lo que la demanda de trabajadores con educación
JU. Esta es la consecuencia del teorema de Stolper-Sanluelson, una extensión del univercitariao superior se elevó mucho más rápidamente que
modelo de dotación de factores. Wolfgang Stolpery Paul A. Samuelson, «Protection and
Real Wages», Review ofEconomic :Studie 9, n°1 (1941): 58 -23.
112. Eli Berman, John Bound,y ZviGriliches, «Changes inthe Demand PorSkilled 113. Robert C. Eeenstray Gordon H. Hank p,«Foreign Direct
Investment and Rela-
Labor within US Manufacturing: Evidence from theAnnual Survey of Manufacturerss, time
ofEeonomics 109,n -°2 (1994): 36’f'-y91. (t997): 37Z-39+.
150 • Las leyes de la economía
Modelosy teorías- ism
la demanda de trabajadores con menos estudios, hecho que los gicos estaban detrás de estas tendencias, cacaso no era posible
economistas denominaron «cambio tecnológico sesgado por que el aumento de laglobalización fuese el verdadero estímulo
cualificación» (CTSC).H‘ de lasnuevas tecnologías introducidas desde ladécada de losse-
La hipótesis del CTSClograba explicar el aumento en lapri- tenta?;y por último, una parte significativa del aumento de la
ma de cualificación y,a diferencia del modelo de dotación de desigualdad se debía alcrecimiento desmesurado de losingresos
factores, también eracoherente con elaumento de lacualifica- en el nivel más elevado de la distribución salarial (concretamente,
ción en empresase industrias: los empresarios comenzarona el1 por ciento más alto), teniendo en cuenta, además, que una
contratara trabajadores más cualificados como respuestaa la parte importante de ese crecimiento procedíaa su vez del in-
automatizacióny al incremento en el uso de ordenadores.Y dado cremento de losingresos de capital (rendimientos de accionesy
que además estos cambios tecnológicos también se estaban bonos)y no de losingresos salariales.
produciendoa gran escala en el resto del mundo, esta teoría Todos estos problemas pusieron de manifiesto que el CTSC
también explicaba el aumento de ladesigualdad salarial en los tampoco bastaba para explicar lo que estaba ocurriendo con la
países en desarrollo. A finales de la década de losnoventa, loseco- desigualdad,y con ello comenzóa surgir un nuevo tipo de ex-
nomistas especializados en el comercioy en eltrabajo ya habían plicaciones multifunción basadas en elamplio espectro de polí-
alcanzado un consenso casi total en cuantoa que elCTSC erael ticasy de cambios de actitud que se habían producido desde la
principal culpable del aumento de laprima de cualificación,y década de lossetenta: la política macroeconómica seempezóa
en cuantoa que, aunque el comercio global también tenía parte preocupar más por laestabilidad de los preciosy menos porel
de culpa, esta en realidad no suponía más que el10-20 por cien- pleno empleo; lossindicatos vieron reducida su importancia, los
to del total. trabajadores perdieron poder de negociacióny se permitió que el
Sin embargo, lasdudas no tardaron en aparecer: la prima de salario mínimo serezagase con respectoa losprecios; las normas
cualificación se estabilizó durante esta década,a pesar de que el laborales que frenaban elaumento de ladispersión salarial —la
ritmo de introducción de nuevas tecnologías no decayó en nin- diferencia entre el empleado mejor pagadoy el peor pagado—
gún momento (ydurante la década de 2000 comenzóa crecer sedebilitaron;y la desregulacióny la gran expansión del sector
con fuerza); muchas de lasevoluciones salariales no podían ex- financiero posibilitaron la creación de fortunas personales que
plicarse únicamente por elCTSC, como elcrecimiento notable décadas antes hubiesen resultado inconcebibles."°
de la desigualdad también dentro de lamisma categoría de cua- En última instancia, quedó muy claro que ninguna teoría por
lificación, por ejemplo entre graduados universitarios; la mejora sí sola podía explicar totalmente la evolución de la desigualdad
de lascategorías laboralesy el incremento de la proporción de en Estados Unidos desde ladécada de lossetentay que tampoco
ocupaciones de alta cualificación se había venido desarrollando existía una forma aceptable de analizar las contribuciones relati-
almenos desde ladécada de loscincuenta sinllegar nuncaa pro- vas de las diferentes teorías. Algunas de ellas (o sus modelos) nos
vocar ese nivel de desigualdad; incluso si los cambios teenoló- proporcionaron una mejor comprensión de loscanalesa través
de los que podrían haber operado elcomercio, la tecnologíay
th. Frank Levyy Richard J. Murnane, «U.S. Earnings and Earnings Inequality:
A Review oùRecent Trends and Proposed Explanations», Courriel oJ€conomic f.itera- IU. Lawrence Mishel, John Schmitt,y Heidi Shierholz, «Assessing the Job Polari-
twe no (septiembre de 1992): 1383-81; John Boundy George Johnson, «Changes inthe zation Explanation of Growing wage Inequality», Economic Policy Institute, 11 de enero
Structure of Wages intheig80s: An Evaluation of Alternative Explanatfons» AmeNtan de 2013, http://www.epi.org/publication/wp295-assessing-job-polarization-exp1anation-
E:conomic Reuieie 88 (junio de J9P 2). 07*-392. wage-inequality.
i52- Las leyes de la economía Modelosy teorías- 153
otros factores, mientras que elfracaso de otras nos permitió des- mó, acabaría impidiendoa losacadémicos reconocer elpapel de
cartar mecanismos que en principio parecían igualmente plau- la contingenciay de la variedad de posibilidades que el mundo
sibles. No se llegóa una conclusión definitiva, pero se aprendió real les ofrece. Buena parte de lo que sucede actualmente en el
mucho porelcamino. mundo delateoría económica tiene un objetivo más modesto: la
búsqueda de lacomprensión de una sola causa cada vez. Cuando
laambición eclipsa los objetivos, los problemas no suelen tardar
En realidad, las teorías no son más que modelos en aparecer.
Como yahemos visto, las teorías económicas sono bien tan ge-
nerales que tienen muy poca conexión con elmundo real,o bien
tan específicas que en el mejor de loscasos tan sólo explican una
pequeña parte de la realidad. Hasta ahora he intentado ilustrar
este problema mediante teorías específicas, pero locierto es que
también es válido para otras áreas de la economía. La historia
no ha sido amable con losteóricos que han afirmado haber des-
cubierto lasleyes universales del capitalismo, pues,a diferencia
de la naturaleza, el capitalismo es humano y, por tanto, no in-
mutable.
Sin embargo,a juzgar por la frecuencia con la que se utiliza
el término teoría, las ciencias económicas están llenas de teorías:
hay una teoría de juegos, teoría de contratos, teoría de búsqueda
y emparejamiento, teoría del crecimiento, teoría monetaria, etc.
No te dejes engañar por talterminología: en realidad, todasy
cada una de estas teorías no son más que una particular colec-
ción de modelos aplicados juiciosamentey con eldebido cuidado
a un entorno concreto. Cada una de ellas hace lasveces más de
herramienta que de explicación universal de losfenómenos estu-
diados. Mientras no seespere nada más de ellas, pueden sermuy
útilesy relevantes.
Hace casi medio siglo, Albert Hirschman, una de lasmentes
más creativas que ha dado laeconomía, se quejó de la«obsesión
por teorizar» de los científicos sociales,y describió cómo labús-
queda de grandes paradigmas podía serun «obstáculoa lacom-
prensión».i* La necesidad de formular teorías universales, afir-
H6. Albert O. Hirsehman, «The Search for Paradigms asa Hindrance to Under-
standing», World Po/imcs 22, n-°3 (abril de 1970): 829-34c.
Cuando loseconomistas se equivocan
A menos que tehayas saltado los capítulos anteriores, el grado impositivo más elevado? cDebería incrementarse el salario míni-
de consenso obtenido por estas proposiciones debería ser moti- mo? úson relevantes laspatentesa lahora de estimular lainnova-
vo de sorpresa, pues ya hemos visto modelos que contradicen al ción? Con mucha frecuencia, en estosy muchos otros temas,
los
menos cuatro de lasocho: loscontroles de alquiler (límitesa los economistas tienen tendenciaa considerar las dos opciones: síy
precios fijados por los propietarios de lasviviendas alquiladas) no no. Parece ser que un día el presidente Harry S.Truman, sinduda
restringen la oferta de viviendas si los propietarios se comportan exasperado por loselusivosy contradictorios consejos que recibía
de forma monopolística, lasrestricciones al comercio no reducen de sus asesores, acabó solicitando los servicios de un «economista
necesariamente la eficiencia, los estímulos fiscales no funcionan manco»,y sedice que George Bernard Shawllegóa comentar con
siemprey lossalarios mínimos no tienen por qué elevar el desem- sorna que, «aunque todos loseconomistas del mundo sepusieran
pleo. En todos estos casos existen modelos de competencia im- en fila uno detrás de otro, no llegaríana una conclusión final». Es
perfecta, mercados imperfectoso información imperfecta en los posible que el consenso entre economistas sea más la excepción
que predomina el resultado contrario,y por extensión también en que la regla, pero precisamente por eso cuando sucede es preciso
el resto de las proposiciones de Mankiw. detenersey estudiar el porqué.
Lo que realmente nos enseña laeconomía esque una conclu- En ocasiones, el consenso es inocuo: efectivamente, los
in-
sióno su opuesta es correcta únicamente bajo unas determina- centivOS8Ori importantes. A veces puede circunscribirse adecua-
das condiciones explícitasy concretas —los supuestos críticos—, damente, sea en elámbito geográficoo en el histórico;lflO efec-
y pesea ello casi la totalidad de los economistas encuestados (en tivamente, el sistema económico soviético era tremendamente
torno al 90 por cientoo más) parecen estar dispuestosa acep- ineficiente. Otras veces, el consenso refleja una evaluación a
tarlavalidez general de un conjunto determinado de supuestos posteriori de un hecho, basándose en lasevidencias recabadas:
críticos. Es muy posible que se posicionen de talforma porque efectivamente, los estímulos fiscales de la administración Oba-
realmente creen que dichos supuestos son losmás comunes en el ma de2Oo9 lograron reducir eldesempleo. Sin embargo, cuando
mundo real,o tal vez porque piensan que, «en promedio», unos se crea un consenso en tornoa la aplicabilidad universal de
una
modelos funcionan mejor que otros; pero incluso si éste es el conclusión procedente de un modelo concreto, es muy probable
caso, en tanto que científicos, cno deberían adornar sus declara- que se acaben violando los supuestos críticos en los que se basa
ciones de respaldo con las debidas precauciones? cAcaso no de- como porejemplo lacompetenciao lainformación perfectas—,
bería preocuparles que adhesiones tan categóricas puedan llegar y es precisamente entonces cuando tenemos un serio problema.
a provocar confusión? Si los economistas confunden un modelo con elmodelo,
Estas preguntas nos introducen de lleno en una de las prin- pueden ocurrir dos tipos de diabluras. En primer lugar,. que se
cipales paradojas de la economía: la aparente coexistencia de
diversidady uniformidad. Por un lado, los economistas suelen
120. Roger Gordony Gordon B.Dah1 informan de laexistencia de un
trabajar con una plétora de modelos distintos que apuntan hacia «amplio con-
senso» entre un amplio espectro de economistas, procedentes de importantes
departa-
toda clase de direcciones. Por otro, cuando setrata de los pro- mentos 60adémicos, acerca de ciertas cuestiones específicas, como «las nuevas
políticas
blemas deldíaa día, casi todas las opiniones convergen en opi- de laFed implantadas en 2oI1 lograrás un incremento del crecimiento del PIB de
al
niones que no pueden justificarse por la falta de solidez de las menos elI por ciento en 2O12›. Además, apropiadamente, también informan
de que
existe un acuerdo más sólido cuando laliteratura académica relacionada
evidencias empíricas disponibles. con la cues-
tión es abundante. Gordony Dah1, «Views among Economista:
Voy a ser claro: los economistas siempre están debatiendo vi- Professional Consensus
gorosamente sobre todo tipo de temas. iCuál debería ser eltipo (2Ot3): 629-63s.
160- Las leyes de la economía
Cuando JoseconoWJstas se equivocan-
I6z
produzcan errores por omisión, en cuyo caso se genera un punto joven de cada cuatro se encuentra en situación de desempleo en
ciego que impide vislumbrar los problemas que acechan en el muchos países de la eurozona.
futuro; muchos economistas, por ejemplo, no fueron capaces de Es cierto que muchos economistas estaban preocupados por
percatarse de la peligrosa confluencia de circunstancias que aca- el estado de la economía estadounidense ya antes del
baron provocando lacrisis financiera de 2001-2008. Yen segun- comien-
zo de la crisis, pero lapreocupación se centraba más
do lugar, que los errores sean por acción, es decir, que la obsesión en la es-
Casa tasa de ahorro del paísy en el enorme déficit
por una visión determinada delmundo lesIlevea ser cómplices por cuenta
corriente, esto es, el exceso de importaciones sobre exportacio-
del uso de políticas cuyo fracaso se podría haber pronostieado nes. Cuando seconsideraban losposibles escenarios
con suficiente antelación. La defensa, por parte de loseconomis- de aterrizaje
forzoso en materia económica, elfoco estaba puesto en una posi-
tas, del llamado Consenso de Washingtony de laglobalización bledepreciación rápida del dólar estadounidense, lo que hubiese
financiera se encuentra en esta categoría. A continuación se ana- reavivado lainflacióny socavado laconfianza en laeconomía del
lizan ambos tipos de errores con mayor profundidad. país. Sin embargo, lacrisis golpeó inicialmente en un sector que
muy pocos esperaban: para sorpresa de muchos, lospuntos débi-
lesde laeconomía de EStados Unidos resultaron ser lavivienday
Errores por omisión: la crisis financiera elinflado sector financiero que la había sobrealimentado.
Un sector bancario en la sombra muy poco regulado había
Poco después delcomienzo de lacrisis financiera, el economista creado una auténtica sopa de letras de nuevos instrumentos fi-
y especialista en derecho Richard Posner, de la Universidad de nancieros. Se suponía que estos nuevos derivados aspiraban
Chicago, reprendió con severidada sus colegas economistas. Los á distribuir el riesgo hacia aquellos que estuviesen dispuestos
exponentes más destacados de la profesión, escribió, pensaron a
asumirlo, pero lo que acabaron consiguiend o fue la eliminación
que otra depresión era imposible, que lasburbujas sobre activos de ese riesgoy el uso excesivo del apalancamiento.
nunca habían ocurrido, que los bancos mundiales eran seguros Además, tam-
bién conectaron entre sí segmentos muy dispares de la
y sólidos,y que la deuda nacional de Estados Unidos no daba economía
con fórmulas que por entonces nadie comprendía realmente,
motivos para preocuparse. Y todas esas creencias resultaron que implicaban que lacaída de uno provocaría también el colap-
ser falsas. La burbuja inmobiliaria estalló en 2008, arrastrando
so delotro. Con algunas escasas aunque significativas excepcio-
consigo en su caídaa latotalidad de la industria financiera esta- nes, como ladelfuturo ganador delpremio Nobel Robert Shi]ler
dounidensey desencadenando un masivo rescate del gobierno y deleconomista de laUniversidad de Chicagoy futuro gober-
para estabilizar el sector. En poco tiempo, la crisis se extendió nador delBanco Central de la India Raghuram Rajan, la gran
por Europay elresto del mundo, provocando el peor decreci- mayoría de loseconomistas pasó por alto el verdadero alcance
miento económico desde la Gran Depresión. En Estados Uni- de losproblemas inmobiliariosy financieros. Desde hacía bas-
dos, el desempleo alcanzó el l0 por ciento en octubre de 20o9, tante tiempo, Shiller habíavenido advirtiendo de que losprecios
antes de caer hasta el 5,6 por ciento registrado en 2014. En el de losactivos eran excesivamente volátilesy de la posibilidad de
momento deescribir estas palabras,a finales de ese año, casi un laexistencia de una burbuja en losprecios de lasviviendas.1$° Ra-
jan, por su parte, había mostrado su inquietud por el posible lado los estudiantes de economía; lanecesidad de depósitos de segu-
negativo de la cacareada «innovación financiera»,y ya en 2005 ridad (junto con normativas) que previriiesen posibles pánicos
había advertido de que losbanqueros estaban asumiendo dema- bancarios ocupaba un lugar destacado en todos loslibros de tex-
siados riesgos, lo que le valió el reproche de Larry Summers, en- to sobre finanzas.
tonces rector de Harvard, quien letachó de «ludita».”* Uno de los patrones de comportamiento más claros en mo-
Es innegable que la mayoría de loseconomistas estuvieron mentos previosa la crisis fue la excesiva asunción de riesgos por
ciegos ante la inminente llegada de la crisis,y muchos interpre- parte de los directivos de instituciones financieras. El problema
taron esta ceguera como laprueba definitiva del colapso de los parecía ser que su retribución dependía de estos riesgos, pero
cimientos de la economíay de lanecesidad de reconsiderary re- que ese comportamiento no eracoherente con los intereses de
configurar la disciplina. Sin embargo, loque realmente hace que los accionistas de tales instituciones. Esta divergencia entre los
este episodio resulte particularmente curioso es que, de hecho, intereses de los directivosy los accionistas es la piedra angular
existía una gran abundancia de modelos que hubiesen permitido de losmodelos delagente-principal, que se centran en situacio-
explicar con cierta facilidad lo que había estado ocurriendo bajo nes en las que un «principal» (un regulador, un electoradoo un
el paraguas de laeconomía. conjunto de accionistas) intenta controlar el comportamiento
Las burbujas —incrementos continuados en elprecio de de- de un «agente» (una empresa regulada, un gobierno electoo un
terminados activos que no reflejan en absoluto su verdadero va- director ejecutivo) cuando el segundo tiene más información so-
lorsubyacente— no son ni mucho menos un fenómeno novedo- bre el entorno económico que el primero; lasdificultadese inefi-
so,pues su existencia se remonta cuando menos hastalamaníaca ciencias resultantes no deberían ser ninguna sorpresa para los
moda delostulipanes en la Holanda delsiglo xviro elcaso de economistas.Y otra distorsión provocada por losincentivos se
laSouth Sea Company decomienzos delsiglo xviiI. Estos episo- producía en lasagencias de calificación de crédito que evaluaban
dios han sido objeto de numerosos estudios que se han traducido las garantías hipotecarias, pues tales agencias eran contratadas
en múltiples modelos de diversos niveles de complejidad, entre y pagadas por lasmismas instituciones financieras que debían
ellos algunos basados en inversores perfectamente racionalesy evaluar; los incentivos para otorgar sus calificacionesa la medi-
con visión de futuro (las llamadas «burbujas racionales»). Ade- day beneficio de sus pagadores deberían haber resultado obvios
más, lacrisis financiera de 2008 mostró todas lascaracterísticas hasta para un estudiante de introduccióna la economía.
de un pánico bancario, lo que también es una de lascuestiones Las consecuencias económicas de losdesmoronamientos de
más estudiadas de la economía: losmodelos de pánico autocum- losprecios de activos también eran bien conocidas por losecono-
plido —fallos de coordinación en los que retiradas de fondos ra- mistas, en especial tras la oleada de crisis financieras experimen-
cionalesa nivel individual conducena lairracionalidad colectiva tadas por lospaíses en desarrollo desde comienzos de la década
en forma de reducción sistemática de liquidez—, así como las de losochenta,y nadie que hubiese estudiado estos episodios
condiciones que los propician, eran bien conocidos hasta por debería haber mostrado tanta despreocupaciónpor laescalada de
la deuda privada en elsector inmobiliarioy en el de la construc-
128. Raghurnm G. Rajan, «The Greenspan bra: Lessons for the future» (eo- ción en Estados Unidosy Europa. Y laforma en laque elsúbito
inentarios en un simposio patrocinado por el Federal Reserve Bank ofKansas City,
Jackson Hole, WY, 27 de agosto de 20os), hrtps://www.imf.org/external/np/speeches/
desapalancamiento reverberó por toda laeconomía, amplificado
2005/082705.htm; Charles Ferguson, «Larry Summers and theSubversion ot Eeo-
por los intentos simultáneos de losbancos, lasempresasy losho-
nomiess, Chronicle off-Iigher Education,3 de octubre de20Jo, http://chronicle.com/ gares para reducir sus deudasy sostener sus activos financieros,
también esuna secuela típica de dichas crisis.
Cuando loseconomistas se equivocan- 166
i64 Las leyes de la economía
Está claro que a los economistas no lesfaltaban modelos La existencia de la HME no implica que losobservadores hu-
bieran podido prever lacrisis financiera. De hecho, dado que una
para comprender lo que estaba ocurriendo. De hecho, cuando
de suspremisas es que loscambios en losprecios de los activos
comenzó lacrisis, los modelos que acabamos de verpodrían ha
son impredecibles, lo que sostiene es precisamente lo contrario:
berse usado para entender, por ejemplo, por qué la decisión de
China de acumular grandes cantidades de reservas extranjeras que la crisis no podía haberse pronosticado. En cualquier caso,
resulta difícil encajar este modelo con larealidad: un incremen-
acabaría provocando que un prestamista hipotecario de Cali-
to continuado de precios seguido de un fuerte colapso. Explicar
fornia asumiese excesivos riesgos. Todos lospasos intermedios
esta evolución sin tirar por la borda directamente la HME re-
la reducción de lostipos de interés provocada por elaumen-
quiere aceptar que el desplome financiero fue provocado por una
to en lademanda de dólares, los incentivos de las escasamente
descomunal serie de «malas noticias» sobre lasperspectivas fu-
supervisadas instituciones financieras para buscar activamen-
te instrumentos cada vez más arriesgados que les permitiesen turas de la economía, noticias que los mercados incorporarona
mantener susbeneficios, el incremento de lafragilidad finan- sus precios de manera instantánea. (Esto es más o menos loque
Fama argumentó en 2013 alrecibir el Nobel.)i°’ Tal conclusión
cieraa medida que seampliaban lascarteras de inversión con
préstamosa corto plazo, la incapacidad de los accionistas para revierte la línea de causalidad habitualmente aceptada, que sue-
controlar adecuadamentea losejecutivos de los bancos, labur- leirdel crae financieroa la gran recesión.
buja en losprecios inmobiliarios— podían ser perfectamente La excesiva confianza en la HME en detrimento de losmo-
explicados por los marcos teóricos existentes. Sin embargo, delos sobre burbujasy otras patologías de los mercados finan-
cieros reveló al mundo laexistencia de un conjunto más amplio
los economistas habían puesto demasiada feen determinados
modelosa expensas de otros,y ello resultó ser un enorme pro- de preferencias. La mayor parte de los economistas tenían una
blema. fe inquebrantable en lo que losmercados financieros podían lo-
Muchos delosmodelos favoritos se centraban en lahipóte- grar, hasta elpunto de que en lapráctica los mercados seacaba-
ron convirtiendo en el motor delprogreso social: no sólo eran
sis de los mercados eficientes (HME),"* formulada por Eugene
Fama, un profesor de finanzas de la Universidad de Chicago que, un intermediario eficiente entre ahorradorese inversores, sino
curiosamente, acabaría recibiendo el premio Nobel elmismo que también distribuían el riesgo hacia aquellos más capaces de
aito que Robert Shiller. En pocas palabras, esta hipótesis postu- asumirloy proporcionaban accesoa líneas de créditoa determi-
la que los precios de los mercados reflejan toda la información nados hogares previamente excluidos, como aquellos con medios
disponible para losparticipantes. Para un inversor individual, la económicos limitadoso sin historial crediticio. Además, gracias
HME plantea que, sin accesoa información privilegiada, los be- a la innovación financiera, los inversores podían obtener elmáxi-
neficios continuados son imposibles, mientras quea losbancos mo rendimiento asumiendo elmínimo riesgo posible.
centralesy reguladores financieros les advierte de que si inten- Por otra parte, los mercados comenzarona servistos como
tan modificar los mercados en un sentidoo en otro, puesto que entes no sólo intrínsecamente eficientesy estables, sino también
toda lainformación ya está contenida en losprecios, cualquier
126. Fama admite que no es capaz de explicar por qué las perspectivas económicas
intervención tiene más probabilidades de distorsionar el merca- habían de empeorar de manera tand -ástica, pero añade que no es ningún especialista
do que de corregirlo. en macroeconomía,y que en realidad esta rama de laeconomía nuncs ha sido especial-
mente buenaa lahora de predecir lallegada de recesiones. John Cassidy, «Interview with
124. Eugene F.Fama, «Efficient Capital Markets: A Review ofTheory and Empiri- Eugene Fama», de New Yorker, 13 de enero de ROJO, http://www.newyorker.com/news/
calLoch», Nownal ofFinancz 26,n -°2 (mayo de i91O): 383-417. john-cassidy/interview-with-eugene-fama.
t66- Las leyes de la economía
Cuando loseconomistas se equivocan- i62
capaces de autocontrolarse: por ejemplo, si los grandes bancosy esevidente que había serios problemas con losámbitos de lapsi-
especuladores hacían travesuras, los mercados losdescubrirían cologíay la sociología.
y los castigarían, los inversores que tomasen malas decisionesy
asumiesen riesgos excesivos serían expulsados,y aquellos que se
comportasen de manera responsable se beneficiarían de su pru- Errores por acción: el Consenso de Washington
dencia. El riten culpa entonado en 2008 porelexpresidente de
la Reserva Federal Alan Greenspan ante elcongreso de Estados En 1989, John Williamson convocó una conferencia en Washing-
Unidos dice mucho sobre lamentalidad predominante de enton- ton DC a la que asistieron los principales diseñadores de polí-
ces: «Aquellos de nosotros que confiamos en que elegoísmo de ticas económicas de América Latina. Williamson, economista
lasinstituciones de préstamo protegería el patrimonio de losac- británico miembro delentonces llamado Instituto de Economía
cionistas, entre los que me incluyo yo mismo, nos encontramos Internacional (actualmente Instituto Peterson), era un veterano
en un estado de total incredulidady estupefacción»,"6 confesó observador de laseconomías de lospaíses latinoamericanos,y ha-
contritoa los presentes. bía percibido una notable convergencia en lasideas de estos di-
El gobierno, por su parte, no era mucho más fiable, pues los señadoresa lahora de recomendár reformas para dichos países.
burócratasy los reguladores eran títeres de intereses especiales Lomas llamativo era que prácticamente latotalidad de esas ideas
o incompetentes,y en ocasiones ambas cosasa la vez, por lo que coincidían con las propugnadas por instituciones financieras in-
cuanto menos hicieran, mejor. Además, en cualquier caso, los ternacionales, como elBanco Mundialo el FMI, por numerosos
mercados financieros se habían vuelto tan sofisticados que todo comités de expertosy por diversos organismos económicos del
esfuerzo de regulación resultaba inútil, pues lasinstituciones fi- gobierno de Estados Unidos. Por su parte, no pocos economis-
nancieras iban siempre un paso por delante del gobiernoy siem- tas doctorados en universidades estadounidenses habían asumi-
pre encontraban alguna forma de eludir toda nueva normativa. La do posiciones importantes en losgobiernos latinoamericanos,y
mentalidad imperante había permitidoy legitimado laformación se afanaban por implementar rápidamente lasmismas políticas
de una gran olade desregulación financiera que preparó el cami- económicas. En eldiscurso que pronunció en dicha conferencia,
no para lallegada de la crisis, mentalidad que además compartían Williamson se refirióa esta agenda de reformas acuñando el tér-
algunos de los economistas más destacados del gobierno, como mino «Consenso de Washington›) s}
Larry Summerso el mencionado Alan Greenspan. El término caló hondo en lasociedad económicay con e1
En suma, loseconomistas (y aquellos que les hicieron caso) tiempo acabó adquiriendo vida propia. En última instancia,
sufrieron de un exceso de confianza en sus modelos preferidos pasóa ser sinónimo de una ambiciosa agenda que, en opinión
del momento (los mercados son eficientes, la autorregulación de sus críticos, aspirabaa convertira lospaíses en desarrollo en
funciona mejor que laregulación externay la intervención del ejemplos de libro de economías de libre mercado. Puede que
gobierno es ineficazy dañina), olvidándose totalmente del resto talacusación fuese algo exagerada, pero definÍa con
bastan-
de los modelos. Se hizo demasiado casoa Fama,y demasiado te precisión la tendencia general, pues talagenda reflejaba un
pocoa Shiller. Puede que laparte económica fuese correcta, pero claro deseo de liberara estas economías de lasrestricciones de
iz6. Edmund L.Andrews, «Greenspan Concedes Error on Regulation», The No J27. John Williamson, «A Sh Ort History of the Washington Consensus»
(artículo
£oi-/c Ities, 23 de octubre de 2008, http://www.nytimes.com/2008/10/24/business/ encargado por laFundación CIDOB para laconferencia «From theWashington
Consen-
economy/24panel.html?_r=O. sustowardsa New Global Governance», Barcelona, 24-25 de sentiemhre de 2on‹i
168- Las leyes de la economía Cuando loseconomistas se equivocan- ig9
la regulación de los gobiernos de sus países. Tanto losecono- amigotes del gobierno quea la competencia perfectay a la efi-
mistas empleados por dichos gobiernos como susasesores en ciencia. A medida que, debidoa la mala evolución de muchas
Washington estaban convencidos de que laintervención guber- economías sometidasa estas políticas, se fue comprendiendo
namental había constreñido el crecimiento económicoy había a importancia de lasinstituciones, comenzarona realizarse es-
sido laprincipal causante de lacrisis de la deuda deladécada de fuerzos para reformarlas en la dirección indicada. El problema
losochenta, por lo que el remedio se podía resumir en tres pa- eraque una cosa es recortar aranceleso eliminar límites de tipos
labras: «Estabilización, privatizacióny liberalización». El tema de interés dos medidas muy habituales—y otra muy distinta
esque,a posteriori, el propio Williamson se acabaría quejando implantar en muy poco tiempo aquellas instituciones públicas
en numerosas ocasiones de que su propia Iista de medidas se que las economías avanzadas han necesitado décadas,o incluso
limitabaa describir una modesta serie de reformas que estaban siglos, para adquirir. Por ello, una agenda de reformas que aspi-
muy lejos del llamado «fundamentalismo de mercado», expre- rea tener éxito debe trabajar con las instituciones ya existentes,
sión genérica empleada para describir la mentalidad que sos- no basarse en meras ilusiones.
tiene que los mercados son la solucióna todos los problemas Por otro lado, el Consenso de Washington selimitabaa ofre-
públicos. No obstante, el término «Consenso de Washington» cer una receta universal, dando porsentado que todos lospaíses
encajó muy bien con lamentalidad delmomento. Talvezinclu- en desarrollo eranprácticamente idénticos, que sufrían síndro-
so demasiado bien. mes muy similaresy que bastaba con aplicar en ellos una indi-
Los partidarios de este Consenso de Washington —en su ver- ferenciada lista de reformas. Por tanto, el contexto local recibió
sión originalo en la extendida— lo consideraban una correcta muy poca consideración, al igual que la necesidad de estable-
aplicación de las ciencias económicas. En su opinión, las polí- cer prioridades en función de la urgenciao la factibilidad de
ticas basadas en él reflejan las enseñanzas de la economía más las reformas. Cuando, uno detrás de otro, los países sometidos
sólida: los mercados libresy la competencia permiten ladistri- estas reformas se resistieron sistemáticamente a mostrar los
bución eficiente de los recursos, mientras que lasregulaciones de resultados esperados, el instinto de sus partidarios les condujo
losgobiernos, lasrestricciones al comercioy lapropiedad estatal a expandir la lista en lugar de ajustar las reformas ya imple-
sólo producen despilfarroy obstaculizan el crecimiento econó- mentadas. Así pues, el consenso inicial se vio suplementado
mico. Sin embargo, ésta es una visión extremadamente simplis- con una Iista creciente de medidas adicionales que abarcaban
ta de la economía, taly como dichos partidarios deberían haber los mercados laborales, los estándares financieros, las mejoras
reconocido. gubernamentales, la regulación de losbancos centrales,y así su-
Uno de los principales problemas es que el Consenso de cesivamente.'°^
Washington suele pasar por alto, cuando no ignorar directa- Los economistas creadores del Consenso de Washington
mente, los sólidos cimientos institucionales que debe tener olvidaron que en lapráctica estaban tratando con un mundo
una economía de mercado, sinlosque ninguna de lasreformas económico imperfecto. Taly como comentó en elcapítulo 2, en
orientadas hacia el mercado podría proporcionar de manera fia- aquellos entornos en los que losmercados tienen múltiples im-
ble los beneficios deseados. Por emplear elejemplo más sencillo, perfecciones, la intuición común sobre los efectos de las políti-
en ausencia de un Estado de derecho, de la obligatoriedad de
cumplimiento de loscontratosy de las adecuadas normativas 128. Deni ROdrik, «Goodbye Washington Consensos, Hello Washington
Confusion?
antimonopolio, es más que probable que la privatización acabe A Review ofthe World Bank's Economic Growth intheig90s: Learning froma
Decade of
llevando más a la creación de nichos monopolísticos-para los Re/ozm», Journalo/fi:corzomic ziteiatttFe 44, n-°4 (diciembre de 2oo6J:
9z3-987.
i70 Las leyes de la economía Cuando loseconomistas se equivocan• tú
i29. Dani Rodrih, «Getting Interventions Right: How South Korea and TaiWan
Institu- J80. Stanley Fischer; «Capital Account Liberalization and the Role ofthe IMF», 19de
Grew Rich», EcottOWic Policy i0, n° 20 (1995): ss-J07i Rodrik, ‹Second-Best
tions»,nrnerican Economic Reoieu 98,n°2 (mayo de 2008): 100-404. septiembre de ig97, https://www.imf.org/external/up/speeches/1997/09J997.htm91.
174 las leyes de la economía
Cuando loseconomistas se equivocan i7s
de dolorosas crisis financieras en Tailandia, Corea del Sur, In- Ilo losbeneficios de los mercados libresy sin trabas. Hoy en
día
donesia, México, Rusia, Argentina, Brasil, Turquíay muchos el nuevo mantra para loseconomistas especialistas en
desarro-
otros países, de tal forma que alFMI no lequedaría otra opción llo, expertos financierosy organismos internacionales es que no
que acabar reconociendo que latotal liberalización de los flujos existe un único paquete de políticas económicas aplicablea to-
de capital no era un objetivo factible ni deseable para todos los dos y cada uno de lospaíses,y que las reformas domésticas de-
países 181 ben confeccionarsea la medida de lascircunstancias concretas
Existía otro problema. Los defensores de la globalización fi- de cada país. Los modelos universales han sido sustituidos por la
nanciera utilizaron un modelo de crecimiento en el que la prin- selección de modelos.
cipal fuerza impulsora era laoferta de fondos de ahorroy de in-
versión,y según este modelo un mayor accesoa la financiación
extranjera estimularía la inversión doméstica, incrementando La psicologíay la sociología de las ciencias económicas
con ello las tasas de crecimiento económico. Sin embargo, con el
tiempo quedó claro que los países que abrieron sus fronteras al cTienen lasciencias económicas algún aspecto intrínseco que
capital extranjero no experimentaron crecimiento alguno ni en hace que sus profesionales se muestren más proclivesa come-
sus inversiones internas ni en su crecimiento económico. Esta terestos errores por omisióno por acción? Acaso tienen
los
ausencia de tendencias positivas en la inversióno el crecimiento antropólogos, psicólogos, sociólogosy demás científicos sociales
pusieron de manifiesto que los obstáculos económicos de estos un me)or registro de aciertos en sus disciplinas? No lo puedo
países se encontraban en otra parte: si las empresas no invertían asegurar, aunque talvezladiferencia radica en que los econo-
no era porque no tuviesen accesoa la financiación, sino porque mistas son los más visibles de todos; dado que muchos de ellos
(por lasrazones que fuesen) no preveían unos rendimientos SUfi- trabajan en la esfera públicay se suele requerir Sus servicios de
cientemente elevados; el mayor flujo de capital estimuló mucho asesoría en política, puede que suserrores, cuando seproducen,
más el consumo quelainversión,y además empeoró lascosas al sean más notorios que losde los demás. Nunca sesabea ciencia
apreciar las divisas locales, reduciendo aún más larentabilidad cierta, pero en vista de su importancia, merece lapena reflexio-
de las industrias comerciales. En este modelo alternativo, que nar sobre las razones que inducena loseconomistasa errar el
en teoría describía con mayor exactitud la realidad de muchas Camino.
economías de mercado emergentesy en desarrollo, el flujo libre Para empezar, es preciso reconocer que la mayor parte de la
del capital resultó ser un regalo envenenado. gente no suele tener acceso al espectro completo de puntos de vis-
La buena noticia es que la mayoría de loseconomistas acaba- tz existentes en el seno de la economía. La gran mayoría
de los
ron aprendiendo lalección ofrecida por esta experiencia. Tanto economistas se consideran científicose investigadores cuyo traba-
en elcaso del Consenso de Washington como en elde lagloba- jo es escribiry publicar artículosy ensayos académicos, no ponti-
lización financiera, actualmente existe un amplio acuerdo sobre ficar sobre acontecimiento s recienteso defender políticas concre-
que durante lasúltimas décadas seha perseguido con demasiado tas. Todos estos son la clase de profesionales de la economía que
celo un enfoque universal que promocionabaa bomboy plati- rara vez son abordados por periodistaso por miembros de algún
congreso,y probablemente saldrían corriendo si así pasase. En las
13a. «The Liberalization and Management of Capital Flows: An Institutional
poCas ocasiones en las que se avienena involucrarse en asuntos
View», Fondo Monetario Internacional, 14 de noviembre de 2012, http://www.imf.org/ públicos, suelen adornar sus declaraciones con tantos perosy si
external/up/pp/eng/20J2J11I412.pdf. acasos que pocas audiencias pueden entender su mensaje. En de-
Cuando loseconomistas se equivocan- 122
i76- Las leyes de la economía
Esta dinámica produce lo que yo llamo el síndrome de «los establecer vínculos entre sus modelosy el mundo real. Dado que
bárbaros son losotros». Los que lo padecen seautoconvencen de lamayor parte de ellos recibe una formación similary comparte
que aquellos que desean imponer restriccionesa los mercados un método analítico común, sesuelen comportar como un gre-
no son más que malvados lobbys organizados, compinches de los mio. Es posible que los modelos en sí mismos sean el producto
gobiernos en busca de comisioneso indeseables de índole simi- de un proceso de análisis, reflexióny observación, pero lavisión
lar, mientras que los que desean mercados más libres, incluso que tienen los profesionales sobre el mundo real se suele ela-
borar de forma mucho más heurística, normalmentea partir de
si están en un error, tienen buenas intenciones y, por tanto, son
mucho menos peligrosos. El apoyoa losprimeros sólo propor- conversaciones informalesy de intercambios entre ellos mis-
mos. Debidoa ello, es muy fácil que esta especie de cámara de
ciona más municióna losbárbaros, mientras que la defensa de
resonancia acabe provocando excesos de confianza, tanto en la
los segundos en el peor de loscasos no es más que un error sin
maliciay sin excesivas consecuencias. sabiduría recibida como en el modelo dominante delmomento,
Por tanto, si se ven forzadosa posicionarse en público, lama- y al mismo tiempo lamentalidad gremial aíslaa los componen-
yoría de los economistas suele optar por dar su votoa laalterna- tesde ladisciplinay los vuelve inmunesa lascríticas externas.
tivamás orientadaa favor de losmercados. Estatendenciapuede Puede que losmodelos tengan sus problemas, pero únicamente
verse reflejada en la lista de puntos con un significativo consenso losmiembros acreditados de la profesión tienen permiso para
decirlo. Las objeciones de los forasteros son menospreciadaso
entre los economistas, enumerada al comienzo de este eapítu-
13 En esa lista, tan sólo uno de los catorce puntos presenta ignoradas sencillamente porque se supone que en realidad no
a la comprenden el verdadero funcionamiento de losmodelos. Los
un sesgo claro progobierno, aquel que se muestra favorable i
aplicación de estímulos fiscales durante una recesión. ’^ Unos economistas valoran la inteligencia sobre el juicio, resultar inte-
pocos reflejan preferencias entre diferentes tipos de políticas: IOS resante por encima de estar en lo cierto, y, por tanto, sus modas
presupuestos deben cuadrarse por ciclos económicos en lugar de no siempre se corrigena sí mismas.
Estos problemas se ven agravados por el hecho de que en la
año a año, los pagos en efectivo son preferiblesa los pagos en
especie, como porejemplo losalimentos gratuitos,y el Estando práctica se acepta que los economistas no tengan en cuenta las
condiciones bajo lasque sus modelos resultan realmente útiles.
de bienestar debería ser sustituido por un «impuesto negativo
sobre los ingresos» (un sistema de imposición progresiva en el Si se les preguntaa bocajarro por lateoría, la mayoría puede re-
que las familias pobres reciben transferencias del gobierno).Y la citar de carretilla todos lossupuestos necesarios para obtener un
gran mayoría de lasrecomendaciones apuntan hacia una mayor resultado concreto; después de todo, ése es el objetivo último del
confianza en los mercadosy una menor intervención en estos diseño de modelos. Sin embargo, ante la pregunta de qué mo-
por parte de losgobiernos. delo es más relevante para Boliviao T landia,o cuál se adapta
Más allá de este sesgo general hacia losmercados, losecono- mejor al mercado de televisión por cableo al de naranjas, pro-
mistas también tienen en común queno siempre se les da bien bablemente se lasveany se lasdeseen para proporcionar una
respuesta coherente. Las normas generales de la profesión úni-
camente requieren que el diseñador de un modelo ofrezca unas
13a. Greg Mankiw, «News Flash: Economists Agree». explicaciones básicas sobre por qué su labor es relevante para el
I35. Según el estudio, el 90 por ciento de los economistas está de acuerdo con la mundo real,y se suele dejar al lectoro usuario del modelo las
siguiente premisa: «La OlitiC6 fiscal (por ejemplo, recortes fiscales y/o incrementos de
inferencias relativasa las circunstancias concretas por las que tal
gasto público) tiene un impacto estimulador significativo en economías que no alcancen
elpleno empleo».
modelo puede contribuira una mejor comprensión de lareali-
J8O - Las leyes de la economía
€'uando loseconomistas se equivocan-l BI
dad.’°" Este factor de improvisación incrementa lasprobabilida- producen (ono) losefectos deseados, experimentos que preten-
des de una mala práctica, ya que los modelos extraídos de su con- den mostrar de manera directa elfuncionamiento del mundo
texto original pueden llegara utilizarse en entornos totalmente real en un entorno determinado. Sin embargo, también en
estos
inapropiados para ellos. casos se resistena especificar las condiciones en las que sus ha-
Paradójicamente, en el extremo puramente empírico de las llazgos son aplicables —las características de la economíay laso-
ciencias económicas, como laeconomía deltrabajoy del desarro- ciedad en lasque mejor encajan—y aquellas en lasque no deben
llo, en el que casi todos los economistas trabajan directamente h acerlo, dando fácilmente laimpresión de que losresultados
son
con datosy evidencias extraídas del mundo real, los problemas generales, cuando, de hecho, son profundamente dependientes
pueden serincluso más severos. Esto ocurre porque,a menudo, el delcontexto.
modelo subyacente no se especifica desde el principio, pensando En resumidas cuentas, las prácticasy los sesgos profesiona-
que, dada lanaturaleza empírica del análisis, se aprende más de les de los economistas ofrecen abundantes motivos de queja. No
loque realmente sehace. De hecho, muchos investigadores empí- obstante, Zpuede decirse que estas deficiencias constituyen pro-
ricos están convencidos de que para realizar su trabajo no preci- blemas fundamentales que conviertena la totalidad de la disci-
san para nada eluso de modelos, pues después de todo selimitan plina en un enfoque de la realidad social intrínsecamente falli-
a preguntarse si algo funcionao no,o siA es la causa de B, pero do? Yo no lo creo.
locierto es que detrás de todas lasaseveraciones causales subyace
un modelo, de un tipou otro. Si, por ejemplo, un mayor nivel de
educación suele tener como resultado mayores ingresos, tse debe Podery responsabilidad
exclusivamentea la educación en sío tambiéna que eltiempo
invertido en esa mayor educación incentivaa trabajar más y más Para empezar, cpor qué loseconomistas pueden llegara detentar
duro, incrementando aún más lasganancias?i3' La concreción de tanto poder fuera del ámbito académico? Dado quelamayoría de
estos modelos contribuyea esclarecer la naturaleza de los descu- ellos se conforman con publicar artículos de investigacióny ensa-
brimientosy a destacar su carácter contingente. Una vez que se yosacadémicos dirigidosa sus colegasy no ansían dicho poder, en
establece el modelo, esmás fácil saber de qué aspectos dependen realidad no está muy claro que tal cosa sea una buena idea.
losresultados y, por tanto, evaluar la facilidad con la que dichos Las dos posibles fuentes de su supuesto poder son en cierta
resultados pueden extrapolarsea otros entornos. medida contradictorias: por un lado, su disciplina tiene preten-
Como yahemos visto, buena parte del trabajo aplicado ac- siones científicasy aporta información útil que se debe tener en
tual más interesante se desarrolla en forma de experimentos de cuenta en lascuestiones de políticas públicas;y por otro, sus mo-
campo aleatorios en los que el investigador intenta averiguar si delos ofrecen historias que se alojan con facilidad en el subcons-
determinadas intervenciones en materia de política económica ciente de la gente. Estas historias, muy similaresa las fábulas,a
menudo poseen moralejas que pueden formularse en términos
136. Taly como señala eleconomista Robert Sugden, de laUniversidad de East An- pegadizos (por ejemplo: «Los impuestos matan losincentivos»)
glia, «En economía fi...J parece existir la convención de que loseconomistas no necesitan y que están claramente en sintonía con las ideologías políticas.
ser explícitos sobre lo que sus modelos nos cuentan acerca del mundo real». Sugden,
Taly como expliqué en el capítulo I, la cienciay la narración
«Credible Worlds, Capacities and Mechanisms» (artículo no publicado, School of Eco- sue-
nomics, University of East Anglia, agosto de 2008), 18.
len ser bastantecomplementarias, y trabajando codo con codo
i87. Mark R. Rosenzweigy Kenneth I. Wolpin, «Natural “Natural Experiments’ permiten que lascreencias de los economistas consigan un tre-
in Economics», Journal ofEconomic Literatura 38, n°4 (diciembre de 2000): 827-874. mendo poder de atracción en el debate público.
J82 - Las leyes de la economía
conservador. Yo mismo me he despachadoa gusto en este libro micos de serdemasiado simples. Pues bien, esta objeción malin-
acerca de dos debilidades: lafalta de atención prestadaa la selec- terpreta la naturaleza del análisis, pues, de hecho, lasimplicidad
ción de modelosy laexcesiva predilección por algunos modelos es un requisito indispensable de la investigación científica. Cada
en detrimento de otros. Es preciso reconocer que, en numerosas explicación, hipótesisy relación causal es necesariamente una
ocasiones, los economistas son culpables de llevar al mundo por idealización que ignora voluntariamente loselementos secunda-
lasenda equivocada. rios para centrarse en la esencia. La palabra anó/tsis procede del
No obstante lo dicho, en este capítulo intentaré argumentar griego,y etimológicamente significa precisamente «descompo-
que en mi opinión buena parte de las críticas mi generales no ner cosas complejas en elementos más simples». Es el antónimo
son muy acertadas. Las ciencias económicas no son un conjunto de síntesis, que define el proceso contrario. Ni el análisis ni la
de conclusiones empaquetadasy precintadas, sino una colección de síntesis podrían existir sin estos componentes más simples.
modelos que admiten una amplia variedad de posibilidades. En Por supuesto, simple no significa necesariamente simplista.
palabras de tres economistas también bastante críticos con su En palabras generalmente atribuidasa Einstein: «Todo debería
propia disciplina, se tiendea «pasar por alto la gran diversidad hacerse tan simple como seaposible, pero no más». Cuando los
existente en la profesión, así como el gran número de ideas que se mecanismos causales poseen una fuerte relación entre síy no
están poniendoa prueba constantemente»,y a menudo seolvida pueden serestudiados por separado, es necesario que los mo-
que «se puede formar parte de la corriente dominante sintener delos incluyan tal interacción en sus premisas. Si, por ejemplo,
” I4O Es cierto que a los críticos
necesariamente ideas “ortodoxas una plaga que afectaa las plantaciones de cafetos provoca un
no les falta razón alafirmar que los economistas se suelen com- incremento de loscostes de recolección de semillasy perjudica
portar de tal forma que laimpresión general no es ésa precisa- a los acuerdos sobre precios de los principales exportadores de
mente, pues con frecuencia se les puede ver sermoneando sobre café, no se pueden analizar los dos efectos —la caída de la oferta
las soluciones universalesy elfundamentalismo del mercado. Sin y la disgregación de los cárteles comerciales— cada uno por se-
embargo, loscríticos también deben comprender que losecono- parado. Es cierto que estos modelos serán más complicados que
mistas que se comportan así no están siendo fielesa su propia otros, pero aun así seguirán estando muy lejos de representar la
disciplina,y que, por lo tanto, se merecen losreproches de sus realidad social con gran detalle. Si es esto lo que los partidarios
propios colegas tantoo más que los de los no economistas. Una de la complejidad tienen en mente, no cabe objeción alguna. Sin
vez reconocido este punto, muchas de las críticas mi frecuentes embargo, si las relaciones subyacentes son confusaso están poco
quedan invalidadaso al menos pierden parte de su fuerza. definidasy las explicaciones no se basan en estos elementos sim-
ples, la complejidad sólo puede conducira laincoherencia.
En cuantoa lacrítica, relacionada con lo anterior, de que los
Reconsiderar lascríticas habituales modelos económicos realizan supuestos poco realistas, hay que
reconocer que, en este caso, la economía es culpable del cargo
A lo largo de los capítulos precedentes se han ido viendo algunas imputado, pues muchos de lossupuestos utilizados —compe-
de lasprincipales críticas expresadas de muy diferentes formas, tencia perfecta, información perfecta, visión de futuro perfec-
y una de las más comunes eslaque acusaa los modelos econó- ta— son evidentemente falsos. No obstante, como ya expliqué
en el capítulo 1, los modelos con supuestos no realistas pueden
440. David Colander, Richard F. Holt,y J. Barkley Rosser, «The Changing
Face of resultar tan útiles como los experimentos de laboratorio desarro-
Mainstream Economics», Pntete o/r°/trica/ Economy 16, n-°4 (octubre de 2004): 187- llados bajo condiciones que se alejan considerablemente del
186 Las leyes de la economía
La economíay suscríticos- 182
mundo real, puesto que ambos nospermiten identificar la rela- de consumoy comportamientoy estigmatizan otras.Y a menudo
ción causa-efecto aislándola del resto de los factores. Ahorabien, estas prácticasy normas desempeñan el papel más determinante
los supuestos críticos —aquellos relacionados directamente con incluso cuando lasdecisiones que se deben tomar son de carác-
elresultado realo la cuestión formulada— requieren un cuidado ter económico, como elconsumoo el empleo. Según esta línea de
especial,y así, por ejemplo, no conviene intentar construir un pensamiento, la obsesión de los economistas con las decisiones
avión basándose en principios que se derivan de una aspiradora. tomadas individualmente por familiaso inversores pasa por alto
Veamos ahora losefectos de un impuesto sobre la venta de el hecho de que en lamayoría de loscasos las preferenciasy los
coches. El hecho de que losconsumidores consideren loscoches patrones de comportamiento están construidos «socialmente»,
pequeñosy losgrandes como equivalentes (en el sentido de que esto es, impuestos por laestructura de la sociedad.*'
pueden sersustituidos unos porotros) tiene gran interésa lahora En efecto, los modelos básicos más utilizados por los econo-
de observar un impuesto aplicadoa todos loscoches disponibles; mistas no tienen en cuenta lasraíces socialesy culturales de lars
en este caso, puede considerarse que todos ellos son sustitutos preferenciasy restricciones de la gente, pero no hay razón alguna
perfectos. Sin embargo, si el impuesto seaplica únicamentea los por laque estos modelos no piiedan ampliarse con cierta facili-
coches de gama alta, el supuesto de sustitución perfecta deja de dad para incorporar estas influenciasy modificar sus resultados.
ser inocuo, pues en este caso losefectos sobre larecaudación del De hecho, esto es precisamente lo que hace un programa de in-
gobiernoy sobre lasventas de coches dependerán de forma crí- vestigación económica activa, analizando lamanera en laque la
tica de lo que los economistas denominan «elasticidad cruzada interacción de individuos acaba modelando lasidentidades, nor-
de la demanda», esto es, la sensibilidad de la demanda de una mas y prácticas culturales.'*° Ahora bien,a menos que uno crea
categoría de productos alprecio de otra categoría. Cuanto mayor que loshumanos carecen por completo de voluntad propia, que
seadicha elasticidad (en términos absolutos), tanto mayor será su comportamiento viene determinado totalmente por fuerzas
el cambio de preferencias de los consumidores que pasarán de externas fuera de su control, cualquier explicación racional de
comprar coches grandesa comprar coches pequeños y, por tanto,
menores serán losingresos del gobierno. Así pues, los economis-
tas deben asegurarse de que sus recetas siguen siendo válidas 141. Para un buen panorama de lasdiferencias entre lasperspectivas de los econo-
incluso cuando sussupuestos se vuelven más realistas. mistasy los antropólogos, ver Pranab Bardhany Isha Ray, Methodological
Approaches
In EconOWJW andAnthropologtj, Q-Squared Working Paper i7, Centre for
Dado quelaunidad básica de análisis en los modelos econó- International
Studies-University of Toronto, Toronto, 2006.
micos suele ser el individuo, con frecuencia se critica tambiéna J42. Para muestras de este trabajo, ver Samuel Bowles, «Endogenous Preferentes:
loseconomistas por no tener en cuenta el papel de losdetermi- The Cultural Consequences ofMarkeis and Other Economic Institutions»,
Journal o/
nantes socialesy culturales del comportamiento individual. Los Economic Literatura 26 t 998). 75-JU; George A. Akerlofy Rachel E. Kranton Idem-
sociólogosy los antropólogos, por el contrario, en sus investiga- tim Economícs: Hoie On›identtties Sliape Our Work, Wag••, and Well-Beirtg, Prince-
ton University Press, Princeton, 2010; Alberto Alesinay George-Marios
ciones suelen buscar explicacionesa nivel comunitarioo social, Angeletos,
e Fajrness and Redistribution», Americctn Economic s••'•'• 95, n°4 (2005): 60-980;
en vez de individual. (La preferencia de los economistas por ob- 9
Alberto Alesina, EdWard Glaeser,y Bruce Sacerdote, «Why Doesn't the United
States
tener resultados agregadosa partir de decisiones individuales Havea European-Style Welfare State?» Br oolcings Tajoss on EconomicA cti»ii
x, n° 2
se conoce como «individualismo metodológico», método que (2001).' 187-254; RaqueJ Fernändez, «Culturel Change as Learning: The
Evolution of
Female Labor Force Participation overa Century», A me ricon Ecoso mie serinti os,
esbastante similar al empleo de «microfundamentos» en ma-
n -°1 (2O1£)' 972-BOOi Roland Bénabou, Davide Ticchi, and Andrea V‹ndigni, «Forbid-
croeconomía.) En opinión de estos críticos, son las prácticas cul- den Fruits: The Political Rconomy ofScience, Religion, and Growth»
(artículo no publi-
turalesy las normas sociales las que favorecen ciertas categorías cado, Princeton University, diciembre de 2013).
188- Las leyes de la economía
La economíay suscríticos
losfenómenos sociales debe sercapaz de conjugar estos fenó- concluyentesy lasteorías que no funcionan rara vez se rechazan
menos con lasacciones libremente escogidas por el individuo. de forma definitiva; la disciplina salta de un conjunto de modelos
Los modelos económicos basados en la consideración explícita preferidosa otro impulsada no tanto por la evidencia sino más
de las restricciones (materiales, sociales, contextuales) bajo las bien por lasmodal ylaideología. Dado quemuchos economistas
que se toman lasdecisiones están bien equipados para este tipo se presentana sí mismos como losmédicos del mundo social,
de análisis. A la hora de llevara cabo un buen análisis social, la esta crítica es sin duda merecida, aunque no hay que olvidar que
contraposición entre análisis individualy análisis social crea una las comparaciones con lasciencias naturales son engañosas. La
dicotomía bastante falsay muy poco útil. economía esuna ciencia social, lo que significa que la búsqueda
cTienen loseconomistas un sesgoa favor de las soluciones de teoríasy resultados aplicablesa nivel universal es bastante
basadas en el mercado? Nuevamente, hay que reconocer una inútil. En el mejor de loscasos, un modelo (oteoría) es sólo válido
más que probable culpabilidad. No obstante, taly como ya se en un determinado contexto, por lo que esperar una validacióno
ha comentado, en este caso elproblema radica más en la forma refutación general no tiene mucho sentido.
en laque loseconomistas se suelen presentar en público que en La economía avanza mediante laampliación de su colección
la disciplina en sí misma. Hoy día, las carreras de investigación de modelos potencialmente aplicables, colección en la que los
económica no seconstruyen demostrando elfuncionamiento de modelos más recientes pueden incorporar aquellos aspectos de
losmercados, sino generando interesantes contraejemplos de la larealidad social que fueron pasados por altoo ignorados por los
máxima delamano invisible de Adam Smith. Por ejemplo, pue- más antiguos; cuando un economista percibe una nueva pauta
de que tesorprendas bastante alsaber que uno de loseconomis- de comportamiento, su reacción suele ser intentar imaginar un
tasque defienden el libre mercado con más vehemencia, Jagdish modelo que loexplique. La economia avanza también graciasa
Bhagwati, debe su reputación académica aldiseño de una serie lacreación de métodos más completos para seleccionar aquellos
de modelos que demuestran que ellibre comercio puede empeo- modelos cuyo marco teórico se acerque más al mundo real. Tal
rarlasituación de un país.i*" La solución al sesgo no pasa por y como señalé en el capítulo 8, esta selección es más un arte que
reconfigurar la economía, sino por reflejar mejor ladiversidad de una ciencia,y es un arte que no recibe la atención que merece.
modelos que ya existen en el debate público. Sin embargo, laventaja de trabajar con modelos esque todos los
A continuación, tenemos lacrítica que sostiene que lavalidez elementos requeridos para su selección —los supuestos críticos,
de lasteorías de los economistas no puede serdemostradao refu- los canales de causalidad, las consecuencias directaso indirec-
tada adecuadamente, pues losanálisis empíricos nunca resultan tas— son transparentesy estána la vista, lo que permitea los
economistas comprobar lacorrespondencia entre el modeloy el
entorno, si bien no de maneraformaly conclusiva, al menos sí de
143. De cara alpúblico, Bhagwati ha sido un incansable partidario del libre mer-
cado desde ladécada de i98O, y, sin embargo, en sus primeros trabajos aeadémieos de- manera informaly sugestiva.
mostró que laseconomías nbiertas pueden perder parte de su crecimiento debidoa los Por último,a los economistas se lesacusa de equivocarse en
cambiosa nivel global de los precios asociadosa sus importacionesy exportaciones,y muchas de suspredicciones. «Dios creóa los analistas econó-
también analizó en profundidad la existencia de distorsiones en el mercadoy lasres- micos para que losastrólogos no quedasen tan mal», bromeó
puestas políticas necesarias, mostrando que ellaissez-]áiie no era la opción óptima en un
alrespecto Sohn Kenneth Galbraith (también economista). El
amp]io espectro de entornos. Jagdish Bhagwati, «Immiserizing Growth:A Geometrical
Note», Recrear ofEconoeiic S'tudies 25,n -°8 (junio de 1958): P01-205; Bhagwatiy V. K. ejemplo más claro de las últimas décadas es por supuesto la cri-
Ramaswami, «Domestic Distortions, Tarifas and the Theory ofOptimum Subsidy», Jour- sis financiera global de 2007-2008, que estalló en un momento
nal ofPolitical Economy 2J,n°1 (febrero de i963): 44-NO. en el que la gran mayoría de loseconomistas habían llevadoa
100 - Las leyes de la econorriía
La economíay os críticos i9i
pensar qiie la estabilidad macroeconómicay financiera habíalle- he comentado. En primer ]ugar, discutiré la acusación de que la
gado para no irse jamás. En el capítulo anterior ya comenté que economía está plagada de juicios de valor,y que buena parte de
esta percepción errónea no era sino otra consecuencia delconsa- lo que se pretende hacer pasar como análisis científico se limita,
bido punto ciego: confundir un modelo con ef modelo. Paradóji- de hecho,a ser la expresión de las preferencias al uso por una
camente, si los economistas sehubiesen tomado más en serio sus sociedad basada en el mercado. Y en segundo lugar, evaluaré la
propios modelos, se habrían mostrado menos seguros acerca de extendida opinión que sostiene que la economía desincentiva el
lasconsecuencias de lainnovacióny laglobalización financieras, pluralismoy se muestra hostil Ante nuevos enfoquese ideas.
y habrían estado más preparados para el latigazo financiero que
se acabó produciendo.
Sin embargo, ninguna ciencia social debería declarar ser capaz La cuestión de losvalores
de predecir el futuroy serjuzgada en función de su nivel de acier-
to. La dirección de lavida social no puede pronosticarse, pues de- La mayoría de losmodelos económicos asume quelosindividuos
pende de demasiados factores. Por utilizar el lenguaje económico, se comportan de manera egoísta, intentando maximizar suspro-
en laactualidad hay demasiados modelos sobre el futuro, ieso sin pias posibilidades de consumo (ytal vez también lasde sus hi-
contar losque aún no se han formulado! En el mejor de loscasos, jos), sin importarles lo que les ocurraa los demás. En muchos
lo más que podemos esperar de laeconomíay delresto de las cien- entornos, este supuesto es bastante realista, y, de hecho, el su-
cias sociales es la formulación de predicciones condicionales, esto puesto contrario de comportamiento totalmente desinteresado
es, la formulación de losresultados más probables producidos por no tiene mucho sentido. Por otra parte, en la mayor parte de los
cambios individuales, aplicados uno a uno mientras el resto de casos, la inclusión de cierto grado de altruismoy generosidad no
los factores se mantiene estable. Esto es lo que hacen losbuenos altera significativamente los resultados.
modelos: ofrecer una guía de las consecuencias de determinados Existen no pocas investigaciones que relajan bastante este ri-
cambiosa gran escalao de los posibles efectos cuando unas causas guroso supuestoe introducen un cierto grado de altruismoy de
determinadas superan ampliamentea otras. Por ejemplo, pode- otros comportamientos en favor de los demás. En determinados
mos estar razonablemente seguros de que una mala cosecha de entornos —por ejemplo, la caridado la votación en elecciones
semillas de cafeto provocará un incremento de losprecios del café, generales—, laconsideración de otras motivaciones distintas del
o de que, en condiciones económicas normales, una enorme in- puro interés propio resultan indispensables para poder com-
yección de dinero efectivo por parte de un banco central provoca- prender lo que está ocurriendo. Sin duda, en general se puede
rá un notable incremento de lainflación. En estos casos, suponer afirmar con cierta seguridad que el comportamiento egoísta es
que «todo lo demás permanece sincambios» es algo razonable, uno de los supuestos fundamentales de lasciencias económicas,
y las predicciones se asemejan mása predicciones condicionales. pero por otro lado también se supone que los modelos deben
El problema es que muy pocas veces, por no decir casi nunca, se describir lo que ocurre realmente, no lo que debería ocurrir. En
puede predecir cuál de todos los cambios posibles acabará pro- este tipo de análisis, no deberían existir juicios de valor de nin-
duciéndose, como tampoco podemos asegurar cuál será su peso guna clase.
relativo en el resultado final,y en estos casos la economía suele Es muy posible que lo que muchos consideran la cumbre
recomendar prudenciay contención en lugar de autoconfianza. absoluta de laeconomía, el teorema de lamano invisible, haya
Lo que resta de capítulo lo dedicaréa considerar la pertinen- hecho que, desde su formulación, la mayoría de loseconomis-
cia de otras dos importantes críticas que hasta el momento no tas se muestren algo más despreocupadosv permisivos hacia
i92- Las leyes de la economía La economíay suscríticos- t93
lasmuestras de egoísmo de lo que talvez sería aconsejable. firmar estas sospechas es que losestudiantes universitarios que
Después de todo, su premisa fundamental es que elegoísmo se gradúan en economía tiendena comportarse de manera más
individual puede serbeneficioso para la sociedad en su con- egoísta que los graduados en otras disciplinas, esto es, su com-
junto, de talforma que un conjunto de personas que velan ex- portamiento se ajusta más al descrito en algunos de losmodelos
clusivamente por su propio interés no tienen por qué acabar económicos más importantes, como el del dilema delprisionero.
provocando elcaos económicoy social. Desde elpunto de vista Muchos han interpretado este resultado como pruebafehaciente
de la sociedad, el antídotoa la búsqueda de ventajas materia- de que elestudio de lasciencias económicas incrementa elegoís-
les por unos es labúsqueda de ventajas materiales por otros; mo de los individuos.
la competencia librey sin trabas neutraliza las patologías que Sin embargo, el resultado puede sugerir una hipótesis al-
puedan producirse. ternativa,y es que determinados individuos son más proclives
Se puede establecer un paralelismo con eldiseño de lacons- a decantarse por el estudio de la economía. Una investigación
titución de Estados Unidos. James Madison, Alexander Hamil- empírica sobre estudiantes israelíes, por ejemplo, logró demos-
tony todos losdemás que seocuparon de laformulación delsis- trar que la diferencia de valores entre estudiantes de economíay
tema federal estadounidense daban porsentado que un sistema de otras materias ya existía antes de que ambos grupos iniciasen
político debía respondera los intereses de los diversos grupos sus respectivos estudios. En esta investigación se encontró que la
de presión organizados. Por tanto, diseñaron un sistema acorde propensióna donar fondos para losnecesitados por parte de los
con esta mentalidad, aunque, eso sí, con un sistema de controles estudiantes de economía ya eramás baja que la media antes de
y contrapesos: la multiplicidad de centros de podery lasrestric- comenzar su primer año de estudios universitarios,y tal propen-
ciones aplicadasa sus autoridades, junto con el tamaño de la sión no descendióa lo largo de su estancia en la universidad l4A
unión, evitarían que ninguna de laspartes se impusiera sobre Así pues, puede que laverdad seaque laeconomía atraea un tipo
lasdemás. No obstante, sería injusto acusara losfederalistas de de estudiante algo diferentea los demás, uno que en promedio
ser los culpables de la entronización del egoísmo en lapolítica esdesde el principio más egoísta que el resto,y no que se vuelva
de Estados Unidos, pues ellos pensaban honestamente que se más egoísta debidoa sus estudios concretos.
limitabana lidiar con las consecuencias de un sentimiento ya Dado que elegoísmo ocupa un lugar predominante en los
existente. Y, de manera similar, los economistas cuyos modelos modelos económicos, loseconomistas suelen exhibir cierto sesgo
están poblados por consumidores egoístas en realidad no están en favor de aplicar las solucionesa los problemas públicos basa-
adoptando una posición moral, sino que en su opinión se están li- das en incentivos. Consideremos, por ejemplo, eI cambio climá-
mitandoa describir lo que ocurre cuando tales consumidores ticoy la cuestión de cómo enfrentarsea las emisiones de dióxi-
interaccionan con las igualmente egoístas empresas presentes do de carbono. La opinión pública varía notablemente de una
en elmercado. sociedada otra, pero loseconomistas se muestran virtualmente
Dicho esto, cse puede afirmar con rotundidad que elhecho unánimes alrecomendar medidas como laaplicación de un im-
de que elegoísmo desempeñe un papel fundamental en losmo- puestoa laemisión de CO„ o laimplementación de una cuota de
delos económicos produce un sesgo en el comportamiento gene-
ral en esa dirección? Es legítimo preguntarse si dichos modelos
144. Neil Gandal eia/., «Personal Value Priorities of Economists», Human Rela-
«normalizan» talcomportamiento (en el sentido de que lo con-
tions 58, n° 10 (octubre de 200s): i2z7-J252; Bruno S.Freyy Stephan Meier, «Selfish
vierten en la norma), desplazando otros comportamientos más and Indoctrinated Economists?», European Jouiul ofLau: and Eeonomic 19 (2005):
orientadosa la sociedad. Un hecho estadístico que parece con- 16s-i71.
igo Las leyes de la economía La economíay suscríticos- i95
bos casos, el objetivo es encarecer lasemisiones y, por tanto, ha- centivos fomenta valores corrosivos al tiempo que socava losob-
cer menos rentable para lasempresas elempleo de técnicas que jetivos sociales.
las produzcan. Según loseconomistas, esta política es la correcta Un economista podría responder que es preciso tratar de-
porque actúa sobre el margen relevante: las empresas no suelen terminados objetivos como elcontrol de las emisiones no como
tener en cuenta losefectos medioambientales en sus decisiones, cuestiones morales, sino como cuestiones de efectividad: la ex-
por lo que la respuesta adecuada esforzarlasa «internalizar» los hortación moral está muy bien, pero lo que realmente funciona
costes externos, obligándolasa pagar por emitir. son losincentivos.Y si se ven más presionados, probablemente
Este remedio sienta biena muchos no economistas, ya que apelarán al empirismo, diciendo: «Muy bien, podemos mostrar
parece convertir una responsabilidad moral —«no arruinarás cientos de estudios que demuestran que lasempresas reducen el
el medio ambiente»— en un mero cálculo coste-beneficio. Más uso de petróleo cuando aumenta suprecio; cdónde está la prue-
aún, algunos afirman incluso que un impuestoo una cuota de ba de que la exhortación moral consigue reducir las emisiones
emisiones no hace más que legitimar la contaminación, pues el contaminantes?».
mensaje que reciben las empresase industrias es que pueden Instintivamente, los economistas dan el mundo porsentado,
seguir emitiendo CO y contribuyendo al cambio Climático sin junto con todo lo que viene con él, como elegoísmo humano,y
problemas siempre que paguen una tarifa pói ello. Durante los diseñan solucionesa partir de las restricciones percibidas, argu-
últimos años, el filósofo político de Harvard Michael Sandel ha mentando, no sinrazón, que su comportamiento no tiene nada
criticado enérgicamente lo que él considera como dañinos efec- que vercon susvaloreso su ética, sino con su orientación empí-
tos de la economía sobre la cultura ciudadana. He aquí su opi- rica. Si bien esta mentalidad hace que en ocasiones sean dema-
nión acerca de los incentivos materiales: siado rápidosa la hora de desdeñar lassoluciones no basadas en
incentivos, también loshace más receptivos si hay pruebas que
El simple hecho de poner precioa lascosas buenas de lavida puede indican que sus oponentes tienen al menos parte de razón.
llegara corromperlas,y esto se debea que losmercados no sólo dis- En elcapítulo2 mencioné de pasada un experimento empíri-
tribuyen productos, sino que también expresany promueven deter- co cuyos inesperados resultados causaron bastante incredulidad
minadas actitudes relativasa los productos intereambiados. Pagar entre los economistas. Con el fin de reducir la impuntualidad,
a losniños por leer libros puede lograr que empiecena leer más, una guardería israelí decidió empezara imponer sanciones eco-
pero también puede indticirlesa considerar la lectura mi CO£nO nómicasa lospadres que llegasen tardea recogera sus hijos.
una tarea que como una fuente intrínseca de satisfacción. Con- Esta política se ajustabaa lo que sin duda muchos economistas
tratara mercenarios extranjeros para luchar en nuestras guerras
hubiesen recomendado: si se desea desincentivar un comporta-
puede salvar las vidas de nuestros ciudadanos, pero también puede
miento, lo que hay que hacer es elevar el coste de tener talcom-
alterar irrevocablemente el significado de ciudadanía.”’
portamiento. Sin embargo, para sorpresa de casi todos, lo que
ocurrió es que desde el comienzo de lassanciones la impuntua-
J4íí. Estas dos políticas son totalmente equivalentes en un mundo perfectamente lidad se incrementó. Según parece, la imposición de un precio
informado, pero producen -esultados distintos en entornos de incertidumbre. indujoa lospadresa considerar que, puesto que pagaban, tenían
146. Michael J. Sandel, «What Isn't fpr Sale?»,A tlontic, abril de 2012, http:// más derechoa llegar tarde, por lo que la obligación moral que
www.theat1antic.com/magazine/archive/2012/04/what-isnt-forsa1e/308902. Ver tam-
bién Sandel, V7liat Money Can't Buy: The Merci Limita ofMarkets (Nueva York: Farrar,
hasta ese momento había controlado su comportamiento se re-
Straus and Giroux, 2012)
lajó notablemente. O, por emplear términos económicos, el coste
La economíay suscríticos- 197
196- las leyes de la economía
moral de laimpuntualidad seredujo hasta casi desaparecer. Taly tel por 9o dólares la noche en laprisión federal de Santa Ana,
como señala eleconomista Sam Bowles, éste es un claro ejemplo California; el número personal de teléfono móvil de un médico
por 1.BOO dólares; madres de alquiler en la India por 8.000 dó-
de cómo, en ocasiones, los incentivos materiales pueden llegar
a desplazar el comportamiento basado en la moralo en otros lares;y el derechoa cazar un rinoceronte negro en peligro de
extinción por 250.000 dólares.i" En opinión de Sandel, estosy
La lección para loseconomistas es que algunas veces es ne- otros ejemplos ilustran el creciente papel de losvalores de mer-
cesario utilizar un paradigma delcomportamiento humano (o cado en nuestra vida social.
deloscostesy beneficios) más amplioy rico que el que suele aCuáles son estos valores del mercado? En realidad, todos
utilizar en los modelos más simples. En no pocas ocasiones los sepueden resumir en uno solo: eficiencia. Todo cuanto un eco-
economistas se muestran dispuestosa pensar en dichos térmi- nomista puede afirmar sobre un mercado —uno quefunciona
nosy a llevara cabo lasmodiúcaciones requeridas, siempre que correctamente, sin imperfecciones frecuentes— es que ofrece
existan pruebas que sugieran que el modelo inicial no funciona, una distribución eficiente de los recursos en un sentido muy
como claramente ocurrió en el caso expuesto. Aun así, lo más concretoy preciso,a saber, que no existe ningún método que
probable es que continúen pensando en términos de relevanciay permita enriquecera algunas personas sinempobrecera otras.
eficacia más que en términos morales. Por ejemplo, ées aplicable La mentalidad imperante es que todo economista que se base
la lección de la guardería israelí al caso del control de emisiones? en laequidad, lajusticiao la moral de losmercados económi-
úEs realista suponer que lasindustrias energéticas funcionan en cos, en lugar de en la eficiencia, sencillamente no estáhaciendo
un universo moral relativo al imperativo del cambio climátiCo bien su trabajo.
que se verá significativamente alterado con la imposición de una Por supuesto, la conexión entre mercadoy eficiencia no im-
tarifaa la emisión de CO óAcaso lascampaíias de educación pide que algunos economistas asocien determinados valores
pública, una mayor concienciacióno laexhortación moral tienen adicionalesa los mercados. Por ejemplo, los valores libertarios
un mayor impacto en dichas emisiones? En opinión de los eco- de un economista, esto es, la convicción de que la libertad de
nomistas, éstas son cuestiones empíricasy no morales. comerciar con todo aquel que uno desee no debería ser coarta-
cQué haydelaacusación de Sandel de que losmercados en- da, pueden impulsarlea defender lalibre empresa. Sin embargo,
gendran «valores de mercado» que nos obligana intercambiar estas creencias tienen su origen fuera del ámbito económico, por
cosas en mercados que no deberían ni existir? «Vivimos en una lo que el hecho de que un economista las defienda no les conce-
época —escribe Sandel— enlaque prácticamente todo puede ser de más credibilidad que si lo hiciese un arquitectoo un médico.
vendidoo comprado. Todo está en venta.» He aquí algunos de Por otro lado, tal conexión no excluye la afirmación, basada en
los ejemplos citados por él al respecto, además delrelativoa las evidencias específicas, de que en determinados casos una menor
tarifas de emisión de CO,: el libre acceso de loscoches ocupados intervención en los mercados puede obtener beneficios que van
sólo por el conductora los carriles reservadosa los coches con más allá de la eficiencia. Por ejemplo,a menudo loseconomistas
varios pasajeros por8 dólares en Minneapolisy otras ciudades; argumentan que laeliminación de los subsidios al combustible
la posibilidad de tener una celda con las comodidades de un ho- en lospaíses en desarrollo incrementaría la equidad conjunta-
mente con laeficiencia. La razón es que los subsidios no sólo
inducena consumir más combustible del necesario (lo que es la
Stttdie8 29,
J*7. Uri Gneezyy Aldo Rustichini, «A Fine lsa Price», Journal ofLegal
(enero de 2000): i-fy; Samuel Bowles, «Machiavelli's Mistake: Why Good Laws and
n°l
No Substitute tor Good Citizens» (manuscrito no publicado, 2014). 148. Sandel, «What tsn't for Sale?».
i98- Las leyes de la economía La economíay suscríticos ’T99
fuente de su ineficiencia), sino que en general benefician princi- ciones de lasceldas ofrezca laconclusión opuesta. En ninguno de
palmentea losadinerados (pues son losprincipales usuarios del lOsdos casos sería justificable que los economistas abogasen por
combustible subsidiado). No obstante, tales argumentos deben la opción del mercado como solución general,o al menos no sin
demostrarse empíricamente caso por caso. antes tener en cuenta lasmúltiples consideraciones que van más
cEs la eficiencia algo positivo? En sí misma, sí, lo es. Se puede allá de la eficiencia.
afirmar sin dudarlo que la eficiencia es una consideración —un Para serjustos con Sandel, su argumento no es una simple
valor— que merece tenerse en cuentaa lahora de comparar esta- falacia. Es cierto que los profesionales de la economía pueden
dos sociales alternativos. Sin embargo, no eslaúnica, ni mucho serdescuidadosy realizar afirmaciones que exceden lorealmen-
menos, pues, por ejemplo, la equidad podría considerarse otro te permitido por su calidad de economistas. ‹iRecuerdas la lista
valor competidor, aligual que el valor moral intrínseco de otros del capítulo anterior sobre aquelles màximas en lasque lagran
comportamientos socialmente responsables. En algunas ocasio- mayoría de loseconomistas se muestran de acuerdo? Pues bien,
nes, estas consideraciones nos impulsan en lamisma dirección muchas de ellas incluyenjuicios de valor implícitos. Cuando, por
que la eficiencia y, por tanto, refuerzan la causa de losmercados, ejemplo, loseconomistas afirman que no se debería restringir el
pero en otras existen tensionesy costes de oportunidad que hay comercio exterior, que no se debería prohibir la deslocalización
que considerar. En última instancia, lo que se vendeo sedeja de hacia otros paísesy que deberían eliminarse los subsidiosa la
vender en losmercados esuna cuestión que se decide evaluando agricultura, lo que están haciendo es aplicar juicios de valora
los costesy los beneficios desde distintos ángulos: es probable temas que en realidad no se pueden evaluar exclusivamente
que diversas comunidades lleguena conclusiones diferentes,e en función de su eficiencia, sino que también hay que tener en
incluso la misma comunidad puede cambiar de parecer con el cuenta aspectos relativosa lajusticia, la ética, la equidady ladis-
tiempo. Una vez más, loseconomistas no son especialmente ex- tribución: úEs justo promover el libre comercio si los principales
pertos en este tipo de análisis coste-beneficioy en el mejor de los beneficiarios son los individuos ricosy los perdedores son lostra-
casos únicamente pueden aportar información útil. bajadores más pobres de la sociedad? úEs justo obtener benefi-
Por ejemplo, los economistas pueden contribuir al debate cios de la deslocalización de una empresa hacia países pobres en
suscitado por la posibilidad de que los conductores solitarios losque lostrabajadores cuentan con pocos derechos fundamen-
paguen por el uso de los carriles supuestamente colectivos, por talesy unas condiciones laborables penosas? El 90 por ciento
medio de estimaciones fundamentadas de aspectos como eltipo de los economistas que se mostraron de acuerdo con estas cues-
de conductor que es más probable que se avengaa pagar lata- tiones implícitaso bien no se percataron de sus implicaciones
rifa, el beneficio obtenido por losque lapagan (principalmente, o bien lassubsumieron en lasconsideraciones de eficiencia. En
llegar antesa destino), los ingresos paralasautoridades encarga- cualquier caso, existe un problema: incluso dando por supuesto
das de lospeajesy sus posibles usos,y la incidencia distributiva que lasconsecuencias de la eficiencia pueden predecirse de ma-
de los potenciales costes de congestión en los carriles colectivos nera inmediatay universa]y que las dificultades planteadas en e1
(cquién los asumey en qué medida?). La evidencia empírica capítulo anterior puedan serminimizadas, que ya es suponer, no
existente sobre estas cuestiones puede hacer cambiar de opinión cabe duda de que loseconomistas se extralimitan en estas áreas
a la mayoría de la gente que inicialmente se posicionó en con- concretas.
tra, pues puede mostrarle que, de hecho, esta opción puede ser Dado quesuformación no lesproporciona otra herramienta
incluso deseable. Por el contrario, es posible que el mismo tipo para evaluar situaciones sociales alternativas que el prisma de
de análisis realizado sobre, por ejemplo, la mejora de lascondi- laeficiencia distributiva, los economistas son bastante proclives
la economíay suscríticos- zoJ
200 - Las leyes de la economía
Este informe incluía un prefacio escrito por Andrew Haldane, un Simon Wren-Lewis: «Una delas consecuencias más tristes de los
alto funcionario del Banco de Inglaterra,y recibió las alabanzas métodos habituales de enseñanza es que losestudiantes apenas
de muchos otros economistas. En él se criticaba con dureza el llegana conocer una pequeña parte de todos losaspectos inte-
método estándar de enseñanza de la economía, tachándolo de resantes que existen ben su disciplinas».l*° óQuién puede culpar
demasiado estrecho de miras, yse solicitaba un mayor pluralismo realmentea losestudiantes por defender su derechoa exigir la
y la inclusión de otras perspectivas éticas, históricasy políticas. presencia de perspectivas alternativas?
El monopolio delparadigma económico establecido, clamaban Yo mismo me he desmarcadoa menudo delas opiniones ge-
losestudiantes, impedía «un pensamiento crítico significativo», neralmente aceptadas entre loseconomistas, por ahora sindaño
y, por lo tanto, era dañino para las ciencias económicas según sus aparentea mi carrera (ial menos esocreo!). Puede que para los
propios términos."' no economistas no sea suficientemente radical, pero entre mis
éCómo deben interpretarse estas quejas en vista de la patente colegas se me considera bastante poco ortodoxo. Por ejemplo,
multiplicidad de modelos existentes en el seno de la economía? un compañero de Harvard me solía saludar preguntándome
El problema al que parecen enfrentarse los estudiantes, al me- «cCómo valarevolución?» cada vez que me veía. Sin embargo,a
nos desde su punto de vista, es que la mayor parte de la materia pesar de que en muchos de misartículos ofrezco unas conclusio-
impartida en loscursos de introduccióna la economía es poco nes de política económica que difieren de las ideas académicas
menos que un panegírico dedicadoa los mercados. Estos cur- dominantes, nunca me he sentido discriminado entre mis cole-
sos introductorios no dan una idea muy exacta de la verdadera gas de profesión,y nunca he tenido la impresión de que, por su
diversidad de conclusiones económicas,y es poco probable que contenido, mis trabajos académicos hayan sido objeto de un jui-
los estudiantes lleguena comprender esta diversidada menos cio más duro de lonormal por parte de mis editoreso de otros
que continúen matriculándose en otros cursos de economía investigadores.
avanzados. A los profesores de economía seles suele acusar de Dicho esto, el pluralismo de las conclusiones es una cosa,
ser estrechos de mirasy de estar ideologizados,y es verdad que, pero el pluralismo de los métodos es otra muy distinta. En ge-
por la forma que tienen de comunicar su disciplinaa sus alum- neral, ninguna disciplina académica suele mostrarse excesiva-
nos, ellos son su propio peor enemigo. En lugar de proporcionar mente permisiva con los enfoques que se desvían mucho de las
un panorama más completo de lapanoplia de perspectivas que prácticas dominantes,y laeconomía en concreto es bastante im-
ofrece la profesión, en la mayoría de loscasos se centran en unos placable con aquellos que se saltan la forma de trabajo estándar
pocos modelos básicos que hacen hincapié en un paquete están- de ladisciplina. Todo aquel que aspirea ser llamado economista
dar de conclusiones.Y este método de enseñanza se utiliza es- debe formular modelos clarosy aplicar las técnicas estadísticas
pecialmente en loscursos de introduccióna la economía, en los apropiadas. Es cierto que los modelos pueden incorporar una
que losprofesores suelen estar ansiosos por mostrar el funciona- amplia variedad de supuestos, pues sinun poco de flexibilidad
miento de losmercados. En palabras del economista de Oxford en este campo resultaría imposible Ilegara conclusiones origi-
naleso novedosas. No obstante, no todos lossupuestos son igual
151. Economics, Education and Unleat^›!ng. "°^° *!"" duc"t'on "! t'e "!"' de aceptables, lo que en economía significa que cuanto más se
siinj of Manchester, Post-Crash Economías Society (PCES), abril de 2014, http:/JwWw.
post-crasheconomics.com/down1oad/778r. Simon Wren-Lewis, economista de Oxford,
ofrece su opinión sobre los posibles aciertosy desaciertos de los estudiantes en ‹When 152. Simon Wren-Lewis, «When Economics Students Rebel», Mainly lacy-o blog),
24 de abril de 2014, http://mainlymacro.b1ogspot.co.uk-2014-04-when=economocs=
Economics Students Rebel», Mainl Mocro (blog), 2+ de abril de P014, http://mainly
macro.blogsoot.co.uk/20IA/o4/ when-economies-students-rebe1.html. students=rebel.html.
La eeonorriíay sus críticos 205
204.Laleyesdelaeconomia
desvíe uno de los supuestos fundamentales más aceptados, tanto profesión.i** En mi propia experiencia, he visto como lasciencias
mayor será la exigenciaa la hora de justificar la motivación de económicas han cambiado drásticamente en el escaso plazo de
tres décadas.
tales desviaciones.
Consideremos, por ejemplo, losámbitos en losque me centré
Para ser considerado un miembro de lacomunidad econo-
en laescuela de posgradoa mediados de ladécada de losochenta.
mista, alguien cuyo trabajo debe tomarse en serio, es necesario
Los tres temas sobre losque redacté los mencionados exámenes
funcionar conformea estas reglas,y el hecho de que mis trabajos
eran desarrollo económico, economía internacionaly organiza-
hayan sido aceptados entre mis colegas se debea que he acatado
ción industrial. Pues bien, desde entonces hasta la actualidad,
tales reglas. Sin embargo, he de aclarar que si las he acabado no
ha sido porque ello me permita exhibir mis credenciales, sino los tres han sufrido una drástica transformación, especialmente
en un punto: todos ellos se han convertido en cuestiones empí-
porque realmente me resultan útiles. Las reglas me han ayuda-
ricas, en vez de teóricas como solían ser. Cuando me encontraba
doa disciplinar mi trabajo de investigacióny a tener claro de
qué estoy hablando en todo momento, pero nunca han sido tan trabajando en mi tesis doctoral, los mejoresy más brillantes in-
restrictivas CONFIO para impedirme perseguir intereseso seguir vestigadores en estos campos secentraban exclusivamente en la
teoría aplicada, ideando modelos matemáticos que intentaban
caminos analíticos que acaban proporcionando conclusiones he-
arrojar luz sobre alguna faceta particular de la economía, mien-
terodoxas.Así pues, la economía deja poco espacio para elplu-
tras que la evidencia empírica se empleaba únicamente para fun-
ralismo metodológico, pero bastante más para ladiversidad de
conclusiones políticas. damentar losmodelos,y en ocasiones para apuntalar sus resulta-
dos. Era muy poco habitual dedicar lamayor parte del trabajo al
La mayoría de loseconomistas afirmarían sin dudarlo que
esto es algo bueno, ya que ofrece protección contra el pensa- análisis empírico,y sólo los estudiantes menos dotados, aquellos
que carecían de ideas brillantesy habilidades teóricas, intenta-
miento poco científicoy los datos empíricos mediocres. Sin
ban ponera prueba empíricamente talo cual modelo.
duda, unos métodos son mejores que otros: los marcos teóricos
Hoy en día, por el contrario, es prácticamente imposible
formales que identifican los vínculos causa-efecto de manera ex-
plícita son mucho más útiles que las exposiciones verbales que poder publicar cualquier trabajo en alguna de lasrevistas cien-
tíficas más importantes dedicadasa dos de estos campos —de-
dejan las interacciones abiertasa diversos tipos de interpreta-
ción; los modelos que explican los fenómenos sociales mediante sarrolloy economía internacional— si no se incluye un análisis
empírico serio, y, aunque no tanto como losotros dos, el ámbito
el análisis del comportamiento de losactores que les dan forma
de laorganización industrial también seha vuelto significativa-
—taly como hacen loseconomistas alreferirsea la competencia
mente más empírico. Además, lo que se considera un análisis
delmercado, losfallos de coordinacióno los dilemas del prisio-
empírico aceptable también ha cambiado para siempre, pues ac-
nero— sonmás útiles que aquellos que atribuyen voluntad pro-
piaa los movimientos sociales sin forma definida;y los análisis tualmente losestándares de la profesión requieren prestar una
empíricos que prestan atencióna las cuestiones de causalidady
de «sesgo de variable omitida» son más útiles que los que no lo 153. Incluso las representaciones relativamente sofisticadas de la profesión econó-
mica procedentes del exterior de la disciplina suelen exagerar su rigidezy subestimas
hacen. sus posibilidades de cambio con eltiempo. A modo deejemplo, ver Marion Fourcade,
En opinión de algunos, estas restricciones representan preci- Etienne Ollion,y Yann Algan, l'hc Superioritg ofEconomists, MaxPo Discussion Paper
samente el tipo de camisa de fuerza metodológica que impide la 1+/3, Max Planck Sciences Po Center sobre lainestabilidad de lassociedades mercantiles,
entrada de nuevas ideas en la disciplina, pero en realidad resulta París, 2014. Este trabajo enfatiza la homogeneidad de ladisciplina, aunque también cita
muy fácil exagerar la rigidez de las reglas con las que funciona la muchos de loscambios que han tenido lugar en elley que yo cito más adelante.
206 ' Las leyes de la economía La economíay suscríticos ho7
atención mucho mayora lacalidad de los datos recabados,a las nicas, los economistas pueden realizar predicciones específicas
inferencias causales extraídas de dichos datosy a una gran va- sobre las preferencias de los consumidores, el ahorro de losho-
riedad de trampas estadísticas. En términos generales, este giro gares, las inversiones de las empresas, labúsqueda de puestos de
hacia lo empírico ha sido positivo para laprofesión. En el campo trabajo de los desempleados, etc., asÍ como estudiar las formas
de laeconomía internacional, por ejemplo, el trabajo empírico en lasque estas acciones dependen de laspartiCularidades de
ha generado notables hallazgos relacionados con la importancia cada entorno.
de las diferencias de calidady de productividad entre las empre- Este postulado siempre ha tenido sus crYtícos entre losprofe-
sasparticipantes en el comercio internacional, lo quea su vez ha sionales de la economía, como Herbert Simon, que propuso una
propiciado laaparición de una ampliavariedad de nuevos mode- forma de racionalidad limitada (o «aCOtada»),y Richard Nelson,
lossobre este tema.Y en el campo delaeconomía deldesarrollo, que sugirió que las empresas funcionasen mediante eI método de
nuevos datos empíricos han conducidoa laprogresiva aparición pruebay error en lugar de por el método de optimización; sin ol-
de innovaciones en políticas sobre sanidad, educacióny finanzas vidar al mismísimo Adam Smith, que posiblemente fue el primer
que pueden llegara mejorar la vida de cientos de millones de economista conductual.l" Sinembargo, no cabe duda de queha
personas. sido el trabajo del psicólogo Daniel Kahnemany suscoautores el
Otra forma de comprobar lagran transformación que se ha que ha tenido un mayor impacto en laeconomía convencional 156
producido en ladisciplina es observando las nuevas áreas de in- y así fue reconocido en 2002 conlaentrega delpremio Nobel de
vestigación que han florecidoa lo largo de las últimas décadas. Economíaa Kahneman, laprimera ocasión en la historia en la
Tres de ellas son particularmente dignas de atención: la econo- que este premio seconcedíaa un no economista.' 56
mía del comportamiento, las pruebas controladas aleatorizadas Los experimentos de Kahnemany suscolegas lograron cata-
(llamadas RCT, por sussiglas en inglés)y las instituciones. Lo logar una larga lista de regularidades conductuales que transgre-
más sorprendente es que estas tres áreas han recibido gran in- dían el postulado de laracionalidad establecido por la economía:
fluencia,e incluso estímulo, de campos científicos externosa la la gente tiendea valorar más un objeto cuando debe renunciar
economía,a saber, la psicología, la medicinay lahistoria, respec- a él que cuando lo adquiere (aversióna las pérdidas),a genera-
tivamente. Este gran crecimiento refuta la afirmación de que la lizar en excesoa partir de un número reducido de datos (exceso
economía es aislacionistay se empeña en ignorar las aportacio- de confianza),a desestimar la evidencia empírica que contra-
nes de otras disciplinas relacionadas con ella. dice sus creencias (sesgo de confirmación) ,a cedera tentacio-
En cierto modo, el ascenso de la economía del comporta- nesa Corto plazo aun siendo conscientes de que son perjudicia-
miento indica el enorme alejamiento que se está produciendo les (escasoautocontrol), a valorar la equidady la reciprocidad
respecto de la economía tradicional, ya que debilita el supuesto
más fundamental, casi diría canónico, de los modelos económi-
l5á. Herbert A. Simon, «A Behavioral Model ofRational Choiee», Quartei'lç your.
cos: que los individuos son totalmente racionales. El postulado itol ofEconomics 69 (febrero de l9ñ5) 99-H8i Richard R. Nelsony Sidney G. Winter,
An
de racionalidad no sólo parece sensato en multitud de entornos, Ee0ln.tiozaiy Z'úeoiy ofEcon mÍz Change, Belkriap Press of Harvard University
Press,
sino que permite el diseño de modelos de comportamiento basa- Cambridge (EE. UU.), ig8z.
dos en lastécnicas de optimización matemática estándar, en las US. Daniel Kahneman, Paul Slovie,y Amos Tversky, Judgement
••der Unce› t‹iin-
que los individuos maximizan (ominimizan, según el caso) fun- ty. lleuristies and Biases, Cambridge University Press, Cambridge, i98z.
156. Unos años después, en 2oO9, serompió lanorma porsegunda
ciones de utilidad objetivasy bien definidas, teniendo en cuenta vezalconceder-
sí El premioa lapolitóloga Ellnor Ostrom, por su trabajo sobre institucionesy gestión de
restricciones presupuestariaso de otro tipo. Mediante estas téc- recursos compartidos.
La economíay suscríticos- 209
208 Las leyes de la economía
(egoísmo limitado), etc. Estos tipos de comportamiento tienen veces permite que los investigadores, pongamos porcaso, puedan
importantes consecuencias en muchas áreas de la economía. establecer con precisión hasta qué punto lossubsidios concedidos
Por ejemplo, la hipótesis de los mercados eficientes aplicadaa para lacompra de mosquiteras tratadas con insecticida contribu-
las finanzas (ver capítulo 5) se basa en el supuesto de que las yena laerradicación de la malaria; desgraciadamente, hay muchos
expectativas de los inversores son imparciales. Cuando loseco- otros factores que pueden cambiar durante la investigación, des-
nomistas empezarona introducir estos nuevos descubrimientos virtuando el efecto buscado. Por ello, los economistas comenzaron
en sus modelos fueron por fincapaces de entender lasanomalías a estudiar tales cuestiones utilizando la aleatorización. Siguiendo
de losmercados financieros que durante mucho tiempo habían con el ejemplo de las mosquiteras, éstas se empezarona distribuir
resultado inexplicables, como el caso de la aparente hipersensi- a muestras aleatorias de individuos (el grupo de tratamiento)y
bilidad de los precios de los activos ante los acontecimientos del aquellos que no recibían una constituían un grupo natural de con-
mundo real, que se logró explicar al demostrarse latendencia de trol;y así, la diferencia observada entre los resultados obtenidos
la gentea reaccionar exageradamente ante la información más en ambos grupos podía atribuirse al efecto de la intervención. Este
reciente 162 Estos puntos de vista de la psicología social se apli- enfoque era relativamente más simple que las complejas técnicas
caron posteriormentea muchos ámbitos que involucran latoma estadísticas empleadas hasta ese momento,y también conside-
dedecisiones, como el comportamiento en el ahorro, la elección de rablemente más efectivoa la hora de discernir entre los procedi-
seguro médicoy el uso de fertilizantes en las granjas con pocos mientos que funcionany los que no en un entorno determinado.
recursos 1ú8 Por ello, la economía delcomportamiento pasó casi Sin embargo, lageneralizacióna partir de unos pocos resultados
de la nochea lamañana deestar en la periferia de la economíaa era, como decostumbre, bastante más problemática, ya que reque-
convertirse en una de sus áreas más vigorosasy animadas, atra- ría su extrapolacióna entornos bastanteo muy diferentes.
yendoa losmejores talentos de la profesión. Los países pobres ofrecían unas condiciones particular-
Las RCT son una desviación de un tipo diferente, ya que repre- mente apropiadas para llevara cabo estos experimentos sobre
sentan un paso de gigante en dirección al empirismo. Su objetivo el terreno. Se creó un amplio debate sobre lostipos de recetas
es generar evidencias clarase inequívocas partiendo de cero. El que mejor funcionarían en estos entornos, en donde sepodían
trabajo empírico de las ciencias económicas siempre se ha tenido ponera prueba diferentes estrategias de intervención,y los be-
que enfrentara la gran dificultad de descubrir relaciones causa- neficios obtenidos, fruto de la identificación de las estrategias
les que no ofrezcan dudas.Y esto es así porque el mundo pocas más efectivas, fueron enormes, especialmente si se tienen en
cuenta losniveles de pobreza existentes en esos países. Hay que
señalar que algunos aspectos de las RCT siguen siendo bastante
152. Werner F.M. De Bondty Richard Thaler, «Does theStock Market Overreaet? », controvertidos, como demuestra el hecho de que muchos críti-
Jou‹n«l o/rinonce 40, n• (1s8s): 793-80s. cos hayan acusadoa suspartidarios de exagerar lo que se puede
i58. David Laibson, «Golden Eggs and Hyperbolic Discounting», Quarterly Jour-
aprender de estos experimentos de campo queestudian lanatu-
nal ofEconomics IU, n°2 (1997) ‹*o-i77; Brigitte C. Madriany Dennis F.Shea, «The
Power ofSuggestion: Inertia in 401(K) Participation and Savings Behavior», Quarterly raleza del sub desarrolloy las políticas económicas requeridas.""
7o«rnof o/Economics 116, n°A (2000): ii49-Ji87i Jeffrey Liebmany Richard Zeckliau-
zer, Simple Mwoans, ComplexInsurance, Subtle :Subcidies, NBERWorking Paper 14330,
National Bureau of Economic Research, Cambridge (EE. UU.), 2008; Esther Duflo, 159. Vey por ejemplo, Angus Deaton, «Instruments of Development: Randomi-
Michael Kremer,y Jonathan Robinson, judging Fotmer5 tOM3f: FertiIisei-.Theory and zation in the Tropics, and the Search forthe Elusive Keys to Economic Development»
Experimental EridenoefTom Korea, NBER Working Paper J513I, National Bureau of (Research Program inDevelopment Studies, Center forHealth and Wellbeing, Princeton
Economic Research, Cambridge (EE. UU.), 2009- University, enero de 2Oo9.
210- Lasleyes de la economía La economíay suscríticos- 211
Sinembargo, muy pocos se atrevena negar que esta nueva clase na parte de África, los colonos implantaron en su lugar institu-
de investigación supuso una revolución para laeconomíay que ciones que eran más apropiadas para laapropiación de los re-
ha enriquecido nuestra comprensión de muchos aspectos de las cursos naturales, lo que retrasó notablemente el desarrollo. Sin
sociedades en desarrollo. embargo, más que en el argumento en sí, el desorbitado éxito
Los experimentos de campo sonanálisis detallados que se del artículo radicó en el imaginativo enfoque empírico emplea-
centran en comunidades específicas,a menudo en una única do por losautores para demostrar sus afirmaciones: en pocas
población, mientras que eltrabajo sobre desarrollo institucio- palabras, lo que hicieron fue contrastar la información existente
nal emplea un enfoque mucho más macroy realiza un amplio sobre lastasas de mortalidad de losprimeros colonos occiden-
barrido histórico, centrándose en aquellas instituciones que han tales (como militaresy misioneros) con elfin de diferenciar las
hecho posible el capitalismo modernoy próspero: el Estado de distintas colonias en función de lahospitalidad mostrada por el
derecho, la obligación de cumplimiento de contratos, la protec- entorno ante la instauración de instituciones que protegiesen
ción de los derechos de propiedady lademocracia política. Este losderechos de propiedad."'
tipo de investigación se inspiró directamente en eltrabajo de El artículo tuvo sus críticos, pero logró poner en marcha
otras disciplinas: el desarrollo político comparadoy lahistoria, una oleada de nuevas investigaciones sobre política económica,
pero refinando sus aportacionese incluyéndolas en los mode- desarrollo institucionale historia económica comparada que re-
losque loseconomistas están acostumbradosa usar. Además, cordaba poderosamentea una época anterior de la investigación
se dedicó un enorme esfuerzoa validar estas ideasa través de en ciencias sociales en la que la economía aún no sehabía desga-
sofisticados análisis empíricos basados en técnicas estadísticas jado como disciplina independiente. tCuáles eran lascausas más
actualizadas. profundas deldesarrollo capitalista, más allá de factores económi-
El economista delMIT Daron Acemogluy elpolitólogo de coscomo el ahorroy laacumulación de capital? tPor qué Españay
Harvard James Robinson fueron loslíderes indiscutibles de esta Portugal se quedaron rezagados en su desarrollo después de haber
nueva clase de trabajo. Su primer gran proyecto de investiga- sido potencias mundiales durante la era de losdescubrimientos?
ción, que causó sensación, fue un artículo llamado «Los oríge- cCuáles son las consecuencias económicasa largo plazo de las
nes coloniales del desarrollo comparado», redactado en colabo- divisiones étnicaso de los atributos culturales? Estas preguntas
Sición con su colega del MIT SimonSohnson,i6° artículo que eran ya antiguas, aunque losmétodos empleados en labúsqueda
argumentaba que lospatrones institucionales impuestos por los de respuestas fuesen muy novedosos.'"° Además, eran «grandes»
colonos siglos atrás aún son perceptibles en la actualidad. En
ciertos casos, como losde Estados Unidos, Canadá, Australiay 161. Los autores sostenían que los primeros colonizadores tenían más probabilida-
des de establecer buenas instituciones en aquellos lugares en los que encontrasen me-
Nueva Zelanda, cuando susprimeros colonizadores se estable-
nores riesgos de mortalidad,y además lasenfermedades que resultaban mortales para
cieron en los nuevos territorios, crearon instituciones que pro- losoccidentales fueran diferentes que las que atectabana la población nativa. Estos su-
tegían los derechos de propiedady fomentaban elcrecimiento puestos lespermitieron utilizar las tasas de mortalidad de loscolonos como una fuente
y el desarrollo.Y cuando lascondiciones sanitarias locales no exógena de información sobre lacalidad de las instituciones, independiente de otros fac-
permitían laexistencia de grandes asentamientos, como enbue- tores en teoría determinantes, como laproximidada rutas comercinles, que podían haber
afectado aldesarrolloa largo plazo.
162. Una buena síntesis de este trabajo puede encontrarse en Daron Acemogluy Ja-
160. Daron Acemoglu, Simon Johnson,y James A. Robinson, «The Colonial Origins mes Robinson, by Wations F‹iil: The Otúgins ofPoieer, Prospcritp, and Ponente, Crown,
of Comparative Development: An Empirical Investigation»,American Economic Rerio NuevaYork, 2012. Versión castellana de Marta García Madera, Por quéfracosan lospaí-
gr,n-•5 diciembre de 2001): i369-*401. ses, Deusto, Barcelona, 2012.
212- Las leyes de la economía La economíay suscríticos- 2t3
preguntas que poníana prueba lacapacidad de laprofesión para bre regulaciones. Como escostumbre tras la proclamación anual
enfrentarse con éxitoa algunos de lostemas más significativos de de lospremiados, elganador se vioasediado por periodistas en
las ciencias sociales. busca de un breve resumen de lainvestigación que le había vali-
Puede que estas nuevas áreas de investigación no hayan apor- do el reconocimiento, pero en esta ocasión sus interlocutores se
tado resultados concluyentes, ni hayan cambiado para siempre vieron decepcionados: «Me temo que no puedo ofrecer un resu-
el rostro de la economía como ciencia, pero loque sí han hecho, men que quepa en un titular —replicó Tirole—. En realidad, mi
en mi opinión, ha sido incorporar conocimientos de otras dis- trabajo depende de cada sector específico. La forma de regular
ciplinasy reconducira la economía hacia nuevos caminos. En las tarjetas de créditoy débito no tiene nada que vercon lafor-
definitiva, han demostrado que laextendida imagen de que las ma de regular la propiedad intelectualo las vías férreas. Existen
ciencias económicas son una disciplina aislacionistay endogá- innumerables factores idiosincrásicosy eso es precisamente lo
mica, cerradaa las influencias externas, es más una caricatura que hace que su estudio sea tan interesante. Es un campo enor-
que un retrato real. memente rico. (...j No resulta nada fácil sintetizar en pocas pa-
labras mi contribución» I6B
Aquellos economistas que se mantienen fielesa su disciplina,
Ambicióny modestia como Tirole, necesariamente han de serhumildes, pues sl algo
les enseña la economía es que existen muy pocos temas en los
La mayor parte de lascríticas que ha recibido la disciplina eco- que puedan expresar una opinión categórica. Por ello, sus res-
nómica se refieren de un modo u otroa que la mayoría de los puestasa la mayoría de laspreguntas suelen ir en la línea de
economistas utilizan el modelo equivocado: deberían ser mar- «Depende», «No lo sé», «Concédanme algunos años (y fondos’
xistas, keynesianoso minskyanos (seguidores de Minsky) en vez para la investigación) para poder estudiar el problema», «Hay
de neoclásicos; conductistas en vez de racionalistas; estructura- tres posibilidades...»,o tal vez «Supongamos que tenemos z pro-
listas en vez de interaccionistas; teóricos de lo colectivo en vez ductosy n consumidores...». El problema parece ser que este
de individualistas metodológicos; partidarios de la demanda en Comportamiento losconvierte en blanco de la consabida crítica
vezdelaoferta. Sin embargo, locierto es que el simple cambioa de que son académicos encerrados en su famosa torre de mar-
otro marco teórico alternativo que en sí mismo también carece fil, dedicados exclusivamente aldiseño de modelos matemáticos
de universalidady que, al igual que el otro, captura únicamen- abstractosy sofisticadas estadísticas, que en realidad no contri-
teuna porción determinada de larealidad no puedey no debe buyen en absolutoa lacomprensión de lasociedady a lasolución
serla solución. Como yahe comentado en diversas ocasiones, de los problemas públicos.
estas perspectivas alternativas son muy fáciles de encajar en la Sin embargo, en tanto que ciencia de los costes de oportuni-
práctica estándar de diseño de modelos económicos,y todas las dad, la economía nos informa hábilmente de losdos lados de la
diferencias pueden resolverse simplemente considerando laeco- balanza: loscostesy los beneficios, lo conocidoy lodesconocido,
nomía como un gran conjunto de modelosy estableciendo un lo imposibley lo factible, lo posibley lo probable. Igual que la
sistema de navegación entre todos ellos. realidad social admite una ainplia variedad de posibilidades, los
Algunos de losprofesionales de la economía más célebresy
respetados de la actualidad son firmes partidarios de este enfo-
i63. Binyamin Appelbaum, «Q. and A. with Jean Tirole, Economics Nobel Win-
que. Un buen ejemplo es eleconomista francés 5ean Tirole, ga- ner», Nem York Times, I4 de octubre de 2oi4 (http:/Jwww.nytimes.com/2014/i0/is/
nador delpremio Nobel de Economía en 2014 por su trabajo so- upshot/q-and-a-with-jean-tirole-nobel-prize-winner.html*_r-o&abt=O002&abg=O).
214- Las leyes de la economía La economíay suscríticos- 215
modelos económicos admiten una amplia variedad de escena- gración,y pueden contribuir notablemente aldebate público en
rios. Dadas las circunstancias, los desacuerdos entre economis- todos estos ámbitos. Su contacto directo con diversos modelos
tasson muy naturales,y la humildad eslaactitud correcta para de sociedad que llevan incorporados comportamientosy resul-
superarlos. Sin duda, espreferible que elpúblico quede expuesto tados sociales muy variados, posiblemente, leshace estar más
a estos desacuerdose incertidumbresa arriesgarsea que tenga alerta ante lasposibilidades de progreso social que el resto de
una sensación falsa de confianza en lasrespuestas proporciona- los científicos sociales.'"° No obstante, es preciso que sean cons-
das por la economía. cientes de que cuando asumen este papel inevitablemente están
La humildad también hace que loseconomistas sean mejo- traspasando losbien definidos límites científicos de su discipli-
res miembros de laamplia comunidad académica de lasciencias na,y de que tienen que comunicar explícitamente que lo están
sociales. Cuando loseconomistas son sinceros sobre lo que real- haciendo, pues de otro modo searriesgana ser criticados por
mente sabeny comprenden, indirectamente están contribuyendo salirse del campo deacción de su profesióny por hacer pasar sus
a estrechar labrecha que les separa de otras tradiciones no positi- propios juicios de valor como ciencia.
vistas de las ciencias sociales,y además están abriendo lapuertaa En definitiva, puede afirmarse que las ciencias económicas
un diálogo más productivo con aquellos que examinan larealidad proporcionan buena parte de los puntos de apoyoy lasherra-
sociala través de prismas culturales, humanistas, construCtiViSt£tS mientas analíticas necesarias para afrontar los grandes proble-
o interpretativos. Una de las objeciones planteadas por losdefen- mas públicos de nuestro tiempo. cQué importa que no ofrezca
sores de estas perspectivas alternativas es que las ciencias econó- respuestas universalesy definitivas? Los resultados obtenidosa
miCas tienen un enfoque universalistay reduccionista,i“ pero si partir de la economía formal deben sercombinados con valores,
la multiplicidady la especificidad contextual de los modelos se juiciosy análisis de naturaleza ética, políticao práctica que, si
convierten en la cabezay el corazón de laeconomía, laobjeción es bien tienen poco que vercon ladisciplina económica, en verdad
menos seria de lo que parecíaa primera vista. Por ejemplo, ante tienen todo que ver con larealidad.
la pregunta «iQué pasa con lacultura?», la respuesta de un eco-
nomista no debería ser «La cultura es irrelevante», sino más bien
«Es verdad. Vamosa diseñar un modelo que latenga en cuenta»,
con el fin de especificar los supuestos, las cad'enas causalesy las
consecuencias observables. Ningún científico social,a poco que
seamínimamente sensato, debería dar la espaldaa una línea de
investigación como esta.
Los economistas aún pueden sermás ambiciosos como inte-
lectuales de lo públicoo reformadores sociales. Pueden posicio-
narse como partidarios de políticas concretase instituciones en 165. Éste es el «posibilismos defendido por el gran economistay científico social Al-
muchos frentes, como, por ejemplo, mejorar la distribución de bert Hirschman durante toda su carrera. Hirschman rechazó losenfoques deterministas
los recursos, desencadenar energías emprendedoras, fomentar empleados habitualmente en lasciencias sociales, que suelen considerar que losresulta-
dos están rígidamente determinados por loscondiciones «estructurales», argumentando
el crecimiento económicoe incrementar la equidady la inte- en su lugar que elpoder de lasideasy laspequeñas acciones es lo que realmente produce
efectos decisivos. Philipp H. Lepenies, «Possibilism: An Approach to Problem-Solving
i64. Ver, por ejemplo, los ensayos en Paul Rabinowy William M. Sullivan, eds., Derived from theLife and Work ofAlbert 0. Hirschman», Dmelopment and Cfio»ge 49,
/nteryt'etice SocialScience:A Second Look, University ot California Press, Berkeley, t987. n°3 mayo de2008): 487-459.
Epílogo