Final de Geografía Americana y Antártica.
Final de Geografía Americana y Antártica.
Final de Geografía Americana y Antártica.
Unidad 1:
La palabra América nació a principios del siglo XVI en honor a Américo Vespucio que fue un explorador y cartógrafo
italiano conocido por la identificación de América como un continente (cuando por aquella época, sus contemporáneos
como Cristóbal Colón, creían que el «Nuevo Mundo» era parte del continente asiático y no un continente en sí).
En honor a sus hallazgos, el cartógrafo alemán Martín Waldseemüller, en su planisferio Universalis Cosmographia,
bautizó la nueva placa continental como «América» siguiendo la tradición de feminizar los nombres de los continentes
(pensemos en el resto de continentes: Europa, Asia, África y Oceanía; todos son nombres femeninos).
Con el desarrollo de la imprenta, las obras de Waldseemüller se divulgaron rápidamente en Europa, a excepción de
España y Portugal que mantuvieron su denominación de Indias Occidentales por varios años. Otro término utilizado
(polémico porque toma el punto de vista de los conquistadores) es el de Nuevo Mundo, en contraste con el Viejo Mundo,
formado por las tierras europeas y sus alrededores ya conocidos por los europeos durante la Edad Media.
América está situada en su totalidad en el hemisferio occidental: se extiende entre los océanos Atlántico y pacífico,
bañado al norte por el Océano Glacial Ártico y al sur por el Pasaje de Drake, donde se tiene los Océanos Atlántico y
pacífico.
La parte norte se inclina hacia el oeste y está muy próximo a Asia, ya que el estrecho de Bering sólo mide 66
kilómetros: en cambio, la parte del sur se encuentra más aislada en medio de los océanos y separada de las tierras
más próximas, Australia y África, por miles de kilómetros.
Es un continente que tiene un gran desarrollo latitudinal, entre los puntos extremos norte-sur encontramos 15,500
km.
Cuenta con una gran variedad de climas, esto se ve reflejada las características que representan la flora y la fauna,
en la distribución de la población y las actividades económicas.
Presenta estaciones del año opuestas entre las tierras del norte y del sur del ecuador, esto permite una
complementariedad en el intercambio de productos.
Al norte de América encontramos el Cabo Morris Jesup (Groenlandia) a 83 grados 39 minutos a Latitud Norte.
Al sur encontramos la Isla Diego Ramírez (Chile) a 56 grados 27 minutos a Latitud Sur.
Al este encontramos el Cabo Noroeste (Groenlandia) a 10º 30 minutos a Longitud 0este.
Al oeste encontramos las Islas Attu (Archip Aleutianas, Alaska) a 172º 30 minutos a Longitud Este.
Los límites de América son:
el océano Glaciar Ártico al norte, el océano Atlántico al este, el océano Glaciar antártico al sur y el océano Pacífico al
oeste. En el océano Atlántico, y aproximadamente en la parte central del continente, se encuentran el mar Caribe y el
golfo de México.
Superficie:
Es la segunda masa de tierra más grande del planeta, con una superficie de 42 millones km2. Le corresponde el 28% del
total de las tierras emergidas y representa solo el 8% de la superficie del planeta.
América es un solo continente pero de todos modos es posible efectuar en él varias diferenciaciones mediante la
aplicación de distintos criterios.
Desde un punto de vista geográfico: América se divide en América del Norte, Central y del Sur. La división entre
América del Norte y Central coincide con el límite político entre México, Guatemala y Belice, mientras que el límite entre
Panamá y Colombia divide América Central de América del Sur.
También puede establecerse teniendo en cuenta un criterio geológico: De esta manera, el límite entre América del
Norte y Central se encuentra en el istmo de Tehuantepec, en México. En cambio, el límite entre América Central y del
Sur está representado por una línea que se apoya en dos ríos colombianos: el río Atrato, que desemboca en el mar
Caribe, y el río San Juan, que desemboca en el océano Pacífico. El arco de islas localizadas en el mar Caribe también
forma parte de América Central y constituye un área del continente con gran complejidad geológica.
Según las teorías de la deriva continental y de tectónica de placas, ambas masas de tierra habrían permanecido durante
millones de años separadas. Pangea se divide en Gondwana y Laurasia (masa de tierra del hemisferio norte surgida
hacia el final de la primera mitad paleozoico de la desintegración del supercontinente pangea, separándose de
Gondwana por la apertura del mar de Tetis hace entre 200 y 180 millones de años.), ambos subcontinentes habrían
viajado hasta sus actuales posiciones quedando unidos por un puente de tierra surgido entre ellos por acción de la
tectónica de placas, denominado Centroamérica.
La unión entre ambos subcontinentes, primero fue un arco insular y más tarde se convirtió en tierra continua o istmo (una
franja estrecha de tierra que une, a través del mar, dos áreas mayores de tierra, en general con orillas a ambos lados.).
El punto más delgado de esta unión lo constituye el istmo de Panamá, formado hace 3 millones de años. Otro arco
insular, denominado las Antillas, constituye una segunda conexión entre los subcontinentes.
Desde un punto de vista cultural, económico e histórico: se pueden diferenciar dos grandes unidades: América
Anglosajona en la parte septentrional y América Latina en la zona meridional. Esta división atiende sobre todo a
características culturales, que se ponen de manifiesto en nuestros días a través de desigualdades económicas y
sociales. Otros expertos consideran que América latina está formada por todos los países americanos en vías de
desarrollo, es decir, de la periferia del mundo industrializado, independientemente de su lengua y su cultura. El límite
entre estas dos Américas está ubicado en el río Grande, que constituye gran parte del límite internacional entre los
Estados Unidos y México. América anglosajona está integrada por Canadá y los Estados Unidos; el resto de América
forma parte de América latina.
División política
El continente americano está compuesto por 35 países, 15 dependencias y un estado libre y asociado con Estados
Unidos (Puerto Rico).
Países y capitales
Para comprender el relieve de América es conveniente visualizar a este extenso continente de este a oeste y describir
brevemente su geología:
Hacia el este se encuentran las formaciones geológicas más antiguas, hoy ya desgastadas por los factores erosivos.
A lo largo de todo el oeste americano encontramos una zona orogénica menos antigua, que surgió como producto del
choque de las placas continentales con la oceánica, mientras que la zona central tiene fundamentalmente un origen
sedimentario.
Casi todo el territorio americano se encuentra por encima del nivel del mar. La depresión más marcada se ubica en la
Patagonia argentina, es la Laguna del Carbón, que está a 105 metros bajo el nivel del mar.
Tanto en América del Norte como en América del Sur, el este corresponde a escudos originados hace muchísimo tiempo,
en la era precámbrica (comenzó cuando se formó la Tierra, y terminó hace 500 millones de años), estos son el Escudo
Canadiense y el Escudo Guayanés y el macizo de Brasilia, respectivamente. Estas son hoy moderadas o bajas
elevaciones discontinuas fruto de miles de años de erosión. Las rocas precámbricas son principalmente ígneas y
metamórficas
En forma paralela a la extensa costa del Océano Pacífico, en la región oeste domina un relieve montañoso de grandes
cordilleras jóvenes. Corresponden a esta orogenia el plegamiento del oeste, que incluye a las Montañas Rocosas de
América del Norte, la Sierra Madre (México y América Central) y la gran región de los Andes, en América del Sur.
La cordillera Americana es una extensa cadena montañosa que consiste en una casi continua secuencia de cordilleras y
sierras, a lo largo de todo el oeste del continente americano, llegando hasta la Antártida, Este sistema orogénico, es la
mitad oriental del Anillo del Fuego del océano Pacífico.
Conforma esto una gran extensión de formas abruptas con numerosos picos agudos, entre ellos los de elevaciones más
altas del continente (Aconcagua, 6960 metros; Tupungato, 6800 metros; Mc Kinley, 6200 metros). Solo en América
Central y por pocos cientos de kilómetros se pierde la continuidad del conjunto, que exhibe gran actividad sísmica y
volcánica en algunos tramos y está atravesado por estrechos valles.
Dentro de estos grandes conjuntos se diferencian localmente otros de menor extensión. Por ejemplo, las mesetas de
Columbia y del Colorado, en los Estados Unidos, o el Altiplano boliviano o Puna andina, en América del Sur.
Entre las grandes montañas del oeste y los relieves antiguos y erosionados del este, en el período Cuaternario de la era
Cenozoica, algunos ríos fueron formando grandes cuencas y, junto con la acción de los vientos, fueron rellenaron zonas
bajas, dando así origen a las actuales llanuras como la del río Orinoco, la Amazónica, la llanura Chaco-Pampeana en
América del Sur; o la del río Mississippi o la gran llanura Central en América del Norte.
La acción de diversos agentes, como los son los glaciares o los volcanes, por ejemplo, ha ido modificando muy
lentamente el relieve del continente.
Entre las antiguas cordilleras erosionadas del este hoy encontramos importantes macizos y conjuntos serranos. Cabe
mencionar entre ellos los montes Apalaches, al macizo de las Guayanas, a la sierra de Borborena (Brasil), a la meseta
Brasileña y al Mato Grosso.
Resumiendo, los relieves más representativos del continente americano son tres; de mayor a menor antigüedad:
Norte).
Aguas continentales
Los ríos tienen nacientes, generalmente en zonas elevadas de relieve, muchas veces montañosas, y una
desembocadura, que se produce en otro río o directamente en el mar u océano. El recorrido desde las nacientes hasta la
desembocadura es el curso, que se divide en superior, medio e inferior. El curso superior es el más cercano a las
nacientes y el inferior el más cercano a la desembocadura. A lo largo de su curso el río recibe muchos afluentes, es decir
otros ríos y arroyos que desembocan en él. A medida que recibe más afluentes el río va a aumentar su caudal, o sea la
cantidad de agua que corre por el río. La alimentación de los ríos puede ser el agua subterránea, las lluvias o el deshielo
de las nieves altas de las montañas.
Siempre el origen del agua que circula por un río es múltiple aunque predomine un tipo. Por ejemplo, los ríos que
atraviesan zonas de clima húmedo se alimentan fundamentalmente de las lluvias aunque tal vez sus nacientes estén
ubicadas en nevadas montañas que se deshielan en el verano. Esto puede marcar una importante diferencia en el
caudal. Por ejemplo, los meses con mayor caudal serán los del verano y otoño. Si además las lluvias no son regulares
durante los ríos presentarán un régimen irregular ya que hay importantes diferencias en el caudal.
La superficie de terreno ocupada por un río y sus afluentes se denomina cuenca hidrográfica.
La red hidrográfica americana presenta características comunes en todo el continente: ríos cortos y rápidos en la
vertiente del océano Pacífico, y ríos de gran longitud y caudal en la vertiente del océano Atlántico. Estos últimos ríos
constituyen los grandes cursos navegables del continente y representan una importantísima vía de comunicación interna.
Las principales redes fluviales corresponden a las cuencas del Amazonas, Orinoco y del Plata, que en conjunto
representan cerca del 70% del volumen de agua del continente.
El río Amazonas nace en los Andes peruanos, recorre casi 6000 km de llanura selvática recibiendo las aguas de
numerosos afluentes, hasta alcanzar el Océano Atlántico, donde desemboca en un enorme estuario.
El Orinoco nace en el macizo de Guayana y recorre los llanos venezolanos hasta su desembocadura, en forma de delta,
en el Atlántico. Los principales aprovechamientos del río Orinoco son la energía hidroeléctrica, obtenida de su afluente, el
río Caroní, en la enorme represa del Gurí, y el uso de las aguas para la práctica de agricultura tropical.
La cuenca del Plata se extiende por los territorios de Brasil, Argentina, Paraguay, Bolivia y Uruguay. Entre los ríos que
integran la cuenca se destacan, además del de la Plata, el Paraná, el Paraguay y el Uruguay. Estos ríos se aprovechan
tanto para la navegación como para la obtención de energía hidroeléctrica.
América desarrollada y subdesarrollada: indicadores socio-económicos.
Desde un punto de vista histórico, américa anglosajona fue colonizada principalmente por ingleses, en tanto América
latina lo fue por los españoles y los portugueses.
Los ingleses por un lado se desplazaron con sus familias y por ello no se mestizaron con los aborígenes y negras, en
cambio los españoles y portugueses venían solos y se mezclaron con las distintas etnias.
El sistema anglosajón de colonización era metódico y de poblamiento por frentes continuos, localizada en latitudes
medias, dividieron las tierras para cultivarlas, establecieron colonias agrícolas y construyeron puertos.
En cambio el sistema español era urbano y administrativo, el fin fuera posesión de puntos estratégicos con respecto
a la comunicación y las regiones de producción de oro y plata.
También existen desigualdades en la estructura y desarrollo económico. La revolución industrial repercutió más
rápido en América anglosajona, por disponer de ricos yacimientos de hierro y carbón, entre otras causas.
En la actualidad América anglosajona posee un alto desarrollo industrial y tecnológico y una económica dinámica
basada en la exportación de productos con un alto valor agregado, en cambio la economía de América latina está
organizada en torno a la producción y la exportación de materias primas, cuyos precios están cada vez más bajos en
el mercado internacional en relación con los productos industriales, esto generó que no haya un despliegue
económico y genero deudas externas que mantienen a muchos países en una dependencia financiera.-
Unidad 2
América Central abarca desde el istmo de Tehuantepec hasta el Río Atrato, en Colombia, mientras que las Antillas son el
conjunto de islas ubicadas en el Mar Caribe. Casi totalmente descansa en la placa del Caribe; excepto la península de
Yucatán, Guatemala, Cuba y las Islas Bahamas, sobre la placa Norteamericana; y las islas Barbados y de Trinidad y
Tobago, sobre la placa Sudamericana. Es una zona de gran inestabilidad geológica y frecuentemente ocurren fuertes
erupciones volcánicas y terremotos.
Eje volcánico de la costa del Pacífico: a lo largo de la costa oeste centroamericana hay volcanes de reciente
formación; se originaron a causa de la subducción de la placa de Cocos bajo la placa del Caribe. Destacan los volcanes
El Fuego (3.400 m) en Guatemala, el Irazú (3.432 m) en Costa Rica y Chiriquí (3.478 m) en Panamá.
Los cordones transversales centroamericanos: más de un 75 % del territorio de América Central está ocupado por
cordilleras y mesetas. Entre el sur de México y el norte de Costa Rica hay cordones montañosos con la dirección Este-
Oeste: la Sierra Madre de Chiapas, las Sierras de Guatemala y las Sierras de Honduras; corresponden a pliegues
formados por los desplazamientos de la placa del Caribe y la Norteamericana, que en esta zona convergen, se presionan
mutuamente y chocan contra la placa de Cocos que se mueve en dirección Este. Entre estos cordones transversales hay
ríos que arrastran materiales orgánicos y minerales, originando suelos de gran valor agrícola. Una depresión importante
es la de Managua, donde hay dos grandes lagos: el lago Nicaragua y el lago Managua.
- Las Antillas Menores comprenden las islas desde Barbuda a Granada, resultado del hundimiento del borde de la placa
Norteamericana bajo la placa del Caribe. El roce de ambas placas dio origen a los volcanes que crearon las Antillas
Menores
Las Antillas Continentales, como Barbados y Trinidad y Tobago, corresponden a antiguos depósitos de corales de la
placa Sudamericana, que en lugar de sumergirse bajo la placa de Centroamérica se levantaron en la zona de roce de
ambas placas. - Archipiélago coralífero de las Bahamas: las 700 islas de las Bahamas, entre las que se encuentra la Isla
de San Salvador, a la que llegó Cristóbal Colón, son islas de origen coralino. De ellas sólo 25 están habitadas.
La Cordillera de los Andes: corresponde al cordón montañoso desde la Cordillera de Mérida en Venezuela, hasta el sur
de Chile, y forma parte de la larga franja de montañas que nace en Alaska y termina en la Antártida. Hace 150 millones
de años América del Sur formaba parte de Gondwana, continente al que pertenecían también los territorios de África,
Antártida y Australia. A causa del movimiento de la placa Sudamericana, este continente comenzó a desplazarse en
dirección Oeste, montándose sobre la placa de Nazca. Por ello, los materiales sedimentarios del fondo oceánico hallados
en el margen oeste de América del Sur se plegaron y originaron la Cordillera de los Andes hace tres millones de años;
pero, a diferencia de los macizos Guayanés y Brasileño, tiene una fuerte actividad sísmica y volcánica. La Cordillera de
Los Andes posee una gran riqueza mineral: oro (Au), cobre (Cu), plata (Ag), estaño (Sn), hierro (Fe), zinc (Zn) y plomo
(Pb).
Andes Septentrionales: se encuentran en Venezuela, Colombia y Ecuador, y se caracterizan por la presencia de fallas
que los dividen en varias ramas. La Cordillera de Mérida corre paralela a la costa norte venezolana y se originó por la
subducción de la placa del Caribe bajo la placa Sudamericana. Rodea la cuenca del lago Maracaibo, donde hay gran
cantidad de petróleo. Los Andes colombianos se dividen en un cordón oriental, central y occidental, que se unen cerca de
la frontera con Ecuador. Entre ellos se forman importantes cuencas fluviales paralelas a los Andes, como las de los ríos
Magdalena y Cauca.
Andes Centrales: comprenden Perú, Bolivia el norte de Chile y de Argentina. Se caracterizan por poseer grandes
altiplanicies(es una meseta intermontana elevada, que se encuentra generalmente localizada entre dos o más cadenas
montañosas recientes, pero cuyo levantamiento no ocurrió al mismo tiempo.). En esta zona los Andes se ensanchan
hasta 500 o 600 km. Otra bifurcación de los Andes, en Bolivia, dejó entre sí una cuenca, posteriormente rellenada por
lava volcánica y sedimentos: se crearon mesetas altas de 3.700 m. a 4.000 m. de altura, llamadas Altiplano o Puna. En el
Altiplano hay grandes salares, donde se extraen recursos como el yeso y sales ricas en calcio. Las mesetas de la Puna,
rodeadas de montañas, forman cuencas cuyas aguas no tenían salida al exterior; por esta razón, se originaron lagos.
Algunos de ellos, luego de evaporada su agua, se convirtieron en salares como el de Uyuni, en Bolivia, que corresponde
al lago desecado más grande del mundo (10.000 km2). Otros lagos son el Titicaca, el Poopó y el Chungará.
Andes Meridionales: abarcan Chile y Argentina. Se caracterizan por un intenso vulcanismo y por haber valles de origen
glacial. Las máximas alturas andinas son el cerro Aconcagua (6.960 m.) y el volcán Ojos del Salado (6.891 m.). Al Sur
del río Aconcagua hay glaciares con la característica forma de “U”. A partir de aquí la altura de la cordillera va
disminuyendo hacia el Sur.
Andes patagónicos: Se trata de una franja de unos 2000 o 2500 km de largo y unos 100 a 250 km de ancho de
dirección general norte-sur, con una curva en el extremo sur luego de la cual, en Tierra del Fuego, tiene orientación
general este-oeste, cuya cordillera suele denominarse Andes fueguinos. Limita al este con la Patagonia extra-andina que
se caracteriza por un relieve de mesetas, un clima árido y bioma de estepa. Limita al oeste con el océano Pacífico en
casi toda su extensión. Al noroeste, con la región la depresión intermedia chilena. Y al sur con el pasaje de Drake, la
unión de los océanos Pacífico y Atlántico.
Los macizos orientales de América del Sur es un relieve muy antiguo: el Macizo Guayanés y el Macizo Brasileño
datan del período Precámbrico, hace 2.000 o 1.600 millones de años. Pertenecieron a una misma plataforma, dividida a
finales del Precámbrico al formarse la cuenca del Amazonas. Poseen la misma estructura que los macizos de la costa
oeste de África, con los que alguna vez formaron el gran escudo de Gondwana; pero, tras la fracturación de ésta hace
150 millones de años, se reactivó el vulcanismo. Los volcanes contribuyeron a la existencia de hierro (Fe), oro (Au),
bauxita (Al2O3), manganeso (Mn) y diamantes.
Macizo de Guayana
Se extiende en América del Sur, abarca parte del territorio ocupado por Venezuela, las Guayanas y norte de Brasil.
Este macizo de origen precámbrico está constituido por rocas cristalinas y metamórficas. Fue fracturado intensamente
por el plegamiento Andino, a lo largo de estas fracturas o líneas de falla corren importantes ríos, que profundizaron su
cauce y presentan numerosos saltos, algunos utilizados para producir energía. Entre los saltos se destaca Salto Ángel
(Venezuela) con casi 1.000 m. de caída, considerado el más alto del mundo.
Macizo de Brasilia
Se extiende en la región oriental de América del Sur, es un basamento antiguo formado por rocas cristalinas. Es el
núcleo precámbrico más extenso de América del Sur y además, es el que presenta una mayor superficie aflorante.
Durante el Mesozoico fue fracturado con dirección predominante norte-sur, al igual que por el plegamiento Andino, por
las fallas afloraron grandes coladas de basalto con un alto contenido de minerales de hierro que al ponerse en contacto
con la atmósfera cálida y húmeda se alteraron, dando como resultado la formación de suelos rojos
denominados lateríticos, muy aptos para los cultivos subtropicales como el café y el plátano brasileño. Por las fracturas
corren los ríos de las cuencas del Plata y del Amazonas, por lo que presentan saltos y cascadas como las cataratas del
Iguazú y los saltos de Yaciretá Apipé y Salto Grande, aprovechados estos últimos para obtener energía.
Debido a la intensa erosión, los rebordes elevados de los bloques presentan el aspecto de sierras y los aparatos
geológicos de los volcanes inactivos tomaron formas abovedadas denominadas localmente morros.
Predomina el relieve amesetado, cuyas mayores alturas se encuentran en el sur y en el sudeste. Los rebordes de las
mesetas descienden abruptamente hacia el este, como la Serra do Mar (Brasil); en cambio hacia el oeste, el descenso es
suave, constituyendo mesetas bajas llamadas chapadas, como la chapada del Mato Grosso, gran centro dispersor de
agua.
En general, el clima es cálido y las precipitaciones disminuyen hacia el interior, sobre todo en invierno. Debido a la gran
extensión de la región se desarrollan diferentes ambientes. El clima varía desde el ecuatorial en el norte, con
una densa selva, hasta el templado en la parte meridional, con praderas y estepas.
Estos dos macizos dividen el territorio sudamericano en tres grandes cuencas hidrográficas: la del Río Orinoco, la del
Río Amazonas y la del Río de la Plata. Destaca la del Amazonas, que ocupa una cuarta parte del territorio de América
del Sur y por la que fluye el 20 % del agua dulce del mundo; su ancho alcanza 50 o 60 km en épocas de crecida y ha
permitido una enorme selva que representa un tercio de las selvas tropicales de la Tierra. Su desaparición afectaría al
clima del planeta.
Las Llanuras aluviales: constituyen la tercera gran unidad del relieve y ocupan alrededor de un tercio de la superficie
de Sudamérica. Son tierras inferiores a los 200 m. de altura, forman un cinturón que separa los Andes de los macizos
Brasileño y de las Guayanas y, además, se intercalan entre ambos macizos. Se originaron por sedimentos acumulados
en antiguas cuencas de hundimiento tectónico. Las llanuras corresponden a los tres mayores sistemas hidrográficos de
Sudamérica: ríos Orinoco, Amazonas y de la Plata. Sin embargo, la división entre estas vastas cuencas hidrográficas es
imprecisa, lo que facilita el derrame de aguas de un sistema a otro durante las crecidas. Como estos grandes ríos se
encuentran en la vertiente oriental se habla de la gran disimetría hidrográfica de Sudamérica en términos de extensión,
magnitud de caudales y potencialidad de recursos.
La llanura del Orinoco: llamada también “Los Llanos” por su vegetación de pastos altos, es monótona, elevándose al
Sudeste, hacia el macizo de las Guayanas.
La llanura del Amazonas: presenta un relieve más variado bajo la densa selva tropical. Con las crecidas hay lagunas
estacionales y los ríos tienden a dividirse en numerosos brazos o serpentean haciendo meandros. La tierra firme no
inundable existe a cierta distancia de los cursos principales, en terrazas de arena y arcilla.
Las llanuras arenosas del Gran Chaco han sido formadas por los ríos Paraguay y Paraná. Su superficie está surcada
por depresiones poco profundas y lomas bajas, que emergen como islas cuando hay inundaciones de la estación
lluviosa.
Las llanuras del Río de la Plata: hacia el sur, las llanuras se prolongan en la Pampa extensa, plana y sin piedras, ligada
al Río de la Plata. Esta inmensa llanura se ha formado con elementos finos (arenas, linos, arcillas), transportados por los
ríos Paraná y Uruguay, y que generalmente han sido retocados por la acción del viento (capa de loess). Más al sur la
Pampa se conecta con la meseta patagónica.
Climas y vegetación
Los factores que explican la diversidad climática en América Latina son el desarrollo en latitud; la disposición de las
grandes unidades del relieve, y especialmente, del sistema andino; la influencia de las corrientes marinas y de
fenómenos atmosféricos constantes como el papel de las altas presiones y de los vientos alisios o transitorios como los
ciclones o borrascas.
Sin embargo, como la mayor extensión de las tierras queda en la zona intertropical, en gran parte del subcontinente
predominan los climas cálidos con promedio anual superior a los 18° C y con diferentes niveles de pluviosidad, según
presenten o no una estación seca más o menos definida. Esta característica marca una gran diferencia con la América
Anglosajona, donde predominan los climas templados.
La presencia de los Andes, que presenta grandes diferencias térmicas según la altitud (cuenta con hielos eternos incluso
en la zona ecuatorial), y que actúa como biombo climático.
En la región occidental, entre los Andes y el océano Pacífico, se encuentran las zonas más húmedas y más secas del
planeta: El Chocó (Colombia, Ecuador, Perú, Panamá) y el Desierto de Atacama (Chile, Perú, Bolivia, Argentina),
respectivamente.
La diferencia de temperaturas entre los océanos colindantes. Generalmente el lado atlántico es más cálido y el pacífico
es más frío por la presencia de la corriente de Humboldt, procedente del antártico.
El Niño consiste en un flujo de mareas producido por el movimiento rotacional de la Tierra y el debilitamiento de los
vientos alisios del este, que guían a las grandes corrientes oceánicas superficiales.
Desde mayo de 2015, El Niño se encuentra establecido en el Pacífico afectando gravemente a los países de América
Latina. Sus consecuencias más notables son las sequías, como en el caso de Colombia, Venezuela, México y
Centroamérica; fuertes lluvias en Argentina, el norte de Perú y sur de Chile y el incremento de incendios forestales en
zonas como Brasil, entre otros.
El ENOS es un ciclo no periódico, es decir, no siempre ocurre cada cierto número de años (ocurre cada 3 a 7 años).
Afecta a una parte de Sudamérica, en la cual se incluye nuestro país y, a Oceanía y el sur de Asia en simultáneo.
Los dos factores más importantes a tener en cuenta son la temperatura del Océano Pacífico y la intensidad de los
vientos.
El Mediterráneo Americano.
El mar Mediterráneo Americano es un mar abierto del océano Atlántico que se compone del mar Caribe y el golfo de
México. Se sitúa al sureste de América del Norte, al noreste de América Central y al norte de América del Sur. Su cuenca
cubre 6.200.000 km2.
Unidad 3:
El término «América Latina» fue usado por primera vez en París, en 1836, por el político y economista francés Michel
Chevalier. Este término fue apoyado por el imperio francés de Napoleón III durante su invasión de México, en 1863,
como forma de incluir a Francia entre los países con influencia en América.
El término ha evolucionado para comprender un conjunto de características culturales, étnicas, políticas, sociales y
económicas.
Controversia
Los términos «Latinoamérica» y «América Latina», a pesar de ser aceptados por la población de los países a los que se
refieren, tienen enemigos entre los grupos hispanistas, indigenistas y antirracistas. Los primeros, por dar prioridad a la
influencia española; y los dos últimos, por entender que es un concepto eurocentrista impuesto por los colonizadores, ya
que jamás podrían considerarse de origen latino ni los indígenas, ni los afroamericanos. Incluso, muchos indígenas no
hablan idiomas europeos. Asimismo, los pueblos no latinos del Caribe consideran que «América Latina» no los incluye,
por no hablar una lengua romance.
Por ello, en la actualidad se habla de «América Latina y el Caribe» para describir un territorio con características
comunes en su geografía física y humana.
La colonización europea de América se inició a finales del siglo XV y culminó con las numerosas Guerras de
Independencia americanas del siglo XVIII que dieron origen a un conjunto de jóvenes repúblicas autónomas, cuyo
destino era convertirse en los actuales países americanos.
En líneas generales se entiende por colonización del continente americano el conjunto de dos etapas distintas:
La Conquista de América: Período de violentos enfrentamientos entre los invasores europeos y los distintos y
numerosos pueblos aborígenes americanos, como el Imperio Azteca o el Imperio Incaico, entre muchísimos otros.
La Colonización propiamente dicha: Durante la cual se fundó una sociedad colonial dependiente de Europa y
estructurada en base a clases raciales bien delimitadas: negros, indios y blancos.
Empezó después de que Cristóbal Colón llegara en 1492 con el apoyo de la Corona de Castilla. A partir de ahí, el
Imperio español, el Imperio portugués, y desde comienzos del siglo XVII el Imperio británico (1608), Francia (1609) y los
Países Bajos (1625), conquistaron y colonizaron una gran parte del territorio americano.
A grandes rasgos, la repartición del territorio americano entre las principales potencias europeas se dio de la siguiente
manera:
La colonia española: La primera y más extensa de todas, ocupó en su mayoría el territorio de la actual Hispanoamérica,
desde el Río de la Plata hasta los territorios mexicanos, incluyendo parte del Caribe y de las Antillas. Este territorio se
dividió en cuatro grandes virreinatos: el Virreinato de la Nueva España, el Virreinato del Perú, el Virreinato de Nueva
Granada y el Virreinato del Río de la Plata.
La colonia portuguesa. Abarcó en su totalidad lo que hoy es Brasil, dividida en quince capitanías de casi doscientos
cincuenta kilómetros de ancho cada una, otorgadas vitalicia y hereditariamente a nobles portugueses encargados de su
explotación comercial. En 1549, sin embargo, el Rey designó a un Gobernador General para toda la colonia.
La colonia británica. Mucho más dispersa en el origen de sus colonos, se afianzó en Norteamérica en franca
competencia con los franceses a través de trece primeras colonias, constituidas mediante sucesivas oleadas de
inmigrantes y sus esclavos negros entre los siglos XVII y XVIII. Luego de vencer a Francia en la Guerra de los Siete Años
(1756-1763), los ingleses asumieron el control total del territorio del continente norteamericano. También tuvieron
influencia en las Antillas y en el Caribe.
La colonia francesa. Se instaló en la América del Norte, más específicamente en Quebec y otros territorios de la actual
Canadá, aunque también en importantes franjas costeras de lo que hoy es Estados Unidos, amén de algunas islas de las
Antillas. Muchas de estas colonias antillanas eran mayoritariamente negras, a raíz del colosal movimiento de mano de
obra esclava.
La colonia holandesa. Fue bastante menor en comparación con las anteriores, pero tuvo importantes asentamientos en
Norte América (la actual Nueva York fue inicialmente una Nueva Ámsterdam holandesa), Brasil y las Antillas menores
(Curazao). Sin embargo, la vida de sus colonias fue más bien efímera.
La mayor parte de las poblaciones bajo dominio europeo de América Latina lograron independizarse de España, Portugal
y Francia en el curso del siglo XIX, siguiendo el movimiento independentista anticolonial que se originó en los Estados
Unidos en 1776. En 1805 Haití se independizó de Francia; en 1809 y 1810 comenzaron las guerras independentistas en
los territorios de ultramar españoles; en tanto que Brasil obtuvo su independencia de manera relativamente pacífica
creando una monarquía soberana en 1821.
La población latinoamericana
El primer aspecto a subrayar es, la catástrofe demográfica del siglo XVI. De unos 50 millones de habitantes en el
momento del descubrimiento, la población latinoamericana apenas llegaba a algo más de 15 millones hacia 1800.
Sabemos también que el punto más bajo en dicho declive poblacional se produjo hacia mediados del siglo XVII y que
desde una perspectiva causal los factores principales estuvieron constituidos, en orden de importancia, por las
epidemias, las hambrunas y las guerras, fenómenos todos asociados a la conquista. El resultado más notable de este
hecho fue la disminución brutal de las poblaciones amerindias y, en muchas regiones, su virtual desaparición.
El segundo rasgo original se refiere a las migraciones. Desde el siglo XVI, el continente americano atrae hombres:
colonizadores europeos y esclavos africanos llegan en oleadas sucesivas. Entre 1850 y 1914 los migrantes europeos
arriban en forma masiva al Río de la Plata y el sur de Brasil, y en forma selectiva a todo el subcontinente; un flujo de
migrantes provenientes de Asia, mucho más moderado pero de cierta importancia, tocó las costas del Pacífico y sobre
todo algunas Antillas.
Más recientemente, ya en pleno siglo XX, miles de latinoamericanos emprenden el camino hacia “el norte”, buscando
oportunidades de trabajo y medios de vida en los Estados Unidos y Canadá. El tercer rasgo original de las poblaciones
latinoamericanas, fuertemente relacionado con los dos anteriores, se refiere al fenómeno del mestizaje, tanto en su
dimensión biológica como en su dimensión cultural. Se trató siempre de un proceso asimétrico, caracterizado por
múltiples relaciones de dominación y subordinación. En el polo dominante se ubicaban, obviamente, las poblaciones de
origen europeo; en el campo de los sometidos, se localizaba una gran diversidad de “naciones” amerindias. El carácter
multiétnico es así un rasgo permanente y continuo en la amplia mayoría de las poblaciones latinoamericanas.
El cuarto aspecto distintivo tiene que ver con la frontera. Desde el siglo XVI, América Latina ha sido un vasto mundo
caracterizado por una frontera abierta, tanto desde el punto de vista geográfico (espacios sin ocupar) como desde la
perspectiva de las oportunidades económicas (disponibilidad de recursos). En el plano demográfico esto ha promovido
una movilidad espacial notable y una ocupación del territorio marcada más por la selectividad y la dispersión que por la
intensidad. El quinto y último rasgo original, se refiere a las densidades poblacionales. Durante largos siglos éstas han
sido muy bajas, y continúan siéndolo en buen número de países. Esto quiere decir, razonando en términos agregados,
que la disponibilidad de tierras per capita es relativamente elevada
Estos cinco rasgos de originalidad dan cuenta suficiente del carácter heterogéneo o diverso, que ha sido señalado muy
a menudo, como una de las peculiaridades de las poblaciones latinoamericanas.
Una nación o región subdesarrollada sería la que no cuenta con cierta cantidad de riqueza, servicios o capacidades
productivas.
La idea del subdesarrollo tiene su origen en los economistas alemanes del siglo XIX y principios del XX, quienes
discutían la idea de Adam Smith según la cual todas las regiones, profesiones y poblaciones pueden progresar
económicamente a un ritmo parecido. Independientemente de lo muy complicado que ha resultado la definición del
término, el subdesarrollo es un problema mundial al que se le han atribuido multitud de factores; pero sin acuerdo sobre
si son o no influyentes, como la raza, si pueden considerarse genéricos o específicos, como la religión, si han sido
creados por otras naciones, caso de los colonialismos, o si por el contrario serían algo propio de las poblaciones
subdesarrolladas, como la culpabilización de los otros.
Baja renta: el grueso de la población en estos países no tiene un empleo formal y sobrevive con algo más de un dólar
diario por lo cual no tienen acceso a vivienda digna, servicios de salud, alimentación adecuada, etc.
Expectativa de vida baja: producto de lo expuesto anteriormente, y a un pésimo sistema de salud, en el que las
personas mueren incluso por enfermedades ya erradicadas hace muchos años, además de la falta de agua potable, una
elevada mortalidad infantil, y la desnutrición de la población principalmente la infantil.
Bajo acceso a la educación: Aunque según la ONU en los últimos años ha aumentado el acceso a la educación en un
10%, según la UNESCO todavía existe aproximadamente 263 millones de niños y jóvenes sin acceso a la educación.
Desde el punto de vista económico, tenemos que los países subdesarrollados dependen mucho del sector primario de la
economía, siendo su principal ingreso el producto de la renta, es decir, presentan una fuerte oferta de recursos naturales
los cuales casi siempre son aprovechados por las grandes multinacionales que obtienen los mayores beneficios del
comercio internacional, ya que suelen controlar la explotación de esos bienes producidos en el Tercer Mundo. La
productividad es casi nula además de la escasa tecnología, traducido esto en altas tasa de desempleo, y baja
cualificación. Los agentes económicos de mayor potencial en estos sectores son en su mayoría las empresas
extranjeras; las pequeñas y medianas empresas nacionales no representan un mayor porcentaje en la función
económica y el sector público se caracteriza por la corrupción y el mal gobierno.
Nuestra región está poco industrializada y no tiene un sistema financiero consolidado, además, a nivel externo se deben
fortalecer mucho más las relaciones económicas con los países que la integran, con acuerdos económicos conveniente a
las necesidades de cada país.
Ciudades americanas
En algunos países, más del 87 % de la población es urbana. Hay ciudades grandes como: Ciudad de México (México),
Nueva York y Los Ángeles (Estados Unidos), São Paulo y Río de Janeiro (Brasil) y Buenos Aires (Argentina), cuyas
aglomeraciones urbanas superan varios millones de habitantes.
Las ciudades americanas crecen a un ritmo extraordinario, sobre todo en América Latina, debido al fuerte éxodo rural.
Por eso, en las afueras de las grandes ciudades aparecen barrios degradados, donde se amontonan las chabolas y las
condiciones de vida son muy duras.
América Latina se enfrenta a muchos problemas ambientales que afectan tanto a los ambientes urbanos como a los
rurales. Si bien estos problemas presentan muchas características comunes, se manifiestan de diferentes formas y
distinta intensidad según los países, como consecuencia de las diferencias y similitudes ecológicas, sociales, culturales y
económicas. Algunos problemas ambientales más graves son
la pérdida de la biodiversidad,
la deforestación,
erosión y salinización de los suelos,
la contaminación del agua por fuentes industriales, agrícolas y domésticas,
el deterioro de las costas y el medio ambiente marino,
el deterioro ambiental urbano (contaminación sonora, visual y del aire)
La importancia de estos problemas radica en que afectan la base de la producción alimentaria y deterioran las
condiciones de vida de gran parte de las sociedades latinoamericanas.
Unidad 4
América Anglosajona
América Anglosajona, Angloamérica o América Inglesa, es el término que se utiliza habitualmente para designar a
Canadá y Estados Unidos (ambas descendientes de antiguas colonias británicas y francesas) así como los países donde
el idioma oficial o mayoritario es el inglés, y que se utiliza en contraposición a América Latina.
Está integrada por Canadá y Estados Unidos. Estos países fueron colonizados principalmente por ingleses y franceses.
En ambos predomina la población de origen inglés, aunque Canadá también posee población de origen francés. La
población indígena prácticamente desapareció tras la conquista de estos territorios. Actualmente, existen muchos grupos
autóctonos poco numerosos que apenas superan el 2% de la población nacional. La mayoría de ellos habita en reservas
indígenas, tierras gobernadas con autonomía por esos grupos.
El extremo norte presenta varias particularidades geográficas: existe una gran cantidad de islas que integran el
archipiélago polar; se presenta una gran bahía, la de Hudson, que a su vez alberga la de James; asimismo, puede
mencionarse que las costas son tan recortadas que hay gran cantidad de entradas del mar al continente, así como
penínsulas. De las islas más importantes que existen en América del Norte se pueden mencionar las siguientes: la isla
Vancouver, Reina Carlota y Terranova, además los archipiélagos como el de las islas Aleutianas. Por el lado de las
penínsulas, las más sobresalientes son: la de Alaska, Labrador y la de Florida.
Por otro lado, al interior del continente existen varias regiones naturales con características propias. A continuación nos
referiremos de manera general a cada una de ellas.
Es una gran área que se extiende de norte a sur desde la isla de Terranova, en Canadá, hasta la península de Florida,
en Estados Unidos. Esta región, que corre paralela a la costa atlántica, cuenta con numerosos recursos de agua, ya que
se presentan dos de los grandes lagos: el Erie y el Ontario, así como el río San Lorenzo. En cuanto a clima,
encontramos zonas de largos inviernos hasta lugares tropicales. Como dato importante, cabe decir que aquí se asienta la
zona más rica e industrializada de los Estados Unidos de América y una de las más desarrolladas del mundo. Muestra de
ello son las ciudades de Washington, Filadelfia, Nueva York y Boston.
Es una importante cordillera ubicada en el este de Norteamérica. Se extiende desde la Isla de Terranova en Canadá,
hasta Alabama en los Estados Unidos, aunque su parte más septentrional termina en la península de Gaspé, en Quebec.
Se originó en antiguas montañas formadas en el periodo Paleozoico con relieves suavizados por la prolongada acción de
los agentes exógenos. El sistema está dividido en una serie de cordilleras, La cima más elevada es el monte Mitchell, en
Carolina del Norte, mide 2037 m s. n. m. y es el punto más alto de los Estados Unidos al este del río Misisipi y de todo el
este de Norteamérica.
La cordillera se divide en dos, "Apalaches del Norte" y "Apalaches del Sur": separadas por el rio Hudson
Origen: Paleozoico.
Plegamiento: Caledónico.
Economía: zona rica en carbón y hierro, que fomenta una importante industria siderúrgica y metalúrgica.
Población: se encuentra en la Llanura Atlántica, es una de las llanuras más pobladas del mundo, con ciudades como
Nueva York, Boston, Washington, y Filadelfia.
La cordillera, en la parte sur, se ensancha y, debido al clima del sur costero atlántico, estas montañas tienen valores
diferentes a los del norte.
Características: de él bajan numerosos ríos hacia el océano Atlántico, en forma torrentosa, aprovechados para producir
energía hidroeléctrica.
Bioma: Bosque caducifolio.
El escudo canadiense
Es una gran llanura formada por rocas muy antiguas; abarca la mayor
parte del territorio canadiense y una pequeña porción al norte de los
Estados Unidos. Es sobresaliente la presencia de lagos muy
importantes como el Superior, Michigan y Hurón –que forman junto
con el Erie y el Ontario la región de los grandes lagos–, así como el
Winnipeg, de los Osos y de los Esclavos.
Otros recursos muy importantes que se encuentran en esta región son los grandes
yacimientos de petróleo y gas natural ubicados en las costas del Golfo de México.
La región del oeste.
El oeste de Estados Unidos, también conocido como lejano oeste, comprende la región de los estados occidentales de
Estados Unidos. Debido a que EE.UU. se expandió hacia el oeste después de su fundación, el significado de "occidente"
ha evolucionado con el tiempo. Antes de 1800, la cresta de las montañas de los Apalaches era vista como la frontera
occidental. Desde entonces, la frontera se movió más hacia el oeste y el río Misisipi hace referencia como el límite más
oriental posible de Occidente.
Entre ambos ramales se ubican diversas mesetas como la de Frazer (Canadá) y de Columbia (Estados Unidos), así
como el Gran Cañón del río Colorado. La cordillera occidental es rica en yacimientos de cobre, zinc, oro y otros
minerales. Por otro lado, en las zonas cercanas a la costa hay actividad pesquera, y agrícola: se cultivan cítricos y vid.
Hidrografía:
Son un grupo de cinco lagos situados en la frontera entre los Estados Unidos y Canadá, estos son: Lago Superior, Lago
Huron, Lago Erie, Lago Ontario, Lago Michigan (ubicada únicamente en EE.UU)
Son el mayor grupo de lagos de agua dulce en todo el mundo, contienen el 21% del agua dulce del mundo. Debido a su
tamaño algunos estadounidenses la denominan "la Tercera Costa" después de las costas pacífica y atlántica.
Los Grandes Lagos comenzaron a formarse al final de la última glaciación hace unos 14.000 años, ya que al derretirse
las capas de hielo tallaron cuencas en la tierra y estas se llenaron del agua del deshielo. Los lagos han sido una
importante vía para el transporte, la migración y el comercio, y es el hogar de un gran número de especies.
La región circundante se llama la Región de los Grandes Lagos, que incluye la Megalópolis de los Grandes Lagos.
El río San Lorenzo
Drena la mayor parte de la zona comprendida entre las Montañas Rocosas y los Apalaches, salvo la zona próxima a los
Grandes Lagos. Atraviesa o bordea diez estados (Minesota, Wisconsin, Iowa, Illinois, Misuri, Kentucky, Arkansas,
Tennessee, Misisipi y Luisiana) antes de desembocar en el golfo de México, 160 km río abajo de Nueva Orleans.
América septentrional es una región rica en aguas por la presencia de numerosos ríos y lagos navegables. Los ríos
mayores descienden por las laderas de las montañas y escurren en las llanuras centrales, relacionados entre sí por
numerosos canales de empalme. El principal sistema navegable es el Missouri-Mississippi, que, con una extensión de
1700 km., cubre una cuenca hidrográfica de 3.328.000 km2. El río Missouri nace en las montañas Rocosas, recorre las
grandes llanuras, primero en dirección oeste-este y luego norte-sur, hasta su confluencia con el río Mississippi, donde se
localiza la ciudad de Saint Louis. El Mississippi continúa en dirección sur, hasta desembocar en un amplio delta
pantanoso del golfo de México. Ambos ríos constituyen un eje de comunicación fundamental para la economía
estadounidense. Su aprovechamiento como vías navegables para el transporte de mercaderías y pasajeros se expandió
enormemente a partir de 1850, por la entrada en servicio del barco de vapor, movido por enormes ruedas de pala. Con la
difusión del ferrocarril, esta ruta fluvial atravesó un período de crisis, pero el comercio a través de ella se intensificó
nuevamente a partir de la introducción de modernos barcos lanchones y remolcadores a motor. El río San Lorenzo es el
de mayor importancia económica y el más utilizado para la navegación, gracias a su conexión con el sistema de los
Grandes Lagos (Superior, Michigan, Hurón, Erie y Ontario) unidos entre sí por una serie de canales de navegables. El
conjunto de lagos y canales recibe el nombre de Sistema Saint Lawrence sea-way.
El río Ohío, afluente del Mississippi, se une al lago Erie a través de un canal navegable que permite viajar desde los
Grandes Lagos hasta el golfo de México.
Canadá
Canadá tiene una superficie de aproximadamente 10 millones de km2, lo que lo hace ser el país más extenso del
continente americano y el segundo más grande del mundo. La nación canadiense está conformada por 10 provincias y 2
territorios; la ciudad de Ottawa es la capital del país.
Canadá limita al norte con el Océano Glacial Ártico, al sur con Estados Unidos de América, al este con el océano
Atlántico y al oeste con Alaska (E.U.A.) y el Océano Pacífico. Un gran porcentaje del territorio canadiense lo constituyen
las múltiples islas con que cuenta. En el Océano Glacial Ártico sobresalen las de Baffin, Victoria, Banks, Devon y muchas
otras más.
En el Océano Atlántico se localizan la isla Terranova, el Príncipe Eduardo y Cabo Bretón, entre otras; finalmente en el
Pacífico sobresalen la isla Vancouver y el archipiélago Reina Carlota. En el territorio se destacan, por su tamaño,
accidentes geográficos como la península de Labrador, la bahía de Hudson, el golfo de Foxe y el de San Lorenzo. Sin
embargo, el litoral tan accidentado y recortado da lugar a infinidad de penínsulas, golfos y bahías más pequeñas.
Otra característica que distingue a Canadá es la presencia de lagos; algunos de ellos entre los mayores del mundo,
como los que comparte con Estados Unidos: Superior, Hurón, Erie, Ontario, así como el Gran Lago de los Osos y el de
los Esclavos, entre muchísimos otros más.
Se calcula que Canadá alberga, entre ríos y lagos, la séptima parte del agua dulce de todo el planeta. Entre los ríos
principales canadienses tenemos el San Lorenzo, Mackenzie, Yukón, Columbia y Ottawa. Dentro de la gran llanura que
es el territorio canadiense se destaca, en la parte occidental, la presencia de las montañas Costeras y las Rocallosas.
En el territorio predominan los climas fríos, sólo en algunas porciones en el extremo sur se presentan climas templados.
En la parte norte los climas son polares. En general, imperan los inviernos largos y muy fríos y veranos cortos.
Actualmente, los canadienses suman cerca de 29 millones. Una parte muy pequeña de ellos son de origen indígena
(algonquinos, hurones e iroqueses); otra más. Está constituida por inmigrantes de diversas zonas de Europa; un sector
más significativo es el representado por población negra e hispana. Sin embargo, casi la mitad de los habitantes del país
son de origen inglés; les sigue en cantidad la población de origen francés. Cabe decir que gran parte del territorio
canadiense originalmente fue colonizada por población francesa, en el siglo XVII. En 1763, tras una guerra con Francia,
Inglaterra se apoderó de la misma.
Debido a la rigurosidad del clima, la gran mayoría de los habitantes de Canadá se concentran en las ciudades ubicadas
al sur del país, en el límite con los Estados Unidos. Las principales son: Vancouver, Regina, Winnipeg, Toronto, Ottawa,
Montreal y Quebec. Asimismo, en toda esta área sureña se concentran los sistemas de comunicación. Ya se había
comentada que Canadá es verdaderamente rico en recursos naturales, situación que le permite desarrollar múltiples y
variadas actividades productivas. Es una de las naciones más ricas, desarrolladas e industrializadas del mundo,
sobresalen, además de su actividad industrial, la pesquera y forestal. Sin embargo, no se puede dejar de mencionar la
importancia que tienen para su economía las labores agrícolas, ganaderas y mineras.
Estados Unidos es una república federal integrada por 50 estados y el Distrito de Columbia, donde se encuentra la
ciudad de Washington, D.C., capital del país. Los Estados Unidos de América y sus posesiones (Alaska, islas Hawaii, isla
de Guam, islas Marianas, Carolinas y Marshall, isla de Swan, el archipiélago de las Vírgenes y Puerto Rico que tiene la
categoría de Estado libre-asociado) comprenden una extensión territorial que sobrepasa los 9 millones km2, lo que le
confiere el cuarto lugar entre las naciones más grandes del mundo. El territorio estadounidense limita al norte con
Canadá, al sur con la República Mexicana y el Golfo de México, al este con el Océano Atlántico y al oeste con el
Pacífico.
Estados Unidos de América, nace como país en 1776, cuando trece colonias se unen para independizarse de Gran
Bretaña, se convierten en estados y constituyen la primera república federal en nuestro continente. En 1787 promulgan
su constitución, que es la más antigua de las que están actualmente en vigor.
El territorio estadounidense es inmensamente rico y variado en recursos naturales. Dada su extensión y sus
características geográficas, presenta contrastantes regiones naturales, cada una de ellas con particularidades que las
distinguen de las demás.
• El noreste norteamericano se caracteriza por sus grandes ciudades y porque sus habitantes muestran con más fuerza
los rasgos culturales de sus antecesores: los británicos. Asimismo, es un lugar distintivo en todo el globo por
concentrarse ahí grandes industrias, así como poderosas empresas financieras y comerciales que tienen impacto
mundial.
• El centroeste, región en la que se pretendió conservar el sistema de esclavitud de la población negra, motivo que orilló
a esos estados a separarse de la Unión norteamericana durante la guerra civil. La actividad que ahí se destaca desde
aquellos tiempos y hasta la actualidad es la agricultura, sobresaliendo los cultivos de tabaco y algodón.
• El sureste, región que abarca la amplia llanura costera del Golfo de México, tiene como rasgo distintivo gran parte de la
cuenca del río Mississippi. Aquí se llevan a cabo actividades agrícolas, ganaderas, de pesca y de explotaciones
petroleras. Ésta es una de las regiones que más atraen visitantes debido a sus puntos comerciales, culturales y centros
turísticos como Miami.
• Las llanuras centrales, comparten con la región anterior los beneficios de estar regadas por el gran río Mississipi; sin
embargo, aquí es más marcada la riqueza hidrológica, ya que éste y sus grandes afluentes integran uno de los sistemas
hidráulicos naturales más grandes del mundo. Esta condición la hace ser una de las zonas agrícolas más importantes del
país, si no es que la más. Por otro lado, aquí se ubican puntos industriales muy importantes como las ciudades de
Chicago y Detroit.
• Rumbo al noroeste, se distingue un área de transición entre el paisaje de llanuras y el inicio de la zona montañosa
occidental. Los recursos naturales que aquí existen permiten tener una economía activa y variada, ya que se practica la
agricultura, ganadería, explotación forestal, pero sobre todo, ésta es una región rica en minerales.
En todo el extenso territorio que abarca el sistema montañoso de las Rocallosas, existen también otras formaciones de
relieve como mesetas, depresiones y cañones, las que a su vez dan lugar a pequeñas regiones naturales que subsisten
dentro de esta enorme región natural.
Mencionaremos a las dos que más se destacan: una, la del noroeste, cuya riqueza en recursos forestales es
impresionante, de hecho es la actividad económica principal en la región; la otra es “suroeste” que contrasta
marcadamente con la anterior en cuanto a clima, vegetación, en general en cuanto al paisaje.
El suroeste se distingue por su paisaje desértico: climas secos, vegetación de cactus y matorrales. Las actividades
económicas que aquí se llevan a cabo son las siguientes: la ganadería, la minería, en algunos lugares la agricultura y la
actividad turística. Cabe mencionar que varios de los estados del suroeste, en alguna época, formaban parte de nuestro
territorio, por lo que tenemos huellas históricas similares. Dentro de esta región sobresale el estado de California, por sus
populosas ciudades, como Los Ángeles, San Diego y San Francisco, así como por su gran desarrollo económico. Dicho
estado es extenso en cuanto a su longitud, por lo que en él podemos encontrar desde recursos forestales hasta lugares
propicios para cultivar productos como vid y cítricos, entre otros.
• Por último, dentro del tema de regiones naturales estadounidenses, mencionaremos al estado de Alaska, que
constituye una realidad muy distinta a la de los demás estados. Presenta un clima más riguroso, donde las temperaturas
bajas son permanentes; la escasa población vive de la explotación de los recursos mineros, forestales y pesqueros,
mismos que también abastecen al resto de la Unión Americana.
En el territorio de los Estados Unidos de América viven cerca de 260 millones de personas de distintas nacionalidades.
El grueso de la población norteamericana está constituido por descendientes de los colonos europeos que, desde el siglo
XVII, comenzaron a penetrar en el continente. Fueron principalmente anglosajones los que mayoritariamente poblaron el
territorio, aunque también hubo alemanes, franceses, holandeses, escandinavos y otros más. Los pueblos indígenas
también constituyen una parte muy importante de la nación norteamericana, no tanto por el porcentaje que representan,
sino por haber sido los primeros pobladores; y por sus tradiciones culturales.
Existen otros sectores de la población de gran importancia que forman las llamadas “minorías”. El primero está
representado por la descendencia de africanos, que fueron esclavizados para trabajar principalmente, en las
plantaciones del sur. Este segmento de ciudadanos constituye un porcentaje representativo del pueblo estadounidense.
Otro grupo importante y de crecimiento más reciente lo representan los asiáticos (chinos, japoneses, filipinos y
coreanos).
Entre los sectores de la población que más se han incrementado en las últimas décadas se encuentra el de los
inmigrantes mexicanos que, desde fines del siglo XIX, se han establecido principalmente en los estados fronterizos de
Nuevo México, Texas, California, etc. Finalmente encontramos a los grupos de cubanos, puertorriqueños y otros
habitantes de origen latino. Cabe aclarar que estas llamadas minorías, a lo largo de mucho tiempo, han sido objeto de
actitudes discriminatorias, y en la actualidad se manifiestan para que se les reconozca su igualdad y participación en la
vida política, económica, social y cultural de dicho país.
En el aspecto económico, los Estados Unidos de América constituyen una de las grandes potencias mundiales,
sobresaliendo en todas las ramas económicas posibles. El comercio exterior juega un papel fundamental, ya que la
exportación de gran cantidad de productos a diversos países es sumamente significativa por los ingresos que representa,
al igual que lo es la importación de materias primarias necesarias para mantener dichas actividades productivas. Los
Estados Unidos, independientemente de tener injerencia e influencia política, social y cultural en muchas naciones del
mundo, en el ambiente económico ejerce un papel dominante, especialmente en el comercio internacional, baste
mencionar la gran autoridad que tiene el dólar en los mercados financieros internacionales.
Pese a su gran desarrollo económico, Estados Unidos presenta grandes diferencias económicas, sociales y culturales
entre los diversos sectores de la población; asimismo, presenta otras graves problemáticas de diversa índole tanto al
interior del país, como en sus relaciones con otras naciones.
Clima y vegetación
La vegetación y el clima de América del Norte poseen una variedad climática muy grande. Aunque el grupo climático que
prevalece es el de los climas templados. Concretamente, el clima continental es el que mayor superficie abarca. Aunque
el abanico es mayor y varía desde el clima tropical del sur de México hasta el clima polar de las regiones más norteñas
del continente, cuenta con la mayoría de los climas del mundo. En el norte se encuentran tundras árticas (p. ej.
Groenlandia, Yukón), pasando por una gran variedad de bosques (Montañas Rocosas, Apalaches y los bosques de las
Sierras Madre), bosques tropicales (Selva Lacandona y los Chimalapas), desiertos (Desierto de Sonora, Zona del
Silencio), llanuras (Grandes Llanuras, Comarca Lagunera), manglares (p. ej. Luisiana, Tabasco), etc.
Los países de América del Norte están organizados en un bloque económico. El cual constituye la zona de libre
comercio de mayor extensión y número de habitantes que existe actualmente en el mundo. Este bloque económico está
amparado bajo el Tratado de Libre Comercio (TLC). El TLC es un conjunto de reglas que los tres países acordaron para
vender y comprar productos y servicios. Se llama libre comercio porque estas reglas definen cómo y cuándo se eliminan
los impuestos que se cobran por importar una mercancía. También es un acuerdo que se crea para dar solución a las
diferencias que siempre surgen en las relaciones comerciales entre naciones. Entre los productos considerados por este
Tratado están: fibras, hilos, textiles y prendas de vestir; automóviles, camiones, autobuses y autopartes; petróleo crudo,
gas, productos refinados, petroquímicos básicos, carbón, electricidad y energía nuclear; y varios productos
agropecuarios. Algunos de los servicios sujetos al TLC son: comercio transfronterizo, servicios de transporte terrestre,
redes públicas de telecomunicaciones y servicios financieros.
El TLC es un tema muy complejo que debe verse y analizarse desde diferentes puntos de vista. Entró en vigor el 1o. de
enero de 1994, por lo que, en este momento, es aventurado emitir opiniones sobre su pertinencia, funcionamiento y
posibles beneficios o daños que traiga a nuestro país.
Importancia geoeconómica.
Canadá y Estados Unidos tienen una economía muy desarrollada. Estados Unidos es la principal potencia económica del
mundo, ya que genera alrededor del 80 % de la producción del continente y el 20 % del total mundial. No obstante, tienen
algunos problemas, entre los que destacan los desequilibrios regionales y, sobre todo, las bolsas de pobreza y los
conflictos sociales originados por la discriminación de los negros y los hispanos.
En estos países el sector servicios está muy desarrollado, da empleo a más de las tres cuartas partes de la población y
aporta la mayor parte de la riqueza. Los principales servicios son el comercio, las finanzas y el turismo. La industria es
moderna, competitiva y diversificada. Las principales áreas industriales son la región de los Grandes Lagos, la costa
atlántica y California.
El sector primario ha perdido importancia y su aportación a la economía nacional es escasa. Las principales regiones
agrarias son las Grandes Llanuras y California. En Estados Unidos la superficie cultivada representa el 18 % del territorio
nacional; sin embargo, la actividad agraria ni siquiera emplea el 1 % de la población. La agricultura en Estados Unidos se
caracteriza por un alto grado de mecanización, la especialización regional y una elevada productividad; por ejemplo, es el
mayor exportador de cereales del mundo. No obstante, la agricultura estadounidense se ve favorecida por grandes
subvenciones para que sea más competitiva.
La explotación de minerales destaca en Alaska y el golfo de México. En Canadá, además, es significativa la explotación
de los bosques y la pesca.
Unidad 5:
Fundamentos del desarrollo y diferencias regionales:
El bloqueo que los turcos efectuaron en Constantinopla sobre las rutas de las especias lleva a los europeos a la
búsqueda de un nuevo camino hacia Oriente. Los portugueses siguen la costa africana hasta el cabo de Buena
Esperanza y luego, remontando el continente, llegan a la India y a las islas del Índico. Los españoles depositaran su
confianza en Cristóbal Colón. Este navegante llegara en 1492 a las islas del Caribe pensando que había alcanzado las
Indias. Desde ese momento se iniciaran en América del Norte una serie de conquistas en tierra firme de la mano de
Hernán Cortés y Ponce de León.
Los primeros colonos ingleses de América del norte fueron una mezcla de clases privilegiadas, que querían conquistar
nuevas tierras para obtener riquezas y beneficios, y una serie de personas que fueron expulsadas de Inglaterra por la
intolerancia religiosa, que huían de la injusticias y ansiaban libertad, que querían crear una nueva sociedad en el nuevo
mundo a imagen y semejanza de la utopía de Tomas Moro. Esta dualidad, la de la riqueza fácil y la búsqueda de libertad,
se mantendrá hasta nuestros días.
La colonización que llevaron a cabo los ingleses en América del Norte será improvisada y desordenada. Se hará más en
función de la iniciativa de los colonos que de un plan ideado por la Corona. Pero aún con este panorama se pueden
establecer dos modelos. Uno que se inicia en la colonia de Virginia, donde se establecerán grandes plantaciones de
tabaco, y más tarde algodón, y otro, que se da en las colonias que conformaran la región de Nueva Inglaterra, que
buscaran ante todo crear una nueva sociedad autosuficiente.
En 1606, tres buques ingleses (el Sara Constant, el Godspeed y el Discovery) con 120 colonos se dirigen al continente
americano y el 13 de mayo de 1607 llegan a la bahía de Chesapeake.
Los colonos dirigidos por John Smith mantienen enfrentamientos con los indios de la tribu creek. Pero llegan a fundar la
primera ciudad inglesa en el continente, Jamestown, que no es más que una iglesia, un fuerte y unas cuantas chozas.
El objetivo de los colonos era apoderarse del oro, solo más tarde se convierten en agricultores. Estos primeros colonos
eran nobles arruinados, segundones, artesanos y aventureros. En 1612 John Rolfe descubre las hojas de tabaco que sir
Walter Raleigh había encontrado antes. El cultivo del tabaco será la actividad principal de la colonia y su exportación será
la principal fuente de ingresos.
La esclavitud será el origen de los grandes latifundios y de los terratenientes que terminaran controlando la colonia.
Frente a este modelo de grandes plantaciones y terratenientes que se fue formando en Virginia, y que en un futuro
constituirá el sur de los Estados Unidos, en el norte se irán formando una serie de colonias, en lo que se conoce como la
región de Nueva Inglaterra, en donde la autosuficiencia y la creación de una nueva sociedad será lo fundamental.
Esta colonización fue llevada a cabo por unos colonos, los que luego se conocerán bajo el nombre de Padres Peregrinos,
que habían dejado Inglaterra y otros países de Europa por cuestiones religiosas. La Inglaterra del siglo XVII se había
separado de Roma pero la Reforma, que instauró la Iglesia Anglicana, no satisfacía a todos. Pues había personas que en
lo ideológico, lo espiritual y cultural que eran calvinistas. Se les conocerá como puritanos. Estos no querían la nueva
jerarquía eclesiástica porque consideraban que era una fuente de corrupción. Hubo entonces persecuciones y los
disidentes optaron por irse, primero a Holanda y después a América.
Los españoles, aunque exploraran América del Norte, no se establecerán en el continente, a excepción de la península
de Florida, porque no encontraban el sentido a unas tierras hostiles y faltas de metales preciosos. Franceses y
holandeses intentaran emular a los ingleses pero más allá del comercio de las pieles con los indios no encontraran nada.
A diferencia de la conquista española a América del Norte se trasladan miles de colonos que no se mezclaran con los
indígenas. No se pretende evangelizar a los indígenas. Se crea una nueva sociedad de inmigrantes europeos,
principalmente de Inglaterra, en la que –en el caso de las colonias del sur- los esclavos y los siervos de rescate harán el
trabajo más duro.
La Guerra de Secesión o Guerra Civil Estadounidense fue la guerra librada por los Estados del Sur y el Norte, esta
guerra se dio desde 1861 hasta 1865. Desde la Época Colonial, los Estados Unidos de América presentaban una
fundamental característica: la diferencia radical entre las colonias del Norte y las del Sur, tanto en lo económico como en
la manera de ser de cada una de ellas.
Así, mientras los Estados del Norte tenían una economía diversificada (agricultura, ganadería, industria y comercio),
preferencia por la mano de obra europea y por las formas democráticas y burguesas; los Estados del Sur, en cambio,
poseían una economía basada en la agricultura (cultivo del algodón, la caña de azúcar y el tabaco), una mano de obra
formada por esclavos negros y una inclinación a las formas aristocráticas.
Por otra parte, mientras los 15 Estados del Sur, con una población de 10 000 000 de habitantes, de los cuales alrededor
de 3 500 000 eran negros, se declararon esclavistas, es decir, defensores de la esclavitud porque convenía así a sus
intereses; los 18 Estados del Norte, con una población de 20 000 000 de habitantes se pronunciaron por la abolición de
la esclavitud, eran Abolicionistas o Antiesclavistas.
Unidad 6:
Antártida:
La Antártida o continente antártico también denominada Antártica en Chile,es el continente más austral de la Tierra. Está
situada completamente en el hemisferio sur, casi enteramente al sur del círculo polar antártico y está rodeada por el
océano Antártico. Contiene el polo sur geográfico, por lo que de manera coloquial y por extensión también es conocida
de manera errónea como el polo sur.
Los primeros relevamientos cartográficos se hicieron a fines del siglo XV y más resueltamente durante el siglo XVI,
utilizando el nombre latino Terra Australis Incognita (Desconocida Tierra Austral).
Con 14 000 000 km², es el cuarto continente más grande después de Asia, América y África. En comparación con
Oceanía, la Antártida es casi dos veces su tamaño. Alrededor del 98 % de la Antártida está cubierta de hielo, que tiene
un promedio de 1,9 km de espesor,que se extiende a todos los puertos, excepto a los más septentrionales de la
península Antártica.
La Antártida, de promedio, es el continente más frío, seco y ventoso, y tiene la altitud media más alta de todos los
continentes. La Antártida es un desierto, con precipitaciones anuales de solo 200 mm en la zona costera y mucho menos
tierra adentro.
Entre los límites que se han propuesto para separar la Antártica de las regiones sub-antárticas están:
a) Círculo Polar Antártico. La consideración de los círculos polares como límites de las regiones polares ártica y antártica
se fundamenta en la desigualdad de iluminación solar.
b) Paralelo 60° S. Entre los criterios de separación, ha prevalecido políticamente el paralelo 60° adoptado
por el Tratado Antártico y como límite oceanográfico y biogeográfico la Convergencia
Antártica.
c) Convergencia Antártica. Línea de mayor avance del mar helado guarda correspondencia, sin ser idéntica, con las
condiciones meteorológicas que configuran el “Frente Polar”. El Comité Científico para la Investigación Antártica (SCAR,
en inglés) la adoptó como límite de su campo de investigación en 1959. Con algunas variantes, constituye el campo de
aplicación de la Convención para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos (CCRVMA) adoptada en
1980.
d) El límite de la vegetación arbórea. Las rigurosas condiciones climáticas de las regiones polares se traducen en una
ausencia de vegetación.
e) Isoterma de 10° C. Sugerida por el géografo alemán Alfred Supan. Coincide parcialmente con el límite arbóreo.
Hay otro modo de delimitar el casquete polar: los cinco Polos: el Polo Sur Geográfico, extremo austral de latitud que
corresponde al paralelo 90° S; el Polo Sur Magnético, que concentra las líneas de fuerza del campo magnético terrestre,
cuya posición cambia con las variaciones del campo magnético; el Polo Sur Geomagnético representa la posición que
tendría el Polo Magnético si la Tierra se comportara como un imán uniforme; el Polo de Frío es el punto de menor
temperatura de la Tierra; y el Polo de Inaccesibilidad, situado a mayor distancia de las costas y a una altura de 3.720
metros
Los organismos nativos de la Antártida incluyen muchos tipos de algas, bacterias, hongos, plantas, protistas, y ciertos
animales, tales como ácaros, nematodos, pingüinos, pinnípedos y tardígrados. El tipo de bioma que se presenta en
algunas zonas reducidas es la tundra.
Historia:
A pesar de los mitos y las especulaciones sobre la Terra Australis Ignota («la tierra desconocida del sur») que se
remontan a la antigüedad, la Antártida fue la última región de la Tierra en ser descubierta y/o colonizada por los
humanos, El continente, sin embargo, permaneció inexplorado casi todo el siglo xix debido a su ambiente hostil y al
aislamiento. En 1895, el primer desembarco confirmado fue dirigido por un grupo noruego.
La expedición noruega del buque Fram, dirigida por Roald Amundsen, se convirtió en la primera en llegar al polo sur
geográfico el 14 de diciembre de 1911, utilizando una ruta desde la bahía de las Ballenas y el glaciar Axel Heiberg. Un
mes más tarde, el 17 de enero, la expedición Terra Nova de Scott que partió de la isla de Ross alcanza también el polo.
Relieve:
El relieve antártico es muy distinto al del resto de los continentes, ya que una gruesa capa de hielo cubre la mayor parte
del terreno.
Su forma es casi circular y existen pocas irregularidades en sus costas. Dentro de una extensa línea de costa, que forma
un perímetro de alrededor de 28.000 kilómetros -una seis veces el litoral chileno entre Arica y Punta Arenas- se encierra
una vastísima superficie de terreno rocoso, hundida hacia el centro en forma de bandeja por la formidable capa de hielo
que soporta, quedando en un promedio de 800 metros bajo el nivel del mar.
En esta inmensa superficie pétrea, de entre 13,5 y 14 millones de kilómetros cuadrados -equivalente a la décima parte de
las tierras emergidas del planeta- cabría alrededor de 18 veces el territorio de Chile sudamericano, incluyendo sus
posesiones insulares.
El diámetro promedio del continente es de alrededor de 4.000 kilómetros y su máxima anchura -de 5.600 km.- se localiza
entre el extremo de la península Antártica y la llamada Tierra de Wilkes, en la costa opuesta. El monte de mayor altura es
el Vinson con 4897 m.
Este continente es cruzado por las Montañas Transantárticas que tienen un largo de 3.500 km. y son una de las cadenas
más extensas del mundo. Van desde el mar de Ross hasta el mar de Weddell y dividen a la Antártica en dos: Antártica
Oriental y Antártica Occidental.
Antártida occidental:
La Antártica Occidental o Menor se prolonga hacia América del Sur a través de la Península Antártica. Está compuesta
por rocas jóvenes del tipo sedimentario e ígneo. La corteza terrestre es delgada y hay menos terreno.
El Casquete de hielo está mayormente bajo nivel del mar y cambia en forma rápida, siendo un importante indicador de
cambios a nivel planetario. Se caracteriza por ser una región inestable y móvil; está compuesta principalmente por islas y
mares profundos, existe inestabilidad tectónica, volcanismo activo, generando cambios en geología y geomorfología En
este sector es donde se ubica el sector argentino, caracterizado por una serie de islas de diversos tamaños que
enfrentan sus costas y por la presencia de una gran península que se conoce con el nombre de península Antártica o
Tierra de O’Higgins
Geológicamente, la Antártida Occidental se parece mucho a la cordillera de los Andes de América del Sur. La península
Antártica se formó por metamorfismo y elevación de los sedimentos del lecho marino durante las eras Paleozoica tardía y
la Mesozoica temprana. Las rocas más comunes en la Antártida Occidental son la andesita y riolita volcánica formadas
durante el período Jurásico. También hay evidencia de actividad volcánica, incluso después de que la capa de hielo se
hubiese formado. La única área anómala de la Antártida Occidental es la región de los montes Ellsworth, donde la
estratigrafía es más similar a la Antártida Oriental.
Antártida oriental:
La Antártica Oriental o Mayor se prolonga en dirección al continente africano y es una región estable y rígida, formando
una gran plataforma sobre el nivel del mar. Está compuesta por rocas antiguas del tipo cristalinas encontrándose
muestras de hasta 3.000 millones de años. La corteza terrestre en este sector es gruesa y el casquete de hielo es
relativamente estable y reacciona en forma lenta ante los cambios, geológicamente variada, que data del Precámbrico,
con algunas rocas formadas hace más de 3 mil millones de años. Se compone de roca metamórfica e ígnea que es la
base del escudo continental. Encima de esta base, está el carbón y varias rocas modernas, tales como la arenisca, la
caliza y el esquisto, establecidas durante los períodos Devónico y Jurásico para formar las montañas Transantárticas.
Hielos:
En relación a la cubierta de hielo, la Antártica puede ser dividida en dos sectores, una zona libre de hielo permanente y
una zona englaciada.
La zona libre de hielo permanente corresponde sólo al 2% de la superficie del continente antártico y está compuesta por
los nunataks, oasis y costas e islas.
Los nunataks corresponden a las puntas aisladas de las montañas que aparecen sobre el hielo y que existían en el
sector antes de la glaciación. Son de gran utilidad ya que permiten estudiar las rocas que se encuentran bajo el hielo.
Los oasis o valles secos son grandes extensiones de tierras libre de hielo al interior del continente muy similares a los
desiertos de latitudes más bajas y sólo ocurren en la Antártica. Las costas e islas se presentan principalmente en las
islas Shetland del Sur y la Península Antártica.
La zona englaciada está cubierto por una gruesa capa de hielo que cubre el 98 % de la Antártica, desde hace unos 40 a
45 millones de años. La altura del hielo tiene como promedio 2300 m. y el máximo espesor sobrepasa los 4000 m. de
altura. El hielo forma una especie de cúpula, convirtiendo a la Antártica no sólo en el continente más alto en promedio,
sino también en el más frío e inhóspito para el desarrollo de la vida. Entre otras cosas, debido a que esta gruesa
caparazón de hielo refleja hacia el espacio un 90 por ciento de la radiación solar que recibe, perdiéndola.
Las glaciaciones son eventos de escala geológica (largos periodos de tiempo) donde la temperatura media del planeta ha
descendido lo suficiente para producir grandes masas de hielo (glaciares) en latitudes más bajas de lo habitual. Estas
glaciaciones han tenido dramáticos efectos en el pasado.
Clima:
En cuanto al comportamiento climático del continente mismo, se puede dejar sentado que se caracteriza por tres
aspectos claramente definidos: bajas temperaturas permanentes, escasa precipitación pluviométrica en la gran meseta
interior y fuerte e incesante vientos.
La Antártica recibe el menor porcentaje de precipitaciones del mundo, por lo que se considera el continente más seco. Es
el continente más ventoso del mundo, llegando a más de 320 km/hora.
• Desértico Polar. Se da en el 98% del continente antártico, principalmente en la zona del plateau polar. La temperatura
media es de –49°C y las precipitaciones son siempre sólidas y no caen al año más de 5cms., valor mucho más bajo que
varias regiones desérticas del mundo. Las precipitaciones van disminuyendo de la costa al interior, casi desapareciendo
en el polo.
• Polar Oceánico. Se da sólo el 2% del continente antártico, principalmente en la costa. Las temperaturas son bajas y con
suaves veranos cortos, pero con una alta humedad. Las temperaturas oscilan entre 8 a –30ºC y promedio anual siempre
es inferior a 0ºC. Las isotermas (líneas de igual temperatura) aumentan gradualmente a medida que se avanza hacia el
Norte, para quedar en una media anual del aire de casi 5°C en la zona de la Convergencia. Las precipitaciones son
abundantes tanto líquidas como sólidas y 10 meses del año está cubierta por nieve. Presenta las peores condiciones
atmosféricas estando prácticamente todos los días cubiertos. Se presentan los vientos katabáticos, que vienen del
interior descendiendo del hielo a grandes velocidades.
Recursos naturales:
El principal recurso mineral conocido en el continente es el carbón. Las montañas del Príncipe Carlos contienen
depósitos significativos de hierro. Los recursos más valiosos de la Antártida se encuentran en alta mar, los yacimientos
de petróleo y gas natural que se encuentran en el Mar de Ross descubiertos en 1973. La explotación de todos los
recursos minerales está prohibidos hasta 2048 por el Protocolo al Tratado Antártico sobre Protección del Medio
Ambiente.
Tratado Antártico:
Fue firmado el 1 de diciembre de 1959 en Washington y entró en vigencia el 23 de junio de 1961. Establece el marco
legal para la gestión de la Antártida, y su ejecución se administra a través de reuniones consultivas (bianuales hasta
1991, anuales desde entonces). El Tratado dispone que:
El área antártica solo debe usarse con fines pacíficos. Se prohíben las actividades militares, tales como las pruebas
de armamento, pero se permite el uso de personal y equipo militar en apoyo de actividades científicas u otros
propósitos pacíficos;
Continuará la libertad de investigación científica y la cooperación establecida en el Año Geofísico Internacional de
1957;
Se intercambiará de la forma más amplia posible información y personal para fomentar la cooperación y eficiencia
entre los Estados firmantes y en cooperación con las Naciones Unidas y otros organismos internacionales;
No se disputan ni se afirman reclamaciones territoriales previas a la firma del Tratado, ni se admiten nuevas
reclamaciones mientras el Tratado esté en vigencia;
Se prohíben las explosiones nucleares y el depósito de residuos radiactivos;
Se incluyen bajo la jurisdicción del Tratado todas las tierras y las barreras de hielo al sur de los 60°00' de latitud Sur,
pero no el alta mar al sur de ese paralelo;
Los observadores de los Estados miembros tendrán libre acceso a cualquier área, incluyendo el derecho de
observación aérea, y podrán inspeccionar todas las estaciones, instalaciones y equipo;
Se deberá notificar por anticipado toda actividad, así como la introducción de personal militar;
Se realizarán reuniones consultivas frecuentes entre los estados miembros, pero para enmendar el Tratado se
requiere unanimidad;
El Tratado quedará abierto a la adhesión de cualquier Estado que sea miembro de las Naciones Unidas, o de
cualquier otro Estado que pueda ser invitado a adherirse al Tratado con el consentimiento de todas las Partes
Contratantes;
Las disputas serán resueltas amistosamente por las partes involucradas y, en última instancia, por la Corte
Internacional de Justicia.
Existen además unas 170 recomendaciones adoptadas en las reuniones consultivas y ratificadas por los estados
miembros, incluyendo las Medidas Acordadas para la Conservación de la Fauna y la Flora Antártica (1964), la
Convención para la Conservación de las Focas Antárticas (1972), la Convención sobre la Conservación de los Recursos
Marinos Vivos Antárticos (1980), un acuerdo sobre recursos minerales que fue firmado en 1988 y luego rechazado, y el
Protocolo sobre Protección Ambiental, firmado el 4 de octubre de 1991 y en vigencia desde el 14 de enero de 1998.
Reclamación territorial.
Siete de los estados miembros consultivos del Tratado Antártico mantienen reclamaciones sobre sectores del territorio
antártico. Como consecuencia de la firma del tratado, existe un virtual «congelamiento» de los litigios antárticos a causa
de la prohibición de actividades militares no vinculadas con la investigación científica, lo que eliminó el peligro de
incidentes y guerras, junto con el espíritu de cooperación y entendimiento. Mientras esté en vigencia el tratado, las
reclamaciones de soberanía territorial sobre la Antártida que fueron hechas valer antes de la firma del mismo mantendrán
su vigencia, pero no pueden ser ampliadas ni se permiten nuevas reclamaciones de soberanía. El tratado las menciona
pero no las reconoce ni las rechaza, conservándose los derechos de todas las partes.
Los siete países que mantienen reclamaciones de soberanía son:
Argentina (Antártida Argentina), es el territorio que forma parte del departamento Antártida Argentina, uno de los cinco
departamentos de la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur. La reclamación fue delimitada en
1942 y se superpone parcialmente con la chilena y totalmente con la británica.
Australia (Territorio Antártico Australiano), entre los 45°E y los 136°E y entre los 142°E y los 160°E, al sur de los 60°S,
reclamo de 1933, uno de los siete territorios externos de Australia.
Chile (Territorio Chileno Antártico), (sin límite norte) delimitado en 1940, corresponde a la comuna Antártica, una de las
dos comunas de la provincia de la Antártica Chilena, XII Región de Magallanes y Antártica Chilena. Superpuesto
parcialmente con la reclamación argentina y la británica.
Francia (Tierra Adelia,), entre los 136°E y los 142°E, al sur de los 60°S, reclamación de 1924, uno de los cuatro distritos
de las Tierras Australes y Antárticas Francesas.
Noruega (Tierra de la Reina Maud,), entre los 20°O y los 45°E, (sin límites definidos en el norte ni en el sur, se entiende
generalmente que solo reclamó la costa para proteger sus derechos balleneros) reclamada en 1938, y la isla Pedro I
reclamación de 1929.
Nueva Zelanda (Dependencia Ross), entre los 150°O y los 160°E, al sur de los 60°S, reclamación de 1923, como un
territorio dependiente neozelandés.
Reino Unido (Territorio Antártico Británico), entre los 20°O y los 80°O, al sur de los 60°S, reclamación de 1908 (con sus
límites actuales fijados en 1962) como un territorio de ultramar, superpuesto parcialmente con la reclamación argentina y
chilena.
Antártida Argentina
La Argentina reivindica soberanía sobre el denominado “Sector Antártico Argentino”, definido por el paralelo 60º Sur y el
Polo Sur, y los meridianos 25º y 74º de longitud Oeste. (Provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur).
La superficie del Sector Antártico Argentino es de aproximadamente 1.461.597 km², de los cuales 965.314 km²
corresponden a tierra firme.
Nuestro país fundamenta su reclamo sobre este Sector en virtud de múltiples elementos, entre los que se destacan la
contigüidad geográfica y continuidad geológica con el territorio argentino; la instalación y ocupación permanente de
bases antárticas y el desarrollo de actividad científica por más de un siglo; y la herencia histórica de España, entre otros.
El Sector Antártico Argentino forma parte del territorio de la Provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico
Sur (Ley 23.775), aunque está sujeto al régimen del Tratado Antártico, firmado en 1959. En aquel momento, siete de los
doce signatarios originarios del Tratado, incluida la Argentina, sostenían reclamos de soberanía en distintos sectores de
la Antártida.
El Artículo IV del Tratado contiene una salvaguarda de las reivindicaciones de soberanía respecto de la Antártida así
como de sus fundamentos. La Argentina es Parte Consultiva del Tratado Antártico desde su entrada en vigor en 1961.
Dentro del Sector Antártico Argentino, nuestro país administra trece bases o estaciones, de las cuales seis son
permanentes (operativas todo el año) y el resto, temporarias (operativas sólo en verano).
La República Argentina posee en la Antártida —dentro del territorio que reclama como propio, denominado Antártida
Argentina— una serie de instalaciones orientadas a la actividad científica y técnica y al mantenimiento de la presencia
argentina en el continente antártico, de cuya programación, planeamiento, coordinación, dirección, control y difusión de la
actividad antártica argentina se encarga la Dirección Nacional del Antártico (DNA) del Ministerio de Relaciones Exteriores
y Culto.
La Argentina administra trece (13) bases en la Antártida, de las cuales seis (6) son permanentes (operativas todo el año)
y el resto, temporarias (operativas sólo en verano). De ellas, dos son administradas directamente por la Cancillería:
Carlini (permanente, ex base Jubany) y Brown (temporaria). Las demás bases son administradas por el Comando
Conjunto Antártico (Ministerio de Defensa). Ellas son Base Orcadas, Base Marambio, Base Esperanza, Base San Martín
y Base Belgrano II (permanentes); y las bases temporarias Melchior, Decepción, Cámara, primavera, Petrel y Matienzo.
Estaciones argentinas en la
Antártida: