En El Inframundo
En El Inframundo
En El Inframundo
E neas, el héroe más grande de las leyendas romanas, fue convocado en un sueño al
inframundo, por su padre muerto Para aprender cómo alcanzar el inframundo. Eneas consultó
a la Sibila, una sacerdotisa que vivia en las montañas. La Sibila le dijo: "Primero debes
encontrar un árbol con una rama de oro y debes romperla Proserpina, la reina del inframundo,
demandará este regalo"
Eneas fue guiado hasta el árbol por un par de palomas, y regresó con la rama dorada. La Sibila
advirtió a Eneas del peligro que enfrentaba y lo llevó a lo profundo de su cueva. La tierra
tembló y se abrió bajo sus pies un pasaje al inframundo. La Sibila trajo a Eneas a orillas del río
sombrío Aqueronte, que rodeaba el reino de Plutón, dios de la muerte. Eneas vio una multitud
de almas de los muertos, clamando por abordar el barco mientras que el sombrío viejo
barquero, llamado Caronte, empujaba fuera a muchos de ellos. "¿Por qué toma a unos y a
otros no?", preguntó Eneas. "Solo pueden entrar al reino de Plutón los que han sido
enterrados apropiadamente", contestó la Sibila. "Los que no han sido enterrados deben
esperar cien años en esta orilla”. Al ver la rama dorada, Caronte accedió a disgusto a llevar a
Eneas y a su acompañante al otro lado del río. Cerbero, el perro guardián de tres cabezas, aulló
hasta que la Sibila le lanzó un pastel envenenado para silenciarlo. La Sibila condujo a Eneas a
través de los campos de los espíritus, donde reconoció a camaradas muertos. Oyó los amargos
reproches de su antiguo amor, la reina de Cartago, quien había estado tan enamorada de él,
que se había suicidado. En poco tiempo la ruta se dividió. A la izquierda había un río en llamas
y la fortaleza en la cual las malas acciones eran castigadas. A la derecha, el camino llevaba al
Elíseo, donde los héroes, los poetas y los filósofos paseaban y hablaban. Aquí, Eneas por fin fue
recibido por su padre, quien le habló sobre su futuro, prediciendo triunfos para su hijo y la
fundación de Roma
Personajes:
Quetzalcoatl, cuyo nombre significa "serpiente emplumada", fue un dios azteca en el antiguo
México que usaba una cresta de plumas coloridas del quetzal Quetzalcoatl decidió darle al
mundo una nueva raza de seres humanos. Él bajó a Mictlán, la tierra de los muertos, y
encontró a Mictlantecuhtli, su señor, sentado en una pila de huesos.
Finalmente, Mictlantecuhtli accedió a dejarlo llevarse los huesos si Quetzalcoatl podía soplar
en un caracol, haciendo un gran ruido, mientras caminaba cuatro veces alrededor de un círculo
de jade. Quetzalcoatl tomó el caracol y sopló con todas sus fuerzas pero no hubo sonido,
porque el caracol estaba bloqueado con tierra. Les pidió a los gusanos que vivían entre los
muertos que se retorcieran dentro del caracol para limpiarlo. Cuando estuvo limpio,
Quetzalcoatl sopló y caminó alrededor del jade, realizando así la tarea que le habían asignado.
Cuando Quetzalcoatl finalmente se recuperó recogió el polvo de huesos lo mejor que pudo, lo
humedeció con su propia sangre y moldeó una nueva raza humana.
Personajes:
Izanagi viajó a Yomi, la tierra de los muertos, para traer de vuelta a su esposa. Oyó su voz pero
no pudo verla en la oscuridad. "No puedo regresar contigo", le dijo ella, "regresa y no me
mires". Pero Izanagi estaba ansioso por ver a su esposa,
paralizado del horror. El cuerpo de Izanami había comenzado a descomponerse y los gusanos
se arrastraban sobre su carne. Ella estaba muy avergonzada de que que él la viera en ese
horroroso estado. Gritó furiosa y convocó a todos los demonios de Yomi para que destruyeran
a su esposo.
Izanagi huyó, perseguido muy de cerca por los demonios. Cuando alcanzó la entrada del
mundo superior, la cerró tras de sí, con una enorme roca. Desde detrás de la roca la voz de
Izanami le gritaba, "Cada día haré que mueran
Izanagi y la roca
Izanami e Izanagi fueron los encargados de crear el mundo y dar origen a las islas de
Japón
fuego e inundación
Mitos de destrucción
e pensaba que desastres como terremotos, volcanes e inundaciones eran causados por
los dioses. Es muy común el mito de una inundación que cubrió el mundo, pues con
frecuencia, la raza humana era maldecida por disgustar a los dioses. En un mito
babilonio los dioses enviaron una inundación porque la gente de la tierra los irritó
haciendo mucho ruido. El dios hebreo, Yahvé, encontró que en el mundo había crecido
increíblemente la maldad; solo había un hombre que podría salvarlo, Noé.
Antes de que Yahvé inundara el mundo le dijo a Noé que construyera un arca (un gran
barco) para salvarse él, su familia y dos ejemplares de cada cosa viviente. Luego de que
cesó la lluvia, Yahvé puso en el cielo un arcoíris como señal de que nunca volvería a
inundar de nuevo la creación.
De acuerdo con un cuento chino, no mucho después de haber creado el mundo, el dios
del agua y el dios del fuego tuvieron una guerra y casi lo arruinan. El dios del agua
convocó a todas las criaturas submarinas y fueron a la guerra, pero
fuerzas no pudieron resistir el calor del dios del fuego. Este derritió a la medusa y asó al
resto de su ejército.
El dios del agua estaba tan furioso que estrelló su cabeza contra la montaña que
sostenía el cielo."
Yaveh y noe : El rol que cumple Yahveh es el de ser el creador y gobernante del
universo