Apuntes Teóricos de Feldenkrais
Apuntes Teóricos de Feldenkrais
Apuntes Teóricos de Feldenkrais
FELDENKRAIS
Este método es un sistema funcional único porque suscita en el cerebro cambios en un nivel que
hasta ahora se consideraba inasequible por cualquiera de las técnicas conocidas: modifica
realmente la tonicidad muscular, aumenta la amplitud de movimientos, los coordina mejor e
intensifica la eficiencia y el bienestar general del funcionamiento muscular.
El autor de éste sistema general de enseñanza y reacondicionamiento neuromotores es el
científico israelí Moshé Feldenkrais, nacido en 1904, doctor en física y director del Instituto
Feldenkrais de Tel Avid.
Este sistema representa una manera de enseñar a las personas a acrecentar tanto su conciencia
física como su conciencia mental con el fin de que puedan explotar al máximo el potencial
inherente a cada una.
El cerebro humano, que está lejos de ser utilizado en toda su capacidad, puede efectuar
aprendizajes sorprendentes. Si a una persona se le enseña a diferenciar entre pautas de acción y a
cambiarlas se pueden aumentar su eficacia, su comodidad y su bienestar. Esa persona aprende a
aprender. Y alguien que llega a elaborar su actitud consciente ante esas posibilidades es capaz de
programar y reprogramar sus acciones de acuerdo con las circunstancias cambiantes.
Este sistema comprende dos técnicas:
◦ Autoconciencia por el movimiento, corresponde a sesiones de taller en grupo donde se
ejercitan lecciones, el facilitador guía verbalmente cómo ejecutar ciertos movimientos, a que
sensaciones se debe prestar atención y cómo lograr un mejor funcionamiento motor, una
conciencia más amplia de sí mismo y una autoimagen más exacta.
◦ Integración funcional, es una técnica manipuladora individual, mediante la cual el facilitador o
compañero puede manipular en forma suave el cuerpo del participante, adquiriendo conciencia de
las peculiaridades del funcionamiento neuromotor. Una manipulación adecuada imparte
información al alumno para que tome conciencia de esas peculiaridades y le hace conocer formas
alternativas de controlar las funciones motrices. El efecto de éstas lecciones es el mejoramiento
del bienestar y la vitalidad, así la facilidad y eficacia del funcionamiento motor.
LA AUTOIMAGEN.
Actuamos de acuerdo con nuestra autoimagen. Esta, que a su vez gobierna cada uno de nuestros
actos, es condicionada en grado variable por tres factores: herencia, educación, y autoeducación.
La parte hereditaria está conformada por el patrimonio biológico de la persona, es decir, la
forma y capacidad de su sistema nervioso, estructura ósea, músculos, tejidos, glándulas, piel,
sentidos, etc. Es determinada por su herencia física mucho antes que el ser humano posea
identidad. Su autoimagen se desarrolla a partir de sus acciones y reacciones en el curso normal de
la experiencia. La herencia hace de cada uno de nosotros un individuo único por su estructura
física, su aspecto y sus acciones.
La educación determina el propio lenguaje y crea un patrón de conceptos y reacciones común a
una sociedad dada y procura hacernos tan parecidos como sea posible a todo otro miembro de esa
sociedad. Instala en nosotros una pauta de conductas, valores, lenguaje y comunicación, incluso
manera de vestirnos. El propósito de la educación es ayudar a formar personas satisfechas,
capaces, educados, felices y creativos.
2
Para tener una sensación visual, auditiva, táctil, la persona debe interesarse o sorprenderse por
algún hecho que le concierne, o tener conciencia de éste. Es decir, debe moverse, experimentar
un sentimiento y pensar.
Cuando alguno de esos componentes de la acción disminuye casi hasta el punto de desaparecer,
la vida misma puede correr peligro. Es difícil sobrevivir sin efectuar movimiento alguno. Un ser
privado de todos sus sentidos carece de vida. Es el sentimiento lo que nos impulsa a vivir.
En nuestra realidad, nuestra autoimagen nunca es estática, cambia de una acción a otra, pero tales
cambios poco a poco se transforman en hábitos, las acciones asumen un carácter fijo.
Corregir los movimientos constituye el mejor modo de mejorarse a sí mismo, donde la principal
ocupación del sistema nervioso es el movimiento.
Contacto con el mundo externo.- El contacto del infante con el mundo exterior se establece
principalmente por intermedio de los labios y la boca; por medio de ellos reconoce a su madre.
Cuando utiliza las manos para tocar desmañadamente y ayudar en la tarea de la boca y los labios,
conoce por el tacto lo que ya conoce con los labios y la boca. A partir de allí progresará
gradualmente hacia el descubrimiento de otras partes de su cuerpo y sus relaciones mutuas, de
donde resultarán sus primeras nociones de distancia y volumen. El descubrimiento del tiempo
empieza por la coordinación de los procesos de respirar y tragar, conectados ambos con los
movimientos de los labios y la boca, el maxilar inferior, las ventanas de la nariz y la zona
circundante.
La imagen muscular de la corteza motriz es única para cada individuo.- En el curso de
mucha experimentación, los fisiólogos han establecido que, por lo menos en lo que concierne a
los movimientos básicos, las células que intervienen en ellos se conectan en la corteza motriz del
cerebro de manera tal que configuran una forma parecida a la del cuerpo humano, a la que le
dieron el nombre de homúnculo. El concepto de autoimagen tiene, pues, una base válida, por lo
menos en lo que se refiere a los movimientos básicos. No hay prueba experimental similar en
relación con la sensación, el sentimiento o el pensamiento.
La corrección sistemática de la imagen es más útil que la corrección de acciones aisladas: La
corrección sistemática de la imagen constituye un método más rápido y eficaz que la corrección
de las acciones y los errores aislados que presenta la conducta y cuyo número aumenta cuanto
más pequeños son. Establecer una imagen inicial más o menos completa, aunque aproximada,
posibilitará mejorar la dinámica general, en vez de enfrentar fragmentariamente las acciones
aisladas.
NIVELES DE DESARROLLO
EXTRUCTURA Y FUNCIÓN
pensamiento y no por otro, es preciso por lo menos sentir que ese pensamiento es “acertado”, o
sea, que corresponde a la realidad.
Si se trata de la pura cerebración, la mayor parte de los procesos pueden ser tanto reversibles
como irreversibles. En la realidad, la gran mayoría de los procesos son irreversibles, es decir,
pueden volver a tras de modo que se restablezcan las condiciones existentes antes del proceso.
La cerebración desconectada de la realidad no constituye pensamiento, las contracciones
musculares al azar no representan acción o movimiento.
La base la de la conciencia en la demora entre pensamiento y acción
Las vías nerviosas del tercer sistema cerebral son más largas y más complejas que las de los otros
dos sistemas. La mayor parte de las operaciones del tercer sistema se ejecutan por intermediación
de los otros dos, aunque existen vías que permiten a aquél ejercer un control directo sobre los
mecanismos ejecutores. El proceso indirecto demora la acción misma, de modo que eso de
“pensar primero y hacer después” no es un mero decir.
Entre lo que se genera en el sistema Supralímbico y su ejecución hay una demora.
La posibilidad de aplazar la acción, de prolongar el período que separa la intención de la
ejecución, permite al hombre aprender a conocerse. Y es mucho lo que hay que conocer, pues los
sistemas que llevan a cabo nuestros impulsos internos actúan automáticamente, como en le resto
de los animales superiores.
Hacer no significa conocer
Que ejecutemos una acción no prueba en modo alguno que sepamos, así sea superficialmente,
qué estamos haciendo o cómo lo hacemos. Si intentamos consumar una acción en forma
consciente, es decir, seguirla en todos sus detalles, pronto descubrimos que la más simple y
común de las acciones, como la de levantarse de una silla, constituye un misterio, pues no
tenemos idea alguna de cómo lo hacemos.
Así aprendemos que al autoconocimiento no se llega sin considerable esfuerzo y que incluso
puede interferir en la realización de acciones. El pensamiento y el intelecto que sabe son
enemigos de la acción automática, habitual.
El conocimiento hace coincidir la acción con la intención
A menudo, a un hombre que está haciendo algo le basta preguntarse qué hace para que se sienta
confundido y no pueda continuar. En tal caso, ese hombre ha comprendido de pronto que la
ejecución de la acción no se corresponde con lo que él pensaba que hacía. Si nuestra conciencia
está despierta, hacemos lo que los sistemas cerebrales más antiguos hacen a su propia manera,
aunque la intención de obrar provenga del tercer sistema, superior a ellos.
El conocimiento no es indispensable para la vida
En el mayor número de personas, los dos sistemas antiguos, el Cínico y el Límbico, se ajustan
armoniosamente entre sí. Ambos sistemas pueden satisfacer las necesidades humanas básicas y
ejecutar casi todas las acciones del hombre, incluso las que atribuimos a la inteligencia. El
sistema Supralímbico, tan desarrollado como se encuentra en el animal humano, ni siquiera es
indispensable para la vida social. Abejas, hormigas, monos y animales gregarios viven en
sistemas sociales sin tener conciencia de ello.
El conocimiento es una etapa nueva de la evolución
El sistema superior, más desarrollado en el hombre que en cualquier otro animal, torna posible el
conocimiento, es decir, la identificación de las necesidades orgánicas y la selección de los medios
adecuados para satisfacerlas. Por su índole misma, ese sistema nos da capacidad para juzgar,
distinguir, generalizar, formular pensamientos abstractos, imaginar, y mucho más aún. Conocer
los propios impulsos orgánicos constituye la base del autoconocimiento humano. Comprender la
8
relación entre esos impulsos y su origen en la formación de la cultura humana ofrece al hombre
un medio, en potencia, para dirigir su vida, cosa que pocas personas han logrado hasta ahora.
Conviene señalar que hablamos de la ejercitación del poder de la voluntad y del autocontrol, pero
no con el fin de adquirir dominio sobre nosotros mismos o sobre otros. Hemos empleado aquí los
conceptos corrección de sí mismo, mejoramiento, ejercitación del conocimiento, y otros, para
describir diferentes aspectos de la idea de desarrollo.
El desarrollo se centra en la coordinación armoniosa de la estructura, función y resultado. Y una
condición básica de la coordinación armoniosa consiste en estar completamente libre tanto de
autocompulsión como de compulsión por otros.
Mejoramiento de la capacidad
Estas lecciones tienen por fin mejorar la capacidad, o sea, expandir los límites de lo posible:
convertir lo imposible en posible, lo difícil en fácil y lo fácil en agradable. En efecto, sólo
aquellas actividades que son fáciles y agradables se convertirán en parte de la vida habitual del
hombre y le servirán en todo momento.
Aguzar la discriminación
Si un hombre no siente, no puede notar diferencias y, desde luego, no es capaz de distinguir entre
una acción y otra. Sin esa capacidad para diferenciar no puede haber aprendizaje, ni puede por
cierto aumentar la capacidad de aprender. La cuestión no es simple, porque los sentidos humanos
se relacionan con los estímulos que los ponen en acción, de modo que cuando el estímulo es más
pequeño la discriminación es más aguda.
Es imposible modificar el hábito a partir de la mera sensación. Es preciso efectuar algún esfuerzo
mental consciente hasta que la posición ajustada deja de parecer anormal y se transforma en
hábito. Cambiar un hábito es mucho más difícil de lo que pueda parecer a primera vista; todos los
que lo intentaron lo saben.
Pensar al actuar
En éstas lecciones, el estudiante aprende a escuchar las instrucciones al mismo tiempo que
ejecuta el ejercicio, así como a efectuar las modificaciones necesarias sin detener el movimiento.
En esta forma, aprende a actuar mientras piensa y a pensar mientras actúa. En comparación con el
hombre que detiene el pensamiento mientras hace algo y detiene la acción cuando quiere pensar,
esto constituye un peldaño más arriba en la escala de la capacidad.