Agujeros Negros

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Agujeros negros: Potencial peligro en un

futuro cercano

| Reproducción artística del cuásar P172+18, el más distante detectado hasta la fecha.

Guillermo Martínez González

Junio 2024
Los fenómenos cosmológicos conocidos como agujeros negros, son un
objetivo de estudio común para la comunidad científica, estudiar y
descifrar los tanto los misterios como las consecuencias que estos traen
consigo se ha vuelto algo mas recurrente, sin embargo, si
hipotéticamente, un agujero negro apareciera cerca o lo suficientemente
cerca de nuestro sistema solar, ¿que pasaría?, ¿Cómo estaríamos
preparados para ello?, la importancia de saber lo potencialmente
peligrosos que son y como funcionan es algo que no solo deberían
conocer las personas del ámbito científico.
El jueves 12 de mayo fue fotografiado “Sagitario A *”(leído como sagitario
a estrella), el agujero negro en el centro de la Vía Láctea, gracias a una red
global de telescopios llamada Event Horizon Telescope (EHT). Con lo cual
se descubrió como el segundo agujero negro más cercano de nuestro
sistema solar y del mismo planeta tierra.
Con ello también la interrogante, ¿será posible que algún día un agujero
negro aparezca aún más cerca?

| Primera fotografía de Sagitario A *, 12 de mayo del 2022.


Para poder responder las preguntas suscitadas, primero debemos saber y
entender lo básico de estos fenómenos espaciales.

¿Qué es un agujero negro?


Los astrónomos y físicos suelen definir a los agujeros negros como
espacios de materia extremadamente densa. Objetos cuya masa es tan
condensada que distorsionan drásticamente el tejido espacio tiempo.
“Son regiones del espacio en los cuales el campo gravitacional es tan
fuerte que ni siquiera la luz consigue escapar”, explicó el astrofísico
Rodrigo Nemmen, investigador del IAG-USP (Instituto de Astronomía,
Geofísica e Ciências Atmosféricas).
De acuerdo con Nemmen, para empezar a entender a los agujeros negros
es necesario recurrir a la Teoría General de la Relatividad de Albert
Einstein. A principios del siglo XX, el físico alemán propuso que el
universo existía en una geometría cuatridimensional conocida como
espacio-tiempo: “Einstein introdujo la noción de que el tiempo no era
absoluto, pero que también seria una dimensión (con profundidad,
anchura y altura), lo que lo vuelve relativo, por eso el nombre de la teoría”.
De todos modos, eso no era suficiente para explicar los fenómenos
espaciales. Asi, Einstein incluyó también en su teoría a la gravedad como
una de las fuerzas de las cuales depende la mas de los objetos.
La presencia de cuerpos con enormes cantidades de masa haría que el
espacio-tiempo se curvara en lo que los científicos llaman campo
gravitacional. Cuanto mayor es la masa, más grande es el campo
gravitacional y la distorsión del espacio-tiempo. En la práctica, eso
significa que en el Sol, por ejemplo, el tiempo fluye más despacio que en
la tierra.
De acuerdo con Nemmen, “Einstein consiguió con eso predecir la
existencia de los agujeros negros en 1916, pero en aquella época ni
siquiera él mismo creía mucho en sus cálculos y luchaba con las
consecuencias inexorables de su propia teoría”.
¿Cómo se forman los agujeros negros?
La mayoría de los agujeros negros son formados por restos condensados
de una estrella masiva. En otras palabras: se trata de lo que queda
después de la muerte de una estrella grande, con una masa de al menos
tres estrellas similares al Sol.
Cuando las estrellas gigantes alcanza el estadio final de sus vidas
estallan en cataclismos conocidos como supernovas. Tal explosión
dispersa la mayor parte de la estrella al vacío espacial pero quedan una
gran cantidad de restos “fríos” en los que no se produce la fusión.
En estrellas jóvenes, la fusión nuclear crea energía y una presión exterior
constante que se encuentra en equilibrio con la fuerza de gravedad
interior que produce la propia masa de la estrella. Sin embargo, en los
restos inertes de una supernova no hay fuerza que se resista a la
gravedad, por lo que la estrella empieza a replegarse sobre si misma.
Sin una fuerza que frene la gravedad, el emergente agujero negro encoje
hasta un volumen cero, en cuyo punto pasa a ser infinitamente denso.
Incluso la luz de dicha estrella es incapaz de escapar a su inmensa fuerza
gravitatoria, que se ve atrapada en órbita, por lo que la oscura estrella se
conoce con el nombre de agujero negro.
Los agujeros negros atraen la materia, e incluso la energía, hacia sí, pero
no en mayor medida que otras estrellas u objetos cósmicos de masa
similar. Esto significa que en un agujero negro con la misma masa que la
de nuestro sol, no “aspiraría” más objetos hacia sí que nuestro sol con su
propia fuerza gravitatoria.
Los planetas, la luz y otra materia deben pasar cerca de un agujero negro
para ser atraídos dentro de su radio de acción, cunado alcanzan un punto
sin retorno, se dice que han entrado en el horizonte de sucesos, un punto
del que es imposible escapar por que requiere moverse a la velocidad
superior a la de la luz.
Los agujeros negros tienen un tamaño pequeño. Un agujero de la masa
solar de un millón, como el que se sospecha que se encuentra en el
centro de muchas galaxias, tendría un radio de unos tres millones de
kilómetros, es decir, sólo unas cuatro veces el tamaño de nuestro sol. Un
agujero negro con una masa igual a la del Sol tendría un radio de tres
kilómetros.

Tipos de agujeros negros


Los agujeros negros se clasifican según su tamaño. Primero están los
agujeros negros estelares, que poseen entre tres y 100 masas solares.
Este es el tipo más común encontrado en el universo y normalmente se
los encuentra orbitando una estrella menos masiva o incluso otro agujero
negro.
Recientemente, uno de estos agujeros negros estelares fue encontrado a
apenas 1,500 años-luz de la Tierra, lo que lo convierte en el agujero negro
más próxima de nuestro planeta. Bautizado como Unicornio, este objeto
también es el menor registrado hasta el momento, con apenas tres masa
solares.
La segunda categoría está compuesta por los agujeros negros
intermedios, cuya masa varia de 100 a 10,000 soles.
Por ultimo, existen los supermasivos, mayores a 10,000 masas solares,
categoría en la que encaja Sagitario A *. La hipótesis es que buena parte
de las galaxias tiene un agujero negro supermasivo en el centro y esta
idea se viene sosteniendo desde la década de los ’60, cuando pudimos
observar cuásares en el centro de galaxias muy distantes.
Los cuásares son agujeros negros supermasivos extremadamente
activos, cuya tasa de acreción (la velocidad con la que se alimenta de
materia medida en masas solares por año terrestre) es muy alta. De
acuerdo con Nemmen, “los cuásares son observados solo en el universo
muy antiguo, que está muy lejos de nosotros, la forma en que se alimenta
es intensa, haciendo con que el gas y la materia que los rodea sean tan
brillantes que llegan a ofuscar la galaxia entera en la que se encuentran”.
¿Por qué es importante investigar los agujeros negros?
Para los astrofísicos, a pesar de que estos descubrimientos no impactan
directamente en nuestras vidas, entender mejor los agujeros negros,
principalmente los supermasivos, puede ayudar a la comunidad
científica a entender mejor el origen y la historia del universo. “los
agujeros negros son los cuerpos más extraños y encantadores del
cosmos. Ellos, literalmente, distorsionan las nociones del tiempo y
espacio en una existencia tan compleja como el universo en sí”, comentó
Nemmen. Estudiar los agujeros negros posibilitará resolver cuestiones
que todavía ni siquiera fueron planteadas, así como los estudios de la
física polaca Marie Curie sobre la radioactividad en 1898 ayudaron al
desarrollo de los tratamientos contra el cáncer, pese a que no era ese el
objetivo inicial de las investigaciones.

Conclusiones
Con toda la información recopilada, estudiada y comprendida, se puede
dar en conclusión lo siguiente:
Si hipotéticamente un agujero negro apareciera cerca de nuestro sistema
solar, no tendríamos manera de prepararnos ante ello, sin embargo, este
necesitaría tener mas masa solar que nuestro sol para ser afectados por
su campo gravitacional. A su vez, para que un agujero negro apareciera
cerca de nuestro sistema solar, una estrella debería morir en una
supernova, lo cual es imposible, con el conocimiento que en la
constelación centauri (4.3 años-luz de la tierra), se encuentra la estrella
más cercana a nuestro sistema solar, que es Próxima Centauri, una
enana roja cuyo tamaño es 7 veces mas chica que el Sol, la cual no
produce suficiente fusión nuclear, por eso su categorización de “enana
roja”; le sigue Alfa Centauri B, que es ligeramente más chica que el Sol, y
Alfa Centauri A, que es ligeramente más grande que el Sol, ninguna de
estás tres estrellas cumplen con el requisito de tener al menos tres
masas solares para convertirse en un agujero negro estelar.

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