Responsabilidad Civil t3

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CARRERA DE DERECHO Y CIENCIAS

POLÍTICAS

CURSO: Derecho Responsabilidad Civil


HORARIO: 13632

PROFESOR: Alcides Pelayo Chavarry Correa

TEMA: T3 - Responsabilidad por negligencia médica

INTEGRANTES:

- Ccama Ramirez, Andre Li - N00211069


- Cubas Apaestegui, Audencio - N00279144
- Mamani Vega, Isabel Flor De Maria - N00104643
- Murillo Tolentino, Dante Daniel - N00114316
- Palacios Tuesta, Diana Raquel - N00235361
- Usaqui Chuquitaipe, Fabiola Rosario - N00311132
INDICE:

1.- RESPONSABILIDAD CIVIL MÉDICA

1.1.-DEFINICIÓN, ETIMOLOGÍA Y FUNDAMENTO

1.2.-EVOLUCIÓN HISTÓRICA

2.- NATURALEZA JURÍDICA DE LA RESPONSABILIDAD CIVIL MÉDICA

2.1.- LEGISLACIÓN NACIONAL

2.1.1 - PENAL

2.1.2 - ADMINISTRATIVO

2.1.3 - CIVIL

3.- ELEMENTOS DE LA RESPONSABILIDAD CIVIL

3.1.- EL DAÑO

3.2.- ANTIJURIDICIDAD DE LA CONDUCTA

3.3.- NEXO CAUSAL

3.4.- HECHO GENERADOR

3.5.- FACTOR DE ATRIBUCIÓN

4-TIPOS DE NEGLIGENCIA

4.1.- ERRORES DE TRATAMIENTO

4.2.- CONTRA LA VIDA, EL CUERPO Y LA SALUD

4.3.- INFRACCIÓN PERSONAL POR INOBSERVANCIA A LAS REGLAS DE SU


PROFESIÓN
4.4.- CASO DR CHONG

5.- EL CONTRATO MÉDICO

5.1.- DEFINICIÓN Y NATURALEZA

5.2.- PARTES, OBLIGACIONES Y DERECHOS

5.3.- DE SU INCUMPLIMIENTO Y LA IMPUTABILIDAD

6.- EL ARTÍCULO 1762 DEL CÓDIGO CIVIL: LIMITACIÓN DE LA RESPONSABILIDAD


PROFESIONAL

6.1 CONCEPTO, CARACTERÍSTICAS, RELACIÓN, OBLIGACIÓN Y


RESPONSABILIDADES

6.2.-ALCANCES SOBRE RESPONSABILIDAD CIVIL MÉDICA

6.3.- LA PRUEBA DE LA NEGLIGENCIA MÉDICA

7.- CONCLUSIONES

BIBLIOGRAFIA
INTRODUCCION:

El presente trabajo se enfoca en la negligencia médica en Perú, una mala praxis que
puede resultar en la muerte del paciente y que requiere sanción. La responsabilidad
médica exige que los profesionales respondan por actos contrarios a sus deberes, tales
como diagnósticos incorrectos o falta de cuidados adecuados, y puede originarse en
relaciones contractuales o extracontractuales, requiriendo reparación o indemnización
por los daños causados. Esta responsabilidad jurídica involucra tanto a los
profesionales de la salud como a las entidades hospitalarias. Para establecer
responsabilidad civil, es fundamental identificar los daños causados por negligencia
médica, los cuales pueden ser patrimoniales o extrapatrimoniales. La indemnización
incluye el lucro cesante, el daño a la persona y el daño moral, según el Código Civil de
1984, garantizando la reparación de los daños biológicos, al bienestar y al proyecto de
vida.

La negligencia médica se clasifica en tres tipos principales: error de tratamiento,


cuando un profesional no cuida adecuadamente a un paciente por violación de la lex
artis; negligencia contra la vida, el cuerpo y la salud, debido a la inobservancia de
reglas profesionales que puede conllevar sanciones severas; e infracción personal por
inobservancia de las normas de cuidado, justificando un reproche penal. Un caso
emblemático en Perú es el del Dr. Juan Carlos Chong, quien tras una cirugía estética
que resultó en complicaciones severas y daños permanentes, fue acusado de
negligencia médica. El tribunal determinó que el Dr. Chong no cumplió con el estándar
de cuidado requerido y ordenó una compensación económica para la paciente.

Además, se analizará el contrato de prestación de servicios médicos, que es la


principal fuente de responsabilidad civil médica, creando una relación entre el
profesional médico y el paciente. Este contrato obliga al médico a seguir la lex artis,
adaptándose a cada caso específico.
1. LA RESPONSABILIDAD MÉDICA

1.1. DEFINICIÓN, ETIMOLOGÍA Y FUNDAMENTO

Según Martínez Calcerrada, el acto médico es definida como: «la prestación o actividad
del médico que persigue, conforme a la técnica o arte correspondiente –la llamada lex
artis ad hoc–, un efecto terapéutico o de curación de un enfermo o más genéricamente
la promoción de la salud».

Sin embargo, cuando hablamos responsabilidad médica, podemos decir que es aquella
actividad de evaluación, diagnóstico, prescripción o ejecución de medidas médicas mal
ejecutadas por los profesionales de la medicina y la organización hospitalaria, por lo
cual, deben ser sancionados ya que, en muchos casos, esta mala praxis puede
ocasionar la muerte del paciente.

En otras palabras, es la obligación de los médicos, dar cuenta por los actos ejecutados
en la práctica profesional que resultan contrarios a sus deberes por incumplimiento de
los cuidados adecuados en la asistencia del paciente, por un incorrecto diagnóstico,
etc. Es decir, este tipo de responsabilidad consiste en reparar, indemnizar un daño
causado a un paciente por contravenir sus deberes asistenciales, así el procedimiento
o tratamiento sanitario se haya llevado de manera contractual o extracontractual.

Mala Praxis= Mala práctica- hacer algo mal

Responsabilidad médica en latín:

Responsum: Responder Medicus: médico, médica} Responder los actos médicos

Negligencia: No hacer lo que se debe hacer, hacer menos de lo que se debe hacer,
hacer lo que no se debe hacer o postergar lo que se debe hacer

La Responsabilidad Contractual es reparar el daño por el incumplimiento de un deber


jurídico específico (contrato), por otro lado, la responsabilidad extracontractual es la
consecuencia del incumplimiento del mismo. Sin embargo, en el ámbito de
responsabilidad civil derivada en los servicios médicos, una responsabilidad en su gran
mayoría será contractual, toda vez que el contrato de prestación de servicios médicos
es un contrato realidad; es decir, que se va a dar en el momento de los hechos que el
médico empieza a atender al paciente.

Según Varsi Rospigliosi (2004): “La responsabilidad civil de los médicos es una R.C.
Contractual ya que la obligación que contrae con su paciente es consecuencia de la
celebración del contrato de prestación de servicios médicos”

Sería extracontractual, cuando por ejemplo: en el momento en que por un accidente, un


médico esté presente pero no colabore o auxilie a la persona accidentada que necesita
asistencia en salud, ya que es una obligación ética como profesional de la medicina
intervenir y brindar apoyo o salvar la vida a las personas que lo necesiten.

Son muchas las causas de estos requerimientos civiles por la negligencia de los
médicos y establecimientos prestadores de salud. Conforme pasaron los años, los
médicos han perdido la histórica inmunidad de la que gozaban, ya que solo estaban
sometidos a reglas de ética profesional o a su conciencia y al romper esto solo los
limitaban a la censura social.

Para poder sancionar estos actos, es importante verificar si la mala praxis del médico
ha provocado una lesión que exista un vínculo entre dicha acción de la persona a cargo
y el daño.

1.2.-EVOLUCIÓN HISTÓRICA

La salud, la integridad y la misma vida son pilares más preciados de todo ser humano,
por lo cual, cualquier daño que afecte a estos debe ser sancionado. Ya que son
dirigidos por una mala práctica o por una falta de precaución en los procedimientos
médicos.

Esto inició en Mesopotamia, en donde se exigió la responsabilidad médica por los


errores cometidos en el ejercicio profesional. El código de Hammurabi, un conjunto de
282 leyes que incluye nueve que regulan la actividad médica que resaltan derechos y
obligaciones para las personas ligadas a la medicina, y por el cual, son sancionados;
estas sanciones dependían de la condición de libertad o esclavitud del paciente y
conforme a la ley, se asegura de que el médico no vuelva a cometer un segundo error.
Por otro lado, en Egipto el médico tenía que cumplir al pie de la letra con los
tratamientos y procesos, pero si este no cumplía con lo estipulado por la autoridad
podía ser castigado con pena de muerte.

En el Imperio Romano, las multas se consideraban mejores que las penas impuestas
por los visigodos en el “Codex Visigothorum” que ponían en manos de la familia del
fallecido al médico responsable para que pague como les correspondía.

2. NATURALEZA JURÍDICA DE LA RESPONSABILIDAD CIVIL MÉDICA

La naturaleza jurídica de la responsabilidad médica es la obligación que surge entre los


sujetos con relación jurídica de forma contractual o extracontractual, en ese sentido se
tiene que responsabilizar no sólo su persona sino también en su condición de médico
profesional y porque no la persona jurídica como tercero responsable.
Para exigir la reparación civil se tiene que identificar los daños causados productos de
la negligencia médica. La responsabilidad obligacional, exige el cumplimiento de
subsanar o indemnizar el daño causado producto de un incumplimiento de relación
jurídica. Los daños pueden ser patrimoniales o extrapatrimoniales.
2.1 LEGISLACIÓN NACIONAL

2.1.1 - PENAL

El estado mediante el uso de ius puniendi a través del nuevo código procesal penal del
2004, brindó ciertas facultades al ministerio público como es la persecución penal por la
acción u omisión de la conducta de la persona, el ministerio público actúa cuando
recibe la denuncia derivada de la policía nacional del Perú, cuando recibe la noticia de
un acto criminal o de oficio.

Mediante el NCPP de 2004, el ministerio público no solo tiene la pretensión penal sino
también la pretensión civil esto quiere decir el fiscal representante del ministerio público
puede solicitar una reparación civil a favor de la agraviada por los daños causados
producto de la comisión del delito como se establece el artículo 11 inciso 1 del NCPP
de 2004.

La pretensión civil recorre todas las etapas del proceso penal, como es la investigación
preparatoria donde se investiga y recoge los medios probatorios, en cuanto a la etapa
intermedia se procede a calificar la admisibilidad y procedencia de las pruebas idóneas
al ser una etapa que subsane los errores dentro del proceso dirigido por el juez de
investigación preparatoria.

La decisión de declarar fundada la reparación civil es mediante la Audiencia de Juicio


Oral donde el Juez Penal es el encargado de dirigir la audiencia y el encargado de
tomar la decisión de fundar el pedido del Ministerio Público u archivar la pretensión
civil.

Pero qué sucede cuando la víctima se apersona al proceso penal con el fin de poder
solicitar la reparación civil, en ese momento cesa la legitimación del ministerio público
para intervenir sobre el objeto civil y queda a cargo del autor civil de acuerdo con el
artículo 11 del NCPP en el segundo párrafo.

Pero qué sucede cuando el autor civil apersonado al proceso penal siente y cree que
en otra vía jurisdiccional (proceso) pueda obtener una mayor cifra económica o
beneficios que en el proceso penal. Para estas circunstancias el NCPP brinda una
salida mediante el artículo 12 inciso 1 el cual establece la posibilidad de cambiar de
jurisdicción, pero con un límite de no poder solicitar en otra vía lo mismo.

Asimismo, cuando el fiscal a cargo de la investigación emite una disposición de


sobreseimiento por no poder contar con los suficientes elementos de convicción no
limita al juez penal de no pronunciarse por la acción civil como lo establece el artículo
12 inciso 3 del NCPP.

Con relación al desistimiento de la vía jurisdiccional, el autor civil está limitado para su
retiro hasta antes del inicio de la etapa intermedia y esto no impide seguir la pretensión
civil en otro proceso distinto al penal como lo establece en el artículo 13 inciso 1 del
NCPP.

2.1.2 - ADMINISTRATIVO

Mediante el decreto supremo N° 002-2019-SA, se implementó una reforma, que tiene


como objetivo establecer mecanismos que permitan la protección del derecho a la
salud en los servicios brindados por las siguientes entidades públicas, privadas o
mixtas como son: de la IAFAS, IPRESS y UGIPRESS. Las infracciones son por
acciones u omisión afectan: i) el derecho a la vida, la salud, la información de las
personas usuarias de los servicios de essalud y la cobertura prestacional o financiera
de su aseguramiento, y se sancionan mediante su clasificación de leves, graves y muy
graves. Asimismo, los estándares de acceso, calidad, oportunidad, disponibilidad y
aceptabilidad.

El procedimiento administrativo se divide en dos etapas diferentes primero con la fase


de instrucción y el segundo la fase resolutiva.

La primera etapa está a cargo de la Intendencia de fiscalización y sanción (IFIS), quien


dirige toda la etapa de instrucción y está compuesta con una fase preliminar de
calificación que tiene la finalidad de evaluar si la denuncia cumple con los requisitos
procedencia, si cumple los requisitos la secretaría técnica de instrucción realiza
diligencias para especificar la existencia de responsabilidad y lo formaliza en su informe
final de recomendación de sanción.

La etapa resolutiva está a cargo de la Superintendencia adjunta de regulación y


fiscalización (SAREFIS), llama a una audiencia de vista a la causa donde la parte
denunciada brinda sus alegatos escritos u orales con el fin de poder defenderse de la
acusación en su contra al término de la audiencia la Superintendencia adjunta de
regulación y fiscalización tiene la potestad de sancionar de acuerdo al Pas e impone
sanciones y medidas provisionales correctivas. Con la resolución de sanción termina la
primera instancia y el denunciado tiene dos opciones: consentir la sanción o utilizar el
recurso de impugnación.

La segunda instancia está a cargo del Tribunal de Susalud y tiene la finalidad resolver
la impugnación emitida por el denunciado al no estar de acuerdo con la decisión de
primera instancia. Con la resolución de sanción termina el procedimiento administrativo
sancionador y el denunciado tiene dos opciones: consentir la sanción o recurrir a la vía
judicial.

2.1.3 - CIVIL

¿Cuándo recurrimos a un proceso civil? Cuando necesitamos que el órgano


jurisdiccional reconozca la vulneración de un derecho y utilizamos la figura de la
demanda por una afectación física o psicológica producto de un daño generado por una
persona natural o jurídica. La persona afectada tiene el derecho solicitar una
indemnización económica o de otro ámbito según lo crea pertinente.

Para solicitar la indemnización tiene que presentar una demanda donde se expone los
fundamentos de hecho, derecho y medios probatorios que acrediten los tipos de daños
sufridos y gastos posteriores producto al hecho dañoso sufrido. Con esto quiere decir
exponer sus pretensiones debido al daño género.

Ahora debemos comprender la etapa procesal, ¿dónde se interpone la demanda?


(territorial) y ante ¿qué órgano jurisdiccional es el competente? Para responder estas
preguntas es necesario analizar nuestro caso y si cumple con los requisitos señalados
para cada proceso será admitido por lo general en un proceso de indemnización va a
depender del monto (económico) del solicitante.

La vía que elija para solicitar la indemnización es única bajo los principios de
aceleración, economía y el nom bis idem, esto quiere que la persona afectada no
puede solicitar en dos vías procesales como son en materia penal o civil porque
estarían vulnerando principios procesales.

Para este caso se va a utilizar el proceso Abreviado como ejemplo, con el cumplimiento
de dos requisitos establecidos en el código procesal civil en el artículo 486 de
procedencia e inciso 3 y 7, primero el monto económico y el segundo es el
reconocimiento de responsabilidad civil de los jueces.

En primera instancia vamos a conocer al Juzgado Especializado en lo Civil de la Corte


Superior de Justicia de lima quien es el encargado de calificar la demanda y escuchar a
las partes del conflicto procesal, al término del proceso emite una sentencia total o
parcial si es a favor del demandante y caso contrario del demandado que solo busca la
declaración de improcedencia.

Si, uno de las partes no está satisfecha por la resolución en primera instancia tienen su
derecho a presentar su recurso impugnatorio para que el expediente se pueda elevar
ante un juez de mayor jerarquía y este pueda resolver como segunda instancia, pero ya
no sería un juzgado sino ante una Sala Superior de Justicia.
Llegado al término de la segunda instancia y uno de las partes no acepta con la
resolución del Juez de la Sala Superior de Justicia tendría a su disponibilidad el recurso
extraordinario de casación para que los jueces supremos puedan ver su caso y emitan
una sanción definitiva.

3. ELEMENTOS DE LA RESPONSABILIDAD CIVIL

3.1.- EL DAÑO

De acuerdo con Sánchez A. (2021), concuerda al interpretar correctamente la cuestión


de la indemnización respecto de la acción u omisión que genera cierto daño, este está
de acuerdo con lo estipulado en el Código Civil de 1984, el cual incluye el lucro
cesante, el daño a la persona y el daño moral. Asimismo, este autor menciona Mosset
pues este realiza de forma precisa y filosófica su considerar que, el daño a la persona
es, como expresión un feliz hallazgo, originalmente consideramos que este autor podía
carecer de escrúpulos o mínima empatía, sin embargo, entendemos luego que es a
partir de este, como es que se determinará, en su sistematización, como refiere
Fernández C., el daño biológico, el daño al bienestar y al proyecto de vida.

En función a la naturaleza del ente dañado, se determina que las únicas cosas que
pueden ser pasibles de daño son las cosas u objetos, los cuales forman parte de la
propiedad de las personas, sin embargo, además, es también válido de considerar a
los seres humanos. A la primera, esto es a las cosas u objetos, la doctrina le ha
destinado un espacio a considerar, esto es dentro del daño objetivo. Y lo segundo, que
refiere a las personas, están consideradas dentro del daño subjetivo.

A lo que concierne la presente investigación, prima sobre todo el trato del daño a la
persona el cual es de manera equivalente a la de daño subjetivo, en sí, cualquier tipo
de daño que se le pueda hacer al ser humano, debe entenderse claro, desde un punto
de vista general, que estos daños pueden comprender desde los ocasionados por
desastres naturales siendo de fuerza mayor, como aquellos imprevisibles, aquellos que
fueron necesarios realizar para salvaguardar proporcionalmente otros bienes jurídicos
protegidos, como el de un menor de edad; puede ser así cualquier tipo de daño, se
entiende a todos los cometidos en contra de las personas, o más concreto, la persona
en sí misma.
3.2.- ANTIJURIDICIDAD DE LA CONDUCTA

Para el Dr. Guillermo Arce Arias, la antijuridicidad vendría a ser la contradicción que
existe entre la acción típica y el ordenamiento jurídico, requiriéndose así por tanto, el
cumplimiento de todos los elementos que lo implican, no tratándose así, solo de un
concepto penal, sino que es parte del ordenamiento jurídico en general, esto quiere
decir que es parte de todo el ordenamiento jurídico, constituyéndose así una
característica propia, es unitaria. Sin embargo, se determina de esta forma que, el
derecho penal como tal, no es quien crea la antijuridicidad, sino que esta es la que más
bien selecciona por medio de la tipicidad algunas lesiones graves a los bienes jurídicos,
que somete a un juicio, el cual es una constatación negativa. Así entonces se puede
concluir que, el hecho típico (aquel que supera al simple hecho, a veces contrario a la
moral, pero no a la jurídicamente relevante, en concreto, penalmente relevante); la
acción típica (aquella que derivada del hecho, constituye una acción que de probarse,
estaría sujeto a reproche legal penal, como lo fuere lo acontecido a la presente
investigación, la responsabilidad penal a los médicos que por sus malas prácticas
generan un daño a las personas, pudiendo ser estas la propia muerte); estos, generen
en sí, una sospecha de antijuridicidad, convirtiéndose de esta manera en una suerte de
función indiciaria de la tipicidad, la cual solo puede desvirtuarse si en el proceso
consecuente se pronuncien, desarrollen o presenten ciertas justificantes, esto pudiera
ocurrir por ejemplo, de probarse que cuando el médico estaba en plena operación con
la paciente, ocurrió un leve temblor, que hizo que la pinza con la que delicadamente el
médico cumplía su trabajo se moviera causándole lesión grave, si bien fácticamente se
podría alegar que este médico por tener sus manos la pinza es responsable del daño,
nos veríamos en una situación donde la manifestación de la voluntad fue vulnerada por
un hecho de fuerza mayor, algo imprevisible, como lo fuera un temblor de magnitud
considerable para no poder evitar sus consecuencias.

Debemos de comprender para esto, que el juicio de la antijuridicidad descansa siempre


en la lesión o puesta en peligro de un bien jurídico, y es que es claro, el bien jurídico es
el pilar fundamental a considerarse para determinar sobre la existencia o no de un
delito, si se vulnera o transgrede este, entonces podríamos hablar de la existencia
concreta y real de un delito como tal, además, debemos de considerar que para que
esto se configure, la acción debe ser desvalorada, o desproporcionada según sea el
caso, como ocurriría en los casos de la legítima defensa, si se probase que la defensa
realizada por el autor fue desproporcionada (caso de un robo, si el que roba usa un
cuchillo, y el que se defiende usa una MP5 para defenderse, claramente es
desproporcional su defensa, además que, de ser un civil el que porta el arma, podría
ser procesado por tenencia ilegal de armas, a considerar que en el Perú, este tipo de
armas están prohibidas para el uso civil).

Ahora bien, la antijuridicidad es también vista desde la perspectiva civilista, esto quiere
decir que, es parte de la responsabilidad civil que lo implica, la cual es parte de la
responsabilidad en general, y puede de ser el caso resultar en una responsabilidad
penal. Así, como lo refiere Taboada, la antijuridicidad así surte como un elemento
caracterizador de los hechos jurídicos voluntarios pero que son ilícitos, sea esta de
origen contractual o extracontractual, así como respecto de aquellos hechos jurídicos
voluntarios que tengan declaración de voluntad que constituyen los llamados actos
jurídicos.

3.3.- NEXO CAUSAL

El nexo causal es uno de los requisitos importantes para la constitución de la


responsabilidad civil, tal y como lo refiere López Y. (2009), hace referencia a la relación
que debe darse entre la lesión del bien jurídico o el daño con la conducta activa u
omisiva desplegada por el agente causante del daño, este debe generar un perjuicio al
como veíamos anteriormente, el bien jurídico protegido, debe existir esa relación entre
el daño que comete el autor del acto reprochable, y la consecuencia como tal.

En el ámbito de la responsabilidad médica, el nexo causal es particularmente


importante debido a la naturaleza especializada de la profesión, donde los
profesionales toman decisiones que pueden tener consecuencias significativas para la
salud y la vida de los pacientes. La determinación del nexo causal en estos caos
implica establecer si el daño sufrido por el paciente es consecuencia directa de la
actuación del profesional de la salud. Es fundamental sin embargo, para su mejor
entendimiento, descomponer el concepto en sus componentes básicos y aplicarlos al
contexto de la atención médica, este se divide en dos partes: la causalidad fáctica y la
causalidad jurídica. La primera se refiere a la conexión directa entre la conducta del
profesional de la salud y el daño sufrido por el paciente; se analiza si la conducta del
médico, como un tratamiento incorrecto, un diagnóstico erróneo o una intervención
quirúrgica negligente, fue la causa directa del daño. Por ejemplo, si un cirujano comete
un error durante una operación y este error resulta en una lesión adicional al paciente,
la causalidad fáctica se establece si se puede demostrar que la lesión no habría
ocurrido sin el error del cirujano.

En la responsabilidad médica, la determinación del nexo causal puede ser


particularmente difícil debido a la complejidad de los factores involucrados en la
atención médica y las múltiples posibles causas de un daño. Un paciente puede tener
condiciones médicas preexistentes que contribuyen al daño, complicando así la
determinación de si el daño es atribuible exclusivamente a la acción u omisión del
profesional de la salud.

Además, en la responsabilidad médica también se consideran las obligaciones de los


profesionales de la salud de informar adecuadamente a los pacientes sobre los riesgos
y beneficios de los tratamientos. La falta de consentimiento informado puede ser una
base para establecer responsabilidad, especialmente si el paciente habría decidido no
someterse al tratamiento de haber conocido los riesgos asociados. En tales casos, la
falta de información adecuada por parte del médico puede ser vista como una causa
del daño sufrido por el paciente, estableciendo así el nexo causal.

Sin embargo, tal y como lo aduce Coca S. (2020), en concordancia con lo estipulado
por el artículo 1972 del Código Civil, puede llegar a ocurrir una ruptura en el nexo
causal, en consecuencia, a la responsabilidad civil objetiva y subjetiva, siendo estos
que primero, se debe establecer el supuesto del daño, en segundo lugar, la
antijuridicidad del daño, y finalmente, los criterios de imputación. Surgiendo sim
embargo, una suerte de confusión, toda vez que no puede excluirse a la culpa o dolo,
al momento de evaluarse el nexo causal, y esto es debido a que, los criterios
mencionados se evalúan en un momento siguiente.

3.4.- HECHO GENERADOR


Tal y como Santa S. (2011), refiere sobre el hecho generador de la responsabilidad
civil, refiere que el hecho generador del incumplimiento contractual es uno de los
elementos para establecer la responsabilidad civil respectivamente, la cual queda
establecida luego de que se determine la existencia de la existencia de la inejecución
de la prestación debida y que esta misma sea consecuencia de una conducto dolosa o
culposa por parte del deudor (autor), siendo la culpa que recae sobre ésta el elemento
fundamental para establecerla.

En el caso de la responsabilidad médica, la negligencia por ejemplo, sería la clave


precisa y fundamental para establecer la existencia de esa inejecución de prestación
debida, toda vez que, los médicos (cirujanos por ejemplo), deben realizar tanto las
intervenciones como las operaciones que realizan sobre sus pacientes, con todo el
debido cuidado profesional que les caracteriza, en tal sentido, de realizar su labor a
partir de malas prácticas o malos hábitos, estos en conjunto pueden generar un daño
lesivo a la salud o integridad de sus pacientes, quienes como consecuencia quedarán
más que legitimados para solicitar o demandar civilmente a loa autores de dicho
incumplimiento.

Como refiere Campos R. (2006), el hecho generador, sin distinguir si se está en frente
de una responsabilidad contractual o extracontractual, es la acción u omisión que
comete un sujeto, y dependiendo del análisis de atribución fáctica y jurídica, del cual se
determinará si ocasionó un daño o no, es que se le determinará mayor responsabilidad
o no. Este análisis incluye la identificación de una relación causal y la evaluación de los
factores de atribución pertinentes, sólo cuando ambos tipos de atribución coinciden en
señalar al sujeto como responsable, se establece la obligación de reparar el daño
causado. El Código Civil Peruano refleja esta combinación de factores al requerir, en
general, tanto criterios objetivos como subjetivos para establecer la responsabilidad
civil extracontractual, permitiendo una aplicación flexible y adaptada a las distintas
circunstancias en que se pueden producir daños.

3.5.- FACTOR DE ATRIBUCIÓN

De esta manera, Taboada refiere que el mejor camino para comprender a los factores
de atribución es que, en primer lugar, es importante señalar que, en la legislación
comparada, la doctrina universal y el Código Civil peruano, existen dos sistemas de
responsabilidad civil extracontractual: el sistema subjetivo y el sistema objetivo. Cada
uno de estos sistemas se basa en diferentes factores de atribución. Por esta razón, los
factores de atribución en los sistemas subjetivos se denominan factores de atribución
subjetivos, mientras que los correspondientes a los sistemas objetivos se conocen
como factores de atribución objetivos.

Para esto debemos primero de establecer la noción de culpa del autor, sobre el daño
que generó a la víctima, ya establecido los elementos anteriores este sería netamente
el último a considerar, ahora bien, debemos de tener en cuenta que el mismo, sea
consecuencia del dolo o culpa del autor, pues caso contrario se acreditará el daño y la
relación causal, no habiendo responsabilidad civil del autor (extracontractual). Ahora,
sin embargo, en el caso de la negligencia médica, no se trataría de una circunstancia
extracontractual, sino por el contrario contractual, por lo tanto, el factor de atribución
como refiere Arévalo J. (2020), es la culpa, la cual presenta tres grados de intensidad,
siendo primero el dolo, segundo la culpa leve, y tercero la culpa inexcusable. En primer
lugar, cuando se habla de dolo, se tiene a quien procede deliberadamente pero no
ejecuta la obligación. En segundo lugar, cuando se habla de culpa leve se tiene a quien
actúa quien omite aquella diligencia ordinaria exigida por la naturaleza de la obligación
y que corresponde sin lugar a dudas a las circunstancias de las personas, del tiempo y
del lugar. En tercer lugar, tenemos a la culpa inexcusable, esta es la que quien incurre
quien por negligencia grave no ejecuta la obligación.

A partir de lo anterior descrito, tenemos entonces un hecho sin lugar a dudas concreto,
la responsabilidad civil médica surgiría en la mayoría de los contextos, como es el caso
que se describe posteriormente del cirujano Chong, por quien actúa en una diligencia
ordinaria para por ejemplo como cirujano plástico, omite realizar una diligencia que por
la naturaleza de la obligación debió realizar, y que como consecuencia esta generó
daño grave a su paciente, esta omisión y sus graves consecuencias no solo generan
responsabilidad civil para el cirujano, que podría verse obligado a indemnizar al
paciente por los daños físicos y psicológicos sufridos, así como por los gastos médicos
adicionales y la pérdida de ingresos. Sino que, dependiendo de la gravedad del daño y
de las circunstancias específicas del caso, también podría derivar en responsabilidad
penal. Por ejemplo, si se demuestra que el cirujano actuó con una negligencia tan
grave que su conducta puede ser considerada como imprudente o temeraria, podría
enfrentarse a cargos penales por lesiones o incluso homicidio involuntario si el paciente
fallece como resultado de las complicaciones.

Es así que, no basta con la simple producción de un daño para que alguien sea
considerado civilmente responsable, pues es necesario que, basándose en los criterios
legales, el daño pueda ser jurídicamente atribuido a una persona, por lo que, los
factores que permiten esta atribución pueden ser de dos tipos: subjetivos y objetivos.

Los factores de atribución subjetiva se relacionan con el estado mental o


intencionalidad del causante del daño, como la culpa y el dolo, lo que implica la
intención consciente de causar daño, mientras que la culpa se refiere a la falta de
diligencia o cuidado adecuado en una situación específica, y puede variar en grados
(leve, lata, grave e inexcusable). Por otro lado, los factores de atribución objetiva no
dependen de la intención o culpa del causante, sino de la mera adecuación de la
acción para causar el daño o de criterios de distribución eficiente del riesgo.

Un sistema jurídico no tiene que elegir exclusivamente entre estos tipos de factores,
sino que puede combinarlos según el contexto del daño civilmente reparable, así lo
hace el Código Civil Peruano, en tanto el artículo 1969 del Código Civil Peruano
establece que la responsabilidad civil extracontractual requiere la concurrencia de
criterios objetivos de imputación junto con criterios subjetivos (dolo o culpa), sin
embargo, en ciertos casos donde hay mayores exigencias de estandarización, como
cuando el daño es causado por un bien o actividad riesgosa, el deber de reparar es
puramente objetivo, según el artículo 1970 del mismo código.

4. TIPOS DE NEGLIGENCIA MÉDICA

4.1.- ERROR DE TRATAMIENTO

La imprudencia es punible, en el campo de la medicina, cuando quienes gozan de una


“presunción” de aptitud, que proviene de algún documento titular de profesión (Médico,
enfermero, u otro afín), emanando una posición profesional de garantista, asume el
tratamiento de un paciente, y no logra ese cometido de cuidarlo hábilmente y
eficazmente por clara y observable violación a las normas de cuidado establecido por
lex artis (norma), provocando un resultado que era previsible y evitable, y que, como
consecuencia lesiona sin lugar a dudas el bien jurídico protegido de la vida, o la
integridad. Este, al causar un daño, el cual independientemente de la gravedad que
hubiese sido, será responsable penal y civilmente por sus actos.

Lo mismo tendría responsabilidad el farmacéutico que teniendo o no la autorización,


suministre a sabiendas mediante la venta de productos farmacéuticos y otros afines, en
calidad o cantidad no correspondiente a la receta médica o distinta a la declarada o
convenida, enfrentará una pena no menor de dos ni mayor de cuatro años, tal y como
lo estipula el artículo 294 del Código Penal, cuando refiere al suministro infiel de
productos farmacéuticos, dispositivos médicos o productos sanitarios.

4.2.- CONTRA LA VIDA, EL CUERPO Y LA SALUD

El que por culpa causare un daño a otro, por acción privada, será penado con no mayor
de un año de prisión, y multa de sesenta a 120 días multa. Asimismo, el que, por
inobservancia de reglas de la profesión, como la médica, causase un daño, será
sancionado con una pena no menor de un año, ni mayor a cuatro, tal y como lo refiere
el artículo 124 del Código Penal, respecto de las lesiones culposas. Así, por ejemplo,
como lo refiere la casación 327-2017 de San Martín, sobre el caso de condena contra
la vida, el cuerpo y la salud, contra dos médicos que no contaban con la especialidad
para operar, ocasionándole así, un incumplimiento de una serie de cuidados que
guarda relación con la inobservancia de las reglas de profesión médica, lo que se llama

también “negligencia” o “normas de cuidado”. Según Villegas A. (2013). La


responsabilidad civil profesional del médico es necesaria, si este ocasionarse un daño
es su deber repararlo como bien considerábamos, este daño debe haberse
ocasionado en el ejercicio de su profesión, las causales pueden ser varias, pero las
más comunes van de la mano con la imprudencia en el accionar de forma de
desarrollar su labor como médico, esto debe ser entendido como una falta máxima a lo
que refiere su profesión. Se deberá remunerar así al paciente, los daños físicos y
morales que le pudieran haber cometido en su contra.
4.3.- INFRACCIÓN PERSONAL POR INOBSERVANCIA A LAS REGLAS DE SU
PROFESIÓN

Como es de verse en lo explicado anteriormente, la inobservancia de las normas de


cuidado sobre los pacientes, por parte del garantista profesional médico, supone una
infracción de carácter personal que, se presenta de forma especial, esto ocurre cuando
el profesional al realizar los cuidados va más allá de lo establecido por la normativa,
infringiendo de forma personal aquello, y, en consecuencia, ocurriendo un reproche
penal justificado por no haber sido suficientemente cuidadoso. No podría alegarse, y
esperar que sea fundado, que el profesional no estuvo atento y por eso no se dio
cuenta, tal que no sería su responsabilidad, porque no hablamos de una persona
cualquiera, sino de aquella persona instruida profesionalmente por varios años, para
ejercer como médico y tratar este tipo de situaciones prudentemente.

Así, como refiere Pizarro (2020), la negligencia médica puede originar responsabilidad
civil, generando una acción de puro derecho por parte de la víctima para poder
mediante una demanda interponer contra el sujeto activo del delito una indemnización
por los daños y perjuicios que le pudo ocasionar, indistintamente como veíamos
anteriormente, de las acciones penales de parte o de oficio que se pudieran dar a cabo.

Ahora bien, el plazo prescriptorio para el debido reclamo de la misma, en derecho


comparado, para el caso chileno, es de 5 años, después del cual, si bien, la acción
penal no prescinde, la acción civil ya no podrá interponerse, que, de ser el caso
contrario, sobre esta se podrá presentar excepción de caducidad.

Nuestra legislación nos asegura mediante el artículo 1762 del Código Civil que, la
responsabilidad por prestación de servicios profesionales o técnicos, siempre que de
ellos emane dolo o culpa, esto implica considerar que, si se llegara a probar que la
responsabilidad del daño causado es por comisión de terceros, como, por ejemplo,
familiares de la víctima, la responsabilidad del médico quedará archivada.

4.4.- CASO DR. FONG

El caso del Dr. Carlos Fong en el Perú es un ejemplo emblemático de lo que es la


responsabilidad civil médica. En este caso, el doctor fue acusado de negligencia
médica después de realizar una cirugía estética a una paciente (Lady Guillén), lo que
resultó en complicaciones severas y daños permanentes.

La paciente alegó que el doctor no informó adecuadamente sobre los riesgos del
procedimiento y que la cirugía no se realizó con el cuidado necesario, lo que llevó a un
resultado perjudicial; el caso fue llevado a los tribunales, donde se determinó que el Dr
Fong no cumplió con el estándar de cuidado requerido en su profesión. Como
resultado, el doctor fue considerado responsable civilmente, y se ordenó una
compensación económica para la paciente por los daños sufridos, incluyendo los
costos adicionales de tratamiento y el sufrimiento causado.

Este caso destacó la importancia de la responsabilidad civil médica y la obligación de


los profesionales de la salud de actuar con diligencia y competencia así la
responsabilidad civil médica, queda subrayada con la necesidad de que los médicos
informen exhaustivamente a sus pacientes sobre los riesgos y beneficios de los
tratamientos, obteniendo un consentimiento informado claro y explícito. Para evitar así,
complicaciones como estas.

5. EL CONTRATO MÉDICO

El contrato de prestación de servicios médicos es la fuente principal de la


responsabilidad civil médica. Este contrato crea una relación entre el profesional
médico, su equipo, y en algunos casos, el hospital o clínica, por un lado, y el paciente
por otro, imponiendo obligaciones y deberes a ambas partes. Si el médico incumple
estas obligaciones, puede resultar en una violación del contrato, y será necesario
evaluar la indemnización, el daño y la relación causal entre el incumplimiento y el daño.

Este tipo de contrato es diferente a otros contratos de intercambio o del derecho civil
patrimonial porque implica un compromiso complejo de "hacer" más allá de la simple
entrega de un objeto. Además, parte del contenido de este contrato está determinado
por normas legales obligatorias, situándose en la categoría de contratos dirigidos.

La prestación médica conlleva un riesgo para la integridad del paciente, y una


ejecución imperfecta del contrato puede afectarla. Por ello, el médico tiene un deber de
protección respecto a esa integridad, aunque esto no debe confundirse con garantizar
un resultado específico, que muchas veces está fuera de su control.

Aunque en el ámbito de la asistencia médica la formalización del contrato puede pasar


desapercibida, siempre existen normas imperativas que se incorporan al contrato. En
caso de conflicto por incumplimiento, el juez debe determinar el contenido del contrato
y considerar la naturaleza de la prestación médica, incluyendo la lex artis y otros
deberes relacionados.

Además, la responsabilidad médica no siempre presupone una relación contractual


directa entre el profesional y la víctima. En casos de víctimas indirectas, el juez debe
evaluar el incumplimiento del contrato original para determinar la procedencia de la
indemnización, aunque el régimen aplicable sea el de responsabilidad extracontractual.
Referencia: De la Maza, I., & Vidal, M. (2018). Presupuesto de la responsabilidad civil
médica: el contrato médico.

5.1.- DEFINICIÓN Y NATURALEZA

La relación médico-paciente se basa en un contrato de prestación de servicios


médicos, generalmente consensual y tácito, sin necesidad de formalidad escrita. Este
contrato obliga al médico a seguir la lex artis, manteniendo sus conocimientos
actualizados para cumplir con sus exigencias. La lex artis ad hoc se adapta a cada
caso específico, considerando factores como el lugar de atención y los recursos
disponibles, por lo que no todas las obligaciones son iguales para todos los médicos
(Vidal, 2002).

Cuando se incumple el deber de información, se incurre en un incumplimiento


contractual. En estos casos, la única solución disponible para el paciente es la
indemnización de daños, según lo dispuesto en el artículo 1553 del Código Civil. Para
que proceda la indemnización, deben cumplirse ciertos requisitos: debe haber una
acción u omisión imputable al médico que cause daño, ya sea por culpa o dolo. La falta
de información priva al paciente de la posibilidad de tomar decisiones informadas sobre
su tratamiento, fundamentando la indemnización por la pérdida de una oportunidad,
como en casos donde el paciente no logra recuperarse debido a la omisión de
información sobre tratamientos alternativos (Vidal, 2002).

Referencia: Vidal, M. (2002). Generalidades sobre la responsabilidad contractual en la


relación médico-paciente.

5.2.- PARTES, OBLIGACIONES Y DERECHOS

Contenido del Contrato Médico:

Sobre el contenido del contrato médico se refiere a lo pactado entre las partes,
particularmente la figura médica y el paciente. Este contenido incluye la prestación a la
que se obliga el médico, que debe ajustarse a la "lex artis" médica. La "lex artis" integra
la prestación del médico y abarca sus conocimientos y habilidades, que deben ser
aplicados para mejorar la salud del paciente. Además de la "lex artis", el contrato
también incluye deberes como la información y la protección del paciente, (Brantt,
2008).

Obligaciones del Profesional Médico:

Las obligaciones del médico son generalmente consideradas obligaciones de medios.


Esto significa que el médico se compromete a emplear su actividad profesional
conforme a la "lex artis" aplicable al caso, sin garantizar un resultado específico. La
doctrina y jurisprudencia nacional reconocen esta categoría, aunque no está
explícitamente mencionada en el Código Civil peruano (Brantt, 2008; Pizarro, 2017).

5.3.- DE SU INCUMPLIMIENTO Y LA IMPUTABILIDAD

En el contexto de las obligaciones contractuales, es fundamental distinguir entre


obligaciones de medios y obligaciones de resultado, especialmente relevante en los
contratos médicos donde predominan las obligaciones de medios, aunque también
pueden existir obligaciones de resultado. La diferencia radica en el contenido de la
prestación: las obligaciones de medios implican realizar una actividad dirigida a obtener
un resultado, pero este resultado no es garantizado como parte de la obligación. En
cambio, en las obligaciones de resultado, el cumplimiento depende directamente de
alcanzar el resultado específico prometido.

Según De la Maza y Vidal (2018), la clave para entender esta diferencia no es


simplemente la obtención del resultado, sino qué es exactamente ese resultado y cómo
se define dentro del contrato. Esto configura el contenido preciso de la prestación a
cumplir (DE LA MAZA y VIDAL, 2018, p. 191).

Jordano Fraga argumenta que la actividad realizada para cumplir la prestación siempre
está orientada hacia un resultado determinado, aunque este resultado pueda o no
formar parte explícita de la prestación misma (JORDANO FRAGA, 1991, p. 11).

Carrasco Perera sostiene que la distinción entre obligaciones de medios y de resultado


en el derecho civil tiene el propósito fundamental de clarificar qué es lo que la persona
deudora está obligada a realizar y determinar quién asume el riesgo en caso de fracaso
en la obtención del resultado deseado. Según él, esta diferenciación no busca crear
categorías separadas para eximir de culpa o incluir el caso fortuito, sino más bien
definir la naturaleza exacta de la prestación en diversos servicios profesionales.
Carrasco argumenta que todas las obligaciones, de una forma u otra, implican un
resultado deseado por parte del acreedor, y el deber del deudor es cumplir con la
prestación prometida sin más obligación que esa. (Carrasco, P, 2017, pp. 909-910).

En términos prácticos, tanto en las obligaciones de medios como en las de resultado, el


deudor está obligado a ejecutar la prestación utilizando la diligencia debida .El
incumplimiento ocurre si el deudor no realiza lo pactado, y esto se considera imputable
a menos que pueda demostrar que ocurrió un caso fortuito.

A diferencia de algunas interpretaciones, Carrasco argumenta que el Código Civil no


proporciona una base normativa clara para establecer dos regímenes distintos de
responsabilidad: uno subjetivo basado en la culpa del deudor para las obligaciones de
medios, y otro objetivo sin considerar la culpa para las obligaciones de resultado.
Insiste en que ambos tipos de incumplimiento se juzgan según los mismos principios
generales de responsabilidad contractual, con la única diferencia de qué se espera
alcanzar como resultado de la prestación.

6.- EL ARTÍCULO 1762 DEL CÓDIGO CIVIL: LIMITACIÓN DE LA


RESPONSABILIDAD PROFESIONAL

Artículo 1762.- Responsabilidad por prestación de servicios profesionales o técnicos

Si la prestación de servicios implica la solución de asuntos profesionales o de


problemas técnicos de especial dificultad, el prestador de servicios no responde por los
daños y perjuicios, sino en caso de dolo o culpa inexcusable.

• Jurisprudencia del artículo 1762 del Código Civil:

Corte Suprema

Médico no responde por pérdida de ojo derecho del paciente, pues se demuestra
debida diligencia con tratamiento oportuno y advertencia al paciente sobre presuntos
riesgos de la cirugía [Casación 4601-2009, Lima].

La atención médica a herida causada por accidente automovilístico no se considera


especialmente compleja, por tanto, no cabe imputar responsabilidad por prestación de
servicios profesionales, sino por la vía extracontractual [Casación 2020-2013, Lima].

El Médico no es responsable por daños generados, pues el demandante perjudicado,


sobre quien recae la carga de la prueba, no acreditó dolo o culpa inexcusable en
operación de riesgo [Casación 2729-2007, Lima].

6.1.- CONCEPTO, CARACTERÍSTICAS, RELACIÓN, OBLIGACIÓN Y


RESPONSABILIDADES

6.1.1 CONCEPTO:

El acto médico se define como cualquier acción o disposición realizada por un médico
en el ejercicio de su profesión, involucrando tanto aspectos jurídicos como humanistas.
Esta interacción entre el médico y el paciente implica el uso de conocimientos
adquiridos y experiencia para abordar problemas de salud, a menudo impactando los
derechos legales y la vida del paciente. Además, incluye tanto acciones curativas como
preventivas. Es fundamental para la sociedad debido a su relación con la salud pública
y el respeto a la dignidad humana, principios esenciales en la práctica médica.

6.1.2 CARACTERISTICAS:

Según Varsi-Rospigliosi (2006), las características del acto médico son:

• Profesionalidad: Solo los profesionales médicos están autorizados para llevar a cabo
actos médicos, requiriendo certificación y registro en el colegio profesional
correspondiente. El profesional siga normas de excelencia actuales (lex artis ad hoc),
considerando el avance científico, la complejidad del procedimiento, recursos
disponibles y las circunstancias únicas del paciente.

• Ejecución regular o típica: Los actos médicos se realizan según la Lex Artis ad hoc,
siguiendo técnicas reconocidas para asegurar resultados efectivos.

• Licitud: Los actos médicos están respaldados por la ley, con normativas que regulan
la práctica médica y sanitaria.

• Beneficencia: implica buscar el bienestar del paciente, mientras que la no


maleficencia exige evitar causarle daño. Estos principios son fundamentales para
decidir tratamientos médicos, asegurando que el beneficio supere cualquier riesgo o
posible daño para el paciente.

6.1.3 RELACIÓN MÉDICO-PACIENTE:

La evolución de la relación médico-paciente ha transitado de una tradicionalmente


asimétrica y casi divina hacia una más horizontal y equitativa en la actualidad. Esta
transformación refleja un cambio hacia la consideración del paciente como un ser libre
y titular de derechos fundamentales. Actualmente, se enfatiza en la necesidad de
informar al paciente sobre las opciones de tratamiento disponibles y sus probabilidades
de éxito, promoviendo así una relación más colaborativa y transparente entre ambos.
Esta relación no solo es crucial para la semiología médica, sino también para asegurar
una adecuada asistencia y tratamiento del paciente, siendo esencial tanto en el ámbito
legal como en el ético.

De acuerdo a lo indicado por Yungano, (1986), los deberes para ambas partes
derivadas de la relación médico-paciente:

Médico:

• Historia Clínica: En donde se consignará el diagnóstico, pronóstico, tratamiento y


evolución del paciente.
• Asistencia del Paciente: Significa velar por la salud del paciente, siendo el acto
médico por excelencia.

• Diagnóstico: El médico realiza un diagnóstico de la enfermedad a partir de la revisión


del paciente y los exámenes complementarios que se realicen. Éste es sustento del
pronóstico y tratamiento del paciente.

• Tratamiento: El tratamiento debe responder al estado y características del paciente y


tiene que ser:

- Autorizado y/o admitido por la autoridad sanitaria.

- Adecuado al enfermo y enfermedad.

- La respuesta debe ser correlativa al estado del paciente.

• Deber de informar: La información debe ser leal, clara, inteligible y adecuada con el
estado y nivel del paciente.

• La derivación del paciente: Si el médico no puede atender al paciente o no es su


especialidad, deberá enviarlo al médico pertinente.

• El Secreto Médico: Tiene que ver con el vínculo que se genera con el paciente en
cuanto a la relación que desarrollan. Se trata de un tema de confianza, sólo podrá ser
revelado cuando el paciente lo autoriza o cuando la ley así lo ordena.

• Certificado Médico: Se consignan los datos del paciente y la incapacidad con la que
cuenta.

Paciente:

• Lealtad de información: El paciente debe ser sincero en cuanto a la información que


brinda al médico. El médico debe utilizar la técnica adecuada para obtener dicha
información.

• Cumplimiento de plan terapéutico: Éste debe ser claro, sin márgenes de error o dudas
en cuanto a lo que deba formularse por escrito.

• Nueva Consulta: Si el paciente acude a otro especialista, debe comunicarlo al médico.

• Pago de Honorarios: Como contraprestación de la obligación de Asistencia Médica.

• Paciente afiliado a institución intermedia: Debe pagar las cuotas pactadas en el


establecimiento.
6.1.4 OBLIGACIONES:

Obligación de medios:

El médico se compromete a emplear todos los recursos disponibles de acuerdo con la


ciencia médica para mejorar la salud del paciente, pero no garantiza resultados
específicos como la cura. Es decir, su responsabilidad radica en el proceso y la
diligencia en el cuidado, más que en el resultado final. El paciente debe demostrar si el
médico no cumplió con el estándar requerido, es decir, si no actuó conforme a la
práctica médica aceptada en el caso específico.

Obligación de resultados:

En el ámbito médico implica que el médico se compromete a alcanzar un resultado


específico, no solo a realizar el procedimiento adecuadamente. En este caso, es el
médico quien debe demostrar que cumplió con lo prometido, salvo que la falta de
cumplimiento se deba a causas ajenas como fuerza mayor o la acción de terceros. Esta
distinción entre obligaciones de medios y de resultados es crucial, ya que varía según
el tipo de servicio médico prestado: mientras algunos requieren resultados específicos,
otros solo comprometen al médico a aplicar los mejores esfuerzos.

6.1.5 RESPONSABILIDADES:

Responsabilidad profesional:

La responsabilidad médica surge cuando un profesional, por dolo, imprudencia,


negligencia u otros motivos, causa daño a un paciente. Este tipo de responsabilidad se
establece desde el juramento de un buen desempeño de la profesión y se formaliza
con la inscripción en el Colegio Profesional correspondiente. Se fundamenta en un
contrato implícito entre el médico y el paciente, y conlleva deberes como lealtad,
secreto profesional y la obligación de indemnizar los daños causados. Es parte de la
responsabilidad profesional general, específicamente adaptada al ámbito médico.

Responsabilidad jurídica:

La responsabilidad civil: Implica la obligación de compensar económicamente los


daños causados a la víctima.

La responsabilidad penal: Surge del interés del Estado y de los particulares en


mantener el orden jurídico y público. Las sanciones en el ámbito penal son impuestas
por el Código Penal e incluyen penas como prisión, reclusión, multa e inhabilitación.

• Dolo: Existe una intención deliberada de causar un resultado, es decir, el autor prevé
el resultado como seguro pero decide actuar de todas formas. La responsabilidad es
plena en estos casos.
• Culpa: No hay intención de causar daño, pero se produce debido a negligencia,
desidia, impericia, falta de precaución, descuido o imprudencia del autor. El daño debe
ser imputado a quien lo causa por su falta de diligencia.

• Caso Fortuito: Se refiere a hechos que son ajenos a la voluntad humana y ocurren
por azar. Estos eventos son extraordinarios o excepcionales, y el resultado no era
previsible. Por lo tanto, no puede imputarse responsabilidad al autor, como en el caso
de un médico que no pudo prever un resultado debido a su imprevisibilidad.

6.2.-ALCANCES SOBRE RESPONSABILIDAD CIVIL MÉDICA

6.2.1 ¿RESPONSABILIDAD CONTRACTUAL O EXTRACONTRACTUAL?

El tema de la responsabilidad médica en la actualidad no se limita a la relación directa


entre médico y paciente. Incluye también las responsabilidades de otros actores como
establecimientos de salud y personal auxiliar. Esta complejidad surge de la evolución
de la relación médico-paciente, donde los pacientes ahora tienen un mayor
conocimiento y expectativas sobre los servicios médicos recibidos. Esta relación puede
ser vista como contractual cuando hay un acuerdo explícito o implícito entre médico y
paciente, o extracontractual en situaciones donde se presta atención médica sin un
acuerdo previo, como en casos de emergencia. La naturaleza de esta responsabilidad,
ya sea contractual o extracontractual, sigue siendo objeto de debate en el ámbito legal
y puede variar según las circunstancias específicas de cada caso.

Responsabilidad contractual:

La relación entre médico y paciente implica un acuerdo tácito de voluntades, que puede
darse tanto individualmente como a través de un centro de salud. Esta relación puede
involucrar múltiples contratos, más allá de los servicios médicos, afectando la
determinación de responsabilidades legales. Según el Código Civil, la responsabilidad
contractual del médico se rige por estándares de diligencia, dolo y culpa, determinando
el tipo de indemnización por incumplimientos. Además, establece que el médico es
responsable de los actos de terceros que ejecuten la obligación, como otros médicos
dentro de un establecimiento, a menos que se pruebe lo contrario.

Responsabilidad extracontractual:

Se discute si la relación entre médico y paciente constituye un contrato o no. Esta


relación no es contractual, sino que está regida por la ley y se basa en un deber legal,
equiparando a los médicos con funcionarios públicos debido a la naturaleza de sus
funciones. Se menciona la posición de Yungano, quien sostiene que la relación siempre
es contractual, incluso en situaciones donde tradicionalmente se considera
extracontractual, como cuando un médico asiste a alguien en una emergencia. Según
el Código Civil, la responsabilidad extracontractual implica que tanto el autor directo
como el indirecto son solidariamente responsables por los daños causados, lo cual
contrasta con la responsabilidad contractual.

6.2.2 RESPONSABILIDAD ADMINISTRATIVA:

El derecho de consumo se aplica a las relaciones entre pacientes y profesionales


médicos, ya que el paciente recibe un servicio a cambio de una compensación
económica. Según el Código de Protección al Consumidor, se considera consumidor a
quien adquiere servicios para beneficio propio o familiar, excluyendo a quienes lo hacen
como parte de su actividad empresarial. Esta normativa sostiene que los contratos
médicos son contratos de consumo, una posición respaldada por la legislación anterior
y considerada beneficiosa para los pacientes.

Código de Protección y Defensa del Consumidor:

El Código de Protección y Defensa del Consumidor regula la información y


responsabilidad en servicios de salud. Establece que los establecimientos deben
informar claramente sobre costos, términos y condiciones del servicio médico,
incluyendo detalles esenciales del acto médico. Los médicos, considerados
proveedores de servicios médicos, están sujetos a sanciones por infracciones
administrativas según el artículo 108° del Código del Consumidor. Además, el código
establece que los establecimientos de salud son responsables por las acciones de sus
profesionales, sean empleados o actúen independientemente dentro de sus
instalaciones.

Pronunciamientos Relevantes:

SUSALUD: La Resolución 017-2019 de SUSALUD/TRI-TSE

Aborda una queja contra el Hospital II Suárez Angamos por proporcionar un tratamiento
distinto al prescrito por el médico especialista. Se determinó responsabilidad
administrativa debido a que el personal tecnólogo cambió la terapia prescrita,
infringiendo el Código de Protección al Consumidor. Esta resolución subraya que,
aunque los servicios médicos suelen estar bajo una obligación de medios y no de
resultados, se requiere diligencia adecuada por parte del personal médico para cumplir
con las expectativas razonables de los pacientes en cuanto a diagnóstico y tratamiento.

INDECOPI: La Resolución 2268-2013/SPC-INDECOPI establece que:

• Los establecimientos de salud son responsables cuando sus médicos, actuando como
dependientes, no brindan un servicio adecuado. Además, el médico también tiene
responsabilidad personal.

• Si un médico independiente actúa sin informar debidamente su independencia, tanto


el médico como el establecimiento de salud pueden ser responsables conjuntamente.
• Para los médicos dependientes del establecimiento médico, la evaluación de
responsabilidad bajo el Código de Protección al Consumidor no procede y debe
realizarse a través de procesos civiles o penales adecuados.

6.2.3 SENTENCIAS JUDICIALES RELEVANTES

Casación 220 - 2013 - LIMA: Flor de María Gonzales Villareal vs. Sociedad
Francesa de Beneficencia y Jorge Chimoy Arteaga

En este caso legal, los demandados argumentaron que no aplicaban ciertas normativas
legales debido a la falta de complejidad del tratamiento de la herida de la demandante.
La Sala Suprema refutó estos argumentos indicando que la responsabilidad existía
debido a la falta de diligencia adecuada, no por la complejidad del problema médico.
También determinó que el daño debía ser reparado solidariamente por los
codemandados bajo la relación de dependencia según el artículo 1981 del Código Civil.
Además, se discutió la diferencia entre responsabilidad contractual y extracontractual,
concluyendo que la negligencia médica constituyó un acto dañoso más allá de
incumplimientos contractuales explícitos.

Resolución N° 130 del Vigésimo Sétimo Juzgado Especializado en lo Civil de


Lima del 05.07.02:

En esta resolución, surge un conflicto sobre la responsabilidad de una clínica por las
acciones de un médico que ejerce de manera independiente. La clínica argumenta que
no hay un vínculo laboral directo con el médico, por lo que no debe asumir
responsabilidad solidaria. Sin embargo, el tribunal considera que la clínica sí tiene una
responsabilidad contractual indirecta debido a la prestación de servicios médicos en
sus instalaciones, según el artículo 1325 del Código Civil. Además, se menciona el
artículo 1183, que trata sobre la solidaridad, aunque su aplicación exacta no parece
pertinente al caso. La jurisprudencia actual no proporciona claridad sobre la
responsabilidad civil médica, enfatizando la necesidad de establecer criterios uniformes
para determinar si la responsabilidad es contractual o extracontractual.

6.2.4 DERECHO COMPARADO:

Italia:

El sistema de salud en Italia ha evolucionado hacia una estructura que impone


responsabilidades equitativas tanto a establecimientos públicos como privados.
Anteriormente, la responsabilidad se centraba en el médico, pero ahora se enfoca más
en el establecimiento de salud, imputándole directamente responsabilidad por
incumplimiento de obligaciones organizacionales y de calidad en la prestación de
servicios sanitarios. Esta transición legal busca proteger al paciente y ha reformado la
carga de la prueba, ahora más exigente para los establecimientos médicos. Se
establece una responsabilidad unitaria donde no importa si la imputación es contractual
o extracontractual, destacando el incumplimiento de deberes por parte del
establecimiento como base para la responsabilidad.

Colombia:

En Colombia, la regulación médica mayormente considera la prestación médica como


una obligación de medios, donde los médicos están comprometidos a aplicar su
conocimiento y habilidades con diligencia para tratar de curar al paciente, aunque sin
garantizar resultados específicos. Aunque existen áreas donde se impone la obligación
de resultados, la mayoría de las veces la relación médico-paciente se rige por un
acuerdo de voluntades explícito. La jurisprudencia nacional e internacional ha asignado
ciertas áreas médicas como obligaciones de resultados, pero la norma general es de
medios. La responsabilidad médica se evalúa considerando si se cumplió con los
deberes principales y secundarios del médico, según lo establecido por la ley y la
práctica médica.

6.3 LA PRUEBA DE LA NEGLIGENCIA MÉDICA

Según el artículo 1325 del CCP, la institución sanitaria es responsable de los actos
dolosos o culposos de sus profesionales de salud. Sin embargo, el artículo 1762 del
CCP establece que esta responsabilidad se limita a la culpa inexcusable en casos de
prestación de servicios que involucren asuntos profesionales complejos. El artículo
1330 del CCP especifica que el paciente debe probar que el daño fue causado por
culpa inexcusable del profesional de salud para obtener compensación. En términos
procesales, el artículo 196 del CPC señala que la carga de la prueba recae en quien
afirma los hechos, lo cual puede resultar desventajoso para el paciente al enfrentarse a
instituciones con más recursos. Esta situación puede llevar a que muchos pacientes no
obtengan compensación adecuada debido a la dificultad de probar la culpa inexcusable
del profesional de salud en un proceso judicial.

7. CONCLUSIONES

1. La responsabilidad médica es aquella obligación del médico profesional de


reparar por los daños generados hacia el paciente, tema también utilizado como
mala praxis, ya que el profesional incumplió con el deber de dar un buen
diagnóstico, procedimiento, seguimiento, entre otros servicios que está en su
función como tal.
2. La responsabilidad civil médica se fundamenta principalmente en el contrato de
prestación de servicios médicos, que establece una relación obligatoria entre el
médico y el paciente. Este contrato impone deberes específicos, como la
3. aplicación de la "lex artis" médica y la debida información al paciente, aunque no
garantiza resultados específicos. El incumplimiento de estas obligaciones puede
llevar a una violación del contrato, donde se evalúa la indemnización basada en
la culpa o dolo del médico, la existencia de daños, la relación causal y la
ausencia de causales de exoneración. Esta estructura legal refleja la
complejidad y las responsabilidades involucradas en la prestación médica,
donde la diligencia profesional es crucial para mitigar riesgos y proteger la
integridad del paciente.
4. El artículo 1762 del Código Civil establece que los profesionales que prestan
servicios técnicos o profesionales complejos sólo son responsables por daños si
actúan con dolo o culpa inexcusable. Esto implica que, para que el paciente
pueda reclamar compensación por negligencia médica, debe demostrar que el
profesional actuó de manera imprudente o negligente en la prestación del
servicio, y que esta conducta fue determinante en los daños sufridos. La relación
médico-paciente se basa en principios de beneficencia, no maleficencia, y la
responsabilidad puede ser contractual o extracontractual dependiendo de la
naturaleza de la interacción y los acuerdos implícitos o explícitos entre las
partes.
5. La responsabilidad civil en el ámbito médico es crucial en el Perú. Este tema es
importante por su capacidad para establecer precedentes jurídicos que guían la
práctica médica, asegurando altos estándares éticos y profesionales. Además, la
investigación aporta un análisis actualizado de la responsabilidad civil, crucial
para la formación en derecho y medicina, y para la protección de los derechos
de los pacientes.
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ANEXOS:

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