Caso Levis Strauss
Caso Levis Strauss
Caso Levis Strauss
Los jeans fue uno de los símbolos de la juventud rebelde de los años 60 y 70. Hollywood,
con su máquina de los sueños y de la moda, también aportó a que el tradicional Levi's se
haga popular, pues ciertas estrellas lo usaban y lo vestían en sus películas, como James
Dean, Marlon Brando.
Tatiana Soliz, funcionaria de Levi's en Santa Cruz, comentó que esta marca no podía
quedarse estática en el tiempo y ser sólo el referente de los jeans clásico, por lo que sus
creativos optaron por ponerse al ritmo de la moda, y es así que se encuentran en el
mercado mundial pantalones modernos, a la cadera, desgastados, de cortes diferentes y
con detalles femeninos, además de una gama de chamarras y accesorios.
Ésta es, si no la principal, una de las razones de peso del proceso de deslocalización
hacia el Este que Levi's ha llevado ya hasta sus últimas consecuencias a la espera del
cierre de sus plantas en Canadá.
Si los precios bajan, también lo hará la rentabilidad en cierta medida, a no ser que las
ventas se desborden (no suele ocurrir), o a no ser que los costos de producción se
reduzcan. La mejor manera de reducirlos es trasladándose allá donde la mano de obra
sea intensiva y barata, la tecnología suficiente, la jornada de 12-14 horas y los sindicatos
anhelo de otro mundo.
La empresa más legendaria del mundo en ropa vaquera, que pasa por uno de sus peores
momentos desde el punto de vista financiero, incrementará su presupuesto en
publicidad: si en 2004 Levi Strauss lo aumentó un 26% respecto al año anterior.
Hace veinte años, el fabricante de los vaqueros más conocidos del mundo tenía 63
fábricas en EEUU. Hoy no queda ninguna.
Algo más de 4 millones de pantalones salían de estas dos fábricas al año, y sus
trabajadores, que se dedicaban fundamentalmente al cosido de las piezas, cobraban
entre 10 y 12 dólares por hora.
La compañía ha trasladado sus centros de fabricación a países donde la mano de obra es
mucho más barata, como China, Corea del Sur, o Costa Rica.
La compañía ha pasado de tener 37.000 empleados en 1996 a 6.000 en la actualidad,
casi la mitad de ellos en EEUU.
La mayor parte de los pantalones vaqueros está confeccionada con algodón, que se
cultiva en China, EEUU, Brasil, Perú, Egipto y Turquía. Para fabricar los pantalones, hay
que hilar el algodón para obtener el tejido, proceso que se suele realizar en países
asiáticos como China, Taiwan, Hong Kong o Corea del Sur. Mientras tanto, en la sede de
la compañía, en San Francisco, los especialistas en diseño elaboran los patrones de los
diferentes modelos.
Después, el tejido se blanquea con cloro, o se tiñe con diversos colorantes, antes de
coserlos a máquina. Si se le quiere dar el acabado 'lavado a la piedra', muy habitual en
algunos modelos, hay que hacer un lavado con cloro o con hidrógeno-peróxido y piedra
pómez en un támbor. Luego se corta el tejido tratando de aprovechar al máximo la tela.
Pero el verdadero trabajo es el cosido de cada prensa, que aunque se hace a máquina,
representa la parte más intensiva del trabajo, y desde hace unos años Levi Strauss tiende
a realizar este proceso en países donde la mano de obra es más barata, como Hong
Kong, Corea del Sur, Taiwan, China, Costa Rica, Turquía o la India. En estas mismas
plantas se colocan también los detalles de mercería de los pantalones, como botones o
cremalleras.
Una vez compuestos, los vaqueros necesitan un último proceso antes de ser puestos a la
venta: limpieza en seco y planchado. Después se embalan en cajas y se envían,
normalmente por barco, a los grandes centros de distribución en Europa y EEUU.
El último invento Levi's Strauss es un pantalón vaquero que, según la firma, protegerá a
sus portadores de la radiación emitida por los teléfonos móviles. La polémica está
servida. Los fabricantes de estos aparatos acusan a Levi's de jugar con el miedo de los
consumidores para vender más y recuerdan a la empresa estadounidense que no existen
pruebas científicas de que los móviles tengan efectos dañinos sobre las personas. Los S-
Fit utilizan, además del material antirradiación, un nuevo tejido, llamado Clean Frabric
System, que repele los líquidos. La tecnología evita que los fluidos penetren en la tela y
caen rodando en forma de gotas.
Un fracaso más elocuente que muchos éxitos: Levi Strauss cierra su tienda electrónica.
Difusión de una nueva campaña en todos los países en los que está la marca, y continuar
con la estrategia del producto, que se basa en aportar innovaciones sin dejar de lado lo
más tradicional del grupo. Para este año se han creado patrones inspirados en los
modelos de los años 40, 50 y 60, a los que se han incorporado elementos nuevos en sus
acabados y diseños. Con ello se destaca la doble vertiente que supone el concepto de
producto original: es histórico al tiempo que ofrece novedades.
Los estudios de investigación han demostrado que las campañas de televisión que viene
realizando nuestra agencia desde Inglaterra, BBH, sí son eficaces para todos los países de
Europa. Al analizar los resultados obtenidos vemos que existe una imagen de marca
común para todos los países gracias a que la publicidad global transmite los mismos
valores, aunque después los equipos locales de marketing tienen autonomía para
implementar la comunicación de la forma más conveniente en función de las
particularidades de cada país.
Un 50% se destina a publicidad en los medios convencionales y el otro 50% a otro tipo de
acciones, como patrocinios, eventos especiales, actos de relaciones públicas o acciones
dirigidas fundamentalmente al canal distribuidor.
Las decisiones extremas que la empresa tuvo que tomar causaron un grave impacto
social, la medida de la racionalización de personal a nivel mundial como último recurso -
tocó un punto álgido en la sociedad laboral, dejo entrever que la compañía carecía de
una buen plan de organización y planificación estratégica a largo plazo y acorde con los
tiempos, tal como se puede evidenciar con la firma Nike quien únicamente diseña y
administra sus productos habiendo establecido una diferenciación con el proceso
productivo en el mundo.
Levi’s Strauss para llegar a mantener sus ventas y rentabilidad tuvo que tomar medidas
duras y extremas que agravaron las condiciones laborales de sus ex trabajadores, las
indemnizaciones y procesos de recolocación no aminoraron el impacto que esto causo en
la sociedad consumista.
A nivel de marketing las decisiones tampoco fueron las más adecuadas ya que las
campañas se caracterizaron por una escasa profundidad en el estudio de las reales
necesidades del consumidor, optaron por campañas sensacionalistas donde el sustento
de dichos lanzamientos al mercado y el mantenimiento de las mismas fueron pobres.
Las estrategias que Levi’s utilizó para reflotar la compañía finalmente se centralizaron en
el mercado europeo donde concentra sus esfuerzos por mantener presencia.
Hoy en día la marca Levi’s ya no es sinónimo de clase mundial, más bien de mantenerse
como una marca cara que en alguna época hizo uso de inapropiados procesos de
productividad que explotaron la condición infralaboral de los trabajadores de los países
tercer mundistas.
Levi's encuentra un punto de equilibrio con sus marcas alternativas como Dockers cuyo
concepto, más fresco tiene mejor aceptación en el mercado internacional.
Volver a gozar del alto nivel de ventas y utilidades se ha constituido para Levi’s en un
proyecto de lardo plazo donde sus inversionistas tendrán que actualizar y adaptar sus
estrategias de acuerdo al nuevo orden mundial.
La experiencia del crecimiento es un Know How que la empresa tiene como factor
preponderante, que junto a expertos en el rubro textil y nuevas alianzas empresariales
representan nuevamente para Levi`s las puertas abiertas a un mercado ávido de
productos representativos de las megatendencias mundiales que respondan a las cada
vez más altas expectativas del consumidor mundial.
Cuestionario: