Estanislao López
Estanislao López
Estanislao López
Estanislao López
Hijo natural del capitán Juan Manuel Roldán y de Antonia López, creció al
lado de su madre y de sus hermanos Juan Pablo y Catalina, motivo por el
cual siempre usó el apellido materno. Sólo cuando los hijos ya eran mayores
el capitán Roldán legitimó su unión con la madre. Estudió en la escuela del
convento de San Francisco, pero cuando tenía quince años se retiró a las
fronteras del norte, para ingresar en el cuerpo de Blandengues (soldados de
frontera), donde comenzó su vida militar. Realizó su aprendizaje en compañía
de su padre; logró ganar muy pronto la confianza de sus superiores, que le
encomendaron misiones de alguna importancia, tales como los enlaces con la
autoridad virreinal en Buenos Aires y los correos del virrey para los de Santa
Fe. Ágil con la lanza y diestro con el caballo, adquirió en esos años la astucia
y el arte que luego aplicó a su famosa táctica montonera.
En 1819 el Directorio ordenó otro nuevo ataque contra Santa Fe y, tras los
combates de la Herradura y las Barrancas, el armisticio de San Lorenzo
impuso la retirada de las tropas de Buenos Aires del territorio santafecino.
López aprovechó la tregua para dar a su provincia el primer estatuto
constitucional: el reglamento de 1819, que significó un verdadero progreso
en la organización del gobierno. Junto con Ramírez libró la victoriosa batalla
de Cepeda. La victoria creó las condiciones para una República federal con
una clara división y autonomía provinciales. Triunfante la política de los
caudillos y elegido gobernador Manuel Sarratea, los ideales federalistas de
López se plasmaron con claridad en el tratado del Pilar, con el que quedaba
asentada la piedra fundamental de la reconstrucción argentina bajo un
régimen federal.
En enero de 1822 López firmó el tratado del Cuadrilátero, que ratificó los
principios acordados en Pilar. Ante la inminencia de la invasión brasileña a la
Banda Oriental, el Cabildo de Montevideo envió diputados a Santa Fe para
buscar apoyo, y el 13 de marzo de 1823 se firmó el tratado de alianza y de
defensa entre el gobierno de Santa Fe y el Cabildo de Montevideo. Deseoso
de impulsar la guerra contra el Imperio, fue designado jefe de las fuerzas
argentinas en la expedición a Misiones. En Itaquí renunció a su cargo
dejando el mando a Fructuoso Rivera. En 1829 se alió con Juan Manuel de
Rosas, quien lo recibió con grandes honras en Buenos Aires y le otorgó el
título de Ciudadano benemérito en grado heroico, nombrándolo Ilustre
Restaurador del Norte. Desde entonces hasta su muerte fue decidido
partidario del rosismo.