Tema 22
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Inducción
del parto
22.1. Gestación cronológicamente prolongada
La gestación cronológicamente prolongada es un término para describir embarazos que se extienden más allá de las 42
semanas, o que duran más de tres semanas más allá de la fecha estimada de parto (FEP). Esto se considera un riesgo para
madres y bebés, y muchos médicos y enfermeras aconsejan una inducción del parto cuando el embarazo alcanza el umbral
de la semana 42. Durante la inducción, se inyectan medicamentos para estimular el trabajo de parto y ayudar a que el bebé
sea expulsado. Estos medicamentos son seguros cuando se usan adecuadamente, pero existe un riesgo de complicaciones
potenciales.
Definición
Se define el embarazo como a término si dura entre las 37 y 42 semanas, mientras que el postérmino abarca los embarazos
que duran más de 42 semanas. La ecografía es la técnica más adecuada para determinar la edad gestacional, y se compara
con la FPP para evaluar el embarazo. La inducción del parto es el proceso clínico a través del cual se estimula el inicio del
trabajo de parto, en caso de que el embarazo sea prolongado.
Actitud
Se confirma que un embarazo prolongado aumenta la posibilidad de resultados perinatales desfavorables, por lo que no se
debe esperar más allá de la semana 42. La maniobra de Hamilton de despegamiento de membranas a término, puede ayudar
a reducir la incidencia de embarazos prolongados.
La gestación cronológicamente prolongada debe intentarse de forma vaginal siempre que sea posible. Si el cérvix es
favorable, se inicia la inducción con amniorrexis y oxitocina. Si el cuello uterino esta desfavorable, primero se realiza
maduración cervical con prostaglandinas para luego iniciar la inducción.
Asistencia al parto
La gestación cronológicamente prolongada puede presentar varios riesgos, entre los que destacan las alteraciones de la
dinámica uterina, la macrosomía fetal y el oligoamnios. Por esta razón, la operatoria obstétrica suele ser la opción más
recomendada. La monitorización cardiotocográfica continua, la postura en decúbito lateral izquierdo y la amniorrexis son
algunas de las medidas que se llevan a cabo para prevenir complicaciones. El líquido amniótico meconial puede ocasionar un
síndrome de aspiración meconial, por lo que es recomendable emplear la amnioinfusión para prevenirlo.
Definición
La inducción del parto es un procedimiento médico que busca forzar el inicio del trabajo de parto antes de que se inicie
espontáneamente. Esta iniciación puede ser mediante procedimientos médicos o mecánicos, con el propósito de lograr el
parto en un tiempo específico.
La inducción del parto se contraindica en algunos casos, como cuando hay una cesárea anterior clásica o corporal, embarazo
tras rotura uterina, placenta previa o vasa previa, prolapso del cordón umbilical o procidencia persistente del cordón,
situación transversa del feto o cáncer invasor de cérvix. También se recomienda no proceder a la inducción en casos de
infección activa por herpes o incisión uterina transmural (como en una miomectomia).
El parto necesita un ablandamiento y acortamiento del cuello uterino, conocido como maduración cervical, para que tenga
éxito. Para determinar si el cuello uterino está listo para iniciar la inducción se aplica el test de Bishop. Este test indica el grado
de madurez cervical y es un factor decisivo para que la inducción resulte exitosa.
La inducción del parto es necesaria cuando existe un cuello desfavorable; para esto, se debe promover artificialmente su
maduración. Para lograrlo, se deben utilizar distintos métodos como el uso de un balón intracervical, el despegamiento de las
membranas y prostaglandinas entre otros. Dentro de las prostaglandinas se incluyen la PGE2 (dinoprostona) en gel o en forma
de dispositivo vaginal de liberación prolongada o la PGE1 (misoprostol) vía vaginal u oral; además, se debe evitar la
amniotomía sola como un método principal sin las PG. Si la puntuación en el test de Bishop es mayor o igual a 7 para
primíparas y 5 para multíparas, las posibilidades de éxito de la inducción son altas.
La inducción del parto se realiza para mejorar los resultados de la amniotomía y lograr el parto. La oxitocina desempeña un
papel clave en la estimulación y mantenimiento de la actividad uterina durante el trabajo de parto. No obstante, el uso de esta
sustancia y las prostaglandinas conllevan el riesgo de hiperestimulación uterina y posible fracaso de inducción. Aún así, con
una inducción exitosa la mayoría de los partos resultan ser vaginales.
TABLAS
0 1 2 3
Altura de la presentación Sobre estrecho superior I-II plano Hodge III plano Hodge IV plano Hodge
-3 -2 -1, -0 +1, +2
Amniotomía