Apuntes de Leyes Sociales

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 11

Resumen de :

Las leyes de la imitación, Oposición universal y La Lógica social, sino también y sobre todo,
la relación que existe entre ellas y el lazo íntimo que las une.

Introducción.
La pretensión de formar la sociología es una quimera.

P6: La ciencia es un orden de fenómenos considerados desde el punto de vista de sus


repeticiones, lo cual no quiere decir que diferenciar no sea uno de los procedimientos
esenciales del espíritu científico. Diferenciar, lo mismo que asimilar, es hacer labor
científica.

P7: Pero no es solamente la reproducción, sino también la destrucción de fenómenos lo que


interesa a la ciencia. Así que, la ciencia, sea cual fuere la región u orden de la realidad a la
que se aplique, debe investigar las oposiciones que en ella se encuentre y que le son
propias, aplicándose, pues, al equilibrio de las fuerzas, a la simetría de las formas, a las
luchas de organismos vivientes y al combate de todos los seres.

la ciencia consiste en considerar una realidad cualquiera bajo estos tres aspectos: las
repeticiones, las oposiciones y las adaptaciones que en realidad encierra, y que tantas
variaciones, tantas asimetrías, tantas inarmonías impiden ver. La historia, sin embargo,
como ya sabemos, no constituye una ciencia más que en la medida en que las relaciones
de causalidad que nos señala, aparecen como establecidas entre una causa general,
susceptible de repetición o repitiéndose de hecho, y sin efecto general, no menos repetido o
susceptible de serlo. […]

P8:No es, efectivamente, la relación de la causa con el efecto, el solo elemento propio de
del conocimiento científico, sino también la historia pragmática, que es un encadenamiento
de causas y efectos, y de la que deducimos siempre las consecuencias que tal batalla o tal
insurrección han producido, lo que compone, acaso, la más útil aplicación de la ciencia

P9:las leyes de la repetición, las leyes de la oposición, las leyes de la adaptación de los
fenómenos […] Pero de estas tres llaves, la primera y la tercera son mucho más
importantes que la segunda. La primera y la segunda constituyen lo que podríamos llamar
una ganzúa poderosa; la tercera, más delicada, da acceso a los más ocultos y más
preciados tesoros; la segunda, intermediaria y subordinada, nos revela los choques y las
luchas de una utilidad pasajera, especie de término medio destinado a desvanecerse poco a
poco, aunque nunca por completo, y a no desaparecer sino parcialmente y después de
numerosas transformaciones y atenuaciones.

P10:Estas consideraciones son necesarias para indicar lo que debe ser la sociología si
quiere merecer el nombre de ciencia […] No conseguirá elevarse ni más ni menos que otra
ciencia cualquiera, sino poseyendo, y teniendo conciencia de que posee el dominio propio
de repeticiones, el dominio propio de oposiciones, el dominio propio de adaptaciones, todos
característicos y de su exclusiva propiedad.

Capítulo primero: Repetición de los fenómenos.

Hace tiempo que la sociología trabaja en su formación. Ha intentado dar los


primeros pasos a través del caos de los hechos sociales, desde el momento que
distinguió o creyó distinguir, algo que ofrecía regularidad, o periodicidad. Ya había
tenido lugar el primer tanteo, que fue la concepción del año cíclico.

Los ricorsi de Vico son la continuación y la perfiladura de los antiguos ciclos […];
esta tesis y la de Montesquieu sobre la pretendida semejanza de las civilizaciones
de países con los mismos climas, son dos buenos ejemplos de las repeticiones y
semejanzas superficiales o ilusorias con que la ciencia social se nutría en otros
tiempos […] Esta pretensión de encerrar los hechos sociales entre las fórmulas de
desenvolvimiento, que les evitarían repetirse englobadas con insignificantes
variaciones, ha sido el señuelo de la sociología, bien en la forma que le ha dado
Hegel con sus series de tríadas o bajo la forma más ingeniosa y precisa, sostenida
por los evolucionistas contemporáneos.

Estos expertos de la sociología han descubierto un sinnúmero de interesantes


analogías entre hechos consecutivos o concomitantes que se reproducen a cada
instante dentro de los reducidos límites en que se encierran sus estudios.En la obra
La riqueza de las naciones, de Adam Smith y en la Gramática comparada de las
lenguas indo-europeas, de Bopp, o en la obra de Dietz, para no citar más que estas
tres, se encuentran una infinidad de observaciones de esta índole, que expresan la
semejanza que hay entre innumerables hechos humanos, como por ejemplo: al
pronunciar ciertas consonantes o vocales, en las compras o las ventas, producción y
consumo de algunos artículos, etc. Es cierto (p.21) que estas semejanzas, cuando
los lingüistas o economistas han intentado darles forma de leyes, han resultado
imperfectas y relativas al plerumque fit; pero esto es debido a su apresuramiento en
enunciarlas sin haber arrancado del seno esas verdades parciales a la verdad
general que encierran: el hecho social elemental que la sociología persigue
esperando poseerlo para darlo a luz.

Ahora bien, la explicación general de las leyes o pseudo-leyes económicas,


lingüísticas, mitológicas, etc. se ha creído conveniente deducirla del estudio de la
psicología. Nadie la ha concebido con mayor fuerza y claridad que Stuart Mill en el
final de su obra Lógica admitiendo que la sociología es psicología aplicada.
Desgraciadamente no ha precisado bien su idea, pues a la psicología que él ha
acudido para hallar la clave de los fenómenos sociales, ha sido a la psicología
simplemente individual que estudia las relaciones internas de impresiones o
imágenes en el mismo cerebro, creyendo que con utilizar leyes de asociación de los
elementos internos puede cumplir su cometido.

La energía de tendencia psíquica, de avidez mental, que yo llamo deseo, es como la


energía de la sorpresa intelectual, de adhesión y constricción mental, que yo titulo
creencia, la corriente homogénea y continua bajo la cual la variable coloración de
los tonos de la afectividad propia de cada individuo circula idéntica, unas veces
dividida, esparramada, otras encauzada, comunicándose de uno a otro individuo
como también de una percepción a otra percepción sin alteración alguna.

Cuando digo que toda verdadera ciencia tiende al dominio propio de repeticiones
elementales, innumerables, infinitesimales, afirmo que la verdadera ciencia reposa
sobre las cualidades que le son peculiares. Cantidad, en efecto, es posibilidad de
series infinitas, de semejanzas y repeticiones infinitamente pequeñas. He aquí por
qué me he permitido insistir en otra parte sobre el carácter cuantitativo de las dos
energías mentales que, como dos ríos divergentes, bañan la doble vertiente del yo,
su actividad intelectual y su actividad espontánea. Si se niega este carácter, se
declara imposible la sociología. Pero es evidente que no pueden negarse […]

(p.25) […] Cuanto mayores son las proporciones de una colectividad y más notable
el flujo y reflujo de la opinión, es decir, de las aspiraciones de un pueblo, afirmativas
o negativas con relación al objeto supuesto (caracterizado perfectamente por el alza
y baja en las cotizaciones de la Bolsa), más llega a ser susceptible de medida.
No es efecto de la herencia orgánica que ha hecho nacer a los hombres parecidos
unos a otros, ni de la identidad del medio geográfico que les ha proporcionado
aptitudes poco más o menos parecidas […] (p.27) sino de la sugestión-imitación,
que a partir de un primer creador de una idea la ha propagado progresivamente con
el ejemplo.

una vez metidos en la vida social, imitamos a los demás a cada momento, a menos
que no innovemos, lo cual es raro, y aún es fácil demostrar que nuestras
innovaciones son, la mayor parte de las veces, combinaciones de ejemplos
anteriores y permanecen sin ser imitadas por ser extrañas a la vida social.

De este modo, el carácter constante de un hecho social cualquiera, es ser imitativo.


Y este carácter es exclusivamente propio de los hechos sociales. no sólo entre
individuos agrupados en sociedad cada nuevo acto de imitación tiende a fortalecer
el lazo social, sino también entre individuos todavía no asociados, prepara la
imitación, tendiendo hilos invisibles, el lazo que formará la asociación venidera.

* imitación es el hecho fundamental no sólo de la vida social y de la vida


psicológica, sino también de la orgánica, ya que en ella apreciamos el hábito y la
herencia.

Con frecuencia en el transcurso de la vida, ajustamos nuestros actos a modelos


colectivos e impersonales a la par que inconscientes; pero antes de hablar, de
pensar o de obrar como se piensa, se habla, y se hace en nuestro fuero interno,
hemos empezado por hablar, pensar y ejecutar como él o ella hablan, piensan y
ejecutan. Y este él o ella, son tal o cual que nos eran familiares.

una vez reciben forma y las perpetúa la tradición, imitación a nuestros antepasados,
ejercen una presión cuanto más tiránica más provechosa para el individuo.

los idiomas y las religiones son obras colectivas; que las multitudes, sin ningún
instigador, han formado desde el griego, el sánscrito y el hebreo, hasta el budismo y
el cristianismo: en una palabra, que por la acción coercitiva de la colectividad sobre
el individuo grande o pequeño, siempre sojuzgado por la colectividad, se explican
las formaciones y transformaciones de las sociedades.

El genio colectivo impersonal es, pues, función y no factor de los genios individuales
infinitamente numerosos.
Ejemplo: en un grupo se hace sentir la necesidad de expresar una idea nueva con
una palabra, el primero que imagina una expresión apropiada a la imagen para
satisfacer esta necesidad, no tiene más que pronunciarla para que bien pronto corra
ya de boca en boca de los individuos del grupo en cuestión y se extienda más tarde
a los grupos vecinos.

cada vez que uno de nosotros vacila entre dos formas de hablar, dos ideas, dos
creencias entre dos modos de obrar, tiene lugar una interferencia de irradiaciones
imitativas que parten de focos diferentes extremadamente distintos uno de otro, con
frecuencia en el espacio y en el tiempo, es decir, focos inventores, imitadores,
individuales y primitivos que se han propagado hasta él.

Capítulo segundo: Oposición de los fenómenos

el progreso de las ciencias ha consistido en reemplazar las oposiciones vagas y


superficiales […] por oposiciones más sutiles y profundas, innumerables,
trabajosamente descubiertas y en reemplazar también las oposiciones exteriores
por otras interiores de la materia que consideramos. Ha consistido también en
desvanecer las disimetrías o asimetrías aparentes y sustituirlas por muchas
disimetrías o asimetrías ocultas y más instructivas [

La sociología da lugar a consideraciones aná-(p.51)logas. En su origen […]


comenzó por ser una mitología; y mitológicamente se complació en explicar toda la
historia por guerras tan imaginarias como gigantescas entre dioses buenos y malos,
dioses de luz y dioses de noche, héroes y monstruos. Los metafísicos […] han
abusado de los combates: imaginaron también oposiciones de series directas y
retrógradas de los desenvolvimientos de la humanidad en un sentido, seguidos de
otros en sentido contrario. En este particular, Platón y los filósofos indios se dan de
la mano. Hegel, con sus ambiciosas generalizaciones, con su agrupamiento de
pueblos bajo el pendón de las ideas antagonistas […].

Los economistas han hecho un señalado servicio a la ciencia social, al substituir la


guerra como palanca de la sociología, por la competencia, una especie de guerra
atenuada, pero mucho más general.

Toda oposición verdadera implica, pues, una conexión entre dos fuerzas, dos
tendencias, dos direcciones. Pero los fenómenos que constituyen estas dos fuerzas,
pueden ser de dos clases: cualitativos y cuantitativos, mejor dicho, formados por
fases heterogéneas o por fases homogéneas. Una serie de fases heterogéneas es
una evolución cualquiera que puede ser considerada […] como reversible y
susceptible de retrogradar, siguiendo un camino precisamente inverso. […] Una
serie de fases homogéneas es la evolución especial que llamamos aumento o
disminución, crecimiento o decrecimiento, alza o baja.

Contraste entre lo positivo y lo negativo que el de aumento y disminución, no es


menos cierto que el crecimiento o el decrecimiento de una misma fuerza dirigida en
sentido único constituye una oposición muy distinta a la de dos fuerzas, una en
dirección de A a B, y la otra de B a A, ambas en la misma recta.

Advertencia esencial. Las oposiciones, bien sean de serie, de grado o de signo


pueden tener lugar entre términos realizados, sea entre un mismo ser […] ya entre
dos seres diferentes […]. Pero es (p.57) muy importante distinguir estos dos casos.
Importa […] no confundir el caso en que los términos son simultáneos y en el que
son sucesivos. En el primer caso hay choque, lucha, equilibrio; en el segundo hay
alternativas, ritmo. En el primer caso hay siempre destrucción y pérdida de fuerza;
en el segundo, no. Según esto, cuando se producen en el seno de dos seres
diferentes oposiciones, bien sean de serie, como de grado o de signo, pueden ser
simultáneas o sucesivas, luchas o ritmos; pero cuando sus términos pertenecen a
un mismo ser […] no pueden ser simultáneas, lo mismo que sucesivas si no son
oposiciones de signo. En cuanto a las oposiciones de series y de grado dentro de
esta hipótesis, sólo admiten términos sucesivos y alternos. […] Del mismo modo el
amor de un hombre hacia una mujer no puede al mismo tiempo estar dispuesto a
aumentar y disminuir; esto sólo es posible alternativamente, pero sí puede amar y
odiar al propio tiempo a esta misma mujer, antinomia del corazón realizada por
tantos crímenes pasionales.

Desde luego, si hay oposiciones externas ([…] oposiciones de tendencias entre


varios seres, entre varios hombres), éstas sólo se han considerado posibles por lo
que hay o puede haber en las oposiciones internas (entre tendencias diferentes de
un mismo ser, de un mismo hombre).

¿En qué difiere […] la oposición simplemente psi-(p.61)cológica de la oposición


social? Difiere por su causa y, particularmente por sus efectos. Por su causa: un
hombre solitario, recibe por sus sentidos dos percepciones en apariencia
contradictorias, vacila entre dos juicios sensitivos; el uno le dice que aquella mancha
que descubre allá abajo es un lago, el otro que le dice lo contrario; he aquí una
oposición interna cuyo origen es en absoluto psicológico y el caso es infinitamente
extraño. Se puede afirmar, sin temor a equivocarse, que todas las dudas, todas las
vacilaciones que experimenta el hombre más aislado, nacido en la tribu más salvaje,
son debidas al choque que se verifica en sí mismo, bien de dos irradiaciones de
ejemplos que interfieren en su cerebro o de un haz de ejemplos que se cruza con
una percepción de los sentidos.

Al escribir, vacilo con frecuencia entre dos locuciones sinónimas, cada una de las
cuales se presenta como más apropiada en un momento dado: aquí interfieren en
mí dos irradiaciones imitativas; considero dos series de hombres que, a partir de los
primeros inventores de una palabra y otra, han venido a unirse en mí. Porque yo he
aprendido cada una de esas palabras de un individuo que, a su vez, las aprendió de
otro, y así sucesivamente hasta el primero que las pronunció. (Esto es a lo que
llamo, una vez más, irradiación imitativa, la totalidad de irradiaciones de ese género
que se desprenden de un inventor, de un imitador, de un innovador cualquiera cuyo
ejemplo se propaga, es a lo que yo llamo resplandor imitativo. La vida social se
compone de un espeso entrecruzamiento de irradiaciones de este género, entre las
cuales las interferencias son in-(p.62)numerables). […]

Pero es principalmente por sus efectos o más bien, por su ineficacia, por lo que la
oposición simplemente individual difiera de la social elemental, que, sin embargo, es
también individual. Algunas veces la vacilación del individuo queda encerrada en él
y no se propaga ni tiende a propagarse imitativamente entre sus semejantes; en
este caso, el fenómeno es puramente individual.

La yuxtaposición individual de términos opuestos, es social con la condición de


esparcirse imitativamente. Si fuera de otro modo, sería preciso decir que no hay
nada de social en hechos como los siguientes: la rivalidad entre dos lenguas, el
francés y el alemán, el francés y el inglés, en sus fronteras respectivas, en Bélgica,
en Suiza, en las citadas Islas normandas; o la rivalidad de dos religiones también
limítrofes. Cada una de esas religiones, cada uno de esos idiomas está
constantemente en pugna, y sus combates no se libran entre hombres rivales, sino
en cada espíritu, en cada conciencia, entre dos locuciones rivales, entre dos
creencias contrarias. ¿Hay algo más interesante que esos aluviones lingüísticos y
religiosos? Socialmente, todo procede, pues, de las oposiciones psicológicas […]

Existe una tercera forma de lucha social: la discusión. Sin duda está comprendida
en las precedentes; pero si la guerra y la concurrencia son discusiones, la primera
es una discusión en actos mortíferos, la segunda de actos ruinosos. Digamos cuatro
frases sobre la discusión de palabra pura y simplemente. Ésta también, cuando
evoluciona (porque existen muchísimas discusiones privadas que no lo hacen y
mueren donde han nacido felizmente), lo verifica como acabamos de decir, aunque
en este caso el fenómeno sea menos visible.

En resumen; la oposición-lucha en nuestras sociedades humanas, bajo sus tres


principales formas: guerra, competencia y discusión, se presenta ante nosotros
como obedeciendo a la misma ley de [desarrollo], de índole apaciguada,
intermitente y susceptible de aumento, que alterna con repeticiones de discordancia
amplias y centralizadas, hasta el acuerdo por lo menos relativo.

Y ha llegado el momento de (p.80) decir más explícitamente, qué relación existe


entre estos tres grandes aspectos científicos del universo, que yo he llamado
Repetición, Oposición y Adaptación de fenómenos. Los dos últimos proceden del
primero, y el segundo es casi siempre el intermediario entre el primero y [el] tercero.

Esto es […] porque las cosas sociales cualesquiera, un dogma, una locución, un
principio científico, un rasgo de costumbres, una oración, un procedimiento
industrial, etc., al tender a propagarse geométricamente por repetición imitativa,
interfieren unas con otras con fortuna o con desgracia, es decir, que se encuentran
en disonancia con las ideas de otros cerebros donde dan lugar a los duelos lógicos
o teológicos, primer germen de las oposiciones sociales, guerras, concurrencias,
polémicas, y que por su lado armónico interfieren en los ce-(p.81)rebros, formando
uniones lógicas, inventos e iniciativas fecundas, fuente de toda adaptación social.

Capítulo tercero: Adaptación de los fenómenos

[…] (p.95) Los teólogos, que han sido siempre los primeros sociólogos […] sin
saberlo, conciben muchas veces la trama de todos los hechos de la historia de los
pueblos como convergente, desde los principios de la humanidad hacia el
advenimiento de su culto.

EVOLUCIÓN SOCIAL.

es la serie de descubrimientos de la ciencia y de los inventos de la industria que han


ido acumulándose sin cesar, utilizándose recíprocamente, formando sistema de
conjunto, y cuyo efectivo encadenamiento dialéctico, tampoco sin sinuosidades,
parece reflejarse vagamente en el de los pueblos que han contribuido a producirlo.

E]s preciso […] buscar la adaptación social elemental en el mismo cerebro, en el


genio individual del inventor. La invención (entiendo que es la que está destinada a
ser imitada, porque la que queda encerrada en el espíritu no importa socialmente),
es una armonía de ideas que es la madre de todas (p.100) las armonías de los
hombres […] En el fondo de toda asociación entre hombres, existe, lo repito,
originariamente, una asociación de ideas de un mismo hombre.

La imitación que socializa lo individual, perpetúa las ideas buenas y al perpetuarse


las aproxima y las fecunda.

[C]uanto (p.114) más se han desarrollado las civilizaciones que imperan en la tierra
[…] más se han acentuado su originalidad y diferencias. Sin embargo […] [s]ólo hay
una idea o un corto número de ellas, situadas en el aire, que mueven el mundo; y
hay millares de miles que luchan por la gloria de haberlo gobernado. Esas ideas que
agitan el mundo son las mismas que hacen lo propio con sus actores: cada uno de
ellos ha batallado por hacer triunfar la suya, sueño de reorganización local, nacional
o internacional, que se desarrollaba al realizarse, como, aun desvaneciéndose,
algunas veces se amplificaba. Cada individuo histórico ha tenido en proyecto una
nueva humanidad, y todo ser, todo esfuerzo individual ha sido para la afirmación de
este fragmentario universal que contenía su apreciación.
Conclusión.

Ya es hora de acabar; pero, al terminar, resumamos las conclusiones


principales a las cuales hemos llegado, y busquemos la significación de
su aproximación […] La ley de la (p.122) repetición, pues, ya se trate de
la repetición ondulatoria y gravitatoria del mundo físico, o de la
repetición hereditaria y habitual del mundo viviente, o de la repetición
imitativa del mundo social, es la tendencia a pasar por vía de la
amplificación progresiva de un infinitesimal relativo a un infinito relativo.
La ley de la oposición no es tampoco distinta: consiste en una tendencia
a amplificarse en una esfera siempre progresiva, a partir de un punto
viviente. Este punto, socialmente, es el cerebro de un individuo donde
se produce por una interferencia de destellos imitativos procedentes del
exterior, una contradicción de dos creencias o de dos deseos. Tal es la
oposición social elemental, principio inicial de las guerras más
sangrientas, lo propio que la repetición social elemental, es el hecho
individual del primer imitador, punto de partida del inmenso contagio de
la moda. La ley de la adaptación, por fin, es también parecida: la
adaptación social elemental es la invención individual destinada a ser
imitada, es decir, la interferencia feliz de dos imitaciones en un solo
espíritu, desde luego; y la tendencia de esta armonía completamente
interna en su origen, es, no sólo a exteriorizarse al esparcirse, sino
también a aparejarse lógicamente, gracias a la difusión imitativa, con
otra invención y así sucesivamente, hasta que por las complicaciones y
armonizaciones sucesivas de armonías, se elevan esas grandes obras
colectivas del espíritu humano, una gramática, una teología, una
enciclopedia, una teoría de derecho, una organización natural o artificial
del trabajo, una estética, una moral.

También podría gustarte