El Consejero y La Entrevista
El Consejero y La Entrevista
El Consejero y La Entrevista
El Consejero.
Un consejero debe poseer las siguientes características:
1. Atención Física: “Mirar cara a cara, mantener una postura abierta, buen
contacto visual, inclinarse hacia el otro.”
2. Atención Psicológica: “Escuchar los mensajes verbales como los no verbales”1
El prestar atención incluye:
1
2
.
3
Empatía.
Escuchar
Y sientes que tienes que hacer algo para resolver mis problemas
Cuando haces algo por mí que yo puedo y debo hacer por mí mismo,
Sentimiento irracional.
Y no necesito consejos.
Entrevista.
La tarea principal del consejero es lograr que el cliente(s) se sienta(n) lo
suficientemente cómodo(s) para continuar la relación terapéutica.
Preparando el espacio:
No en todos los consultorios hay mucha opción sobre el espacio. Sin embargo, se
puede trabajar con las opciones presentes. Las sillas deben estar posicionadas de
manera que no existan barreras (muebles) entre el cliente y el consejero. Con la
posible excepción de una mesa baja y pequeña. Cualquier cosa que crea una barrera
física, crea una barrera emocional.
El celular debe estar apagado o en vibrador, si hay teléfono dentro del consultorio
este también debe de estar apagado. Se debe de tener en cuenta la Ley de Murphy: Si
algo puede salir mal, saldrá mal. Ya que puede ser que el teléfono suene en un
momento crucial de la sesión.
El consejero debe tener en el espacio todos los materiales que considere necesitara.
Una libreta de anotaciones, lápices, juegos (niños). Parte de la preparación y el orden
del espacio depende de las preferencias personales del consejero. Una cosa es segura:
no hay cosa que se mire tan poco profesional como tener que estar saliendo de la
habitación en busca de algo.
El problema presentado:
Una vez que el cliente indica que comprende las bases de la relación terapéutica, la
siguiente parte es la pregunta del consejero “Dígame, Juan, ¿que le gustaría ver que
cambiara como resultado de hablar hoy?”.
Esta técnica abierta (conocida como lanzando una pelota al aire) muchas veces es
una herramienta de asesoramiento efectiva. Declarar la pregunta en términos de lo
que el cliente quiere en vez de lo que no quiere es una herramienta de asesoramiento
poderosa. Muchos clientes, se sorprenden con esta pregunta, ya que no lo habían
pensado antes, saben lo que no quieren, pero no lo que quieren en vez de eso. El
realizar la pregunta en positivo los obliga a pensar en el futuro. (Terapia Adleriana).
Por lo tanto, el consejero debe de estar atento, ¿que emociones se revuelven con la
historia del cliente? En lenguaje de psicoterapia tradicional, esto se llama prestar
atención a la contratransferencia.
Cuando noto por primera vez el cliente, ¿esto a lo que se refiere como problema?
Eje.: “Agradezco que hayas compartido tu historia conmigo. Puedo notar que
realmente estas sufriendo, y me doy cuenta de cuanto debes de querer ayuda. Así
que, supongamos que nuestro trabajo juntos es satisfactorio- que consigues de esta
consejería todo lo que podrías querer. Asumamos que esta terapia es tan satisfactoria
que 10 años después miraras esta experiencia y dirás: esa fue la mejor inversión de
tiempo y dinero que pude hacer. Ahora si todo esto fuera cierto para Ud., ¿que sería
diferente?”.
Ben Stein dijo “El primer paso indispensable para obtener las cosas que deseas de
esta vida es este: decidir qué quieres”. El consejero debe escuchar al cliente cuando
define el problema (lo que no quiere) así como cuando el cliente defina lo que si
quiere. Tener un cliente que no pueda definir aun de manera vaga o términos
generales los resultados deseados crea una prognosis pobre para el proceso
terapéutico. Es muy probable que la persona esté tan desmotivada que el deseo de
cambio es mínimo. En este caso, el consejero deberá trabajar más para realmente
Una vez que el cliente pueda articular por lo menos una meta concreta especifica de
conducta, el consejero debe terminar la entrevista inicial asignando una tarea, que
ayudara al cliente a moverse en la dirección deseada. Confucio dijo: “El viaje de mil
millas inicia con un primer paso”. Este es el principio básico para la conclusión de la
entrevista inicial. El cliente debe irse del consultorio con una esperanza realista que
las cosas van a mejorar. Tener algo que hacer entre sesiones que este lógicamente
conectado con el problema que el cliente presento y la meta que el cliente obtuvo es
una fuerza poderosa para crear esa esperanza.