Blancanieves

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BLANCA NIEVES Y LOS SIETE ENANITOS

Blancanieves es un cuento de hadas para niños y niñas cuya versión más conocida es la
de los hermanos Grimm, quienes publicaron la historia en 1882.

Personajes de la obra
 Narrador:
 Blancanieves:
 Madrastra:
 Espejo:
 Leñador:
 Anciana:
 Príncipe:
 Enanito feliz:
 Enanito tímido:
 Enanito mocoso:
 Enanito mudito:
 Enanito dormilón:
 Enanito gruñón:
 Enanito sabio:
Guión de Blancanieves
Narrador: un poderoso señor tenía una hija muy bella que se llamaba Blancanieves,
porque su piel era blanca como la nieve. La madre de Blancanieves había muerto al nacer
ella y, cuando cumplió quince años, su padre se casó de nuevo. Su madrastra era una
mujer soberbia, que se creía la más bella del mundo. Todos los días se miraba al espejo
encantado que le había regalado un mago y le hacía la misma pregunta.
Madrastra: Dime, espejito, ¿quién es la mujer más bella del reino?
Espejito: Tú eres la más bella.
Madrastra: Y hoy espejito, ¿quién es la más bella del reino?
Espejito: Hasta hace poco eras tú mi señora, la más bella, pero tengo que decir que ahora
es Blancanieves.
Madrastra: ¿Blancanieves? ¡Noooooo! Esto no puede ser. Sé lo que tengo que hacer,
¡qué venga el leñador, tengo un encargo para él!
(Aparece el leñador)

Madrastra: Tienes que hacer algo para mí, soy tu señora y me debes obediencia. Has de
llevar a Blancanieves hasta el bosque más lejano y tendrás que acabar con su vida y
como evidencia deveras de traer su corazón en este cofre.
Leñador: Sí mi señora.
Narrador: y así el leñador llevo con engaños a Blancanieves hasta lo mas profundo del
bosque y cuando estaba a punto de asesinarla se arrepintió.

Leñador: Blancanieves, tu madrastra me ha encomendado acabar con tu vida, pero me


veo incapaz de hacerlo.
Blancanieves: ¿Mi madrastra? Oh.
Leñador: Te dejaré aquí en el bosque, pero nunca regreses. Vete ya.
Blancanieves: Qué voy a hacer aquí sola en el bosque, tengo que encontrar un refugio
donde pasar la noche y ya pensaré cómo resolver esta situación. Oh, qué veo allí, es una
casita muy pequeña. Llamaré a la puerta... No parece haber nadie, entraré y descansaré
un rato.
(Los siete enanitos aparecen camino de la casa cantando)

Enanitos: Ay ho, ay ho, ay ho ya es hora de cerrar, ay ho, ay ho, hay ho, nos vamos a
cenar, ay ho, ay ho. Ay ho, ay ho, marchemos al hogar, ay ho, ay ho, ay ho, ay ho.
Enanito feliz: Oh, qué veo, hay una linda muchacha durmiendo en nuestra casa.
Enanito tímido: ¡Es muy guapa!
Enanito gruñón: ¿Qué hace aquí?, es nuestra casa, ¡tendrá que irse!
Enanito dormilón: se quedará con nosotros y nos hará compañía, yo también tengo tanto
sueño.
Blancanieves: (bosteza) Oh, qué veo, ¿estoy soñando?, ¿esta es vuestra casa?
Enanito feliz: sí, ¿por qué te has quedado a dormir aquí?
Blancanieves: mi madrastra quería matarme, pero me han dejado escapar.
Enanito mocoso: Oh, qué historia más triste. ¡Quédate con nosotros, te cuidaremos!
Enanito mudito: em ah, ah…
Enanito sabio: si mudito, es mejor que la muchacha se quede por un tiempo en nuestra
casa. ¡Así, que bienvenida niña a nuestra humilde morada!
Enanitos: ¡si bienvenida!
Blancanieves: gracias amiguitos, estaré muy honrada de vivir con vosotros, os ayudaré en
todo lo que pueda.
Narrador: pasaron los días y la madrastra era feliz, pues se creía de nuevo la mujer más
bella del reino. Pero, una mañana volvió a preguntar al espejo.
Madrastra: dime, espejito, ¿quién es la más hermosa del reino?
Espejito: Blancanieves, que vive con los enanitos del bosque, es más hermosa que tú.
Madrastra: ¡Cómo puede ser! Ese leñador desobediente las pagará. Pero antes, iré yo
misma a ocuparme de Blancanieves. Me disfrazaré de anciana y le llevaré una cesta de
manzanas envenenadas. Ese será el fin de Blancanieves.
Narrador: la madrasta cegada por los celos, se trasformo en una andrajosa anciana y se
adentró hasta lo más profundo del bosque en donde vio una casita y en cuya ventana
estaba Blancanieves.
Anciana: hola muchacha, traigo manzanas deliciosas, ¿te gustaría probar algunas?
Blancanieves: claro, a mis pequeños amigos también les gustara.
Anciana: ¿quieres probar una primero?
Blancanieves: sí, parecen deliciosas.
Narrador: Blancanieves mordió la manzana y cae en un sueño eterno y la anciana muy
feliz ríe y dice.
Anciana: ¡Jajaja! Ahora seré yo la mas bella del mundo ¡jajaja!
narrador: en ese instante se escucha que los enanitos están por venir y la anciana se va
apresuradamente.
Enanitos: Ay ho, ay ho, ay ho ya es hora de cerrar, ay ho, ay ho, hay ho, nos vamos a
cenar, ay ho, ay ho. Ay ho, ay ho, marchemos al hogar, ay ho, ay ho, ay ho, ay ho.
Enanito tímido: ¿qué veo? Blancanieves está caída en el suelo.
Enanito Feliz: Oh, no puede ser, está muerta.
Enanitos: ¿Muerta? Ohhhhh, noooo.
Enanito gruñón: Ahora que me empezaba a gustar Blancanieves.
Enanito dormilón: ¿qué os parece si la depositamos en un lecho de flores dentro de un
ataúd de cristal para que podamos contemplarla para siempre? Es tan bella que no
podemos enterrarla, todos deberían admirar a Blancanieves por siempre.
Enanito sabio: si eso estaría bien, ya que Blancanieves es parte de nuestra familia.
Narrador: pasaron los años, los enanitos seguían visitando a Blancanieves en su lecho de
cristal y flores, hasta que un buen día, llegó hasta aquel bosque un apuesto príncipe.
Príncipe: qué muchacha más hermosa, siento un gran amor por ella, como si la conociera
de siempre. ¿Quién es y por qué está en este ataúd de cristal?
Enanito dormilón: es Blancanieves, la malvada madrastra del reino le dio una manzana
envenenada y, desde entonces, venimos a visitarla. Es nuestra amiga.
Príncipe: por favor, dejadme llevarla al castillo. Os prometo que la cuidaré siempre.
Enanito gruñón: no me hace mucha gracia, es nuestra amiga, pero... te dejaremos si nos
dejas visitarla.
Príncipe: claro, sois bienvenidos en mi castillo.
(En el castillo del príncipe)

Príncipe: abridme la urna de cristal, debo besar a mi amada Blancanieves.


(El príncipe la besa y Blancanieves despierta)

Blancanieves: ¿dónde estoy? Oh, mi príncipe adorado, me has salvado del hechizo de la
malvada madrastra.
Príncipe: cásate conmigo y vivamos felices para siempre. Organizaré la boda más
espectacular que se haya celebrado jamás.
(El día de la boda, acuden muchos invitados, entre ellos la madrastra)

Madrastra: ¡pero ¡qué estoy viendo, si es Blancanieves!


Príncipe: hiciste daño a mi amada y por ello sufrieron mucho quienes la han querido,
tendrás un castigo ejemplar. ¡Lacayos! Poned unos zapatos de hierro al rojo vivo a esta
malvada mujer. Bailarás con ellos hasta que no puedas más.
Madrastra: oh, qué horror, creo que voy a desmayarme.
Narrador: la madrastra fue llevada a las mazmorras, de donde logró escapar. Huyó por
las montañas entre una tormenta de nieve y nunca más se supo de ella. En cuanto a
Blancanieves, vivió feliz para siempre junto a su príncipe y sus pequeños amigos.

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