Fenitoina
Fenitoina
Fenitoina
Cada cápsula dura contiene 100 mg de fenitoína sódica (que corresponde a 91,62 mg de fenitoína).
Excipiente(s) con efecto conocido: lactosa monohidrato, 96,15 mg.
3. FORMA FARMACÉUTICA
Cápsula dura.
Cápsulas duras con una tapa naranja-transparente y un cuerpo blanco opaco y llevan impreso en color
negro “Epanutin 100”, tanto en la tapa como en el cuerpo.
4. DATOS CLÍNICOS
Vía oral.
Posología
Para obtener el máximo beneficio, se debe realizar un ajuste de la dosis de forma individualizada. En
algunos casos será necesario determinar los niveles séricos del medicamento para obtener la dosis
adecuada. En la mayoría de los casos, con niveles plasmáticos de fenitoína entre 10 microgramos/ml y
20 microgramos/ml, se obtiene un control óptimo de las crisis epilépticas sin signos clínicos de toxicidad,
aunque algunos casos leves de crisis tónico-clónicas pueden controlarse con niveles séricos más bajos. A
las dosis recomendadas, se requiere un periodo de 7 a 10 días para que los niveles séricos de fenitoína
alcancen el estado de equilibrio, por ello, los cambios en la dosis se deben realizar en intervalos de 7 a 10
días.
Adultos
Los pacientes que no han recibido tratamiento previo pueden comenzar con una dosis de inicio de 300 mg
al día, dividida en tres tomas iguales (1 cápsula de 100 mg cada 8 horas antes de las comidas).
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Posteriormente, se ha de realizar un ajuste de dosis individualizado. Para la mayoría de los adultos, la dosis
de mantenimiento es de 300 a 400 mg al día, dividida en tres a cuatro tomas iguales. La dosis máxima es de
600 mg al día.
En aquellos pacientes que requieran alcanzar de forma rápida niveles séricos de fenitoína en estado de
equilibrio, y en los que no se quiere utilizar la vía intravenosa, el tratamiento puede iniciarse con una dosis
de carga por vía oral. Esta forma de dosificación debe reservarse para pacientes hospitalizados, ya que se
requiere monitorizar los niveles séricos del medicamento. Pacientes con enfermedad renal o hepática no
deben recibir esta dosis de carga por vía oral.
La dosis de carga por vía oral recomendada es de 1.000 mg de fenitoína dividida en tres dosis (400 mg,
300 mg, 300 mg) administradas a intervalos de 2 horas. La dosis de mantenimiento se instaura 24 horas
después de la dosis de carga oral, realizando una determinación de los niveles séricos del medicamento de
forma frecuente.
Población pediátrica
La dosis inicial recomendada es de 5 mg/kg/día dividido en 2-3 tomas iguales. A partir de esta dosis se
realiza un ajuste individualizado según la respuesta hasta un máximo de 300 mg al día. La dosis diaria de
mantenimiento recomendada es de 4 mg/ kg/ día a 8 mg/ kg/ día. La dosis máxima es de 300mg/día.
Si la dosis diaria no puede ser dividida equitativamente, la dosis mayor debe darse por la noche.
Recién nacidos
La absorción de fenitoína tras la administración oral en recién nacidos es impredecible.Además, el
metabolismo de la fenitoína puede estar disminuido. Por lo tanto es especialmente importante monitorizar
los niveles séricos en los recién nacidos.
Esta presentación no es adecuada para su uso en recién nacidos, lactantes, niños y adolescentes que no sean
capaces de tomar la cápsula entera o para aquellos pacientes que por su peso el ajuste de dosis no sea
posible con esta presentación de fenitoína sódica 100 mg cápsulas (por ejemplo, pacientes de menos de 40
kilos de peso debido a la imposibilidad de repartir la dosis en al menos dos tomas separadas). Esta forma
farmacéutica no es adecuada para pacientes con problemas de deglución.
El aclaramiento de fenitoína disminuye ligeramente en pacientes de edad avanzada y pueden requerir dosis
menores o menos frecuentes (ver sección 5.2). Como estos pacientes están frecuentemente polimedicados
considerar la posibilidad de interacciones medicamentosas (ver sección 4.5)
Forma de administración
Después de cada dosis de Epanutin deberá tomarse por lo menos medio vaso de agua. En aquellos casos en
que el paciente muestre tendencia a las náuseas y pesadez gástrica, las dosis pueden ser administradas
durante o después de las comidas.
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4.3. Contraindicaciones
Administración concomitante con delavirdina debido a la potencial pérdida de respuesta virológica por
posible resistencia a delavirdina o a los medicamentos inhibidores de la transcriptasa inversa no análogos
de los nucleósidos.
Generales
La fenitoína no es eficaz para el tratamiento de los ataques de ausencia (epilepsia de pequeño mal). En el
caso de que en el mismo paciente se presenten ataques de ausencia y convulsiones tónico-clónicas
(epilepsia de gran mal), es necesario un tratamiento farmacológico combinado.
La fenitoína no está indicada en el tratamiento de las convulsiones por hipoglucemia u otras causas
metabólicas. Para distinguirlas se deben realizar los procedimientos de diagnóstico apropiados.
No se debe interrumpir bruscamente el tratamiento con fenitoína, ya que podría aumentar la frecuencia de
las convulsiones, pudiéndose producir un estatus epiléptico. Cuando a juicio del médico, se necesite una
reducción en la dosis, una interrupción o una sustitución del tratamiento, ésta se debe hacer de manera
gradual. Sin embargo, en los casos en los que se ha producido una reacción alérgica o de hipersensibilidad
al medicamento, puede ser necesaria una sustitución rápida a una terapia alternativa. En este caso, el
tratamiento alternativo debería ser un medicamento anticonvulsivante que no pertenezca al grupo de las
hidantoínas. Se debe advertir a los pacientes que estén en tratamiento con fenitoína, de la importancia de un
estricto cumplimiento en el régimen de dosis prescrito.
Se ha observado que existe un pequeño porcentaje de pacientes que metabolizan la fenitoína a una
velocidad inferior al resto. Esta lenta metabolización puede ser debida a una disponibilidad enzimática
limitada y a una falta de inducción que parece estar determinada genéticamente.
La ingesta aguda de alcohol puede incrementar los niveles séricos de fenitoína, mientras que la ingesta
crónica de alcohol puede disminuirlos (ver sección 4.5).
Debe incidirse sobre la importancia de una buena higiene bucal para minimizar la aparición de hiperplasia
gingival y posibles complicaciones.
En caso de que se requiera un cambio en el tratamiento del paciente desde un medicamento que contenga
fenitoína en forma de sal sódica a uno que contenga fenitoína ácida, o viceversa, podrán ser necesarios
ajustes de la dosis y monitorización de los niveles séricos de fenitoína. Esto es debido a que hay
aproximadamente un 8% más de contenido de medicamento en la forma ácida en comparación con la sal
sódica del medicamento.
Debido al aumento de la fracción de fenitoína libre en pacientes con enfermedad renal o hepática o en
aquellos con hipoalbuminemia, la interpretación de las concentraciones plasmáticas de fenitoína total debe
hacerse con precaución. La concentración de fenitoína libre puede estar elevada en pacientes con
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hiperbilirrubinemia. Las concentraciones de fenitoína libre pueden ser más útiles en estas poblaciones de
pacientes.
Efectos cardiacos
Se han notificado casos de bradicardia y asístole / parada cardiaca, más comúnmente asociados con la
toxicidad de la fenitoína (ver sección 4.9), pero también con las dosis y niveles recomendados de fenitoína.
Los pacientes con mayor riesgo de desarrollar el síndrome de hipersensibilidad medicamentosa (HSS) o
síndrome de erupción medicamentosa con eosinofilia y síntomas sistémicos (DRESS) son los pacientes de
raza negra, los pacientes que han desarrollado este síndrome en el pasado (con fenitoína u otros
anticonvulsivantes), los pacientes con antecedentes familiares de este síndrome y los pacientes
inmunodeprimidos. El síndrome es más grave en personas previamente sensibilizadas.
Por tanto, los pacientes deben ser monitorizados para detectar signos de pensamientos y comportamientos
suicidas, y debe considerarse el tratamiento adecuado. Se debe aconsejar a los pacientes (y sus cuidadores)
que consulten a su médico si aparecen pensamientos y comportamientos suicidas.
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Sistema hematopoyético
Durante la administración de fenitoína, se han notificado de manera ocasional, complicaciones
hematopoyéticas, algunas mortales. Estas notificaciones han incluido trombocitopenia,
leucopenia,granulocitopenia, agranulocitosis, y pancitopenia con o sin supresión de la médula ósea. La
administración de fenitoína se ha asociado a linfadenopatía (local o generalizada) incluyendo hiperplasia
benigna de nódulos linfáticos, pseudolinfoma, linfoma y enfermedad de Hodgkin, aunque no se ha podido
establecer una relación causa-efecto. Por tanto, es importante antes de interrumpir la terapia con Epanutin,
descartar otros tipos de patología en los nódulos linfáticos. La afectación de los nódulos linfáticos puede
producirse con o sin signos y síntomas que recuerden al Síndrome de hipersensibilidad medicamentosa
(HSS) / Erupción medicamentosa con eosinofilia y síntomas sistémicos (DRESS) (Ver sección 4.4 -
Síndrome de hipersensibilidad medicamentosa/ Erupción medicamentosa con eosinofilia y síntomas
sistémicos). En todos los casos de linfadenopatía está indicado un seguimiento a largo plazo, y deberá
hacerse todo lo posible para obtener el control de las convulsiones, utilizando antiepiléticos alternativos.
Se han comunicado casos de anemia megaloblástica y macrocitosis que generalmente respondieron al
tratamiento con ácido fólico. Cuando se toma de forma conjunta ácido fólico y fenitoína, se puede producir
una disminución en el control de las convulsiones.
Daño hepático
El hígado es el principal lugar de biotransformación de fenitoína.
La administración de fenitoína se ha asociado con hepatitis tóxica y daño hepático, que puede, en casos
raros, tener un desenlace de muerte. También se han notificado casos de hepatoxicidad aguda, incluyendo,
en casos poco frecuentes, insuficiencia hepática aguda. Estos cuadros normalmente ocurren durante los dos
primeros meses de tratamiento y pueden estar asociados con síndrome de hipersensibilidad medicamentosa
(HSS) o síndrome de erupción medicamentosa con eosinofilia y síntomas sistémicos (DRESS) (Ver sección
4.4 - Síndrome de hipersensibilidad medicamentosa/ Erupción medicamentosa con eosinofilia y síntomas
sistémicos). Los pacientes con la función hepática alterada, pacientes de edad avanzada, o aquellos que
están gravemente enfermos pueden mostrar signos tempranos de toxicidad.
La recuperación de la hepatoxicidad aguda puede ser rápida; no obstante, también se han producido
muertes. Tras la aparición de signos de hepatotoxicidad aguda debe interrumpirse inmediatamente la
administración de Epanutin y no volver a administrarse.
El riesgo de hepatotoxicidad y otras reacciones de hipersensibilidad a fenitoína puede ser mayor en los
pacientes de raza negra.
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El médico debe indicar al paciente que suspenda el tratamiento con Epanutin si aparecen signos y síntomas
de SSJ y NET (por ejemplo erupción cutánea progresiva con ampollas o lesiones en la mucosa). Los
mejores resultados en el manejo del SSJ y NET provienen de un diagnóstico precoz y la suspensión
inmediata de cualquier medicamento sospechoso. La retirada precoz se asocia con un mejor pronóstico. Si
el paciente ha desarrollado el SSJ o NET por el uso de Epanutin, Epanutin no debe ser utilizado de nuevo
en el paciente.
En los estudios en pacientes con ascendencia china se ha encontrado una fuerte asociación entre el riesgo
de desarrollar SSJ y NET y la presencia del antígeno leucocitario humano HLA-B* 1502, una variante
alélica heredada del gen HLA-B, en pacientes que usaban carbamazepina. Algunas evidencias limitadas
sugieren que HLA-B* 1502 puede ser un factor de riesgo para el desarrollo de síndrome de Stevens-
Johnson y necrólisis epidérmica tóxica en individuos de origen Han chino o tailandés que tomaban
medicamentos asociados con estas patologías, incluyendo la fenitoína. Se debe considerar evitar el uso de
medicamentos asociados con el síndrome de Stevens-Johnson y la necrólisis epidérmica tóxica, incluyendo
la fenitoína, en pacientes con HLA-B* 1502 positivo cuando haya otras alternativas terapéuticas
igualmente disponibles. El uso de fenitoína solo estaría justificado si los beneficios que se esperan superan
a los riesgos potenciales. En la población caucásica y japonesa la posibilidad de ser portador de alelos
HLA-B* 1502 es extremadamente baja. No existe información suficiente del riesgo asociado en otras
etnias.
Los estudios de casos y controles de asociación del genoma completo en pacientes taiwaneses, japoneses,
malasios y tailandeses han identificado un aumento del riesgo de reacciones adversas cutáneas graves
(RACG) en portadores de la variante de función disminuida CYP2C9*3.
Fenitoína es metabolizada por la enzima CYP450 CYP2C9. Los pacientes que son portadores de las
variantes de función disminuida CYP2C9*2 o CYP2C9*3 (metabolizadores intermedios o lentos de los
sustratos del CYP2C9) pueden tener riesgo de aumento de las concentraciones plasmáticas de fenitoína y
toxicidad posterior. En pacientes que se sabe que son portadores de los alelos de función disminuida
CYP2C9*2 o *3, se recomienda una estrecha vigilancia de la respuesta clínica y puede ser necesario vigilar
las concentraciones plasmáticas de fenitoína.
Angioedema
Se ha notificado angioedema en pacientes tratados con fenitoína. El tratamiento con fenitoína se debe
suspender inmediatamente si aparecen síntomas de angioedema, tales como hinchazón facial, peribucal o
de las vías respiratorias altas (ver sección 4.8).
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Efectos metabólicos
A la vista de notificaciones aisladas que asocian la administración de fenitoína con una exacerbación de la
porfiria, se recomienda precaución para su administración en pacientes con esta enfermedad.
Se han notificado casos de hiperglucemia, como resultado del efecto inhibidor de la liberación de insulina
por la fenitoína. La fenitoína puede elevar los niveles de glucosa en pacientes diabéticos, por lo que se
recomienda extremar las precauciones en este tipo de pacientes.
Efectos musculoesqueléticos
Se piensa que la fenitoína y otros anticonvulsivantes que inducen el enzima CYP450 afectan
indirectamente el metabolismo mineral óseo al incrementar el metabolismo de la vitamina D3. Esto puede
dar lugar a un déficit de vitamina D y a un riesgo aumentado de osteomalacia, fracturas óseas, osteoporosis,
hipocalcemia e hipofosfatemia en pacientes epilépticos tratados crónicamente.
Fenitoína puede producir daño fetal cuando se administra a una mujer embarazada. La exposición prenatal
a fenitoína puede aumentar los riesgos de anomalías congénitas graves y otros resultados adversos del
desarrollo (ver sección 4.6).
Epanutin no se debe utilizar en mujeres en edad fértil a menos que se considere que el beneficio supera los
riesgos tras una cuidadosa consideración de las opciones de tratamiento alternativas adecuadas.
Antes de iniciar el tratamiento con fenitoína en una mujer en edad fértil, se debe considerar la realización
de pruebas de embarazo.
Las mujeres en edad fértil deben estar plenamente informadas del riesgo potencial para el feto si toman
fenitoína durante el embarazo.
Se debe aconsejar a las mujeres en edad fértil sobre la necesidad de consultar a su médico tan pronto como
estén planeando quedarse embarazadas para considerar el cambio a tratamientos alternativos antes de la
concepción y antes de que se interrumpa la anticoncepción (ver sección 4.6).
Se debe aconsejar a las mujeres en edad fértil que contacten con su médico inmediatamente si se quedan
embarazadas o piensan que pueden estar embarazadas y están tomando fenitoína.
Las mujeres en edad fértil deben utilizar métodos anticonceptivos efectivos durante el tratamiento y durante
un mes después de suspender el tratamiento. Debido a la inducción enzimática, Epanutin puede dar lugar a
un fallo en el efecto terapéutico de los anticonceptivos hormonales, por lo tanto, se debe aconsejar a las
mujeres en edad fértil sobre el uso de otros métodos anticonceptivos efectivos (ver secciones 4.5 y 4.6).
Este medicamento contiene menos de 23 mg de sodio (1 mmol) por cápsula; esto es, esencialmente “exento
de sodio”.
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4.5. Interacción con otros medicamentos y otras formas de interacción
Hay muchos medicamentos que pueden aumentar o disminuir los niveles séricos de fenitoína, o a los que la
fenitoína puede afectar, por lo que la determinación de los niveles séricos de fenitoína puede ser de gran
ayuda cuando se sospecha alguna interacción medicamentosa.
TABLA 1 Medicamentos que potencialmente pueden aumentar los niveles séricos de fenitoína.
TABLA 2 Medicamentos que potencialmente pueden disminuir los niveles séricos de fenitoína
CLASIFICACIÓN DE MEDICAMENTOS PRINCIPIOS ACTIVOSa
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Antibacterianos ciprofloxacino, rifampicina,
Anticonvulsivantes vigabatrina
Antineoplásicos bleomicina, carboplatino, cisplatino,
doxorubicina, metotrexato
Agentes antiulcerosos sucralfato
Antirretrovirales fosamprenavir, nelfinavir, ritonavir
Broncodilatadores teofilina
Agentes cardiovasculares reserpina
Ácido fólico ácido fólico
Agentes hiperglucemiantes diazóxido
Hierba de San Juan hierba de San Juan
Alcohol (ingesta crónica)
a. Esta lista no pretende ser completa ni exhaustiva. Deben consultarse las fichas técnicas de los medicamentos específicos.
TABLA 3 Medicamentos que pueden aumentar o disminuir los niveles séricos de fenitoína
CLASIFICACIÓN DE MEDICAMENTOS PRINCIPIOS ACTIVOSa
Antibacterianos ciprofloxacino
Anticonvulsivantes carbamazepina, fenobarbital, valproato sódico,
ácido valproico
Antineoplásicos
Psicótropos clordiazepóxido, diazepam, fenotiazinas
a. Esta lista no pretende ser completa ni exhaustiva. Deben consultarse las fichas técnicas de los medicamentos específicos.
TABLA 4 Medicamentos cuyos niveles séricos y/o efectos pueden ser alterados por la administración
de fenitoína
CLASIFICACIÓN DE MEDICAMENTOS PRINCIPIOS ACTIVOSa
Antibacterianos doxiciclina, rifampicina, tetraciclina
Anticoagulantes orales warfarina, apixabán, dabigatrán, edoxabán,
rivaroxabán
Anticonvulsivantes carbamazepina, lacosamida, lamotrigina,
fenobarbital, valproato sódico, ácido valproico
Antifúngicos azoles, posaconazol, voriconazol
Antihelminticos albendazol, praziquantel
Antineoplásicos tenipósido
Antiplaquetarios ticagrelor
Antirretrovirales delavirdina, efavirenz, fosamprenavir, indinavir,
lopinavir/ritonavir, nelfinavir, ritonavir,
saquinavir
Broncodilatadores teofilina
Bloqueantes de los canales de calcio/ agentes digitoxina, digoxina, mexiletina, nicardipino,
cardiovasculares nimodipino, nisodipino, quinidina, verapamilo,
disopiramida.
Corticosteroides
Ciclosporina
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Diuréticos furosemida
Inhibidores de la reductasa HMG-Co atorvastatina, fluvastatina, simvastatina
Hormonas estrógenos, anticonceptivos orales (ver secciones
4.4 y 4.6)
Agentes hiperglucemiantes diazóxido
Inmunosupresores
Bloqueantes neuromusculares alcuronio, cisatracurio, pancuronio, rocuronio,
vecuronio
Analgésicos opioides metadona
Antidiabéticos orales clorpropamida, gliburida, tolbutamida
Psicótropos/antidepresivos clozapina, paroxetina, quetiapina, sertralina
Vitaminas Vitamina D
Ácido fólico ácido fólico
a. Esta lista no pretende ser completa ni exhaustiva. Deben consultarse las fichas técnicas de los medicamentos específicos.
Aunque no se considera una verdadera interacción, los antidepresivos tricíclicos pueden precipitar la
aparición de convulsiones en pacientes susceptibles, por lo que se puede necesitar un reajuste de las dosis
de fenitoína.
Ciertas publicaciones científicas sugieren que los pacientes que han recibido preparados de nutrición
enteral y/o suplementos nutricionales tienen unos niveles séricos de fenitoína más bajos de lo esperado. Por
tanto, se recomienda que fenitoína no sea administrada de forma concomitante con la nutrición enteral. En
estos pacientes, puede ser necesaria una monitorización más frecuente de los niveles séricos de fenitoína.
La fenitoína puede reducir los niveles séricos de yodo unido a proteínas. También puede producir
resultados inferiores a los normales en los test de dexametasona o en el test de metirapona. La fenitoína
puede producir aumentos de la glucosa en sangre o de las concentraciones séricas de fosfatasa alcalina y
gamma glutamil transpeptidasa (GGT), así como puede afectar a las pruebas de metabolismo del calcio y
glucosa en sangre.
Embarazo
La exposición prenatal a fenitoína puede aumentar los riesgos de anomalías congénitas y otros resultados
adversos del desarrollo. En humanos, la exposición a fenitoína durante el embarazo se relaciona con una
frecuencia de anomalías graves de 2 a 3 veces mayor que la de la población general, que tiene una
frecuencia del 2-3 %. Se han notificado anomalías, como hendiduras bucofaciales, anomalías cardíacas,
anomalías craneofaciales, hipoplasia de uñas y dedos, y anomalías del crecimiento (incluida la microcefalia
y el retraso del crecimiento intrauterino), ya sea individualmente o como parte del síndrome hidantoínico
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fetal entre los niños nacidos de mujeres con epilepsia que utilizaron fenitoína durante el embarazo. Se han
notificado trastornos del desarrollo neurológico en niños nacidos de mujeres con epilepsia que utilizaron
fenitoína en monoterapia o en combinación con otros antiepilépticos durante el embarazo. Los estudios
relacionados con el riesgo de trastornos del desarrollo neurológico en niños expuestos a fenitoína durante el
embarazo son contradictorios y no se puede excluir un riesgo.
Epanutin no se debe utilizar durante el embarazo y en mujeres en edad fértil a menos que se considere que
el beneficio supera los riesgos tras una cuidadosa consideración de las opciones de tratamiento alternativas
adecuadas. La mujer debe estar plenamente informada y comprender los riesgos de tomar fenitoína durante
el embarazo.
Si, según una evaluación cuidadosa de los riesgos y los beneficios, no hay una opción de tratamiento
alternativa adecuada y se continúa el tratamiento con Epanutin, se debe utilizar la dosis efectiva más baja
de fenitoína. Si una mujer planea quedarse embarazada, se deben hacer todos los esfuerzos posibles para
cambiar a un tratamiento alternativo adecuado antes de la concepción y antes de que se interrumpa la
anticoncepción. Si una mujer se queda embarazada mientras toma fenitoína, se debe derivar a un
especialista para reevaluar el tratamiento con fenitoína y considerar opciones de tratamiento alternativas.
Existen problemas intrínsecos de metodología para obtener datos adecuados sobre la teratogenicidad del
medicamento en humanos. Los factores genéticos o la condición epiléptica en sí misma puede ser más
importante que la terapia con el medicamento, en la aparición de defectos de nacimiento. La gran mayoría
de madres con medicación anticonvulsivante tiene niños normales. Es importante tener en cuenta que los
medicamentos anticonvulsivantes no deben interrumpirse en pacientes en los que el medicamento se
administra para prevenir crisis mayores debido a la alta probabilidad de precipitar un status epiléptico
acompañado de hipoxia que necesita atención médica y supone un peligro de muerte.
En casos individuales donde la gravedad y la frecuencia de las crisis son tales que la retirada del
medicamento no supone una amenaza seria para el paciente, puede considerarse la interrupción de la
medicación antes o durante el embarazo, aunque no se puede decir con seguridad que incluso crisis
menores puedan suponer un cierto riesgo en el desarrollo del embrión o feto.
Durante el embarazo puede aparecer un aumento en la frecuencia de las crisis convulsivas debido a la
alteración de la farmacocinética de fenitoína. En el tratamiento con fenitoína de mujeres embarazadas como
guía para un ajuste adecuado de la dosis, pueden resultar muy útiles las determinaciones periódicas de las
concentraciones séricas del medicamento, recuperando después del parto, la dosis que se necesitaba antes
del embarazo.
Varios informes sugieren una asociación entre el uso de anticonvulsivantes en mujeres con epilepsia y una
alta incidencia de defectos congénitos en bebes nacidos de estas mujeres. Informes menos sistemáticos o
puntuales sugieren una posible similar asociación con el uso de todos los anticonvulsivantes conocidos.
Los informes que sugieren una mayor incidencia de defectos congénitos en niños de madres con epilepsia
tratadas con fármacos no pueden considerarse como prueba definitiva de relación causa-efecto.
Así mismo también se han notificado casos de un síndrome hidantoínico fetal, que se caracteriza por rasgos
faciales prenatales dismórficos, hipoplasia de uñas y dedos, anormalidades del crecimiento prenatal
(incluyendo microcefalia) y deficiencia mental. Si bien este síndrome se ha notificado en madres que
tomaban fenitoína.
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También se ha comunicado la aparición de varios casos de cáncer, incluyendo neuroblastoma, en niños
cuyas madres se encontraban en tratamiento con fenitoína durante el embarazo.
La fenitoína sólo debe utilizarse en mujeres en edad fértil y en mujeres embarazadas si el beneficio
potencial supera el riesgo. Cuando sea apropiado, aconseje a mujeres embarazadas y mujeres en edad fértil
acerca de otras alternativas terapéuticas.
Si este medicamento se utiliza durante el embarazo, o si la paciente queda embarazada mientras lo toma,
debe informarse a la paciente del riesgo potencial para el feto.
La fenitoína administrada antes del parto produce déficit de vitamina K, y por tanto de los factores de
coagulación relacionados con esta vitamina. El riesgo de sangrado en la madre o en el recién nacido puede
prevenirse o corregirse con la administración profiláctica de esta vitamina a la madre en el último mes de
embarazo y al recién nacido inmediatamente después del nacimiento.
Se debe informar a las mujeres en edad fértil que no están planeando quedarse embarazadas sobre el uso de
métodos anticonceptivos eficaces durante el tratamiento. La fenitoína puede hacer que fracase el efecto
terapéutico de los anticonceptivos hormonales (ver sección 4.5).
Epanutin no se debe utilizar en mujeres en edad fértil a menos que se considere que el beneficio potencial
supera los riesgos tras una cuidadosa consideración de las opciones de tratamiento alternativas adecuadas.
La mujer debe estar plenamente informada y comprender el riesgo de daño potencial para el feto si se toma
fenitoína durante el embarazo y, por lo tanto, la importancia de planificar cualquier embarazo. Se debe
considerar la realización de pruebas de embarazo en mujeres en edad fértil antes de iniciar el tratamiento
con Epanutin.
Las mujeres en edad fértil deben utilizar métodos anticonceptivos efectivos durante el tratamiento y durante
un mes después de suspender el tratamiento. Debido a la inducción enzimática, Epanutin puede dar lugar a
un fallo en el efecto terapéutico de los anticonceptivos hormonales, por lo tanto, se debe aconsejar a las
mujeres en edad fértil sobre el uso de otros métodos anticonceptivos efectivos (ver sección 4.5). Se debe
utilizar al menos un método anticonceptivo efectivo (como un dispositivo intrauterino) o dos formas
complementarias de anticoncepción, incluido un método de barrera. Se deben evaluar las circunstancias
individuales en cada caso, involucrando a la paciente en la discusión, al elegir el método anticonceptivo.
Lactancia
No está recomendada la lactancia en mujeres en tratamiento con fenitoína ya que hay indicios de que se
excreta a bajas concentraciones por la leche materna. La concentración de fenitoína en leche materna es
aproximadamente un tercio de la concentración plasmática de la madre.
Fertilidad
Aunque en los estudios realizados con animales fenitoína no tuvo efectos directos sobre la fertilidad, la
administración de este medicamento produce reducción de la tasa de fecundidad en ratas macho (ver
sección 5.3). Se desconoce el efecto de la fenitoína sobre la fertilidad de las hembras.
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4.7. Efectos sobre la capacidad para conducir y utilizar máquinas
La fenitoína actúa sobre el sistema nervioso central y puede producir: somnolencia, mareos, alteraciones
visuales y disminución de la capacidad de reacción. Estos efectos así como la propia enfermedad hacen que
sea recomendable tener precaución a la hora de conducir vehículos o manejar maquinaria peligrosa,
especialmente mientras no se haya establecido la sensibilidad particular de cada paciente al medicamento.
Las siguientes reacciones adversas se han notificado con fenitoína (la frecuencia de las mismas se
desconoce, no puede estimarse con los datos disponibles)
Trastornos del Sistema Nervioso: las reacciones adversas en este sistema son frecuentes y generalmente
dosis dependientes. Las reacciones incluyen nistagmus, ataxia, habla arrastrada, disminución de la
coordinación y confusión mental. Se han notificado casos de atrofia cerebelosa, y parece que es más
frecuente con niveles elevados de fenitoína y/o uso prolongado de fenitoína (ver sección 4.4).
También se ha observado mareo, vértigo, insomnio, nerviosismo transitorio, sacudidas motoras, cefalea,
parestesia y somnolencia.
Se han notificado raramente casos de discinesias inducidas por fenitoína incluyendo corea, distonía,
temblor y asterixis, similares a las inducidas por fenotiazina y otros medicamentos neurolépticos.
En pacientes que han recibido tratamiento de larga duración con fenitoína se ha observado una
polineuropatía periférica predominantemente sensorial.
Trastornos gastrointestinales: Fallo hepático agudo, hepatitis tóxica, afectación del hígado, vómitos,
náuseas y estreñimiento (ver sección 4.4).
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largo plazo (más de 10 años) en pacientes con epilepsia crónica se ha asociado con fracturas óseas y
osteomalacia. También se han notificado osteoporosis, disminución de la densidad ósea, osteopenia y otras
alteraciones del metabolismo óseo, como hipocalcemia, hipofosfatemia y niveles disminuidos de
metabolitos de la vitamina D. El mecanismo por el cual fenitoína afecta al metabolismo óseo se desconoce.
Población pediátrica
4.9. Sobredosis
La dosis letal en pacientes pediátricos es desconocida. La dosis letal en adultos se estima que está entre
2 gramos y 5 gramos. Los síntomas iniciales son nistagmus, ataxia y disartria. Otros síntomas son
temblores, hiperreflexia, somnolencia, adormecimiento, letargia, habla arrastrada, visión borrosa, náuseas y
vómitos. El paciente puede llegar a estar comatoso e hipotenso. Se han notificado casos de bradicardia y
asístole/ parada cardiaca (ver sección 4.4). La muerte puede deberse a fallo respiratorio y circulatorio.
Existen notables diferencias interindividuales con respecto a las concentraciones séricas de fenitoína que
producen toxicidad. El nistagmus en la mirada lateral se produce normalmente con 20 microgramos/ml, la
ataxia con 30 microgramos/ml y la disartria y el letargo aparecen cuando la concentración sérica es superior
a 40 microgramos/ml. No obstante, se han comunicado concentraciones séricas de hasta
50 microgramos/ml sin evidencia de toxicidad. Se han ingerido dosis de hasta 25 veces la dosis terapéutica
de fenitoína dando lugar a concentraciones séricas superiores a 100 microgramos/ml, con recuperación
total. Se han notificado casos de disfunción cerebelosa irreversible y atrofia cerebelosa.
Tratamiento
El tratamiento no es específico dado que no hay antídoto conocido para una sobredosis.
Debe prestarse atención a la correcta funcionalidad de los sistemas respiratorio y circulatorio y emplear las
medidas de apoyo pertinentes. Puede considerarse la hemodiálisis ya que la fenitoína no se une
completamente a las proteínas plasmáticas. En niños con intoxicación grave se han utilizado el recambio
transfusional total.
En casos de sobredosis aguda debe considerarse la posibilidad de que estén presentes otros depresores del
Sistema Nervioso Central (SNC), como el alcohol.
5. PROPIEDADES FARMACOLÓGICAS
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La fenitoína es un medicamento antiepiléptico eficaz en el tratamiento de la epilepsia. Su lugar de acción
principal es la corteza motora cerebral donde inhibe la propagación de la actividad convulsivante. Al
promover la difusión de sodio desde las neuronas, la fenitoína tiende a estabilizar el umbral de
hiperexcitabilidad causada por una excesiva estimulación o por cambios ambientales que reducen el
gradiente de sodio de membrana. Esta estabilización incluye la disminución de la potenciación post-
tetánica en la sinapsis, lo cual impide la propagación del foco epileptógeno cortical a las zonas cerebrales
adyacentes. La fenitoína disminuye la máxima actividad cerebral responsable de la fase tónica de las
convulsiones tónico-clónicas.
Absorción
Fenitoína es un ácido débil y por tanto su hidrosolubilidad es limitada incluso en el intestino. El compuesto
experimenta una absorción baja y variable después de la administración oral. Tras la absorción oral, se
distribuye rápidamente a todos los tejidos.
Distribución
La semivida plasmática de fenitoína en el hombre tiene una media de 22 horas con un rango de 7 a 42
horas. Los niveles terapéuticos en el estado de equilibrio, se alcanzan a los 7 a 10 días tras el comienzo del
tratamiento con las dosis recomendadas de 300 mg/día. Para la fenitoína sódica, la Tmax es entre 1½ y
3 horas. Fenitoína tiene un volumen de distribución aparente de 0,6 l/kg y se une en gran porcentaje a
proteínas plasmáticas (90%), principalmente a albúmina. Los niveles de fenitoína libre pueden alterarse en
pacientes cuyas características de unión a proteínas difieren de las normales. La fenitoína se distribuye en
el líquido cefalorraquídeo (LCR), saliva, semen, fluidos gástricos, bilis y leche materna. La concentración
de fenitoína en el líquido cefalorraquídeo, cerebro y saliva se aproxima al nivel de fenitoína libre en
plasma.
Metabolismo o Biotransformación
Eliminación
La mayor parte del medicamento se excreta en la bilis como metabolitos inactivos que se reabsorben en el
tracto intestinal y se eliminan por la orina mediante filtración glomerular y en mayor porcentaje por
secreción tubular. Menos de un 5% de fenitoína se excreta como compuesto sin metabolizar.
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En la mayoría de pacientes se alcanzan niveles séricos estables de fenitoína con las dosis de
mantenimiento. Puede darse una gran variabilidad entre pacientes en las concentraciones en suero de
fenitoína con dosis equivalentes. La existencia de pacientes con niveles séricos bajos puede deberse a que
los pacientes no cumplan con la pauta posológica o porque sean hipermetabolizadores de fenitoína.
Excepcionalmente, pueden producirse niveles altos por una enfermedad hepática, una deficiencia
enzimática congénita o una interacción con medicamentos que produzcan una interferencia metabólica. Los
pacientes con grandes fluctuaciones en los niveles séricos de fenitoína, a pesar de las dosis estándar,
suponen un problema clínico difícil. La determinación de las concentraciones séricas de estos pacientes
puede ser de gran utilidad. Cuando sea necesario después del inicio del tratamiento, cuando haya un cambio
en la dosis o una adición o eliminación de otro medicamento al tratamiento, debe realizarse la
determinación de fenitoína entre 7 y 10 días después, una vez que se haya alcanzado el nuevo estado de
equilibrio estacionario. Los niveles mínimos obtenidos inmediatamente antes de la siguiente escala de dosis
prevista, proporcionan información sobre los niveles séricos clínicamente efectivos y confirman el
cumplimiento del paciente. Los niveles máximos del medicamento obtenidos en el momento de la
concentración máxima esperada indican el umbral individual para los efectos secundarios relacionados con
la dosis.
La administración conjunta de nelfinavir comprimidos (1250 mg dos veces al día) y fenitoína cápsulas
(300 mg una vez al día) no causó cambios en las concentraciones plasmáticas de nelfinavir. Sin embargo, la
administración conjunta de nelfinavir, reduce los valores de AUC de fenitoína total y libre en un 29% y un
28% respectivamente (ver sección 4.5).
Poblaciones especiales
Pacientes con enfermedad renal o hepática: ver sección 4.4.
Edad: El aclaramiento de fenitoína tiende a disminuir con la edad (es 20% menor en pacientes mayores de
70 años en comparación con los de 20-30 años). Los requerimientos posológicos de fenitoína son muy
variables y deben individualizarse (ver sección 4.2).
Carcinogénesis
Los ensayos de toxicidad genética revelaron que la fenitoína no era mutagénica en las bacterias ni en las
células de mamíferos in vitro. Es clastógena in vitro, pero no in vivo. Por tanto, el riesgo de genotoxicidad
es bajo.
La fenitoína es teratógena en ratas, ratones y conejos. Las malformaciones observadas son similares a las
observadas en humanos y a las descritas para el síndrome hidantoínico fetal. Fenitoína aumenta la tasa de
reabsorción e interrumpe el desarrollo normal del embrión en numerosas especies (ratón, rata, conejo, gato
y mono). Además, puede producir la pérdida completa de las camadas en ratones, ratas y conejos. Se
observó interrupción en el desarrollo postnatal de las crías de rata y un aumento en la tasa de mortalidad
postnatal cuando éstas fueron expuestas a dosis altas de fenitoína durante la última fase de la gestación y
durante la lactancia.
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Aunque en los estudios realizados con animales fenitoína no tuvo efectos directos sobre la fertilidad, la
administración de este medicamento produce reducción de la tasa de fecundidad en ratas macho (ver
sección 5.3). Se desconoce el efecto de la fenitoína sobre la fertilidad de las hembras.
6 . DATOS FARMACÉUTICOS
Lactosa monohidrato.
Estearato de magnesio.
Las cápsulas de gelatina están compuestas por: Cuerpo: gelatina, dióxido de titanio (E171), dodecilsulfato
sódico.
Tapa: gelatina, eritrosina (E127), amarillo de quinoleína (E104), dodecilsulfato sódico.
Componentes de la tinta (código de color 10A1): goma laca Shellac en etanol, óxido de hierro negro
(E172), alcohol N-butilo, propilenglicol, alcohol deshidratado, alcohol isopropílico, hidróxido amónico
28% y agua purificada.
Componentes de la tinta alternativa (código de color 1014): goma laca Shellac, alcohol deshidratado,
alcohol isopropílico, alcohol butílico, propilenglicol, solución de amonio concentrado, óxido de hierro
negro (E172), hidróxido de potasio y agua purificada.
Los disolventes de las tintas de impresión no están presentes en el medicamento.
6.2. Incompatibilidades
No procede.
3 años.
Las cápsulas se envasan en frasco blanco de polietileno de alta densidad (HDPE) cerrado con un tapón de
polipropileno blanco y conteniendo 1 gr de silica gel como desecante.
Ninguna especial.
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España
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