ISO - ¿Qué Es La Inteligencia Artificial (IA)
ISO - ¿Qué Es La Inteligencia Artificial (IA)
ISO - ¿Qué Es La Inteligencia Artificial (IA)
Índice
¿Qué es la IA?
¿Cómo funciona la IA?
IA fuerte frente a IA débil
¿Cuáles son los cuatro tipos de IA?
Aprendizaje automático frente a aprendizaje profundo
Ejemplos de tecnología de IA
El crecimiento y el impacto de la IA generativa
Gobernanza y normativa de la IA
La historia de la inteligencia artificial: ¿quién inventó la IA?
¿Cómo cambiará la IA nuestro mundo?
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¿Qué es la IA?
La inteligencia artificial es «un campo técnico y científico dedicado al sistema de
ingeniería que genera resultados como contenido, previsiones, recomendaciones o
decisiones para un conjunto determinado de objetivos definidos por el ser
humano» [ISO/IEC 22989:2022]. A pesar de que esta definición de inteligencia artificial
es acertada desde el punto de vista técnico, ¿qué significa esto para el ciudadano de a
pie?
En realidad, la IA solo es una herramienta práctica y no una panacea. Es tan buena como
lo sean los algoritmos y el aprendizaje automático que guían sus acciones. La IA puede
llegar a ser increíble a la hora de realizar una tarea específica, pero requiere muchísimos
datos y repeticiones. Simplemente, aprende a analizar grandes cantidades de datos,
reconocer patrones y hacer predicciones o tomar decisiones en base a los datos, y
mejora continuamente su desempeño con el tiempo.
Hoy en día, este significado de IA ha evolucionado más allá del mero procesamiento de
datos para incluir el desarrollo de máquinas capaces de aprender, razonar y resolver
problemas. El aprendizaje automático se ha vuelto muy «competente» en la generación
de todo tipo de cosas, desde códigos de software hasta imágenes, artículos, videos y
música. Es el siguiente nivel de la IA, la llamada IA generativa, que difiere de la IA
tradicional en cuanto a sus capacidades y aplicaciones. Mientras que los sistemas de IA
tradicionales se utilizan principalmente para analizar datos y hacer predicciones, la IA
generativa va un paso más allá y crea nuevos datos similares a sus datos de
entrenamiento.
IA fuerte
También conocida como inteligencia artificial general (IAG)
Diseñada para adaptarse, aprender y aplicar conocimientos en diversos ámbitos
IA débil
También conocida como inteligencia artificial estrecha (IAE) o IA estrecha
Diseñada para destacar en tareas específicas dentro de unos parámetros bien definidos
Ejemplos de tecnología de IA
Entonces, ¿qué puede hacer la IA? La mayoría de la gente la conoce gracias a altavoces
inteligentes y asistentes de teléfonos inteligentes como Siri y Alexa, pero la nueva
tecnología de IA facilita constantemente nuestras vidas y las hace más eficientes de
muchas otras maneras.
He aquí algunos ejemplos de tecnología de IA y sus aplicaciones:
La IA sanitaria puede procesar y analizar grandes cantidades de datos de pacientes
para ofrecer predicciones exactas y recomendar tratamientos personalizados para
obtener los mejores resultados.
Las empresas y el sector de la fabricación se benefician de la automatización en todos
los sectores, desde la detección de fraudes, la evaluación de riesgos y el análisis de las
tendencias del mercado hasta los robots dotados de IA en las líneas de producción. Los
sistemas de IA también pueden predecir las fallas de los equipos antes de que se
produzcan y detectar anomalías en los patrones de tráfico de las redes, identificando así
amenazas a la ciberseguridad. En el sector del comercio minorista, la IA ofrece gestión
de inventario, experiencias de compra personalizadas, chatbots para ayudar a los
clientes y análisis de preferencias de los clientes, lo que aumenta las ventas gracias a
anuncios mejor orientados.
La IA educativa incluye sistemas de tutoría inteligente que se adaptan a las necesidades
del alumnado, lo cual les proporciona retroalimentación y orientación personalizadas. La
IA también puede ofrecer calificaciones automatizadas, creación de contenido y
simulaciones de realidad virtual.
En el sector del transporte, la IA optimiza el flujo de tráfico, predice las necesidades de
mantenimiento y mejora la logística en las empresas de transporte; en el sector agrícola,
puede optimizar el rendimiento de las cosechas y reducir el despilfarro de recursos. La
tecnología de drones monitorea las condiciones del suelo, identifica las enfermedades
de los cultivos y evalúa las necesidades de riego; asimismo, los sistemas de IA pueden
recomendar usos eficientes de los pesticidas y la gestión de los cultivos.
Entretenimiento: al analizar las preferencias de los usuarios, la IA puede recomendar
películas, música o libros. La realidad virtual y aumentada crean ambientes de
entretenimiento inmersivos. La IA de CGI realista y de «efectos especiales» mejora la
experiencia visual de películas y juegos.
Gobernanza y normativa de la IA
Con su creciente integración en diversos sectores, no se puede exagerar la importancia
de garantizar la calidad y confiabilidad de los softwares de IA. A pesar de los riesgos que
conlleva, la IA sigue sufriendo una falta de regulación. Aquí es donde pueden ayudar las
Normas Internacionales.
Las normas, como las elaboradas por ISO/IEC JTC 1/SC 42 sobre inteligencia artificial,
desempeñan un papel fundamental a la hora de abordar el desarrollo responsable de las
tecnologías de IA. Ayudan a llenar el vacío de la normativa, dando a los responsables de
la toma de decisiones y a los legisladores las herramientas necesarias para establecer
datos y procesos coherentes y auditables.
Estas normas pueden aportar valor a largo plazo a una empresa, especialmente en
ámbitos como los informes ambientales. Las normas desarrollan credibilidad ante las
partes interesadas y garantizan que las ventajas de la inteligencia artificial superen los
riesgos asociados mediante la alineación con la normativa y las herramientas de
gobernanza existentes.
ISO/IEC 42001 AI management systems
ISO/IEC 23894 AI – Guidance on risk management
ISO/IEC 23053 Framework for AI Systems Using ML
La historia de la inteligencia artificial: ¿quién inventó la IA?
La IA ha progresado a pasos agigantados y transformado muchos aspectos de nuestro
mundo. No obstante, para apreciar realmente sus capacidades actuales, es importante
comprender sus orígenes y su evolución. Entonces, ¿quién creó la IA? Para averiguarlo,
recorramos la fascinante historia de la inteligencia artificial.
La IA de hoy en día tiene su origen en la invención en el siglo XIX de la «máquina
diferencial» de Charles Babbage, la primera calculadora automática del mundo que
tuvo éxito. El descifrador de códigos británico Alan Turing, figura clave entre los
recursos de inteligencia de los Aliados durante la Segunda Guerra Mundial (entre otras
hazañas), también puede considerarse un predecesor de las iteraciones actuales de la
IA. En 1950, presentó la prueba de Turing, diseñada para evaluar a capacidad de una
máquina de mostrar comportamientos inteligentes indistinguibles de los de los humanos.
Desde ese momento, los avances en la tecnología de IA comenzaron a acelerarse
exponencialmente, encabezados por figuras tan influyentes como John McCarthy,
Marvin Minsky, Herbert Simon, Geoffrey Hinton, Yoshua Bengio, Yann LeCun y muchos
otros. Sin embargo, no todo fue coser y cantar. Aunque la IA floreció en los primeros
años, con la capacidad de las computadoras para almacenar más información, pronto
se topó con un obstáculo: las computadoras simplemente no podían almacenar
suficiente información ni procesarla con la rapidez necesaria. No fue hasta la década de
1980 cuando renació la IA gracias a la ampliación del conjunto de herramientas de
algoritmos y el aumento de los fondos destinados.
En resumen, he aquí algunos acontecimientos e hitos clave en la historia de la
inteligencia artificial:
1950: Alan Turing publica el artículo «Maquinaria computacional e inteligencia», en el
que propone la prueba de Turing como forma de evaluar si una computadora se puede
considerar inteligente o no.
1956: un pequeño grupo de científicos se reúne en el Proyecto de Investigación de
Verano sobre Inteligencia Artificial de Dartmouth, que se considera como el punto de
partida de este campo de investigación.
1966-1974: se conoce convencionalmente como el «primer invierno de la IA», un período
marcado por la reducción de la financiación y el freno a la investigación de la IA por no
estar a la altura del revuelo y las expectativas iniciales.
1997: Deep Blue, una computadora de ajedrez de IBM, derrota al campeón mundial de
ajedrez Garri Kaspárov en una partida de altos vuelos y demuestra el fabuloso potencial
de los sistemas de IA. Ese mismo año, se implementó en Windows el software de
reconocimiento del habla desarrollado por Dragon Systems.
2011: en el concurso televisivo Jeopardy! la computadora Watson DeepQA de IBM
derrota a dos de los campeones históricos del concurso y demuestra la capacidad de
los sistemas de IA para comprender el lenguaje natural.
2012: el enfoque del «aprendizaje profundo», inspirado en el cerebro humano,
revoluciona muchas aplicaciones de IA y da paso al actual auge de la IA.
2016: desarrollado por una filial de Google, el programa informático AlphaGo capta la
atención del mundo cuando derrota a Lee Sedol, legendario jugador de go. El milenario
juego de mesa «go» es uno de los más complejos jamás creados.
2017 hasta la fecha: los avances frenéticos en visión artificial, procesamiento del
lenguaje natural, robótica y sistemas autónomos están impulsados por el progreso en el
aprendizaje profundo y el aumento de la potencia de computación.
2023: el auge de los modelos lingüísticos grandes (large language model o LLM), como
GPT-3 y sus sucesores, demuestra el potencial de los sistemas de IA para generar
textos como los creados por humanos, responder preguntas y ayudar en una amplia
gama de tareas.
2024: los nuevos avances en IA multimodal permiten a los sistemas procesar e integrar
varios tipos de datos (texto, imágenes, audio y video) para obtener soluciones más
completas e inteligentes. Los asistentes digitales impulsados por la IA ya son capaces
de participar en conversaciones naturales y contextualizadas, así como ayudar en una
amplia variedad de tareas.
El crecimiento exponencial de la potencia de computación y de Internet trajo consigo el
concepto y la realidad del aprendizaje automático: el desarrollo de los algoritmos de IA
que son capaces de aprender sin haber sido programados, mediante el procesamiento
de grandes conjuntos de datos. Es lo que se conoce como «aprendizaje profundo», que
empodera a las computadoras para aprender a través de la experiencia. A lo largo de la
década pasada, la IA ha pasado a formar parte de la vida cotidiana, influyendo en la
forma en la que trabajamos, nos comunicamos e interactuamos con la tecnología.
Explorar
Inteligencia artificial: qué es, cómo funciona y por qué es importante
Para quienes no están familiarizados con la informática, puede resultar
abrumador intentar comprender las múltiples facetas de la inteligencia artificial
y sus implicaciones. En este artículo, esclarecemos …