Guilla Trosq

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DOCUMENTACIÓN

HISTÓRICA DEL
TROSQUISMO ESPAÑOL
(1936-1948)
De la guerra civil a la ruptura con la
IV Internacional

Agustín Guillamón
(dir.)
Investigación y recopilación de documentos realizada por
el COMITÉ DE DOCUMENTACIÓN HISTÓRICA
SOBRE EL TROSQUISMO ESPAÑOL (1936-1948)
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

NOTA DE ALEJANDRÍA PROLETARIA

Alejandría Proletaria, Biblioteca General del Pensamiento


Revolucionario, presenta esta obra en soporte digital. Tanto los materiales como
la presentación de los mismos que hace el Comité de documentación histórica
sobre el trosquismo español (1936-1948) hablan por sí solos sin necesitar más
explicaciones por nuestra parte.
La obra se publicó en 1996 por Ediciones de La Torre y actualmente sólo
pueden encontrarse algunos ejemplares en el circuito de libros de ocasión.
Alejandría Proletaria, biblioteca general del pensamiento revolucionario, animada
por exmilitantes del Núcleo Germinal – En defensa del Marxismo, llena con esta
digitalización un importantísimo hueco. Lo hace con enorme orgullo por tratarse
de la historia del trotskysmo en España y con un gran reconocimiento a la tarea
cumplida por el Comité de Documentación histórica del trosquismo español.
Alejandría Proletaria agradece especialmente a Agustín Guillamón los
trabajos de recuperación de viejos archivos digitales a pesar de estar inmerso en
la redacción y publicación de su última obra La guerra del pan. Hambre y
violencia en la Barcelona revolucionaria. Durante su estancia en Valencia, con
ocasión de la presentación de su obra Los Amigos de Durruti. Historia y
antología de textos, tuvimos ocasión de compartir con él interesantes
conversaciones y de disfrutar de su enorme calidez humana. El agradecimiento
es, pues, doble.
Reproducimos en esta edición digital los materiales de la edición en papel
de la obra añadiendo algunos, en el segundo capítulo, rescatados de sus archivos
y cedidos por Agustín Guillamón y que por motivos de espacio no puedieron
incluirse en la edición en papel. El índice onomástico ha sido reelaborado por
Alejandría Proletaria a fin de indicar la página exacta de esta edición digital y en
él se han añadido algunos más. Cualquier error cometido en el trabajo de
preparación de esta presentación de la obra solamente es atribuible a nosotros.
Pedimos disculpas por adelantado, si fuera el caso, y también que se ponga en
nuestro conocimiento para poder subsanarlo en un futuro.
Alejandría Proletaria, Valencia, octubre de 2014

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

El “Comité de documentación histórica sobre el


trosquismo español (1936-1948)” está formado por los
siguientes historiadores:
Agustín Guillamón, autor de una tesis inédita sobre
Bordiga. Ha publicado en Historia 16, Edicions la
Magrana, Generació, Cahiers Leon Trotsky, Balance,
Quaderni CSP Tresso, Laboratorio Storico. En la
actualidad investiga las tesis políticas y la acción de
diversos grupos revolucionarios durante la guerra civil
española.
Paolo Casciola, minucioso y documentado estudioso
del movimiento revolucionario internacional, que edita
desde hace diez años los Quaderni Centro Studi Pietro
Tresso especializados en historia del trosquismo. Ha
publicado en Argomenti Storia, Quaderni CSP Tresso,
Revolutionary History, etc.
Eulogio Izquierdo y Javier Chávez, excelentes
conocedores del pensamiento político de Munis y de
antiguos militantes tronquistas españoles.
Marco Novarino, estudioso de la masonería española
y colaborador de Spagna Contemporanea

3
ÍNDICE

PREFACIO.................................................................................................................................................................. 12

AGRADECIMIENTOS............................................................................................................................................... 14

INTRODUCCIÓN HISTÓRICA ................................................................................................................................ 15


A) EL TROSQUISMO ESPAÑOL DE 1936 A 1948................................................................................... 15
B) LA CONTINUIDAD HISTORICA DEL GCI, TESIS FUNDAMENTALES Y
DESARROLLO POSTERIOR DEL PENSAMIENTO DE MUNIS (1948-1989) ....................................... 27

PRIMERA PARTE: LA GUERRA CIVIL ................................................................................................................. 32


PRESENTACIÓN......................................................................................................................................... 33
1.1. “Una carta de Fersen y otros camaradas al Comité Ejecutivo de la ICE (Izquierda
Comunista de España)”. Boletín interior de la ICE, nº 13. Barcelona, 16 de julio de
1935............................................................................................................................................................... 36
1.2. Andrade, Juan: “Carta a Andrés Nin (Madrid, 4-5-1936) ...................................................................... 37
1.3. Fosco: “El heroísmo y la tragedia del proletariado español”. Bolletino
d’Informazione. Editado por los Bolcheviques-leninistas italianos adheridos a la IV
Internacional, París, 1 de agosto de 1936...................................................................................................... 38
1.4. Fosco: “Carta a Trotsky (Barcelona, 4 de agosto de 1936)” .................................................................. 40
1.5. Fosco: “La revolución española, esperanza del proletariado mundial”. La Batalla,
nº 2. Barcelona, 4 de agosto de 1936 ............................................................................................................ 40
1.6. Trotsky, León: “Carta a Fosco y Rous (Kristiansa, Noruega, 16 de agosto de 1936)” .......................... 41
1.7. “El camarada Jaime Fernández logra escapar del Alcázar toledano”. POUM, nº 2.
Madrid, 28 de agosto de 1936 ....................................................................................................................... 42
1.8. “El escritor francés Benjamín Péret se incorpora a nuestras milicias”. POUM, Nº 2.
Madrid, 28 de agosto de 1936 ....................................................................................................................... 43
1.9. “Nos morts” [“Nuestros muertos”]. Service d’information et de presse. Editado por
el Secretariado Internacional de la Cuarta Internacional, nº 8. París, 13 de septiembre de
1936............................................................................................................................................................... 44
1.10. Moulin: “El POUM se convierte en partido gubernamental”. Sercie d’information
et de presse pour la Quatrième Internationale, nº 12. París, 21 de octubre de 1936...................................... 45
1.11. Nin, Andrés: “Carta a los BL de Barcelona (13-11-1936)”.................................................................. 46
1.12. “Rapport d’activité du groupe BL à Barcelonne, 12-12-1936 [Informe de
actividad del grupo BL en Barcelona]”......................................................................................................... 46
1.13. “Objetivos y significado de nuestro movimiento”, Boletín editado por el Grupo
Bolchevique Leninista de España (IV Internacional), nº 1. Barcelona, enero de 1937 ................................. 49
1.14. G. M. [Munis]: “¿Crisis de la Generalidad o crisis nacional?”. Boletín editado por
el Grupo Bolchevique Leninista de España (IV Internacional), nº 1. Barcelona, enero de
1937............................................................................................................................................................... 51
1.15. “Comentarios a la reunión del Comité Central Ampliado del POUM”. Boletín.
Editado por el Grupo Bolchevique Leninista de España (IV Internacional) número 1,
Barcelona, enero 1937................................................................................................................................... 54
1.16. “Carta del Frente. Casetas de Quicena (25-12-36)”. Boletín. Editado por el Grupo
Bolchevique Leninista de España (IV Internacional) número 1, Barcelona, enero 1937.............................. 56
1.17. [Introducción a “Primeras lecciones de la Revolución Española” por León
Trotski]. Boletín. Editado por el Grupo Bolchevique Leninista de España (IV
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

Internacional) número 1, Barcelona, enero 1937 .......................................................................................... 58


1.18. “Saludo a Trotzky”. Boletín. Editado por el Grupo Bolchevique Leninista de
España (IV Internacional) número 1, Barcelona, enero 1937 ....................................................................... 58
1.19. “Ampliando el Frente Popular”. Boletín. Editado por el Grupo Bolchevique
Leninista de España (IV Internacional) número 1, Barcelona, enero 1937................................................... 59
1.20. FOSCO: “Lettre d’Espagne. La révolution en danger.” [Carta de España. La
revolución en peligro”]. La Commune, nº 38, 8 enero 1937......................................................................... 59
1.21. NIN, Andrés: “Carta a la Comisión Ejecutiva del Partido Socialista. (Barcelona,
22 de enero 1937)” ........................................................................................................................................ 60
1.22. Sección Bolchevique-Leninista de España (por la IV Internacional): “¡Vivan los
comités de obreros, campesinos y combatientes! [Manifiesto. Barcelona ¿enero 1937?]............................. 61
1.23. “Porquoi parait “LE SOVIET”?. [¿Por qué aparece “Le Soviet”?]. Le Soviet, nº 1.
Organe des Bolcheviks-leninistes d’Espagne, pour la Quatrième Internationale.
Barcelona, enero 1937................................................................................................................................... 62
1.24. Sección Bolchevique-Leninista de España (por la IV Int.): “Trabajadores de la
CNT, el POUM, la FAI, las JJ LL; proletarios todos”. [Octavilla. Barcelona, febrero
1937] ............................................................................................................................................................. 63
1.25. PROLES: “El nuevo proceso de Moscú”. Boletín de la Sección Bolchevique-
leninista de España (IV Internacional) número 2, Barcelona, febrero 1937.................................................. 64
1.26. “Anarquistas en el poder”. Boletín de la Sección Bolchevique-leninista de España
(IV Internacional) número 2, Barcelona, febrero 1937 ................................................................................. 67
1.27. PROLES: “Peligro de guerra y peligro de paz”. Boletín de la Sección
Bolchevique-leninista de España (IV Internacional) número 2, Barcelona, febrero 1937 ............................ 68
1.28. MÉNDEZ, José: “La unificación de los partidos socialista y comunista.
Unificación de la traición”. Boletín de la Sección Bolchevique-leninista de España (IV
Internacional) número 2, Barcelona, febrero 1937........................................................................................ 70
1.29. G. M. [Munis]: “La consigna del momento”. Boletín de la Sección Bolchevique-
leninista de España (IV Internacional) número 2, Barcelona, febrero 1937.................................................. 71
1.30. G. M. [Munis]: [“Errores y particularidades del POUM”]. Boletín de la Sección
Bolchevique-leninista de España (IV Internacional) número 2, Barcelona, febrero 1937 ............................ 74
1.31. “¿El POUM anti-trotzkysta?”. Boletín de la Sección Bolchevique-leninista de
España (IV Internacional) número 2, Barcelona, febrero 1937..................................................................... 76
1.32. “Telegrama a Largo Caballero”. Boletín de la Sección Bolchevique-leninista de
España (IV Internacional) número 2, Barcelona, febrero 1937..................................................................... 77
1.33. “Resolución de la Sección bolchevique-leninista de España, sobre la unidad
sindical”. Boletín de la Sección Bolchevique-leninista de España (IV Internacional)
número 2, Barcelona, febrero 1937 ............................................................................................................... 77
1.34. VAN [HEIJENOORT, Jean van]: “Carta a Naville (25-2-1937)”........................................................ 79
1.35. MOULIN: “La dualité de pouvoir dans la révolution espagnole. La question des
comités”. [La dualidad de poderes en la revolución española. La cuestión de los
comités”]. Quatrième Internationale, nº 3, marzo-abril 1937........................................................................ 79
1.36. “El camino de la victoria empieza en el Frente Revolucionario del Proletariado”.
La Voz Leninista. Órgano de la Sección Bolchevique-leninista de España (por la IV
Internacional), número 1, Barcelona, 5 abril 1937........................................................................................ 81
1.37 “Sobre la Conferencia Internacional de Barcelona. Carta del Buró Internacional
por la IV Internacional al Secretariado Internacional del POUM”. La Voz Leninista.
Órgano de la Sección Bolchevique-leninista de España (por la IV Internacional),
número 1, Barcelona, 5 abril 1937 ................................................................................................................ 82
1.38. “Nacimiento de un nuevo bonapartismo”. La Voz Leninista. Órgano de la Sección
Bolchevique-leninista de España (por la IV Internacional), número 1, Barcelona, 5 abril
1937............................................................................................................................................................... 83
1.39. [NOTA DE EXPULSIÓN DE FOSCO]. Sección B.L. de España. El Comité: “A
nuestros camaradas y simpatizantes”. La Voz Leninista. Órgano de la Sección
Bolchevique-leninista de España (por la IV Internacional), número 1, Barcelona, 5 abril
1937............................................................................................................................................................... 84
1.40. Sección Bolchevique-leninista de España: “Carta abierta al CE del POUM”. La
Voz Leninista. Órgano de la Sección Bolchevique-leninista de España (por la IV
Internacional), número 1, Barcelona, 5 abril 1937........................................................................................ 85

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

1.41. “Hacia el Congreso del POUM”. La Voz Leninista. Órgano de la Sección


Bolchevique-leninista de España (por la IV Internacional), número 1, Barcelona, 5 abril
1937............................................................................................................................................................... 86
1.42. PROLES: “Es preciso crear el partido de la revolución”. La Voz Leninista.
Órgano de la Sección Bolchevique-leninista de España (por la IV Internacional), nº 1,
Barcelona, 5 abril 1937 ................................................................................................................................. 87
1.43. “Suspensión de La Batalla”. La Voz Leninista. Órgano de la Sección
Bolchevique-leninista de España (por la IV Internacional), número 1, Barcelona, 5 abril
1937............................................................................................................................................................... 89
1.44. “¿Con quién está la Soli”. La Voz Leninista. Órgano de la Sección Bolchevique-
leninista de España (por la IV Internacional), número 1, Barcelona, 5 abril 1937........................................ 90
1.45. “El Estado burgués en crisis”. La Voz Leninista. Órgano de la Sección
Bolchevique-leninista de España (por la IV Internacional), número 1, Barcelona, 5 abril
1937............................................................................................................................................................... 90
1.46. “El POUM y Marceau Pivert”. La Voz Leninista. Órgano de la Sección
Bolchevique-leninista de España (por la IV Internacional), número 1, Barcelona, 5 abril
1937............................................................................................................................................................... 91
1.47. “Estamos al servicio de la revolución proletaria mundial”. La Voz Leninista.
Órgano de la Sección Bolchevique-leninista de España (por la IV Internacional), nº 1,
Barcelona, 5 abril 1937 ................................................................................................................................. 92
1.48. “¡Adelante, las patrullas de Control!”. La Voz Leninista. Órgano de la Sección
Bolchevique-leninista de España (por la IV Internacional), número 1, Barcelona, 5 abril
1937............................................................................................................................................................... 93
1.49. [FOSCO]: “Les fluctuations de la guerre civile. Lettres d’Espagne”. [“Las
fluctuaciones de la guerra civil. Cartas de España”]. La Commune nº 51. Paris, 9 abril
1937............................................................................................................................................................... 94
1.50. G. Munis: “Carta a Trotsky. (París, 22 abril 1937)”............................................................................. 94
1.51. Sección bolchevique-Leninista de España (por la IV Internacional): “Contra el
fascismo y la reacción burguesa; ¡Dictadura del proletariado!”. [Manifiesto del Primero
de Mayo] ....................................................................................................................................................... 96
1.52. Sección Bolchevique-Leninista de España (por la IV Internacional): “Viva la
Ofensiva Revolucionaria”. [Octavilla distribuida el 4 de mayo de 1937 en las barricadas
de Barcelona, publicada en La Lutte Ouvrière nº 48 del 10 de junio de 1937] ............................................. 97
1.53. Sección bolchevique-Leninista de España (por la IV Internacional): “¿Por qué no
es trotskista el POUM?”. [Octavilla]. [Barcelona, ¿final de mayo primeros de junio
1937?] ........................................................................................................................................................... 98
1.54. El Comité de la Sección Bolchevique-Leninista de España (por la IV
Internacional): “Por un tres de mayo victorioso”. [Manifiesto]. Barcelona, junio de
1937............................................................................................................................................................... 99
1.55. Comité de la Sección Bolchevique-Leninista de España: “El viejo POUM ha
muerto; viva el POUM de la IV Internacional”. [Carta-llamamiento dirigida a la
izquierda del POUM en Barcelona, a la sección de Madrid del POUM y a “Los Amigos
de Durruti”]. Barcelona, 26 de junio de 1937 ............................................................................................. 103
1.56. Comité de la Sección Bolchevique-Leninista de España: “Salvad a los camaradas
del POUM de los verdugos staliniano-burgueses. Por la liberación de todos los presos
revolucionarios”. [Manifiesto]. Barcelona, 2 de julio de 1937 ................................................................... 106
1.57. B.N. [Erwin Wolf]: “Rapport Interieur” [“Informe interno”]. Barcelone, le 6
juillet 37 ...................................................................................................................................................... 108
1.58. Sección Bolchevique-Leninista: “¡A pesar de todo viva la revolución! Del 19 de
julio 1936 al 19 de Julio 1937”. [Manifiesto. Barcelona, 19 de julio de 1937]........................................... 111
1.59. “Interrogatorio de Nicolás Sundelevitch (23.7.37). Juzgado número 6 del Juzgado
Especial nº 5 del Tribunal Central de Espionaje contra Nicolás Sundelevitch”.......................................... 116
1.60. “Interrogatorio de Nicolás Sundelevitch (26 julio 37). Juzgado número 6 del
Juzgado Especial nº 5 del Tribunal Central de Espionaje contra Nicolás Sundelevitch”............................ 116
1.61. “L’attitude de la Section Bolchevik-Leniniste d’Espagne pendant l’insurrection de
mai à Barcelonne. (Correspondance des BL d’Espagne)”. [“La actitud de la Secc. BL de
España durante la insurrección de mayo en Barcelona. (Correspondencia de los BL de
España)”]. Service d’Information et de Presse pour la Quatrième Internationale, nº 21-

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

22, principios agosto 1937 .......................................................................................................................... 117


1.62. “Sólo la lucha organizada de las masas podrá detener el avance de la
contrarrevolución stalinano-burguesa”. Editorial de La Voz Leninista número 2,
Barcelona, 23 de agosto de 1937................................................................................................................. 118
1.63. “La GPU en acción. La clase trabajadora debe juzgar y ajusticiar a los asesinos de
Nin”. La Voz Leninista número 2, Barcelona, 23 de agosto de 1937 ......................................................... 121
1.64. G.M. [Munis]: “Tribuna ideológica. La Junta revolucionaria y los “Amigos de
Durruti”“. La Voz Leninista número 2, Barcelona, 23 de agosto de 1937.................................................. 121
1.65. “El proceso de espionaje contra el POUM debe transformarse en un proceso
revolucionario contra el stalinismo”. La Voz Leninista número 2, Barcelona, 23 de
agosto de 1937 ............................................................................................................................................ 123
1.66. “La IV Internacional al lado del POUM, abandonado internacionalmente”. La Voz
Leninista número 2, Barcelona, 23 de agosto de 1937................................................................................ 124
1.67. “Los “Amigos de Durruti” y el ala izquierda del POUM rechazan una proposición
concreta”. La Voz Leninista número 2, Barcelona, 23 de agosto de 1937.................................................. 124
1.68. “Nuestro postrer saludo a Robert de Fauconnet”. La Voz Leninista número 2,
Barcelona, 23 de agosto de 1937................................................................................................................. 125
1.69. CRUX [Trotsky, Leon]: “Los problemas de la revolución española. ¿Es posible la
victoria?”. La Voz Leninista número 2, Barcelona, 23 de agosto de 1937 ................................................. 125
1.70. “¡Julio Cid ha muerto!”. La Voz Leninista número 2, Barcelona, 23 de agosto de
1937............................................................................................................................................................. 126
1.71. VIGO, Emiliano [Fosco]: “Révolution democratique popoulaire ou révolution
proletarienne socialiste”. Le Soviet. Organe des Bolcheviks-leninistes en Espagne pour
la IV Internationale, nº 12. [Barcelona], 31 agosto 1937 ............................................................................ 126
1.72. Grupo Bolchevique-leninista “Le Soviet”: “Los perros sedientos de sangre de la
contrarrevolución deben liberar a Andrade y los 20.000 proletarios encarcelados”.
Octavilla reproducida en Le Soviet. Órgano de los Bolcheviques-leninistas en España,
por la IV Internacional, número 14, 2º año, [Barcelona] 1 de diciembre de 1938 ...................................... 128
1.73. S.I. [Sonia Isavreg, seudónimo de GERVASINI, Virginia]]: “Les etrangleurs de la
révolution a l’oeuvre” [“Los estranguladores de la revolución en acción”]. Le Soviet.
Órgano de los Bolcheviques-leninistas en España, por la IV Internacional.[Barcelona]
nº 14, 2º año, 1 de diciembre de 1938 ......................................................................................................... 129
1.74. G. Munis: “Lettre à Klement (Barcelonne, 29 décembre 1937)” ....................................................... 130
1.75. “La tache du “Soviet” pour 1938”. [“La tarea del “Soviet” para 1938”]. Le Soviet.
Organe des BL en espagne pour la IV Internationale, nº 15. [Barcelona], 6 de enero de
1938............................................................................................................................................................. 131
1.76. [G. Munis]: “La lucha simultánea contra el fascismo y contra el Gobierno Negrín-
Prieto-Stalin establece la frontera entre los revolucionarios y los traidores”. Editorial de
La Voz Leninista número 3, Barcelona, 5 de febrero de 1938 .................................................................... 132
1.77. G. M. [Munis]: “Carta a un obrero poumista. La Bandera de la IV Internacional es
la única bandera de la revolución proletaria”. La Voz Leninista nº 3, Barcelona, 5-2-
1938............................................................................................................................................................. 134
1.78. VIGO, Emiliano [Fosco]: “Espagne, mai 36-janvier 38”. La Verité número 2,
París 1 junio 1938 ....................................................................................................................................... 139
1.79. Fosco: “Renseignements sur l’activité des B.L. en Espagne et leurs
Enseignements”. [“Informaciones sobre la actividad de los BL en España y sus
enseñanzas”]. Bulletin Interieur d’informations nº 2, P. C. Int. français (15 octobre
1938) ........................................................................................................................................................... 145
1.80. “Témoignage de Sonia”. [Testimonio de Sonia (Virginia Gervasini)]. Enero 1978 .......................... 154

EL PROCESO DE LA REPUBLICA DE NEGRIN CONTRA LA SECCIÓN BOLCHEVIQUE


LENINISTA DE ESPAÑA (febrero de 1938 - enero 1939) ....................................................................... 156
PRESENTACIÓN....................................................................................................................................... 157
DOCUMENTOS DEL SUMARIO............................................................................................................. 160
2.1. Diligencias instruidas por la Comisaría General de investigación criminal, con
motivo del asesinato del capitán de las columnas internacionales León Narwitsch.................................... 160
2.2. República Española. Delegación de las Brigadas Internacionales [membrete]......................................... 162

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

2.3. Relato verídico y detallado de los hechos ocurridos a Luis Zanon Grimm, desde su
detención, la mañana del 13 de febrero de 1938, hasta su llegada a la Cárcel Modelo el 11
de Marzo...................................................................................................................................................... 162
2.4. Al juzgado número 1 del Tribunal de Espionaje de Cataluña.................................................................. 168
2.5. Declaración de Manuel Fernández Grandizo Martínez ........................................................................... 172
2.6. Ampliación de la declaración de Manuel Fernández Grandizo Martínez................................................. 173
2.7. Ampliación de declaración de Manuel Fernández Grandizo Martínez .................................................... 174
2.8. Declaración de Adolfo Carlini Roca....................................................................................................... 176
2.9. Diligencia.............................................................................................................................................. 178
2.10. Declaración de Victor Ondik................................................................................................................ 178
2.11. Diligencia............................................................................................................................................ 179
2.12. Acta..................................................................................................................................................... 179
2.13. [Declaración de Munis ante el juez....................................................................................................... 179
2.14. Declaración de Adolfo Carlini ante el juez ........................................................................................... 181
2.15. Declaración de Jaime Fernández ante el juez........................................................................................ 182
2.16. Auto .................................................................................................................................................... 182
2.17. Ministerio de Justicia. Dirección General de Prisiones ......................................................................... 183
2.18. Comisaría delegada de orden público. Gerona...................................................................................... 183
2.19. Prisión del Estado de Barcelona ........................................................................................................... 184
2.20. Providencia.......................................................................................................................................... 184
OTROS DOCUMENTOS SOBRE EL PROCESO QUE NO PERTENECEN AL
SUMARIO................................................................................................................................................... 185
2.21. “Négrin-Staline prépare un nouveau procès de Moscou, à Barcelone.” [“Negrin-
Stalin prepara un nuevo proceso de Moscú en Barcelona”]. La Lutte Ouvrière número 77.
Semanario del Partido Obrero Internacionalista (POI). Sección francesa IV Internacional.
París, jueves, 5 de mayo 1938....................................................................................................................... 185
2.22. “La guerre civile en Espagne. Lés révolutionnaires en danger!”. [“La guerra civil en
España. ¡Revolucionarios en peligro!”] La Commmune núm. 121. Órgano Central del Parti
Communiste Internationaliste (PCInt.), BL por la construcción de la Cuarta Internacional.
París, martes 10 de mayo de 1938................................................................................................................. 187
2.23. “A Barcelone. Toute la maquination STALINE-NEGRIN contre les Bolcheviks-
Léninistes est démontée”. [“En Barcelona. Se ha desmontado toda la maquinación Stalin-
Negrín contra los bolchevique-leninistas.”] La Lutte Ouvrière núm. 78. Semanario del POI.
París, jueves 12 de mayo de 1938 ................................................................................................................. 188
2.24. “En Espagne. Poursuivons la lutte contre la provocation Staline-Negrin frappant les
Bolcheviks-Léninistes!” [“En España. Prosigamos la lucha contra la provocación Stalin-
Negrín que ataca a los bolchevique-leninistas”]. La Lutte Ouvrière núm.79. Semanario del
POI, Sección francesa de la Cuarta internacional. París, 19 mayo 1938......................................................... 192
2.25. “Libérez Munis et Carlini, Mr. Negrín!” [“¡Negrín, libera a Munis y Carlini!”]. La
Lutte Ouvrière núm. 95. Semanario del POI, Sección francesa de la Cuarta Internacional.
París, viernes, 21 de octubre de 1938 ............................................................................................................ 193
2.26. C[arlini]: “Espagne. Au Secours de Munis et Carlini!”. Service d’Information et de
presse editée par le SI de la IVeme. Internationale, nº 4, 1 décembre 1938 ................................................... 195
2.27. [ANDRADE, Juan]: “El caso Leon Narvitch”. [Documento en francés depositado en
la BDIC de Nanterre] ................................................................................................................................... 197
2.28. Manuel Fernández Grandizo (Munis); Jaime Fernández Rodríguez: “Rectificaciones
a Cahiers Leon Trotsky nº 3” ........................................................................................................................ 198
2.29. PHELAN, Terence [MANGAN, Sherry]: “Spanish Militants Describe Escape from
Barcelona”. Socialist Appel, 3 March 1939................................................................................................... 200

TERCERA PARTE: LOS AÑOS CUARENTA: DEL FIN DE LA GUERRA CIVIL A LA


RUPTURA CON LA IV INTERNACIONAL (1939-1948) ......................................................................... 203
PRESENTACION ....................................................................................................................................... 204
3.1. “Leçons d’une défaite. Une interview de F. MUNIS”. [“Lecciones de una derrota. Una
entrevista con Munis”]. La Lutte Ouvrière. París, 24 febrero y 3 de marzo 1939 ........................................... 206
3.2. [G. Munis]: “El golpe de Estado Casado-Besteiro-Chamberlain-Bonnet”. La Voz
Leninista. Segunda época, número 1, París, abril 1939. [Publicado posteriormente en 19

8
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

de julio. Balance y fomento de la Revolución Española, núm. 2, México DF, marzo


1942] ........................................................................................................................................................... 213
3.3. G. Munis: “Tras la derrota, ¿por dónde comenzar el trabajo?”. La Voz Leninista.
Segunda época, nº 1, París, abril 1939........................................................................................................... 216
3.4. Grupo Bolchevique-Leninista de España (IV Int.): “Viva la Revolución Española”.
[Hoja volante]. [Francia], abril 1939............................................................................................................. 218
3.5. Sonia: “La única perspectiva revolucionaria”. Nuevo Curso. Boletín español de
información de los bolcheviques leninistas por la construcción de la IV Internacional,
número 1. París, 1 de mayo de 1939 ............................................................................................................. 220
3.6. Minar: “La crisis de los bolcheviques leninistas de España y su solución, en la
experiencia de la guerra civil”. Nuevo Curso. Boletín español de información de los
bolcheviques leninistas por la construcción de la IV Internacional, número 1. París, 1 de
mayo de 1939............................................................................................................................................... 221
3.7. Minar: “Tribuna libre. La crisis de los bolcheviques leninistas de España y su
solución”. Nuevo Curso. Boletín español de información de los bolcheviques leninistas por
la construcción de la IV Internacional, número 2. París, 20 de junio de 1937................................................. 222
3.8. Sonia: “El anti-trotskismo del POUM”. Nuevo Curso. Boletín español de información
de los bolcheviques leninistas por la construcción de la IV Internacional, número 2. París,
20 de junio de 1937 ...................................................................................................................................... 224
3.9. “Resolución del grupo “Nuevo Curso” por la construcción de la IV Internacional,
sobre las proposiciones del Grupo Español de la IV Internacional”. Nuevo Curso. Boletín
español de información de los bolcheviques leninistas por la construcción de la IV
Internacional, número 3. París, 20 de julio de 1939....................................................................................... 225
3.10. Grupo BL “Nuevo Curso”: “Au PCI, au POI, au SI et a la “VOZ LENINISTA”. [“Al
Partido Comunista Internacionalista (molinierista), al Partido Obrero Internacionalista
(partido trosquista francés oficial), al Secretariado Internacional (de la IV) y a la “Voz
Leninista”“]. [Carta, sin indicación de lugar ni fecha, probablemente coetánea del núm. 3
de Nuevo Curso: julio 1939]......................................................................................................................... 226
3.11. SANZ, Teodoro: “Carta (3.8.1939)” .................................................................................................... 227
3.12. G. Munis: “Informe sobre la situación, el trabajo, las perspectivas y las necesidades
de los bolcheviques-leninistas de España”. [Informe de Munis a Trotsky]. París, 17 de
agosto 1939.................................................................................................................................................. 228
3.13. G. Munis: “La situación en España y las tareas de los bolcheviques-leninistas”.
[Informe de Munis a la Conferencia de alarma de la IV Internacional]. New York, 27 de
abril 1940..................................................................................................................................................... 232
3.14. “Aquí estamos”. 19 de julio. Balance y fomento de la Revolución Española. México,
diciembre 1941............................................................................................................................................. 234
3.15. “Carta al Excmo. Don Manuel Avila Camacho, Presidente de la República de
México, en defensa de Marceau Pivert, Victor Serge, Julián Gorkin, Gustave Regler y
Grandizo Munis contra las calumnias stalinistas, firmada por George S. Counts y más de
un centenar de personalidades e intelectuales de todo el mundo”................................................................... 236
3.16. “El terror petainista”. 19 de julio. Balance y fomento de la Revolución Española.
México, marzo de 1942 ................................................................................................................................ 237
3.17. “Colaboraciones paralelas con el stalinismo”. 19 de julio. Balance y fomento de la
Revolución Española. México, marzo de 1942 ............................................................................................. 238
3.18. GTE [Grupo Trosquista Español]: “Lettre au SE. Mars 1943” [“Carta al Secretariado
Europeo, marzo 1943”] ................................................................................................................................ 239
3.19. Grupo Español en México de la IV Internacional: “¡La Tercera Internacional ha
muerto: Viva la Cuarta Internacional!”. [Hoja volante]. México D.F., 23 de Mayo de 1943 .......................... 239
3.20. G. Munis: “Significado histórico del 19 de Julio”. Contra la Corriente número 6.
Publicación del Grupo Español en México de la IV Internacional. México, agosto 1943 ............................... 241
3.21. G. Munis: “Génesis de la Unidad Nacional”. Contra la Corriente número 7.
Publicación del Grupo Español en México de la IV Internacional. México, septiembre
1943............................................................................................................................................................. 246
3.22. Editorial de Comunismo. Órgano del “Grupo Bolchevique-leninista Español” (IV
Int.), nº 1. [Francia], noviembre 1943 ........................................................................................................... 247
3.23. “Plataforma. Por una orientación revolucionaria de la vanguardia obrera española. De
la Revolución Española a la nueva guerra imperialista”. Comunismo. Órgano del “Grupo

9
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

Bolchevique-leninista Español” (IV Int.), nº 1. [Francia], noviembre 1943.................................................... 248


3.24. “Por la construcción del partido revolucionario en España. (Resolución aprobada en
la conferencia del Grupo BL Español)”. Comunismo. Órgano del “Grupo Bolchevique-
leninista Español” (IV Internacional), número 2. [Francia, diciembre 1943].................................................. 250
3.25. G. Munis: “Algunas ideas sobre las guerrillas”. Contra la Corriente número 14.
Publicación del Grupo Español en México de la IV Internacional. México, abril 1944 .................................. 251
3.26. [G. Munis]: “¡Vivan los combatientes de mayo!”. Contra la Corriente número 15 y
16. Publicación del Grupo Español en México de la IV Internacional. México, mayo-junio
1944............................................................................................................................................................. 254
3.27. “Gestación de la revolución europea”. Contra la Corriente número 17. Publicación
del Grupo Español en México de la IV Internacional. México, julio 1944 ..................................................... 256
3.28. “Tras la matanza la pauperización”. Contra la Corriente número 18. Publicación del
Grupo Español en México de la IV Internacional. México, agosto 1944........................................................ 257
3.29. Grupo Comunista Internacionalista (Sección española de la IV Internacional): “Al
proletariado español”. [Octavilla]. [Francia], septiembre 1944 ...................................................................... 258
3.30. Grupo comunista Internacionalista (Sección Española de la IV Internacional): “Carta
Abierta: A los obreros revolucionarios que militan en el POUM”. [Carta Abierta]. [¿París,
abril 1945?].................................................................................................................................................. 261
3.31. “Tesis política del Grupo Español de la IV Internacional en México. Revolución
número 2-3, abril-mayo de 1945 y número 4-5, de junio-julio de 1945 ......................................................... 262
3.32. “Discurso pronunciado por G. Munis, en el Panteón Moderno, ante el cadáver de
Trotzky, el 22 de agosto de 1940”. Revolución. Órgano del Grupo español en México de la
IV Internacional, núm. 6-7, agosto-septiembre 1945 ..................................................................................... 272
3.33. Grupo Comunista Internacionalista (Sección Española de la IV Internacional): “Al
proletariado español”. [Manifiesto]. [Francia], 10 de septiembre de 1945...................................................... 273
3.34. “Lettre adressée par la section Espagnole de la IVe. Internationale au POUM”.
[“Carta dirigida por la sección española de la IV Internacional al POUM”]. Boletín Interior
del Secretariado Europeo de la IV Int., nº 11, febrero de 1946....................................................................... 278
3.35 “Carta de G. Munis a Fosco. (México DF, 4 febrero 1946)”.................................................................. 280
3.36. “La situación en España”. Lucha de Clases. Boletín Interior de los comunistas
internacionalistas (Sección Española de la IV Internacional), número 8, año 2, 16 abril
1946............................................................................................................................................................. 281
3.37. “Carta de Munis al SI y al CEI. (México DF, 29 abril 1946)”............................................................... 282
3.38. “Carta de Munis a Eduardo Mauricio. (México, 21 mayo 1946)” ......................................................... 282
3.39. G. Munis: Los revolucionarios ante Rusia y el stalinismo mundial. Editorial
Revolución, México DF, 1946...................................................................................................................... 284
3.40. Grupo Comunista Internacionalista (Sección Española de la IV Internacional): “A los
trabajadores españoles. ¡Viva el 19 de Julio!”. [Manifiesto]. París, 19 de julio de 1946 ................................. 290
3.41. G. MUNIS: “Decíamos ayer...”. México DF, 4 agosto 1946................................................................. 291
3.42. “Carta de Eduardo MAURICIO a G. MUNIS, (8 de agosto 1946)”...................................................... 292
3.43. PERALTA [PERET, Benjamín]: Le “Manifeste” des exegetes. [El “Manifiesto” de
los exégetas]. Editorial Revolución, México DF, 1946.................................................................................. 293
3.44. “Carta de Munis a Santiago [Jaime Fernández] (México DF, 15 noviembre 1946)”.............................. 297
3.45. G. MUNIS: “Informe sobre la actividad del Grupo Español en México de la IV
Internacional”. México, diciembre 1946 ....................................................................................................... 298
3.46. Grupo comunista Internacionalista (Sección Española de la IV Internacional): “Al
proletariado español”. [Hoja volante]. París, 10 abril 1947............................................................................ 299
3.47. “Conferencia extraordinaria del GCI. Hacia el partido revolucionario del proletariado
español”. Lucha de Clases. Órgano de la Sección Española de la IV Internacional, año 2,
número 12, 1 mayo 1947 .............................................................................................................................. 300
3.48. SEDOVA-TROTSKY, Natalia; PERET, Benjamín; MUNIS, G.: “Carta abierta al
Partido Comunista Internacionalista”. México, D.F. junio 1947 .................................................................... 300
3.49. SEDOVA-TROTSKY, Natalia; PERET, Benjamín; MUNIS, G.: “La IV
Internationale en danger”. [“La IV Internacional en peligro”]. México, D.F., 27 junio 1947.......................... 306
3.50. [MAFFI, Bruno]: “Il Trotzkismo si aggiorna ma...”. [“El trotskismo se pone al día
pero...”]. Prometeo. Rivista mensile del Partito comunista internazionalista [“bordiguista”],
nº 7, maggio-giugno 1947............................................................................................................................. 310
3.51. G. Munis: “Informe sobre el Congreso Mundial. (París, mayo 1948)”; en Grupo

10
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

Comunista Internacionalista: Boletín de discusión, número 25. París, enero 1949 ......................................... 311
3.52. Grupo comunista-internacionalista de España: “Explicación y llamamiento a los
militantes, grupos y secciones de la IV Internacional. (París, julio 1949)”. Editado por el
Comité Central del Grupo comunista-internacionalista de España. París, septiembre 1949............................ 319
3.53. “Resolution sur l’Espagne”. Bulletin Interieur du SI de la IV Internationale, mai
1949............................................................................................................................................................. 327
3.54. “Carta de Natalia Sedova-Trotsky al Comité Ejecutivo de la IV Internacional.
(México, 9 de mayo 1951)” .......................................................................................................................... 327

ILUSTRACIONES.................................................................................................................................................... 329
Benjamín Péret y Manuel Fernández-Grandizo “Munis. Columna Internacional “Lenin”
del POUM ................................................................................................................................................... 329
Nicola di Bartolomeo “Fosco”. Virginia Gervasini “Sonia”. Jaime Fernández Rodríguez
y Manuel Fernández-Grandizo.................................................................................................................... 330
Portadas prensa trosquista: Le Soviet, Comunismo, Contra la Corriente, Lucha de
Clases, Boletín, 19 de Julio, La Voz Leninista, Nuevo Curso, Comunismo ............................................... 331

ÍNDICE ONOMÁSTICO.......................................................................................................................................... 332

11
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

PREFACIO
En febrero de 1994 se constituyó un “Comité de documentación histórica sobre el
trosquismo español (1936-1948)”, que se planteó el objetivo de reunir la mayor
documentación posible sobre una corriente política numéricamente minoritaria, pero
ideológicamente muy importante, y por otra parte, muy poco conocida. El Comité se
propuso también la selección del material documental y su preparación con vistas a la
publicación. Tras diversos avatares el Comité, formado en mayo de 1996 por Paolo
Casciola (director del Centro Studi Pietro Tresso de Foligno); Javier Chávez (Barcelona);
Agustín Guillamón (director de la revista Balance de Barcelona); Eulogio Izquierdo
(Barcelona); y Marco Novarino (responsable de la sección de estudios ibéricos del Istituto
Studi Storici Gaetano Salvemini de Turín); presenta el primer resultado de su trabajo.
Este libro contiene una selección de documentos históricos del trosquismo español
desde 1936 hasta 1948, expuestos en orden cronológico, que tiene por objetivo poner al
alcance del investigador o del lector interesado un documentación inédita o desconocida,
cuya localización dispersa en múltiples archivos y bibliotecas públicas o privadas en
Francia, España, Italia, Rusia, Alemania, Méjico, Suiza, y USA, la convierten en
inasequible.
Cabe sin embargo lamentar que el inesperado éxito de la investigación, con el
hallazgo de una gran cantidad de documentos de gran valía e interés, ha encontrado en la
inevitable limitación impuesta por los criterios editoriales una criba que ha impedido una
selección más amplia, que nos hubiera permitido publicar los documentos del proceso
contra la Sección bolchevique-leninista de España (SBLE), un mayor número de artículos
de Contra la Corriente, 19 de Julio, Lucha de Clases, Comunismo, Revolución, Le Soviet y
Nuevo Curso y sobre todo la posibilidad de publicar documentos completos y no
abreviados.
Pese a todo la selección efectuada permite un conocimiento bastante exhaustivo de
las posiciones políticas de los bolcheviques-leninistas españoles durante la guerra civil y
los años cuarenta, esto es, durante el período en que éstos militaron en el movimiento
trosquista hasta su ruptura con la mayoría del trosquismo oficial en el Segundo Congreso
de la Cuarta Internacional, reunido en París en abril de 1948.
Los documentos seleccionados son de un gran interés para la historia del
pensamiento político, porque descubren la existencia de un pensamiento marxista español
de una gran originalidad, que hasta hoy es casi totalmente desconocido. Y cuando
hablamos de pensamiento marxista ESPAÑOL, nos referimos no tanto a la nacionalidad de
sus principales teóricos (el mexicano Munis y el francés Benjamín Péret) y militantes,
cuanto al constante análisis, defensa, reflexión y teorización de la experiencia

12
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

revolucionaria del proletariado ESPAÑOL durante la guerra civil de 1936-1939. Y


también, en tanto esa teorización, pese a que pueda ser individualizada, responde a la
militancia revolucionaria de una agrupación política constituida por exiliados españoles,
que además tienen como objetivo inmediato su regreso a la España franquista.
Por lo tanto podemos afirmar que éste es un libro sobre “trosquistas” que dejaron
de serlo porque rompieron con el trosquismo oficial; y sin duda sobre trosquistas
“españoles”, que merecían tal apelativo no por su nacionalidad, sino porque
fundamentaban su pensamiento en la crítica y teorización de la Revolución Española, y su
acción en el regreso a España para luchar contra la dictadura franquista y por la revolución
socialista.
La documentación recogida trata, entre otros, los siguientes temas:
1.- La ausencia de un partido revolucionario y la naturaleza del proceso
revolucionario iniciado el 19 de Julio de 1936.
2.- El carácter contrarrevolucionario (no reformista, sino reaccionario) del
estalinismo, tanto a nivel nacional como internacional, consecuente con la defensa del
modelo económico y social del capitalismo de Estado ruso.
3.- La evolución teórica y programática de la Cuarta Internacional después (e
incluso antes) de la muerte de Trotsky. Evolución que según Manuel Fernández-Grandizo
Martínez, más conocido por el seudónimo de Munis, equivalía a la conversión del
trosquismo oficial de la Cuarta Internacional en un apéndice izquierdista del estalinismo, y
planteaba por lo tanto la necesidad de una ruptura política y organizativa.
4.- El laborioso proceso de elaboración de posiciones críticas rigurosas respecto al
trosquismo, dirigido por Munis, Benjamín Péret y Natalia Sedova (la viuda de Trotsky).
Proceso fundamentado en: a) la teorización de la Revolución Española; b) la crítica de la
economía y la sociedad instaurada en Rusia y la comprensión de la naturaleza del
estalinismo; c) la ruptura con el trosquismo oficial, en particular sobre la política trosquista
de defensa incondicional del “Estado obrero degenerado” ruso, y sobre todo respecto a las
posiciones oportunistas adoptadas por algunas secciones nacionales de la Cuarta
Internacional durante la segunda guerra mundial.

***
Evidentemente la introducción, presentaciones y notas, que comentan e intentan
situar histórica e ideológicamente los documentos seleccionados, no son ni pueden sustituir
un estudio riguroso de la historia del trosquismo español desde 1936 hasta 1948; estudio
para el que serían además necesarios otros instrumentos suplementarios, como por ejemplo
una edición exhaustiva de las Obras Completas1 de Munis. Sí que quieren ser acicate e
incentivo para que quien puede y debe, a partir de este trabajo pionero, encuentre allanado
el camino para hacerlo.
Si alguien preguntara el nombre de algún destacado militante marxista español, en
el caso de obtener alguna respuesta, probablemente no oiría el nombre de Nin, Maurín o
Andrade, sino el totalmente disparatado de algún figurón político estalinista. Del mismo
modo si la pregunta se refiriese al de un destacado teórico marxista oiría el nombre de
Manuel Sacristán, Francisco Fernández Buey, Martínez Marzoa o incluso el de algún otro
“filósofo universitario” aún más peregrino.
Uno de los objetivos fundamentales de esta selección de documentos es la
conquista para la historia y la memoria del movimiento obrero español e internacional de
la militancia y tesis teóricas de unos hombres totalmente desconocidos, y que aunque
fueron perseguidos, encarcelados, torturados, exiliados y asesinados, o amenazados de

1
Ver Obras Completas de Munis en Alejandría Proletaria: http://grupgerminal.org/?q=node/512 NdE.

13
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

muerte, se empeñaron en un combate anónimo y colectivo, duro y largo, sin protagonismos


personalistas, que no tiene más significado ni valor que la victoria del futuro dé a la derrota
del ayer. Porque los jalones de derrota son promesa de victoria.
El Comité de documentación histórica sobre el trosquismo español (1936-1948)

***

AGRADECIMIENTOS
Agradecemos especialmente la colaboración de las siguientes bibliotecas y
archivos: Archivio Centrale dello Stato (Roma), Archivo Histórico Municipal de
Barcelona, Archivo Histórico Nacional de Madrid y de Salamanca, Bibliothèque de
Documentation Internationale Contemporaine (BDIC de Nanterre), Biblioteca Comunale
de Follonica, Biblioteca Figueras (Barcelona), Centro de Estudios Históricos
Internacionales (CEHI de Barcelona), Centre d’Etudes et de Recherches sur les
Mouvements Trotskyste et Révolutionnnaires Internationaux (CERMTRI de París); Centro
Studi Pietro Tresso (Foligno), Centro Ruso para la Preservación y Estudio de Documentos
de la Historia Contemporánea (CRPEDHC de Moscú); Fundación Pablo Iglesias (Madrid),
The Hoover Institution (Stanford University), The Houghton Library (Harvard University),
Internationaal Instituut voor Sociale Geschiedenis (IISG de Amsterdam), Istituto Studi
Storici Geatano Salvemini (Torino), The New York Public Library, y los archivos
personales de Rodolphe Prager y Jaime Fernández Rodríguez.
Al culminar su labor, el Comité de documentación desea expresar su
agradecimiento por la ayuda recibida a las siguientes personas: K. Anderson del
CRPEDHC de Moscú; Fausto Bucci y los archivos del Comitato pro Parco Petraia, del
Comitato pro ex Ilva, del Grupo Naturalistico y de la Biblioteca Comunale de Follonica
(Grosseto); Gianni Carrozza (París); Yurii Colombo (Cernusco sul Naviglio); Geneviève
Dreyfus-Armand de la BDDIC de Nanterre; Luis Eemans y Jacques Lombard del
CERMTRI de París; Dolors Genovés, directora de programas especiales de TV3-
Televisión de Cataluña; Aurelio Martín, de la Fundación Pablo Iglesias de Madrid; Pelai
Pagès (Barcelona); Rodolphe Prager (París); Svetlana Rosenthal del CRPEDHC de
Moscú; Ilario Salucci (Brescia) y Reiner Tosstorff (Frankfurt).
No podemos dejar de citar la inestimable ayuda y desinteresado apoyo de Elodia
Guillamón, Sergi Rosés y Luís. Ha constituido siempre un placer y un enriquecimiento
personal el conocimiento y el trato con antiguos militantes bolchevique-leninistas como
Agustín Rodríguez Martínez (París), José Quesada Suárez (Tarbes) y Jaime Fernández
Rodríguez (Barcelona), anarquistas como Abel Paz o poumistas como Wilebaldo Solano y
Josep Rebull. Para terminar no podemos dejar de evocar un emocionado recuerdo a la
memoria de Manuel Fernádez-Grandizo y de Virginia Gervasini.
La publicación de un libro con la presente selección de documentos es sólo un
hito más en el trabajo de investigación del “Comité de documentación histórica sobre el
trosquismo español (1936-1948)”. Cualquier información, aportación o petición de
documentos, y en fin, toda correspondencia, puede dirigirse al secretario del Comité:
Agustín Guillamón - Apartado de correos 22.010 - 08080 Barcelona.
Barcelona, mayo de 1996

14
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

INTRODUCCIÓN HISTÓRICA

A) EL TROSQUISMO ESPAÑOL DE 1936 A 1948


La historia del trosquismo en España, en la época anterior a la guerra civil, ha sido
ya tratada en profundidad y detalle por diversos autores, especialmente por Pierre Broué,
Pelai Pagés, Francesc Bonamusa y Andrew Durgan, a cuyas obras remitimos a quien
quiera tratar el tema en profundidad. Menos numerosas y precisas son las dedicadas al
período de la guerra civil2.
La Izquierda Comunista de España (ICE), dirigida por Nin y Andrade, se encontró
envuelta en constantes polémicas y crecientes divergencias con Trotsky. El largo proceso
de ruptura de la ICE con la organización internacional bolchevique-leninista (BL) se vio
jalonado por diversas y escalonadas desavenencias, cada vez más graves3. Desde la
publicación de la correspondencia entre Nin y Trotsky, que ya es por sí misma un
constante enfrentamiento y una progresiva delimitación de posiciones tácticas, hasta la
unificación con el Bloque Obrero y Campesino (BOC), liderado por Maurín, asistimos a
un alejamiento cada vez más profundo, que repercute en una interrupción de las relaciones
personales, y luego políticas y organizativas, que condujeron a una falta de comunicación
entre la ICE y Trotsky, que situaron a éste en una situación de aislamiento e ignorancia
respecto a lo que sucedía en España. Los dirigentes de la ICE decidieron su propia
estrategia política, partiendo de sus propios análisis de la realidad social e histórica
española, ignorando por completo las críticas, análisis y posiciones políticas de la

2
Sin ánimo de ser exhaustivos presentamos los artículos y libros más destacados, señalando la importancia
de los numerosos artículos publicados por la revista Cahiers Leon Trotsky [puede solicitarse catálogo y
números atrasados a: CLT- BP 276 - 38407 St. Martin d’Hères - Francia].
BONAMUSA, F.: Andreu Nin y el movimiento comunista en España (1930-1937). Anagrama, Barcelona,
1977.
BROUE, Pierre: Leon Trotsky. La revolución española (1930-1940). Fontanella, Barcelona, 2 vol., 1977.
BROUE, Pierre: “La mission de Wolf en Espagne”. Cahiers L. Trotsky nº 10, 1982.
BROUE, Pierre: Staline et la révolution. Le cas espagnol. Fayard, Paris, 1993.
DURGAN, Andrew: Dissident Comunism in Catalonia 1930-1936. Tesis doctoral (1989) de próxima
publicación en traducción al castellano.
DURGAN, Andrew: “Les troskystes espagnols et la formation du POUM”. Cahiers Leon Trotsky nº50,
1993.
DURGAN, Andrew: “Trotsky, the POUM and The Spanish Revolution”. Journal Of Trotsky Studies, nº 2,
1994.
PAGES, Pelai: El movimiento troskista en España (1930-1935). Península, Barcelona, 1977.
PAGES, Pelai: “Le mouvement trotskyste pendant la guerre civile d’Espagne”. Cahiers L.Trotsky, nº 10,
1982.
3
Véase GUILLAMON, Agustín: “Relaciones y correspondencia entre Nin y Ambrogi, 1930-1931”.
Balance, serie estudios, nº 2 (marzo 1994). [Pedidos a Balance - apartado 22010 - 08080 Barcelona].

15
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

organización internacional, y haciendo caso omiso de las advertencias y de las “lecciones”


de Trotsky.
La fundación del Partido Obrero de Unificación Marxista (POUM), en setiembre
de 1935 por fusión del BOC y la ICE, que se adhirió al Buró de Londres, fue un eslabón
más en este proceso de creciente ruptura, aunque no fue aún el definitivo, que llegó con la
firma por el POUM del Pacto electoral del Frente Popular en enero de 1936. Trotsky
calificó de “traición” la participación del POUM en el cartel electoral del Frente Popular,
en la medida en que la política frentepopulista suponía la subordinación del proletariado a
la burguesía, a través de la intensificación del papel colaboracionista de los partidos
obreros. Y aunque sea cierto que los poumistas defendieran “verbalmente” posiciones
contrarias al frentepopulismo, y afirmaran que sólo se trataba de aprovechar un Pacto
electoral que permitiera dar a conocer el partido, lo cierto es que su posterior trayectoria
confirmó que Trotsky no se equivocó al juzgar severamente la ambigüedad del POUM
sobre la cuestión del Frente Popular. Sea como fuere el estallido de la guerra y la
revolución de julio del 36 se produjo en un momento en el que no existía ninguna
organización trosquista en España, digna de este nombre.
Sin embargo el trabajo de reconstrucción de un grupo trosquista en España había
sido iniciado desde mayo-junio de 1936. En los orígenes de tal labor había algunos
militantes BL extranjeros, sobre todo italianos, presentes en Barcelona antes del comienzo
de la guerra civil. Entre éstos destaca la figura de Nicola Di Bartolomeo, conocido por el
seudónimo de Fosco, que había venido a España con su compañera Virginia Gervasini4,
más conocida por el seudónimo de Sonia, en abril de 1936. Ambos fueron detenidos a
principios de mayo, pero fueron liberados poco después gracias a la campaña organizada
por la Confederación Nacional del Trabajo (CNT) y el POUM.
En las semanas siguientes a su liberación Fosco y Sonia fueron los artífices de la
creación del Grupo Bolchevique-Leninista (GBL) de Barcelona. Uno de los miembros del
citado grupo envió en junio de 1936 a la organización trosquista italiana unificada,
entonces activa en París (los Bolcheviques-Leninistas Italianos adheridos a la IV
Internacional), una larga carta sobre la situación política española. El probable autor de la
carta era Lionello Guido, que había llegado a Barcelona en marzo de 1936 junto con
Giuseppe Guarneri (conocido por los seudónimos de Pino o Lino). Ambos participaron
durante las jornadas de julio de 1936 en los combates callejeros junto con otros militantes
del GBL de Barcelona: Fosco, Sonia (que junto con Guarneri tomó parte en el asalto del
Hotel Falcón), Piero Milano, Placido Mangraviti y el francés Robert de Fauconnet, llegado
a España tras haber desertado del ejército francés a finales de junio. Entre los trosquistas
extranjeros presentes en España antes del 19 de julio cabe citar al checo Víctor Ondik,
panadero de profesión, a la suiza Clara Ensner, que llegó a Barcelona para participar en la
Olimpiada Popular, y a Hipólito y Mika Etchebéhère, militantes del grupo “Que Faire?”,
que jugaron un destacado papel en el mando de la columna de milicianos del POUM en el
frente de Sigüenza. Con posterioridad a las jornadas revolucionarias de julio del 36 fueron
numerosos los BL que vinieron a España, entre los cuales recordamos al hebreo alemán
Hans David Freund (conocido por el seudónimo de Moulin), que estaba en Madrid desde
principios de setiembre; al danés Aage Kielso, que combatió en el frente de Córdoba y de
Madrid, encuadrado en las Brigadas Internacionales hasta marzo de 1937; al suizo Pavel
Thalmann (compañero de Clara Ensner); a los italianos Domenico Sedran (conocido por el

4
Sobre Fosco y Virgina Gervasini, véase: CASCIOLA, Paolo: “Appunti di Storia del trosquismo italiano
(1930-1945)”. Quaderni del Centro Studi Pietro Tresso, número 1 (mayo 1986); y “Virginia Gervasini
(1915-1993)”. Quaderni.... Fuori Collezione (enero 1994). [Pedidos a via Firenze 18 - 06034 Foligno -
Italia].

16
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

seudónimo de Adolfo Carlini) y Cristofano Salvini5 (que utilizaba el seudónimo de Tosca),


llegados a Barcelona desde Marsella y París respectivamente, hacia mediados de agosto. Y
en fin, cabe citar también a los italianos Mario Di Leone, Enrico Russo, Duillio Romanelli
y Veniero Spinelli, los franceses Georges Chéron, Emmanuel Loubier, Vallade, Henri y
Maurice Aïache; los belgas René Pasque, Pierre Wauvermans, Pierre Launoj y Maurice
Breziner; el alemán Herbert Lenz (que usó el seudónimo de Kempinski), los poetas
surrealistas cubanos Wilfredo Lam y Juan Brea y la compañera de éste, la australiana Mary
Low; el polaco Myeczyslaw Bortenstein (conocido por el seudónimo de Casanova), los
estadounidenses Wolf Kupinsky (alias Harry Milton), Hugo Oehler, Russell Blakcwell
(conocido por el seudónimo de Rosalio Negrete), Charles A. Orr y su compañera Lois Orr;
y el ceilanés Leslie Goonewardene, dirigente del Lanka Sama Samaja Party.
Inmediatamente después de las jornadas revolucionarias del 19 de julio el Hotel
Falcón, incautado por los poumistas, se convirtió en el albergue de los extranjeros que se
alistaban en las milicias del POUM. Fosco fue nombrado por el CE del POUM
responsable político de esos milicianos extranjeros, e incluso publicó un artículo en La
Batalla del 4 de agosto de 1936 (véase doc. 1.5). Sonia por su parte se convirtió en
locutora en lengua francesa e italiana de la emisora de radio del POUM, y colaboró en la
elaboración de los boletines informativos del POUM, redactados en esas mismas lenguas.
Al mismo tiempo Fosco y Sonia, que no habían renunciado a ejercer la crítica de la política
del POUM, que ellos consideraban centrista, fundaron el Comité Único Internacional de
Refugiados Antifascistas (CUIRA), un organismo de asistencia a los extranjeros que
venían a combatir en España, que se transformó a mediados de agosto en una unidad
militar, esto es, la Columna Internacional Lenin del POUM6, que fue la PRIMERA
organización formada casi exclusivamente por combatientes extranjeros7. La Columna fue
fruto del acuerdo político y organizativo al que llegaron Fosco, Robert de Fauconnet y
Enrico Russo (miembro del CE de la Fracción bordiguista). En la Columna, organizada
desde mediados de agosto en el cuartel Lenin de Barcelona, se reunió a los militantes que
ya estaban en el frente, en distintas columnas, con los nuevos voluntarios extranjeros que
habían llegado a España con posterioridad al 19 de julio. Estaba constituida por unos
treinta bordiguistas, unos veinte bolcheviques-leninistas, y algunos maximalistas y sin
partido, en su mayoría italianos exiliados en Francia y Bélgica, aunque había también
milicianos de nacionalidad francesa, belga, alemana, checa, portuguesa, argelina, mejicana,
5
Véase: BUCCI, Fausto, CASCIOLA, Paolo: “Cristofano Salvini (1895-1953). Un rivoluzionario italiano
nella guerra civile spagnola”. Quaderno Centro Stuti Pietro Tresso nº 38, enero 1996. [Puede pedirse
escribiendo a Paolo Casciola - via Firenze, 18 - 06034 Foligno - Italia].
6
Sobre la Columna Internacional Lenin véase: GUILLAMON, Agustín: “Los bordiguistas en la guerra civil
española”. Balance, nº 1, noviembre 1993. [Pedidos al apartado 22010- 08080 Barcelona].
7
He aquí una relación incompleta de los milicianos de la Columna Internacional Lenin del POUM: dos
españoles, el sargento Piquer (que acabaría en las filas estalinistas) y el periodista Albert Just; los
bordiguistas italianos (exiliados en Francia y Bélgica) Enrico Russo (jefe militar de la Columna), Bruno
Zecchini, Renato Pace, Duillio Romanelli, Berardino Fienga y Emilio Lionello (Giacchetta); por parte de
los bolcheviques-leninistas, los italianos Domenico Sedran (Adolfo Carlini), Placido Mangraviti, Giuseppe
Guarneri, Piero Milano, Cristofano Salvini (Tosca) y Lionello Guido, los franceses Robert de Fauconnet,
Vallade y Emmanuel Loubier, el alemán Telman, el checo Víctor Ondik, y los belgas René Pasque, Pierre
Wauvermans y Pierre Launoj; entre los maximalistas italianos, Renzo Picedi, Etrusco Benci, Giuseppe
Fusero (Mario), Francesco Martini, Anteo Luzzato, Giuseppe Bogoni (Martini) y Pietro Fancello; y sin
militancia conocida, el francés Jean-Claude Lafargue (teniente de la Columna), y los italianos Mario
Traverso (dramaturgo anarquista), Mario Bramati (Monza), Giuseppe Morini y el periodista Bruno Sereni.
Y también dos mujeres: la maximalista Rosa Winkler y la BL Virginia Gervasini, que junto con Guarneri
habían dirigido el asalto al Hotel Falcón.

17
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

etc…. El acercamiento que supuso la carta de Fosco a Trotsky, fechada el 4 de agosto de


1936 (v. doc. 1.4), ofreciéndole refugio en Barcelona, y la respuesta conciliadora de
Trotsky (v. doc. 1.6), respecto a los dirigentes del POUM, que jamás llegó a su
destinatario, porque fue interceptada por agentes de la OVRA, no tuvo ninguna
continuidad. El total aislamiento de Trotsky en Noruega, la táctica inoportuna y
provocadora de Jean Rous exhibiendo el artículo de Trotsky en el que calificaba de
traidores a Nin y Andrade, y la prevención de muchos de los militantes poumistas
procedentes del BOC, hicieron cada vez más difícil el acercamiento y la colaboración de
los trosquistas con el POUM.
Por otra parte, en las semanas siguientes el POUM siguió una política que
desmentía el optimismo inicial de Trotsky, como por ejemplo su participación en el
Consejo de Economía en agosto. La ruptura definitiva de Trotsky con el POUM se produjo
con la entrada de Nin en el gobierno de la Generalidad, y la aceptación por el POUM de la
disolución de los comités obreros y del Comité Central de Milicias Antifascistas (CCMA).
El 5 de agosto, pocos días después de la clausura de la Conferencia de la Cuarta
Internacional, reunida en París del 29 al 3l de julio, llegó a Barcelona una delegación del
Secretariado Internacional (SI) trosquista y del Parti Ouvrier Internationaliste (POI) francés
(nacido el 1 de junio de la unificación entre el Groupe bolchevik-léniniste y las Jeneuses
socialistes révolutionnaires, dirigidas por Fred Zeller, Jean Rous y Pierre Naville; y la
organización disidente, el Parti Communiste Internationaliste (PCInt.), dirigido por
Raymond Molinier y Pierre Frank). La delegación estaba dirigida por Jean Rous, que
usaba el seudónimo de Clart, dirigente del POI y miembro del SI, por el poeta surrealista
francés Benjamín Péret y el cineasta Pierre Sabas.
La misión de la delegación, y especialmente la actividad personal de Jean Rous
suscitó numerosos problemas y una viva polémica entre los bolcheviques-leninistas
presentes en España. En primer lugar Rous y Sabas habían traido consigo el artículo de
Trotsky sobre la “traición” del POUM, escrito con ocasión de la entrada del POUM en el
cartel electoral del Frente Popular, que no dejaban de difundir y vocear a la menor ocasión.
A causa de esto se entorpecieron las relaciones con los dirigentes del POUM, y cobraron
mayor relieve las importantes diferencias tácticas existentes entre Rous, emisario del SI, y
Fosco. Estos desacuerdos podemos resumirlos fundamentalmente en la distinta visión de la
construcción del partido y los problemas esenciales de la revolución española.
Posteriormente Fosco (véase doc. 1.78 y 1.79) criticó a Rous por haber saboteado el
trabajo de colaboración práctica y acercamiento político entre el movimiento trosquista y
los dirigentes de la ex-ICE, mientras Rous acusaba a Fosco de querer liquidar la
organización trosquista en el POUM. A esta divergencia de fondo se sumaron
malentendidos, incomprensiones y diversos episodios lamentables, que culminaron en la
prohibición por parte del servicio de orden del POUM, presente en los funerales de Robert
de Fauconnet, de desplegar la bandera de la Cuarta Internacional sobre el féretro del
miliciano trosquista, caído en el frente de Huesca a principios de setiembre.
Rous partió de Barcelona a París, para no regresar, el 7 de septiembre, dejando tras
de sí graves y numerosos problemas de carácter político y personal, inexistentes o
solucionables antes de su llegada. Lo más grave fue que privó a los militantes BL presentes
en España de un ligamen directo con la dirección trosquista internacional (véase doc.
1.12). Entre tanto la Columna Internacional Lenin del POUM, único fruto práctico de la
colaboración entre trosquistas y poumistas, que había salido de Barcelona el 30 de agosto
hacia el frente de Huesca, participó en numerosos combates en primera línea durante todos
el mes de septiembre, sufriendo diversas pérdidas y heridos. A primeros de octubre los
milicianos de la Columna Internacional Lenin obtuvieron un permiso, que la mayoría
aprovechó para ir a Barcelona, donde el 11 de octubre se reunieron en asamblea (en

18
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

vísperas de su regreso al frente) para discutir la posición a adoptar respecto a la disolución


del CCMA y la militarización de las milicias, prevista para el 20 de octubre. Al parecer, se
plantearon básicamente dos posiciones opuestas: la de Fosco, que se oponía al abandono
del frente y preconizaba la continuación a cualquier precio de la lucha contra el fascismo; y
la del bordiguista Enrico Russo, capitán de la Columna, que pedía al POUM garantías para
los voluntarios extranjeros, que abandonarían el frente en el caso que se aplicara la
militarización de las milicias (véase doc. 1.12). El CE del POUM garantizó que el decreto
de militarización de las milicias no sería válido en Cataluña, y que en caso de serlo no se
aplicaría nunca a los combatientes extranjeros. Pero al día siguiente del regreso a primera
línea del frente de la Columna Internacional Lenin, el POUM publicó en La Batalla el
decreto de militarización, que sería de aplicación inmediata en toda la España republicana,
incluida Cataluña. En esta situación, el 17 de octubre veinticuatro milicianos sobre los
sesenta componentes de la columna suscribieron un texto, redactado por Enrico Russo, que
pedía su sustitución del frente. Casi todos los bordiguistas y algunos trosquistas
abandonaron el frente y salieron de España. La mayoría de trosquistas decidió alistarse en
otras columnas para continuar una labor política. Así lo hicieron los molinieristas Loubier
y Vallade, que enrolados en las Brigadas Internacionales, controladas por los estalinistas,
murieron en el frente en abril-mayo del 37.
En el mes de octubre del 36 ocurrieron otros hechos que influyeron de manera
decisiva en el desarrollo posterior de la organización BL española. En primer lugar, Fosco
fue echado del Hotel Falcón en circunstancias borrascosas tras su ruptura con el POUM. El
30 de octubre Jaime Fernández, Adolfo Carlini y Guido Lionello firmaron una carta en la
que se pedía formalmente a la dirección del POUM ser admitidos como fracción. La
respuesta de Nin (véase doc. 1.11) del 13 de noviembre les negó la posibilidad de ingresar
como fracción; sólo podrían ingresar individualmente tras abandonar la organización
trosquista y condenar “la campaña de calumnias” orquestada por la Cuarta Internacional
contra el POUM.
Este rechazo debe añadirse a las expulsiones de militantes trosquistas de las filas o
actos del POUM. Así por ejemplo el alemán Herbert Lenz expulsado de la Juventud
Comunista Ibérica (JCI) a causa de su pretendido trabajo fraccional en el frente de Huesca.
Otro caso destacado fue el de Luís Zanon Grimm, que fue apresado durante veinticuatro
horas por el servicio de orden del POUM por distribuir una octavilla trosquista en un acto
organizado por ese partido (véase doc. 1.31) en febrero de 1937. Zanon aunque no había
militado nunca formalmente en el POUM, se había inscrito en las milicias poumistas y era
traductor de La Batalla y de las Ediciones Marxistas (del POUM). Militaba en la SBLE.
Zanon, que era un elemento estimable técnicamente por su dominio de diversas lenguas,
no fue nunca un agente provocador estalinista o fascista, como se afirmó en la época desde
diversos sectores, sino que como demuestran los documentos del proceso incoado contra la
SBLE tenía una personalidad débil y temerosa, que le hacía presa fácil de las técnicas
manipuladoras de los agentes policíacos y de los torturadores estalinistas. Esto no niega en
absoluto que ambos grupos trosquistas españoles estuvieran infiltrados o fuesen vigilados
de cerca por varios agentes de los servicios secretos, tanto estalinistas como fascistas,
ambos activísimos y generalmente bien informados sobre sus potenciales víctimas. Un
ejemplo destacado de este tipo de agentes lo tenemos en el capitán Narwitsch, el comisario
Max (o Joan), y muy probablemente en Stellio.
El 30 de octubre Fosco fue expulsado del GBL de Barcelona, según procedimiento
disciplinar aprobado por el SI, que fue publicado en el Service d’Information et de Presse
nº 13, del 4 de noviembre de 1936. A partir de entonces Fosco se orientó hacia la
construcción de un nuevo grupo BL independiente que se alió a los disidentes molinieristas
franceses.

19
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

A principios de 1936 Munis había ido a México de donde regresó en cuanto tuvo
noticia de la sublevación militar y la insurrección obrera de julio. Regresó a España con el
primer barco cargado de armamento, que arribó a Cartagena a finales de octubre. Participó
junto a sus compañeros en los combates del frente de Madrid, encuadrado en las milicias
socialistas.
Si en la formación de un reducido grupo, constituido durante un largo proceso,
puede hablarse de acto fundacional, podemos decir que en noviembre de 1936 Munis
fundó en Barcelona la Sección bolchevique-leninista de España (SBLE), pro IV
Internacional. Pero el escaso número de militantes, casi todos extranjeros, con escaso
dominio del idioma y aun menor implantación social, y por otra parte el alistamiento de la
mayoría en diversas unidades del frente, la división en dos grupos enfrentados, el
desprestigio de la Cuarta Internacional ocasionado por la misión de Rous, y el rechazo del
POUM a que se constituyeran en fracción, impidió una consolidación de la organización
trosquista. El informe del GBL en Barcelona del 12 de diciembre de 1936 (véase doc.
1.12) es harto revelador a este respecto. Puede hablarse de una segunda fundación o
relanzamiento de la SBLE a partir de abril de 1937, con la publicación del número 1 de La
Voz Leninista, y la constitución de un Comité ejecutivo formado por Munis, que asumió el
cargo de secretario, el danés Aage Kielso y el italiano Adolfo Carlini.
Así pues, a partir de noviembre existieron en España dos grupos trosquistas rivales,
que posteriormente fueron más conocidos por el nombre de sus respectivos órganos de
prensa: el grupo oficial dirigido por Munis que publicaba La Voz Leninista, y el grupo
molinierista dirigido por Fosco que publicaba Le Soviet. La organización oficial tomó el
nombre de Sección Bolchevique-Leninista de España (SBLE); la organización de Fosco
adoptó el de Grupo Bolchevique Leninista “Le Soviet”.
Un intento de reunificación de ambos grupos, en enero de 1937, fracasó ante la
negativa de la SBLE a discutir “el caso personal de Fosco” (véase doc. 1.39), que en
realidad era una negativa a discutir las divergencias políticas existentes. De este modo la
escisión del movimiento trosquista español en dos grupos no sería solucionada hasta 1943.
Con el paso de los meses fue cada vez mayor el número de militantes españoles
que engrosaron las filas del grupo oficial. De todas formas los BL fueron siempre un
pequeño núcleo exterior al POUM, pero sobre todo una fracción BL (de hecho, aunque no
de iure) en el seno del POUM. Militantes destacados de la Sección BL de España fueron
Esteban Bilbao, Jaime Fernández Rodríguez, Julio Cid Gaitán, José Quesada Suárez,
Miguel Olmeda, Antonio Guerrero, el alemán Hans David Freund (Moulin), el poeta
surrealista francés Benjamín Péret, los italianos Adolfo Carlini y Lionello Guido, el polaco
Casanova, la australiana Mary Low y el poeta surrealista cubano Juan Brea, entre otros.
Los trosquistas del GBL “Le Soviet” formaban el grupo heterodoxo que, pese al
rechazo inicial y al enfrentamiento entre Fosco y Molinier en Barcelona, en agosto del 36,
se aproximó a las posiciones políticas de los disidentes Raymond Molinier y Pierre Frank
(que en Francia, rota la frágil unidad alcanzada el 1 de junio de 1936 con la fundación del
POI, volvían a publicar a partir del 23 de octubre el diario La Commune, como órgano del
PCInt.). El Grupo BL “Le Soviet” era menos numeroso que el oficial y estaba formado por
Fosco (que también utilizó los seudónimos literarios de Emiliano Vigo y Rolano), su
compañera Virginia Gervasini (alias Sonia), el italiano Cristofano Salvini (alias Tosca), y
los franceses Henri Aïache, Georges Chéron (alias Romeo Julio y Remy), y la compañera
de éste último, Louise. Consiguieron reclutar al militante español Antonio Rodríguez
Arroyo (alias Rodas). Desde enero de 1937 hasta enero de 1938 publicaron quince
números de un boletín en francés, mecanografiado a ocho o diez copias por Sonia, titulado
Le Soviet, que daba nombre al grupo.

20
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

La organización fundada por Munis publicó dos números de un Boletín en enero y


febrero de 1937, que a partir de abril tomó el nombre de La Voz Leninista. Ante la
imposibilidad de ingresar en el POUM para constituir una fracción trosquista, la SBLE
intentó influir en el POUM y en sectores radicales del anarquismo desde fuera. Se
intentaba orientar a sectores de izquierda radicales y descontentos de estas organizaciones
hacia posiciones revolucionarias. Se criticaba a la CNT y el POUM su colaboración con el
gobierno de la burguesía republicana, al tiempo que se propugnaba la formación de un
Frente Obrero Revolucionario que tomase el poder, hiciera la revolución y ganase la
guerra.
Munis y Benjamín Péret (que había combatido en las milicias del POUM y luego
en una unidad anarquista) marcharon a mediados de abril a París. Péret ya no regresó a
España. Munis permaneció en París algunas semanas, desde donde escribió a Trotsky un
informe sobre la situación de la SBLE (véase doc. 1.50) y donde le sorprendieron las
Jornadas de mayo. Así pues la octavilla del Primero de Mayo es probablemente obra de
Freund (Moulin), que con Sedran (Carlini) dirigió la SBLE durante un período crucial de
la revolución española.
Moulin, que mantenía unas relaciones asiduas con la Agrupación de Los Amigos
de Durruti, había trabajado por la unificación de los dos grupos trosquistas existentes. A
finales de julio Moulin se había citado con otro militante llamado “Martin” cerca del
domicilio de Fosco, y había preparado con Sonia un encuentro con Fosco, “probablemente
para llegar a un acuerdo”8. Pocos días después Moulin fue detenido y luego asesinado por
los estalinistas, que privaron de esta forma a la SBLE de uno de sus dirigentes de más
valía.
Munis llegó a Barcelona a mediados de mayo, acompañado, probablemente por el
delegado del SI Erwin Wolf, conocido por el seudónimo de Nicolle Braun. Erwin Wolf
elaboró un detallado informe, fechado el 6 de julio de 1937, que es una magnífica
radiografía de los problemas políticos y la militancia de la SBLE (v. doc. 1.57), tras las
Jornadas de mayo y el inicio de la represión estalinista contra las organizaciones
revolucionarias. Se sabe que Wolf fue arrestado dos veces sucesivas a finales de julio, y
luego desapareció para siempre, sumándose a la larga lista de víctimas del estalinismo.
Dada su mayor importancia numérica y su superior implantación social y política la
SBLE desarrolló un trabajo más amplio y profundo que el efectuado por el GBL “Le
Soviet”, consiguiendo distribuir los ejemplares de su periódico y las octavillas por
millares; llegando incluso a editar boletines informativos en francés y alemán. Sus
relaciones con diversos sectores críticos del anarquismo y del POUM le abrían serias
perspectivas de ampliar su influencia política y crear fracciones propicias a colaborar en un
Frente Revolucionario. La actividad del GBL “Le Soviet” estuvo siempre fuertemente
condicionada por la imposibilidad de dotarse de un periódico digno de este nombre. El uso
del francés, dado el escaso dominio del español escrito, fue un obstáculo muy importante
en el trabajo de propaganda y reclutamiento, que constituyó para el grupo una barrera
insuperable9.
En mayo del 37 se produjo en Barcelona una insurrección obrera espontánea en
defensa de las conquistas revolucionarias de julio. Ante la alarmante noticia del asalto
policíaco al edificio de la Telefónica, gestionado por los sindicatos, las patrullas de control
y los comités de defensa de los barrios, se levantaron barricadas y los trabajadores

8
Testimonio de Virginia Gervasini (Sonia) a Paolo Casciola (Varese, 8 marzo 1993).
9
Aunque en Le Soviet nº 14, del 1 diciembre de 1937, se reproduce en francés una octavilla de la que se
dice: “Nous traduisons ce tract qui a été diffusé en langue espagnole”. Véase el documento 1.72.

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

cenetistas se hicieron rápidamente con el dominio de la ciudad, a excepción del centro. En


ese centro disputado de la ciudad había un bando a cada lado de la barricada: en uno las
fuerzas de seguridad republicanas, la Generalidad, con sus Milicias Pirenaicas, los
nacionalistas anticenetistas de Estat Català y el PSUC (estalinista); en el otro lado de la
barricada la CNT, la FAI y el POUM, pero sobre todo los trabajadores en armas.
Sólo la Agrupación de Los Amigos de Durruti10 y los trosquistas de la SBLE
lanzaron octavillas que propugnaban la continuación de la lucha y se oponían a un alto el
fuego. Fueron las únicas organizaciones que intentaron dar una dirección revolucionaria al
movimiento espontáneo de los trabajadores. Estos, en su inmensa mayoría cenetistas, se
resistieron a las consignas apaciguadoras y derrotistas de sus propios dirigentes, pero
acabaron por ceder ante la ausencia de una alternativa revolucionaria por parte de la CNT.
Tanto Los Amigos de Durruti como los BL carecían apenas de organización, su
número de militantes era exiguo11, y su influencia sobre la clase obrera inexistente.
Podemos afirmar que su actividad se limitaba casi por completo a la publicación de su
prensa y a las octavillas lanzadas en mayo.
Tampoco puede hablarse de una colaboración entre ambas organizaciones, que
simplemente coincidieron en mayo en la calle, con un llamamiento similar dirigido a los
trabajadores12. Durante las Jornadas de mayo Adolfo Carlini y José Quesada se
entrevistaron con Jaime Balius y otros dirigentes de la Agrupación de Los Amigos de
Durruti para intentar impulsar la insurrección revolucionaria13.
En cuanto a la creación de una fracción de izquierda en el POUM favorable a las
tesis revolucionarias, pese a las constantes invitaciones aparecidas en La Voz Leninista, no
puede hablarse de ningún contacto o colaboración práctica14. Solamente Josep Rebull,
administrador de La Batalla y miembro del Comité Central, autor de unas contratesis15

10
Véae GUILLAMON, Agustín: “La Agrupación de Los Amigos de Durruti (1937-1939)”. Balance.
Cuadernos monográficos de historia, serie de estudios e investigaciones, número 3, 2º edición revisada,
(mayo 1995). [Véase GUILLAMON, Agustín: Los Amigos de Durruti. Historia y antología de textos,
Dskntrl-ed!-Aldarull, Barcelona, 2013. NdE]
11
Es interesante hacerse una idea del número de militantes de las organizaciones revolucionarias
minoritarias en mayo del 37: Agrupación de Los Amigos de Durruti: de cuatro a cinco mil, trosquistas de
la Sección BL de España: unos treinta, trosquistas del Grupo BL Le Soviet: unos ocho, célula 72 del
POUM: unos doce.
12
Véase documento 1.52.
13
Según testimonio de José Quesada. Véase BROUE, Pierre: Leon Trotsky.La revolución..., op. cit. vol. 2,
pp. 123-124.
14
Entrevista de Guillamón a Munis, en Barcelona, el 16 de noviembre de 1984:
“Pregunta: ¿Hubo una colaboración de la Sección bolchevique-leninista con los grupos de izquierda
revolucionaria como Amigos de Durruti o Rebull, que hizo una crítica del Comité ejecutivo del POUM y
de Nin?
G. Munis: Yo no me acuerdo de esas cosas. Ya no guardo en la memoria los detalles, pero desde luego yo
no conocía a nadie de Amigos de Durruti, ni a Rebull, ni a toda esa gente, antes de Mayo.
Pregunta: ¿Y después de los Hechos de Mayo?
G. Munis: Luego intenté contactar con Rebull [en Francia] para ver si había posibilidades de hacer algo
juntos, pero se echó para atrás. Rebull colaboró durante la guerra [la Segunda guerra mundial] en Franc-
Tireur. Intervino en la Resistencia, y nuestra posición consideraba la Resistencia como uno de los bandos
de una guerra imperialista, en la que los revolucionarios no debían participar.”.
15
Véase las contratesis de la célula 72 del Comité local del POUM, redactadas por Josep Rebull en: Boletín
interior nº 1. Organo de discusión para el II Congreso del Comité local de Barcelona del POUM,
Barcelona, 23 abril 1937. Boletín interior nº 2. Organo de..., Barcelona, 29 de mayo de 1937.

22
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

preparadas para el Segundo Congreso del POUM, muy críticas respecto al


colaboracionismo poumista con el gobierno de la Generalidad, había presentado al Comité
ejecutivo de su partido un plano de Barcelona en el que se detallaba y defendía la toma del
poder MANU MILITARI en las jornadas de mayo. Plan que fue rechazado por Nin, Andrade y
Gorkin porque consideraban que el problema no era militar, sino político. Los contactos
de Josep Rebull con Jaime Balius no dieron ningún fruto práctico16.
Así pues, mayo del 37 no encontró una dirección revolucionaria capaz de
transformar la insurrección espontánea en una revolución, como no la había hallado
tampoco en julio del 36. Ni en julio ni en mayo se planteó la toma del poder por la clase
obrera. En julio de 1936 los comités obreros, órganos del poder proletario, se limitaron a
ejercer un poder “local”, que el Comité Central de Milicias Antifascistas (CCMA) no sólo
no unificó, coordinó y potenció como PODER OBRERO, sino que los encauzó, ató y
sometió, en su labor de ENLACE entre el poder real de esos comités y el poder “legal” de
la Generalidad. En mayo del 37 todas las organizaciones obreras de masas, una detrás de
otra, traicionaron el papel que se les ofrecía de convertirse en una dirección revolucionaria.
Sólo contados grupos inorganizados o muy minoritarios se negaron a hacer el juego a la
reacción. Mayo del 37, como Julio del 36, fue una revolución sin partidos revolucionarios.
Munis afirmaba que en España en julio del 36 había desaparecido el Estado
burgués. Los comités-gobierno eran el único poder real existente. Sin embargo, al no
existir un partido revolucionario capaz de unificar y potenciar esos comités a escala
nacional, la contrarrevolución democrática, encarnada ideológicamente por el estalinismo
y organizativamente por el Frente Popular, avanzó paso a paso contra las conquistas
revolucionarias de julio. Sólo a primeros de octubre con la entrada de la CNT y el POUM
en el gobierno de la Generalidad y la orden de disolución de los comités obreros locales se
creó una situación de doble poder, entre el gobierno republicano y los nuevos órganos de
poder de los trabajadores: los comités. La contrarrevolución, que tenía ya la iniciativa, fue
avanzando hasta asestar, en mayo del 37, el golpe definitivo al centro neurálgico de la
revolución: la clase obrera barcelonesa.
La represión estalinista, tras la caída del gobierno de Largo Caballero, consiguió la
ilegalización y proceso del POUM, pero también de Los Amigos de Durruti y de la
Sección bolchevique-leninista. Al asesinato de los anarquistas Camillo Berneri, Francesco
Barbieri y tantos otros de menor fama, siguió el asesinato y desaparición de los poumistas
Andrés Nin y Kurt Landau, pero también de los camaradas de Munis: Hans David Freund,
Erwin Wolf y Carrasco, amigo personal de Munis desde el servicio militar.
El propio Munis, con la mayoría de los militantes del grupo BL oficial, fue
encarcelado en febrero de 1938. Fueron acusados de sabotaje y espionaje al servicio de

16
Cuestionario de Guillamón a Josep Rebull, 16-12-1985:
“Pregunta: ¿La célula 72 intentó establecer contactos con otros grupos con la intención de crear un frente
revolucionario, esto es, con Amigos de Durruti, Juventudes Libertarias, Balius, Munis, u otros sectores del
POUM?
Josep Rebull: Els sols contactes amb els “Amics de Durruti” tingueren lloc durant les jornades de maig,
però la poca importància numérica d’aquest grup sense lligams amb la base, i la modesta representativitat
de la c. 72 no donaren peu a un acord pràctic, per exemple, com nosaltres varem proposar d’adressar un
manifest als obrers en lluita. A Munis no recordo haver-hi parlat fins a l’exili, a Paris, conversacions sense
cap transcendència”.
Se concede excesiva importancia a los contactos entre Balius y Moulin, que automáticamente y con más
imaginación que pruebas de evidencia, algunos autores, como por ejemplo Pavel y Clara Thalmann,
convierten en una irresistible influencia de Moulin en el pensamiento de Balius. Basta una somera lectura
de los números de El Amigo del Pueblo para constatar que Balius y Los Amigos de Durruti ni son
marxistas, ni están influidos en modo alguno por el marxismo.

23
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

Franco, de proyecto de asesinato de Negrín, Dolores Ibarruri (La Pasionaria), José Díaz,
Juan Comorera, Indalecio Prieto y un largo etcétera; así como de asesinato consumado en
la persona del capitán ruso León Narwitch, agente infiltrado en el POUM. Fueron juzgados
por un tribunal semi-militar, a puerta cerrada, e inicialmente sin defensa jurídica. El fiscal
pidió pena de muerte para Munis, Carlini y Jaime Fernández. Las presiones
internacionales, así como la voluntad de las autoridades de que el juicio se celebrara con
posterioridad al del incoado contra el POUM, aplazaron la vista hasta el ¡26 de enero de
1939¡: fecha de la toma de Barcelona por Franco.
Jaime Fernández sufrió un primer período de encarcelamiento, por ser militante del
POUM, desde el 2 de septiembre del 37 hasta el 10 de febrero de 1938. En esta época fue
destinado al campo de trabajo de Omells de Na Gaia, verdadero campo de exterminio
estalinista, con unas durísimas condiciones de existencia, en el que se torturaba y fusilaba
con frecuencia por cualquier motivo. Tras una semana de libertad Jaime Fernández fue
detenido de nuevo junto con los principales dirigentes de la SBLE, el 13 de febrero de
1938, acusados del asesinato del capitán Narwitch. Jaime y Teodoro Sanz fueron enviados
el 23 de abril de 1938 al campo de trabajo de La Pelosa, en Rosas. Jaime Fernández, el 5
de septiembre, fue destinado a una unidad militar (la división 43), en la que permanecía
bajo la constante vigilancia armada de dos estalinistas. Herido en una pierna durante una
acción en el frente, logró evadirse en octubre del 38, cuando los guardias que le
custodiaban habían recibido ya la orden de asesinarlo. Munis, que tras organizar unas
acciones de protesta de los presos revolucionarios, estaba encarcelado en el castillo de
Montjuic, desde el 4 de enero de 1939, en el calabozo de los condenados a muerte,
consiguió evadirse en el último momento, junto con los líderes del POUM que habían sido
procesados y encarcelados. Carlini, enfermo, vivió algunos meses escondido en la
Barcelona franquista, y cuando consiguió pasar la frontera fue internado en un campo de
concentración. Munis había alcanzado la frontera francesa con el grueso de la avalancha de
refugiados republicanos, que huían ante el avance de las tropas franquistas. Años después,
ya en el exilio, Munis recibiría la confidencia de la existencia de una orden para ejecutar a
todos los presos revolucionarios antes de retirarse hacia la frontera.
En París La Lutte Ouvrière, órgano del Parti Ouvrier Internationaliste (POI),
sección francesa de la IV Internacional, que durante todo el año l938 había dado noticia de
los pormenores de la detención, juicio y prisión de los militantes de la Sección
bolchevique-leninista, publicó en sus números del 24-2-39 y 3-3-39 una entrevista con
Munis. En esa entrevista Munis justificaba la caída sin resistencia de Barcelona en el hecho
de que la guerra había perdido sentido para los trabajadores, después de mayo del 37.
Avanzó la idea de que la revolución española fue deliberada y policíacamente destruida
por Moscú y sus secuaces estalinistas en España.
En el exilio francés continuó la división entre el grupo oficial, que publicó un
número de La Voz Leninista, y el grupo molinierista, que editó en 1939 tres números de
Nuevo Curso, y del que formaban parte además de Fosco y Sonia, Antonio Rodríguez
Arroyo y Eduardo Mauricio. La intensa actividad desplegada por el grupo “Nuevo Curso”,
en 1939, se vio bruscamente interrumpida por el inicio de la guerra mundial y la detención
y posterior envío a la Italia fascista de Fosco.
A fines de 1939 Munis embarcó con rumbo a México, a donde intentó llevar a sus
antiguos camaradas, pero la oposición de los estalinistas impidió la concesión del visado.
Munis estableció una asidua relación personal con León Trotsky y su mujer Natalia
Sedova. Trotsky le encargó la dirección de la sección mexicana. En mayo de 1940
participó en la llamada conferencia de “alarma” de la IV Internacional.

24
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

En agosto de 1940, tras el asesinato de Trotsky, en cuyos funerales Munis tomó la


palabra17, intervino repetidamente en el proceso incoado contra su asesino como
representante de la parte acusadora. Se enfrentó decididamente contra los parlamentarios
estalinistas, así como contra la campaña de la prensa estalinista mexicana, que acusaba a
Munis, Víctor Serge, Gorkin y Pivert de agentes de la Gestapo. Pese a la amenaza de
muerte realizada por los estalinistas, Munis retó a los diputados mexicanos que les
calumniaban a renunciar a la inmunidad parlamentaria para enfrentarse a ellos ante un
tribunal.
A partir de 1941 Munis, Benjamín Péret, también exiliado en México, y Natalia
Sedova, coincidieron en las críticas al Socialist Workers Party (SWP), el partido trosquista
estadounidense, y atacaron las posiciones políticas defendidas por ese partido durante la
Segunda guerra mundial18, que calificaron de erróneas y oportunistas.
Las divergencias se acentuaron ante la crítica del Grupo trosquista español a los
partidos francés e inglés, apoyados por la dirección de la IV Internacional, que tomaban
posiciones favorables a la participación en las distintas resistencias nacionales contra los
nazis.
Munis, Péret y Natalia denunciaban la política de defensa del Estado “obrero
degenerado” de la URSS, y al mismo tiempo rechazaban todo apoyo de las resistencias
nacionales antifascistas. Para todos ellos el bando militar de los aliados, fueran éstos rusos,
americanos, franceses o ingleses, no era mejor ni peor que el nazi. Consideraban que
abandonar la tradicional posición marxista de neutralidad en la guerra imperialista, esto es,
optar por uno de los bandos en lucha, suponía abandonar toda perspectiva revolucionaria
de lucha de clases y de transformación de la guerra imperialista en guerra civil
revolucionaria19.
Del mismo modo, afirmaban que el avance de las tropas rusas no suponía ningún
avance de la revolución, sino por el contrario la expansión del estalinismo, esto es, de la
contrarrevolución triunfante en Rusia, que en su política exterior había ya ahogado la
revolución española, y que reprimía en su conquista militar cualquier manifestación
revolucionaria en Polonia, Checoslovaquia, Rumania, Alemania, Hungría o Bulgaria.
Por otra parte, Munis, Péret y Natalia también rechazaban la consigna de lucha
contra el nazismo y defensa de la democracia como contrarrevolucionaria. La opción no
podía ser fascismo o democracia, sino comunismo o barbarie: la misma alternativa
defendida por Rosa Luxemburg y Lenin durante la Gran Guerra. Cabe resaltar que Jaime
Fernández mantuvo en Francia, sin contacto alguno en aquel momento con los compañeros
de México, una actitud internacionalista que le valió varios meses de cárcel al rechazar su
alistamiento en el maquis (es decir, en la resistencia nacional) o en la Legión Extranjera.
Con un grupo de compañeros, en la región de Angers (en Francia), hicieron varias
octavillas que propugnaban el derrotismo revolucionario. Con su posición logró convencer
a militantes anarquistas e incluso de las juventudes socialistas, lo cual le valió una vez más
las iras de los estalinistas. Entre estos militantes se hallaban, además de Jaime Fernández,
Manuel Parada (obrero afiliado a las juventudes socialistas), Tomás Ballesta (cenetista que
estuvo en la Columna Durruti), Jorge Soteras (militante de la CNT) y Félix Castellar.
17
Véase documento 3.32.
18
G. MUNIS: El SWP y la guerra imperialista. Ed. Revolución, México, 1945. [Este folleto puede
solicitarse al apartado 92062 de Barcelona].
19
Véase MUNIS: Los revolucionarios ante Rusia y el estalinismo mundial. Editorial Revolución, México,
1946 (reproducido fragmentariamente en el doc. 3.39). Sobre el apoyo de Natalia Sedova a las tesis de
Munis y Peret pueden consultarse los documentos 3.48 y 3.49.

25
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

Las discrepancias entre el Grupo Español y la dirección de la IV Internacional


fueron cada vez más amplias e insalvables. Las posiciones de Munis, Péret y Natalia
Sedova hallaron eco en varias secciones de la IV Internacional: en Italia el Partito Operaio
Comunista (POC), fundado por Fosco y dirigido por Romeo Mangano, en Francia la
tendencia Pennetier-Gallienne del PCInt., así como la mayoría de las secciones inglesa y
griega.
El Grupo español en México de la IV Internacional editó dos números de 19 de
julio, y desde febrero de l943 una publicación de carácter teórico, titulada Contra la
corriente, destinada a defender los principios del internacionalismo marxista, que a partir
de marzo de 1945 fue sustituida por una nueva publicación, de carácter más práctico y
combativo, titulada Revolución20.
En la editorial mexicana de mismo nombre Munis y Péret, este último bajo el
seudónimo de Peralta, publicaron varios folletos en los que desarrollaron sus teorías sobre
la naturaleza del Estado ruso, que era definido como capitalismo de Estado, sobre la guerra
imperialista y el papel de los revolucionarios, sobre la guerra civil española y el papel
contrarrevolucionario jugado por el estalinismo, así como sus críticas a la Cuarta
Internacional21, y muy especialmente al partido americano (SWP).
En 1943 se produjo la fusión entre los dos grupos trosquistas españoles existentes
(el oficial y el molinierista), anticipándose en algunos meses a la solución del caso
Molinier a nivel francés e internacional.
Los trosquistas españoles, exiliados en Francia, habían publicado Comunismo en la
clandestinidad de la ocupación hitleriana, bajo la idea clave de orientar a los españoles en
su colaboración con las masas francesas en un sentido clasista. Desde principios de 1945
iniciaron la publicación de un periódico impreso titulado Lucha de clases, en el que
defendían la clásica alternativa marxista “comunismo o barbarie”, frente a la no menos
clásica opción burguesa de defensa de la democracia frente al fascismo.
Con la reanudación de los contactos entre el Grupo Español en Francia y el Grupo
español en México se impuso un cambio de nombre de la organización, que tomó desde
1945 el de Grupo comunista internacionalista de España (GCI). En 1946, en un viaje
clandestino a España para recabar información y restablecer contactos, en el que
participaron Jaime Fernández y Andrés Colombo, éste último fue detenido y encarcelado
durante dos años.
En junio de l947 Munis, Péret y Natalia Sedova iniciaron un proceso de ruptura
con el trosquismo oficial con dos textos que criticaban duramente a la dirección de la
Cuarta: “La carta abierta al Partido Comunista Internacional, sección francesa de la IV
Internacional”, y “La Cuarta Internacional en peligro”, preparado para la discusión interna
del Congreso mundial.
En l948, ya establecidos Munis y Péret en Francia, se produjo la ruptura definitiva
con el trosquismo oficial en el II Congreso de la IV Internacional (abril de 1948). El

20
Revolución, órgano del Grupo Español en México de la IV Internacional, número 1 de marzo de 1945 al
número 6-7 de agosto-setiembre de 1945. Editado en México (D.F.). Revolución, boletín de la Sección
española de la IV Internacional, número 1 de julio de 1948 al número 2 de noviembre de 1948. Editado en
París.
21
Los libros editados por la Editorial Revolución en México fueron, siguiendo un orden cronológico, los
siguientes:
G. MUNIS: El Socialist Workers Party y la guerra imperialista. Editorial Revolución, México, 1945.
G. MUNIS: Los revolucionarios ante Rusia y el estalinismo mundial. Editorial Revolución, México, 1946.
PERALTA (seudónimo de B. Peret): Le “manifeste” des exegetes. Editorial Revolución, México, 1946.
G. MUNIS: Jalones de derrota, promesa de victoria. Editorial Revolución, México, 1948.

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

congreso se negó a condenar la participación de los revolucionarios en la defensa nacional,


esto es, en la resistencia, y aprobó una resolución en la que se presentaba la rivalidad USA-
URSS como la principal contradicción mundial. Esto, unido a la consigna de la defensa
incondicional de Rusia, porque pese a todo era considerada como un Estado obrero
degenerado, suponía según Munis convertirse en “la conciencia crítica” del estalinismo,
esto es, en un estéril apéndice izquierdista del estalinismo. Y lo que era aún mucho más
grave: suponía sustituir la contradicción marxista fundamental de la lucha de clases entre
burguesía y proletariado, por la nacionalista de apoyo a la URSS en su rivalidad con USA.
Munis calificó estas posiciones del II Congreso de la IV Internacional de
aberrantes y elaboró un documento de ruptura con el trosquismo por parte de la sección
española, en el que profundizaba y confirmaba la definición de Rusia como capitalismo
de Estado, sin vestigio socialista alguno, y como potencia imperialista22. La ruptura con
el trosquismo oficial (mayoritario) produjo una escisión entre quienes decidieron
permanecer como sección española de la Cuarta Internacional, esto es: Eduardo
Mauricio (alias O. Emem, Morris, Ernesto), Robert Font Farran (que utilizó los
seudónimos de Adrien, A. Roura) Sebastián García (alias Damien), Antonio Rodríguez
Arroyo (alias Rodas), etc...); y quienes decidieron quedar fuera de la Cuarta, en ruptura
abierta con el trosquismo oficial, y constituirse como Grupo comunista internacionalista
español (GCI), es decir: Munis, Jaime Fernández, Esteban Bilbao, Agustín Rodríguez,
Benjamín Péret, Roberto Montero, y otros.

B) LA CONTINUIDAD HISTORICA DEL GCI, TESIS


FUNDAMENTALES Y DESARROLLO POSTERIOR DEL
PENSAMIENTO DE MUNIS (1948-1989)
La reorganización del Grupo comunista internacionalista (GCI) en Francia era el
primer paso para el inicio de la lucha clandestina en España. El GCI consiguió establecer
una mínima infraestructura en Barcelona y Madrid. Publicaron y difundieron algunos
folletos y octavillas en los que se denunciaba los horrores y la auténtica naturaleza del
estalinismo español y de la dictadura fascista. En marzo de 1951, durante la huelga general
de tranvías en Barcelona, el grupo lanzó octavillas23 en las que se defendía el carácter
espontáneo del movimiento, frente a una propaganda franquista que lo atribuía a los
consabidos masones y comunistas pagados por el oro de Moscú.
A causa de esas octavillas y de los folletos que denunciaban la política
contrarrevolucionaria de los estalinistas en España24 Munis, Jaime y varios de sus
camaradas, fueron condenados, los dos primeros a diez y ocho años de prisión
respectivamente, y el resto (Pedro Blanco y “Cholo”, entre otros) a un año. Habían sido
detenidos al cumplirse el primer aniversario de la huelga de tranvías.

22
Grupo Comunista Internacionalista: Explicación y llamamiento a los militantes, grupos y secciones de la
IV Internacional, s. ed., París, setiembre de 1949. Véase doc. 3.52.
23
La octavilla titulada “¡Abajo Franco y Falange, viva la huelga¡” estaba firmada por un denominado
“Grupo de los primeros espontáneos de la revolución mundial”. Se encuentra reproducida en Fomento
Obrero Revolucionario: Alarma, primera y segunda serie, 1958-1976. FOR, s.l., s.d., pp. 37-38.
[Actualmente puede pedirse al apartado 92.062 de Barcelona].
24
El folleto se titulaba “Cuatro mentiras y dos verdades. Política rusa en España”. Se encuentra reproducido
por FOR: Alarma..., pp. 16-36. [Pedidos al apartado ya indicado].

27
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

A su salida de la cárcel, en 1957, Munis reanudó en Francia su actividad política.


En 1959 fundó con Benjamín Peret, el poeta surrealista francés, y otros antiguos
camaradas de lucha (entre ellos Jaime Fernández), el grupo FOR (Fomento Obrero
Revolucionario), en el que militó hasta su muerte, y que tenía su órgano de expresión en
Alarma. Benjamín Peret falleció a finales de 1959.
Munis fue expulsado de Francia. Residió durante algunos meses en Milán, donde
entró en contacto con los grupos e ideas de la Izquierda comunista italiana (bordiguistas y
afines). Sostuvo amplias y profundas discusiones con Onorato Damen, el dirigente del
grupo Battaglia Comunista, de las que surgieron una mutua simpatía y respeto. Las tesis de
FOR fueron difundidas en Italia por la revista Azione Comunista. En Milán escribió y
fechó dos de sus textos teóricos más importantes: Los sindicatos contra la revolución en
1960 y Pro Segundo Manifiesto Comunista en 1961.
En el libro dedicado a los sindicatos25 Munis continuó el análisis histórico del
sindicalismo iniciado por el desaparecido Péret, definido brillantemente como un órgano
fundamental del sistema capitalista en el seno del proletariado. Para Munis y Péret el
sindicato es inconcebible sin el trabajo asalariado, lo cual presupone a su vez la existencia
del capital. La función del sindicato es reglamentar la venta de la fuerza de trabajo. Y esta
función se ha convertido en indispensable para el orden capitalista contemporáneo. De ahí
su creciente importancia actual, en todas partes, en tanto que estructuras complementarias
del aparato estatal. Los sindicatos están pasando, según Munis, de una fase de libre
competencia entre la oferta y la demanda a una fase de encuadramiento de la oferta (del
trabajo) por la demanda. O lo que es lo mismo: los sindicatos han abandonado su función
de intermediarios en la compraventa de la mercancía fuerza de trabajo, por la de un rígido
control de esa mercancía por parte de un sindicato, convertido en aparato estatal o en
monopolio capitalista. De hecho, en muchos países, como constataba Munis, los sindicatos
se han convertido en sociedades anónimas inversoras, con bancos y empresas de su
propiedad, que por vía directa o indirecta participan en los beneficios capitalistas. Los
sindicatos llegan a dictar directamente, en nombre del capital, todas las condiciones de
trabajo.
Munis, desde una perspectiva revolucionaria, afirmó que toda tentativa de dar una
orientación subversiva a los sindicatos estaba condenada al fracaso. La transición al
socialismo implicaría forzosamente la destrucción de los sindicatos. Munis explicaba la
baja afiliación sindical como consecuencia de la desconfianza y repulsión de los
trabajadores. Por supuesto éstos acuden al sindicato en caso de conflicto o violación de los
derechos que la legislación capitalista establece, del mismo modo que se dirigirían a una
comisaría de policía en caso de robo o agresión.
Munis afirmó que los sindicatos tenían una vida propia, sin más necesidad de la
clase obrera que la de servirse de ella como dócil elemento de maniobra, en defensa de sus
propios intereses institucionales, empresariales o corporativos.
La crítica de Munis a los sindicatos es de carácter estratégico, en defensa de los
principios marxistas fundamentales. Los sindicatos son analizados por Munis y Peret no
como un ala derecha o reformista del movimiento obrero, sino como un pilar
imprescindible de la sociedad capitalista actual y de sus nuevas exigencias de explotación
del trabajo asalariado.
Los sindicatos, como advertía Munis, se adaptan perfectamente a la ley de
concentración del capital y al desarrollo de las coerciones sociales e ideológicas que ello
supone. El capital no es un propietario, sino una función económica, una relación social: la

25
PERET, Benjamín; MUNIS, G.: Les syndicats contre la révolution. Ed. Le terrain vague, Paris, 1968.
[Existe versión española, que puede pedirse al apartado 92062 de Barcelona].

28
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

que se establece entre la clase que compra fuerza de trabajo y la clase libre de propiedades,
que se ve obligada a vender su fuerza de trabajo porque ése es su único medio de
subsistencia. Los sindicatos son el intermediario en ese acto de compraventa de la
mercancía fuerza de trabajo. Y se adaptan perfectamente al proceso de concentración
monopolista del capital. Su destino está atado al del capital, no al de la revolución. A
mayor concentración monopolista del capital, mayor poder sindical. Munis afirmaba que
los líderes obreros pueden presentarse, mediante la supresión del capitalista privado, como
la solución a las contradicciones sociales; pero ello sólo significaría el paso a una sociedad
de mayor explotación.
En el libro titulado Pro Segundo Manifiesto Comunista, cuyo origen es un texto de
1949 titulado “El proletariado frente a los dos bloques” estudió Munis la revolución rusa y
su trayectoria hacia el estalinismo26. Munis y sus compañeros afirmaron que la revolución
rusa fue una revolución política, pero no socialista sino permanente, con el significado que
Trotsky le dio en sus libros 1905 y La revolución permanente, y Lenin en sus Tesis de
abril. Una revolución que enlazaba la destrucción de la sociedad feudal y zarista con las
primeras tareas de la revolución burguesa, ensamblada con medidas socialistas. Pero era
indispensable el triunfo de la revolución comunista en Europa. El fracaso de la extensión
internacional de la revolución, aislada y acosada en Rusia, obligó a instaurar la NEP, y el
capitalismo de Estado que ello comportaba, aún bajo el control del proletariado. La NEP
significó en realidad el fin de la revolución permanente y el inicio de una regresión
revolucionaria. La contrarrevolución estalinista dotó a Rusia de un capitalismo de Estado
tan imperialista como su rival americano, aunque mucho más débil.
La gran mentira que dividió y encadenó al movimiento obrero internacional fue la
de presentar ese capitalismo de Estado ruso como el socialismo. Todos los partidos
comunistas jugaron en sus respectivos países un papel contrarrevolucionario, inapreciable
para el capitalismo internacional.
Munis calificó a la IV Internacional y a las distintas revoluciones comunistas
nacionales en los países del Este europeo, China, Cuba, Argelia, etcétera, como
avanzadillas de la extensión de la contrarrevolución estalinista. Y afirmó en pleno auge de
las luchas de liberación nacional, en los años sesenta, que toda lucha nacional era
reaccionaria, ya que, en plena decadencia del capitalismo, concebida como crisis de
civilización, no se trata de desarrollar el capitalismo en parte alguna del planeta, sino de
destruirlo en todas.
El texto de Munis, firmado FOR, finalizaba con la proclamación de un programa
que unía reivindicaciones clave de la lucha económica de la clase obrera, que se resumían
en el lema: “menos trabajo y más paga”, con reivindicaciones políticas tales como la
libertad de prensa, de huelga, de reunión y de organización, al margen de los partidos y los
sindicatos; para terminar con los objetivos programáticos comunistas tales como la
supresión del trabajo asalariado, la supresión de fronteras y la instauración de la
dictadura del proletariado, inseparable de la más estricta democracia en el seno de las
masas trabajadoras.
Tras escribir estos dos libros, que expresan la culminación de su pensamiento
político, Munis pudo establecerse de nuevo en Francia. En 1966 se intentó un nuevo
relanzamiento del grupo en la España franquista, a cuyo fin FOR publicó un
llamamiento27. Munis prosiguió su labor organizativa en FOR, y propagandística y teórica
en Alarma.
26
Fomento Obrero Revolucionario: Pro Segundo Manifiesto Comunista. Le terrain vague, Paris, 1965.
[Versión bilingüe hispanofrancesa que puede pedirse al apartado indicado anteriormente].
27
Fomento Obrero Revolucionario: Llamamiento y exhorto a la nueva generación. FOR, París, 1966.

29
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

Entre 1966 y 1972 participó en diversas iniciativas y debates con las distintas
corrientes revolucionarias, surgidas de la ebullición social y política que mayo del 68
levantó en Francia y el otoño del 69 en Italia. El pasado revolucionario de Munis y su labor
teórica innovadora respecto al sindicalismo, el estalinismo y el capitalismo de Estado, le
dieron cierto prestigio, y no pocas de sus aportaciones teóricas fueron recogidas y
apropiadas por diferentes tendencias y partidos políticos.
Bien entendido que tal prestigio no se convirtió en ninguna moda o efímera fama,
tipo Marcuse, sino en un sólido punto de apoyo teórico en el marasmo y confusión que
cincuenta años de contrarrevolución estalinista habían imprimido en el pensamiento
marxista.
En 1975 Spartacus publicó en francés un nuevo libro de Munis, que profundizaba y
sintetizaba a la vez sus críticas del estalinismo y del capitalismo de Estado ruso28.
Entre 1973 y 1976 publicó en Alarma, órgano de FOR, tres importantes artículos
teóricos. En el artículo publicado en 1973, titulado “Clase revolucionaria, organización
política y dictadura del proletariado”29, retomaba el viejo tema desarrollado por Lenin en
¿Qué hacer?, sobre la relación entre masa y vanguardia política, y de la introducción de la
conciencia revolucionaria en la clase obrera por parte de una minoría. Es sumamente
interesante la enciclopédica exposición que efectúa Munis de la concepción que de la
dictadura del proletariado realizan a lo largo de la historia las diversas corrientes marxistas,
desde Lenin y Otto Rühle hasta los bordiguistas y los consejistas, así como la rigurosa
crítica a la que son sometidos.
En 1974 apareció en Alarma una acerada crítica de Munis a un grupo
revolucionario concreto30, en el que se debatía el carácter de la decadencia del capitalismo,
así como la existencia o no de una crisis económica de sobreproducción, y la influencia
positiva o negativa que tendría en un estallido revolucionario. Munis negaba la existencia
de una crisis económica de sobreproducción, y negaba además que ésta, en caso de existir,
supusiera el punto de partida de una situación revolucionaria.
En 1976 Munis publicó en Alarma un artículo titulado “Consciencia revolucionaria
y clase para sí”31, que complementaba e incidía en los temas tratados en los dos artículos
anteriormente comentados.
Entre 1977 y 1981, iniciada la transición democrática, se produjo un nuevo
relanzamiento de FOR en España. En abril de 1977 apareció el número uno de la tercera
serie de Alarma, cuya publicación se había iniciado en 1958. También en 1977 está
fechada la Reafirmación, como epílogo de la nueva edición que la editorial Zyx hizo de su
libro sobre la guerra civil32.
En esa reafirmación Munis, aunque revisa algunos aspectos del libro editado en
1948, hace una apología de la revolución española, considerada como más profunda que la

28
MUNIS, G.: Parti-Etat, stalinisme, révolution. Spartacus, París, 1975. [Puede pedirse al apartado 92.062
- 08080 Barcelona].
29
MUNIS, G.: “Clase revolucionaria, organización política, dictadura del proletariado”. Alarma, segunda
serie, números 24 y 25, enero-mayo 1973.
30
MUNIS G.: “Trayectoria quebrada de Révolution Internationale”. Alarma, 1974.
31
MUNIS, G.: “Consciencia revolucionaria y clase para sí”. Alarma, segunda serie, núm. 31, enero-abril
1976.
32
MUNIS: Jalones de derrota, promesa de victoria. Ed. Zero-Zyx, Madrid, 1977. El capítulo 6, dedicado a
Mayo del 37, ha sido editado en folleto, que puede pedirse al apartado 92.062, Barcelona.

30
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

revolución rusa. Para Munis la insurrección de julio del 36 y los Hechos de Mayo del 37
son el momento culminante de la oleada revolucionaria mundial iniciada en 1917 en Rusia.
Munis no consideró nunca que Mayo del 37 fuera una lucha fratricida entre trabajadores,
sino que siguió fiel al análisis trosquista de los años treinta. Afirmó y reafirmó que en
España la revolución fracasó por la ausencia de un partido revolucionario. En julio del 36
los trabajadores desarmados vencieron al ejército capitalista; en mayo del 37 los obreros
armados se enfrentaron a la contrarrevolución, encarnada por el Partido Comunista, pero
fueron derrotados por sus propios dirigentes, por sus propias organizaciones sindicales y
políticas. Sin teoría revolucionaria no hay revolución. Sin partido revolucionario toda
insurrección está destinada al fracaso. En julio del 36 la clase obrera estaba desarmada,
pero tenía unos objetivos políticos claros: enfrentarse al fascismo y a la sublevación
militar. La ausencia de un partido revolucionario produjo una situación histórica
paradójica: la clase obrera en armas y dueña de la calle dejó el aparato estatal en manos de
la burguesía republicana. En mayo del 37 la clase obrera armada intentó defender las
conquistas revolucionarias de julio, pero políticamente estaba desarmada: ninguna
organización obrera de masas planteó como objetivo la toma del poder. Las organizaciones
minoritarias que lo hicieron fueron desautorizadas, ilegalizadas y perseguidas. La
insurrección triunfó desde un punto de vista militar, pero fracasó políticamente. Franco no
necesitó aplastar la revolución, ya lo habían hecho estalinistas y republicanos.
Aunque dedicado al trabajo organizativo de FOR, Munis no abandonó nunca su
labor teórica. En 1983 publicó un folleto de crítica a los diversos grupos trosquistas
existentes, que por otra parte actualizaba y compendiaba sus estudios sobre el
estalinismo33. En febrero de 1986 participó en unas jornadas de balance revolucionario de
la guerra civil española, convocadas por FOR, con participación de militantes
pertenecientes a un amplio abanico de corrientes políticas.
Munis murió ignorado en París el 4 de febrero de 1989. En el momento de su
muerte dejó acabado un nuevo libro, aún no publicado, dedicado al estudio del Estado y
los problemas que plantea su supresión en una sociedad comunista.
El pensamiento político de Munis es un punto de referencia insustituible para el
marxismo revolucionario, por sus críticas rigurosas y originales. Fue un militante
siempre fiel al combate de su clase. Sus análisis sobre el sindicalismo y el estalinismo,
realizados siempre a contracorriente, son extraordinariamente interesantes y lúcidos.
Fue uno de los pocos marxistas, de la generación aplastada por el estalinismo, que supo
resistir el embate de la contrarrevolución. Nos deja como legado una inapreciable labor
teórica. En Francia ya han sido editadas las obras completas de Benjamín Peret. En el
árido, endogámico y paupérrimo panorama cultural y político español no es extraña esta
ignorancia de un teórico marxista tan interesante e innovador como Munis. No es raro
pues que los libros de Munis editados en castellano sean prácticamente desconocidos,
incluso por especialistas en historia contemporánea o pensamiento político.

33
MUNIS: Análisis de un vacío. Cincuenta años después del trotskismo. Alarma, Barcelona, 1983.

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

PRIMERA PARTE: LA GUERRA CIVIL


“La revolución española es una revolución sin partidos revolucionarios, en la cual las
organizaciones principales hacen el juego de la reacción, las masas se oponen a ella
intuitivamente, y sólo contados e inorganizados grupos se le enfrentan enérgica y
conscientemente.” G. Munis: Jalones de derrotas, promesa de victoria. ZYX, Bilbao,
1977, p. 471.

“La situación, inmediatamente después del 19 de julio, se caracteriza pues, por una
incompleta atomización del poder político en manos del proletariado y los campesinos.
Empleo la palabra atomización porque dualidad es insuficiente para dar una imagen
cabal de la distribución real de poderes. Dualidad indica dos poderes contendientes,
rivales, capacidad y voluntad de lucha de una y otra parte. El Estado burgués no estuvo
en ese caso sino tres meses después de las jornadas de Julio. Entonces comienza la
dualidad propiamente dicha. Mientras tanto, el poder atomizado en los Comités-gobierno
locales era la única autoridad existente y obedecida, sin más restricción que su carencia
de centralización, y la interferencia derechista de las burocracias obreras.” G. Munis:
Jalones de derrotas, promesa de victoria. ZYX, Bilbao, 1977, p. 295.

“Inmediatamente después de la derrota de los generales no existía la dualidad; todo el


poder pertenecía a las masas. La dualidad fue introducida por la decisión anarquista de
dejar en pie el polo burgués, decisión aceptada por el POUM. No obstante, el dictado de
la situación era tan inequívoco que el Comité Central de Milicias adquirió sin quererlo
todos los atributos de gobierno único. [...] El Comité Central de Milicias encontraba el
camino inequívocamente señalado. Pero, incapaz de verlo, abandonó los Comités-
gobierno a sus propias iniciativas, acertadas o equivocadas, adjudicándose el miserable y
reaccionario papel de enlace entre los poderes revolucionarios locales, únicos que
funcionaban, y el esqueleto de poder capitalista dejado en Barcelona. Por esa brecha se
deslizó la contrarrevolución. [...] Ninguna revolución ha ido tan lejos como la española
por su solo impulso elemental, sin partidos que la ayudaran, la organizaran y la
expresaran al mismo tiempo. En este aspecto el vacío es aterrador. Ni una sola de las
organizaciones existentes vio que la suerte de la revolución y de la guerra dependía de
los Comités”. G. Munis: Jalones de derrotas, promesa de victoria. ZYX, Bilbao, 1977,
pp. 311-313.

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

PRESENTACIÓN

En esta primera parte seleccionamos la documentación de los trosquistas34 durante


el período de la guerra civil. Expuesta ya en la introducción la trayectoria histórica de los
BL durante la guerra civil, en esta presentación sólo subrayaremos las claves que nos
permitan comprender los problemas más importantes a los que se enfrentaron los BL.
Hay que destacar que con la fundación del POUM, en setiembre de 1935, y aún
antes, con la salida de la ICE de los trosquistas (partidarios del entrismo en el PSOE y
contrarios a la fusión con el BOC) éstos se quedaron sin una organización propia. Puede
afirmarse pues, que en la etapa decisiva del inicio de la guerra civil, y luego del período
revolucionario álgido de los tres primeros meses (julio-octubre) NO EXISTÍA UNA
AUTENTICA ORGANIZACIÓN TROSQUISTA EN ESPAÑA.
El pequeño núcleo trosquista, dirigido y formado en gran parte por extranjeros, sin
implantación social y política, enrolado además en su mayoría en la Columna Internacional
Lenin, que operaba en el frente de Huesca, se dividió desde finales de octubre de 1936, en
dos grupos rivales. Los BL en España no alcanzaron nunca una mínima influencia entre la
masa obrera, y estuvieron siempre condicionados a la constitución de una fracción en el
seno del POUM, o al intento de alcanzar alguna influencia entre los grupos anarquistas
críticos con el gubernamentalismo cenetista. Fue siempre una minoría muy consciente de
la ausencia de un partido revolucionario en España, así como de la extrema debilidad de
sus propias fuerzas, por lo que su única meta posible era la conquista del POUM a sus
tesis, mediante una labor fraccional y de crítica política.
El destacado papel de Fosco en la formación de la Columna Internacional Lenin
del POUM, en el control de los militantes extranjeros, simpatizantes del POUM, que
llegaban a España, y en la organización y control de los boletines y emisiones radiofónicas
del POUM en lenguas extranjeras fue fundamental durante los primeros meses de la guerra
civil. En octubre, con la disolución de la Columna Internacional, y la dimisión de Fosco en
el cargo de responsabilidad ejercido hasta entonces, a causa sobre todo de sus disidencias
con Jean Rous, el representante de la Cuarta Internacional, se abría en realidad una
escisión entre los trosquistas españoles (paralelo y probablemente influido por la nueva
ruptura con los molinieristas en el partido francés, tras un breve período de unificación).
En noviembre Munis, llegado a España a finales de octubre, fundó en Barcelona la SBLE.
En enero de 1937 se produjo la definitiva ruptura entre el grupo trosquista oficial, y el
GBL “Le Soviet”, liderado por Fosco.
Fosco disentía de la táctica empleada por Rous, y sobre todo de su falta de tacto y
de oportunidad respecto al POUM. Fosco intentó un aproximación a la fracción ex-
Izquierda Comunista del POUM, preconizó en los primeros meses el ingreso en el POUM,
que fue rechazado por Rous y el Secretariado Internacional (SI) de la IV Internacional.
Cuando en octubre Rous y Péret propugnaron el ingreso en el POUM, con derecho a
formar una fracción, recibieron la negativa de los líderes poumistas, que de otra forma se
hubieran enfrentado a una escisión de su propio partido. Fosco era partidario de ingresar en
el POUM, como fracción de hecho, sin pedir el derecho formal de constituirla. Esta
posición fue calificada por Rous y el SI como liquidacionista, esto es, como renuncia a

34
Los trosquistas en vida de Trotsky siempre prefirieron llamarse a sí mismos “bolcheviques-leninistas”
(BL).

33
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

constituir una organización trosquista en España, y como un llamamiento a liquidar la IV


Internacional e integrarse en el POUM. Fosco era según esto un poumista.
Fosco por su parte criticó el sectarismo, la falta de tacto y de oportunidad, la
provocación y el insulto de que hicieron gala los representantes en España del Secretariado
Internacional (SI) de la Cuarta. Posteriormente calificó como disparatado y falto de
principios el proselitismo de la SBLE respecto a Los Amigos de Durruti. Según Fosco la
única oportunidad de crear un partido revolucionario era la de constituir una fracción en el
seno del POUM: y en lugar de intentarlo la Sección oficial (el grupo “La Voz Leninista”)
quiso hacer proselitismo entre la izquierda radical del anarquismo; en lugar de trabajar con
militantes probados como los del grupo “Le Soviet” se dedicó a captar gente dudosa, que
luego resultarían ser (según Fosco) agentes fascistas (como Zanon)35 o de la GPU (como
Narwitch y el comisario Joan o Max).
Por su parte, la SBLE negaba siquiera el apelativo de trosquistas para el grupo de
Fosco, puesto que (según ellos) eran poumistas que perseguían la desaparición de los
militantes de la Cuarta en el seno del POUM. En realidad la SBLE jamás abandonó el
trabajo en el seno del POUM, o las relaciones con los militantes poumistas, entre otras
cosas porque muchos de sus militantes lo eran también del POUM (como Jaime Fernández
o Julio Cid) y porque existía un destacado núcleo fraccional bolchevique-leninista en el
seno del partido (la sección de Madrid; la Izquierda del POUM en Barcelona, animada por
Josep Rebull; los militantes de la numerosa sección de Llerena, que habían sobrevivido a
la masacre fascista).
Sea como fuere, hay que destacar la dependencia orgánica de los trosquistas
respecto al POUM, del que son (o pretenden ser) sólo una fracción, que se propone
“ganar” el partido o la mayoría de militantes del POUM a sus tesis. La ausencia de una
auténtica organización trosquista en la situación revolucionaria española se hace sentir
pesadamente, y la única política posible para los trosquistas RESPECTO AL POUM es la
de solidaridad absoluta con los militantes poumistas, brutalmente golpeados por la
represión estalinista y republicana a partir de junio de 1937, pero al mismo tiempo de
crítica despiadada contra los errores políticos de los dirigentes del POUM.
El orden cronológico en que aparecen los textos creemos que los enriquece. El
grueso de la documentación seleccionada en esta primera parte está formado por las
octavillas y manifiestos publicados por la SBLE, así como por los artículos publicados en
los dos Boletines de la Sección y en los tres números aparecidos de La Voz Leninista.
Publicamos también algunos artículos, hasta ahora totalmente desconocidos, publicados en
Le Soviet, el boletín del grupo liderado por Fosco. Y dos artículos de Freund (Moulin) de
épocas muy distintas (doc. 1.10 y 1.35), que destacan por su análisis de la cuestión del
poder en la revolución española.
Entre los documentos publicados, que no forman parte de la documentación
propiamente trosquista, cabe señalar la carta de Andrade a Nin (doc. 1.2), que incluimos
por su evidente interés, ya que no sólo desvela las dudas sobre el destinatario de la carta
dirigida por Trotsky “a un amigo español”, sino que subrayan la completa incomunicación
y absoluta “deficiencia” de los contactos de Trotsky en España tras la “última ruptura” con
la ICE, al fusionarse con el BOC para fundar el POUM.
Del mismo modo incluimos la carta de Nin al PSOE (doc. 1.21), no sólo porque
nos muestra como la estrategia unificadora del POUM, en enero del 37, abarca
asombrosamente a socialistas y estalinistas; sino también porque es citada en un artículo

35
Zanon, como queda suficientemente probado en la documentación del proceso contra la Sección BL no
era ni un fascista ni un agente infiltrado, sino sencillamente una persona miedosa, fácilmente manipulable e
influenciable.

34
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

publicado en La Voz Leninista (v. doc. 1.28). ¿Cómo juzgar la carta de Nin? El POUM da
la sensación de que no se considera a si mismo como un partido ACTIVO, capaz de
modificar la realidad, y de marcarse un rumbo a seguir. Parece como si fuera una
organización a la deriva, como afirmaba Josep Rebull en sus contratesis, un pequeño barco
que zozobra en la tempestad, sin que pueda hacer otra cosa que intentar evitar el naufragio.
Las declaraciones de Sundelevitch (doc. 1.59 y 1.60) nos muestran el interés de la
policía por conocer el domicilio de Fosco, que como sabemos huyó con Sonia a Francia,
en enero del 38, para evitar su detención.
En cuanto al famoso incidente de la censura hecha por Gorkin a un artículo de
Trotsky, en el que citaba despectivamente a Pivert, no estará de más desvelar que hoy
sabemos que Pivert facilitaba secretamente armas a los republicanos.
No hemos conseguido identificar los seudónimos de José Méndez y Proles, aunque
el primero se repite en algunos artículos publicados en México, y el segundo pertenece
probablemente a Esteban Bilbao.
Cabe destacar que la experiencia de la guerra civil fue constantemente elaborada y
reivindicada en los textos teóricos de Munis en los años cuarenta, y junto con el análisis
del estalinismo, y el del sindicalismo, constituyen los pilares fundamentales de su edificio
teórico.
En todos los artículos, octavillas y manifiestos de ambos grupos trosquistas
subyace un tema fundamental: la AUSENCIA DE UN PARTIDO REVOLUCIONARIO.
Este problema se había planteado ya con la táctica del entrismo en el PSOE. El problema
radicaba en que la ICE, en 1934, era un pequeño núcleo incapaz de ampliarse, incapaz de
entrar en las fábricas, incapaz de orientarse hacia la acción de masas y dirigirlas. Por otra
parte, existía una crisis en el Secretariado Internacional (SI) referente al tema de la entrada
en el partido socialista: la ICE, casi en su totalidad, se había pronunciado contra la entrada
en el partido socialista y contra la opinión de Trotsky y del SI. Este fue el origen de la
crisis que debía desembocar en la ausencia de una dirección revolucionaria del proletariado
en España. Esta ausencia debía hacerse sentir luego durante todo el curso de los
acontecimientos que marcarían la lucha revolucionaria durante la guerra civil.
Asombra, por otra parte, la increíble inquina y desavenencia entre los dos grupos
trosquistas rivales, en los que juega un enorme papel la falta de tacto del SI, el caso
Molinier y la escisión francesa. Son posiciones que, aunque puedan parecer nimias, se
presentan irreconciliables. El desacuerdo táctico y las divergencias políticas no explican
por sí solas las gravísimas acusaciones de Fosco contra la SBLE, y viceversa. Las disputas
entre los dos grupos BL españoles parecen responder más bien a las discrepancias ya
existentes en el partido francés y a enfrentamientos de carácter personal, que a posiciones
políticas fundamentadas.
Por último no nos queda sino subrayar los textos que creemos más interesantes de
esta primera parte, y que son sin duda alguna: el informe sobre la actividad del GBL en
Barcelona de diciembre de 1936 (doc. 1.12.), que merece ser contrastado con el informe de
Wolf de junio del 37; el artículo de Munis que hemos titulado “Los errores y
particularidades del POUM” (doc. 1.30); la irónica, concisa y acerada octavilla “¿Por qué
no es trotskista el POUM?” (doc. 1.53); el manifiesto lanzado por la Sección BL en junio
del 37 con el título “Por un tres de mayo victorioso” (documento 1.54); la carta-
llamamiento dirigida por la Sección a la izquierda del POUM y a Los Amigos de Durruti,
en junio del 1937, para constituir un frente común (doc. 1.55); el informe de Wolf a
Trotsky sobre la Sección, fechado en Barcelona el 6 de julio del 37 (doc. 1.57), que
constituye una magnífica radiografía de la militancia, la táctica y los problemas de la
SBLE con posterioridad a los Hechos de Mayo; el manifiesto de la SBLE en el primer
aniversario del 19 de julio (doc. 1.58), que ha sido reproducido muchas veces

35
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

parcialmente, sobre todo en inglés y francés; el editorial (redactado por Munis) del número
3 de La Voz Leninista (doc. 1.76), y la crítica de Munis a Josep Rebull (doc. 1.77).
Los últimos textos que publicamos fueron escritos por Nicola Di Bartolomeo (que
usó los seudónimos de Fosco y Emiliano Vigo) en Francia (doc. 1.78 y 1.79), en 1938, y
nos dan una visión muy amplia del papel jugado por el GBL “Le Soviet” en la guerra civil,
de su controversia con el grupo de Munis y de sus análisis políticos.
La primera parte finaliza con un testimonio (doc. 1.80) redactado por Virginia
Gervasini (Sonia), en 1978, en el que nos relata su salida de Barcelona a finales de enero
de 1938, las dificultades del exilio en la Francia ocupada por los nazis, y el regreso en
1945 a una Italia liberada ya del fascismo.

1.1. “Una carta de Fersen y otros camaradas al Comité Ejecutivo de la


ICE (Izquierda Comunista de España)”. Boletín interior de la ICE, nº
13. Barcelona, 16 de julio de 1935
Estimados camaradas: Os suponemos enterados ya de nuestra decisión de darnos
de baja de la Izquierda Comunista [IC], pero si no lo estáis sirva esta como comunicado
oficial.
Hemos agotado todos los recursos de persuasión para evitar que os metierais en un
callejón sin salida; hemos hecho todo lo posible para no envenenar la discusión con
cuestiones personales, a fin de que a todos les fuera fácil venir a la posición justa, pero
hemos llegado a la conclusión de la inutilidad de nuestros esfuerzos. Se ha cumplido el
peor de nuestros temores: que la organización en lugar de reaccionar con audacia y
arrostrar todos los riesgos de una situación difícil, vacila, se cruza de brazos y se sienta,
prefiriendo caer en la pasividad sectaria antes que moverse políticamente. Alentar estas
vacilaciones con un concepto sentimental de la unidad e invocando una disciplina artificial,
sería un crimen.
Al darnos de baja, esperamos que los que estén de acuerdo con nosotros tengan la
suficiente energía para decidirse, y así podremos reorganizar nuestro movimiento
ideológico sobre nuevas bases.
No deja de apenarnos que una organización que se creía revolucionaria haya dado
muestras bochornosas de indecisión en una situación difícil. ¿Para qué queremos todo
nuestro temple ideológico, sino para arrostrar las grandes situaciones?
La solución última de convertirnos en prolongación del Bloque Obrero y
Campesino [BOC], que como realidad nacional no existe, nos parece un disfraz
lemantabilísimo de la vacilación. Ya nadie se atreve a sostener nuestra organización
independiente, pero como nadie tampoco se atreve a moverse en el sentido necesario, se
quedan en la misma posición, queriendo escamotear ante sí mismo y ante los demás el
gran problema con un simple cambio de nombre. Es decir pasando a llamarse prolongación
del nuevo partido catalán o BOC, en lugar de Izquierda Comunista.
Nosotros en este caso nos decidimos por la ruptura, sin la menor acritud, en la
seguridad de que la decisión de unos pocos será la que salve la indecisión de los demás y
en la seguridad también de que pronto estaremos de nuevo laborando unidos.
Cordiales saludos comunistas.
Esteban Bilbao, Fersen, G. Munis, Alfonso G. Rodríguez, Antonino Alvarez, Gil
Chaves, Esteban Barrios, Jesús Blanco

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

1.2. Andrade, Juan: “Carta a Andrés Nin (Madrid, 4-5-1936)


Copia de la carta de JA a AN, dirigentes del POUM36.
“Madrid, 4 de mayo de 1936. Querido Andrés. Hace la mar de tiempo que no te
escribo extensamente. Reconozco mi culpa; pero ahora no es tan necesario como antes
porque en mi constante contacto con Maurín le digo las cosas de más interés que suceden y
que se me ocurren, y sé que éste te las traslada. Lo peor es que tampoco te he ayudado
nada en la revista. Pero en cambio, habrás observado que vengo escribiendo mucho en La
Batalla. La explicación es que para la revista hay que hacer los artículos más pensados y
no se encuentra fácilmente tiempo. Ahora estoy muy preocupado y entretenido con un
folleto extenso que quiero publicar, que será una especie de crítica del movimiento obrero
actual. Será un folleto un tanto crudo, pero a mi juicio necesario. Yo no sé si sabrás que el
Viejo37 sigue haciendo de las suyas. El Comité del grupo de Madrid le mandó hace un mes
un saludo. Ha contestado hace unos días con una carta. Yo no conozco los términos de la
carta porque Palacios, como Secretario del grupo se ha negado a dejármela, porque estima
que hacerlo “es una deslealtad hacia Trotsky”. Como los demás integrantes del comité
estiman lo contrario, creo que se me dará a conocer. Pero por lo que ha dicho Quique38, en
la carta se invita a los verdaderos bolcheviques leninistas a “romper con los traidores Nin,
Maurín y Andrade y a declararse en sección española de la Liga Comunista
Internacionalista”. Dice que nuestra traición es una de las mayores registradas en la historia
del movimiento obrero. Por lo visto no está el Viejo enterado de nada de lo que pasa en
España y en nuestra organización. Ha escrito también una carta a Fersen, que tampoco
conozco íntegra, sino sólo por referencias. Cree, por lo visto, que Fersen se fue al
socialismo con muchos antiguos trotskistas y que defiende allí nuestros puntos de vista. Le
dice en la carta que ya ha llegado el momento de romper públicamente con el PS y de
constituirse en sección independiente española de la Liga Comunista Internacionalista.
Como comprenderás Fersen no ha hecho más que burlarse de la carta y enseñársela a los
socialistas a quienes tira de la levita. Pero lo más gracioso de todo es que el Viejo también
ha escrito al célebre Arlen que estaba por completo retirado de todo y se limitaba a hablar
de política con sus amigos en el café. No sabemos si lo que ha mandado a Arlen es copia
de las cartas del comité de Madrid y a Fersen, o una especial. El caso es que algo ha
recibido. El tal Arlen ya intenta de nuevo intrigar, aunque en realidad no hará nada. Es
verdaderamente lamentable que el Viejo no tenga ahora más entretenimiento que ver cómo
intriga contra nosotros. Me dice Ignacio que tú has recibido últimamente unos cuantos
ejemplares de La Verité. Yo te agradeceré muchísimo que hagas el favor de enviarme a
vuelta de correo todos los números que tengas de La Verité. Hace más de seis meses que
no veo ni un solo número. Me interesa leer el periódico para saber como opinan y sobre
todo para conocer las tonterías que se les ocurre decir sobre España. Si has recibido
últimamente documentos del SI también te agradeceré que me los envíes para orientarme
sobre las cosas de nuestra organización internacional. Pero lo que te ruego muy
encarecidamente es que me envíes todo esto cuanto antes y que no lo eches en olvido pues
36
No se trata de la carta original, sino de una copia mecanografiada, realizada probablemente en un juzgado
y formando parte de un sumario.
37
El Viejo es el apelativo cariñoso con el que los militantes obreros (incluidos los trosquistas) se referían a
Trotsky.
38
Quique era el cariñoso apelativo con el que se conocía a Enrique Rodríguez Arroyo, joven militante de la
Izquierda Comunista. Jugó un importante papel en el proceso de fusión de la IC y el BOC, al insistir en que
fuera cual fuese el resultado de los debates en curso en la ICE ésta organización debería permanecer unida
y evitar la escisión.

37
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

tengo mucha curiosidad por conocer nuestra documentación internacional. Supongo habrás
recibido hace días el paquete certificado que te envié con los libros de Trotsky en ruso que
tenía en mi poder hacía mucho tiempo. Siempre se me olvidaba enviártelos. No dejes de
acusarme recibo, no sea que se hayan extraviado. Se va a elegir en la Agrupación de
Madrid nuevo comité, por haber dimitido el que había. Se nombró Secretario General a
Palacios. Yo sabía que con insensato así las cosas no iban a marchar nada bien. Y así ha
ocurrido: el resto del comité ha discrepado constantemente de él. Por cierto, que Quique
está profundamente preocupado porque la última carta que se ha recibido del CE [Comité
Ejecutivo] va a provocar un incidente o por lo menos un disgusto entre todos los miembros
del Comité con Palacios. La carta está firmada por Gironella, y con gran intuición éste ha
escrito un párrafo que dice: “Deseamos saber si el último manifiesto que habéis publicado
se debe sólo al secretario de Madrid o es obra de todo el Comité, porque con algunas cosas
no estamos conformes”. Efectivamente, el manifiesto es obra exclusiva de Palacios, que
gusta de obrar automáticamente [?]. Todo el Comité estaba contra él. Pero no habrá
posibilidad de convencer a Palacios que el Comité no ha escrito a Barcelona diciendo que
es obra de Palacios. Como el párrafo de la carta del CE refleja exactamente lo sucedido, es
decir, que Palacios lo ha hecho por su cuenta y razón, no habrá posibilidad de convencerle
que se trata de una intuición del CE y no de una intriga contra él de los camaradas del
comité de Madrid. [...]
Supongo sabrás por Maurín que he estado unos quince (debe decir días) fuera por
Andalucía. Estamos tan fatigados María Teresa y yo que decidimos descansar. He estado
también en Llerena. No puedes figurarte la excelente impresión que produce aquella
agrupación. Todo Llerena puede decirse que es nuestro.
Había pensado en principio ir a ésa para la concentración del domingo, y así
aprovechar también la ocasión para hablar con vosotros. Pero no sé todavía si me decidiré.
No puedo faltar de Madrid a lo sumo más que dos días. Tendría que salir de Madrid el
sábado por la mañana para llegar a ésa a las once y media de la noche. Y tendría que salir
de ésa el lunes por la mañana para llegar aquí por la noche. Y como ya va uno teniendo
bastantes años, esto resulta demasiado trajín. En caso de que me decidiera, ya te
telefonearía. Nada más por hoy. Muchos recuerdos a Olga de nosotros y besos para las
niñas. Un fuerte abrazo.
Juan. Rubricado.”

1.3. Fosco: “El heroísmo y la tragedia del proletariado español”.


Bolletino d’Informazione. Editado por los Bolcheviques-leninistas
italianos adheridos a la IV Internacional, París, 1 de agosto de 1936
Barcelona, 26 de julio de 1936.
A los camaradas bolcheviques de París.
El heroísmo y la tragedia del proletariado español.
Queridos camaradas: Os escribo esta breve información sobre el Comité
Internacional de Refugiados Antifascistas, que se ha transformado en una organización
armada, del que yo mismo soy el delegado general, y sobre la insurrección armada de los
trabajadores españoles. La contraofensiva armada con la decisión de la huelga general de
la clase obrera contra el complot militar-fascista ha sido realmente grande y enérgica. En
pocas horas todo un pueblo se ha levantado en armas para defenderse contra la amenaza
contrarrevolucionaria. En el momento en que os escribo, no sólo continua el armamento de
la clase trabajadora, sino que se ha pasado a la formación de las milicias obreras, a las que
los partidos oportunistas, comunista y socialista, intentan dar sólo un carácter antifascista.

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

La lucha armada comenzó el pasado domingo. Ya circulaban rumores sobre el complot


militar-fascista, y ha sido el asesinato del jefe fascista Sotelo lo que ha precipitado los
acontecimientos. La responsabilidad del gobierno Azaña y de los partidos del frente
popular son enormes. A pesar de la complicidad del gobierno de frente popular y el freno
de la política contrarrevolucionaria de los partidos socialista y comunista, etc., el
proletariado español ha demostrado tener una aguda conciencia revolucionaria. El
heroísmo de estos trabajadores al pasar al contraataque, al construir barricadas, blindados,
y al batirse en las filas de la milicia proletaria, es verdaderamente formidable. El heroísmo,
el valor y su conciencia revolucionaria son los elementos esenciales, que deben servir para
constituir el partido que nos falta y que es necesario para asegurar la victoria de la
revolución. A falta de un partido capaz de tomar la dirección de la revolución, a pesar de
una situación favorable excepcional, el momento actual para los trabajadores es trágico.
La situación puede caracterizarse como revolucionaria y de dualidad de poderes. Con un
partido revolucionario, la consigna de un gobierno socialista-comunista de experiencia
kerenskista sería capaz de preparar la agitación con vistas a la otra consigna: la tierra para
los campesinos, control obrero en la industria, banca, etc., de una constituyente
revolucionaria, sobre la base de las consignas que estarían al día, esto es: todo el poder a
las alianzas obreras, para transformarlas en soviets, e instauración de la dictadura del
proletariado.
Sólo de este modo se resolverían los problemas de la revolución democrática, para
pasar luego a la revolución socialista española en la perspectiva de la revolución
internacional.
La lucha por el reparto de la tierra ya ha empezado, así como la ocupación de
algunas fábricas; y es cierto que a la vuelta al trabajo (que será la próxima semana) se
realizará el control obrero sobre la industria. Ya se ha aprobado la ley de la semana de 40
horas, con un aumento del salario del 15 por ciento. La lucha por la conquista del poder es
una cuestión de vida o muerte, pero dado que falta el factor principal: el partido, es aún
una cuestión pendiente. Por esta razón creo que la salida de un periódico bolchevique-
leninista, bajo la dirección de la IV Internacional, y con la colaboración del camarada
Trotsky, sería un factor fundamental para dar al movimiento revolucionario una fisonomía
que le falta. Por el contrario los partidos de la segunda y tercera Internacionales trabajan
por una segunda edición del frente popular que en la actual situación significaría la lucha
armada contra los trabajadores, por cuenta de la burguesía. Por otra parte, la política de los
anarquistas, que representan una fuerza armada importante, dada su política que es una
verdadera gimnasia revolucionaria, puede provocar un conflicto armado entre las
organizaciones obreras. La situación es interesantísima. Pero en cuanto a las perspectivas
de la marcha y el ritmo de la revolución se asiste a la mayor confusión. El mismo hecho de
que los partidos socialista y comunista preparen aún un compromiso con la burguesía, a
pesar de que la clase obrera está armada, prueba que estos partidos no sólo no tienen un
proyecto revolucionario, sino que intentan salvar al capitalismo español de los golpes del
proletariado [...].
Nuestro grupo b.l. en Barcelona se bate en primera línea por los principios del
marxismo revolucionario internacionalista, bajo la bandera de la IV Internacional. Nuestro
trabajo se hace de acuerdo con nuestros principios que son los de la IV Internacional. Por
lo tanto nuestro grupo, no sólo acepta la crítica del Secretariado Internacional de la LCI,
sino también sus decisiones.
En espera de vuestra respuesta. Saludos bolcheviques.
FOSCO

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

1.4. Fosco: “Carta a Trotsky (Barcelona, 4 de agosto de 1936)”


Grupo bolchevique-leninista de Barcelona, adherido a la 4º Internacional.
Barcelona, 4 de agosto de 1936.
Al camarada Trotski.
Querido camarada Trotski:
Le escribo dos palabras para pedirle escritos sobre la revolución española.
En la presente situación española e internacional, su intervención en la revolución
jugará un papel decisivo, para su curso internacional. El camarada Andrés Nin me ha
asegurado la publicación de sus artículos en el órgano central del POUM La Batalla, que
se ha transformado en diario. Los camaradas de la antigua izquierda comunista, Nin,
Molins, etc... dan una importancia de primer orden a su intervención directa en la
revolución española. Como puede ver, yo mismo he escrito al Secretariado Internacional, y
espero su respuesta.
Esperando su confirmación a estas proposiciones, reciba nuestros saludos
bolchevique-leninistas.
Por el grupo bolchevique-leninista de Barcelona. [Firmado: Fosco].
Esta es nuestra dirección, que es nuestro cuartel militar:
Fosco - Hotel Falcón - Rambla Santa Mónica - Barcelona.

1.5. Fosco: “La revolución española, esperanza del proletariado


mundial”. La Batalla, nº 2. Barcelona, 4 de agosto de 1936
La revolución española es un hecho grandioso que jugará un papel de primer orden
para el curso de la revolución mundial.
[...] El proletariado, organizado en partido revolucionario, al frente de todo el
pueblo trabajador español, es la única clase revolucionaria con capacidad para resolver los
problemas de la revolución democrática y llegar a la revolución socialista.
El fusil en la mano de los obreros y los campesinos, la constitución de las milicias
obreras bien disciplinadas, el Ejército Rojo del proletariado, el crecimiento de las alianzas
obreras, serán la garantía de la victoria. Pero para asegurar la marcha y el ritmo de la
revolución socialista, el proletariado español debe hallar en la clase obrera internacional, la
misma solidaridad y ayuda material que halló la revolución rusa dirigida por el partido
bolchevique de Lenin y Trotski.
Sin el partido revolucionario capaz de conducir el proletariado en su lucha por la
conquista del Poder, para la constitución de un Gobierno obrero, la victoria no es posible.
La burguesía, aún contando con el Frente Popular, no sólo ha demostrado su
incapacidad para resolver los problemas de la revolución democrática, sino que está bien
comprobada su complicidad en la insurrección del militarismo fascista al haber dejado
organizar el complot de estos asesinos contra el pueblo trabajador. Y no se trata de un
error, no, no es más que la continuación del camino empezado con la proclamación de la
República en 1931.
Únicamente, gracias a la intervención decidida de la clase trabajadora y de los
campesinos pobres, en armas para la defensa de sus intereses y de las libertades
democráticas, contra el militarismo fascista, ha podido aplastar la tentativa
contrarrevolucionaria.
El proletariado es la única clase revolucionaria de nuestra época: la época del
imperialismo, de la putrefacción del capitalismo, o sea de las guerras imperialistas y de las
revoluciones proletarias.

40
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

La revolución española [...], después de una serie de derrotas debidas a las


traiciones de la Segunda y Tercera Internacionales, ha abierto nuevamente el camino hacia
la ofensiva proletaria y de la revolución internacional.
El dilema de la revolución española no se plantea entre fascismo o democracia,
sino entre capitalismo y socialismo. No hay otra alternativa. [...]
Es preciso plantear al pueblo trabajador el problema de la toma del Poder. Nos
hallamos ante una situación revolucionaria y de dualidad de poderes. Únicamente un
gobierno obrero elegido democráticamente por asambleas de las Alianza Obreras
revolucionarias, que han de ser los verdaderos órganos del Poder, sobre la base de los
Comités obreros, milicianos y campesinos, puede defender las conquistas democráticas de
la revolución y asegurar el camino hacia adelante de la revolución socialista, para ir a la
constitución de una sociedad sin clase y sin Estado.
Los peligros de la contrarrevolución no han desaparecido aún. Los barcos de
Mussolini se hallan ante Barcelona, constituyendo una amenaza fascista contra la
revolución.
Y las potencias democráticas, ¿qué hacen? ¿Es que existe el peligro de una
intervención de los países fascistas contra la revolución?
Estos son los peligros que debe vigilar el proletariado mundial para ayudar la
revolución del proletariado español. Al mismo tiempo los trabajadores deben saber qué
piensa hacer la URSS, para la defensa de la revolución española.
Es cierto que los peligros de guerra imperialista pueden aumentar y disminuir: por
de pronto esto depende, únicamente, de la victoria de la revolución española.
Es preciso hacer comprender a todas las clases laboriosas del mundo, que luchar
para la defensa de la revolución española, equivale a luchar contra el fascismo, la guerra y
la unión sagrada y por la verdadera defensa revolucionaria de la URSS.
La consigna del momento debe consistir, cueste lo que cueste, [en] el
mantenimiento de las milicias obreras y la constitución de las alianzas obreras, de
campesinos y milicianos en todo el país, luchar por la unidad sindical y por la formación
del verdadero guía de la revolución sobre la base de la unidad revolucionaria del
proletariado. Esta labor corresponde al POUM, único partido revolucionario.
La lucha por la unidad revolucionaria de la clase obrera española, sobre la base del
marxismo revolucionario internacionalista es inseparable de la unidad revolucionaria
internacional.
La lucha por la dirección única revolucionaria mundial, o sea para la nueva
internacional, debe pasar a primer plano. La victoria del proletariado español es la victoria
del proletariado mundial.
FOSCO

1.6. Trotsky, León: “Carta a Fosco y Rous (Kristiansa, Noruega, 16 de


agosto de 1936)”39
Queridos camaradas:
He recibido vuestro inesperado telegrama. Desgraciadamente, puede ser
interpretado ahora aquí como una prueba de mi “participación directa en los asuntos

39
Tanto la carta dirigida a Fosco como la nota dirigida a Rous, no llegaron jamás a sus destinatarios. La
carta cayó en manos de los servicios secretos italianos en España, y fue hallada muchos años después por
el historiador italiano Paolo Spriano en los archivos de la OVRA.

41
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

españoles”, cuando se trata (en lo que puedo entender) de la posibilidad de obtener un


visado para entrar en Barcelona. No necesito deciros lo feliz que me haría. ¿Es posible?
[...] Como bien comprenderéis no puedo dar consejos desde aquí: se trata ahora de
una lucha armada, la situación cambia a diario, mis informaciones están a nivel de cero. Se
habla de la “desaparición” de Maurín. ¿Qué significa eso? Espero que no haya muerto. En
cuanto a Nin, Andrade y los demás, sería criminal dejarse guiar, ahora en la gran batalla,
por reminiscencias del período precedente. Si hay divergencias de programa o de métodos,
incluso tras la experiencia realizada, estas divergencias no deben impedir de ninguna
manera un acercamiento sincero y permanente. La experiencia ulterior hará el resto. En
cuanto a mí, personalmente, estaría totalmente dispuesto a colaborar en La Batalla, aunque
fuera como un simple observador lejano.
La cuestión que más me preocupa es la que concierne a las relaciones entre el
POUM y los sindicalistas. Me parece que sería extremadamente peligroso dejarse llevar
exclusivamente, o incluso sobre todo por consideraciones de doctrina. Es necesario, cueste
lo que cueste, acercarse a los sindicalistas, pese a todos sus prejuicios. Hay que vencer al
enemigo común. Hay que ganar la confianza de los mejores sindicalistas en la lucha. Estas
consideraciones pueden pareceros banales y me disculpo por adelantado: no conozco
suficientemente la situación como para dar consejos concretos. Sólo quiero subrayar que
antes de Octubre hicimos todo para actuar unidos a los anarquistas de pura sangre. [...] por
mi parte, os prometo mi más sincera voluntad de mutua comprensión con los camaradas en
lucha pese a todas las divergencias posibles. Sería una vergonzosa mezquindad mirar al
pasado cuando el presente y el porvenir abren la vía para la lucha común. [...]
Mis más calurosos saludos para todos los amigos, y también y sobre todo, para
aquellos que crean tener motivos para estar descontentos conmigo.
Saludos. L[eón] Tr[otsky]

[Nota para Rous:


Adjunto una carta que puede (si lo cree oportuno) enseñar a Nin y a los demás. Lo que
digo en la carta no es sólo diplomático: es necesario de nuevo unir la flexibilidad a la
firmeza. Me siento con los brazos y las piernas atadas...]

1.7. “El camarada Jaime Fernández logra escapar del Alcázar


toledano”. POUM, nº 2. Madrid, 28 de agosto de 1936
Desde que estalló la insurrección militar fascista y, sobre todo, desde que supimos
que los elementos facciosos de Toledo se habían refugiado en el Alcázar con los soldados,
una de las preocupaciones de todos los camaradas de Madrid fue la suerte que hubiera
podido correr nuestro querido camarada Jaime Fernández, que se encontraba de guarnición
en Toledo al surgir la insurrección.
Jaime Fernández, procedente del partido comunista, ingresó en nuestra
organización hace cuatro años. Es uno de los camaradas más entusiastas y queridos por
todos. Nosotros sabíamos muy bien que no dejaría de cumplir con sus deberes
revolucionarios en las actuales circunstancias.
Con alegría pudimos abrazarle el lunes. Vino en compañía de otros dos soldados de
su regimiento. Jaime ha logrado escaparse del encierro del Alcázar, después de una serie
de días de estudiar todas las posibilidades de huida, cosa nada fácil, puesto que los
oficiales se han convertido en diligentes vigilantes de los soldados. La audacia y la
decisión son suficientes para hacer frente a todos los obstáculos que puedan encontrarse en
el camino.

42
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

Jaime nos ha relatado cosas interesantísimas sobre lo que sucedió en el interior del
Alcázar. Hay actualmente en su interior unos cien soldados, seiscientos guardias civiles,
doscientos paisanos falangistas y unos doscientos oficiales. Cadetes no hay más que unos
ocho, pues los demás se encuentran en vacaciones. Además, hay dentro también
numerosos niños y mujeres.
El estado de desmoralización de los sitiados es absoluto.
Los soldados no piensan más que en una posibilidad para huir, dado que nada
pueden hacer dentro por las condiciones de inferioridad numérica en que se encuentran.
Los propios guardias civiles no piensan más que en rendirse; pero los oficiales, pistola en
mano, les impiden, incluso, hablar de ello. Se esfuerzan por mantener su moral mediante la
divulgación de bulos sobre la situación en el resto de España.
El espectáculo que ofrecen las mujeres y niños es algo verdaderamente dantesco.
Su estado de debilidad pone espanto en el alma más endurecida. Les falta por completo la
alimentación. El lanzamiento de las bombas por los aeroplanos aterroriza a todos los
refugiados en el Alcázar, que corren despavoridos a refugiarse en los sótanos. La
alimentación consiste en dos pequeñísimos trozos de carne de caballo, y en un puñado de
trigo tostado, de lo que ya quedan pocas existencias. Para aplacar la sed se les da para todo
el día una pequeña cantimplora de agua. Del estado de desesperación a que conduce la
situación en que se encuentran los sitiados es una prueba que hace dos días se suicidaron
dos guardias civiles. Para levantar un poco el decaído espíritu de todos, días pasados los
falangistas que se encuentran dentro organizaron una función de teatro, representando un
sainete. Aquella función revistió todos los caracteres de un acto funerario.
Después nos ha hablado Jaime también del excelente espíritu combativo de la clase
obrera toledana. Todavía estaban él y los que le acompañaron en la fuga emocionados del
recibimiento que les tributaron los trabajadores de Toledo.
Nuestro camarada se ha limitado a pasar unas horas en Madrid. Inmediatamente ha
vuelto a Toledo para luchar, juntamente con las milicias, en la toma del Alcázar y dar
informes precisos que puedan servir para llevar a cabo esta operación.
No queremos cerrar estas líneas sin formular una protesta. Nuestro camarada, en
unión de los demás soldados que se fugaron con él, trasladados fueron a Madrid para que
declarasen ante las autoridades militares, y estas conocieran informes sobre la situación en
el interior del Alcázar. La cosa no podía ser más lógica, es decir, se explica que el Estado
Mayor quisiera conocer detalles. Pero lo que ya no es tan lógico, ni humano, ni justo es
que a nuestro camarada y a sus compañeros de fatiga se les tuviera, primero, unas cuantas
horas en los calabozos de la Dirección General de Seguridad y después, otras cuantas
también, en las Escuelas de San Antón, en compañía de fascistas. Nuestra enérgica
intervención logró que fueran puestos en libertad; pero tuvieron que sufrir todas esas
molestias que hubieran podido evitarse, sobre todo teniendo en cuenta el estado de
agotamiento en que se encontraban.

1.8. “El escritor francés Benjamín Péret se incorpora a nuestras


milicias”. POUM, Nº 2. Madrid, 28 de agosto de 1936
Nuestro querido órgano central La Batalla publica el siguiente suelto, que
reproducimos como ejemplo: “Esta madrugada nos ha visitado en nuestra redacción el
escritor francés Benjamín Péret. Péret, poeta y revolucionario, ha llegado a España para
luchar contra las huestes fascistas. Su nombre, bien conocido de todos los seguidores de la
literatura revolucionaria de nuevas fórmulas, será un nombre francés que se incorporará en
las filas del POUM. Porque Péret, marxista consecuente, ha querido inscribirse en nuestras

43
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

filas por creer que era el partido que más fielmente representaba el sentir de la masa
revolucionaria española.
-“Vengo -nos ha dicho- a luchar como un combatiente más entre vosotros. Pondré
mis conocimientos de artillería, pues en la guerra europea serví en esta arma, al servicio de
la revolución”.
Así es como se sirve al proletariado: con la pluma en la mano, en tiempo tranquilo,
y con el arma, en los momentos necesarios.

1.9. “Nos morts” [“Nuestros muertos”]. Service d’information et de


presse. Editado por el Secretariado Internacional de la Cuarta
Internacional, nº 8. París, 13 de septiembre de 1936
En el frente de Zaragoza ha caído en la lucha por la revolución española contra los
fascistas muestro camarada marsellés Robert de Fauconnet, militante del partido obrero
internacionalista (BL), de 22 años. Robert poseía una elevada cultura proletaria y fue un
camarada responsable. Ha encontrado la muerte en el transcurso de una operación militar
peligrosa consistente en abrir ante Huesca una importante carretera, operación ejecutada
con una precisión perfecta por 50 voluntarios, entre los cuales Robert, jefe de columna40.
El 7 de septiembre se efectuó su entierro. Una sección de milicias de infantería del POUM
y una escuadra de la caballería roja del POUM le rindieron los últimos honores,
acompañados por una banda de música del POUM. Una inmensa multitud de trabajadores
se había reunido; ante el féretro el camarada Rous del BP del POI francés habló
emocionado del sentido político de este sacrificio, y el camarada Bonet del Comité
Ejecutivo del POUM le dio el último saludo de su partido41.
En el frente de Irún ha caído, muerto por un obús, uno de los jóvenes militantes de
la sección belga de la IV Internacional, René Pasque de Bruselas, como simple soldado de
la Revolución, “aguantando” su posición hasta el fin bajo el bombardeo masivo de los
rebeldes.
Saludamos aquí la memoria de estos jóvenes militantes que, al lado de otras
decenas de bolcheviques-leninistas de Francia, Bélgica, Italia, etc..., y al lado de millares
de trabajadores y campesinos españoles, han sacrificado su vida no por defender la
República burguesa, sino por conseguir el triunfo en España de la Revolución proletaria.

40
La Columna Internacional Lenin del POUM estaba constituida por unos cincuenta milicianos extranjeros,
de los cuales unos treinta eran bordiguistas y unos veinte trosquistas. El capitán italiano Enrico Russo
(bordiguista) era el mando militar y Robert ostentaba el cargo de comisario político. La columna había sido
organizada por Fosco en colaboración con Robert y Russo, y se encuadraba dentro de las milicias del
POUM en el frente de Huesca. Para ampliar la información sobre el tema, cfr.: GUILLAMON, Agustín:
“Los bordiguistas en la guerra civil española”. Balance, serie de estuidos e investigaciones, número 1.
Barcelona, noviembre de 1993 [Apartado 22.010 - 08080 Barcelona].
41
Sobre los incidentes producidos durante el entierro de Robert de Fauconnet, cfr. BREA, Juan, LOW,
Mary: Red Spanish Notebook. The First Six Months of the Revolution and the Civil War. Martin Secker and
Warburg Ltd., London 1937.

44
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

1.10. Moulin: “El POUM se convierte en partido gubernamental”.


Sercie d’information et de presse pour la Quatrième Internationale, nº
12. París, 21 de octubre de 1936
Hace unas semanas, un artículo del SIP [Service d’Information et de Presse]
constataba que el POUM no ha dejado de ser un partido centrista y el ala izquierda del
Frente Popular, que preconizaba una política de unión sagrada con la burguesía
“antifascista”. En este momento, este juicio parecería muy severo a algunos camaradas
bolcheviques-leninistas del POUM. En efecto, estas líneas fueron escritas en un período
relativamente izquierdista del POUM y podía pensarse que la dirección evolucionaría
hacia posiciones leninistas. Sin embargo, no sucedió nada de esto. Hoy desgraciadamente
los hechos confirman totalmente la apreciación hecha hace algunas semanas. El POUM ha
entrado en el Gobierno de la Generalidad de Cataluña en la persona de Andrés Nin, en
calidad de ministro de justicia. ¿Para administrar la justicia burguesa o la proletaria? Según
La Batalla (artículo sobre la “necesidad de formar un gobierno o consejo en conformidad
con las necesidades revolucionarias del momento actual”) del 17 de septiembre, el
gobierno actual tiene la tarea de resolver la dualidad de poderes en Cataluña. ¿A favor de
qué clase? ¿Companys se ha decidido a gobernar y hacer gobernar en nombre del
proletariado? El poder ejecutivo del gobierno está concentrado en las manos de un ministro
de la Izquierda Catalana [ERC]: ¿es éste el poder ejecutivo del proletariado? ¿La
emancipación del proletariado ya no es obra del proletariado mismo, sino de la burguesía
antifascista? Nin ha llegado a ministro, pero no por decisión de un congreso de milicianos,
obreros y campesinos, ni después de una insurrección obrera victoriosa. Ha llegado gracias
a los pactos hechos en la antecámara de la Generalidad burguesa de Cataluña.
Desgraciadamente, la resolución unánime del CC del POUM ha sido el único
documento público de esta importante reunión. En su aislamiento es, dada la falta de toda
preparación y de toda motivación política seria, la más abrumadora expresión del
centrismo, que se ha introducido definitivamente en la dirección del partido. En lugar de
enfrentarse a los diferentes problemas que plantea la revolución, la resolución se centra en
un solo tema: la justificación de la participación en el próximo gobierno de Cataluña. ¿Por
qué se ha esperado tanto en adoptar esta actitud liquidadora? ¿Por qué se rechazó tan
netamente la participación en el gobierno de Casanovas? ¿Qué ha cambiado?
Absolutamente nada, excepto que se quiera fundar en el cambio de postura igualmente
reformista de los anarquistas.
Las excusas invocadas para este abandono versan sobre muchos puntos. Ante todo
se subraya el “carácter popular de las organizaciones pequeñoburguesas en Cataluña”. ¿De
quién se están burlando? Sólo esta “constatación” basta para hacer al POUM digno de su
aliado francés, M. Pivert (las actuales divergencias con Marceau Pivert son simplemente
expresión de las divergencias reales entre el Frente Popular francés y el Frente Popular
español). ¿El partido de Companys no sería ya un partido reaccionario? La Batalla que
caracterizó al gobierno Caballero como un gobierno contrarrevolucionario (Madrid está
lejos... y los gobiernos de Madrid nunca han sido muy estimados por el “pueblo” catalán),
la propia Batalla da el título de representante “popular” a Companys, que capituló sin un
combate serio el 6 de octubre de 1934, en lugar de dar las armas a los obreros y
campesinos que las estaban pidiendo, que negó igualmente las armas al proletariado
alertado, horas antes de la insurrección fascista del 18 de julio, responsable pues de la
mayoría de los muertos de las tres gloriosas jornadas de Barcelona, al hombre que
proclamó recientemente que en Cataluña no existe un problema de la tierra, al hombre que
en realidad no representa a la pequeña burguesía, sino más bien al gran capital, en cuyo
nombre frena continuamente la marcha de la revolución, saboteando el control de las
colectivizaciones, protegiendo la banca, encargándose de reconstruir el ejército y la policía.

45
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

[...] Nuestros pequeñoburgueses no son comparables a los demás, dicen nuestros


revolucionarios autónomos de la dirección del POUM. Los centristas y reformistas de cada
país subrayan siempre el carácter excepcional, popular, de las organizaciones burguesas de
izquierda de su respectivo país. ¿Acaso el movimiento radical en Francia no es
socialprogresivo, laico; su base no es el pequeño campesinado, dirigido por fuerzas
intelectuales progresistas de provincias? ¿Qué diferencia existe entre la colaboración con
Herriot o con Companys?
[...] En La Batalla se constata que la revolución asume cada día un carácter más
proletario. Si la revolución avanza por qué se acepta un programa manifiestamente en
retroceso con relación al programa de hace seis semanas? [...]
Antes de la formación del nuevo gobierno, La Batalla pedía que éste, para ser
digno de la participación del POUM, afirmase su voluntad de “traducir en legalidad
revolucionaria la iniciativa de las masas favorable a la revolución socialista”. Hoy, el
POUM entra en un gobierno que no se propone, aparte de terminar la guerra “rápida y
victoriosamente” con la creación de “milicias obligatorias”, más que “la reconstrucción
económica del país”, allí donde el Consejo de Economía había pedido incluso la
“colectivización de nuestra economía”. En su momento, ya habíamos criticado la
participación del POUM en el Consejo de Economía, advirtiendo que, pese a la apariencia
revolucionaria de su programa, no servía más que para canalizar, es decir, para romper la
oleada revolucionaria. Una vez más la marcha de los acontecimientos nos ha dado la razón.
Apenas apaciguada la primera oleada revolucionaria, los “dirigentes” obreros renuncian a
los puntos esenciales del programa, prueba de que jamás lo han tomado en serio. [...]
Madrid, 27 septiembre 1936. Moulin

1.11. Nin, Andrés: “Carta a los BL de Barcelona (13-11-1936)”


Barcelona, 13 de noviembre de 1936.
A los camaradas JF [Jaime Fernández], AC [Adolfo Carlini], LG [Lionello Guido]
y otros.
Queridos camaradas:
En respuesta a vuestra carta del 30 de octubre, el CE subraya lo siguiente:
1. Podéis entrar al partido individualmente, pero no como grupo.
2. En la medida en que la pertenencia al POUM es incompatible con la afiliación a
cualquier otra organización política, debéis abandonar la organización “bolchevique-
leninista”.
3. Debéis declarar públicamente que os disociáis y que condenáis la campaña de
calumnias y difamaciones lanzada contra nuestro partido por la pretendida IV
Internacional.
4. Se da por supuesto que, conforme a las normas establecidas, renunciáis a todo
trabajo de fracción en el interior del partido.
Andrés Nin

1.12. “Rapport d’activité du groupe BL à Barcelonne, 12-12-1936


[Informe de actividad del grupo BL en Barcelona]”
Con la fusión de la Izquierda Comunista, Nin en cabeza, con el BOC, el
proletariado español se ha visto privado de su única guía revolucionaria capaz de señalar el
camino a través de los actuales conflictos sociales.

46
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

El gigantesto levantamiento de masas de julio se ha convertido en el centro de


atracción de los obreros de todos los países. Muchos militantes obreros, no contentándose
ya con las noticias de las agencias a sueldo de la reacción, se dirigen al país de la
revolución social para colaborar con las masas en armas. Entre ellos un cierto número de
militantes BL de diversos países han venido a traer su ayuda a la revolución española.
Los camaradas llegados a Barcelona han encontrado su organización en una
situación muy difícil. Entre el gran número de sindicatos y partidos obreros nuestra
tendencia política, como organización independiente, no existía.
Los camaradas que llegaban a España creían encontrar en el POUM una
organización más o menos cercana a su política. Pronto fue preciso cambiar de opinión. No
sólo el POUM no evolucionaba hacia posiciones revolucionarias, sino que por el contrario
acentuaba su oportunismo, que ha encontrado su culminación en la colaboración de clases.
Los camaradas BL llegan a Barcelona con una energía y una voluntad sin límites, y
bajo la influencia fortísima de la tensión política de las masas, ponían menos atención en el
problema de organizar un núcleo sólido, que en el de encontrarse cuanto antes en las
trincheras, con las armas en la mano. Era el momento en el que el POUM organiza su
columna internacional. Todos nuestros camaradas se inscriben en esta columna y parten
para el frente de Huesca hacia finales de agosto. Antes de su salida, los camaradas buscan
a algunos camaradas que permanezcan en la retaguardia manteniendo un enlace con el
frente y encargados de hacer un trabajo político. Pero, como ha sucedido a menudo en
parecidas ocasiones, son precisamente los mejores quienes se van al frente. En la
retaguardia se quedan un puñado de incapaces, oportunistas y aventureros.
[...] La columna tras cinco semanas en el frente, regresó a Barcelona con un
permiso de ocho días [...] incluso el responsable del SI había abandonado España. Debía ir
a París por ocho días y no ha regresado. Nos hemos encontrado sin organización y
completamente desorientados. [...].
Durante la estancia de la columna internacional en Barcelona se hablaba cada vez
más del decreto de militarización de las milicias, que ha sido publicado en la prensa de
Madrid, y que debía entrar en vigor el 20 de octubre. Nuestro grupo debía volver al frente
el 12. Naturalmente era necesario tomar una decisión al respecto. La columna fue
convocada en asamblea general un día antes de su salida, con una única cuestión en el
orden del día: el decreto de militarización. Los bordiguistas presentaron una moción en la
que declaraban que se retiraban de las milicias a causa de la amenaza de militarización, y
que continuarían trabajando en un terreno social. Fosco sometió a votación una resolución
que propugnaba la continuación de la lucha antifascista sin pedir nada más. Otra
resolución, presentada por Russo, preconizaba marchar al frente con la condición de poder
decidir nuestra posición en el caso de que el decreto fuera aplicado. Esta resolución fue
votada por nuestro grupo y obtuvo la mayoría de la columna (40 votos de un total de 60, de
los cuales 20 eran BL). La asamblea decidió enviar una delegación al CE del POUM y al
CC de Milicias Antifascistas para plantear las condiciones. El CE del POUM declaró:
1º El decreto no será aplicado en Cataluña.
2º Que eL POUM luchará contra ese decreto.
3º Que en el caso de que se aplicara seguramente no afectaría a los extranjeros.
Es necesario añadir que nuestros camaradas actuaban bajo la influencia de un
artículo aparecido en Solidaridad Obrera, que elogiaba a los combatientes extranjeros y
sugería la creación de una Legión democrática de extranjeros.
A continuación se acordó que nuestra columna retomaría sus antiguas posiciones,
es decir, que volvería al frente de Huesca.
El lunes 12 de octubre nuestra columna salió de Barcelona, cambiando de destino
durante el camino, en lugar de ir a Huesca llegamos a Alcubierre. Este cambio se debió a la

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

pérdida de Leciñena el domingo 11 de octubre. El mando confiaba en nuestra ayuda para


reconquistar la posición.
El POUM, olvidando todas sus promesas, publicó en La Batalla el martes, esto es,
al día siguiente de nuestra salida para el frente, el decreto que debía aplicarse en Cataluña
al mismo tiempo que en el resto de la España republicana, añadiendo que quienes quisieran
retirarse debían presentar su dimisión antes del 20 de octubre.
¿Cómo reaccionó la columna ante este hecho brutal? Ante todo rehusó tomar
posiciones en el frente, y una delegación se dirigió al comité militar de Alcubierre para
pedir explicaciones sobre nuestro caso. Pasaron algunos días sin recibir respuesta. Ante
esta situación, Russo redactó una carta pidiendo nuestro relevo. Cada uno era libre de
firmarla: la firmaron 24 de un total de 60. [...] Se decidió que el grupo [BL] firmaría la
carta y elaboraría una línea de conducta política una vez de regreso en Barcelona.
En Barcelona el CE del POUM convocó una reunión de los que habían regresado y
nos acusó de abandonar el frente. Naturalmente se discutió la cuestión. El camarada Russo
propuso al POUM que se nos permitiera permanecer en Barcelona al servicio político y
militar del POUM. Esperando la marcha ulterior de los acontecimientos y si la situación
era favorable para nuestra dignidad revolucionaria, volveríamos al frente. La proposición
fue rechazada.
Acto seguido nuestro grupo se reunió y decidió que todos los camaradas volverían
al frente, puesto que el mayor trabajo político esta allí, mientras que quienes pudieran
procurarse trabajo y no estuvieran capacitados políticamente trabajarían en la retaguardia.
[...] La situación del grupo BL barcelonés no ha cambiado por el momento.
Nuestro grupo esta compuesto ahora exclusivamente de camaradas extranjeros, que hace
poco que residen en el país, sin relaciones sólidas con la clase obrera, sin conocimientos
suficientes de la lengua y las costumbres de las masas, y encuentra dificultades enormes en
su trabajo político. Sin embargo, todas las esperanzas se resumen en una: la creación de un
partido revolucionario. No somos pesimistas, escribimos esto por afán de que podáis
haceros una imagen real de la situación.
El grupo, tomando en consideración su situación organizativa y previo examen de
la situación política, juzgó útil, explotando un ambiente político que le parecía favorable,
pedir la afiliación al POUM. Adjuntamos la carta con la que nos dirigimos al POUM, así
como la respuesta de Nin [doc. 1.11], en nombre del CE.
Se ha iniciado una animada discusión en el seno del grupo, y pese a los pocos que
somos, han surgido tres tendencias.
La mayoría [...] rehúsa incluso reconocerse como tendencia política. Ingresar en el
POUM en las condiciones planteadas, significa comprometer nuestra tendencia, algunas
secciones, e incluso a la Cuarta. Esta tendencia está de acuerdo en que los camaradas que
tengan la posibilidad de infiltrase en el POUM individualmente, sin someterse a las
condiciones [impuestas por el POUM a los BL], deben hacerlo. Se organizará con ellos el
trabajo del interior al mismo tiempo que el trabajo más importante en el exterior,
manteniendo la independencia de nuestra tendencia. Ambas actividades serán coordinadas.
Los camaradas conocidos es inútil que ingresen en el POUM. Su trabajo sería saboteado y
paralizado. Que sean ellos quienes organicen el trabajo exterior. Dado que la burocracia
del POUM impone su política a la base, y no consulta nunca al partido, incluso en las
cuestiones de mayor importancia, es muy difícil exponer nuestros puntos de vista en el
interior del partido. En las columnas del POUM en el frente la vida política es nula. Las
divergencias entre izquierda y derecha en la dirección del POUM son más aparentes que
reales, y aún no hemos podido constatar nunca su exposición. La mayoría cree que es
imposible conducir al POUM a posiciones revolucionarias. La gente que colabora con la
burguesía es difícilmente transformable en revolucionaria. Se trata sólo de hacer una

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

propaganda capaz de hacer avanzar a los obreros hacia nuestra tendencia y hacerles romper
con la dirección [del POUM].
Un[a] segunda tendencia [de los BL] niega cualquier posibilidad de trabajo útil en
el seno del POUM y quiere limitar nuestra acción a la única actividad exterior.
Por fin dos camaradas expresan su opinión [tercera tendencia BL] de orientarse
hacia una liquidación del grupo para centrar toda su actividad en el POUM.
El grupo consta actualmente de 23 miembros.
Por el grupo. Firmado el Comité
Barcelona, 12 de diciembre [de 1936]

1.13. “Objetivos y significado de nuestro movimiento”, Boletín editado


por el Grupo Bolchevique Leninista de España (IV Internacional), nº 1.
Barcelona, enero de 1937
Actualmente Europa es un atolladero gigantesco, maraña de clases e intereses,
donde las contradicciones del sistema capitalista, al fallar, durante los últimos años, la
salida progresiva de la revolución social, amagan continuamente estallar en explosiones de
guerra civil o guerra imperialista. La incompatibilidad entre la fuerza expansiva de la
producción capitalista, de una parte, y su propio sistema de distribución y limitación
nacional, de otra, arrojan como resultado la necesidad histórica de la socialización de la
economía la que a su vez comporta la revolución social. Hace ya años que en Europa se
encuentran las premisas fundamentales de una revolución, una economía ya senil, incapaz
de un desarrollo absoluto de conjunto del sistema actual, y una clase, el proletariado, que
sufre las principales consecuencias de la atrofia económica, y simultáneamente está
interesada en la socialización de la propiedad, tendencia con la que se identifican los
intereses generales de la civilización.
No ocurre lo mismo en el aspecto de las premisas ideológicas. El proletariado no
ha logrado hasta hoy dotarse de la organización de principios que resuelvan los
antagonismos entre capital y trabajo, con el aniquilamiento del factor capital. Las tentativas
que en este sentido representan las Internacionales II y III fracasaron, aunque por diversos
caminos, obedeciendo a idénticas causas. La multiplicidad de la sociedad capitalista, con
su gama proteica de clases y subclases, desde el banquero multimillonario hasta el
miserable lumpenproletariado, permite a la burguesía desplegar contra el proletariado todo
[el] enorme peso de sus ideas e intereses, ejercido por medio de la organización social
peculiar al capitalismo y con el auxilio activo de la aristocracia y la burocracia obrera.
[...] La salida progresiva, revolucionaria, que la vejez del capitalismo está
exigiendo, conviértese así en imposible por la vía de las dos Internacionales. De ahí que la
contrarrevolución bonapartista, militar o fascista, haya triunfado en numerosos países; de
ahí también que la espantosa amenaza de la guerra imperialista se aproxime por
momentos. Las convulsiones de Europa no pueden hallar más salida positiva que la
revolución; fracasada esta por la degeneración de las dos Internacionales; se resuelve
contrarrevolucionariamente, según las conveniencias de la burguesía, con la instauración
de dictaduras que aherrojan al proletariado y lanzando a unos pueblos contra otros por la
conquista de los mercados.
Formidable y rotunda demostración experimental de este breve análisis es la
revolución española. Coincidentes ya ambas Internacionales en la naturaleza de su
composición orgánica, se unifican también sobre el terreno de las ideas para bastardear
nuestra revolución social con un inútil movimiento democrático. Nuestro Frente Popular
tras haber dado a los reaccionarios cuantas facilidades necesitaron para sublevarse recoge

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

de nuevo el poder que sólo el heroísmo de las masas pudo salvar para encarrilarlo no por el
sendero de la revolución social sino por el de la democracia burguesa. Ahora bien la
insurrección fascista (insurrección de la burguesía) es la mejor prueba que el régimen
democrático es ya imposible. La burguesía no puede sostenerse sino mediante el fascismo;
el proletariado y la civilización exigen la revolución social. Los nuevos caballeros
demócratas, socialistas, stalinianos, facilitan los fines del fascismo impidiendo el triunfo de
la revolución social.
La necesidad histórica de la IV Internacional no necesita más comentarios. Por
fortuna, la dolorosa experiencia del proletariado mundial ya le permite reaccionar contra la
vil corrupción stalianiano-reformista. Europa se convertiría en un cementerio inmenso si
no fuera así. Sobre el marxismo revolucionario; las tesis y resoluciones de los primeros
cuatro congresos de la Internacional Comunista y la crítica de la burocracia y del Estado
soviético hechas por la antigua Oposición Comunista Internacional de Izquierda, se
asientan las bases teóricas de la IV Internacional. En casi todos los países nuestro
movimiento cuenta entre sus adeptos a los mejores militantes de la clase trabajadora.
Trabajamos luchando en tres frentes: contra la burguesía; la burocracia reformista y la
staliniana. Nuestras dificultades son incontables; pero sabremos vencerlas y triunfaremos,
porque el caos europeo no tiene otra salida que la revolución social y nosotros somos la
única organización internacional con una política revolucionaria intransigente.
No pretendemos crear la IV Internacional en un comicio o una simple declaración
de existencia. Sabemos que sólo el progreso de la lucha revolucionaria puede dar origen a
un movimiento internacional de masas, pero a diferencia de las otras organizaciones que se
pronuncian por una nueva internacional en abstracto, creemos que los grupos
revolucionarios nacionales deben constituir de antemano partes diferentes de una sola
organización internacional. Sólo una crítica mutua y la elaboración de principios partiendo
de la realidad mundial pueden arrojar una justa política nacional y dar a los cuadros de la
IV Internacional la cohesión y firmeza del organismo de la revolución mundial.
En España nuestro movimiento es muy débil, por diversas causas que no podemos
enumerar aquí. No obstante, estamos seguros de que la cruenta guerra civil, elevando la
conciencia de las masas, atraerá a nuestro seno a los militantes más abnegados del
movimiento obrero. Hemos tratado de trabajar en el seno del POUM como fracción de
extrema izquierda, pero se nos han cerrado las puertas exigiéndonos declaraciones que
ningún revolucionario puede hacer. No obstante, declaramos públicamente que estamos
dispuestos a trabajar en el seno del POUM siempre que se nos reconozca el derecho de
fracción. Cuando se trata de un partido como el POUM, cuya política tiene tantos vacíos y
puntos oscuros, las fracciones no sólo son inevitables sino necesarias. Al ingresar nuestro
grupo contribuiría con sus ideas a la polémica ideológica, sin atravesar por la cual, el
POUM no sería nunca más que un partido centrista completamente inservible para la
revolución.
Nos vemos obligados a trabajar en el exterior, pero fieles a nuestro criterio,
trataremos de introducir entre los militantes más avanzados del POUM nuestra orientación
y principios bolcheviques. Su espíritu revolucionario sólo requiere un fuerte núcleo
ideológico para convertirlos en vanguardia de la revolución. La dirección del POUM,
cerrando el paso a las fracciones, a la lucha ideológica, se condena de antemano al
raquitismo y a la desintegración si llegase un período de ilegalidad.

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

1.14. G. M. [Munis]: “¿Crisis de la Generalidad o crisis nacional?”.


Boletín editado por el Grupo Bolchevique Leninista de España (IV
Internacional), nº 1. Barcelona, enero de 1937
Ninguna organización ha explicado la verdadera significación y alcance de la crisis
del gobierno de la Generalidad; ni el POUM, elemento expulsado.
No hay tal crisis en tanto que acontecimiento aislado, con causas específicamente
catalanas. Numerosas medidas y acontecimientos, anteriores y posteriores a la crisis,
permiten probar documentalmente que nos hallamos en presencia de la primera embestida
de la burguesía nacional e internacional contra la revolución social y el proletariado en
armas, amenaza intranquilizadora para los explotadores de todos los países.
La crisis del Gobierno de Cataluña, cuyo objetivo inmediato era la exclusión del
POUM, fue una medida más de la serie iniciada con la constitución del gobierno Largo
Caballero. Los inspiradores de estas medidas, partido socialista y staliniano, se proponen
desviar nuestra guerra civil por el cauce imperialista y sojuzgar el espíritu revolucionario
de las masas, constriñéndolas a la democracia burguesa.
Puede decirse que los atentados gubernamentales contra la revolución social
empezaron el mismo 19 de julio, pero no adquieren estado organizado ni practicabilidad
hasta que el poder recayó en los líderes socialistas y stalinianos. Al principio, el triunfo del
proletariado en armas y sus iniciativas rudimentarias, pero certeras, inhabilitaron
totalmente a los gobiernos de Frente Popular, responsables directos y exclusivos de la
sublevación fascista. No eran más que remedos de gobiernos. El Poder efectivo en todos
sus aspectos (político, judicial, militar, económico) encontrábase diseminado entre todo el
proletariado español. Cada organización política o sindical, cada comité obrero, poseía un
poco de poder, que ejercía sin el control de la alta dirección y frecuentemente contra ella.
Entonces los stalinianos no osaban hablar de la patria ni del ejército regular republicano,
pero secundados por los socialistas, preparaban internacionalmente el terreno, mientras
dedicaban sus cuidados a salvar la propiedad, la banca, el parlamento, la burocracia
burguesa y los escombros del viejo ejército nacional. Todas las formas capitalistas se
mantienen en pie gracias a los esfuerzos de socialistas y stalinianos. La colectivización de
la industria catalana tiene, por un parte, caracteres de cooperativismo sindical y por otra
queda completamente anulada por la banca, que conserva toda su libertad, y por el carácter
pequeño-burgués del Poder político.
Mientras transcurría el tiempo, produciendo derrotas la desorganización de las
milicias, y agravando el problema de los abastecimientos el caos de la economía, el
gobierno preparaba el trampolín de la “defensa de la República” y procuraba congraciarse
a toda costa con los gobiernos de Francia, Inglaterra y Rusia. Estos, iniciadores de la no
intervención, se mantuvieron neutrales, favoreciendo así a Franco [ilegible] si las masas
reventarían o no el cinturón democrático social-staliniano.
Hasta que se constituye el famoso “gobierno de la victoria”. La historia conoce
pocos chantajes políticos tan monstruosos como este. Con una situación totalmente
revolucionaria, el proletariado en armas, las fábricas y talleres en poder de los obreros, las
tierras en el de los campesinos, la justicia ejerciéndose por mano y decisión de los
trabajadores, y con una situación social en Europa fácilmente precipitable hacia la
revolución, el “gobierno de la victoria” llega al mundo con el propósito de cortar el
desarrollo de la revolución, salvar a la burguesía que desaparecía de la escena española y
dar a Francia, Inglaterra y Rusia, la seguridad de que pueden aliarse con un gobierno que
no tiene nada de bolchevique.

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

Las milicias, de fundación y espíritu proletarios, son una institución poco simpática
a la asustadiza burguesía de Francia e Inglaterra y el mayor peligro para la burguesía
nacional. Uno de los primeros decretos del gobierno Caballero fue para tranquilizarla,
promulgando la militarización de aquellas. No milicianos rojos, sino soldados de la
República. La creación de esos tribunales “populares”, presididos por abogados y juzgando
con arreglo a leyes elaboradas para servicio de la burguesía; el reforzamiento de los
cuerpos armados de fundación burguesa; la disolución del Comité Central de las milicias
de Cataluña, y la campaña por el ejército regular, el mando único y contra los comités, son
otros tantos procedimientos para conquistar a aquellos países demostrando que el gobierno
es bastante fuerte para impedir el triunfo de la revolución social. El órgano del stalinismo
catalán lo confiesa en su número del 10 de enero, diciendo: “Hay que demostrar a los
estados no fascistas que somos capaces de resolver democráticamente los problemas del
futuro”.
Poco después, el comadreo de la S[ociedad] de N[aciones] sirvió a Alvarez del
Vayo para persuadir a los imperialismos democráticos de que el aspecto civil de nuestra
guerra es sólo una apariencia encubridora de un complot italo-alemán contra la hegemonía
mediterránea anglo-francesa. Los propios ministros se dedicaron a propalar por España
esta versión de la guerra. No es, según ellos, los intereses revolucionarios de una clase lo
que se ventila, sino “la paz de Europa”; es decir el dominio de unos u otros imperialismos.
A decir verdad, Francia, Inglaterra y la propia Rusia, no anhelan sino ver convertidos en
realidad los propósitos republicanos de nuestros gobernantes. La burguesía española se
salvaría y con ella el dominio colonial de los citados países sobre España.
Sin duda, Francia e Inglaterra temen las consecuencias militares y económicas del
triunfo de Franco. Jamás habría existido la no intervención si el dilema: fascismo o
democracia, fuera una realidad social en lugar de un señuelo traidor. Pero situadas ante una
revolución de tipo socialista Francia e Inglaterra sólo podrían adoptar una posición de
clase, favoreciendo a los fascistas mientras animaban la traición de socialistas y
stalianianos. En el citado número de “Treball” confiesan estos que el retraimiento de “las
democracias” obedece fundamentalmente “a ciertas actitudes observadas en España”.
Estas actitudes no son otras que las medidas revolucionarias tomadas por las masas. De
aquí que los stalinianos y socialistas, obedientes a los mandatos de la burguesía europea,
recurran a toda clase de vilezas para desacreditar a los revolucionarios, y emprender la
reorganización de la sociedad burguesa mediante la campaña contra los comités, los
elementos incontrolados (la burguesía ha llamado siempre así a los revolucionarios), la
creación del ejército regular republicano y el mando único.
En esta obra, Rusia ha desempeñado una parte preponderante y decisiva para el
rumbo de los acontecimientos. Su solidaridad activa con el proletariado y la revolución
social española, habría decidido rápidamente la guerra en nuestro favor y abierto quizá las
puertas a la revolución europea. Pero en Rusia el Estado ha sido monopolizado por una
casta burocrática que no sobreviviría mucho tiempo a una revolución social triunfante en
cualquier país. El fascismo por la derecha y el proletariado por la izquierda amenazan sus
privilegios, obligándola a combatir en los dos sentidos, traicionando la revolución en todos
los países en aras de su alianza militar contra Alemania. En España la burocracia soviética
no ve otra cosa que un aliado de su aliado Francia. Pero Francia no puede ser aliada de una
España socialista y para impedir esa transformación, los líderes stalianianos luchan en
vanguardia por la república democrática.
A este objetivo tienden sus esfuerzos desde el comienzo mismo de la guerra. La
exclusión del POUM del consejo de la Generalidad llega como una medida más de la
escala regresiva. Hay que decir que si el POUM fuese un partido verdaderamente
revolucionario, nunca habría colaborado en un gobierno cuya constitución obedecía a la

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

necesidad de ganar tiempo hasta que llegase el momento de dar marcha atrás. El POUM
encubría con su presencia a los traidores y se cerraba a si mismo el acceso a las masas. De
una manera más acentuada está ocurriendo lo mismo con la CNT.
Por los días de la crisis catalana, la autoridad del gobierno ante la burguesía
europea se consolida. El propio Eden declara en la Cámara de los Comunes que “sería una
calumnia considerar comunista al gobierno de Valencia”. Se conciertan nuevos convenios
comerciales con Inglaterra y Francia y nuestra prensa reproduce los elogios de la prensa
capitalista europea al discurso de Alvarez del Vayo. Y en pago de unas cuantas promesas,
el gobierno se lanza a una ofensiva a fondo contra el proletariado. Le lanza el grito de
defensa de la patria, se suprime el control obrero en las carreteras, se disuelven las milicias
de retaguardia y las calles, los bancos y establecimientos vuelven a estar custodiados por
los cuerpos de fundación burguesa, debidamente disfrazados en Guardia Nacional de
Seguridad.
La campaña contra los comités, en la que contribuyeron a porfía socialistas y
stalinianos, pretende eliminar por completo la intervención de los trabajadores, para dar a
Francia, Inglaterra y Rusia la seguridad de que existe un gobierno fuerte, tan fuerte como
el de Blum, que prohíbe la huelga de brazos caídos, o como el del reaccionario míster
Baldwin. En esta campaña, intervienen todas las malas artes y la perfidia de un poder que
no puede sostenerse sin las masas y al mismo tiempo sin traicionarlas. La anarquía
económica producida por la quiebra de las relaciones burguesas y agravada por las
necesidades de la guerra, pretende ser aprovechada para mantener en pie las propias
relaciones burguesas. No son los comités quienes producen la anarquía, sino el gobierno
que impide a éstos establecer el control absoluto de la economía, ejercer el poder político y
ordenar la sociedad según los intereses del proletariado. El gobierno de Valencia y el de
Cataluña oponen el orden democrático, esto es, burgués, al orden revolucionario y
socialista de los comités. Disuelven estos y se arrogan los mismos poderes que cualquier
otro gobierno capitalista. La crisis de la Generalidad marca el momento en que los
problemas militar y de abastecimiento, no resueltos por la falta de un poder revolucionario,
produjeron el cansancio necesario para hacer retroceder a la revolución sin alteraciones. Es
el momento de la ofensiva burguesa contra el proletariado, ofensiva que encuentra sus
mejores fuerzas de choque en los partidos socialista y staliniano.
En la misma medida en que la ofensiva triunfa, cambia favorablemente la actitud
de Francia e Inglaterra respecto a España. La burguesía mundial, auxiliada eficazmente por
la burocracia soviética, se apoya en los partidos socialista y staliniano para salvar a la
burguesía española y poder transformar la guerra civil en guerra imperialista.
Y llegará un momento, si no barre antes el proletariado a los traidores que lo
gobiernan, en que las consignas de defender la patria, servirá para admitir en nuestro
campo a los burgueses y banqueros fugitivos, suficientemente patriotas para comprender a
tiempo que tras los “rojos” no hay sino una política blanca y un corazón blanco.
Desgraciadamente, el proletariado se halla políticamente desamparado. Las
organizaciones que, como la CNT, la FAI y el POUM no se hallan interesadas en
traicionar a las masas carecen de los principios necesarios para orientarlas a la revolución.
Hoy mismo la CNT se apropia la consigna de defensa de la patria. Clama contra los
políticos, se deja arrastrar a una política de capitulación, concesiones a la burguesía y
sabotaje general de la revolución. Esta temible ausencia de un partido revolucionario,
constituye el mayor peligro para la revolución. Sólo por este camino conseguirá su
objetivo la unión sagrada entre socialistas, stalinianos y la burguesía mundial.
A su empeño en disolver los comités el proletariado debe oponer la ampliación de
los mismos por libre elección de los obreros [...]; a la colaboración de la CNT y el POUM
en el gobierno [...] deben oponer la ruptura absoluta y la entrega del poder a los

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

representantes elegidos por aquellos comités. Sólo cuando el poder político pertenezca a
los organismos obreros podrá establecerse una política revolucionaria de abastecimientos,
crear un fuerte y disciplinado ejército rojo, barrer económica y políticamente todas las
formas burguesas e iniciar la era de la revolución social europea. G.M.

1.15. “Comentarios a la reunión del Comité Central Ampliado del


POUM”. Boletín. Editado por el Grupo Bolchevique Leninista de España
(IV Internacional) número 1, Barcelona, enero 1937
Acaba de reunirse el Comité Central Ampliado del POUM, estando en plena crisis
el gobierno de la Generalidad y reunida la S[ociedad] de N[aciones] para tratar el asunto de
España. Tan excepcional es la importancia del momento, que uno de los delegados aseguró
que la reunión será “histórica”. Indaguemos en sus debates y resoluciones cómo pretende
el POUM hacer la historia.
El resumen de los debates aparecido en La Batalla está demasiado expurgado para
dar una idea exacta de la incoherencia ideológica del POUM. Sin embargo, se encuentra
todo el arco iris político. Opiniones verdaderamente revolucionarias; opiniones
completamente reformistas; opiniones de cuidado oportunismo centrista; otras más
anarquistas que marxistas, y hasta opiniones que nada tienen que ver con la lucha de
clases. “La revolución está hecha”, declaraba el delegado de Vinaroz, mientras al POUM
se le arrojaba por la ventana de la Generalidad. La expulsión estaba patrocinada por el
PSUC simultáneamente al momento en que la URSS aceptaba el proyecto de mediación
franco-británico. A pesar de todo no faltaron delegados reaccionarios, como el de
Villanueva y Geltrú, pidiendo el cese de la campaña contra la IC, o como Valencia, para
quien “el partido está demasiado a la ofensiva” y encuentra natural una aproximación con
Caballero y Prieto, Comorera y José Díaz, a los que llama FUERZAS MARXISTAS. Se
pidió, como si se tratara de un pleno de la FAI, la entrega de la tierra a los municipios.
Hubo condenas para la II y III Internacional y acusaciones de sectarismo para la IV. Se
propuso, nada menos que por el secretario sindical que los grupos de oposición del POUM
“se preocupen de que la UGT tenga representación directa y propia en el gobierno”; al lado
de esto, la reconstitución de la Alianza Obrera y la creación de juntas de obreros,
campesinos y combatientes. ¿Pero qué tiene de asombroso esta discordancia incompatible,
no de opiniones en torno a un problema concreto, sino discordancia de principios, cuando
el pleno en bloque, al mismo tiempo que explica la crisis como un frenazo a la revolución,
“considera imprescindible la unidad de acción del proletariado para llevar hasta el fin la
lucha contra el fascismo”, es decir, imprescindible el frente único - el Comité Central no
quiere decir Frente Popular - con y bajo los principios de la pequeña burguesía, el mismo
que permite “poner un dique a la revolución ascendente y hacer un esfuerzo para
contenerla”? (La Batalla, 16-12-1936).
En La Batalla hay un misterioso vacío al iniciar el resumen de las sesiones. Los
delegados aparecen discutiendo la cuestión política, sin que el diario mencione siquiera el
informe del Comité Ejecutivo. Habrá motivos, puesto que no hay efecto sin causa. El pleno
de “importancia histórica”, no discute o no quiere informar al proletariado del criterio que
le merece su propia gestión gubernamental. En la resolución política sólo se dice que
después del 19 de julio, “el proletariado pasó a ejercer la hegemonía absoluta del
movimiento revolucionario” y ahora la burguesía intenta levantar cabeza. Inútil buscar una
contestación categórica a la cuestión: ¿fue o no fue justa la colaboración en el gobierno de
la Generalidad?

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

El problema del poder es el decisivo para el movimiento obrero, y un partido que


se proclama el de la revolución no puede pasarlo por alto sin negar su pretensión. Pero
sobre esto, la falta de criterio del POUM es más aparente que real. Decir a los trabajadores
que “el proletariado pasó a ejercer la hegemonía absoluta del movimiento revolucionario”,
equivale a decirles que el gobierno de la Generalidad, con uno o dos representantes del
POUM, es el gobierno de la revolución. Cada trabajador consciente se preguntará cómo es
posible que Comorera y compañía en el poder, cuando la “hegemonía absoluta” era del
proletariado, según el POUM, representen ahora la cabeza de la burguesía.
Un partido verdaderamente revolucionario habría dicho a las masas: “entregada la
mayoría del proletariado a los líderes reformistas y stalinianos, sin una noción marxista,
por parte de la CNT, de la política proletaria; la revolución no encontró su expresión
política adecuada, por lo que el poder nunca escapó por completo al control de la burguesía
y nosotros cometimos un error con la colaboración en la Generalidad”. El POUM no ha
podido decir esto porque está dispuesto a volver a ocupar un puesto a la primera llamada,
como lo repitieron diversos oradores en el Olimpia, a pesar de que, como contrapartida,
reclama una asamblea constituyente de obreros, campesinos y combatientes y un
“gobierno obrero y campesino”.
Hay para preguntarse si los dirigentes del POUM han asimilado lo más elemental
del marxismo. El proletariado no puede entretenerse en hacer constituciones hasta
apoderarse del poder político y desarraigar a la burguesía de sus bases económicas y
sociales. La revolución, para demostrar que “la burguesía intenta levantar cabeza”, debiera
enseñar la relación existente entre la burguesía nacional e internacional y los gobiernos de
Valencia y Barcelona, para deducir, no que necesitamos un gobierno obrero y campesino,
sino la dictadura del proletariado apoyada en las juntas de obreros, combatientes y
campesinos. ¿Es que la dictadura del proletariado asusta al POUM, algunos de cuyos
dirigentes criticaban, no hace mucho tiempo, la consigna de gobierno obrero y campesino,
entonces patrimonio de los stalinianos? También aquí se reconoce la influencia del medio.
Una simple conversión en POUM eliminó las mejores enseñanzas del marxismo42.
Continuando la tendencia diaria de La Batalla, la resolución calla sobre el papel de
los anarquistas en la política. Y sin embargo, existe un gravísimo peligro de que la CNT
colabore con stalinianos y socialistas en el extirpamiento de la revolución, o bien de que,
asustada en determinado momento de la obra antiproletaria a la que se deja llevar, se lance
a una aventura fatal. El propio POUM ha sufrido las consecuencias de la pretendida
política sindical de la CNT. Es preciso, sobretodo, esforzarse porque los obreros
influenciados por el anarquismo, saquen de la experiencia política que viven la
consecuencia de que sólo una política eminentemente proletaria tal como el marxismo y la
experiencia nos lo muestran, puede dar cima a la revolución y a los problemas de la guerra
civil. El POUM, en lugar de utilizar la crítica para atraer al marxismo a los obreros de la
CNT, prefiere buscar su protección con requiebros revolucionarios, a los que la CNT
contesta prefiriendo el “ugetista” Comorera, al “político” Nin.
Nos hace falta espacio para comentar las resoluciones sindical, militar, de
organización. Unas palabras nada más sobre la resolución internacional. Es esta un
característico documento centrista. Reconoce en abstracto el carácter socialista de la
revolución: que “España se está convirtiendo en un coto de lucha internacional de clases;
constata la responsabilidad de Rusia en la no-intervención, y llama a la formación de una
nueva internacional”, que no puede serlo la IV, fundada por Trotski, sin arraigo entre las
masas, por su carácter sectario”. Pero olvida declarar que la revolución socialista es
42
Irónica alusión crítica al confusionismo teórico, consecuencia según el redactor del artículo, de la fusión
de la Izquierda Comunista con el BOC para formar el POUM.

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

incompatible con la colaboración, que hoy mismo practica en el consejo provincial de


Valencia, y no puede realizarse sino por la dictadura revolucionaria de los trabajadores,
consigna a la que renuncia, en nombre del “oportunismo consecuente” (Nin) porque no se
siente capaz de vencer los prejuicios introducidos por el anarquismo. Al pedir una
disciplina internacional, efectivamente necesaria, debiera secundar las palabras con los
hechos, denunciando a las organizaciones filiales del POUM en el Buró de Londres, cuya
solidaridad con el proletariado español no va más allá de la del Ejército de Salvación, y
entre los cuales el SAP alemán acaba de firmar con socialistas y stalinianos un programa
de frente popular que sería conservador para Martínez Barrios.
Por lo que al “sectarismo” de la IV Internacional respecta, invitamos a los
camaradas del POUM a hablar en concreto. Haría muy bien La Batalla, por ejemplo,
publicando las pruebas de nuestro sectarismo con la misma seguridad con que publica los
documentos que demuestran la traición de los stalinianos.
En resumen, el CC ampliado del POUM ha venido a demostrarnos cuan poco
pueden modificarlo los acontecimientos. El pleno no ha representado el menor esfuerzo
para enderezar esa lamentable empresa que fue la pretensión de crear un partido
revolucionario sobre el título y las falsas sugerencias de la unificación. Seis meses de
política de frente popular y cinco de guerra civil no han podido, desgraciadamente,
desbrozar al POUM de todas las mescolanzas políticas y vacilaciones que le impiden
convertirse en el partido de la revolución.
En lugar de un acontecimiento histórico el pleno fue una asamblea incoherente y
trivial, de la que los mejores delegados sólo podían recoger la impresión de su impotencia
para marcar al proletariado el rumbo audaz de la revolución social.
Barcelona, enero de 1937
“Es marxista únicamente el que hace extensivo el reconocimiento de la lucha de clases
ante la dictadura del proletariado” (Lenin)

1.16. “Carta del Frente. Casetas de Quicena (25-12-36)”. Boletín.


Editado por el Grupo Bolchevique Leninista de España (IV
Internacional) número 1, Barcelona, enero 1937
CARTA DEL FRENTE.
“Casetas de Quicena, 25-12-1936.
SITUACIÓN MILITAR: La situación es perfectamente estacionaria a pesar de que
los medios técnicos han aumentado y la coordinación del frente es mejor que en los
primeros tiempos.
En nuestro sector contamos hoy con una extensa red de trincheras guarnecida por
varios miles de hombres y suficientes ametralladoras. Sin embargo, lo mejor en hombres y
material de los bandos se halla concentrado actualmente alrededor de Madrid, clave de la
situación, no hay ninguna actividad de la aviación ni por parte nuestra ni por parte de los
fascistas. Toda la prensa es unánime en la campaña de invenciones sobre la supuesta
actividad del frente; habla de continuos ataques y contraataques, queriendo evidentemente
dar la impresión de un gran empuje de todas las fuerzas de este frente, pero la verdad es
otra. Pasan semanas y semanas y no se produce operación importante alguna, y esto sería
de la mayor importancia, ya sea para obligar a los fascistas a aflojar su presión sobre
Madrid y hacer que se vean en la necesidad de dividir su atención y sus medios, sea para
impedir que, como consecuencia de la inactividad cunda la desmoralización en el frente,
Una actitud agresiva reportaría los mayores beneficios tanto desde el punto de vista militar

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

como del político, pero es evidente que tal actitud depende de la orientación política del
conjunto de nuestra revolución y está íntimamente ligada con la situación política en el
frente.
SITUACIÓN POLÍTICA EN EL FRENTE: Entre los milicianos se nota un fuerte
descontento porque el avituallamiento no se efectúa con normalidad, sobre todo son
deficientes los suministros de tabaco y ropas. Se nota una fuerte diferenciación entre los
milicianos de la base y los militantes afectos a la dirección militar, en lo que respecta al
tren de vida. La burocracia procura impedir toda actividad nuestra. Está compuesta en su
mayor parte por individuos que afirman que es necesario batirse y no hacer política y no se
preocupan de la revolución. Si consideramos que lo mejor de los militantes obreros se
halla en el frente, para el que salió inmediatamente después del 19 de julio, vemos que la
actuación de la burocracia del frente constituye un grave peligro para la revolución y para
la guerra civil misma, pues no hay que olvidar que nuestras milicias son tropas
revolucionarias, son un ejército político, que el 19 de julio se lanzó a la calle para defender
su política, la política de la emancipación del proletariado, y que después del 19 de julio,
vencida en la calle la insurrección fascista, marchó a tierras de Aragón a continuar con
“otros medios” según la feliz expresión de Clausewitz, su política. Las necesidades de la
política burguesa exigen que se suprima en las filas del ejército burgués, compuesto de
obreros y campesinos, la política, la discusión de los fines y objetivos de la guerra; la
burguesía discute estos en el seno de las camarillas dirigentes y el mayor peligro para ella
es precisamente que estas discusiones lleguen a las filas del ejército, que se daría cuenta
del engaño de que es víctima y se negaría a salir adelante. Mas los milicianos que luchan
en el frente de Aragón, luchan por su política, por sus objetivos de clase, contra los
intereses de la burguesía democrática que precisamente intenta disminuir la fuerza del
ejército proletario en interés propio, lanzando por medio de sus agentes reformistas la
consigna de “primero ganar la guerra, después hacer la revolución”. La actitud de la
burocracia es francamente contrarrevolucionaria; debilita ideológica y moralmente a las
fuerzas armadas del proletariado, sirve directamente los intereses de la pequeña burguesía
y contribuye por consiguiente a que la correlación de fuerzas en la revolución se torne
favorable al fascismo.
Desde el principio el POUM ha lanzado las consignas de gobierno obrero y
campesino y de ejército rojo. Pero lo que nunca ha dicho es la manera de llegar a que la
consigna “ejército rojo” sea una realidad.
El ejército rojo está compuesto de obreros y campesinos y tiene por misión
aniquilar al enemigo de clase en el interior y en el exterior. No puede existir mientras el
proletariado no ejerza el poder político con sus propios órganos, para lo que hay que
empezar por la formación de estos en el seno de las milicias. Lo mismo pasa en la parte
que corresponde a los obreros y campesinos. Hay que decirles como se forman sus órganos
de poder. Nada de esto se dice en “La Batalla” sino que se lanza la consigna de gobierno
obrero y ejército rojo como simple consigna de agitación, sin ninguna intención de pasar a
los hechos. En la práctica lo que se hace es llevar negociaciones con las direcciones de los
demás partidos y organizaciones, con el fin de llegar a la formación de un nuevo consejo
de la Generalidad, compuesto en su totalidad de elementos obreros. Se trata en una palabra,
de la actuación típica del centrismo; lanzar consignas revolucionarias y en la práctica
operar un cambio de personas, conservando las viejas instituciones burguesas. Es esta
política la que ha contribuido en mayor medida a la resurrección de la pequeña burguesía
como fuerza política, y al reforzamiento de las tendencias al estrangulamiento de la
revolución socialista y a la transformación de la guerra civil española en guerra mundial
imperialista.

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

Relata el camarada en su carta que la base y sobre todo las juventudes se dan
cuenta de la situación y ejercen una poderosa presión sobre los círculos dirigentes del
partido. La actividad política de los camaradas del grupo en el frente, a pesar de su número
reducido, ha conseguido que su voz sea escuchada por los camaradas combatientes y por el
comité de guerra de la columna. Esta última circunstancia puede contribuir poderosamente
a la difusión de nuestros puntos de vista en el frente. Termina la carta expresando la firme
decisión de sobrepasar los obstáculos y llegar a la formación del partido revolucionario de
la revolución española.

1.17. [Introducción a “Primeras lecciones de la Revolución Española”


por León Trotski]. Boletín. Editado por el Grupo Bolchevique Leninista
de España (IV Internacional) número 1, Barcelona, enero 1937
(Damos a continuación el artículo de nuestro camarada Trotski, “Primeras
lecciones de la Revolución Española”. Escrito en los últimos días de Julio, y a una gran
distancia de nuestro país, vuelve a tener actualidad por lo que respecta, sobre todo, al
problema del ejército, no solamente respetado en lo que los fascistas quisieron dejar de él,
sino reorganizado ahora con el espíritu y sistema de un ejército capitalista.
A falta del original, nos vemos obligados a publicar la traducción dada por “La
Batalla”. Hacemos constar que en esta traducción ha sido sustraído un párrafo en que
Trotski atacaba a Marceau Pivert, jefe de la Izquierda Socialista francesa. Entonces Pivert
cultivaba una estrecha amistad con el POUM; pero unas cuantas semanas más de guerra
civil y alguna llamada al orden de su colega Blum, lo convirtieron sin dificultades a la
neutralidad).
Europa ha resultado una formidable y dura escuela....

1.18. “Saludo a Trotzky”. Boletín. Editado por el Grupo Bolchevique


Leninista de España (IV Internacional) número 1, Barcelona, enero
1937
Desde esta modesta publicación, que viene a animar la lucha por la revolución
social y la IV Internacional, enviamos un caluroso saludo al camarada Trotzky.
La persecución de que se le está haciendo objeto, es de una infamia incalificable.
Toda la reacción mundial, y las burocracias socialista y staliniana, se alían con el objetivo
común de hacer la vida imposible a uno de los más grandes revolucionarios de los últimos
tiempos. Nosotros, que debemos a Trotzky una buena parte de nuestra educación
revolucionaria, no podemos dejar pasar esta oportunidad sin expresar nuestro odio a sus
persecutores, y nuestra adhesión a las ideas bolcheviques de León Trotzky.

58
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

1.19. “Ampliando el Frente Popular”. Boletín. Editado por el Grupo


Bolchevique Leninista de España (IV Internacional) número 1,
Barcelona, enero 1937
En un llamamiento del Partido Comunista Italiano, publicado en “Stato Operario”43
en agosto de 1936, aparece el siguiente párrafo, que ofrecemos a los trabajadores que aún
creen en el stalinismo, como una muestra de la “flexibilidad” política del Frente Popular:
“¡PARA SALVAR A ITALIA ES PRECISO RECONCILIAR EL PUEBLO
ITALIANO! ¡PUEBLO ITALIANO, FASCISTAS DE LA VIEJA GUARDIA,
JÓVENES FASCISTAS! LOS COMUNISTAS HACEMOS NUESTRO VUESTRO
PROGRAMA FASCISTA DE 1919, QUE ES UN PROGRAMA DE PAZ, DE
LIBERTAD Y DE DEFENSA DE LOS INTERESES DE LOS TRABAJADORES.
NOSOTROS OS DECIMOS: LUCHEMOS TODOS UNIDOS POR REALIZAR ESTE
PROGRAMA”.

1.20. FOSCO: “Lettre d’Espagne. La révolution en danger.” [Carta de


España. La revolución en peligro”]. La Commune, nº 38, 8 enero 1937
Al cierre de sus trabajos, el 18 de diciembre, el Comité Central Ampliado del
POUM ha publicado en su órgano central La Batalla, una resolución política que, según el
CC es de una importancia histórica.
Esta resolución política (como todas las del POUM) no aporta ninguna
modificación a lo que ha sido la línea oportunista y ambigua de ese partido durante estos
cinco meses de revolución, que han sido una auténtica catástrofe para la clase obrera.
Un hecho “sorprendente”: después de la última crisis del Gobierno de la
Generalidad de Cataluña, resuelta con la exclusión del POUM, esta “resolución” política
declara: “la unidad de acción antifascista se ha roto y la revolución está en peligro”.
En la “historia” de los partidos oportunistas no existe sin duda un ejemplo tan
desconcertante de “cretinismo parlamentario” como el manifestado estos últimos días en la
política del POUM a propósito de la crisis del Gobierno de la Generalidad, y de su
exclusión de éste. La crisis ha sido querida y provocada por el PSUC (staliniano), dirigida
por la burocracia de la URSS (dirigida directamente por su consulado general en
Barcelona) para la formación de un gobierno de plenos poderes, bajo la influencia de la
burocracia staliniana. [...]
Ningún marxista serio puede negar que la revolución atraviesa un grave momento.
Pero que eso se diga porque el POUM ha sido excluido del gobierno de la Generalidad
(eso se refleja en toda la resolución) y sólo después de la crisis, no hace sino probar el
“cretinismo parlamentario” y la desorientación política general del CC del POUM.
No puede negarse que la burguesía intenta levantar cabeza, pero es absolutamente
falso afirmar, como lo hace el CC del POUM, que la burguesía se infiltra en las
instituciones creadas por la revolución. [...] Las únicas instituciones revolucionarias
verdaderamente creadas por la revolución, y que debían servir a la revolución proletaria,
han sido los Comités revolucionarios antifascistas, que el POUM y todas las

43
[TOGLIATTI, Palmiro]: “Per la salvezza dell’Italia roconciliazione del popolo italiano!” en Lo Stato
Operaio número 8, París, agosto 1936. Sobre este artículo, el contexto histórico, la autoría de Togliatti
(alias Ercoli) y su relación con la política soviética en la guerra civil española, véase TOGLIATTI,
Palmiro: Appel aux fascistes. Nautilus, París, 1983.

59
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

organizaciones ha aceptado disolver a cambio de la participación en la reconstrucción del


gobierno de la Generalidad [...].
La unidad de acción antifascista, que el POUM quiere mantener a toda costa, sólo
puede llevar a una política frentepopulista, que a su vez no puede conducir más que a una
política de colaboración con la burguesía “democrática”. En lenguaje marxista, preséntese
como se quiera, esta política se llama política de traición.
La “resolución política” del CC alude también al Parlamento burgués y a la
democracia obrera. Pero es perder el tiempo intentar encontrar en la resolución del CC del
POUM una indicación política sobre la forma en que hay que luchar por la disolución del
Parlamento burgués [...] lo que le falta al POUM, como a todos los partidos centristas, son
nociones de doctrina marxista sobre los problemas DE LA CONQUISTA DEL PODER
POLÍTICO Y DE LA DESTRUCCIÓN DEL ESTADO BURGUÉS MEDIANTE LA
INSTAURACION DE LA DICTADURA DEL PROLETARIADO [...].
Los dirigentes del POUM dirán que la Revolución Española se desarrolla en una
situación muy particular. Esta explicación es la teoría de justificación de todos los
oportunistas.
[...] El POUM todavía puede asumir la función de dirección revolucionaria de la
Revolución Española [...] dos condiciones son necesarias: que la ex-Izquierda Comunista,
unida a la JCI, emprenda una lucha a fondo contra el oportunismo en el interior del partido
[...], constitución de comités (soviets) de obreros, campesinos y soldados sobre la base de
las consignas “todo el poder para los Soviets, por un Gobierno obrero-campesino,
constitución del Ejército Rojo, para vencer al fascismo y salvar la Revolución”.
Tales son las consignas a proponer a todas las organizaciones obreras españolas.
FOSCO.

1.21. NIN, Andrés: “Carta a la Comisión Ejecutiva del Partido


Socialista. (Barcelona, 22 de enero 1937)”
Barcelona, 22 de enero de 1937.
A la Comisión Ejecutiva del Partido Socialista.
Estimados camaradas: Durante estos últimos tiempos habéis manifestado
públicamente, en repetidas ocasiones, vuestro propósito de emprender negociaciones
encaminadas a conseguir la fusión en un solo partido de las organizaciones marxistas
existentes en el país. Saludamos con viva satisfacción este propósito, que interpreta uno de
nuestros más vivos anhelos y responde al sentido de unidad ardientemente sentido por las
masas trabajadoras. Pero al mismo tiempo que expresamos nuestra satisfacción hemos de
manifestar nuestra extrañeza por el hecho de que al plantear el problema de la unificación
éste se circunscriba a los partidos socialista y comunista, prescindiendo del nuestro, fruto
ya de la fusión de dos organizaciones, el Bloque Obrero y Campesino y la Izquierda
Comunista, y que, como su propio nombre indica, aspira a conseguir la unificación
marxista. Por su origen, por la doctrina, indiscutible e intransigentemente marxista en que
funda su actuación, por el prestigio de que goza entre una parte considerable del
proletariado, por su activísima participación en la lucha contra el fascismo, no se puede
prescindir de un partido como el nuestro cuando se trata de unificar las fuerzas marxistas.
Por estas razones, reclamamos vivamente un puesto en las negociaciones de fusión
que se emprendan, con la seguridad de que nuestra justificadísima petición no podrá ser
desestimada si, como esperamos, aspiráis sinceramente a la unidad.
En espera de una pronta y satisfactoria respuesta, quedan vuestros y de la
revolución socialista,

60
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

Por el Comité Ejecutivo, El Secretario Político.


[Firmado Andrés Nin. Sello rectangular en el que se lee “Partit Obrer d’Unificació
Marxista - Comité Executiu”]

1.22. Sección Bolchevique-Leninista de España (por la IV


Internacional): “¡Vivan los comités de obreros, campesinos y
combatientes! [Manifiesto. Barcelona ¿enero 1937?]
El enemigo burgués, los vividores, líderes al servicio del capital y de toda suerte de
parásitos producidos por la sociedad, con sus perros de presa como el psuquista Comorera,
protestan desaforados contra los comités obreros de control. No quieren comités, rechazan
el control de los trabajadores. Por eso mismo los comités adquieren mayor importancia.
Sólo los enemigos declarados u ocultos de la revolución social piden la disolución
de los comités. Expertos en el arte de engañar a los trabajadores pretextan los obstáculos
que aquellos imponen a la distribución de los productos, al mando único y a la disciplina
en las milicias, al normal funcionamiento en todos sus aspectos, de la sociedad. Saben lo
que dicen y lo que hacen, al hablar así. Sí; los comités obreros, organismos representativos
de la expropiación de la burguesía, son un serio obstáculo para el normal funcionamiento
de la sociedad capitalista, representada por la Generalidad. En nombre del orden y de la
disciplina (orden y disciplina burgueses) se pretende anular a los comités para dejar el paso
franco a las relaciones sociales establecidas antes del 19 de julio.
¡Alerta, trabajadores! Cada comité disuelto o anulado en sus funciones es una
trinchera perdida para la revolución social. Los comités destruyen el orden capitalista, pero
establecen el nuevo orden basado en la propiedad colectiva y el Poder proletario. Su
defecto está en no haber coordinado su actuación expropiando a todos los capitalistas y
terratenientes, centralizando sus funciones con arreglo a las necesidades de la guerra y la
revolución social, su defecto está en no haber anulado las funciones y el Poder de los
ministerios y la burocracia de la Generalidad. Esta, por boca de su testaferro del PSUC,
pide “menos comités y más pan”. Los trabajadores deben responder: “Quien estorba es la
Generalidad, no los comités”. Con el poder político y la administración de aquella habrá
más pan para la burguesía, menos pan para los obreros; con el poder político y la
administración de los comités habrá más pan para los obreros y combatientes, menos pan
para la burguesía.
A la ofensiva de la burguesía contra los comités, hay que responder reforzándolos,
constituyéndolos donde no existen, extendiendo sus facultades y coordinándolos entre sí en
asambleas o congresos que estudien y resuelvan, independientemente del poder político de
la burguesía, cuantos problemas, en el orden económico, militar y político, plantean las
necesidades de la guerra y la revolución.
El control de las masas sobre los comités debe ser permanente, como único medio
de evitar la burocratización o abusos por parte de sus componentes. Deben ser
directamente elegidos por los trabajadores de cada rama de la producción, o de cada
compañía para los comités de combatientes, sin separación de organizaciones sindicales o
políticas y establecer como principio la libre destitución de los miembros de los comités
por sus lectores. Este principio de democracia proletaria garantizará contra toda
corrupción, exceso o traición.
Es preciso fundamentalmente que los comités resuelvan los problemas de la
nacionalización y centralización de la banca privada, mando único y la disciplina militares,
y racionamiento de la población. La socialización será una ficción mientras los bancos no
sean expropiados por los comités de obreros y empleados; la disciplina y el mando único

61
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

no existirían o tendrán un carácter burgués mientras los técnicos militares no estén


controlados por los comités de milicianos, de cuyo CC emanen todas las órdenes; la
especulación y los abusos se extenderán mientras los productos no se distribuyan con
arreglo al principio comunista: “El que trabaja come; el que no trabaja no come”.
Los comités, enfrentados con todos estos problemas en conjunto, y
convenientemente reunidos en asamblea nacional de delegados de comité, tomarán la
dirección del país, anulando los organismos del Estado capitalista, supervivientes a pesar
de todo y estableciendo en su lugar el Estado proletario basado en los comités y en la
propiedad socializada; estableciendo la dictadura del proletariado contra la burguesía.
¡Abajo la ofensiva contra los Comités! ¡Vivan los Comités de Obreros,
Campesinos y Combatientes! ¡Viva la revolución social! ¡Viva la dictadura del
proletariado!
Sección Bolchevique-leninista de España (por la IV Int.)

1.23. “Porquoi parait “LE SOVIET”?. [¿Por qué aparece “Le


Soviet”?]. Le Soviet, nº 1. Organe des Bolcheviks-leninistes d’Espagne,
pour la Quatrième Internationale. Barcelona, enero 1937
Los soviets son los órganos de la verdadera democracia de los obreros, campesinos
y soldados; son los órganos del poder de la DICTADURA DEL PROLETARIADO. Para
asegurar la victoria de una insurrección proletaria son necesarias dos condiciones: 1º un
partido para dirigir esta insurrección en la vía de la REVOLUCION COMUNISTA ; 2º los
soviets, para constituir un nuevo orden revolucionario de un gobierno OBRERO-
CAMPESINO, para iniciar la construcción de una ECONOMIA SOCIALISTA.
Sin estos dos instrumentos (el partido y los soviets) una revolución no puede ser
victoriosa. Estos cinco meses de revolución confirman plenamente nuestras afirmaciones.
Nuestro “Soviet” sólo es un pequeño boletín de información política. A iniciativa
de un grupo de camaradas se ha constituido nuestro “comité provisional” que acaba de
redactar este primer número. Nos proponemos asegurar la publicación regular del “Soviet”
que debe convertirse en el instrumento de reagrupación de la vanguardia del proletariado
español. Nos proponemos al mismo tiempo emprender una serie de trabajos de
reorganización de los BL sobre un nuevo plan de organización, sobre la base del
centralismo democrático proletario. El nuevo plan consiste en 1º una revisión de los
cuadros, 2º la constitución de un CC español de todos los BL que luchan en la revolución
española; establecer relaciones en el extranjero con todos los partidos BOLCHEVIQUES-
LENINISTAS (fieles a los principios de los cuatro primeros congresos de la IC y a los
principios de Lenin y Trotsky) con el Secretariado Internacional y el Comité internacional
de la Cuarta Internacional. Estos objetivos sólo pueden ser alcanzados con una
organización que funcione mediante principios verdaderamente marxistas-leninistas y una
verdadera democracia proletaria.
En una palabra, “Le Soviet” ha aparecido para unir a todos los BL de España que
se encuentran dispersos por una serie de errores, SIN JUGAR NINGUN PAPEL DE
DIRECCION REVOLUCIONARIA. En el momento actual, consideramos la unidad de los
BL como una condición fundamental para el reagrupamiento de las fuerzas revolucionarias
del proletariado de España, para la CONSTRUCCION DE UNA DIRECCION
REVOLUCIONARIA.
Citar los principios de la democracia obrera [...] no es suficiente. [...] Para nosotros
la DEMOCRACIA OBRERA no es una fórmula para burlar a los trabajadores, como ocurre
con los partidos oportunistas, sino UN SISTEMA DE ORGANIZACION que no puede ser

62
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

construido sino con una justa política marxista-leninista. UN PARTIDO, POR GRANDE Y
BIEN ORGANIZADO QUE SEA, ESTA DESTINADO A LA DERROTA SI NO SE
CONSTUYE SOBRE UNA DOCTRINA REVOLUCIONARIA.

1.24. Sección Bolchevique-Leninista de España (por la IV Int.):


“Trabajadores de la CNT, el POUM, la FAI, las JJ LL; proletarios
todos”. [Octavilla. Barcelona, febrero 1937]
La dirección de los acontecimientos toma, cada día, un curso más peligroso.
Mientras en el frente todo son descalabros, en la retaguardia reinan la desorganización, la
incapacidad y las tendencias a retrotraer las cosas hasta su primitivo estado burgués.
Mientras el ejército de la burguesía se estaciona permanentemente junto a Madrid, e
inusitadamente se apodera de Málaga, en la retaguardia se habla de defender la patria, de
ejército republicano y se restaura, cada vez más, el poder económico y político del
capitalismo, precisamente por aquellos elementos que tachan de quinta columna a los
revolucionarios que más intransigentemente luchan por el proletariado.
La villana persecución que se está iniciando contra la sección madrileña del POUM
no es más que un prólogo, un tanteo al que seguirá la persecución contra el POUM de
Cataluña, contra la FAI y la CNT, contra todos los revolucionarios que se resistan a
sacrificar los intereses del proletariado en aras de la burguesía. Esto ocurre
fundamentalmente, porque la clase obrera no ha destruido de arriba a bajo el estado
capitalista, substituyéndolo por su propio estado revolucionario. Así han podido los
enemigos, que las masas tienen en sus propias organizaciones, utilizar la fuerza de éstas
para salvar de la ruina a la burguesía española.
Cuando el Frente Popular dice que en la lucha contra el fascismo deben sacrificarse
los intereses de la revolución social, utilizando todos los elementos antifascistas, hay que
responder que sólo el proletariado puede ser sincero y decididamente antifascista. A la
burguesía no cabe sino anularla en todas sus funciones: la pequeña burguesía será
antifascista cuando supedite su actitud a la política de clase del proletariado.
No: sacrificar, o simplemente aplazar, la revolución social, es sacrificar la
revolución y la guerra. La sección bolchevique-leninista de España, declara que los
gobiernos de Frente Popular son impotentes para ganar la guerra porque no quieren ni
pueden hacer la revolución.
Siete meses de guerra civil constituyen nuestro mejor argumento. ¿Por qué no se ha
derrotado a los fascistas en Madrid? ¿Por qué cayeron San Sebastián, Irún y Toledo? ¿Por
qué ha caído Málaga de manera tan inesperada? Porque no tenemos un gobierno de clase.
Porque la política pequeño burguesa, nacional e internacionalmente, impide toda acción
contra el enemigo de clase que conserva casi todo su poder económico, se introduce en los
ministerios y en los cuadros de las milicias: porque sin gobierno de clase no puede haber
ejército de clase y sólo un ejército de este tipo puede ser superior al de los fascistas. El
proletariado quiere y necesita ejércitos, disciplina y movilización de clase; el gobierno pide
también disciplina, ejército y movilización... republicanos. Si hasta ahora no ha podido
lograrlos es porque en nuestro territorio sólo hay lugar para una política proletaria.
¿Quiénes, pues, son responsables de las derrotas militares? Quienes tratan de imponer un
ejército y una organización social incompatibles con los intereses del proletariado, son los
mismos que impiden un racionamiento revolucionario, mientras los ricos encuentran
cuanto quieren en los restaurantes y cafés de lujo.

63
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

La política internacional está suministrando numerosos subterfugios, incluso a


muchos líderes de la CNT, para secundar la política reaccionaria del Frente Popular.
Precisamente ahí es donde radica el mayor peligro. La posición de aquel corre tras los
intereses imperialistas de Inglaterra y Francia. La sedicente defensa de la patria prepara la
unión sagrada para la próxima guerra imperialista. Aquí se inspira la propaganda por el
ejército republicano, contra la socialización y los comités y la persecución, ya iniciada,
contra los revolucionarios. La pretendida política, por encima de las clases, se revela así
como lo que es: una forma velada de la política de la clase burguesa contra el proletariado.
¡Trabajadores revolucionarios! Los bolcheviques-leninistas os ponemos en guardia.
El Frente Popular se propone como objetivo primordial, liquidar todas las conquistas
revolucionarias obtenidas tras el 19 de julio; quiere situarse en condiciones de hacer la paz
con los fascistas (también patriotas) o de aliarse con los burgueses de Francia e Inglaterra;
el Frente Popular quiere aplastar la revolución.
Es preciso, es urgentemente necesario, formar un frente revolucionario del
proletariado que se alce contra la unión sagrada que representa el frente popular. De lo
contrario, los revolucionarios seremos perseguidos como en los mejores tiempos de la
reacción y nos encontraremos envueltos en un armisticio o en la guerra imperialista. La
guerra y la revolución sólo pueden hallar su salvación en la independencia de clase del
proletariado. El Frente Popular nos supedita a la burguesía. Sólo un frente revolucionario
nos independizará de aquélla y del Frente Popular. Sin esta condición no hay triunfo
posible.
Como las organizaciones de extrema izquierda más poderosas. el frente
revolucionario debe ser iniciado por la CNT y el POUM. Sus objetivos deben quedar
claramente establecidos y el acceso libre a todas las organizaciones obreras que rechacen la
funesta política del Frente Popular.
Nosotros apelamos a los militantes de aquellas dos organizaciones las JJ LL y la
FAI para que exijan de los mismos una actitud decidida. Las ambigüedades se tornarán
contra el proletariado. O con el Frente Popular y contra la revolución o por el frente
revolucionario y por el comunismo.
¡No permitamos que el Frente Popular malogre nuestro triunfo!
¡Viva el frente revolucionario del proletariado en lucha contra todo armisticio!
¡Contra la transformación de la guerra civil en guerra imperialista!
¡Por el abandono de la Sociedad de las Naciones y la solidaridad activa del
proletariado mundial!
¡Abajo las calumnias y persecuciones contra los revolucionarios!
¡Por al socialización de toda la gran industria y la nacionalización de la banca!
¡Contra el Parlamento burgués, por la constitución democrática de Comités
obreros!
¡Por la ofensiva en todos los frentes!
¡Por un verdadero ejército rojo!
Sección Bolchevique-Leninista de España. Por la IV Internacional.

1.25. PROLES: “El nuevo proceso de Moscú”. Boletín de la Sección


Bolchevique-leninista de España (IV Internacional) número 2,
Barcelona, febrero 1937
[...] De nuevo un buen número de viejos bolcheviques acaban de ser ejecutados en
el patio o el sótano de una prisión de la Gepeú. ¿No quedó saciada la sed de venganza de
Stalin-Calígula con los asesinatos legales del mes de octubre último? ¿O es que sólo

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

empieza la ejecución en masa de los bolcheviques? Entre las decenas de millares de


bolcheviques encarcelados, deportados, “concentrados” en campos o en aisladores
políticos, ¿cuántos deberán aún entregar sus vidas en el altar de la revolución staliniana?
¿Cuántos fusilamientos de bolcheviques de “segunda importancia” han ocurrido a través
de la URSS y de los cuales nada sabemos?
Seguramente, la tragedia comienza ahora. No es tiempo aún de reconocer quiénes
serán los vencidos y quiénes los vencedores.
Esto sólo puede decidirlo la lucha revolucionario del proletariado mundial.
Mientras los bolchevique-leninistas de todo el mundo luchan por la solidaridad activa de la
clase obrera mundial al proletariado español, el stalinismo se engolfa con los trapisondistas
del imperialismo, e inicia el exterminio físico de los viejos compañeros de Lenin, dando a
la burguesía mundial el grito de alarma contra los trozquistas.
Entre otras cosas, los procesos de Moscú quieren sugerir a las “democracias”
burguesas una enconada persecución contra los bolcheviques-leninistas en lucha por la
revolución proletaria en sus respectivos países. En el mes de septiembre último, el
secretariado por la IV Internacional advertía públicamente a los camaradas: Es indudable
que actualmente la Gepeú trabaja en una vasta empresa de provocación para trasplantar los
métodos básicos empleados por ella en la URSS, al resto del mundo” (SLP 27-9-36). La
propia investigación del fiscal Vichinski, dice: “Es importante no sólo para nuestro país,
sino para todos los estados que, con nosotros, trabajan por el mantenimiento de la paz del
mundo”. ¿Quién nos garantiza que un buen día la URSS no considerará que el propio
imperialismo alemán trabaje “por la paz del mundo”? ¿No acaba de reconocer la
diplomacia staliniana a Alemania e Italia, el derecho de vigilar las costas españolas, “en
interés de la paz”? ¿No es éste acaso el principio de una alianza mundial contra la
revolución proletaria? Ninguna contestación mejor que los aplausos o el acogedor silencio
con que la burguesía mundial ha presenciado los asesinatos jurídicos de Moscú.
[...] Aliarse con un país que hizo la revolución social y disfrutó la dictadura del
proletariado, no puede hacerlo la burguesía sin obtener firmes garantías. Los cuerpos de
Zinoviev, Kamenev, Kuralov, Piatakov, etc., convencerán a la burguesía de que Stalin y la
IC son enemigos irreductibles del bolchevismo y la revolución mundial. Cualquier país
que escojamos servirá de prueba terminante. ¿Qué trabajador consciente no reconoce en
los stalinianos españoles a los campeones de la burguesía? Para justificar su crimen, el
stalinismo acusa a los trotzquistas de enemigos del socialismo; pero en España, esto es, en
la viva realidad de una revolución en marcha, son los stalinianos quienes luchan contra la
socialización, contra los comités obreros, por desarmar al proletariado y restituir a la
burguesía los girones de Poder que el proletariado supo arrancarle a costa de tantas luchas.
El Poder de la prensa staliniana, entregada a calumniar y perseguir a los bolcheviques, es
mucho, pero no podrá impedir que los trabajadores vean alzarse entre ellos y la revolución
el brazo monstruoso de la burocracia rusa al servicio de la contrarrevolución.
En el andamiaje de estos procesos, que sólo vistos en conjunto, “a grosso modo”,
se revelan ya como un gran embuste, hay detalles que dejan entrever las influencias
concretas que han intervenido en su montaje. Mientras que en el proceso del mes de agosto
los acusados eran culpables de haber trabajado al servicio de los fascismos alemán, nipón y
polaco, esta vez los acusados, considerados como cómplices de los otros, no son puestos
en relación con Polonia. La explicación es sencilla. En tanto, el viaje del general Rydz-
Smigly a París fue devuelto por el del general Gamelin a Varsovia y Francia concede a
Polonia un crédito de guerra de 1.300 millones. Este crédito fue votado por el PC francés,
aunque su cofrade polaco es ilegal, miles de sus miembros están en prisión, y el
imperialismo polaco no haya abandonado del todo sus planes anti-rusos. Advirtamos
además que los acusados no han sido puestos en connivencia con el fascismo italiano. Es el

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

propio PC italiano quien hace suyo el primitivo programa fascista44. Stalin no quiere
enemistarse con Mussolini hasta que desaparezcan todas las posibilidades de convertirse
en su aliado.
La acusación de criminales contra los viejos bolcheviques, tiene aún un sentido
más profundo. Stalin procura que las masas se digan: ¿Los compañeros de Lenin son
criminales? ¿Entonces, Lenin mismo, no fue criminal? ¿Toda la revolución de octubre no
fue un crimen? ¿No hay que reemplazarla por la contrarrevolución stalianiana?
[...] Pero, si el régimen staliniano no es la dictadura del proletariado, ¿es que se ha
rehecho el capitalismo en Rusia? Y si no es así, ¿qué clase de sociedad es aquélla? La
única contestación firme que se puede dar por ahora, es que en la U[nión] S[oviética] priva
el dominio desmandado de la burocracia y la aristocracia obreras, alimentadas por los
incalculables privilegios económicos que se traslucen a través de la escala de sueldos, de
100 a 10.000 rublos mensuales, y ejerciendo un monopolio político sobre el estado que da
a éste los caracteres de una de las tiranías mejor organizadas que conoce la historia.
La supresión de la propiedad privada, base de la revolución y de todas las
conquistas de Octubre, perdura aún. No obstante, el problema no puede quedar resuelto
con esta constatación. Sobre la propiedad y el Estado, sobre todos los organismos
soviéticos, está encaramada la burocracia, y esta fuerza conservadora, que en primer
término impidió al proletariado ruso obtener todos los beneficios económicos y políticos
del progreso industrial, entra en colisión con el desarrollo normal de la revolución. Hasta
un límite que ya parece alcanzado, la burocracia y la socialización se desarrollaban
paralelamente. La introducción del derecho de herencia y la propiedad de grupo en el
campo, demuestra que la burocracia y la revolución son intereses totalmente opuestos;
demuestra que no hay posibilidad de continuar sobre el camino de octubre rojo, sin
derrocar a la burocracia.
El daño inmenso que esta capa usurpadora ha infligido a la revolución es
claramente perceptible así en Rusia como en todos los países. Se cuenta por docenas las
derrotas sufridas por el proletariado mundial a causa de la burocracia.
En el caso de España, la traición alcanza proporciones exorbitantes de las que no se
salvará ni la propia burocracia, si no es que antes el proletariado frustra sus propósitos. Ya
está demostrado por varios meses de lucha, que la ayuda material prestada por la Unión
Soviética no es suficiente para triunfar. Sin embargo, la misma ayuda cuantitativa, prestada
no a la república democrática, sino a la revolución social, nos salvaría sin duda de ningún
género; porque lo que está impidiendo el triunfo sobre los fascistas es la mordaza puesta a
la revolución. Y esta mordaza, que se extiende por toda Europa, se amarra fuertemente en
Moscú.
No es en vano que los mismos que en Rusia asesinan a los bolcheviques que
dirigieron la revolución, defienden en España el parlamento y la democracia con ardor de
propietarios. La burocracia sabe que si por la derecha su enemigo es el fascismo, por la
izquierda lo es la revolución. Está contra uno y contra otra. He ahí la razón del
antifascismo, que traducido al lenguaje de Marx, quiere decir: teoría y práctica de los
pequeño-burgueses.
Pero la burocracia misma es incapaz de prever y controlar los resultados de su
propia política. Entre los revolucionarios es axiomático que pretender neutralizar la
revolución y la contrarrevolución, equivale siempre a hacerle el juego a esta última. En la
arena mundial, Rusia sigue siendo el país de la revolución, un grave obstáculo para el
capitalismo; pero la burocracia, que no quiere ni puede luchar revolucionariamente, pone
44
Véase nuestro 1er. número [nota original]. [Hace referencia al artículo titulado “Ampliando el Frente
Popular”].

66
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

en gravísimo riesgo la revolución mundial y la propia existencia de la URSS. Una y otra


encontrarán su salvación en la lucha independiente del proletariado contra el capitalismo y
contra la burocracia, que impide aquella lucha.
Los procesos de Moscú indican hasta dónde la burocracia está dispuesta a llevar su
lucha contra la revolución. Trotzki, que conoce bien la situación política de los “misterios”
rusos, ha declarado estar dispuesto a entregarse a la policía soviética, a condición de que
Stalin se comprometa a comparecer ante una comisión de encuesta internacional. Los
trabajadores de todo el mundo, al mismo tiempo que exigir la formación de esta comisión,
deben proseguir implacablemente la política de la revolución proletaria. Sólo el triunfo de
ésta, podrá vencer definitivamente al fascismo, al capitalismo y a la burocracia.
PROLES

1.26. “Anarquistas en el poder”. Boletín de la Sección Bolchevique-


leninista de España (IV Internacional) número 2, Barcelona, febrero
1937
Nadie hubiera creído hace sólo un año que algún día habría una nutrida
representación anarquista en el Gobierno de la República española, cuyos partidos
sostenedores, según la expresión de Solidaridad Obrera del 19, patrocinan “la táctica
lamentable encaminada a escamotear la revolución”.
Solidaridad Obrera no nos explica, como sería natural después de tan franca y
verdadera confesión, en que forma pueden contabilizarse aquella tendencia de los partidos
gubernamentales y la presencia en el Poder de varios líderes anarquistas.
[...] Aunque Solidaridad Obrera calla, todo el mundo sabe que los ministros
anarquistas no son los más remisos en reclamar una sola voluntad, la de ganar la guerra, y
que en la práctica, aunque la prensa confederada y las masas revolucionarias de la CNT
defiendan la simultaneidad de guerra y revolución, la colaboración anarquista se traduce en
la separación, mejor dicho, en la eliminación cada vez más tangible del segundo factor.
[...] los anarquistas han aceptado gradualmente todas las realizaciones
conservadoras propugnadas por stalinianos y socialistas. ¿Creen acaso los camaradas
ácratas que el decreto prohibiendo la filiación sindical o política de la Guardia Nacional de
Seguridad, el proyecto de control sobre costas y fronteras y la anulación de los comités
obreros son una garantía de la revolución?
Esto es contribuir a separar la guerra de la revolución, es ayudar al fraude que se
está consumando.
Estamos seguros de que en su fuero interno todos los revolucionarios cenetistas nos
darán la razón. ¿Se trata por ello de que la CNT vuelva a su tradicional apoliticismo? Esto
alteraría la forma pero no los resultados negativos para la revolución. Lo decisivo para ésta
y para la CNT es disipar todas las ilusiones de la revolución. La quiebra del apoliticismo es
de una evidencia que nadie se atreverá a negar. Ante la presión formidable de la revolución
el anarquismo se vio obligado a participar directamente en la política. Este solo hecho ya
constituye una reacción positiva. El mal empieza en el punto en que los prejuicios
sindicalistas, de un economismo primitivo, impiden a la CNT comprender la diferencia
entre un gobierno kerenskista y otro proletario; es decir, en el punto en que, aceptada la
intervención política, la CNT va a reformar un estado que se derrumba, en lugar de darle el
golpe de gracia y substituirlo por el Estado revolucionario del proletariado. Sin
comprender esto, toda la buena fe y propósitos revolucionarios serán vanos. Sobre la base
del Estado capitalista, es imposible construir nada revolucionario. Órganos propios y
genuinos de una política propia es lo único que puede garantizar el triunfo de la revolución

67
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

y de la guerra. Que los camaradas cenetistas procuren substituir las palabras por los
hechos.

1.27. PROLES: “Peligro de guerra y peligro de paz”. Boletín de la


Sección Bolchevique-leninista de España (IV Internacional) número 2,
Barcelona, febrero 1937
Por vez primera en la historia del movimiento obrero, la guerra civil ha estallado en
España, “en medio de la mayor tranquilidad”, independientemente de una guerra
imperialista; el imperialismo no consiguió esta vez aplazarla apresurando el
desencadenamiento de la guerra imperialista. A pesar de todo el peligro de la
transformación de la guerra civil en imperialista subsiste y aumenta. Desde luego es
posible que la guerra continúe en España sin perder su carácter civil, mientras la guerra
imperialista estalla en otros países. En 1924 Trotzky escribía: “No cabe duda que la
próxima guerra se combinará con diferentes formas de guerra civil en medida
incomparablemente más amplia que hasta el presente” (Problemas de la guerra civil)45. En
la última guerra imperialista ya vimos la guerra de independencia nacional de Serbia contra
Austria y la guerra revolucionaria de los bolcheviques contra Alemania desarrollarse
paralela a la guerra totalmente reaccionaria de la Entente contra los imperios centrales.
La cuestión de saber si la guerra civil española podrá seguir manteniendo su
carácter progresivo, caso de una conflagración imperialista en Europa, tiene que ser
planteada en términos completamente generales; muy otra es la de saber si efectivamente
lo conservará: la solución del problema depende de quien asuma la dirección de la guerra
en España. Si, como en el mes de julio y siguientes, el proletariado vuelve a tener la
iniciativa, la cuestión está resuelta; mas para esto es necesaria una nueva insurrección
victoriosa del proletariado, que dé sino la totalidad cuando menos la preponderancia en el
poder del Estado.
[...] La falta de un movimiento revolucionario en Francia y la victoria amenazante
de la contrarrevolución en España, han hecho de nuevo inminente el peligro de guerra
imperialista. Esta significaría la liquidación completa del carácter progresivo de la guerra
actual, la unificación de los dos campos de la burguesía, (cuyas contradicciones son sólo
tácticas respecto a la actitud ante el proletariado) mediante la firma de un armisticio al que
seguiría la fusión del ejército, de la policía y del aparato de Estado, que ni aquí ni del otro
lado está destruido.
La burguesía republicana fue puesta en movimiento contra el fascismo por la
presión del proletariado. [...] El proletariado español no puede resistir mucho tiempo la
fuerza unida de la burguesía española y del imperialismo, y menos aún faltándole un
partido revolucionario de masas y por ende el poder político, no puede por lo tanto salir
victoriosa la revolución española sin la revolución internacional. Este factor, inoperante
por ahora, sería indudablemente acelerado caso de una intervención contrarrevolucionaria
directa de Francia, Inglaterra, etc. En la próxima fase de la guerra, cuyas eventualidades
sería vano querer analizar en detalle, la lucha militar contra el imperialismo y la lucha
política contra la reacción interior están absolutamente subordinadas a la acción implacable
contra la intoxicación del movimiento obrero y por una política independiente.
Los bolcheviques tenemos por norma decirle al proletariado la verdad en todo
momento. Poniéndose al nivel de los tan vituperados “políticos”, los líderes actuales de la
CNT-FAI, en nombre de la cordialidad antifascista olvidan combatir sistemáticamente a

45
Ver: http://grupgerminal.org/?q=system/files/problemasdelaguerracivilTrotsky1924.pdf NdE.

68
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

los representantes de las dos internacionales contrarrevolucionarias, que por el momento


dirigen la política de la España republicana, y cuyo objeto, en España como en los demás
países, es apoyar a la burguesía en el mantenimiento de una paz contrarrevolucionaria. La
Internacional Comunista, especialmente, nacida al calor de la transformación de una guerra
imperialista en guerra civil, cifra hoy todos sus esfuerzos en convertir la revolución
proletaria en guerra imperialista.
Este y no otro es el significado de la campaña contra la CNT y el POUM, sin que
esto signifique por otra parte que ambos partidos puedan verdaderamente garantizarnos
contra la guerra imperialista. La posición fluctuante de la primera está explicada por la
tradicional incomprensión de los anarquistas respecto a la revolución proletaria, el
imperialismo, la guerra imperialista y la guerra civil, cuyo significado de clase no han
asimilado. El imperialismo de la Sociedad de las Naciones hasta nutre esperanzas de que el
ala derecha de la CNT llegue a formar parte de su alianza guerrera; por eso empuja por
medio de sus agentes reformistas la fusión sindical de la CNT con la UGT (completamente
dispuesta ya “a combatir por la libertad y la democracia”) que reforzaría
considerablemente esta ala derecha. Esta falta tan lamentable para el proletariado, de
principios políticos por parte de la CNT, ha llevado a ésta a envanecerse de haber
encontrado, antes que nadie, la consigna de “guerra de independencia nacional” [...] y caer
de lleno en un neonacionalismo, cuya efectividad subsiste a pesar de todos los mentís.
Pero muy otra es la opinión que nos merece el POUM, cuyos dirigentes se
reclaman de Marx y de Lenin, y que, aceptando en la guerra civil el rol de un ala izquierda
del Frente Popular, ha aceptado en silencio la militarización, ha cerrado la unión sagrada
antifascista, ha visto en el mando único una medida progresiva y no ha protestado una sola
vez contra el derrotismo contrarrevolucionario de la burguesía, sin conocer antes la
posición asumida por la CNT. Internacionalmente el POUM colabora con partidos y
fracciones socialpatriotas: a través de su hombre de confianza en Francia, Marceau Pivert,
que los camaradas franceses y españoles no han logrado hacer dimitir de sus cargos
administrativos en el gobierno Blum, depende del Frente Popular francés. El peligro de
una capitulación del POUM ante la guerra imperialista se presenta ahora al lado del
peligro, que no ha disminuido un ápice, de capitulación delante de la burguesía.
Una actitud leninista frente al peligro de guerra supone en primer lugar una línea
consecuente de lucha contra la propia burguesía. La dirección del POUM, que hace un año
cerró la alianza contrarrevolucionaria del Frente Popular, y que colaboró en la Generalidad
hasta que se le expulsó de ella, no tuvo nunca respecto al Gobierno central ni al Gobierno
de Companys una posición leninista: por lo que a la política internacional se refiere
evidencia su completa incomprensión de la situación real, reprochando al Gobierno de
Valencia el “continuar teniendo confianza en la Sociedad de Naciones”. [...] Si el Gobierno
prefiere la paz a la guerra, cosa de la que nadie duda, prefiere en todo caso una paz dictada
en Londres o Ginebra por una comisión de “peritos” imperialistas, personificación de las
contradicciones del régimen capitalista, y no por los comités de soldados, expresión de las
masas laboriosas. Una paz de este género, por otra parte difícilmente realizable, no sería
sino el germen de futuras guerras, y el ingreso en la comisión de control de nuestras costas
por parte de la Unión Soviética, lejos de cambiar su carácter contrarrevolucionario lo
refuerza. La lucha contra la guerra imperialista tiene por lo tanto que ser acompañada de la
lucha contra la política reformista y reaccionaria de la URSS, que el POUM olvida,
limitándose a defenderse pasivamente de los ataques cada día más violentos de los
stalinianos.
En el momento en que una probable declaración de guerra entre Francia y
Alemania, acentuando aún más la oleada chauvinista que se ha apoderado del movimiento
obrero español, amenaza llevar a la derrota completa la revolución española, será necesario

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

un verdadero partido bolchevique, dispuesto a afrontar los mayores sacrificios y peligros


antes que capitular ante la oleada patriotera; en ese instante el POUM, cuyos partidos
aliados (ILP, SAP) capitulan ya, en tiempo de paz, ante la oleada chauvinista, demostrará
nuevamente que no es capaz de hacer una política de vanguardia, sino sólo de seguir la
corriente. El centrismo de su dirección, consistente precisamente en no conducir a las
masas, sino en dejarse llevar por ellas, imprimirá a todo el partido un carácter claramente
no-bolchevique. La tarea de los verdaderos revolucionarios en el POUM es darse una
nueva dirección bolchevique, mientras tengan oportunidad de hacerlo.
PROLES

1.28. MÉNDEZ, José: “La unificación de los partidos socialista y


comunista. Unificación de la traición”. Boletín de la Sección
Bolchevique-leninista de España (IV Internacional) número 2,
Barcelona, febrero 1937
Hace tres años, en plena euforia ultraizquierdista, los stalinianos, para quienes
Largo Caballero no era entonces enemigo del fascismo sino su hermano gemelo, los
militantes de la IV Internacional, declaramos que ni Largo Caballero era hermano del
fascismo ni los stalinianos revolucionarios capaces de destruir el reformismo socialista.
Los hechos han venido a demostrar cuantas similitudes ocultaban posiciones
aparentemente antagónicas.
Hoy los stalinianos emprenden negociaciones encaminadas a lograr la fusión con
los “socialfascistas”. ¿Bajo qué principios? ¿Con qué fin? Ninguno de los dos partidos que
van a fusionarse lo dice (si no ha sido al oído de algún ministro de la burguesía europea)
porque de principios carecen y los fines están muy distantes de la revolución proletaria. En
cambio tienden un estandarte que vocean en todos los tonos y despliegan en todas las
direcciones, agrandándolo cuanto pueden, para mejor ocultar debajo a sus aliados
burgueses: el estandarte de la unidad.
[...] En la práctica los partidos Socialista y Comunista vienen actuando en perfecto
acuerdo desde las elecciones de febrero de 1936. La responsabilidad de la sublevación
fascista, del cauce desventajoso de la guerra civil, y del rumbo reaccionario de los
acontecimientos en general, se la reparten por igual. Es este acuerdo entre los dos partidos,
comprendido hoy dentro del acuerdo de la burguesía mundial, y respaldado por la
burocracia soviética, de ahogar la revolución española, el que les lleva a la fusión. La tarea
debe ser terminada. No es fácil aplastar a un proletariado que ha llevado tan lejos la lucha
contra la burguesía. Supone el armisticio con los fascistas o preparar el terreno para la
guerra imperialista y acabar con lo que aún le queda de poder, económica, política y
militarmente a la clase trabajadora; requiere una concienzuda labor de maniobras y
contramaniobras, engaños, campañas de prensa e invasión del aparato estatal, con el mayor
cuidado para no fracasar. Toda la burocracia debe obedecer a la misma voz.
Como las palabras justicia, libertad, paz, etc., la palabra “unidad” ha sido siempre
utilizada en un sentido genérico para rehacer virginidades políticas comprometidas,
sepultando en frases hueras el sentido revolucionario de la unidad de clase. Pero el mayor
vocerío unitario con que stalinianos y socialistas pretenden ensordecer a las masas, no
podrá ocultar que su unidad es la unidad con la burguesía española, la unidad con Baldwin,
Blum y Stalin, el asesino de los compañeros de Lenin. Es una unidad dirigida contra la
revolución en forma expresa. La unidad de las juventudes, cuya consecuencia ha sido el
abandono, públicamente declarado, del terreno de clase, es un preludio al que seguirá la

70
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

constitución del partido unificado “para todos los españoles”. La paz del mundo (la de los
propietarios) lo exige.
La FAI, que ha sido invitada a las negociaciones de la fusión, no ha tomado
respecto a la misma ninguna posición concreta. Es su costumbre. No obstante, esperamos
que su tradición rebelde le impida comprometerse en una empresa que tendrá a su cargo la
misión de aplastar una revolución.
Al POUM, que se considera el partido de la revolución, le exigimos algo más. Este,
que no fue invitado, solicitó un puesto en las negociaciones46, no sin que una nota
aparecida anteriormente en La Batalla, en la que se desentendía totalmente del problema,
revelará una vez más su inseguridad peculiar. Probablemente los dirigentes del POUM
habrán inspirado su solicitud en razones tácticas, pero la táctica sólo es aplicable en terreno
propicio. [...] la solicitud del POUM contribuye a tener en suspenso las ilusiones de
muchos trabajadores ya semi-desengañados por la traición staliniano-reformista. En este
episodio sólo cabe la táctica de ganar el mayor tiempo posible para que la unificación se
haga con la aversión de los trabajadores más conscientes. No habilidades tácticas que nada
pueden producir, sino ofensiva profunda y despiadada que oriente a las masas hacia la
creación de un partido revolucionario.
JOSÉ MÉNDEZ

1.29. G. M. [Munis]: “La consigna del momento”. Boletín de la Sección


Bolchevique-leninista de España (IV Internacional) número 2,
Barcelona, febrero 1937
Atravesamos instantes de excepcional gravedad. Con la toma de Málaga por los
fascistas, la guerra y la revolución entran en una nueva fase cuya desembocadura aparece
tan confusa como llena de peligros. Sólo una reacción enérgica y organizada del
proletariado podrá vencerlos, dar a la situación su salida revolucionaria y a la guerra un
impulso victorioso
De julio de 1936 a febrero del 37, salvo la primera actuación vertiginosa y
espontánea del proletariado, la lucha militar transcurre con derrotas importantes por
nuestra parte (San Sebastián, Irún, Toledo, Málaga, cuatro meses de ataque a Madrid) y
sólo avance parciales, como los asedios de Huesca y Oviedo, no coronados por el éxito. El
origen de este saldo inquietante es preciso buscarlo en los factores que intervienen en la
lucha, de los cuales la indisciplina, la incapacidad, la mayoría de las traiciones y la
ineficacia general de todas las medidas y recursos, son un reflejo, no el origen del mal,
como pretenden el gobierno y los partidos que los apoyan.
El Frente Popular, donde todos los factores políticos se compendian, apareció hace
un año con la deliberada intención de conciliar a todos los españoles en el maternal regazo
de la democracia. Dirimir la contienda social en favor del proletariado es una idea
completamente ajena a su naturaleza. En cuanto a la practicabilidad de la democracia como
régimen estable, la sublevación fascista producida en pleno parlamentarismo, cuando el
peligro de la revolución se alejaba en lugar de acercarse, da de ella una idea exacta.
Sublevándose, la burguesía española demuestra prácticamente que en España hay lugar
para el fascismo, o para el comunismo, nunca para la democracia.

46
Hemos reproducido la carta firmada por Nin, en enero de 1937, en la que se solicita la inclusión del
POUM en estas conversaciones de unificación. Véase documento 1.21.

71
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

A pesar de que su vitalidad revolucionaria dio al proletariado el triunfo en los


puntos más decisivos de la Península, el Poder recayó de nuevo en el Frente Popular,
porque en el fondo ningún partido supo seguir una política opuesta: la política de clase del
proletariado. Pero la guerra civil, en lugar de acentuar la tendencia revolucionaria de las
organizaciones, que como la CNT y el POUM se mantuvieron un poco distantes del Frente
Popular, las entrega a éste y se incorporan al gobierno en el momento en que aparecían
todas las condiciones necesarias para preparar rápidamente su substitución por la dictadura
revolucionaria del proletariado. Preciso es declarar que si el Frente Popular impide el éxito
de la guerra y la revolución, la CNT y el POUM han impedido al proletariado acabar con
el Frente Popular. Sólo esta sujeción, más o menos condicionada, de todos los partidos y
organizaciones al gobierno, ha podido permitir a éste rehacerse, liquidando los comités,
que tendían a substituirle, aplicar su funesta política internacional, conservar intangible la
mayoría de la gran propiedad, la Banca y la antigua burocracia; con ello se logró, en el
terreno militar, impedir la transformación de las milicias en un ejército revolucionario, que
no puede existir vinculado a un Poder político pequeño-burgués, y condicionar el terreno
para la creación del ejército popular; con ello se logró, en una palabra, que la dirección del
país no pasara a manos del proletariado y, fiel a su motivo de existencia, el FP perdura en
su política tendiente no a dirimir el pleito en favor de la revolución, sino a conciliar a todos
los españoles.
Málaga es el último y más visible de sus resultados, Madrid continúa padeciendo
los ataques fascistas, y mientras militarmente el gobierno no puede presentar sino derrotas,
emprende una revalorización general de los elementos, instituciones y métodos burgueses,
que le han llevado a prohibir (como en tiempo de Romanones) la sindicalización de los
cuerpos armados, a desarmar a las organizaciones obreras y a comprometerse en la
campaña contra las socializaciones. Como colofón, el control sobre costas y fronteras, más
que aceptado mendigado por el gobierno, vendrá a agregar una ventaja más para los
fascistas. Si los señores del FP hiciesen un balance de su actuación, encontrarían que han
perdido contra los fascistas tantas batallas como han ganado contra el proletariado.
Militarmente, el FP nos ha llevado a una situación que no permite resistir muchas
pérdidas más como la de Málaga. Políticamente todas las medidas del gobierno dirigidas
contra el proletariado, desorientan a éste, le fatigan y sumen en el indeferentismo,
castrándolo para la lucha militar. En Cataluña, por su alejamiento de la guerra, es menos
perceptible la fatiga. En las regiones del Centro y el Norte, el FP empieza ya a doblegar el
espíritu de las masas. Nada nos autoriza a pensar que la movilización del mando único
modificará en breve el curso de los acontecimientos bélicos. Hace más de dos meses que
existe el mando único en Madrid. Existía también en Málaga. ¿Acaso el gobierno pretende
conscientemente fatigar a la población, aburrirla a fuerza de fracasos y de taponarle la
salida revolucionaria hasta obligarla a aceptar la paz y la guerra imperialista o lo que aquel
desee? Nada está excluido, pero ante todo es preciso declarar que el gobierno del FP, y
cuantos sobre esta base puedan formarse, es el principal entorpecedor de la guerra y la
revolución. Debatiéndose entre el fascismo y la revolución, el gobierno al impedir el
desarrollo de ésta suprime la fuerza más poderosa, el factor decisivo, en la lucha contra el
fascismo.
Esa doble lucha del gobierno contra el fascismo y contra la revolución, les somete
al cautiverio de Francia e Inglaterra. A él se entregó desde el primer momento, como por
instinto familiar, a cambio del embargo de armamento, el Comité de no intervención y un
control que lo es sólo para el proletariado. Se inventó toda una trama patriótica de la
guerra, para que Álvarez pudiera ir a Ginebra a ofrecer España entera a los imperialismos
democráticos. Reconozcamos que el gobierno no ha logrado aún convertir la guerra civil
en imperialista, no ha regateado esfuerzos ni medidas contrarrevolucionarias para

72
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

catequizar a la burguesía europea. Tal vez está en trance de lograrlo. Al menos, Largo
Caballero tiene ya su corte de generales y Galarza una legión de policías, la campaña
contra el trotzkysmo completa la impresión de “normalidad” y “orden” indispensables al
buen burgués británico. Si se tratase de revolución, Francia e Inglaterra sólo intervendrían
para ayudar al fascismo, pero si la guerra es patriótica, el gobierno “fuerte”, y el
proletariado está dominado, entonces pueden pensar en ayudar a España a “darse el
régimen que elija”, y de paso recuperar el dominio comercial y estratégico que Italia y
Alemania les disputan. Esta es, en efecto, otra de las peligrosas salidas a que estamos
abocados para fecha próxima. Las rivalidades imperialistas operan sobre España en la
misma medida en que los caracteres capitalistas de nuestra sociedad permanecen. El
gobierno pone de su parte cuanto puede, la atmósfera internacional está saturada. Una
declaración de guerra como consecuencia inmediata de nuestra lucha, puede sobrevenir de
un momento a otro y arrastraría consecuencias graves para todos los revolucionarios.
Posibilidades de una salida revolucionaria a plazo breve, apenas existen. Tal vez
haya hombres de fe que esperen un triunfo próximo mediante las armas. Nosotros creemos
que el proletariado a pesar de la desorganización y esterilidad que el gobierno le impone,
puede defenderse durante mucho tiempo. Antes de estar en condiciones de superar
militarmente a los fascistas, deberá superar políticamente a los stalinistas y reformistas.
Los mayores males son de temer mientras no se oriente en este sentido.
En un reciente manifiesto tirado por nuestra organización, recomendábamos la
creación de un frente revolucionario del proletariado. Esta consigna se hace
imprescindible, es hoy la condición anterior a todo triunfo. De la promiscuidad de clases e
intereses representados en el FP, surge el peligro de una derrota definitiva, el peligro de
paz y de guerra imperialista. Desde el FP se está matando la conciencia y el espíritu
revolucionario de las masas. Es de vida o muerte romper el FP, substituyéndolo por el
frente revolucionario del proletariado, cuyos objetivos primordiales serían luchar contra
toda clase de armisticios y contra la guerra imperialista, luchar por dar a la clase
trabajadora la propiedad de todos los elementos de producción y cambio, por la ofensiva
militar en todos los frentes, dando al ejército una estructura proletaria, y especialmente por
la constitución de Comités de obreros, campesinos y combatientes, que en el momento
propicio substituirían al gobierno y al estado de la burguesía.
Bastaría que el frente revolucionario se constituyese, se dijera claramente a las
masas los peligros que acechan, se señale a los culpables y se oriente en un sentido de
clase, para que todo el espíritu revolucionario salga nuevamente a flote, surja de nuevo la
posibilidad revolucionaria y los resultados en el frente no tarden en apreciarse. El frente
revolucionario debe ser un compromiso de frente único con sólo los puntos comunes, que
podría ser iniciado por las organizaciones de extrema izquierda más numerosas, como la
CNT y el POUM. Pero es preciso guardarse contra las formas de Alianza Obrera, que dan
al frente único una forma rígidamente burocrática, limitándolo a conversaciones y
cabildeos entre los líderes. Las masas deben participar en la revolución, porque sólo de
ellas puede partir la disciplina y la fuerza creadora de la revolución social. Como decíamos
en nuestro manifiesto, el dilema es hoy “o con el Frente Popular y contra la revolución, o
por el frente revolucionario y por el comunismo”. Las organizaciones que aún no han
abandonado el terreno de clase, tienen la palabra.
G. M

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

1.30. G. M. [Munis]: [“Errores y particularidades del POUM”]47.


Boletín de la Sección Bolchevique-leninista de España (IV
Internacional) número 2, Barcelona, febrero 1937
Cuando hace un año el POUM firmó el manifiesto electoral que dio nacimiento al
Frente Popular, nuestra organización internacional formuló duras críticas, que los
dirigentes del POUM han calificado de calumnias. Aquella firma, que excedía los límites
del compromiso de frente único, auguraba toda una sucesión de capitulaciones y
concesiones de principios, siempre invocando particularidades que los “sectarios” son
incapaces de ver, que impediría al POUM convertirse en el polo de atracción de las masas
y educar los cuadros de la vanguardia proletaria.
Durante el año transcurrido la grandeza y abundancia de acontecimientos, en medio
de los cuales el POUM permanece como un partido casi exclusivamente catalán,
corroboran fuertemente nuestra apreciación. La “particularidad” sobre la que se apoyó para
incluirse en el frente popular era, en el fondo, ignorar que un partido que aspira firmemente
a la revolución, debe saber sacrificar una ventaja momentánea, adquirida al precio de una
concesión, en beneficio de un desarrollo ulterior. Para que las masas comprendan y sigan a
un partido, es preciso que este tenga una fisonomía perfectamente definida. Toda
aproximación, aunque sea parcial, con los enemigos del proletariado, le confunde con
estos, desdibujando las fronteras entre la política reformista y la revolucionaria.
A pesar de ello las condiciones de España eran tan propicias que también el POUM
hubiera recuperado rápidamente todo lo perdido rectificando honda y rápidamente su
política. Pero desgraciadamente la dirección del POUM no parece ver en nuestra
revolución sino “particularidades”; [y] siempre particularidades que le permitan aceptar
diariamente la posición [que] cierra los ojos al porvenir.
Esto último es, en tanto no exista un partido verdaderamente revolucionario, el
rasgo más peligroso del POUM, ya que, aunque él se obstina en ignorarlo, como partido de
extrema izquierda puede influir poderosamente en la conciencia de las masas y hasta
determinar el camino de la revolución. Hoy mismo, que atravesamos días de enorme
gravedad, la imprevisión política del POUM, sus consignas confusas, erróneas o
contradictorias, su ausencia de voluntad para la lucha política, que alcanza proporciones de
inercia, su continuo retraimiento ante el bloque staliniano-reformista y ante las
capitulaciones del anarquismo, y de la manera más concreta, su total despreocupación por
la salida inmediata revolucionaria de los acontecimientos, que amenazan peligrosamente
con una salida reaccionaria, todo esto puede propiciar el ambiente para que stalinianos y
socialistas de mala gana seguidos [por] los anarquistas nos brinden la paz que tanto
anhelan en el secreto de sus jaulas burocráticas, el triunfo de los fascistas que no anhelan
pero facilitan, o la guerra imperialista que preparan aunque temen.
¿Qué hace el POUM a todo esto? ¿Qué perspectiva ve? ¿Qué consigna opone a
estos principios? Descargar toda la responsabilidad de la situación sobre los traidores no es
de sectarios sino de impotentes. Los traidores, necesariamente deben traicionar. Los
revolucionarios están para impedir el triunfo de los traidores. El POUM existe y ahueca la
voz para llamarse el partido de la revolución, pero ¿lucha efectivamente contra la traición
que zumba diariamente sobre nuestras cabezas esperando el momento propicio para caer?
No; no lucha. Se deja llevar por los acontecimientos, duerme en espera de que las masas
vengan a buscarle, y para cubrir el deber de decir algo lanza cualquier consigna de su
diccionario especial.

47
Artículo de Munis que fue publicado sin título alguno, probablemente por un error tipográfico.

74
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

Par eliminar toda oposición a sus siniestras intenciones, el stalinismo se ha lanzado


a una campaña de calumnias y persecuciones contra el POUM. La sección de Madrid, más
débil, viviendo en una pieza militar y representando además el ala izquierda del partido, ha
sufrido los primeros y más violentos ataques. A la confiscación de su prensa y radio sigue
el ataque físico, tal vez un proceso de corte moscovita48. Contra estos ataques toda
organización revolucionaria tiene el deber de defender enérgicamente el POUM. Pero ante
todo es preciso que él sepa defenderse respondiendo a la persecución con el ataque
político, empleando a fondo una campaña de agitación contra los procedimientos
stalianianos que obligue a las organizaciones anarquistas a situarse a uno u otro lado. Al
POUM le sobra fuerza para triunfar en esta empresa; sin embargo le estamos viendo
batirse en retirada, ceder el terreno al stalinismo, formular unas cuantas protestas
intrascendentes en La Batalla para recluirse inmediatamente en su habitual inercia, en
espera de que llegue la hora del martirio a Cataluña.
Exactamente lo mismo acontece en la arena más vasta de la lucha de clases. Todo
el margen, nada pequeño, que mediante la guerra civil le fue dado a la clase obrera para
agruparse formando un partido de la revolución se está agotando. Nadie, ni el propio
POUM, pretenderá que la clase obrera cuente hoy con las condiciones necesarias para
apoderarse del poder político y crear su propio Estado de Clase. Al contrario, el peligro
está en que el estado burgués se consolide totalmente a expensas del proletariado. La única
salida positiva, reside en el [ilegible] del espíritu de clase del proletariado, que reanime el
espíritu general, impida toda salida reaccionaria y conceda un nuevo plazo indispensable
para preparar la toma del poder político. Nosotros hemos formulado esta salida en la
consigna de “frente revolucionario del proletariado”. En las masas existe gran
desconfianza hacia el Frente Popular. Incluso entre los anarquistas hay una animadversión
general a la política de sus ministros, empiezan a darse cuenta de la necesidad de una
política de clase. Nadie quiere tampoco la guerra imperialista y mucho menos un
armisticio. Existen condiciones muy favorables a la instauración del frente revolucionario,
que daría al traste con el FP y sus proyectos, iniciaría el rompimiento de la unión sagrada
en toda Europa, permitiría organizar el partido de la revolución y encontrar el camino del
Poder.
En la intimidad del hogar probablemente algunos líderes del POUM lo
comprenderán, lo hace sospechar la adhesión de la JCI al frente de juventudes
revolucionarias, que aunque incompleto y confuso en algunos puntos, puede representar un
principio de reacción proletaria positiva; pero el POUM teme emprender toda campaña por
un frente revolucionario, no quiere que los stalinianos puedan decir que pretende romper el
FP y se entrega a conciliábulos burocráticos con los anarquistas esperando tal vez que
estos le sugieran un frente semejante al de la juventud. Mientras tanto el stalinismo triunfa,
la burguesía se rehace y la confusión de las masas abona todos los proyectos reaccionarios.
Pero al POUM no le falta, ni mucho menos, una consigna de buenas apariencias:
“Gobierno obrero y campesino”. En los momentos de desaliento, cuando se cree
definitivamente alejado de la Generalidad, la dirección del POUM lanza una consigna en
grandes titulares, como un reto a los stalinianos y elixir milagroso que de un solo golpe
pueda cambiar la faz de los acontecimientos.
Nadie podría decir exactamente que entiende el POUM por gobierno obrero y
campesino. ¿La colaboración que practicó en un gobierno basado en comités? En el primer
caso los trabajadores tienen ya la prueba que sólo sirven a la burguesía; en el segundo la

48
En junio de 1937 el POUM fue ilegalizado y sus dirigentes procesados bajo la acusación de traición a la
República, en un proceso de corte moscovita, como el anunciado por Munis en este artículo fechado en
febrero del 37.

75
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

consigna es totalmente extemporánea, porque apenas existen comités, los que quedan no
tienen la estructura adecuada y por lo tanto no pueden hacer sino preparar el terreno para
que los comités puedan hacerse cargo del poder. Sólo el frente revolucionario del
proletariado, rompiendo la coalición de clases, iniciaría aquella preparación.
A los camaradas que en el seno del POUM confían en la eliminación por la propia
dirección de los errores anteriores, les aseguramos que ésta no tiene ni ha tenido nunca la
intención seria de preparar la toma del poder por el proletariado. Acerca de la colaboración
decíamos en nuestro número anterior que “la falta de criterio del POUM es más aparente
que real”. Tan pronto como los roces entre los anarquistas y los stalinianos han ofrecido la
posibilidad (bien remota) de que la CNT apoye la candidatura gubernamental del POUM
L’Hora que siempre ha estado unos centímetros a la izquierda de La Batalla, demanda el
día 19 un gobierno de prestigio revolucionario en la Generalidad, “el que vuelva el POUM
con mayor representación que antes y se disminuya la de la Esquerra”. Seriamente
debiéramos preguntar a los dirigentes del POUM que “particularidad” han encontrado para
entregar de este modo el movimiento obrero al stalinismo. Es absolutamente
imprescindible declarar que la dirección del POUM es el principal obstáculo para la
formación del Partido revolucionario. Sus militantes tienen el deber de luchar contra el
oportunismo de la dirección, que se deja atropellar por el stalinismo, capitula siempre en
los momentos de más gravedad e impide al proletariado encontrar un polo revolucionario
junto al que agruparse y escombrar de enemigos el camino del Poder.
La lucha por el frente revolucionario del proletariado dará a los militantes del
POUM una excelente oportunidad de controlar alguna vez a su dirección y prestar un
servicio a la revolución social. De no lograrse, el propio POUM marchará hacia la ruina y
la revolución entrará en una fase reaccionaria.

1.31. “¿El POUM anti-trotzkysta?”. Boletín de la Sección Bolchevique-


leninista de España (IV Internacional) número 2, Barcelona, febrero
1937
Copiamos a continuación una carta enviada por nosotros al POUM y a la JCI:
“Estimados camaradas: en la mañana del domingo, cuando diversos de nuestros
camaradas repartían entre los asistentes al mitin del Frente de la Juventud Revolucionaria,
un manifiesto que reclama la creación de un frente único de clase, militantes de la JCI
impidieron su distribución mediante la fuerza, deteniendo a algunos de nuestro
compañeros y arrebatándoles, violentamente también, los paquetes de manifiestos que
portaban.
La acusación de un psuquista contra nuestro camarada Zanon bastó para que
militantes de la JCI lo apresaran, encerrándolo durante más de 24 horas en los calabozos
del cuartel Lenin.
La gravedad de estos procedimientos, que creíamos monopolio staliniano, nos
obliga y nos autoriza a preguntaros si la JCI actuaba con órdenes concretas o se trata de
extralimitación de militantes. En cualquiera de los dos casos, esperamos que el respeto a la
propaganda revolucionaria os inducirá a impedir una repetición del suceso, y reclamamos
la devolución inmediata de los manifiestos quitados a nuestros camaradas.
Renunciamos a exponer otros detalles que en nada prestigian a la JCI, en espera de
que el asunto quede saldado como corresponde a una organización obrera.
Saludos revolucionarios. Barcelona, 16 febrero 1937.
Por el Comité de la Sección B-L de España, “M.”

76
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

El tono conscientemente mesurado empleado en la carta, a pesar del procedimiento


indigno, totalmente ajeno a una organización obrera, estaba inspirado en la creencia de que
los autores del atropello habían actuado por cuenta propia e influenciados por la
propaganda anti-trotzkysta del stalinismo, a la que La Batalla jamás responde, porque “no
es trotzkysta”. ¿Es pues anti-trotzkysta?
El CE del POUM y el de la JCI dando la callada por respuesta y sin devolver
siquiera los manifiestos de que se apoderaron abusando de su superioridad numérica, se
solidarizan tácitamente con un acto de agresión física y de atropello a los principios
revolucionarios. Los métodos stalinianos en nada difieren de los empleados contra
nosotros en el mitin de la Plaza de Cataluña. ¿Con qué autoridad puede protestar el POUM
de lo que con él se hace en Madrid, abusando igualmente de su inferioridad numérica?
De habérsenos respondido satisfactoriamente, nada publicaríamos de este asunto.
La actitud señorial del CE nos obliga a llevar el hecho al dominio público, y a declarar que
continuaremos nuestro camino a pesar de las persecuciones, en que ya han coincidido
stalinianos y poumistas.
¿Acaso el CE del POUM quiere demostrar que tampoco es un obstáculo para la
democracia burguesa y la defensa de la patria?

1.32. “Telegrama a Largo Caballero”. Boletín de la Sección


Bolchevique-leninista de España (IV Internacional) número 2,
Barcelona, febrero 1937
Con motivo de la persecución contrarrevolucionaria de que está siendo víctima la
Sección madrileña del POUM, nuestra organización envió el siguiente telegrama al
Presidente del Consejo de Ministros:
“EXIGIMOS DEVOLUCION Y LIBERTAD “COMBATIENTE ROJO” Y
RADIO POUM MADRID Y INCAUTACION PRENSA BURGUESA. C.E. SECCIÓN
B.L. DE ESPAÑA.”
Copias de este telegrama fueron mandadas a La Batalla, Juventud Comunista y
Solidaridad Obrera, respondiendo todos a una con el silencio. ¿Les molesta a estos
periódicos la protesta, o quién protesta? De no ser lo primero, no podían callar sin
demostrar que utilizan su fuerza orgánica para impedir que los nuevos grupos
revolucionarios sean conocidos. La Batalla en cambio, no tiene inconveniente en utilizar
textos de nuestro Boletín, sin indicar su origen. Son consecuencias naturales de su política
práctica.

1.33. “Resolución de la Sección bolchevique-leninista de España, sobre


la unidad sindical”. Boletín de la Sección Bolchevique-leninista de
España (IV Internacional) número 2, Barcelona, febrero 1937
Nuestra revolución, particularmente por lo concerniente a la industria colectivizada
de Cataluña, ha aportado una clara demostración del necesario carácter apolítico que
corresponde a los sindicatos y la imposibilidad, al mismo tiempo, de organizar una
economía socialista sin la dirección de un poder político revolucionario.
Las dificultades enormes con que tropiezan las empresas que han pasado a manos
de los trabajadores, provienen fundamentalmente de la incompatibilidad entre el carácter
colectivo de aquéllas y el pequeño-burgués del Poder político a través del cual la economía

77
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

capitalista y la propia clase burguesa tienen asegurada su preponderancia y privilegios. Las


diferencias entre los trabajadores de una y otra central sindical, lejos de ser la causa de
todas las dificultades son uno de los efectos de aquella incompatibilidad. Los camaradas de
la CNT, tomando este efecto por causa, propugnan la unidad sindical sobre la base de la
eliminación de la política, ofreciéndola como remedio a todos los males. El anarquismo
incurre aquí en su tradicional error de concepción, permitiendo con él que los líderes
reformistas de la UGT aprovechen para consolidar su influencia, sin comprometerse a nada
política y económicamente, la buena acogida que la palabra unidad tiene siempre entre las
masas.
La Sección Bolchevique-Leninista de España se cree en el deber de declarar que,
víctima de este error, existe el peligro de que la CNT, consienta una unidad carente de
contenido social, que vendría a paralizar y dar marcha atrás a la colectivización, ofreciendo
a los gobiernos pequeño-burgueses del FP las condiciones necesarias para realizar sus
designios de restauración completa del antiguo estado de cosas. La consigna “Todo el
poder económico a los sindicatos” de reciente aparición entre los anarquistas, no podrá
nunca resolver el problema, por su olvido del factor político; pero servirá, incluso en esta
forma incompleta, para demostrar la imposibilidad de que los trabajadores se apoderen de
la economía sin apoderarse también del poder político.
Hacemos resaltar así mismo, que tanto la CNT como el POUM, esto es, las
organizaciones de extrema izquierda, aceptando de una manera mecánica la consigna de
unidad, olvidan señalar el grave peligro de que aquélla se efectúe bajo el signo de una
reconciliación que vendría a neutralizar la potencia revolucionaria de los trabajadores de la
CNT.
El espíritu de unidad que anima tanto a la CNT como a la mayoría de los
trabajadores de la UGT, debe ser impulsado en un sentido constructivo, no eliminando la
política en general, sino las tendencias sindicales reformista y conservadora, patrimonio de
la política de conciliación de clases, sustento de todos los elementos conservadores de la
situación actual.
Y, en consecuencia, declaramos que la unidad sindical debe perseguir como
objetivo primordial la eliminación de los métodos, fines y consignas reformistas, y la
construcción de una sola central sindical revolucionaria.
Es preciso evitar que la unidad sindical refuerce la unión sagrada del FP. Pero es
necesario advertir de antemano que la unidad sindical de la clase trabajadora no garantizará
la expropiación de toda la burguesía. Es ésta, tarea que atañe a un Poder revolucionario aún
no existente, a la dictadura del proletariado. Quien no lo comprenda así, se cierra así
mismo el camino de la revolución.
¡Por una sola central sindical revolucionaria, libre de reformismos!
¡Por la expropiación de toda la burguesía y los terratenientes!
¡Por la independencia respecto del Poder político pequeño-burgués!
¡Por la organización sindical a base de sindicatos de industria!
¡Los Comités, elegidos en asamblea general de los trabajadores de las dos
tendencias!
¡Asambleas regulares mensuales en todos los sindicatos!
¡Racionamiento revolucionario, en manos de los sindicatos!
SECCIÓN BOLCHEVIQUE-LENINISTA DE ESPAÑA.
EL COMITE.

78
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

1.34. VAN [HEIJENOORT, Jean van]: “Carta a Naville (25-2-1937)”


25 de febrero de 1937.
Estimado Naville:
He aquí algunas consideraciones emitidas por mi tío49 en las conversaciones
mantenidas con él sobre España.
Algunos camaradas, impresionados por la terrible lucha que se desarrolla en
España y sobre todo por la dificilísima situación del POUM son proclives a adaptarse
pasivamente a la línea política de la dirección del POUM. Que aprueban con algunas
reticencias. No se demuestra la amistad por una organización revolucionaria en una
situación difícil cerrando los ojos sobre sus errores y los peligros que conllevan. La
situación en España sólo puede salvarse con un cambio enérgico, radical y heroico del ala
izquierda del proletariado y con un necesario agrupamiento inmediato. Hay que iniciar una
campaña implacable contra la alianza con la burguesía y por el programa socialista. Hay
que denunciar a los jefes estalinistas, socialistas y anarquistas precisamente por su alianza
con la burguesía. No se trata de hacer unos artículos más o menos disimulados en La
Batalla. Se trata de levantar a las masas contra sus jefes, que conducen la revolución a la
derrota total.
La política de la dirección del POUM es una política de adaptación, de espera, de
dudas, es decir, de la política más peligrosa en una implacable guerra civil. Es mejor tener
en el POUM 10.000 camaradas preparados para moviliza la masa contra la traición, que
40.000 que siguen la política de los demás en lugar de hacer la propia. Los 40.000
miembros del POUM (si la cifra es exacta) no pueden asegurar por sí solos la victoria del
proletariado, si su política es dubitativa. Pero 20.000, o incluso 10.000, con una política
clara, decidida, agresiva, pueden ganarse a la masa en breve plazo, como hicieron los
bolcheviques rusos en ocho meses. La actual política de la dirección del POUM es la de
Martov, no la de lenin. Y para obtener la victoria es necesaria la política de Lenin.
Muy cordialmente.
He hecho copia de esta carta para Eugène, Artur, Xavier, etc...
Van

1.35. MOULIN: “La dualité de pouvoir dans la révolution espagnole.


La question des comités”. [La dualidad de poderes en la revolución
española. La cuestión de los comités”]. Quatrième Internationale, nº 3,
marzo-abril 1937
Desde el comienzo de la revolución, el proletariado, en ausencia de una dirección
revolucionaria, no ha cesado de retroceder ante la burguesía. Comité Central de Milicias,
como subcomisión de la Generalidad (mediados de julio), Consejo de Economía para
“canalizar”, es decir estancar y romper la iniciativa de las masas (a mediados de agosto),
Gobierno de Unión Sagrada con la CNT y el POUM (a finales de septiembre), Gobiernos
de plenos poderes para liquidar la Revolución (a mediados de diciembre), esas son las
etapas de la contrarrevolución tal como se han expresado en los organismos
representativos.

49
Con la expresión “mi tío” hace referencia a Trotsky.

79
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

[...] Bajo el signo de “la unidad antifascista”, el gobierno Tarradellas-CNT-Nin


disolvía los Comités locales de milicias para reabrir la vía a los elementos burgueses y
caciquiles, restableciendo el código militar de la monarquía, etc...
Bajo el signo de la unidad sindical, se refuerza el peso específico de la burocracia
reformista que se orienta hacia el corporativismo y se prepara para dar marcha atrás al
movimiento de emancipación económica y política del proletariado y del pequeño
campesino.
Bajo el signo de la unidad, el Comité de coordinación de las Juventudes Unificadas
(stalinianas) y Juventudes Libertarias frena las tendencias revolucionarias entre los
últimos, por no hablar de la consigna de la Alianza Nacional de las Juventudes Españolas
[...].
Del mismo modo, el mando único en el ejército, aunque sólo existe sobre el papel,
significa, en las condiciones políticas actuales, la sumisión del proletariado a la burguesía
liberal, estancamiento de operaciones, y preparación de un vergonzoso armisticio.
La unidad antifascista ha demostrado ser la unidad anticomunista y
contrarrevolucionaria. El problema de la unidad del proletariado se plante con más fuerza y
urgencia que nunca.
[...] la doble debilidad de las Alianzas Obreras fue la falta de una dirección central
nacional, y también su naturaleza de organización de frente único por la base. La teoría
según la cual, en España, el frente único debía hacerse “localmente”, ni por la cumbre ni
por la base, era evidentemente absurda. [...]
La revolución de julio, respuesta apenas preparada contra el golpe fascista, hizo
surgir comités de todo tipo. Los comités locales reemplazaron a los ayuntamientos
burgueses, y aseguraron, por otra parte, las funciones ejecutivas, judiciales, etc... del
estado: la Revolución, aunque multiplicando pasajeramente el carácter represivo del
Estado, ha democratizado y centralizado al máximo sus funciones.
El Comité Central de las Milicias en Barcelona, fue por una parte la expresión de
la victoria de la insurrección fascista, y por otra parte la permanencia del esqueleto del
Estado burgués.
Se trató sólo de unas “vacaciones de la legalidad burguesa”, no su pura y llana
abolición. En las primeras semanas, el régimen de doble poder (proletariado y burguesía)
instaurado por las jornadas de julio, se manifestó en la colaboración de la pequeña
burguesía con el proletariado.
En la medida en que las bases del Estado burgués, muy debilitadas, se fortalecen, el
carácter de la colaboración se invirtió: quien “colabora” no es ya la burguesía, sino el
proletariado. Algunos días después de la formación del gobierno de septiembre, el Comité
central de Milicias se disolvió; desde entonces el régimen de doble poder se manifestó por
la coexistencia del gobierno burgués con múltiples comités, entrando ambos en una lucha
cada vez más aguda, lucha en la que las direcciones de los partidos (incluido el POUM) y
los sindicatos (incluida la CNT-FAI) optan de forma efectiva por el partido de la burguesía
reaccionaria. [...]
El POUM jamás ha comprendido seriamente que el problema de los comités, su
mantenimiento a todo coste, su transformación en organismos auténticamente
democráticos y de lucha avanzada, es el problema central de la revolución. El POUM
además ha puesto su firma en el decreto de disolución de los comités de milicias locales.
Ofreció su colaboración al gobierno reaccionario de la Generalidad, mientras predicaba de
forma abstracta y prudente la Asamblea de comités: para hacer tal Asamblea se trataría
primero de crear comités y de mejorarlos, en todos los lugares donde las masas luchan por
sus condiciones de vida. Sin embargo, el POUM es incapaz de actuar en este sentido de
una forma consecuente y sistemática. La menor amenaza de la reacción le hace retroceder.

80
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

La menor posibilidad colaboracionista le hace abandonar su almacén de consignas


leninistas.
“¡Viva el Estado fuerte, abajo los comités!” grita la reacción. “Abajo este Estado,
viva los comités coordinados, politizados, democratizados, fortificados, ampliados a todas
las funciones de la vida pública, instrumentos de la toma del poder por el proletariado”, esa
es la consigna de los revolucionarios.
MOULIN

1.36. “El camino de la victoria empieza en el Frente Revolucionario del


Proletariado”. La Voz Leninista. Órgano de la Sección Bolchevique-
leninista de España (por la IV Internacional), número 1, Barcelona, 5
abril 1937
A medida que la política de Frente Popular aboca los acontecimientos a una
solución reaccionaria, bien sea mediante la transformación de la guerra civil en
imperialista, el armisticio con los fascistas, o el triunfo de estos, en el espíritu de las masas
se produce una saludable reacción contra aquel que es preciso canalizar sometiéndola a
objetivos bien determinados.
Hemos sido nosotros los primeros en formular la necesidad del Frente
Revolucionario del proletariado como única fuerza capaz de alejar todos los peligros,
dando un vigoroso impulso a la guerra y la revolución. Poco tiempo después, CNT de
Madrid lanza su consigna de Alianza Obrera Revolucionaria, y Andrade, en la “Nota
política diaria” de La Batalla, reclama el Frente obrero revolucionario. Esto basta para
demostrar que en la conciencia de las masas gravita la necesidad de un frente único que
reanude la lucha implacable de clase contra clase hasta acabar con el poder político y
económico de la burguesía, cuyo pilar más sólido es hoy el Frente Popular. De la decisión
de los partidos y organizaciones no ligados a las burocracias reformista y staliniana, para
romper su connivencia o tolerancia más o menos disimulada hacia el Frente Popular,
depende la iniciación de aquel camino.
Forzoso es declarar que hasta hoy ni CNT, ni La Batalla han concretado el alcance
de sus respectivas consignas ni fijado sus objetivos inmediatos. Ello entraña el peligro de
caer en un Frente Popular atenuado o de izquierda que no salvaría los peligros en que el
actual nos ha colocado.
CNT fundamenta su alianza en la necesidad de evitar “el abrazo de Vergara” y
oponerse a las maniobras de los “políticos viejo estilo”; es decir de los stalinianos,
reformistas y republicanos. Pero a continuación declara que la Alianza Obrera
Revolucionaria no será un instrumento opuesto sino auxiliar del FP. Es como levantar la
mano para pegar y acabar dándosela al adversario. Una alianza así sería un buen tónico
libertario para el Frente Popular, representante de los intereses de la burguesía, que lleva en
su seno el espíritu del “abrazo de Vergara” y el de los asesinatos de Noske y Stalin.
En La Batalla Andrade juega también al equívoco con el frente único. Centrista
típico, ni tan siquiera se arroja a declarar que debe ser opuesto e inconciliable con la
política de Frente Popular. En un alarde de audacia Andrade señala el ejemplo de la
juventud. Pero el Frente de la juventud revolucionaria es un ejemplo a corregir, no a
seguir. Su error fundamental, que le condena en gran parte a la esterilidad es no apartarse
del Estado capitalista, sino aspirar a controlarle. “Ganar la guerra y hacer la revolución, es
la misión del Frente de la juventud revolucionaria”, dice el párrafo primero de sus bases;
pero toda la justeza del propósito, como en general todos los demás consignados,

81
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

desaparecen al olvidar que es el Estado burgués lo que impide hacer la revolución y ganar
la guerra.
Inspirada en este principio inquebrantable y común a todo revolucionario
proletario, la Sección Bolchevique-leninista ha planteado el dilema: o con el Frente
Popular y contra la revolución o con el Frente Revolucionario del proletariado y por el
comunismo. Todos los daños de nuestro movimiento obrero, las derrotas militares, la
reorganización del aparato represivo de la burguesía, la represión contra la prensa y los
revolucionarios, la extensión de la usura con su cortejo de miserias para los trabajadores,
así como los más grandes peligros de armisticio o guerra imperialista nacen en el Poder
político aún detentado por la burguesía y alimentado por las organizaciones obreras
componentes o tolerantes del frente Popular. La primera base de todo frente único
verdaderamente de clase, es el alejamiento de los gobiernos burgueses o
pequeño.burgueses, cualesquiera graduaciones de obrerismo que adopten.
La situación de guerra en que nos encontramos y la naturaleza revolucionaria de la
misma, imponen al Frente Revolucionario la obligación doble de impedir su degeneración
en guerra imperialista o su saboteo por parte de los amigos de reconciliar a todos los
españoles. Esta es la segunda base indispensable.
Pero es preciso impedir que el Frente Revolucionario del proletariado constituya un
bloque gubernamental, cualquiera que sea su programa. La revolución española se ha
desarrollado sin que en el seno del proletariado haya madurado ninguna corriente
ideológica capaz de guiarle victoriosamente. Por otra parte, el gobierno de la revolución
social deberá basarse en los organismos elegidos directamente por las masas, de ninguna
manera en sus organizaciones políticas o sindicales. La lucha por los Comités de obreros,
campesinos y combatientes, es la tercera condición indispensable del frente revolucionario.
Sólo sobre estas tres bases fundamentales podrá organizarse un gran movimiento
de clase que haga girar rápidamente a los acontecimientos.
Las consignas de racionamiento revolucionario, represión de la usura, guerra a la
maniobra y la calumnia políticas, perderán toda viabilidad sin tener aquellas por base, y
todo inicio de reagrupamiento de clase, que sin ellas se intentare, estará de antemano
condenado a la esterilización.

1.37 “Sobre la Conferencia Internacional de Barcelona. Carta del Buró


Internacional por la IV Internacional al Secretariado Internacional del
POUM”. La Voz Leninista. Órgano de la Sección Bolchevique-leninista
de España (por la IV Internacional), número 1, Barcelona, 5 abril 1937
1º de Diciembre de 1936.
Al Secretariado Internacional del POUM.
Camaradas:
El Buró Internacional por la IV Internacional ha tomado nota, en su reunión del 1º
de Diciembre, de la resolución votada por el Congreso de Bruselas “contra la guerra, el
fascismo y el imperialismo”, convocando en Barcelona, para Enero, una Conferencia
internacional, destinada a “examinar las condiciones para impulsar y organizar las fuerzas
necesarias para la formación de una internacional verdaderamente revolucionaria”.
Desde hace varios años nosotros luchamos por el programa marxista-leninista de la
IV Internacional. El desenvolvimiento de la revolución proletaria española hace aún más
necesario y urgente, para todo el proletariado internacional, la lucha por estos principios.

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

Por ello hemos decidido participar en la Conferencia de Barcelona con el apoyo de


nuestras principales secciones.
Consideramos que la discusión de principios de la nueva Internacional y las
discusiones de organización que puedan surgir en el seno del proletariado español, que
reanuda la verdadera tradición de Octubre de 1917, deben constituir una etapa muy
importante hacia la coordinación del trabajo internacional de los verdaderos partidarios de
Marx y Lenin.
Ignoramos aún las medidas que tomará el POUM para la organización de la
Conferencia. Para facilitar el trabajo preparatorio sobre los puntos inscritos en el orden del
día (situación de la URSS y principios de la nueva internacional) os trasmitimos sin
tardanza una serie de documentos programáticos adoptados por nuestra Conferencia
internacional de fin de Julio; esto es, 1º Tesis sobre la URSS y la IV Internacional; 2º
Resolución sobre el nuevo impulso revolucionario del proletariado. Por lo que concierne a
la cuestión rusa, adjuntamos a nuestra carta el libro de Trotski: La revolución traicionada,
así como el Libro Rojo sobre el proceso de Moscú, importantes documentos para la
discusión de esta cuestión.
Además, creemos que sería útil que uno de nuestros delegados tomara contacto
directamente con vosotros para examinar la cuestión de la preparación de la Conferencia.
Saludos revolucionarios.
Por el Buró Internacional por la IV Internacional (firmado)

1.38. “Nacimiento de un nuevo bonapartismo”. La Voz Leninista.


Órgano de la Sección Bolchevique-leninista de España (por la IV
Internacional), número 1, Barcelona, 5 abril 1937
Leemos en el editorial de La Vanguardia (órgano contrarrevolucionario) del 9-3-
37:
“La Voz del Presidente:
El presidente de Cataluña, Luis Companys, habló el domingo en el acto de
solidaridad con el pueblo de Madrid que tuvo por marco la Plaza Monumental... Luis
Companys es, sin duda, el político español que desde le 19 de julio acá (no hay necesidad
de ir más lejos) ha estado en contacto más directo y constante con el pueblo... Se tienen o
no se tienen ese trémolo, ese toque, ese chispazo indicadores de que entre el alma del
pueblo y la del caudillo existe la corriente de afinidad por la que el pueblo se convierte en
el resonador gigantesco de las palabras del caudillo, y la voz del caudillo se modula en la
garganta múltiple de la muchedumbre... Por eso pudo encontrar el domingo esa frase
magnífica (“a callar todo el mundo, a seguir las consignas del gobierno”) que puso en vilo
a las cincuenta mil personas que la oyeron directamente y sacudió como un escalofrío a los
cientos de miles que la escuchaban a través de la Radio..., silencio, trabajo, unión,
disciplina; voz del pueblo la suya, que iba al pueblo y el pueblo recogía y ampliaba, de tal
modo que un segundo después no se sabía si era el Presidente quien había dictado la
consigna o era el pueblo quien se la dictaba al Presidente...”
Son estas frase algo cómicas pero sin embargo son graves. Los viejos políticos han
sobrevivido, con toda su secuela de burócratas y polizontes. Preparan la restauración del
viejo orden. No son fascistas (pero piensan en una posible reconciliación con los fascistas).
¿Qué objeto tendría sino el silencio y la unidad sin adjetivos? ¿Unión de quién contra
quién? Es necesario proclamarlo: de este modo es obligado suponer que un hombre de
pasado contrarrevolucionario piense en la unión contra los revolucionarios.

83
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

Companys se ha rehecho. Ha vuelto a cobrar ánimos. Ya no se defiende: ataca. Ya


no se conforma con que se obedezca al Gobierno; quiere una obediencia completa, previa.
Y encuentra un público que le aplaude. ¿Quién tiene la culpa?
Recordemos que Companys, en dos ocasiones ha ofrecido su dimisión a la CNT al
comienzo de la actual revolución, y que en dos ocasiones, la CNT (la misma que no quiso
que Trotski viniera a España) le ha ratificado sus poderes. Durante tres cuartos de siglo ha
predicado el anarquismo la supresión del Estado. Condiciones históricas tan favorables
nunca se han dado hasta ahora ni se volverán a dar; pero han sido utilizadas para no
destruir al Estado. El anarquismo se ha traicionado a si mismo consolidando a los políticos
en sus cargos.
¿Y el POUM? Puede discutirse si el POUM (en el supuesto de haber tenido una
dirección revolucionaria) hubiera podido tomar el poder, solo, en el mes de Julio. Verdad
es que propuso a la CNT tomarlo conjuntamente. Por el hecho de haberse negado, la CNT
se ha convertido en el responsable principal de la derrota. ¿Pero los jefes del POUM no
vivieron acaso la ilusión de que el poder del estado burgués disminuía, se disolvía? Bien es
verdad que a comienzos de Agosto, Nin fue en Cataluña un hombre más poderoso que
Companys, pero si Nin no hubiese olvidado por completo todo el marxismo-leninismo, se
habría comportado hacia este último de manera muy diferente. Pues hubiera previsto
entonces que con la política colaboracionista reforzaba el poder de la Generalidad,
gobierno de tipo burgués que no puede ser conquistado por medio de la penetración
diplomática, pero que es necesario derribar. Y si hoy no es posible hacerlo, cuando menos
no hay que reconocerle, combatirle antes por todos los medios, quitarle el último prestigio
que hábilmente ha podido conservar, escondiéndose tras la revolución proletaria.
Es verdad, también, que los b.l. dijeron todo esto a los jefes del POUM, a
comienzos de Agosto: no decimos estas verdades después de los acontecimientos; (es
verdad que un buen número de poumistas no reconocen estos hechos ni aún después de
ocurridos...). Una prueba entre muchas: en una primera relación del delegado de la IV,
aparecida en La Lutte Ouvrière de París en Agosto puede leerse: “Les partis ouvriers
s’arrêtent devant le pouvoir officiel comme une poule devant un couteau” (los partidos
obreros se han detenido ante el poder como un carnero ante el cuchillo). Se hace notar que
el capital bancario se esconde tras los hombros de los liberales que dirigen la Generalidad.
En este momento, los obreros no quisieron creer que el cuchillo liberal permanece siempre
al lado del hacha fascista.
Les faltó una dirección revolucionaria, capaz de mostrárselo. Los bolchevique-
leninistas trabajan por un nuevo 19 de julio. Pero también trabajan con el fin de que la
Historia no se repita.

1.39. [NOTA DE EXPULSIÓN DE FOSCO]. Sección B.L. de España.


El Comité: “A nuestros camaradas y simpatizantes”. La Voz Leninista.
Órgano de la Sección Bolchevique-leninista de España (por la IV
Internacional), número 1, Barcelona, 5 abril 1937
Con la siguiente carta, no respondida satisfactoriamente por F.50, queda
definitivamente liquidada la cuestión de éste. La hacemos pública con el objeto de que
50
F. es “Fosco”, seudónimo de Nicola di Bartolomeo, líder del Grupo BL “Le Soviet”, nombre que
provenía del título de la publicación que distribuían. Una de las discrepancias que separaban a los
seguidores de Munis y los de Fosco era que los primeros exigían el derecho de constituir una fracción en el
seno del POUM, mientras los segundos pretendían formar esa fracción de hecho, sin pedir su
reconocimiento “de iure” al POUM. Fosco era acusado de poumista y de liquidador de la Cuarta.

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

nuestros camaradas y simpatizantes puedan autorizadamente rechazar toda actividad de


aquel en nombre de los bolchevique-leninistas de España:
“Estimado camarada: En respuesta a vuestra carta del 24, os manifestamos:
1º Que los delegados de nuestro grupo no se entrevistaron con delegados vuestros,
sino con F, y no para “reunir a los bolchevique-leninistas de España”, de cuya dispersión
no teníamos noticias;
2º Que no existe el caso de “la célula del Soviet” sino el caso F. completamente
reducido a los términos organizacionales;
3º Que nuestro grupo está dispuesto a tratar “el caso F”, en el terreno de la
organización, siempre que éste lo acepte y lo demuestre suspendiendo su publicación y
toda clase de actividades tendientes a la formación de un grupo independiente.
No hay que decir que los camaradas solidarios de F., en la creación de un grupo
particular, no pueden pertenecer a la Sección bolchevique-leninista de España.
Sólo por aquel camino nuestro grupo podrá decidir sobre la expulsión de F.
Barcelona, 27 de enero de 1937. Sección B.L. de España.
EL COMITÉ

1.40. Sección Bolchevique-leninista de España: “Carta abierta al CE


del POUM”. La Voz Leninista. Órgano de la Sección Bolchevique-
leninista de España (por la IV Internacional), número 1, Barcelona, 5
abril 1937
Camaradas:
Por segunda vez solicitamos el ingreso en bloque, con derechos fraccionales, en
vuestra organización.
Decíamos en nuestra primera carta de solicitud “que el único medio de organizar
victoriosamente la lucha contra la peste fascista y conducir a las masas laboriosas de
España a su emancipación total, es un partido revolucionario que posea un programa
político claro y consignas inspiradas en los intereses inmediatos e históricos de todas las
capas de la población explotada.”
Los meses transcurridos, confirmando nuestra apreciación, colocan el proletariado
en situación mucho más grave. La falta de un partido, no ya revolucionario, bolchevique,
sino incapaz de tomar una decidida posición de clase respecto del estado capitalista
apoyado en el Frente Popular, amenaza gravísimamente dejar libre camino a la reacción.
Al escribir nuestra primera carta este peligro se perfilaba aún lejano. Se contaba
con el tiempo necesario, sin ningún género de dudas, para rechazarlo mediante el
reagrupamiento ideológico de la vanguardia proletaria. Vosotros lo habéis evitado
impidiendo el ingreso de los bolcheviques leninistas y combatiendo en vuestro seno toda
tendencia que se aproxime a ellos.
Hoy sólo contamos con un breve espacio de tiempo, pero aún puede recuperarse lo
perdido. No podréis argüirnos con entereza que el POUM es un partido verdaderamente
revolucionario porque ni los propios componentes del CE lo creen. Lo delatan vuestras
consignas de Gobierno Obrero y Campesino y Frente Obrero revolucionario, que son
inconciliables; pero habéis podido lanzarlas la una junto a la otra porque entrevéis el Frente
Obrero revolucionario como un acuerdo burocrático con la CNT que realizará el Gobierno
Obrero y Campesino mediante la distribución de las carteras de la Generalidad entre la
CNT y el POUM.

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

Frente a este confusionismo oportunista, nosotros sostenemos la consigna de


dictadura del proletariado basada en los comités de obreros, campesinos y combatientes. El
Frente Revolucionario del proletariado, tal como lo interpretamos en este número de La
Voz Leninista, es el primer paso, que alejando al proletariado del estado burgués, abra la
solución a los problemas de la guerra y la revolución por el camino de los comités, el
camino del Estado socialista.
Os invitamos a reflexionar, camaradas del CE. Es preciso reconocer que el POUM
ha cometido y comete errores fundamentales que cierran el paso a la revolución. Una
amplia discusión de principios es indispensable para dar al proletariado la dirección
ideológica que necesita. De vosotros depende en gran parte que esto se haga con la rapidez
que las circunstancias exigen. La Sección Bolchevique-leninista de España, al pedir su
ingreso fraccional en el POUM, quiere contribuir con los obreros de éste, al mismo tiempo
que muestra el camino, a la creación de los cuadros dirigentes de la revolución española.
Sólo una dirección oportunista puede temer a las fracciones. En las condiciones
actuales de la lucha de clases, y muy especialmente en las condiciones internas del POUM,
el primer deber de un dirigente revolucionario es plantear la lucha ideológica, es decir,
fraccional; porque sin lucha ideológica no hay partido revolucionario, y sin partido
revolucionario no habrá revolución.
Nos adelantamos a cualquier vano pretexto estatutario recordando el ejemplo de
Lenin, cuya vida política fue una continua historia de luchas fraccionales. Las propias tesis
de Abril, piedra angular de la revolución de Octubre, ¿qué son sino un ataque a la fracción,
entonces dirigente de los “viejos bolcheviques”, rutinarios e incapaces? Entre vosotros
mismos, lo que quiera que establezcan vuestros estatutos, la fracción derechista campea
libremente sin que hasta ahora hayamos oído contra ella los dicterios que contra los
“trotskistas”.
Nosotros declaramos categóricamente que si el POUM renuncia a seguir
conscientemente el camino de la diferenciación ideológica, dando ingreso a los
bolchevique-leninistas, se mostrará como un poderoso obstáculo en la formación del
partido proletario contra el que será preciso luchar incansablemente.
Por la Sección BL de España.
El Comité

1.41. “Hacia el Congreso del POUM”. La Voz Leninista. Órgano de la


Sección Bolchevique-leninista de España (por la IV Internacional),
número 1, Barcelona, 5 abril 1937
Parece que definitivamente, ha sido fijada para el 8 de Mayo la apertura del
próximo Congreso del POUM.
Las condiciones en que se reunirá prometen darle mayor trascendencia. Ocho
meses de guerra y la experiencia de la colaboración han sido una severa lección para
muchos de sus militantes, permitiéndoles percatarse de la gran responsabilidad que al
POUM corresponde, en primer término, en la eliminación de los factores del Poder
proletario, en segundo por haber impedido con su eterno confusionismo y actitudes de
retracción que la corriente obrera cristalizara en torno a sí.
Hay, actualmente, en el seno del POUM un descontento difuso e inconcreto, pero
bastante extendido. La mayoría de la prensa de las provincias está la izquierda de La
Batalla, incluso interpretando las propias consignas del CE. La tarea de los revolucionarios
en el seno del POUM consiste en recoger este espíritu general, dándole una base

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

inquebrantable de principios, para oponerlo decididamente al centrismo vacilante e incapaz


de la dirección.
Pero en el POUM, si bien ha habido siempre bolcheviques que comprendían
claramente sus errores, el grueso de sus militantes no ha oído nunca otro lenguaje que el
del centrismo. Hasta la apertura del Congreso hay que aprovechar el tiempo en romper ese
hábito presentando a la totalidad de la organización una minuciosa crítica de la actuación
del POUM que arroje conclusiones y tesis verdaderamente bolcheviques. Los delegados
deberán llegar al Congreso no a enfrentarse con un problema nuevo, de términos
ignorados, sino perfectamente estudiado en la base de sus respectivas organizaciones. Por
medio de los boletines interiores, que deben ser exigidos y conocidos por todo militante, se
cubrirá esta necesidad.
No exageramos ni adulamos a nadie al decir que esperamos del Congreso del
POUM un buen paso hacia la formación del partido revolucionario. Un partido tan
indeterminado como el POUM que en medio de la tremenda conmoción revolucionaria
que vivimos permaneciera inalterable, demostraría que en su seno no hay sino gentes
ajenas a la revolución. El Congreso se reunirá cuando la experiencia española e
internacional ha podido ya influenciar al POUM. A éste, por el contrario, nada le modifica
la experiencia. Internacionalmente continúa aliado a las comadres del maximalismo y del
Buró de Londres; nacionalmente el Gobierno Obrero y Campesino disimula su última
esperanza de gobernar desde la Generalidad. Lo que no hace el partido en conjunto
deberán hacerlo sus militantes. Porque confiamos en que estos no serán sordos a las
lecciones de la experiencia y a los principios del marxismo revolucionario, es por lo que
decimos que el Congreso puede y debe significar una lucha de principios que delimite las
fronteras entre el centrismo y el bolchevismo.
No cabe duda que se ha perdido y aún se pierde mucho tiempo por parte de los
mejores elementos del POUM. Es preciso percatarse de la grave situación en que se halla
el proletariado revolucionario y lanzarse ardientemente a la formación de la vanguardia
obrera. La revolución necesita un partido. O el POUM se modifica arrojando por la borda
hombres, métodos e ideas oportunistas o los revolucionarios que haya en su seno tendrán
la obligación de separarse de él para reemprender el camino del marxismo revolucionario;
esto es, el camino de la IV Internacional.

1.42. PROLES: “Es preciso crear el partido de la revolución”. La Voz


Leninista. Órgano de la Sección Bolchevique-leninista de España (por
la IV Internacional), nº 1, Barcelona, 5 abril 1937
Lo que distingue esta revolución de las demás revoluciones y hace tan
problemática su salida positiva es la estabilidad de la correlación de fuerzas políticas,
desde su comienzo hasta hoy: todos los sectores han ganado en influencia, pero su fuerza
relativa no ha cambiado en modo sensible. Las dos masas principales siguen detentándolas
el reformismo y el anarquismo. Hoy, como en el pasado, el movimiento obrero gravita
alrededor de ellas. Los leninistas saben que el reformismo y el anarquismo se determinan
mutuamente. El reformismo vive políticamente del ultraizquierdismo, del sectarismo y de
la incompetencia de los anarquistas, como a su vez el anarquismo vive de la traición
reformista al marxismo revolucionario, lo que permite a los doctrinarios anarquistas
ensordecer al proletariado con su cretinismo apolítico y antimarxista. Anarquismo y
reformismo son en verdad “hermanos gemelos”. No tiene gran importancia el que el
reformismo haya acentuado, durante el curso de la actual revolución, su componente
stalinista en modo muy notable; tampoco importa gran cosa que el anarquismo se

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

encuentre, hoy más que nunca, acorralado por el componente sindicalista. El carácter
reformista de ambos movimientos resulta de este modo reforzado: el stalinismo ha
suprimido las veleidades revolucionarias del ala izquierda del PS, del mismo modo que el
sindicalismo ha contribuido a quitarle al anarquismo su carácter antiestatal. La
stalinización del reformismo ha conducido a la sumisión de la República española a la
burocracia rusa e, igualmente, a la participación de los sindicatos anarquistas en el poder
ha conducido a la sumisión del anarquismo al Frente Popular. En los dos casos, la
“evolución” de las doctrinas, o mejor, de los doctrinarios, ha terminado con su sumisión al
imperialismo.
Ahora bien, este estado de cosas, esta estabilidad organizacional e ideológica (y la
creciente discrepancia entre las ideologías y las tácticas), con la consiguiente sumisión del
movimiento obrero a la burguesía imperialista, se debe, en primer lugar, a la falta de un
partido revolucionario. Puede hacérsenos la objeción, que el rápido viraje de la correlación
de fuerzas durante la revolución rusa de 1917, no hubiera sido posible si el partido de
Lenin no hubiese podido actuar a través de organismo democráticos, como los soviets y su
congreso central; que la falta de organismo semejantes y no la falta de un partido
revolucionario se encuentra en la base del encharcamiento, del círculo vicioso de la
revolución española. Sabemos perfectamente, como Lenin, que en occidente la revolución
es mucho más difícil que en Rusia, precisamente a causa del enorme lastre representado
por los sindicatos, con sus doctrinas atrasadas, corporativistas, anti-revolucionarias. Pero lo
que hace esta lucha tan difícil es, precisamente, el hecho de que la lucha contra los
prejuicios sindicales, no es en el fondo otra cosa que la lucha contra la aristocracia obrera,
representada por los jefes sindicales. Mas en España, país capitalista poco desarrollado, la
aristocracia obrera casi no existe: la fuerza del anarcosindicalismo no tiene otra
explicación. La lucha por la conquista de los sindicatos cenetistas es infinitamente más
fácil que la lucha por los sindicatos que se encuentran bajo la férula de un Jouhaux o de un
Frachon. Pero para llevar esta lucha con éxito, evidentemente, es preciso dirigir la mirada
hacia las masas de estos sindicatos, explicar a estas masas, influenciadas por su dirección
antimarxista, las necesidades de la lucha revolucionaria que aquellas aceptan, en principio
y por instinto, mantenerse apartado de toda colaboración con el estado burgués o semi
burgués, aplastar todo burocratismo en sus propias filas, crear soviets (comités)
dondequiera que la posibilidad de hacerlo se presente. El POUM, lejos de esto, concentró
su trabajo sindical en la UGT, que antes de ser la encrucijada de la contrarrevolución
“legal”, era en Cataluña, una pequeña minoría frente a la CNT. El POUM ingresó en el
gobierno reaccionario de septiembre, renunció a hacer propaganda política en las milicias
no-poumistas, para terminar olvidando la propaganda entre sus propias milicias, poco o
nada educadas políticamente. Substituía el Leninismo por el Maurinismo, la dialéctica por
la retórica, y la agitación política por la demostración pública. Bajo capa de seguir “las
particularidades de la revolución española” los jefes del POUM hicieron todo lo posible
por ahogarla. Considerando los soviets como un producto ruso, no susceptible de ser
exportado, el POUM, con su entrada en el gobierno, posibilitó la disolución de los comités
locales de milicias. A los bolchevique-leninistas el POUM reprochaba subestimar el factor
sindical en España: en realidad, como consecuencia de su “justa apreciación” renunció al
trabajo en la CNT. A esta última reprochaba sus compromisos con la pequeña burguesía,
con el fin de crearse una coartada para seguir la misma política. Consideró la consigna de
los soviets como una consigna de segundo plano, que agita un poco hacia delante en los
períodos en que se encuentra obligado a estar en “oposición leal” al gobierno del Frente
Popular de turno. Se niega a reconocer la elección de comités en sus propias milicias; la
vida interior del partido carece de toda democracia verdadera. Acepta, con reservas sin
importancia, la unificación de las dos centrales sindicales, por sus burocracias respectivas.

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

Preconiza un ejército “controlado por las organizaciones obreras” (cuya inmensa mayoría
está en el gobierno). Prefiere el torpor de las organizaciones actualmente existentes al
ritmo movido de la democracia obrera. Lejos de trabajar por los soviets, el POUM no es
sino un factor más contra su formación, habiendo participado en su destrucción (comités
locales). Un partido bolchevique, podrá abrir el camino a las organizaciones de democracia
obrera, y hacer de ella, los instrumentos de la toma del poder por el proletariado.

1.43. “Suspensión de La Batalla”. La Voz Leninista. Órgano de la


Sección Bolchevique-leninista de España (por la IV Internacional),
número 1, Barcelona, 5 abril 1937
La contrarrevolución progresa. Primero fue la incautación de El Combatiente Rojo
y “Radio POUM” de Madrid. Más tarde, suspensión de Nosotros en Valencia, ahora, la de
La Batalla y continuamente las medidas gubernamentales mermando las conquistas de
Julio y preparando la vuelta completa al dominio de la burguesía.
La suspensión de La Batalla, órgano central de un partido bien arraigado en
Cataluña, es una medida de gran importancia que augura otra próxima ofensiva de más
fondo. Nuestra solidaridad entusiasta, nuestra defensa activa si es necesaria, la tienen los
camaradas del POUM, como la tendrían la CNT y la FAI si se vieran agredidos por la
contrarrevolución. Ante este problema sólo cabe una posición de clase: no defender La
Batalla es apoyar al enemigo.
Pero los revolucionarios, llevando su solidaridad hasta el terreno de los hechos, no
pueden olvidar que el mejor servicio que a los intereses de la clase obrera puede prestarse
es señalar las causas que han permitido y continúan facilitando la ofensiva
contrarrevolucionaria en la que tan destacado puesto ocupa el stalinismo. La Batalla ha
sido suspendida y volverá a serlo, quizás definitivamente, en tanto la contrarrevolución,
cuyo primer peldaño lo constituyen los partidos staliniano, socialista y republicanos,
coaligados en el Frente Popular, no tropiece en su camino con un sólido bloque
revolucionario de la clase trabajadora que se oponga firmemente a sus funestos designios.
Actualmente, forzoso es decirlo, todos los partidos y organismos colaboran en la represión
contra la prensa obrera y la reorganización del aparato represivo de la burguesía. La CNT
desde el Poder; la FAI y el POUM con sus complacencias a la “unidad de la clase
trabajadora”, una unidad que se expresa en el Frente Popular y cuyo resultado práctico es
la mordaza para la prensa que se aparta un poco de él.
La suspensión de La Batalla ha sido una experiencia interesante. Ha demostrado
que el POUM cuenta con una fuerza orgánica y capacidad de agitación superior, sin duda,
a la voluntad de agitación y lucha de su dirección.
El valiente entusiasmo con que los militantes de base se lanzaron a la calle,
decididos a vender La Batalla Obrera, garantiza a la dirección del POUM la asistencia
necesaria para triunfar sobre el stalinismo, arrastrando a la CNT y la FAI a la creación del
Frente Revolucionario del proletariado. Sin embargo, ¿puede silenciarse el repliegue
iniciado por el CE en el número de reaparición de La Batalla? A la agresión
contrarrevolucionaria de la Generalidad, replica aquél, lamentándose de haber sido
expulsado de la misma. Ni el menor indicio que permita esperar del POUM una ofensiva
seria contra el stalinismo y la contrarrevolución en general, una movilización valiente de
todos los militantes en favor del Frente Revolucionario del proletariado, única fuerza capaz
de detener la contrarrevolución. Al POUM no le falta fuerza; sí voluntad de lucha y
principios. Sólo así se comprende que el CE se repliegue cómodamente, siguiendo el
camino más corto para la suspensión definitiva de La Batalla y la ilegalidad del POUM.

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

Cualesquiera protesta verbales que se hagan, es en la rectificación revolucionaria de la


política del POUM donde los militantes conscientes deben buscar el mejor antídoto contra
la reacción.

1.44. “¿Con quién está la Soli”. La Voz Leninista. Órgano de la Sección


Bolchevique-leninista de España (por la IV Internacional), número 1,
Barcelona, 5 abril 1937
En los últimos tiempos, a medida que los stalinianos recrudecen su campaña de
injurias contra el POUM, Solidaridad Obrera media con el ánimo de templar las
“rivalidades de partido”. El órgano de la Confederación sermonea a uno y otro campo sin
señalar jamás al culpable, aunque a veces lo insinúa, ni dar al problema una explicación
política.
[...] Pocos días después del robo de los tanques por los stalinianos la Soli
denunciaba la existencia de un complot para deshacerse violentamente de la CNT.
La Soli no ha dicho que quienes lo preparan son los stalinianos y socialistas
entusiásticamente secundados por la burguesía nacional e internacional, en beneficio de la
cual el golpe se efectuaría, pero ello demuestra que la campaña contra el POUM es sólo un
aspecto del plan general de ataque contra el proletariado revolucionario. ¿Está con éste la
Soli, o con quiénes preparan su eliminación violenta? A juzgar por su lenguaje diario nadie
podría situarla con exactitud.
De seguro ningún trabajador consciente dudará en calificar de complicidad toda
contestación ambigua a las que tan acostumbrados nos tiene la Soli. En nombre de la
“unidad antifascista” se ocultan al proletariado todos los gravísimos peligros que le
acechan, y con cualquier pretexto fútil se continúa apoyando los manejos de la
contrarrevolución.
Nosotros no defendemos el POUM por afinidad política. Este partido es en gran
parte responsable de su propia persecución y aún hoy no sabe luchar contra los stalinianos
con la decisión y claridad política necesarias. Le defendemos como defendemos a la FAI,
la CNT o cualquiera organización de clase que sufra los ataques de la contrarrevolución,
cuyo exponente actual es el stalinismo. Pero tampoco podemos callar que la política de las
tres organizaciones, de una u otra manera, auxilia la tarea funesta del stalinismo y
aconsejamos a las masas que las controlan les exijan claridad en las palabras y firmeza en
los hechos. Mientras el proletariado no reconozca a sus enemigos interiores no podrá
vencer a sus enemigos exteriores. Diga la Soli quienes son los primeros y habremos
ganado más por la revolución que con todas las promesas abstractas de revolucionarismo
cien por cien.

1.45. “El Estado burgués en crisis”. La Voz Leninista. Órgano de la


Sección Bolchevique-leninista de España (por la IV Internacional),
número 1, Barcelona, 5 abril 1937
Cerrada ya la edición, la crisis de la Generalidad nos obliga a comentarla
retrasando un poco nuestra aparición.
Es del dominio público que estas crisis periódicas de la Generalidad representan la
afloración de un roce continuo entre las diversas fuerzas integradas en el Consejo. Lo que
hace imposible el desenvolvimiento normal de los gobiernos es la contradicción entre las

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

fuerzas burguesas o pequeño-burguesas (republicanos, PSUC, UGT), y las fuerzas de los


obreros (CNT). Pero la finalidad de estos gobiernos es precisamente vencer la resistencia
revolucionaria del proletariado encuadrando a sus organizaciones en el Estado burgués. La
burguesía, por mediación de sus servidores stalinianos y socialistas, se desembarazará de la
CNT cuando la colaboración de esta haya creado las condiciones necesarias. Si en el
gobierno que se forme volverá aún a colaborar la CNT, cuando menos la crisis habrá
servido a la burguesía para vencer un poco más sus resistencia y preparar la próxima etapa.
Es en este aspecto, si la crisis demuestra que en el Estado burgués hay fuerzas de clase que
le son ajenas, la solución demostrará hasta que punto aquel puede utilizar contra la
revolución a las propias organizaciones del proletariado. Para este no hay ya salida positiva
posible por el camino de la Generalidad. La vuelta de la CNT al gobierno acentuará el
carácter reaccionario, antiproletario, del mismo. Es el Estado burgués quién se halla en
crisis. Las fuerzas proletarias no deben apoyarlo sino destruirlo y dar paso al Estado
revolucionario.
La salida tampoco puede ser, como ha dicho el Comité Central del POUM, un
“Gobierno formado por representantes de todas las organizaciones políticas y sindicales de
la clase trabajadora”. Por radical que sea el programa que se proponga, es esta una
concepción parlamentaria de la revolución sin la menor viabilidad. Señalemos de paso
cuan rápidamente pierden la cabeza los dirigentes del POUM apenas perciben el aroma del
Poder. La propia juventud grita con todas sus fuerzas, desprendiéndose apresuradamente
de la consigna de Comités: “Gobierno Obrero y Campesino en la Generalidad” (subrayado
por nosotros).
Nosotros afirmamos, por el contrario, que la única salida revolucionaria, es el
abandono total de la colaboración impidiendo que este acto repercuta en aventuras
insurreccionales y constituyendo el Frente Revolucionario del proletariado que exija desde
la calle lo que no se puede conseguir desde el Estado burgués y franquear el camino de la
revolución lanzándose a la constitución de Comités obreros, campesinos y combatientes.
La fuerza revolucionaria del proletariado, libre de trabas, contrarrestarán eficazmente las
fuerzas contrarrevolucionarias del stalinismo, los reformistas y republicanos y garantizaría
el desenvolvimiento ulterior de la revolución. Con su colaboración, los líderes de la CNT
condenan a muerte al proletariado.

1.46. “El POUM y Marceau Pivert”. La Voz Leninista. Órgano de la


Sección Bolchevique-leninista de España (por la IV Internacional),
número 1, Barcelona, 5 abril 1937
En el artículo de León Trotski “Sobre la revolución española”, publicado en La
Batalla a fin de agosto de 1936, se encontraba el siguiente párrafo: “Creer que Deladier es
capaz de depurar el ejército de fascistas y reaccionarios, o en otros términos, dispersar el
cuerpo de oficiales, es propio de gente inocente”. Se trata aquí de una falsificación
cometida por la redacción de La Batalla.
Trotski no hablaba de “gente inocente” sino, según el original francés, de “gente de
la calaña de Maurice Paz o Marceau Pivert” y añadía: “pero nadie los toma en serio”.
No se trataba, pues, de una “calumnia” cuando la relación pública del delegado del
SI por la IV Internacional, hacía hincapié en que “Para recompensar ciertos servicios
prácticos de Pivert, la dirección del POUM había falsificado un artículo de León Trotski,
en el que este último decía a los obreros de España, quien es Pivert”.
En lo que se refiere a la ayuda material de Pivert a la revolución española, Prader,
camarada de la izquierda del PS, dice en la primera página de su folleto “Au secours de

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

l’Espagne socialiste”: “A la Gauche Révolutionnaire, ou le dévouement pour l’Espagne est


le plus grand, la consigne est de démander des armes pour l’Espagne aux quatre coins du
monde, sauf au gouvernement que nous avons fait” (La “Gauche Révolutionnnaire”, donde
la fidelidad hacia la revolución española es mayor, tiene por consigna pedir armas a los
cinco continentes excepto al gobierno que hemos hecho). Se ve así que Pivert no es ni
siquiera consecuente con su gubernamentalismo. En verdad, Pivert se identifica con Blum.
La dirección de la “Gauche Révolutionnaire”, predica la no-intervención en nombre de la
“paz”. He aquí lo que podemos leer en Que faire?, revista de la Oposición Comunista de
enero de 1937. “Los revolucionarios proletarios no tienen el derecho de confundirse con
los partidarios del bloqueo. Es por esta causa, que hemos renunciado a colaborar con la
“Gauche Révolutionnaire”, en la medida en que esta sostiene la política de Blum”.
El Temps, bastante clarividente para descubrir el peligro revolucionario, señala que
en la izquierda del PS y en las JS se está creando “un estado de espíritu que recuerda el de
los trotskistas”. Decididamente los asuntos de M. Pivert y del Buró de Londres, en Francia,
andan mal...

1.47. “Estamos al servicio de la revolución proletaria mundial”. La Voz


Leninista. Órgano de la Sección Bolchevique-leninista de España (por
la IV Internacional), nº 1, Barcelona, 5 abril 1937
LA VOZ LENINISTA aparece en los momentos más críticos de la revolución
española. Somos los intérpretes de un movimiento internacional que, recogiendo el legado
histórico de las luchas del proletariado mundial y del pensamiento teórico del marxismo
revolucionario, traza las bases orgánicas y programáticas de la IV Internacional.
Recientemente constituidos en España, la breve exposición de nuestras ideas, hecha en dos
números multicopiados de nuestro BOLETÍN, han hallado tan excelente acogida en los
medios proletarios avanzados, que la necesidad de transformarlo en un órgano bimensual
impreso ha podido realizarse inmediatamente.
Llegamos a la palestra volcánica de lucha de clases en momentos
extraordinariamente difíciles. Un capitalismo agónico y dos internacionales corrompidas a
su servicio, ponen a contribución todos los elementos represivos del Estado moderno, el
poder inmenso de la prensa, la calumnia y la persecución burocráticas, para ahogar, apenas
nacida, la voz proletaria de la IV Internacional. La pesada atmósfera de guerra que vive
Europa, agudiza aún más la persecución contra nosotros. A la traición socialista de 1914 se
suma ahora la fuerza ingente de la burocracia rusa, arrastrando en su traición a cuantos
elementos dudosos se mantienen al margen de los principios de la IV Internacional. Los
bolcheviques que en el mundo trabajan tenaz y valientemente por su constitución, tienen
ante sí la tarea más grande de nuestra época, que es preciso consumar en condiciones de
una dureza incalculable. LA VOZ LENINISTA envía a todos un fervoroso saludo, en
particular al camarada Trotski, y se hace presente en la lucha contra el capitalismo
internacional, contra la traición social-patriota y por la revolución proletaria mundial.
Fieles al principio marxista: “Sin teoría revolucionaria no hay revolución posible”,
los bolcheviques leninistas dedicamos nuestro mayor esfuerzo a obtener de la
contradictoria revolución española los principios que posibiliten la victoria proletaria. La
luz que arrojan ocho meses de guerra civil, con una correlación de fuerza
incomparablemente favorable a la clase trabajadora, permite ver y analizar
experimentalmente a los diferentes partidos, ideas y hombres, en cada situación
determinada, y hacer un riguroso balance que asiente los cimientos ideológicos y cuadros
orgánicos del partido de la revolución social.

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

Pero las condiciones en que la lucha se desenvuelve en España, así como la


exacerbación de la lucha de clases y de las contradicciones imperialistas en Europa,
condenarían de antemano al más ridículo e impotente intelectualismo toda actitud de
retracción analítica. Por limitadas que nuestras fuerzas y recursos sean, respaldaremos el
análisis con la actuación, la crítica con el ejemplo, y a cada problema concreto de la
revolución, señalaremos diariamente su salida. Lo avanzado del período revolucionario
que vivimos, obliga a obrar al mismo tiempo que pensar. Quienes no puedan sostener este
ritmo, serán devorados por la revolución.
Finalmente, nos proponemos, como una de las tareas más fundamentales, combatir
con el más crudo encarnizamiento toda desviación social-patriota del movimiento obrero.
El patriotismo (no importa que coloración adopte) es el peor enemigo de la revolución, y
viceversa. Por ese camino corre grandes riesgos nuestra clase obrera; y si la burguesía
internacional se detiene aterrorizada ante las desconocidas consecuencias de una guerra,
ésta puede imponérsele, no sólo como solución forzada a los problemas de su propio
sistema, sino como antídoto del gran surgimiento revolucionario del proletariado mundial.
La burguesía sabe que en las II y III Internacionales tiene los más sumisos y valiosos
servidores. Frente al chovinismo propalado por todos los incondicionales de la burguesía,
alentar los principios del internacionalismo revolucionario, de la guerra civil contra la
guerra imperialista, es un deber que sólo los traidores olvidan. LA VOZ LENINISTA
consciente de la hora histórica, enseñará a las masas que la revolución española conduce a
la revolución mundial, y la revolución mundial se perderá sin la revolución española.
Mantener vivo el fuego de la solidaridad internacional, es hoy una de las primeras
condiciones del triunfo. En esta certidumbre, colocamos en España la primera piedra de la
IV Internacional, la internacional que unirá a los trabajadores por encima de las fronteras y
llevará hasta el triunfo de la revolución proletaria mundial, pese al odio y la persecución de
la burguesía, las burocracias reformista y staliniana, y las torpezas con que los elementos
neutros debilitan la conciencia política de las masas.

1.48. “¡Adelante, las patrullas de Control!”. La Voz Leninista. Órgano


de la Sección Bolchevique-leninista de España (por la IV
Internacional), número 1, Barcelona, 5 abril 1937
Conocido es el reaccionario decreto de orden público de la Generalidad. Guardián
de la burguesía, le interesa deshacerse cuanto antes de las proletarias Patrullas de Control.
Con tanta mayor razón mientras más miles de kilos de patatas descubren. El orden público
guardado por los propios trabajadores es lo que la burguesía ha llamado siempre desorden.
Hoy mismo continúa llamándoselo por boca de sus testaferros stalinianos.
La Generalidad quiso desprenderse con un decreto de los vigilantes obreros; pero
las Patrullas de Control, conscientes de contar con el apoyo entusiasta de las masas,
continúan su servicio activo y aún mucho más activo de lo que a sus enemigos conviene.
Cada descubrimiento de harina o patatas almacenadas es un arsenal de argumentos y una
acusación contra los restauradores del orden burgués.
Pero éstos tienen una fuerza inmensa y cuentan con el asentimiento de los
ministros anarquistas, a cuya organización pertenecen gran parte de los miembros de las
patrullas que se han negado a disolverse. Hay que tenerlo en cuenta y dar a las Patrullas
una organización y publicidad que garantice su permanencia y supremacía sobre los
cuerpos armados burgueses.
Ahora está reciente el asunto. La resistencia de la FAI y el POUM, así como los
almacenes de comestibles que las Consejerías de Abastos y Orden Público no supieron

93
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

descubrir, mantiene en suspenso la disolución. Pero la Generalidad volverá por los fueros
de la burguesía. Es preciso prever y cortar el ataque. No basta (como decía un artículo de
La Batalla) declarar que si las Patrullas no son disueltas ahora no lo serán nunca. Esto es
toda una invitación de la Generalidad.
Lo más apropiado y necesario es que las propias Patrullas elijan un comité de
defensa de las mismas, que reclame públicamente el apoyo de todas las organizaciones
obreras, emprendiendo una campaña de agitación que evidencie los servicios que a la
revolución prestan las patrullas y los servicios de los cuerpos armados burgueses. El
silencio y la inactividad en esta cuestión producirá lo que en otras tantas: el triunfo de la
burguesía con la disolución final de las Patrullas de Control.

1.49. [FOSCO]: “Les fluctuations de la guerre civile. Lettres


d’Espagne”. [“Las fluctuaciones de la guerra civil. Cartas de España”].
La Commune nº 51. Paris, 9 abril 1937
[...] Bajo el pretexto de “vencer primero a Franco”, gracias al apoyo stalinista, el
bloque republicano intenta amordazar al proletariado. El bloque republicano juega el papel
que le ha asignado un bloque imperialista, igual que Franco juega el de otros
imperialismos. [...]
Una a una todas las conquistas de la revolución, conseguidas al precio de tanta
sangre proletaria, han sido anuladas por este “nuevo orden”, constituido por la consigna
“ganar la guerra; subordinarlo todo a la guerra contra el fascismo”. En efecto, los
dirigentes de los partidos obreros lo han “subordinado” todo a la guerra contra el fascismo:
LAS MILICIAS OBRERAS, LOS COMITES REVOLUCIONARIOS, LAS
PATRULLAS DE CONTROL ESENCIALMENTE OBRERAS; todas las instituciones
proletarias, nacidas al calor de la lucha armada, han sido “subordinadas a la guerra contra
el fascismo”, han sido sacrificadas al “gobierno legal” de Azaña, de Caballero, de
Companys, etc., al gobierno contrarrevolucionario burgués, en el que la participación
anarquista le parece a Rosselli admirable.
Esta “guerra contra el fascismo” se convierte poco a poco, y al mismo tiempo, EN
LA GUERRA CONTRA EL PROLETARIADO REVOLUCIONARIO, que quieren
desarmar en la retaguardia, y encuadrar militarmente en un “Ejército Popular”, al servicio
de la burguesía, al tiempo que reorganizan la guardia civil llamada, también,
“republicana”, y lista para disparar de nuevo contra los trabajadores. [...].

1.50. G. Munis: “Carta a Trotsky. (París, 22 abril 1937)”51


Estimado camarada:
Salvando innumerables vicisitudes y dificultades, la voz de la IV Internacional ha
reaparecido en España.
Hemos enviado ejemplares de La Voz Leninista, primer número de nuestro órgano,
del que queremos asegurar una publicación regular bimensual, a varias direcciones de la
organización mexicana y al destinatario de esta carta.
Nuestro trabajo, empezado por varios camaradas de diversos países que vinieron a
combatir en España y por G. Munis, viejo militante de la Izquierda Comunista, se ha
51
Con el permiso de The Houghton Library (Harvard University).

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

enfrentado desde el principio a todos los obstáculos imaginables por parte de la dirección
del POUM, a los que se añaden los inherentes a la dominación del Frente Popular en una
situación de guerra. Hemos logrado, sin embargo, organizar varios grupos y emprender un
trabajo regularizado. Hoy, el número de españoles es el doble o triple que el de extranjeros
y ya hemos adquirido una personalidad propia entre los militantes del POUM y los
elementos anarquistas más conscientes.
Dada la situación general de la lucha de clases en España y las características
políticas del POUM, uno de los mayores problemas a discutir, era la táctica a adoptar
frente a éste.
En Barcelona, sede de nuestro trabajo, la discusión ha sido muy larga y ha hecho
aparecer dos tendencias fundamentales. Una que proponía el ingreso en el POUM, incluso
a título individual, y otra que sólo admitía como garantía de un trabajo fraccional la
conservación a toda costa de un núcleo exterior independiente.
La primera de estas tendencias apoyaba su posición en la imposibilidad de que la
burocracia pueda conceder el derecho de fracción y en la necesidad de ligarse fuertemente
a la base. Pero hacía abstracción de las condiciones generales del movimiento obrero, de la
urgencia de la situación y olvidaba sobre todo que la entrada individual daría a la
burocracia del POUM múltiples oportunidades de dispersar un grupo molesto. Este método
ha sido puesto en práctica contra los propios militantes del POUM que manifestaban un
mayor espíritu crítico. En realidad, esta tendencia confiaba en la posibilidad de una
regeneración a partir de las “fuerzas internas” (Nin-Andrade). [...]
La segunda posición, que fue la que ganó, consideraba prioritario el ascenso
general de la reacción dirigida por el stalinismo, frente al cual la dirección del POUM,
incapaz de tomar la iniciativa de una honesta rectificación, y en el fondo, incluso de abrir
un debate político, se vería forzada a desmantelar cualquier acción coherente que pudieran
desplegar los BL en su seno. Por otra parte, existe la posibilidad de realizar un buen trabajo
de asimilación entre los anarquistas, que se perdería por completo con un ingreso sin
garantías [...].
Recientemente, el CE se ha sumado a la tarea de desmantelar su sección de Madrid,
que como ya sabéis, constituía el ala izquierda del POUM; que ha sufrido durísimos
ataques y está en inmejorables relaciones con nosotros. Si se añade a esto la situación que,
de algún modo, no nos autorizaría a emprender un trabajo interior durante varios meses, la
independencia organizativa se presentaba como la mejor forma de poder canalizar hacia
nosotros a los elementos más conscientes del POUM y del anarquismo. No obstante esto,
la mayoría de nuestros militantes trabajan en el interior de ese partido.
A título informativo, debo decir que la sección BL de España está constituida por
cuatro grupos, tres en el frente y uno en Barcelona; añadamos algunos camaradas aislados
en las provincias y el comité local de la sección de Madrid (del POUM) que, salvo un
miembro está totalmente de acuerdo con nosotros.
Estimamos que nuestra tarea principal es la preparación del congreso del POUM.
[...].
No necesito decirle la importancia que tendría la publicación en La Voz Leninista
de cualquier trabajo que pueda hacer sobre la revolución española.
Le saluda cordialmente.
París 22 abril 1937. G. Munis

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

1.51. Sección bolchevique-Leninista de España (por la IV


Internacional): “Contra el fascismo y la reacción burguesa; ¡Dictadura
del proletariado!”52. [Manifiesto del Primero de Mayo]
PROLETARIOS TODOS:
El 19 de julio el proletariado español llevó a cabo la más vasta insurrección de su
historia, a pesar de lo cual no consiguió romper sus cadenas. La burguesía fascista,
apoyada en la solidaridad del imperialismo internacional, y ante todo de su forma más
rapaz y sangrienta, el fascismo, ha declarado a la clase obrera española una guerra a
muerte. España ha sido transformada en la arena de la lucha mundial entre el capitalismo y
el socialismo.
¿Cómo ha podido ocurrir, una vez logradas las primeras y gloriosas victorias
obreras, que nuestras fuerzas hayan conseguido cosechar más derrotas que victorias?
¿Cómo ocurrió que anteayer cayera Irún, ayer Málaga y que hoy Bilbao se encuentre
gravemente amenazado? Nuestras derrotas son un hecho, un hecho cruento, que no debe,
no obstante, arrastrarnos al fatalismo.
Hay que aprender de ellas en evitación de otras mayores. Nosotros no podemos
quedar satisfechos con la referencia a la traición de ciertos técnicos militares ni tampoco a
la “inevitabilidad” de nuestra inferioridad militar.
Ninguna de ambas explicaciones ataca el problema en su raíz. Es necesario
preguntarse por qué la traición, lejos de constituir una excepción en nuestra guerra, nos
acecha por todas partes, y por qué el proletariado mundial no nos ayuda en la misma
manera que la burguesía ayuda al fascismo. La contestación a ambas preguntas es la
misma. No es de orden militar, sino político. La razón de todas nuestras dificultades es la
carencia del poder proletario en el Estado.
El proletariado carecía el 19 de julio de la dirección revolucionaria indispensable
para la conquista del poder político, del poder del Estado.
Las organizaciones de extrema izquierda no estaban preparadas para derrotar al
estado burgués. El anarcosindicalismo negó, en absoluto, la necesidad del poder político:
puesto ante la amarga realidad, esta teoría ha llevado a algunos de sus jefes a rebajarse a
ser servidores del Estado burgués en lugar de erigir el Estado proletario. Tampoco existía,
ni existe, una vanguardia auténticamente marxista. Por otra parte, el movimiento
reformista se desenmascaraba como el principal apoyo de la burguesía liberal, es decir,
capitalista.
En una sociedad de clases el Estado es el nudo de todos los problemas. Quien
posee el poder del Estado puede organizar la sociedad. El poder burgués significa traición
de la revolución en beneficio del fascismo.
Poder proletario significa socialización de todas las reservas y actividades sociales,
derechos y deberes iguales para todos, concentración de todas las fuerzas, con el fin de
conseguir la victoria ante el fascismo.
Por este motivo, nosotros, los bolchevique-leninistas luchamos por la democracia
obrera que se manifiesta, frente al fascismo y sus simpatizantes directos e indirectos, como
dictadura del proletariado. Nosotros substituimos a la fórmula colaboracionista y
militarista de “mando único”, la dictadura del proletariado que realiza el mando único de
un modo infinitamente más rápido y eficaz.

52
Dado que Munis y Péret estaban en París, y puesto que E. Wolf aún no había llegado aún a España, es
muy probable que la redacción de este Manifiesto sea obra de Moulin. Parece ser que Munis criticó algunas
de las consignas vertidas en este manifiesto, en especial la referente a la organización económica de la
sociedad por los sindicatos.

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

Nuestra guerra es una guerra de ideas, una guerra de clases.


Puede ser victoriosa para nosotros solamente si persistimos en nuestro ideario
clasista (mil veces superior a los ideales burgueses de derecha o de izquierda),
intransigentemente y sin limitaciones mentales.
La primera condición de la victoria es poner término a las fórmulas negativas,
como la del antifascismo a secas. Nuestra guerra es una guerra por el socialismo, por la
liberación del mundo de la esclavitud y la explotación. Nuestra bandera es roja y roji-
negra. [...]
“Sin la revolución mundial estamos perdidos” decía Lenin. Esto vale aún mucho
más para España; mas para llevar al proletariado mundial a la insurrección debemos
adelantarnos a él con nuestro propio ejemplo.
Para hacer romper al proletariado francés con el Frente Popular de la reacción es
necesario liquidar antes la política frente-populista de nuestros propios líderes y
contraponerle el Frente Obrero Revolucionario.
Para hacer insurgir a las masas oprimidas por el fascismo es necesario mostrarles la
salida socialista y no pactar con nuestra propia burguesía.
La guerra y la revolución son inseparables, con más exactitud, la guerra no puede
ser ganada sin la revolución, y con precisión aún mayor: sólo la dictadura del proletariado
puede ganar la guerra.
¿Qué es la dictadura del proletariado?
La dominación de la inmensa mayoría sobre la minoría explotadora, concentración
de todas las fuerzas revolucionarias para la victoria militar, política y social sobre la
reacción, la ruptura definitiva con el pasado burgués.
¿Quién incorporará la dictadura del proletariado?
Los órganos democráticos de las masas, los consejos de obreros, campesinos y
combatientes, sus asambleas y congresos de delegados locales, regionales y nacionales, sus
comités ejecutivos revolucionarios. Los sindicatos tienen que organizar la economía, pero
toda la clase tiene que tomar en su mano la suerte de la sociedad.
La emancipación de la clase obrera sólo puede ser obra de la clase obrera misma.
¡ABAJO LA REPUBLICA BURGUESA!
¡VIVA LA DICTADURA DEL PROLETARIADO!
Barcelona, 1º de mayo de 1937.
SECCIÓN BOLCHEVIQUE-LENINISTA DE ESPAÑA (por la IV Internacional)

1.52. Sección Bolchevique-Leninista de España (por la IV


Internacional): “Viva la Ofensiva Revolucionaria”. [Octavilla
distribuida el 4 de mayo de 1937 en las barricadas de Barcelona,
publicada en La Lutte Ouvrière nº 48 del 10 de junio de 1937]
Viva la Ofensiva revolucionaria.
Nada de compromisos. Desarme de la G.N.R. y Guardia de Asalto reaccionarias.
El momento es decisivo. La próxima vez será demasiado tarde.
Huelga general en todas las industrias que no trabajen para la guerra, hasta la
dimisión del gobierno reaccionario.
Sólo el Poder Proletario puede asegurar la victoria militar.
Armamento de la clase obrera.
Viva la Unidad de Acción C.N.T. F.A.I. P.O.U.M.
Viva el Frente Revolucionario del Proletariado.

97
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

En los talleres, fábricas, barricadas, etc.: Comités de defensa Revolucionaria.


Sección Bolchevique-Leninista de España (por la IV Internacional)

1.53. Sección bolchevique-Leninista de España (por la IV


Internacional): “¿Por qué no es trotskista el POUM?”53. [Octavilla].
[Barcelona, ¿final de mayo primeros de junio 1937?]
El POUM ha reprochado muchas veces a nosotros, bolcheviques-leninistas, de no
estar al servicio de su política sino de combatirla. Teníamos y tenemos mil veces razón al
hacerlo así, porque la burocracia del POUM es tan poco revolucionaria que prefiere una
convivencia con el FP a una política audaz orientada hacia la toma del poder (no en
palabras sino en hechos). Pero nos complacemos hoy en serle agradables al POUM.
Queremos certificarle que, efectivamente, no es trotskista ni tiene nada que ver con el
trotskismo.
SI EL POUM FUESE TROTSKISTA
No sería Maurín su teorizante, quien, en “Hacia la segunda revolución”, pretende
que en España la revolución no se organizaría por medio de soviets, sino de Alianzas
Obreras, es decir de comités integrados por representantes de las organizaciones existentes
y no por las masas autónomas.
No hubiera firmado el Pacto del Frente Popular en enero del año pasado sino
puesto las bases del Frente Único Revolucionario. No hubiera entrado en el gobierno
reaccionario de septiembre sino servido de polo de atracción de todos los que quieren
hacer la segunda revolución.
No hubiera disuelto los sindicatos de la FOUS en la UGT sino en la CNT para
ligarse estrechamente a los obreros revolucionarios, organizados en gran mayoría en esa
central sindical.
SI EL POUM FUESE TROTSKISTA
No hubiera firmado desde el gobierno la disolución de los comités y tantas otras
cosas, sino trabajado por la constitución de comités de obreros, campesinos y
combatientes, en lugar de sabotear a los últimos en los frentes por él controlados
No dejaría que en el seno de sus milicias se infiltrasen elementos simpatizantes con
el stalinismo, excluyendo al mismo tiempo a milicianos trotskistas y renunciando a la
educación política de sus combatientes.
No hubiera pretendido en 1936 que la revolución era ya victoriosa y en 1937 que
aún se puede tomar el poder en modo pacífico (esto aún después de la experiencia del 3 de
mayo). (Hoja del CC del 12 de mayo).
SI EL POUM FUESE TROTSKISTA
No se hubiera declarado de hecho neutral entre la revolución y la contrarrevolución
el tres de mayo, sino conducido a las masas a una victoria parcial (no sobre el papel sufrido
de La Batalla del día cuatro, sino en la realidad de las relaciones de clase, sino tratando por
todos los medios de separar a las masas anarquistas de su dirección traidora, en vez de
limitarse a gestionar con esta última). [...].
SI EL POUM FUESE TROTSKISTA
No renunciaría a las protestas contra la censura burguesa, sino defendería la
libertad de acción y de expresión revolucionarias, organizaría efectivamente a las masas en

53
Octavilla cedida por Fausti Bucci y la Biblioteca Comunale di Follonica a quien agradecemos su
colaboración.

98
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

los comités y la movilizaría contra los jefes traidores del stalinismo y de la pequeña
burguesía.
No se habría dejado inducir por las maniobras fraudulentas del SAP y el ILP a
aplazar continuamente el Congreso Internacional, sino [que] hubiera tomado desde hace
tiempo las medidas encaminadas a fundar la nueva, la Cuarta Internacional.
Pero el POUM no es trotskista ni tiene nada que ver con el trotskismo.
Coincidimos, desde luego, perfectamente con esta apreciación. Defendemos el POUM
nacional e internacionalmente porque no tenemos pactos con el stalinismo como los
partidos “hermanos” del POUM. Pero opinamos que la mejor defensa contra el stalinismo
es la plataforma trotskista. El POUM siempre claudica, los acontecimientos han hablado.
Compañeros del POUM, formad con nosotros el partido Bolchevique-Leninista de España.
SECCION BOLCHEVIQUE-LENINISTA DE ESPAÑA. (Por la IV Int.)

1.54. El Comité de la Sección Bolchevique-Leninista de España (por la


IV Internacional): “Por un tres de mayo victorioso”. [Manifiesto].
Barcelona, junio de 1937
El tres de mayo la careta hipócrita del antifascismo staliniano reformista ha caído
para siempre. Tras una larga conspiración contrarrevolucionaria cuidadosa y pérfidamente
preparada, desde los primeros días de julio, el Frente Popular, azuzado en primer término
por los stalinianos, se lanzó a un golpe de fuerza contra la clase trabajadora. La respuesta
formidable de tres cruentos días de lucha, es la clasificación definitiva del Frente Popular,
los partidos y organizaciones obreras. Un nuevo criterio de la situación, las ideas, los
hombres y los partidos de la escena política, será la estela aleccionadora de las jornadas de
mayo, que prepararán un nuevo tres de mayo victorioso.
De un lado estaba el Frente Popular, provocador directo y consciente del ataque
armado a la Revolución, defendiendo a bayoneta calada la propiedad, el orden y el Estado
burgueses; en el lado opuesto el proletariado, batiéndose por la Revolución social, el
triunfo de la guerra y la destrucción del Estado burgués, pero abandonado y saboteado en
medio de la lucha incluso por aquellas organizaciones que oficialmente no se hallan en el
Frente Popular: CNT-FAI-POUM. De cualquier manera, el mito obrerista del Frente
Popular ha caído acribillado a balazos por millares de fusiles proletarios.
Contrarrevolución y Frente Popular se escriben juntamente con la sangre de los obreros
caídos. La ruptura e incompatibilidad entre el Frente Popular y el proletariado
revolucionario, se reveló en su forma más cruda en las jornadas de la Telefónica; pero la
bandera del tres de mayo no alcanzará el día de la venganza mientras el proletariado no
disponga de una organización que le oriente, capacite y lance a la destrucción del Frente
Popular y la toma del Poder.
De la provocación staliniana del tres de mayo son responsables sin distinción todas
las organizaciones existentes. Los designios reaccionarios del Frente Popular eran patentes
desde su constitución. Queda como testimonio el bochornoso documento electoral avalado
por el POUM y tácitamente secundado por la CNT y la FAI. Durante cinco meses de
democracia burguesa ninguna de estas organizaciones denunció sistemáticamente la
complicidad staliniano-reformista-republicana del Frente Popular en los propósitos y
manejos fascistas. Nadie organizó al proletariado contra aquél, primera etapa de la
organización verdadera de la lucha contra el fascismo y la burguesía. La rebelión fascista
se produjo así con la complicidad más o menos grande de todas las organizaciones
existentes, y como resultado de su aplastamiento, con todas las condiciones dadas para
transformar en proletarios la Economía, el Estado y el Ejército burgueses, la CNT, la FAI y

99
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

el POUM se incorporan directamente al Frente Popular, conteniendo la descomposición


del Estado capitalista y colaboran a reorganizar las guardias civil y de asalto, el ejército
burgués y las relaciones con el imperialismo anglo-francés, destinado todo ello al desarme
del proletariado y la asfixia general de la guerra y la revolución, cuyo primer paso ha sido
el asalto a la Telefónica.
Una fuerza, la del stalinismo, comenzó a desarrollarse y adquirir preponderancia en
el Estado. Al socaire de la ayuda rusa y de su propia política antiproletaria, el stalinismo
invade los puestos burocráticos, se atrae a la mayoría de los antiguos militares
monárquicos, y asimila o somete a su tutela a una parte de la burocracia reformista, hasta
convertirse en inspirador supremo de la política en Valencia y Barcelona. El auxilio
prestado por la URSS sirve para ejercer el chantaje político y la maniobra más desleal en
beneficio de la reaccionaria política staliniana. La ayuda material que los trabajadores
rusos quieren y creen prestar a la Revolución española, es transformada por la burocracia
staliniana en ayuda a la contrarrevolución burguesa. Los guardias de asalto disparan sus
fusiles rusos contra los revolucionarios españoles, mientras se niegan armas al frente de
Aragón con el propósito calculado de cultivar el desprestigio en torno a cuanto no sea
staliniano o le esté sometido.
Fugitiva o ausente la gran burguesía de nuestro territorio, excesivamente raquíticos
y conocidos como burgueses los partidos republicanos, y sin condiciones en general, para
desarrollar una política burguesa independientemente de los partidos obreros, la burguesía
nacional e internacional debía encontrar una forma de expresión adecuada a las nuevas
condiciones establecidas desde el 19 de julio. El stalinismo es en España el agente más
perspicaz y decidido (y el más criminal también) de la burguesía indígena y el
imperialismo franco-británico, al que Stalin ha vendido la revolución española y mundial.
Para el stalinismo, monarquía, República democrática o fascismo, son en el fondo cosas
indiferentes. Lo que para él decide es la cuestión: ¿Con Alemania o con Inglaterra? Y el
día en que los capitalistas británicos y alemanes lleguen a un acuerdo sobre España, el
stalinismo echará las campanas a vuelo para presentarnos a los fascistas como hermanos y
compatriotas deseosos de colaborar a la reconstrucción y felicidad de la patria. La
revolución social es la única cosa no indiferente para el stalinismo, porque ella pondría
término a su dominación burocrática, que en tanto peligro pone la existencia de la US y
que le conduce a la lucha directa contra el proletariado y la revolución mundial. No en
vano fue un stalinista, Rodríguez Salas, el encargado de iniciar la lucha armada contra los
trabajadores. El stalinismo se ve obligado a actuar así porque sólo es un apéndice de la
burocracia rusa y la política internacional de ésta le doblega ante los capitalistas de Francia
e Inglaterra. Estos imponen a la URSS la lucha contra la revolución en España, y José
Díaz, Comorera y Jesús Hernández son los encargados de las cuestiones prácticas. Para
restablecer en sus puestos al guardia civil, al capitalista y al terrateniente expropiados, al
general y al banquero, el stalinismo pondrá en juego toda su técnica de la provocación, la
malversación, la calumnia y la persecución. En primer plano de la lucha por la revolución
y la guerra civil se encuentra la lucha contra el stalinismo y su cenáculo de traidores, el
Frente Popular.
Es con esta cuadrilla de provocadores a sueldo, que la CNT, la FAI y el POUM han
colaborado y a la unidad con ellos que se llama unidad obrera. Las masas se han visto
desorientadas, engañadas y adormecidas por aquellas tres organizaciones, cuyo deber era
conducirlas a la lucha contra el stalinismo. Pero los anarquistas cifraban todas sus
ambiciones en continuar ocupando los ministerios y el POUM no cesaba a cada crisis de
solicitar un puesto junto al provocador Aiguadé. Ese partido, después de la tormenta, cree
salvar su virginidad política pidiendo Comités de Defensa revolucionaria, mientras de sus
milicias se expulsa a los “trotzkistas” que pasan a la constitución práctica de esos Comités.

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

Al día siguiente de la suspensión de La Batalla, Gorkin decía en Solidaridad


Obrera que no protestaban por la suspensión. Esto equivale a inducir a las masas a
reconocer y aceptar la autoridad del Frente Popular, a darles ejemplo de sumisión. Ahora
bien; a los Comités de Defensa revolucionaria corresponde en primer término la lucha
contra el Frente Popular. Capitulando ante la persecución de éste, el POUM demuestra que
los Comités, la lucha organizada de las masas contra sus enemigos interiores y exteriores,
es puro verbalismo. [...]
El día primero de junio, el Comité Nacional de la CNT ofrece su confianza y su
apoyo al Gobierno Negrín-Prieto. La gravedad de la situación internacional, después del
bombardeo de Almería por la escuadra alemana, les induce a deponer todo interés de clase
ante el Gobierno de la burguesía. Unión sagrada y traición a la clase trabajadora se llamó a
esto durante la guerra europea. Nadie que no sea un fascista puede negar el apoyo para la
lucha militar contra Franco. Pero en la derrota de éste no es el Gobierno del Frente Popular
el mayor interesado, sino el proletariado de España y del mundo todo. Este mismo
proletariado es la única clase capaz de llevar la guerra y la revolución hasta sus últimas
consecuencias. El Gobierno Negrín, por su carácter antiproletario, es el menos indicado
para dirigir la guerra. Contra él es preciso organizar a las masas, prepararlas para la toma
del Poder. Este es el único medio efectivo de luchar por la victoria de la guerra y la
Revolución. Con su apoyo gubernamental
[...] la CNT entrega las masas a sus enemigos interiores, al mismo tiempo que
pretende comprar un poco de tranquilidad. Negrín aceptará el apoyo, y continuará,
auxiliado por los Comités superiores de la CNT, la lucha contra todo lo que de
revolucionario hay en ella, como es el caso de los “Amigos de Durruti”, ignominiosamente
entregados por la CNT y la FAI a merced de la policía.
Los “Amigos de Durruti” son la fuerza anarquista que mejores enseñanzas ha
obtenido de la revolución. Sobre ellos recae la tarea de salvar al proletariado cenetista de la
dirección traidora. Su influencia puede ser importantísima en la marcha de la Revolución.
Al lado de ellos, por la reconstrucción ideológica de la dirección obrera, luchando
denodadamente contra el fascismo, contra las fuerzas reaccionarias del Frente Popular y
contra la persecución ideológica de la CNT, la FAI y el POUM estaremos los
bolcheviques-leninistas.
Las jornadas de mayo pusieron al vivo todas las úlceras de las organizaciones
obreras. Al contraste de la lucha, todas ellas mostraron su verdadera fisonomía. Los líderes
cenetistas, cuando el movimiento estaba en su apogeo, con plena facultad para tomar el
Poder a la primera indicación hecha a los combatientes dueños de la calle, traicionan el
movimiento espontáneo de las masas, ordenando “alto el fuego” y la vuelta al trabajo,
mientras por la radio dedicaban amorosos besos a los guardias de asalto defensores del
capital. El POUM (¡cuánta osadía!) sumándose a los traidores, mientras La Batalla
engañaba a las masas sobre el resultado de la lucha. Ambas organizaciones, teniendo en
sus manos la derrota del Frente Popular y la toma del Poder dieron marcha atrás al
movimiento en aras de la “unidad” antifascista. La expresión exacta de esa unidad son los
miles de guardias que patrullan por las calles de Barcelona y los incidentes continuos
provocados deliberadamente por el delegado de orden público para mantener una tensión
saludable a los designios del Frente Popular [ilegible] sumar paulatinamente el desarme del
proletariado.
Pasados los acontecimientos el POUM ha tratado de justificarse por su falta de
fuerza para conducir el movimiento. Habrá que recordarle que la fuerza no la da Dios, sino
que se conquista. Si la toma del Poder no le era posible, ¿intentó siquiera canalizar el
movimiento hacia objetivos limitados (desarme de los guardias de asalto y
encarcelamiento de Aiguadé y Salas, Patrullas de Control, constitución de Comités o

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

Juntas obreras), pero que representasen un triunfo parcial del proletariado? No; durante los
días del combate los militantes del POUM se comportaron como dignos revolucionarios,
pero sus Comités como indignos dirigentes. El partido en masa ya empieza a sufrir las
consecuencias.
Sólo dos pequeños grupos no traicionaron, animaron el movimiento y dieron
consignas ofensivas a los combatientes de las barricadas: los “Amigos de Durruti” y los
bolcheviques leninistas. Por pequeñas y recientes que tales organizaciones sean, este hecho
tiene una enorme significación, sobre todo si se tiene en cuenta que por primera vez un
grupo anarquista da la consigna de “Juntas de obreros, campesinos y combatientes” y
“todo el Poder al proletariado”. En el momento mismo en que, la prueba de fuego, se
revelan la traición o la incapacidad de los dirigentes obreros, los núcleos más decididos, el
germen de la futura dirección revolucionaria, hacen su aparición y los combatientes
fraternizan inmediatamente con ellos. En efecto: las jornadas de mayo tienen el
incalculable valor de haber roto las ilusiones de la masa en las direcciones de la CNT, la
FAI y el POUM. Un período de depuración ideológica y reconstrucción de los cuadros
dirigentes de la revolución proletaria, ha quedado abierto. De la formación de éstos en los
próximos meses está pendiente el provenir de la guerra y la revolución.
Con las jornadas de mayo la burguesía se apunta un triunfo, preciso es reconocerlo.
El orden público y la dirección militar han pasado a manos del Gobierno central. Los
girones de autonomía de que disfrutaba Cataluña le han sido arrebatados a manos de los
stalinianos y de los pequeños burgueses catalanistas tipo Companys. La ley considera
fascistas a los trabajadores que tengan un fusil en su poder y continuamente llegan miles de
guardias de asalto, en los que el PSUC cultiva el espíritu contrarrevolucionario mientras
adereza una segunda Telefónica.
[...] Pero el Gobierno tendrá que cometer muchos crímenes, instaurar una
verdadera dictadura militar, antes de poder consumar la paz, y el proletariado no parece
dispuesto a dejarse arrebatar el triunfo. El hecho de que durante tres días Barcelona y toda
Cataluña estuviesen en manos de los trabajadores demuestra su poder y las reservas
combativas con que cuenta. Los combatientes de mayo no han sido vencidos por la
contrarrevolución, sino desbandados por sus propios dirigentes. Arma contra arma, los
vencedores fueron los obreros. Sólo la traición de sus líderes posibilitó los resultados
contrarios, pero la demostración de fuerza y la maravillosa cuanto espontánea capacidad
para la organización del combate de que dieron pruebas, prometen dar al traste con todo el
tinglado gubernamental apenas cuente con una dirección digna de su heroísmo ilimitado.
El Gobierno tendrá que luchar contra un enemigo obstinado y dispuesto a morir antes que
ser derrotado. Pero es preciso organizarse y hablar claramente a las masas. El Gobierno no
retrocederá ante nada para alcanzar su meta contrarrevolucionaria. Armará a las fuerzas
represivas muchos mejor que a los luchadores del frente, desarmará cuanto pueda a los
trabajadores; fomentará la especulación, la usura y saboteará la guerra para fatigar a la
población y hacer admisible el compromiso, introducirá la desorganización económica (el
gobierno de Valencia, según Solidaridad Obrera, hace sus pedidos de ropa al extranjero y
no a las industrias catalanas), para hacer antipáticas las colectivizaciones y arrebatar sus
conquistas al proletariado; recurrirá a la calumnia y la persecución contra los “Amigos de
Durruti”, los bolcheviques-leninistas y todos los que no se dobleguen ante sus nefastos
propósitos; preparará si lo cree necesario, un golpe de fuerza de cualquier Miajas o Pozas
en funciones Martínez Campos.
Pero la cuestión decisiva está en las armas. Negrín se propone desarmar a los
trabajadores; los trabajadores deben hacer lo contrario de lo que se propone Negrín. Pero la
lucha por el armamento y el poder obreros, debe ser organizada y extendida a todas las
capas de la población explotada. Constitución de Comités de fábrica, de compañía, de

102
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

batallón; Comités de campesinos. Es preciso contar con seguridad con que el alza de la
vida y todas las medidas del Gobierno extenderán el descontento y opondrán cada vez más
amplias masas al Frente Popular. Al secundar la huelga de las jornadas de mayo, los
trabajadores de la UGT demostraron que están contra la política de sus líderes y que la
cuestión de ganarles a la revolución es una cuestión de dirección idónea. Todas las
condiciones objetivas cuentan favorables a la revolución. Organizar al proletariado en un
frente único de clase, oponerlo al Frente Popular y dotarlo de sus propios órganos de lucha
(Comités, Juntas), es la clave del triunfo sobre los conciliadores, sobre el Frente Popular,
de la victoria contra los fascistas y de la formación de la dirección proletaria que
garantizará el triunfo de la Revolución.
Los bolcheviques-leninistas, estamos y estaremos a la vanguardia de esa lucha
contra los enemigos del proletariado, llámense fascistas, republicanos, socialistas o
stalinianos, e indicamos a los trabajadores el camino de su emancipación.
Contra el Frente Popular, Frente Revolucionario del Proletariado entre la CNT, la
FAI, el POUM y todas las organizaciones de clase para organizar la lucha.
Por los Comités o Juntas de obreros, campesinos y combatientes,
democráticamente elegidos.
Contra el armisticio y contra la transformación de la guerra civil en imperialista.
Por el armamento del proletariado, el desarme y disolución de los cuerpos
burgueses.
Por un orden público en poder de las Patrullas de Control.
Por el control de la distribución y los precios mediante Comités.
Por la pena de muerte contra los especuladores.
Contra la censura política y la persecución de la prensa y las organizaciones
obreras.
Por el triunfo de la guerra y de la Revolución.
¡VIVA LA REVOLUCIÓN PROLETARIA!
¡VIVA LA REVOLUCIÓN MUNDIAL!
Barcelona, junio de 1937.
Sección Bolchevique-Leninista de España (por la IV Internacional). EL COMITÉ

1.55. Comité de la Sección Bolchevique-Leninista de España: “El viejo


POUM ha muerto; viva el POUM de la IV Internacional”. [Carta-
llamamiento dirigida a la izquierda del POUM en Barcelona, a la
sección de Madrid del POUM y a “Los Amigos de Durruti”].
Barcelona, 26 de junio de 1937
Camaradas: La reacción staliniano-burguesa se abalanza sobre vuestro Partido,
decidida a exterminarlo, para atacar después a la CNT-FAI, reducir el proletariado a la
esclavitud y crear de este modo las premisas para un pacto traidor con los fascistas.
El asalto brutal a vuestros cuarteles y locales, la detención de Nin, Gorkin, Andrade
y centenares de otros militantes, muestra la intención de montar un proceso de tipo
moscovita. Nin y otros han sido ya llevados a Madrid con el fin de acusarlos de espionaje
ante un tribunal militar que no esté sometido a la presión de las masas. Eso podría preparar
las víctimas con torturas físicas y morales, ponerlas en relación con algunos espías
auténticos y condenarlas después a muerte en base a algunos falsos testimonios.
Camaradas: únicamente por medio de una protesta de masa de los obreros se podrá
detener la mano de los verdugos staliniano-burgueses. Por este motivo habíamos

103
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

propugnado la creación de un frente único CNT-FAI-POUM, una de cuyas tareas


esenciales debía ser la protección de vuestro partido. En la lucha cotidiana contra la
reacción os hemos demostrado una y mil veces NUESTRA INCONDICIONAL
SOLIDARIDAD CON VOSOTROS.
Mas ésta no tendría valor si no estuviera acompañada de una crítica tan acerada
como amistosa. Para que la desesperación y el desaliento no cundan entre vosotros, debéis
haceros la pregunta siguiente: cómo fue posible que el POUM, tan fuerte al comienzo de la
revolución, PUEDA ZOZOBRAR SIN QUE NADIE SE MUEVA, ninguna resistencia
por parte de los militantes, los obreros de las fábricas permanecen inmóviles, la CNT-FAI
no protesta, Solidaridad Obrera no protesta, no escribe una sola palabra. En todo Cataluña
no se ha producido otra protesta pública que la nuestra. Este estado de cosas evidencia que
el POUM se ha debilitado en extremo. Si en el porvenir queréis encontrar el camino justo,
la comprensión de las faltas del pasado es imprescindible, de lo contrario el Partido volverá
a caer de nuevo en los mismos fatales errores.
Camaradas: es preciso no hacerse ilusiones, no un error determinado sino toda la
vieja política del POUM es responsable de la quiebra que nosotros predijimos a menudo.
Mas queremos limitarnos aquí a hablar de la política poumista después de los
acontecimientos de mayo.
La política capitulacionista de vuestra antigua dirección es responsable de que los
obreros toleren el encarcelamiento y asesinato de vuestros camaradas. En ocasión de la
suspensión del mitin del Price y de la prohibición de La Batalla, vuestra dirección, en una
nota oficial, renuncia a toda protesta. ¿Cómo queréis entonces que las masas obreras de la
CNT-FAI se deshagan en protestas? Vuestros cuadros dirigentes creyeron cándidamente
que renunciando a toda resistencia se podría aplacar a la reacción. Mas lo único que
mediante esta política se ha obtenido es aumentar las proporciones del descalabro. ¿Qué
hubiera debido hacerse cuando se vio la libertad de reunión y de prensa cercenadas?: cerrar
inmediatamente el frente único con la CNT-FAI amenazada por los mismos métodos
reaccionarios. Se hacía preciso proponer un pacto de frente único con finalidades concretas
de acción, con plena libertad de crítica y completa independencia política. Mas vuestra
posición fue todo lo contrario de todo esto. Intentasteis organizar un frente revolucionario
híbrido que no preveía ninguna acción concreta de interés común, sino una plataforma
política común que no era ni la de los anarquistas ni la vuestra, sino un aborto de
plataforma insostenible. Es esta la razón por la que el Frente Único de las Juventudes se
rompió tan rápidamente.
En lugar de incorporar, mediante un Frente Único a las masas anarquistas
revolucionarias contra sus líderes anarco-reformistas, vuestra dirección siguió ciegamente
a la de la CNT. Este hecho se evidencia con la mayor claridad durante las jornadas de
mayo, cuando el POUM ordenó la retirada antes de haber conseguido ningún objetivo
concreto, por ejemplo el desarme de la fuerza pública. Durante estos días el POUM no fue
sino un apéndice de la dirección anarco-reformista.
El reverso de esta política de apoyo a la burocracia cenetista ha sido el total
abandono de los comités de obreros, campesinos y combatientes nacidos espontáneamente.
De este modo os quedasteis cortados de las masas. Vuestros dirigentes alambicaron nuevas
teorías según las cuales los sindicatos, estos viejísimos aparatos burocráticos, podrían
tomar el poder. Nada habéis hecho para detener la disolución de los comités locales,
mientras expulsabais a nuestros camaradas por hacer propaganda en favor de los comités
[ilegible]. Mas durante las jornadas de mayo os acordasteis repentinamente de los comités
y lanzasteis la consigna de comités de defensa. Esta actitud de última hora fue
naturalmente completamente insuficiente, pues no basta lanzar apresuradamente el grito de
“comités” sino que es preciso organizarlos prácticamente. Pero en realidad,

104
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

inmediatamente después de las jornadas de mayo vuestro platónico deseo de comités


desapareció totalmente.
La consecuencia de todas estas faltas fue la completa pasividad de vuestro partido
en el momento del ataque de la reacción. Las células de la base no se reúnen, no se hace
ninguna propaganda ilegal para llamar las masas en defensa vuestra. Únicamente se trabaja
en las oficinas del partido, mas no se hace en las fábricas, en los campos, en las calles.
Antes de que la reacción le hiriera el POUM estaba ya medio muerto.
¿QUE HACER AHORA?
Es preciso no desesperar. Es preciso hacerse cargo de los pasados errores con
ánimo de no repetirlos. Todo no está perdido. La masa de los obreros ha conservado sus
armas: lo que ha perdido es la confianza en sus viejas direcciones. Es preciso crear una
nueva dirección no comprometida.
Es preciso ponerse inmediatamente a la acción a fin de salvar los cuadros del
POUM. Es necesaria la elección de una DIRECCIÓN PROVISIONAL, cuyas tareas serían
la coordinación de fuerzas, abandonando finalmente la pasividad observada durante las
últimas semanas, y la organización de la resistencia. El medio mejor de organizar ésta es el
FRENTE ÚNICO DE LUCHA CNT-FAI-POUM. Si los jefes de la CNT-FAI no
aceptaran será preciso organizar el frente único en escala local, entre los grupos locales de
la FAI, los grupos de las JJ. LL., antiguos comités de defensa, sindicatos locales y comités
de fábrica con los objetivos siguientes:
1º.- Lucha por la libertad de la prensa revolucionaria. ¡Abajo la censura política!
2º.- Libertad para todos los presos revolucionarios. ¡Libertad de los camaradas Nin,
Andrade, Gorkin, Arquer!
3º.- Protección de todos los locales y empresas en posesión de nuestra
organización. Reapertura de los locales del POUM.
4º.- Reconstrucción y robustecimiento de las patrullas de control. Oposición a todo
desarme de la clase obrera.
5º.- Sueldo único para oficiales y soldados. Envío de todos los cuerpos armados
llegados de Valencia al frente. Ofensiva general en todos los frentes.
6º.- Control de los precios y de la distribución por juntas de obreros y de mujeres.
7º.- Detención de los provocadores del tres de mayo: Aiguadé, Rodríguez Salas,
etc...
Se impone la movilización de las masas cenetistas a fin de que ejerzan una
formidable presión sobre sus jefes que permanecen hoy en la misma pasividad que informó
a los del POUM.
Mas no es suficiente una acción limitada para salvar los cuadros del POUM y las
libertades obreras. El POUM ha fracasado políticamente. Es preciso por lo tanto UN
REARME IDEOLOGICO DE NUESTRO PARTIDO. El POUM sólo podrá sobrevivir a
esta represión a la condición ineludible de que el POUM de mañana no sea el mismo de
ayer. Es necesario rearmar el POUM con las armas de los bolcheviques leninistas. Se
impone la inmediata preparación de un COMITÉ ILEGAL, ya sea en España o en el
extranjero, que deduzca de los antiguos errores todas sus consecuencias. Es necesario que
la crítica de la IV Internacional sea tenida en cuenta y se comprobará entonces la justeza de
su crítica. Únicamente el camino hacia la IV Internacional, la Internacional de la
revolución mundial sacará al POUM del atolladero.
Nosotros bolcheviques-leninistas estamos como siempre, dispuestos a luchar en la
medida de nuestras fuerzas, protegeros contra la reacción y rearmaros ideológicamente.
Estamos dispuestos, hasta en este momento precario, a ingresar en vuestro partido a la
única condición de poder defender nuestras posiciones con completa libertad de expresión.
Indudablemente mantendremos la disciplina de acción igual que cualquier otro miembro.

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

En lucha común contra la reacción examinaremos en fraternal discusión los medios más
eficaces para obtener la victoria.
Pero hay en vuestro partido camaradas que se dicen de izquierda y que creen
podernos descuidar constantemente, también parecen querer evitar una discusión fraternal
con nosotros. ¿Es que estos camaradas no han comprendido nada? Sería una verdadera
lástima de ser así. Aunque no estéis de acuerdo con nosotros en todas las cuestiones y hasta
si no deseáis nuestra entrada, no tenéis sin embargo el derecho de rechazar la colaboración
con grupos verdaderamente revolucionarios. Al contrario, estáis en el deber de convocar a
los “Amigos de Durruti”, así como a nosotros, con el fin de poder tomar de común acuerdo
las medidas prácticas necesarias que conduzcan a la salida de esta situación y preparen el
camino a nuevas luchas que nos conducirán a la victoria.
Por la SECCIÓN BOLCHEVIQUE-LENINISTA DE ESPAÑA. (Por la IV Internacional)
EL COMITÉ. Barcelona, 26 de junio de 1937

1.56. Comité de la Sección Bolchevique-Leninista de España: “Salvad a


los camaradas del POUM de los verdugos staliniano-burgueses. Por la
liberación de todos los presos revolucionarios”. [Manifiesto].
Barcelona, 2 de julio de 1937
La reacción burguesa, tras haber hecho durante las históricas jornadas de mayo la
dura experiencia de que desarmar al proletariado no es un juego de niños, se entrega ahora
a un nuevo género de estrategia. La contrarrevolución pasa al método de las detenciones
sistemáticas de revolucionarios. Cientos de militantes anarquistas han sido detenidos
durante los últimos días, pero el golpe principal ha sido el inferido al POUM sin que por su
parte se encontrara la menor resistencia. Desde el 19 de julio, a pesar de una serie de
graves errores, este partido constituye la extrema izquierda del proletariado catalán.
Valiéndose del pretexto de supuestos espías ocultos en su seno, la reacción procede a
arrojarle en la ilegalidad y preparar un proceso en masa sobre cuyos resultados, por causa
de la pasividad actual; conviene albergar los mayores temores. Basta destacar el hecho de
que la CNT se sustraiga a toda protesta pública cuando están en peligro las vidas de
muchos revolucionarios probados y se pretende trasladar a España el método vil puesto en
juego por el stalinismo contra el gran revolucionario Trotski y los bolcheviques-leninistas
rusos.
Desde que la Barcelona proletaria ha sido transformada con ayuda de los fusiles
rusos en un campamento militar, los métodos “jurídicos” de Stalin debían hacer su
aparición en España. Stalin ha conseguido por medio de intimidaciones, mentiras,
falsificaciones, delaciones, destierros y asesinatos quebrantar provisionalmente la
vanguardia leninista. Los amigos de Lenin han sido “desenmascarados” como agentes de
la Gestapo, del mismo modo que los leninistas, en 1917, fueron calificados por los
kerenskistas de agentes del Káiser. Mediante su campaña de represión Stalin ha logrado
asesinar, desterrar o encarcelar a toda la dirección del Partido Comunista de la época de
Lenin, posibilitando, por otra parte, el retroceso hacia la Rusia de los guardias blancos. En
este sentido Stalin ha transformado la dictadura del proletariado en dictadura de la
burocracia sobre el proletariado, liquidando una buena parte de la revolución de octubre.
De la misma manera la reacción española intenta reducir a la nada el 19 de julio
arrancando la libertad a sus luchadores más conscientes.
O, ¿quizá el proceso contra el POUM no es sino una maniobra para desorientar?
¿No es acaso extraño que la represión contra el POUM coincida con la entrega de Bilbao a

106
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

Franco, entrega facilitada por la represión contra la CNT en Euzkadi y el desarme de sus
milicias? [...]
El Gobierno que intenta complicar al POUM en un asunto de espionaje ha llegado
al poder contra la voluntad de cinco millones de obreros sindicados, representa los
intereses directos de la burocracia rusa y tiene la intención de iniciar el “abrazo de
Vergara”; es el Gobierno que simuló una ofensiva de envergadura en los frentes de
Aragón, de la que nadie habla ya porque los sectores burgueses abandonaron las posiciones
conquistadas por los sectores proletarios. Su poder se basa en 40.000 hombres armados
hasta los dientes, retirados del frente para emplearlos única y exclusivamente contra el
proletariado. Ese Gobierno se atreve a inculpar de espionaje ¿a quién? A un partido que en
Julio de 1936, solamente en Barcelona, puso en pie a 10.000 milicianos; que desde esta
fecha ha enviado al frente a 10.000 soldados y cuyo dirigente Maurín y el líder de sus
juventudes han sido muertos por los fascistas junto a centenares de sus mejores militantes;
inculpar de espionaje a Nin, Andrade; Gorkín, etc., militantes activos del movimiento
obrero durante decenas de años y a quienes Queipo de Llano anunció desde radio Sevilla
un exterminio sangriento y, en fin, cuyos militantes a diferencia de los del staliniano
PSUC, reclutados principalmente entre las derechas, están integrados por los elementos
más avanzados del proletariado catalán.
No cabe duda que en el campo fascista existen gran cantidad de espías, sobre todo
gracias a la actuación tolerante de los Tribunales Populares, gracias a que la policía se
encuentra absorbida por la lucha antiproletaria, gracias a la disolución de las Patrullas de
Control y a la lucha contra los Comités de obreros; gracias a la apolitización del Ejército,
que equivale a una invitación descarada a los traidores para que la aprovechen a sus fines.
Y no queremos hablar de los provocadores del 3 de mayo, Aiguadé, Rodríguez Salas, etc.,
que actuaron en interés directo del fascismo italiano (que cobija a Dencás). No hablemos
tampoco de la propaganda nacionalista y anticolectivista del Partido Comunista, que
significa un acercamiento manifiesto a la ideología fascista. Se trata de espías a sueldo. Si
se hubiese demostrado, o aún si sólo recayesen sospechas de ello sobre miembros del
POUM, las personas en cuestión merecen ser castigadas según los usos de la guerra. Pero
es una provocación hacer responsable al POUM como partido. Es altamente sospechoso
que hace algunos días haya sido confeccionada una nueva ley de espionaje, según cuyas
elásticas definiciones hasta el más inocente corresponsal puede ser calificado de espía.
Entendemos que la publicidad debe ser excluida de un proceso de espionaje, pero por esto
mismo toda su tramitación debe estar en manos de los representantes de la clase obrera.
Sólo a los representantes de la revolución española e internacional corresponde
decidir quién ha traicionado. Ni el Gobierno central, ni menos aún su burocracia, han dado
pruebas suficientes de su solvencia antifascista. Los revolucionarios niegan rotundamente
competencia a aquellos para entender en este asunto, e igualmente recusan como
incompetentes a los tribunales y las leyes burguesas.
Los bolcheviques-leninistas exigen y proponen la formación de una Comisión de
investigación y tribunal, compuestos por un delegado, democráticamente elegido, de cada
una de las federaciones de industria de ambas centrales sindicales. A la investigación y al
proceso deben tener acceso, en calidad de observadores, representantes de todos los
organismos revolucionarios de España y de las diversas Internacionales obreras. Esta
Comisión deberá hacerse inmediatamente cargo de las actas del proceso y rodear a los
interesados de todo género de garantías y seguridades contra las torturas físicas, psíquicas
o la amalgama con auténticos espías y todo género de procedimientos practicados contra
los bolcheviques por el stalinismo ruso. Si un tribunal semejante considera culpables a los
líderes del POUM, nosotros pedimos para ellos la pena de muerte; pero en caso contrario

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

deberá perseguirse hasta el exterminio, como enemigos de la Revolución, a quienes han


montado el proceso.
No permitáis, trabajadores, que se asesine impunemente a los revolucionarios del
POUM. Mañana llegaría el turno a la CNT-FAI, que a su vez serían puestas en
comunicación con Hitler y Mussolini. Es preciso hacer una demostración de masas contra
los provocadores staliniano-burgueses. Es una traición no hacerlo. El proletariado español,
en vísperas del aniversario de la revolución de julio, debe erguirse contra todos sus
enemigos y gritarles: POR LA INMEDIATA LIBERACIÓN DE TODOS LOS
REVOLUCIONARIOS PROLETARIOS.
COMITES DE OBREROS Y SOLDADOS PARA LA DEPURACION DE LA
RETAGUARDIA Y LOS FRENTES DE LOS VERDADEROS FASCISTAS.
POR LA COMISION Y EL TRIBUNAL REVOLUCIONARIO.
Barcelona, 2 julio 1937.
Sección Bolchevique-Leninista de España (por la IV Internacional). EL COMITÉ

1.57. B.N. [Erwin Wolf]: “Rapport Interieur” [“Informe interno”].


Barcelone, le 6 juillet 3754
Barc., 6 de julio de 1937.
Poco después de mi llegada, se convocó una asamblea general a la que asistieron
23 camaradas, de los cuales 17 eran españoles. Pero no todos los camaradas siguen aún en
Barcelona. Una parte de los extranjeros dejaron el país y varios camaradas españoles
volvieron al frente. Según las afirmaciones de nuestros camaradas, una quincena de b.l. se
encuentran en el frente (sin apenas comunicación con ellos a causa de la censura en el
frente). Permanecen en Barcelona aproximadamente: 5 extranjeros, de los cuales 3 poco
activos más 1 en prisión, 12 españoles de los que no se ve más que a 7 en las asambleas.
La mayor parte de los españoles (9) siguen siendo miembros del POUM. La cifra de los
miembros en Madrid me es desconocida; ningún contacto con ellos.
No existe ningún contacto con el “grupo” Fosco. Según sus propias indicaciones
esta compuesto por tres miembros (todos extranjeros) y tendría algunos contactos con el
frente. El grupo editaba un boletín en lengua francesa, hecho a máquina de escribir.
Ninguna propaganda en español. Como la mayor parte de los camaradas rechaza aceptar a
Fosco es preferible dejar pasar algún tiempo hasta que los ánimos se hayan calmado. Por
otra parte, es imposible para mí verificar las graves acusaciones personales contra Fosco.
Actualmente, es decir, en la ilegalidad, la fusión con elementos poco dignos de confianza
no me parece oportuna.
Las causas de la debilidad de nuestro grupo son tanto de orden objetivo como
subjetivo: 1/. La traición de una dirección de gran prestigio como fue el caso con Nin-
Andrade, ha sembrado la desmoralización en las filas b.l. ¿Qué quedaría de nuestra sección
belga, cuyos miembros no parecen políticamente mejor educados que los españoles, si
Lesoil-Dauge-Vereeken la dejaran? Nada o casi nada; 2/. Las ideas justas solas no son
suficientes. El argumento más convincente es la fuerza y sobre todo durante la revolución
necesita la acción periodística. Incluso algunos camaradas llegados del extranjero prefieren
“hacer la revolución” con la política “un poco falsa” del POUM, antes que perderse en
“discusiones sin fin” con los b.l. 3/ El mutismo y la vacilación demasiado prolongadas del
SI [Secretariado Internacional]. El POUM utilizaba diestramente las divergencias entre las

54
Con el permiso de The Houghton Library (Harvard University).

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

diferentes secciones de la IV Internacional y debilitaba la fuerza de argumentación de los


b.l. españoles. Por ejemplo, se vendía ostentosamente la Lutte belge y se atacaba a los
franceses. 4/. La incalificable actitud del RSAP: sus representantes desacreditaron sin
vergüenza las débiles fuerzas de los b.l. en España. 5/. La ausencia de una ayuda material a
los b.l. españoles por parte de la organización internacional. No sólo que no se hiciera
ninguna propaganda eficaz para el apoyo material del GBL [Grupo bolchevique-leninista]
de España, sino que hay organizaciones que utilizaron el dinero destinado a los b.l.
españoles para sus propios fines. 6/. La política sectaria del GBL español: frente al POUM
se hizo con frecuencia una crítica demasiado abstracta e incluso errónea. Había de saberse
que frente a la política de permanente capitulación del POUM, la tarea principal, al menos
en los últimos meses, consistía en impulsar al POUM hacia un frente único de acción con
la CNT-FAI. Pero el GBL de España hizo propaganda de un “Frente Revolucionario”, del
que no definió jamás ni el contenido ni los límites. Los b.l. españoles atacaron el “Frente
Revolucionario de las Juventudes” (calurosamente acogido por el belga Révolution) no a
causa de la concepción fundamentalmente falsa de querer llegar a una plataforma política
común con las JJ.LL. (Juventudes Libertarias), sino porque la plataforma era centrista, lo
cual era inevitable. (Ver mi crítica en el artículo “El fin del POUM” que apunta también a
nuestros propios camaradas). El 12 de junio aún estaba solo con un camarada contra todo
el grupo, porque nosotros rechazábamos la política del “Frente Revolucionario”, al que se
quería dar tareas y consignas tan generales como: “Lucha implacable contra el armisticio”;
“Lucha contra la degeneración de la guerra civil en guerra imperialista”; “Lucha contra la
política exterior de la S[ociedad] de N[aciones].” Y lo que era todavía peor (pero lógico
desde el punto de vista de establecer una plataforma política de un Frente entre el POUM y
los anarcos) que se exigiera como condición previa a la conclusión de este “Frente
Revolucionario” la “definitiva retirada” de los ministros anarquistas del gobierno de
Valencia y de Barcelona. Es cierto que al final de la discusión se mostraron dispuestos a
abandonar este “justificado ultimátum”, pero no se cambió en nada la concepción
fundamental del “Frente Revolucionario”. Se consideró la formación de Comités con 7 u 8
puntos políticos (sin acción práctica). Era una concepción totalmente falsa de los soviets.
Se los concebía de hecho de la misma manera que Molinier sus “Grupos de Acción
Revolucionaria”: no podrían ser grupos de partido porque la plataforma era demasiado
amplia y centrista, pero no podrían ser tampoco auténticos soviets porque, mediante el
establecimiento de algunos puntos políticos se quería excluir desde el principio a toda una
capa de la población.
En cuanto a la cuestión del “Frente Revolucionario” y los “Comités” mi
contraproposición (ver nota adjunta) fue rechazada, pero 4 días más tarde, bajo la presión
de los acontecimientos, por lo menos tuvo que ser aceptada. (Ver nuestra octavilla sobre el
Frente único CNT-POUM-FAI).
A la política que puede ser calificada de extrema izquierda, en algunas cuestiones,
se correspondía una política oportunista en otras cuestiones. Es muy significativo que en el
momento del derrumbe del POUM aparecieran tendencias que proclamaron la consigna
“Reconstrucción del POUM sobre una base sana”. Y aunque esto fue pronto abandonado,
no se quiso rechazar el decir abiertamente “El POUM ha muerto”, y en una “Carta abierta
a los miembros del POUM” la crítica pareció a algunos camaradas inoportuna. Pero en esta
ocasión esa tendencia permaneció en minoría.
Estaba claro desde el primer momento que necesitábamos un programa de acción,
fuera para la discusión y clarificación de nuestras propias filas, fuera para la propaganda
exterior. Hice un proyecto que debía ser discutido, y como la situación cambió
rápidamente, hay que ver qué cambios es necesario aportar a nuestro proyecto.

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

En este momento se impone un giro táctico. En el pasado nos ocupamos casi


exclusivamente del POUM. Los obreros revolucionarios anarquistas fueron demasiado
olvidados, a excepción de Los Amigos de Durruti. Pero éstos son poco numerosos y se
hará imposible llegar a cualquier colaboración con ellos. Les invitamos, igual que a la
fracción de izquierda del POUM, a participar en una reunión para discutir sobre una acción
común. Ni los poumistas, ni los “Amigos” aceptaron reunirse con nosotros. No solamente
porque les parecemos demasiado débiles, sino porque están sometidos constantemente a la
influencia de la monstruosa campaña contra el trosquismo. Por lo visto se preguntan:
“¿Para qué exponernos a tal peligro y dar a nuestros enemigos nuevos argumentos de que
somos “trosquistas”?
En “privado” los anarcos no nos son del todo hostiles; al contrario. Podemos
afirmar que sin la simpatía de los obreros anarcos ya no existiríamos. Imprimimos nuestras
octavillas en los medios anarcos, tenemos la protección de los obreros cenetistas cuando
distribuimos las octavillas, y siempre encontramos ayudas prácticas (de las que aquí no
puedo hablar) por parte de los miembros de la CNT-FAI o de las JJ.LL. No son pocos los
jóvenes camaradas anarcos que están dispuestos a distribuir e incluso fijar las octavillas, lo
cual por supuesto no carece de riesgo.
¿Pero lazos oficiales?: no, no los quieren.
Nuestra propaganda tiene sus efectos: el Comité Nacional de Valencia ha tenido
que ocuparse de ello. La nota sobre la “octavilla55 de la Sección bolchevique-leninista de
España” ha aparecido en TODA la prensa (anarquista, estalinista, burguesa). Es una gran
ventaja para nosotros porque por una parte impresionará a los camaradas del POUM y de
Los Amigos de Durruti, a los que será más difícil considerarnos como “un número
despreciable” y, por otra parte, nos da la codiciada ocasión de iniciar una discusión más
concreta con los anarcos. Pero no hay que olvidar que el ataque de la burocracia cenetista
nos complica la vida. Hasta ahora los b.l. han sido recibidos en todos los locales de los
anarcos con la mayor cordialidad. Pero ahora las burocracias medias sentirán un poco el
peligro de que podamos influenciar a sus corderos, sobre todo si atacamos al Comité
Nacional, lo cual es indispensable. Creo que debemos ser muy prudentes en lo que
concierne al tono de nuestros ataques, lo cual puede hacerse sin ser oportunista.
La semana pasada planteé decididamente la cuestión de un trabajo más intenso en
los medios anarcos. Si en el pasado se podía (con cierta razón) adoptar una actitud frente al
POUM como la de la oposición de izquierda alemana frente al PCA en 1931-1932, [...] la
situación ha cambiado completamente. Es imposible decir cuantos miembros activos le
quedan al POUM: 100, 200 o 300 todo lo más. Imposible encontrarlos. Su actividad ilegal
(a juzgar por las octavillas ilegales) es mínima. Las octavillas son confusas. Es evidente
que no saben muy bien qué hacer.
Por el contrario se encuentran fácilmente millares de buenos revolucionarios en sus
locales y sobre todo en sus sindicatos. Pocos de nuestros camaradas tienen trabajo, y por
esta razón el trabajo en las propias fábricas está fuerte y desgraciadamente limitado. Pero
en el sindicato se puede entrar aunque se esté en el paro. Es muy penoso que el trabajo
sindical haya sido completamente descuidado. Ahora cada militante tiene la obligación de
sindicarse y trabajar en su sindicato. Esta semana se elaborarán las líneas para el trabajo
sindical.
Lo que se impone imperiosamente es la edición de un diario de aparición más o
menos regular. En las actuales condiciones de ilegalidad es mil veces más difícil que antes.
Pero para un trabajo sistemático en los medios “apolíticos” “antiautoritarios” y un saco de
otros “antis”, la clarificación ideológica es indispensable, y no hay que olvidar que hay que
55
En castellano en el original. Véase documento 1.52.

110
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

empezar con el ABC. Las octavillas sólo son buenas si: 1/. Nos hacen ganar la simpatía de
los obreros. 2/ Para atraer sobre nosotros la atención general. Con las octavillas no se
ganan militantes, al menos en el momento actual. Pero el trabajo individual se ha
reservado casi exclusivamente a los militantes del POUM.
Para hacer un diario, hace falta dinero. Es necesaria la ayuda material de la
organización internacional. No sé lo que el PSR y las demás secciones han hecho, pero es
mejor no hacer ninguna propaganda para los b.l. españoles que hacer un entrefilete como el
aparecido en la Lutte française56 del 24 de junio. Todo el mundo debe preguntarse: si
incluso el POI esconde algunas líneas para sostener a los b.l. españoles en la tercera
página, ¿es realmente útil realizar algún esfuerzo? Al margen de la Lucha francesa, que
recibimos de los anarcos franceses no tenemos ninguna información sobre nuestra
organización internacional. Espero encontrar algún medio lo bastante seguro como para
intercambiarnos cartas. En ese caso adjuntaría una dirección en el extranjero. Pero hay que
enviar los demás documentos impresos o mimeografiados a la dirección de los anarcos a la
que se envía la Lutte. Sobre todo la prensa y los folletos mejicanos. Hemos tenido 100
periódicos IV Internacional, que hemos vendido casi por completo. Necesitamos los
últimos números. Al camarada belga Camille le había dado otras dos direcciones para los
impresos. No he recibido nada hasta ahora. La vía de N. no ha funcionado. Pero lo
intentaremos de nuevo. ¡Hacednos llegar material! ¡Francés, alemán (U.W.), inglés,
mejicano! ¡Pero con la correspondencia hay que ser muy prudentes! ¡Nombres y
direcciones sólo con el método especial!
B-n

1.58. Sección Bolchevique-Leninista: “¡A pesar de todo viva la


revolución! Del 19 de julio 1936 al 19 de Julio 1937”. [Manifiesto.
Barcelona, 19 de julio de 1937]
Un año ha transcurrido desde las gloriosas jornadas de julio, año lleno de
entusiasmos y también de profundas decepciones para la clase obrera.
Julio de 1936. Los obreros, casi sin armas, vencen la rebelión militar-fascista en las
ciudades más importantes. En poblaciones como Oviedo, Zaragoza, Sevilla, donde los
obreros fracasaron, los representantes del “Frente Popular” se negaron hasta el último
momento a armar al proletariado. En Cataluña los obreros improvisaron un ejército y
derrotaron al enemigo, pese a su superioridad en armamento, municiones y experiencia
militar.
Julio de 1937. Badajoz, Irún, Toledo, Málaga, Bilbao: una cadena ininterrumpida
de traiciones. Las heroicas columnas de la CNT-FAI y del POUM disueltas, y en su lugar
el Ejército Popular, regido por el viejo Código militar de la monarquía podrida. Con la
igualdad entre oficiales y soldados, ha desaparecido el entusiasmo de nuestros milicianos.
¿Dónde están hoy las heroicas hazañas de nuestra flota roja, desaparecidas al mismo
tiempo que la bandera roja y rojinegra de las unidades navales?
Julio de 1936. Los obreros se apoderan de las fábricas, los campesinos de las
tierras, arrojan a los explotadores y latifundistas y establecen el nuevo principio: salario
igual a trabajo igual. Bajo la gestión de los Comités de empresa y de los Sindicatos, la
nueva economía comienza a funcionar satisfactoriamente, pese a la inexperiencia y los
actos de sabotaje. No hay lujo, pero tampoco hay hambre

56
Se refiere a Lutte Ouvrière.

111
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

Julio de 1937. El PSUC se entrega a una campaña feroz contra las empresas de la
CNT, exige su “municipalización”, que no es en el fondo sino un camino desviado para
devolver los beneficios a los accionistas fugitivos y los capitalistas extranjeros, en espera
de reintroducir la propiedad privada. El Municipio ha dado ya comienzo a esta obra
indemnizando a los propietarios de viviendas. Los salarios son bajos, pero los
especuladores se enriquecen. No hay suficiente pan en las tahonas, pero una nueva casta de
privilegiados encuentra en los comercios toda clase de artículos de lujo.
Julio de 1936. Los obreros dominan la calle, los pequeño-burgueses se esconden
aterrados. Los obreros, guiados por su instinto de clase, purifican la retaguardia de
traidores fascistas y de republicanos “liberales”; los Tribunales populares ejercen la justicia
proletaria; los calumniadores no se atreven a levantar la cabeza; la prensa es libre para la
clase obrera: ningún hombre honrado tiene miedo a expresar francamente su opinión.
Julio de 1937. Las víctimas del 3 de mayo están frescas aún en la memoria de
todos; las tropas de ocupación del gobierno de Valencia, mandadas por oficiales
reaccionarios y provistas de fusiles rusos, recorren las calles. La CNT ha sido expulsada
del gobierno, se intenta expulsar a la FAI de los Tribunales populares. Una oleada de
calumnias parte de las oficinas y redacciones del PSUC, con ánimo de sumergir el POUM,
cuyos dirigentes (viejos y probados militantes revolucionarios) han sido acusados de
espionaje, cuyos miembros, así como los de la FAI, yacen por centenares en los calabozos
de la pasada monarquía.
El 19 de julio de 1936 vio desvanecerse el Gobierno traidor de “Frente Popular”,
los verdaderos representantes del pueblo se organizaron a toda prisa, con todos los defectos
e insuficiencias de la improvisación, en el COMITÉ CENTRAL DE MILICIAS
ANTIFASCISTAS. El 19 de julio de 1937 los partidarios de Frente Popular se han
apoderado nuevamente del Poder, tras haber eliminado de él a la CNT, que representa la
mayoría aplastante de la población laboriosa y su parte más sana. El Gobierno de Frente
Popular, que en julio de 1936 negara las armas a los obreros, intenta ahora, en 1937,
volvérselas a quitar.
¿QUIÉN ES RESPONSABLE?
Todo revolucionario consciente está en el deber de preguntarse: ¿Cómo ha sido
posible llegar a tan tristes resultados? No fue ciertamente culpa de las masas españolas ni
del proletariado, quien en primer lugar luchó con inaudito heroísmo y puso todo el poder
en manos de sus dirigentes, en quienes confiaba. Pero éstos, en lugar de emplear el Poder
contra los restos de la burguesía, lo compartieron deliberadamente con ella, y devolvieron
a Companys, Tarradellas y sus congéneres una parte de su fuerza y de su prestigio. La
CNT y el POUM entraron en un gobierno burgués, es decir, dieron principio a la
COLABORACION DE CLASES, queriendo realizar la unidad entre explotadores y
explotados, tan imposible como la unidad entre el agua y el fuego. Mediante la política de
los últimos doce meses, la CNT ha demostrado incontrovertiblemente su incapacidad de
llevar la clase obrera a la victoria definitiva. Lejos está de nuestro ánimo despreciar el
trabajo de la CNT en el terreno económico, donde ha dado pruebas de su capacidad
constructiva, pero por otra parte ha probado prácticamente que hasta estando animada de
las mejores intenciones, es absolutamente imposible instaurar el socialismo si se deja el
poder político en manos del enemigo de clase.
A los obreros anarquistas les horroriza el vocablo “poder”, así como el término
“política”. Pero es hora ya de que abandonen sus prejuicios y comprendan que el poder
político no significa otra cosa que el mando del ejército, la policía, la administración, etc.
El “apoliticismo” de la CNT no nos ha llevado a la eliminación de la política, sino a ceder
al PSUC y a la Esquerra y otros reaccionarios la gestión de los asuntos públicos. La
posición “antiestatal” de la CNT no ha tenido como consecuencia la abolición del Estado,

112
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

sino el paso de todas las fuerzas coercitivas del Estado, policía, Ejército, cárceles, etc., de
las manos del proletariado a las de la burguesía. Su “antimilitarismo” se ha demostrado
una utopía: toda la cuestión estriba en saber si el Ejército se encontraba bajo el mando de
los generales burgueses o de los dirigentes del proletariado dignos de confianza. Mas los
ministros confederales, “antimilitaristas” en abstracto, han avalado con su firma la
militarización burguesa. Su “antiautoritarismo” no ha hecho desaparecer los tiranos, sino
que ha contribuido con su pasividad a que en el lugar de los antiguos déspotas
encontremos otros nuevos.
En resumen: la CNT es contraria a la dictadura del proletariado. Pero ésta no es
más que el ejercicio del Poder por los representantes de la inmensa mayoría de la
población laboriosa, dirigido contra una insignificante minoría de holgazanes burgueses a
los que debe retirarse todo derecho político, pues sólo se servirían de él para fomentar la
contrarrevolución. La dictadura del proletariado no es sino la verdadera democracia obrera
practicada a través de los Comités de obreros, campesinos y combatientes. La teoría
nefasta de los anarquistas, que están “contra toda dictadura”, ha tenido la lamentable
consecuencia de que nos encontremos hoy en presencia del desencadenamiento de la
dictadura de la BURGUESÍA.
¡Camaradas anarquistas! obligados estáis a reconocer que la CNT-FAI, compelida
por las exigencias de la realidad, ha sacrificado todas sus teorías: los
“antigubernamentales” exigen hoy participación en el Gobierno (burgués), los
“antimilitaristas”, representación en el ejército (burgués); los “apolíticos” se han entregado
a la política (burguesa) en cuerpo y alma. Los ministros y líderes anarquistas han intentado
“justificarse” alegando haber sacrificado sus principios por nobleza. ¿Pero qué valor
pueden tener unos “principios revolucionarios” que no pueden utilizarse durante la
revolución? Es preciso echarlos por la borda y ponerse a buscar otros.
Al lado de la CNT el POUM no ha dejado de representar un papel secundario en
tanto que guía del proletariado. El POUM se pretende marxista, más nunca lo fue, como
nunca fue trotskista. Sus jefes vacilaron continuamente entre el marxismo revolucionario y
el reformismo; sus actos estuvieron en constante contradicción con su doctrina; el POUM,
que en teoría estaba por la dictadura del proletariado y por un ejército político
revolucionario, ha entrado a formar parte de un gobierno burgués y firmado el decreto de
militarización. Glorificó de palabra las luchas del 3 de mayo pero en el punto culminante y
antes que uno solo de los objetivos fuera conseguido, exhortó (como la CNT-FAI) a los
obreros a abandonar las barricadas. En sus tesis el POUM reconocía la necesidad de los
Comités de soldados, pero expulsó a los [troskistas] del frente por haber querido crear
Comités en sus columnas. El POUM se declaraba partidario de una nueva Internacional,
pero nunca convocó el Congreso que debía deliberar sobre la cuestión.
Hoy el POUM está aplastado por la reacción, sin el menor movimiento por parte
del proletariado. Todo revolucionario, incluso todo obrero honrado, está en el deber
ineludible de defender a todos los camaradas del POUM, pero debe decirse al mismo
tiempo: el POUM no ha sabido llevar a cabo su misión de guía del proletariado; ha
marchado constantemente a remolque de la CNT; políticamente ha sido tal su ceguera, que
ni su propia defensa supo organizar. El POUM ha sucumbido prematuramente, mucho
antes de que el proletariado haya sido decisivamente derrotado.
La lección más importante que se desprende de los acontecimientos del año
transcurrido es ésta: el proletariado, que tantas veces ha demostrado su heroísmo y su
combatividad, se encuentra falto de una dirección capaz. Es un Ejército heroico sin Estado
Mayor, sin el cual sus fuerzas fatalmente están condenadas a la dispersión. La tarea del día
es la creación, en plena lucha, de una dirección capacitada, que no puede ser más que un
nuevo partido revolucionario verdaderamente marxista, que no esté cargado de viejos

113
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

errores y crímenes, libre de todo oportunismo y deseo conciliacionista, cuya democracia


interior le garantice el libre desarrollo del pensamiento y la más rígida disciplina en el
acción. Los elementos del nuevo partido existen ya entre los restos del POUM, en el que se
había constituido un ala izquierda que criticaba bastante reciamente la pusilanimidad del
Comité Ejecutivo, en “Los Amigos de Durruti”, entre las Juventudes socialistas que se
rebelan contra la línea contrarrevolucionaria del stalinismo. Estos camaradas,
indudablemente animados de espíritu revolucionario, no han sacado todavía todas las
consecuencias de su amarga experiencia. Vacilan aún en aceptar una colaboración abierta
con los trotskistas porque, consciente o inconscientemente, se encuentran sometidos a la
influencia de las monstruosas calumnias contra el trotskismo. Tanto más necesario se hace,
por consiguiente, explicar claramente a las masas qué es el trotskismo.
¿QUÉ QUEREMOS LOS TROSKISTAS?
1ª Derrotar al fascismo con los únicos medios eficaces: los medios de la revolución
proletaria. Extirpar al fascismo y sus raíces, que sólo prosperan en el terreno podrido de la
democracia burguesa. Queremos aplastar de una vez para siempre el régimen capitalista,
mediante la expropiación de los expropiadores y la total destrucción del antiguo aparato
estatal.
Durante un período transitorio queremos erigir la dictadura del proletariado,
dirigida exclusivamente contra los restos de la burguesía, que en alianza contra los
capitalistas extranjeros intentarán restaurar la propiedad privada y el régimen burgués. La
dictadura del proletariado será la verdadera democracia obrera, pues desaparecerán los
privilegios del dinero y los obreros, liberados de la explotación capitalista, decidirán su
suerte por sí mismos.
2º Mientras el proletariado no esté en condiciones para tomar el Poder,
defenderemos en el cuadro del régimen capitalista, los derechos democráticos de los
obreros, es por eso por lo que, públicamente y sin el menor asomo de maniobra, hemos
reclamado el Frente único de lucha CNT-FAI-POUM; nunca consentiremos que el
enemigo de clase destruya las organizaciones obreras, aún si se trata de adversarios
políticos. Hemos exigido ayer la protección del POUM; protestamos hoy contra el intento
de excluir la FAI de los Tribunales populares, y defenderemos mañana la CNT, armas en
puño si es preciso. Hemos sido y seguiremos siendo partidarios de la democracia
proletaria.
3º Somos partidarios de la formación de Juntas revolucionarias de obreros,
campesinos y combatientes. Estas Juntas deben ser democráticamente elegidas en cada
barriada, fábrica, aldea o compañía. Sus delegados serán revocables en todo momento si la
mayoría así lo decide. Juntas de este tipo han sido ya constituidas en las jornadas de julio;
la verdadera voluntad de las masas encontrará en ellas su expresión. Las Juntas tendrán
como tareas la defensa de las conquistas de la revolución, el mantenimiento del orden
público, el control de la economía y de la distribución. Cada partido obrero propondrá sus
soluciones, las masas decidirán.
4º Somos contrarios al sedicente Gobierno del “Frente Popular”, que es en realidad
un Gobierno en el que la aplastante mayoría de la población no está representada. Somos
contrarios a la colaboración de clases, porque es una emboscada contra los representantes
de la clase obrera. Las concesiones de principio, inevitables en un tal gobierno conducen
irremisiblemente a la traición. La única solución es la constitución de Juntas
revolucionarias por doquier, la convocatoria de un Congreso de todos los delegados de
Juntas y la elección de un Comité central de delegados de Juntas revolucionarias de
obreros, campesinos y combatientes, que tomaría en su mano la dirección de la guerra y
del país. En las Juntas revolucionarias no habrán traidores y serán por fin un organismo
capaz de terminar victoriosamente la guerra.

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

5º Nuestro objetivo es la expropiación completa de los capitalistas. Hasta ahora los


bancos no han sido tocados y los medios de cambio se encuentran en manos del gobierno
burgués. Rechazamos categóricamente la “municipalización” exigida con frenesí por el
PSUC, que en realidad equivale a arrancar las empresas a los Sindicatos y ponerlas bajo el
control del gobierno reaccionario. Nuestra consigna es: socialización completa y
establecimiento del monopolio del comercio exterior bajo la dirección de un Consejo
Económico de la Junta Revolucionaria.
6º Exigimos la nacionalización de la tierra, es decir, la abolición de la propiedad
privada del suelo. Los usureros no volverán jamás a tener la posibilidad de arrancar las
tierras a los campesinos. Somos partidarios de la colectivización de las empresas agrícolas
sólo en el caso de que los campesinos consientan en colectivizarse sin coacción previa. La
distribución de las tierras será hecha por las Juntas campesinas, según el principio: la tierra
para el que la trabaja.
7º Opinamos que solamente un ejército centralizado bajo un mando único puede
garantizar la victoria militar. Pero el Ejército debe ser un ejército político-revolucionario,
en el que cada soldado goce de derechos políticos, en el que los oficiales sean elegibles y
revocables por los soldados. Igualdad de sueldo para los oficiales y soldados. Mando único
bajo el control de la Junta Revolucionaria. En un tal ejército, el entusiasmo de los soldados
y su vigilancia revolucionaria, equilibrarán su insuficiencia material y técnica: será el
ejército de la victoria.
8º Sostenemos el derecho de las minorías nacionales a disponer libremente de sus
destinos y el derecho del pueblo marroquí a la libertad, hasta la separación inclusive.
Marruecos para los marroquíes. En el mismo momento en que esta consigna sea
públicamente proclamada, se producirá en Marruecos una fermentación insurreccional que
arrastrará consigo la descomposición del ejército mercenario fascista. Propugnamos la
federación de Repúblicas socialistas ibéricas, porque es la forma que mejor corresponde a
los intereses de la clase obrera. La unificación deberá hacerse sin coacción, por la libre y
fraternal unificación de todos los trabajadores.
9º Combatimos la burocracia staliniana, que pretende construir el socialismo en
Rusia, saboteando la revolución socialista en España y en el mundo entero. Nuestro
objetivo final es la revolución mundial y el establecimiento del socialismo en todo el
globo, única garantía contra la usurpación de las conquistas proletarias por parte de una
capa burocrática, como acontece en la Unión Soviética. Somos contrarios a la “No
Intervención” practicada por los “Comisarios del Pueblo” de la III Internacional y por los
ministros burgueses de la II. Reclamamos la intervención revolucionaria del proletariado y
la transformación de la revolución española en revolución europea.
10º Las viejas organizaciones nos han llevado a un callejón sin salida.
Profundamente convencidos de que la victoria contra la barbarie fascista y toda la clase
capitalista depende únicamente de una dirección capaz, concentramos nuestros esfuerzos
en la construcción (en lo más duro de la lucha) de un nuevo partido revolucionario a la
altura de sus tareas. Su fundamento inquebrantable será el socialismo científico, fundado
por Marx y Engels y continuado por Lenin y Trotski. Ante la traición vergonzosa de las
internacionales II y III, agruparemos todos los revolucionarios consecuentes en la nueva, la
IV Internacional, que será el Partido Mundial de la Revolución Social, bajo cuya bandera
sin tacha triunfará el socialismo.
¡Camaradas! Todos sabemos que nuestro primer deber es derrotar a las bandas de
Franco. Pero todos, vosotros y nosotros, sabemos también que la victoria militar es
inseparable de la revolución social. Abiertamente y sin maniobras combatimos una política
que nos parece desastrosa. La profundización de la revolución social, lejos de debilitar el
frente único en las trincheras, refuerza la combatividad de los milicianos.

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

Queremos resucitar el espíritu de julio de 1936. Con el entusiasmo de entonces y


las armas y la experiencia de hoy, celebraremos el 19 de julio de 1938 en una España
socialista libre del yugo del capitalismo.
Aclararemos los puntos de divergencia mediante una discusión amistosa. Unidos
en el combate derrotaremos nuestro común enemigo.
¡ABAJO EL FASCISMO Y EL CAPITALISMO! ¡VIVA LA REVOLUCIÓN
PROLETARIA ESPAÑOLA! ¡VIVA LA REVOLUCIÓN MUNDIAL!
Por la Sección Bolchevique-Leninista de España. (Por la IV Internacional). EL COMITÉ

1.59. “Interrogatorio de Nicolás Sundelevitch (23.7.37). Juzgado


número 6 del Juzgado Especial nº 5 del Tribunal Central de Espionaje
contra Nicolás Sundelevitch”
Yo conocí a Fosco a principios del mes de Septiembre, el primer día de mi llegada
a Barcelona. El era presidente o secretario general del Comité Único Internacional de
Refugiados Antifascistas. Algunos días después él me pidió que diera charlas por la radio
del POUM. Yo hice algunos discursos (cinco aproximadamente) en lengua rusa, en los
cuales el POUM pedía la ayuda del pueblo ruso. Fosco era responsable políticamente de la
radio del POUM y, como Fosco me pidió que hiciera propaganda trotskista yo me negué y
dejé este trabajo. Fosco me hizo hacer el trabajo de la radio, sin ninguna recomendación de
lo que había de ser. Como ya he dicho en el curso de mi último interrogatorio, yo volví a
encontrar a Fosco en las Ramblas en el mes de Marzo; él me pidió trabajo y yo le contesté
que no podía procurárselo. El había sido expulsado del POUM, después de la historia de la
columna internacional del POUM, la que no quiso ser militarizada. Mientras que él era
responsable de la radio del POUM, Fosco habitaba en el Hotel Falcón, pero yo no he
sabido nunca su dirección actual. Yo no he tenido con Fosco ninguna relación de tipo
político o personal.
Yo he conocido a Moulin en el Hotel Falcón, en el mes de Septiembre; él se me
presentó como corresponsal de un periódico inglés del que no recuerdo el título; yo tuve
varias conversaciones con él y me di cuenta de que era un trotskista puro. Cuando yo volví
de París a primeros de Octubre, Moulin había desaparecido; según lo que me dijo Moulin
en el mes de Marzo de 1937, él estuvo en Madrid durante este lapso de tiempo. En el mes
de marzo él vino a verme al Hotel para venderme folletos e impresos, pero yo puedo
asegurar que jamás he tenido relaciones políticas ni personales con él.

1.60. “Interrogatorio de Nicolás Sundelevitch (26 julio 37). Juzgado


número 6 del Juzgado Especial nº 5 del Tribunal Central de Espionaje
contra Nicolás Sundelevitch”
El interrogador vuelve sobre mi declaración del 17 de julio sobre el asunto troskista
Fosco, en el curso del cual yo había declarado especialmente que “yo no había tenido
nunca relaciones con este”, y llama igualmente mi atención sobre el hecho de haber
declarado en el curso de mi interrogatorio del 23 de Julio que Fosco [me pidió] que diera
charlas por la radio del POUM en lengua rusa, heciéndoseme observar que en estas
declaraciones se producen contradicciones.

116
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

A estas preguntas yo repito que yo conocí a Fosco a mi llegada a Barcelona el 3 o 4


de Septiembre 36, al presentarme de parte de Marceau Pivert al Comité Ejecutivo del
POUM.
A una pregunta del interrogador, inquiriendo si yo tenía una carta de
recomendación para Fosco o bien si alguien me había dado su dirección antes de mi salida
de París; yo niego esto y declaro que Fosco se me presento él mismo. Como ya tengo
declarado Fosco me pidió que diera charlas por la radio del POUM en lengua rusa. Como
ya tengo dicho anteriormente, yo en total di unas cinco charlas ante el aparato del POUM.
El interrogador llama mi atención sobre el hecho de haber hablado por la radio de
las detenciones en Rusia y haber pedido al Gobierno ruso que enviara a estos detenidos a
luchar a España.
A este respecto respondo que no me acuerdo de este hecho. En general recuerdo
que estas charlas tenían por tema los artículos de La Batalla. El responsable político de la
Radio POUM por estas charlas en lengua rusa y en general por todas las de lenguas
extranjeras era Fosco.
Las charlas estaban fundadas en el sentido de la línea política del POUM.
Mis relaciones con Fosco no duraron más que el tiempo en que estuve trabajando
por la radio. Repito que yo no volví a ver a Fosco hasta el mes de Marzo, en el momento
en que le encontré en las Ramblas, como ya tengo dicho en mi deposición del 17 de julio.
En esta época todavía era yo responsable del Comité Internacional de Técnicos y es por lo
que él me pidió que le procurara trabajo, en calidad de ajustador. Cuando yo conocí a
Fosco habitaba en el Hotel Falcón con su mujer, que era la speaker en lengua francesa de
la radio del POUM. Yo no he conocido otra dirección de Fosco que la del Falcón.

1.61. “L’attitude de la Section Bolchevik-Leniniste d’Espagne pendant


l’insurrection de mai à Barcelonne. (Correspondance des BL
d’Espagne)”. [“La actitud de la Secc. BL de España durante la
insurrección de mayo en Barcelona. (Correspondencia de los BL de
España)”]. Service d’Information et de Presse pour la Quatrième
Internationale, nº 21-22, principios agosto 1937
[...] En un manifiesto lanzado por los BL el primero de mayo decían que sólo la
toma del poder podría asegurar el avance de la revolución. El manifiesto terminaba con las
consignas: ¡Abajo la República burguesa! ¡Viva la dictadura del proletariado!
El 4 de mayo, por la mañana, los BL editaron la octavilla que puede leerse en el
número anterior de este SIP. Se distribuyeron varios miles de ejemplares de esta octavilla
durante la jornada del 4 de mayo en los diferentes barrios de la ciudad. La acogida fue
excelente. Inmediatamente fue leída por la radio gubernamental como prueba de la
“provocación trotskista”. El POUM pretendía, al hablar con nuestros camaradas, que la
CNT había interrumpido sus negociaciones con el POUM desde la aparición de esta
octavilla, porque creía ver en ella la huella del ala troskista del POUM. ¡Sin comentarios!
Al día siguiente, los BL dirigieron una carta al POUM que, una semana más tarde,
fue distribuida por centenares entre los militantes del POUM. La carta, afirmando que los
hechos confirmaban las críticas de los BL al POUM, y sus análisis, proponía al POUM
aprovechar el momento para lanzar las reivindicaciones de los BL (ofensiva revolucionaria
sin compromisos, desarme de la guardia civil y de asalto; huelga general en todas las
industrias no bélicas, hasta la dimisión del gobierno reaccionario; completo armamento de

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

los obreros; unidad de acción CNT-FAI-POUM; Frente revolucionario del proletariado;


comités de defensa en los talleres, fábricas, barricadas, etc...).
El viernes día 7, los BL se dirigieron a “Los Amigos de Durruti”, con quienes
estuvieron en estrecha relación durante las jornadas de mayo, para proponerles tomar la
iniciativa común de formar un comité de acción de la sección local de la FAI (que en aquel
momento parecía alejarse de la dirección regional de la CNT-FAI), de las Juventudes
Libertarias (cuyos comités habían sido disueltos por la burocracia), del POUM y de las
Juventudes Comunistas Ibéricas (POUM). “Los Amigos de Durruti” rehusaron firmar tal
convocatoria, pero se declararon dispuestos a ofrecer su local para las entrevistas.
Desgraciadamente, como era previsible, ninguna de las organizaciones invitadas
envió una representación a la hora fijada.
Inmediatamente después de los acontecimientos, los BL quisieron imprimir otra
octavilla que expusiera brevemente las enseñanzas de las jornadas pasadas. Sin embargo
no era posible encontrar una imprenta dispuesta a hacerlo, dado el endurecimiento del
control sindical. Pero la actitud de los BL durante las jornadas decisivas, que estuvo
además marcada por la participación activa en las luchas militares de los camaradas BL del
frente, de permiso en Barcelona, les ganó vivas simpatías entre los obreros revolucionarios.
Los BL tenían razón, ese era el estado de ánimo predominante entre quienes conocieron
nuestra acción. La campaña antitrotskista de los stalinistas se ha redoblado, sin embargo la
de los líderes del POUM se ha hecho más difícil. Tras la ratificación unánime de la actitud
de la dirección del POUM durante las jornadas de mayo, por el Comité Central Ampliado
del POUM, el divorcio entre la parte sana de la base obrera del partido y la dirección
burocrática ha entrado en una fase aguda. Una de las consecuencias, y no la menor, de las
jornadas de mayo, es la formación de un ala revolucionaria en el POUM que, esperémoslo,
tomará pronto una forma organizativa.

1.62. “Sólo la lucha organizada de las masas podrá detener el avance


de la contrarrevolución stalinano-burguesa”. Editorial de La Voz
Leninista número 2, Barcelona, 23 de agosto de 1937
La revolución española efectúa en estos momentos un vertiginoso descenso del que
puede resultar su muerte definitiva si el proletariado no reacciona a tiempo. La suerte de
Europa, del mundo, para una serie de años, está tal vez pendiente del rumbo que en los
próximos meses tomen los acontecimientos españoles.
No es súbita ni inesperadamente como ha sobrevenido el retroceso revolucionario.
La larva de la situación actual puede fácilmente encontrarse en los días siguientes al 19 de
julio, y no será posible al proletariado recuperar el terreno perdido y alcanzar la victoria
definitiva sobre la burguesía, sin rectificar cuidadosa y enérgicamente los errores
cometidos entonces.
El Comité Central de Milicias, constituido a instancias de Companys, encerraba, en
estado potencial, la incapacidad de las direcciones obreras para llevar a término la ofensiva
de las masas contra la sociedad capitalista. Poco tiempo después rendía aquél íntegramente
su poder a la Generalidad, dejando libre curso a la corriente de reconstitución del Estado
capitalista, cuyo resultado es una evidencia para todo obrero consciente.
No obstante, la irrupción revolucionaria del 19 de julio fue demasiado profunda
para que la sola disolución del Comité Central de Milicias tuviese consecuencias
inmediatamente tangibles a los ojos de las masas. Había de transcurrir toda una etapa, cuyo
corolario fueron los sucesos de mayo, durante la cual el Frente Popular prepararía los
elementos de una más sólida recuperación de las instituciones burguesas.

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

Fundamentalmente le era preciso eliminar los factores de poder proletario, muy


imperfectamente representados por los Comités locales y de Milicianos, reforzar los
cuerpos armados supervivientes para poder desarmar algún día al proletariado, y crear una
escala de jerarquías y de intereses en el Ejército susceptible de entregar los mandos a
elementos ajenos a la Revolución social.
Consumado este programa mínimo, sobrevinieron los sucesos de mayo, que en
manera alguna fueron provocados por un incidente fortuito sujeto a una orden de Aiguadé.
Como casi siempre en las luchas sociales, el incidente sólo vino a desbordar, dando estado
público, una situación paulatinamente creada.
Mayo es el resultado de la política del Frente Popular, practicada al unísono por
todas las organizaciones y partidos después de julio de 1936. Sobre el marco de una
sociedad no caben dos poderes, sino el tiempo indispensable para que uno de los dos
domine al otro. En mayo el poder burgués era ya lo suficientemente fuerte para eliminar el
factor obrero del Poder, y esto fue lo que intentó y consiguió en buena parte.
Con la misma funesta ceguedad con que hasta mayo los dirigentes de la CNT
colaboraron a porfía con estalianianos y burgueses, creando los elementos represivos y los
organismos políticos y militares que habrían de dirigirse contra el proletariado, en el
transcurso de los sucesos se interpusieron entre los obreros armados y el Frente Popular
para dar a éste un triunfo que pertenecía a los primeros. La orden de “alto el fuego”, dada
por la CNT y acogida por el POUM como una liberación, entronizó el poder de la
burguesía mucho mejor que toda la labor del estalinismo. Todo resto de segundo poder fue
eliminado, introduciendo una etapa de desarme general del proletariado, represión contra
las libertades y organizaciones del mismo y ofensiva económica contra las
colectivizaciones. Pronto y caro ha pagado el POUM sus propias capitulaciones. “Vencida
la provocación hay que reanudar el trabajo” (decía con sarcástica clarividencia una semana
antes de que Nin fuese asesinado.
“No ha habido vencedores ni vencidos” (declaró por su parte la CNT, loándose de
haber puesto fin a una “lucha fratricida”, que ha permitido a la contrarrevolución recuperar
en tres meses las más importantes posiciones). En efecto: de mayo acá, la CNT ha sido
arrojada a empellones de los Gobiernos de Valencia y Barcelona; han sido disueltas las
Patrullas de Control; tomadas por asalto y devueltas a sus antiguos propietarios las tierras
de algunas colectividades campesinas; las cárceles se llenan de trabajadores; se fallan
condenas de muerte contra los que en mayo defendieron sus derechos; el POUM, los
bolchevique leninistas y “Los Amigos de Durruti” en la ilegalidad; Andrés Nin asesinado
por el gobierno Negrín-Stalin; otros militantes de aquel partido procesados por espionaje;
una policía más persecutora de revolucionarios que de fascistas; cuarenta mil guardias de
Asalto formidablemente armados campeando por la retaguardia como argumentos de la
reacción; y mientras el proletariado se bate en retirada, en el Ejército se crea una nueva
casta de oficiales, señoritos fracasados en todas las oposiciones, y enemigos
incondicionales de la Revolución.
Militarmente los resultados de un año de Frente Popular no pueden ser más
desastrosos [...] la política del gobierno Negrín-Prieto-Stalin [...] se orienta más contra el
proletariado que contra Franco.
[...] La tarea fundamental del gabinete Negrín es organizar el mando único y las
fuerzas armadas, no en la forma y la medida necesarias para tomar Huesca o romper el
asedio a Madrid, sino en la forma y la medida necesarias para destruir de hecho, no sólo en
derecho, al proletariado, y recuperar para sus primitivos propietarios, por medio de golpes
de fuerza progresivos, las colectividades obreras.
[...] Todo intento insurreccional en estos momentos, por bien preparado que
militarmente estuviere, sería el golpe de gracia para la Revolución. Que no sean baldías las

119
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

dolorosas experiencias ya vividas. Las armas obreras fueron casi las únicas hasta hace
poco tiempo. Sin embargo, no se logró destruir al Estado burgués, que se encuentra en vías
de estabilización. Esto demuestra que las armas no pueden resolver el problema si no son
guiadas por una política atenta, no a “conciliar todos los sectores antifascistas”, sino que
organice a las masas para tomar el Poder político.
En la misma medida existe el peligro de un golpe de Estado militar-estaliniano, que
triunfante, consumaría el programa de exterminio total de las organizaciones
revolucionarias a una sola voz, preconizado por las “democracias” y gobernantes del
Kremlin. Pero así como en los momentos presentes un “putsch” revolucionario enterraría
probablemente la Revolución, un golpe de Estado reaccionario podría muy fácilmente
quedarse en intento y colocar nuevamente al proletariado en el primer plano de la política.
El estalinismo, que no cesa de buscar el hombre de “prestigio” necesario y estudiar la
ocasión, conoce el terreno movedizo que pisa y preferirá seguramente la vía gradual.
[...] ¿Qué hacen a todo esto las organizaciones obreras? La CNT y la FAI han
proclamado últimamente la necesidad de un frente antifascista, sobre el que dice CNT (4-
VII-1937): “¿No es evidente que lo que existe es un frente antifascista en el que ya no
concuerdan unos cuantos partidos, sino en el que convergen todos los españoles sin
matices políticos, atentos sólo a la defensa de la legalidad republicana y de la
independencia nacional?” Este lenguaje, miserablemente plagiado del argot estaliniano, da
la medida en que los dirigentes anarquistas han asimilado las más burdas añagazas de la
contrarrevolución. Cuando es preciso combatir a sangre y fuego la carroña estaliniana, los
anarquistas recogen su método, su propio léxico para mendigar el regreso a los ministerios.
La única novedad estriba en la petición de otro programa de gobierno. Cualquiera que
pudiera ser éste, en el Estado burgués no caben soluciones revolucionarias y una
organización que guíe por ese camino al proletariado le traiciona y hace el juego del
estalinismo.
Por su parte, el POUM, rechaza justamente el frente antifascista como la
continuación ampliada del Frente Popular; pero su Frente Obrero revolucionario es la
misma concepción reformista del bloque gubernamental, limitando el número de
organizaciones.
[...] Hay que comprobar quiénes son realmente amigos y quién es el enemigo del
proletariado. La lucha por la libertad de los presos revolucionarios; contra los procesos
políticos so capa de espionaje; por la libertad de prensa y reunión para las organizaciones
obreras; contra la censura política; contra la ofensiva dirigida hacia las colectivizaciones;
por un racionamiento revolucionario de la población; por la legalidad de las Patrullas de
Control; por el desarme y disolución de todos los cuerpos de fundación burguesa; y sobre
todo la lucha por los Comités de obreros, campesinos y combatientes democráticamente
elegidos por los explotados de todas las tendencias para la defensa de sus derechos y
conquistas amenazados, es el único camino cierto para un tres de mayo victorioso, y con él
para la victoria de la Revolución. Los trabajadores deben presentar a sus organizaciones
respectivas proposiciones en este sentido. Los líderes de todas ellas se orientan a la
conciliación; con tanta más razón es preciso presionarles; sobre todo a la CNT, la FAI, el
ala izquierda del Partido Socialista y la UGT, para que se definan. O por la conciliación
con el estalinismo contrarrevolucionario, o por la defensa de los trabajadores contra aquél.
A todos los conciliadores es preciso fustigarles como enemigos del proletariado [...]. En
este sentido se librarán los próximos combates, entre reacción y revolución. De la
extensión, claridad de los acuerdos y organización de las juntas, está pendiente la suerte de
esta etapa, probablemente definitiva.

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

1.63. “La GPU en acción. La clase trabajadora debe juzgar y ajusticiar


a los asesinos de Nin”. La Voz Leninista número 2, Barcelona, 23 de
agosto de 1937
¿Qué ha sido de Andrés Nin, dirigente del POUM cuyos compañeros de partido
han caído a millares en las calles de Barcelona y en los frentes de combate? Como tantos
otros crímenes que se cometen desde las alturas está rodeado del más tenebroso silencio.
Nin fue detenido con muchos otros del mismo partido, para ser juzgado por espionaje, bajo
la presión directa de la burocracia rusa, que permanecía neutral cuando los militantes
poumistas salían a pecho descubierto a recuperar las comarcas aragonesas de manos del
fascismo. Nin es un militante revolucionario desde su juventud, mientras la mayoría de los
acusadores han estado y están al servicio de la burguesía.
Una comisión obrera internacional que estuvo en España a raíz de la detención,
recibió del Gobierno garantía de la vida de Nin y de sus compañeros. Apenas tuvo tiempo
aquella de publicar el resultado de su encuesta en el extranjero, cuando en una nota oficial
se da cuenta de la “desaparición” de Nin. Así pues, cuando la comisión entró en España
Nin vivía y estaba en poder del Gobierno, puesto que éste garantizaba la vida. ¿Cómo ha
podido desaparecer después sin que el Gobierno dé el más lejano indicio de cómo, cuándo
y quién le ha hecho desaparecer. El Gobierno resulta impotente para garantizar la vida de
un solo hombre: hay una fuerza por encima de él que saca de la cárcel a un hombre tan
conocido como Nin, le hace desaparecer, le asesina o le traslada a Rusia y el gobierno sólo
sabe que ha “desaparecido”.
Esa fuerza es la GPU bajo cuyas órdenes fueron detenidos los trabajadores del
POUM y la cual inspira la represión gubernamental.
¿Quién, por otra parte, podía tener interés en asesinar a Nin, contra el que había, a
juzgar por la prensa staliniana, [tantas] pruebas de traición que habría podido fusilarle a la
luz del día con el contento de todo el proletariado? Sólo el stalinismo, que conoce bien la
monstruosa falsedad de sus acusaciones.
Conclusión: el stalinismo ES EL ASESINO DE ANDRES NIN Y HAN
ACTUADO CON LA COMPLICIDAD DIRECTA DEL GOBIERNO, PUESTO QUE
ESTE CONOCIA PERFECTAMENTE LA POSIBILIDAD DEL ASESINATO Y NO
HA IMPEDIDO NI HACE ESFUERZO ALGUNO para esclarecer el asunto.
Los eslabones engarzan unos a otros hasta construir la cadena. Si el stalinismo es el
mayor interesado en quitar la vida a Nin, el Gobierno lo está en alto grado en garantizar la
impunidad del stalinismo. No hará siquiera una parodia de esclarecimiento si el
proletariado no le obliga a ello. El caso de Nin conoce muchos paralelos en la historia de
las revoluciones. Los partidarios del orden no conocen otro método diferente de imponerlo.
[Ilegible] sólo es preciso esperar la venganza, y la venganza del asesinato de Nin y de otros
muchos militantes obreros sólo puede ser la derrota del stalinismo que será simultánea a la
de la burguesía.

1.64. G.M. [Munis]: “Tribuna ideológica. La Junta revolucionaria y los


“Amigos de Durruti”“. La Voz Leninista número 2, Barcelona, 23 de
agosto de 1937
Desde su constitución o primera aparición pública hasta hoy, los “Amigos de
Durruti” ha dado repetidas pruebas de haber asimilado algunas lecciones fundamentales de
nuestra experiencia que les da, en el conjunto del movimiento anarcosindicalista, el
carácter de una corriente de gran valor positivo susceptible de contribuir eficazmente al
nuevo reagrupamiento ideológico indispensable a nuestro porvenir proletario.

121
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

Nacido como reacción contra los errores y capitulaciones de la dirección cenetista,


hubo un momento en que pudo temerse no representaran otra cosa que un movimiento de
escépticos de regreso al anarquismo cien por cien. El movimiento de mayo contribuyó
poderosamente a definirles y dar cuerpo a sus ideas.
Directamente inspirados por el rumbo y necesidades de la lucha lanzaron por
primera vez la consigna: “junta revolucionaria”, secundada por esta otra: “todo el poder al
proletariado”. No vamos a discutir la justeza ocasional de esta última, pero es necesario
detenerse en la precisión y alcance ideológico de ambas.
El Amigo del Pueblo correspondiente al día 12, viene en auxilio de la crítica con
una definición de lo que a su juicio debe ser la junta revolucionaria. Si bien es la primera
vez que los “Amigos de Durruti” se detienen a hacer esta definición, se observa un
retroceso respecto de las posiciones iniciales de mayo, sensible también en otros aspectos
prácticos.
Al aparcar en mayo el problema de la junta con la consigna: “Todo el poder para el
proletariado”, se asentaba, aunque imperfectamente, el principio del tránsito del Estado a
manos de la clase trabajadora, que lo sustentaría en sus organismos característicos. El
editorial del número citado declara también: “Las revoluciones dan calor, en todas las
grandes conmociones sociales, a nuevos organismos que están revestidos de funciones
específicas”. Este enunciado puede admitirlo íntegramente cualquier marxista que no haya
renegado de los principios. Los nuevos organismos surgen, efectivamente, como vehículo
de las necesidades inmediatas e históricas del proletariado, son su expresión social, el guía
y constructor de la nueva sociedad. Este papel fue desempeñado por los soviets en Rusia y
estaba encomendado a los comités surgidos aquí en julio, a no haber mediado la zancadilla
del antifascismo.
Dos párrafos después, el editorial trunca por su base la declaración anterior: “Las
formas estatales con su complicado engranaje [dice] han fracasado completamente”.
Por “formas estatales” se han admitido siempre, así por anarquistas como por
marxistas, la organización de la violencia en la sociedad con fines determinados. A nadie
hay que enseñar como emplea la burguesía esa violencia. Los anarquistas han creído, sobre
todo cuando se encontraban lejos de las escenas revolucionarias, que podían prescindir de
esa violencia en la gestación y desarrollo de la futura sociedad. Marx decía que el período
de transición entre la sociedad capitalista y la comunista, debería estar ocupado por la
dictadura del proletariado, es decir, por la organización de la fuerza indispensable a la
nueva clase directora para adquirir las formas de producción y distribución concordes con
sus intereses históricos, venciendo la resistencia de las antiguas clases poseedoras y los
estratos vasallos intermedios.
A juicio de los “Amigos de Durruti”, “la misión de carácter defensivo correrá a
cargo de la junta revolucionaria que ha de ser inexorable con los sectores adversos”,
asignando así a los “órganos específicos” una misión exclusivamente represiva y temporal,
lo que es característica que más se ha reprochado al marxismo. Y obsérvese que no se dice
inexorable con los enemigos de clase, sino “con todos los sectores adversos”.
Indudablemente no es posible pedir a un movimiento en formación perfectabilidad
de principios. Sólo la experiencia, la reflexión histórica y la crítica mutua, a la que aquí
contribuimos, puede producir aquella. Por esto mismo es preciso preguntar a los “Amigos
de Durruti” ¿qué queda pues del “fracaso completo de las formas estatales”? O bien
confunden las formas estatales con el estado burgués, indemne en España a pesar de todo,
o bien el término expresado no es otra cosa que el santo horror del anarquismo a las
palabras “Estado” o “política”.

122
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

Desde el momento en que es necesaria la defensa, es preciso profundizarla,


prepararla, regularizar una situación que compete a la junta nombrada directamente por la
clase revolucionaria. Hablar aún sobre “formas estatales” es sólo prejuicio rutinario.
En el problema de la construcción del mecanismo de los órganos específicos de la
revolución, los errores y confusión del editorial son aún mayores, pero faltos del espacio
necesario para completar la crítica, remitimos al lector al próximo número, donde
trataremos el problema de los órganos del poder político de la clase obrera en todos sus
aspectos.
G.M.

1.65. “El proceso de espionaje contra el POUM debe transformarse en


un proceso revolucionario contra el stalinismo”. La Voz Leninista
número 2, Barcelona, 23 de agosto de 1937
Dieciocho militantes poumistas a los que se agrega un afiliado a Falange Española,
han sido entregados a los tribunales para ser juzgados por espionaje. Va a dar comienzo
una de esas farsas trágicas con que en las revoluciones de todas las épocas los enemigos de
la misma vengan sus derrotas pasadas o sus temores futuros en las cabezas de los
revolucionarios. Andrés Nin, que debería figurar en el proceso como principal encartado,
ha sido asesinado sin aguardar siquiera el desarrollo de la farsa.
El stalinismo pretende reproducir sobre el escenario español los procesos y
asesinatos de los bolcheviques de la revolución, recientemente asesinados en Moscú.
Entre aquellos procesos y éste, hay, además de la semejanza de la forma, una
identidad absoluta en el contenido y propósitos. Son un tributo de garantía que el
bonapartismo staliniano rinde a los aliados o presuntos aliados imperialistas.
Al estallar nuestra guerra civil, cuando el triunfo de la revolución parecía
asegurado y su propagación a Europa inminente, la burocracia eslava se declaró neutral y
montó el primer proceso contra Sinovief y Kamenof, demostrando así a los imperialistas
su decisión de luchar a muerte contra los revolucionarios y previniéndose simultáneamente
contra las repercusiones interiores de nuestra revolución. [...]
El stalinismo posee ya una larga experiencia. Sabe utilizar la tortura, la
falsificación; obtener testigos y declaraciones falsas. Posee más secretos que Torquemada
para hacer confesar a un hombre cualquier fabuloso delito. En cuanto a técnica le sobra, y
tememos a este respecto ver cualquier día en la prensa que Andrade y Gorkin “confiesan”
sus relaciones con Franco, sus “apetencias de poder” y su admiración final para “el gran
Stalin”. La GPU ha demostrado que posee todos los recursos parra ello.
Pero la GPU no ha inventado nada infalible contra las revoluciones. La alquimia
judicial le hará reventar las tripas al primer empujón serio del proletariado. El proceso
contra el POUM viene a montarse cuando ya se ve vencida la más fuerte ola
revolucionaria: no es un proceso contra un partido solo, sino que aspira a ver las exequias
de la revolución. Pero el proletariado no está muerto y debe levantarse para enterrar a sus
enterradores.
La pasividad en este aspecto de la CNT y de la FAI sólo puede ser calificada de
complicidad con la GPU. Es absolutamente inicuo todo género de protestas verbales o
declaraciones incrédulas. Hay que arrancar a los procesados de manos de la GPU, aislarlos
de la jurisdicción odiosa y cruel de los tribunales y de las leyes burguesas. A un proceso
político es preciso darle un carácter político, exigiendo que los acusados y el atestado
judicial pasen a disposición de un tribunal y comisión de encuesta, integrado por
representantes elegidos exprofesos, de cada una de las federaciones de industria de las dos

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

centrales sindicales, los partidos políticos españoles y las internacionales obreras. Es


preciso anonadar el stalinismo, no dejarlo libremente que aderece una amalgama y
falsificaciones de laboratorio: hay que convertir a los acusadores en acusados de máxima
traición poniendo en evidencia sus odiosos y repugnantes procedimientos. El proletariado
español prestaría de este modo uno de los más grandes servicios a la causa de la revolución
mundial.

1.66. “La IV Internacional al lado del POUM, abandonado


internacionalmente”. La Voz Leninista número 2, Barcelona, 23 de
agosto de 1937
[...] El POUM por culpa de los errores de su dirección se ha encontrado frente a la
persecución desencadenada contra él por la contrarrevolución burguesa-staliniana
completamente solo nacional e internacionalmente, habiéndose todos sus presuntos aliados
[ILP, SAP, Maxton, Brockway, Pivert] pasado al enemigo. Todas las organizaciones
adscritas a la IV Internacional, a pesar de nuestras divergencias pasadas y presentes, no
hemos dudado un instante en acudir en ayuda del POUM, víctima de la represión.
En mítines, manifiestos y en la prensa no cesaremos de exigir la liberación de los
militantes encarcelados, el castigo de los asesinos de Nin y el frente único de todas las
organizaciones revolucionarias contra las provocaciones stalinianas.
Los hechos, tozudos según Lenin, han demostrado al fin quienes son los
verdaderos revolucionarios proletarios internacionalistas. Esperamos que la clase obrera no
lo olvide.

1.67. “Los “Amigos de Durruti” y el ala izquierda del POUM rechazan


una proposición concreta”. La Voz Leninista número 2, Barcelona, 23
de agosto de 1937
A raíz de la disolución del POUM y de la detención de sus militantes, la Sección
Bolchevique-Leninista de España dirigió a “Los Amigos de Durruti”, al comité de la
sección de Madrid de aquel partido y a la fracción de izquierda de Barcelona, una carta57
proponiéndoles firmar en común un manifiesto exigiendo la liberación inmediata de los
detenidos, la devolución de los locales, libertad sin censura para la prensa obrera, desarme
de los guardias de asalto, legalidad de las Patrullas de Control bajo la dirección de los
comités obreros y una proposición de frente único CNT-FAI-POUM por la consecución de
los mismos puntos.
En la misma carta, cuya copia no podemos dar a causa de la policía, fijaba nuestro
Comité una cita para discutir los puntos en que pudiera haber discrepancias. Ninguno de
los convocados asistió a la reunión ni ha respondido hasta ahora nuestra comunicación.
Extraoficialmente sabemos que los izquierdistas del POUM no creían oportuno romper
con su CE y “Los Amigos de Durruti” estiman poco útil para sus fines, aliarse con los
bolcheviques-leninistas.

57
Carta fechada el 26 de junio de 1937. Véase el documento 1.55.

124
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

En realidad la ocasión era la más propicia para que el ala izquierda del POUM y el
ala izquierda del anarquismo demostraran su capacidad de dirigentes y su decisión en los
momentos difíciles.
Desgraciadamente han preferido secundar la inercia de sus respectivas
organizaciones antes que aparecer activos junto a los trotskistas. No podemos ocultar que
vemos en ello una reminiscencia del terror universal al trotskismo.

1.68. “Nuestro postrer saludo a Robert de Fauconnet”. La Voz


Leninista número 2, Barcelona, 23 de agosto de 1937
Por falta de espacio nos hemos visto obligados a publicar con retraso la biografía
de la joven figura de militante bolchevique-leninista Robert de Fauconnet, muerto
heroicamente a la cabeza de un grupo de milicianos durante el ataque al manicomio de
Huesca, que tuvo lugar el día 1º de septiembre de 1936.
Siendo estudiante en 1933, fue uno de los fundadores del Círculo de Estudios
Marxistas de Marsella, en el que desplegó gran actividad aunque sin estar adscrito a
ningún partido determinado. Más tarde, durante las discusiones en que diferentes
concepciones políticas se enfrentaban, tuvo ocasión de apreciar los argumentos y
posiciones revolucionarias internacionalistas de nuestro movimiento, en rudo contraste con
el stalinismo burocrático y social-patriota, terminando por adherirse a nuestro grupo de
Marsella, en el que por su actividad y dotes relevantes ocupó el cargo de secretario.
Entrando en quintas siguió practicando activamente la lucha antimilitarista, hoy
abandonada por completo por los stalinianos, y después de algunos encarcelamientos fue
condenado por el Tribunal Militar al batallón disciplinario de Corte (Córcega). Fugado
durante el viaje, pasó a España donde fue detenido, puesto en libertad pocos días antes del
19 de julio, en que tomó parte activamente en todos los combates callejeros, marchando
seguidamente al frente con la primera columna del POUM hacia Zaragoza.
Encontrándose en Barcelona el 15 de agosto con objeto de reclutar refuerzos para
la columna internacional del POUM, organizó en grupo una veintena de camaradas de la
IV Internacional, fue elegido miembro del comité político y responsable militar, hasta que
un audaz ataque a las trincheras fascistas fue segada su vida por una bala enemiga.
Nuestro saludo al camarada Robert de Fauconnet, caído por la Revolución
Española y Mundial bajo la bandera de la IV Internacional.

1.69. CRUX [Trotsky, Leon]: “Los problemas de la revolución


española. ¿Es posible la victoria?”. La Voz Leninista número 2,
Barcelona, 23 de agosto de 1937
Este importante estudio fue escrito antes de los acontecimientos de mayo, más no
por esto ha perdido su actualidad; antes por el contrario, el peligro que el autor analizaba
ha aumentado y sus contornos se han hecho más precisos; el tres de mayo las fuerzas
staliniano-burguesas se lanzaron a una provocación que puede calificarse de tentativa de
golpe de estado bonapartista. Al Gobierno Largo Caballero ha sucedido el Gobierno
Negrín, de idéntico contenido pero de propósitos y actuación más abiertamente
reaccionarios. Mientras tanto, el POUM ha sido disuelto, sus dirigentes sometidos a un
monstruoso proceso de espionaje y Nin probablemente asesinado. Sea como fuere, su
liberación sólo puede ser obra de la clase trabajadora y está condicionada por la

125
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

clarificación ideológica y táctica que ha de llevar a cabo entre el proletariado. Ello hace
tanto más necesaria la crítica, honrada pero inexorable, de toda la actuación pasada.
(Nota de la redacción).
Establezcamos una vez más los hechos fundamentales [...]
Todo el problema estriba en la dirección.
23 de abril de 1937.

1.70. “¡Julio Cid ha muerto!”. La Voz Leninista número 2, Barcelona,


23 de agosto de 1937
El 5 de mayo murió en Barcelona Julio Cid, víctima de la fatal equivocación de
unos camaradas que guarnecían una barricada sita en la calle Mendizábal. Al cruzar dicha
calle con otros camaradas que se dirigían en auto al frente de Madrid, partió de la barricada
una descarga que le dejó cadáver.
Natural de Gerena (Sevilla) había sido un antiguo y buen militante de la que fue
Izquierda Comunista. Miembro del POUM desde su fundación, había pertenecido al
Comité Local de Sevilla. Allí le sorprendió la rebelión militar-fascista. Atravesando las
líneas enemigas, a costa de grandes penalidades, luchó en los frentes de Extremadura y
Madrid, llegando a desempeñar el cargo de Comisario de Batallón. Miembro de la Sección
Bolchevique-leninista desde sus comienzos, vio por esta causa saboteada su labor militar
por la dirección del POUM, con gran perjuicio para el batallón que con gran acierto dirigía.

1.71. VIGO, Emiliano [Fosco]: “Révolution democratique popoulaire


ou révolution proletarienne socialiste”. Le Soviet. Organe des
Bolcheviks-leninistes en Espagne pour la IV Internationale, nº 12.
[Barcelona], 31 agosto 1937
No hay duda que los últimos acontecimientos políticos provocados bajo el pretexto
de las jornadas de mayo, han producido un cambio momentáneo en la situación que no
debemos perder de vista, para nuestra orientación revolucionaria.
Es cierto que la contrarrevolución burgués-reformista-estalinista ha conseguido
algunos pírricos éxitos sobre el movimiento revolucionario; pero por otra parte, la
experiencia vivida desde hace más de un año de guerra civil, y la política del antifascismo
democrático del Frente Popular, que ha provocado la magnífica respuesta en defensa de la
revolución, del movimiento de mayo, constituye para la clase obrera un importante paso
adelante en la vía del socialismo. La importancia política de la actual situación, después de
las jornadas de mayo, radica en el hecho de que la confusión de un antifascismo genérico e
indefinido ha cedido su lugar a la lucha de clase contra clase, por lo que la política
contrarrevolucionaria no hará más que acentuar cada vez más su carácter de lucha entre la
burguesía y el proletariado.
EL FUEGO DE LAS JORNADAS DE MAYO HUMEA AUN ENTRE LAS
CENIZAS... y todo lo que la reacción de la contrarrevolución demócrata-reformista-
estalinista puede hacer, es acumular aún mayores explosiones revolucionarias.
LA BASE DE LA REPUBLICA DEMOCRATICA Y PARLAMENTARIA DE
LOS SEÑORES AZAÑA, COMPANYS, ETC... DIRIGIDA POR LA BUROCRACIA
RUSA Y LA FINANZA “DEMOCRATICA” INTERNACIONAL, REPOSA SOBRE
UN VOLCAN EN ERUPCION...

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

[...] el estalinismo en España ha unido su suerte a la de la contrarrevolución. [...]


¿Ha fracasado el estalinismo en España? [...] Lo único que puede retrasar transitoriamente
este proceso de quiebra general [del estalinismo], aparte de la ausencia de una dirección
revolucionaria, es la política incoherente, oportunista y verbalista del “nuevo” frente
antifascista del anarcosindicalismo.
Este movimiento con una gran tradición histórica... que abarca a la mayor parte del
movimiento obrero revolucionario en Cataluña y España, POR FALTA DE UNA
ORIENTACION REVOLUCIONARIA DE CLASE, DE POSICIONES DOCTRINALES
SOBRE EL PROBLEMA DEL PODER, de un programa capaz de ser opuesto al de la
contrarrevolución, por su confusión ideológica pequeño-burguesa, con una fraseología
“revolucionaria”, su incomprensión de la cuestión del partido de una dirección
revolucionaria, etc... constituye la mayor incógnita y el mayor obstáculo en la marcha
adelante de la revolución proletaria socialista.
[...] El último hecho que influenciará en la situación y contra la dictadura estalinista
es sin duda, el pacto de alianza entre UGT y CNT, a condición que en la base de esta
alianza entre las dos centrales sindicales, sean CONSTRUIDOS LOS VERDADEROS
ORGANOS DE ALIANZA REVOLUCIOANRIA: LOS COMITES DE OBREROS,
CAMPESINOS Y SOLDADOS, QUE SON LOS UNICOS Y VERDADEROS
ORGANOS DE LA DEMOCRACIA PROLETARIA Y LOS FUTUROS ORGANOS DE
PODER DE LA CLASE OBRERA.
El momento es bueno... La vanguardia de la clase obrera, los elementos avanzados
del POUM, de la CNT, de la izquierda socialista, y en particular los bolcheviques-
leninistas, deben saber aprovecharse de la situación y del pacto CNT-UGT para emprender
una agitación política contra el gobierno, para derribarlo, y señalar una nueva dirección al
proletariado...
[...] En este momento (dicen los estalinistas)... de luchas antifascistas, de
“revolución popular y democrática”, no se puede hablar de revolución socialista, para no
espantar a nuestros aliados democráticos... y porque es imposible llegar a la revolución
socialista sin pasar por la revolución democrática y paralamentaria... [...] Esta “nueva”
teoría del Frente Popular, de la revolución democrática y popular, que el estalinismo ha
instaurado en la práctica en España, sobre la sangre de los trabajadores, ¿no tiene su origen
en la política del Kuomitang de 1925-1927, en la teoría de la “dictadura democrática de los
obreros y campesinos”? [...]
En la época del imperialismo la única clase revolucionaria es la clase obrera y a
ella incumbe la tarea histórica de resolver los problemas de la revolución mundial. [...]
En el actual momento histórico, de guerras imperialistas y guerras civiles y de
revoluciones proletarias, el capitalismo no puede mantenerse sino con el empleo de la
fuerza y la violencia, ya sea fascista o democrática: esto ha sido demostrado por la trágica
experiencia de la democracia del Frente Popular, en todos los países donde una profunda
crisis ha provocado la guerra civil... La burguesía, incluso la más democrática [...] acabará
tarde o temprano, después de servirse del movimiento obrero, por aplastarlo en sangre. La
burguesía no se sentirá tranquila hasta que sienta a la clase obrera bajo sus pies.
Pese a la contrarrevolución burgués-reformista-estalinista el dilema permanece:
fascismo o socialismo; dictadura burguesa o DICTADURA DEL PROLETARIADO; y no
será la política del Frente Popular, con sus crímenes e infamias, quien pueda cambiar el
aspecto histórico de la marcha de la revolución socialista en España y en el mundo.

Emiliano Vigo

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

1.72. Grupo Bolchevique-leninista “Le Soviet”: “Los perros sedientos


de sangre de la contrarrevolución deben liberar a Andrade y los 20.000
proletarios encarcelados”. Octavilla reproducida en Le Soviet. Órgano
de los Bolcheviques-leninistas en España, por la IV Internacional,
número 14, 2º año, [Barcelona] 1 de diciembre de 193858
QUIEREN ASESINAR A JUAN ANDRADE COMO ASESINARON A
ANDRES NIN.
La clase obrera no permitirá este nuevo crimen monstruoso. Hay que permanecer
vigilantes; la clase obrera debe elevar su voz antes de encontrase ante lo irreparable...
El “atentado” contra el provocador Comorera es un atentado de estilo estaliniano;
es un sistema que se ha manifestado en los mostruosos “procesos” antitrosquistas de
Moscú, para asesinar a la vieja guardia bolchevique Zinoviev-Kamenev-Smirnov, y a
centenares de obreros revolucionarios falsamente acusados de espías, terroristas, etc...
En España, en las actuales condiciones, estos “atentados” no tienen otra meta que
la de aumentar la confusión, crear un estado de pánico entre los trabajadores, golpear su
vanguardia con medidas de terror policíaco, para justificar y fortificar la
contrarrevolución.
Con estos viejos métodos reaccionarios de infame provocación, los asesinos de la
contrarrevolución del frente popular, intentan preparar el terreno apropiado, para asesinar,
en circunstancias favorables, a Juan Andrade y los proletarios más combativos del
proletariado español.
Los obreros sabrán descubrir las maniobras y provocaciones policíacas del frente
popular reformista-estaliniano-burgués, y responder como conviene.
Sobre la base de estas terribles experiencias, la respuesta de la clase obrera será EL
REAGRUPAMIENTO DE TODA LA VANGUARDIA PROLETARIA ALREDEDOR
DE UNA NUEVA PALATAFORMA REVOLUCIONARIA, para construir un nuevo
partido, el partido de la revolución, bajo la bandera de una nueva Internacional, la IV.
Ahí está la vía de la victoria de la revolución proletaria. LIBERAD A JUAN
ANDRADE Y LOS 20.000 PROLETARIOS QUE SE ENCUENTRAN EN LAS
PRISIONES DE LA REPUBLICA DEMOCRATICA DEL FRENTE POPULAR.
La prisión de tantos proletarios revolucionarios es el mejor servicio hecho al
fascismo internacional de Franco-Mussolini-Hitler.
ABAJO EL GOBIERNO ASESINO Y CONTRARREVOLUCIONARIO
NEGRIN-PRIETO-HERNANDEZ. VIVA UN GOBIERNO DE OBREROS Y
CAMPESINOS.
ABAJO LA REPUBLICA DEMOCRATICA DEL FRENTE POPULAR.
VIVA LA REVOLUCION SOCIALISTA.
Noviembre 1937. Grupo Bolchevique-leninista “Le Soviet”

58
Documento cedido por Dolors Genovés, directora de programas especiales de TV3, a quien agradecemos
las informaciones que nos han permitido localizar el periódico Le Soviet en archivos de Moscú.

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

1.73. S.I. [Sonia Isavreg, seudónimo de GERVASINI, Virginia]]: “Les


etrangleurs de la révolution a l’oeuvre” [“Los estranguladores de la
revolución en acción”]. Le Soviet. Órgano de los Bolcheviques-
leninistas en España, por la IV Internacional.[Barcelona] nº 14, 2º año,
1 de diciembre de 1938
El pleno del CC del PCE y la lucha contra el “trosquismo”. Especialmente
convocado para estudiar el medio de aplastar definitivamente, en complicidad con la
burguesía democrática, al movimiento obrero revolucionario y de asesinar a “los últimos
elementos subversivos peligrosos”, el pleno del CC del PCE se desarrolla en una
atmósfera de provocaciones, de orgía de sangre, habitual en los plenos de este tipo, en
medio de los horrorosos aplausos arrancados por las incitaciones al asesinato de los
militantes revolucionarios y... por los rublos de Stalin.
[...] Para la clase obrera, en todos los países, la democracia burguesa, la democracia
estalinista y el fascismo SON TRES REGIMENES DE REPRESION QUE DEBE
DERROCAR, para instaurar su propia democracia: la DEMOCRACIA PROLETARIA,
que no puede ser acompañada más que por la revolución socialista victoriosa.
[...] Pues, pese a las afirmaciones de los bonzos estalinistas y las “pruebas”
fabricadas en el Kremlin sobre la complicidad de los “troskistas” con la Gestapo, la
OVRA, Franco, el imperislimo japonés, y con “el diablo y su abuela”, el verdadero aliado
del fascismo es el estalinismo.
¿No ha aplastado Stalin suficientes revoluciones proletarias como para probarlo?
¿No ha dejado que se instaurase el fascismo en Alemania, Austria, etc..., no prefiere el
fascismo de Franco en España a la revolución proletaria que ha estrangulado?
Los Cachin, los Thorez, los Duclos, los Vaillant-Couturier, los Thaelmann, los
Gallo, Ercoli, “Pasionaria”, Comorera, etc..., ¿no son, junto con los jefes de la
socialdemocracia, los mejores aliados del capitalismo y del fascismo, con su política del
Frente Popular y de defensa de la república democrática burguesa?
Los “enemigos del pueblo” no son quienes luchan en vanguardia del proletariado
revolucionario, por la revolución socialista, para instaurar la dictadura del proletariado,
para asegurara la clase obrera un porvenir mejor, como han luchado Lenin y Trotsky, y los
centenares de revolucionarios hoy TRITURADOS POR LA MAQUINA INFERNAL
DEL TERMIDOR ESTALINISTA.
Trotsky, que con las escasas declaraciones que se le permiten, hace temblar al
mundo capitalista y fascista, y los bolcheviques-leninistas, todos ellos perseguidos,
encarcelados, asesinados, por todos los regímenes, ya sean democracia, fascismo o
estalinismo, no son los enemigos del pueblo; son los defensores, la vanguardia del
proletariado revolucionario mundial, que combate por la revolución socialista; son por
esta razón los únicos verdaderos enemigos del capitalismo y de todos los traidores al
movimiento obrero y agentes de la burguesía.
[...] Del pleno del CC del PCE sólo importa esto: lucha encarnizada y destrucción
total del “troskismo” en España, lo que significa destrucción de toda la vanguardia del
movimiento obrero español en las jornadas de julio y de mayo [...].
El POUM es perseguido y asesinado, sin ser sin embargo “troskista”; los verdugos
de Moscú saben perfectamente que en el POUM se agrupan militantes, que sin ser BL,
pueden llegar a serlo, lo cual justifica una persecución sin tregua. Y por otra parte, a los
estalinistas, aquel que es un obstáculo a su política de traición, y que les opone la menor
resistencia es calificado de “trotskista” con todas las consecuencias que ello supone. [...].
S.I.

129
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

1.74. G. Munis: “Lettre à Klement (Barcelonne, 29 décembre 1937)”59


Querido camarada:
He recibido con gran retraso tu carta fechada el 4 de noviembre. Para responder he
tenido que esperar el tiempo suficiente para obtener algunas informaciones lo cual no se
hace sino muy lentamente (sobre el caso Erwin Wolf) los datos de mi última y penúltima
carta habían sido entregadas por la comisión jurídica de la CNT, que se ha ocupado de
Erwin Wolf entre otros camaradas.
[...] Ahora los anarquistas han constituido una comisión a la que se le otorga cierta
tolerancia para investigar en las checas de los stalinianos. Le hemos dado la descripción
física de Wolf y de Hans Freund (Moulin), de quien no tenemos noticias desde su
desaparición. Pero no hay que confiar demasiado en esa comisión. Su constitución obedece
a las últimas negociaciones entre anarquistas y stalinianos con vistas a una componenda
ministerial. La prensa no ha dicho casi nada, pero los anarquistas piden la liberación de los
encarcelados y los stalinistas exigen la persecución de los trotskistas. Algunos anarquistas
han sido liberados sin que por eso cese el encarcelamiento de otros.
Ladmiral se encuentra efectivamente en libertad. Landau, después de ser detenido
por varios “desconocidos”, ha desaparecido. Los poumistas ya lo dan como asesinado.
En lo que se refiere a Tioli, no puedo responderte. Apenas le conocía. Por lo que he
visto y según la impresión de otros camaradas, sólo era un periodista con simpatías
nebulosas por el movimiento obrero. Por otra parte, hacía negocio con las divisas. Erwin
Wolf fue encarcelado con él la primera vez en el café “La Rambla”, porque se le creía
implicado en el caso Velman, es decir el asunto de dinero en el que Tioli andaba metido.
Te envío una lista de los encarcelados extranjeros; españoles hay unos 15.000. Los
más importantes pertenecen al POUM. Además de Andrade, etc., tres miembros del CL de
Madrid han sido arrestados aquí: Eduardo Mauricio, Rodríguez y Grimes; este último
adherido a los BL. La mayoría de los detenidos se encontraban a disposición del Ministerio
del Interior, salvo los líderes del POUM, que esperan un proceso que no llega nunca.
También está el grupo de 25 anarquistas que resistieron a los guardias de asalto,
armas en mano, en el local del “Comité de Defensa” en septiembre. Serán juzgados por el
Tribunal de Alta Traición y Espionaje que acaba de constituirse. El procurador pide la pena
de muerte para los 25 camaradas que se rindieron a los guardias de asalto, bajo presión
directa del Comité Regional de la CNT. Es imposible dar más detalles “verídicos y
verificados”. En la actual situación no se llega nunca a verificar el menor detalle. Por vía
distinta te envío dos documentos; una información de nuestro último trabajo y un
documento crítico distribuido entre nuestros militantes como una especie de Boletín
Interior. Vía Marsella te hago un segundo envío de La Voz Leninista (50 ejemplares) y por
correo un número de un suplemento a La Voz y cuatro octavillas distintas pegadas en los
barrios obreros, en algunas fábricas, y distribuidos en la manifestación oficial tras la toma
de Teruel. El dinero ha llegado, pero no puede utilizarse este método. Pronto os enviaré
indicaciones de cómo hacerlo. No nos ha llegado un solo impreso.
[...] Nos encontramos en un aislamiento casi absoluto. Sólo nos llegan algunos
números de La Lutte francesa gracias a los anarquistas. Nos hace falta prensa francesa,
belga, inglesa, mexicana, alemana. Enviadnos prensa y libros sobre todo en lengua
alemana60. Hemos ganado una considerable influencia en los internacionales, pero no
59
Con el permiso de The Houghton Library (Harvard University).
60
La Sección BL de España editó varios boletines en lengua alemana. Agradecemos a Reiner Tosstorff que
nos facilitase el Bulletin der Bolschewistisch-Leninistisch Sektion Spaniens (Spanische Sektion dar IV

130
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

tienen militantes formados. Una parte proviene del SAP. Podríamos pagar los libros si
fuera necesario. Pero enviadlos en pequeños paquetes a las direcciones indicadas. Envíame
también los impresos que estaban en mis maletas. Guarda los manuscritos y las fotos.
No he enviado ninguna carta a los camaradas franceses, ni anodina, ni sustancial.
Sólo una pequeña nota a N[aville] para presentarle un simpatizante nuestro de la columna
internacional que nos ha hecho un gran favor.
Sobre la izquierda del POUM hablo en la información que veréis. Se ha dado a esta
cuestión una amplitud que jamás ha tenido.
Antes de la conferencia internacional, queremos hacer nuestra conferencia
nacional, así pues tendremos para aquella todos los materiales preparados para ésta.
Perdona mi francés, camarada, es para mí un doble esfuerzo.
Saludos fraternales.
Barcelona, 29 de diciembre de 1937.
Munis

1.75. “La tache du “Soviet” pour 1938”. [“La tarea del “Soviet” para
1938”]. Le Soviet. Organe des BL en espagne pour la IV Internationale,
nº 15. [Barcelona], 6 de enero de 1938
El nuevo año encuentra a “le Soviet” firme en su puesto.
Un año terrible en sacrificios y experiencias se cierra en la lucha de la clase obrera.
El mundo capitalista está en llamas. Las democracias imperialistas y las traiciones de los
“grandes partidos obreros” de la II y de la III Internacional han allanado las dificultades al
fascismo y a la guerra.
En España, la contrarrevolución burgués-reformista-estalinista es un eco
sangriento del fascismo de Franco, contra el proletariado revolucionario. En China, el
imperialismo fascista japonés devora y destruye a cañonazos al pueblo chino; el fascismo
toma el poder en Brasil, y amenaza con apoderarse de toda América del Sur; y se extiende
por Europa central. En Francia actúan los “cagoulards” [fascistas], y pese y contra el
Frente Popular, estallan las huelgas obreras: se prepara la guerra civil.
El peligro de guerra es cada vez más agudo y los dirigentes de los “partidos del
proletariado” preparan activamente la unión sagrada. [...]
El proletariado ha sido decapitado; sus mejores jefes han sido asesinados o están
condenados al silencio, a causa de las salvajes persecuciones del mundo capitalista-fascista
y de todos sus lacayos. Toda la energía de la clase obrera se rompe ante la ausencia de una
dirección revolucionaria que debe guiar su lucha y conducirla a la victoria. Este último
año ha sido para la clase obrera otra trágica experiencia más. SIN UNA DIRECCION
REVOLUCIONARIA, EL PROLETARIADO NO PUEDE VENCER NUNCA AL
SISTEMA CAPITALISTA ORGANIZADO Y REFORZADO POR SUS AGENTES
REFORMISTAS-ESTALINISTAS EN EL MOVIMIENTO OBRERO. Es esta dirección
revolucionaria lo que hay que construir cueste lo que cueste.

Internationale) nº 3, Barcelona 5 de diciembre de 1937. En el archivo moscovita de la ex-IC hemos


localizado también un número de La Voz Leninista en lengua alemana: Die Leninistische Stimme. Organ
der bolschewistisch-leninistischen Sektion von Spanien (fuer die 4 Internationale). Nachtrag ueber die
Diskussion mit der POUM. Barcelona, 28 abril 1937; y dos traducciones: “Die iberische kommunistische
Jugend (POUM) und die deutsche Volksfront” y “Revolutionäre Arbeiterallianz!” (ambos textos del 1-2-
1937).

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

“Le Soviet” nacido en la lucha revolucionaria no se propone otra meta. Trabaja


encarnizadamente, terriblemente a contra corriente, para unir, en una plataforma
revolucionaria marxista-leninista sana, a todos los auténticos y honestos bolcheviques-
leninistas, que luchan, bajo la dirección del camarada Trotsky, por la continuación de los
principios verdaderamente marxistas de la victoria de Octubre Y POR LA
CONSTRUCCION DE LA IV INTERNACIONAL, que debe ser el timón de la victoria
de la revolución proletaria mundial. [...] Detrás tenemos las enseñanzas sangrientas de las
derrotas; trabajemos sin parar para que delante se levante, contra todas las traiciones y
todos los crímenes, EL GRAN PARTIDO DE LA REVOLUCION BAJO LA BANDERA
DE LA IV INTERNACIONAL. Tales son las enseñanzas del año 1937, y la vía a seguir
en el curso del nuevo año.

1.76. [G. Munis]: “La lucha simultánea contra el fascismo y contra el


Gobierno Negrín-Prieto-Stalin establece la frontera entre los
revolucionarios y los traidores”. Editorial61 de La Voz Leninista
número 3, Barcelona, 5 de febrero de 1938
Ha llegado el momento para el proletariado de catalogar a los dirigentes de sus
organizaciones. Cada trabajador debe saber si tiene a su cabeza elementos fieles a sus
intereses de clase o testaferros de la burguesía. Se avecinan días crudos en que toda la
resistencia física y política de las masas será sometida a la más ruda prueba, por obra y
gracia del Frente Popular. Con enemigos como dirigentes el triunfo le sería dado por
adelantado a la burguesía.
El Gobierno Prieto-Negrín-Stalin está terminando de cubrir su primera etapa. Es ya
un hecho consumado la jerarquización del ejército y la institución de un código de justicia
militar no diferente del famoso de Carlos III, que aún rige en el ejército fascista. El soldado
que va a dar su vida por vencer al fascismo, está privado de todo derecho y carece de
libertad política. Los jefes y oficiales disfrutan de privilegios en la comida, el alojamiento
y la ropa, que provocan gran descontento y desmoralización en los soldados. Una censura
de estos al jefe inmediato, al gobierno, o la lectura de un periódico obrero clandestino es
castigada con la prisión y a veces el fusilamiento. Los comisarios políticos no son, en el 80
por 100 de los casos, más que agentes de espionaje stalianiano contra los soldados
revolucionarios. La hipocresía populachera de toda la prensa legal no puede ocultar esta
diferenciación y persecución de clase en el Ejército Popular, que amenaza seriamente
convertir al espíritu de combate en espíritu derrotista. La victoria de Teruel, lejos de
cambiar este espíritu, reforzará la lucha de los mandos contra los soldados. En la
retaguardia, según una estadística recientemente publicada, suman cien mil los
componentes de los cuerpos armados. Los trabajadores, por el contrario, pueden ser
condenados como fascistas por la posesión de una simple pistola. Los mítines obreros
están prohibidos, las propias reuniones sindicales restringidas y vigiladas por la policía; la
censura sólo permite inciensar al Gobierno; la prensa y las organizaciones obreras más
fieles a su clase, en la clandestinidad; en la cárcel hay más de quince mil luchadores y las
bandas de la GPU continúan su actuación amparadas por el Ministro de la Gobernación.
Los comités obreros han sido meticulosamente suprimidos y los que restan en

61
Munis, a preguntas del interrogador, en el proceso incoado por la República, en 1938, contra los
militantes de la Sección b.l. de España, afirmó que él era el autor de este editorial.

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

colectividades y fábricas son cada vez más adaptados a las necesidades políticas de la
coalición gobernante.
Como corolario inevitable de esta obra el hambre ha venido a aposentarse de nuevo
en los hogares proletarios. La consigna staliniana de hace diez meses: “Menos comités y
más pan”; adquiere ahora su verdadero sentido. Más pan para la burocracia, los jefes
militares, la burguesía y la pequeña burguesía, los especuladores, fascistas, etc. Los
salarios permanecen en su mayoría al nivel del 19 de julio mientras el coste de la vida ha
subido un 300 por 100 o más. El racionamiento oficial otorga privilegios a aquellos
elementos que menor sacrificio aportan a la lucha y que más cobran, de manera que aun
pueden adquirir en el mercado comestibles que por su precio elevado los trabajadores no
pueden pagar. Y el cinismo stalianiano pide una mayor diferenciación de salarios y
privilegios en la distribución.
Con todo, esta primera etapa ha cubierto sólo las premisas de una segunda fase que
de librarse también favorablemente al gobierno representaría la derrota definitiva del
proletariado. Esta fase se desenvolverá en torno a las colectividades y la absorción de las
organizaciones obreras por el bloque gobernante, lo que equivaldría prácticamente a su
liquidación. En esta fase intervienen factores mucho más complicados y contradictorios
que en la anterior, más susceptibles, por tanto, [de] dar al traste con los propósitos
gobernantes. El elemento subjetivo, la lucha política de las masas, constituirá, como
siempre, el factor decisivo.
El signo del armisticio bajo el que nació el gobierno actual, no era una fantasía ni
ha dejado de ser un peligro. Representante de la burguesía liberal y los imperialismos
francés e inglés, el Gobierno desearía sobre todo un arreglo amistoso con la burguesía
fascista. Se ve obligado a hacer la guerra únicamente en la medida que las rivalidades de
los bloques imperialistas y el proletariado dificultan aquel. Al mismo tiempo, el peligro
creciente de una conflagración mundial aumentará la presión de la burguesía nacional y
extranjera sobre el Gobierno. Sea armisticio, sea guerra imperialista, al gobierno no le sería
posible cubrir esta segunda etapa sin que las organizaciones obreras le estén perfectamente
subordinadas, sirviendo ellas mismas de elemento coercitivo contra los descontentos y
protestatarios. Tal absorción de las organizaciones obreras es indispensable a la obra
reaccionaria del gobierno, por cuanto no dispone de una clase burguesa propiamente dicha
en la que apoyarse62. Los regateos entre el Gobierno y los anarquistas sobre el problema de
su reincorporación a los ministerios no tiene otro objeto que establecer las condiciones en
las que la CNT disciplinaría a sus militantes con arreglo a la voluntad gubernamental. La
prensa burguesa llama a las cosas por su nombre apelando a la “Unión Sagrada”. Sobre
esta base un nuevo ministerio con elementos anarquistas es perfectamente posible. La obra
de policía en los sindicatos confederales empezaría inmediatamente.
A esto es preciso oponerse enérgicamente y con la mayor decisión. Únicamente
apoyar al gobierno Negrín, no ya colaborar, constituye una traición. Los líderes de la CNT
sobre todo los del CN están cada vez más inclinados a cualquier compromiso traidor. Con
mayor razón es urgente despertar en los sindicatos una fuerte protesta: ¡Frente Popular, no!
¡Frente único de clase! El Frente Popular encarcela, persigue, asesina, y amordaza a los
trabajadores, los condena a la miseria, compromete la guerra, y su designio único es salvar
a la burguesía. El Frente Único, debe garantizar ante todo la independencia de las

62
Hay que destacar la novedad e importancia de este concepto: la integración de las organizaciones
obreras en el aparato de Estado, para que sirvan ellas mismas de elemento represivo, así como de su
necesidad: la ausencia de una burguesía propiamente dicha. Munis volvió a esta tesis con posterioridad
hasta llegar a su expresión más desarrollada en el folleto, escrito en colaboración con Peret, titulado Los
sindicatos contra la revolución.

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

organizaciones obreras frente al poder burgués y luchar por la libertad de los presos
revolucionarios, por restablecer todas las libertades obreras, por un racionamiento que
abastezca el frente y después a la clase trabajadora, por los derechos y libertades políticas
para los soldados, la igualdad de rancho y jornal entre estos y los oficiales. Los líderes
deben aun ser puestos a prueba por los trabajadores. Quienes se niegan a aceptar este
programa mínimo de reivindicaciones de clase que no entraña ninguna concesión de
principios, ni confusión de las organizaciones que lo integrasen, sólo merecen el odio del
proletariado que deberá tratarles como a enemigos.
Los bolchevique-leninistas nos dirigimos al proletariado en general, de la CNT y
de la UGT, pero muy particularmente a los elementos del POUM, los “Amigos de
Durruti”, los grupos anarquistas “Libertad”, “Adelante” y otros, que dan la voz de alerta
contra el Gobierno y se sitúan frente a la dirección confederal.
Nosotros creemos que las palabras no bastan sino que son precisos hechos. Ante
todo hay que enseñar al proletariado a reconocer, por sus nombres, a los líderes traidores y
a defenderse de los ataques gubernamentales. Esto sólo puede hacerse mediante el Frente
Único, lo que equivale a la lucha en común de los elementos que converjan pisando un
terreno de clase, frente a los latrocinios y persecuciones gubernamentales. A todos estos
grupos la Sección Bolchevique Leninista de España les propone públicamente un
compromiso para llevar al seno de los Sindicatos, a las fábricas, a las trincheras, a todo el
proletariado, el principio del Frente Único, clase contra clase, contra el principio de
colaboración que es el Frente Popular.
Más que toda la propaganda y las frases encendidas, un compromiso de este género
vigorizaría al proletariado, alejaría el peligro de absorción bonapartista de los Sindicatos y
nos pondría en condiciones de seguir adelante.

1.77. G. M. [Munis]: “Carta a un obrero poumista. La Bandera de la


IV Internacional es la única bandera de la revolución proletaria”. La
Voz Leninista nº 3, Barcelona, 5-2-1938
Hace cinco meses, con ocasión de la represión, como hace diez, al ser expulsado el
POUM de la Generalidad, repetiste el mismo argumento de hoy. A tu entender el POUM
se vería obligado, por presión de los acontecimientos, a ponerse al frente de la revolución
proletaria. Sincero revolucionario y creyente en la fuerza potencial revolucionaria del
partido, no dejabas de considerar sus errores aún con cierta precisión, pero vacilabas en
cuanto a los remedios llevado de la doble falsa perspectiva de arrastrar al terreno
revolucionario al partido en su conjunto (los recalcitrantes oportunistas incluso), y
establecer una divisoria entre este terreno y el de la IV Internacional.
Reconocer los errores de más bulto del POUM (colaboración, complicidad con el
Frente Popular, lucha contra los órganos de poder, obreros, Gobierno Obrero y Campesino,
etc.) lleva necesariamente a investigar sus fuentes ideológicas, afinidades con otras
corrientes en la historia del movimiento obrero internacional y el entronque que tienen en
los cuadros y los hombres del partido. Menguar la significación y proporciones resultantes,
no señalar con el dedo a los responsables, es un paso en falso que se traduce en
vacilaciones, pasividad encubridora e impotencia para marcar el camino de la salvación.
Me parece absolutamente indispensable llamar la atención sobre este último
extremo, porque en el seno del POUM se ha designado siempre como ala izquierda a la
sección de Madrid, y en la primavera pasada surgió asimismo en Barcelona otra “corriente
de izquierda”. Hoy ambas languidecen al unísono del partido. La causa no es otra que su
fragilidad política, manifiesta repetidísimas veces en la incapacidad de darse un programa,

134
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

su temor a enfrentarse con la dirección y llevar a la base de la organización la lucha


contra ella.
Tanto la sección de Madrid como el ala izquierda de Barcelona, eran el exponente
de esa “fuerza potencial revolucionaria” en que depositas tu confianza. Transformarla en
energía activa no era posible sin una ruptura radical con la política catastrófica de Nin-
Andrade-Gorkin. Precisamente en este punto, uno y otro grupos de izquierda quedaron
paralizados sin osar abordar de frente el problema. En toda ocasión se esforzaron en
menguar los errores del partido (que no pocas veces ayudaron) y jamás levantaron la mano
para señalar a los líderes responsables. La propia ala derecha de Portela, declaradamente
stalinizante, ha podido vivir hasta el presente sin que el ala izquierda exigiera su expulsión.
En todos los momentos trascendentales, a contar desde el nacimiento del POUM,
este aparece perfectamente unido. Aun durante y después de las jornadas de mayo, cuando
mayor cuerpo y delimitación llegaron a adquirir los elementos de izquierda, las
resoluciones del CC, en el que hay representantes de Madrid y de la célula 72 de
Barcelona, son tomadas por unanimidad. Y no es preciso hablar de la vergonzosa
pasividad observada al desencadenarse la represión. De esta unidad del POUM pueden
enorgullecerse los cretinos y los oportunistas, a quienes beneficia. En realidad es lo que ha
permitido a la dirección centrista ahogar la “fuerza potencial revolucionaria” de los
trabajadores poumistas y nos da una desoladora muestra de la incapacidad de los
elementos de izquierda. Para algunos de éstos, el izquierdismo no pasó de ser una mísera
justificación íntima.
No; no es un problema de personalidades lo que ha impedido cristalizar y
desarrollarse a los elementos de izquierda. Es un problema de programa. Sólo la lucha
sistemática por un programa revolucionario puede educar buenos líderes. No se trata tanto
del documento material como de la tendencia histórica en la que se tome apoyo. Ni la
célula 72 de Barcelona, ni la sección de Madrid se decidieron nunca a tomar este apoyo.
Sus críticas a la dirección fueron inseguras, unilaterales y nada profundas porque no
consideraron al POUM como una corriente centrista juntamente con sus ramificaciones
internacionales, sino como una corriente revolucionaria con errores ocasionales. Esta
apreciación no se basaba en ningún análisis objetivo sino en el temor de ser confundidos
con los trotskistas. Huyendo de los puntos de vista de la IV Internacional se acercaban al
centrismo.
Las prevenciones antitrotskistas impidieron la evolución y desarrollo de una
verdadera ala izquierda que salvara de la descomposición a la mayoría de los militantes
revolucionarios del POUM. Situadas la sección de Madrid y la célula 72 en un terreno
positivo por relación a la dirección centrista, las necesidades de su propia formación como
vanguardia revolucionaria les llevaba a la adopción del programa de la IV Internacional.
Pero en lugar de guiarse objetivamente por la dialéctica de los acontecimientos su norte
consistió en evitar el trotskismo. De aquí su incapacidad para trazar enérgicamente una
línea divisoria entre los centristas y los revolucionarios, y guiar a éstos hacia la creación de
un partido bolchevique y la conquista de las masas.
No puedo asombrarme de la asfixia de la famosa izquierda que tantas ilusiones
despertó. La sección de Madrid dejó pasar el tiempo proyectando grandes hechos, mientras
los hechos reales, cotidianos, la llevaban a remolque del CE y algunos de sus hombres se
convertían en delatores de los trotskistas al servicio del centrismo. Antes de las jornadas de
mayo, la célula 72 presentó un conato de movimiento fraccional con ramificaciones
inseguras política y orgánicamente, como sus propias posiciones, pero de gran porvenir.
Desde entonces ha tenido ocasión de acelerar su formación y conquistar posiciones
tomando a su cargo la lucha contra la reacción staliniana que la dirección observaba con
una pasividad criminal. Sin embargo, los hechos no dejan lugar a ilusiones. Después de

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

haber rechazado con desdeñoso silencio las proposiciones bolchevique-leninistas63,


tendentes a establecer un compromiso de lucha contra la reacción y el stalinismo,
encontramos que la propia izquierda de Barcelona ha desaparecido y sólo queda un
hombre como exponente. Esta reducción, proporcional a la de todo el partido, no tiene por
única causa la represión. A pesar de la vileza y sádica violencia de los métodos puestos en
práctica, la represión, sobre todo en sus primeros meses, sólo podía aniquilar a organismos
carentes de la vida laboriosa y el contacto efectivo con las masas anejo a los principios de
un partido revolucionario. El espíritu y la organización de las masas, la correlación general
de fuerzas, la tensión aguda entre éstas, la importancia de las posiciones ocupadas por el
proletariado y la abundancia de recursos para la propaganda ilegal, hubieran permitido
armadas de un programa y de consignas inmediatas combativas, transformar la ilegalidad
en un breve período y reforzarse en medio de él. En realidad, el elemento que más ha
contribuido a reducir a la insignificancia a “un partido de 40.000 afiliados”, más que los
encarcelamientos, la supresión de la prensa legal y los asesinatos, es que esos 40.000
afiliados estaban ya semirreducidos a la impotencia por la política de su propia dirección.
El exponente (llamémosle así para evitar nombres) de la célula 7264, lo confiesa
algo desesperadamente en un documento dirigido al reciente CC celebrado en Barcelona65.
Como en el proyecto que el mismo camarada elaboró para el Congreso que no llegó a
efectuarse66, se encuentran en él críticas acertadísimas de la dirección en las que,
evidentemente, puede y debe tomarse apoyo, como tú opinas. Pero mucho más importante
es tener cuenta de los errores que sus páginas encierran.
La parte crítica puede ser suscrita casi en su totalidad por los bolchevique
leninistas. Por primera vez alguien desde el seno del POUM califica de centrismo la
política de la dirección y trata de dar a esta noción su verdadero carácter. Digo trata porque
el autor del documento, tras señalar como centrista a su propia dirección afirma que “el
POUM era un partido revolucionario antes del 19 de julio”. Esto está tan lejos de la verdad
que casi no necesita refutación. ¿Cuándo y cómo se efectuó la conversión a la derecha? El

63
Aquí Munis hace referencia a la carta, fechada el 26 de junio de 1937, en la que la Sección b.l. de España
hacía un llamamiento a la izquierda del POUM y a Los Amigos de Durruti para establecer una plataforma
de acción común frente a la represión. Véase documento 1.55.
64
Se trata de Josep Rebull, secretario de la célula 72, administrador de La Batalla, miembro del CC del
POUM, hermano de “David Rey”. La clandestinidad fuerza a Munis a no facilitar el nombre de Josep
Rebull.
65
Se trata de la “Resolución presentada al Comité Central del POUM por José Rebull. (Barcelona, 27
octubre 1937)”. [NdE: Ver: http://grupgerminal.org/?q=system/files/internosRebullPOUM37.pdf páginas 6
a 8]
66
Se trata de las contratesis políticas de la célula 72, redactadas por Josep Rebull, que se presentaban en
oposición a las tesis del CE, que debían debatirse en el II Congreso del POUM, que tras sucesivos
aplazamientos no llegó a convocarse, puesto que el POUM fue ilegalizado y perseguido desde el 16 de
junio de 1937. Estas contratesis de la célula 72 son “Contratesis Política para el II Congreso del POUM,
que presenta la célula 72, distrito V de Barcelona”, “A la deriva. La dirección del POUM durante las
jornadas de julio. (Aclaraciones a la Contratesis Política)”, “Por la creación de los Consejos de Obreros,
Campesinos y Combatientes. (Aclaraciones a la Contratesis Política)”, publicadas en el Boletín Interior.
Órgano de discusión para el II Congreso del Comité Local de Barcelona del POUM, número 1, Barcelona
23 abril 1937. Con posterioridad a las jornadas de mayo se editó un segundo número de este boletín, en el
que la célula 72 publicó “La consigna “gobierno CNT-UGT”, “Sobre la dualidad de poderes. (Aclaraciones
a la Contratesis de la Célula 72)” y “Las jornadas de mayo”, en Boletín Interior. Órgano de discusión para
el II Congreso del Comité Local de Barcelona del POUM, número 2, Barcelona, 29 mayo 1937. [NdE:
Ver: http://grupgerminal.org/?q=system/files/internosRebullPOUM37.pdf páginas 1 a 5]

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

centrismo puede estar integrado por elementos revolucionarios de paso hacia el


reformismo o viceversa; en cualquier caso la evolución requiere tiempo y se escalona a lo
largo de los acontecimientos. Nadie se acuesta revolucionario y se levanta centrista. Sin
embargo para que el POUM se despertase una mañana en el malhadado “Gobierno
obrero”, no fue necesaria ninguna solución de continuidad. Sin el menor roce, por
unanimidad, el mismo Comité Central que la regía antes del 19 de julio aprobó la
colaboración y se adentró alegremente en el “programa socialista” que resultó ser la
entrega de la revolución socialista a los Comorera, Prieto, etc. Esta política brotaba sin
obstáculos del corazón del POUM porque estaba en la médula de su constitución y existía
antes de ésta, desarrollada en el antiguo Bloque Obrero y Campesino, y en principio, pero
retenida por la disciplina internacional, en la que fue Izquierda Comunista. Si el autor del
mencionado documento se tomase el trabajo de confrontar la política que califica centrista
con la practicada por el POUM antes del 19 de julio, a buen seguro que no podría
mostrarnos ninguna diferencia fundamental, evitaría poner el pie en falso al empezar a
andar y no se vería obligado, para llenar las lagunas de su análisis y velar sus errores, a
idealizar el pasado y los muertos.
El Frente Obrero Revolucionario es presentado en el documento como máxima
panacea y principio de toda regeneración en el interior del POUM y en el movimiento
obrero. Tras hacer una dura y justa crítica de la dirección recae en la concepción oficiosa,
sino oficial, de aquella.
Las ilusiones que esta fórmula despierta exigen poner en claro que no se trata de la
noción bolchevique del frente único de clase: “Golpear juntos; marchar separados”. Sin
confusión de programas, con completa libertad crítica, pero estableciendo compromisos de
lucha práctica e inmediata contra el enemigo de clase. En el número de La Batalla
correspondiente al 5 de agosto pasado se dice que es necesario “marchar hacia el Frente
Obrero Revolucionario, que agrupe a todos los sectores que estén de acuerdo en dar a la
guerra el carácter revolucionario que no debía haber perdido nunca y en conquistar el
poder para la clase trabajadora”...
¡Conquistar el Poder para la clase trabajadora! Bella perspectiva sobre la cual los
dirigentes del POUM esperan ponerse de acuerdo con la CNT y la FAI (Largo Caballero
fue candidato hasta hace unos días), mientras los líderes de éstas esperan también llegar al
Poder entregando el proletariado confederal a merced del Gobierno. La tesis del Frente
único es transformada en una añagaza altisonante que oculta la idea fija de volver a un
ministerio semejante al de septiembre del 36. La conquista del Poder por el proletariado no
puede ser objeto de alianza, a no ser a través de sus órganos de Poder (Comités, Juntas,
Soviets). Aun en este aspecto, teóricamente admisible, presentaría en la práctica
dificultades innumerables. El frente único, indispensable para la defensa de las libertades e
intereses obreros más inmediatos, es la vía que conduce a la creación de los órganos de
clase, y por tanto la única forma de poner al proletariado en condiciones de luchar por el
poder. Aliarse con todas las organizaciones dispuestas a defender esas libertades e
intereses, fustigando enérgicamente a los que prefieren la alianza con los carceleros y
verdugos del proletariado, es la verdadera táctica revolucionaria del frente único que la
Sección bolchevique leninista persigue desde su fundación. Pero pedir una alianza de
“todos los sectores que estén dispuestos a conquistar el Poder para la clase trabajadora”, no
es más que demagogia oportunista de gentes que no han renunciado a bloques políticos de
mala memoria, pero en cambio utilizan las sugerencias de frente único de una fórmula
mendaz, para calmar el descontento de sus propios militantes.
El Frente Obrero Revolucionario no ha servido, en efecto, más que para conciliar
entre sí a las diferentes tendencias. Gorkin, Andrade, lo que queda de la célula 72 y la
sección de Madrid resuelven todas sus divergencias en el FOR. A semejanza de su cofrade

137
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

centrista el SAP antes de la llegada del fascismo, el POUM mata las tendencias
centrífugas, que desarrolladas jugarían un papel muy positivo en la formación del partido
revolucionario, clavándolas en el corcho flotante del FOR. La diferencia estriba en que el
SAP cumplía esta función mediante el frente único por todo programa, mientras que el
POUM se reduce al FOR, que no va más allá de la ruptura con el stalinismo. ¡Y la cuestión
ha quedado indecisa en el Comité Central! No está excluido, sin embargo, sobre todo ante
la desviación evidente de los anarquistas hacia el stalinismo, que el POUM pase por
idéntico estado que el SAP convirtiendo el frente único en un lema general. Ello será
ventajoso en la medida en que contribuya a arrastrar a otras fracciones del movimiento
obrero, pero el problema del programa, es decir, del partido de la vanguardia obrera, sólo
quedará planteado con mayor acritud y perentoriedad.
En el aspecto del programa tú mismo no albergas ilusiones sobre lo que la
dirección oficial pueda dar. Mas, ¿qué puede esperarse de los elementos llamados de
izquierda? La mayor consideración hacia su real o presunta evolución ideológica no puede
redimirles de la responsabilidad de cuanto no se ha hecho en más de un año de
vacilaciones y vanos amagos de actuación.
El documento del exponente de la célula 72 a que me he referido, es
completamente nulo en este aspecto, a pesar de su apelación a la dictadura del proletariado.
No se encuentra en él la menor referencia a las cuestiones fundamentales del movimiento
obrero: ¿nuevo partido?; ¿nueva Internacional? Sin embargo, quien admite que el POUM
es centrista está aún más obligado a responder, a no ser que espere, con su elocuencia,
convertir a los centristas en bolcheviques. La triste realidad es que [de] la ausencia de estas
cuestiones, así como de toda crítica a los vergonzantes aliados internacionales del POUM,
proviene del contrabalanceo interno cuyo fiel es el Frente obrero revolucionario. Sólo
evitando pronunciarse sobre aquellas cuestiones es como el equilibrio se sostiene y
nuestros buenos izquierdistas no se ven comprometidos a la acción.
La fuerza potencial revolucionaria de los obreros del POUM, repito, ha hallado así
su esterilización. Pero a pesar del tiempo perdido no puede haber otro camino que el de la
lucha irreductible y organizada contra la dirección centrista. Argüir sobre la legitimidad o
ilegitimidad de las fracciones es filisteísmo despreciable. El primer deber de un
revolucionario rodeado de centristas es constituir una fracción. Cruzarse de brazos o
limitarse a gritar es una demostración de contagio del medio.
Los trabajadores revolucionarios poumistas necesitan un programa, un arma
ideológica para conquistar la confianza de las masas. Este programa sólo puede ser el de la
IV Internacional, en marcha ya por todo el mundo. Los elementos más conscientes tienen
el deber político de izar esta bandera. Sólo así contribuirán a la creación del partido
revolucionario y a resolver por ende los grandes problemas de la conquista del poder.
G. M.

138
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

1.78. VIGO, Emiliano [Fosco]: “Espagne, mai 36-janvier 38”67. La


Verité número 2, París 1 junio 1938
Haré un informe sobre algunos de los problemas más importantes de la revolución
española, sobre los errores de los BL en España y sobre la posición de los diferentes
partidos en el curso de la revolución española. [...]
Lo que le ha faltado al proletariado español ha sido un partido revolucionario, lo
que todos nosotros entendemos por partido revolucionario, es decir, el elemento
vanguardista del proletariado, el más combativo, el más inteligente, capaz de contemplar
no sólo los problemas transitorios de la lucha obrera, sino también de armar al proletariado
contra todo el sistema capitalista.
ORIGENES DEL POUM.
En esta época había una fracción bolchevique leninista con dirigentes como Andrés
Nin, Andrade, Molins y otros, todos excelentes camaradas. Los camaradas de la sección de
Madrid, desde el punto de vista político, sobre cuestiones como la degeneración de la IC,
de la URSS, del movimiento internacional, de la lucha contra la socialdemocracia, de la
lucha de clase contra la II Internacional, estaban muy avanzados; incluso habían
comprendido ya en esta época, la necesidad de la lucha contra la verborrea anarquista. El
problema radicaba en que la fracción de izquierda, en este momento, era un pequeño
núcleo incapaz de ampliarse, incapaz de entrar en las fábricas, incapaz de orientarse hacia
la acción de masas y dirigirlas. Por otra parte, existía una crisis en el Secretariado
Internacional referente al tema de la entrada en el partido socialista: la fracción de
izquierda española, en su totalidad, se había pronunciado contra la entrada en el partido
socialista y contra la opinión del camarada Trotsky y del SI. Este fue el origen de la crisis
que debía desembocar en la ausencia de una dirección revolucionaria del proletariado. Esta
ausencia debía hacerse sentir luego durante todo el curso de los acontecimientos que
marcarían la lucha revolucionaria. [...]
La fracción de Izquierda Comunista: Andrade y Nin, se había orientado hacia un
trabajo común con el Bloque Obrero y Campesino; las conversaciones emprendidas
desembocaron en la formación del Partido Obrero de Unificación Marxista que como su
nombre indica, se consideraba marxista, obrero y revolucionario.
LA CLASE OBRERA.
El Frente Popular no había resuelto los problemas de la revolución y no apoyaba la
lucha por las reivindicaciones obreras en las fábricas y por las libertades democráticas.
Hay que tener en cuenta, en efecto, que en este momento, pese a tener un gobierno
de Frente Popular, la prensa estaba sometida a censura, los mítines prohibidos, etc...
En España, el proletariado tenía una conciencia política revolucionaria
verdaderamente increíble. [...] Pero la existencia del anarcosindicalismo era un elemento
de confusión [...] había impedido que los obreros tomaran conciencia de la necesidad de
organizarse clase contra clase. [...]
LAS ORGANIZACIONES OBRERAS ANTE EL LEVANTAMIENTO
FASCISTA.
[...] En la medianoche del 18 de julio tuve una entrevista con Andrés Nin; había
dicho que se esperaba que ocurriera algo hacia las tres de la madrugada, hacía casi una
semana que se había dado orden a los militantes de permanecer movilizados en los locales

67
No se trata de una artículo, sino de una conferencia dada por Fosco. El encuadre cronológico del título:
mayo del 36-enero del 38, hace referencia al período que duró la estancia de Fosco en España, esto es,
desde su expulsión de Francia y su encarcelamiento en España en mayo del 36, hasta su huida de la España
republicana en enero del 38, ante la amenaza de caer en manos de los estalinistas.

139
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

de la organización. Se esperaba, en efecto, que los militares tomaran la iniciativa de salir a


la calle para pasar a la acción. Era una posición defensiva y no una posición ofensiva. Me
enteré más tarde, en el mes de agosto, que los anarquistas, etc... habían hecho una gestión
en la Generalidad para pedir dos mil fusiles antes de que se sublevaran los fascistas, para
rechazar la eventual insurrección militar fascista. Daos cuenta de esta gestión; no hacían un
llamamiento a la huelga general; no hacían un llamamiento al proletariado, no tenían
confianza, ningún partido conocía la capacidad combativa de la clase obrera española. [...]
LOS COMITES ÓRGANOS DEL PODER.
A las cuatro de la madrugada, oímos las ametralladoras en las avenidas de
Barcelona; los obreros comenzaban a salir a la calle, unos con un pequeño revólver, otros
con un arma improvisada para luchar, de las cuatro a las siete de la mañana los obreros de
Barcelona hicieron milagros. [...]
El fascismo había sido obligado a pasar de la ofensiva a la defensiva y era ahora el
proletariado catalán que atacaba: esto sucedió en julio, agosto y la mitad de septiembre.
Lo que le faltó al proletariado, como ya lo he indicado, no fue ni combatividad ni
heroísmo, ni capacidad de resistencia en la calle, le faltó una dirección política, una línea
correcta que le habría permitido la lucha a la vez contra el fascismo y contra el capitalismo,
al que también había que derrotar para asegurar el triunfo de la revolución.
Fue por la inexistencia de tal dirección por lo que pudo constituirse un bloque
antifascista que abarcaba a los anarquistas, al POUM y a todos los partidos de la
democracia española, dirigidos por Prieto y Caballero; mientras que en los meses de julio y
agosto, los obreros habían construido en toda Cataluña comités, cuya existencia hacía
aparecer la dualidad de poderes. Estos comités, en efecto, eran órganos de poder: ellos
solos aportaban soluciones a todos los problemas, mientras que el poder del Estado había
pasado a un tercer plano y no existía ya como poder “oficial”.
Lo que le faltó a los comités, que conducían la lucha sin ninguna perspectiva y de
una forma por así decirlo independiente, sin tener en cuenta la situación general, fue un
enlace político, una dirección.
El proletariado se ha armado, pero cada partido ha conservado sus armas, sus
hombres; cada partido ha conservado lo que ha podido tomar de armas, hombres, material,
de todo... Cada organización tenía su milicia, sus almacenes, sus cuarteles, y a veces
incluso había luchas entre milicias, entre grupos, incluso a veces muertos de uno y otro
lado... Estos son los trágicos errores de la revolución.
Los jefes de los partidos antifascistas se han dado cuenta del peligro de esta
dualidad y el gobierno de la Generalidad ha intentado retomar el poder en todas las
comarcas donde podía hacerlo.
Era la revolución. Era un momento en el que todos los problemas, como ha dicho
Trotsky, han de solucionarse no ya mediante parlamentarios, acuerdos, concesiones hechas
entre grupos, sino sólo mediante la acción. Sólo la acción puede decidir la orientación
futura de la lucha del proletariado.
En efecto, los obreros no podían comprender como los jefes, para estar contra los
fascistas, debían aliarse con la burguesía.
Para el proletariado el problema se planteaba de forma muy clara; si hubiese
existido un partido, hubiera sucedido lo que sucedió en Rusia con los bolcheviques, cuya
vigilancia rompió todos los planes del menchevismo y todos los planes de la burguesía
democrática rusa. Solo que en España no había un partido bolchevique.
EL PROBLEMA DEL PARTIDO.
Ahora hay que enfrentarse al problema del partido.
No quiero exagerar el papel que yo he jugado en España, pero, para explicar los
errores de los bolcheviques-leninistas, para corregirlos, es necesario hablar de forma clara,

140
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

y debo deciros que yo me di cuenta enseguida que en España lo único que le faltaba al
proletariado para vencer era una dirección revolucionaria, un partido con la suficiente
audacia para ponerse a la cabeza de las masas. Había que defender el poder de los comités
y, solas, las milicias obreras centralizadas podrían asegurar la victoria sobre el fascismo.
En lo que a mí concierne, colaboré con el Comité Ejecutivo del POUM, y tuve
responsabilidades en tareas militares y políticas. Había un trabajo enorme desde el punto
de vista práctico: había, en efecto, muchos provocadores, muchos fascistas y mucha gente
a vigilar. Durante los primeros días, intentamos liquidar este trabajo práctico, pero para mí
el problema esencial era el político. Como ya he dicho el POUM era un partido centrista;
era un partido nacido de la fusión entre tendencias derechistas del Partido comunista
español, una tendencia pequeñoburguesa nacionalista catalana y la corriente de la antigua
Izquierda Comunista española que había sido la Sección del Secretariado Internacional.
No se planteaba el problema de fundar un nuevo partido, pues si se quiere fundar
un partido contra todos los ya existentes, no hace falta hablar de hacer la revolución. Si
queríamos ayudar a la revolución a vencer y elaborar una plataforma política, era preciso
elaborarla en común con los camaradas españoles, para poder participar de forma activa en
la lucha. Había que entrar en el POUM con nuestra bandera, con nuestro programa.
EL SECRETARIADO INTERNACIONAL [SI] Y LA REVOLUCIÓN
ESPAÑOLA.
Hemos hecho dos reuniones en las que había muchos camaradas bolcheviques-
leninistas, que venían de Francia, de Bélgica, de Inglaterra, de América, y que desconocían
la situación política española... En cuanto al Secretariado Internacional, todavía añadía más
confusión a las filas bolcheviques-leninistas. ¿Por qué? Porque la posición del Secretariado
Internacional era: “Hay que ayudar a los camaradas en el frente, y de este modo podremos
demostrar a los estalinianos y a todos los contrarrevolucionarios que los bolcheviques-
leninistas saben batirse en el frente con el fusil en la mano contra los fascistas...”. Yo he
dicho: “Ese no es el problema. Si hay camaradas con conocimientos militares y sin
conocimientos políticos, hay que encuadrarlos en las milicias y enviarlos al frente, pero
todos los camaradas con educación política, tienen que permanecer en Barcelona, hay que
formar cuadros. Hay que nombrar responsables, hay que entrar en el POUM.”
En el transcurso de una discusión sobre esta cuestión, llegamos a un acuerdo. El
POUM poseía, además de su órgano central La Batalla, numerosos diarios, sin contar los
boletines. Nuestra colaboración con el POUM sería el medio de hacer conocer nuestras
posiciones en la prensa y ayudar al proletariado español.
El representante del Secretariado Internacional se presentó en Barcelona con un
número de La Lutte Ouvrière en el que se reproducía la carta del camarada Trotsky contra
Andrés Nin, Andrade, etc..., yo no estaba contra esa carta desde el punto de vista general,
pero había un problema táctico. Había que comprender este problema, y el Secretariado
Internacional se negó a ello.
Le dije a Rous, que era el representante del SI y de la IV Internacional (no hablo
del primer desacuerdo con Rous sobre la IV Internacional: yo había dicho: “No hace falta
presentarse como representante de la IV Internacional puesto que “no existe”, hay que
presentarse como bolchevique-leninista, y hay que luchar por la IV Internacional”) que no
había que enseñar esa carta, pues sería un error. Me oponía a que la carta circulara.
Rous aceptó no divulgarla, pero quería que hiciésemos una gestión con Nin, para
discutir con él las condiciones de nuestro ingreso y para preguntarle si nos autorizaría
formar una fracción en el seno del POUM. Construirla, esa era nuestra tarea, nuestra
encarnizada lucha de cada día, yo proponía pues hacer una declaración que sería publicada
en La Batalla, e ingresar como bolcheviques-leninistas. Veríamos luego lo que sucedía y
quien estaba en nuestra contra. En ese momento, los camaradas decían que nuestro

141
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

desacuerdo no tenía importancia. Yo me daba cuenta que pocos camaradas comprendían la


situación española y que el Secretariado Internacional, sin Trotsky, no sabía qué decir ni
qué hacer.
Tal era, entonces, la situación de los bolcheviques-leninistas en España.
Luego, Rous, se presentó al Comité Ejecutivo del POUM. Dijo: “soy Rous”, y Nin
y Andrade no quisieron saber nada con él.
Pese a todo, yo dije: “Hay que ir al POUM, voy a proponerles la colaboración de
los bolcheviques-leninistas, y si no aceptan, dimitiré como delegado político; si queréis
que dimita enseguida como muestra de solidaridad, estoy listo a hacerlo”.
Fui pues al Comité Ejecutivo del POUM y le dije a Nin: “Estáis de acuerdo en que
colabore con vosotros. Hay que aceptar una reunión con los representantes del
Secretariado Internacional y considerar [la posibilidad de] una colaboración con el
camarada Trotsky, sino me veo obligado a presentar mi dimisión”.
Dos horas después, Rous, Sabas y yo participamos en una reunión general del
Comité Ejecutivo para tratar de establecer una colaboración entre los bolcheviques-
leninistas y el POUM. Se decidió que la colaboración con el POUM continuaría de forma
independiente en cuanto a los problemas políticos, pero desde el punto de vista militar,
todo el trabajo debía depender del Comité Ejecutivo del POUM. En lo que concierne a la
colaboración con la fracción BL internacional, el camarada Trotsky, cada semana, enviaría
artículos sobre la situación española, que La Batalla publicaría en primera página. Tras dos
horas de discusión, la colaboración [de los BL con el POUM] había sido aceptada.
Solicité pues celebrar una asamblea general en el Cuartel Lenin, en el curso de la
cual sería elaborada una declaración destinada a explicar el ingreso de los bolcheviques-
leninistas en el POUM, no una declaración de principios, sino una declaración sobre los
problemas esenciales de la revolución española, sobre los problemas del partido y sobre la
situación internacional.
Yo creía, antes de empezar esta reunión, que estaba de acuerdo con Rous y el resto
de camaradas, pero, con gran sorpresa, una vez hube terminado mi informe me encontré
solo cuando afirmé: “Hay que ingresar en el POUM”. Al final de la reunión, un camarada
me dijo: “Todo el mundo dice que eres un agente del POUM”.
En las dos asambleas que hemos hecho, Rous y los demás no han aportado ninguna
opinión política contraria al ingreso en el POUM.
LA PARTICIPACION DEL POUM EN EL GOBIERNO BURGUES.
Algunos meses después, el POUM decidió participar en el primer consejo
económico que se formaba en la Generalidad. Fue el primer desacuerdo entre Nin y yo. Le
dije [a Nin] que el POUM debía conservar una posición independiente frente a la
Generalidad y que a través de los comités obreros, campesinos y de soldados debían ser
tratados todos los problemas económicos, no de la Generalidad, sino de la revolución. Nin
me dijo que no estaba contra esto, que era una opinión por lo demás justa. Así pues,
incluso entonces, el POUM no había excluido nuestra colaboración.
La guerra continuaba y los bolcheviques-leninistas que llegaban de todos los países
eran enviados al frente. Los camaradas que conocían las cuestiones políticas, se las
arreglaban para que no me vieran. Por ejemplo Cheron, al que enviaron a Madrid...
Cuando llegó Molinier, el SI propuso devolverlo inmediatamente a París.
Rous me convocó cuatro o cinco días después a una reunión para nombrar un
comité de colaboración con el POUM, comité que debía dirigir todo el trabajo de los BL.
[...] Pero sólo había dos camaradas para formar este comité. Uno de ellos me fue
presentado como el representante de la IV Internacional, mientras que, algunos días antes,

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

Rous, al hablarme de él, me había dicho que era un simpatizante surrealista68. Del otro, me
dijo que se trataba de un antiguo camelot del rey69 [militante fascista], al que no había que
introducir demasiado en los temas políticos. A la reunión asistieron, además de estos dos
camaradas, Sabas y yo. Al llegar a la reunión Sabas me dijo: “regreso a París porque veo
que aquí no puedo hacer nada y Rous no ha comprendido nada. No puedo decir nada
contra él, y lo mejor es que me vaya”. Durante la reunión declaró efectivamente que
regresaba a París.
En cuanto a mí, en cuanto vi a estos camaradas, dije que no podía aceptar el
ingresar en ese comité porque no tenía ninguna base. Tres días después, Rous regresó a
París y cesó mi colaboración con el POUM.
En septiembre empezó la lucha contra los comités obreros, campesinos y de
soldados, y el POUM decidió participar en el gobierno de la Generalidad, presidido por
Companys, con unos ministros provocadores y asesinos de los más odiosos que existían en
Cataluña, además de tres o cuatro anarquistas de la CNT-FAI, que constituyeron un
gobierno con Comorera.
Andrés Nin había declarado que era imposible no participar, que era necesario
participar y tratar, desde el interior, de romper el gobierno. Fue la última vez que hablé con
Andrés Nin. A pesar de todo, Andrade era partidario aún de una colaboración con nosotros
y había definido la posición de Nin como una posición centrista, y decía que había que
luchar contra la posición centrista del POUM. “Hay que hacerse oír (decía), hay que
escribir enseguida a París”.
El POUM había traicionado al participar en el poder, y los bolcheviques-leninistas
debían unirse a todos los camaradas de base del POUM. Para esto había que sacar un
diario, era necesario un órgano bolchevique-leninista contra la participación del POUM en
el poder. Yo intenté todavía escribir a París y rehacer un grupo BL en Barcelona, pero no
hubo nada que hacer.
Cuando la Generalidad fue restaurada, su primero acto fue el de publicar un decreto
ordenando que en 48 horas todos los comités, cualquiera que fuese su nombre: comités
antifascistas, comités populares, comités revolucionarios sean disueltos y que en su lugar
sean restaurados los antiguos ayuntamientos dependientes de la Generalidad, es decir, con
participación de la burguesía.
Todos los partidos obreros han trabajado conscientemente contra la revolución
proletaria en España, han ido contra la clase obrera española y en lugar de armar a los
obreros contra la burguesía, en lugar de organizar un órgano independiente, han restaurado
los órganos de poder del Estado y toda su antigua burocracia. En muchos lugares había
incluso hombres que habían dado orden de disparar contra los obreros antes de la
revolución.
A fines de septiembre, casi todos los comités constituidos durante dos meses y
medio, y por los cuales muchos obreros habían perdido sus vidas en una terrible lucha,
habían sido disueltos y reemplazados por los ayuntamientos.

***
Durante los tres primeros meses de la revolución, el stalinismo casi no existía. La
posición que había adoptado frente a la revolución era la de no participar. La política no

68
Se trata de Benjamín Péret.
69
Se trata de Stelio, seudónimo de Matteo Renato Pistone, elemento muy dudoso que probablemente era un
agente de la GPU.

143
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

intervencionista de las organizaciones stalinianas era la de no intervenir con fuerzas de


otros países en España.
En este momento se plantearon una serie de problemas, pero el problema más
importante era el de los procesos de Moscú.
Hicimos llamamientos y presentamos resoluciones... los stalinistas empezaron su
lucha contra los “troskistas”, en Madrid aplastaron al POUM.
Las escasas posibilidades de trabajo político que podían emprenderse fueron
anuladas por la incapacidad y la ignorancia del Secretariado Internacional, con la ayuda de
maniobras miserables y acusaciones estúpidas contra los dirigentes del POUM, a quienes
se acusaba, entre otras cosas, de querer fusilar a los BL. Es natural que cuando se acusa a
un partido de crímenes de este tipo, una colaboración con él sea imposible...
No hay que olvidar que en la relación de fuerzas existentes, el POUM era en
España, el único partido que tenía una base proletaria y que podía comprender nuestra
terminología marxista y la crítica leninista, y ante el que podía plantearse el problema de
un partido verdaderamente revolucionario.
El grupo de los BL que se ha intitulado: “Sección de la IV Internacional”, aislado
de los elementos marxistas del POUM, nos reserva grandes sorpresas, a causa de sus falsas
posiciones políticas hacia el anarquismo de “Los Amigos de Durruti”. Este grupo,
pretendida sección de la IV Internacional en España, compromete a los BL, la noción de
partido revolucionario y de la IV Internacional... Hemos hecho cuanto nos ha sido posible
por unir a los BL en España; por construir una organización sana, sobre principios sólidos,
con posiciones justas sobre el problema de la revolución, y una orientación revolucionaria;
pero no ha sido posible. Todo ha sido comprometido por la política de “ultimátum”, por el
régimen interior de exclusión sin discusión, y por la dimisión del grupo oficial BL de las
milicias antifascistas. En tanto que responsable político militar de la columna internacional
hice todo lo posible para impedir esta dimisión.
[...] Una vez fuera del gobierno de la Generalidad el POUM se encontraba de
hecho en la oposición, pero sin una política revolucionaria marxista, sin orientación ni
perspectivas. El POUM se puso a teorizar la conquista del poder sin lucha armada;
mientras los estalinistas tomaban ese poder por el terror de las armas. A través de su
órgano, el boletín Le Soviet, nuestro grupo intervino para hacer comprender a los militantes
del POUM el peligro que les amenazaba. Pero divididos en dos grupos, BL “oficiales” y
BL del “Soviet”, no se podía jugar un papel político eficaz. Pero no era eso todo... La
“sección de la IV Internacional”, a causa de su orientación aventurera hacia los anarquistas
de “Los Amigos de Durruti” y de sus absurdos e injustos ataques contra el POUM [...] no
hizo más que desacreditar todavía más las ideas BL. Y después de haberse alejado del
POUM y reducirse a un pequeño grupo, después de haber dimitido de las milicias
antifascistas, fue entonces cuando el SI ordenó el ingreso de la sección BL en el POUM,
después de haberlo rechazado en el mes de agosto. Esta trayectoria realizada por un grupo
sin bases, desacreditado, no podía alcanzar ningún resultado...
Tras todos estos errores, el Secretariado internacional creyó aportar una solución a
los problemas de la revolución con documentos sobre generalidades, estereotipos y lugares
comunes, buenos para todo tiempo y lugar. [...]
Después de los hechos de Mayo, el Secretariado internacional vino a Barcelona,
solicitando ver a los camaradas del grupo “Le Soviet”. Se decidió mantener una entrevista
con el camarada Emiliano Vigo70 para decidir la fusión y la refundación de la sección
bolchevique-leninista de España.

70
Emiliano Vigo y Fosco son dos de los seudónimos utilizados por Nicola Di Bartolomeo.

144
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

Los camaradas del grupo “Le Soviet” pusieron dos condiciones: debía darse una
vida política a la organización y asegurarla contra la represión, sobre la base de la lucha
por la reconstrucción de un partido revolucionario.
Estos problemas, a causa de la incomprensión del Secretariado Internacional y de la
heterogeneidad del grupo BL compuesto por elementos irresponsables, no pudieron
solucionarse.

***
Los errores del POUM sobre el problema del poder, al considerar los órganos del
Estado aplastados por la revolución, y la posibilidad de conquistar el poder sin
insurrección durante los meses de febrero, marzo y abril, no han sido errores de táctica,
sino “errores” de doctrina sobre el problema del estado de la dictadura del proletariado.
Sobre este problema, el POUM no tenía una posición revolucionaria. El POUM que había
participado en el poder y aceptado para ello la disolución de los comités revolucionarios,
sostenía, en un período de estancamiento revolucionario y de preparación ofensiva de la
contrarrevolución, la conquista del poder sin lucha armada gracias a los sindicatos de la
CNT.
El único grupo (demasiado débil para hacerse oír) que hizo una crítica marxista en
su órgano Le Soviet sobre el problema del estado, excluyendo la conquista del poder en esa
situación, y advirtiendo de los peligros de la contrarrevolución que levantaba cabeza, ha
sido nuestro grupo. Entre tanto la “sección de la IV Internacional” teorizaba la toma del
poder con los anarquistas... sin comprender que era necesario orientarse hacia el POUM
para conquistar a las masas, para situarlas en un terreno defensivo.
La semana de Mayo, para un marxista que haya seguido de cerca los
acontecimientos de España, no fue una sorpresa: había que esperar una provocación para
aplastar al proletariado de forma total, porque pese a la reorganización del poder [burgués],
a pesar del refuerzo del frente popular, los obreros permanecían armados, las milicias
obreras estaban armadas. Había pues que desarmar al proletariado; había que perseguir a la
vanguardia revolucionaria; había que poner fuera de la ley a los partidos que no quisieran
reconocer la “nueva” legalidad.
Los acontecimientos se precipitaron. El stalinismo organizó la provocación. Es la
primera vez que la clase obrera de Barcelona se encuentra enfrentada, en lucha armada, al
Frente Popular: la democracia, el stalinismo y el reformismo se encontraban al otro lado de
la barricada. La semana de Mayo cierra el ciclo histórico revolucionario del proletariado en
España. Esta “semana de mayo” ha sido una experiencia nueva, que demuestra que sin un
partido revolucionario no se pueda alcanzar la victoria. La revolución podía haberse
defendido y ganar con una política revolucionaria y un guía. [...]

1.79. Fosco: “Renseignements sur l’activité des B.L. en Espagne et


leurs Enseignements”. [“Informaciones sobre la actividad de los BL en
España y sus enseñanzas”]. Bulletin Interieur d’informations nº 2, P. C.
Int. français (15 octobre 1938)
Acabo de conocer la existencia de un informe “interno” sobre la actividad de los
bolchevique-leninistas [BL] oficiales en España, informe realizado por camaradas de una
fracción BL del PSR belga, al que es necesario responder para evitar que continúe la
confusión y la falsedad sobre la actividad de los BL en España... Lo primero a subrayar en
este informe es la ausencia de una base política, de una crítica BL sobre los problemas de

145
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

la guerra civil, las posiciones tomadas por los BL oficiales, por el SI71 en España, tanto
frente a la revolución como frente al POUM.
Con estas notas y con lo que ha sido publicado en Le Soviet de Barcelona, en La
Commune y La Verité, quiero clarificar algunos de estos problemas y demostrar al mismo
tiempo la actividad de los dos grupos BL, los errores e “intrigas” y alguna cosa más del
grupo BL oficial.
En relación a la cuestión personal que me concierne, es decir, “de haber hecho de la
calumnia y la descalificación armas políticas” como se ha hecho en el informe de los
camaradas belgas, yo abreviaría... pero siempre que hiciera comprender mejor la actividad
y los errores de los seudo BL en España.
Siempre he considerado que las cuestiones personales, tratadas con ligereza (como
hacen los camaradas belgas) permiten que la mayor confusión, la calumnia, la
falsificación, se transformen no sólo en una arma oportunista, sino que se conviertan en el
medio de penetración de la provocación de la Gepeú y de la provocación policíaca a
secas...

***
Quien lea el informe de los camaradas belgas, creerá que los BL oficiales en
España no han hecho más que intrigar y que los responsables no eran otra cosa que
intrigantes de marca, etc... Si planteamos el problema de esta forma la política
contrarrevolucionaria del POUM encontraría una justificación en todo y para todo... Los
análisis de los camaradas belgas son falsos de cabo a rabo, tanto en sus informaciones,
como en la política del POUM, como en los desacuerdos sobre el POUM o los problemas
de la revolución.
Algunas palabras sobre la llegada del los BL belgas a España. [...] Sin excepción,
todos los camaradas belgas llegados a Barcelona eran portadores de una carta de
presentación a Nin, ya fuera personal o colectiva, firmada por Víctor Serge. Una
resolución del CE del POUM decidió a la vista de estas cartas que ningún camarada
proveniente del extranjero debía “hacer perder el tiempo” a los miembros del CE del
POUM y que F[osco] había sido encargado por el CE no sólo de informar a los camaradas
“trosquistas”, sino a todos los camaradas “extranjeros” llegados al POUM. Ciertamente los
camaradas belgas demostraron, más que el resto de camaradas, su descontento cuando esta
decisión les fue comunicada. No está de más a este propósito hablar de algunos hechos
significativos. El camarada Landau escribió al POUM para venir a España. Nin me dio la
carta y me preguntó lo que pensaba. Algunos días después le dije a Nin que sería bueno
hacer venir a Landau, que había sido expulsado de Francia por razones personales. Nin me
respondió que podía hacerlo bajo mi responsabilidad y le respondí que lo pensaría.
Algunos días más tarde hablo con Andrade y le digo de hacer venir a Landau. De
acuerdo con Andrade hacemos las gestiones necesarias y en unos días Landau está en
Barcelona. Nin me dijo que le había causado una buena impresión, mientras yo le dije a
Nin que me había causado una mala impresión.
Sucedió lo mismo con una carta de Sedov, traída por Rous, que expresaba su
voluntad de venir a España “dispuesto a ponerse a disposición del trabajo militar del
POUM”... Nin me dio la carta y me dijo que hiciera lo que quisiera, aunque yo insistí en
saber lo que él pensaba. Nin me respondió que conocía bien a Sedov y que no creía que
conociera nada de cuestiones militares... y que sería mejor esperar, pero que yo podía
decidir lo que quisiera.

71
Secretariado Internacional de la IV Internacional.

146
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

Discutí el caso con Rous, que me aconsejó no hacer venir a Sedov a Barcelona en
aquel momento y esperar uno más oportuno.
Lo mismo sucedió con la llegada del camarada Molinier a Barcelona. Después de
hablar con Nin me dijo que hiciera lo que quisiera. Rous, enfurecido por esto, me pidió que
lo enviara inmediatamente de regreso a París. Tras una discusión con el camarada
Molinier, le hice comprender las razones para no romper los contactos con el Viejo [por
culpa] de su salida de París. Al día siguiente Molinier marcha y se mantiene en contactó
conmigo.
Podría enumerar muchos más hechos de este tipo.
El Secretariado internacional en Barcelona.
La información dada por los camaradas belgas sobre el trabajo de fracción con los
camaradas del POUM (Andrade estaba de acuerdo) hecha por Rous y Peret en Madrid, no
sólo no es cierta, sino que constituye una invención fantástica y puramente imaginaria...
No sólo Rous no ha esbozado ningún trabajo de fracción, ni en Madrid ni en Barcelona,
sino en el momento de que se trata, ni Nin ni Andrade querían hablar con Rous ni en
Barcelona ni en Madrid.
Por el contrario (incluso antes de que Rous-Peret salgan para Madrid), se habían
presentando con Sabas al CE del POUM en Barcelona, que había rehusado recibirles. Tras
este rechazo, Rous me había preguntado qué debía hacer, puesto que se le había pedido
que abandonara también el Hotel Falcón.
Le respondí que esta actitud no era una cuestión personal, sino una cuestión
política que incluía a todos los BL en sus relaciones con el POUM. Fui pues encargado de
hacer las gestiones necesarias para hablar con los ex-izquierda comunista del CE del
partido, para una discusión entre el SI y los camaradas del POUM, fueran o no del CE.
En esta discusión empezaron a manifestarse mis desacuerdos con Rous del SI sobre
la actitud de los BL hacia el POUM, y sobre los problemas de la revolución y de la
reconstrucción del partido.
A su llegada a Barcelona, Rous me había presentado a Peret como simpatizante de
la IV internacional y a Sabas como miembro del comité regional del POI en París. Dos
semanas más tarde, Rous nombraba a Peret representante de la IV Internacional en
Barcelona; se había declarado mi ruptura con el SI.
Las fracciones del SI controlan la llegada de S a Barcelona.
Durante este tiempo “Stelio” se presenta... acusado algunos meses antes por el
partido maximalista italiano de ser un agente de la policía italiana. La investigación llevado
a cabo por mi, en oposición a Blasco, fue admitida por la fracción del grupo BL, el grupo
“Nostra parola” del que yo era secretario, en el partido socialista italiano.
Este Stelio presenta una carta de Blasco, recomendándomelo como un BL que “se
había reformado”... Poco tiempo después Stelio pidió hablarme en secreto para
comunicarme que había sido enviado a Barcelona para controlar a Rous, en nombre del SI
(Blasco-Naville)... Ante esta declaración inesperada por parte de un joven que unos meses
antes era todavía un estudiante fascista en Roma, pasado a los BL con todas las reservas, y
que venía a controlar un miembro del SI en nombre del SI, pensé que era necesario ver qué
se escondía detrás de todo esto para tomar decisiones radicales. Convoco a Rous y le
pregunto si nos encontrábamos en el partido staliniano, en el que reina la GPU, o en los
BL, y que quiero saber cuál de los dos representa al SI. El mismo día Stelio aprovecha la
ocasión para robar de la mesa del despacho una carta dirigida a Molinier en París y se la da
a Rous. Este Stelio es el único BL a quien Fosco ha advertido que con un nuevo acto de
este tipo se arriesgaba a que los milicianos le acompañaran hasta la frontera. Pese a todo se
llegó al acuerdo de considerar a Stelio como un inofensivo charlatán y enviarlo a París.
Pero mis relaciones con Rous habían empeorado. Por la noche hablo con Nin y Andrade

147
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

para una discusión con el SI y establecer las modalidades de una colaboración BL con el
POUM. Nin estaba decidido a no hablar con Rous, pero ante mi insistencia y dada la
importancia política que yo concedía a tener relaciones y una colaboración con el Viejo,
Nin y Andrade aceptaron una discusión con el CE, pero no como fracción. Fue en esta
ocasión cuando yo declaré a Nin que abandonaba mi trabajo, a lo que Nin respondió “que
solamente después de una discusión en el CE para establecer las relaciones de los BL con
el partido, se podía discutir el otro problema, y que por esta razón yo debía continuar mi
colaboración”. En efecto, por la mañana, convocado un pleno del CE, se discute las
proposiciones de Rous en nombre del SI. Ni Andrade ni Nin participaron en la discusión.
Peret en calidad de simpatizante no ha participado en la reunión.
En su informe, Rous propone: 1º.- la incorporación de todos los BL en las
formaciones armadas del POUM, 2º.- una colaboración del Viejo en La Batalla; 3º.- una
campaña internacional de las fuerzas BL en favor de las milicias obreras del POUM, etc...
Puede decirse que este acuerdo fue seguido a la letra; el primer mes (agosto) los BL
habían ganado una gran influencia en las masas del POUM, lo que habría podido asumir
una formidable importancia si el SI hubiese tenido una política justa sobre los problemas
de la revolución y una táctica leninista hacia el POUM.
¿Cuál era la política del SI y su posición respecto al POUM?
A su llegada a Barcelona, Rous y Sabas habían traído el último número de La Lutte
Ouvrière que reproducía la carta del camarada LD [Trotsky] sobre el POUM y contra “los
traidores Nin y Andrade” para distribuirla entre los BL y el POUM. Esto por si sólo
bastaría para condenar toda la política del SI y del POI sobre los problemas de la guerra
civil en España y particularmente con el POUM. Esta carta la conocen todos los BL.
Denuncia justamente la política frentepopulista del POUM en 1935, la fusión del BOC
con la Izquierda comunista, condena a Nin y Andrade por su política centrista, a remolque
del catalanismo maurinista, etc. ¿esta carta era justa?: Sí. ¿Debía ser publicada y difundida
en ese momento?: No. Tal ha sido mi posición contra Rous y los SI que considero que ha
sido justa.
En la discusión, me opuse a la difusión de La Lutte Ouvrière que contenía la
famosa carta. No exagero si digo que los camaradas BL no tenían idea de cómo debían
proceder. Pero se decidió no difundir la carta. Con esta carta empezó la discusión de la
actitud que los BL debían tomar ante el POUM, de la posición política que había que
asumir para poder fijar una justa orientación revolucionaria y una perspectiva adecuada
respecto a la guerra civil, sobre el problema del partido.
Resumiré en breves palabras la posición que defendí en esta discusión, y de la que
he continuado sacando consecuencias a través de Le Soviet, publicado durante año y medio
en Barcelona.
La entrada de los BL en el POUM (tras haber operado una selección de nuestros
cuadros, elaborada una declaración política, que explicaba las razones de la entrada de los
BL en el POUM, y fijada las posiciones sobre los problemas de la guerra civil y del partido
de la IV Internacional) suponía la constitución de un centro internacional BL en Barcelona,
para conducir la lucha en un nivel marxista-revolucionario, contra las dos fracciones
centro-derecha del POUM, para la “reconstrucción” desde el interior del POUM, y desde
el exterior, de un partido bajo la bandera de la IV Internacional. Esta era la única vía justa
para preparar al proletariado en la lucha por el poder, contra la política centrista del POUM
y su antifascismo frentepopulista. La tarea principal de los BL consistía en unir las fuerzas
revolucionarias de la CNT-FAI y del POUM en los “comités revolucionarios”, contra la
política de participación del anarcosindicalismo y del POUM que, a causa de esta política,
habían aceptado la disolución de los “comités revolucionarios” en el mes de septiembre. Y
esto pudo hacerse porque no ha existido ni fuera, ni sobre todo dentro del POUM, una

148
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

oposición revolucionaria contra la disolución de los comités, que sólo los BL podían
construir si se hubieran encontrado en el POUM en ese momento. Es cierto que una
política justa hecha desde el interior del POUM por los bolcheviques-leninistas, habría sino
impedido, por lo menos obstaculizado enormemente la disolución de los comités, así como
la participación del POUM en el poder burgués.
Incluso admitiendo que tampoco esto se hubiera podido impedir, es cierto que una
oposición de tal alcance político hubiera permitido la construcción de las bases de un
nuevo partido de la revolución.
Para defender estas posiciones tuve que luchar contra la incomprensión de la
mayoría de camaradas y contra el oportunismo y aventurerismo de Rous y del SI.
De estas “lecciones de España” el Viejo no ha hablado para extraer las enseñanzas
de la “última advertencia”.
Es cierto que Rous no se ha opuesto abiertamente a mis posiciones, pero ha
saboteado su realización con el pretexto de que la ex-Izquierda Comunista no había
querido aceptar la constitución de la fracción BL.
Para no romper, incluso había aceptado la proposición de Rous de discutir primero
con la ex-Izquierda Comunista [ex-IC] sobre la constitución de la fracción, y ver los
resultados. Rous y Fosco se encargaron de proponer a los ex-IC, Nin, Andrade, Molins,
este proyecto de fracción. En nombre de la ex-IC, Nin y Andrade encomendaron a Molins
entrevistarse con los BL. La discusión sobre este problema se hizo en la redacción de La
Batalla estando presentes Rous y Fosco por los BL y Molins por la ex-IC.
En nombre de su fracción Molins declaró que no podía aceptar nuestra proposición
de constitución de una fracción en el POUM, que debíamos atenernos a los acuerdos
tomados por el CE del partido, y que los BL podían entrar en el partido sin ningún
obstáculo.
¿Las razones de este rechazo? Hay que tener en cuenta sobre todo las posiciones
centristas de la ex-IC tras la ruptura de los BL en 1935 y su fusión con Maurín para crear el
POUM, de no aceptar el trabajo de fracción con formaciones políticas ajenas al partido;
pero el método burocrático de mando desde arriba, de la infalibilidad del SI, por la
incomprensión de una serie de problemas tácticos, etc... han facilitado el deslizamiento de
la ex-IC hacia el oportunismo más peligroso de la traición.
Tras este desgraciado encuentro, Rous empezó la lucha abierta contra Fosco,
acusándolo de todo, de querer hacer entrar a los BL en el POUM para liquidar la IV
Internacional en España, y de ser un agente del POUM, que sus proposiciones de hacer
entrar a los BL en el POUM se hacían de acuerdo con los traidores de la clase obrera (Nin,
Andrade, etc...) para luchar contra Trotsky y los verdaderos BL... como Rous.
Desde el mes de agosto la lucha entre los BL es un hecho, que beneficia a la
fracción centro-derecha del POUM: Gorkin, Bonet, Arquer, Rovira, etc... y disgusta a los
camaradas del POUM que simpatizan con los BL y la IV Internacional.
El mejor informado sobre todos estos tratos era Andrade, que acosaba a fondo a los
propios camaradas de su fracción, para facilitar la entrada de los BL en el POUM, para
tener contactos directos con el Viejo. Los tres telegramas que enviamos al Viejo jamás
obtuvieron respuesta.
Nin tampoco ignoraba nuestros proyectos y a decir verdad, no se declaró nunca
durante los dos primeros meses de la guerra civil contra la entrada de los BL en el POUM,
ni contra la IV Internacional, de la que se sentía más próximo de lo que estaba del Buró de
Londres.
Y si el POUM, es decir la ex-IC, debía llegar a adoptar una hostilidad declarada
contra la IV Internacional, esto fue a causa de las falsas posiciones del centro internacional
y de su falta de una perspectiva revolucionaria sobre los acontecimientos españoles.

149
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

Después de esto, mi situación fue aún más complicada; tras mi ruptura con el SI
Andrade y Nin me habían pedido que hiciera una declaración e ingresara en el POUM, lo
que para ellos era la única solución apropiada. El propio Gorkin había sido el encargado de
verme y plantearme la cuestión de mi adhesión al partido, después de la publicación de mi
declaración.
A estas “presiones” yo había respondido a Andrade que habría podido entrar en el
POUM con una perspectiva política BL, al mismo tiempo que una fracción internacional
de la IV Internacional, pero nunca personalmente; pero que yo no seguiría al SI porque
mantenía falsas posiciones sobre una serie de problemas de la revolución, y que el POUM,
sin una fracción bolchevique-leninista, sólo podía jugar un papel oportunista y
contrarrevolucionario.
Fue el 9 de octubre cuando hablé por última vez con los camaradas del CE del
POUM.
Información importante.
Siempre he considerado la lucha política por la construcción de la dirección
revolucionaria de la clase obrera, en España particularmente por las tradiciones
anarcosindicalistas, como un serio problema que debía hacerse metódicamente y sobre una
base doctrinal.
Por esto había sostenido que un partido revolucionario, que debía ser construido en
el proceso revolucionario de la guerra civil, no podía plantearse en el vacío, al margen del
POUM y en “oposición” a la ex-Izquierda comunista. Aún hoy, teniendo en cuenta todos
los cambios introducidos por los acontecimientos, considero que la entrada de los BL
españoles en el POUM es justa.
Ya tendré tiempo de volver sobre este problema y de tratarlo a fondo. La primera
operación que debían hacer los BL en España en el mes de agosto era la entrada en el
POUM.
Hacer lo que ha hecho Rous y el SI, plantear el problema de la construcción del
partido al margen del POUM y contra “los traidores” de la ex-IC, aunque sea con una
“gloriosa” sección Munis-Zanon, etc... era no sólo hacer un aventurerismo de lo más
peligroso, sino que constituía el mayor sabotaje para la construcción de un partido
revolucionario, si se tiene en cuenta que esto se hacía operando una escisión con los viejos
BL del grupo “le Soviet”, camaradas de los más seguros y capaces.
Cuando la “gloriosa” sección se ha transformado en una máquina de guerra del
Gepeú contra la IV Internacional, ¿quién puede sorprenderse?
No hay que olvidar que nuestras relaciones con el POUM (con la ex-Izquierda
comunista) en los primeros dos meses del movimiento eran muy buenas.
Rous, a su llegada a Barcelona, participó conmigo en el primer mitin del POUM.
En la misma sala, de acuerdo conmigo, escribió una nota para saludar al proletariado
español en nombre de la IV Internacional. Yo mismo llevé la nota al Presidente para
hacerla leer. Nin me preguntó de que se trataba; le respondí que era el saludo del centro de
la IV Internacional al proletariado español. Cuando Nin acabó de hablar, en tanto que
último orador, diciendo que la vía justa de la revolución socialista era la de Lenin y
Trotsky, leyó él mismo el saludo de la IV Internacional. Al canto de la Internacional el
mitin terminó con la sala entera el puño alzado aclamando a Lenin y Trotsky.
A fines de agosto, cuando Nin empezó a deslizarse... Andrade me propuso
organizar la fracción para combatir contra el centrismo de Nin. Esta fracción no se ha
podido construir sólo por la política antileninista y estúpida del SI.
Otros hechos característicos: en el cuartel Lenin en Barcelona, Pivert no pudo
hablar como hubiera querido Gorkin, porque de acuerdo con Andrade que se encontraba en
la sala, yo había pedido la palabra para denunciar la política de traición de Pivert y su

150
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

complicidad con Blum, a propósito de la “no intervención”, etc... Gorkin me dijo que para
evitar una “polémica” Pivert no hablaría pero que yo no debía insistir.
La lucha que he llevado contra los Collinet y sus amigos reformistas centristas para
echarlos de los boletines de información del POUM dirigidos por mí, así como del Hotel
Falcón (lo cual conseguí) y las luchas contra los sapistas, los maximalistas y los
brandlerianos para no dejarles ocupar puestos de dirección, fue conducida de acuerdo con
Andrade y Nin hasta mediados de septiembre.
Cuando el camarada Wolf (y Moulin) enviados por el SI y por el propio Rous
(Rous ha reconocido esto personalmente en una confrontación del PCI en París) se
presentaron en mi casa en Barcelona, después de los acontecimientos de mayo,
proponiéndome la fusión con la “sección”, declarando que yo había tenido razón al ciento
por cien, pero que debía hacer una declaración contra el PCI y contra La Commune.
Respondí que jamás me había prestado a ese tipo de maniobras de baja política y que si la
unidad debía hacerse mediante un compromiso de tal bajeza, prefería continuar solo la
lucha.
En pocos días Wolf comprendió que la “gloriosa” sección no era más que un grupo
de crápulas y declaró que Fosco tenía razón cuando proponía una revisión de los cuadros,
antes de meterse a trabajar... Sólo que ya era demasiado tarde... y él mismo debía pagar su
imprudencia con su vida, igual que Moulin... No sé si Wolf fue enviado por el camarada
LD, pero todo hacía suponerlo.
En mi opinión si Wolf hubiese podido decidir con su visión de lo que había visto
en Barcelona de la crisis de los BL y si no hubiera sido embrollado en la política de
“balance” del SI, habituado al maniobrerismo, estoy seguro no sólo de que no hubiera sido
vendido y asesinado por la Gepeú, sino de que ahora podría existir en España un fuerte
grupo, fracción de los BL, luchando por el programa de la IV Internacional, en el interior y
fuera del POUM, y no el actual espectáculo de bancarrota.
Y pese a todo, aún se puede empezar, pero planteando el problema español sobre
bases claras, en el plano internacional de la crisis de los BL, para dar una solución justa al
problema en su globalidad.
ALGUNAS PALABRAS SOBRE UNA POLEMICA CRUX-VEREECKEN.
Para comprender los errores de los BL y del SI en los problemas de la revolución y
del partido en España es imposible seguir el razonamiento del camarada Crux72 contra los
camaradas VEREECKEN, Sneevliet. El camarada Cruz cree que para comprender la
tragedia de la vanguardia del proletariado en España es suficiente con conducir una lucha
contra las falsas posiciones del camarada Vereecken, y en particular de Sneevliet sobre la
cuestión del POUM. Olvidando el resto...
Lo cierto es que durante todo el tiempo que duró mi colaboración con el CE del
POUM, julio-agosto-septiembre, el POUM ha mostrado siempre hacia los BL, o quienes
se definían como tales, consideraciones de respeto y un trato mejor que hacia el resto de
fracciones obreras que llegaban al POUM.
Que el boletín del POI haya publicado que el POUM quería fusilar a los BL, sólo
puede prestarse a dos hipótesis: o bien que la Gepeú y la provocación policial ha jugado
bien sus cartas, o bien que los dirigentes del POI son cretinos y canallas sin escrúpulos.
Las represalias y expulsiones del Hotel Falcón de camaradas BL [...] son
invenciones [...]. La salida de camaradas belgas para el frente para sumarse a la columna
“Lenin” era no solamente normal, sino el único acuerdo aún en vigor entre el POUM y los
BL, que fue roto en el mes de octubre a instigación de la política idiota del POI, es decir,
de la dimisión en masa de todos los BL de la columna del POUM.
72
Seudónimo de Trotsky.

151
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

Y esto ha sido confirmado por la orientación tomada por los BL oficiales de ir


hacia la CNT, la FAI y los “Amigos de Durruti”, que yo he combatido en Le Soviet, y
luego en La Commune.
Esto ha sido una nueva prueba de la política sin principios, en zig-zag, de los
dirigentes del POI y del SI sobre los problemas de la revolución en España, que tanto daño
ha hecho a la clase obrera internacional.
Y AHORA EL “CASO” FOSCO.
[...] Es completamente falso afirmar que el POI organizó el grupo BL en
Barcelona, que no existía realmente durante los primeros meses del movimiento, cuando
además todos los esfuerzos para constituirlo fueron saboteados por el POI cuando Rous
llegó a Barcelona.
Fosco no tenía necesidad de “suprimir” a nadie para defender su plaza por el
simple hecho (sin tener en cuenta otros) que F. había sido designado por escrito, por el CE
del POUM (firmado por Nin), independientemente de cualquier otra asamblea del partido
o de los BL, delegado político del CE del POUM para el control y dirección de los
“extranjeros”.
El camarada Crux ha llegado incluso a justificar la falsa política del SI y a “cubrir
con toda su autoridad internacional, la política de la gloriosa sección BL de Barcelona”
tanto respecto al POUM como en cuanto al resto de los problemas de la guerra civil.
Y esto quiere justificarse porque Trotsky había hecho, antes de los acontecimientos
de julio, una crítica justa contra el POUM y la ex-Izquierda Comunista por su política
frentepopulista, etc... Si se plantea el problema de esta forma, el problema de los BL para
precisarlo mejor, el SI tendría siempre razón pero sería imposible pensar en querer
comprender los errores si los hubiera.
Pero el mayor error del camarada Crux, mal informado por los secretarios del SI,
radica en defender una “sección de crápulas”, de gentes sin principios cuya constitución ha
sido operada, provocada, por el SI con la expulsión de Fosco de los BL “oficiales”.
La constitución de los BL se debe más al trabajo de provocación de la Gepeú, que a
la política justa de los BL de Barcelona; o del SI, que ha demostrado una incapacidad
verdaderamente criminal en los más importantes problemas de la revolución. Sobre esto,
existen una serie de documentos publicados por mí en Le Soviet durante un año y medio en
Barcelona, así como otros documentos aparecidos en La Commune y La Verité, etc... [...]
Una solución adecuada al problema de la construcción del partido y sobre el
POUM, en el curso de la guerra civil, estando los BL organizados en fracción en el
POUM, [era la de] abrir fuego contra el centro y la derecha, para su exclusión del partido,
salida del Buró de Londres, y adhesión al centro por la IV Internacional.
Tuve ocasión de hablar de esta cuestión con Molins en París, y a pesar de la
experiencia de la bancarrota de su partido, él todavía considera justa la posición que
defendió en Barcelona en presencia mía y de Rous.
¿Cómo se explica que ni Vereecken ni Crux hagan alusión alguna a la crisis de los
BL en Barcelona? Quizás porque ignoran lo que ha pasado en Barcelona. Yo creo que
forma parte de los métodos del SI y de los camaradas que tenían interés en guardar silencio
sobre la crisis de los BL en Barcelona.
UN CHISMORREO DESALENTADOR EN LAS FILAS BL.
La declaración de Stelio de que el POUM quería hacer fusilar a Pino, acusado sin
razón por Fosco, es completamente falsa, es una infamia y una calumnia. Ni Pino, ni otros
bandidos de su género, gracias a que se habían protegido con la divisa BL, jamás han sido
amenazados de ser fusilados por el POUM.
Yo habría podido guardar mi “plaza” sin suprimir a la “pobre gente”, pero a
condición de entrar en el POUM y estar de acuerdo con su política de bancarrota.

152
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

Para cortar por lo sano las infamias que circulan sobre mí, considero indispensable
algunas notas biográficas sobre mi actividad política, puesto que es el único medio
apropiado que cuenta en las críticas infames contra los militantes revolucionarios.
Ingresé en las Juventudes Socialistas a los 14 años, en 1915. De familia socialista,
de profesión metalúrgico. Comunista desde la fundación del partido comunista italiano en
1921. En 1922, condenado a cinco años de prisión en... por... de los que cumplí cuatro años
y medio. Salido de prisión en junio de 1926, continué la lucha en las filas del partido, en la
oposición. Por una segunda condena en contumacia, el PC me envió al extranjero.En
Marsella en 1927 dirijo los grupos comunistas del Mediterráneo como SP [?]. Arrestado y
expulsado en 1928. El partido me llama a París. En la discusión sobre los problemas de la
revolución china de 1927-1928, por oposición a la línea... la comisión de control de la IC
confirma la decisión del partido; expulsión por “trotskismo”.
En Italia ya, me encontraba en la Oposición del PC, tras las resoluciones del
congreso del partido de Lyon, inspirado por las tesis y resoluciones del V Congreso de la
IC.
Expulsado de la Oposición (Fracción bordiguista) en 1930, tras la expulsión de esta
fracción de la Oposición de Izquierda Internacional. Expulsado por una resolución del CE
de la Fracción, después de una discusión de seis meses en Prometeo por haber defendido
las posiciones BL, sobre los problemas de la defensa de la URSS, de las cuestiones de las
minorías nacionales, de los problemas coloniales, por las luchas basadas en
reivindicaciones democráticas (tesis del II Congreso de la IC) y del frente único de todas
las organizaciones obreras contra la concepción antimarxista del bordiguismo. Arrestado y
expulsado de París el primero de agosto rojo de 1929 en Saint-Denis; entro en Bélgica,
rechazado tras una semana, devuelto a París donde continuo la lucha.
Con la fundación de la sección italiana BL, Feroci-Santini-Fosco-Blasco-Giacomi
forman el CE de la sección. Escisión en 1931; expulsión de Fosco-Blasco de la NOI,
anulada por el SI.
Con otros camaradas asesinados por la GPU en España, he constituido el grupo
internacionalista “Nostra Parola” de 1932 a 1935 en oposición a la NOI y a los sistemas
burocráticos del SI.
Junto con los BL del grupo “Nostra Parola” ingreso en el Partido Socialista Italiano
de la II Internacional. En nombre de la fracción formo parte del consejo nacional del
partido para defender las posiciones BL de la IV Internacional. Excluido del partido en
1936 con la mayoría de la fracción BL por trabajo fraccional “troskista”.
Descubierto [por la policía] en París, me veo obligado a partir... entro en España en
1936; soy arrestado en Barcelona el 5 de mayo; gracias a la campaña emprendida por las
organizaciones obreras, la CNT y en particular por el POUM, del que Maurín como
diputado del partido hizo una interpelación en las Cortes, soy liberado, sin orden de
expulsión de España.
Antes de los hechos de julio, mis relaciones con el POUM eran simplemente de
contactos personales con Nin, etc... En las discusiones sobre los problemas de la
revolución y de la IV Internacional (de la que Nin nunca se ha declarado contrario) y del
pésimo sistema de la vida política del SI, mis relaciones personales con Nin y Andrade se
transformaron en relaciones políticas.
Durante los acontecimientos del 19 de Julio, luché fusil en mano en las calles de
Barcelona al lado del POUM, al que yo consideraba la organización más próxima a las
posiciones BL, que podía comprender nuestra crítica y el lenguaje marxista de la IV
Internacional. Fue en el transcurso del primer mes de guerra civil cuando comprendí la
formidable importancia de un trabajo de fracción BL en el POUM, por lo que estreché aún
más mi colaboración sin dar sin embargo mi adhesión al partido.

153
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

Una decisión del POUM sugerida por Nin, me nombró “delegado político” para el
control y dirección de los grupos extranjeros del POUM, y responsable de este trabajo sólo
ante el CE del partido. Este documento obra en mi poder.
Tras estas notas biográficas [que abarcan] más de una veintena de años de vida
militante proletaria, resulta que me he encontrado siempre en la oposición, en [defensa de]
las posiciones del marxismo revolucionario internacionalista, no sólo en “teoría”, sino con
mi vida... Mi nombre, cambiado más de una vez con distintos seudónimos, no ha aparecido
nunca con letras mayúsculas en los diarios, como es costumbre en el movimiento de
arribistas y oportunistas socialdemócratas y estalinianos, etc...
Habituado a las luchas revolucionarias, primero en Italia, luego en la emigración,
no sólo de partido y de fracción, sino de fracción en las fracciones, he conocido y conozco
muy bien la degeneración del movimiento obrero a causa de la política infame del
reformismo y el estalinismo... por todo una serie de consideraciones, las acusaciones de los
camaradas belgas no me han sorprendido ni afectado... [...]
La crítica contra el “chismorreo”, las intrigas y los aventureros, tal y como se hace
en el informe de los camaradas belgas no es suficiente para luchar contra el oportunismo y
el aventurerismo de los métodos del POI y del SI. Para construir mejor hacen falta ideas y
principios, un sano método marxista, para aplicarlo en la lucha política contra corriente, de
otro modo...
Tal es la tarea de los BL.
Saludos bolcheviques-leninistas, F.

1.80. “Témoignage de Sonia”73. [Testimonio de Sonia (Virginia


Gervasini)]. Enero 1978
Abandonamos España a finales de enero de 1938. A nuestra llegada a Perpignan
telegrafiamos a Henri Aïache pidiéndole que nos hiciera llegar el dinero necesario para ir a
París. Tras haber sido alojados algún tiempo en casa de Aïache, encontramos alojamiento
en Saint-Ouen, así como trabajo, yo en la confección y Fosco en la metalurgia, él con
bastante dificultad por su falta de documentos de identidad. Los contactos con el PCI
[Partie Communiste Internationaliste (molinierista)] fueron constantes. El episodio de la
llegada de Raymond [Molinier] a Barcelona en agosto de 1936 al Hotel Falcón, y las
discusiones entre él y Fosco fue rápidamente superado, y explicado por los desacuerdos,
las escisiones y los enalces entre los dos grupos BL.
Acabada la guerra civil en España, fui a buscar al camarada Antonio Rodríguez al
campo de Argelès y poco tiempo después se constituyó el grupo de camaradas españoles
con la revista Nuevo Curso.
En 1939, poco antes de la guerra, Fosco partió a Bruselas con la delegación del PCI
(Raymond, Petit Paul, Georges). Se decidió poco después que yo también fuese a Bruselas.
[...]
En Bruselas se hicieron varias reuniones con los camaradas belgas, entre los cuales
creo que estaba Vereeken. [...] En cierto momento se decidió que Mauricio viniera también
a Bélgica. Fui a buscarle a Lille y después de un viaje rocambolesco supervisado de lejos
por Georges, llegamos a Bruselas.
Una noche, al término de una reunión en un gran café del centro con los camaradas
belgas, fuimos detenidos casi todos (incluido Raymond) e invitados a abandonar Bélgica

73
Este documento ha sido cedido por Rodolphe Prager, a quien agradecemos su colaboración.

154
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

inmediatamente, tras la verificación en comisaría de nuestros papeles de identidad,


verificación muy sumaria para suerte nuestra. Lo único que hicimos fue desplazarnos a
Anvers y Raymond a Holanda, la delegación continuó su actividad.
Se decidió acudir a los camaradas ingleses. Fuimos a Londres donde Fosco y yo
permanecimos un mes. [...] Creo que a mediados de agosto, muy poco antes de la guerra,
regresamos a Saint-Ouen. Crei que el resto de camaradas se quedó en Bélgica. Cuando se
produjo la declaración de guerra Fosco intentó llegar a Bélgica. Le acompañé bastante
lejos de París hacia el norte, para evitar la vigilancia de las grandes estaciones. Pronto
recibí noticias suyas desde la prisión de Loos-les-Lille donde se encontraba. Decidí
reunirme con mi padre en Yonne donde encontré trabajo en una fábrica. Durante este
tiempo Fosco fue enviado al campo de Vernet en el Ariège: fue el primer invierno de la
guerra, muy duro, también por el intenso frío. Después de mí salida de París perdí el
contacto con la organización. [...]
Hacia mediados de agosto [de 1940] Fosco fue liberado del campo de Vernet y se
reunió con nosotros en Toulouse, en el cine de la calle Taur. Nuestra vida en común no era
fácil desde hacía tiempo. Decidí separarme de él. [...]
En diciembre de 1945 regresé a Italia, liberada del fascismo. Tan pronto llegué,
escribí a Fosco a casa de su hermana en Nápoles, y me enteré que había muerto hacía
poco, que se había casado y que tenía una hijita. Repatriada a mi país de origen, Milán, no
encontraba trabajo, y me fui al extremo Sur, a Sicilia, donde he vivido durante veintitrés
años, donde tuve la suerte de asistir al nacimiento de feroces luchas campesinas por la
tierra, contra los abusos y los asesinatos de los dirigentes sindicales por parte de la mafia.
Sicilia me ha recordado España con los mismos problemas, hablo de la España de 1936,
con los mismos entusiasmos, la misma simplicidad y lealtad, los mismos rostros de
campesinos pobres y de trabajadores explotados. Por todas estas razones permanecí allí
tanto tiempo y tan arraigada.

155
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

EL PROCESO DE LA REPUBLICA DE NEGRIN CONTRA


LA SECCIÓN BOLCHEVIQUE LENINISTA DE ESPAÑA
(febrero de 1938 - enero 1939)

“Dando satisfacción a la petición de la GPU, el Tribunal de Alta Traición y Espionaje


número 1, pedía mi cabeza y la de otros dos trotskystas, [Jaime] Fernández y Carlini. Si
no logró ver su deseo cumplido, se debió principalmente a que no encontró en nosotros,
como en los procesados de Moscú, capituladores complacientes”.
G. Munis: Jalones de derrota, promesa de victoria. ZYX, Bilbao 1977, p. 462, nota 5.

“Este proceso era un calco de los procesos de Moscú contra los viejos bolcheviques. Las
acusaciones políticas, a saber, publicación ilegal de La Voz Leninista, participación en
los acontecimientos de Mayo, lucha por un frente único obrero para derrocar al gobierno
de Negrín en favor de la dictadura del proletariado, etc., en realidad no interesaban a la
GPU, quien desde bastidores, y a través de Menéndez, el entonces jefe de policía,
organizaba el proceso. La acusación que la GPU trató de sacar adelante con gran lujo de
falsificaciones y torturas, no era más que una traducción española de las acusaciones
hechas en Moscú contra los hombres que en 1917 hicieron la revolución: proyecto de
asesinato de Negrín, Prieto, Comorera, Pasionaria y no sé quién más, sabotaje y
disrupción en la retaguardia para favorecer la victoria de Franco, espionaje a favor del
enemigo, y, por vía de ensayo, asesinato de un capitán ruso. La acusación muestra que la
GPU contaba a Prieto entre los suyos, de lo contrario no lo habría elegido como
“víctima” de los trotskystas. Algún día se pondrá en claro todo esto.”
G. Munis: Jalones de derrota, promesa de victoria, p. 461, nota 4.

“Así, ocho miserables polizontes profesionales [...] todos ellos con el carnet del partido
“comunista” en el bolsillo y capitaneados por Menéndez, entonces director general de
seguridad e instrumento stalinista, pretendieron hacerme confesar a mí, torturándome,
que yo era agente terrorista y espía al servicio de Franco, y que mi organización
favorecía la victoria del enemigo.”
G. Munis: Jalones de derrota, promesa de victoria, p. 462, nota 7.

156
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

PRESENTACIÓN
El núcleo fundamental de la segunda parte está formado por la documentación
referente al proceso contra los militantes de la Sección bolchevique-leninista de España74.
A la documentación sumarial añadimos la campaña de prensa llevada a cabo por
La Lutte Ouvrière en defensa de los trosquistas procesados, así como un artículo sobre el
proceso publicado en La Commune. También incluimos las aclaraciones, escritas en 1982
por Munis y Jaime Fernández, a unas informaciones publicadas en Cahiers Leon Trotsky
número 3. Este capítulo finaliza con unos extractos del artículo escrito por Sharry Mangan
sobre la evasión de los militantes poumistas y trotsquistas de la cárcel, en la confusión de
la retirada republicana en Cataluña ante el avance de las tropas franquistas.
Hablar de “irregularidades procesales” es una expresión demasiado débil y pobre:
¿cómo cabe calificar la detención de los militantes bolchevique leninistas durante un mes,
en absoluto aislamiento, sin abogados ni presencia judicial, sometidos a todo tipo de
torturas por los agentes del SIM75?. Nótese que en algunos de los documentos procesales,
en muchas de las diligencias practicadas, y en todos los interrogatorios, no se indica la
fecha ni el lugar donde se tomaba la declaración. Los interrogatorios se realizaron en las
dependencias policiales barcelonesas de la tristemente célebre Jefatura Superior de Policía
en Vía Layetana, entre el 13 de febrero, día de su detención, y el 10 de marzo, día en el que
fueron puestos a disposición judicial, e ingresaron en el Preventorio Judicial (Cárcel
Modelo). Tal y como testimoniaron todos los inculpados, y como denunció La Lutte
Ouvrière, los interrogatorios se realizaron durante la noche y la madrugada, bajo una
fortísima presión física y psicológica, en la que los policías para obtener la firma de las
declaraciones por ellos preparadas, redactadas y/o dictadas utilizaron todos los medios y
todo tipo de tortura: aislamiento individual durante semanas, varios días sin comida o
bebida alguna para doblegarlos con el hambre y la sed (hasta el punto de beber los propios
orines), insultos, amenazas, golpes y gritos, palizas brutales, simulacro de ejecuciones,
arrancar de cuajo los cabellos, etc...
Por esta razón, es preciso leer la selección de textos del sumario con cautela,
contrastarlos con las afirmaciones realizadas ante el juez, o ya en la Cárcel Modelo,
cuando los procesados se retractaron de las declaraciones tomadas bajo presión psíquica
y/o tortura, sin asesoramiento legal, y en el aislamiento más absoluto. Aún así es preciso
tener en cuenta el contexto de la época, esto es, los procesos de Moscú, el proceso
coetáneo del POUM, la ausencia de garantías procesales, las amenazas y presiones contra
los abogados defensores, la absoluta penetración y omnipotencia del SIM y de los agentes
soviéticos en el aparato de Estado republicano en época de Negrín, los secuestros,
desapariciones y asesinatos de militantes, como Nin, Wolf, Moulin, Berneri, Klement, Leo
Sedov y tantos otros, en Francia y España, a manos de los agentes del GPU [en la época
NKVD], para entender no sólo el carácter de esas declaraciones autoinculpatorias, sino
incluso para comprender también los textos en los que se retractaron de las declaraciones
hechas bajo tortura, y en los que se defienden con mayor fuerza. Incluso en esos escritos es
74
Archivo Histórico Nacional de Madrid, Causa General, Legajo 1710 (1).
75
Servicio de Información Militar.

157
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

palpable la autocensura: no aparece ni una sola vez la palabra “tortura”, aunque se


describen acciones que son la propia definición de la palabra; no aparece nunca el vocablo
“Rusia”, que siempre es mencionada con alguna larga metáfora.
Los documentos policiales no son pues el non plus ultra de la investigación
histórica, sino muy al contrario una documentación que requiere en todo momento ser
contrastada con otros documentos. Así por ejemplo, los artículos publicados en La Lutte
Ouvrière, que disponía de los datos facilitados por el evadido Aage Kielso, y
posteriormente de documentos del sumario y la información facilitada por los procesados y
sus abogados desde Barcelona, probablemente a través de Casanova. O también con las
memorias o autobiografías de los protagonistas (vgr.: las memorias de Carlini).
Sin embargo, es innegable que los documentos procedentes de los sumarios del
proceso contra la Sección bolchevique-leninista de España nos aportan algunos datos
inéditos, que de otra forma nos serían desconocidos, sobre todo de carácter organizativo y
biográfico. Por ejemplo los datos biográficos de militantes como Aage Kielso y Víctor
Ondik; también la formación de un primer núcleo organizativo trosquista, en agosto de
1936, constituido por Adolfo Carlini (Domenico Sedran), Robert de Fauconnet y Telman,
que no tuvo continuidad a causa de la muerte de Robert y el encarcelamiento de Telman.
De entre todos estos documentos del proceso destacan dos hechos que sesenta años
después sólo la lectura, a veces farragosa, y siempre tan peculiar del lenguaje judicial, nos
subraya como nada más puede hacerlo. El primero es la extraordinaria valentía y arrojo, la
inquebrantable y durísima personalidad del revolucionario irreductible que fue Munis. El
segundo es el inmenso poder de los agentes del SIM. El capitán Narwitsch (polaco, según
la identificación de los oficiales del SIM, lituano según La Lutte Ouvrière) y el Comisario
Político Max (no alemán, sino austriaco según Munis) eran agentes del SIM, que habían
establecido algunos contactos iniciales con la Sección bolchevique-leninista,
argumentando que disponían de un grupo organizado (de lengua alemana) en las Brigadas
Internacionales, que simpatizaba con las ideas de la Sección. Era exactamente el mismo
argumento que había utilizado el capitán Narwitsch para introducirse en las filas del
POUM. Probablemente Narwitsch, que había combatido en el frente de Madrid, fue
captado por el SIM por sus contactos con militantes del POUM (en Madrid había
conocido, por ejemplo, a Teodoro Sanz). Por otra parte, según consta en las declaraciones
del sumario, Narwitsch había conocido en el frente de Madrid a Aage Kielso, de la
Ejecutiva de la Sección, lo cual le facilitó su relación con la organización bolchevique-
leninista.
Sea como fuere, el capitán Narwitsch fue muerto por un grupo de acción del
POUM, en represalia por la muerte de Nin y la detención de diversos militantes del
POUM, gracias a las fotos que éste les había hecho.
Juan Andrade identificó a Narwitsch en una fotografía en la que éste aparecía junto
a Líster. Al parecer, tanto Pierre Naville en carta desde París, como Eduardo Mauricio en
Barcelona, previnieron a la Sección bolchevique-leninista de que el capitán Narwitsch era
un agente del SIM.
El sábado 5 de febrero de 1938 apareció el número 3 de La Voz Leninista; el jueves
día 10 era muerto Narwitsch por un grupo de acción del POUM; el 13, domingo, eran
arrestados los principales dirigentes de la Sección bolchevique-leninista de España, que no
fueron llevados a la prisión Modelo hasta el 11 de marzo. Así pues, estuvieron casi un mes
a disposición del SIM, y de sus métodos de interrogatorio, importados de Moscú.
En estos interrogatorios jugaron un papel destacado el comisario general Javier
Méndez Carballo, cenetista, y el “ojo de Moscú” en el proceso Julián Grimau García76.
76
Julián Grimau García era hijo de un comisario de policía de Barcelona. En 1935 militaba en Izquierda
Republicana y era funcionario del cuerpo de Policía. En octubre del 36 ingresó en el PCE. En noviembre

158
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

La rapidez en la detención de los militantes bolchevique-leninistas, que se produjo


sólo tres días después de la muerte del agente del SIM, capitán Narwitsch, lleva a la
hipótesis de que el otro agente infiltrado, el Comisario Político Max, que se sabía ya bajo
sospecha, desveló al SIM el domicilio de los militantes de la Sección. Con las
informaciones facilitadas al SIM por sus dos agentes, no iba a ser demasiado difícil montar
una serie de pruebas que fundamentaran la descabellada acusación de planes de sabotaje,
huelgas armadas y acciones de terrorismo encaminadas al asesinato de Negrín y Prieto.
La única prueba fundamentada en todo el sumario lo constituye la declaración
firmada por Luis Zanon, en la que inculpaba a Munis y Jaime Fernández de la muerte del
agente del SIM. El propio Zanon, que había sucumbido al aislamiento y las torturas de
Layetana, escribió el 11 de marzo, ya en la Modelo, un relato en el que se retractaba de sus
declaraciones en Comisaría y explicaba cómo le habían arrancado aquellas “confesiones”.
La campaña de prensa llevada a cabo por La Lutte Ouvrière nos permite completar
la visión sesgada que nos da la documentación del sumario. Y sobre todo nos permite
conocer la politización que del mismo querían hacer los trosquistas, para convertirlo en un
proceso contra el estalinismo.
Si comparamos el proceso a los militantes de la Sección bolchevique-leninista con
los llamados procesos de Moscú, inmediatamente destaca como falsa la explicación que se
ha dado para intentar comprender las confesiones de los bolcheviques rusos. Las
confesiones se obtenían mediante la tortura y las amenazas, nunca por aceptación de los
propios errores. Los métodos utilizados en los procesos de Moscú no funcionaron en
Barcelona, ni con el POUM ni con la Sección, porque el estalinismo no dominaba aún,
como en la URSS, todo el aparato de Estado; ni éste ejercía un control absoluto sobre los
individuos y la sociedad. En cambio en España existían aún partidos y organizaciones de
masas ajenos al partido comunista, y puede hablarse de una cierta independencia de los
abogados y del sistema judicial, pese a la enorme presión existente; y sobre todo se dio en
el seno del propio aparato estatal una cierta resistencia de algunos ministros y sectores
socialistas. Por otra parte, la fuerza del aparato propagandístico ilegal y clandestino del
POUM, trosquistas y la Agrupación de Los Amigos de Durruti, junto con las campañas de
prensa internacional por la liberación de los presos políticos revolucionarios, consiguieron
realmente obstaculizar y desenmascarar los propósitos estalinistas de liquidación física y
política de sus adversarios poumistas y trosquistas.
Munis, en la Prisión Modelo de Barcelona, organizó una serie de conferencias y
debates políticos, en los que expuso el programa revolucionario de los bolcheviques-
leninistas, consiguiendo la captación de diversos militantes poumistas y durrutistas.
Kielso había conseguido fugarse de Comisaría, gracias a un descuido de sus
carceleros, y huido a Francia alertó a los camaradas franceses, que iniciaron una campaña
de prensa contra el proceso. Jaime Fernández consiguió escabullirse del campo de trabajo a
que había sido destinado, gracias a un error burocrático, ya que por estar en edad militar le
concedieron (erróneamente) el derecho a alistarse en una unidad del ejército, de donde
finalmente pudo evadirse.

del 36, siendo Carrillo el encargado de Orden Público, Grimau fue nombrado Jefe de Grupo de la Brigada
Criminal de Madrid y su carrera experimentó un vertiginoso ascenso. Fue ascendido a Secretario General
de Investigación Criminal de Valencia y responsable del PCE en este organismo, lo que significaba que
todos los comunistas del cuerpo general de policía dependían de él. En noviembre de 1938 fue felicitado
oficialmente por su celo y eficacia represiva del trosquismo y la Quinta Columna. Su presencia en el juicio
contra Munis y la Sección bolchevique-leninista de España demuestra el interés del PCE, y los soviéticos,
en el proceso, y la importancia que se le concedía. Sin embargo, tanto los procesados, como los redactores
de La Lutte Ouvrière, atribuyeron todo el protagonismo de los interrogatorios únicamente al comisario
Méndez, porque desconocían el papel jugado por Grimau.

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

El proceso fue aplazado una y otra vez. El 4 de enero Munis fue trasladado a la
prisión de Montjuic, como castigo por su destacada intervención en la lucha llevada a cabo
por los presos revolucionarios. Una nueva convocatoria del juicio oral fue fijada para el 26
de enero, día de la entrada de las tropas franquistas en Barcelona. En la desbandada
republicana de Cataluña en enero-febrero del 39, los presos políticos consiguieron su
liberación, en una peligrosa aventura que ha sido narrada por Julián Gorkin y Sherry
Mangan. Munis consiguió llegar a París. Carlini, enfermo, permaneció algunos meses
oculto en la Barcelona franquista, hasta que consiguió meses más tarde, en agosto, pasar a
Francia, donde fue internado en un campo de concentración. En el campo de concentración
de Gurs coincidieron Adolfo Carlini, Víctor Ondik, Lionello Guido y el agente del SIM,
llamado Max, que se alistó en la Legión Extranjera francesa.
Por último una observación sobre la transcripción de los documentos: aunque se ha
modernizado y corregido los errores ortográficos y de mecanografía, con el único objetivo
de facilitar la lectura y la comprensión de los textos, se han respetado los errores en los
nombres (el apellido Narwitsch, absolutamente extraño a la fonética del español se escribe
de múltiples formas); se han mantenido siempre las expresiones sintácticas originales, por
muy erróneas que fueran; así como el artículo “el” delante de los nombres, y todas las
características propias de un lenguaje tan peculiar, pero también preciso, como es el
jurídico.

DOCUMENTOS DEL SUMARIO

2.1. Diligencias instruidas por la Comisaría General de investigación


criminal, con motivo del asesinato del capitán de las columnas
internacionales León Narwitsch
COMPARECENCIA.- En Barcelona, siendo las doce horas treinta minutos del día
doce de Febrero del año mil novecientos treinta y ocho, y en la Comisaría General Especial
de lo Criminal, ante el Iltmo. Sr. Comisario General de la misma, Don Javier Méndez
Carballo, asistido del Agente del Cuerpo de Seguridad, Grupo Civil, Don Julián Grimau
García77, designado para que actúe como Secretario en la práctica de las presentes
diligencias, comparecen los también Agentes del mismo Cuerpo y afectos a la antes dicha
Comisaría General, Don Fernando Rodríguez Alvarez, Don Agustín Llorente Amayra,
Don José Gómez Serrano y Don Francisco Llobet Farrell, y manifiestan:
Que en virtud de telefonema recibido en la Inspección de Guardia de la referida
Dependencia, y en el que se comunicaba que en la calle de la Legalidad de esta ciudad, se
había encontrado el cadáver de un militar. El señor Comisario General dispuso que los
funcionarios antes indicados se personaran con toda rapidez en el lugar del hecho. Un vez
en aquél los actuantes comprobaron que en efecto, en la calle de la Legalidad y en las

77
Sobre Julián Grimau, y su labor durante la guerra en la represión de los trosquistas y quintacolumnistas,
cfr.: MORAN, Gregorio: Miseria y grandeza del Partido Comunista de España (1939-1985). Planeta,
Barcelona, 1986, p. 360.].

160
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

proximidades de la de Alegre de Dalt, se hallaba en tierra, sobre un charco de sangre el


cuerpo tendido de un hombre joven con uniforme del Ejército y graduación de Capitán.
De la inspección ocular realizada por los mismos, y observadas que fueron las
disposiciones legales dictadas a tales fines, procedieron a efectuar el examen del cuerpo
del Capitán, que se hallaba en posición decúbito supino, comprobando que en efecto era
cadáver y presentando tres heridas causadas por arma de fuego [...].
Que la calle de la Legalidad y más concretamente el trozo de la misma en la que
fue habido el cadáver, está sin urbanizar, con sendas cunetas y rodeada de terrenos
dedicados al cultivo -pequeñas huertas-, existiendo las casas más cercanas a una distancia
aproximada de cien metros. El cuerpo del capitán, hallábase en plano perpendicular al
trazado de la calle referida. Inspeccionados policialmente estos lugares, se observa, buscan
y encuentran los comparecientes a una distancia de unos cincuenta centímetros del
cadáver, dos casquillos del calibre nueve milímetros, corto, y a unos veinticinco
centímetros de los pies, la gorra del finado y un cigarrillo. Que del examen del terreno,
puede decirse que no precedió lucha, puesto que aquél, se hallaba en estado normal, y tan
siquiera advertíanse señales de haberse recompuesto el mismo; que igualmente el cadáver
no debió ser transportado en tal estado, toda vez que no existían huellas de arrastre, y sí
haber ido hasta aquel lugar por su propio pie.
Personado en el lugar del suceso el Juzgado de Instrucción en funciones de
Guardia, que fue en ese día el designado con el número doce, ordenó el levantamiento del
cadáver y su traslado al Depósito Judicial.
Solicitada y obtenida autorización del Ilmo. Sr. Juez, para verificar el examen de la
documentación y efectos del finado, se pone de manifiesto que entre los mismos, figuraban
varias fotografías, distintos salvoconductos del Ejército, una libreta con diferentes
direcciones, la cantidad de doscientas setenta y cinco pesetas en billetes de banco, como
detalle singular, deben hacer constar, que un billete del Banco de España, serie A, número
cero millones ciento cincuenta y ocho mil, ochocientos ochenta, estaba roto en cuatro
trozos irregulares, un reloj de pulsera caballero, al parecer de oro, documentación por la
que se sabe que el muerto se llamaba LEON NARWITSCH, perteneciente a la cuarenta y
cinco división, trece Brigada, cuarto Batallón, primera Compañía, y cinco hojas de
inscripción del Socorro Rojo del POUM, numeradas del cuatrocientos diez y seis al
cuatrocientos veinte.
Desechada en firme la hipótesis de que el móvil del asesinato fuera el robo, toda
vez que los efectos de valor, tales como el dinero y reloj no habían desaparecido,
procedieron a realizar activas gestiones encaminadas a conocer las verdaderas actividades
del Capitán LEON NARWITSCH, resultando de aquellas el saber que el citado
desempeñaba funciones sumamente delicadas relacionadas con la seguridad y buen orden
de la España republicana. Relacionando este extremo con el hecho de que el muerto llevara
sobre sí hojas del Socorro Rojo del POUM, consiguieron averiguar los funcionarios
actuantes, luego de nuevas investigaciones, que el Capitán LEON NARWITSCH, debía
tener contacto con destacados elementos de la organización del POUM, y que en la
actualidad trabajaban clandestinamente contra la seguridad del estado legítimo, y
consiguiendo localizar entre otros datos el domicilio de un tal “MUÑIZ”78, como lugar a
que el finado Capitán acudía a celebrar entrevistas con el mismo y otros significados
individuos que trabajan en “pro” de la antes señalada Organización.

78
Se trata evidentemente de G. Munis, el seudónimo de Manuel Fernández-Grandizo Martínez, y no de
Muñiz, como escribe repetida y erróneamente el mecanógrafo del juzgado.

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

Que el domicilio de referencia es el situado en el piso cuarto de la calle de Valencia


número trescientos ocho, habitado también por la dueña del piso, llamada CONSUELO
JARQUE DE PUIG.
Que no tienen más que manifestar, que lo dicho es la verdad, en la que se afirman y
ratifican, firmándola en prueba de conformidad con el señor Comisario General, de todo lo
que como Secretario habilitado. Certifico.
[Seis firmas: Rodríguez, Agustín, Javier Méndez, ilegible,
Francisco Llobet, Grimau]

2.2. República Española. Delegación de las Brigadas Internacionales


[membrete]
Como Jefe de la Delegación de las Brigadas Internacionales en Barcelona me
permito solicitar que se permita al camarada Kurt Laube, Jefe del S.I.M. de la Delegación
de las B.I. en Barcelona, examinar la documentación dejada por Leon Narwich, asesinado
recientemente en Barcelona, pues dicho examen es necesario a los trabajos de su Sección.
Solicito, asimismo, que el camarada Laube pueda retirar los efectos personales del difunto,
dado que éste no tiene familia en España, y, en nombre de la unidad a que pertenecía
remitir estos efectos a sus familiares en el extranjero.
Barcelona 30 de marzo de 1938.
El Jefe de la Delegación.
[Firmado Prado].
[Sello redondo que dice: “Delegación de las Brigadas Internacionales. Ejército Español.
Barcelona”].
Sr. Juez de Juzgado Especial núm. 1.

2.3. Relato verídico y detallado de los hechos ocurridos a Luis Zanon Grimm,
desde su detención, la mañana del 13 de febrero de 1938, hasta su llegada a la
Cárcel Modelo el 11 de Marzo
El día 13 de febrero de 1938, el abajo firmante, Luís Zanon Grimm79, al
presentarse a las 10 de la mañana aproximadamente, en el domicilio de Adolfo Carlini y
Aage Kielso, sito en el Pasaje de Serrahima, en Pueblo Seco, la compañera de carlini le
comunicó que ambos, él y Aage Kielso, habían sido detenidos y conducidos a la Dirección
General de Seguridad, a cosa de las 9 y media de la mañana. Acto seguido, ignorando
totalmente el motivo de la detención, me dirigí al domicilio de Manuel Fernández
Grandizo, al objeto de comunicarle la noticia y cambiar impresiones con él respecto a las
gestiones más oportunas en favor de los detenidos.
A la llamada, en la forma acostumbrada, en la puerta del piso, la dueña de la casa
me introdujo en la misma, en cuyo pasillo fui aprehendido y esposado por tres personas
pistola en mano, quienes en términos imperiosos me conminaron a “cantar” y “decirlo todo
enseguida”. A esto les contesté que qué deseaban saber, tras lo cual procedieron a un
detenido cacheo de mi indumentaria y persona. En estas note un cierto alboroto a la
entrada del piso entrando, tras breve intervalo, separados, M. Fernández Grandizo, con una
pequeña herida en una muñeca, producida al esposarle, y Jaime Fernández Rodríguez. Los

79
Texto manuscrito de puño y letra de Luís Zanon.

162
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

mencionados individuos hicieron a ambos camaradas las mismas preguntas que a mí, con
particular dureza, tratando a F. Grandizo de “criminal” en diferentes ocasiones, y
procediendo igualmente al registro de sus personas. Pude igualmente darme cuenta de que
había sido registrada la casa, principalmente la habitación de M.F. Grandizo que aparecía
revuelta. A requerimientos de los dos camaradas, los individuos que habían practicado
nuestra detención, exhibieron su documentación, enterándonos entonces de haber sido
detenidos por agentes de la Policía del Estado. Tras hacer varios paquetes con el contenido
de nuestros bolsillos, fuimos conducidos a los locales de la Brigada Criminal. Aquí fui
separado de M. Fernández Grandizo y J. Fernández Rodríguez a quienes no volví a ver
hasta los careos que tuvieron conmigo durante las diligencias policíacas. A mi vez fui
conducido a declarar ante el comisario Joaquín Jarque, quien me formuló un breve
interrogatorio sin dureza alguna, integrado por los siguientes extremos: a) mis [señas]
generales, b) mi situación de trabajo y mis medios de vida a partir de Mayo de 1937, c) mis
relaciones con el POUM, d) me recomendó hacer memoria sobre lo ocurrido el jueves día
10 de febrero de 1938, y más exactamente entre 8 y 10 de la noche. En el interrogatorio
intervino un agente de la Brigada Criminal, al que nombraban Valencia, quien con gran
insistencia me instaba a [que] no fuera “tonto” y dijera lo que sabía, que en tal caso
posiblemente saldría en libertad la misma noche. Por ignorar en absoluto lo que el día 10
por la noche pudiera haber ocurrido, de lo que solamente me enteré durante las diligencias
posteriores, no pude dar satisfacción al comisario Jarque, quien cortó el interrogatorio.
A las restantes preguntas contesté:
A) Ser Luís Zanon Grimm, de 26 años de edad, natural de Barcelona, súbdito
italiano, afiliado a la CNT Industria del Papel y Artes Gráficas, Sección Prensa, según
constaba en la documentación que se me ocupó. B) Mis ocupaciones y medios de vida
desde el período inmediatamente posterior al 19 de julio hasta la fecha: traductor en “La
Batalla” y en Editorial Marxista hasta junio de 1937, parado trabajando jornales como
repartidor de prensa hasta mediados de agosto, fecha en que ingresé como suplente en la
sección de máquinas de “La Rambla” en cuya calidad permanecí hasta mediados de
noviembre, fecha en que el accidentado que yo suplía se reintegró al trabajo. Que desde
entonces estaba en paro forzoso, inscrito en la Bolsa de mi Sindicato y en la de la
Concentración de [ilegible] de Metalurgia, siendo socorrido por la SIA, y particularmente
por mis camaradas. C) Mis relaciones con el POUM eran, inscrito en las Milicias
Antifascistas del POUM inmediatamente de estallar el movimiento, había trabajado en
ocupaciones remuneradas de carácter técnico-administrativo, no había militado en el
Partido y que actualmente no tenía relaciones con él. D) Que no conocía hecho alguno
acaecido el jueves 10 de Febrero, ni de día ni por la noche.
Tras esto el comisario Jarque no insistió sobre este extremo, preguntándome en que
había empleado el día 10 de febrero, a lo que manifesté haber estado el día 10 a eso de las
10 de la mañana en casa de M. Fernández Grandizo, llevándole un paquete de prensa y
llevándome paquetes para el correo80.
[...] Tal fue el contenido de mi primera declaración, absolutamente verídica, ante el
comisario Jarque, de la Brigada Criminal, el 13 de febrero de 1938.
Terminada ésta, el comisario me manifestó que, comprobados los extremos de mi
declaración se daría el asunto por zanjado, instándome a que hiciera memoria sobre el
hecho del jueves, sobre el que volvería a interrogarme probablemente por la noche; el
agente apellidado Valencia apoyaba sus manifestaciones.

80
El número 3 de La voz Leninista está fechado el 5 de febrero, por lo que esos paquetes llevados al correo
podían ser la distribución del citado número.

163
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

A las 10 de la noche, de la Inspección de Guardia, donde había sido instalado fui


trasladado sin más formalidades a la Dirección General de Seguridad, donde se me tomó la
afiliación y se me encerró en la dependencia, llamada “la lechera”, donde permanecí hasta
la 1 de la madrugada del domingo siguiente día 20 de febrero, sin comunicación de ningún
género con mis compañeros o con el exterior.
Durante los seis días que permanecí encerrado [en] el Preventorio de Jefatura, no
siéndome posible recordar ni referirme a hecho alguno que pudiera motivar una
intervención cualquiera de la policía, ocurrido el jueves día 10 o en alguno de los días
anteriores o posteriores hasta el de mi detención, a través de innumerables hipótesis llegué
a la conclusión de que únicamente podía tratarse de una confusión o de una maquinación
de la policía, en colaboración con algún agente provocador, tendiente a complicar la
Sección Bolchevique-leninista de España en algún hecho grave, probablemente sangriento,
que permitiera llegar legalmente a la destrucción física de sus más destacados miembros
sobre el modelo del proceso por el incendio del Reichstag o de los más recientes procesos
de Moscú. Mi incapacidad a discernir, en todo caso, la naturaleza del hecho delictivo de
que se intentaba mezclar nuestra organización y mis camaradas cuya no participación en
cualquier hecho de carácter delictivo común me constaba del modo más absoluto, junto a
mi absoluto aislamiento de los demás camaradas y la acción deprimente del encierro en
común con elementos maleantes de toda especie determinaron en mí un estado de pánico
ante un peligro desconocido: me daba cuenta que me encontraba en las mallas de una
organización policiaca y que mi inexperiencia revolucionaria y carácter por naturaleza
excesivamente nervioso e impresionable, me predestinaban al papel de instrumento de la
policía contra mis camaradas; que era ésta precisamente la razón determinante de mis
aislamiento de los demás detenidos de la Sección Bolchevique-Leninista de España. Bajo
este complejo de pánico agudizado por el régimen de preventorio, falto de los [más]
elementales requisitos, fui trasladado, el día 20 de febrero de 1938, a la una de la
madrugada, a la Brigada Criminal.
El día 20 de febrero, a la una de la madrugada aproximadamente, en los locales de
la Brigada Criminal, en el despacho del Comisario General, Javier Méndez, en presencia
de este y de cuatro personas más, comisarios todos ellos, según se me manifestó
posteriormente, se procedió a tomarme la segunda declaración, que es la que encabeza el
atestado de la policía redactado al finalizar las diligencias, no figurando en él la primera
prestada ante el comisario Jarque.
En este punto comienza la serie de medidas de intimidación, coacciones y
tentativas de corrupción puestas en juego con el fin de separarme ideológica y moralmente
de mis camaradas, y utilizarme, valiéndose de mi inexperiencia revolucionaria, flaqueza de
ánimo y de las medidas más arriba indicadas de instrumento contra mis camaradas,
mediante falsas declaraciones y testimonios con que se trataba de arrancar al Tribunal de
Espionaje y Alta Traición una sentencia condenatoria, bajo las monstruosas y totalmente
falsas acusaciones de preparación de atentados terroristas, preparación de alzamientos
armados y asesinato de un capitán de Brigadas Internacionales. Cuanto a continuación se
detalla es el relato verídico de mi estancia en las dependencias de la Brigada Criminal
hasta mi llegada a la Cárcel Modelo, donde me encuentro en la actualidad junto a mis
compañeros de organización, incluido en el mismo auto de procesamiento, sin que en el
Tribunal de Espionaje y Alta Traición se me haya entregado auto de procesamiento.
Tras habérseme despojado de las gafas, el que aparentaba mayor edad de los cinco
funcionarios inició el diálogo en los términos siguientes: “Vas a decírmelo todo; lo
sabemos todo; que eres fascista, que tu padre es fascista así como tus relaciones con los
fascistas; tenemos a todos los que formaban parte de tu organización, conocemos con todo
detalle los crímenes que planeabais y los que habéis cometido; os vamos a fusilar, vas a ser

164
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

fusilado”. A mis negativas, de los cargos inverosímiles y calumniosos que se me


formulaban, a mis explicaciones de los principios políticos y tácticos de nuestra
organización, la persona que primeramente me había interrogado, me replicó con gran
dureza que cuanto acababa de manifestar “eran músicas[?]” que las opiniones políticas
mías o de la organización no le interesaban ni a él ni al Comisario Méndez, ni a los demás
presentes, sino mis crímenes y los de la organización, cuyos planes criminales les
interesaba averiguar cuanto antes así como todos sus ligazones con elementos de otras
organizaciones; que conocían a la perfección los planes de M. Fernández Grandizo, que
todos los presentes calificaban repetidamente de “criminal vulgar” y “vividor político”, me
amenazaban con someterme a un interrogatorio “como se usaban antaño”, que yo no lo
resistiría y que igualmente acabaría confesando todo lo que les interesaba saber,
terminando por poner según su propia expresión “las cartas boca arriba”, poniéndome por
boca de quien primero me interrogó ante la siguiente disyuntiva: si persistía negando, la
cosa estaba ya decidida, durante la semana transcurrida todos habían confesado. Manuel
Fernández Grandizo se había declarado, desde el domingo día 13, culpable del “crimen”
cuya entidad no me explicaron, que iría ante el piquete81, junto con los demás, sin
escapatoria alguna; por otro lado si les confesaba llanamente “todo lo ocurrido” y mi
confesión y arrepentimiento eran sinceros, teniendo en cuenta mis conocimientos
lingüísticos y mi no participación activa en el crimen, que les constaba, habían decidido
utilizarme, enviándome a Italia con una documentación que estaba ya preparada “en alto
lugar” poniéndome en contacto con el movimiento revolucionario ilegal de Italia, para
trabajar en favor de la causa proletaria. Si no quería resolverme enseguida podía tomarme
el tiempo de reflexionar. Ante mi negativa y mi insistencia en mis anteriores
manifestaciones veraces de ignorar todo hecho fuera de mis ideas y la propaganda de la
organización, el Comisario General, Javier Méndez, [ilegible] hizo suspender el
interrogatorio, se me devolvieron las gafas y pasó a interrogarme sobre mis medios de vida
y mis contactos con militantes del POUM, a lo que repliqué repitiendo punto por punto
cuanto manifesté en el primer interrogatorio ante el comisario Jarque, siendo fuertemente
interrumpido por los exabruptos del funcionario quien primeramente me interrogó. El
Comisario General Méndez y [ilegible] mi interrogador se encontraban presentes, me
exhortaron a abandonar la compañía de terroristas y aventureros y encarrilarme por el
camino de la verdadera lucha antifascista. La diligencia terminó entre cinco y seis de la
mañana, siendo pasado seguidamente a la Inspección de Guardia.
Durante todo el día 21 [se] fue apoderando de mí el pánico ante la evidencia que la
policía procuraba por todos los medios llegar a la destrucción física de nuestra
organización, organizando el asesinato “legal” de nuestro militantes más destacados,
poniendo la Sección Bolchevique-Leninista en relación con un suceso, probablemente
sangriento, cuya existencia nos era a todos desconocida. Esta sensación llegó a su grado
máximo al recapacitar sobre las amenazas que me fueron hechas la noche anterior, en la
posibilidad de ser llevadas a efecto en la impunidad más completa, en mi carácter
naturalmente impresionable y nervioso, incapaz de una prolongada resistencia; estaba
perfectamente convencido de que la policía trataría en primer lugar, como efectivamente lo
hizo, de obtener de mí, que deliberadamente había sido aislado de mis camaradas, algún
dato o aserto que sirviera para comenzar el ataque contra mis camaradas más forjados y
firmes. Transcurrí todo el día literalmente temblando y la madrugada del día 22 al ser
nuevamente llevado a declarar no esperaba ya sino poder ganar tiempo de cualquier modo,
hasta que las declaraciones de mis compañeros vinieran a establecer la realidad de los
81
En los interrogatorios tomados a Munis para forzarle a declarar lo que la policía quería fue sometido a un
simulacro de ejecución.

165
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

hechos y desbaratar la maquinación que con su elaboración forzada se tramaba. Ha sido


esta falsa concepción el origen de todas las calumnias contra mis compañeros, sugeridas
por la policía, en particular por la persona que primeramente me interrogó82 y por el
comisario Méndez a los que con mi aprobación y firma di forma y estado de declaraciones.
El interrogatorio de la madrugada del 22 fue llevado a cabo por las mismas
personas que el anterior. Tras haberme afeado en términos muy duros mi “insinceridad y
falta de arrepentimiento” de la noche anterior, ante mis protestas, la misma persona que
había llevado la iniciativa en el anterior interrogatorio me abofeteó enérgicamente al
tiempo que me decía “Ayer hemos sido tolerantes; ahora vamos a cambiar radicalmente de
métodos; vas a darnos una confesión completa de tus crímenes y de los demás”. Acto
seguido comenzó este a exponerme en tonos sumamente violentos la serie de preguntas
que constituyeron mi segunda declaración, con las consiguientes respuestas, [ilegible] los
nombres de las personas. Durante este interrogatorio me fue exhibido por el Comisario
General, Javier Méndez, una fotografía del capitán Narwistch, de uniforme, con gorra
puesta y aspecto sonriente, de tamaño 3 x 4 1/2 aproximadamente, preguntándome si le
conocía. Presintiendo algo grave vacilé un momento, a lo que intervino el Comisario
General preguntando: “¿no era acaso la foto del capitán Narwitsch, León?”, a lo que yo
contesté “sí”. Dominado ya por el terror me sentí en absoluto incapaz de resistir; a cada
vacilación se me espoleaba con las palabras “Confiesa ¡si te empeñas en no hablar irás ante
el piquete! Preocupado ya únicamente de no complicar a mis camaradas de aquellos cuya
detención me era conocido y sin fuerza moral para rebelarme al papel infame que se me
hacía representar, fui acumulando cargos contra Manuel Fernández Grandizo, Jaime
Fernández Rodríguez, Aage Kielso y Adolfo Carlini; condescendiendo al especial interés
que la policía demostraba por cargar el máximo de culpa sobre Manuel Fernández
Grandizo y [ilegible] con el mayor detalle posible las ligazones de la organización con
elementos destacados del movimiento anarquista. Cuando hacia las tres de la madrugada
hubo terminado mi declaración calumniosa, uno de los comisarios acompañado del
Comisario General Méndez, comenzaron a halagarme, ponderando mis cualidades de
lingüista y persona culta, de que ninguna prueba tenían, ofreciéndome tabaco del que
carecía desde mi encierro en “la lechera” y que acepté tras débil resistencia, preocupándose
que no tuviera frío, decidiendo que se me trasladara de la Inspección de Guardia donde
estaba instalado al despacho de Informes, Busca y Capturas, donde permanecí hasta el 10
de marzo por la noche. Mientras mi declaración se pasaba a máquina, en espera de firmarla
uno de los comisarios permaneció constantemente a mi lado.
En la madrugada del día 24 fui nuevamente llamado a declarar ante las mismas
personas a cuya voluntad sólo opuse débil resistencia. En este interrogatorio me fue
enseñada la fotografía del cadáver de Narwitsch enterándome entonces, y solamente
entonces, que el hecho sangriento al que se mezclaba nuestra organización era su muerte.
Refiriéndose a su muerte el Comisario General, me pronunció por primera vez la frase que
luego me repetía constantemente para acallar mis dudas, atribuida a Manuel Fernández
Grandizo en su declaración el mismo domingo día 13 de febrero “Bien muerto esté, si mil
vidas tuviera mil veces le mataría, era un provocador y un espía”. Durante este
interrogatorio y los sucesivos del día siguiente se llevaron a su forma actual, según la
declaración, las fábulas concernientes [a] la carta de París firmada por Pierre, la reunión
del café “La Cubana” y el asesinato de Narwitsch. Tras haber suscrito tal cúmulo de
falsedades, un gran abatimiento me invadió ante el espectáculo de mi propia bajeza y la

82
Todas las declaraciones tomadas a Luis Zanon están firmadas por Julián Grimau, que actuaba como
secretario, y el comisario Javier Méndez. Zanon conocía el nombre del comisario Méndez, pero no el del
interrogador que llevaba la iniciativa.

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

repulsión que mi conducta debía producir en mis camaradas al conocer mi proceder. Mi


pasividad durante los careos con Jaime Fernández y Kielso no obedece a otra causa. Fue
entonces que el Comisario General Javier Méndez dispuso se me instalara una cama en la
pieza en que yo estaba custodiado, hizo se me trajera comida de hotel y mandó a por ropa
limpia a mi domicilio, detalle que llevó a cabo el comisario Jarque. La llegada de Manuel
Fernández Grandizo, al que suponía más enterado que los demás de la posible trama
policiaca, me reanimó y fui al primer careo, siendo inmediatamente retirado al no acusar
mis manifestaciones a Manuel Fernández Grandizo, según se deseaba; la escena violenta
que yo esperaba se produciría fue evitada al ser yo retirado del careo y volví a caer en la
desesperación. Al día siguiente por la mañana fui llamado al despacho del Comisario
General en ausencia de este, que apareció más tarde, afeándome mi conducta del día
anterior, en esta ocasión fui abofeteado por segunda vez por uno de los presentes, joven,
delgado y moreno. Se me expusieron los siguientes argumentos: si yo quería volverme
atrás de mis declaraciones, se anularían estas; entonces aparecería yo como único culpable,
dada mi debilidad de carácter no sería muy difícil hacerme confesar incluso mi
culpabilidad, como tal se me enviaría ante el Tribunal de Espionaje y Alta Traición y
cuantas manifestaciones contra tres comisarios yo pudiera hacer no serían creídas, Por
último, el Comisario Méndez intervino repitiéndome los términos del dilema que se me
formularon en la primera declaración, se me manifestó que los demás compañeros habían
formulado acusaciones contra mí e incluso me consideraban como provocador y agente de
la policía, sospecha que yo encontraba justificada por el papel que estaba representando. Se
me prometía además expulsarme del país inmediatamente de terminado el atestado
policíaco, en lugar de enviarme al tribunal juntamente a los demás, enseñándome en efecto
un “Pase a la zona fronteriza” firmado por el Comisario General Méndez, en blanco,
sedicentemente destinado mí. Por último se me recordó que estaban resueltos a terminar el
asunto por el camino iniciado y que si yo deseaba “columpiarme” no lo tolerarían. Al ser
llamado nuevamente a declarar se me previno que sería nuevamente careado con
Fernández Grandizo y que me acordara de lo oído anteriormente. Después del segundo
careo con este en que recité [continuamente] todo lo aprendido, añadiendo a ello lo de la
influencia de Fernández Grandizo sobre mí, ya que no me creí capaz de volverme a
levantar de mi abyección y no [presenté] yo resistencia ninguna ante el careo con Adolfo
Carlini, limitándome a esperar pasivamente el desenlace del asunto. Cuando
separadamente se me trasladó al Tribunal de Espionaje y Alta Traición, después de
haberme manifestado que Carlini en mi declaración posterior al careo conmigo había
declarado que también se me quería eliminar como provocador y ex-fascista; no dudé
mucho de que pudiera haberlo [afirmado], pues en mi concepto yo me había hecho
acreedor a tal trato y aún pudiera haberlo dicho a consecuencia de la tremenda paliza que
durante el careo conmigo se le había comenzado a administrar83. El agente que me condujo
83
Veamos el recuerdo de Carlini sobre el mismo episodio: “el policía viendo mis manos negras e
hinchadas, me preguntó si quería que aflojara las esposas. Le respondí que hiciera lo que quisiera. El
hombre de los cabellos blancos me dijo: si firmas lo que ha firmado Zanon estarás libre y podrás regresar a
Francia. Un policía me mostró la fotografía de un hombre en uniforme militar muerto con la sangre
esparcida por tierra, diciéndome que era el capitán ruso León Narvich asesinado por Munis. A
continuación fui metido en una estancia con un guardia siempre a la vista con el fusil en la mano día y
noche. Un día el comisario “senetista” [de la CNT] Méndez, me dijo que también debía explicar mis
relaciones con los anarquistas. Le respondí que mis relaciones son óptimas.
Cuando me llevaron al segundo interrogatorio, a mi lado estaba Zanon, que repetía todo lo que los policías
le habían hecho aprender de memoria durante los quince días. Rodeado por tres policías grité: “¡Es una
infamia!” Agarrándome con sus manos los tres policías me separaron los pies, me alzaron del suelo, y uno
de ellos se puso a leer el folio que querían que firmase. Les respondí que el folio debía leerlo yo mismo:
mientras lo leía me di cuenta que el folio se alargaba y que tenía un pliegue. No tuve tiempo de leer lo que
había escrito en ese pliegue del folio, porque el policía al darse cuenta me lo arrancó de las manos

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

a Jefatura, antes de trasladarme al Palacio de Justicia, a mi requerimiento manifestó tener


encargo de conducirme a la Comisaría de extranjeros de la calle Córcega. Sólo al tomar la
camioneta de Asalto en que yo iba rumbo a la avenida Galán y García Hernández
comprendí que iba a ser juzgado con los demás compañeros. Trasladado inmediatamente
ante el Juez del Tribunal de Espionaje y Alta Traición, todavía no repuesto de las [ilegible]
y encontradas emociones ratifiqué atolondradamente mil falsas y [ilegible] declaraciones y
a su requerimiento le di breves detalles de mis antecedentes políticos. Me comunicó que
temiendo posibles represalias por parte de mis compañeros se había dispuesto encerrarme
aparte a lo que [asentí].
Durante la noche se inició en mí la reacción y por la mañana decidí presentarme
ante mis compañeros para que juzgaran mi conducta, manifestando a Víctor Ondik, el
primero con quien me crucé a la mañana siguiente la intención de hablar con ellos. Por
haberme nuevamente encerrado hasta el mediodía no pude hacerlo, mientras mis
camaradas prestaban declaración a mí solamente se me puso en conocimiento del auto de
procesamiento, que no se me entregó, hecho que según creo constituye parte de la táctica
de separación que desde un principio se empleó conmigo y que la presente declaración
tiene por objeto anular, así como las calumniosas acusaciones que de ella son parte.
Esta relación está redactada espontánea y libremente, con completa ausencia de
cualquier intimidación o instigación de terceros en la Cárcel Modelo de Barcelona el 11 de
Marzo de 1938.
[Firmado: Luis Zanon]

2.4. Al juzgado número 1 del Tribunal de Espionaje de Cataluña


MANUEL FERNÁNDEZ GRANDIZO MARTÍNEZ, ADOLFO CARLINI ROCA,
JAIME FERNÁNDEZ RODRÍGUEZ, LUIS ZANON GRIMM, TEODORO SANZ
HERNÁNDEZ y VICTOR ONDIK, en el sumario que se les instruye por este Juzgado,
comparecen y dicen:
Que el once del corriente mes nos ha sido comunicado el auto de este Juzgado por
el que se nos declara procesados, bajo la acusación de haber asesinado a un tal Leon
Narwitsch y además de dirigir y laborar en una supuesta organización clandestina.
Y como no estamos de ningún modo conformes con esta resolución
judicial, ya que nada sabemos de los hechos que se nos imputan, es por lo que pasamos a
impugnarla, a tenor de las consideraciones siguientes:

***
Antes de entrar en el fondo de la cuestión, los suscritos han de hacer constar
solemnemente ante el Juzgado de los malos tratos de palabra y de obra de que hemos sido
víctimas por parte de la policía. Repugna a la pluma, el narrar estas escenas y estas
violencias. Estos interrogatorios, que sólo tienen el nombre de tales, puesto que en realidad
lo único que se trata es de atemorizar y desmoralizar físicamente, con golpes, insultos y
hambre a los detenidos, a fin de arrancarles en este estado confesiones y declaraciones
falsas, de acuerdo con los propósitos de los “interrogadores”.
Fuimos detenidos, sin conocer en absoluto los motivos de nuestra detención. Sólo
nos enteramos de las infames acusaciones de que somos víctimas, al ser preguntados sobre
ellas por los policías. Negamos, naturalmente, con toda energía los cargos fantásticos que

dándome un empujón y diciendo: “Irás igual al proceso y será peor para ti”. [En SEDRAN, Domenico:
“Memorie di un rivoluzionario”, en Critica Comunista nº 8-9 (1980), p. 147.

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

se nos hacían. Ni los golpes, ni los insultos, ni el hambre ni el frío nos hicieron variar de
actitud. Negamos y seguimos negando, haciendo fracasar por tanto los procesos policíacos.
Estos propósitos y estos métodos policíacos, por otra parte, no nos sorprendieron,
sabiendo como se han importado en España procedimientos de terror, que están
constantemente a la orden del día en otros países y otras latitudes, donde se arrancan
confesiones y se organizan procesos ante hombres aterrorizados, cuya única posibilidad de
salvar la vida está en confesar todo cuanto se les exige que confiesen.
Ni nosotros estuvimos ni estamos dispuestos a esas “confesiones”, ni creemos que
la situación política y social de España permita la consolidación de semejantes
procedimientos.
Con todo, uno de los suscritos (Luís Zanon Grimm) aterrorizado y desmoralizado
por los insultos, los golpes y las más graves amenazas, se resignó a firmar lo que la policía
quiso, en una crisis profunda de depresión corporal y nerviosa en que se hallaba sumido.
Luis Zanon de complexión física débil, de carácter sumamente impresionable, propenso a
la desmoralización debido al desequilibrio nervioso que sufre, no estuvo en condiciones de
resistir durante mucho tiempo el feroz asedio policiaco, los golpes, los interrogatorios, de
horas y más horas, las posibilidades de que cesara aquel infierno con sólo poner una firma
al pie de unas declaraciones. Y Zanon firmó lo que la policía quiso. En aquel estado
hubiera firmado su propia sentencia de muerte.
No queremos cansar con demasía la atención del Juzgado sobre este aspecto de la
cuestión, del cual se hará perfecto cargo, creemos, el ánimo del Juzgado. Lo único que
tenemos que añadir sobre el particular, es que el Juzgado en vista de lo que está expuesto,
y sobre todo teniendo en cuenta lo que se expone en los documentos adjuntos (todos ellos
de puño y letra de Zanon) se sirva disponer un nuevo interrogatorio del mismo, así como
un examen médico de Zanon, sobre si las características físicas y psicológicas del mismo
le hacen propenso al decaimiento y a la desmoralización, ante la sensación de un peligro
inminente e irreparable. Sólo firmando sus “confesiones”, se le decía, saldría con vida de
aquello. El propio texto de los documentos adjuntos, que por ser escritos libremente y sin
la atmósfera morbosa de terror que envolvía a Zanon al firmar sus declaraciones, es más
significativo que todos los comentarios que pudiéramos hacer en el presente escrito.

***
La única acusación que puede existir contra nosotros, son las “declaraciones” de
Zanon. De ellas nada queda en pie, después de lo que queda anteriormente expuesto, todo
lo cual pone de relieve estos vergonzosos procedimientos policíacos que se han importado,
por lo que se ve, a España.
Ignoramos si en el atestado policiaco constan otras “pruebas” de las acusaciones de
la policía. Creemos que no, porque nada se nos ha preguntado sobre el particular. Con
todo, quienes son capaces de hacer lo que anteriormente queda consignado, capaces serán
desde luego de falsificar e inventar cartas, documentos y todo lo que sea menester.
Es teniendo en cuenta esta probabilidad, que aprovechamos la oportunidad de
dirigirnos al Juzgado para negar autenticidad a cualquier “prueba” de estas a que nos
referimos.

***
En el Auto de procesamiento, y en el primer resultando del mismo, se habla de la
existencia de una organización clandestina que proyectaba cometer atentados contra
figuras destacadas de la República. Ignoramos de donde el Juzgado ha podido sacar
semejantes fantasías, como no sea basándose en las simples afirmaciones de la policía.

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Nada sabemos los suscritos de todo ello, y así lo comprenderá el Juzgado si tiene
en cuenta y considera los antecedentes antifascistas de los suscritos, que a continuación
expondremos.
Lo único que existe es que la policía encontró unos ejemplares del periódico “La
Voz Leninista” y unas hojas sueltas, editadas por la Sección Bolchevique-Leninista de
España. De todo este material, se hizo responsable uno de los suscritos (Manuel Fernández
Grandizo Martínez) sin que los demás procesados tuvieran nada que ver con todo ello.
Todo este material, como se comprenderá, nada tiene que ver con el asesinato de Leon
Narwitsch ni con los asesinatos a figuras de la República, ni con nada que se parezca a
ello.

***
Los suscritos somos luchadores antifascistas, muchos de los cuales han estado en el
frente de guerra, siendo públicamente conocidos como tales.
Respecto a Fernández Grandizo, le conoce el señor Julio Alvarez del Vayo,
exministro de la República, quien podrá atestiguar las actividades políticas del mismo,
tanto en España como en Méjico. También le conoce el actual alcalde de Madrid, señor
Helche; Manuel Albar, ex-diputado a Cortes y miembro de la Comisión Ejecutiva del
Partido Socialista. Helche y Albar le conocen cuando ambos pertenecían a la Alianza
Obrera de Madrid, a la cual Fernández Grandizo pertenecía como representante de la
Izquierda Comunista; Simeón Vidarte, miembro asimismo de la Comisión Ejecutiva del
Partido Socialista.
Por lo que se refiere a Jaime Fernández, pueden atestiguar su condición de
antifascista los empleados de los almacenes Simeón, de Madrid, plaza de Santa Ana 13,
donde trabajaba Fernández; así como el Sindicato Mercantil de la CNT, de Madrid,
militando en el movimiento obrero desde el año 1931, habiendo sido uno de los primeros
militantes del Partido Comunista en La Coruña. Haciendo el servicio militar en Toledo, en
el Alcázar, cuando estalló la insurrección fascista, se pasó al campo antifascista,
juntamente con seis evadidos más, también soldados. De estos soldados evadidos, el
suscrito Jaime Fernández no recuerda los nombres y apellidos, recordando solamente que
uno de ellos se llamaba Domingo, otro que era Cabo se llamaba Vicente Molina. Esto
sucedió aproximadamente a últimos del mes de Agosto de 1936. La prensa de Madrid
habló del caso, saliendo incluso fotografiados en el diario madrileño “Claridad”.
En cuanto a Adolfo Carlini Roca, de nacionalidad italiana, tuvo que marchar de su
país en el año 1924, para escapar a la persecución del fascismo, debido a sus actividades en
el movimiento obrero italiano. Ha residido en Francia y Bélgica, siendo conocido en los
medios de la emigración antifascista. En Bélgica, Carlini es conocido como antifascista por
Lasarelli, del Partido Socialista Belga; Cantarelli y Gobbi, del grupo anarquista italiano de
Bruselas; por otra parte en un juicio que tuvo en Bélgica por razones políticas, fue
defendido por un abogado socialista, diputado, cuyo nombre no recuerda en este momento,
y que le fue facilitado por el Sindicato de la Madera, de aquella ciudad belga. En Bruselas,
conoció y frecuentó los medios de la emigración española, durante el tiempo de la
Dictadura de Primo de Rivera, conociendo especialmente a un tal García, que militaba en
el Partido Comunista. En Francia, conoce la condición antifascista de Carlini, el Diputado
del Partido Socialista Philippe Amadeo; Voltere y Pauli, elementos republicanos italianos,
del Partido Republicano “Giustizia e Libertà”, que fueron los que primeramente
organizaron las expediciones de voluntarios para combatir al fascismo español, en una de
las cuales vino a España Carlini, llegando a España el 15 de agosto, incorporándose a la
División Lenin, en el Frente de Aragón. Le conocen además Maseti (P.S. Italiano) y Gusti
(anarquista), el primero del Batallón Garibaldi y el segundo del C.R. de la CNT.

170
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

Por lo que se refiere a Víctor Ondik, de nacionalidad checoslovaca, actuó en el


Partido Social-demócrata de Checoslovaquia, así como en los sindicatos obreros de aquel
país. Encontrándose en Barcelona el 19 de julio, luchó en la calle contra los militares
fascistas, partiendo seguidamente para el frente, donde fue herido por dos veces, en el
sector de Quicena. Ondik posee el Carnet de mutilado de guerra, que le ha sido extendido
por el Patronato Pro mutilados de guerra, de Cataluña, y que lleva el número 422,
organismo oficial de la Generalidad, lo cual puede ser fácilmente comprobado por el
Juzgado. Poseo además documentos oficiales acreditando mi condición de mutilado de
guerra, todos los cuales puedo exhibir al Juzgado, si éste lo estima conveniente. Conocen
asimismo los antecedentes obreros y antifascistas de Ondik, los siguientes combatientes de
las Brigada Internacional: Juan Yanosik, oficial de la Brigada Internacional, perteneciente
al Partido Comunista; Vili Mazura, perteneciente asimismo en la Brigada Internacional, y
Klein, que estaba en Albacete, trabajando en las dependencias del Socorro Rojo
Internacional; además, conocen los antecedentes antifascistas de Ondik, la mayoría de
milicianos checoslovacos de las Columnas internacionales. Finalmente hay que hacer
constar, que un tío de Víctor Ondik, llamado Mikulicek, es actualmente diputado del
Partido Comunista al Parlamento de Praga.
Finalmente, por lo que hace referencia a Luís Zanon, de nacionalidad italiana, fue
expulsado del Instituto escolar de Milán, por “ideas subversivas”, en el mes de Octubre de
1930, viniendo a España, donde ha trabajado de corredor comercial. Es conocido por el
Presidente de la Bolsa del Trabajo de la Sección de Prensa (Sindicato de la Industria del
Papel y Artes Gráficas CNT), compañero García; Manuel Massachs, redactor taquígrafo
de Solidaridad Obrera; J. Santana Calero84, de las Juventudes Libertarias, así como Miguel
Seba y Basilio Hernáez, pertenecientes asimismo a las Juventudes Libertarias, de esta
capital; Jerónimo Galipienzo, del Comité obrero del Mercado del Borne; así como Miguel
Muñoz, de la misma colectividad; la compañera Angeloni y el compañero Magni, ambos
dirigentes de la Liga Italiana de los Derechos del Hombre. Todos ellos, podrán atestiguar
ante el Juzgado la condición de elemento antifascista de Luís Zanon.

***
Con lo que queda expuesto, se habrá dado cuenta el Juzgado de hasta que punto no
corresponde a la realidad ni a la verdad los propósitos y actos que se nos atribuyen en el
Auto de procesamiento, de acuerdo con las imputaciones policíacas, cuya nula consistencia
atestiguan los documentos adjuntos y los conceptos anteriormente expuestos.
En cuanto se refiere al material impreso, queda ya concretado cuanto precisaba
establecer.
Y es por lo que,
SUPLICAMOS AL JUZGADO que tenga por presentado el presente escrito y por
hechas las manifestaciones que en él se formulan, a los efectos del sobreseimiento del
sumario y de la concesión de nuestra libertad.
OTROSI.- En el auto de procesamiento, se habla también, declarándolo procesado
a Teodoro Sanz Hernández. Este compañero, por el hecho de encontrarse herido,
suponemos debe hallarse hospitalizado. A los efectos de su procesamiento, tenemos que
hacer constar que Teodoro Sanz ha estado de voluntario en el frente, desde el primer
momento, a pesar de no tener la edad para ello, luchando en el Batallón Lenin, de Madrid;

84
Juan Santana Calero había sido dirigente de las Juventudes Libertarias de Málaga. En marzo del 37 fue
elegido miembro del Secretariado de las Juventudes Libertarias y director de Ruta. Tras las Jornadas de
Mayo se adhirió a la Agrupación de Los Amigos de Durruti y escribió en su órgano El Amigo del Pueblo.

171
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

siendo herido en acciones de guerra, habiendo militado en el movimiento juvenil


comunista de Madrid, desde los quince años.
Es por ello, que
SUPLICAMOS AL JUZGADO tenga por hechas las anteriores manifestaciones, a
los efectos procedentes.
Barcelona, doce de Marzo de mil novecientos treinta y ocho.
[Se leen cinco firmas: Jaime Fernández, Grandizo, Luís Zanon, Carlini, Víctor
Ondik]

2.5. Declaración de Manuel Fernández Grandizo Martínez


Acto seguido y ante el Ilmo. señor Comisario General, Don Javier Méndez
Carballo, asistido de mí, el Secretario habilitado para la práctica de estas diligencias,
Agente de Seguridad, Grupo Civil, Don Julián Grimau García, comparece el que dice ser y
llamarse como al margen se expresa, hijo de Fabián y de Dorotea, de veintiséis años de
edad, natural de Torreón (Méjico), soltero, domiciliado en esta capital en la calle de
Valencia número trescientos ocho, piso cuarto, el que convenientemente interrogado
manifiesta:
Que se considera el máximo responsable de toda la actividad desplegada en España
por la Sección bolchevique-leninista adscrita a la Cuarta Internacional de la que recibe
directivas de trabajo. Que la labor de esta Organización desplegada en la clandestinidad ha
sido dirigida por el deponente como Secretario General y factotum de la misma y por
ADOLFO CARLINI y AAGE KIELSO, miembros directivos.
Preguntado por que fecha inició sus trabajos la Sección bolchevique-leninista de
España, dice: Que a partir de los sucesos del mes de Mayo de mil novecientos treinta y
siete.
Instado el que habla para que exprese cuales han sido los trabajos llevados a cabo
desde aquella fecha hasta su detención contesta: Que la impresión y distribución de
folletos, octavillas, boletines en alemán85 así como el periódico “La Voz Leninista” y
cuantas tareas estimaban pertinentes para el fin que se proponían, cumpliendo de este
modo las directivas recibidas a este efecto de la Cuarta Internacional.
Preguntado si es cierto que en una de las directivas de la mencionada Cuarta
Internacional les indicaban que dirigiesen sus trabajos hacia la consecución del Frente
Único proletario, luchando de este modo contra el Frente Popular y su Gobierno,
manifiesta que sí.
Preguntado el declarante, si las reuniones de Comité se celebraban en un lugar
determinado, manifiesta que no, ya que casi siempre solían hacerse en el Café, la calle y
alguna vez, por casualidad, en su domicilio.
Preguntado si no es más cierto que también tuvieron lugar estas reuniones en el
domicilio de ADOLFO CARLINI, en Pueblo Seco, dice: Que también por casualidad en
este domicilio se han celebrado.
Requerido para que diga por que medio se comunicaban con la Cuarta
Internacional, contesta: Que solían hacerlo por medio de correos personales y por cartas
escritas a máquina y por “el procedimiento del pan”.

85
Ya hemos citado anteriormente boletines y textos editados en alemán por la Sección BL de España.

172
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

Preguntado si el editorial de “La Voz Leninista” de fecha cinco de Febrero del año
en curso, en el que se atacaba al Gobierno de la República, está escrito por el dicente,
contesta que sí.
Invitado a que conteste los nombres de las personas que coadyubaban con el
deponente en la redacción de “La Voz Leninista”, folletos y hojas clandestinas, dice: Que
hay distintos individuos que ya se han ido de España y que otros están en la Cárcel.
Persiste en no conocer a ninguno agregando que aunque le torturasen no lo diría.
Preguntado sobre el funcionamiento de la Sección bolchevique-leninista manifiesta
que está formada por diversos Cuerpos que no se conocen entre sí, y que KIELSO,
CARLINI y el deponente, trazaban las líneas generales del trabajo.
Preguntado si LUIS ZANON GRIMM, pertenece a la Organización antes citada y
les ayudaba en su labor clandestina, manifiesta que sí, considerándole como un
colaborador de tipo secundario.
Preguntado si conoce al Capitán de las Columnas internacionales LEON
NARWITSCH, dice que sí, y que ha mantenido con el mismo algunas conversaciones,
significando que éste no pertenecía a la Organización, y sí al POUM.
Requerido para que conteste por que medio conoció al Capitán NARWITSCH,
dice no recordar, aunque cree fue por mediación de KIELSO.
Preguntado si es cierto que hace poco llegaron al declarante noticias en las que se
aseguraba que el Capitán NARWITSCH era sospechoso o provocador, dice que sí, y que
se debía a varios compañeros de Madrid.
Instado a que manifieste concretamente por que conducto le llegaron las noticias
antes indicadas, dice que por mediación de un tal EDUARDO MAURICIO, miembro del
POUM, el que según noticias recibidas de Madrid había que juzgar a NARWITSCH como
un provocador.
En el momento de dar lectura a su declaración manifiesta que en donde dice que la
Organización bolchevique-leninista, recibe directivas de la Cuarta Internacional, él quiso
decir lo que sigue: Que todos sus trabajos clandestinos son de propia iniciativa y de los
componentes del Comité de España.
Que igualmente donde se dice que si una de las directivas de la Cuarta
Internacional, era de que dirigiesen sus trabajos hacia la consecución del Frente Único
proletario, luchando de este modo contra el Frente Popular y el Gobierno, él quiso
manifestar: Que propugnan por la consecución del Frente Único proletario, en pugna con
el Frente Popular y su Gobierno, en tanto éste se mantiene aliado de las Organizaciones y
la política extraña a los intereses del proletariado.
Que no tiene más que decir, que lo dicho es la verdad, en la que se afirma y ratifica,
y después de leída por sí esta declaración, la firma en prueba de conformidad con el señor
Comisario General, de todo lo que como Secretario. Certifico.
[Firmado Javier Méndez, M. Grandizo, Grimau]

2.6. Ampliación de la declaración de Manuel Fernández Grandizo Martínez


A continuación de la anterior, a petición del indicado al margen y de nuevo ante el
señor Comisario General, asistido de mí, el Secretario, comparece de nuevo, manifestando:
Que le interesa esta ampliación para hacer constar que al referirse al Capitán
NARWISTCH y cuando dijo que pertenecía al POUM, lo sabe por que así lo manifestó el
interesado. Significando que al considerarle al Capitán NARWITSCH como provocador
en su declaración mencionada, quería decir que éste estaba conceptuado como espía o
Agente de la Policía del Gobierno de la República.

173
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

También hace constar que JOAN o MAX, pseudónimo el primero, Comisario


Político, al parecer de la cuarenta y tres división y recientemente introducido en la Sección
bolchevique-leninista, activó últimamente todos los trabajos de la mencionada Sección,
considerando a JOAN, no obstante, Agente directo de la Policía, el cual insinuó a los
miembros dirigentes de la misma la conveniencia de poner en práctica ciertos actos
terroristas que fueron rechazados categóricamente por los mismos.
Que no tiene más que añadir, que lo dicho es la verdad, firmando esta su
ampliación voluntaria de declaración en prueba de conformidad con el señor Comisario
General, de todo lo que como Secretario. Certifico.
[Firmado Javier Méndez, Grimau, Grandizo]

2.7. Ampliación de declaración de Manuel Fernández Grandizo Martínez


De nuevo ante el señor Comisario General, asistido de mí el Secretario, comparece el
anotado al margen, quien preguntado manifiesta:
Que con el Capitán NARWISTCH ha mantenido relación política desde hace unos
meses, entrevistándose una vez que recuerde el ponente en su casa y cinco o seis en el
domicilio del referido Capitán, Pensión Prat. Que la última vez que estuvo con
NARWITSCH, fue el día cinco de Febrero próximo (mes de la fecha), entregándole dos
ejemplares del periódico “La Voz Leninista”, fecha cinco de Febrero, recibiendo a cambio
dos ejemplares del periódico clandestino “La Batalla”, órgano del POUM.
Preguntado si con posterioridad al día cinco de Febrero vio o estuvo nuevamente
en el domicilio del Capitán NARWITSCH, para citarle a una reunión en casa de
CARLINI, el día diez del mismo mes de Febrero, a las diez de la noche, manifiesta que no.
Preguntado si es cierto que el declarante el miércoles día nueve de Febrero celebró
una reunión en el Café “La Cubana” sito en el Paralelo a la que asistieron ZANON,
JAIME FERNÁNDEZ, el Comisario Político JOAN y un tal MAURICIO, TEODORO
SANZ, en la cual se trazó el plan a seguir la noche del jueves día diez para asesinar al
Capitán NARWITSCH, contesta que no.
Instado para que manifieste que es lo que hizo durante el día y la noche del día diez
del mes de la fecha, dice: Que estuvo en Sabadell y Tarrasa. Que por la noche estuvo en
diversos sitios, buscando tabaco, regresando a dormir aproximadamente a las once a su
domicilio.
Preguntado si no es más cierto que en la noche del jueves día diez de Febrero se
personó el deponente sobre las nueve y media de la noche en el domicilio de ADOLFO
CARLINI, sito en Pueblo Seco, celebrando una reunión de Comité de la Sección
bolchevique-leninista, a cuya reunión y precisamente media hora después acudió el
Capitán LEON NARWITSCH, saliendo éste sobre las diez y cuarto de aquella noche en
unión del declarante, el Comisario Político JOAN , y alguno más en un coche pequeño que
usufructuaba el Comisario Político JOAN, dirigiéndose hacia el Guinardó, lugar donde le
dijeron al Capitán NARWITSCH, que se podía establecer un depósito de armas,
manifiesta: Que no, por haber estado en otros lugares.
Preguntado si los lugares donde dice que estuvo pueden testimoniar su asistencia a
los mismos con precisión de hora de entrada y salida de los mismos, dice: Que cree que sí,
puesto que algunos camareros de la [ilegible] Oriente, si hacen un esfuerzo podrán
recordar de él.
Que también estuvo en un baile, cuyo nombre no recuerda.
Preguntado si es cierto que entre los días treinta y uno de Enero y dos de Febrero
del corriente año, se celebró una reunión en casa de CARLINI, a la que asistieron

174
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

KIELSO, CARLINI, ZANON y el que habla y si en la misma se trató de la aplicación de


las directivas recibidas por aquellos días de la Cuarta Internacional, trasmitidas por carta
cifrada, más concretamente de la directiva terrorista que había de aplicar en España la
Sección bolchevique-leninista atentando en primer término contra la persona del
Presidente del Consejo de Ministros señor NEGRIN y el Ministro de Defensa Nacional
señor Prieto, manifiesta: Que no.
Preguntado si en fecha aproximada a aquellos días la Sección bolchevique-leninista
celebró alguna reunión de Comité, contesta: Que sí, aunque no puede indicar el sitio.
Preguntado si en los últimos días del mes de Enero último, se recibió una carta de
la Cuarta Internacional firmada por un tal PIERRE, dice que no.
Preguntado si es cierto que en una reunión de Comité de la Sección bolchevique-
leninista delegaron en el que habla y en CARLINI para realizar determinadas gestiones
cerca de unos Grupos anarquistas para que estos coadyuvasen con ellos en el desarrollo de
los actos terroristas, manifiesta: Que no.
Instado a que manifieste con que grupos anarquistas estaba en inteligencia la
sección bolchevique-leninista de la cual el declarante es Secretario General, dice: Que en
inteligencia no estaban con ningunos, ya que de estarlo sería con elementos que dejaran de
ser anarquistas para ingresar en la sección bolchevique-leninista, agregando que solían
enviar la Prensa clandestina que publicaban a algunos individuos que pertenecen a “los
Amigos de Durruti”, así como también a gente de la UGT y CNT.
Preguntado si es cierto que el que habla citó verbalmente a ZANON para que
asistiese a la reunión que se celebró en el domicilio de CARLINI la noche del jueves día
diez de Febrero, contesta: Que no.
Preguntado en que imprenta se hacía la tirada e impresión de “La Voz Leninista”
así como quien les facilitaba el papel, manifiesta: Que contrató con el responsable de la
imprenta sita en la calle de Salmerón, llamado un tal PALOU, la tirada e impresión de “La
Voz Leninista”.
Requerido para que manifieste porque no durmió en su domicilio calle de Valencia
número trescientos ocho, piso cuarto, las noches del viernes y sábado once y doce del mes
en curso, contesta: Que temiendo que el Comisario Político JOAN, de quien desconfiaba
como elemento políticamente fiel pudiese denunciarlo, por ejercer alguna acción violenta
contra el mismo, al darse cuenta el primero de dicha sospecha, fue por lo que dejó de ir a
dormir.
Preguntado si no es más cierto que el fundamento firme de no ir a su domicilio es
que temía una visita de la Policía del Gobierno de la República, contesta: Que no, puesto
que iba de día.
Preguntado si el declarante expresó a la dueña del piso, que si iba la Policía a
preguntar por él, pusiese en el balcón un trapo blanco como contraseña acordada ya en otra
ocasión, contesta: Que sí.
Requerido para que indique que es lo que se trató en la reunión que se celebró en su
domicilio y más concretamente en el comedor de su casa, en la mañana del viernes día
once de Febrero, a la que asistieron el Comisario Político JOAN, JAIME FERNÁNDEZ
RODRÍGUEZ, TEODORO SANZ y otros, contesta: Que no se trataba de una reunión
previamente establecida, sino de una visita que le fue hecha por el JAIME FERNÁNDEZ
y TEODORO, comunicándole éstos en el transcurso de la misma, que evitase relaciones
con el Capitán NARWITSCH, puesto que de una manera cierta parecía haber hecho
encarcelar a algunos militantes del POUM.
Preguntado si es cierto que en la tarde del sábado doce del mismo mes se
entrevistaron los mismos individuos con el deponente sobre las cinco de la tarde,

175
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

manifiesta: Que tanto a la reunión del viernes como a la del sábado sólo vinieron el
Comisario Político JOAN, JAIME FERNÁNDEZ, TEODORO SANZ y el que habla.
[...] Preguntado si es cierto que en la misma mañana [día once] invitó a ZANON a
que escondiese unos documentos pertenecientes a la Sección bolchevique-leninista, ya que
consideraba que éstos debían desaparecer ante una posible acción policial, manifiesta: Que
sí, agregando que ZANON se negó a llevárselos, objetando no tener lugar donde
esconderlos.
Instado el que habla a que diga el lugar donde los ocultó, responde: Que los entregó
a Teodoro SANZ, el que se los llevó a su domicilio.
Invitado el deponente a que manifieste quienes eran las personas que ayudaban a
sufragar los gastos que ocasionaba la tirada de “La Voz Leninista” y cuantos trabajos
clandestinos realizaban, dice: Que el Comisario Político JOAN, en representación de un
numeroso grupo que él decía tener86.
Requerido para que exprese porque se resistió a entregarse a los funcionarios del
Cuerpo de Seguridad, en el acto de proceder a su detención, manifiesta: Que temió se
tratara de un hecho ajeno al Estado, por lo que su primera idea fue salir a la puerta,
haciendo ruido para que los vecinos se enteraran.
Preguntado el declarante si durante el tiempo que está en España ha trabajado
alguna vez, dice: Que no, y que sus actividades las ha dedicado por entero a la dirección de
la Organización política antes citada.
Instado a que exprese cuales son sus medios de vida, contesta: Que sus necesidades
las sufragaba mediante donativos de sus compañeros de organización política.
Preguntado a que cantidad asciende en la actualidad el dinero de la Sección
bolchevique-leninista, contesta: Que a unas mil doscientas pesetas.
Que no tiene más que decir, que lo dicho es la verdad, en la que se afirma y ratifica,
y después de leer por sí esta su ampliación de declaración la firma en unión del Señor
Comisario General, de todo lo que como Secretario. Certifico.
[Firmado: Javier Méndez, M. Grandizo, Grimau]

2.8. Declaración de Adolfo Carlini Roca


Acto seguido y ante el Iltmo. señor Comisario General, Don Javier Méndez
Carballo, asistido de mí el Secretario habilitado para la práctica de estas diligencias,
Agente del Cuerpo de Seguridad, Grupo Civil, Don Julián Grimau García, comparece el
que dice ser y llamarse al margen expresado, hijo de Matías y de María, de treinta y tres
años de edad, natural de Udine (Italia), casado, tupidor, domiciliado en esta capital en el
Pasaje Serrahima número cuatro piso segundo, el que convenientemente interrogado
manifiesta:
Preguntado si pertenece a la Sección bolchevique-leninista de España adscrita a la
Cuarta Internacional, manifiesta que sí, agregando que estando en el frente en unión de
otros compañeros el declarante, como era simpatizante desde su estancia en Francia,
conoció a un tal Robert Fuconet87 (muerto en el frente), estableciendo contacto y formando

86
Tanto el grupo de Fosco, como algunos militantes del POUM, realizaron graves acusaciones contra la
Sección BL, respecto a la financiación del grupo por parte de elementos dudosos, que más tarde resultaron
ser agentes del GPU. Véase la acusación de Andrade en el doc. 2.27, y la respuesta de Munis y Jaime
Fernández a esta acusación en el doc. 2.28.
87
Se trata de Robert de Fauconnet, que junto con Enrico Russo, constituyó la Columna Internacional Lenin
del POUM, formada por unos veinte trosquistas y unos treinta bordiguistas. Robert se había exiliado de

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

un grupo de esta tendencia con Robert y otro actualmente en París o Bélgica, apellidado
Lemmens.
Preguntado si ejercía algún cargo directivo en la Organización, manifiesta que era
miembro del Comité.
Que cuando regresó del frente, en vista de que otros compañeros se marcharon al
extranjero y otro había sido encarcelado, llamado Telman, el deponente conoció a un
individuo llamado MANUEL FERNÁNDEZ GRANDIZO MARTÍNEZ (a) “MUNIS”,
formando entonces el Comité de la Sección bolchevique-leninista de España, en la
siguiente forma: Secretario General, MANUEL FERNÁNDEZ GRANDIZO
MARTÍNEZ, ADOLFO CARLINI, AAGE KIELSO. Que esto sucedió por el mes de
Abril del pasado año, empezando a trabajar juntos en pro de la causa que defienden.
Preguntado si estos trabajos han sido realizados siempre en la clandestinidad, dice
que sí.
Preguntado si la orientación y artículos publicados en “La Voz Leninista”,
periódico clandestino era del Comité, manifiesta que sí.
Requerido para que indique los lugares donde solían reunirse el Comité, dice que
en vario sitios y únicamente una vez en su casa.
Preguntado si es cierto que en una ocasión fue a casa de MANUEL FERNÁNDEZ
GRANDIZO, calle de Valencia, número trescientos ocho, piso cuarto y en vista de que
éste no estaba entregó a la dueña del piso una nota redactada en francés, citándole para una
reunión, contesta que sí, e indica que fue unos diez días antes a su detención y que ésta no
se llegó a celebrarse, pues para la misma estaban citados tres miembros de la CNT, y uno
tuvo que marcharse fuera.
Preguntado si entre los días treinta y uno de Enero al dos de Febrero del año en
curso se celebró en su domicilio por la noche una reunión del Comité de la Sección
bolchevique-leninista, en la que “MUNIS” dio lectura a una carta cifrada de la Cuarta
Internacional en la cual marcaba directivas sobre los trabajos que debían realizar en
España, y en primer término la de aplicar la táctica terrorista, promoviendo huelgas
armadas y ejerciendo atentados personales en el Presidente del Consejo de Ministros y
Ministro de Defensa Nacional, manifiesta, que dicha reunión no se celebró, no conociendo
tampoco el texto de esta carta.
Preguntado si el deponente sabe que éste tuviese alguna participación en los
trabajos de la Sección bolchevique-leninista de España, manifiesta: Que sabe que
NARWITSCH presentó al Comisario Político MAX JOAN en la Organización y que los
mismos facilitaron dinero para sufragar los gastos de la publicación de “La Voz Leninista”.
En este momento de su declaración, y al serle formuladas por el señor Comisario
General, distintas preguntas relacionadas con la reunión celebrada en su casa en la noche
del jueves día diez de Febrero del año en curso, así como también sobre los trabajos de la
Sección bolchevique-leninista de España, y más concretamente sobre el asesinato del
Capitán Leon narwitsch, el declarante se niega contestar, alegando que la reunión en su
casa no se celebró, y que no sabe nada del resto.
Que no tiene más que decir, que lo dicho es la verdad, en la que se afirma y ratifica,
y después de leer por sí esta su declaración y negativa final, la firma en prueba de
conformidad, con el señor Comisario General, de todo lo que como Secretario. Certifico.
[Firmado: Javier Méndez y Grimau. No consta la firma de Carlini]

Francia para no hacer el servicio militar. Participó en las luchas revolucionarias del 19 de julio en
Barcelona.

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

2.9. Diligencia
Para hacer constar por la presente que invitado que fue el detenido ADOLFO
CARLINI ROCA, a que firmara su anterior declaración, se niega a efectuarlo en este
pliego original, alegando existir en el mismo otras firmas y párrafos ajenos a su
declaración; significando no obstante que lo efectúa en la primera copia del original, de lo
que así como de haberse efectuado. Certifico.
[Firmado: Grimau]

2.10. Declaración de Victor Ondik


Acto seguido y ante el Iltmo. señor Comisario General de investigación criminal,
don Javier Méndez Carballo, asistido de mí el Secretario habilitado para la práctica de
estas diligencias, Agente del Cuerpo de Seguridad, Grupo Civil, Don Julián Grimau
García, comparece el que dice ser y llamarse como al margen se expresa, hijo de Víctor y
de Verónica, de veinticinco años de edad, natural de Checoslovaquia, soltero, panadero,
domiciliado en esta capital en la calle Lope de Vega, número diez y ocho, piso cuarto,
primera, el que convenientemente interrogado, manifiesta:
Que vino a España hará aproximadamente unos cuatro años trabajando en su oficio
de panadero.
Que cuando estalló el actual movimiento se enroló en las columnas del POUM,
marchando con las mismas al frente de Aragón, permaneciendo en el mismo cerca de un
año, al cabo del cual y como consecuencia de las heridas que sufrió en el mismo, regresó a
Barcelona, ingresando en calidad de hospitalizado en el Hospital General.
Preguntado sobre sus relaciones con MANUEL FERNÁNDEZ GRANDIZO
MARTÍNEZ, dice: Que lo conoció hará unos siete meses, en ocasión en que le fue
presentado en un restaurant por ADOLFO CARLINI, a quien conocía por haber estado
con él en el frente.
[...] Preguntado el deponente sobre si sabe que los miembros de la Organización
bolchevique-leninista actuaban en la clandestinidad, dice que sí, toda vez que a él,
“MUNIS” le dijo en una ocasión que tenía que ayudarles a repartir números de su órgano
de expresión titulado “LA VOZ LENINISTA”, añadiéndole que debía de efectuarse con
gran cuidado para no caer en manos de la Policía.
Que en distintas ocasiones ha prestado dinero al “MUNIS” y a un tal KIELSO, ya
que aquellos se lo solicitaban, alegando que no tenían para comer.
Que cuando ha sido detenido en la calle de Valencia [...] iba a preguntar por el
KIELSO, toda vez que le debía la cantidad de ciento diez pesetas que le había prestado
para hacerse un traje. [...]
Que el declarante habiéndose dado cuenta de las actividades clandestinas y de las
directivas que pensaban poner en ejecución, así como también por la impresión que todos
los miembros de la Organización bolchevique-leninista, le habían causado de ser una
especie de aventureros internacionales, había optado por apartarse de los mismos.
Que no tiene más que decir, que lo dicho es la verdad [...]
[Firmado: Javier Méndez, Víctor Ondik, Grimau]

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

2.11. Diligencia
Para hacer constar por la presente que el detenido ADOLFO CARLINI ROCA,
después de haber sido interrogado, intentó suicidarse causándose lesiones de las que fue
asistido en el Dispensario de la Ronda de San Pedro, según consta en el certificado
facultativo que figura en las diligencias que con tal motivo se instruyeron por la Inspección
de Guardia de esta Comisaría General de Investigación Criminal, y que se adjuntan a todas
las presentes actuadas. Certifico.
[Firmado: Grimau]

2.12. Acta
En Barcelona, siendo las ocho horas treinta minutos del día catorce de Febrero del
año mil novecientos treinta y ocho, los Funcionarios del Cuerpo de Seguridad (Grupo
Civil), Don Fernando Rodríguez Alvarez, Don Abelardo Barba Yusta, Don José García
Valencia y Don Juan Malagrava Got, éste como Secretario habilitado para la práctica de
estas diligencias, afectos todos a la Comisaría General Especial de lo Criminal, en
cumplimiento de órdenes superiores, y siendo portadores de la orden de registro de la
Dirección General de Seguridad, número cincuenta y seis, se personaron en la calle de
Salmerón número doscientos cuarenta y uno, imprenta, al efecto de realizar un minucioso
registro, ya que al parecer en la misma se editaban publicaciones clandestinas, en algunas
de las cuales se atacaba al Gobierno legalmente constituido.
Una vez en la misma, a presencia del Regente de la imprenta, llamado
BARTOLOMÉ PALAU MILLAN, domiciliado en ésta, calle de Cera número diez y
nueve, y luego de ser dadas toda clase de facilidades, se procedió a efectuar el ordenado,
que dio por resultado el hallazgo de tras “cabezas” tipográficas, de las que sacadas copias
de igual tipo se lee lo que sigue: una con el título de “El Amigo del Pueblo”, teniendo al
margen derecho y en recuadro un escrito que dice “El conflicto de Espectáculos Públicos,
que ha sido resuelto felizmente fue una provocación de Comorera. Mientras que nuestros
compañeros se baten en el frente, este miserable se emplea en torpedear la retaguardia. La
unión de estos trabajadores frustra sus planes”88; otra correspondiente a “La Voz
Leninista” y una tercera de “El Amigo del Pueblo, portavoz de los amigos de Durruti”; de
todo lo cual se incautaron los funcionarios actuantes, para ser puesto a disposición de la
Superioridad.
Terminada que fue esta diligencia a las nueve horas treinta y cinco minutos del
mismo día en que dio comienzo, la firman todos los asistentes a ella, en prueba de
conformidad, de todo lo que como Secretario. Certifico.
[Firmado: Rodríguez, Abelardo Barba, Malagrava, José García y otra firma ilegible]

2.13. [Declaración de Munis ante el juez


DECLARACIÓN.
En la ciudad de Barcelona a once de marzo de 1938, ante el Juzgado nº 1 de
espionaje ha comparecido a declarar prestando promesa en forma legal, de decir la verdad,

88
Este texto corresponde efectivamente al entrefilete o mancheta publicado en la contraportada [página 4]
del número 12 de El Amigo del Pueblo, que está fechado en Barcelona, el 1 de febrero de 1938.

179
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

fue apercibido de lo que disponen las Leyes vigentes, adecuadas al caso, que aceptó
cumplir, y preguntado convenientemente:
MANIFIESTA: que su nombre es Manuel Fernández Grandizo y Martínez89, hijo
de Fabián y de Dorotea, natural de Torreón (Méjico), de veintiséis años, de estado soltero,
de profesión periodista, domiciliado en la calle Valencia 308-4º, que sí ha sido procesado
en el año 34 condenado por inducción a la rebelión en Madrid.
INTERROGADO CONVENIENTEMENTE, DICE:
Que una vez que le han sido exhibidas reconoce como de su puño y letra las firmas
que le nombran al pie de la declaración de la página 32 del atestado de la policía, de la pág.
33 de la 37 y de la 44 y al margen de la página 31, 34, 35 y 36.
Que se ratifica en el contenido de estas declaraciones una vez que le ha sido leída la
última de las que prestó.
Que quiere hacer constar que ha sido golpeado por la policía y sometido durante
ocho días a un régimen de desnutrición absoluta. Que Luís Zanon detenido en compañía
del declarante fue aislado de la comunicación con el dicente y con los demás detenidos,
entregándosele comida y cama especial durante todo el tiempo que permaneció en la
Brigada Criminal, pero le interesa hacer constar principalmente que en el primero de los
careos a que fue sometido con Luís Zanon, careos que se efectuaban de espaldas al
declarante, y ante la presencia de tres policías, Luís Zanon manifestó ser falsa la pretendida
reunión de “La Cubana”, así como muchas de sus anteriores declaraciones, declaraciones
que se había visto obligado a hacer en parte por la violencia y demostrándolo por la frase
que dijo que recuerda el dicente, que fue textualmente la siguiente: “estaba dispuesto a
decir cualquier cosa porque tenía mucho miedo”.
Que el dicente a los tres años de edad vino a España, residiendo en Extremadura.
Su padre representaba una fábrica de harinas. A los once años su familia volvió a Méjico,
residiendo allí hasta los 17 años, en que regresó a España, aunque después ha realizado
otros viajes mucho más cortos a Méjico. Únicamente ha estado en Francia durante muy
pocos días90.
Empezó a actuar en política el año 1931 en la Izquierda Comunista en
Extremadura.
Que La Voz Leninista estaba escrita exclusivamente por el declarante.
Que el dicente cree que el Joan o Marx91 es un confidente de la policía, puesto que
le conoce hace muy poco tiempo, y cree que las detenciones que se han hecho
forzosamente tienen que obedecer a una confidencia que posiblemente la habrá hecho el
referido Joan. Que el Joan representaba unos veintisiete años de edad, era de estatura
regular, fornido, de cara colorada, hablaba muy mal el castellano. Que no se le había
concedido ninguna categoría en la organización y que estaba a la expectativa de
89
Gracias a la “y” entre el primer apellido y el segundo podemos conocer el auténtico nombre de Munis:
nombre de pila “Manuel”, primer apellido “Fernández Grandizo”, segundo apellido “Martínez”. El dato,
aunque no tiene más importancia, resuelve la permanente confusión creada por la existencia del apellido
compuesto Fernández-Grandizo.
90
Son datos muy interesantes, y hasta ahora siempre muy confusos, sobre los primeros años de vida de
Munis. Así pues, Munis nació en Méjico, en 1912, y residió en Extremadura desde los 3 hasta los 11 años.
Desde los 11 hasta los 17 residió en Méjico, donde participó de forma destacada en las luchas sociales.
Desde los 17 (1928) residió en España, salvó cortos viajes a Méjico (donde le sorprendió el 19 de julio del
36), y algunos días en Francia, desde finales de abril hasta mediados de mayo (estaba en París cuando se
produjeron los Hechos de Mayo del 37 en Barcelona). En octubre de 1934 fue el representante de la
Izquierda Comunista en la Alianza Obrera de Madrid.
91
Es importante destacar que éste es el primer documento en que no se escribe Max, sino Marx.

180
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

comprobarse la veracidad de la existencia de un grupo que decía tener de elementos del


POUM, digo de elementos revolucionarios, pero que en realidad lo único que había hecho
era dar dinero algunas veces92.
Leída se ratifica y forma con el Juez; doy fe: añadiendo que ha sido Delegado en la
Alianza Obrera de Madrid durante todo el período anterior al 6 de Octubre del 34,
ratificándose y firmando con el Juez; doy fe.
[Firmado Grandizo y dos firmas ilegibles]

2.14. Declaración de Adolfo Carlini ante el juez


DECLARACIÓN.
En la ciudad de Barcelona a once de marzo de 1938, ante el Juzgado nº 1 de
espionaje ha comparecido a declarar prestando promesa en forma legal, de decir la verdad,
fue apercibido de lo que disponen las Leyes vigentes, adecuadas al caso, que aceptó
cumplir, y preguntado convenientemente:
MANIFIESTA: que su nombre es Carlini Adolfo, hijo de Matías y de María,
natural de Saint George, de treinta y tres años, de estado casado, de profesión tupidor,
domiciliado en Pasaje Serrahima 4 2º, que no ha sido procesado.
INTERROGADO CONVENIENTEMENTE, DICE:
Que ratifica la declaración que prestó ante la policía reconociendo como suya la
firma que le nombra al pie de la copia de la misma unida a este sumario una vez que le ha
sido leida y exhibida.
En Italia era aprendiz de carpintero y el año 24 marchó perseguido por sus ideas
antifascistas dirigiéndose a Francia y fijando su residencia en París, ingresando en el
partido comunista, trabajando en una fábrica de vagones en Nanterre, estando 4 años en
París, después marchó a Bélgica porque fue expulsado por haberle encontrado hojas de
propaganda del partido comunista. En Bélgica ha residido dos años, trabajando en Bélgica
en una fábrica de pianos, de Bélgica pasó a otra vez a Francia residiendo en Lyon donde
trabajó tres años en unas fábricas de madera. De Lyon marchó a Marsella voluntariamente
por creer que estaría mejor en un país del mediodía. En Marsella residió hasta que se
enroló en las milicias de España del POUM en 19 de agosto de 1936, habiendo estado en
el frente de Huesca, Casetas de Quicena, Alcubierre y Zaragoza. [En la] Sierra de
Alcubierre durante 8 meses al cabo de los cuales [regresó] a Barcelona en Febrero o Marzo
del año 37, porque dimitió en las milicias. Aquí encontró inmediatamente trabajo en la
calle de la Mutualidad en una fábrica de ebanistería.
Que únicamente ha visto una vez al Capitán Narwitsch, hará unos tres meses.
Leída se ratifica y firma con el juez; doy fe.

92
Todo el párrafo es de un gran interés, puesto que explica el papel de confidente de [Lothar] Marx, las
técnicas de penetración en el grupo utilizadas por el agente de Orlov (dinero para financiar las
publicaciones y posible captación de un grupo revolucionario). Por otra parte el asesinato del capitán
Narwitsch por un grupo de acción del POUM había precipitado los acontecimientos. Narwitsch, otro
agente de Orlov, que había desempeñado un notable papel en el reconocimiento y la detención de diversos
militantes del POUM, gracias a las fotos que había efectuado, había intentado infiltrarse en la Sección BL.
Por otra parte, Marx (que se hacía llamar Joan) había notado las sospechas y desconfianza que infundía en
el grupo trosquista. La policía había recibido orden de detener y procesar a los militantes de la Sección BL
por el asesinato del agente que había intentado infiltrarse en el grupo. La rápida detención de éstos sólo era
factible gracias a las informaciones facilitadas por Marx, el otro agente infiltrado, que además estaba ya
quemado. En todo caso sólo planteamos hipótesis de una línea de investigación que queda abierta a futuras
indagaciones sobre la figura de JOAN-MAX-MARX.

181
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

[Firmado: Carlini Adolfo y dos firmas ilegibles]

2.15. Declaración de Jaime Fernández ante el juez


DECLARACIÓN.
En la ciudad de Barcelona a once de marzo de 1938, ante el Juzgado nº 1 de
espionaje ha comparecido a declarar prestando promesa en forma legal, de decir la verdad,
fue apercibido de lo que disponen las Leyes vigentes, adecuadas al caso, que aceptó
cumplir, y preguntado convenientemente:
MANIFIESTA: que su nombre es Jaime Fernández Rodríguez, hijo de Eulogio y
de Guadalupe, natural de Ferrol, de veintitrés años, de estado soltero, de profesión
oficinista, domiciliado en Valencia, pueblo de Godeya, calle Ancha núm. 17, que no ha
sido procesado.
INTERROGADO CONVENIENTEMENTE, DICE:
Que reconoce como suya la firma que le nombra al pie de la declaración que prestó
ante la policía, y que obra en la página 30 del atestado una vez que le ha sido exhibida.
Que ratifica en parte la declaración prestada ante la policía, rectificando los siguientes
extremos: No es cierto que conozca a Zanon como militante del POUM, ni como redactor
de “La Batalla”, le conoce como bolchevique leninista. No se refería a ninguna reunión en
casa de Manuel Fernández, sino que se trataba de una simple charla. No es cierto nada de
lo que se refiere a la muerte del capitán Narwitch, y tuvo que declararlo el dicente por los
malos tratos de [que] le ha hecho objeto la policía.
Que el Muñiz le manifestó que temía que le detuviera la policía porque se decía
que el capitán Narwitch era un confidente y sabían la dirección de él.
Que el dicente no conoce ni había visto nunca al capitán Narwitch.
Leída se ratifica y forma con el Juez; doy fe.
[Firmado: Jaime Fernández y dos firmas ilegibles]

2.16. Auto
Barcelona, diez de marzo de mil novecientos treinta y ocho.
Resultando: que en esta ciudad, actuaba una organización que amparándose en la
clandestinidad y en una supuesta ideología extremista; proyectaba cometer atentados
contra figuras destacadas de la República que ostentan cargos directivos y del Gobierno
del país y por medio de impresos clandestinos efectuaba una propaganda contraria a los
intereses de la República, manteniendo relación directa con elementos extranjeros, siendo
los principales dirigentes de esta organización Manuel Fernández Grandizo Martínez (a)
Muñiz, Adolfo Carlini Roca y Aage Kielso, éste último evadido de la policía y que estaban
enterados de sus proyectos y cooperaban en dicha organización Jaime Fernández
Rodríguez, Luis Zanon Grimm y Teodoro Sanz Hernández y en menor grado, Víctor
Ondik y otros, cuyas circunstancias se ignoran.
Resultando: que todos los anteriormente citados, excepto Ondik, acordaron
asesinar al Capitán León Narwitsch, efectuándolo sobre las diez de la noche del día diez de
febrero en la calle de la Legalidad, de esta ciudad, en un sitio sin urbanizar, disparando
sobre él Manuel Fernández Grandizo mientras le sujetaban Jaime Fernández y un sujeto
Comisario Político conocido por Max o Joan, cuyo paradero se ignora.
Considerando que [el] hecho relatado puede constituir el delito definido en el
artículo 5º, número 3º del Decreto de 22 de junio de 1937 y existen indicios racionales para

182
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

creer responsable del mismo a Manuel Fernández Grandizo, Adolfo Carlini Roca, Aage
Kielso, Jaime Fernández Rodríguez, Luis Zanón Grimm, Teodoro Sanz Hernández y
Víctor Ondik.
Considerando que por ello, en cumplimiento de lo que dispone la ley procesal,
debe hacerse la declaración de procesado con todas sus consecuencias legales. [...].
Se declara procesado por razón de esta causa a Manuel Fernández Grandizo
Martínez, Adolfo Carlini Roca, Aage Kielso, Jaime Fernández Rodríguez, Luis Zanon
Grimm, Teodoro Sanz Hernández y Víctor Ondik, con quienes se entenderán las sucesivas
diligencias en el modo dispuesto en la citada ley; recíbaseles declaración indagatoria y
reclámense sus antecedentes.
Se decreta prisión incondicional de los referidos procesados Manuel Fernández
Grandizo Martínez, Adolfo Carlini Roca, Aage Kielso, Jaime Fernández Rodríguez, Luis
Zanon Grimm, Teodoro Sanz Hernández y Víctor Ondik, hágasele saber este auto,
enterándole de los derechos y recursos que puede ejercitar; póngase en conocimiento del
Ministerio fiscal; líbrese el correspondiente mandamiento de prisión al Director del
Preventorio Judicial [...]
Lo manda y firma el Sr. Don José Vidal Llecha, Juez del Juzgado Especial número
1 del Tribunal de Espionaje y Alta Traición de Cataluña: doy fe.
[Dos firmas ilegibles]

2.17. Ministerio de Justicia. Dirección General de Prisiones


Destinos. Interesada reiteradamente por esta Dirección del Sr. Delegado de Orden
Público de Gerona la urgente conducción de los reclusos existentes en el Destacamento de
La Pelosa (Rosas) JAIME FERNÁNDEZ RODRÍGUEZ y TEODORO SANZ
HERNÁNDEZ al Preventorio Judicial de esta Capital y a su disposición, con esta fecha
comunica dicho Sr. Delegado no haber podido llevar a efecto mencionada conducción por
haber sido entregados el 9 de Septiembre pasado al CRIM nº 19 de Gerona por estar
comprendidos en la edad militar.
Barcelona 11 de Noviembre 1938.
EL DIRECTOR GENERAL. P.D.
[Firma ilegible y sello de salida del Ministerio de Justicia. Dirección General de Prisiones].
Sr. Presidente del Tribunal de Espionaje de Cataluña

2.18. Comisaría delegada de orden público. Gerona


Excmo. Sr.
En contestación a su escrito de fecha 16 del corriente mes, tengo el honor de
informar a V.E. lo siguiente:
Con fecha 23 de Agosto último se ordenó a esta Delegación por la Dirección
General de Prisiones, la conducción, desde el Destacamento de Prisiones de La Pelosa
(Rosas) al Preventorio Judicial de Barcelona de JAIME FERNÁNDEZ RODRÍGUEZ Y
TEODORO SANZ HERNÁNDEZ, [...] cuyo servicio se ordenó al Comisario Jefe de
Vigilancia de Figueras, quien a su vez, lo ordenó a las fuerzas de seguridad allí destacadas,
éstas fuerzas, por error, según me informó el expresado Comisario de Vigilancia, los
condujeron e ingresaron, en el Preventorio Judicial de esta Capital, a mi disposición, como
detenidos gubernativos, y éstos con fecha 5 de Septiembre, elevaron instancia solicitando
acogerse a los beneficios del Decreto de 18 de Agosto, al Director de dicho Preventorio, y

183
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

con tal motivo, fueron puestos a disposición del CRIM nº 19, de esta Plaza, a donde fueron
conducidos por Agentes de Vigilancia, para ser destinados a cuerpo, por estar
comprendidos en las quintas llamadas a filas. Pedidos informes al referido CRIM me
informa que JAIME FERNÁNDEZ RODRÍGUEZ, fue destinado a la 43 División,
ignorando esta Delegación el sitio en que la misma se encuentra y de lo cual podrán
informarle en la Subsecretaría del Ministerio de Defensa Nacional; y en cuanto a
TEODORO SANZ HERNÁNDEZ, se encuentra hospitalizado en el Hospital Base,
Pabellón nº 1, Sala C, Cama nº 123, de esta Capital.
En resumen, que dichos individuos fueron puestos a disposición del tan referido
CRIM nº 19 de esta Plaza, por error de las fuerzas encargadas de efectuar la conducción
[...]
Gerona, 19 de Noviembre de 1938.
El Delegado de O.P. [Firma ilegible y sello de la Delegación de Orden Público de Gerona].
Al Excmo. Sr. Presidente del Tribunal de Espionaje y Alta Traición de Cataluña.
Barcelona

2.19. Prisión del Estado de Barcelona


Tengo el honor de comunicar a V.I. que con esta fecha y por orden de la Dirección
General de Prisiones, ha sido entregado el detenido que al margen se relaciona para ser
conducido a la Prisión Militar del Castillo de Montjuich, por conveniencias del régimen
interior de esta Prisión, significándole que dicho recluso se encuentra a su disposición por
la causa que al margen se menciona [Al margen se lee “Manuel Fernández Grandizo.
Sumario 94/1938. Alta Traición.”].
Salud y República.
Barcelona, 4 de enero de 1939
EL DIRECTOR.
[Firmado: Vicente, sello redondo en el que se lee: “Dirección General de Prisiones. Prisión
del estado. Dirección, Barcelona”].
AL ILTMO SR JUEZ DEL JUZGADO NUM 1 DEL TRIBUNAL DE ESPIONAJE DE
CATALUÑA. CIUDAD

2.20. Providencia
Barcelona diez y ocho de Enero de mil novecientos treinta y nueve. Únanse los
anteriores antecedentes, y apareciendo que Manuel Fernández Grandizo se halla preso en
Montjuich, Baldomero Palau y Teodoro Sanz Hernández se hallan en el Preventorio
Judicial, y Adolfo Carlini Roca, Luis Zanon Grim y Víctor Ondik en la del Estado,
reprodúzcanse las órdenes a los directores de tales establecimientos y al Jefe de la Fuerza
para el traslado de todos ellos a fin de asistir a juicio.
Así lo acuerda el Tribunal y rubrica su Presidente, doy fe.
[Firma ilegible].

184
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

OTROS DOCUMENTOS SOBRE EL PROCESO QUE NO


PERTENECEN AL SUMARIO

2.21. “Négrin-Staline prépare un nouveau procès de Moscou, à Barcelone.”


[“Negrin-Stalin prepara un nuevo proceso de Moscú en Barcelona”]. La Lutte
Ouvrière número 77. Semanario del Partido Obrero Internacionalista (POI).
Sección francesa IV Internacional. París, jueves, 5 de mayo 1938
Grandizo-Munis, Adolfo Carlini, etc., militantes revolucionarios, milicianos
heroicos de primera hora, han sido llevados ante el tribunal “de espionaje”, tras un
interrogatorio inquisitorial.
¡El proletariado francés debe arrancarlos al verdugo!
Salvemos a los mejores combatientes.
Una información grave y segura nos ha llegado de España: la Gepeú-Stalin-Negrín
está montando una gran provocación al estilo Moscú, contra la Sección española de la IV
Internacional, de la que hemos trazado su papel heroico en la lucha contra Franco; al
mismo tiempo que la ardorosa lucha por el programa de la revolución socialista (por el
poder para los comités obreros, campesinos y soldados, iniciado en julio del 36).
Antes de nada, esto es lo esencial del auto de procesamiento:
“Barcelona, 10 de marzo de 1938.
Dado que en esta ciudad funcionaba una organización que, en la clandestinidad y
bajo una supuesta ideología extremista, proyectaba cometer atentados contra
personalidades eminentes de la República, que ocupaban cargos dirigentes y que, mediante
impresos clandestinos efectuaban una propaganda contraria a los intereses de la República,
manteniéndose en relación directa con elementos extranjeros. Son los principales
dirigentes de esta organización Manuel Fernando [por Fernández] Grandizo Martínez
“Munis”, Adolfo Carlini Roca y Hage [por Aage] Kielson, este último evadido de la
policía. Compartían los proyectos y cooperaban con esta organización Jaime Fernández
Rodríguez, Luís Zanon Grimm y Teodoro Sanz Hernández, y en menor grado, Víctor
Ondik y otros cuyas circunstancias ignoramos.
Dado que todos los anteriormente citados, a excepción de Ondik, intentaron
asesinar al capitán León Narwitsch, alrededor de las diez de la noche del 10 de febrero en
la calle de la Legalidad de esta ciudad, Manuel Fernández Grandizo disparó sobre él,
mientras lo agarraban Jaime Fernández y un comisario político conocido por el nombre de
Max y Joan, de quien se ignora el lugar donde se encuentra.”
(Siguen una fórmulas jurídicas).
Quienes son estos militantes:
MANUEL FERNÁNDEZ GRANDIZO “MUNIS”, bolchevique-leninista,
militante conocido en España por haber sido uno de los fundadores de la “izquierda
comunista” de España, con Nin y Andrade. Había militado en Madrid. [Poco] antes de la
revolución española había ido a Méjico, donde residía su familia. Ha sido secretario de la
Liga Comunista de Méjico. Regresó de Méjico para cumplir con su deber en las milicias
de las Juventudes Socialistas en el frente de Madrid. Reducido a la ilegalidad por la Gepeú
de Negrín-Stalin, nuestro camarada no dejó de militar por el regreso a la vía de la
revolución socialista.
MUNIS es un marxista revolucionario partidario de la lucha de masas y no tiene
nada que ver con el terrorismo individual. Por otra parte, veremos que el “crimen” del que
se le acusa es inexistente.

185
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

Otro acusado: ADOLFO CARLINI, camarada italiano, miembro del partido


socialista italiano, combatiente de primera hora en el frente de Aragón, conocido en
Francia y en particular en Marsella como militante honesto y consagrado a su clase,
marxista revolucionario adversario del terrorismo individual, conocido en Barcelona por su
conducta heroica en Estrecho Quinto y en Monte Aragón.
HAGE KIELSON, voluntario, militante bolchevique, adversario del terrorismo
individual (ha conseguido evadirse).
Dos camaradas españoles: JAIME FERNÁNDEZ RODRÍGUEZ, TEODORO
SANZ HERNÁNDEZ, y otros dos camaradas españoles, teniendo todos un pasado de
revolucionarios y de militantes honestos, valientes y sacrificados.
COMO EN MOSCÚ.
LUIS ZANON, joven camarada llegado al movimiento solamente después del 19
de julio, físicamente débil, que vivía en condiciones particularmente difíciles, con una
capacidad de resistencia muy limitada. Mediante la tortura le arrancaron “confesiones” de
hechos inexistentes. Había sido traductor en La Batalla y en la Editorial Marxista. En una
declaración, este camarada se ha retractado de sus “confesiones” y ha exigido un nuevo
interrogatorio.
En lo que concierne al resto de acusados, podemos dar las siguientes
informaciones:
VICTOR ONDIK: checoslovaco, obrero panadero.
El auto de acusación menciona un “comisario político” Max o Joan. Ha
desaparecido. Estas son las características que le conciernen: decía ser alemán, hablaba
bien esta lengua, joven. Aparentaba unos 22-24 años, moreno, grueso, la cara un poco de
tipo bebé. Su papel no está claro. Se teme que este “desaparecido” aparezca durante el
proceso para declarar y certificar la culpabilidad de los acusados. !Como en Moscú¡
Veamos ahora la acusación en sí misma. !Estos camaradas son denunciados ante el
Tribunal de Espionaje y alta traición¡ ¡Por intento de asesinato! Están encarcelados en la
Prisión Modelo de Barcelona.
Durante los interrogatorios, han sido brutalmente golpeados y torturados. Todos se
han comportado como militantes revolucionarios.
No tienen nada que ver con el asesinato de Narwitch, si realmente ha sido
asesinado, ni con el terrorismo individual.
Narwitch se declaraba simpatizante de la Cuarta Internacional y se deshonraba con
los métodos del estalinismo.
Parece razonable que sean los propios estalinistas quienes hayan hecho desaparecer
a este oficial, convertido en un testigo molesto. Ahora, se servirán de este cadáver, de esta
desaparición, para montar un proceso de terrorismo contra estos militantes revolucionarios,
a la manera de Moscú, con el asesinato de Kirov.
Como han hecho con el POUM, todos los obreros, todos los intelectuales honestos
del mundo, se levantarán contra esta tragicomedia judicial.
Exigirán que se quite las manos de los combatientes del primer momento, los
militantes bolchevique-leninistas partidarios de la revolución socialista, adversarios del
terrorismo individual.
¡Denunciarán el procedimiento canallesco e inmundo del llamado “espionaje y alta
traición”! ¡Exigirán garantías judiciales y la asistencia de defensores extranjeros!
Desde ahora, nuestro partido y el Socorro Internacional toman el caso en sus
manos. El SIA, la Unión Anarquista, la Federación Socialista del Sena han sido ganadas:
sus militantes se unirán a nosotros para exigir LA LIBERACIÓN INMEDIATA DE LOS
ACUSADOS, o la convocatoria de un PROCESO POLITICO DE PUERTAS
ABIERTAS, con UNA AUDIENCIA PUBLICA.

186
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

2.22. “La guerre civile en Espagne. Lés révolutionnaires en danger!”. [“La


guerra civil en España. ¡Revolucionarios en peligro!”] La Commmune núm.
121. Órgano Central del Parti Communiste Internationaliste (PCInt.), BL por
la construcción de la Cuarta Internacional. París, martes 10 de mayo de 1938
La represión contrarrevolucionaria democrática del Frente Popular se abate sobre
los BL.
Graves informaciones llegan de España... Una serie de militantes BL, ex-milicianos
de las Brigadas Internacionales, participantes en las luchas más terribles contra el fascismo,
héroes de la conquista de Monte Aragón y Estrecho Quinto, acaban de ser arrestados
durante las últimas semanas y entregados al tribunal de alta traición, falsamente acusados
de terrorismo, amenazados de ser asesinados. ¡Unos marxistas revolucionarios,
bolchevique-leninistas, acusados de atentados, de terrorismo individual...!
La provocación del estalinismo es evidente. Nos enteramos que nuestro camarada
Tosca, muy conocido y estimado en la Columna Internacional Lenin del frente de Aragón,
colaborador del boletín Le Soviet, bolchevique-leninista por la IV Internacional, ha sido
arrestado hace más de dos meses y ha desaparecido. No nos acabamos de creer esta
noticia, pero ya conocemos el método... Son los métodos asesinos utilizados con Nin,
Berneri, Wolf y muchos otros, desaparecidos o asesinados en la España del Frente Popular,
que actúan en la “sombra”.
Centenares de revolucionarios “extranjeros”, igual que millares de revolucionarios
españoles “incontrolados” de la CNT y militantes del POUM, como Andrade, Gorkin, etc.,
están todavía en las prisiones de la democracia de Negrín, Comorera, Azaña, bajo la
amenaza permanente de ser fusilados.
El camarada “Giacchetta”93 y el camarada Crespi, simpatizante de Le Soviet, se
encuentran desde hace varios meses en prisión sin conocer los motivos... [...]
Aplastar totalmente la resistencia de la clase obrera, desprestigiar a su vanguardia,
en eso consiste la política de la burguesía democrática del frente Popular y sus cómplices,
para dejar la puerta abierta al fascismo.
Los procedimientos son los mismos que los adoptados durante los “procesos” de
las sangrientas amalgamas de Moscú.
Se introduce a unos agentes provocadores en las filas proletarias, se preparan
atentados terroristas individuales... Se arresta a derecha e izquierda a militantes de
vanguardia, se les somete a las torturas de la Inquisición estalinista; los provocadores
servirán para ayudar a las “confesiones” espontáneas de los acusados, para reconocerse
culpables de crímenes monstruosos organizados y cometidos por los policías y agentes
provocadores dirigidos por la Checa.
Con ayuda de esas pruebas, el gobierno democrático de Negrín quiere
comprometer a la vanguardia mundial del proletariado que lucha por la construcción de la
IV internacional, condición de la victoria de la revolución socialista, y al mismo tiempo
asesinar a revolucionarios inocentes, y sus agentes desenmascarados.
En efecto, en un comunicado del Buró Político del POI, que se refiere a la
contrarrevolución en España, nos encontramos, al lado de honestos militantes como
Adolfo [Carlini], etc., detenidos y conducidos al tribunal de alta traición, las “confesiones”
y las retractaciones... de elementos provocadores de la Gepeú, como Zanon. Sin ninguna
duda, Luigi Zanon, desenmascarado por el grupo “Soviet” y por el POUM, como elemento
sospechoso, fascista, ha conseguido introducirse en otro grupo proletario para continuar su
trabajo... Este provocador conocido como fascista el 19 de julio, sin profesión...,

93
Seudónimo de Emilio Lionello.

187
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

estudiante..., de la “Casa de los italianos” de Barcelona, cuyo padre fascista huyó a Italia,
se introdujo en el movimiento obrero, declarándose BL después de haberse llamado
poumista. Este es el clásico tipo de provocador de la OVRA, que trabaja al mismo tiempo
para la GPU. El papel de Munis, ya sospechoso para los dirigentes del POUM, que ha
introducido en las filas BL al provocador Zanon, que “confiesa y se retracta”, no está
claro... Ahora se comprende toda la hostilidad de Munis, ya denunciada por el grupo “Le
Soviet”, a la unidad de los bolcheviques-leninistas en España, pese a la intervención del
Secretariado Internacional94.
No hay que permitir al estalinismo, al gobierno Negrín, el asesinato, sobre la base
de una provocación como la del asunto Narvitch, de unos bolcheviques-leninistas acusados
de terrorismo individual.
El gobierno Negrín debe decirnos donde se encuentra Tosca95, liberar a todos los
prisioneros revolucionarios antifascistas que pueblan las prisiones del Frente Popular,
asegurar una defensa libre, mediante abogados extranjeros de confianza, de los acusados y
organizaciones encausadas... y del resto de organizaciones obreras.
Hay que realizar inmediatamente un frente único de lucha de todos los partidos y
organizaciones revolucionarias de oposición, para salvar a los revolucionarios de España
del terror y la venganza de la contrarrevolución.

2.23. “A Barcelone. Toute la maquination STALINE-NEGRIN contre les


Bolcheviks-Léninistes est démontée”. [“En Barcelona. Se ha desmontado toda
la maquinación Stalin-Negrín contra los bolchevique-leninistas.”] La Lutte
Ouvrière núm. 78. Semanario del POI. París, jueves 12 de mayo de 1938
¡Los hechos acusan!
¡Aniversario de las jornadas de mayo en España! ¡Los obreros de Barcelona
levantan barricadas, reconstituyen los Comités disueltos, se lanzan a la insurrección, para
responder a las provocaciones de la contrarrevolución burguesa estalinista! después, es la
reacción estalinista quien triunfa, aplastando a los mejores combatientes y preparando la
derrota en la lucha contra Franco. Por esta razón no es por azar que la inquisición burgués-
estalinista, se abate sobre los auténticos campeones de la unidad de lucha por los Comités,
sobre los partidarios de la revolución socialista, la única capaz de forjar la moral de
victoria, sobre los militantes del internacionalismo proletario, el único capaz de romper el
bloqueo. Ya hemos relatado la edición barcelonesa del proceso de Moscú, emprendido por
Stalin-Negrín contra los valerosos militantes bolcheviques Munis, Adolfo carlini y sus
camaradas Rodríguez, etc.
La opinión [pública] ya ha comprendido esta innoble impostura. Las
organizaciones obreras, los diarios obreros, continuarán siendo informados. La acción
emprendida va a intensificarse. El vigor de las primeras protestas ha sido muy
significativo.

94
Las infamias lanzadas en estos párrafos contra Munis, que en estos momentos estaba encarcelado y
sometido a juicio, que había resistido las torturas sin “confesar” nada, y que se preparaba para politizar el
proceso contra los estalinistas, son como mínimo improcedentes. De un grupo trosquista rival cabía esperar
una total solidaridad frente a la represión, sin que ello anulase por supuesto las críticas políticas. Pero
afirmar que Munis era un elemento sospechoso y que su papel no era claro era no sólo un exceso verbal,
sino una calumnia y un inmerecido ataque a quien ya sufría la represión estalinista.
95
Seudónimo de Cristofano Salvini.

188
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

Tenemos informaciones seguras y estamos siguiendo paso a paso el desarrollo de la


provocación. Por esta razón, si cada uno es capaz de movilizar al máximo de trabajadores
honestos, y dar la máxima resonancia a nuestras denuncias, podemos asestar un golpe
terrible a la Gepeú Negrín-Stalin y obligarle a dejar la presa.
Hoy queremos, con hechos muy concretos, mostrar el mecanismo de la
provocación inquisitorial.
Es inútil subrayar la importancia de los hechos explicados en la campaña general
contra el gansterismo estalinista. Por primera vez, examinamos en vivo, cómo la policía
estalinista (llamada policía del gobierno Negrín) hace confesar, cómo construye sus
provocaciones y mentiras judiciales.
Ya hemos relatado que en el caso montado contra los bolchevique-leninistas de
España, un militante débil fue forzado a confesar falsedades, de las que se había retractado
en cuanto pudo recuperarse. Veamos como la policía ha hecho confesar a Luis Zanon.
Gracias a esto serán desvelados todos los procedimientos estalinistas.
ARRESTO.
El 13 de febrero de 1938, Luis Zanon se presento hacia las 10 y 30 horas de la
mañana en el domicilio de Adolfo Carlini y Kielso, en el pasaje Serrahima en Pueblo Seco.
La compañera de Carlini le explicó que su amigo y Kielso habían sido arrestados y
conducidos a la dirección general de Seguridad.
Ignorando totalmente el motivo de la detención, Luís Zanon se dirigió al domicilio
de Manuel Fernández Grandizo, a fin de comunicarle la noticia y emprender las diligencias
[pertinentes] en favor de estos dos camaradas.
A penas había franqueado el umbral de la puerta del inmueble habitado por
Grandizo-Munis, fue detenido y esposado por tres personas armadas que se precipitaron
sobre él y le presionaron para que “confesara”. ¿Confesar qué?, preguntó.
Procedieron a un registro completo de su ropa y su persona. En este momento oyó
un pequeño alboroto en el vestíbulo y vio entrar poco después, con las manos esposadas, a
Manuel Fernández Grandizo, herido en la muñeca, y también a Jaime Fernández
Rodríguez. Los mismos policías les hicieron las mismas preguntas que a Zanon, con
especial brutalidad, tratando a Grandizo de “criminal”. La casa había sido registrada de
arriba abajo, principalmente la habitación de Grandizo.
“POLICIA DE ESTADO”.
A petición de los camaradas, los individuos que habían procedido al arresto
mostraron sus papeles; estos papeles eran de la policía de Estado. Los policías hicieron
paquetes con los efectos de los camaradas y un auto transportó a todo el mundo a la
brigada criminal. Allí, Manuel Fernández Grandizo y Jaime Fernández Rodríguez fueron
separados de Zanon.
Este último no debía volver a verles hasta los careos que tuvieron lugar durante la
investigación policial.
PRIMER INTERROGATORIO.
Zanon fue conducido ante el Comisario Joaquín Jarque. Se le hicieron estas
preguntas:
a) Sobre su persona.
b) Su situación laboral y sus medios de vida desde mayo del 37.
c) Sus relaciones con el POUM.
d) Se le recomendó que se acordara de lo que había hecho el 10 de febrero entre las
8 y las 10 de la noche. En el interrogatorio, intervino un agente de la brigada criminal,
llamado Valencia, que insistió en que Zanon “no hiciera el tonto” y dijera todo lo que sabía
sobre lo sucedido a las 10.

189
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

Ahora bien, Zanon ignoraba todo lo que se le quería hacer confesar que había
sucedido aquel día. No pudo comprenderlo hasta más tarde. Ante sus persistentes
negativas, el comisario Jarque cortó su interrogatorio.
REPUESTAS DE ZANON.
A las preguntas del comisario Jarque, Zanon respondió
a) Que se llamaba Luís Zanon Grimm, nacido en Barcelona, súbdito italiano,
afiliado a la CNT, en la industria del papel y artes gráficas, sección de prensa, tal como lo
probaban sus papeles.
b) Declaró que había trabajado para La Batalla y la Editorial Marxista, en calidad
de traductor, hasta el mes de junio, en que fue al paro, trabajando algunos días (acusa de la
gran intermitencia de la prensa) hasta mediados de agosto, fecha en la que entró como
suplente en los talleres de La Rambla, hasta finales de octubre, fecha en la que el empleado
herido que él sustituía se reintegró al trabajo.
Después de esto estuvo de nuevo en el paro, inscrito en la Bolsa del trabajo de su
Sindicato, socorrido por el SIA, y particularmente por algunos camaradas.
c) En cuanto a sus relaciones con el POUM explicó que se había alistado en las
milicias antifascistas del POUM, al principio del movimiento; que había realizado trabajos
remunerados de carácter técnico administrativo; que nunca había militado en el POUM ni
conservado relaciones con sus militantes.
d) Por último, Zanon afirmó que no conocía ningún acontecimiento sucedido el
jueves 10 de febrero, ni de día, ni de noche.
A lo que el comisario Jarque respondió que no podía perder más tiempo [en aquel
asunto].
EL 10 DE FEBRERO.
Zanon explicó que el día 10 por la mañana había ido al domicilio de Grandizo-
Munis, para llevarle un paquete de diarios. Grandizo le entregó, por su parte, algunos
paquetes para llevar al correo. Zanon salió al mediodía, para ver a un camarada que
trabajaba en Pueblo Nuevo, salió a la 1 y 30 y fue a comer en un restaurante económico,
situado en la calle Independencia, frente a la parada del 41.
A las dos de la tarde, se fue a su domicilio del Plá del Besós [actual San Adrián del
Besós], donde permaneció hasta las tres y cuarto.
Luego se fue al Sindicato de artes gráficas, donde llegó a las cuatro y cuarto, con
un paquete de diarios para la distribución, y estuvo allí hasta las siete, hora a la que se
dirigió a un restaurante económico en la calle Salvador Seguí, donde debía encontrarse con
algunos compañeros de la CNT, y concretamente con un tal González, que no había visto
desde hacía tiempo. Pero sólo pudo ver a este compañero en el cine “Técnico”, donde
trabajaba, y estuvo charlando con él hasta medianoche, hora en que regresó a su domicilio.
Así paso el tiempo Zanón. Cuando terminó su declaración el comisario Jarque le
declaró que los hechos serían verificados. El agente Valencia seguía insistiendo vivamente
que Zanon dijera todo lo que sabía sobre la noche del día 10.
Se advirtió a Zanon que sería interrogado nuevamente por la noche. Se le llevó a la
Inspección de guardia donde permaneció vigilado hasta las 10 de la noche, hora en que se
le hizo pasar a la Dirección General de Seguridad, donde se le tomó la identidad, y se le
encerró en una dependencia llamada la “lechera” hasta la una de la madrugada del día
siguiente 20 de febrero, sin comunicación de ningún tipo con el exterior.
Allí, a causa del aislamiento, el pánico se apoderó de él.
Cada hora que pasaba ejercía sobre él una acción destructora y deprimente. Tanto
más cuanto se trataba de una persona muy joven, inexperta y de débil carácter.
Llegó el segundo interrogatorio.
EL NUEVO INTERROGATORIO.

190
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

El 20 de febrero a la una de la madrugada aproximadamente, en los locales de la


brigada criminal, en el despacho del comisario general Javier Méndez, en presencia de éste
y de otros cuatro comisarios, Zanon fue “destruido”. Vamos a ver como se desarrollan, sin
que sea necesario más que las amenazas de violencia física, los métodos inquisitoriales
imitados de Moscú.
Se le quitan las esposas; y el mayor de los policías comienza: “Nos lo vas a decir
todo. Lo sabemos todo. Tú eres fascista. Tu padre es fascista. Conocemos tus actividades
fascistas, tus relaciones fascistas. Hemos detenido a todos los que formaban parte de tu
grupo. Conocemos detalladamente todos los crímenes que preparáis y los que habéis
cometido. Os fusilaremos a todos. Tú vas a ser fusilado.”
Zanon replica mediante una declaración política afirmándose en la revolución
socialista y contra el terrorismo individual. El policía le responde:
“Todo esto es música [celestial]. Ni a mí, ni al comisario Méndez, ni a nadie le
interesan las declaraciones políticas. Sólo nos interesan tus crímenes y los de tu
organización.
Conocemos perfectamente los planes criminales y las actividades de Grandizo-
Munis, ese “vulgar criminal”. Te vamos a someter a un interrogatorio de los que se hacían
en tiempos de Martínez Anido, para hacerte confesar. No lo resistirás. Por otra parte,
aunque resistieras, la cosa ya está decidida. La semana pasada confesaron todos. Grandizo
confesó desde el mismo día 13.
Pero, si tú confiesas, todo lo que ha pasado, si tu arrepentimiento es sincero,
entonces, teniendo en cuenta tus conocimientos en lenguas extranjeras, tu no participación
en el crimen, podríamos utilizarte, como ya hemos decidido, y enviarte a Italia.
Muy arriba ya han preparado los papeles... serás relacionado con el movimiento
revolucionario ilegal y podrás trabajar por la causa proletaria. Sin embargo, aún puedes si
quieres reflexionar algún tiempo...”
Zanon insistió en declarar que no sabía ni siquiera de qué “crimen” se trataba, y
persistió en la defensa de sus ideas bolcheviques y revolucionarias.
Tras esto se le volvieron a poner las esposas, y el comisario Méndez, afectando una
gran cortesía, le interrogó sobre sus medios de vida y sus contactos con militantes del
POUM. Zanon recuerda su declaración al comisario Jarque. Un policía le interrumpía a
cada instante brutalmente. Luego el conjunto de los interrogadores, junto con el comisario
general, intentaron convencerle de que abandonara la compañía de los terroristas y tomara
el camino de la verdadera lucha antifascista.
El interrogatorio se terminó entre las cinco y las seis de la mañana. Zanon fue
transferido a la Inspección de guardia.
EL PÁNICO
En la jornada del 21 el pánico se apoderó de él. Este pánico se agravó por la
sensación de impotencia física y moral. Su carácter impresionable y nervioso en exceso,
incapaz de una resistencia prolongada, aún fue debilitado por el recuerdo de las amenazas
recibidas. Durante la noche del 21 al 22 todo su cuerpo tembló literalmente [de miedo].
El día 22 por la mañana, se le invitó a una nueva declaración. Entonces, su estado
de ánimo había sufrido ya la transformación deseada por los inquisidores. Zanon se
aferraba a una única esperanza: ganar tiempo de cualquier manera, hasta que las
declaraciones de sus compañeros vinieran a restablecer la realidad de los hechos y a
desmontar la maquinación. De ahí a firmar todas las calumnias y mentiras, sugeridas por la
policía, en particular bajo el dictado del comisario general Méndez, sólo había un paso. El
interrogatorio empezó brutalmente: “Ayer fuimos tolerantes; hoy vamos a cambiar
radicalmente de métodos. Esta es la declaración que exigimos que firmes.” Los policías
empezaron a desarrollar la fábula hasta entonces no explicada (desconocida por Zanon) del

191
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

asesinato de Narwich, capitán de las brigadas internacionales, que los estalinistas han
asesinado (ver “auto de acusación” reproducido en nuestro precedente número).
Se mostró a Zanon una foto del capitán León Narwich, que él jamás había visto.
“Si continuas sin hablar, te enviamos inmediatamente ante el pelotón de ejecución”. Zanon
temblaba de arriba abajo.
Ganar tiempo. Obsesión y terror. Abandonó toda resistencia, aceptó las
monstruosas acusaciones que la policía pretendía cargar a sus camaradas y en particular a
Munis. Incluso se le pidió que comprometiera a elementos eminentes del movimiento
anarquista. [...]
A las tres de la madrugada, Zanon había terminado el vergonzoso trabajo que la
Inquisición había impuesto a su destrozado ánimo. El comisario general Méndez empezó a
adularlo, a loar sus conocimientos lingüísticos, a ofrecerle tabaco, a preocuparse por su
traslado a la Inspección de guardia en las oficinas de Búsquedas y Capturas, más
confortable. Entre tanto, se tecleaba su declaración en la máquina de escribir.
La mañana del 24, nuevo interrogatorio. Zanon fue solicitado de una manera
precisa a que estableciera un nexo entre la muerte del capitán Narwich y la organización de
Grandizo-Munis. Se atribuyó a Munis la siguiente declaración: “Está bien muerto. Si
tuviera mil vidas, mil veces le mataría. Era un provocador y un espía”.
Al día siguiente, la “destrucción” se completó añadiendo a la declaración otras
invenciones concernientes al asesinato de Narwich: una carta de París, firmada Pierre, y
una reunión en el café “La Cubana”.
ENFRENTAMIENTO.
Que los militantes honestos del mundo entero, cualquiera que sea su tendencia,
saquen desde ahora su lección de los hechos irrefutables que les presentamos.
Cada semana aportaremos nuevos.
Desde ahora el verdugo se ve obstaculizado por nuestra publicación. La impostura
ha sido denunciada y desenmascarada. La sabia maquinación se hunde. !Socialistas,
anarquistas, militantes de la CGT, obreros comunistas, intelectuales honestos, intensificad
la campaña por la liberación de Munis, Carlini y sus camaradas¡
(Seguirá)

2.24. “En Espagne. Poursuivons la lutte contre la provocation Staline-Negrin


frappant les Bolcheviks-Léninistes!” [“En España. Prosigamos la lucha contra
la provocación Stalin-Negrín que ataca a los bolchevique-leninistas”]. La Lutte
Ouvrière núm.79. Semanario del POI, Sección francesa de la Cuarta
internacional. París, 19 mayo 1938
Las espantosas torturas contra un militante revolucionario
La pasada semana, publicamos informaciones detalladas sobre la provocación de la
Gepeú contra la IV Internacional en Barcelona. Las acusaciones contra Munis, Adolfo
Carlini y sus camaradas se fundamentan exclusivamente en las “confesiones” arrancadas a
Luís Zanon y Aage Kielso. Estas “confesiones” son falsas de cabo a rabo. Desafiamos a
cualquier tribunal a que las obtenga públicamente, desde que Zanon ha explicado como le
fueron arrancadas.
Tras haber ratificado sus declaraciones falsas y calumniosas, Zanon fue conducido
a la Cárcel Modelo, donde relató los “métodos” de la Gepeú.

***

192
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

Aage Kielso también fue arrestado el 13 de febrero, y permaneció trece días


incomunicado en la prisión de Vía Durruti [ahora Vía Layetana] contigua a la Jefatura de
Policía. Al decimocuarto día, fue llevado ante los agentes de la policía secreta, que le
acusaron, con tres bolchevique-leninistas y dos miembros del POUM, del asesinato de
León Narvitch y de varios atentados políticos.
Para hacerle firmar una declaración llena de mentiras, le retorcieron el brazo y le
arrancaron cabellos. Estos métodos fueron repetidos durante cuatro noches seguidas. Se
trajo a Zanon, que ya había aceptado las “confesiones”, y se le hizo “confesar” falsamente
ante Kielso. Kielso sucumbió a su vez como Zanon y, agotadas sus fuerzas, firmó
declaraciones criminales. Se hizo escribir a Kielso, al dictado, una carta en la que declara
haber recibido una carta de los “jefes” de París, escrita con tinta simpática, en la que
digamos que se daban instrucciones para empezar los atentados contra Negrín.
Es exactamente el mismo procedimiento que para la carta que se dice firmada por
N, atribuida a Nin.
La prensa gubernamental española no ha publicado nada sobre este caso, ni la
prensa estalinista internacional. Los verdugos ni siquiera se han atrevido a utilizar los
frutos de sus métodos inquisitoriales. Sucede lo mismo que en el proceso contra el POUM,
que la Gepeú de Negrín no se atreve a hacer, pues está montado sobre las mismas
falsificaciones y provocaciones que el proceso contra Munis, Carlini y los demás.
Sin embargo, el hecho de que los verdugos no hayan hecho el proceso público, no
significa que el peligro de muerte no esté suspendido sobre la cabeza de estos camaradas.
Andrade, y decenas de camaradas del POUM han podido ser protegidos hasta ahora
porque la vanguardia obrera no se ha callado. El mismo esfuerzo debe hacerse para salvar
a Munis, Carlini y los otros.
[...] Ya hemos dicho que nuestros camaradas de Barcelona estaban acusados de la
muerte del capitán León Narvitch. Este Narwitch jugó un papel equívoco en el pasado. De
origen lituano, había militado en los círculos comunistas judíos, estuvo en contacto hace
algunos años con camaradas oposicionistas de Bélgica. Alistado en las brigadas
internacionales, entró en contacto después de mayo del 37 con algunos camaradas del
POUM y de la Cuarta Internacional. Sin embargo, no fue jamás miembro de estas
organizaciones. Lo más probable es que fuera asesinado por los propios estalinistas96.
Más claro es el papel jugado por el que en el auto de acusación, publicado en
nuestro número 77, llamado “Max o Joan”.
Este Max es incontestablemente un provocador a sueldo de la Gepeú97. Viaja a
menudo a Francia. [...]

2.25. “Libérez Munis et Carlini, Mr. Negrín!” [“¡Negrín, libera a Munis y


Carlini!”]. La Lutte Ouvrière núm. 95. Semanario del POI, Sección francesa de
la Cuarta Internacional. París, viernes, 21 de octubre de 1938
El proceso contra el POUM.
Negrín ha despedido a todos los voluntarios no españoles de su ejército. Mendiga
la ayuda diplomática de Francia e Inglaterra con vistas a una mediación con Franco.

96
Narwitch fue muerto por un grupo de acción del POUM.
97
Tanto el comisario Max, como el capitán Narwitsch eran agentes del SIM (Servicio de Investigación
Militar).

193
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

Esto no le impide conservar en prisión a centenares de trabajadores no españoles, a


quienes la Gepeú prepara procesos-provocaciones, fundamentados en mentiras como el del
POUM.
Puesto que Negrín tiende a marcar su nacionalismo rechazando a todos los
voluntarios internacionales, que libere inmediatamente a los prisioneros no españoles
facilitándoles el paso al país de su elección.
Nuestro camarada Grandizo (Munis) es mexicano. Nuestro camarada Carlini es
italiano. Estos dos militantes deben ser inmediatamente liberados, y ya hemos planteado
esta exigencia a la Embajada de Negrín en París.
Esto no significa que temamos ni un instante que se celebre un proceso, si
comporta un mínimo indispensable de garantías, tal como pedían el 24 de agosto nuestro
camaradas en la carta de la que publicamos más abajo un extracto.
Por el contrario, estamos seguros que tal proceso aclararía la inocencia de nuestros
camaradas y la picardía sin límites de los gángsters de la Gepeú. Pero, puesto que el señor
Negrín no hace el proceso, ni otorga garantías, y funda sus acusaciones en groseras
mentiras, provocaciones y torturas, que por lo menos sea lógico: que libere sin dilación a
esos voluntarios extranjeros que le dan miedo.
Por esto no debemos olvidar a los camaradas españoles ¡Para todos ellos, amnistía,
libertad!

***
CARTA DE GRANDIZO-CARLINI.
En una carta fechada el 24 de agosto, nuestros camaradas hacían a González Peña,
ministro de Justicia, las siguientes peticiones:
“1) Juicio público, con derecho de asistencia, particularmente para las
organizaciones obreras nacionales e internacionales.
2) Que sena notificadas con tiempo suficiente las conclusiones de los procuradores
y las acusaciones, a fin de poderlas refutar y presentar todos los testigos necesarios.
3) Que antes L. Zanon sea llamado a hacer una nueva y verídica declaración, con
garantía contra toda violencia.
4) Que comparezca ante el tribunal el Comisario general Méndez, para que pueda
ser libremente interrogado por los acusados.
5) Que sean presentadas las pruebas materiales de los hechos que se nos imputa, y
no simples declaraciones obtenidas mediante todo tipo de medios inconfesables.
6) Derecho de defensa para los extranjeros de tener un abogado extranjero, a quien
se dará un pasaporte para entrar en España, garantizándole el libre derecho de
investigación.”

***
NUESTROS CAMARADAS FERNÁNDEZ Y SANZ HAN SIDO LIBERADOS.
¡Exigid la liberación de todos!
Barcelona, 13 de octubre.- El proceso de Munis y de los demás bolchevique-
leninistas debía celebrarse finalmente el 5 de octubre. Dos abogados habían por fin
tomado a su cargo la defensa de nuestros camaradas, y se les ha dado la posibilidad de
examinar seriamente el dossier.
A petición suya, el proceso ha sido aplazado de nuevo, y debe celebrarse a
principios de noviembre.

194
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

Al mismo tiempo eran liberados los camaradas [Jaime] Fernández y [Teodoro]


Sanz98, acusados en el mismo proceso. Recúerdese que según el auto de acusación contra
nuestros camaradas, era el camarada [Jaime] Fernández quien “mantenía a la víctima
mientras Munis disparaba”, sobre la pretendida víctima.
La liberación de [Jaime] Fernández es el reconocimiento de la falsedad de todo el
auto de acusación. La acusación estalinista se resquebraja. El resto de camaradas debe ser
liberado, pues la acusación no puede ya sostenerse:
[...] ¡Telegrafiad al Tribunal de Espionaje de Barcelona exigiendo la liberación sin
tardanza de nuestros camaradas! ¡Recoged fondos y enviadlos sin tardar al Socorro
Internacional (Solidaridad y Libertad)

2.26. C[arlini]: “Espagne. Au Secours de Munis et Carlini!”. Service


d’Information et de presse editée par le SI de la IVeme. Internationale, nº 4, 1
décembre 193899
Resumen de una carta del grupo bolchevique-leninista de Barcelona al Secretariado de la
IV Internacional.
***
Barcelona, 25 de noviembre.- El proceso contra Munis-Carlini y otros camaradas,
que había sido aplazado por tercera vez para el 8 de noviembre ha sido aplazado de nuevo
para una fecha posterior. Los abogados defensores han pedido y obtenido este
aplazamiento a fin de permitir a los médicos expertos un análisis del estado mental del
acusado Luis Zanon. Sobre las declaraciones de este se ha construido toda la fábula del
asesinato (del capitán Narwitch) y en consecuencia todo el auto de acusación. Los
abogados también han pedido la convocatoria de varios testigos que conocían desde hacía
tiempo al principal acusado Munis, y la naturaleza de su actividad política en España y en
México. Los abogados han pedido la audición de Del Vayo, ministro del Interior, Henche
[por Elche], alcalde de Madrid, Villarte [por Vidarte], miembro del Ejecutivo del Partido
Obrero Socialista, de Urrutia, presidente del frente Popular Español en México, etc...
El examen de estas peticiones, que exigen también la presentación a juicio oral del
comisario Méndez, está en manos del tribunal. La fecha del proceso aún no ha sido fijada,
pero puede esperarse que tenga lugar a mediados de diciembre. Es posible que sea público.
Esto sería un éxito para los acusados y también para la IV Internacional, que está muy
interesada en que las sesiones del proceso sean públicas. Pero esto impone también un
deber a nuestra organización internacional. Entre todos los procesos que son vistos por el
tribunal de Espionaje y de alta traición, después del proceso del POUM, éste será el único
que se vea a puerta abierta. Seguramente los estalinistas van a enfrentarse a este proceso
con una campaña de calumnias contra los acusados, contra el grupo bolchevique-leninista
de España y a través suyo contra la Cuarta Internacional. Puede esperarse la repetición de
98
Se trata de una información errónea de los redactores de La Lutte Ouvrière. Jaime Fernández y Teodoro
Sanz habían sido trasladados a campos de trabajo, pero por un error burocrático de los encargados del
traslado fueron destinados a una prisión gubernativa. Ambos se acogieron a un reciente decreto que les
permitía alistarse en el ejército. Teodoro Sanz, que estaba herido, fue destinado a un hospital militar de
Gerona, donde fue localizado y de nuevo encarcelado. En cambio Jaime Fernández consiguió evadirse de
la unidad militar a la que había sido destinado, y no fue ya localizado. Así pues, ni uno ni otro habían sido
liberados en setiembre-octubre del 38.
99
Traducido del texto francés. “España. Ayudad a Munis-Carlini”. El texto lo firma C., por el Comité del
grupo Bolchevique-leninista de España, que suponemos es Carlini.

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

las innobles campañas que han seguido al proceso de Moscú y recientemente al proceso
contra el POUM.
Es cierto que la escenificación del Proceso es más difícil para la Gepeú en
Barcelona que en Moscú: ha de enfrentarse no a unos harapos humanos reducidos a la
impotencia, sino a eminentes representantes de la IV Internacional, que aprovecharán el
proceso público para desarrollar ante el tribunal el programa internacional de los
bolchevique-leninistas. La justicia Negrín-Stalin-Comorera se enfrentará a militantes
experimentados, forjados en el fuego de la guerra civil contra el fascismo y también en el
fuego de la guerra sin cuartel contra el estalinismo, endurecidos tanto en el frente como en
la retaguardia en la lucha contra la represión estalinista. Enseñamos a nuestra organización
internacional la ejemplar actitud de Munis y Carlini, que han resistido las torturas, las
amenazas de ser fusilados, durante los interrogatorios en los calabozos de la Checa. (En los
locales de la policía judicial, pusieron a Munis contra la pared, le hicieron volverse de
espaldas, diciéndole que iban a fusilarlo y descargaron varias veces el revólver). Si bien
podemos confiar en la fuerza moral de los acusados, debemos señalar que estarán en una
sala hostil, que en los pasillos los estalinistas tomarán todas las medidas, que movilizarán
toda su atmósfera, a fin de crear un clima de progrom. Debemos indicar también que el
resto de organizaciones obreras, como la CNT, POUM y también el SIA [Socorro
Internacional Antifascista] (al menos su sección española) se lavan las manos.
Hacemos un llamamiento a nuestras secciones en todo el mundo para que
intensifiquen su campaña contra la innoble maquinación judicial que se prepara en
Barcelona. Nos dirigimos especialmente a nuestras secciones francesa y mejicana.
Es evidente que la misma mano que ha orquestado y organizado la sangrienta
represión después de mayo del 37 en Barcelona, que ha organizado el asesinato de Erwin
Wolf, de Moulin, de Nin, de Landau, que ha hecho desaparecer a León Sedov y Klement,
es la que organiza el proceso de Munis-Carlini. Es la misma mano, quizás en el sentido
literal de la palabra, son quizás los mismos hombres. En todo caso está la marca. Se
fabrican mentiras, se extraen falsas declaraciones a los más débiles (Zanon), se dictan
declaraciones contra otros camaradas y contra la organización internacional, a la que
quiere cargarse con los atentados concebidos en las cabezas de los provocadores de la
Gepeú.
Los documentos son bastante claros: cartas de Munis al Ministro de Justicia,
declaraciones ulteriores de Zanon y Kielso. Hay que desvelar sobre esta base la
provocación estalinista y el simulacro de justicia que se prepara en Barcelona.
El grupo bolchevique-leninista de España ha recibido golpes terribles, y su
debilidad no le permite organizar una vasta campaña. Algunos de sus miembros como
Fauconnet, Antonio Vidal (muerto entre Ayzara y Puebla de Albortón el pasado año
durante el ataque a Belchite) y otros, han perecido en el frente. Cid ha caído durante las
jornadas de mayo en Barcelona. Moulin, Wolf, asesinados por los estalinistas. En los
últimos ocho meses algunos más han perecido en el frente, y los mejores han sido
encarcelados a causa de la provocación de Max-Joan. A pesar de estas extraordinarias
dificultades, los b-l de España continúan luchando al lado del proletariado. Se organizan
para los nuevos combates, pese a la amenaza cada vez mayor de Franco y la política de
Negrín. A través de las organizaciones obreras de masas los bolchevique-leninistas de
España han intervenido e intervienen, propagando las consignas de la organización
internacional. Si las condiciones lo permiten, trataremos de haceros un cuadro más
completo de la situación.
Una vez más ¡En ayuda de MUNIS-CARLINI!
Por el Comité del Grupo Bolchevique-leninista de España:
C[arlini]

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

2.27. [ANDRADE, Juan]: “El caso Leon Narvitch”. [Documento en francés


depositado en la BDIC de Nanterre]
A principios de 1937, este individuo, León Narvitch, se puso en contacto con
nuestra sección de Madrid. Dijo a nuestras camaradas que era comisario de las Brigadas
Internacionales, y que había organizado en su seno un grupo de simpatizantes del POUM.
Como faltaba poco para el congreso nacional de nuestro partido, planteó su deseo de asistir
en nombre de las “células del POUM de las Brigadas Internacionales”.
Vino a Barcelona, al Comité ejecutivo, a mediados de mayo. Tenía una carta de
presentación del comité de Madrid: por esta razón, no se desconfió de él. Pensamos que
nuestros camaradas de Madrid se habían asegurado bien antes de darle su confianza.
Primero se dirigió a mí y yo le puse en contacto con Nin que hablaba ruso. Andrés
[Nin] mantuvo una conversación a solas con él durante tres horas. Luego le pedí [a Nin] su
impresión que me dijo que había sido buena.
Durante su permanencia en Barcelona, Narvitch iba pocas veces al Comité
Ejecutivo. Y cuando iba, estaba poco tiempo. Intercambiaba algunas palabras con
nosotros, y luego subía al Secretariado Internacional para hablar con otros camaradas
extranjeros. Poseía un magnífico aparato fotográfico y, con el pretexto de conservar algún
recuerdo, hacía fotos de Nin, Landau y otros amigos extranjeros. En realidad este tipo paso
casi desapercibido, frecuentaba poco el partido y no demostraba gran interés en los temas
políticos.
El 17 de junio de 1937, por la mañana, cuando fui secuestrado en la Jefatura de
Policía de Barcelona, la camarada Katia Landau que también estaba allí arrestada, me
comunicó que el policía que la había arrestado y que buscaba a Kurt le había mostrado la
foto, la misma foto que Narvitch había hecho a Landau algunas semanas antes. Comprendí
inmediatamente que se trataba de la obra de un provocador y pusimos en guardia a todo el
partido.
A mediados de agosto, en la prisión de Valencia, mirando una revista ilustrada de
Madrid: Estampa, encontramos una foto del Estado Mayor de Líster. Entre los primeros
personajes en primera línea, estaba León Narvitch. A pesar de que ya no nos cabía ninguna
duda de su papel de agente de la GPU, esto confirmó nuestras sospechas. Al mismo
tiempo, nuestros camaradas de Madrid habían completado sus informes y nos habían
denunciado a ese tipo como un auténtico provocador.
Creo recordar que a mediados de septiembre el CE nos envió a la prisión de
Valencia una carta de “OGA” diciendo que León Narvitch estaba en París en contacto con
los trotskistas. “OGA” pedía un dossier completo sobre las actividades de ese individuo.
Se le envió inmediatamente y creo que “OGA” la hizo llegar a Naville y a los trotskistas de
aquí.
Narvitch y los trosquistas de Barcelona
Los últimos meses de 1937, León Narvitch reapareció en Barcelona. Se adhirió al
pequeño grupo trotskista es esta ciudad con otro elemento que era oficial de las Brigadas
Internacionales y también agente de la GPU. Los dos pretendían tener fuertes grupos
organizados en las Brigadas Internacionales. Aportaron sumas importantes de dinero que
había recogido en las Brigadas. Durante mucho tiempo, toda la organización trotskista de
España vivió de este dinero de la GPU. Publicaron tres números de su diario y MUNIS100
llevó una vida espléndida con ese dinero. Como era lógico, los tres números del periódico
bolchevique-leninista estaban casi completamente dedicados a combatir al POUM que, en
ese momento atravesaba la etapa más dura de su represión.

100
El nombre de Munis aparece escrito a mano.

197
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

En los últimos días de enero, o primeros de febrero de 1938, se encontró en las


afueras de Barcelona el cadáver del agente de la GPU León Narvitch. Una mano
desconocida había vengado a Nin y Landau. La GPU y el SIM creían que los autores
habían sido los trotskistas. Se los detuvo a todos. Eran siete. También se arrestó al
impresor. Con esta medida se hundió toda la organización bolchevique-leninista de
España. J.A.

2.28. Manuel Fernández Grandizo (Munis); Jaime Fernández Rodríguez:


“Rectificaciones a Cahiers Leon Trotsky nº 3”101
El jefe de la policía [...], coronel Burillo, no era “stalinista notorio”, sino atraído,
después de julio de 1936, por la política contrarrevolucionaria del stalinismo, cual tantos
otros mílites profesionales. Burillo tenía el grado de capitán en el primer Regimiento de
Infantería (Madrid) disuelto con todo el ejército tras la victoria de la contra-insurrección
proletaria el 19 de julio de dicho año.
[...] Las acusaciones políticas contra el POUM no las refleja bien lo citado del libro
de Andrés Suárez (Iglesias). Eran grosso modo, las de un programa revolucionario que el
POUM no defendió, como el propio Trotsky dijo.
[...] Munis nació en 1912, su entrada en la Juventud Socialista no fue individual,
sino con el grupo de la Izquierda Comunista, que lo hizo como fracción y con su propio
programa. Lo constituían Esteban Bilbao, Fersen, A. Rodríguez y Munis, entre otros, y por
lo que respecta al último su ingreso no llegó a ser efectivo. Tampoco fue Munis a Cuba,
sino a México, y por otras razones que familiares. Vuelve con el primer barco cargado de
armas, el Magallanes, que recaló en Cartagena, dirigiéndose enseguida a Madrid. Después
de una tentativa fallida de romper la colaboración del POUM con la Generalidad catalana y
con el Frente Popular, emprende en Madrid mismo, la reconstitución de la organización
trosquista en España. La dirección, en la medida en que cabe hablar de ella en un grupo
incipiente, recaía sobre Munis y Jaime Fernández Rodríguez. Carlini, Moulin y otros se
incorporaron después, en Barcelona.
[...] Luís Zanon no adhiere “temprano al grupo BL”. Pertenecía al POUM y para el
POUM trabajaba. Fue expulsado y despedido de su empleo por haber distribuido un
volante trotskista. Sólo después formó parte del grupo, más bien como auxiliar técnico, por
sus conocimientos lingüísticos. No era agente fascista ni stalinista, cual propaló Fosco,
según el Cahier nª 3. Se trataba, simplemente, de un hombre de rara pavidez.
[...] Casi todo lo dicho sobre Narwich, el proceso amoscutado y las acusaciones
contra los troskistas es incompleto o falso y a menudo malevolente. El agente de la GPU
Narwich no consagró un sólo día a la Sección Española de la Cuarta Internacional, ni
fingió pertenecer a ella. Se presentaba él mismo como militante del POUM, a cuya
Conferencia Militar asistió. Con nosotros no tuvo sino dos o tres contactos en cafés.
Fernández [Jaime] mismo nunca lo vio. Mal pudo haber subvencionado la publicación de
La Voz leninista, cual dijo, según el Cahier [Leon Trotsky], El Soviet (varias hojas
dactilografiadas en francés, inspiración Molinier) y hace suyo Andrade en el Documento
nº 7, p. 133 [de los Cahiers Leon Trotsky núm. 3].
La acusación contra el grupo trosquista (no siete sino más del doble) comportaba
en lo político, lo que silencian cuantos hablan de ella, Broué incluido: organización de la
101
Respuesta fechada en 1982. Publicado en español y francés, junto con las páginas de referencia de
Cahiers Leon Trotsky número 3, por Paolo Casciola, en Quaderni Centro Studi Pietro Tresso nº 26.
[Pedidos a Paolo Casciola- via Firenze, 18 - 06034 FOLIGNO (PG)-Italia].

198
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

insurrección de mayo de 1937 (negamos haberla organizado, pero defendimos sin tapujos
la insurrección), propaganda y lucha general en pro del derrocamiento del gobierno de
Frente Popular (aceptada como proyecto indispensable a la revolución proletaria); en lo
criminal: espionaje, actos de disrupción en retaguardia y terrorismo, a fin de facilitar la
victoria de Franco. A más, proyecto de asesinato de Negrín, Prieto, Comorera, José Díaz,
Pasionaria, y asesinato efectivo de Narwich... “por vía de ensayo”. Ejecutor del
homicidio, según la GPU, Munis directamente ayudado por J. Fernández, no por Carlini.
Pena de muerte requerida para los dos primeros. Pero, contrariamente a lo que se afirma en
la página 131, la acusación gepeista no podía mencionar al austriaco, que no alemán, Joan
o Max, porque fue Munis quien, en sus declaraciones a los polizontes, le dio también el
segundo nombre y lo denunció como provocador o agente de la GPU, denunciando por
igual, como agentes, a sus interrogadores. Ese austriaco, no Narvich, era, en efecto, el
agente que nos había asignado la representación policíaca de Stalin en España. Debido a
una torpeza suya, nos enteramos de que llevaba consigo un documento a nombre de Max,
no de Joan, y de que su maestro, probablemente su jefe, era Narvich. La policía se negaba
a que el nombre de Max figurase en el expediente. De Narvich acabábamos de saber,
pocos días antes de nuestra detención, que en el POUM se rumoreaba que había
intervenido en el asesinato de Andrés Nin. Pero en el POUM, entre cuyos responsables
inquirió un emisario nuestro, Sanz, nadie afirmaba nada. Era el mes de enero de 1938.
Ahora bien, según el documento de Andrade, él y sus codetenidos sabían a qué atenerse
sobre Narvich desde 6 meses antes y habían prevenido a sus militantes libres.
En fin, la fuga de Kielson alertó sobre nuestro paradero y situación a las
organizaciones antistalinistas, a la CNT y al trotskismo internacional, que pudo iniciar
campaña de denuncia. Nombremos también a Teodoro Sanz, recién herido de guerra, el
que fue acusado con nosotros en el proceso tipo Moscú que se nos intentó [...]. Y desde la
cárcel, nosotros mismos conseguimos hacer llegar documentos a París. Todo ello dio por
resultado que la vista de la causa, asignada para 15 días después de la comparecencia ante
un juez que no hizo la menor instrucción, fuese aplazada.
Tocante a Hans Freund (Moulin): los “simpatizantes de la IV Internacional” en el
POUM de Madrid con quienes [...] estaba ligado Moulin, no podían ser sino todos sus
afiliados, porque ninguno procedía del antiguo Bloque obrero y campesino, sí de la
Izquierda Comunista. Y en Barcelona, los supuestos esfuerzos de Moulin para unificarnos
con Fosco y Ayach, los únicos componentes de El Soviet, no los hizo en nuestra presencia,
y sin nuestra presencia no podía hacerlos. Respecto a la influencia sobre Los Amigos de
Durruti, fue sobre todo la del primer volante trotskista durante las jornadas de mayo del
1937. Contactos directos no existieron sino después de la lucha armada.
En el mismo documento número 7102, Juan Andrade deja caer: “Durante mucho
tiempo, la organización trotskista en España vivió del dinero de la GPU. Con ese dinero se
publicaron tres números de su periódico y (...) llevó una vida espléndida.” Los redactores
de los Cahiers declaran en nota: “El original comporta un blanco, llenado a mano, que no
hemos creído deber reproducir.”
Por nuestra parte, reclamamos insistentemente a los redactores restablecer, en
próxima edición, el nombre retraído, aunque muy lerdo será quien no adivine que suscita
tanta inquina. La verdad debe resplandecer entera, incluso la verdad sobre quien calumnia
y quien no.
Dijérase que Juan Andrade, desde la cárcel en que se encontraba a partir de junio
del 1937, seguía todos nuestro pasos, y seis meses después estaba enterado si la GPU daba

102
El documento número 7 de Andrade, publicado en Cahiers Leon Trotsky número 3 (1979), que nosotros
hemos consultado en la BDIC de Nanterre, ha sido reproducido en este libro como documento 2.27.

199
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

mucho o poco, de si con ese dinero se pagaba un periódico según él principalmente


dirigido contra el POUM103 cuando ni siquiera estaba en condiciones de leerlo, y enterado,
de propina, del género de vida con que se regalaba “(...)”.
Dejando chismes y viniendo a hechos: Si, como ha asegurado Gorkin en Caníbales
políticos, hombres del POUM mataron a Narvitch, ¿qué pensar de revolucionarios
reputados responsables, que, acusados de espías porque trotskistas, se defienden negando
serlo, sin denunciar una sola vez la falsedad de la primera acusación contra los trotskistas
no menos que contra el POUM, ni su carácter contrarrevolucionario y que llaman
precisamente a Munis para descargarlos de la acusación de trotskismo hecho por ellos [y]
silenciado durante largos años - al mismo tiempo que dejan al trotskismo y a sus dos
representantes, Munis y [J.] Fernández, bajo el peso de una acusación -tocante a Narvich-
de que ellos se sabían responsables?
En resumen, los trotskistas defendimos al POUM contra las calumnias stalinistas,
pero nunca vimos una sola palabra del POUM defendiéndonos contra las mismas
calumnias. Más y peor podía decirse, pero basta.
[...] Nin no combatió la proposición de Trotsky sobre el ingreso fraccional en los
partidos socialistas de entonces, por la siguiente irrefutable razón: la tal proposición fue
hecha por Esteban Bilbao en España, bastantes meses antes de que Trotsky hablase sobre
lo mismo. Y, al principio, Nin se manifestó de acuerdo con Bilbao. Cambió para ir con
Maurín a la “unificación marxista” que figura en la sigla POUM, cuya ambición confesa
era abarcar en su seno partido socialista y partido stalinista. Lo atestigua la
correspondencia entre Maurín y Carrillo.
París, abril 1982. G. Munis - J. Fernández.
P.S.: En la cronología del mismo volumen nº 3 [...], referente a 1941, reza así: “Campaña
de prensa en México y provocaciones contra los refugiados anti-stalinistas Víctor Serge,
Julián Gorkín, Gustav Regler, Marceau Pivert.” La campaña era contra cinco, no contra
cuatro. Extraña eliminación, en una obra que quiere retrazar la historia del trotskismo, del
único de los cinco que era trotskista, y también el único que se defendió en nombre del
internacionalismo en plena guerra imperialista. ¿Es necesario decir el nombre?

2.29. PHELAN, Terence [MANGAN, Sherry]: “Spanish Militants Describe


Escape from Barcelona”. Socialist Appel, 3 March 1939
Abandonados en prisión de forma deliberada, a merced de los asesinos y de las
bombas de Franco, y salvados gracias a una audaz evasión digna de los mejores relatos de
aventuras, los dirigentes del POUM y algunos dirigentes bolcheviques-leninistas,
militantes de la IV Internacional, acaban de llegar a Francia donde están seguros, al menos
temporalmente. Se han separado lo más rápidamente posible a fin de escapar a los policías,
lanzados en su busca por el estado capitalista francés, que les persigue también tan
implacablemente como lo hizo el gobierno burgués-estalinista español.
Utilizando las mayores precauciones, nuestro corresponsal del Socialist Appeal
consiguió entrevistar a Julián GORKIN, secretario general del POUM y CASANOVA, el
valiente dirigente bolchevique-leninista, que ha dirigido el trabajo clandestino de nuestra
organización española desde el montaje que ha hecho posible el arresto de toda la
dirección de la sección española de la IV Internacional.

103
Si algún historiador se interesa en tales mezquindades, coteje La Voz Leninista y los volantes trotskistas
con las palabras de Andrade. [Nota de Munis y J. Fernández].

200
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

Nos ha sido posible conocer, gracias a los camaradas Casanova y Gorkin, que entre
los evadidos figuran Manuel Fernández Grandizo (Munis), secretario general de los
bolcheviques-leninistas españoles; Casanova, su sucesor; Julián Gorkin, secretario general
del POUM; Juan Andrade, miembro del comité ejecutivo del POUM; Pedro Bonet,
responsable del trabajo sindical del POUM; Gironella, responsable de propaganda del
POUM (que ya ha sido arrestado por la policía francesa y está encarcelado en la prisión de
Senlis); Wilebaldo Solano, secretario general de las Juventudes del POUM; Juan Farré,
secretario de organización del POUM en la provincia de Lérida; José Rodés, antiguo
“gobernador” de la provincia de Lérida, militante del POUM, y Juan Guer, secretario de la
organización del POUM en la provincia de Gerona.
Aún desaparecidos, como tantos otros, figuran Adolfo Carlini, miembro del comité
ejecutivo de los bolcheviques-leninistas, y Luis Zanon, el joven camarada bolchevique-
leninista que ha revelado valientemente cómo le habían torturado los estalinistas para
obtener de él una falsa confesión, de la que se ha retractado a pesar de las peores torturas.
En la prisión del Estado de Barcelona se amontonaban 24 dirigentes del POUM,
condenados a largas penas de prisión, dos dirigentes de los bolcheviques-leninistas
españoles, cuyo proceso, tantas veces aplazado, en el que debían responder a las
acusaciones totalmente inventadas había sido previsto, por ironías de la historia, para el día
siguiente (una semana antes el indomable Munis, dirigente bolchevique-leninista, había
sido transferido a la fortaleza de Montjuic, tras una huelga de hambre que había organizado
entre los detenidos revolucionarios), 250 miembros de las brigadas internacionales
arrestados bajo los pretextos más variados, así como un elevado número de fascistas
convencidos, cuya conocida presencia protegía a la prisión de los bombardeos.
Durante esa última noche de locura104, convencido de que los fascistas entrarían en
Barcelona al día siguiente, el concienzudo director de la prisión, un socialista asturiano,
Vicente de Vincente, telefoneó al SIM, que tenía la responsabilidad oficial sobre las
prisiones, para pedirle camiones con los que transportar a sus prisioneros antifascistas
hacia el norte.
Al otro extremo de la línea, el director del SIM, un estalinista llamado Garcés,
gruñó: “no hay camiones para los jefes del POUM, dejemos que los fascistas exterminen a
esos hijos de puta”; Vincente se indignó. Tenía órdenes muy precisas de que allí donde
fuera era responsable de la vigilancia de los prisioneros poumistas. Y seguiría esas órdenes
al pie de la letra, y nunca abandonaría sus prisioneros a los carniceros fascistas.
Actuó pues por cuenta propia y acabó por encontrar un camión hacia las dos de la
madrugada, que hizo llevar a la entrada de la prisión. Sabiendo que los prisioneros
fascistas serían liberados de todas formas a la llegada de sus tropas, no se preocupó por
ellos, pero se apresuró a liberar a todos los detenidos de las brigadas internacionales.
Los poumistas se dieron cuenta de repente de que los dos bolchevique-leninistas no
estaban con ellos, y pidieron que también fueran transportados hacia el norte. Vincente les
respondió que otro camión iba a llegar en unos minutos, y que Carlini y Zanon serían
llevados en él con otros antifascistas. Más tarde nos enteramos que los prisioneros fascistas
se habían apoderado de la prisión inmediatamente después de la salida del primer camión.
Es posible que Carlini y Zanon consiguieran escapar, aprovechándose del desorden
general105 [...].

104
Se trata de la noche del 25 al 26 de enero de 1939.
105
Carlini, enfermo, permaneció aún algunos meses en Barcelona. Consiguió atravesar la frontera francesa,
y tras varias vicisitudes coincidió en el campo de concentración de Gurs, con Zanon y con Ondik. En ese
campo estaba también el agente del GPU Max. [Datos extraídos de las memorias, ya citadas, de Carlini].

201
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

El camión rodó hacia el norte con su carga de prisioneros y guardianes. “Tuvimos


una extraña relación durante este viaje”, nos explicaba Gorkin106 con una sonrisa apenas
disimulada. “Los guardias estaban armados hasta los dientes y sabíamos que si
intentábamos huir tirarían a dar sin la menor vacilación. Sin embargo estábamos metidos
en la misma barca, hombro a hombro”.
[...] En la noche del 31 de enero, como los bombardeos eran cada vez más intensos,
su carcelero Vincente, obstinado, partió para pedir instrucciones sobre lo que debía hacer
con ellos. Había dejado en su despacho de la prisión su servilleta conteniendo su tampón
oficial y todo tipo de formularios en blanco.
Con ayuda del simpático doctor de la prisión, Gorkin metió mano en este tesoro, y
a la luz de una vela, en su celda, selló oficialmente las órdenes de liberación para él y sus
23 camaradas. Los guardias a los que presentó estos documentos estaban intrigados pero se
dejaron convencer: esos papeles eran oficiales sin duda. Así, a medianoche, los 24
dirigentes revolucionarios salieron de prisión y se dirigieron en plena noche hacia la
frontera francesa. [...]
Tras nuestro encuentro en Perpiñán, tomamos conjuntamente un cierto número de
medidas de seguridad con estas dos docenas de hombres, sobre los cuales pesaba la espada
de Damocles de eventuales tentativas de asesinato por parte de los estalinianos (de los que
Nin ya había sido víctima), tras haber vivido 21 meses encarcelados. Los dispersamos en
diferentes escondrijos por toda Francia. [...]

106
Gorkin ha relatado su versión de esta evasión en su libro El proceso de Moscú en Barcelona. El
sacrificio de Andrés Nin. Aymá, Barcelona, 1973, pp. 279-299.

202
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

TERCERA PARTE: LOS AÑOS CUARENTA: DEL FIN DE


LA GUERRA CIVIL A LA RUPTURA CON LA IV
INTERNACIONAL (1939-1948)

En la economía rusa tenemos un tipo notablemente feroz de capitalismo de Estado, que


redobla las lacras fundamentales del capitalismo clásico estudiado por Marx. Oposición
entre la producción y las necesidades sociales; lujo y despilfarro en las alturas,
depauperación abajo; aumento de la esclavitud del salario y establecimiento de una
esclavitud semilegal que fija el obrero a la fábrica como una clavija más de la máquina;
producción de mercancías y explotación de la plusvalía, interdicción de las masas de
toda intervención en la administración económica y en la dirección política, furiosa y
degenerada centralización estatal. Y no es menester hablar de los millones de hombres
condenados a trabajos forzados, ilotas de la contrarrevolución, ni de las vesanías
permanentes de la dictadura policíaca. En ese amplio sentido, la restauración capitalista
ha tenido ya lugar; no hacemos más que reconocerlo con retraso. G. Munis: Los
revolucionarios ante Rusia y el stalinismo mundial. Editorial Revolución, México, 1946.

Precisamente, el triunfo de la contrarrevolución en Rusia se ha efectuado, no por un


camino imposible, la vuelta a un período ido, sino mediante el capitalismo de Estado.
Todas las lacras, vicios y contradicciones del viejo capitalismo, que la decadencia natural
del mismo acentúa, se han encontrado multiplicadas en Rusia, porque la revolución
fracasada concentraba todos los poderes económicos, políticos, judiciales, policíacos y
distributivos en manos del Estado, el organismo capitalista por excelencia.
Por su parte, los partidos stalinistas de todo el mundo, ¿qué otra cosa son sino
organismos ejecutantes del sistema ruso, que por ser una contrarrevolución antiproletaria
representa, tanto y mejor que el viejo capitalismo, los intereses de la decadencia del
sistema frente a las aspiraciones generales de los explotados y de la humanidad?
Grupo comunista-internacionalista de España: “Explicación y llamamiento a los
militantes, grupos y secciones de la IV Internacional. (París, julio 1949)”. Editado por el
Comité Central del Grupo comunista-internacionalista de España. París, septiembre
1949.

203
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

PRESENTACION
La selección de documentos en esta segunda parte ha sido muy difícil porque el
material existente era mucho más abundante. Nuestro criterio de selección ha primado los
documentos históricos e inéditos sobre los teóricos o ya editados. Así pues, no hemos
reproducido ningún artículo de Benjamín Péret de quien han sido publicadas las Obras
Completas, excepto un breve extracto de su notable Manifiesto de los exégetas, que es una
respuesta del Grupo Español en México al manifiesto de la conferencia “sorpresa”
celebrada por la IV Internacional en 1943. No hemos reproducido tampoco, por razones
obvias, el extenso libro de Munis sobre la guerra civil Jalones de derrota, promesa de
victoria. Crítica y teoría de la Revolución Española (1930-1939), editado en 1948 en
México, y reeditado en 1977 por ZYX en España. Sin embargo, hemos reproducido otros
artículos de Munis sobre el 19 de julio y mayo del 37, editados en México, y no
recopilados posteriormente, que resumen brillantemente las tesis desarrollados con mayor
amplitud en Jalones. Tampoco hemos reproducido algunos documentos, artículos y cartas
que, pese a su interés, no constituían un documento imprescindible para comprender la
acción y el pensamiento político del Grupo español, en su proceso de ruptura orgánica e
ideológica con la Cuarta Internacional.
Expuesto nuestro criterio de selección, y subrayada la importancia de los textos no
recogidos en esta selección, que serían absolutamente imprescindibles en una edición de
las Obras Completas de Munis, o en un estudio exhaustivo y global del trosquismo español
en los años cuarenta, que aquí no podemos plantear, no nos queda sino presentar
brevemente los textos seleccionados.
En primer lugar publicamos el texto completo de la entrevista de Lutte Ouvrière a
Munis (doc. 2.1), a poco tiempo de su paso de la frontera francesa tras la caída de
Barcelona. A continuación hemos seleccionado dos artículos de Munis publicados en La
Voz Leninista, editada en Francia en abril de 1939, y diversos artículos de Nuevo Curso, el
órgano del grupo molinierista español, continuador del Grupo BL “Le Soviet”, constituido
en Francia por Fosco, Sonia, Antonio Rodríguez, Sebastián García y Eduardo Mauricio,
entre otros. La selección de los artículos y de otras cartas y documentos del grupo
molinierista “Nuevo Curso” responde fundamentalmente a la controversia con el grupo
trosquista oficial, y al proceso de unificación entre ambos grupos. El documento 2.18
certifica la unificación de los dos grupos trosquistas en marzo de 1943. Hemos
seleccionado también una carta de Teodoro Sanz (doc. 2.11), que fue procesado con Munis
y el resto de la SBLE, en la que se declara ferviente poumista (de hecho en el exilio
continuó militando en el POUM donde ejerció cargos de responsabilidad) porque muestra
claramente el carácter de “tendencia” o “corriente” de los bolchevique-leninistas en el seno
del POUM durante la guerra civil y el inmediato exilio.
Los documentos 2.12 y 2.13 son dos interesantísimos e importantes informes de
Munis: el primero a Trotsky y el segundo a la conferencia de alarma de la Cuarta.
El grueso de la documentación de esta segunda parte está formada por las
octavillas, manifiestos, tesis, cartas abiertas, y sobre todos por extractos de artículos
publicados en los órganos publicados en México y Francia: 19 de Julio, Contra la
corriente, Revolución, Comunismo, Lucha de clases. No ha sido fácil la tarea de selección
de los numerosos artículos de Contra la Corriente, tanto por su cantidad como por el
interés y profundidad de los temas tratados. Aparece también una breve selección de la
correspondencia cruzada entre Munis desde México y diferentes camaradas residentes en
Francia.
Hemos tenido la osadía de extractar el folleto de Munis “Los revolucionarios ante
Rusia y stalinismo mundial” (doc. 2.39) y el de Péret “Manifiesto de los “exégetas” (doc.
2.43), y aunque hemos procurado ser fieles al espíritu del texto, es indudable que nuestro

204
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

resumen no exime a un lector interesado de su lectura completa (ambos folletos pueden


pedirse al apartado 92062 - 08080 Barcelona). También publicamos los dos textos
fundamentales, firmados conjuntamente por Munis, Péret y Natalia Sedova: “Carta abierta
al PCInt.” (doc. 2.48) y “La Cuarta Internacional en peligro” (doc. 2.49).
No hemos seleccionado la interesante pero extensísima polémica con el SWP, ni el
proceso de Minneapolis, porque creemos que ésta queda bien reflejada y explicada en el
Informe de Munis sobre el Segundo Congreso de la Cuarta (doc. 2. 51) y en el folleto
titulado “Explicación y llamamiento a los militantes, grupos y secciones de la IV
Internacional” (doc. 2.52), que son por otra parte los dos textos fundamentales en los que
se explican las razones políticas e ideológicas del Grupo comunista internacionalista
español (GCI) para romper con el trosquismo oficial de la Cuarta Internacional. Tampoco
nos hemos planteado la selección de los documentos referentes al debate interno del GCI,
en el que surgió una minoría, encabezada por Rafael Font Farran (“Adrien”, “A. Roura”),
Eduardo Mauricio (“Ernesto”) y Antonio Rodríguez (“Rodas”), que defendió las tesis
oficiales de la Internacional, frente a las innovadoras tesis de Munis y Péret.
Finalizamos esta presentación con un resumen de las razones que condujeron a la
ruptura de Munis y el GCI (que hasta 1948 fue la sección española de la Cuarta
Internacional) con el trosquismo mayoritario oficial. Ruptura que se fundamenta en tres
ejes principales:
1. El abandono de la táctica de defensa de Rusia, que era definida como un
capitalismo de Estado y considerada como una potencia imperialista más, y no como un
Estado “obrero” degenerado. El GCI criticaba el error cometido por los partidos de la
Cuarta Internacional, que propugnaron - según el GCI - la participación en uno de los
bandos de la guerra imperialista de 1939-1945.
2.- La teorización de la experiencia histórica de la Revolución Española que
llevaba, entre otros puntos teóricos fundamentales, a considerar al estalinismo (desde el
gobierno Negrín-Stalin) como un movimiento de naturaleza radicalmente distinta al
reformismo. Para el GCI el reformismo, tipo gobierno Kerensky, era un gobierno débil,
inestable y provisional, que pretendía el absurdo de un equilibrio entre el orden burgués y
el desorden revolucionario, pero toleraba unas mínimas libertades democráticas a las
organizaciones obreras y permitía la libre expresión de los soviets, órganos del poder
obrero; por el contrario el estalinismo, tipo gobierno Negrín-Stalin y los nuevos gobiernos
estalinistas implantados en los países del Este después de la segunda guerra mundial, era
un gobierno totalitario, basado en los intereses propios de la contrarrevolución rusa,
fundamentado en un capitalismo de Estado regido por una feroz dictadura policíaca, que
implantaba una solución de orden contra la lucha de clases, no toleraba los órganos de
poder obrero y aplastaba a las organizaciones revolucionarias.
3.- De esta definición de la naturaleza contrarrevolucionaria (no reformista, sino
reaccionaria y totalitaria) del estalinismo se desprendían importantes consecuencias
tácticas: el estalinismo encarnaba un programa contrarrevolucionario y propugnaba un
gobierno de unidad y de reconciliación nacional, que en España “aspiraba al entendimiento
con militares, curas y burguesía franquista”. Tratar al estalinismo como a un nuevo
reformismo y aceptar una táctica de frente único con él era suicida. El GCI afirmaba que
no era posible ningún tipo de colaboración con el estalinismo, como tampoco lo era con el
fascismo; sólo cabía la lucha sin cuartel y el desenmascaramiento del estalinismo como
paladín, no de la democracia burguesa, sino del capitalismo de Estado y la dictadura
policíaca, formas de decadencia de la civilización.

***

205
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

En resumen, podemos concluir que (según los análisis del GCI) la táctica de frente
único con el estalinismo, unida a la defensa de Rusia como Estado “obrero” degenerado,
sólo podían llevar a la Cuarta Internacional a convertirse en una “izquierda crítica” del
estalinismo. La ruptura del Grupo comunista internacional español con el trosquismo,
convertido en apéndice izquierdista del estalinismo, era pues inevitable y necesaria. Y en
todo caso está en el origen de una nueva corriente del marxismo revolucionario, que tuvo
su teórico más destacado en Munis, su mejor organizador en Jaime Fernández, y que
orgánicamente se manifestó en FOR. En la introducción ya hemos realizado un esbozo de
las tesis fundamentales y la acción política de esta corriente desde 1948 hasta 1989.

3.1. “Leçons d’une défaite. Une interview de F. MUNIS”. [“Lecciones de


una derrota. Una entrevista con Munis”]. La Lutte Ouvrière. París, 24
febrero y 3 de marzo 1939
¿Crees que las causas de la caída de Barcelona han sido estrictamente militares, y
debidas únicamente, como lo escribe en Francia la prensa del Frente Popular, a la
formidable superioridad de los franquistas en cuanto a armamento?
Esta superioridad es innegable. Era incluso mayor de lo que comúnmente se cree, a
pesar de la ayuda soviética y debido a las responsabilidades que recaen en este punto sobre
las organizaciones obreras españolas e internacionales. Pero las razones profundas del
desastre catalán, como de las demás derrotas gubernamentales durante la guerra civil, sólo
pueden hallarse en la política del bloque gubernamental del Frente Popular. Hay que darse
cuenta que esta política apuntaba desde el 20 de julio de 1936 a debilitar las conquistas del
proletariado. Militarmente, a pesar de la propaganda del Frente Popular, esta política sólo
podía crear una “disciplina” en el sentido burgués de la palabra, mecánica y represiva, sin
dar a los soldados organización y capacidad técnica. Los resultados concretos fueron el
monopolio de todos los mandos en manos de arribistas sin capacidad militar, lo cual
conllevaba una disciplina que sólo se ejercía contra los soldados para mantener los
privilegios de los advenedizos. Mientras que los verdaderos proletarios que habían hecho
la experiencia de la guerra y habían adquirido capacidades militares seguían siendo
simples soldados, o eran relegados a puestos inferiores. Los soldados tenían el sentimiento
que la organización del famoso “ejército popular” sólo se hacía para garantizar los
privilegios de los advenedizos y de la casta militar para impedir cualquier actividad
política a la base. En los momentos decisivos y peligrosos, esta organización conducía
inevitablemente a la huida del mando o a su paso al enemigo, a la derrota de las tropas que
se sentían traicionadas, a una retirada caótica, a innumerables pérdidas de material, debidas
mucho más a la incapacidad o al derrotismo del mando militar “popular” que al avance o
capacidad del enemigo. En cuanto a la actitud característica de los militares profesionales
se puede citar al general Rojo, oficial profesional, comandante al principio de la guerra y
responsable directo de la derrota de Borox, Illiesca y Getafe, con el general Puydengolas.
Los comités de milicianos los acusaron a ambos de traición concertada. Arrestaron a
Puydengolas y lo fusilaron. Pronunciaron la misma sentencia contra Rojo que pudo
escapar y esconderse en el Ministerio de Guerra bajo la protección de Largo Caballero. De
ahí salió para convertirse en... Jefe del Estado Mayor. Se podrían citar muchos más
ejemplos de este tipo para caracterizar la actitud de los militares profesionales que
siguieron “fieles” a la “República”. Al principio traicionaban de forma deliberada. Cuando
se percataron de la política resueltamente anti-obrera y contra-revolucionaria de Negrín,
pudieron manifestar mayor fidelidad a la burguesía. El proletariado seguía desconfiando
igualmente de ellos. La fidelidad al Frente Popular ya sólo significaba para ellos fidelidad

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

a la burguesía que reprimía a los obreros. La traición había sido canalizada por una vía más
estrictamente política.
Lo que nos cuentas es sorprendente. La prensa staliniana nos daba sin embargo la
impresión de una consolidación del mando militar, pasados los primeros meses de lucha.
En España, a pesar de la propaganda staliniana y de la censura que ahogaba toda
libertad de expresión, cualquiera podía darse cuenta, no sólo de la incapacidad militar del
alto mando, sino también de su dudosa lealtad al gobierno. Por no citar sino el caso más
conocido, te recuerdo el caso de Antonio Guerra, comisario general del ejército del sur,
miembro del PC español, y de Borribar, diputado comunista, principales responsables de la
caída de Málaga. Naturalmente el proceso de Borribar aún no ha terminado. El gobierno de
Negrín tuvo que hacer un juicio contra éste, mientras el primero se quedó en Málaga donde
se convirtió en el brazo derecho de la inquisición franquista en su represión contra los
obreros.
Otro ejemplo. Antes de la toma de Bilbao, los dos jefes del famoso “cinturón de
hierro”, fortificaciones que rodeaban la ciudad, se pasaron al lado de Franco que pudo
conocer así el plan de fortificaciones mejor que el propio comandante del ejército
gubernamental.
Y en fin, durante la ofensiva contra Zaragoza gran parte del Estado Mayor
gubernamental, que pertenecía en su totalidad al Partido Comunista, desertó y se unió a
Franco, cuando el gobierno había gastado millones para comprar oficiales franquistas. Pero
Franco descubrió el hecho, fusiló a los oficiales comprometidos y compró a los oficiales
gubernamentales. Así fue como fracasó la ofensiva contra Belchite con enormes pérdidas
de hombres y material. Los cuadros subalternos eran aún peor que el alto mando.
Semejantes cuadros no podían permitir forjar un ejército capaz de vencer.
Lo que sucedió en el ejército sólo refleja la situación general del país, las relaciones
de fuerza que existían entre las clases. Sin base de clase, no hay ejército. Y, a pesar de sus
esfuerzos, el gobierno del Frente Popular no había podido ganar la confianza de la
burguesía nacional e internacional. Su ejército reflejaba necesariamente la inconsistencia
resultante de la ausencia de apoyo social; no se basaba ni en la burguesía, ni en el
proletariado. El ejército español, como expresión de la clase dominante, era el ejército de
Franco. Nuestro ejército sólo podía ser el ejército rojo del proletariado. Para poder luchar
contra el proletariado y la Revolución Socialista, el gobierno suprimió todas las
condiciones que hubieran permitido la victoria militar sobre el ejército de Franco.
¿Qué estado de ánimo había creado en la población la política gubernamental?
La inspiración anti-obrera de la política del gobierno de la “victoria” acarreaba en
todas las capas de la población el descontento, la indiferencia e incluso el odio, contra el
gobierno y los burócratas de las organizaciones obreras. Tras las jornadas de mayo de
1937, el proletariado estaba cada vez más convencido que combatía por nada. Y aunque la
victoria sobre el fascismo era deseada por la mayoría de la población, ésta pasó de la
indiferencia a la resistencia contra las medidas de movilización de Negrín. Los obreros
más conscientes del proletariado hacían todo lo posible para escapar a la movilización
durante los últimos meses. ¡Batirse a favor de Negrín y de Comorera, jamás! Cuando
llegue un nuevo 3 de mayo estaré en las barricadas: estas eran sus expresiones
características.
Estos pequeños hechos reflejan la realidad mil veces mejor que la demagogia
oficial sobre la “capacidad de resistencia y de sacrificios” del pueblo español. Los obreros
hubieran resistido hasta el final si hubiesen visto que los sacrificios de la guerra no recaían
exclusivamente sobre sus hombros. El racionamiento de guerra estaba repartido de forma
muy desigual según las clases. No les faltaba de nada a las diversas capas de privilegiados,
gobierno, burocracia militar, política y sindical, guardias de asalto; mientras los obreros se

207
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

morían de hambre en el sentido más estricto de la palabra. La organización internacional


para el abastecimiento de las mujeres y niños estaba de hecho entre las manos de
burócratas y especuladores. A las mujeres y niños hambrientos nada les llegaba.
La escala de salarios expresaba el mismo espíritu de privilegios, muy
particularmente en Cataluña, donde Comorera, pequeño-burgués reaccionario que se pasó
al stalinismo, era ministro de trabajo. Los obreros mejor pagados de las industrias de
guerra sólo ganaban de 600 a 700 pesetas al mes. En el mercado libre ya no se encontraba
nada que comprar. En los mercados clandestinos, los precios eran astronómicos, totalmente
inasequibles para los obreros.
Un litro de aceite costaba entre 200 y 300 pesetas. Una lata de carne en conserva de
80 a 100 pesetas, un kilo de arroz de 100 a 120 pesetas. La distribución regular de las
raciones llegaba a los obreros una vez que los burócratas y los privilegiados habían sido
bien abastecidos. Las familias obreras estaban obligadas a comer en los restaurantes
populares, y eso si habían tenido la suerte de obtener el pase de acceso, lo cual ya era un
privilegio. Una porción de lentejas y un trozo de pan costaban 10 pesetas. En los últimos
meses incluso esta comida empezaba a faltar.
Si a ello se añade la represión gubernamental, la falta absoluta de libertad, no sólo
en la reuniones públicas y en la prensa, sino también en los sindicatos que se habían
convertido en una especie de comisaría de policía, el terrorismo staliniano, responsable del
asesinato de centenares de militantes revolucionarios, los campos de concentración donde
se fusiló a los militantes que habían peleado en las barricadas obreras de mayo del 37, se
puede entender perfectamente que los obreros ya no estaban en condiciones de batirse,
como en julio de 1936, o como durante la defensa de Madrid, o como en mayo de 1937.
Este es el mecanismo concreto con el cual la política del Frente Popular ha llevado
a la caída sin lucha de Cataluña. No se puede imponer al proletariado durante tres años una
política contraria a sus intereses y esperar luego que salve una situación desesperada.
LA CRISIS ANARQUISTA
¿Qué papel desempeñaron las organizaciones obreras en esta política de traición
y de derrota?
No puedo explicar detalladamente en pocas palabras el papel jugado por cada
organización en particular. Veamos la cuestión globalmente. Empecemos por la UGT. En
un momento dado hubo una cierta resistencia que intentaba dibujarse en el seno de la
UGT, la juventud unificada y el Partido socialista. Esta resistencia, es cierto, era favorable
a Largo Caballero y la antigua Izquierda Socialista. Incluso hubo una escisión. La masa
propugnaba una política revolucionaria. La dirección socialista y ugetista tomó medidas
para excluir secciones enteras. Largo Caballero en persona estaba incluido. Pero el impulso
revolucionario de las masas fue de nuevo desviado por la dirección caballerista, y todos los
elementos que evolucionaban hacia la izquierda fueron entregados a la burocracia
reformista. Caballero y sus burócratas de “izquierda” se echaron para atrás, aterrados ante
la importancia de una lucha seria contra el Frente Popular y el stalinismo, en el seno de una
guerra civil. Desde entonces imperó la unidad más monolítica en las filas socialistas y
ugetistas. El mismo Largo Caballero, pese a sus críticas más personales que políticas, se
calló.
En la CNT hubieron de vencerse resistencias más profundas. Como la mayor parte
del proletariado estaba organizada en la CNT, la adaptación completa a la política
burguesa del Frente Popular no podía hacerse sin una resistencia más o menos espontánea
y ciega de los obreros. Todas las maniobras y los disfraces verbales (como “Frente Popular
revolucionario”) de los líderes anarquistas no impedían que el proletariado anarquista
continuara mostrando su repugnancia por el bloque burgués del Frente Popular. Por ello
los dirigentes anarquistas tuvieron que pasar varias etapas intermedias antes de lograr la

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

adaptación completa de la CNT al bloque burgués. La voz de las masas tenía que ser
sofocada. Los viejos militantes, que habían forjado la organización y que seguían fieles a
la lucha de clase, tenían que ser expulsados de los puestos de dirección en los sindicatos y
en la prensa. La exteriorización de esta resistencia tuvo como primer resultado la
formación del grupo de los “Amigos de Durruti”, que se había formado antes de las
jornadas de mayo. Este núcleo de obreros revolucionarios representaba un comienzo de
evolución del anarquismo hacia el marxismo. Habían tenido que reemplazar la teoría del
comunismo libertario por la de la “junta revolucionaria” (soviet) como encarnación del
poder proletario, democráticamente elegido por los obreros. Al principio, sobre todo
después de las jornadas de mayo, durante las cuales Los Amigos de Durruti estuvieron con
los bolcheviques-leninistas en primera línea de las barricadas, la influencia de este grupo
penetraba profundamente la central sindical y el núcleo “político” que la dirigía, la FAI.
Alarmados, los burócratas intentaron tomar medidas contra los dirigentes de Los Amigos
de Durruti, acusándolos de ser “marxistas” y “políticos”. La dirección de la CNT y de la
FAI aprobó su expulsión. Pero los sindicatos rechazaron rotundamente ejecutar esta
resolución.
Desgraciadamente, los dirigentes de Los Amigos de Durruti no supieron
aprovechar la fuerza potencial de que disponían. Ante la acusación de ser “políticos
marxistas”, retrocedieron sin combate.
¿El abandono del punto de vista anarquista y la evolución hacia la concepción de
una política proletaria consciente, se manifestaban claramente entre los obreros?
La colaboración de los jefes anarquistas con la burguesía y la experiencia general
de la revolución y de la guerra habían evidenciado para la mayoría de los obreros
anarquistas el hecho que un poder proletario era indispensable para la defensa de la
revolución y de las conquistas proletarias. El acuerdo entre la vanguardia bolchevique y los
obreros tomados individualmente se hacía sin dificultad. No obstante la expresión orgánica
de este acuerdo no pudo cristalizarse. En parte por falta de un núcleo bolchevique fuerte.
En parte por falta de lucidez política de Los Amigos de Durruti.
Pero tuve la ocasión de entrevistarme con viejos militantes anarquistas, algunos de
ellos bastante influyentes. Todos expresaron abiertamente la misma idea: “Ya no puedo
defender las ideas que había defendido antes de la guerra civil. Proclamo mi acuerdo con la
dictadura del proletariado, que no puede ser la dictadura de un solo partido, como en la
URSS, sino la de la clase. En los órganos del poder proletario, todas las organizaciones de
la clase obrera pueden unirse y cooperar”.
¿Además de Los Amigos de Durruti, existían otras manifestaciones de descontento
en la CNT y la FAI?
Cuando se produjo la “legalización” y “reorganización” de la FAI, que la
convirtieron en un partido político más, el conflicto se manifestó en todas partes, sobre
todo entre la Juventud Libertaria armada y la FAI, entre la mayoría de grupos de la FAI y
la dirección. Una profunda crisis atravesó las filas anarquistas y anarcosindicalistas. Los
obreros rechazaban la política de colaboración de los dirigentes anarquistas. Sólo el
agotamiento y la desorganización que ocasionaba la guerra en las filas obreras, apoyado
por la burocratización de los cuadros de la FAI, pudieron acabar con la resistencia de los
militantes, consolidar el poder de las burocracias e impedir que los elementos progresistas
se reagrupasen y revisasen sus ideas hasta la adopción de un verdadero programa
revolucionario.
¿La teoría anarquista no se manifestó, no hubiera podido reforzarse como
reacción contra la política de colaboración de los jefes de la CNT?
Algunos obreros reaccionaban, en efecto, recayendo en el anarquismo en su forma
más sectaria, consideraban la traición de sus jefes como el efecto de su “politización”. De

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

ello deducían la necesidad de volver a la doctrina anarquista integral. Pero generalmente,


estos elementos no habían podido adquirir una influencia importante sobre la mayoría de
los obreros anarquistas, que evolucionaban por el contrario hacia la revisión de la ideología
tradicional de la CNT.
Lo que no impide el peligro de un renacimiento del anarquismo en España.
Recordemos a Lenin en este punto como en tantos otros. El anarquismo no constituye en el
fondo sino un castigo contra los pecados oportunistas del proletariado. Mientras no se
forme un partido marxista en España, la desgraciada experiencia del anarquismo español
podrá repetirse.
LA ACCIÓN DEL POUM
¿No pudo jugar el POUM un papel de unificación revolucionaria en esta
desagregación de las organizaciones obreras?
Hay que tener en cuenta la posición del POUM en la relación de fuerzas en España,
como partido situado en la extrema izquierda del movimiento obrero, como organización
obrera “revolucionaria”, así como de la formidable coyuntura revolucionaria en la que se
hallaba. El POUM estaba situado en una situación muy favorable para atraer a los obreros
revolucionarios anarquistas y de otras tendencias por la vía de la revolución proletaria.
No le faltaban ni fuerza militante, ni libertad de agitación y de organización. La
situación revolucionaria favorecía al máximo este trabajo. Pero un sinfín de errores
oportunistas y a veces ultraizquierdistas se manifestaron en el POUM. Empezando por su
orientación general desde los acontecimientos de julio, que no iba hacia la toma del poder,
sino hacia la colaboración. La prensa bolchevique-leninista española e internacional ha
criticado muchas veces ya la colaboración del POUM con el Gobierno de la Generalidad, y
su política durante los primeros meses, que desembocó en la disolución de los Comités de
obreros y milicianos, y por consiguiente en la consolidación del Estado burgués y de su
aparato militar. Estos enormes errores expresaban naturalmente la composición orgánica
del POUM y las concepciones generales, paticojas y centristas, de su dirección. Tras el
período de colaboración, estos dos factores continuaron expresándose en una política de
titubeo, de fraseología enfática, que escondía de hecho la falta de programa y objetivos
claros.
Mientras era necesario romper enérgicamente con el pasado, y mostrar a los
obreros que la única salida era, no la colaboración con el Frente Popular, sino la conquista
del poder, la dirección del POUM buscaba la vía de la vuelta al poder a través de la
colaboración con el Frente Popular. Me acuerdo todavía que, algunos días antes del
asesinato de Nin, con motivo de una crisis política en el gobierno de la Generalidad, el
periódico de la Juventud Comunista Ibérica, que constituía la parte más radicalizada del
POUM, reclamaba en un gran titular: gobierno obrero y campesino en la Generalidad.
¿Cómo podían entender los obreros lo que es un gobierno revolucionario si el partido
obrero que se situaba a la extrema izquierda del movimiento y se reclamaba del marxismo,
les enseña a reclamar un gobierno obrero-campesino en la Generalidad, es decir en el seno
del Estado burgués?
De esta experiencia sólo se puede concluir que el POUM se hallaba fuera del
Frente Popular únicamente porque lo había echado el stalinismo. Pero la dirección del
POUM se esforzó en retomar su plaza en el Frente Popular y en el poder burgués, incluso
después de la represión y el asesinato de sus militantes. Citaré también una octavilla
editada por el Comité Central del POUM durante la última crisis, en la primavera de 1938,
para reclamar la reintegración del partido en el Frente Popular, para constituir en su seno,
como fracción de este Frente Popular, un frente proletario con los anarquistas y la
izquierda socialista de Caballero. Hasta el desastre final, la política del POUM no se había
enderezado. Nadie lo había intentado seriamente. Ningún grupo interno se había formado

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

en su seno con este objetivo, aunque los militantes más conscientes condenasen
categóricamente toda la política de la dirección, comprendiesen la necesidad de un nuevo
partido revolucionario y defendiesen la necesidad de emprender esta tarea mediante una
discusión política en el POUM.
Frente a las masas anarquistas, la política del POUM, antes de julio, se había
limitado a un sectarismo que le privaba de la simpatía de los obreros anarquistas. Este
sectarismo acarreó incluso graves errores políticos. Pues la dirección había conducido los
sindicatos obreros influenciados por el POUM hacia la UGT, y no hacia la CNT, donde
podía hacerse un trabajo mucho más amplio y eficaz, puesto que eran donde estaban las
masas obreras catalanas, mientras que la UGT (que no tenía efectivos considerables en
Cataluña) sólo se componía de un pequeño núcleo muy caracterizado como esquiroles.
Después de julio, al sectarismo sucedió inevitablemente el oportunismo en relación
a los anarquistas. No puede encontrarse durante todo el período de guerra civil, en la
prensa del POUM, ni una sola crítica seria del anarquismo. La dirección del POUM no
buscaba una vía hacia las masas anarquistas, sino que sólo quería contactar con sus
cabecillas para entablar negociaciones en la cumbre. En lugar de sublevar a las masas
obreras contra la política traidora del Frente Popular, el POUM prefería los pasillos
ministeriales de la CNT para buscar un apoyo contra el stalinismo. El resultado de esta
“táctica” sólo podía ser el que conocemos. El POUM no logró el apoyo de los jefes
anarquistas y se obstruyó él mismo la vía hacia la conquista de las masas. Esto nos permite
comprender cómo la represión pudo ejercerse contra él sin que nadie hiciera nada. Esta
política oportunista debía necesariamente impedir la evolución de los obreros anarquistas,
diferir la construcción del partido revolucionario a un lejano futuro, y llevarnos a la
derrota.
¿Existían en el POUM elementos susceptibles de formar el núcleo orgánico de una
posición revolucionaria consciente?
La experiencia no nos autoriza a responder afirmativamente a esta pregunta. Desde
hacía tiempo, algunos militantes en Madrid, en Barcelona, y en otros centros catalanes, se
manifestaban en contra de la política de la dirección. Hubieron tentativas de constituir una
plataforma coherente, pero los militantes que lo intentaron carecían de la energía suficiente
para empujar a la clarificación política en el POUM, y tener la claridad política necesaria
para la elaboración de un programa. El esfuerzo más notable en este sentido fue el de R107
en Barcelona. Sólo contenía la parte positiva de la crítica. Sin embargo idealizaba al
antiguo Bloque Obrero y Campesino (partido de Maurín), y explicaba el centrismo
poumista como algo que hubiera aparecido repentinamente después del 19 de julio. Por
otra parte los textos de este camarada no planteaban el problema a partir de la necesidad
del enderezamiento del movimiento proletario nacional e internacional; sólo veía en el
POUM algunos errores ocasionales, sin examinar claramente el conjunto de la corriente
centrista, ni tampoco las raíces orgánicas que las sustentaba en el Partido. En resumen, al
no comprender cómo debía realizarse el trabajo de clarificación política en el POUM, la
debilidad política y el miedo al trotskismo caracterizaban incluso a los elementos más
conscientes entre los militantes descontentos con la dirección. De ahí el mantenimiento del
statu-quo y el estancamiento político del partido.
¿Puedes decirnos cómo se organizó el movimiento bolchevique en España? ¿Cuál
fue su influencia?
El movimiento no se reconstituyó, después de la formación del POUM, hasta
varios meses después de iniciada la guerra civil. En el cuadro de las libertades obreras y de

107
R por Josep Rebull, secretario de la célula 72 del POUM, autor de unas contratesis muy críticas respecto
al Comité Ejecutivo del POUM. Josep Rebull lideraba la llamada izquierda del POUM en Barcelona.

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

la situación revolucionaria general, los bolcheviques-leninistas se esforzaron en hacer


prevalecer la política de la IV Internacional. Se habían constituido grupos en Barcelona,
Valencia, Madrid, en varias poblaciones catalanas, y en el frente. Gracias a nuestro
periódico, La Voz Leninista, y a frecuentes octavillas, habíamos logrado ganar la simpatía
de capas importantes de la juventud libertaria, así como entre los obreros cenetistas y
poumistas. Hemos de señalar como algo característico el hecho que mientras los obreros
anarquistas nos ayudaban y nos protegían a veces en nuestro trabajo de agitación,
encontrábamos muy raramente el mismo trato por parte de los camaradas del POUM.
Después de un mitin durante el cual fraternizamos con las Juventudes Libertarias, incluso
pudimos utilizar sus locales para nuestras reuniones y para organizar conferencias. No
solamente trabajábamos fraternalmente con obreros de Los Amigos de Durruti, sino que
incluso nos ayudaban a vender y difundir nuestro periódico. Durante las jornadas de mayo,
la primera octavilla que se distribuyó en las barricadas fue de los bolcheviques-leninistas.
Los bolcheviques-leninistas y Los Amigos de Durruti fueron las únicas organizaciones que
se mantuvieron en contacto con los obreros sublevados y que les impulsaron a continuar el
movimiento hacia la lucha armada.
Desgraciadamente, la sucesión de errores que se habían acumulado había llevado la
revolución a su declive. La movilización de todos los hombres válidos acarreó la
desorganización en las filas obreras, y la dispersión de los militantes bolcheviques-
leninistas y de los elementos simpatizantes susceptibles de evolucionar hacia una etapa
superior de acercamiento político a nosotros. La represión y la provocación staliniana
acabaron esta labor. Nuestros militantes fueron encarcelados, otros fueron asesinados
como Freund (Moulin), Wolf, Cid, Jaime Fernández108. Al final se organizó el famoso
proceso que ya conocéis por La Lutte. Nuestra tarea consistió en unir a los militantes más
conscientes, en darles un programa, en formar cuadros susceptibles de ayudar a construir el
partido revolucionario. Este trabajo, a pesar de todas las dificultades, pese a la reducción a
casi nada de nuestros cuadros dispersados aquí y allá por la movilización, continuaba.
Después de nuestro encarcelamiento en la Cárcel Modelo, prisión de la Generalidad,
hemos tenido, durante 10 meses, ocasión de plantear el problema de la revolución, de sacar
las lecciones de la guerra civil, y de intentar encontrar un acuerdo con los obreros
anarquistas y poumistas, nuestros compañeros de detención.
EL PORVENIR DEL PARTIDO REVOLUCIONARIO
¿Cuáles son los resultados concretos obtenidos por esta vía? ¿Cómo planteas el
problema del porvenir?
Por lo menos hemos llegado a un acuerdo que representa ya un cierto progreso: la
necesidad de reorganizar el partido revolucionario en España. A partir de ahí los militantes
anarquistas critican y abandonan sus concepciones tradicionales sobre el problema del
Estado y la dictadura del proletariado. Con los camaradas del POUM el acuerdo ha sido
aún más completo. Es evidente que el desastre, que la catástrofe española, modifican todo
nuestro plan de trabajo, e implicará seguramente transformaciones en las relaciones de
fuerza entre las organizaciones. Pero existe un cierto número de militantes, tanto en el
POUM como en la CNT, que siempre se encontrarán, en la ilegalidad en España o en la
emigración. El acuerdo realizado en principio con los camaradas sobre la necesidad de una
lucha política de clarificación en el seno del POUM, con la intervención de los
bolcheviques-leninistas, tendrá que continuar hasta llegar al resultado final: la formación
de una dirección revolucionaria basada en el programa de la IV Internacional.

108
La falta de noticias hizo creer a Munis que Jaime también había sido asesinado por los estalinistas.

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

3.2. [G. Munis]: “El golpe de Estado Casado-Besteiro-Chamberlain-


Bonnet”. La Voz Leninista. Segunda época, número 1, París, abril 1939.
[Publicado posteriormente en 19 de julio. Balance y fomento de la
Revolución Española, núm. 2, México DF, marzo 1942]
La burguesía mundial está de albricias. El golpe de fuerza o simulacro de ello que
ha dado al traste con Negrín y su pandilla staliniana, desvanece la pesadilla que para ella
constituía la resistencia republicana, por problemática que apareciese después de la
catástrofe de Cataluña. El gabinete de Defensa Nacional presidido por Miaja, staliniano de
primavera, va pura y simplemente a entregar al fascismo lo que queda de territorio
republicano.
A primera vista diríase que Negrín representaba realmente el espíritu heroico de la
resistencia, la lucha palmo a palmo del terreno, mientras sus sustitutos representarían la
capitulación, el miedo ante una lucha dura y desesperada. ¿De qué se trata realmente y por
qué ha sido necesaria esta sustitución ministerial “in articulo mortis”? Tomemos desde su
nacimiento los hilos bruscamente cortados el día 5 en Madrid.
El campo republicano, desde Martínez Barrio hasta García Oliver, Miaja y Besteiro
comprendidos, estaba unificado en torno al programa burgués del Frente Popular. En este
dominio la unidad fue firmemente mantenida desde el primer día hasta el último. Los
trabajadores de toda España conservarán perenne el recuerdo de la represión que sirvió de
instrumento a esa unidad. Bajo tal denominador común el Frente Popular se dividía en dos
grandes zonas de influencia. Los stalinianos y una parte de los socialistas, con Negrín a la
cabeza, eran movidos directamente desde Moscú. La otra parte de los socialistas y la
totalidad de los republicanos obedecían las sugestiones anglo-francesas. Los anarquistas
eran una fuerza inerte, ya siguiendo a los unos, ya a los otros, según las presiones del
momento.
Mientras el resultado de la guerra fue incierto, Francia e Inglaterra estimulaban la
colaboración de sus sirvientes republicanos y socialistas con los stalinianos. Aunque en el
Poder estuvieran un poco incómodos por las imposiciones y fechorías de aquellos, en el
fondo todo tendía a restablecer el orden de cosas anterior. En caso de victoria republicana,
las democracias hubieran procedido a eliminar la preponderancia staliniana por los mismos
medios con que ahora procuran eliminar la influencia de Hitler y Mussolini del lado de
Franco. Las divergencias entre unos y otros, neutralizadas por la labor común de
aniquilamiento de la revolución, sólo podían aparecer en el momento del triunfo o de la
derrota.
Cada descalabro grave sufrido en el frente iba seguido de intentos de gabinetes
conciliadores de los que el nombre de Besteiro no se separaba nunca. Al hundirse el frente
de Aragón y ser cortadas las comunicaciones con Valencia, La Vanguardia, órgano
oficioso del Gobierno, publicó infringiendo la censura la lista de un nuevo Gobierno
presidido por Besteiro. Esto da una idea de la fuerza de la corriente capituladora en las
altas esferas políticas. Azaña y Prieto eran conocidos como partidarios de esta solución
desde los primeros días de la guerra. Pero el stalinismo y los socialistas de Negrín,
reforzados por los anarquistas, lograban imponerse y todos los figurones anhelosos de
adjudicar la partida a Franco volvían a hacer declaraciones de resistencia numantina y
adhesión al gobierno. En suma, al ser liquidado el proletariado, único factor capaz de dar a
la guerra toda su independencia revolucionaria, los clanes del Frente Popular se disputaban
el honor de humillarse a los pies de Stalin o de Chamberlain-Bonnet.
Como ejecutor político de Stalin, Negrín representaba la fracción más consecuente
del antifascismo democrático. La amplitud que su consecuencia alcanzaba, no sobrepasó
nunca, no hay que decirlo, el estrecho margen de maniobra de la diplomacia rusa, que

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

consiste en acentuar su alianza con la burguesía franco-británica aprovechando los puntos


vulnerables de las contradicciones imperialistas con Alemania e Italia. De aquí que la
política de Negrín tuviera, junto a las alharacas de la resistencia hasta la victoria, un feroz
carácter reaccionario como expresión de la dependencia de Stalin respecto a Francia e
Inglaterra. Era necesario persuadir a estas que la preponderancia moscovita nada dejaba
que desear como garantía de la propiedad y el orden burgueses. Pero todo este margen de
resistencia de que disponía Negrín, como la propia ayuda soviética, estaba limitada por la
actitud hasta cierto punto ambigua y expectante de Chamberlain-Daladier. Favoreciendo a
Franco cuanto podían, su neutralidad oficiosa tenía, no obstante, el segundo objeto de
intimidar a Franco en su alianza con Alemania e Italia, conservando siempre una rendija
abierta para la hipótesis de una victoria republicana y la puerta abierta de par en par para
dislocar en el momento oportuno la alianza de Franco con los imperialismos rivales. La
superioridad militar abrumadora de Franco; la coyuntura política internacional y sus
propias inclinaciones de clase, habían de guiar a Francia e Inglaterra por el camino de la
amistad franca con los fascistas que hubieran deseado seguir desde el principio. En el
momento en que esta inclinación de los gobiernos democráticos se transformase en
decisión, el vacío absoluto que ocultaba la resistencia tal como era practicada por Negrín
con el apoyo de Stalin, tenía que revelarse en la capitulación efectuada por sus propias
manos o por las manos de quienes Francia e Inglaterra delegasen. La ayuda y la
“intransigencia” de sus burócratas españoles no podía resistir el primer embate de
Chamberlain. He aquí por qué un nuevo pronunciamiento dieciochesco ha tenido lugar en
Madrid. La transposición de poderes es más una cuestión de forma que de fondo. Negrín y
Stalin tenían necesidad de resignarlos para tener ante la historia una hoja de parra que
disimular su traición. Para Inglaterra y Francia se trataba de prestar un buen servicio con
que revalorizarse a los ojos de Franco. Un simple y tradicional pronunciamiento había de
servir para sacar a todos del atolladero. La violación “forzosa” de la doncella del cuento se
ha repetido una vez más en la persona de Negrín/Stalin.
La sublevación de los elementos “comunistas” de que habla la prensa no altera el
sentido profundo de esta aserción. De haber querido realmente impedir el pronunciamiento
de la Junta capituladora, el stalinismo y Negrín habrían podido emprender una lucha de
envergadura con todas las ventajas. En sus manos estaban los principales resortes del
ejército, la marina, la aviación, las fuerzas armadas de la retaguardia y la policía. Pero
todopoderosos ayer, el pronunciamiento de un general advenedizo, hechura staliniana,
bastó para poner en fuga a los “heroicos jefes”. Ni uno solo ha sido detenido combatiendo
contra la Junta. ¿Cómo explicar este hecho sino porque ellos mismos sólo esperaban ser
destronados? Que L’Humanité y toda la prensa staliniana mundial clamen cuanto quieran
contra la Junta y contra Chamberlain-Daladier. La verdad es que el reconocimiento de
Franco por estos condujo a un callejón sin salida la resistencia que ellos dirigían. La
burocracia soviética debía elegir entre la amistad esquiva de la burguesía democrática y la
ayuda a ultranza al proletariado español. Y como siempre el proletariado ha sido
sacrificado a los pies de la burguesía y en beneficio directo del fascismo. Los trabajadores
que se han batido en masa contra la Junta capituladora reivindican en el más alto grado el
honor revolucionario del proletariado español; pero el stalinismo no logrará presentarse
como jefe de una causa que ha traicionado mil veces y conducido a la catástrofe.
El papel de los anarquistas se ha reducido, como siempre, al de simples comparsas.
Serviles colaboradores del stalinismo durante toda su obra nefasta, sólo levantaron la
cabeza cuando se trataba de atar las manos al proletariado levantisco. Su absoluta falta de
política propia, su incapacidad para dar a la resistencia un carácter revolucionario, habían
de empujarles otra vez del lado que sopla el viento, a condición, claro está, que no se trate

214
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

de un viento revolucionario. Su presencia en el Gobierno Miaja es un digno epílogo de la


vergonzosa descomposición del anarquismo español.
Pero, ¿era posible la resistencia, cabía continuar la lucha después de la caída de
Cataluña y con cerca de tres años de guerra? La resistencia en el sentido en que fue
aplicada por Negrín, sin capacidad de iniciativa militar, y descargando todo el peso de la
guerra y la represión contra el proletariado revolucionario, tenía que conducir
necesariamente a la catástrofe y la capitulación. La propia teoría de la independencia de
España, susurrada a la oreja de Negrín desde el Kremlin, servirá a Chamberlain-Miaja-
Besteiro para hacer de Franco el único dueño de España. La obra realizada por Negrin es
en este punto tan funesta que la situación hubiera sido dificilísima incluso en el caso
puramente hipotético de que el proletariado hubiera logrado instalarse en el poder. Pero
una parte importante del territorio estaba aún en pie de guerra. La población es, en su gran
mayoría, hostil a Franco; la retaguardia no ha podido mantener su unidad sino gracias a la
incapacidad de alentar la lucha de clases mediante la política de Frente Popular. Un cambio
de rumbo radical; un programa inspirado en los intereses revolucionarios del proletariado y
la población pobre en general; una política enérgica contra los emboscados, los agentes de
la burguesía, del fascismo y los acaparadores, habría vivificado aún la capacidad de lucha
de las masas, bastante más agotadas por Negrin que por Franco, y hecho posible una
encarnizada resistencia sino un cambio de rumbo de la balanza militar. Cierto que la
burguesía mundial descarga ahora la totalidad de su peso en favor de Franco, pero una
política revolucionaria es capaz de alterar a breve plazo la correlación mundial de fuerzas
renovando la solidaridad activa del proletariado. Además (y esta es la razón por la que
desenvolvemos esta hipótesis), existe la Unión Soviética. Con la poderosa fuerza que
representa su ejército, su industria y su agricultura, el proletariado español no sólo no
estaba aún irremisiblemente perdido, sino que hubiera contado con un elevado porcentaje
de victoria. En este sentido debían luchar los revolucionarios como han sabido hacerlo
incluso en el último momento esos heroicos obreros de Madrid.
¿Pero qué han hecho los stalinistas y sus jerarcas máximos de Moscú, “defensores
de la humanidad progresiva y avanzada”? Su lenguaje de filisteo humanista no puede
impedir ya que el proletariado mundial sepa la verdad. Los trabajadores españoles no han
sido vencidos por Franco. Su derrota es la traición del Frente Popular nacional e
internacional, la gran traición, en primer término de la burocracia rusa que con el solo peso
de la revolución de octubre habría dado la victoria al proletariado español aún en el último
instante. Si Miaja-Besteiro pueden impunemente dar la última mano a la dictadura fascista,
el culpable directo y más criminal es el stalinismo. Con un potencial humano, económico y
militar, capaz de transfigurar Europa y el mundo, la burocracia soviética se arrastra
dócilmente a los pies del imperialismo y emplea su potencia en destruir la fuerza
revolucionaria del proletariado allí donde surge. Aniquilar al stalinismo, hacerlo odioso a
los ojos de las masas, es el deber de todos los trabajadores fieles a la teoría de la lucha de
clases.
Una nueva etapa de la historia de España queda abierta. Asegurada la burguesía
con la persona de Franco a la cabeza, el período próximo se caracterizará por la lucha entre
los diferentes estratos sociales dominantes por situar al país tras uno u otro bando
imperialista. Tal vez no sea exagerado decir que el núcleo principal de las contradicciones
europeas se trasladará de Europa central a la península ibérica, salvo precipitación de la
guerra. Pero todos los problemas que dieron origen a la crisis social española y a la guerra
civil, quedan por resolver. El renacimiento del movimiento revolucionario es
absolutamente cierto para fecha más o menos próxima. El proletariado español, rudamente
aleccionado, encontrará indudablemente su revancha grandiosa y triunfal.
París, 8 marzo 1939.

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

3.3. G. Munis: “Tras la derrota, ¿por dónde comenzar el trabajo?”. La


Voz Leninista. Segunda época, nº 1, París, abril 1939
El catastrófico fracaso de la política de Frente Popular en España deberá ser en el
futuro inmediato objeto de minucioso estudio y discusiones prolongadas por parte de la
vanguardia revolucionaria internacional, en primer término de la española. Salvo la
revolución rusa, la española es el acontecimiento del siglo que mejores experiencias
suministra al proletariado internacional; y en un sentido inverso a aquella, es decir, como
experiencia negativa, su valor didáctico no es menor. De fracaso en fracaso, bajo la égida
perversa del stalinismo, la revolución española es como un refrendo tácito de los principios
bolcheviques que condujeron al Poder al proletariado ruso y la condenación más estentórea
de la casta burocrática que hoy lo usurpa.
Esto es evidente, lo han sentido y vivido hasta adquirir plena evidencia los
trabajadores más ingenuos políticamente. Pero no puede explicar por sí sólo el fracaso de
la revolución española. De este fracaso es directamente responsable el Frente Popular y
todo el círculo de partidos y organizaciones que lo constituían; pero lo determinante en el
proceso de la lucha de clases en España no ha sido en última instancia la política de Frente
Popular, sino la inexistencia de una política revolucionaria opuesta a la de aquel.
La guerra civil fue el punto culminante de las contradicciones de clase puestas de
relieve con la caída de la monarquía. Su aparición demuestra irrefutablemente que tales
contradicciones no podían ser resueltas sino por el poder socialista de los trabajadores, o
dominadas, a costa de estos, por la violencia de una dictadura de matiz fascista. En otros
términos: la guerra civil puso el país ante la alternativa, socialismo o fascismo, eliminado
la posibilidad de todo régimen democrático-burgués. El hecho de que el Frente Popular,
Poder, programa y represión burgueses, en agudo conflicto con la situación objetiva, y en
parte incluso con la subjetiva, lograra imponerse a éstas y dominarlas, constituye la clave
fundamental de la derrota de la revolución española. A partir de este punto, el estudio y la
discusión entre la vanguardia revolucionaria dará por resultado el esclarecimiento
dialéctico de los acontecimientos y se entrará en camino de la formación de un partido
obrero que impida en el futuro la repetición de la experiencia del Frente Popular o sus
sucedáneos.
Es precisamente un problema sobre el que urge llamar la atención de los militantes
antes de que la discusión se inicie. La tendencia a descargar todo el fardo de la
responsabilidad sobre el Frente Popular, el stalinismo, etc., ha hecho ya su aparición con
las primeras palabras del CE del POUM. Es cómoda y socorrida para dirigentes políticos
en la emigración, pero los militantes conscientes no pueden permitir que se les escamotee
el problema mediante la sustracción de uno de los factores principales. El Frente Popular,
guiado por el stalinismo consumó por sus propias manos la represión anti-proletaria y
auxilió poderosamente a Franco. Un desacuerdo sobre este punto no sería ya un
desacuerdo sino diferentes posiciones de clase. Este no puede ser sino el fondo sobre el
que la discusión se desarrolle. La cuestión litigosa, el nudo gordiano del problema consiste
en saber por qué las organizaciones obreras de extrema izquierda, los anarquistas y en
particular el POUM, partido marxista, fueron incapaces de alterar lo más mínimo la
situación. Plantear el problema de otra forma es falso, oportunista y embrollador.
Los anarquistas, capaces por sí solos al principio de la revolución de aplastar el
Frente Popular como una cucaracha, traicionaron a la clase obrera en nombre de la unidad
con el stalinismo, para traicionarla nuevamente en nombre de la lucha contra el mismo. En
conjunto representan una tendencia definitivamente muerta para la revolución social. Sólo
con algunos grupos disidentes como “Los Amigos de Durruti”, la discusión puede y debe
establecerse. Pero sin que hayan enunciado sus primeras opiniones después de la derrota,
debemos limitarnos por ahora al POUM.

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

La resolución de su Comité Ejecutivo, publicada en el Boletín de información,


número 1, dice en el párrafo 11: “El partido estima que, en general, la política que ha
presidido su actuación ha sido completamente justa”. Afirmación falsa de medio a medio,
con la que están notoriamente en desacuerdo los mejores militantes del propio POUM, y
que cierra el acceso al principal problema que es preciso resolver: la formación del futuro
partido de la revolución. Si “en general”, la política practicada por el POUM ha sido justa,
he ahí que los militantes de vanguardia deberán considerarse perfectamente armados para
el porvenir y dedicarse al agradable trabajo de denostar al Frente Popular y sus valedores
como únicos responsables de la derrota. En cuanto al POUM, según el CE, “su inferioridad
numérica le ha impedido ser un factor decisivo en los principales acontecimientos
españoles”. ¡Virginal inferioridad numérica! ¿Fue ella, acaso, la que llevó al POUM al
Gobierno de la Generalidad y la disolución de los comités obreros? ¿Fue ella la que aisló a
los trabajadores del POUM de las masas revolucionarias de la CNT, fatalmente consumada
por el ingreso de los sindicatos poumistas en la UGT? ¿Fue aún la inferioridad numérica lo
que impidió al POUM plantear oportuna y adecuadamente el problema del frente único de
lucha? Nadie acusa al POUM de no haber tomado el poder. Nosotros le acusamos (y le
hemos acusado cuando aún era tiempo de rectificar) de haberse aislado de las masas con su
política, condenándose a la “inferioridad numérica” que ahora invoca como un alivio; de
haber tomado, en fin, el camino opuesto al poder.
[...] Nosotros, que mientras los acontecimientos estuvieron en curso marcamos en
sus líneas fundamentales la política que debió seguirse y nos esforzamos en ayudar la
comprensión de los militantes, nos colocamos nuevamente al lado de la base contra la
política de la dirección. Ya es hora de terminar con las ambigüedades y paños calientes del
centrismo. Los militantes revolucionarios que hay en el POUM deben tomar la palabra y
plantear el problema con toda su crudeza. Hablar de “tareas de carácter práctico” que han
impedido un justo análisis político, es un subterfugio indigno de un revolucionario. Tras
esa declaración resbaladiza oculta el CE los errores de una política que ha permitido al
stalinismo dar al traste con el proletariado español. De continuarla aún, tendrá la fuerza
mínima indispensable para impedir que los militantes del POUM pisen el terreno del
bolchevismo. Las tareas del momento exigen urgente e ineludiblemente decir en alta voz lo
que el Comité Ejecutivo oculta.
La pérdida de la revolución española radica en el hecho fundamental de la carencia
de un partido revolucionario. El POUM no lo era, no lo es, en la acepción bolchevique de
la palabra. [...] Un trabajo serio de emigración debe empezar por estudiar la participación
del POUM en los acontecimientos, determinar con precisión sus errores, y pasar sobre esa
base a la elaboración de un programa bolchevique. Un período de discusión debe
declararse abierto y crear un órgano especial para la misma. La discusión verbal entre los
militantes debe menudearse todo lo posible. Únicamente la comprensión previa de los
errores cometidos por las organizaciones que se encontraban en vanguardia podrá explicar
con entera satisfacción las causas de la derrota de la revolución española y dejar libre el
camino a la formación de los cuadros auténticos de la revolución social. Por ahí es
necesario, es indispensable, comenzar el trabajo.
Más que todos los proyectos fabulosos del CE, esto contribuirá a reanudar el
trabajo revolucionario ilegal en la España fascista, a devolver la confianza a los
trabajadores abatidos y acelerar la descomposición de la dictadura franquista. Los
bolcheviques-leninistas reclamamos una parte activa en la discusión. Somos un grupo que
en España ha sentado un precedente positivo y continuaremos por todos los medios el
trabajo que dio origen a nuestra creación: dotar al proletariado español de un programa, de
un partido, junto a la IV Internacional. Queremos discutir este programa con los militantes
del POUM. G. Munis.

217
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

3.4. Grupo Bolchevique-Leninista de España (IV Int.): “Viva la


Revolución Española”. [Hoja volante]. [Francia], abril 1939
¡Trabajadores españoles! ¡Soldados de la revolución!
Vosotros que durante casi tres años habéis luchado contra el fascismo con
heroísmo sin igual, vosotros que habéis conmovido el mundo capitalista y señalado al
proletariado internacional la ruta de su emancipación, merecéis el homenaje máximo de los
explotados del orbe. De todos los rincones del planeta la mirada anhelosa de libertad de
“los parias de la tierra, los esclavos sin pan”, ha seguido vuestra gesta con entusiasmo,
admiración y esperanza, desde el primer día hasta el último.
Vuestra derrota no disminuye vuestro valor, ni merma el significado profundo de
vuestra contienda. En las páginas de la historia de la lucha de clases, el capítulo de la
guerra civil española quedará eternamente grabado como una luminaria gigantesca en la
senda trágica de nuestro destino histórico. El grito clamoroso y unánime de “revolución
social” que en julio de 1936 humilló el espinazo soberbio de la burguesía, recorrerá todos
los ámbitos y renacerá en España misma con una fuerza centuplicada e invencible.
Franco, el personaje bufonesco y sangriento, enseñorea ya su brutal dominación,
mixta de guardia civil, cura párroco y falangista, sobre las fábricas, los campos y los
talleres que os pertenecieron. La secular opresión del terrateniente, el capitalista, el clero,
el militarote, se abate de nuevo sobre los trabajadores y campesinos españoles redoblada
esta vez por los modernos métodos fascistas de la burguesía mundial.
¿Por qué su fuerza odiosa ha podido triunfar sobre vuestro heroísmo combativo y
vuestra voluntad de emancipación política y social?
¿Por falta de armamento, como os dicen los jefes del Frente Popular? ¡Mentira! En
julio del 36 fueron vencidos sin armas, sin armas se conquistó el campo de Aragón,
Guadalajara, Albacete, San Sebastián; con una proporción de armas infinitamente menor
que la existente a última hora se defendió Madrid en las jornadas inenarrables de
noviembre; con inferioridad de armamento respecto al enemigo se han hecho y harán todas
las revoluciones. No os dejéis engañar por ese tópico embustero propalado por los
traidores a vuestra causa, culpables de la derrota. La inferioridad de armamento del
proletariado resulta de su inferioridad como clase en el mundo capitalista. Es una dificultad
que no podrá ser superada jamás, sino contrarrestada en gran escala introduciendo en el
campo enemigo el factor disolvente de las ideas y consignas revolucionarias. Pero allí
donde el proletariado conquistó hace veintidós años el poder, en la Unión Soviética, ¿qué
se ha hecho por atenuar esa inferioridad forzosa del proletariado? Vosotros, que habéis
combatido, sabéis mejor que nadie en que proporción minúscula la ayuda soviética fue
suministrada. Y con las armas que los gobernantes rusos enviaron, venía la condición
expresa de poner a la cabeza del ejército a los Líster y los Modesto, que habían de
masacrar a los campesinos de Aragón y Castilla, para arrancarles sus colectividades, o de
los Miaja y Casado que sólo esperaban la oportunidad de capitular ante Franco; venía la
condición expresa de arrancar a “las tribus” sus conquistas económicas y políticas, de
encarcelar y asesinar a los revolucionarios, de restablecer, en una palabra, en sus antiguos
derechos, a la burguesía y hacer imposible la revolución proletaria. Es por esto que los
mal llamados partidos Comunista de España y Socialista Unificado de Cataluña, se han
cubierto de oprobio y sangre obrera en un grado mayor que cualquier otra organización. Si
ahora manejan, junto a otros, la artimaña de la inferioridad de armamento, es únicamente
para impediros comprender que la burocracia soviética usurpa el Poder y la fuerza del
proletariado ruso, fuerza y Poder que ha empleado por medio de sus representantes en
España en combatir la revolución obrera.
¿Se debe acaso la derrota a la llamada “traición de las democracias”? ¡Mentira! Las
democracias son la fuerza capitalista más potente de la tierra. [...] ¿Podía la burguesía

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

democrática traicionar al proletariado? No más que Hitler o Franco. Sólo las gentes del
Frente Popular, que habían traicionado la revolución ideológica y prácticamente, podían
esperar, como recompensa de su traición, ayuda de la burguesía franco-británica. Pero esta
no se fía de lacayos secundones, sino que prefiere tratar con los propios amos. El
proletariado español sólo podía esperar ayuda del proletariado internacional. [...]
¡No busquéis la causa de la derrota sino en la política practicada por la coalición
gubernamental del Frente Popular! Socialistas, republicanos, stalinistas, anarquistas, todos
se reunieron en torno a un programa que sólo fracasos podía producir. [...] A partir del 20
de julio mismo el conglomerado del Frente Popular no persiguió seriamente otro objetivo
que el de asegurar la derrota de la revolución. Desde el Gobierno Largo Caballero, pasando
por el de la Generalidad, en que colaboró el POUM, hasta el último gabinete Negrín, todas
las medidas políticas, militares, económicas, de justicia, de orden público, estaban dirigidas
contra el proletariado. Para garantizar el ejercicio de las mismas, el Frente Popular practicó
contra las masas explotadas una verdadera guerra civil, desde la apolitización y
jerarquización del ejército con arreglo al código burgués, hasta el asesinato y la
persecución de los militantes revolucionarios. De esa política había de resultar la
extenuación del proletariado, pasividad cada vez más acentuada frente a la guerra, a la que
los adalides gubernamentales sólo fijaban objetivos burgueses (13 puntos Negrín), y la
infiltración en los puestos de mando del ejército, la burocracia y el orden público, de la
peor calaña de arribistas prestos a ponerse al servicio del fascismo. [...]
Frente a esta política las organizaciones obreras o fueron sus inspiradores y
máximos ejecutantes, como los socialistas y stalinianos, cómplices íntimamente ligados a
ellos, como los anarquistas, o gravemente responsables por defecto de una política
revolucionaria opuesta al Frente Popular, como el POUM. En otras palabras; los
stalinianos y socialistas tenían como objetivo consciente, calculado, el restablecimiento de
la burguesía, y con este fin legislaron, persiguieron y asesinaron a los trabajadores; los
anarquistas, carentes de objetivos claros, los cubrieron con su silencio, o los auxiliaron con
su colaboración, que por momentos, como en mayo del 37, alcanzó el papel activo de
represores del movimiento revolucionario; el POUM contemplaba desde la barrera los
acontecimientos sin atreverse a levantar bandera y guiar a los trabajadores al combate
contra los jefes traidores. Lejos de esto, nunca perdió por completo la perspectiva de
reintegrarse al Frente Popular.
La victoria requería un ejército proletario (ejército rojo), el Frente Popular organizó
un ejército burgués; la victoria requería una economía socialista, el Frente Popular saboteó
o asaltó las colectividades [...], la victoria requería un orden público proletario, el Frente
Popular decuplicó los guardias de Asalto y la Guardia Civil; la victoria, como elemento
supremo, requería la dictadura del proletariado ejercida a través de los comités de obreros,
campesinos y combatientes, el Frente Popular era el Poder vergonzante de la burguesía en
condiciones sociales en que esta no podía defenderlo por sí misma.
Pero a esa primera lección hay que añadir una segunda. El Frente Popular, Poder
político de la burguesía, pudo sostenerse, derrotar a los trabajadores y facilitar el camino de
Franco, porque las organizaciones obreras de extrema izquierda, el anarquismo y el
POUM, no supieron guiar a las masas a la conquista del Poder. La traición o el fracaso va
de un extremo al otro de la gama política. Ninguna de esas organizaciones será capaz en el
futuro de garantizar la victoria de la revolución. La guerra civil española ha sido su tumba.
Sólo la IV internacional está indemne de toda culpa, ella únicamente ha sabido
criticar y señalar oportunamente el camino. Vosotros, cuyo espíritu revolucionario no
decaerá, sabréis aprender en la trágica experiencia española y encontrar en la bandera de la
IV Internacional el estandarte precursor de la futura revolución española y mundial.
¡VIVA LA REVOLUCIÓN ESPAÑOLA!

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

¡VIVA LA REVOLUCIÓN MUNDIAL!


¡VIVA LA IV INTERNACIONAL!
Abril de 1939.
Grupo Bolchevique-leninista de España (IV Internacional)

3.5. Sonia: “La única perspectiva revolucionaria”. Nuevo Curso. Boletín


español de información de los bolcheviques leninistas por la construcción
de la IV Internacional, número 1. París, 1 de mayo de 1939
[...] La falta de táctica por parte del SI (considerando la entrada de los BL en el
POUM, en pleno movimiento revolucionario como una traición, para reconocer más tarde
su utilidad, cuando no era ya el momento) y su falta de comprensión de los problemas de
organización, admitiendo a cualquiera en las filas de los BL, a la par que excluía a los
viejos militantes sobre la base de una política sin principios, lejos de aportar firmeza a los
camaradas vacilantes del POUM, no hicieron más que crear una confusión aún mayor,
desacreditando las ideas BL [...].
Las divergencias sobre los problemas de la guerra civil en España produjeron la
escisión entre los BL después de la participación del POUM en el poder y la formación de
un grupo no oficial, “El Soviet”, el cual emprendió desde el principio la tarea que debiera
haber seguido el SI: la crítica bolchevique-leninista a la política del POUM, no sobre el
terreno de injurias personales, sino sobre la base de un análisis revolucionario.
Minoritaria y combatida por la sección “oficial” e, indirectamente por el POUM, la
fracción de “El Soviet” ha continuado su lucha (a pesar de las calumnias lanzadas contra
ellos a falta de argumentos políticos) en la senda del reagrupamiento revolucionario de la
vanguardia y con el fin de conseguir el esclarecimiento político, logrando hacer reconocer
a los BL “oficiales” el “error” de la no entrada en el POUM en Julio-Agosto de 1936.
¿Quizás se podrá reprochar a los BL las escisiones que dividen sus filas en el
mundo? La discusión, áspera algunas veces, ha estado siempre en la base de la elaboración
de un justo programa revolucionario.
Aunque divididos, los BL luchan para realizar la tarea que la época histórica actual
les ha asignado, como continuadores de la victoria de Octubre de 1917, de los Cuatro
Primeros Congresos de la IC y de la experiencia de la Oposición de Izquierda, el
reagrupamiento de la vanguardia revolucionaria para la construcción de nuevos partidos y
de la IV Internacional.
En España se ha vivido una sangrienta experiencia. Los militantes que han vivido
esa experiencia, y que algunos han pagado con su vida, como Nin, Wolf, Moulin, etc.; se
encuentran ante la alternativa decisiva: o continuar vegetando en el oscuro oportunismo del
Buró de Londres (cadáver no enterrado) [...] o bien incorporarse en la única perspectiva
revolucionaria [...] la IV Internacional. [...]
París, 3-5-39. Sonia

220
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

3.6. Minar: “La crisis de los bolcheviques leninistas de España y su


solución, en la experiencia de la guerra civil”. Nuevo Curso. Boletín
español de información de los bolcheviques leninistas por la construcción
de la IV Internacional, número 1. París, 1 de mayo de 1939
[...] Consideramos que una justa solución de la crisis de los BL en España para
llegar a la unificación, constituye una de las condiciones del reagrupamiento de las fuerzas
revolucionarias para la construcción de los nuevos partidos de la IV Internacional; pero
ello no puede ser dado sin hacer un balance concienzudo de toda la actividad de los BL en
España, en relación con la guerra civil.
Esto debe ser hecho claramente contra todo confusionismo, con un contraste de
documentos y de experiencias, en reuniones públicas en común ante la clase trabajadora.
¿Cuáles han sido las causas de la escisión de Barcelona? En realidad las causas
fundamentales son de un carácter internacional sobre una serie de problemas importantes:
problemas de organización, educación, formación de cuadros, selección de los militantes;
problemas de centralismo democrático y vida política sana de la organización.
La crisis de los BL tanto en España como en los demás países (Francia, México,
Bélgica, Holanda, etc.) no es más que un reflejo de la crisis de dirección de la clase obrera
y de los obstáculos que se encuentran en la vía de la construcción de los nuevos Partidos.
Hechas estas observaciones no queremos atenuar las responsabilidades ni los errores de los
BL y el falso sistema ultimatista y burocrático del Secretariado Internacional; pero sí
aclarar algunas deformaciones. [...]
Los camaradas que constituyeron “El Soviet” defendían: primero, la entrada de
todos los BL sin condiciones en el POUM, segundo, la no difusión en el POUM de La
Lutte Ouvrière, reproduciendo el artículo del Viejo; tercero, una revisión de los cuadros
efectuada en el interior del POUM; una lucha intransigente marxista leninista, teniendo en
cuenta como tarea la unificación de la ex-Izquierda Comunista; orientar al POUM en una
línea política de clase e impedir que ese Partido participase en el Poder.
En algunas líneas como estas se encuentran todo el programa bolchevique.
El Secretariado Internacional (los que lo representaban en Barcelona y París) no
solamente no comprendieron esos problemas sino que constituyeron una sección sobre una
escisión, teniendo una falsa orientación política, una organización sin reglas ni principios y
una falsa concepción de las perspectivas del Partido de la Revolución.
Toda la política de esta sección se explica demasiado bien.
El hecho de que la sección BL se orientara hacia el aventurerismo con el
anarquismo y con un trabajo de pequeñas maniobras al margen del POUM, no deja
ninguna sorpresa en cuanto al resto... hasta picar en las provocaciones de la GPU.
Pero el hecho más grave es que esta “sección”, construida artificialmente, continúa
en la emigración su misma táctica, como si nada hubiese pasado en España. Basta ver el
primer número de La Voz Leninista para comprender el atrevimiento de estos dirigentes
bolcheviques que no hacen otra cosa que desacreditar las ideas de la IV Internacional.
Otra serie de problemas ha agravado la crisis de carácter internacional: la
proclamación de la IV Internacional, el régimen interior antidemocrático, etc. Mientras que
nosotros consideramos la construcción de la IV Internacional, de los Partidos o de un
grupo como una cosa real, seria, basada sobre la correlación de fuerzas, sobre un programa
marxista leninista elaborado en la organización bajo reglas democráticas; el SI, los
“oficiales” proclaman la existencia de la IV Internacional y de sus secciones en el mundo,
sin tener en cuenta las fuerzas de vanguardia dispersas internacionalmente.
He aquí algunos problemas para comprender el origen de la crisis de los
bolcheviques leninistas en España, y para empezar la discusión.

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

En el próximo número otros problemas de carácter técnico, de los errores de la


sección “oficial” y de su aventurerismo político con los acontecimientos de mayo de 1937.
5-5-1939. MINAR

3.7. Minar: “Tribuna libre. La crisis de los bolcheviques leninistas de


España y su solución”. Nuevo Curso. Boletín español de información de
los bolcheviques leninistas por la construcción de la IV Internacional,
número 2. París, 20 de junio de 1937
[...] Con la derrota de la guerra civil en España se ha terminado un período
histórico de la fase más baja de las derrotas proletarias, comenzadas con la del proletariado
alemán en 1933. Pero al mismo tiempo, hemos entrado en la fase decisiva de la
construcción de la IV Internacional y de los Partidos Revolucionarios.
Después de la derrota española se ha iniciado un nuevo curso, para el
reagrupamiento de la vanguardia, por la descomposición del stalinismo, del reformismo,
del poumismo y del anarcosindicalismo, esto es lo que los BL deben comprender
particularmente.
A continuación del desastre del proletariado están a la orden del día, no las
revoluciones proletarias... pero sí la guerra imperialista, que debe conducir a la guerra civil,
a la revolución proletaria mundial.
Los nuevos Partidos de la IV Internacional tienen como tarea fundamental, dirigir,
conducir las luchas revolucionarias de la clase obrera y campesina, los pueblos coloniales,
de todos los esclavos del capital, para la transformación de la guerra imperialista en guerra
civil, en una victoria de la revolución socialista internacional.
El instrumento de dirección de estas luchas: el PARTIDO, no puede ser construido
artificialmente y por encargo. Es por esta razón que las enseñanza de estos últimos 25
años, sobre la cuestión no solamente del programa, sino también de organización, después
del fracaso de la II internacional (1914-1918), la bancarrota de la III Internacional, el
termidor y la degeneración de la URSS, son problemas de una capital importancia.
Solamente teniendo en cuenta esta experiencia, se puede tomar una posición justa sobre los
problemas de organización, en el marco del verdadero centralismo democrático basado
sobre un programa BL que corresponda a las exigencias de las tareas de la vanguardia.

***
La experiencia de la escisión de los BL en Francia, Méjico, Bélgica, China,
Inglaterra y particularmente España, nos han demostrado que los problemas de la
estructura orgánica de la vanguardia, el armazón orgánico de una dirección revolucionaria
[...] son de una importancia fundamental, tanto como un programa de la IV Internacional.
Una proclamación, aunque sea de lo más genial, como la esperada por el SI (la IV
Internacional) sin tener en cuenta la correlación de fuerzas, las disensiones, desacuerdos,
escisiones, etc., en las filas BL para dar una solución justa a la unidad de los BL y al
reagrupamiento revolucionario, no puede resolver el problema de la construcción de una
IV Internacional.

***
En España, la proclamación de la “sección oficial” de la IV Internacional,
construida por encargo del SI, sin reglas ni formas de principios de organización, no ha

222
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

servido más que para deformar los métodos de lucha por la construcción del partido y
desacreditar la IV Internacional.
Nosotros pensamos que la construcción de la IV Internacional no es una
“proclamación”, es decir, una tarea burocrática y fácil. Es el gran error por el cual estamos
en discrepancia con el SI.
El SI cree que la IV Internacional está construida, nosotros pensamos que debe ser
construida.
Para nosotros [...] es un problema serio, lleno de obstáculos, cuya solución está
ligada materialmente a una serie de factores fundamentales, en particular el problema de la
unidad de los BL, condición del reagrupamiento de la vanguardia internacional, contra los
obstáculos del centrismo, del FOI, del “centro poumista antitrotskista”, constituyendo una
armadura de organización bolchevique permitiendo al proletariado asumir su función.
Por todas estas razones, el problema de una discusión internacional con todos los
partidos “revolucionarios centristas”, etc., que se reclamen de la construcción de una nueva
Internacional, debe ser colocada en primer plano actualmente.

***
No hay que creer que el problema de la entrada de los BL en el POUM, en Agosto
de 1936, problema que fue planteado y defendido por los camaradas que constituían el
“Soviet” en oposición al SI (que se opuso con pretextos de forma) ha sido un error, o haya
sido una cuestión sin importancia sobre la cuestión fundamental de la construcción de una
dirección revolucionaria en España.
La posición del SI sobre el POUM, aplicada de una manera aventurera, etc., por la
“sección” se ha revelado completamente falsa.
Plantear como lo ha hecho el SI, la entrada en el POUM condicionada al derecho
de fracción, “proclamando bajo encargo” una “sección oficial” de la IV Internacional en
Barcelona, sobre una escisión, con una falsa orientación política sobre los problemas de la
construcción del partido; no podía ser más de lo que ha sido: el mayor obstáculo para la
acción BL en España.
Creer como lo ha hecho el SI que en 1936 en España, durante la guerra civil, por
una improvisación se podía empezar la lucha por la construcción de un partido
revolucionario, fuera del POUM y contra la ex-Izquierda Comunista, para orientarse hacia
la unidad con el anarcosindicalismo de los “Amigos de Durruti” ha sido el mayor fracaso.
Esta terrible experiencia ha demostrado todo el error, el falso sistema de
organización del ultimatismo burocrático del SI para la construcción del partido.
Son estos “errores” del SI y de la “sección oficial”, la falsa “teoría” de ésta sobre
los problemas de la perspectiva política, sobre el carácter de la guerra civil y del problema
del Poder particularmente, que no debe sorprendernos.

***
Esta falsa concepción del partido por parte de la “sección oficial” le había hecho
ver el problema de la conquista del poder bajo una forma simple, fatalista, infantil y al
mismo tiempo aventurera durante las jornadas de mayo de 1937 en Barcelona.
En efecto, la “sección oficial” con los “Amigos de Durruti” había considerado
posible la toma del poder durante los acontecimientos de mayo, provocados por la
contrarrevolución, mientras que la clase obrera salía a la calle en posición defensiva, para
salvaguardar las conquistas de Julio, teniendo en cuenta que la correlación de fuerzas se
presentaban desfavorables a la clase obrera, que era el resultado de la política
colaboracionista contrarrevolucionaria de partidos “revolucionarios” CNT-FAI-POUM y

223
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

la ausencia de los órganos de Poder, de un partido revolucionario para dirigir la


insurrección por la vía de la conquista del Poder.
Con esta política la “sección oficial” ha demostrado durante las gloriosas jornadas
de Mayo, no solamente su incapacidad para comprender la situación, la correlación de
fuerzas, la naturaleza y función del partido, [sino] también su ignorancia en el análisis de
los acontecimientos, para evitar que la clase obrera sea aplastada por los acontecimientos
mismos, preparados y provocados por el stalinismo y la contrarrevolución democrática.

***
Para el POUM que se ha encontrado a la zaga de los acontecimientos, sin
comprender el alcance, lo mismo que el anarcosindicalismo, gritando “alto el fuego” sin
perspectivas, las jornadas de Mayo han sido la verificación de su política
contrarrevolucionaria de participación en el Poder, (disolviendo los comités
revolucionarios) con los Companys, Azaña, etc.
Con las jornadas de Mayo, el anarcosindicalismo y el poumismo se han hundido.
Estas organizaciones han pasado al museo histórico.
A la vanguardia corresponde comprender toda la importancia de esta experiencia
para realizar la unidad de los BL y construir el Partido de la Revolución.
En el próximo número publicaremos sobre estos problemas un documento, que
trata particularmente la situación de los acontecimientos de las jornadas de Mayo y su
alcance político, con el fin de hacer comprender las tareas que incumben a los militantes y
grupos de vanguardia, a pesar de la carencia del Partido revolucionario.

3.8. Sonia: “El anti-trotskismo del POUM”. Nuevo Curso. Boletín


español de información de los bolcheviques leninistas por la construcción
de la IV Internacional, número 2. París, 20 de junio de 1937
Después de su participación en el Gobierno de “coalición” de la Generalidad de
Cataluña, el POUM ha declarado abiertamente la guerra a los bolcheviques-leninistas. [...]
La lucha del POUM contra el “sectarismo” y la “impotencia” del trotskismo no ha
estado, ni está destinada, más que a disimular el hundimiento de su propia política que,
como lo ha reconocido un miembro del CE el 24 de mayo, aceptó la disolución de los
Comités revolucionarios a cambio de su participación en el Gobierno catalán.
Sin embargo, para evitar la discusión sobre los “errores” del POUM sus dirigentes
emplean todos los medios. Si es necesario, las falsificaciones o los calificativos de elogio,
que hacen del POUM “el partido de la revolución mundial”, tratan de agobiar a los grupos
de vanguardia que le “calumnian”, por el solo hecho de que le someten a la crítica
marxista.
El problema reside en saber si el POUM es realmente el “partido de la revolución”
o si los trotskistas son unos “calumniadores”. [...]
De Septiembre a Diciembre de 1936 el POUM se declaró resueltamente anti-
trotskista, puesto que sus posiciones políticas oportunistas no eran lo suficientemente
sólidas para resistir a la crítica de los BL. Entonces les fue mucho más fácil propagar en
sus filas todas las ignominias contra el trotskismo con el fin de impedir que los militantes
conocieran esa crítica.
La crisis de los BL en España les facilitaba, en cierto modo, la tarea. [...]
De todas formas, el POUM está liquidado en tanto que partido revolucionario
independiente. A propósito de esto conviene recordar que, a pesar de las divergencias
políticas, y al contrario de lo que afirman los dirigentes del POUM, los “trotskistas”,

224
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

internacionalmente, han estado a la cabeza de la campaña contra la persecución realizada


por el Gobierno Negrín contra los militantes del POUM. Decenas y decenas de
documentos existen y lo demuestran.
Si los dirigentes del POUM consideran la crítica o la discusión como una calumnia
será necesario, por lo tanto, no falsificar hechos tan elementales como los relativos a la
solidaridad proletaria [...]. Si los dirigentes del POUM son anti-trotskistas porque creen
erróneas las ideas BL deben combatirles no en el terreno de las deformaciones sin
principios, sino en el de la discusión proletaria honesta, con el fin de llegar a una
clarificación política de los acontecimientos de la guerra civil, y trabajar por el
reagrupamiento de la vanguardia revolucionaria [...]
Ciertamente, nosotros dudamos que este reagrupamiento pueda hacerse con un
partido que expulsa, sobre la llamada “base del centralismo democrático”, a sus mejores
militantes y que no se resigna a “revisar” su política nada más que para abandonar el Buró
de Londres y continuar actuando en una segunda edición del mismo: el “nuevo Centro
Marxista Internacional”. [...]
Sonia

3.9. “Resolución del grupo “Nuevo Curso” por la construcción de la IV


Internacional, sobre las proposiciones del Grupo Español de la IV
Internacional”. Nuevo Curso. Boletín español de información de los
bolcheviques leninistas por la construcción de la IV Internacional,
número 3. París, 20 de julio de 1939
1º.- El intento de convertir los dos grupos BL en una fracción que no sea de la IV
ni por la IV, significa un retroceso hacia el centrismo. [...]
2º La fracción española por la construcción de la IV, decide conservar su fisonomía
de tal, con su órgano de expresión Nuevo Curso en la misma forma que hasta hoy, en el
que además de los problemas españoles tratará del movimiento obrero de todo el mundo de
acuerdo con su carácter internacionalista. La fracción española por la construcción de la
IV, está dispuesta a editar un boletín común con la sección de la IV, pero conservando
cada grupo su personalidad propia, de la misma forma que en los manifiestos, circulares o
comunicados en general que sean necesarios para el trabajo cotidiano, habrán de
suscribirlos los dos grupos. Es en este sentido, sobre la base de independencia orgánica que
la fracción española por la construcción de la IV Internacional propone el trabajo común
en el interior y exterior del POUM conservando además su carácter orgánico propio, su
boletín Nuevo Curso y la libertad de crítica.
3º La fracción española [...] insiste en la necesidad de celebrar una reunión
conjunta de los BL de los dos grupos franceses (POI-PCI) para discutir todo lo relativo a
métodos de organización y sobre todo, para abrir las posibilidades de fusión [...]. Además
de un programa justo es necesario forjar el instrumento capaz de llevarlo a la práctica, es
necesario forjar el partido internacional de la clase obrera. Y la fracción entiende que el
primer paso, la tarea inmediata, es el reagrupamiento, la fusión de los BL. La conferencia
para esta fusión a escala internacional es una necesidad urgente.
9-6-39. Grupo “Nuevo Curso” por la construcción de la IV Internacional

225
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

3.10. Grupo BL “Nuevo Curso”: “Au PCI, au POI, au SI et a la “VOZ


LENINISTA”. [“Al Partido Comunista Internacionalista (molinierista),
al Partido Obrero Internacionalista (partido trosquista francés oficial),
al Secretariado Internacional (de la IV) y a la “Voz Leninista”“]. [Carta,
sin indicación de lugar ni fecha, probablemente coetánea del núm. 3 de
Nuevo Curso: julio 1939]
El grupo BL oficial de La Voz Leninista ha expuesto al grupo BL Nuevo Curso la
necesidad de fusionarse, con el fin de realizar en el POUM, donde ambos grupos están
constituidos como fracción, un trabajo para conducir hacia posiciones bolchevique
leninistas a los elementos y grupos que pueden ser atraídos hacia estas posiciones, tras la
reciente experiencia de la revolución española, echando así nuevas bases y trazando
nuevas perspectivas en la construcción de los partidos revolucionarios.
“Nuevo Curso” ha rechazado esta fusión por lo que tiene de ultimátum, puesto que
consiste en proponer que el citado grupo se adhiera a la disciplina de la IV Internacional,
sin tener en cuenta la situación pasada o presente del movimiento BL. A modo de
compensación los camaradas de “Voz Leninista” nos dan el derecho de emitir nuestras
críticas y opiniones en el seno de la IV Internacional, en lo que concierne a los “métodos
de organización” que nosotros consideramos como un obstáculo al propio desarrollo de la
IV Internacional.
El grupo oficial pretende de esta forma ofrecernos la posibilidad de “regenerar” la
IV Internacional con la simple adhesión a ésta, sin más consideraciones ni discusiones
preliminares. [...]
Nuestro punto de vista, constantemente expuesto, es el de que la discusión no debe
limitarse a los españoles con el único objetivo de unificarlos en el POUM, sino que se debe
discutir y unificar con otros grupos que están tanto o más interesados que los españoles en
construir el partido revolucionario, en España. Es ese significado “nacional” de la fusión
propuesto por los camaradas oficiales el que nosotros rechazamos. Según ellos la vida debe
empezar al día siguiente de la fusión, sin tener en cuenta los errores y la política del
pasado, no sólo la política hecha dentro y fuera del POUM por los militantes de la
Izquierda Comunista de España, sino también la política del secretariado internacional
antes, después y durante el transcurso de la revolución española.
¿Para qué discutir con esas fuerzas alejadas del POUM?
Los camaradas de “Voz Leninista” afirman que queremos llevar al seno de los dos
grupos “las querellas y discusiones de los franceses” con el fin de obstaculizar el trabajo
práctico o para hacer el juego de tal o cual militante combatido por el SI. Este último
argumento, por su falta de rigor no tiene para nosotros ningún valor. Sin embargo, “las
querellas y discusiones de los franceses”, siempre han jugado un papel [destacado] en el
desarrollo del movimiento comunista de oposición, y con frecuencia han superado
fronteras, sobre todo las de los Pirineos.
Los camaradas de “Voz Leninista” y “Nuevo Curso” son antiguos militantes de la
ex Izquierda Comunista de España que conocieron en otras circunstancias, en qué medida
los “desacuerdos franceses” influenciaron el desarrollo o la debilidad de esta sección.
Recientemente, en el transcurso de la revolución española, estos “desacuerdos” han jugado
de nuevo un [importante] papel. Esto demuestra el carácter político e internacional de las
“discusiones francesas”.
Cualquier fusión que no se hiciera sobre las experiencias pasadas, en materia
política y organizativa, aprendiendo todas sus enseñanzas, sería una fusión inútil que no
podría realizar ningún trabajo “práctico” ni en el POUM, ni fuera de él, por falta de
perspectivas.

226
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

Trazar una línea de separación, como pretenden los camaradas de “Voz Leninista”,
y actuar desde el día siguiente de la fusión, sin tener en cuenta el pasado, sería pueril. Aún
sería más pueril limitar la fusión a los españoles, mientras sea cierto que “las disputas
francesas”, que no son sino divergencias sobre la aplicación de una política revolucionaria,
influyen en la actuación de éstos.
Adherirse a la IV Internacional sin discutir previamente todos los problemas
orgánicos y tácticos en la construcción de los partidos y de la IV Internacional (que no se
encuentra en la actualidad muy pujante) significaría por nuestra parte, situarnos en un
plano de plena irresponsabilidad como militantes revolucionarios.
No queremos, como se nos quiere hacer creer, cumplir una misión “providencial”,
ni situar el problema de la fusión o de la unidad del movimiento BL en un plano
sentimental. Queremos contribuir, en la medida de nuestras fuerzas, a que la agrupación de
fuerzas revolucionarias (consigna repetida por todos) se realice empezando por un
movimiento internacional de unidad BL, mediante una discusión preliminar de todas las
cuestiones que impiden en este momento la pujanza de la Internacional.
Por lo tanto “Nuevo Curso” resume su proposición en estos términos: En la reunión
común de los grupos BL españoles con el ex-PCI y el POI deberán discutirse los
problemas de la fusión sobre los puntos que un “orden del día” deberá elaborar, con el fin
de plantar las primeras bases de la unificación.
Grupo BL “Nuevo Curso”

3.11. SANZ, Teodoro: “Carta (3.8.1939)”


Volguts amics:
Después de tanto tiempo por fin os vuelvo a escribir.
Creo ya estaréis enterados de que por poca cosa no vuelvo a mi casa de después del
28 de abril 38, es decir, [ilegible] a ver los toros a la sombra.
Por aquí ya os comunicaba Marfany que acabo de ser expulsado. También aquí se
me presenta como a fantasma “cuatrienista”. Buil ya sabe que en el Distrito se me decía
“IV”. En la prisión por estar en la misma celda que “Munis” “IV”. En la calle por estar de
acuerdo con el “disgregador” “Gironella” “IV”. Y aquí por tener un semanario de la “IV”
que yo los he pedido (en tanto que militante que sé lo que pienso puedo leer La Voz
Leninista que Mein Kampf que la Biblia, sin que por esto haya de ser troskista) se me acusa
de IV. Y de la IV tengo tanto como de fraile. Al cabo y al fin que los roviristas y
stalinianos me digan troskista no me importa tanto como que los falangistas me digan
asaltador de caminos. Y de la misma manera por haber estado en la “torre” por los
“chinos”109 y no renegar del movimiento obrero; estoy orgulloso [que] aquella burocracia
haya intentado expulsarme, y yo continúo considerándome poumista. Ya decidirá París. Es
necesario que adoptéis delante lo que pasa al P[artido] una posición. No vale ya el centro.
Rodes, Gorkin se pronuncian, tienen la experiencia de la IC de nada hacer de Bujarin,
[ilegible] etc. para terminar fusilados como ellos. Ya no se puede tolerar que los comités
hagan y deshagan con la promesa de que los compañeros saldrán de metalúrgicos y
campesinos. Lo que preveía Gironella en la cárcel lo veo yo ahora, y es que la gente no
piensa, y cuanto más tiempo pase peor, la derecha que lo ve procurará eliminar a los que
piensan, si no damos “inyecciones” el P[artido] se disecará. Es por esto que aquí entre los
expulsados hacíamos cursos de divulgación marxista a los cuales invitábamos a todos los

109
Haber estado en la cárcel por culpa de los estalinistas.

227
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

militantes del campo; hacíamos un cuestionario con preguntas y respuestas sobre los temas
más usuales del movimiento obrero; al mismo tiempo se presentaba los C[omités de]
D[efensa de] C[ongreso] a todos los militantes, invitándoles a colaborar. Veremos si se
torna a reanimar el medio “fiambre”. Si no se puede no dudéis que los “cucos” Rovira y
cía. se lo pasarán y transformarán en una Unión Socialista de C[ataluña] donde en vez de
Comorera, estarán Rovira [y] Arquer. [...]
3.8.39. [Firmado Teodoro Sanz]

3.12. G. Munis: “Informe sobre la situación, el trabajo, las perspectivas y


las necesidades de los bolcheviques-leninistas de España”. [Informe de
Munis a Trotsky]. París, 17 de agosto 1939110
Algunos progresos prácticos se han efectuado desde que la actividad en la
emigración dio comienzo. Antes de enumerarlos debemos manifestar que no corresponden
a las posibilidades que se nos ofrecen, y, con mayor insistencia aún, que todas o la mayoría
de las posibilidades abiertas amenazan perderse por impotencia material del grupo
bolchevique-leninista para realizar un trabajo regular. La miseria puede extinguirlo todo.
No hay un átomo de exageración o irritabilidad en nuestras palabras. La verdad
monda y lironda es que el trabajo político español y el problema de la solidaridad parecen
ser ignorados por completo o tomados a broma por nuestra organización internacional.
Dejemos esto bien sentado en previsión de futuros balances, y vayan algunos hechos
ilustrando las palabras.
En seis meses el grupo bolchevique-leninista de España ha recibido para el trabajo
político 400 francos. Como si fuera un sarcasmo, esta suma tampoco le estaba
directamente destinada. No se podrá disminuir la gravedad de este descuido pretextando
ignorancia. El Secretariado internacional fue informado en tiempo oportuno de las
perspectivas del trabajo existente y una resolución reclamando apoyo material fue
aprobada hace meses. El Buró pan-americano ha sido también puesto al corriente por el
camarada Munis, haciéndole una proposición concreta de financiamiento. Los delegados
internacionales pasados por Francia han recibido directa y detallada información y
peticiones en idéntico sentido. Asentimiento general; resultados nulos. Hay razones para
pensar si la organización internacional considera como intrascendente el trabajo político
español. Ya veremos más adelante cuanta sinrazón y peligros ocultarían una precisión así.
En el aspecto de la solidaridad la falla no ha sido menos completa. Una catástrofe
como la del proletariado español, que ha arrojado sobre Francia más de medio millón de
refugiados (las cifras oficiales mienten) no ha sido parte a provocar en nuestra
organización una campaña sostenida e internacional de solidaridad. Algunos artículos de
alabanzas protocolarias a los luchadores españoles no pasan de tener un significado moral.
Para el sostén material de los refugiados, especialmente para nuestros militantes (triste es
reconocerlo), no se ha hecho ningún esfuerzo organizado y sistemático. En algunas
ocasiones ha sido el POUM, cuyo socorro niega la más mínima ayuda a sus propios
militantes de la más vaga izquierda, quien se ha beneficiado de algunos esfuerzos
momentáneos de solidaridad. Toda una serie de periódicos y revistas sudamericanos,
órganos de la IV o simpatizantes, publicaron el llamamiento a la solidaridad hecho por el
POUM y remitieron al mismo sus colectas. Esto no puede ocurrir sino por una falta de
información y de coordinación imperdonables.

110
Con el permiso de The Houghton Library (Harvard University).

228
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

Mientras tanto los militantes BL de los campos de concentración no han podido


recibir en todo el tiempo transcurrido desde la evacuación más que una insignificante suma
en concepto de solidaridad: cien francos por cada grupo de tres a cinco. A veces nuestra
propia correspondencia se halla suspendida por falta de franqueo, y el sostenimiento de un
grupo central de seis camaradas aparece como un problema insoluble. Baste citar el caso
de uno de ellos, salido del campo hace más de tres meses, a quien aún no se le ha podido
proporcionar alojamiento. En tales condiciones, repitámoslo, todo puede naufragar. Para
comprender bien las pésimas condiciones en que nuestro trabajo se desarrolla es preciso
recordar que la totalidad de la emigración española vive necesariamente en la ilegalidad, y
por lo tanto todo trabajo remunerado aparece excluido.
A medida que el caos de los primeros meses de la emigración fue desapareciendo,
contactos empezaron a establecerse con diversos camaradas en los campos de
concentración. De todos los militantes que componían nuestra organización en España,
(unos treinta) solamente siete lograron salvar a tiempo la frontera y ponerse en
comunicación con nosotros. Por otra parte establecimos contacto con la izquierda
anarquista (Amigos de Durruti) y con la extrema izquierda de las Juventudes Socialistas.
Ambos sectores habían sido de viejo trabajados por nosotros. El contacto con el POUM era
normal, puesto que la mayoría de nuestros militantes aún se encuentran dentro.
La crisis que se inició en el POUM después de las jornadas de mayo de 1937,
cortada por el desarrollo enorme de la represión, la ilegalidad y la intensidad del
reclutamiento militar, debía reaparecer con mayor virulencia en la emigración. Así ha sido;
pero como era de esperar tras su lamentable experiencia en España, la crisis toma un
carácter caótico de descomposición. Sobre una base de mil miembros aproximadamente, el
POUM, se halla dividido en seis fracciones. La extrema derecha, con Rovira a la cabeza,
oriéntase hacia los medios del Frente Popular en la emigración (SERE), y se prepara para
excluir a todos los elementos [de izquierda], desde Andrade hasta nosotros; la fracción
Gorkin-Gironella, tan antitrotskista como la primera, pero conciliadora respecto de
Andrade; la fracción Andrade-Solano se ha dejado excluir de la dirección sin plantear un
solo problema político, empieza a blandir la teoría de la revisión del bolchevismo, busca la
alianza con Largo Caballero y en algunos campos ha propugnado la expulsión de los BL;
la fracción Rebull intenta hacer un balance concienzudo de los errores del POUM, no está
exenta de errores centristas a su vez, pero ha tomado una actitud enérgica frente a la
dirección y procura superarlos. Finalmente, existe nuestra fracción, denominada
“bolchevique-leninista por la IV Internacional” y una pequeña fracción molinierista.
Digamos de paso que esta última no habría podido ser constituida sin el abandono material
en que nos encontramos. Molinier, al abrigo de la solidaridad que practica en gran escala, y
del desconocimiento de su problema por parte de los camaradas españoles, logró
sorprender a algunos y entorpecer considerablemente nuestro trabajo. A causa de esto, una
parte considerable de la actividad ha tenido que ser dedicada a impedir los progresos del
grupo molinierista “por la construcción de la IV Internacional”. Hoy podemos asegurar
que a pesar de nuestra pobreza absoluta esto ha sido logrado íntegramente y el núcleo
molinierista, salvo uno o dos militantes, pasará muy en breve a nuestras filas.
Probablemente aprovechando una reunión internacional convocada por Molinier para los
próximos días.
La utilización de las posibilidades de desarrollo que aún quedaban en el POUM
han sido abordadas por nuestra fracción considerándolas como un trabajo a breve plazo. La
fuerza de la experiencia española ha dado a las divergencias políticas en el seno del POUM
(incluso las más mínimas) una violencia que no podrá sostenerse y producirá diversos
desgarramientos antes de mucho. La parte de militantes más conscientes (no hay que
olvidar que un partido como el POUM tiene necesariamente un buen número de militantes

229
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

inasequibles para el bolchevismo a causa de su origen social) han perdido sus prejuicios
antitrotskistas. La mejor prueba es que el reclutamiento de nuevos militantes empieza a
hacerse entre los antiguos maurinistas. Y, finalmente, las condiciones mismas de la
emigración, dispersando necesariamente al grueso de los camaradas, nos permitirá un
trabajo interior prolongado. La razón fundamental, sin embargo, es la descomposición
general del POUM como partido. Un núcleo BL exterior, como polo fuerte de atracción,
combinando su trabajo con el de la fracción interior BL, era absolutamente necesario.
El propio Comité Ejecutivo, del que se han apoderado los elementos más
derechistas, ha eliminado a Andrade y Solano, y defiende persistentemente los peores
errores cometidos en España, dio un motivo de rebeldía general. El descontento y la
protesta de los refugiados de los campos de concentración condujo rápidamente a la
formación de las diversas fracciones ya enumeradas. Bajo la lucha por la eliminación del
centrismo de la vanguardia española y la formación de un partido revolucionario, la
fracción bolchevique-leninista por la IV Internacional ha efectuado progresos
considerables. El número de nuestros militantes es actualmente de 29, distribuidos en cinco
células, una en París y las restantes en los campos. Entre los camaradas recientemente
conquistados los hay que ejercen una gran influencia en el POUM, tal el caso del secretario
general del POUM en Tarragona y su comarca y otros camaradas jóvenes menos
conocidos. Su adhesión a nuestra tendencia es tanto más valiosa cuanto que vienen a
nosotros conscientes de adherir a un movimiento internacional de cuadros políticos en
desarrollo; es decir, que no se han hecho falsas ilusiones sobre la IV Internacional.
Junto con las otras fracciones que así mismo se titulan de izquierda, hemos
constituido en París y en cada uno de los campos, Comités de Defensa del Congreso, cuyo
primer acto ha consistido en desautorizar a los actuales organismos dirigentes del POUM.
Estos comités editan boletines interiores con la participación de todas las tendencias de los
comités y representan para nosotros la mejor tribuna. Bajo nuestra presión, las fracciones
de Andrade y de Rebull han debido romper los lazos que les unían a la derecha, con lo que
hemos evitado el peligro de una exclusión de los BL que disminuiría nuestras posibilidades
y hemos reforzado los Comités de Defensa, que ganan diariamente terreno en detrimento
del CE. Actualmente nos esforzamos en obtener la disolución de los Comité Central y
Ejecutivo, elegidos antidemocráticamente, y en constituir una comisión provisional, con
representantes de todas las tendencias, con poder exclusivamente limitado a presidir la
discusión y convocar el congreso. En todo caso, si este recurso nos falla, como parece
probable, nos orientaremos hacia la convocatoria del congreso por cuenta de los Comités
de Defensa. La fracción Rebull apoya nuestra tendencia y dentro de la fracción Andrade,
Solano representa una subdivisión susceptible de ser arrastrada por nosotros. (Para
mayores detalles véanse La Voz Leninista y el Boletín de Defensa del Congreso, remitidos
al mismo tiempo que este informe).
En los sectores socialista y anarquista, posibilidades considerables de trabajo se nos
ofrecen. El principal líder de “Los Amigos de Durruti”, ostensiblemente influenciado por
nosotros, toma una orientación de rasgos marxistas bastante acusados. Bajo nuestro
consejo directo, y en nombre de “Los Amigos de Durruti”, fue redactado un primer
boletín, cuyo texto se encuentra aún en nuestro poder, en el que se plantean la necesidad de
la revisión de todas las teorías anarquistas (cuestiones del Estado, del poder político, de la
dictadura del proletariado y de la nueva internacional). Pero en este aspecto hemos
retrocedido a causa de nuestra impotencia material para prestar una ayuda económica
eficaz a “Los Amigos de Durruti”. No pretendemos fomentar un movimiento hacia
nosotros por medios exclusivamente financieros, sino utilizar estos para dar ideas
bolcheviques a los trabajadores que siguen a dicha corriente, que son centenares de los
mejores obreros catalanes a quienes la experiencia ha hecho asimilar ya una idea

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

fundamental: la necesidad de un poder proletario para llevar a término la revolución. Como


demostración he aquí unas palabras de los propios “Amigos de Durruti” escritas en un
periódico anarquista francés y sin que nosotros hayamos intervenido en ellas. “En mayo
del 37 el proletariado luchaba por la toma del poder, que hubiera sido realizada
destruyendo las viejas armaduras burguesas y edificando, en su lugar, una nueva estructura
basada sobre los Comités aparecidos en Julio”. Esto demostrará que no nos forjamos
esperanzas ilusorias, sino que los recursos económicos nos proporcionarían rápidamente
una influencia preponderante que conduciría a “Los Amigos de Durruti”, en parte, al
menos, a la IV Internacional. Aún no es tarde para recomenzar este trabajo, pero puede
serlo dentro de algunos meses, y en el mejor de los casos, habremos perdido la oportunidad
de dirigirnos a la masa que aún se encuentra en los campos de concentración.
La Juventud Socialista Unificada, que como se sabe era un feudo staliniano, se
halla actualmente dividida en tres fracciones. Staliniana la una, que acaba de ser expulsada
por la Internacional Juvenil Socialista, de Largo Caballero la otra, que queda como
organización oficial, y la tercera, compuesta de unos mil a mil doscientos jóvenes,
independiente. La actuación de los stalinistas ha provocado odio y repugnancia entre estos
jóvenes socialistas; la de Caballero burla y desprecio. El hecho solo de que hayan decidido
quedarse independientes indica que se orientan confusamente hacia algo nuevo. En el
campo de Barcarés, donde se encuentran la mayoría, han aparecido cuatro números de un
boletín editado por ellos. En los dos segundos han colaborado camaradas nuestros del
mismo campo; lo que nos ha valido la aprobación de los jóvenes socialistas y la
reprobación de Largo Caballero. Pero nuestra influencia adquiere formas bien concretas.
El principal dirigente de esta organización, que nos conocía desde la época anterior a la
guerra civil, ha dado la adhesión a nuestro movimiento, siendo por lo tanto un militante
más, cuyo trabajo responderá no a su iniciativa personal sino a las decisiones de nuestro
grupo. Actualmente se encuentra con nosotros en París, desde donde se proseguirá en una
escala más basta, y con una orientación bien concreta, la publicación de los boletines. [...]
Mientras los campos de concentración continúen existiendo y la crisis del POUM
se resuelva con la escisión inevitable y necesaria, creemos que nuestro trabajo fundamental
está en Francia. Ahora bien, los campos de concentración tienden a desaparecer
rápidamente. Los refugiados que no puedan ser evacuados a América u otros países, serán
entregados a Franco o incorporados a compañías de trabajo forzado, y militarizado, con
cincuenta céntimos diarios de jornal. En ambas direcciones han empezado a actuar las
autoridades francesas. Y hay que evitar que nuestros camaradas sean incorporados a las
compañías de trabajo (casi siempre para las colonias) o conducidos a España, donde les
espera la prisión y el fusilamiento a algunos. Nosotros, ante tal situación hemos decidido
hacerlos salir de los campos de cualquier manera que nos sea posible. Por otra parte la
crisis del POUM no tardará mucho tiempo en hallar su solución de continuidad y los
camaradas franceses no podrán soportar por mucho tiempo el sostenimiento de los
camaradas españoles. La salida justa, económica y políticamente, es la marcha a México
de todos nuestros camaradas.
En este sentido creemos que son necesarias dos medidas que señalamos con
carácter de proposición:
1º Una campaña internacional de solidaridad cuyo fondo sería destinado a pagar los
viajes de los camaradas que no pudieran trasladarse a México mediante las organizaciones
oficiales de socorro a los refugiados, que serán la mayoría.
2º Iniciación de gestiones, por parte de los camaradas mexicanos, con el objeto de
obtener visados para nuestros militantes directamente en México y al margen de los
organismos oficiales mencionados. El éxito de estas gestiones reduciría considerablemente
los gastos, ya que los organismos oficiales de evacuación están obligados a dar una

231
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

subvención de mil francos a cada refugiado que está en condiciones de hacer el viaje por
haber obtenido el visado individualmente. Oportunamente enviaremos a la organización
mexicana los nombres de todos los camaradas que deberán ser tenidos en cuenta en la
gestión. El número de BL no es tan grande que la cuestión parezca insoluble.
Mientras tanto es preciso que nuestro grupo central cuente con los recursos
necesarios para desarrollar su propio trabajo político [...]. La organización francesa, con la
cooperación de la organización internacional puede solventar satisfactoriamente y sin
grandes dificultades el problema de la solidaridad [...]. Que la cuestión no se reduzca a un
rasgo de generosidad producida por una emoción momentánea, sino que sea un organismo
de solidaridad actuando regularmente. [...]
París, 17 de agosto de 1939.
Por el Grupo bolchevique-leninista de España. G. Munis

3.13. G. Munis: “La situación en España y las tareas de los bolcheviques-


leninistas”. [Informe de Munis a la Conferencia de alarma de la IV
Internacional]. New York, 27 de abril 1940
Desde la declaración de guerra, el trabajo político de los bolchevique-leninistas se
ha encontrado casi totalmente suspendido. Todos nuestros camaradas están esparcidos en
campos de concentración y brigadas de trabajo, y muy pocos trabajan en libertad. Las
posibilidades de contacto político entre ellos son escasas. Cada grupo debe trabajar de
forma independiente y discutir sólo los problemas que les surgen. Según informes
recientes, nuestros camaradas, en distintos campos, han redactado boletines manuscritos
que contienen materiales de discusión sobre la guerra y el POUM. El problema de la
naturaleza del Estado ruso y de la defensa de la URSS también ha sido discutido en todos
los sitios donde ha sido posible. Los informes mencionan resoluciones en favor del punto
de vista de la IV internacional.
Pese a estas condiciones forzadas de dispersión política, nuestros camaradas
mantienen un contacto personal permanente y, siempre que llegan a reunirse algunos
bolchevique-leninistas, su inmediata constitución en grupo político les da superioridad
sobre cualquier otra formación política existente (POUM, anarquistas, socialistas). Esto
nos ha permitido ganar a algunos militantes del POUM. El contacto entre los camaradas
españoles y franceses está asegurado por uno de nuestros militantes que opera como centro
de dirección y coordinación.
No se trata efectivamente de un balance importante, pero demuestra al menos la
homogeneidad política y el espíritu militante de nuestros camaradas. El POUM, con
medios económicos y un número mucho más importante de militantes, no ha sido capaz de
hacerlo mejor. Sus militantes han sido completamente abandonados y algunos no han
conseguido mantener relaciones amistosas. En cuanto a este partido, poco después de la
declaración de guerra, se ha adherido al JARE, organización de Indalecio Prieto, bajo el
pretexto de la ayuda a los refugiados, lo que no es evidentemente más que una excusa.
Apoyan activamente al imperialismo anglo-francés. No se conoce ninguna declaración
oficial del POUM sobre la guerra. Todas las informaciones que nos llegan de nuestros
camaradas afirman la existencia en este partido de una tendencia que considera
favorablemente el restablecimiento de la monarquía en España. Como sucede con
socialistas y republicanos, tal tendencia se orienta hacia el apoyo a los imperialismos
aliados que podrían beneficiarse con una restauración. De esta forma, aunque no por sus
declaraciones, sí por su silencio, el POUM está muy lejos de adoptar una posición

232
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

internacionalista. La presencia de Gorkin en el congreso del partido socialista americano


acentúa aún más su tendencia propicia al imperialismo democrático.
En realidad, todas las tendencias políticas son inexistentes entre los refugiados que
viven en Francia. A cambio del derecho de asilo, los dirigentes socialistas y anarquistas
pagan a Francia con su apoyo, en consideración al cual se convierten en asunto del
gobierno francés. En lo que concierne a la base, los mejores combatientes que, en su
mayoría, están aún en Francia, han sido totalmente abandonados, lo que les lleva a alquilar
sus servicios a las “democracias” en brigadas de trabajo forzoso. Una parte de los
dirigentes anarquistas, entre los que hay antiguos jefes militares, García Oliver y Santillán,
intentan constituir un partido político con todas las características de los viejos partidos
reformistas. La oposición que han encontrado en sus propias filas ha retardado esta
empresa. Pero los anarquistas españoles caminan indudablemente hacia una importante
escisión, a través de la cual considero posible ganar a nuestra tendencia algunos excelentes
militantes revolucionarios. De una parte estará la base obrera revolucionaria de la CNT.
Los prejuicios apolíticos que se encuentra entre ellos están impregnados de un profundo
espíritu revolucionario, y el balance que hacen instintivamente de los acontecimientos
españoles no es en su conjunto favorable a los principios anarquistas. En México, en Santo
Domingo y en Francia, tenemos contactos con obreros anarquistas que demuestran una
gran simpatía por nuestras actividades, se interesan por debatir con nosotros y empiezan a
extraer conclusiones revolucionarias políticas de sus reflexiones sobre la experiencia
española. Creo que es importante mencionar mi experiencia personal, en México, con un
dirigente de las Juventudes Libertarias con el que había discutido a menudo en Barcelona
después de las jornadas de mayo. Sus primeras palabras, al reconocerme en uno de los
locales de los refugiados en México, fueron para evocar nuestra discusión en España: “He
pensado con frecuencia en lo que me decías entonces y creo que tenías razón”, esas fueron
sus palabras. Los principios anarquistas han perdido garra entre estos camaradas. Su
ingreso en el campo bolchevique es sólo cuestión de tiempo y de una buena labor por
nuestra parte. Considero que existe una seria perspectiva de ganar un número considerable
de obreros anarquistas en la emigración.
Incluso en España se ha empezado a restablecer los contactos. Ya tenemos
contactos en Madrid y Barcelona, por ejemplo, con camaradas que han sido encarcelados o
detenidos en los campos de concentración de Franco. En Madrid todos los camaradas que
no han sido arrestados han reemprendido su actividad. Tienen contactos y discusiones con
los anarquistas, pero su situación es muy precaria. [Militantes] conocidos en su mayoría, se
ven obligados a vivir bajo identidad falsa y no pueden buscar trabajo. En Barcelona, un
joven camarada corre el peligro de ser condenado a muerte. Es de origen campesino, con
excelentes cualidades políticas. Según las informaciones del camarada Carlini, que vivió
durante ocho meses en Barcelona, bajo el régimen de Franco, la desmoralización del
proletariado es enorme, acentuada además por las terribles condiciones de vida, peores que
durante la guerra. Pero el estado de espíritu dominante es el de una hostilidad pasiva al
régimen, y, en algunas regiones como Asturias y Andalucía, de una activa hostilidad. Esta
hostilidad pasiva se extiende incluso a ciertos elementos de la pequeña burguesía rural y
urbana. La prueba viene dada por el hecho que el camarada Carlini haya podido hacer el
viaje desde Barcelona hasta la frontera francesa a pie, sin dinero, pidiendo a los
campesinos hospitalidad e informaciones que le permitieran escapar a la vigilancia de la
guardia civil.
En las montañas andaluzas y asturianas aún existen numerosos grupos armados
hostiles a la guardia civil que llevan a cabo audaces operaciones contra los destacamentos
fascistas. He visto con mis propios ojos una proclama de las autoridades franquistas
dirigida a los “fugitivos de las montañas”, llamándoles a rendirse y a confiar en “la

233
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

clemencia del Caudillo”. Parece evidente que en ciertas aldeas todos los hombres válidos
están en las montañas y que las autoridades son impotentes para quebrar la solidaridad de
los pueblos.
Aunque el régimen de Franco se enfrenta a otras dificultades suplementarias que no
es preciso enumerar aquí, esto no significa que debamos esperar su próxima caída. Es
posible que la evolución de la guerra europea traiga el restablecimiento de la monarquía,
pero en este caso, como en el de la consolidación del sistema falangista, todo indica que el
proletariado español sería capaz de generar un fuerte movimiento ilegal contra el fascismo.
Y, por nuestra parte, debemos dirigir todas nuestras energías hacia la creación de activos
núcleos ilegales de la IV Internacional.
Disponemos de factores fundamentales para conseguirlo. Algunos militantes
capaces han permanecido en España: en la emigración hay excelentes camaradas. Por otra
parte, los sectores anarquista, socialista e incluso estaliniano son bastante accesibles a un
trabajo crítico constructivo. La primera etapa, que consistiría en reunir en México a los
principales camaradas, ya está en marcha. Depende de nosotros y de la solidaridad de la
organización internacional la realización favorable de las siguientes etapas. Hay que crear
un fuerte movimiento bolchevique-leninista entre los emigrados y encontrar las vías para
penetrar en España. Necesitamos de forma inmediata un mínimo de ayuda material que
nos permita asegurar regularmente la publicación de nuestro semanario. Nos encargamos
del resto, incluida nuestra subsistencia económica.
Sería erróneo subestimar el trabajo español a causa de la liquidación de la
revolución española. El espíritu revolucionario pervive y España será el país en el que la
lucha revolucionaria ilegal adquirirá mayor intensidad. Por otra parte, una organización no
se constituye apresuradamente en vísperas de la revolución, sino solamente como resultado
de un largo período de luchas y experiencias victoriosas. Queremos restablecer, y
restableceremos en España la tradición de lucha revolucionaria ilegal del bolchevismo. El
proletariado español aprovechará la primera ocasión que se le presente para romper el
yugo de Franco. Debemos estar preparados, y para estarlo necesitamos la ayuda de la
organización internacional.
G. Munis, sección española de la IV Internacional, New York, 27 abril 1940

3.14. “Aquí estamos”. 19 de julio. Balance y fomento de la Revolución


Española. México, diciembre 1941
Somos la expresión española de un movimiento internacional con arraigo en los
trabajadores revolucionarios del mundo, un programa claro y completo y un porvenir de
luchas ingentes.
Frente al maremágnum ideológico que reina en la emigración ibérica, nos alzamos
como un centro dinámico y conquistador, punto de atracción de todos aquellos que de la
experiencia española han deducido o están a punto de deducir una renovación ideológica y
orgánica; frente a la desmoralización, psicosis de derrotados, escépticos y buscones,
ofrecemos un refugio político en el que la prueba de nuestras derrotas tienen una
proyección crítica positiva, creadora de un nuevo movimiento revolucionario; frente a la
corrupción, el saqueo de los fondos de la República y el comercialismo que se apodera de
los “administradores” y sus satélites, reivindicamos un trabajo de obstinación
revolucionaria, teniendo como norte la actividad política ilegal en España, para cuyo fin,
únicamente, debiera dedicarse, el producto del dinero que está fuera de España.
Hemos tomado parte activa en la lucha militar y en las luchas políticas de España,
desde sus comienzos. A su tiempo ofreceremos una relación sucinta de lo que fue nuestra

234
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

posición frente a los principales problemas suscitados por la revolución. Nuestras fuerzas
no pudieron influenciar los acontecimientos, ni siquiera hacernos generalmente conocidos.
No importa. Ello no quita razón ni vitalidad a nuestro movimiento. Las contingencias que
nos han impedido ser una fuerza determinante tienen su arraigo en la fisonomía social de
España y en la evolución de las luchas obreras internacionales en el último decenio. Sobre
el rescoldo aún no apagado de la sociedad feudal y el cuerpo enclenque del capitalismo, la
coyuntura política mundial precipitó un grandioso movimiento revolucionario sin que se
contara como dirigentes con más que figurones de un pasado más o menos remoto, y
liderzuelos corrompidos e infeudados a intereses burocráticos, pero todos igualmente
caducos. Entre Azaña, Caballero, José Díaz y García Oliver, hay muchas divergencias
superficiales, pero no hubo ninguna de fondo. Con métodos y lenguaje diferente, con
matices de finalidad diversos, todos representaban una rémora del pasado; por eso fueron
incapaces de abrir las compuertas del porvenir. El proletariado español se puso en marcha
guiado por hombres y partidos sin programa ni posibilidades de desenvolvimiento
histórico. El choque de esta contradicción produjo el triunfo de Franco. Este, al menos,
representaba un pretérito perfectamente definido, único que podía aceptar las clases
conservadoras de la sociedad española actual. Y nuestra débil fuerza, en la premura del
tiempo y de la lucha, bajo la persecución del Frente Popular, estaba forzosamente
confinada a registrar las causas de la derrota, apuntando salidas y haciendo un balance
general que posibilitara un renacimiento político sin las contradicciones que aniquilaron el
anterior.
Pero somos revolucionarios. La revolución es nuestro objetivo supremo, la
revolución nuestra razón de existencia, la revolución nuestra naturaleza íntima, la
revolución nuestra profesión fundamental. Mientras los grandes partidos y los “grandes”
hombres se dedican a arrellanarse económicamente, a gozar benditamente de los placeres
de la vida, nosotros reanudamos nuestra actividad política en la emigración, con la vista
fija en España y el propósito inquebrantable de crear allí una organización clandestina que
reviva la tradición de lucha ilegal del bolchevismo.
Grande es el proyecto, limitada nuestra energía; pero su realización requiere
condiciones que previamente hemos de crear en la emigración. La actividad política ilegal,
para ser ulteriormente eficiente, debe llevar en su seno la larva de una nueva sociedad. La
experiencia de la Rusia zarista nos muestra, paralelamente a los bolcheviques, los
narodniky, socialistas revolucionarios, mencheviques, etc., en lucha ilegal contra la
oligarquía. Pero mientras los bolcheviques, una vez derribado el zarismo, condujeron a un
nuevo ciclo histórico, los otros partidos aparecieron como exponentes de las fuerzas
conservadoras de la burguesía, opuestos al desenvolvimiento revolucionario. Otro tanto
puede producirse y se producirá seguramente en España. Es posible que anarquistas,
socialistas y stalinistas, merced a los recursos de que disponen, actúen ilegalmente contra
Franco. No es difícil aparecer como revolucionario en una época de reacción. El mundo ha
visto, sin embargo, cómo esos partidos, en el momento en que era preciso actuar
revolucionariamente, dieron la espalda a la revolución. Pretextos no podían faltar. La razón
de su común actuación reaccionaria está en la naturaleza de sus convicciones ideológicas,
no en las contingencias de la lucha, como muchos arguyen ahora para descargarse.
Subsistiendo la causa, producirá efectos semejantes. En cualquier ocasión venidera que se
presente, los líderes socialistas, stalinistas y anarquistas volverán a actuar como han
actuado. Pretextos tampoco faltarán. [...]
19 de Julio opinará sobre todos los problemas de la revolución, los que actualmente
plantea el triunfo de la reacción, los problemas de los emigrados y los de la guerra
mundial. Nuestra mira es dar al proletariado español un órgano marxista-revolucionario.
Por eso, en función de la finalidad, nuestro trabajo fundamental ha de consistir en hacer

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

una crítica que esclarezca las responsabilidades por el fracaso de la revolución y de la


guerra civil española. Esto haciendo, reuniremos en nuestro rededor un núcleo de hombres
capaces por sus convicciones políticas y por su formación moral, de hacer aquello de que
fueron incapaces todas las organizaciones obreras, en el transcurso de diez años de
oportunidades reiteradamente ofrecidas por el proletariado. Sólo con la ayuda del tiempo,
con la lentitud exigida por una sólida formación política, el fruto de nuestro trabajo irá
siendo tangible. Recomenzamos actualmente el proceso de formación de un nuevo partido
revolucionario, truncado por el triunfo de Franco. Aunque disponemos de un determinado
contingente de revolucionarios jóvenes, templados en la lucha, y unidos por un fuerte lazo
ideológico, la formación del partido de la revolución española no podrá considerarse como
efectuada sino cuando hayamos conquistado a los más honrados y valerosos militantes,
actualmente anarquistas, socialistas o stalinistas, y nuestra voz escuchada por la mayoría
del proletariado español organizado.
Entraremos en polémica con todos los sectores políticos (política es también la
FAI) que tuvieron alguna responsabilidad en los acontecimientos. No deseamos sino poder
discutir directamente con unos y otros. Pero a sectores como los “Amigos de Durruti” y los
obreros de base de la CNT, que conservaron siempre íntegro su espíritu de lucha de clases,
ofrecemos gustosamente nuestras columnas para la discusión. Se las ofrecemos también al
POUM, que se llama marxista y se pretende incólume de responsabilidades. A todos
aseguramos que publicaremos íntegramente cualquier trabajo de discusión que se nos
envíe, aunque esté dirigido contra nosotros. Estamos también dispuestos a discutir con los
líderes stalinistas (aunque ellos no lo estarán), con la sola condición de que se
comprometan a publicar en España Popular nuestra respuesta. Por adelantado nos
comprometemos, en cambio, a publicar en 19 de Julio cualquier ataque que nos hagan,
incluso el más calumnioso.
19 de Julio no viene a defender una posición nueva; es la misma que sustentó en
España la Sección bolchevique-leninista de España, adherida a la IV Internacional. Ni las
condiciones extremadamente tensas que vive el mundo, ni los intereses exclusivos del
proletariado, permiten a un movimiento político de carácter obrero el carecer de nadería
internacional. Nosotros la tenemos y proclamamos para el proletariado mundial la
necesidad de agruparse en torno a la Cuarta Internacional. Pero no tomamos actitudes
encastilladas. No tenemos ningún inconveniente en discutir nuestro programa con otros
sectores obreros muy especialmente a la luz de la experiencia española. [...]

3.15. “Carta al Excmo. Don Manuel Avila Camacho, Presidente de la


República de México, en defensa de Marceau Pivert, Victor Serge,
Julián Gorkin, Gustave Regler y Grandizo Munis contra las calumnias
stalinistas, firmada por George S. Counts y más de un centenar de
personalidades e intelectuales de todo el mundo”
Nueva York, 9 febrero de 1942.
Excmo. Señor,
Nos atrevemos a esperar que no considerará presunción de nuestra parte el que
llamemos su atención hacia una campaña de calumnias contra ciertos refugiados en esa
república. Estos refugiados, de creencias políticas muy distintas, están unidos por un solo
vínculo: el de su oposición a la Internacional comunista y al fascismo. Entre ellos
descuellan: Marceau Pivert, Victor Serge, Julián Gorkin, Gustav Regler y Grandizo Munis.
Contra estos individuos ha lanzado el Mundo Obrero, portavoz del Partido
Comunista Mexicano, una campaña de denigración y calumnias que se ha ido extendiendo

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

con creciente violencia entre otros órganos de la Prensa. Los comunistas han llegado a
impedir que estos refugiados pudiesen obtener ayuda o publicidad para contestar a los
fantásticos cargos contra ellos proferidos.
Se afirma que las personas citadas son “agentes de Hitler”, “tropas de asalto de la
Quinta Columna nazi”, “gángsteres”, “espías” y “saboteadores”. Sobre la base de estos
cargos, un grupo de diputados simpatizantes con la Internacional Comunista ha presentado
en la Cámara de Diputados un proyecto de resolución en el que se pide que estos
refugiados sean expulsados del país o arrojados a un campo de concentración.
Dichos cargos (lanzados de repente meses después de haberles sido concedido a
estos refugiados asilo en ese país), carecen absolutamente de todo fundamento. Es cosa de
pública notoriedad que todos estos hombres han sido desde hace años antifascistas activos.
Específicamente:
Marceau Pivert, a quien en efecto se acusa ahora de haber “colaborado con el
grupo fascista francés, Croix de Feu”, fue un tiempo secretario de León Blum y,
anteriormente, secretario del PSOP, agrupación socialista de obreros e intelectuales que
hoy trabaja en Francia contra Hitler.
Victor Serge, llamado ahora “agente de Otto Abetz”, es un novelista y periodista de
la izquierda que escapó de Rusia en 1935 con la ayuda de André Gide, Ignacio Silone y
otros escritores.
Julián Gorkin fue uno de los jefes del partido obrero español, POUM.
Gustave Regler fue también conspicuo, como alto comandante de las fuerzas
militares, en la lucha heroica de la República Española.
Grandizo Munis ha sido un socialista revolucionario español que tomó parte con el
POUM en la guerra civil en España y por milagro se libró del pelotón de ejecución de
Franco.
Tales son los antecedentes de estos refugiados, acusados ahora por el Partido
Comunista Mexicano de ser agentes de Hitler. Como antifascistas americanos, hemos
rendido siempre tributo de admiración al Gobierno mexicano por su generosa hospitalidad
hacia los refugiados antifascistas de Europa. Abrigamos la completa confianza de que ese
Gobierno no se dejará influir por esta repugnante campaña de vilipendio y difamación.
Cúmplenos también señalar la necesidad de que las autoridades mexicanas
desplieguen la mayor vigilancia contra posibles tentativas de asesinato. Ya la prensa
comunista está pidiendo que se formen “comités de vigilantes” para entenderse con esta
pretendida “Quinta Columna nazi”. Creemos superfluo recordar a V.E. que fue un “Comité
de Vigilantes”, capitaneado por David Siqueiro, miembro importante del Partido
Comunista Mexicano, quien perpetró el ataque con ametralladora a la casa de Trotsky y
luego asesinó a uno de los guardias de cuerpo de éste.
Confiamos en que el Gobierno mexicano sabrá qué hacer ante este reino de terror
dirigido contra refugiados cuyo único delito consiste en haber sido enemigos consecuentes
de la Tercera Internacional.
En espera de su grata contestación, quedamos de Ud. su attos. y SA

3.16. “El terror petainista”. 19 de julio. Balance y fomento de la


Revolución Española. México, marzo de 1942
Bajo el dominio del caduco mariscal aumenta la persecución contra las masas
pobres en general y contra los refugiados españoles en particular. Meses atrás el Gobierno
de Vichy ha hecho condenar a cinco, ocho y diez años de trabajos forzados a varios
militantes del POUM y algunos trotskistas, entre ellos Andrade, Iglesias, Solano, Olivé,
Marfán, Zayuelas, Carnicero y otros. Se les acusaba de organización clandestina.

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

Nuestro saludo fraternal a todos los condenados. No cumplirán sus condenas. La


revolución resurge ya en Europa entera.

3.17. “Colaboraciones paralelas con el stalinismo”. 19 de julio. Balance y


fomento de la Revolución Española. México, marzo de 1942
No podemos pasar en silencio la denuncia que un reducidísimo número de
diputados mexicanos presentó a la Secretaría de Gobernación, pretendiendo hacer pasar
por quintacolumnistas a Serge, Pivert, Gorkin, Munis y 19 de Julio mismo. Esta acusación
pretendía ser el punto fuerte de la campaña gepeista. “Los diputados mexicanos denuncian
y persiguen a los espías trotskistas” (habría informado, con la desfachatez que la
caracteriza, la prensa stalinista de todo el mundo). Y los obreros mal documentados de la
Argentina, Canadá o China hubieran podido creer que se trataba realmente de los
diputados mexicanos y no de cinco o seis diputados estrechamente ligados al stalinismo.
Sabemos de antemano que los señores referidos protestarán de esta aseveración,
aduciendo no ser miembros del partido comunista. No; no lo son, por razones fácilmente
comprensibles. Hasta julio de 1941 el stalinismo estaba a partir un piñón con Hitler.
Declaraba la guerra imperialista, pero sólo del lado de las democracias, no del de
Alemania. Si los señores diputados estuvieran en el partido comunista, no serían señores
diputados. Pero aunque no sean miembros del partido stalinista, tampoco lo atacaron
cuando éste hacía realmente el juicio a Hitler. La revista La Internacional Comunista,
pedía la libertad para las colonias inglesas, sin decir una palabra de los pueblos pisoteados
por el fascismo en Europa; desde Moscú venían patéticas declaraciones de sólida amistad
con Hitler; en el Partido “comunista” mexicano se hacía toda una purga para ajustar la
nueva política a los intereses del Pacto; los periódicos stalinistas alemanes de todo el
mundo fueron suprimidos, y el órgano de los fascistas alemanes en México notificaba
jubilosamente las manifestaciones stalinistas, ocurridas en Washington frente a la
embajada inglesa. Todo ésto, que constituía una colaboración directa con el hitlerismo, no
fue nunca denunciado como quintacolumnismo por los señores stalinizantes. En cambio se
alzan (ahora y no antes) contra nosotros, cuya posición es la misma hoy que ayer, la
misma, óiganlo bien nuestros acusadores, antes del pacto y después del pacto; por la
defensa de la URSS, y China, por la sublevación de las naciones oprimidas por Hitler, por
la independencia de las colonias de todos los imperialismos, por la continuación de la
lucha de clases tanto en las potencias del Eje como en las democráticas. Esta, que fue la
posición de los bolcheviques durante la otra guerra, es hoy la nuestra, al margen de la cual
sólo hay lugar para la traición socialpatriota.
¿Pero para qué molestarse en dar más argumentos? Ni el stalinismo ni los
stalinizantes los tomarán en cuenta. ¡Cómo que nos persiguen precisamente por defender
con tesón aquellos principios que ellos han traicionado! En la prensa diaria mexicana han
sido aducidas estas y otras razones. Nuestros acusadores no han respondido a ellas. Su
sistema no es polemizar honradamente sino acumular calumnia sobre calumnia. Ayer la
GPU asesinaba a Trotsky por “su complicidad con el imperialismo anglo-americano”, hoy
persigue a los trotskistas como “agentes de Hitler”. Y los señores Garizurieta, Zapata Vela
y compañía, dan bandazos de un extremo al otro, al unísono con la GPU. ¡Despreciable
destino el de quienes tienen que hacer el juego al bonapartismo stalinista!
Lo menos que nuestros acusadores debieran hacer, si aunque equivocada obraran
noblemente, es despojarse voluntariamente del fuero parlamentario, que les hace
invulnerables. Así, al menos, estaríamos en condiciones más iguales para ir ante los
tribunales. Cobijarse tras la inmunidad para calumniarnos, es muy stalinista, pero no es
honrado.

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

3.18. GTE [Grupo Trosquista Español]: “Lettre au SE. Mars 1943”


[“Carta al Secretariado Europeo, marzo 1943”]
Carta al SE. Marzo 1943.
Camaradas:
Ya conocéis nuestro esfuerzo con vistas a la reagrupación de los militantes
troskistas españoles, y por la reorganización del grupo BL español.
Estos esfuerzos nos han permitido alcanzar un primer resultado tangible en el
terreno político y organizativo.
Gracias a nuestro trabajo de elaboración y discusión política ha surgido
principalmente una “plataforma” política que engloba los problemas esenciales de la actual
situación, particularmente en España, las lecciones de la guerra civil, las perspectivas
revolucionarias y las tareas de los BL.
Una resolución sobre “la transformación de la guerra imperialista en guerra civil y
las tareas de la 4ª Internacional”, que encontraréis adjunta, precisa, por otra parte, la
posición de nuestro grupo ante los problemas planteados en el seno de los BL: la cuestión
nacional, la construcción del Partido y de la Internacional. Estos documentos hacen
inútiles, en nuestra opinión, una amplia exposición de nuestras posiciones políticas en la
presente carta.
Por otra parte, nuestro grupo se ha fortalecido organizativamente y se ha fijado
tareas precisas para su desarrollo.
Creemos pues que nuestro grupo ha alcanzado ahora un nivel que le permite
integrarse estrechamente en la vida de la Internacional de los BL, y aunar sus esfuerzos
para el agrupamiento internacional de la vanguardia proletaria, para la construcción, el
desarrollo y la reafirmación de la 4ª Internacional.
Es por esta razón por lo que os enviamos nuestra petición de integración en el
S[ecretariado] E[uropeo].
Saludos B[olchevique] L[eninistas].
GTE (4ª Internacional)

3.19. Grupo Español en México de la IV Internacional: “¡La Tercera


Internacional ha muerto: Viva la Cuarta Internacional!”. [Hoja volante].
México D.F., 23 de Mayo de 1943
Así terminaba el manifiesto del primer congreso de la IV Internacional, celebrado
en Francia, el año 1938. Sí, la internacional heroica de la revolución proletaria, la
internacional de Lenin, Rosa luxemburgo, Liebknecht, Zinovief, Bujarin, Rakoulsky [?] y
millares más de hombres que dedicaron su vida a la emancipación de “los parias de la
Tierra”, la de las insurrecciones heroicas de Hamburgo, Cantón, Shangay, Reval, Riga,
Bulgaria, Hungría, etc., la que durante años despertó la admiración, el entusiasmo y las
esperanzas de los oprimidos, la que hizo temblar a los déspotas y explotadores de la
finanza mundial, esa internacional ha recibido el golpe de gracia de manos de Stalin, el
falsario que se pretendía discípulo de Lenin.
El decreto de disolución dado en Moscú es el reconocimiento público y la
consolidación orgánica de una realidad política existente desde hace varios años. Hace
veinte años que el stalinismo domina en la URSS y en la Internacional. Durante ese
larguísimo período, preñado de los más importantes acontecimientos para la emancipación
del proletariado y la historia de la humanidad ¡solamente han sido convocados tres
congresos mundiales! El último, el del Frente popular, en 1935. A la burocracia soviética

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

le estorbaba la internacional como organismo deliberante de los trabajadores del mundo.


Lenta, pero progresivamente, la burocracia ha ido matando a la Internacional desde 1924
hasta la fecha. La teoría del socialismo en un solo país fue el golpe inicial; el “tercer
período” con su “social-fascismo” y su secuela de escisión y desorganización en las filas
obreras, fue el segundo; el tercero el Frente Popular, renuncia expresa a la revolución
socialista; el cuarto, y último la unidad nacional, reconocimiento público de la solidaridad
stalinista con la burguesía mundial. A manos del déspota del Kremlin y su monstruosa
burocracia usurpadora, la Internacional, construida a costa de sacrificios inmensos del
proletariado soviético y mundial, efectúa una regresión completa, hasta ponerse al servicio
de la burguesía y morir incluso como organismo formal, Porque la III Internacional surge
de la lucha de los trabajadores, contra la unión sagrada, contra la traición de todos los
partidos socialdemócratas, que entregaran inerme el proletariado a las ambiciones
imperialistas de sus burguesías, durante la primera guerra mundial. Volviendo, en su ciclo
degenerativo a la ruptura con la lucha de clases y a la unión sagrada con la burguesía,
durante la segunda guerra imperialista, la internacional perdía toda razón de existencia.
Pero para llegar a esa inmunda capitulación ante la burguesía el stalinismo ha
tenido que manchar sus manos en la sangre de toda la generación bolchevique. En el
primer período degenerativo se expulsa a Trotsky y la Oposición rusa
(antidemocráticamente), del partido y de la Internacional y se lleva al fracaso a la
revolución china; en el segundo se suprime toda democracia y empiezan las deportaciones
a Siberia y los asesinatos de oposicionistas, al mismo tiempo que Hitler sube al poder con
la complicidad de la burocracia stalinista; el tercero toda la vieja generación bolchevique
es asesinada mientras el stalinismo apuñala por la espalda la revolución española; rayando
ya en el cuarto, finalmente, Trotsky cae abatido por un agente de la GPU y el movimiento
trotskista es cubierto de las más repulsivas calumnias. Stalin recibe los elogios de todas las
iglesias, la GPU es ya el único instrumento de lucha contra los adversarios políticos de la
izquierda, el proceso totalitario alcanza su clímax, imponiendo el patrioterismo a la clase
obrera y apartándola de sus deberes de clase. Todo está en orden. [...]
El decreto de disolución aclara la situación política y ahorrará confusiones al
proletariado. [...]
Con orgullo, la IV Internacional basa su programa en las resoluciones y tesis de los
,cuatro primeros congresos de la Internacional disuelta. La Cuarta Internacional es la
heredera del bolchevismo, de la revolución rusa y de la época heroica del Komintern. En
nosotros se perpetúan y repetirán las jornadas de lucha más nobles del proletariado. La III
Internacional las ha traicionado públicamente. ¡Viva la Cuarta Internacional!
Pero la nueva traición stalinista no modifica en nada nuestra actitud respecto a la
URSS. Nuestra consigna sigue siendo: “Defensa incondicional de la Unión Soviética”.
Más aún: el decreto de Moscú nos convierte oficialmente en los únicos defensores de la
revolución rusa. [...] La disolución de la IC es una capitulación humillante de Stalin ante la
gran burguesía angloamericana. [...] La menor veleidad internacionalista, es considerada
como trotskismo por la burguesía mundial. [...]
En estas horas de extrema tensión mundial y de próximas insurrecciones obreras, el
stalinismo deserta definitivamente de la gran idea socialista, de la revolución mundial.
Pero el internacionalismo no morirá mientras el proletariado no sea aplastado y deshecho
físicamente. La IV Internacional se propone impedirlo. En ella está el puesto de los
revolucionarios. Las palabras del manifiesto comunista: “Proletarios de todos los países,
uníos” y las de la canción revolucionaria: el género humano, será la Internacional, siguen
mantenidas en alto por nosotros.
México, DF, 23 de Mayo de 1943.
Grupo Español en México de la IV Internacional

240
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

3.20. G. Munis: “Significado histórico del 19 de Julio”. Contra la


Corriente número 6. Publicación del Grupo Español en México de la IV
Internacional. México, agosto 1943
El 19 de Julio de 1936, los acontecimientos ocurridos en España confirmaron
luminosamente la teoría marxista del Estado. Una teoría sociológica prueba su validez si
las fuerzas a que se refiere producen los desenlaces históricos previstos por ella. Al
elaborar la suya, Engels y Marx no pudieron tener en cuenta más que experiencias
pretéritas, con factores de clase diferentes. Basándose en ellas y en las categorías
económico-clasistas contenidas en la sociedad moderna, previeron los efectos y el
desenlace que producirían en el Estado.
Aunque reducida a la categoría de conato revolucionario, la Commune de París
acusó efectos concordantes con la teoría marxista del estado. La revolución rusa de 1917 le
dio una confirmación plena. Según el marxismo, el Estado es la violencia organizada de la
clase poseyente contra la clase desposeída. El proletariado, la mayor de las clases
desposeídas y productoras de la sociedad moderna, la única que tiende a crecer
continuamente con el crecimiento de las fuerzas productoras, necesita, en la lucha por su
emancipación, destruir el Estado capitalista y edificar el suyo propio para llegar, con la
desaparición de las clases, a la del Estado. La revolución rusa dio su aval histórico a la
noción marxista del Estado [...]. Pero en ella, el partido bolchevique actuó como motor
consciente del proceso, proponiéndose previamente destruir el estado burgués y construir
otro proletario. Fue el primer triunfo de la conciencia humana sobre el fluir de los
acontecimientos, tumultuosamente ciegos hasta entonces.
La revolución española ha dado a la teoría marxista del Estado una confirmación
de valor incomparablemente mayor. Las clases o categorías sociales se comportaron
conforme a la teoría, sin que ninguna organización o partido influyera en su
comportamiento espontáneo. Por el contrario, lo que podía considerarse fuerzas
conscientes, las organizaciones obreras, desplegaron su actividad en sentido inverso,
oponiéndose al cumplimiento del proceso. Pese a ellas, se abrió paso en el sentido previsto
por el marxismo y convirtió, por un momento al menos, en inconscientes agentes suyos a
los anarquistas, sus adversarios inveterados. Cuando una ley existe, no vale ignorarla o
negarla, se impone.
Lenta, pero inexorablemente preparada por un larguísimo período histórico, la más
aguda crisis de la sociedad española en los últimos siglos quedó al descubierto al caer la
monarquía. Con intermitencias y vaivenes diversos, fue agudizándose continuamente hasta
el gran estallido de la guerra civil. Poco antes habíase constituido el Frente Popular, la más
formidable coalición conocida hasta el presente para mantener el equilibrio, dentro del
Estado burgués, a las fuerzas de clase que se repelen. El FP comprendía a los partidos
republicanos, el socialista, el stalinista (comunista), y el POUM. Sin firmar el Pacto que le
sirvió de base, CNT-FAI le apoyaron también. En vísperas de la guerra civil, todas las
organizaciones obreras españolas conocidas por las masas, estaban plantadas con ambos
pies dentro de la colaboración de clases, o al borde de ella. Ninguna fuerza (si no se
considera como tal a unos cuantos hombres sin medios para hacerse oír) trabajaba
conscientemente por la destrucción del Estado capitalista ni inducía al proletariado a
organizarse para crear el propio. Los anarquistas pudieron haber actuado en el primer
sentido, pero tampoco lo hicieron. El POUM pese a su atuendo marxista, no logró salir de
una política de vacilaciones y complacencias, primero para con el Frente Popular mismo,
después para con el ala izquierda. Y sobre esta limitación de las organizaciones obreras
más radicales, planeaba el Frente Popular, como un milano guardián de la propiedad y el
Estado capitalistas, decidido a abatirse sobre las fuerzas centrífugas que pretendieran
destruirlos. El proletariado se encontraba encadenado por sus propias organizaciones. El

241
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

proceso previsto por la teoría marxista del Estado, no disponía en favor de su


cumplimiento más que las tendencias elementalmente manifestadas en las sacudidas
revolucionarias del proletariado.
Tal era la situación al sobrevenir la guerra civil. La burguesía estaba convencida,
por la experiencia cotidiana, de la tendencia profundamente revolucionaria de las masas.
Su existencia como clase estaba continuamente en peligro. Las seguridades que el Frente
Popular le daba, ni le merecían confianza ni le ofrecían condiciones satisfactorias de
dominio. Comprendía la reacción de las masas que habían seguido al frente Popular
porque les fue hipócritamente presentado por sus dirigentes como si se tratara del frente
único revolucionario, y porque no hubo otras organizaciones que les ofrecieran la
oportunidad de votar por la revolución. A pesar de sus esfuerzos y su represión, el FP no
lograba contener a las masas, que se le escapaban continuamente apuntando al socialismo.
cuando los desbordamientos revolucionarios amenazaban arrasar a la burguesía, ésta,
echando a un lado las alharacas de ocasión contra el FP, se guarecía descaradamente tras
él, utilizándole como punta de lanza contra las masas111. Una vez quebrantada la ofensiva
revolucionaria, la reacción volvía a atacarle. Los reformistas (stalinianos y socialistas) se
empeñaban en convencerla de que su colaboración ofrecía mayores garantías de
estabilidad a la sociedad capitalista. La reacción por el contrario, no podía aceptar su
concurso permanentemente, porque los acontecimientos le probaban diariamente que las
masas no se sometían a las ideas procapitalistas de sus dirigentes, sino en la medida en que
estos lograban engañarlas presentándose bajo el nombre de socialistas y comunistas. Para
obrar conscientemente en comunista, a las masas sólo les faltaba comprender que sus
dirigentes traicionaban las ideas que decían representar. Juego peligroso al que la
burguesía no podía exponerse. Además, el régimen liberal parlamentario que prometía el
FP, pertenecía ya al pasado. Nadie lo comprende tan bien como la burguesía de los países
que, como la de España, ha sido impotente para establecerlo a su tiempo. La promesa del
FP era utópica en sí; considerada en relación con las masas y con las posibilidades de
transformación revolucionaria en España y en el mundo, era demagógicamente
reaccionaria. Contando con todas las condiciones objetivas para hacer la revolución
socialista, el FP quería retrotraer la burguesía a la época del liberalismo. Acción tan
imposible y tan antihistórica como la de alguien que, durante la revolución francesa,
hubiese propuesto substituir, al programa de la burguesía contra la nobleza, otro que tratara
de hacer volver la feudalidad decadente y corrompida a sus primeros tiempos, en que
ejercía un señorío protector. Pero el FP no trataba de engañar a la burguesía, sino al
proletariado. Aquella sabía perfectamente de qué se trataba. Veía en el FP un criado a
quien cedía el lugar preeminente en los momentos en que era peligroso que lo ocupara el
amo. Eran los momentos de mayor efervescencia revolucionaria. Pero el amo no podía
sentirse tranquilo ni estar satisfecho hasta ocupar por sí mismo y sin ningún freno, la
gobernación. Si las masas eran el obstáculo había que aplastar a las masas.
De ese conflicto nació la sublevación militar y la guerra civil. Las fuerzas armadas
del Estado burgués se insurgieron contra el Estado burgués, con la protección que éste
mismo, regido por el FP, les acordó. Aparente contrasentido absolutamente inexplicable
para todos los enemigos de la revolución socialista. No así para sus partidarios. Aquellos
no han podido suministrar aún más razones de la sublevación que las necedades sobre la
“traición” y la “deslealtad” de los militares, más la intervención italo-germana. ¡Como si la
sublevación militar no hubiese sido un acto de lealtad para con la sociedad burguesa,
precisamente porque iba dirigido contra el proletariado y la revolución social! ¡Como si
111
[Nota de Munis]: Gil Robles dejó a sus diputados la libertad de votar la confianza al primer Gobierno del
FP. La reacción clerical y filofascista veía en él una garantía de su orden, frente a las masas.

242
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

todo gobierno que ha llegado al poder aplastando una revolución, no tuviese necesidad de
ayudar a aplastar la revolución en los países donde se presente! La burguesía defendía sus
intereses, pero en cambio, los señores del FP traicionaron los intereses del proletariado,
con su propósito de defender los de la burguesía mejor que la burguesía misma.[...]
En España estaban enfrentadas dos grandes tendencias. La burguesa, para quien el
conflicto social tenía por solución la instalación de su dictadura capitalista, y la proletaria,
cuya condición de triunfo pasaba por la revolución social. Lo intermedio era
absolutamente impracticable. [...] Para dar una salida revolucionaria a la crisis social, el
proletariado, continuando la ofensiva de febrero de 1936, debió pasar a destruir de arriba
abajo la sociedad burguesa con todas sus instituciones. Debió destruir el Estado
disolviendo todas sus fuerzas armadas, sus tribunales, sus parlamentos, declarando
inexistente su legislación, expropiando a la gran burguesía, a los terratenientes y al capital
financiero. Pero no se puede realizar todo esto de golpe. Para estar en condiciones de llegar
a ponerlo por obra, el proletariado, más los campesinos pobres, deben armarse antes ellos
mismos tanto como les sea posible, construir órganos de democracia propios, sobre los que
basar su gobierno. Sólo cuando estos órganos están suficientemente desarrollados y
poseídos de su cometido revolucionario, puede el proletariado tomar el poder político para
sí y destruir la sociedad capitalista en la forma dicha. El desarrollo progresivo de la lucha
revolucionaria, habría llevado al proletariado a destruir el gobierno y el parlamento del FP,
último reducto del capitalismo. Pero las masas estaban paralizadas por los partidos
socialista y stalinista, decididos a sostener el capitalismo con el FP. En forma diferente, los
anarquistas eran igualmente incapaces de orientarlas a la toma del poder. Cerrada la salida
para el polo revolucionario, el polo burgués pudo tomar la ofensiva en busca de la suya.
Las masas, aunque rechazadas continuamente por el FP, estaban decididas a
disputar el terreno a la reacción. Armándose a despecho del Gobierno, vencieron a los
militares en la mayoría del territorio. Desde luego, dondequiera pudieron conquistar, en el
momento preciso, un mínimo de armas. El resultado de las jornadas del 19 de Julio y
siguientes, fue la destrucción casi completa del Estado burgués. El Gobierno, llamado
“legal” (o los Gobiernos, teniendo en cuenta el de Cataluña y más tarde el de Euzkadi) no
representaban nada ni poseían apenas poder real. La derrota de los cuerpos armados
burgueses a manos del proletariado y los campesinos, llevaba automáticamente aparejada
la desaparición del Estado burgués. Formidable revelación de lo que es el Estado burgués
en épocas revolucionarias. Desarmando a sus cuerpos coercitivos, la burguesía desaparece.
Paralelamente, toda España quedó tachonada de Comités formados por obreros,
campesinos y milicianos, que ejercían el poder político, ejecutaban justicia contra los
reaccionarios, expropiaban a la burguesía, patrullaban calles y carreteras. Cualquiera de
estos Comités tenía más poder real que el famoso “Gobierno legal” del Frente Popular.
Porque no hay más legalidad que la sancionada por los acontecimientos históricos. La
falacia de la teoría democrático-burguesa sustentada por el FP, aparecía con toda claridad.
El proceso histórico (sin que ningún factor consciente le ayudara, insistamos) destruía el
estado burgués, creando simultáneamente las células de un nuevo Estado proletario. El
Frente Popular fue sorprendido en infragante delito de acción anti-histórica. Y todo lo anti-
histórico, en mayor o menor grado, es contrarrevolucionario.
En diversas ocasiones, el autor de este artículo ha calificado la situación resultante
de las jornadas de Julio de “atomización del poder”. Me parece más adecuada, para la
situación de España, que la conocida de “dualidad de poderes”, heredada de la revolución
rusa. Esta supone la existencia de dos poderes que se disputan respectivamente el poder
total. Muy otra cosa ocurría en España. El poder burgués, pese a su supervivencia formal,
carecía de poder efectivo, a pesar de que los partidos stalinista y socialista proclamaban a
los cuatro vientos: “El Gobierno manda, el Frente Popular obedece”. Así era en efecto, con

243
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

la salvedad de que al FP no le obedecían las masas, ni siquiera la mayoría de los militantes


de sus propios partidos. En cambio, a los comités constituidos por las masas les faltó
coordinación y capacidad colectiva para reclamar todo el poder para sí y apoderarse de él.
Cada Comité era un pequeño Gobierno, un minúsculo Estado obrero dentro de su radio de
acción. El poder que perdió el gobierno burgués del FP, lo tenían, distribuido
desigualmente entre sí, los Comités. De ahí deduzco, que para caracterizar más
exactamente la situación en las semanas siguientes al 19 de Julio, es preciso definirla como
atomización del poder en manos del proletariado y los campesinos. Estos tenían plena
conciencia de su poder local, aunque les faltara conciencia de la necesidad de coordinar su
poder nacionalmente. Por su parte, durante las primeras semanas, al gobierno burgués le
faltó capacidad y voluntad de lucha contra el naciente poder obrero. De dualidad no puede
hablarse sino hasta después, cuando el Gobierno del FP vuelve en sí, se da cuenta de que
vive, reagrupa en su torno a las fuerzas armadas de que puede disponer y empieza a
disputarle el poder a los Comités del proletariado y los campesinos.
Sin que hubiese intervenido ningún factor pensante, la teoría marxista del Estado
quedó entonces plenamente confirmada. La derrota de la burguesía lleva aneja la
destrucción de su Estado: el triunfo del proletariado la creación de un estado propio.
Incluso en las peores condiciones imaginables, la historia ha demostrado así que la teoría
marxista no es una invención utópica, sino la conciencia de una realidad material
determinada por el mecanismo de transformación de la sociedad capitalista en sociedad
socialista. La superioridad enorme del marxismo sobre el anarquismo, es su conocimiento
de ese mecanismo, lo que le permite ayudar al desenvolvimiento histórico dado por la
evolución material. Un marxista, encontraba en las condiciones creadas por el 19 de Julio
el medio más adecuado para obrar de acuerdo con sus ideas. (Recordemos que estalinistas
y socialistas han renegado del marxismo. El POUM, por su parte, sólo era marxista los
domingos y algunas otras fiestas de guardar). En cambio los anarquistas, cuyas ideas sobre
la revolución, y sobre el Estado más concretamente, no pasan de la categoría de
especulaciones, entraron desde el primer instante en contradicción con sus ideas. Se
revelaron completamente falsas, inaplicables hasta el punto de que sus propios partidarios
consideraron superfluo hacer el menor esfuerzo por sostenerlas y aplicarlas. La misma
acción de los anarquistas fue anti-anarquista. Pero revistió dos aspectos que es preciso
tener bien presentes, tanto para discriminación de las responsabilidades por la derrota de la
revolución española como para que las masas españolas, y especialmente las anarquistas,
saquen enseñanzas útiles a sus luchas futuras.
Los militantes anarquistas no fueron los más remisos, sino los primeros en tomar la
iniciativa de la formación de Comités, que automáticamente se transformaron en
Gobiernos locales. Cataluña fue la región donde más completamente dominaron. Su peso
social y la falta de organizaciones obreras fuertes que trabajaran premeditadamente por su
destrucción, cual hacían en el resto de España stalinistas y socialistas, condujo a la
formación del Comité Central de Milicias. Todo el poder político estaba concentrado en
manos de él. Las armas estaban en manos de los obreros que patrullaban asiduamente la
retaguardia. En el CC de Milicias se condensaba, aunque en forma imperfecta, el poder
obrero y campesino distribuido en los Comités de Cataluña y de las comarcas recuperadas
de Aragón. Durante las primeras semanas, el CC de Milicias sólo puede ser considerado
como un brote rudimentario de dictadura del proletariado. Los comités de base de la CNT
y sus dirigentes medios eran los agentes más numerosos y activos de la dictadura del
proletariado, aunque pretendan negarlo o ignorarlo. La alta dirección anarquista reflejaba
la actividad revolucionaria de las masas disminuyéndola y entrando en tratos desde el
primer día con el esqueleto del Estado burgués, ante el cual se preparaba a capitular. El
proceso previsto por la teoría marxista del Estado se impuso a los propios anarquistas.

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

Mientras no capitularon ante la Generalidad, se comportaron (reservas hechas de su


actuación ciega) como marxistas y no como anarquistas, no actuaron conforme a los
nociones ácratas anti-estatales, sino dando los primeros pasos de la dictadura del
proletariado preconizada por el marxismo, se comportaron como políticos y no
apolíticamente, digámoselo tratando de curarles el espanto mojigato que les inspiran las
expresiones “política” y “dictadura del proletariado”.
Pero la conciencia en la actuación es decisiva en el período crítico de la revolución.
Los anarquistas carecían de ella. Teniendo en la mano todo un Estado obrero al que sólo
era preciso estructurar mejor, estableciendo una relación democrática entre las masas y los
Comités, entre éstos y el Comité Central de Milicias, los anarquistas, humildemente
seguidos por el POUM, decidieron dar cuerpo al esqueleto del Estado burgués. El Comité
Central de Milicias se convirtió en Gobierno de la Generalidad. Por ese acto, metieron a la
revolución en una trampa inmensa de la que resultó la derrota de las masas a manos del
Estado burgués así rehecho; de la derrota de las masas resultó la victoria de Franco.
Lo mismo ocurrió en el resto de España, si bien los Comités-gobierno no llegaron a
adquirir la importancia que en Cataluña, debido a la oposición premeditada de stalinistas y
socialistas. Cuando el Gobierno de Caballero estaba en vías de liquidar completamente los
Comités, los anarquistas se incorporaron a él. Por el portillo del apoliticismo y la teoría
anti-estatal, los dirigentes anarquistas resbalaron hasta la colaboración con el Estado
burgués, el peor enemigo de la revolución social. Indudablemente, si los anarquistas
hubiesen tratado de aplicar conscientemente la teoría marxista del Estado, habrían podido
conseguirlo fácilmente. Las masas la habían aplicado ya rudimentariamente. Para vencer la
resistencia de socialistas y stalinistas, hubiese bastado que las masas comprendieran que
torpedeaban su poder naciente. En lugar de hacérselo comprender los anarquistas se
sumaron a los torpeadores. Las “circunstancias excepcionales” con que han tratado de
justificarse, son un ridículo tartamudeo. Precisamente en circunstancias excepcionales es
cuando se aplican las ideas revolucionarias. Los anarquistas, puestos ante la alternativa de
luchar por un Estado obrero o incorporarse al Estado burgués, eligieron el segundo
camino. La única razón seria que puede darse de su comportamiento, son sus ideas, que les
impedían distinguir la diferencia entre el estado de una y otra clase y comprender la
necesidad de la toma del poder político por el proletariado. Añadiendo una experiencia
más a las anteriores, España muestra que el apoliticismo se convierte fácilmente, en las
“circunstancias excepcionales” de la revolución, en política burguesa.
Cuando la burguesía, por medio del Frente Popular, hubo logrado someter a su
disciplina a la CNT, la FAI y el POUM, las organizaciones más susceptibles de ayudar a la
toma del poder político por los Comités-gobierno, se inició descaradamente la marcha
contra la revolución., empezando por la destrucción de los Comités. El stalinismo
desempeñó el papel de director de la orquesta contrarrevolucionaria. [...] Azuzado por el
stalinismo, Largo Caballero inició nuevos reclutamientos para las guardias Civil, de Asalto
y Carabineros, maquilladas con el nombre de Guardia Nacional de Seguridad. Cuando el
Gobierno se creyó bastante fuerte, empezó la ofensiva para desarmar a los proletarios y los
campesinos y liquidar las conquistas socialistas. En realidad, los contrarrevolucionarios
stalinistas y socialistas no eran fuertes sino teniendo la seguridad de que el anarquismo y el
POUM no tomarían medidas para impedir su intento. [...] Entonces, a fines de 1936, [el
Gobierno] descubrió públicamente su juego. Nuestra guerra no era una guerra civil, sino
una guerra de “independencia nacional”; en nuestra zona no se aspiraba a la revolución
social, sino a una “democracia de nuevo tipo”, es decir a la sociedad burguesa. Las
Juventudes Socialistas Unificadas, se reunían bajo la égida stalinista para asegurar a los
millonarios de París, Londres y Washington que no eran un partido de clase ni de
revolución social. El inmundo Carrillo ratificaba: “Conste que no hacemos una maniobra”,

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

mientras Comorera, calificaba de “tribus” a los obreros vencedores de la insurrección


fascista y de ladrones a los Comités expropiadores de la burguesía. Poco después las
cárceles se llenaban de revolucionarios y centenares de ellos morían asesinados por el
stalinismo o por la GPU.
[...] stalinianos y socialistas, tenían contra el triunfo del proletariado poderosos
intereses que defender. Los primeros por estar ligados a la burocracia que dirige la
contrarrevolución en la URSS; los segundos porque desde 1914 son el apéndice
“izquierdista” de la sociedad burguesa. Ambos partidos lo hubiesen perdido todo con el
triunfo de la revolución social. La “independencia nacional” y la “democracia de nuevo
tipo”, palas con que enterraron la revolución expresaban su necesidad y su decisión de
mantener el capitalismo. Dentro de él stalinistas y socialistas pueden aún jugar a la
izquierda y al liberalismo; dentro de la revolución triunfante sólo son concebibles como
cadáveres políticos.
La revolución española manifestó su carácter socialista de manera mucho más
poderosa e inequívoca que la revolución rusa. Kerensky tenía mayor fuerza que la
Generalidad, que Giral y que Caballero al principio. Los soviets eran mucho menos
generales en Rusia que en España los comités. Allí fueron impulsados por la obra
consciente de los bolcheviques, mientras que en España el poder se les vino a las manos
automáticamente porque condiciones materiales y acontecimientos empujaban en sentido
socialista. En Rusia, la propiedad fue arrebatada a la burguesía más por iniciativa del poder
bolchevique que por las masas; en España las masas mismas se apoderaron de la propiedad
y la disputaron obstinadamente al Gobierno cuando este empezó a devolver propiedades a
la burguesía o a tomarlas a su cargo en espera de devolverlas. [...] Es frecuente, sobre todo
en stalinistas y socialistas, distribuir la responsabilidad de nuestra derrota entre la ayuda de
Italia y Alemania a Franco, y la “no intervención” de las democracias. Si la burguesía
mundial, fascista y democrática, hizo cuanto pudo para dar el triunfo a Franco, no menos
hicieron los gobiernos del frente Popular, particularmente el de Negrín. A medida que los
señores de la “independencia nacional” y la “democracia de nuevo tipo” iban adquiriendo
mayor dominio, había menos democracia, progresaban las tropas de Franco, disminuía la
capacidad de lucha de nuestra zona, aumentaba la homogeneidad de la zona dominada por
el enemigo, se reducía la solidaridad del proletariado internacional y cundían en los
puestos oficiales de nuestra retaguardia el arribismo, la especulación y la inmoralidad,
benévolamente tolerados a cambio de una adhesión a la conducta stalinista de la guerra. Y
el día que Negrín pudo declarar que mantenía en España un orden más severo que ningún
otro Gobierno en los últimos cincuenta años, el triunfo de Franco estaba asegurado. Orden
burgués es siempre, inevitablemente, sinónimo de contrarrevolución. [...]

3.21. G. Munis: “Génesis de la Unidad Nacional”. Contra la Corriente


número 7. Publicación del Grupo Español en México de la IV
Internacional. México, septiembre 1943
[...] Internacionalmente la unidad nacional es una vieja política bajo la cual se han
ocultado invariablemente los intereses de la burguesía. En el sistema de la propiedad
privada la explotación del proletariado por la burguesía no puede cesar. No hay comunidad
de intereses sino oposición, y por lo tanto ininterrumpida lucha de clases. [...]
El marxismo (y no es marxista sino aquel que rechaza, en todas las ocasiones sin
excepción, la colaboración de clases) ha estigmatizado siempre la unidad nacional, en
cualquiera de sus grados y bajo sus múltiples disfraces. [...] Cuando, en 1914, la unidad
nacional arrasó la II Internacional, que la había incubado potencialmente durante largo
tiempo, una minoría revolucionaria la combatió como una traición a los principios del

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

marxismo. Su lucha dio por resultado el triunfo de la revolución rusa, la primera


afirmación proletaria en la historia. De ella surgió la III Internacional, destinada por sus
fundadores a arrancar el proletariado a la tendencia colaboracionista y organizarlo en todos
los países para la revolución mundial. Durante cinco años, de 1919 a 1924, la Internacional
Comunista se mantuvo fiel a los principios de su fundación. [...] La de los años
revolucionarios de la III Internacional, junto con la comprensión de las causas de su
degeneración, constituye la más excelsa escuela revolucionaria para las jóvenes
generaciones. Se puede partir de ahí para adelante; quienes niegan o incomprenden esa
experiencia, no servirán sino para poner obstáculos a la marcha revolucionaria del
proletariado.
Toda la historia revolucionaria puede resumirse sin exageración en lucha
continuamente renovada contra el espíritu de unidad nacional, introducido en las filas
obreras por sus propios dirigentes. La fuente general es el principio colaboracionista o
ruptura con los objetivos históricos del proletariado, su resultado último la conversión del
movimiento obrero en un degradado apéndice izquierdista de la burguesía.
[...] la idea del FRENTE popular, como la de cualquier otro bloque
colaboracionista era impedir que el proletariado llevase hasta sus últimas consecuencias la
lucha contra la burguesía. La victoria de las masas sobre los militares y la guerra civil
misma, eran una contrariedad, un estorbo para la gente del Frente Popular. Esa era la
guerra de clases y la guerra de clases no la querían ellos, la temían, les aniquilaba; la guerra
de clases, para emplear el lenguaje stalinista, es trotskismo. Contra ella dirigieron sus
esfuerzos desde el 19 de julio hasta la victoria de Franco. La paz con los militares,
designada en el lenguaje oficial con la expresión “reconciliación entre todos los
españoles”, estuvo presente desde el primer día en los proyectos del gabinete Negrín-
Stalin-Prieto. [...]
Igual que durante la guerra civil, el stalinismo aparece hoy como el guía de los
propósitos conciliadores. Es el único que ha formulado un programa más acabado de
unidad nacional. Le siguen, o bien compiten con él, todos los demás renegados. Lo más
que puede producirse entre ellos son rivalidades de mangoneo. Políticamente no hay
desacuerdo entre el stalinismo y la tendencia socialista de Prieto. En cuanto al
anarcosindicalismo y la borrosa izquierda socialista, continúan, como en España, sin
adoptar una posición de clase y cayendo aquí y allí en el principio stalinista mismo, aunque
tampoco ahora dejen de hablar contra el stalinismo como tendencia. En fin, los
conciliadores de ayer piden hoy abrazar a requetés, generales y falangistas; los auxiliares
de los conciliadores siguen auxiliándoles por su incapacidad para oponer a la colaboración
el principio de frente único proletario y clase contra clase. A esta incapacidad se debe la
fuerza aparente del stalinismo y en ella reside un terrible peligro para el futuro movimiento
revolucionario español. La clase obrera, principalmente los anarquistas o socialistas de
izquierda, deben reaccionar.

3.22. Editorial de Comunismo. Órgano del “Grupo Bolchevique-leninista


Español” (IV Int.), nº 1. [Francia], noviembre 1943
[...] El título de COMUNISMO no es desconocido para los militantes españoles.
Órgano de la Izquierda Comunista (Sección española de la Oposición Comunista
Internacional) fue el primer portavoz de los BL españoles en su lucha por la defensa de los
principios leninistas frente a la degeneración staliniana.
Liquidada política y orgánicamente la antigua Izquierda Comunista, con motivo de
las discrepancias surgidas sobre el problema de la entrada en la social-democracia que
determinaron a los dirigentes centristas de la antigua Izquierda Comunista a fusionar con el

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

“Bloque Obrero y Campesino” (fusión que por si misma implicaba el abandono de la


concepción bolchevique sobre el partido y la Internacional) Comunismo desaparece. Y es
solamente más tarde, en plena guerra civil, que la bandera del trotzkismo militante fue
izada de nuevo por La Voz Leninista y el Grupo BL español (IV Internacional) sosteniendo
la política revolucionaria frente a todas las traiciones y abandonos de las organizaciones y
partidos que abrieron paso a la derrota.
Terminada la guerra civil, y bien que alineadas sobre el programa de la IV, las
divergencias en nuestras filas trajeron como consecuencia la coexistencia de 2 grupos: “La
Voz Leninista” (IV) y “Nuevo Curso” (por la construcción de la IV). Las divergencias
existentes entre ambos grupos estribaban sobre la forma como la IV había sido proclamada
y sobre la manera en que conducía su función en el terreno político, de organización y en
la formación de los cuadros, todo ello en función de la lucha contra las corrientes
oportunistas que el retroceso general del movimiento obrero había hecho surgir en el seno
de la vanguardia proletaria, hasta en sus puntas más avanzadas.
[...] Por importantes que hayan sido nuestras divergencias, la nueva situación
general abierta por la segunda guerra mundial, replanteando en una escala más superior los
problemas de la revolución proletaria, ha conducido a la fusión de los dos grupos en el
cuadro de la IV Internacional, constituyendo, repetimos, el embrión del partido en España.
[...]
¡Adelante en esta tarea! ¡Por la construcción del Partido! ¡Por la IV Internacional!

3.23. “Plataforma. Por una orientación revolucionaria de la vanguardia


obrera española. De la Revolución Española a la nueva guerra imperialista”.
Comunismo. Órgano del “Grupo Bolchevique-leninista Español” (IV Int.), nº
1. [Francia], noviembre 1943
[...] 1º) Para los trotzkistas españoles la situación se caracteriza por la contradicción
entre la debilidad numérica de sus cuadros y la capacidad de irradiación y de penetración
de sus concepciones y línea política, para la que ya están maduros a través de la
experiencia vivida vastos sectores del proletariado.
Esta desproporción entre la “cantidad” de la vanguardia consciente y el resto de la
clase se explica por el profundo período de retroceso vivido por el proletariado
internacional. En el plano español esta situación fue agravada por la liquidación del núcleo
trotzkista llevada a efecto por los ex-dirigentes de la antigua izquierda comunista.
2º) Este desnivel podrá colmarse rápidamente en el curso del nuevo período de
ofensiva de las masas trabajadoras, en cuyos períodos solamente realiza y asimila el
proletariado el sentido y las lecciones del pasado; de sus derrotas y de sus triunfos. Hasta
este nuevo período revolucionario y para llegar hasta él, el punto de arranque y de acción
de los trotzkistas españoles debe basarse y centrarse en la correlación de fuerzas existente
entre la vanguardia BL y las formaciones más avanzadas del proletariado y entre éste y las
demás clases de la sociedad.
3º) La tarea primordial en la etapa presente es la de contribuir a que los propios
militantes y los elementos avanzados de las filas anarquistas, reformistas, stalinianas y
sobre todo poumistas, asimilen la experiencia y sus conclusiones:
a) Concentración en manos del proletariado del poder político y económico
(Dictadura del proletariado) para asegurar el paso a la sociedad socialista. b) Necesidad del
partido revolucionario (bolchevique) como motor y guía de la revolución. c) Partido
mundial de la revolución socialista que corresponde al carácter de la presente época
imperialista (IV Internacional).

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

4º) Todo ello exige la crítica y la diferenciación más estricta vis a vis de los
partidos y organizaciones existentes en el medio proletario, en el plano nacional e
internacional y la dinámica afirmación frente a su impotencia y su fracaso de la política
bolchevique-leninista. Esta crítica se encuentra facilitada por las dudas y el escepticismo
de los obreros, y especialmente de los jóvenes en relación a sus organizaciones y doctrinas
tradicionales.
5ª) La crítica de todas estas organizaciones tomará su verdadero alcance
acompañada de la polémica con las fracciones de “izquierda” que surjan de su seno como
incipiente expresión de la radicalización de la base: Amigos de Durruti, jóvenes socialistas
de izquierda, Izquierda del POUM, saludando y facilitando todo paso adelante de estas
tendencias, la crítica trotzkista debe señalar constantemente su carácter indeciso y la
imposibilidad de ninguna cristalización sólida en el campo de la revolución proletaria al
margen del programa de la IV Internacional. La lucha por una dirección revolucionaria, en
suma por el partido, pasa por la discusión con todos estos grupos y fracciones de la
vanguardia. La iniciativa deberá ser tomada desde nuestro campo, igualmente como su
cristalización en las más variadas y simples formas orgánicas: comités de enlace, de
alianza, de solidaridad, grupos de estudios revolucionarios, de defensa sindical, etc...
6º) La construcción del partido revolucionario a través de la experiencia mundial y
española pasa igualmente por las luchas diarias y las reivindicaciones preparatorias:
libertad de los obreros y campesinos presos, amnistía para los emigrados políticos, contra
la pena de muerte, por la desaparición de los campos de concentración y de trabajos
forzados, contra la movilización, y otras sobre el abastecimiento y los salarios que la
situación reclama. Los BL las unen en su programa a otras de carácter socialista, los
comités revolucionarios y el poder.
7º) Lucha contra el aventurerismo, los peligros y la esterilidad de cualquier táctica
violenta (terrorismo individual, putchismo, agitación con vistas a acciones esporádicas)
que intente desarrollarse al margen del proceso general de la situación y sin tener en cuenta
la verdadera correlación de fuerzas, en cada situación concreta. Lucha igualmente contra el
oportunismo al servicio y a remolque de unas fracciones burguesas contra otras y de unos
imperialismos contra los imperialismos adversos, aunque cubiertos demagógicamente con
engañosas banderas. Las luchas intestinas en el seno de la burguesía española y mundial
abren las mejores perspectivas de victoria al proletariado a condición que sepa afirmar y
desarrollar frente a ellas su propia acción de clase.
8º) Es imposible prever y desarrollar aquí todas las variantes que pueden y deben
conducir a la formación del partido, ni concretar las incidencias polémicas a través de las
cuales precisará su pensamiento y delimitará su fisonomía y sus cuadros. Premisa
indispensable de ello es la viviente existencia del núcleo trotzkista (IV Internacional) que
fuerte de su programa y de su acción internacionalista será su centro aglutinante y
propulsor.
9º) La supervivencia del régimen capitalista sólo es posible acompañado de la
guerra imperialista, la miseria, la opresión colonial, nacional, junto al estancamiento y el
retroceso de las fuerzas mundiales de la economía a causa de la continuación de la
propiedad privada y de las fronteras nacionales. La estrecha dependencia de un país a otro,
de uno a otro continente, el carácter internacional de la lucha revolucionaria, el
internacionalismo del proletariado y de su vanguardia (IV Internacional) se basan en este
carácter mundial de la economía, cuyo desenvolvimiento progresivo exige un régimen
mundial y socialista: Los Estados Unidos Socialistas del Mundo. La descomposición del
capitalismo mundial, a través de las crisis económicas y de las guerras imperialistas ha
empujado de tal modo al primer plano el carácter internacional e internacionalista de la
presente crisis revolucionaria, que dicho carácter y la línea política que de él se desprende

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

son la piedra de toque y de diferenciación entre las fuerzas bolcheviques y las formaciones
reformistas, stalinianas y centristas. Apartarse de esta línea internacionalista con el pretexto
de no alejarse hoy demasiado de las masas es una traición que el proletariado y su
vanguardia pagarán mañana con la más sangrienta de las derrotas en la situación
revolucionaria mundial que la prolongación de la guerra imperialista prepara.
10º) Las tareas que corresponden hoy al proletariado mundial (transformación de la
guerra imperialista en guerra civil) y las tareas específicas de preparación y dirección de su
vanguardia sólo son posibles en el marco de la nueva internacional revolucionaria (la IV)
continuadora de la Internacional Comunista de Lenin y Trotzky, y que arranca de todo el
movimiento y la rica experiencia de la antigua Oposición Comunista de Izquierda
(Trotzkistas).
11º) Independientemente de las diversas tácticas que hayan surgido en estos
últimos años en las filas trozkistas, se impone hoy la necesidad de reagrupar todos los
militantes y todos los núcleos que continúan desenvolviéndose bajo la línea política
“bolchevique-leninista”, paso este de primera importancia en la lucha por la construcción y
el afianzamiento de la IV Internacional. La necesidad de este reagrupamiento viene
impuesto por la urgencia de aparecer efectivamente como un centro de cristalización a los
ojos de las nuevas capas proletarias que de día en día ven en los trozkistas la dirección
futura de las luchas revolucionarias de mañana.
Enero 1943

3.24. “Por la construcción del partido revolucionario en España.


(Resolución aprobada en la conferencia del Grupo BL Español)”.
Comunismo. Órgano del “Grupo Bolchevique-leninista Español” (IV
Internacional), número 2. [Francia, diciembre 1943]
[...] CONCLUSIONES.
El grupo BL español (IV Internacional) que se considera constituyendo el embrión
del Partido revolucionario de España, formula así las líneas generales de suposición en la
situación presente:
-Denuncia esta guerra como una guerra imperialista. En ella se discute la
dominación del mundo por un solo imperialismo, y la liquidación de la URSS. Los Estados
Unidos de América, son, en la actual correlación de fuerzas imperialista, el candidato a
esta denominación. Su triunfo, como el de cualquier otro concurrente significaría la caída
de la Humanidad en la barbarie.
Habiendo llegado a la fase de putrefacción, el sistema imperialista no puede ofrecer
a la Humanidad ninguna otra perspectiva.
-Afirma la necesidad de la transformación de la guerra imperialista en guerra civil,
por la derrota de la propia burguesía y por la fraternización en los frentes y en los países
ocupados. Entendiendo por fraternización la lucha revolucionaria conjunta con los obreros
uniformados de los países “enemigos”.
-Declara que la conquista violenta del Poder y el establecimiento de la Dictadura
del Proletariado es la sola vía revolucionaria conduciendo a la victoria. Preconizar la
constitución de Asambleas Constituyentes es aceptar la derrota antes de entablar la lucha.
El período que se abre es el período de los Comités, de los Soviets. El período de la
revolución socialista.
-Denuncia como la traición más vergonzante la colaboración de clase. Contra los
Frentes Populares, Bloque Patrióticos, Frentes de Unidad Nacional, etc... La independencia

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

de clase del proletariado es la primera condición para la lucha y la sola garantía para la
victoria. Por el internacionalismo obrero. Por una solidaridad revolucionaria del
proletariado internacional en sus luchas y sus objetivos.
-Declara que la Revolución española es de tipo socialista. Solamente la dictadura
del proletariado resolverá los problemas de la revolución democrático burguesa.
-Reafirma el derecho de los pueblos a disponer de sí mismos. Por la independencia
de los pueblos coloniales. ¡El Marruecos española a los moros!
-Defiende las conquistas que restan de la revolución de Octubre en la URSS contra
la amenaza abierta del imperialismo (Alemania) o “amistosa” (América) y contra la casta
contrarrevolucionaria de la burocracia soviética, liquidadora de las conquistas del
proletariado ruso.
- Por los Estados Unidos Socialistas del Mundo.
- ¡Viva la IV Internacional!
Diciembre 1943

3.25. G. Munis: “Algunas ideas sobre las guerrillas”. Contra la Corriente


número 14. Publicación del Grupo Español en México de la IV
Internacional. México, abril 1944
La historia de las guerrillas es tan vieja como la historia militar de la humanidad.
Desde los tiempos más remotos los hombres han recurrido a ellas de cuando en cuando. Su
aparición ha sido invariablemente un fenómeno producido por la incapacidad militar del
país que lo produjo, para hacer frente a ataques o invasiones de un adversario. Tratando de
cubrir el cometido de defensa nacional que fuera incapaz de desempeñar la fuerza armada
regular, las guerrillas llevan en su éxito una necesidad de transformación en nueva fuerza
armada nacional. Directa o indirectamente constituyen, de hecho, una desarticulación de la
misma.
Cuando la fuerza armada de una nación es destruida y esta misma sojuzgada, si
resta hálito para la lucha por la independencia y las condiciones topográficas lo permiten,
aparecen partidas de guerrillas. No se conoce un solo caso en la historia, en que estas
hayan logrado por si mismas vencer a los invasores. O han sido exterminadas en tiempo
más o menos largo, o, con el auxilio de pertrechos y tropas de países enemigos de los
invasores, éstos han sido finalmente vencidos. Al mismo paso, las guerrillas han ido
convirtiéndose en la base de un nuevo ejército nacional, esto es, en el brazo armado de la
clase propietaria.
El ejemplo más característico, por más general y positivo, es el de las guerrillas
españolas contra la invasión napoleónica. A pesar de su número considerable, de la
acometividad que mostraron y de su espíritu liberal, a pesar de la favorable topografía
española y del escaso desarrollo de la técnica militar de la época, la expulsión de las tropas
francesas no pudo lograrse hasta que las tropas inglesas establecieron en la península un
frente continuo. A medida que éste progresaba se reconstituía un nuevo ejército español en
el que progresivamente fueron fundiéndose la mayoría de las guerrillas. Sin embargo, entre
la monarquía derrotada y prisionera de Napoleón, y la mayoría de los guerrilleros, existía
una seria oposición política. Al ser repuesta en el poder la monarquía como resultado de la
acción conjunta de las guerrillas, el ejército inglés y el nuevo ejército regular español, las
guerrillas, o bien quedaron incorporados al último o fueron disueltas por la monarquía y
ahorcados aquellos de sus jefes enemigos del absolutismo borbónico. La lucha por una
constitución y por las libertades democráticas constituía indudablemente motor
principalísimo de la acción guerrillera. Pero no habiendo podido librar la batalla contra el

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

absolutismo en el terreno social, único en el que se pueden ganar victorias políticas, la


acción guerrillera aprovechó finalmente a la monarquía feudal.
Durante la larga guerra civil siguiente a la revolución rusa de 1917, numerosas
partidas guerrilleras surgieron espontáneamente en auxilio de los bolcheviques. El
gobierno revolucionario les daba indicaciones, las armaba y trataba de coordinar su acción.
Partidas hubo que prestaron importantes servicios en la guerra contra los ejércitos blancos.
Con todo, el balance general de la acción guerrillera fue más negativo que positivo. El
propio mando del Ejército Rojo (Trotsky apoyado por Lenin) hubo de pronunciarse contra
las guerrillas y poner en marcha su incorporación total al Ejército Rojo. La
desorganización a que daban lugar sobrepasaba con mucho los servicios que prestaban a
retaguardia de las filas enemigas. Ni siquiera al servicio de un poder revolucionario, como
cuerpo auxiliar de un ejército auténticamente libertador, han logrado las guerrillas cumplir
un cometido serio, no digamos ya cubrir un objetivo social. Menos que nunca pueden
hacerlo en las condiciones militares y políticas actuales.
Con toda seguridad, cuanto se ha dicho sobre la acción de las guerrillas en la
URSS, los Balcanes y Francia, está considerablemente exagerado por la propaganda, aun
lo dicho de las que operan en territorios menos fragosos. Por sí sola, la calidad de las armas
modernas imposibilita a las guerrillas toda acción estrictamente militar de envergadura.
Suponiendo que lograsen extenderla con ayuda de otras potencias, las guerrillas se
convertirán en ejército y éste en instrumento de las potencias suministradoras (casos Tito y
Mikhailivich). Pero lo que principalmente impide a las guerrillas, por muy revolucionarias
que se las suponga, una acción realmente positiva, es la contradicción entre sus métodos de
lucha y los métodos necesarios a la transformación social requerida hoy. Esta
contradicción expresa prácticamente otra más general y de principios: la contradicción
existente entre una lucha por la reconstrucción del estado-nacional burgués y la lucha por
la revolución proletaria. La primera desemboca en el método de las guerrillas, sin que
importe su grado de efectividad militar, la segunda desemboca en la lucha social, practica
el método de clase contra clase, sin distinción de fronteras ni uniformes. Cada uno de los
métodos contradice al otro y lo debilita en la medida en que se extiende. En la
preponderancia del uno o del otro va la preponderancia del objetivo nacional-burgués o la
del proletario-internacionalista. Este último posee métodos inconmensurablemente más
numerosos y efectivos de hostilizar la retaguardia enemiga y debilitarla. Incluso la técnica
militar moderna ofrece grandes posibilidades de empleo contra el enemigo, sin que el
enemigo pueda emplearlas contra nosotros. [...]
Las guerrillas que hemos visto surgir en Europa, lejos de estar dirigidas por un
poder revolucionario, lo están en general por poderes reaccionarios. Las que se conservan
independientes, sea por causas técnicas o políticas, caerán inevitablemente bajo la férula de
los mismo poderes reaccionarios que las otras, o bien serán exterminadas entre ajenos y
aliados. Los elementos que se salven tendrán que integrarse a la lucha social, el punto por
donde debieron haber comenzado. Generalmente están dirigidas por gente interesada en la
reconstitución de las viejas nacionalidades burguesas, tanto vale decir, por gente
contrarrevolucionaria. Su composición es, sin duda, mucho mejor, fundamentalmente
campesinos y una minoría de obreros desesperados, fugitivos de las autoridades ocupantes
o simplemente impacientes por naturaleza y equivocados en cuanto a las posibilidades y
objetivos de las guerrillas. En un medio en que la opresión capitalista propia se mezcla en
proporciones diversas con la opresión de un capitalismo extranjero, no puede extrañar que
sectores de la burguesía nacional traten de canalizar todo el odio de las masas contra el
capitalismo, hacia el opresor extranjero únicamente. El eco que encuentran en los
campesinos medios y acomodados es una reacción concorde con la larga tradición
individualista de esas capas sociales, pero ya en contradicción con sus intereses. En la

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

educación retardataria del campesinado se concretizan todas las taras sociales heredadas
del capitalismo y aun de épocas anteriores. Sin posibilidad material de mejoramiento bajo
el capitalismo, sigue aguardando recibir en propiedad un lote de tierra o, cual en Francia,
mira con nostalgia hacia atrás, a los tiempos en que el cultivo de la granja le permitía dotar
a sus hijas y reservar algunos taleguillos en el banco local de ahorro. El último en
movilizarse contra la opresión, el campesinado, cuando lo hace, tiende a adoptar formas de
lucha extremas, y antisociales si la oportunidad se le presenta. Son esas las características
que harán de él el último emancipado. [...] es preciso combatir el particularismo
campesino, atraerle de la lucha de guerrillas a la lucha social.
No se necesitarán tantos esfuerzos con el proletariado. El número de obreros
incorporados a las guerrillas es seguramente insignificante, aunque ningún dato nos
permita asegurarlo con precisión. Pero su posición en el mecanismo económico obliga al
obrero a considerar sus problemas en conjunto con la clase a la que pertenece. No sueña
con el pasado ni puede aspirar a convertirse en propietario. La lógica de su autodefensa le
lleva al planteamiento de demandas en unión de sus compañeros de trabajo. Pero no está
excluido que el proletariado, aun sin prestar gran apoyo activo a las guerrillas, se deje
seducir por su actuación. [...] Ni siquiera podría extrañar [...] que grupos honradamente
revolucionarios se deslumbrasen con la acción guerrillera y la presentasen, sino como
panacea, sí como un importante auxiliar de la lucha revolucionaria general al que la
población, por tanto, debiera otorgar toda su colaboración.
Tendencia peligrosa que se impone combatir. La bárbara opresión que ha abatido
sobre Europa el imperialismo nazi-germano tenía necesariamente que suscitar en los
pueblos una poderosa resistencia. Encuadrando la opresión nazi en sus verdaderos
términos112, considerando las necesidades latentes en los pueblos de Europa y el mundo, la
acrecentada resistencia se define por sí misma como el proceso de transformación de la
guerra imperialista en guerra civil. Suponiendo que su desarrollo normal y necesario no
fuese turbado por factores de dislocación, su culminación sería el triunfo de la revolución
proletaria, el acabóse para el sistema capitalista de propiedad.
Ahora bien, los movimientos de guerrillas en general y los de centroeuropeos más
terminantemente, interfieren en la transformación de la guerra imperialista en guerra civil
impeliendo la resistencia revolucionaria de las masas a objetivos burgueses. De
esencialmente revolucionaria e internacional, transforman la resistencia en nacional,
burguesa y subsidiaria del imperialismo. [...] A la ya avanzada transformación de la guerra
imperialista en guerra civil, las burguesías nacionales, auxiliadas por las guerrillas, el
stalinismo y el socialismo, procuran oponer la vuelta a la guerra imperialista.
El deber de los revolucionarios en Europa consiste en favorecer cuanto lo permita
la situación la culminación de la guerra civil actualmente en brote, y combatir todo lo que
se oponga a ella. Tarea imposible de cumplir sino movilizando a las masas explotadas por
sus intereses particulares. El problema de acabar con la opresión no es militar, es social; no
es nacional, es internacional. Las guerrillas, sobre presentar una dirección de contrapelo,
tratan de sustraer a la lucha de clases los hombres más combativos. Debilitan más que
refuerzan la lucha revolucionaria y preparan un pedestal a la propia burguesía. No hacen al
caso las intenciones de los componentes individuales de las guerrillas. El puesto de los
revolucionarios está en las fábricas, en los campos, en la deportación a Alemania, allí
donde las masas han de resolver sus propias situaciones, donde se encuentra la fuerza
capaz de resolver los problemas que agobian a los pueblos.

112
[Nota de Munis]: Véase mi artículo “Independencia nacional y revolución proletaria bajo el terror nazi
en Europa”. Contra la Corriente, nos. 12 y 13.

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

La necesidad de la revolución social es tan imperiosa para Europa, que la tendencia


nacionalista representada por las guerrillas perjudica al propio campesinado tanto como al
proletariado. [...]
Las masas pobres se equivocan y desvían, sobre todo cuando las que se llaman sus
organizaciones, que siguen monopolizando el poder de la propaganda, están vendidas al
enemigo de clase. La nueva dirección revolucionaria tiene que formarse y abrirse paso
luchando contra las organizaciones stalinistas y socialistas, enseñando a las masas lo
contrario de lo que estas les embuten en el cerebro. El porvenir de la revolución europea
depende de la capacidad de las minorías revolucionarias para oponerse actualmente al
curso nacionalista marcado en común por burgueses, stalinistas y socialistas. Frente a ellos
deben elevar el programa y los métodos de la revolución proletaria europea. Lucha de
masas, fraternización de soldados y explotados, profundización de la guerra civil contra la
burguesía en general, atracción del campesinado a la órbita de la lucha proletaria, quitar
toda base de masas posible a los explotadores y sus cómplices que en la emigración o en
Africa aguardan su turno.
Los pueblos comprenderán, comprenderán mucho más pronto de lo que a primera
vista parece. Quienes, sin temores ni influencias de las estupideces propagandistas de hoy
sepan mantener en alto el estandarte de los objetivos y los métodos de la revolución
proletaria, no tardarán en arrebatar la confianza de las masas y abrir un nuevo capítulo en
la historia de la humanidad.

3.26. [G. Munis]: “¡Vivan los combatientes de mayo!”. Contra la


Corriente número 15 y 16. Publicación del Grupo Español en México de
la IV Internacional. México, mayo-junio 1944
El primero de mayo, día de lucha de los oprimidos contra los opresores, transcurre
por cuarta vez, desde que comenzó la matanza imperialista, en un ambiente de solidaridad
con los opresores, por parte de los dirigentes stalinistas y social-demócratas. En lugar del
grito revolucionario: “¡Proletarios de todos los países, uníos!”, lanzan y practican esta otra
divisa: ¡Proletarios de todos los países, mataos en beneficio de vuestros explotadores!
Si falsificado y traicionado es el significado de la jornada proletaria del primero de
mayo, muy pocos además de nosotros reivindican plenamente el levantamiento obrero de
Barcelona, el 3 de mayo de 1937. Para el proletariado español esta es una fecha tan
memorable y gloriosa como la del 19 de julio de 1936. En ella demostró que no estaba
dispuesto a dejarse arrebatar mansamente por el frente popular lo que conquistó a los
fascistas con las armas en la mano. Dirigida esta insurrección contra los enemigos de la
revolución que se cuelgan un marchamo comunista, socialista o anarquista, la actitud que
se guarde ante ella es el mejor metro de que dispone el proletariado español para delimitar
a los revolucionarios de los oportunistas y de los traidores.
El resultado más importante del 19 de julio, fue el siguiente: Sublevadas contra el
proletariado amenazante todas las fuerzas coercitivas del estado capitalista, quedaron
destruidas por el triunfo obrero. En una época revolucionaria, el único sostén real de la
sociedad capitalista es la violencia ejercida por sus cuerpos coercitivos. Destruyéndolos
por su contrainsurrección, el proletariado destruía del mismo golpe la sociedad capitalista.
Si, contrariamente a como ocurrió, el frente popular hubiese podido emplear una parte
importante de las fuerzas armadas capitalistas contra la otra sublevada, acto seguido abría
abierto el fuego contra las masas; la propiedad privada y su estado no hubiesen sufrido
gran cosa. Pero, salvo excepciones, la mayoría obligadas por el universal levantamiento de
las masas, los cuerpos armados burgueses hicieron causa común con altos jefes militares y

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

fascistas. Derrotados por el empuje del proletariado, éste quedó como elemento
predominantemente armado. La expropiación económica de la burguesía siguió como
consecuencia natural de su desarme. No hay capitalismo sin desarme del proletariado,
como no puede haber verdadero armamento del proletariado sin socialismo. Destruyendo
los cuerpos coercitivos burgueses, las masas inauguraban la revolución.
Debido a la ceguedad apolítica del anarquismo, y en parte al oportunismo político
del POUM, el triunfo obrero no fue completado por la destrucción total del estado
capitalista y su apéndice indispensable, el frente popular. Ello imposibilitó la organización
de un estado proletario con sus correspondientes cuerpos armados. El estado burgués se
dio cuenta con asombro de que aún podía pensar en rehacerse de su derrota, a condición de
cubrir convenientemente su naturaleza de clase con los dirigentes obreros dispuestos a
prestarle ese servicio. No había sino demasiados listos para esa tarea. Por su intermedio
comenzó sin tardanza la obra de destrucción de lo conquistado en Julio, insensiblemente al
principio, cada vez más general y cínicamente, sin pérdida de tiempo los enemigos de la
revolución emprendieron la reconstrucción del estado capitalista. Inexistentes los
organismo coercitivos de éste, una de las primeras preocupaciones del frente popular había
de ser la de organizar otros. Se recurrió para ello a los raros islotes que quedaban de las
antiguas instituciones, reforzándolas con millares de nuevos ingresos. El partido stalinista,
indiscutiblemente el más decidido enemigo de la revolución, procuró desde el primer día
situar a incondicionales suyos en los puestos de mando. Más tarde, con el control del SIM,
llegó a disponer de casi todas las fuerzas represivas.
En la misma proporción en que progresaba la reconstitución de los institutos
armados capitalistas, aumentaban los ataques públicos y la insolencia de la
contrarrevolución frentepopulista. Su más importante objetivo había de ser el desarme del
proletariado. Iniciado bajo el gobierno Caballero con la disolución de las milicias de
retaguardia, había ya hecho muchos progresos antes de Mayo, excepto en Cataluña,
mediante otras medidas suplementarias. Obreros y campesinos habían sido atacados en
diversos lugares por guardias de asalto y carabineros. La campaña contra los comités,
contra las colectividades y contra las Patrullas de Control en Cataluña, recurría a todas las
calumnias burguesas sobre los “rojos traganiños”, preparando una atmósfera de carnicería
contra el proletariado. Mes a mes, la contrarrevolución hacía progresos ante los ojos de
todo el mundo. De la mayoría de puestos directivos y de control eran arrojados los
hombres que los ocuparon al día siguiente de Julio, para ser substituidos por burgueses o
burócratas stalinistas y socialistas, decididos enemigos de la revolución. Coronando la
meticulosa campaña contrarrevolucionaria, el estalinismo preparó en Cataluña una
provocación, con el intento de hacer una buena sangría entre los elementos más
revolucionarios, desarmar totalmente al proletariado y adueñarse de la situación. Un
destacamento de guardias de asalto a las órdenes del estalinista Salas, con la complicidad
del stalinizante Aguadé, comisario de orden público de Cataluña, allanaron el edificio de la
compañía telefónica, queriendo quitar por la fuerza el control del ramo a los trabajadores.
Estos resistieron, se inició el tiroteo en el interior del edificio y pocas horas después todo el
proletariado barcelonés estaba en las barricadas, defendiendo sus conquistas amenazadas.
Ninguna lucha, ni la del 19 de julio, ha sido tan vertiginosa ni entusiástica. En
pocas horas toda la ciudad quedó en manos de los obreros. Las fuerzas de la reacción
habían sido embotelladas en el pequeño cuadro que rodeaba al edificio de la Generalidad.
Esta misma no fue tomada por los trabajadores porque la dirección anarquista paralizó su
marcha. En lugar de ponerse a la cabeza de los insurrectos para evitar su derrota o el
triunfo completo de los contrarrevolucionarios, si la victoria proletaria era imposible,
paralizó la acción armada y se colocó en la posición de mediador. Enseguida llegaron en
avión desde Valencia líderes nacionales de la CNT y la UGT a ordenar “¡alto el fuego!”,

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

condenar la lucha y aconsejar el abandono de las barricadas. Desoyendo los insistentes


gritos lanzados a través de la radio por los dirigentes, el proletariado catalán continuó sobre
las armas durante varios días, negándose a la retirada. Presentía que a éste seguiría una
derrota terrible. Por primera vez en la historia se dio el caso de una insurrección
comenzada y continuada contra la voluntad de los dirigentes de la organización a que
perteneció la inmensa mayoría de los insurrectos. El proletariado catalán y español en
general, debe blasonar justamente de ello.
Se puede improvisar una insurrección, pero no un triunfo revolucionario, menos
aún cuando la totalidad de las organizaciones obreras, en una forma u otra, está contra el
proletariado. La intervención de los dirigentes cenetistas y ugetistas logró convertir una
brillante victoria militar del proletariado en una espantosa derrota política, como los
combatientes presentían al escuchar la radio desde las barricadas. Retirados al fin de ellas,
tras varios días de inútil espera a que los comités superiores se pusieran a su lado, a la
retirada obrera siguió una orgía triunfal de la contrarrevolución estaliniano-republicano-
socialista. Inmediatamente, el asesinato de revolucionarios fue la principal actividad de las
fuerzas staliniano-burguesas. En las cárceles hubo enseguida muchísimos más presos
obreros que fascistas. Los pocos vestigios que quedaban del poder obrero, el armamento y
las conquistas de Julio, no tardaron en desaparecer. Se arrebató así al proletariado su
principal causa de lucha contra Franco, lo que constituía su fuerza y su más poderoso
instrumento de triunfo. Con la derrota obrera de Mayo, Franco ganó, sin meter la mano, su
principal batalla. La columna dorsal de la revolución socialista había sido rota. Ya no
podía hacerle frente con su vigor inagotable.
La actitud de cada organización durante aquellas jornadas de lucha callejera mide
con gran precisión su grado de proximidad o de separación de los intereses
revolucionarios. Stalinistas y socialistas estuvieron decididamente en las barricadas de la
contrarrevolución; el anarquismo y el POUM, como organizaciones, entre dos aguas,
recomendando la primera el cese de la lucha, y plegándose la segunda a las decisiones de
la otra. Únicamente dos pequeñas organizaciones, la Sección bolchevique-leninista de
España (IV Internacional) y los “Amigos de Durruti”, apoyaron sin reservas el
movimiento, tratando de darle objetivos conscientemente revolucionarios y de evitarle la
derrota. Pero toda la masa proletaria catalana, casi sin excepción, empuñó las armas frente
a los progresos de la contrarrevolución. Es un orgullo para la clase trabajadora española no
haberse dejado arrebatar la revolución sin lucha. Por la actitud de oposición o reserva
respecto a las jornadas revolucionarias de Mayo puede juzgarse sin equivocación hasta
donde llega el oportunismo de cada organización. Lección importante que se revelará de
gran utilidad en el porvenir.

3.27. “Gestación de la revolución europea”. Contra la Corriente número


17. Publicación del Grupo Español en México de la IV Internacional.
México, julio 1944
[...] En resumen, los imperialistas yanki-británicos y el gobierno del Kremlin tratan
de salvar a toda costa a la burguesía europea, la nazi incluida. No retrocederán ante
ninguna infamia y se valdrán principalmente de los llamados “socialistas” y “comunistas”.
A su programa reaccionario y capitalista el proletariado debe enfrentar el de la revolución
internacional. Ellos dicen, ¡viva el capitalismo!, y el proletariado debe responder, ¡viva la
revolución social!, ellos proclamarán los estados nacionales, y el proletariado debe
responder, ¡abajo las fronteras!; ellos gritan ya, ¡mueran “los criminales alemanes”!, y el
proletariado debe responder, ¡viva el proletariado y la revolución alemana!; ellos quieren

256
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

balcanizar políticamente y dividirse económicamente Europa, y el proletariado debe


responder, ¡vivan los Estados Unidos Socialistas de Europa!; valiéndose de sus obreros
convertidos en soldados, ellos esperan ahogar en sangre la revolución europea, y el
proletariado debe responder, ¡viva la fraternización de todos los oprimidos, uniformados o
no, contra los opresores!
La experiencia pasada enseña que Kerensky triunfante es Noske, es Negrín, y que
detrás de ellos se oculta el fascismo; por el contrario, Kerensky derrotado por los
trabajadores es la revolución proletaria. El problema decisivo, en Europa, consistirá en
saber derrotar a los múltiples Negrín-Noske larvados en las filas socialdemócratas y
stalinianas.

3.28. “Tras la matanza la pauperización”. Contra la Corriente número


18. Publicación del Grupo Español en México de la IV Internacional.
México, agosto 1944
Aún no ha cesado la guerra imperialista, las víctima caerán todavía por centenares
de miles, cuando ya se anuncian las espantosas consecuencias de aquella. Tras de haber
ensangrentado al mundo sacrificando en su holocausto millones de hombres, mujeres y
niños, el capitalismo se prepara a hacerle pagar con hambre las consecuencias de su guerra.
En el sistema actual no hay lugar para una distribución equitativa de las cargas, como
tampoco lo hay para una distribución equitativa de los beneficios, de la riqueza y del
bienestar social. Después de haber hecho recaer sobre las masas pobres durante la guerra el
principal tributo de sangre y la totalidad del tributo de miseria, la burguesía mundial
empieza ya a tomar medidas para hacerles cargar también con el fardo fabuloso de paro
obrero y hambre que producirá la crisis económica de post-guerra.
[...] Radioscopia repugnante de las entrañas de la sociedad capitalista. Morid por la
patria, por “la libertad” o por el “espacio vital” (grita en todos los tonos la burguesía), y
millones de hombres, medio engañados por la propaganda, forzados siempre por la
coacción del capitalismo y su estado, mueren en los campos de batalla y en las retaguardias
bombardeadas, mientras los capitalistas amontonan millones sobre millones, bajo los
mismos lemas. Cesa la guerra, y entonces, los mismos intereses capitalistas que la
produjeron lanzan a la miseria y a la degeneración física mediante el paro, a los mismos
hombres a quienes pidieron e impusieron sacrificios y muerte.
¿Cuál es la razón para que millones de hombres sean lanzados al hambre? No
existe más que esta: los intereses de los capitalistas. El mundo está muy lejos de tener un
excedente de mercancías con su capacidad productiva actual. ¡Lejos de ello! El amasijo
fantástico de riquezas destruido por la guerra, suponiendo que se hubiese aplicado a la
producción para el consumo, distaría aún bastante de satisfacer las necesidades de todos
los habitantes del planeta. La inmensa mayoría de ellos han vivido y viven en la más
espantosa y embrutecedora miseria. Las invenciones y adelantos de la técnica moderna no
son disfrutados más que por una insignificante minoría de hombres. Así como la industria
ha trabajado a toda marcha para satisfacer las necesidades de la matanza imperialista, debe
continuar trabajando para satisfacer las necesidades de consumo de la humanidad. No
sobraría entonces ni un solo hombre; al contrario, tendría que activarse el empleo de
nuevos métodos técnicos que aumentasen la capacidad productiva del hombre. Se opone a
ello el sistema de propiedad actual, que produce únicamente en cuanto la venta produce
riquezas a los capitalistas. Mas como la capacidad de compra de la inmensa masa
explotada es mantenida constantemente a raya, en el mínimo, por la propia ley del
beneficio capitalista, la humanidad vive en un régimen de constante miseria agravada

257
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

periódicamente por las crisis económicas del capitalismo. Ni de la miseria ni de las crisis
puede librarse la humanidad sin deshacerse previamente del sistema capitalista de
propiedad. Y habiendo alcanzado éste su máximo desarrollo posible, el problema adquiere
caracteres de vida o muerte para la humanidad y para la civilización.
¿Cómo luchar contra estas terribles amenazas? ¿Mediante sociedades de socorros
mutuos? ¿Mediante un subsidio del estado burgués a los obreros parados? No, todo esto,
sin dejar de reivindicarlo el proletariado, serían alivios momentáneos que no darían
solución al problema. Las masas deben buscar una solución radical y no conformarse con
limosnas del estado capitalista. El proletariado de todos los países debe exigir una
ESCALA MÓVIL DE HORAS DE TRABAJO, con un jornal mínimo que le asegure una
subsistencia digna. “A menos de entregarse él mismo a la degeneración, (dice el programa
de la IV Internacional), el proletariado no puede tolerar la transformación de una parte
creciente de obreros en parados crónicos, en miserables que viven de las migajas de una
sociedad en descomposición. El derecho al trabajo es el único derecho serio que tiene el
obrero en una sociedad basada sobre la explotación”. La clase trabajadora se defenderá así
homogéneamente y no permitirá, como en el pasado, que la reacción capitalista saque
provecho de los antagonismos creados por ella entre obreros con trabajo y obreros parados.
Cierto, los capitalistas y sus gobiernos argüirán que la escasez de ventas no les permite
dividir el número de horas de trabajo existentes por el número de obreros y emplearlos a
todos. Ello sólo demuestra que el capitalismo es un estorbo para el bienestar y el progreso
de la humanidad. [...]

3.29. Grupo Comunista Internacionalista (Sección española de la IV


Internacional): “Al proletariado español”. [Octavilla]. [Francia],
septiembre 1944
Bajo el peso de las contradicciones propias del régimen burgués; por la presión
creciente del resurgir revolucionario del proletariado, y por las derrotas militares, el
aparato hitleriano (que vino manteniendo por el terror el sistema capitalista en Europa) se
hunde inexorablemente.
Los imperialismos rivales de Alemania multiplican sus esfuerzos para eliminarse
un concurrente en la política de anexiones y bandidajes contra los pueblos, al mismo
tiempo que se disponen a tomar posiciones decisivas con vistas a su acometida contra la
Unión Soviética. Mas, por otra parte, la caída de Hitler hiela de pánico a la burguesía
mundial y constituye la preocupación máxima del imperialismo anglo-sajón.
Los Gobiernos de Washington y de Londres y, con ellos, los reyes de industrias y
de la Banca, saben que el derrumbamiento de Hitler impulsará la revolución en Alemania y
en Europa entera.
Imbuidas de esta preocupación, las potencias llamadas democráticas trazan hoy en
las Conferencias de Quebec los más detallados planes para detener la ofensiva de la clase
obrera y para reemplazar, sin graves consecuencias, al hombre que, en 1933, estas mismas
“democracias” ayudaron a tomar el poder con la misión de aplastar la revolución en
Alemania y fuera de ella.
Desviar en todas partes la acción de los trabajadores por el canal “democrático”,
patriótico o “antifascista” (según la situación de cada país) a fin de que las convulsiones
violentas del presente ciclo revolucionario no ataquen los fundamentos del régimen
capitalista, tal es la obsesión de la burguesía y el tema de discusión en Cancillerías,
Conferencias de Quebec y consejos de Ministros desde donde se fulmina ya a los soldados

258
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

y trabajadores que intentan fraternizar con los obreros revolucionarios y las masas
laboriosas de Alemania.
La burguesía “aliada” y sus lacayos en el movimiento obrero se esfuerzan con
redoblado tesón en impedir que el proletariado internacional emprenda la lucha
independiente por sus objetivos de clase, por su liberación de clase; por la conquista del
poder hacia la instauración del Socialismo: única salida que a la Humanidad se le ofrece
para no caer en la barbarie.
Que este dilema histórico (Barbarie o Socialismo) se decida en uno u otro sentido;
es decir que la crisis se resuelva dentro del marco del podrido sistema capitalista, o bien
por la destrucción de éste y la implantación del Estado Obrero, depende únicamente de la
lucha del proletariado internacional y, en último análisis, de su ala más consciente: su
vanguardia.

***
Como parte integrante de la vanguardia revolucionaria nos dirigimos hoy a los
demás elementos que se reclaman de ella para exigirles que se reincorporen a la lucha
activa de clase, INDEPENDIENTE, allí donde se encuentren y para que sacudan esa
especie de escepticismo producto de una incomprensión sobre la actitud (bien normal en
tales gentes) de jefes y jefecillos sedicentes obreros que hacen llamadas a la Unión
Nacional, atando así al carro de la burguesía los intereses y aspiraciones de clase de los
trabajadores.
La lucha no está perdida por el hecho de que los lacayos de la burguesía
“democrática” o patriota persistan consecuentemente en la vía de la colaboración de clase
y se esfuercen en castrar la voluntad revolucionaria de los trabajadores. La lucha, ya
comenzada, hay que seguirla y es preciso que esta vez sea ganada. Mas para ello es
necesario que a ese escepticismo, producido además por unas recientes ilusiones fallidas y
que viene minando las reservas revolucionarias de un gran sector de la vanguardia
española, suceda la energía combativa y la decisión de romper los puentes “democráticos”,
“nacionales”, o de otro orden que la burguesía y sus servidores tienden.
La rica experiencia de las luchas obreras en España, no puede ser olvidada por
ninguno. De todos es sabido el terror blanco que imperaba durante la Dictadura primo-
riverista: los salarios de hambre, los fusiles de la Guardia Civil, el inmenso poder de la
Iglesia, el paro, la miseria, las cárceles.
Pero si en la República se operaron mejoras (arrancadas en todo caso por la lucha
del proletariado) las bases económicas del Estado, del sistema burgués, permanecieron
intactas. Los grandes terratenientes, el capital financiero, el poder económico de la Iglesia,
las instituciones armadas convertidas de la noche a la mañana al republicanismo, siguieron
intangibles mientras que el paro crecía y los jornales bajaban. Dueña por entero de las
palancas económicas, la burguesía encontró en 1936 la ocasión y la fuerza para lanzarse
con la sublevación militar-fascista a resolver la crisis en su provecho, y a rescatar las
migajas que se vio obligada a dar durante el bienio republicano socialista bajo la presión de
las masas.
La República de los Azaña-Prieto-Zamora, al dejar subsistentes y defender los
sacrosantos derechos de la propiedad privada, reanimó la reacción burguesa. Y Franco,
paralizado en los primeros meses por la respuesta revolucionaria del 19 de Julio, se veía
más tarde en triunfador gracias a la coalición fascista germano-italiana; gracias a la
coalición “democrática” del Comité de No-intervención, y gracias a la República de los 13
Puntos que, con todo y luchar contra Franco, disolvía los Comités de Julio, destruía o
corrompía las Colectividades obreras y campesinas; encarcelaba y perseguía a los

259
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

militantes de vanguardia y a las “tribus” revolucionarias ... mientras le ofrecía la mano


tendida al clero.
Franco no venció por el solo hecho de que recibiera ayudas directas o indirectas de
la burguesía mundial. Estas ayudas estaban previstas. La burguesía será siempre y en todo
momento solidaria en sus tareas contrarrevolucionarias. Como lo fue en 1918-19 en
Alemania y lo es ya de nuevo. Como lo fue en Rusia en el 17 y se apresta de nuevo a serlo
contra la Unión Soviética.
Franco venció, ante todo, porque la clase obrera española, carente del Partido
revolucionario, fue sacrificada en aras de la democracia burguesa. Es decir de la misma
causa y de los mismos principios por los cuales se la llama hoy a combatir.
Tal es la lección primera que el proletariado español debe tener presente de la
experiencia de sus pasadas luchas si quiere huir de otra derrota.

***
Ante la perspectiva inmediata del hundimiento de Hitler, que es la perspectiva de la
revolución internacional por una Europa Socialista-Soviética, el proletariado español debe
prepararse para las tareas comenzadas y truncadas en 1936. La lucha contra el régimen
franquista, es la lucha por la revolución. Franco, como Hitler, debe arrastrar tras de sí, en
su caída, el edificio del régimen burgués.
A los manejos turbios y a las claras traiciones de los que quieren volver a un 14 de
Abril o cosa parecida, los obreros y campesinos sabrán oponer el espíritu y la acción que
animaron los combates del 19 de Julio.
Ante los amaños y chapuzas de “Frentes Nacionales” o “Frentes Antifascistas” que
sólo alcanzan a buscar la manera de relevar a Franco y su Falange como para el centro de
Europa se busca el modo de reemplazar a Hitler y sus SS, opongamos la UNIDAD DE
ACCION DEL PROLETARIADO ESPAÑOL, única fuerza capaz de aplastar al Caudillo
y al Estado burgués que lo sostiene.

***
Frente a la colaboración de clases, la lucha de clases.
- Por la disolución del Ejército, Guardia Civil y de Asalto y la constitución de
MILICIAS OBRERAS. Por el armamento del proletariado.
- Por la expropiación de los terratenientes y la distribución de tierras a los
campesinos.
- Por la socialización de la gran industria y del transporte y la nacionalización de la
Banca.
- Por la demolición del poder económico y político de la Iglesia y la disolución de
Congregaciones religiosas. La religión es el opio del pueblo.
Abajo los Gobiernos nacionales y de unión sagrada. Por el resurgir de los Comités
del 19 de Julio.
¡VIVAN LOS COMITÉS DEL 19 DE JULIO!
¡ABAJO LA GUERRA IMPERIALISTA!
¡VIVA LA REVOLUCIÓN PROLETARIA!
Septiembre 1944. Grupo Comunista Internacionalista.
(Sección española de la IV Internacional)

260
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

3.30. Grupo comunista Internacionalista (Sección Española de la IV


Internacional): “Carta Abierta: A los obreros revolucionarios que
militan en el POUM”. [Carta Abierta]. [¿París, abril 1945?]
Camaradas:
No os decimos nada nuevo con señalar que la situación internacional, dominada
por más de cinco años y medio de guerra, se caracteriza hoy por el ascenso de la crisis
revolucionaria, crisis que, a no tardar, repercutirá en España en este proceso de la
transformación de la guerra imperialista en guerra civil.
[...] El período de la revolución proletaria está abierto en Europa. [...] si el
proletariado no logra dotarse de su dirección revolucionaria, la derrota de la revolución
será inevitable por muy lejos que vaya la ofensiva de las masas.
[...] Como militantes de la IV y perseverando en nuestro afán de construir el
Partido revolucionario de España por la sola vía que un partido revolucionario puede y
debe comenzar a ser construido: esto es, por la vía de la discusión ante los trabajadores,
sobre cuantos problemas conciernen a sus intereses de clase (y que no hallarán solución
fuera del marxismo revolucionario) entramos en comunicación con vosotros a través de
esta carta en la que nos limitaremos a tratar de la crisis del POUM.
Nuestro grupo (en el que se han integrado militantes que han hecho indistintamente
sus experiencias en el POUM, en la Juventud socialista y en el Movimiento Libertario) no
podía ser mero espectador de tal crisis. Ni reducirse a proclamar que todas las críticas que
los bolcheviques-leninistas vinieron haciendo del centrismo del POUM se han visto
confirmadas, y que la crisis de hoy no es ni más ni menos que el resultado de una política
de medias tintas, basada en el empirismo, en las vacilaciones y en los compromisos con las
tendencias conservadoras y pequeñoburguesas [...] Los militantes de la IV internacional
faltarían a un deber elemental si no acudieran en la medida de sus fuerzas, a ayudar a los
revolucionarios del POUM, cómo de no importa qué otro partido, a desembarazarse de
reformistas y capituladores para orientarlos hacia posiciones revolucionarias.
[...] Reducir el problema de la crisis a una simple cuestión orgánica, de disciplina, y
esperarlo todo de la prometida celebración de un Congreso, al cual se le atribuyen no se
sabe qué clase de milagros, es condenarse a la impotencia. [...] La cuestión que está
planteada no es “reconstruir” o “liquidar” el POUM, sino liquidar los vestigios de una falsa
política; revisar el pasado remontándose a 1936, y aún antes; reconocer y repudiar los
errores cometidos, y elaborar, en fin, una plataforma de acuerdo con la actual etapa de
ascenso revolucionario en Europa.
[...] Una opinión muy extendida en los medios de vuestro partido consiste en creer
que éste se ganará las simpatías y confianza de las masas, debido a las persecuciones y
asesinatos de que ha sido víctima tanto por la contrarrevolución republicano-socialista-
staliniana, como por la de Franco. Ni las masas revolucionarias tienen en cuenta el
martirologio de ninguna organización obrera para otorgarle la confianza y la defensa de sus
intereses, ni ningún partido que se precie de revolucionario hace de sus muertos y de la
represión sufrida un banderín de enganche en sustitución de un programa.
[...] a fin de combatir eficazmente la política que arrastra al partido a la
colaboración de clases, los revolucionarios del POUM deben delimitarse de sus aliados,
llevándolos a la discusión para dar una respuesta clara a la siguiente cuestión: ¿Por qué a
pesar de las condiciones objetivas favorables para el triunfo de la revolución española, el
POUM fracasó como partido que decía defender el marxismo revolucionario?
A esta cuestión no podrá responderse más que afrontando la discusión sobre los
puntos siguientes: Participación del POUM en el Frente Popular de Febrero del 36. Su
entrada en el Gobierno de la Generalidad. Su actuación en el transcurso de la revolución

261
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

española. Y, en fin, sobre la tarea urgente de construir el partido revolucionario de España,


así como de sus relaciones con la vanguardia bolchevique-leninista internacional.
“Sin teoría revolucionaria, no hay revolución posible”. Esta frase de Lenin, que el
POUM reproducía en su prensa y pancartas; pero a la que el POUM no le dio vida; debe
ser la consigna que los militantes revolucionarios adopten para vencer a los capituladores,
reformistas y conciliadores. Es la única manera de que la crisis se resuelva en provecho de
la clase obrera.
El Grupo comunista internacionalista español se dirige a todos los militantes,
grupos o fracciones del POUM que digan mantener posiciones marxistas revolucionarias
proponiéndoles entablar la discusión común sobre la base de la experiencia de la
revolución española y la situación obrera internacional, a fin de propulsar la construcción
del partido revolucionario de España.
Partido que o será construido bajo los principios del bolchevismo mantenidos por
la IV Internacional y que constituyen la experiencia de varios años de luchas
revolucionarias del proletariado mundial, o no se construirá jamás.
Grupo comunista internacionalista (Secc. esp. IV Int.)

3.31. “Tesis política del Grupo Español de la IV Internacional en


México. Revolución número 2-3, abril-mayo de 1945 y número 4-5, de
junio-julio de 1945
Todo proyecto de acción proletaria en España debe tener como respaldo una crítica
completa y justa del período revolucionario anterior, principalmente la guerra civil. Sin un
balance general del mismo y del papel desempeñado por las diferentes organizaciones
obreras, será imposible que las masas encuentren la ideología y las formas orgánicas
indispensables a su triunfo. Volverán a ser entregadas a la reacción por la mano de los
líderes envueltos en colorines obreristas. Sentada esa crítica, el movimiento obrero español
debe considerar su propia marcha y su meta, en indisoluble relación con la marcha y la
meta del movimiento revolucionario europeo, expresión la más densa del problema que
afronta el mundo entero.
El período revolucionario anterior, largo desde la caída de la monarquía hasta el
triunfo de Franco, no puede ser definido de otra manera que como la crisis de la sociedad
capitalista española en busca de su salida socialista. Una de las causas principales de su
final solución revolucionaria fue la negativa del partido llamado socialista a considerar la
crisis social como manifestación inmediata de la necesidad histórica de la revolución
socialista. Tras un período de verbalismo proletarizante, a la misma negativa llegó el
partido llamado comunista. Uno y otro vieron en la crisis social, no la necesidad de
arrancar las bases del capitalismo y dar cima a la revolución socialista, sino la necesidad de
afirmar y extender un capitalismo democrático. Con una falsa apreciación de la situación y
una falsa meta, ambos partidos frenaban en lugar de impulsar el movimiento
revolucionario, lo empujaban a un callejón sin salida, facilitando los progresos y el éxito de
la reacción. La clase no debe considerar esa actitud de los partidos “socialista” y
“comunista” equivocación fortuita, sino bien intencionada. Se deriva directamente de los
intereses particulares de las burocracias reformistas y stalinista, interesadas en desempeñar
el cometido de amigas y auxiliares del capitalismo.
Después de la victoriosa revolución rusa, la fracasada revolución española ha
contribuido, más poderosamente que ninguna otra, a demostrar que el capitalismo ha
alcanzado mundialmente un grado de desarrollo que le impide continuar existiendo sin
organizar de una manera u otra su dictadura incontestable. La democracia burguesa pasó

262
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

definitivamente a la historia con el grado de desarrollo y las formas de explotación de la


propiedad capitalista que le dieron la vida: el librecambio. A la época del gran capital
monopolizador e imperialista corresponde el totalitarismo político. Los períodos de
democracia burguesa, (más ficción que realidad), no duran sino el tiempo indispensable
para que la balanza de la lucha de clases se incline hacia la revolución o hacia la
contrarrevolución. Aquellos países cuya revolución democrática no ha sido hecha o se ha
quedado incompleta, deberán darle cima como parte de la revolución socialista, puesta en
práctica desde el poder por el proletariado y los campesinos pobres. Como revolución
democrática independiente, es decir, burguesa, no se consumará nunca. Países atrasados y
países avanzados, tienen ante sí la misma alternativa: revolución socialista o bárbara
dictadura capitalista. La forma que esta última tome, fascista, clérigo-militar-fascista,
militar y policiaca o plutocrática, dependerá de las características de las clases propietarias
en cada país y del proceso concreto de la lucha de clases.
El período revolucionario español abierto en 1931, debió conducir rápidamente al
triunfo de la revolución proletaria. Las masas pusieron en movimiento toda la energía
necesaria, pero lo impidieron la política pro-capitalista del socialismo, a la que se sumó el
stalinismo tras un instante de chalaneo pseudo-revolucionario, y la política “apolítica” del
anarquismo. Rechazada desde el poder por la coalición republicano-socialista, la ola
revolucionaria entró en reflujo en 1933, se recuperó e hizo un intento de ataque general en
octubre de 1934, fallido a causa de una inhibición completa de la dirección socialista,
reaccionó de nuevo en 1936, ganó la disminuida victoria electoral de febrero y tomó ya un
carácter manifiesto de revolución socialista. Una vez más, la revolución proletaria tenía
ante sí la posibilidad de una victoria rápida y fácil. Pero, como antes la coalición
republicano-socialista, el frente popular no había hecho llamamiento a las masas para
darles el triunfo, sino para encerrarlas dentro de los oprimentes muros de un capitalismo al
que pretendía imponérsele como aliado. Poniendo en práctica su intento, reprimió las
actividades de las masas, desorganizó y obligó a retroceder la ola revolucionaria, dio a la
reacción medios materiales y oportunidad para sublevarse.
La gestión del frente popular, desde febrero a julio de 1936, produjo las
condiciones necesarias para que la reacción tratase de imponer su dictadura. Desde el
punto de vista histórico, la sublevación militar-fascista era un intento de la burguesía para
estabilizar su poder, continuamente amenazado a pesar de los auxilios socialistas y
stalinistas. En cualquier caso la burguesía hubiese procurado salvarse por medio de la
violencia. Pero sus posibilidades de victoria, e incluso sus posibilidades de insurrección,
habríanse reducido al mínimo o a la nada, si el frente popular, principalmente las
organizaciones obreras que le daban toda su importancia, no hubiese rechazado la
revolución, salvando desde el poder a una burguesía y unos militares que preparaban
públicamente el asesinato de las masas. La necesidad histórica que para el capitalismo era
su dictadura, pudo adquirir viabilidad en la sublevación militar-fascista, gracias a la
colaboración de clases practicada en el frente popular por socialistas y stalinistas.
A pesar de todo, al estallar la sublevación reaccionaria, las masas conservaban
bastante energía para vencerla en la mayoría del país, sobreponiéndose a los últimos
frenazos del frente popular. La revolución socialista inundó todo el territorio donde las
masas triunfaron de los representantes armados de la burguesía. La condición principal
para el cambio fue dada por este hecho decisivo en todo movimiento revolucionario: la
burguesía fue desarmada; se armaron en cambio el proletariado y los campesinos pobres.
Como consecuencia, se desmoronaron el estado capitalista y la propiedad que le servía de
base, surgiendo paralelamente la propiedad socialista y los cimientos de un nuevo estado,
los comités de obreros, campesinos y milicianos. Por el solo hecho de haber vencido,
desarmado y disuelto las fuerzas armadas representativas de la burguesía, el mundo

263
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

capitalista cedía naturalmente el puesto a un nuevo mundo socialista. ¿Puede haber


confirmación más terminante de que la crisis social española era la crisis del tránsito al
socialismo? ¿Puede haber confirmación más terminante, en consecuencia, de que la
política de colaboración con la burguesía “democrática” practicada por stalinistas y
socialistas era, en realidad, una política anti-revolucionaria utilísima a la reacción?
Pero aun debía venir una confirmación más terminante. El frente popular que no
había hecho más que oponerse a la acción de las masas, resultó muy debilitado, no vencido
por completo con el triunfo de ésta. Inmediatamente inició la reconstitución de los cuerpos
coercitivos capitalistas deshechos por la victoria de las masas, para poder imponerse
enseguida como estado burgués, desarmar las masas y terminar finalmente con la
propiedad socialista, devolviéndola a “sus legítimos poseedores”. Hipócritamente, en
nombre de la guerra contra Franco, el Frente Popular fue arrancando una a una todas las
conquistas de las masas, aquello por que se batían, lo que constituía la razón única de la
guerra civil. Si Franco hubiese podido dictar a los líderes stalinistas y socialistas una
política, que debilitando la capacidad de lucha de nuestra zona, hubiese elevado al máximo
las probabilidades de una victoria franquista, no habría dictado otra que la practicada por el
frente popular. La revolución socialista, triunfante, pudo haber derrotado a Franco y
movilizado decenas de millones de explotados en todo el planeta, contra sus respectivos
opresores. La lucha contra la revolución socialista practicada por la coalición gobernante
en nuestra zona, sólo podía conducir a nuestra derrota y a su apoteosis de la
contrarrevolución mundial que ha sido la carnicería imperialista iniciada en 1939,
inmediatamente después de que los coaligados en el frente popular, habiendo dado el tiro
de gracia a la revolución socialista, dejaron el paso libre a Franco.
La victoria del franco-falangismo no se debe a ninguna causa externa, cual
ladinamente pretenden los responsables. Hitler y Mussolini ayudaron mucho a Franco, sí.
Encarnación del triunfo de sus respectivos capitalismos sobre la revolución proletaria
alemana e italiana, tenían que ir en socorro de cualquier burguesía en peligro, porque su
derrota representaba un peligro inmediato para ellos. Además, ayudando a Franco, Hitler y
Mussolini procuraban sustituir en España su propia influencia imperialista a la influencia
imperialista de Inglaterra, Francia y EEUU. Preparaban la guerra por la dominación
mundial. Francia, Inglaterra y EEUU sí, crearon el Comité de No-Intervención vendiendo
subrepticiamente armas a Franco y ayudándole financieramente al mismo tiempo que
empujaban continuamente a la derecha nuestros gobiernos de frente popular, que no
deseaban otra cosa. Intervenían así de dos maneras a favor de Franco. Tomaban también
medidas protectoras de su futura guerra contra el Eje. El gobierno de Stalin, traidor de la
revolución rusa, intervino, sí, vendiéndonos pocas y caras armas, pero a condición de que
sus mercenarios españoles, por presión suya los más pérfidos enemigos de la revolución
socialista, obtuviesen directa o indirectamente el dominio gubernamental y del armamento.
La intervención de Stalin vino a ser así, en nuestra zona, la más útil a Franco. Igual que los
otros, aprovechó la guerra civil española para tomar posiciones con vistas a la futura guerra
imperialista. Pero, como la burguesía aun personificaba en él cierto peligro bolchevique,
recelando aceptarle por aliado, Stalin tenía que desvanecer todo recelo, demostrando, por
su intervención en España, sus habilidades para hacer picadillo una revolución. Con todo,
el factor decisivo de nuestra derrota está en la política contrarrevolucionaria de los
gobiernos del frente popular, verdadera intervención directa contra las masas pobres, única
fuerza que podía derrotar al bando fascista. Alemania, Italia, Francia, Inglaterra y Estados
Unidos, hacían lo que les dictaban sus intereses capitalistas; la burocracia stalinista hacía
también lo que le dictaban sus intereses particulares, totalmente anti-socialistas; pero el
frente popular y cada uno de sus gobiernos, diciendo estar con las masas y querer la
victoria, hacían todo lo necesario para destrozar las masas y perder la guerra. ¿Por qué?

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

Digámoslo también: a los burócratas de los principales partidos constituyentes del frente
popular no les interesaba ganar la guerra civil como triunfo socialista sobre el capitalismo,
del proletariado sobre la burguesía; les interesaba “ganar” la guerra como abrazo de
Vergara que obligase la burguesía franquista a pactar con ellos, aceptándolos como
colaboradores e izquierda “obrerista”, sobre la base de la propiedad y el estado capitalista.
La designación genérica de frente popular es insuficiente para establecer bien las
responsabilidades por la victoria del franco-falangismo. Evidentemente, ninguno de los
partidos integrantes del frente popular tenía un neto carácter revolucionario, absolutamente
identificado con el interés supremo de las masas: el triunfo del socialismo. No hablaremos
de los republicanos, insignificantes numéricamente y sin ninguna proyección hacia el
futuro. Han vivido y se han conservado como figurantes políticos gracias al
aburguesamiento de las grandes organizaciones obreras. El frente popular no era otra cosa
que las organizaciones obreras voluntariamente sometidas al papel de comparsas del
capitalismo. Todas las que lo constituyeron o lo apoyaron incurrieron en responsabilidad
por la pérdida de la revolución española. Pero entre ellas hay diversos grados de
responsabilidad. La principal de todas recae sobre el partido comunista (stalinismo), que a
partir de la guerra civil se erigió en máximo defensor del capitalismo y sus instituciones,
dándole fuerzas de choque y su técnica de la calumnia y la falsificación para perseguir,
encarcelar, fusilar o simplemente asesinar los hombres y grupos más revolucionarios. A
partir de la guerra civil española, el stalinismo queda definitivamente catalogado en el
mundo como el sirviente del capitalismo más peligroso para las masas. Ni siquiera los
republicanos burgueses expresaron con tanto cinismo y defendieron con tanta mala fe la
política antiproletaria destinada a matar la revolución y liquidar la guerra civil con un
abrazo a los “buenos españoles” del bando franquista. Enseguida viene, en grado de
responsabilidad, el Partido socialista. Su tradicional política colaboracionista encontró en
el stalinismo un exponente aun más decidido y útil a la burguesía. Esa fue la causa
principal del preponderante papel desempeñado por el stalinismo durante la guerra civil,
mucho más que las armas rusas y la presión de los embajadores de Stalin. El Partido
socialista, como partido, fue solidario del stalinismo desde el primer día hasta el último de
la guerra. En la persona de Negrín y sus incondicionales, le prestó ejecutores de sus
intereses particulares, que al mismo tiempo ejecutaban el interés general del
colaboracionismo frentepopulista. Este fenómeno, de una parte de la burocracia reformista
pasándose al campo de la burocracia stalinista, no es nada fortuito, y se repetirá mientras la
segunda usurpe el poder en la URSS. Como elemento auxiliar del capitalismo, y como
corruptor de líderes obreros, el stalinismo es incontestablemente más poderoso que el
tradicional reformismo de la Segunda Internacional. La burguesía mundial verá en él su
más preciado instrumento. Lo que ocurrió durante nuestra guerra civil con Negrín y una
parte del Partido socialista, es un anticipo de lo que ocurrirá en todas partes, a medida que
se agudice la lucha internacional entre capitalismo y socialismo. Si la revolución fuese
derrotada otra vez, la burocracia stalinista absorberá la burocracia reformista y juntas
sostendrán el decadente mundo capitalista.
Ya durante nuestra guerra se produjo en el Partido socialista una reacción contra
esa absorción, la expresada por Largo Caballero y su dubitativa tendencia de izquierda.
Positiva en principio, fue, sin embargo, incapaz de contrarrestar revolucionariamente la
obra del stalinismo. Opuso a éste el tradicional reformismo socialista, cuando el stalinismo
no es más que un reformismo exacerbado hasta las últimas consecuencias, en el actual
mundo imperialista. Esa actitud, que llevó la izquierda socialista a colaborar desde el poder
con el stalinismo en los primeros meses de la guerra civil y a desvanecerse ante él, hace
recaer sobre ella una parte importante de la responsabilidad general por la pérdida de la
revolución y de la responsabilidad particular por la obra criminal del stalinismo. En el

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

futuro, la parte más obrera y revolucionaria del Partido socialista, no podrá impedir su
absorción por el stalinismo sino rompiendo política y orgánicamente con el reformismo e
incorporándose a la IV Internacional.
La responsabilidad del anarquismo es también grandísima. Sujetó a los
reaccionarios designios frentepopulistas y stalinianos la organización sindical más
revolucionaria que existía en Europa. Frecuentemente, cuando se reprocha a los
anarquistas la actitud que adoptaron durante la guerra civil, responden: “Somos enemigos
de toda dictadura, incluso de la nuestra”, o bien: “No podíamos hacer la revolución porque
éramos minoría”. Excusas malas. Todo el fenómeno político español era la lucha entre la
tendencia capitalista hacia la dictadura burguesa y la tendencia socialista hacia la dictadura
del proletariado. Una vez abierta la guerra civil, en nuestra zona sólo cabía organizar la
dictadura del proletariado, prácticamente triunfante el día 19 de julio, o dejar paso a la
dictadura de los colaboracionistas, tronera de la dictadura de los capitalistas representada
por Franco y Falange. Colaborando con el Frente Popular y sus gobiernos, el anarquismo,
como organización, se sumó a la dictadura de los colaboracionistas, destructora de la
revolución. Muchos anarquistas individualmente, pagaron por ello el asesinato o la prisión.
En segundo término, lo que todo obrero revolucionario debe reprochar al anarquismo es no
haber defendido la revolución con todas sus fuerzas. Haciéndolo, habría podido conquistar
la mayoría y desbancar la reaccionaria dictadura del frente popular; incorporándose a ésta
no podía conquistar ninguna mayoría, y dejaba mano libre a los enemigos de la revolución.
Como último recurso excusatorio se pretende que las necesidades de la lucha militar contra
Franco dictaban la colaboración con el frente popular mangoneado por el stalinismo. Todo
lo contrario. La victoria militar exigía el triunfo incontestable de la revolución socialista.
Destruyéndola, el frente popular causó el triunfo de Franco. Toda colaboración con el
frente popular entrañaba pues una disminución de nuestras posibilidades de victoria.
El último en el grado de responsabilidad, es el Partido Obrero de Unificación
Marxista (POUM), signatario del frente popular y colaborador gubernamental del mismo
durante los primeros meses de la guerra. Arrojado del gobierno por presión de Moscú, el
POUM, no se dio por norma la organización de la revolución y el poder proletarios, sino
que continuó ofreciendo sus servicios de colaboración. Aun siendo una minoría muchísimo
más pequeña que la CNT, el POUM disponía de una fuerza orgánica y de recursos
materiales suficientes para emprender la conquista de la mayoría contra el frente popular.
Como al anarquismo, se le reprocha no haber practicado una política de oposición
revolucionaria susceptible de conquistar la mayoría y establecer sólidamente el poder
proletario. El frente popular dificultaba la lucha contra Franco; el POUM dificultaba la
lucha contra el frente popular.
En fin, de la dolorosa experiencia de la guerra civil se deduce irrecusablemente la
ausencia de un partido obrero orgánica, combativa e ideológicamente soldado al supremo
interés histórico del proletariado y la humanidad: la revolución socialista. La construcción
de semejante partido será factor decisivo en el éxito de la próxima ofensiva revolucionaria.
A esa tarea se han entregado los cuartointernacionalistas españoles, desde vísperas de la
guerra civil. Por ello, durante la guerra, el stalinismo les hizo objeto de su reaccionaria
saña. Hoy, ilegalmente en España, emigrados en Francia o en América, los
cuartointernacionalistas continuamos nuestro trabajo de creación de un gran partido
revolucionario español. Llamamos a colaborar en nuestra obra todos los obreros fieles a la
lucha de clases.
El proletariado español, último baluarte de la acción anti-capitalista en el período
comprendido entre las dos guerras de saqueo y opresión, recogerá el fruto de su obstinada
acción revolucionaria devuelto en solidaridad del proletariado europeo. El segundo
cataclismo imperialista del siglo ha empujado hasta extremos la gran alternativa de nuestra

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

época: despotismo y barbarie imperialista o revolución y libertad proletaria,


resquebrajando la organización capitalista y lanzando a la revuelta las masas de todos los
países, la guerra ha engendrado el movimiento revolucionario más profundo y uniforme de
la historia. A Europa seguirán Asia, las partes más civilizadas de África, América y
Oceanía mismas. Del gran movimiento revolucionario europeo recibirán las masas
españolas energía, solidaridad práctica y ejemplo ideológico, para dar cuenta de Franco y
sus bases capitalistas.
La solidaridad en la actuación, ya iniciada, no hace más que apuntar la futura
unidad en la organización económica y política. Ningún país de Europa puede satisfacer
independientemente sus necesidades revolucionarias de progreso, nivelación económica y
libertad política. Unidos frente a un enemigo común, el imperialismo triunfante y sus
respectivas burguesías nacionales, deben necesariamente encontrar una solución común, si
no quieren ser empleados los unos contra los otros, hasta el aplastamiento de todos, por
capitalistas nacionales e imperialistas extranjeros, secundados por la burocracia stalinista.
Si el presente combativo de las masas españolas está directamente ligado al presente
combativo de las masas europeas, más estrechamente ligada aun está su futura
organización económico-política. Luchando por su revolución socialista, el proletariado
español ha de llegar a integrarse en los futuros Estados Unidos Socialistas de Europa. Toda
visión puramente nacional sería falsa, estrecha y reaccionaria. Igualmente falsa, estrecha y
reaccionaria, sería una visión “internacional” que no se basase en la toma del poder
político por el proletariado, la destrucción del estado burgués y la expropiación del
capitalismo. Sin esto, la palabra “unión” serviría para encubrir la opresión.
Franco ha sido hechura del capitalismo español y mundial. Pero, contrariamente a
Hitler o Mussolini, nunca tuvo tras de sí siquiera una parte importante de la población.
Triunfó ayudado directa o indirectamente por todo el mundo, desde Hitler hasta Stalin,
incluyendo nuestro frente popular. Desde entonces ha parecido estabilizarse debido a
varios factores. Ante todo al cansancio y la defraudación producidos en las masas por el
engaño de que las hizo víctimas el frente popular; en segundo lugar, porque la derrota de la
revolución española llevó rápidamente a una sublimación del triunfo del capitalismo
internacional: la guerra actual; en tercer lugar, contribuyeron a la consolidación de Franco
los grandes negocios hechos durante la guerra por la burguesía española, tanto con el
imperialismo ajeno como con el aliado. Sobre todas esas causas se añadía la represión, una
de las más bestiales que registra la historia. Salvando la represión, las demás condiciones
de estabilización están desapareciendo, en grados diferentes, con el fin de la guerra.
Particularmente la bonanza comercial y el desaliento de las masas. Al reconvertirse las
industrias de guerra de los países beligerantes en industrias de paz, la burguesía española
entrará irremediablemente en una aguda crisis. Datos de funcionarios franquistas la dan ya
por comenzada. Al mismo tiempo, las masas que se recuperan de la derrota, reciben y
recibirán en cantidades cada vez mayores, bocanadas vivificadoras del ventarrón
revolucionario que empieza a airear Europa. Se cumplirán así las dos premisas
fundamentales de toda victoria revolucionaria: debilitamiento y división del adversario;
cohesión y retemple ideológico de las propias filas. El proletariado español puede contar
como seguro que empieza a abrirse ante él una buena oportunidad de acabar con Franco y
Falange. Se trata de aprovecharla hasta el máximo, orientándose desde ahora a posiciones
que permitan completar el triunfo parcial que significará la caída de Franco, con el triunfo
decisivo de la revolución socialista.
En el nuevo período revolucionario, los plazos no serán tan largos como en el
anterior. En el pasado, las masas y los partidos obreros dispusieron de nueve años, antes de
que la lucha entre el proletariado y la burguesía se resolviese en favor de la segunda para
cierto número de años. En el futuro no se dispondrá quizás de la mitad del tiempo, a partir

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

de la caída de Franco. Esta deberá ser seguida de cerca por la revolución socialista o una
nueva reacción se instalará en el poder para varios decenios. Es un imperativo de la
situación particular española, totalmente coincidente con la situación europea en general.
La perentoriedad del dilema: reacción capitalista o revolución socialista, al agudizarse,
hará mucho más peligrosa para la revolución toda política pro-capitalista de las
organizaciones obreras, disfrazada bajo denominaciones democráticas o republicanas. Los
cuartointernacionalistas españoles deberán luchar enérgicamente contra el
colaboracionismo, por encubierto o leve que aparezca, y prepararse, en las zonas más
densas de proletariado industrial y de campesinado jornalero o pobre, a dar a la lucha
contra Franco y Falange un carácter clasista que permita en el período de tiempo más
breve posible dar cuenta del sistema capitalista español.
Las palabras “democracia”, y “unidad” son empleadas siempre con fines malsanos
por los adversarios de la revolución socialista. Particularmente en períodos de dictadura tan
cruel como la que padece España, pronunciadas por cualquier mercachifle político, tienen
un gran poder de embaucación. No es difícil descubrir la razón. En su desigual lucha
contra la dictadura gobernante, las masas sienten instintivamente necesidad de sincronizar
todos los golpes (unidad de acción), y de obtener los elementales derechos de expresión,
imprenta, reunión, etc. (lucha por la democracia). Demócratas burgueses y líderes obreros
en nada mejores que los demócratas burgueses, aprovechan esa necesidad profunda para
desviar las masas de su objetivo esencial. Enarbolando en términos generales las palabras
“unidad” y “democracia”, convierten la primera en unidad política del proletariado con la
burguesía, la segunda en cobertura de sus esfuerzos para impedir la muerte del sistema
capitalista. Tal es el caso de la Unidad Nacional patrocinada por el stalinismo, y de la Junta
Española de Liberación que auspician los dirigentes socialistas y republicanos. La primera
extienda el círculo de sus alianzas mucho más a la derecha que la segunda. Mientras el
stalinismo da el brazo a Gil Robles, requetés, monárquicos y falangistas en deserción,
socialistas y republicanos se conforman al viejo patrón colaboracionista de la coalición
republicano-socialista y el frente popular, pero no sin arrojar también cables de
reconciliación a todo lo que ha sido y es el franquismo. La diferencia no tiene nada de
esencial, y lo más probable es que se resuelva, pronto o tarde, en un acuerdo. Desde el
punto de vista proletario, tanto una como otra tendencia son colaboración de clase, unidad
nacional, deserción al campo del enemigo burgués. Como tal deben ser combatidas ambas
por el proletariado en general y por los cuartointernacionalistas en particular. Sin embargo,
desde un punto de vista táctico, se deducen diferencias considerables que deben ser tenidas
en cuenta para facilitar la ruptura de las masas con los colaboracionistas.
La tendencia socialista de Indalecio Prieto, principal sostén de la Junta de
Liberación, explota muy hábilmente esas diferencias. Son dos principalmente: su anti-
stalinismo, y su negativa a aceptar alianzas formales con los responsables de la
sublevación militar-fascista y demás ex-compinches o futuros ex-compinches de Franco.
Esto permite a la Junta de Liberación posar en izquierdista frente a su competidora
staliniana; y a la tendencia prietista en particular, le sirve, por una parte, para reagrupar en
su torno la informe izquierda caballerista, por otra para domesticar el “apolitismo”
anarquista convirtiéndolo en una tendencia estabilizada del colaboracionismo burgués. Ya
en México y en Francia, la izquierda socialista entra al redil marcado por Prieto, al mismo
tiempo que la CNT se incorpora a su Junta, o hace antesala en el pacto oportunista CNT-
UGT. Este éxito prietista tiene su origen principal en el oportunismo congénito de la
llamada izquierda socialista, y en la descarada tendencia a la colaboración de clases,
desarrollada en gran parte de los dirigentes cenetistas a partir de la guerra civil. Pero no
cabe duda que una parte considerable de obreros de todas las tendencias se siente inclinada
a aceptar o tolerar la junta de Prieto, precisamente a causa del antistalinismo exhibido por

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

éste en diversas ocasiones. Habiendo vivido la experiencia de la guerra civil, detestan


particularmente los métodos de doblez, falsificación y terror puestos en práctica por los
secuaces del Kremlin contra los grupos más revolucionarios. Es una reacción positiva en
principio, que debe ser aprovechada en beneficio de la revolución. En manos de Prieto y de
los colaboracionistas en general producirá a la larga, bien un vergonzoso compromiso con
el stalinismo, bien los mismos efectos reaccionarios que si el stalinismo mangoneara. El
antistalinismo prietista no tiene nada de proletario; refleja únicamente la defensa de la
burocracia reformista frente a la amenazante absorción por la enorme burocracia soviética.
Hoy mismo, en todos los países “liberados”, las dos burocracias coinciden contra la
revolución en todo lo que es esencial. Aunque la burocracia stalinista dependa
económicamente de la contrarrevolución rusa, y la otra del capitalismo “democrático”, de
donde cada cual saca sus características peculiares, ambas reflejan el peso económico y las
ideas del capitalismo en el seno de la clase trabajadora. Las masas no pueden esperar nada
positivo y revolucionario del antistalinismo reformista. Debemos explicárselo así clara y
constantemente. Al mismo tiempo hay que encauzar revolucionariamente el antistalinismo
sano de los obreros socialistas, cenetistas o sin partido. Sin acabar con los métodos
stalinistas y con su influencia en el movimiento obrero, la revolución es imposible. Pero
también es imposible acabar con esa influencia y dar cima a la revolución, por los métodos
reformistas de colaboración con el capitalismo. En ese terreno el más fuerte es el
stalinismo. Para extirpar sus métodos y su influencia funestos, el proletariado tiene que
pisar el terreno de la revolución; ahí es el más fuerte. En la etapa actual de la política
española, la lucha verdadera contra el stalinismo se condensa en la ruptura de los
compromisos burgueses contraídos por las organizaciones obreras, y en el establecimiento
de una unidad de acción contra Franco y Falange que deje al proletariado manos libres
para continuar la marcha hacia la revolución socialista. Los cuartointernacionalistas no
deben perder ocasión, dondequiera que se encuentren, de proponerlo así, insistiendo en la
necesidad de que el frente único de acción comprende un acuerdo de lucha contra los
métodos stalinistas de falsificación, calumnia y terror. No pueden luchar seriamente contra
el stalinismo quienes concuerdan con él en la “democracia” burguesa.
Por su parte, la Unión Nacional debe ser enérgicamente repudiada y combatida por
todo obrero fiel a su clase. ¡Abajo los traidores que buscan la alianza con los verdugos
capitalistas! Siguiendo el ejemplo de los gobiernos manejados por Stalin en Europa
oriental, la Unidad Nacional, caso de gobernar en España, tomaría a su servicio el aparato
represivo de Franco, “depurado” de los individuos más comprometidos, lanzándolo
inmediatamente, bajo la dirección de la G.P.U., contra todo lo que, de cerca o de lejos,
huela a revolucionario. Mucho más adecuadamente que el viejo reformismo, el proyecto
stalinista de Unidad Nacional es una tabla de salvación para la burguesía española, en
momentos de peligro. Aunque por necesidades demagógicas hable de los obreros, y de
movilizar las masas, se propone, ante todo, conquistar la confianza de los elementos
capitalistas y reaccionarios, principalmente los militares. Habiendo desertado del
marxismo y la revolución, el stalinismo ha adoptado métodos de lucha pequeño-burgueses:
el sabotaje, el terrorismo individual, o el de grupo practicado por las guerrillas. Teme la
lucha de masas porque se propone dar a la sucesión de Franco un sentido militar, lo más
estricto que le sea posible. Aunque en la práctica las guerrillas sean más mentira que
realidad, patrocinándolas apunta, en el fondo, a la alianza con los generales y oficiales del
ejército franquista. De acuerdo con una parte de ellos, “regenerados” por el sometimiento a
los reaccionarios de Moscú, espera un cuartelazo, al que llama mentirosamente
insurrección nacional. Los revolucionarios deben alertar las masas en general y los
militantes stalinistas honrados en particular, sobre las intenciones del Partido “comunista”.
La experiencia de Yugoslavia, Rumania, Bulgaria y demás países hoy directa o

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

indirectamente regentados por Moscú, debe ser aprovechada para mostrar lo que sería el
stalinismo triunfante en España.
Tampoco se carece de ejemplos ilustrativos sobre las guerrillas. En muchos países
europeos han sido organizadas por stalinistas, socialistas y burgueses aliadófilos. Se
proponían desviar el cauce del movimiento revolucionario de las masas, que amenazaba
transformar la guerra imperialista en una triunfante guerra civil anticapitalista, hacia un
movimiento militar de ayuda a una de las dos cuadrillas de bandidos imperialistas. Tan
pronto como hubieron conseguido el objeto de dar la victoria al imperialismo anglosajón o
a la burocracia soviética, los organizadores de las guerrillas dieron orden de disolverlas o
encuadrarlas en las instituciones armadas del estado capitalista. Enemigos de la lucha y del
armamento de las masas, a fuer de enemigos de la revolución, sólo habían organizado
guerrillas mientras el ejército y la policía capitalistas, entonces al servicio de Hitler y sus
Laval, pasaban al servicio de Londres, Washington, Moscú y sus Laval particulares.
Mañana, los patrocinadores de las guerrillas en España las desarmarán también o las
obligarán a someterse al ejército y a la guardia civil. Como en los demás países europeos,
les mueve a organizarlas el designio de impedir que la caída del fascismo signifique
también la caída del capitalismo. El proletariado y la revolución socialista no necesitan
partidas de hombres en las montañas, sino grupos de organizadores y agitadores
revolucionarios en las ciudades. Cien agitadores en un centro industrial dañan más a
Franco que mil guerrilleros y saboteadores. La tarea inmensa de vencer la dictadura
existente y hacer la revolución, incumbe a todas las masas explotadas españolas.
Patrocinando las guerrillas, el stalinismo proscribe o disminuye la acción de las masas, con
lo que presta un servicio a Franco, y prepara ya su acción contrarrevolucionaria de
mañana. En suma, si los proyectos del stalinismo prosperasen representarían un gravísimo
peligro para la revolución. La mejor manera de impedirlo es organizar desde ahora la
acción de las masas en los lugares de trabajo y templar en medio de la lucha los núcleos
principales de un partido cuartinternacionalista, decidido a llevar la lucha de clases hasta su
final victorioso. El stalinismo pretende que la sucesión de Franco sea una operación
militar; los revolucionarios deben convertirla en una gran acción de masas. El stalinismo
(como, por otra parte, también el prietismo) se propone impedir el armamento de las masas
y conservar los cuerpos represivos franquistas: ejército, policía, guardia civil, etc.; los
revolucionarios, en el momento de la lucha decisiva contra Franco y Falange, deben
organizar el armamento general de las masas, desarmar y disolver todos los cuerpos
armados actuales. Sin la conquista de las armas y el desarme del enemigo, no hay
revolución posible.
Finalmente, la solución que a los graves problemas del país ofrecen el
conglomerado prietista y el conglomerado stalinista, no es otra que el viejo anzuelo de la
república constitucional y democrática. De todas las soluciones imaginables, es la más
imposible, la más utópica, la más demagógicamente reaccionaria. Habiendo periclitado las
bases que permitieron en el mundo la existencia de regímenes democrático-burgueses, la
república, aun pseudo-democrática como en el pasado, sólo aparecerá en España como
expresión híbrida, fugaz, de la indecisión de la lucha entre la dictadura de la reacción
capitalista y la dictadura del proletariado socialista. Esforzándose en dar nueva vida al
cadáver en descomposición de la democracia burguesa, republicanos, socialistas y
stalinistas, sólo conseguirán, cual antaño, desorganizar la ofensiva de las masas y dar toda
clase de facilidades a los revolucionarios. Como antaño también, su mentada democracia
se traducirá en leyes represivas contra las masas, y no más democracia de la que éstas sean
capaces de tomarse.
Los revolucionarios deben guiar su actuación y su propaganda entre las masas, por
una idea diametralmente opuesta: no hay más solución positiva a los problemas de España

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

que la dictadura revolucionaria del proletariado, en alianza con los campesinos pobres.
Esta será, al mismo tiempo, una democracia muchísimo más amplia y efectiva que todas
las democracias burguesas habidas y por haber; una democracia de los explotados
tendiente a la desaparición de las clases, la única posible hoy en forma estable. En función
de esta solución deben considerar y organizar la lucha contra Franco y todas las luchas
parciales dentro del capitalismo. No quiere decir ello que deban desentenderse de la lucha
por los derechos democrático-burgueses: libertad de palabra, imprenta, asociación,
manifestación, etc. Al contrario, deben ser los primeros en reivindicarlos y organizar las
masas para conquistarlos. Pero, mientras para los partidos pro-burgueses (el stalinista, el
“socialista” y aun una parte de los dirigentes anarquistas), la democracia burguesa es un
dogal echado al cuello del proletariado con el que amarrarlo sólidamente al sistema
capitalista, los revolucionarios ven en ella un punto de apoyo para impulsar la revolución y
alcanzar la democracia socialista. Lo que para los primeros es una añagaza con la que
atraer las masas a una trampa “democrática”, para los segundos representa una libertad
mínima indispensable para que las masas se yergan contra el capitalismo. De esa
contradicción se deduce toda la táctica de los revolucionarios que actualmente trabajan
bajo la represión franquista. A despecho de sus diferencias, la Junta Suprema de Unidad
Nacional y la Junta Española de Liberación se aprestan a aprovechar la lucha de las masas
contra Franco y por la democracia, para dificultar futuros avances revolucionarios. Lejos
de apoyarlas, lo que sería traición, los revolucionarios tienen la obligación de criticarlas,
mostrando la diferencia entre la unidad con la burguesía por sus sostenedores, preñada de
amenazas para la revolución, y la unidad de acción propugnada por nosotros, preñada de
posibilidades. En la práctica, los revolucionarios participarán en todas las luchas que
emprendan las masas, incluso si se tratara del restablecimiento de la república del 14 de
abril a que las inducen stalinistas y socialistas. Pero participarán con sus propias consignas,
procurando dar a la acción de las masas la mayor independencia y el más neto carácter
anti-capitalista. Al mismo tiempo, deben reiterar frecuentemente a las organizaciones
obreras, principalmente a las socialistas y anarquistas, la proposición de ruptura de sus
compromisos con la burguesía y de establecimiento de un frente único de acción, sin
ninguna clase de sujeciones al sistema capitalista y con plena libertad de propaganda y de
crítica para cada uno de sus componentes. “Todos contra el enemigo común; cada cual con
sus propios lemas”; esta sería la clase de unidad que más vigor imprimiría a la lucha contra
Franco, la que extendería al máximo las conquistas de las masas pobres inmediatamente
después de la caída de aquel, y la que permitiría remontar el camino de la revolución
socialista, pronto y con el mínimo de sacrificios.
Los cuartinternacionalistas, acepten o no acepten sus proposiciones las grandes
organizaciones obreras, han de orientar la acción de masas a sacar el máximo partido
revolucionario de la caída de Franco. De todas las posiciones que podrán tomarse en ese
momento, dos de ellas son fundamentalísimas para la defensa de las demás y para la
marcha ulterior de la revolución: el armamento de las masas, con el desarme consecuente
del ejército, guardia civil, carabineros, etc., y la creación de comités obreros y campesinos
susceptibles de tomar en sus manos el poder político inmediatamente, o de prepararse para
hacerlo lo más pronto posible. De las posiciones que se tomen en ese momento dependerá
en gran parte la marcha ulterior de los acontecimientos.
A través de esta lucha, los cuartinternacionalistas crearán simultáneamente las
condiciones más favorables para la revolución y un gran partido obrero absolutamente
ligado a la suerte de ella. De los viejos partidos no puede esperarse mejor, sino peor
actuación que en el pasado. Del análisis del anterior período revolucionario se deduce la
incapacidad o la traición de las actuales organizaciones, y la necesidad de un gran partido
firmemente basado en el programa de la IV Internacional. En el pasado, la revolución

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

sufrió una gravísima derrota porque todos los partidos y organizaciones sindicales, en
mayor o menor medida, se entregaron a la colaboración con el estado burgués. En el
futuro, los cuartinternacionalistas deben ofrecer siempre a las masas un polo
revolucionario hacia el cual evolucionar. A medida que la experiencia permita a éstas ver
los funestos resultados a que conduce la política de las organizaciones actuales, deben
encontrar en la IV Internacional un centro de reagrupamiento para una ofensiva decisiva
contra el capitalismo. En todo momento, los cuartinternacionalistas han de aparecer
absolutamente identificados con la revolución socialista. La evolución de la situación
empujará hacia ellos la mayoría aplastante de las masas explotadas.

3.32. “Discurso pronunciado por G. Munis, en el Panteón Moderno, ante


el cadáver de Trotzky, el 22 de agosto de 1940”. Revolución. Órgano del
Grupo español en México de la IV Internacional, núm. 6-7, agosto-
septiembre 1945
Camaradas, simpatizantes, amigos todos:
Viéndonos ante la trágica necesidad de hablar junto al cuerpo ya inerme del que fue
gran líder del movimiento obrero mundial, las ideas se trastocan en nuestro cerebro y las
palabras se anudan en nuestras gargantas.
¡León Trotsky ya no existe! El hombre que dio un poderoso impulso a la
revolución proletaria, el maestro querido que alentó los primeros pasos de nuestra infancia
política, yace ahí, mudo para siempre. La mano asesina de Stalin ha logrado, desde el
Kremlin, asestarle el golpe definitivo. Pero el chacal que reside en Moscú no podrá
conseguir su objetivo. León Trotsky deja amigos, ideas, una organización, que sabrán
empinarse ante la historia, y vengar su muerte, mediante la acción revolucionaria de las
masas, en la cabeza de todos los opresores. Desde esta tribuna fúnebre, nosotros, sus
discípulos, sus amigos, sus continuadores, contraemos ante el proletariado mundial el
compromiso solemne de llevar a término victorioso las ideas de la IV Internacional.
Aunque universalmente reconocida por su talla gigantesca, la figura histórica de
Trotsky merece aquí una somera recordación. Nacido en un siglo en que la sociedad
capitalista entra en su fase de putrefacción, Trotsky, como todos los hombres grandes, de
espíritu inquieto y magnánimo, busca una salida al conflicto de su tiempo y no tarda en
hallarla en el movimiento obrero internacional. Muy joven, se colocó al lado de éste,
colaborando activamente en su desarrollo. Pero la perspectiva de su adhesión no podía
limitarse a una actitud genérica e incolora. Dentro del mundo proletario de principios de
siglo, donde el reformismo socialdemócrata había hecho sólida presa en la mayoría de los
representantes obreros, Trotsky se alza, paralelamente a Lenin, con una recia figura
polémica, regeneradora del movimiento obrero. Desde la primera década del siglo, su
aportación teórica al marxismo revolucionario es de primera categoría, ocupando así, por
derecho propio, un lugar eminentísimo entre los grandes pensadores revolucionarios.
Ninguna de las categorías del reformismo pudieron hacer mella en él. Como su enemigo
irreductible, por el contrario, combatiéndolo sin reposo, atraviesa toda la primera etapa de
su vida, hasta unirse definitivamente a Lenin con las primeras explosiones de la gran
revolución rusa.
Con la Revolución de Octubre, el genio ya maduro de Trotzky, genio que une a
extraordinarias cualidades intelectuales una gran energía y un dinamismo comunicativos,
se proyecta inmenso, impresionante, con toda su capacidad de realización. Trotsky es el
artífice del golpe de estado, y cuando la revolución, acosada en todas direcciones por los

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ejércitos blancos e imperialistas coaligados, necesitó sacar un ejército revolucionario de un


país abrumado por la miseria y extenuado por cuatro años de guerra, la capacidad creadora
de Trotsky hizo prodigios de realización. De la nada construyó un ejército que salvó la
revolución aniquilando los ejércitos blancos. Sus detractores y asesinos de hoy, no lograrán
borrar de la historia el nombre de quien, como Trotsky, fue uno de los primeros
contribuyentes, en esfuerzo y genio, a la victoria de la más grande revolución conocida
hasta hoy.
Por causas que no es preciso analizar en este momento, la revolución de Octubre
degenera, cayendo en manos de la oligarquía burocrática parasitaria que aún hoy usurpa el
poder. Trotsky, como él mismo lo ha dicho recientemente, recibió numerosas ofertas de la
burocracia para que se decidiera a representarla, en lugar de Stalin. Pero el temperamento
revolucionario de Trotsky, su pensamiento honrado y fiel al marxismo, no podía
envilecerse traicionando la causa de los pobres por la de los burócratas. Como antaño
contra el zarismo, nuevamente se levanta airadamente contra la nueva casta usurpadora, en
franca reivindicación de los de abajo. Destierros, persecuciones, atentados, asesinatos de
amigos y familiares, expulsiones de un país a otro, todo lo afronta Trotsky con ejemplar
valor revolucionario, y continúa infatigablemente su lucha contra la burocracia stalinista de
la URSS y de la Komintern.
Como resultado de esta actividad, en oposición a la corrupción creciente de lo que
fue Internacional Comunista, nace el cuerpo de doctrina y la organización de la IV
Internacional. Trotsky dedicó a ella sus mejores y postreros esfuerzos. Sabía que la crisis
social del régimen capitalista, sorprendiendo al proletariado mundial sin una organización
auténticamente revolucionaria, transformaría los partidos y grupos hoy minúsculos de la
IV Internacional, en organizaciones de masas, dirigentes de la revolución social.
La figura de Trotsky adquiere así relieves titánicos a través de los años. Forjador de
una revolución, atraviesa incólume, sin tacha, la vorágine de la corrupción burocrática, se
enfrenta al termidor stalinista, y desafiando una de las más pérfidas y terribles
persecuciones que registra la historia, funda un nuevo movimiento internacional, llamado a
dar el segundo y definitivo impulso a la revolución proletaria mundial.
¡Y este hombre ha sido asesinado por los esbirros de Stalin! ¡Hele ahí eternamente
mudo! Stalin lo ha asesinado porque tiene conciencia plena del valor revolucionario de la
IV Internacional, en esta época de guerra. La insistencia y precipitación últimas para
asesinar a Trotsky, no pueden significar sino que la situación de Stalin en la URSS es
catastrófica. El poder de los usurpadores se tambalea, y pretenden conjurar el fantasma de
las masas en insurrección, asesinando al hombre que mayor impulso y claridad de
dirección podía darles. Pero si las balas, los puñales y las piquetas de Stalin, han podido
abatir el cuerpo de Trotsky, las ideas de Trotsky harán infaliblemente blanco en el corazón
de todos los tiranos, tanto los de la contrarrevolución burguesa como los de la
contrarrevolución stalinista.

3.33. Grupo Comunista Internacionalista (Sección Española de la IV


Internacional): “Al proletariado español”. [Manifiesto]. [Francia], 10 de
septiembre de 1945
Los voceros de la “guerra por la democracia contra el fascismo” vinieron
afirmando que al día siguiente de la victoria sobre Hitler los pueblos de Europa y las
colonias serían libres de toda opresión. Sin embargo, cuando el pueblo griego, el italiano,
el belga, el argelino, quisieron hacer efectiva esa libertad entrando en lucha contra sus
opresores, las tropas de la democracia “liberadora” intervinieron aplastando el movimiento

273
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

y haciendo saber nuevamente que en la democracia burguesa la libertad de los


explotadores a seguir oprimiendo, debe pasar antes que cualquiera otra libertad.
A fin de contener y desviar el descontento creciente de las masas, la burguesía
promete a los países “liberados” la celebración de elecciones para que los pueblos se
manifiesten pacíficamente sobre la forma de gobierno que desean. Sin embargo, las
elecciones son aplazadas bajo diversos pretextos o razones: En Holanda porque el censo no
está hecho. En Bélgica porque “los espíritus no se han pacificado todavía”. En Italia
porque, en realidad, la burguesía teme las consecuencias del derrumbamiento monárquico.
En Francia, son escamoteadas las promesas de antaño hechas por los hombres del Comité
de Alger para elegir una Asamblea Constituyente Soberana. Y cuando los países no
sometidos a la tutela de los anglo-americanos (como Bulgaria) se deciden a establecer por
la vía de la democracia formal sus instituciones de gobierno, los demócratas Truman y los
“socialistas” Atlee intervienen con ultimátums para impedirlas. Ultimátums que Stalin
acepta en sus maniobras “geniales” sacrificando una vez más los intereses y aspiraciones
de amplias capas trabajadoras.
La burguesía, opuesta por principio a toda acción violenta viniendo de las masas,
demora o falsifica el medio pacífico (electoral) ofrecido a los pueblos para expresar su
voluntad de emancipación. El pánico de las clases poseyentes a ver disminuido su poder,
es más fuerte que sus hipócritas llamamientos a la democracia. A su propia democracia.
No es la libertad y el derecho de los pueblos liberados de la dominación hitleriana
lo que reina en Europa, sino la dominación de la burguesía sostenida acá y allá por los
ministros “obreros” en concubinaje con generales reaccionarios y altos representantes de la
Banca y de la gran industria. Y, por encima de todos, los intereses de la aristocracia
imperialista anglo-americana cuyas tropas restablecen el orden allí donde es perturbado.
Orden mantenido, asimismo, por la burocracia de Moscú de acuerdo con sus
privilegios de casta (que la revolución proletaria les barrería) en los países ocupados por el
Ejército de Stalin.

***
Tres meses después del derrumbamiento definitivo de la Alemania hitleriana, el
régimen franquista sigue en pie recibiendo el apoyo de los “liberadores” ingleses y
americanos. Las potencias llamadas democráticas sostienen a Franco para evitar (dicen)
que la guerra civil se encienda de nuevo en España.
Entretanto, “la guerra civil” es Franco solo quien la hace llenando de obreros y
obreras indefensos las cárceles y los campos de concentración, alargando diariamente la
lista de fusilamientos y la de parados, arruinando con cargas e impuestos fiscales a las
clases laboriosas. En suma: sometiendo el país a un régimen de hambre y de represión
sangrienta. Mas para los burgueses y los “socialistas” Revin, Spaak, Atlee, y Compañía,
esto no es ninguna manifestación de guerra civil. Es... ¡el orden! Y para los partidarios del
orden, evitar la guerra civil en España consiste en impedir que el proletariado español
dirija como clase independiente la lucha contra el régimen franquista y ponga en peligro
todo el tinglado capitalista.
A evitar este peligro tienden los esfuerzos de la burguesía mundial, que se verá
obligada, tarde o temprano, a sacrificar a Franco ante la presión revolucionaria del
proletariado internacional buscando con ello una salida a la crisis de la situación española.
El odio del proletariado al régimen franquista y la legítima ansiedad que la
emigración obrera española siente por regresar a España, es utilizada por los líderes
socialistas, stalinianos y una parte de los anarcosindicalistas, en sus maniobras tendentes a
la instauración de una República cualquiera (por no decir ya de la del 14 de Abril) bajo el

274
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

control de los republicanos burgueses que prometen restablecer ciertas libertades


democráticas.
La reciente constitución de un “Gobierno” Giral en México representa la primera
tentativa de la burguesía para pulsar la opinión de las masas obreras y la capacidad de
sumisión de los líderes reformistas.
La mascarada parlamentaria de reconocer a Martínez Barrios como Presidente de la
futura República, la “dimisión” de Negrín (que había ya dimitido desde hace tiempo en la
consciencia de los trabajadores por la repulsa de éstos) y las “consultas” de Giral para
resolver la “crisis de Gobierno”; así como los proyectos de reemplazar las Cortes de
Franco por el Parlamento frente populista del 36 con los Mauras, los Guerra del Río, los
Portela Valladares, los Gil Robles y toda la demás carroña reaccionaria, no lograrán
desorientar al proletariado español de este objetivo: que la lucha contra Franco y su
régimen, es la lucha contra las clases y las fuerzas que le confiaron la sublevación y lo
elevaron al poder. Concretamente: contra los terratenientes, contra la Banca y la gran
industria, contra las casta de generales, contra el Clero, etc.
Frente al impotente Parlamento frentepopulista del 36, que nació bajo un pacto
electoral de chantaje contra los intereses obreros, los COMUNISTAS
INTERNACIONALISTAS oponemos hoy la consigna: POR UNA ASAMBLEA
CONSTITUYENTE SOBERANA elegida por sufragio directo y secreto. Derecho de voto
a partir de 18 años y sin distinción de sexo de los electores.
La experiencia de los países “liberados” nos enseña que la convocatoria de la
Asamblea no debe ser confiada a las iniciativas del gobierno burgués. Sólo los
trabajadores, por medio de sus Comités autónomos de alianza obrera, apoyados en sus
milicias, pueden y deben tomar a su cargo la propaganda, organización y efectividad de las
elecciones a la Constituyente.

***
No hay que decir que los revolucionarios de la IV INTERNACIONAL somos los
primeros en combatir codo a codo con nuestros hermanos de clase de la ciudad y del
campo por la conquista de los derechos democráticos que la dictadura sangrienta de Franco
ha destruido. En la lucha por la libertad de prensa, de palabra, de asociación política y
sindical, por el derecho de huelga, así como por la destrucción del poder de la Iglesia, por
la libre determinación de las nacionalidades y, en fin, por la realización de todas las demás
tareas de la revolución democrático-burguesa que la República del 14 de Abril fue incapaz
de resolver, los Comunistas Internacionalistas combatimos y combatiremos en todo
momento.
Pero al mismo tiempo lanzamos al proletariado español la insistente advertencia de
que no es apoyando los planes y la política de los jefes reformistas del movimiento obrero
como se harán efectivas las libertades democráticas. La lucha “por la democracia contra el
fascismo” por los métodos y en la orientación de estos líderes, implica el mantenimiento
del orden burgués. Es decir, comporta la subordinación de los intereses específicos de los
trabajadores, a los de la burguesía. La última lección de la revolución española demostró
que el abandono de los intereses de clase por parte del proletariado no trae ni la victoria
sobre el fascismo ni la consolidación de la democracia, sino el triunfo de la reacción y el
fascismo sobre la clase trabajadora y sobre la democracia misma.

***
El presente y el porvenir del pueblo español se hallan por entero en manos de la
clase obrera que no debe esperar más ayuda del exterior que la que le presten sus hermanos
de clase en la lucha internacional contra la burguesía, incluida la burguesía “democrática”.

275
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

Ella sólo, bajo su dirección y por su acción independiente podrá destruir el régimen
franquista y echar abajo los expedientes de restauración monárquica, o de otro régimen
reaccionario, con los que se quiere evitar el acceso del proletariado al poder y a la gestión
de la economía.
Ella sólo podrá hacer salir al país del marasmo económico estableciendo un plan de
producción en las industrias, con el control de los Comités de base, haciéndolos efectuar
por un gobierno de las organizaciones obreras.
Ella sólo podrá acabar de una vez para siempre con el reaccionario Cuerpo de
oficiales del Ejército, monárquico con la Monarquía, “republicano” con la República,
franquista con Franco, y enemigo en todo tiempo de los trabajadores.
Ella sólo podrá desarmar la Guardia Civil; expropiar a los grandes terratenientes,
entregar la tierra a los campesinos; destruir el poder político y económico de la Iglesia; dar
una solución revolucionaria al problema de las nacionalidades; asegurar los derechos
democráticos de las masas poniéndoles al alcance la prensa y los medios de difusión que la
burguesía detenta y, en fin, construir sus Milicias, sin las cuales todo lo demás se revelará
impracticable.
Ninguna de estas tareas será realizada con el concurso o la colaboración de los
representantes de la burguesía por muy “demócrata” y de izquierda que se llamen, sino a
pesar de ellos.
La tentativa de estos señores por volver a una República que no resolvió ninguno
de los problemas encuadrados en la democracia formal, es su miedo a afrontar todo lo que
pueda significar una merma o un peligro para los intereses de la gran industria, de la
Banca, de la gran propiedad rústica y un atentado a las instituciones sagradas del Estado
burgués. Les bastará que los generales de Franco juren por dios defender de nuevo la
República, para servirse de ellos contra “el caos”, “la anarquía” y las “huelgas
intolerables”. En último extremo, los “republicanos de toda la vida” aceptarían la
Regencia, o la Monarquía o un Gobierno militar antes que un 19 de Julio.

***
La experiencia de la conjunción republicano-socialista del primer bienio demostró
que la colaboración gubernamental con los representantes de la burguesía sirve, en
definitiva, para fortalecer a la clase dominante que echa después, sin contemplaciones, a
los que con ella colaboraron. Orientarse de nuevo en este sentido, es obrar
CONSCIENTEMENTE contra los intereses de la clase trabajadora.
Más tarde, el Frente Popular del 36, cuya esencia contrarrevolucionaria fue
acentuada por los caudillos del republicanismo oponiéndose al control obrero de la
producción, a la nacionalización de la Banca, a la confiscación de la gran propiedad
terrateniente con el reparto gratuito de tierras a los campesinos, así como a otras
aspiraciones formuladas por los Partidos Obreros, evidenció una vez más el divorcio
absoluto que existe entre los intereses aún mínimos de los trabajadores y los que defienden
los representantes de la burguesía la más radical. Orientarse de nuevo hacia pactos de
frente popular bajo la denominación de Juntas Liberadoras, Alianzas Democráticas, u otro
nombre, es obrar CONSCIENTEMENTE contra los intereses de clase de los trabajadores.
Por último, el Frente Popular sobre que descansaba la República de Azaña-Negrín-
Prieto-García Oliver, no evitó el triunfo de Franco porque éste no podía ser batido con la
bandera de una República que defendía el derecho burgués de la propiedad privada, sino
con la bandera y a los golpes de la revolución proletaria.
Únicamente cuando los trabajadores han luchado con sus métodos y bajo su propia
dirección, y se hallaron unidos en la acción por aspiraciones comunes, pudieron quebrantar
al enemigo y ver realizadas parte de sus ambiciones. Octubre del 34 y el 19 de Julio

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

mostraron la fuerza poderosa que representa la unidad de acción de los trabajadores como
clase independiente.
Este (y sólo este) es el camino que nos alejará del peligro de nuevas derrotas. El
primer paso se ha dado ya en la emigración con la constitución de los Comités de Enlace
CNT-UGT. Propulsar y fortalecer estos Comités; hacer de ellos los animadores de la
unidad de acción independiente de la clase obrera y de la unidad sindical; y en fin
preservarlos del peligro que les hacen correr las altas direcciones pretendiendo convertirlos
en una pieza más del aparato burocrático, tal es el deber de la emigración revolucionaria
española.

***
¿Qué forma orgánica debemos darle los trabajadores a la lucha contra nuestro enemigo de
clase y cómo prepararnos desde hoy para asumir las tareas del mañana? Constituyendo la
ALIANZA OBRERA
Los Comités de Alianza Obrera deben tomar en sus manos la dirección de la lucha
contra Franco y su régimen.
¿Sobre qué programa debe hacerse esta ALIANZA?:
1.- Ruptura de las organizaciones obreras con los partidos burgueses.
Independencia de clase.
2.- Contra toda solución a “lo Badoglio” y monárquica. Contra todo Gobierno de
unión nacional, que representa la unión con el enemigo.
3.- Por la formación de un Gobierno que selle la alianza entre los trabajadores de la
industria y del campo, constituido exclusivamente por las organizaciones políticas y
sindicales de la clase trabajadora. ¡Ningún ministro burgués!
4.- Desarme y disolución de la Guardia Civil y de Asalto. Transferencia a los
Tribunales Populares de los elementos más caracterizados en la represión, para su
enjuiciamiento.
5.- Disolución inmediata y castigo del Cuerpo de oficiales franquistas. Depuración
del Ejército, no a la manera de las “reformas militares” de Azaña, sino efectuada por los
Tribunales de soldados de filas elegidos democráticamente.
6.- Constitución de Milicias obreras en la ciudad y en el campo para la defensa de
las Organizaciones e intereses de la clase trabajadora.
7.- Expropiación sin indemnización de los bienes de la Iglesia y de los
terratenientes. Disolución de las Congregaciones religiosas y separación de la Iglesia del
Estado.
8.- Reparto de tierras a los campesinos que elegirán sus propios Comités,
Colectividades o cooperativas agrarias constituidos por la voluntad de los trabajadores de
la tierra.
9.- Nacionalización del Crédito, de la Banca, de la gran industria, de los Seguros y
de las concesiones hechas al capital extranjero.
10.- Constitución de Tribunales Populares en barriadas y pueblos para el castigo de
falangistas, monárquicos y demás elementos reaccionarios. Privación absoluta e inmediata
de todo derecho político a tales elementos.
11.- Confiscación de los grandes medios de prensa y de difusión, que serán puestos
al alcance de todas las organizaciones obreras y campesinas.
12.- Control por los Sindicatos de las contratas y despidos. Constitución de las
Bolsas de Trabajo, dirigidas por los Sindicatos.
13.- A igual trabajo, salario igual. Escala móvil de jornales para hacer frente al
coste de la vida. Escala móvil de horas de trabajo para reabsorber el paro obrero.

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

14.- Autonomía plena de las nacionalidades en una Federación libremente


consentida. Independencia de Marruecos.
15.- Para hacer salir a la economía del marasmo a que la ha llevado la incapacidad
de la burguesía, y para aportar así un remedio a la situación miserable de grandes masas, la
ALIANZA OBRERA confía a las organizaciones CNT-UGT la elaboración de un plan de
producción y la puesta en marcha de las industrias paralizadas. Plan establecido con la
participación y el control de los obreros y técnicos de las empresas en cuestión, y que se
hará aplicar por el Gobierno de las organizaciones obreras.

***
Frente a la Junta de Liberación y otros bloques análogos de colaboración de clase,
la unidad de acción independiente de los trabajadores.
Contra Franco y su régimen;
Contra las clases opresoras del pueblo español;
Por el pan, el trabajo y la libertad;
Fortaleced los Comités de Enlace CNT-UGT. ¡Por la unidad sindical!
¡VIVA LA ALIANZA OBRERA!
GRUPO COMUNISTA INTERNACIONALISTA (Sección Española de la IV
Internacional).
10 Septiembre 1945

3.34. “Lettre adressée par la section Espagnole de la IVe. Internationale


au POUM”. [“Carta dirigida por la sección española de la IV
Internacional al POUM”]. Boletín Interior del Secretariado Europeo de la
IV Int., nº 11, febrero de 1946
Estimados compañeros,
Os dirigimos esta carta, en el momento de una situación caracterizada en el mundo
obrero por la descomposición del sistema capitalista, que llevará cada vez más a las masas
obreras y explotadas hacia la movilización en pro de la lucha revolucionaria.
El fin de la guerra no podrá sino alimentar esta lucha abriendo al mismo tiempo las
más amplias posibilidades de una victoria de la revolución proletaria, a condición que en el
plano internacional y nacional se afirme un auténtico Partido Comunista.
En el cuadro de esta perspectiva general, la exacerbación de la crisis del régimen
franquista plantea a la vanguardia proletaria la necesidad urgente de armarse políticamente,
utilizando para su programa y su organización las ricas experiencias de nuestra revolución
y de la lucha proletaria internacional, cuyo ejemplo más cabal es el de la estrategia y de la
táctica de los bolcheviques, quienes, en 1917, condujeron los obreros rusos a la victoria.
Es en función de estas perspectivas y de nuestras tareas, que hemos considerado
positivo en el desarrollo de la crisis interior de vuestro partido, la ruptura por fin realizada
con los elementos social-demócratas y pequeño-burgueses, que representa hoy en día el
“Movimiento Socialista de Cataluña”, cuyo peso se hizo tan cruelmente sentir en la
política seguida por el POUM, durante estos últimos años.
Esta ruptura, como os lo hemos manifestado en una carta abierta de nuestra
organización a los militantes revolucionarios del POUM hace algunos meses, era una
condición esencial, para que la tendencia que se reclama de los principios marxistas,
pudiera afirmar plenamente su propia orientación política. A través de la crisis política y
orgánica creada por esta ruptura, a través de la oposición que se manifestó contra las

278
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

tendencias conciliadoras, con los derechistas y los liquidadores del POUM en el marasmo
reformista del Partido Socialista Obrero Español (tendencias que manifiestamente se
manifestaron) pensamos que se plantea de forma decisiva la suerte de las posibilidades
revolucionarias de los militantes del POUM.
Para que vuestra ruptura con los pequeños-burgueses “catalanistas” pueda
significar un paso adelante hacia la clarificación política de la vanguardia española, tiene
que empalmar con un serio trabajo de análisis y de confrontación política con la IV
Internacional la cual, a través de la guerra, y actualmente a través de su programa
comunista y su acción revolucionaria, representa la garantía más sólida de la solución al
problema de la dirección revolucionaria.
Sin embargo, la lectura de los números recientes de vuestro órgano La Batalla nos
llena de inquietud. En vez de defender como consigna y objetivo central, el de la
independencia política y orgánica del proletariado, la constitución de un Frente de Clase, la
Alianza Obrera, con un programa anti-capitalista que movilice al proletariado español e
internacional (única palanca de una lucha efectiva contra el franquismo) vuestro órgano
central, afirmando que “es absolutamente necesario la revalorización de la Alianza de las
Fuerzas Democráticas” pidiendo que “la Junta de Liberación salga de su apalancamiento”
y que “el Gobierno Giral se adueñe de España y tome posición frente a los problemas más
inmediatos”, desarrolla una línea de Frente Populismo.
La política de Frente Popular que somete el proletariado a la burguesía, dándole la
dirección de la lucha a sus “abogados” republicanos, llevó, en el pasado, a la derrota de la
revolución española. Hoy, sosteniendo el gobierno Giral o cualquier otra combinación por
el estilo, favorece en definitiva las maniobras monárquicas y reaccionarias, la política de
reconciliación con los franquistas, en beneficio de la burguesía española y del
imperialismo mundial.
Por otro lado, tras el fracaso del Bureau de Londres y demás de crear un
movimiento revolucionario internacional, nos sorprende vuestra acogida favorable de la
“Comisión Socialista Internacional” en México, la cual con su propuesta de una
Conferencia mundial “De los partidarios de la transformación socialista de la sociedad”,
constituye, en realidad, un paso atrás, en relación con el Bureau de Londres. A sabiendas
que os encontráis en pleno período de discusión interior, los diferentes problemas que os
planteamos en esta carta, tienen como objetivo contribuir a la clarificación de las
posiciones. Ya conocéis nuestra Tesis Política, aprobada en nuestra Conferencia de mayo
de 1945 (Comunismo nº4). Adjuntamos a la presente la resolución política aprobada por
nuestro CC en su reunión del 2-3 de diciembre de 1945. Por nuestra parte no conocemos el
estado actual de la discusión interior, para vuestra próxima conferencia, de la que nos
habéis hablado hace unas semanas a través de un compañero responsable de vuestro
partido. Esperamos pues vuestra contestación si, conociendo nuestros textos, estimáis que
el acercamiento o la compatibilidad de las posiciones con las que habréis elaborado o
estaréis elaborando, permite una confrontación política, sobre la base de la construcción de
un Partido Revolucionario.
En la afirmativa, según la tradición de nuestro movimiento, y para que dicha
confrontación sea efectiva, es indispensable que no se limite a un contacto entre cumbres,
sino que sea un verdadero intercambio de ideas entre nuestras organizaciones con la
participación de todos los militantes en la discusión política, en base a modalidades
practicas que podrán decidirse en el momento oportuno. Independientemente de este
aspecto de la cuestión, os señalamos la posibilidad que puede existir de un trabajo de
Frente Único en torno a:

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

a) Tareas de Solidaridad. b) Lucha consecuente en los sindicatos a favor de la


democracia y de la unidad sindical, por una orientación de la lucha de clases y del
internacionalismo. c) Lucha común contra las calumnias stalinianas.
Es con impaciencia que esperamos vuestra respuesta. Recibid nuestro saludo
comunista.

3.35 “Carta de G. Munis a Fosco. (México DF, 4 febrero 1946)”


Estimado camarada Rolano113: Acaba de llegarme tu carta del 5 de diciembre114.
Te agradezco que hayas tomado la iniciativa de escribirme, y me excuso de no haberlo
hecho yo al mismo tiempo que envié los documentos. No quise importunarte buscando una
correspondencia que no fuera solicitada por vosotros115. Por lo demás no tuve ninguna
intención particular al mandar los documentos. Más bien lo hice por casualidad. En aquel
momento estaba sacando copias para los amigos españoles refugiados en Francia, y
teniendo algunas sobrantes, pensé remitirlas ahí suponiendo que el español, lengua de la
misma familia que el italiano, os sería más asequible que el inglés. Si no recuerdo mal, el
camarada Logan me aconsejo enviar ahí todo el material que pudiera, además de que algo
de lo remitido creo que nunca ha sido publicado.
En los interrogatorios del proceso de Minneapolis pueden encontrase, sí,
declaraciones generales tocantes al carácter imperialista de la guerra [...]. Pero si eso
bastara para considerar plenamente internacionalista una política, deberíamos acordar esa
categoría a la de ciertos socialdemócratas, durante la primera guerra, y a la de casi todos
los centristas durante la segunda. Estos últimos particularmente, han reconocido el carácter
imperialista de la guerra, y adoptado posiciones semejantes a la de Cannon: no-apoyo,
significando con ello un retraimiento de la lucha contra la guerra, y un desplazamiento
hacia el exterior del enemigo principal. [...]
El ambiente social en que se ha desenvuelto el proceso no justifica en manera
alguna las formulaciones principales del mismo. En esas formulaciones no hay una
adaptación de nuestras ideas al medio ambiente, sino una modificación de nuestras ideas
por el medio ambiente. De lo contrario, tendríamos que convertir la dialéctica en casuística
y declarar que la definición del proceso, no-apoyar, es lo mismo que la definición del
programa, luchar contra; que la definición del proceso, oposición política, es lo mismo que
la definición del programa, implacable oposición a la guerra; que la definición del proceso,
no somos partidarios de la derrota de nuestro gobierno, es igual que la definición del
programa, derrotismo revolucionario; que la definición del proceso tantas veces repetida en
la prensa, transformar la guerra imperialista en verdadera guerra contra el fascismo, es
idéntica a la definición del programa, transformar la guerra imperialista en guerra civil. Y
no me refiero al más grueso. Es un hecho, camarada Rolano, que durante la época de
mayor borrachera bélica la palabra, imperialista, parecía haberse esfumado de las

113
Munis escribe Rolano, en lugar de Roland o Rolando, seudónimo de Nicola Di Bartolomeo, que durante
la guerra civil fue más conocido bajo el seudónimo de Fosco.
114
Recordemos que Fosco murió en enero de 1946. Por lo tanto la carta de Munis, fechada el 4 de febrero,
se escribió cuando su destinatario ya había fallecido.
115
Ya hemos visto en la primera parte, la durísima polémica y la ruptura entre los dos grupos trosquistas
rivales durante la guerra civil, liderados respectivamente por Munis y Fosco. La carta de Munis, en
respuesta a otra de Fosco, intentaba romper el duro enfrentamiento personal del pasado e iniciar una
aproximación política entre el POC italiano y el Grupo comunista internacionalista español.

280
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

publicaciones del SWP, y que repetidamente fue suprimida en artículos mandados de aquí.
No solo afirmo que en Minneapolis se dio a nuestras ideas un sesgo centrista, sino que
presentando los interrogatorios como un ABC del trotskismo, se causa un gran perjuicio a
nuestro movimiento mundial, se rebaja su nivel teórico, se reblandece su temple moral, se
colocan el positivismo, el pragmatismo y la casuística en lugar de la dialéctica, se
emborrona todo lo que era claro.
[...] Recientemente nosotros hemos publicado un folleto que contiene una crítica
completa de la política americana durante la guerra. Os hemos mandado varios ejemplares
hace unos quince días.
[...] el defecto general del proceso consiste en haber soterrado bajo declaraciones
generales en pro del socialismo, lo que importaba concretamente, la lucha contra la guerra
imperialista en general, directamente apuntada a la Casa Blanca. Sin eso no se podía hacer
la educación revolucionaria de las masas.
Enviad regularmente vuestras publicaciones. De Revolución ya no aparecerá más
que un número, que os remitiremos. Si necesitáis más de los números antiguos dímelo.
También podemos remitiros si os interesa una colección de Contra la Corriente, órgano
teórico que publicamos durante dos años.
Comprendemos que os encontréis en dificultades financieras: es el problema de
toda Europa. Nosotros directamente no podemos ayudaros. Hace ya tiempo propusimos
que ninguna sección ayude directamente a otra, sino que envíe su aporte al CEE, y que éste
se encargue de emplear el dinero de la manera más conveniente. [...] Me agradaría
camarada Rolano, sostener con vosotros una correspondencia regular. La experiencia
revolucionaria que habéis comenzado es la más parecida de todas las actuales a la vasta
experiencia de la revolución española.
Saludo cordialmente por tu conducta a todo el POC, confiando en su formación y
su éxito.
Puedes seguir escribiéndome en italiano. Lo entiendo bien. Si lo prefieres yo puedo
escribirte en francés o en inglés.
Con mis mejores sentimientos revolucionarios.
[G. Munis]
PS. Me han dicho que en Milán está un camarada que compartió conmigo los peligros de
la represión gepeista en España. Es un excelente militante. Se llama Domenico116. ¿Podrías
facilitarme su dirección?

3.36. “La situación en España”. Lucha de Clases. Boletín Interior de los


comunistas internacionalistas (Sección Española de la IV Internacional),
número 8, año 2, 16 abril 1946
[...] Después de la derrota de la clase obrera en la guerra civil, la “cruzada hacia
dios y el imperio azul” pregonada por Franco, ha consistido, como era lógico esperar, en
una caída vertical del nivel de vida de las masas. El “imperio” de Franco es el reino de la
miseria del pueblo. Franco fue decretando el descenso de los jornales en las regiones que
iba conquistando militarmente, equiparándolos a los de las regiones que en Julio del 36
habían caído de golpe bajo su dominación. Paralelamente, la inflación monetaria reducía
todavía más la capacidad de compra de los salarios. El grado de miseria a que se ven
sometidos los trabajadores quedará determinado al señalar que los obreros que trabajan en
las industrias afectadas por la restricción de energía eléctrica sólo cobran un jornal de cinco

116
Domenico Sedrán, conocido en España por su seudónimo de Adolfo Carlini.

281
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

días por semana: Que el costo de la vida ha aumentado de un 600 a un 700 por ciento: Que
el racionamiento de base se reduce a 200 gramos de pan diario y semanalmente a un cuarto
de kilo de arroz y un cuarto de litro de aceite semanalmente.
Queda el mercado negro... pero el precio de la ración de pan es de 2 a 2 pesetas y
media. El de un kilo de arroz, 15. El de un litro de aceite, de 15 a 25. Últimamente el
precio de un kilo de patatas era de 5 a 7 pesetas y un huevo en el mercado libre valía de 2 a
2,50.
El jornal medio es de 13 a 14 pesetas y la crisis de trabajo arroja diariamente al
censo de parados un número creciente de obreros.
[...] es de destacar el bajo nivel político común a Solidaridad Obrera y a La Batalla
que han caracterizado en todo momento la guerra imperialista como “la guerra universal
contra el fascismo” y sostienen que nuestra guerra civil fue un prólogo de la otra... No hay
que decir que ninguna de las organizaciones obreras, en España, ha hecho un balance de
las pasadas luchas, y mucho menos de la experiencia de la guerra civil, a fin de señalar a
las masas los nuevos peligros que la acechan si no aprende en aquellas lecciones trágicas.
El miedo de aparecer como responsables más o menos directos de la derrota del 36-39 les
cohíbe para hacer el indispensable enjuiciamiento de su actuación.
[...] Los obreros de Manresa y otras localidades han mostrado claramente, con su
acción, que la lucha contra la dictadura franquista pasa por el combate de clase contra clase
y no por su abandono bajo el pretexto de no asustar a la burguesía. C

3.37. “Carta de Munis al SI y al CEI. (México DF, 29 abril 1946)”


Camaradas: Tras haber leído algunas comunicaciones que bruscamente revelan la
celebración de la preconferencia internacional, y de manera totalmente inesperada la
transformación de ésta en conferencia, elevo ante vosotros y ante la Internacional toda mi
más viva protesta.
1.- Por la impreparación absoluta de esa reunión internacional. Ni un boletín
previo, ni una comunicación a las secciones, ni un documento escrito con la antelación
debida y que fuera conocido al menos de la mayoría, ni siquiera la petición de una opinión
general sobre la preconferencia a las secciones y al antiguo CEI; absolutamente nada que
pueda ser considerado como un intento de preparación. Yo mismo, miembro del CEI
elegido en la conferencia de 1940, puedo decir sin un átomo de exageración que he sabido
de la preconferencia menos que de las reuniones de Yalta o de Postdam. [...]
2.- Protesto igualmente por la transformación de la preconferencia en conferencia.
Precisamente lo único que yo he sabido de la preconferencia, para lo que dí mi voto, hace
más de seis meses, fue el proyecto que limitaba sus poderes y sus tareas, con el principal
objeto de preparar mejor un congreso mundial. [...] La preconferencia no estaba autorizada
más que para lanzar un manifiesto internacional y elegir una dirección que organizase la
discusión mundial con vistas a un verdadero congreso de la Cuarta. Cuanto exceda esas
facultades es una usurpación. [...]

3.38. “Carta de Munis a Eduardo Mauricio. (México, 21 mayo 1946)”


Querido Eduardo: Mi carta anterior fue escrita bajo el impulso de una gran
preocupación, la del porvenir de la Internacional, avivada por la indebida forma en que se
celebró la preconferencia y por la pobre impresión que dejaron las primeras circulares. Tu
silencio, y tu esquivez, cuando escribes, sólo puede aumentar mi aprehensión (general
entre nosotros), doblándola en una punzante incertidumbre respecto a vuestra actitud. El
mutismo inalterable de camaradas como Paco, Antonio, Colombo, inexplicable por los

282
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

abrumos del trabajo, me apena y me induce a atribuirle razones políticas. La explicación


que das en tu carta del 10 [...] no lo es más que a medias. Nuestras cartas no son
resoluciones o tesis que deban ser discutidas, rechazadas o aprobadas antes de contestarlas.
Debieran suplir la discusión personal, precisamente lo que no hemos logrado. [...] Lo
hecho en la preconferencia, en particular el manifiesto aprobado [...] por unanimidad,
excepción de la minoría americana. Vosotros pues compartís ya la responsabilidad de ese
manifiesto, insensato aquí y allí, cobarde hacia el stalinismo, mientras en tu carta confiesas
que el problema ruso, entre otros, no ha sido aún bien discutido por los españoles. Si la
discusión epistolar hubiese sido efectiva, o bien concordaríais hoy con nosotros en muchos
puntos, o bien, sobre ese en concreto, que tomará grandes proporciones, hubierais sido
suficientemente cautos para no comprometeros en su aprobación.
[...] el esquema del gradualismo es falso [...] En nuestra zona, el primer resultado
de las batallas callejeras del 19 de Julio fue el armamento del proletariado y la disolución
de los cuerpos capitalistas, lo que instantáneamente produjo por consecuencia la ruina del
Estado burgués y la desaparición de la propiedad capitalista. El ejemplo es tan persuasivo y
tan evidente para todos los explotados que no se necesita más explicación para hacerles
comprender cuál es el camino. A despecho de la no incautación de la banca, de la ausencia
de un poder revolucionario central, de lo embrionario de las colectividades y de otras fallas
que no se me escapan [...] en España existía menos propiedad capitalista un mes después
del 19 de Julio que en Rusia un año después de Octubre. [...] Nuestro ensayo general de
1936 fue incomparablemente más rico y decisivo para futuras acciones que el 1905 ruso.
En cambio, teóricamente no lo hemos aprovechado tan bien, al menos hasta hoy. [...] Al
iniciarse la guerra civil, todas las organizaciones obreras sin excepción, incluyendo el
anarquismo y el POUM, estaban más a la derecha que nunca, rampando ante el estado
burgués. El partido revolucionario, los trotskistas, nos contábamos con los dedos de la
mano, y nos sobraban dedos. Sin embargo, las masas, lanzadas a la acción, pisaron con
ambos pies el terreno de la revolución socialista: destrucción del estado burgués, creación
de comités y ejercicio del poder por los mismos, expropiación y desarme de la burguesía.
Mientras tanto, seguían encuadradas en los partidos reformista, stalinista y en el
anarquismo. La experiencia de los años anteriores de democracia burguesa había
producido sus efectos, pese a la ausencia total de un partido catalizador, y la posición cada
vez más derechista de los existentes. Sí, hemos visto a las masas españolas saltar a la
realización práctica de la revolución socialista sin pasar por la nacionalización, el gobierno
de las organizaciones obreras, el control obrero de la producción bajo el capitalismo y otras
consignas semejantes. [...] El hecho más característico de nuestra revolución es un
desplazamiento a derecha de todas las organizaciones obreras, entre 1931 y 1936, mientras
en el mismo período, también con zigs-zags, las masas se desplazan a la izquierda. Y
cuando éstas irrumpen violentamente en la revolución socialista, es cuando hasta las
organizaciones extremas, anarquismo y poumismo se meten en la colaboración. Si en 1936
las masas saltaron a las consignas decisivas ¿por qué a partir de 1946 debería llegar a ellas
por comprensión gradual? No, como 1905, 1936 no se perderá en la conciencia de las
masas. Lanzadas de nuevo a la acción, no tardarían de nuevo en repetir en mayor escala y
con mayores posibilidades de triunfo lo hecho entonces. [...]
Sobre lo de Rusia estoy haciendo copias de un largo documento que os enviaré por
avión, tratando de que sea leído por los delegados de la conferencia. Pido a esta
formalmente que, si no puede tomar posición contra la defensa [de Rusia], lo que
recomiendo vivamente, declare al menos que la cosa necesita ser seriamente discutida
antes de ratificar el defensismo anterior o cambiarlo por derrotismo revolucionario. El
documento en cuestión aparecerá aquí en folleto. [...]

283
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

3.39. G. Munis: Los revolucionarios ante Rusia y el stalinismo mundial.


Editorial Revolución, México DF, 1946117
I. NECESIDAD DE ESTE TRABAJO.
Contrariamente a nuestra previsión, los partidos y grupos de la IV Internacional,
salvo excepciones, se han mostrado excesivamente renuentes a modificar su política
respecto a la URSS. En Europa por unas razones y en Estados Unidos por otras, allí por las
tremendas ilusiones surgidas de los triunfos de un ejército que las masas creían
revolucionario, aquí por oportunismo, no se ha sabido cambiar el esquema de la “defensa
incondicional” en lucha contra el Kremlin y en derrotismo revolucionario, a medida que
con la modificación de la situación militar y la exteriorización de la política stalinista, la
magnitud del peligro principal para el proletariado soviético y de Europa oriental, se
desplazaba de Berlín a Moscú. Aún en algunos casos, la “defensa incondicional” ha sido
modelada en forma derechista ajena a la oposición cuartista. Nuestra esperanza de que la
IV Internacional sabría cambiar prestamente su política, se fundaba en la seguridad de que
el Ejército “rojo” mostraría brutalmente el carácter opresor y reaccionario de la política
exterior del Kremlin, reflejo de la interior. Así acaeció, en efecto, sobrepasando nuestras
previsiones. Sin embargo, por regla general, o bien se minimiza la importancia actual y el
alcance futuro del vandalismo stalinista en Europa oriental y en Asia, o bien, temiendo
mirarlo de cara, se pasa de largo para ir a refugiarse, como en un hemisferio tranquilo, en
el carácter de la economía soviética y en la definición de “Estado obrero degenerado”, de
donde antaño dedujimos la “defensa incondicional”. La urgencia de un cambio en nuestra
política hacia la URSS está presente, en mayor o menor grado, en la intimidad de la
mayoría; el problema se nos mete por los ojos y amenaza quebrarnos las costillas, pero casi
todo el mundo se detiene supersticiosamente ante él, como los israelitas del desierto se
detenían ante el tabernáculo de la alianza, temerosos de caer fulminados a su proximidad.
Lo único que en verdad amenaza fulminarnos, o cuando menos dejarnos para largo
período en un impotente raquitismo orgánico, es la ya falsa posición respecto a la URSS y
el stalinismo mundial, mera reafirmación de condiciones periclitadas, sin pizca de
justificación en todo lo ocurrido durante los últimos seis años. Trastornos enormes han
sobrevenido en todo el mundo, incluyendo la URSS; nosotros continuamos parafraseando
lo dicho cuando ningún gran acontecimiento se había producido aún. Hay en eso una
pereza mental o una pusilanimidad ideológica extraña al espíritu revolucionario, y desde
luego peligrosa, independientemente del problema de la URSS. Tenemos, no sólo el deber
apremiante de reconsiderar el problema de la URSS a la luz de los últimos seis años, sino
también el de echar una ojeada atrás, y señalar lo erróneo y lo acertado que descubramos
en el análisis que sustentaba la “defensa incondicional”. Eso será muy instructivo, dada la
importancia del fenómeno ruso para desbaratar la interpretación materialista de la historia.
No puedo tratar aquí lo último sino por incidencia, insinuando sin penetrar en el análisis.
Lo más urgente, lo que obsesiona a este trabajo, es cambiar nuestra posición frente a la
URSS y el stalinismo mundial.
Lo que paraliza a la IV Internacional, y la retiene en posiciones sobrepasadas por
los acontecimientos, es la idea del sistema de propiedad reinante en la URSS. Más que
estática, esta idea se ha convertido en un mito con el cual se cree responder a todas las
objeciones y tapar la boca a todas las protestas. La burocracia es una casta tiránica sólo
comparable a la pandilla de Hitler, su sistema policíaco extiende el terror (contra los
revolucionarios especialmente) en la URSS y dondequiera penetra ella, sus millones de

117
Texto extractado de un folleto de 45 páginas. El folleto completo puede pedirse al apartado de correos
92062 - 08080 Barcelona.

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

sanguijuelas chupan enorme parte de la renta nacional, ninguna libertad es concebible bajo
su dominio, entre ella y el proletariado existe, económica y espiritualmente tanta
diferencia, o más, que entre el proletariado y la burguesía de cualquier condenado país
capitalista, la revolución mundial es para ella el supremo mal y trata al proletariado
internacional como vil mercancía, como moneda de transacción en sus asquerosos
enjuagues con los grandes países imperialistas. Todo esto [...] es del dominio común en
nuestras filas; nadie lo negaría. Pero después de haberlo oído con aire de indulgencia, la
voz de costumbre tercia desde su dosel: sí, pero en la URSS existe la propiedad
nacionalizada y planificada, por si sola un gran factor progresivo en la historia, la
burocracia no es más que una excrecencia, el sistema es bueno, los métodos malos, hay
que defender el primero, combatir el segundo, el principal enemigo es el imperialismo, la
burocracia caerá después [...]. Antes de la guerra estos argumentos tenían una base, aunque
no inconmovible, y un sentido político serio, aunque incomprobado. Hoy no son más que
resonancia hueca, porque falta la base real, y el sentido político es disparatado. [...]
II. PLANIFICACION Y CONTRARREVOLUCION BUROCRATICA
[...] En el pasado hemos otorgado a la planificación la preeminencia sobre la
contrarrevolución stalinista. Se justificaba por la esperanza de un renuevo revolucionario
del proletariado soviético, y por la seguridad de que el triunfo de la revolución en algún
país, modificaría la correlación mundial de fuerzas y provocaría la caída de la burocracia.
De todas maneras hemos subestimado la importancia del factor contrarrevolucionario. La
experiencia ha demostrado que la planificación no ha logrado modificar la burocracia,
mientras que la burocracia sí que ha modificado la planificación [...] en la URSS, de
admitir la existencia de una auténtica planificación, tendríamos sobre la base del sistema
económico más progresivo de la historia (sólo superable por la sociedad comunista, sin
clases y sin Estado) el más reaccionario de los sistemas políticos, comparable en la época
moderna con el fascismo, y en la antigüedad con la fase más podrida del Imperio romano.
[...] En la sociedad burguesa, la reproducción ampliada del capital se efectúa
partiendo de los intereses de la clase propietaria. En la sociedad de transición, lo mismo ya
que en la futura sociedad comunista, la reproducción ampliada ha de efectuarse partiendo
de las necesidades sociales. Marx ha dado en su obra fundamental, El Capital, la fórmula
de la reproducción capitalista, c+v+pl, en el cual c representa el capital constante, v el
capital variable o medios de subsistencia para los trabajadores y pl la plusvalía de los
capitalistas, la cual se divide en una parte consumida por ellos en forma de medios de
subsistencia y otra capitalizada para el aumento de la producción o reproducción ampliada.
En la sociedad capitalista, c no pude aumentar sino en la medida en que los capitalistas
encuentran mercado para realizar la plusvalía contenida en el excedente de mercancías
resultante. Y solamente en una proporción al aumento de c aumenta también v. En una
sociedad planificada, por el contrario, el aumento de c depende únicamente de las
necesidades de v, en donde queda incluida la totalidad de la población, y de la magnitud de
pl. Pero pl ya no es propiamente plusvalía, es decir, beneficios de los capitalistas, sino
plustrabajo a la disposición de la sociedad para el aumento del capital constante y la
reproducción ampliada conforme a sus necesidades. Dicho de otra manera, en la sociedad
planificada los medios de producción necesarios están determinados por los medios de
subsistencia necesarios, el consumo preside a la capitalización, al paso que en la sociedad
capitalista ambos están presididos por la plusvalía realizada, no existen sino en la medida
en que satisfacen los intereses particulares de la clase propietaria.
[...] En la economía rusa tenemos un tipo notablemente feroz de capitalismo de
Estado, que redobla las lacras fundamentales del capitalismo clásico estudiado por Marx.
Oposición entre la producción y las necesidades sociales; lujo y despilfarro en las alturas,
depauperación abajo; aumento de la esclavitud del salario y establecimiento de una

285
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

esclavitud semilegal que fija el obrero a la fábrica como una clavija más de la máquina;
producción de mercancías y explotación de la plusvalía, interdicción de las masas de toda
intervención en la administración económica y en la dirección política, furiosa y
degenerada centralización estatal. Y no es menester hablar de los millones de hombres
condenados a trabajos forzados, ilotas de la contrarrevolución, ni de las vesanias
permanentes de la dictadura policíaca. En ese amplio sentido, la restauración capitalista ha
tenido ya lugar; no hacemos más que reconocerlo con retraso. [...] ni el proletariado ruso ni
el mundial tiene nada que defender en Rusia. [...] El triunfo de la contrarrevolución debe
ser el punto de partida del análisis marxista del fenómeno ruso. Es esa una consecuencia
forzada de la naturaleza de la revolución socialista. El proletariado, que contrariamente a la
burguesía no puede ser una clase propietaria antes de hacer la revolución, al ceder el poder
político a estratos sociales situados a su derecha, cede también posiciones económicas. La
revolución burguesa podía sufrir un termidor y un bonapartismo sin que el control
económico de la sociedad escapase a la clase capitalista; a la revolución proletaria le
escapa, con el control político, el control económico. No olvidemos que es la revolución de
las revoluciones, la emancipación de la humanidad a través del proletariado, la revolución
permanente. Su dilema es completarse o perecer.
[...] Recordemos de pasada que Trotsky admitía el colectivismo burocrático como
posible tipo de sociedad futura, caso de general fracaso revolucionario. Nosotros, por el
contrario, lo consideramos inconcebible, porque la bestial arbitrariedad que supone una
dictadura como la stalinista, no puede durar siquiera medio siglo sin corroer todas las
relaciones sociales, incluyendo la burocracia misma.
[...] el Estado [ruso] nada tiene ya que ver con un Estado obrero, por más
degeneración que se le achaque [...] insistamos, sintetizando, en que un Estado capitalista
se define por los siguientes rasgos:
1.- La propiedad, privada o estatal, sirve para concentrar la plusvalía en manos de
una minoría social.
2.- La producción y reproducción ampliada de la economía no se efectúa en razón
de los intereses de la mayoría social, sino de la minoría apropiadora de la plusvalía.
3.- Con democracia formal (la parlamentaria) o con dictadura declarada, las clases
laboriosas son sistemáticamente apartadas de la gestión política, sufriendo la dictadura de
la minoría.
4.- La distribución de los productos está determinada por la ley del trabajo
asalariado (separación del hombre de los instrumentos de trabajo).
5.- Los conocimientos técnicos y la cultura en general son guardados como
monopolios por la minoría dominante; a la mayoría se le cierra el acceso a ambos.
6.- El Estado refuerza cada vez más los rasgos centralistas y dictatoriales que
empezó a tomar con la formación de la sociedad capitalista en el seno de la sociedad
feudal.
Y bien, cada uno de esos rasgos característicos del Estado capitalista los vemos
llevados hasta el paroxismo en el Estado ruso, a empezar por la explotación de las masas.
Añadamos que la propiedad estatal no priva a la alta burocracia de los derechos de un
accionista de cualquier sociedad anónima. Cada vez en cantidades mayores, la burocracia
ha emitido bonos y obligaciones con jugosos porcentajes de rédito. [...] Muchos altos
directores de la industria poseen personalmente millones de rublos en bonos y
obligaciones. [...] La clase obrera rusa no tiene nada que defender en semejante sistema.
Políticamente, la vuelta al poder del proletariado exige la destrucción total del actual
Estado, de la misma manera que fue destruido el Estado zarista, o como el proletariado de
cualquier otro país deberá destruir el Estado capitalista. Ni la policía, ni los tribunales ni el
ejército tienen nada en común con el proletariado. Su organización, su “ideología” y sus

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

cuadros respectivos están estrechamente ligados a los intereses de la contrarrevolución


stalinista. Ya no se trata de emplear la máquina, sino de destruirla. Y en cuanto a los
órganos de poder, los que todavía se llaman soviets en Rusia, es sabido que están más
desligados de las masas que las cámaras parlamentarias de los países burgueses. El
renacimiento de los soviets de 1917-1922 deberá extirpar esos estados mayores de la
contrarrevolución.
También en el aspecto económico es toda una revolución social, no simplemente
política, lo que tiene el proletariado ruso ante sí. No sólo toda la alta burocracia posee
propiedades (casas, tierras, automóviles, joyas, bonos, obligaciones, etc.) y grandes
cantidades de dinero; sobre todo, los medios de producción son realmente propiedad
colectiva de la burocracia. Al tomar nuevamente posesión de ellos, el proletariado
expropiará a los embolsadores de beneficio, hoy dueños absolutos de la plusvalía, y ésta
adquirirá la naturaleza de plustrabajo inseparable de toda sociedad en transición al
socialismo.
Veintinueve años después de la revolución bolchevique, todas sus conquistas han
sido aniquiladas por la contrarrevolución stalinista. Si la Cuarta Internacional no sabe
tenerlo en cuenta y cambiar rápidamente su política hacia la URSS y el stalinismo
mundial, será incapaz de inspirar al proletariado la confianza que hoy le falta, se condenará
a la impotencia, la crisis de la humanidad, crisis de dirección revolucionaria, adquirirá
estado permanente.
III. LA POLITICA EXTERIOR RUSA Y EL STALINISMO MUNDIAL
[...] Ante los revolucionarios, ante la IV Internacional en particular, se presenta un
dilema de gravísimas proporciones, insoluble positivamente sin cambiar por completo de
política respecto a Rusia y el stalinismo. Ese dilema no es elegir entre el bloque ruso y el
bloque angloamericano, lo que de antemano llevaría consigo una vergonzosa
prevaricación, cualquiera de los dos que se eligiera, se trata de unificar las masas europeas
contra los Tres Grandes, o desaparecer como corriente proletaria independiente. La
evolución de los acontecimientos y de la casta gobernante rusa, más concretamente,
condenan a mísero seguidismo cualquier política que no considere a los Tres como un todo
contrarrevolucionario frente a los pueblos. Pretender que el Grande oriental porta en sus
querellas con los dos Grandes occidentales, siquiera una infinitesimal parte de intereses
comunes con el proletariado, constituye hoy una añagaza más, “bourrage de crâne”. El
partido que se oriente en tal sentido, inevitablemente se revelará impotente y se dejará
enredar en los embrollados hilos del stalinismo, cualesquiera que sean sus intenciones y las
tradiciones que pretenda representar.
Hemos sostenido a lo largo de estas páginas que la propiedad en Rusia no conserva
ya ninguno de los caracteres de la revolución de Octubre, que el Estado, lejos de dejarse
definir como “Estado obrero degenerado”, reclama desesperadamente la consideración de
capitalismo de Estado, y que a esta noción deben ligarse los atributos decadentes de una
sociedad mundial que se pudre por falta de revolución, el principal de los cuales es la
exacerbación de la función opresora y centralizadora del Estado. Las andanzas de la
política exterior moscovita tienen por respaldo y guía esa realidad contrarrevolucionaria
interior. Falta en ellas el más remoto vestigio de Octubre rojo, y chorrea por todas partes en
borbotones de sangre, opresión, barbarie.
[...] Es la calificación de la obra del Kremlin extrafronteras lo que primordialmente
nos preocupa aquí; ella embota o afila la lucha contra el stalinismo. [...]
¿Cómo puede ser considerada esta obra sino reaccionaria y antihistórica? Moscú no
hace más que imitar la obra y los porcedimientos tradicionales de los grandes países
capitalistas. Y los lleva a un grado de bestial perfección sin otro antecedente que la
expansión nazi. El camarada Logan está enteramente en lo justo al calificar de imperialista

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

la política exterior rusa. Para cualquier revolucionario cuya sensibilidad no se marchite, el


odio que a las masas de los países ocupados por Rusia inspira el ocupante, basta como
elemento de convicción. El hecho de que el imperialismo stalinista presente algunos rasgos
diferentes de los del imperialismo clásico, ni le quita el carácter de tal, ni lo convierte en un
mal menor para las masas.
[...] La realidad es demasiado brutal, demasiado sangrienta, demasiado costosa y
contrarrevolucionaria para dejar lugar a dudas. Aun sin ningún análisis teórico, la
incompatibilidad de los intereses del proletariado con la defensa de Rusia, debe imponerse
a los revolucionarios, tanto más abrumadoramente cuanto mayor sea el imperio de los
ejércitos de Stalin y de sus mercenarios locales.
[...] Los movimientos revolucionarios que con mayor o menor ímpetu existían en
todos los países donde entró el ejército ruso, fueron bruscamente yugulados, y la
instauración en el poder de gobiernos stalinistas o sometidos al stalinismo, estabilizó la
situación, convirtiéndose aquellos en dictaduras desnudas o encubiertas con formas
plebiscitarias. El empleo en algunos países de una terminología grata a los oídos de las
masas, tal como “control obrero”, “comités de fábrica”, etc., tiene el mismo valor que el
empleo del término “soviet” en Rusia. Se trata invariablemente de organismos controlados
y vigilados por el stalinismo, vale decir por la GPU. Comités y control constituyen un
brazo ejecutor del Estado, y el Estado es el mismo organismo reaccionario de ayer, con el
stalinismo montado encima y las ametralladoras del ejército “rojo” por protección. La
misión revolucionaria del proletariado empieza con la destrucción completa del Estado
actual, monstruoso armatoste reaccionario. En los países ocupados por el stalinismo, por el
contrario, éste y el ejército ocupante cumplen una misión diametralmente opuesta a la del
proletariado. Nadie podrá negarlo sin obligarse a defender el disparate que Polonia,
Checoslovaquia, Yugoslavia, etc., han comenzado siendo, por arte de birlibirloque,
“Estados obreros degenerados”. Recordemos la experiencia de España, que hoy se repite y
completa en Europa oriental. El control “obrero” del stalinismo, su nacionalización, su
“democracia”, su orden en una palabra, asestaron el golpe mortal a la revolución española,
entronizando de nuevo el Estado capitalista, hasta el punto que Negrín se jactaba, con
razón, de haber impuesto un orden más completo que cualquier otro gobierno en los
últimos cincuenta años.
[...] Nos encontramos ante gobiernos stalinistas que representan un tope
reaccionario a la revolución y al movimiento obrero en general. No se les puede equiparar
con aquellos gobiernos de líderes reformistas vistos entre las dos guerras, tipo Kerenski,
Noske o Blum, por naturaleza inestables, forzosamente destinados a ser derribados por la
derecha o por la revolución proletaria. Lejos de alentar el movimiento revolucionario, la
llegada al poder de los partidos stalinistas en Europa oriental ha surtido efectos
destructores y regresivos, comparables a los de la llegada al poder de un partido
contrarrevolucionario. El simple ejercicio del derecho de huelga o la reclamación de
reivindicaciones obreras se convierten en delitos de alta traición, causan encarcelamiento,
trabajos forzados o el asesinato de los promotores. Esto introduce nuevos elementos en
nuestras ideas sobre el stalinismo, de donde se deducen importantes modificaciones
valederas para todo el mundo.
[...] El stalinismo en el poder, si bien muestra innegablemente a las masas su
naturaleza reaccionaria, impide que la experiencia se condense en formas más elevadas de
luchas, suprime todas las libertades, representa un punto muerto para la revolución. Un
partido que adopte la consigna, ¡el stalinismo al poder!, da la orden de fuego a su propio
piquete de ejecución.
[...] Cierto, en los países no ocupados por Rusia el stalinismo puede aparecer como
tendencia obrera semejante al reformismo, partidaria de la democracia burguesa, capaz de

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

organizar huelgas y de obtener ciertas mejoras compatibles con el capitalismo. Se inclinará


en ese sentido más o menos, según empeoren o mejoren las relaciones de Moscú con
Washington y Londres. Pero el valor que para el movimiento obrero mundial tiene la
experiencia de Europa oriental consiste precisamente en haber mostrado al stalinismo tal
cual es, actuando y manifestándose en las condiciones más ideales imaginables. Ese es el
stalinismo en el poder; por él puede juzgarse lo que sería en Grecia, Italia, España, Francia,
Italia, etc. Lo que hace en Europa oriental es un ejemplo de lo que pretende hacer en todo
el viejo continente. Resulta imposible asimilar el stalinismo a una tendencia obrera
reformista. No tiene sus bases en la aristocracia obrera y en la idea de la evolución
progresiva del capitalismo, sino en un Estado todopoderoso y vencedor, producto de una
contrarrevolución, que hoy sólo puede ser considerada como “el capitalista colectivo
ideal”. De ahí la repulsiva carencia de principios del stalinismo, su reptante elasticidad, su
ausencia completa de escrúpulos, su naturaleza totalitaria, incluso cuando “lucha” por la
“democracia”, y su desfachatez sin precedente para vender las masas de cualquier país, sea
a Moscú o a cualquier caro aliado de Moscú. En toda Europa el porvenir del stalinismo
está completamente ligado al porvenir de la contrarrevolución rusa.
[...] Todo movimiento revolucionario, todo paso adelante de las masas, tiene que ir
directa e inmediatamente dirigido contra la coalición de stalinistas, fascistas de ayer,
reaccionarios y socialdemócratas, apoyados en las bayonetas del ejército ruso. A pesar del
terror de la GPU, la situación es excepcionalmente favorable a la creación de un vasto
movimiento revolucionario antistalinista.
Solamente la IV Internacional, por su tradición de principal enemigo del stalinismo
y continuadora de la tradición revolucionaria de Octubre, está en condiciones de
aprovechar la ocasión y organizar políticamente el odio de los pueblos oprimidos y
esquilmados por el Kremlin. Pero no podrá hacerlo sin abandonar radicalmente el esquema
de “defensa incondicional de la URSS”.
[...] Rusia ha triunfado militarmente, sí, pero el stalinismo ha completado en el
ínterin su curso reaccionario, se siente más firme que nunca, completa su despojo
económico del proletariado soviético con el despojo de los países que ocupa. De las dos
posibilidades de evolución que preveíamos como consecuencia de la guerra, la
revolucionaria y la reaccionaria, se ha manifestado la reaccionaria. En estas condiciones,
continuar haciendo pasar los intereses del proletariado de los países ocupados por las
necesidades de la defensa militar rusa, es un error de una envergadura histórica capaz de
acarrear las más graves consecuencias; equivale a renunciar a una lucha seria contra el
ocupante, primera condición de desarrollo revolucionario.
[...] Los intereses de la defensa de la URSS se han mostrado incompatibles con la
revolución. [...] Sí, la IV Internacional debe desembarazarse de la defensa de la URSS,
fardo paralizador, y lanzarse a fondo a la lucha contra la ocupación rusa, yanki y británica:
la IV Internacional debe aplicarse inmediatamente a organizar la fraternización de los tres
principales ejércitos ocupantes con las poblaciones ocupadas; la IV Internacional debe
unificar el proletariado de Europa contra los Tres Grandes. Únicamente por ese camino se
mostrará capaz de intervenir en la historia de la humanidad. De lo contrario, las
condiciones objetivas de la revolución entrarán en franco proceso de putrefacción, y con
ellas la IV Internacional también, aunque ésta, para consuelo de mentalidades religiosas, se
pudra a la izquierda de las demás organizaciones obreras.
[...] ¡Cambio o anquilosis! He ahí el dilema.
México, DF, abril-junio 1946

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

3.40. Grupo Comunista Internacionalista (Sección Española de la IV


Internacional): “A los trabajadores españoles. ¡Viva el 19 de Julio!”.
[Manifiesto]. París, 19 de julio de 1946
¡Trabajadores!
Hace hoy diez años que cogisteis las armas para aplastar la sublevación de
militares, curas y falangistas. Armas que os fue necesario arrancarle a una República
inclinada en los momentos más críticos de Julio, a buscar la base de un compromiso con la
generalada insurgente. [...]
Hace hoy diez años que os lanzasteis decididos a terminar con vuestra condición de
explotados. La conciencia de clase, supliendo las directivas del Partido revolucionario que,
por desgracia, no existía en España, os hizo sentir que la lucha contra la sublevación
militar-falangista imponía la aplicación de los métodos de la revolución proletaria: Que el
aplastamiento de la reacción y el fascismo dependía directamente de la destrucción de las
bases económicas del régimen burgués para realizaciones de tipo socialista: Que los Primo
de Rivera del 23 y del 36, los Sanjurjo de Agosto del 32; los Gil Robles del 34, los Franco
del 18 de julio, no desaparecerían jamás sin hacer desaparecer la propiedad capitalista por
la vía del combate armado.
[...] Franco quedó paralizado en su primer ataque porque el proletariado,
resueltamente, desoyendo las prédicas reaccionarias a la calma reemplazó la defensa de la
democracia impotente por la defensa de la revolución socialista. [...]
No fueron los artículos de la Constitución, ni la Ley de Defensa de la República, ni
el Parlamento del Frente Popular, ni la “fidelidad” de muchos gobernadores civiles que el
19 de Julio levantaban el puño antifascista para descargarlo después contra la revolución,
lo que evitó que el país cayera en pocos días bajo la bota de Franco.
Fueron los COMITÉS, las MILICIAS, las PATRULLAS de CONTROL: Fue la
clase trabajadora en armas y en lucha por su emancipación, arrastrando tras sí las capas de
la pequeña burguesía laboriosa, víctimas igualmente del régimen de explotación
capitalista. [...]
No fue el poder del Estado republicano, poder que yacía por tierra, lo que
desarticulaba la cohesión del Ejército franquista y triunfaba de él en los principales puntos
del país. Fue vuestro poder de acción revolucionaria: ¡trabajadores!
Pero este poder de acción no logró ser centralizado en el poder político de un
Estado obrero como los bolcheviques supieron hacer en Rusia del 17. De aquí que fueran
posibles las asechanzas contrarrevolucionarias en nuestro campo y la realización de los
planes que el enemigo de clase se trazó valiéndose de sus agentes en el movimiento obrero,
de la incapacidad de organizaciones centristas, y sobre todo, de la no existencia del Partido
dirigente, revolucionario. Planes que se resumían en la fatídica consigna de “primero ganar
la guerra”, causa primera del descalabro.
[...] Y, piedra por piedra, disolución de Comité por Comité (a comenzar por el
Comité Central de Milicias de Cataluña) fueron reconstruyendo el aparato del Estado
burgués. Primero, pacientemente, tímidamente, incluso entonando durante el trabajo
algunas estrofas de “la Internacional”. Meses más tarde, abiertamente, con el himno de
Riego, reemplazando la persuasión y el engaño por los métodos expeditivos del SIM y la
GPU.
[...] el stalinismo se puso a la cabeza de la obra reaccionaria asesinando a la
revolución no ya como movimiento histórico, sino físicamente: en la persona de los
militantes de vanguardia y de los trabajadores de base que, llevados por su honradez
revolucionaria, se permitieron poner en duda la infalibilidad del “genial” Stalin y las
“maniobras” del Partido Comunista en la conducción de la guerra civil.

290
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

El chantaje de las armas rusas (pagadas con el oro-metal y con el oro-político del
19 de Julio cuyas conquistas fueron liquidadas para “vencer a Franco”) hizo del stalinismo
el árbitro de la situación y el principal responsable de la hecatombe. [...]
La experiencia de la guerra civil debe serviros para templar las armas de los
combates próximos [...]
Romped para ello todo compromiso de colaboración de clase, frentepopulista,
cualquiera que sea su forma orgánica y el nombre con que se presente: Junta Española de
Liberación, Alianza de Fuerzas Democráticas, Gobierno Giral.
Constituid vuestro frente único, independiente: la ALIANZA OBRERA que tome
bajo su dirección la lucha contra el régimen de Franco bajo un programa anticapitalista.
¡Abajo Franco, Falange y el Ejército pretoriano!
¡Atrás la ONU y la diplomacia internacional en los destinos del pueblo español!
¡Vía el 19 de Julio! ¡Viva la Alianza Obrera!
19 julio 1946.
Grupo comunista internacionalista (Secc. esp. de la IV Int.)

3.41. G. MUNIS: “Decíamos ayer...”. México DF, 4 agosto 1946


Tal título general debería estampar el Secretariado Internacional en el frontis del
Boletín Interior por él publicado. Es bien conocida a los lectores de lengua española el
origen de esa expresión huidiza y cautelosa. Un poeta y fraile perseguido por la
Inquisición, después de siete años de encierro, incomunicación con el mundo exterior y
torturas, defraudó la expectación de sus numerosos amigos reanudando sus clases en la
universidad como si nada hubiese ocurrido: “decíamos ayer...”. Siete son también los años
que las secciones de la IV Internacional han estado incomunicadas entre sí, años henchidos
de acontecimientos con excepcional repercusión histórica, años ricos en promesas de
emancipación, y de aniquilamiento también, años de fructífero y doloroso aprendizaje para
los explotados del mundo, en particular para los revolucionarios. No obstante, ahí están el
primer número del Boletín Interior, y el segundo y el tercero, publicados en mayo como si
el número anterior acabase de salir en abril. Su silencio grita: Aquí no ha pasado nada
señores; continuemos la clase.
[...] No se trata de arrojar a la internacional un Boletín, incluso si se deja completa
libertad de expresión. Es menester que el propio SI, actuando como comité organizador de
la discusión y del congreso, ponga la internacional ante la necesidad de juzgarse a sí
misma, y de encontrar su homogeneidad ideológica y orgánica. Estas no se pueden dar por
sentadas tras el prolongado aislamiento y los trascendentales acontecimientos vividos en el
ínterin [...].
Existe un número determinado de problemas muy importantes que deben ser
inmediatamente enumerados como sujeto de discusión, cualquiera que sea la opinión del
SI y del CEI. Primero y ante todo, la Internacional debe saber cual ha sido la actitud de sus
partidos ante la guerra imperialista, si revolucionaria u oportunista, si ha estado dentro de
las ideas del derrotismo revolucionario o fuera de ellas. Sin semejante examen, cualquier
proyecto de política revolucionaria será construido sobre arena. Si el SI no tiene nada que
decir a este respecto, debe pedir a las secciones su parecer. Recordemos que, desde 1942,
el Grupo español en México ha criticado como oportunista la política del SWP. [...]
En segundo lugar, está la política de nuestros partidos frente a los movimientos
nacionales y al guerrillerismo, surgidos en Europa como consecuencia de la voltereta de
los partidos stalinistas, que los desplazó del servicio de Moscú-Berlín al de Moscú-

291
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

Londres-Washington. Se trata de un fenómeno enteramente nuevo en la historia de la


revolución mundial, y la Internacional debe estudiarlo y pronunciarse.
Tercero en orden, el problema de la defensa de Rusia se revelará sin duda crucial
para el porvenir de la Internacional. Después de los acontecimientos sobrevenidos [...]
¿continúa siendo justa y necesaria para el proletariado mundial la defensa de Rusia, o ésta,
a la luz de los nuevos acontecimientos, aparece incompatible con la revolución mundial?
Como consecuencia de lo anterior, era también preciso que el SI planteara el
problema de nuestra actitud frente a los partidos stalinistas del mundo entero. Hasta hora
continúa tratándoseles como partidos reformistas. Ahora bien, mientras el reformismo
tiene por base la aristocracia y la burocracia obreras, y por ideología la concepción
evolutiva del capitalismo hacia el socialismo, el stalinismo es un fenómeno totalmente
diferente, originado en el triunfo ideológico y económico de la contrarrevolución rusa.
Identificar reformismo y stalinismo resulta a primera vista, cuando menos, dudoso. En esta
discusión va implícita la aceptación o el rechazo de la consigna “Gobierno staliniano-
socialista”, sustentada hoy por varios partidos europeos. [...]
La apreciación de la perspectiva de la revolución mundial, y de nuestra táctica,
dependerán en gran medida de la discusión previa de los [...] problemas enumerados. [...]
En una palabra, el “decíamos ayer” es una conducta pasiva que sólo malos
resultados puede producir. Es necesario que la Internacional reaccione, que los partidos y
grupos pidan una preparación cuidadosa de la discusión, de la participación en ésta y la
convocación de los diferentes grupos trotskistas existentes en muchos países; es necesario
que pidan la celebración legal del congreso, y que no se reúna antes de que la discusión
sobre todos los puntos haya sido completa. De lo contrario se impondrá en nuestro
movimiento la práctica del dejar hacer, que mecánicamente favorece a quienes tienen un
aparato más fuerte.
México, DF 4 agosto 1946. G. Munis

3.42. “Carta de Eduardo MAURICIO a G. MUNIS, (8 de agosto 1946)”


Querido Manolo: [...] Tú sabes que desde siempre tuve una concepción del partido
bien distinta a eso del epistoleo bipersonal. Tanto más cuanto se tienen cargos de
dirección.
Nuestro representante español en el CEI (que como tal representante ha debutado
en el primer pleno) no aguanta mecha ni completa unanimidades. Te lo digo porque le
conozco desde que era chico e iba conmigo a la escuela118. Una prueba de que no
completa, no ya la unanimidad, sino la mayoría la tiene el hecho de que se abstuvo en lo de
si la sección inglesa debía o no zambullirse en el LP [laborismo].
[...] El meollo de la divergencia es más profundo de lo que a primera vista parece.
Es nada menos que la caracterización de la situación internacional lo que esté en juego. [...]

118
Se trata por supuesto de una metáfora para referirse a sí mismo. Eduardo Mauricio, bajo el seudónimo de
“Ernesto”, fue representante del Grupo Español en la Preconferencia, junto con Font Farran.

292
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

3.43. PERALTA [PERET, Benjamín]: Le “Manifeste” des exegetes. [El


“Manifiesto” de los exégetas]. Editorial Revolución, México DF, 1946.119
Quisiera tratar desapasionadamente el “manifiesto” de la preconferencia de la IV
Internacional del pasado abril. Pero no se puede sino constatar que no aporta ninguna
solución real a los problemas actuales del movimiento obrero y de la revolución socialista
a la que apunta este último porque a estos problemas, ese texto opone un análisis basado en
postulados que una crítica rigurosa reduciría a la nada, provocando el desplome de todo el
edificio teórico, agrietado a medida que se construía. Primero debe subrayarse que este
“manifiesto” sólo tiene de manifiesto el nombre. Es el documento de la beata vanidad, un
interminable diploma de autosatisfacción que se otorgan sus redactores en nombre de
nuestra Internacional: Todo es lo mejor en el mejor de los mundos troskistas puesto que
todo lo que dijimos se ha verificado, y si, por ventura, la realidad se bate en duelo con
algunas de nuestras previsiones, se echa un púdico velo sobre esta fastidiosa realidad que
se obstina en contradecirnos con la esperanza de que modifique pronto su aspecto.
¿Es este un método revolucionario? ¿Podremos educar así a las masas? ¿Nos
estamos preparando realmente para ser el partido mundial de la revolución socialista?
Digamos enseguida que no y que, por este camino no llegaremos nunca. Por el contrario,
es así como pasaremos, impotentes, al lado de situaciones revolucionarias sin poder
hacernos oír de los trabajadores, indefinidamente condenados a nuestro raquitismo actual.
Haber tenido razón desde la a hasta la z (y no es el caso) sin que la clase obrera se haya
dado cuenta durante siete años, es evidentemente haberse equivocado, a menos que la clase
obrera no haya permanecido tan lejos de nosotros que aparezcamos como energúmenos
ultraizquierdistas a los que no comprende, y esto también significaría que nos hemos
equivocado.
Pero si la clase obrera no ha venido a nosotros, en Europa por ejemplo (dadas las
dificultades materiales para un pequeño partido de hacerse oír en condiciones de ilegalidad
que han prevalecido durante toda la guerra) es sencillamente porque la falsedad de los
puntos de vista que sostuvimos al inicio de la guerra ha sido sensible para la mayoría de los
trabajadores, que no veían ninguna razón para defender a la URSS, simple aliado de Hitler
o del imperialismo anglosajón. Por otra parte, el mantenimiento por parte de nuestra
organización de posiciones periclitadas, ha tenido por consecuencia una pusilanimidad de
los dirigentes que no han sabido aprovechar las distintas circunstancias que se les han
ofrecido desde el comienzo de la guerra pues en todos los casos, encadenados por
consignas caducas, les ha faltado audacia, tanto para analizar la situación como para
sacarle partido. Así pues nos hemos equivocado y nuestro deber inmediato e
imprescriptible, en tanto revolucionarios, es buscar las fuentes de nuestro error sin intentar
engañarnos suponiendo que se trata de errores secundarios.
En realidad, en lugar de entregarse a un trabajo crítico, los redactores del
“manifiesto” han recogido piadosamente los textos sagrados que han sometido a una
exégesis detallada puesto que declaran fríamente, aunque de forma implícita, que nuestras
tesis de antes o del inicio de la guerra, en su conjunto, han resistido la prueba de los
hechos, lo que es una falsedad irritante.
Es ahí donde el “manifiesto” ha fallado más. Un manifiesto ante todo debe tener
capacidad de agitación, ser breve y resumir en frases brillantes la situación del momento
para expresar consignas de movilización. Salta a los ojos que este “manifiesto” en lugar de
agitar, se limita a sumir al lector en un profundo sueño.

119
Texto extractado de un folleto de 29 páginas. El texto completo, en francés, puede pedirse escribiendo al
apartado de correos 92062 - 08080 Barcelona.

293
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

EL PACTO STALIN-HITLER
En primer lugar, este “manifiesto” parte de la idea preconcebida, aunque no
expresada, de que no ha sucedido nada desde 1939, que la guerra sólo ha sido una pesadilla
al despertar de la cual uno se encuentra en el mismo punto de partida que antes; un “Estado
obrero degenerado” enfrentado a unos imperialismos empeñados en perderlo. De esta
posición se desprende forzosamente una táctica errónea que reposa, por otra parte, en la
idea de la necesidad de una educación incesante de los trabajadores. De este modo la
cuestión no es ya mostrar a los trabajadores la necesidad de derribar al capitalismo para
instaurar un poder obrero que conduciría la sociedad hacia el socialismo. Todo trabajador
europeo, cuando se rasca el barniz pequeñoburgués que el capitalismo a veces ha sabido
aplicarle con la complicidad, ya sea de los reformistas, o bien hoy de los estalinistas,
demuestra saber que no es posible otra salida para la crisis. En consecuencia nuestra táctica
de frente único por ejemplo, sólo por esto, ha perdido todo significado, pues los millones
de trabajadores que siguen a los reformistas y a los estalinistas no obedecen más que a la
ley del menor esfuerzo inherente a todo hombre, y los partidos “obreros” saben
aprovecharse cultivando esta pereza. Así pues, por una parte los trabajadores siguen en tan
gran número a los traidores a causa de una pasividad que no hemos sabido sacudirnos, por
otra parte, a causa de nuestra insignificancia numérica, consecuencia de lo inadecuado de
nuestra propaganda, y por último, ambas causas unidas impiden que los obreros vengan a
nosotros, pues estiman con razón que en la actualidad no somos más que los representantes
de una izquierda del estalinismo, del que estamos insuficientemente diferenciados y con el
que no hemos roto claramente. Además, estas posiciones sostenidas pese a toda evidencia,
sin análisis previo que las justifique, (que no puede existir) encadenan a los redactores del
“manifiesto” a una tolerancia frente al estalinismo, que roza a veces la capitulación, pues
les impulsa a enmascarar los hechos más llamativos, aquellos contra los que el deber más
urgente sería el de enfrentarse enérgicamente y extraer las necesarias conclusiones. Es así
como, en el pasaje relativo al “auge y caída del imperialismo nazi”, se oculta púdicamente
el pacto Hitler-Stalin, que es mencionado sólo episódicamente. ¿Por qué? Sencillamente,
porque si fuera cierto que “la labor del Estado nazi fue la de aplastar a la clase obrera en
Alemania y dominar la Europa capitalista”, sería falso que su tarea haya sido “aplastar a la
URSS”, en tanto que heredera de la revolución de Octubre. Aliándose a Hitler, Stalin le ha
ayudado poderosamente a aplastar a la clase obrera alemana y a preparar su masacre.
[...] No existía entre la Alemania hitleriana y la Rusia estalinista ninguna
contradicción inherente al régimen de propiedad imperante en uno y otro país. De otro
modo ese pacto hubiera sido imposible. Intentad imaginar (lo que es evidentemente
insensato) un pacto Lenin-Hitler. El solo acoplamiento de estos dos nombres hace rechazar
sin más esta hipótesis. Pero si tal hipótesis es insensata y si el pacto Stalin-Hitler ha sido
realidad, es porque entre la época de Lenin y la de Stalin se han producido tales
modificaciones que no pueden ser consideradas cuantitativas, sino cualitativas. ¿El deber
de los redactores del “manifiesto” era el de escamotear esas modificaciones, o bien el de
iluminarlas para que la Internacional pudiera discutir y tomar las resoluciones adecuadas?
[...] Si a esto se añade que la URSS “amenaza engullir a otros muchos países situados en
sus fronteras”, no se hace en realidad, más que denunciar la tendencia expansionista del
Kremlin sin osar confesarlo francamente ni recordar que todo país imperialista actúa igual
si le es posible. La opresión rusa simplemente ha sucedido, en esos territorios, a la opresión
nazi, el partido stalinista al hitleriano, la Gepeú a la Gestapo, sin que las masas se hayan
beneficiado en nada. Siguen siendo las víctimas del stalinismo como lo fueron del
nazismo. [...]
El pacto Hitler-Stalin marca un giro definitivo en la historia de la contrarrevolución
rusa, consecuencia de sus victorias sobre el proletariado ruso y mundial, y su paso al plano

294
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

de la rivalidad interimperialista. Significa que ya no queda nada de la revolución de


Octubre, que la burocracia ha adquirido posiciones políticas y económicas únicamente
destructibles por la vía de una nueva revolución proletaria en Rusia. Sostener en la
actualidad una política en defensa de la URSS, cuando los acontecimientos de los últimos
años muestran su falsedad, es en realidad inclinarse ante la contrarrevolución staliniana y
dejarle el campo libre para burlar, oprimir y encadenar a las masas, es orientarse hacia la
capitulación.
LA DEFENSA DE LA URSS, LA OCUPACIÓN DE EUROPA ORIENTAL Y EL
PAPEL DEL STALINISMO
[...] la revolución socialista, a la que tienden espontáneamente todos los pueblos de
Europa, es para la burocracia rusa una auténtica pesadilla que debe disipar cueste lo que
cueste para poder sobrevivir y prosperar, y de ahí la necesidad que tiene de abatir la
revolución socialista en todos los sitios donde brote, bajo pena de sucumbir ella misma. El
ejemplo de la revolución española es, desde este punto de vista, particularmente
clarificador.
En julio de 1936, los trabajadores españoles se apoderaron de todo el aparato
económico del país, disolvieron todas las instituciones burguesas, incluida la justicia, la
policía y el ejército. El Estado burgués desapareció entonces como un fantasma a las
primeras luces del alba. Lo que subsistía en Madrid, no gobernaba sino es con el permiso
de los comités obreros. Pero el stalinismo está vigilante y acaba de aplastar en el cascarón
el movimiento revolucionario de las masas francesas (junio de 1936). Se levanta contra las
milicias obreras en favor del ejército burgués, contra los comités en favor del Estado
burgués, trabaja infatigablemente para crear, bajo su control, un gobierno de unión
nacional (gobierno Negrín) bajo cuya protección asesina y encarcela a los revolucionarios
antes de entregar la revolución a Franco, que acabará su obra, permitiéndole guardar
vagamente las apariencias y dejando paso libre a la guerra imperialista, que ayuda a desatar
con el pacto Hitler-Stalin, y que una revolución triunfante en España hubiera impedido.
Recordemos que los procesos de Moscú comienzan con la revolución española y
dan todo su sentido a la acción que el stalinismo va a emprender en la península.
Constituyen una auténtica oferta de servicios dirigida a la burguesía mundial.
A esta burguesía, la burocracia staliniana le dice: “Mirad, la revolución ha
terminado; hemos asesinado a quienes la llevaron a la victoria. Estamos bien organizados
en todo el mundo y somos capaces de hacer lo mismo donde sea necesario. Confiad en
nosotros, estamos tan interesados como vosotros en mantener el orden capitalista. Y sólo
nosotros podemos salvarlo”. Y lo probaron de nuevo en España como más tarde lo
probaron en Europa, en el momento de la “liberación”, en los territorios que ocupan y en
los que dominan los partidos stalinianos.
El papel de la burocracia staliniana no ha sido pues el de “arruinar una serie de
posibilidades revolucionarias”, sino el de ayudar a aplastar, o aplastar a conciencia todo
movimiento revolucionario desde el momento que representara algún peligro para la
burguesía, y por lo tanto para la propia burocracia.
[...] CONCLUSIONES
En resumen, y para concluir, la IV Internacional no será capaz de cumplir su
misión revolucionaria si no abandona sin reservas la defensa de la URSS en favor de una
política de lucha sin cuartel contra el capitalismo y su cómplice, el stalinismo.
Para conducir victoriosamente esta lucha, hay que desvelar a cada paso y en la
práctica el carácter contrarrevolucionario de la burocracia rusa que se erige en el interior
[de Rusia] como una clase en vías de formación, que oprime [en el exterior] a Europa
oriental y Asia. Hay que desenmascarar la mentira de sus “nacionalizaciones” y
“reformas” agrarias, desarrollar la fraternización entre ocupantes y ocupados, declarando

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

claramente que ni unos ni otros no tiene nada que defender en Rusia, sino que destruirlo
todo igual que en cualquier Estado capitalista, así como a los agentes del Kremlin
participen o no en el gobierno. La fraternización entre ocupantes y ocupados debe ser el
tema central de nuestra agitación en los territorios ocupados, sea cual fuere la potencia
ocupante. Es la única forma de combatir el chovinismo tanto entre los vencidos como entre
los vencedores, y de preparar el frente internacional de los explotados contra los
explotadores. Al mismo tiempo, la evacuación de todos los territorios ocupados, incluidos
los ocupados por los rusos, debe exigirse con una creciente insistencia.
En el resto del mundo, debemos mostrar en todo momento que el stalinismo sólo es
el agente nacional de la política exterior del Kremlin, cuyos intereses son siempre opuestos
a los de la revolución socialista, que sería su definitiva ruina; que la suerte de los
trabajadores le es totalmente indiferente; que es el mejor defensor de la burguesía nacional
porque no prevé más porvenir que el ligado a la suerte de la contrarrevolución rusa.
Por lo tanto, la consigna del gobierno PS-PC-CGT para Francia, y toda consigna
similar en cualquier otro país, debe ser abandonada pues no apunta más que a romper el
empuje revolucionario de las masas entregando la vanguardia a la Gepeú.
La política de frente único de organización a organización en la etapa presente,
debe ser abandonada en lo que concierne a los partidos “obreros” tradicionales. Debe ser
sustituida, desde ahora, por proposiciones de frente único a las organizaciones obreras
minoritarias que sean susceptibles de dar resultados inmediatos, como por ejemplo los
anarquistas. Sin embargo, el frente único, en tareas precisas e inmediatas debe ser
preconizado sin desfallecer en la fábrica, en la localidad y si fuera posible en la región.
Nuestro programa transitorio debe ser podado del mismo modo. Debe desaparecer
por el momento, la reivindicación relativa a la Constituyente, y también todas las
consignas que reposan en una concepción progresiva de nuestro programa para las masas
en la actual etapa. El mundo atraviesa hoy una crisis revolucionaria aguda y nuestra
organización debe prepararse para las luchas decisivas que se avecinan, ya que no puede
esperarse ningún desarrollo del capitalismo, sea o no sosegado. Así pues debemos plantear,
popularizar y explicar sin descanso la consigna de la formación de consejos obreros
democráticamente elegidos en los lugares de trabajo, a fin de que pueda ser aplicada a la
primera ocasión. A esta consigna deben añadirse todas las consecuencias que implica:
formación de milicias obreras que obedecen únicamente a los comités elegidos por las
masas, desarme de las fuerzas burguesas, congreso de los comités obreros, disolución del
Estado burgués y creación del Estado obrero.
Al mismo tiempo, en el plano económico, la agitación debe insistir
fundamentalmente en la escala móvil de salarios, unida a la escala móvil de horas de
trabajo sin disminución de salario, y en todas sus ramificaciones: puesta en marcha por los
obreros de fábricas cerradas por los capitalistas, embargo del haber de los capitalistas por
los obreros empezando por los beneficios de guerra y del mercado negro, y por último la
confiscación de las fábricas y las tierras por los comités obreros democráticamente
elegidos en los lugares de trabajo.
Tal debe ser nuestro programa actual. Sólo así los trabajadores comprenderán que
“no existe otra salida que la de unirse todos bajo la bandera de la IV Internacional” [...]. Ha
llegado el momento en que las consignas de propaganda que antes venían como conclusión
de nuestros manifiestos, han de transformarse en consignas de agitación inmediata. Lo
precedente constituye la política clara y precisa de una vanguardia que se orienta
resueltamente a la realización de las tareas revolucionarias y se prepara a guiar el
proletariado a la toma del poder en cada país, de donde saldrá la constitución de los
Estados Unidos socialistas de Europa y del mundo, consigna final de la IV Internacional.
Sin embargo, esta consigna no debe ser imprecisa, como una tarea lejana cuya realización

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

vendrá a su tiempo. Desde ahora, un plan de producción para satisfacer las necesidades de
las masas debe ser preparado en la medida que los contactos internacionales lo permitan,
por ejemplo entre el proletariado de los países de Europa occidental. Nuestros grupos y
partidos deben tomar la iniciativa. Tal plan, opuesto a los proyectos de miseria y de
opresión de la burguesía tendría un poder de atracción considerable para todos los
trabajadores, pues mostraría concretamente las posibilidades que se desprenden de la
destrucción del poder burgués y del establecimiento de los Estados Unidos socialistas y del
mundo.
México, septiembre 1946

3.44. “Carta de Munis a Santiago [Jaime Fernández] (México DF, 15


noviembre 1946)”
Querido Santiago: Me alegro muchísimo que estés sin novedad. No precisamente
de que hayas vuelto, pues considero absolutamente indispensable que algunos de nosotros
estén en España, sino de que no hayas ido a parar a chirona como los otros dos. Esperemos
que ambos pasen desapercibidos y pronto estén en libertad. No dejes de informarme de
cuanto sepas sobre ellos.
No obstante tu informe, que espero impacientemente, deberías darme tus
impresiones de visu, del país en general, del proletariado y del país en particular. [...]
Sofía me ha referido la sesión del CE en que se trató lo de España. Me da la
impresión de zapateros metidos a sastres. [...] ¡Guárdese la sección española de los
consejos del CE actual! de lo contrario, adiós ella como sección revolucionaria, y a hacer
puñetas la formidable experiencia de la revolución española, precisamente lo que nos
convierte en una esperanza para la Internacional, y con suerte para todo el mundo. No hay
uno solo en el CE, aparte el representante español, que haya entendido J de la revolución
española.
Querido Jaime, me veo obligado a repetirte algo de lo que ya hemos hablado
verbalmente y por escrito. Es urgente, es tu deber revolucionario, ponerte a escribir un
folleto sobre El Alcázar. Basta con que relates por escrito como lo haces de viva voz. Eres
el único que puede echar abajo el mito de los héroes franquistas en El Alcázar, eres el
único que puede poner al descubierto la verdadera faz de algunos de los principales
componentes del “glorioso movimiento”. No tienes derecho a dejar por más tiempo inédita
esa experiencia única. [...] Podemos y debemos crear una literatura nuestra sobre la
revolución española.
Tu folleto debería ser el primero de una serie al alcance de los obreros y
campesinos. [...]
Debes haber leído mi folleto sobre Rusia y el stalinismo mundial. ¿Qué te ha
parecido? Mandé un número determinado con el objeto de que te lo trasmitieran. ¿Han
podido entrar al interior de España? [...].
[...] no espero más que corregir las pruebas de mi libro para irme de cualquier
manera que sea y a cualquier punto que sea de Europa. Lo de mi libro se ha retrasado por
una infinidad de cosillas que siempre surgen aquí, y sobre todo porque a última hora una
compañera, a quien di una serie de capítulos para que los sacara en limpio, me ha perdido
uno. Como escogido, es uno de los más largos y engorrosos. [...]
¿Qué hay del plan económico para trabajo? [...] debes hacerlo. Me permitirá dejar
arreglado aquí algo para sostén económico de nuestro trabajo ilegal español. [...]
[Firmado Manuel]

297
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

3.45. G. MUNIS: “Informe sobre la actividad del Grupo Español en


México de la IV Internacional”. México, diciembre 1946
[...] El dilema era inescapable para Munis: o renunciar a un trabajo sistemático en
la emigración española, o renunciar a un trabajo en la sección mexicana. Ahora bien, el
trabajo fundamental de su vida es el trabajo español, y en cambio, en ningún caso su
trabajo en la sección mexicana podía se más fructífero. Decidió pues orientar su actividad
hacia la emigración española; ésta, incluso en sus peores momentos, ha tenido mayor
actividad política que el movimiento obrero mexicano. Su decisión no fue completamente
personal. Munis expuso la situación y sus ideas al camarada Trotsky, quien concordó con
él.
No obstante en vistas de que el grupo mexicano insistía en que Munis se pusiera al
frente de él, Munis lo hizo provisionalmente [...] para ayudarle a salir del marasmo, pero
únicamente si los camaradas mexicanos aceptaban que Munis abandonase el trabajo en
cuanto el grupo mexicano marchase mejor. Así fue decidido.
[...] las gestiones de visa para nuestros camaradas era inútil emprenderlas por
conducto de los organismos oficiales de la emigración. Estando estos controlados, bien por
los stalinistas, bien por los reformistas de Prieto, a tanto equivalía a hacer peticiones a una
roca. Por medio de simpatizantes mexicanos, se logró que el entonces presidente de la
república, Cárdenas, diera a la secretaría (ministerio) de Gobernación, orden de acordar la
entrada al país a la lista de nombres entregada por Munis. Ejemplo de la clase de influencia
que el stalinismo ejerce en México: éste, por medio de altos burócratas a él vendidos en la
secretaría de gobernación, saboteó la orden de Cárdenas.
[...] un trabajo de proselitismo individual había logrado acercar a nosotros a varios
elementos españoles procedentes del stalinismo y crearnos un ambiente de simpatía entre
algunos anarquistas. [...] Los problemas creados por la guerra, poniendo al servicio de las
potencias democráticas la casi totalidad de la emigración española, exigían emprender un
trabajo español contra la guerra, en favor del derrotismo revolucionario.
[...] tras la publicación de varios manifiestos y otros trabajos sueltos, emprendimos
la publicación de la revista 19 de Julio. Sólo pudieron aparecer dos números, pero desde el
primero provocó los más vivos ataques de la prensa stalinista, tanto mexicana como
española. Así dio comienzo una vasta y sistemática campaña contra el trotskismo. [...] Por
un lado, la campaña alcanzó hasta el grupo mexicano, por otro hasta Víctor Serge,
Marceau Pivert y Gorkin. Involucrando a estos tres con Munis y el trotskismo, el
stalinismo pedía el encarcelamiento o la expulsión de los cuatro (más un escritor llamado
Regler, que no rompió con el stalinismo sino después de España). Las acusaciones eran las
típicas calumnias stalinistas: grupo de espías, agentes de la Gestapo, quintacolumnistas,
etc.
[...] Durante meses, tanto los centristas como el camarada Munis estuvieron bajo
persecución permanente de la GPU [...] era un peligro para ellos solamente andar en la
calle.
Casi no es necesario decir que los centristas, enemigos de nuestra posición de
derrotismo revolucionario, asustados de que alguien les tomara por verdaderos trotskistas,
rehusaron defenderse de la campaña stalinista en frente único con nosotros, cual repetidas
veces les propusimos. [...] Ellos se defendieron aparte, acentuando sobre todo el hecho de
no ser trotskistas al mismo tiempo que pedían ser admitidos en un congreso de una
organización proimperialista [...] Lo más que llegaron a decir en favor nuestro es que
consideraban el trotskismo como una tendencia del movimiento obrero con iguales
derechos que las demás.
[...] la campaña stalinista (que nadie en la emigración creía veraz) nos situó de
golpe en la posición de una tendencia bien organizada, que lo más activo de la emigración

298
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

conocía por su política internacionalista. El ataque stalinista, además, nos procuró


simpatías en todo el numeroso sector antistalinista español, particularmente entre los
anarquistas. Eso facilitó grandemente nuestras posibilidades de contacto y discusión en la
emigración, restringidísimas antes. [...]
Con el año 1943, sobre la base de una actividad ya regular de grupo español,
iniciamos la publicación de Contra la Corriente, lo que por sí solo representaba un trabajo
considerable [...]. Todos los acontecimientos o ideas importantes relacionados con España,
con la guerra imperialista, con la revolución europea, con Rusia y los movimientos de
resistencia, fueron tratados en Contra la Corriente. Asimismo hicimos en ella un balance
crítico de los principales episodios de la revolución española. Contra la Corriente nos
estableció definitivamente como una de las tendencias políticas de la emigración española
y nos dio un prestigio teórico que hoy nadie nos niega. Si se tiene en cuenta que el
trotskismo era prácticamente desconocido para la totalidad de la emigración, no se
considerará como insignificante ese resultado. [...]
A partir de la caída de Mussolini la actividad política en los medios refugiados
(reflejo del movimiento revolucionario europeo) aumentó bastante. Consideramos
entonces necesario suspender Contra la Corriente y emprender la publicación de un
periódico con más amplio radio de acción. Sacamos entonces Revolución, cuyas dos
páginas de noticias internacionales ganaron la aprobación de todos los elementos de
izquierda anarquistas y socialistas. Revolución ha sido quizás el único periódico de la
emigración que, al menos una minoría, se preocupaba de buscarlo. Estos hechos que sin
duda parecerán triviales a quienes vivan situaciones normales de desarrollo dentro del
movimiento obrero de su país, pueden ser bien apreciados en su importancia, únicamente
si se tiene en cuenta que la totalidad de la emigración no tenía la menor idea de lo que era
el trotskismo, y la minoría que creía saber lo confundía con el poumismo. No sólo hemos
conquistado una posición como tendencia política en la emigración, sino que hemos hecho
estimar en los medios más avanzados el valor teórico y moral de esa posición.
[...] nuestra idea de la inutilidad revolucionaria de todos los partidos de la guerra
civil, y la necesidad de crear un verdadero partido revolucionario, es hoy familiar a muchas
mentes. Únicamente nosotros hemos propagado esa idea, a partir del primer número de 19
de Julio.
La actividad en la emigración volvió a descender nuevamente a partir de finales de
1945, cuando ya aparecía claro que en toda Europa los gobiernos staliniano-reformistas
estaban destruyendo la revolución. Nosotros mismos, convencidos de que la tarea aquí
estaba terminada, sólo pensamos en ir a Francia. Había también que resolver el problema
económico de ese traslado, lo que ha consumido mucho tiempo precisamente a los tres
camaradas del grupo sobre quienes principalmente recaía el peso del trabajo político. Uno
de estos tres camaradas se encuentra actualmente en Estados Unidos, de donde hace
esfuerzos para dirigirse a Francia. En cuanto a los camaradas Peralta y Munis, estarán en
Francia, seguramente en los primeros meses de 1947.
Diciembre 1946. [Firmado G. Munis]

3.46. Grupo comunista Internacionalista (Sección Española de la IV


Internacional): “Al proletariado español”. [Hoja volante]. París, 10 abril
1947
[...] Trabajadores: Tened la convicción de que sólo vosotros podéis ser el centro, el
eje de una intensa y efectiva acción contra la dictadura franquista. Obligad a vuestras
organizaciones a situarla en un terreno revolucionario, nacional e internacionalmente;
imponed como primer paso la constitución de un frente de clase: la ALIANZA OBRERA.

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

[...] Después de largos años de opresión, los trabajadores, el pueblo español ansían
expresarse con plena libertad y decidir libremente sus destinos.
La burguesía prepara sus amaños, que van desde el plebiscito franquista hasta una
parodia estilo Berenguer.
Frente a todo ello, la Alianza Obrera debe patrocinar la idea de unas elecciones
libres a una Asamblea Constituyente, realizadas bajo el control y la garantía de las
organizaciones y del pueblo en armas. Sería tarea de esta asamblea la estructuración de las
medidas revolucionarias tomadas por las propias masas a raíz de la plena liquidación del
régimen y del aparato franquista, reanudando con el espíritu y las tradiciones del 19 de
Julio.
¡Vivan las huelgas de los trabajadores españoles!
¡Viva la acción de clase internacional antifranquista!
¡Hacia la revolución social!
¡Adelante por la República! ¡Viva la Alianza Obrera!
Grupo comunista internacionalista (Secc. esp. de la IV Int.).
10 abril 1947. GCI - 19, rue Daguerre - Paris 14e

3.47. “Conferencia extraordinaria del GCI. Hacia el partido


revolucionario del proletariado español”. Lucha de Clases. Órgano de la
Sección Española de la IV Internacional, año 2, número 12, 1 mayo 1947
Los 5 y 6 de Abril, ha tenido lugar una Conferencia extraordinaria del “Grupo
Comunista Internacionalista” (Sección Española de la IV Internacional).
En un ambiente de sana y fructífera democracia proletaria, los delegados hicieron
el balance de la actividad desarrollada por nuestra organización [...] el GCI aprobó la
orientación en pro de la Alianza Obrera, como eje de toda la lucha contra el franquismo,
contra los capituladores y en favor de la instauración revolucionaria de la República que dé
al pueblo español la posibilidad de expresar libremente su voluntad, y que abra la vía a la
reanudación y desarrollo de sus conquistas del 19 de Julio. [...]

3.48. SEDOVA-TROTSKY, Natalia; PERET, Benjamín; MUNIS, G.:


“Carta abierta al Partido Comunista Internacionalista”. México, D.F.
junio 1947
Estimados camaradas:
Dos años después de terminada la guerra más devastadora y reaccionaria que la
historia recuerda, el partido francés afronta una grave crisis, expresión acendrada de la
crisis de la Internacional, ella misma reflejo de la tremenda crisis que el movimiento
obrero mundial padece de manera más aguda cada año. En función de sus dos
determinantes, la IV Internacional y el movimiento obrero mundial, hay pues que juzgar la
situación actual del partido francés y que buscarle salida.
“La crisis de la humanidad (repitámoslo mil veces con L.D. Trotsky) es una crisis
de dirección revolucionaria”. Cuantas explicaciones intenten arrojar la responsabilidad del
fracaso de la revolución sobre las condiciones objetivas, el retraso ideológico o las
ilusiones de las masas, sobre la potencia del stalinismo o la atracción ilusa del “Estado
obrero degenerado”, son erróneas y buenas únicamente para exculpar responsables, desviar
la atención del verdadero problema y obstruir su solución. Una auténtica dirección

300
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

revolucionaria, dadas en el grado en que lo están hoy las condiciones objetivas para la
toma del poder, debe vencer todos los obstáculos, sobreponerse a todas las dificultades,
triunfar contra todos los adversarios. El estado en que se encuentra el partido de Francia,
centro de Europa, todavía núcleo irradiador al mundo, no es en manera alguna
satisfactoria. [...] [es] un importante fracaso.
[...] El movimiento obrero mundial debió haber triunfado del viejo mundo
capitalista y de la contrarrevolución rusa, durante la guerra imperialista o inmediatamente
después. La guerra era, al mismo tiempo, resultado de la crisis del movimiento obrero
mundial y ocasión para su recuperación y victoria definitivos. Debían ser destruidas las
causas ideológicas de la crisis, y con ellas las organizaciones responsables. Pero se ha
producido un fenómeno inverso. Las organizaciones causantes y exponentes de la crisis
han acrecido su dominio orgánico sobre la clase trabajadora, encadenándola más
reciamente que antaño al sistema general de la contrarrevolución mundial. Nosotros, por el
contrario, en ninguna parte hemos alcanzado la fuerza orgánica, la autoridad ideológica y
el prestigio combativo que dan a un partido revolucionario categoría de tal. Ese resultado
no puede ser en manera alguna fortuito y menos todavía producto de las circunstancias
objetivas.
La crisis del movimiento obrero mundial adquirió estado público en 1914, al
desertar la Segunda Internacional al campo capitalista. La revolución rusa, en 1917, inició
vigorosamente la recuperación, pero poco después el termidor stalinista vino a agregar sus
propios factores de crisis ideológica al viejo factor reformista. Desde entonces el
stalinismo ha ido acentuando continuamente su degeneración, sacando prestigio del país de
la revolución, dinero y directivas estrechas de la casta que destruía esa misma revolución.
Grave, muy grave y costosa para el proletariado había sido la deserción socialdemócrata,
pero la intransigencia de los bolcheviques le restó importancia y el triunfo del proletariado
ruso la condenaba a una derrota cierta y próxima. Revolviéndose contra la revolución rusa,
encadenando a sí la Tercera Internacional, el termidor stalinista empalmó con la deserción
socialdemócrata, obstruyó la recuperación total del movimiento obrero, y enseguida él
mismo ahondó la crisis. Desde la revolución china hasta la revolución española, el
stalinismo exterior recorre su ciclo degenerativo, que comienza en la complicidad
(oportunismo ideológico) con la pequeña-burguesía y la burguesía del Kuo-min-tang y
culmina en la destrucción por sus propias manos (reacción capitalista) de una revolución
triunfante el 19 de julio de 1936. Hay en ese recorrido un desdoblamiento de la evolución
del termidor stalinista en Rusia, que va desde la supresión de la democracia proletaria y de
la Oposición de Izquierda, hasta el exterminio de la vieja guardia bolchevique y de decenas
de miles de militantes, los procesos de Moscú y el asesinato de Trotsky, efecto retardado
de los procesos. El gobierno ruso y su apéndice exterior, el stalinismo mundial, dejaron
muy atrás la vieja socialdemocracia, convirtiéndose ambos, estrechamente unidos, en la
causa más potente y peligrosa de la crisis del movimiento obrero mundial. ¡Una causa que,
además, dispone de la GPU, policía internacionalmente organizada y subvencionada con
millones!
El primer punto a comprender en la situación mundial, y sin comprender el cual
todos los demás se nublan y la acción se esteriliza, es que el actual Estado y gobierno
rusos, lejos de tener por base o llevar consigo ningún resto de la revolución bolchevique de
1917, representan frente a ella la más feroz y completa contrarrevolución. Por sí solo, el
actual gobierno ruso ha contribuido a la derrota de la revolución mundial y al estado de
postración de las masas mucho más que todos los gobiernos capitalistas juntos. [...] Sin
Moscú y el stalinismo mundial, o la guerra imperialista no hubiese estallado, impedida por
la revolución europea, o habría sido rápida y victoriosamente transformada en guerra civil.
En este último sentido se encaminaba la acción espontánea de las masas bajo la ocupación

301
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

nazi, acción que stalinismo y capitalismo mundial, en formidable alarde de unidad,


devolvieron al cauce de la guerra imperialista por medio de los movimientos nacionales.
Así hemos llegado a encontrarnos hoy ante la más completa y reaccionaria dominación del
mundo por los Tres Grandes victoriosos, lo que amenaza continuamente con una nueva
guerra imperialista y da a las masas una amarga sensación de frustración, prenda de
dominio staliniano y reformista. La crisis del movimiento obrero mundial se resume pues
en la capacidad orgánica del stalinismo (la socialdemocracia es un segundón de poca
monta) para clavetear la actividad de las masas, durante y después de la guerra, en el
sarcófago comúnmente constituido, a despecho de querellas, por los viejos imperialismos y
la contrarrevolución rusa.
En su calidad de núcleo regenerador, la IV Internacional debió desarrollarse como
partido mundial luchando por transformar la guerra imperialista en guerra civil, y
adaptando su táctica, sus lemas generales y sus consignas, a los cambios que se produjeron
o se manifestaron claramente durante la guerra. [...]
Sí, la Internacional, o sus principales partidos en la época en que no existía ella
como centro orientador, han cometido errores graves y persistido en consignas que
debieron ser abandonadas. Pero el principal error es que hoy mismo no parece dispuesta a
corregir los errores cometidos y abandonar las consignas periclitadas. Y contra esto todo el
mundo debe mantenerse alerta, porque sería funesto.
Tomemos los principales problemas en el orden en que se presentaron
cronológicamente.
La lucha contra la guerra imperialista. [...] Ante la guerra el partido americano ha
tenido una actitud oportunista asimilable a la del centrismo, no a la que debe ser la nuestra.
El mismo la definió como no-apoyo, transformación de la guerra imperialista en verdadera
guerra contra el fascismo, oposición política, etc., y en general se abstuvo de agitación y
trabajo específico contra la guerra, así en la retaguardia como en el frente. ¡Y la política de
este partido apareció ante el mundo, durante años, como la política oficial de la IV
Internacional! Por otra parte, lo que entonces existía como centro internacional la aceptó
tácitamente como buena. Evidentemente, la política del partido americano indujo hacia el
oportunismo a todos los grupos de la IV Internacional en el mundo. [...] Los camaradas
que durante la ocupación, en condiciones espantosas, continuaron la lucha general por la
revolución en torno a nuestras ideas, se han hecho acreedores a la estima y la admiración
de toda la Internacional. A todos ellos, los caídos y los que continúan en pie, va nuestro
respeto y amistad más sinceros. Eso mismo nos obliga a señalar errores que hoy dificultan
el crecimiento de la organización y la marcha revolucionaria en general. Para resolver
positivamente su crisis y ayudar a resolver la de la Internacional, el partido francés debe
analizar su conducta y la de la Internacional durante la guerra imperialista, y condenar los
oportunismos y vacilaciones. El error más grave en este dominio procede de la nueva
dirección elegida en la Preconferencia de abril de 1946. Hasta la fecha, más de un año
transcurrido, no ha puesto a discusión la política de los principales partidos durante la
guerra imperialista [...]. Su error puede ser tanto más fatal para nuestro movimiento cuanto
que esta nueva dirección se resiste a poner, como primer punto del orden del día para el
Congreso mundial en preparación, la actitud de los principales partidos ante la guerra
imperialista y los movimientos nacionales. Un error puede ser grave o muy grave, pero un
partido que sabe corregirlo seguirá marchando hacia la revolución. Un error no corregido
produce la tisis teórica, la anquilosis orgánica, la anulación, pronto o tarde. [...]
Los movimientos de resistencia nacional bajo la ocupación hitleriana. Hay en la
Internacional posiciones de todos los matices, desde quienes los han apoyado
abiertamente, pidiendo la entrada de nuestros partidos en los Comités de Resistencia, hasta
quienes se oponían a ningún compromiso con ellos, pasando por quienes los han

302
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

favorecido más o menos subrepticiamente. Siendo la ocupación (ayer por las tropas
alemanas, hoy por las tropas yankis, rusas e inglesas) un fenómeno nuevo planteado al
movimiento obrero por la descomposición del capitalismo, era hasta cierto punto natural
que surgiese en nuestro seno muy variadas posiciones. Seguramente habrían aparecido aún
suponiendo que todos nuestros partidos hubiesen mantenido una actitud íntegramente
internacionalista. Pero no ha sido ese el caso, sino que han existido tendencias
oportunistas, que arrinconaron el derrotismo revolucionario, y tendencias internacionalistas
que lo mantuvieron en todo instante. Con arreglo a ellas pueden ser catalogadas todas las
posiciones surgidas en torno a los movimientos nacionales. Actuaban y se pronunciaban
más o menos en pro las tendencias oportunistas, y decididamente en contra las tendencias
internacionalistas. Aquellas consideraban la lucha contra la ocupación en función de “la
guerra antifascista”; estas en función de la guerra imperialista. En consecuencia, aquellas
vieron en los movimientos de resistencia un elemento positivo en la lucha contra el
fascismo, y esto tras un elemento de retorno a la guerra imperialista que los pueblos habían
empezado a transformar en guerra civil. Las unas apoyaron el guerrillerismo y el sabotaje,
instrumentos de los movimientos nacionales, mientras las otras los combatieron como
métodos nacionalistas incompatibles con el objetivo supremo de transformar la guerra
imperialista en guerra civil internacional.
El problema no tiene un valor exclusivamente retrospectivo. La actitud que hoy se
tenga ante Rusia y el stalinismo mundial depende en gran medida de la actitud que se haya
tenido ante los movimientos nacionales, de los cuales el stalinismo era en todas partes,
desde Polonia y Yugoslavia hasta Francia y Bélgica, el principal animador. Hoy mismo
Europa se halla totalmente ocupada por los Tres Grandes. [...] porque la ocupación [...] no
es un resultado característico de este o aquel imperialismo, sino del imperialismo como
factor mundial, en la época presente, [incluyendo] la contrarrevolución rusa bajo la
denominación imperialismo. El problema está absolutamente entrelazado con el de la
guerra imperialista, y por eso ambos deben ser discutidos en primer término, en cada
partido y en el futuro Congreso mundial. Sin corregir los errores cometidos en esos
aspectos no seremos nunca un verdadero partido revolucionario mundial [...].
“Defensa incondicional de la URSS”. No es, como desgraciadamente parecen
considerar algunas tendencias, absolutamente consustancial con nuestro movimiento. El
criterio que ha presidido siempre nuestra actitud frente al problema es éste: ¿La defensa de
la URSS en una guerra contra enemigos exteriores, ayuda o perjudica a la revolución
mundial? [...] la “defensa incondicional de la URSS” se ha revelado incompatible con la
defensa de la revolución mundial. La defensa de Rusia debe ser abandonada muy
urgentemente, porque está trabando todos nuestros movimientos, embotando nuestro
progreso teórico, y dándonos a los ojos de las masas una fisonomía stalinizante. Es
imposible defender Rusia y la revolución mundial al mismo tiempo. O lo uno o lo otro.
Nosotros nos pronunciamos por la revolución mundial, en contra de la defensa de Rusia, y
en el mismo sentido os invitamos a pronunciaros. [...] para ser fieles a la tradición
revolucionaria de la IV Internacional, nosotros debemos abandonar la teoría trotskista de la
defensa de la URSS; produciremos así en la Internacional una revolución ideológica
indispensable para el logro de la revolución mundial.
Esta es, sin duda, la cuestión más importante en litigio dentro de nuestro
movimiento, porque de ella dependen, en mayor o menor grado, todas las demás. [...] en
efecto, los partidarios de la defensa llegan a la conclusión que la casta
contrarrevolucionaria rusa, al entrar en los países de la Europa Occidental y Asia, “se ve
obligada” a expropiar el capitalismo y poner la economía en proceso de adaptación a las
formas de propiedad existentes en Rusia, formas que ellos mismos siguen considerando
socialistas, las surgidas de la revolución. Cuando Thorez, Togliatti, y otros líderes

303
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

stalinistas se han referido a las “nuevas rutas” ofrecidas para la realización del socialismo
sin necesidad de revolución, tenían en la mente, grosso modo, esa misma idea. Pero la
sedicente expropiación del capitalismo consiste en la nacionalización [...] de los medios de
producción. Por una parte, la nacionalización es un resultado automático de la
concentración del capitalismo en su época de involución, es decir, de degeneración y de
descomposición. Por otra parte, el proletariado europeo, hace dos años, se apoderó de los
medios de producción. Nacionalizándolos, los rusos (como hicieron también los ingleses y
los americanos por ese procedimiento o por la devolución a los capitalistas privados)
realizaban una operación de expropiación del proletariado. Y es así que los partidarios de
la “defensa incondicional” han presentado la expropiación del proletariado practicada por
las tropas rusas con auxilio de los partidos stalinianos y reformistas, como un acto
progresivo, casi revolucionario, algo que el proletariado debe defender. Ahí está contenida
ya en potencia (y es muy poco decir) toda una tendencia reformista.
Gobiernos stalino-reformistas y frente único con el stalinismo. En Francia esta idea
es expresada concretamente por la consigna de gobierno PS-PC-CGT, común a la fracción
Craipeau y a la fracción Frank, que además comparten la teoría potencialmente reformista
de la defensa de Rusia y la mayoría de las ideas que están perjudicando al partido francés.
[...] No creemos necesario indicar aquí la evolución conservadora seguida en los
últimos años por la socialdemocracia; ha sido un simple llover sobre mojado. El stalinismo
es hoy mil veces más peligroso para la revolución, porque representa las ideas y los
intereses de una contrarrevolución triunfante en Rusia, que ofrece al mundo, y de manera
más inmediata a Europa, su experiencia, su potencia y su solución particular contra el
proletariado en marcha al socialismo. Los partidos stalinistas son hoy meros representantes
y discípulos de la contrarrevolución instalada en el Kremlin. Comparados con ellos, los
mencheviques de 1917 eran muy revolucionarios. Las consignas de frente único y de
gobierno de los líderes obreros constituían en Rusia un todo a la vez inseparable y
deducido de las formas de democracia proletaria existentes en los soviets, los cuales (es
importantísimo) fueron creados y mantenidos con la colaboración de mencheviques y
socialistas-revolucionarios. El stalinismo es hoy absolutamente incompatible con toda
democracia proletaria. Dondequiera que han surgido órganos de poder revolucionario,
desde España hasta Varsovia, París y Milán, él se ha dado prisa en destruirlos. El
stalinismo no puede permitir que los revolucionarios hablen. El esquema de frente único
con él y de gobierno PS-PC-CGT no puede facilitar en manera alguna la creación de los
órganos de la democracia y el poder proletarios, y todo gobierno stalinista o bajo la
influencia stalinista lleva consigo una imperiosa tendencia a aniquilar físicamente la
vanguardia revolucionaria. Es pues urgentemente necesario que el PCI y nuestro
movimiento internacional rechacen esas dos consignas hoy periclitadas. ¿El ejemplo de
Europa oriental, no es elocuente? Por otra parte, el proletariado no padece hoy verdaderas
ilusiones en la democracia burguesa, ni en la socialdemocracia ni en el stalinismo. Lo que
padece es el hecho de encontrarse aprisionado en los aparatos orgánicos de ambas
tendencias, sobre todo siempre del stalinismo. A ello contribuye no poco la inexistencia de
una organización revolucionaria que le inspire confianza y seguridad combativa, es decir,
contribuye directa o indirectamente nuestra política. [...] Para inspirar confianza al
proletariado e inducirlo a la acción y a la ruptura con las organizaciones que lo aprisionan,
lo más indicado sería la creación de un frente único de todas aquellas organizaciones
obreras minoritarias que se oponen a la colaboración de clases y son partidarias de la
revolución y de la democracia proletaria en general. Así vería el proletariado, un núcleo
relativamente sólido que rompería el círculo asfixiante marcado en torno a él por el
stalinismo y el reformismo.

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

En resumen, la consigna de gobierno PS-PC-CGT, tal como ha sido empleada en


Francia, de gobierno stalino-reformista en general, es hoy totalmente falsa, y servirá
únicamente para retener a las masas donde están, y también (penoso, pero necesario es
decirlo) para desarrollar las nuevas tendencias reformistas potencialmente existentes en la
IV Internacional. Nos es imposible dejar de deciros, camaradas del Partido Comunista
Internacionalista de Francia, que la crítica de vuestro partido en particular y la de la
Internacional en general, no se solucionará positivamente apoyando a la fracción Frank
contra la fracción Craipeau, sino mas bien apoyando a las dos fracciones que se
pronuncian contra la defensa de Rusia y contra la consigna de gobierno PS-PC-CGT. La
fidelidad al trotskismo no es una fidelidad a la palabra escrita, sino al espíritu
revolucionario del trotskismo. [...]
Las nacionalizaciones. De todo lo anterior se deduce lógicamente nuestra
oposición a la consigna de nacionalizaciones. [...] Tanto a la contrarrevolución rusa como a
la contrarrevolución del más puro abolengo burgués, las nacionalizaciones les han servido,
en momentos revolucionarios, para expropiar el proletariado que entraba en posesión de
los medios de producción, y en momentos de pasividad de las masas para concentrar la
propiedad en manos del Estado, fetiche religioso y opresor por excelencia, mediante lo
cual dificultar las huelgas, restringir la democracia (servicio de policía staliniano-
reformista en las fábricas francesas) y emprender la creación de un orden corporativo.
Frente a esa consigna caduca debemos enarbolar la de expropiación del capitalismo y
destrucción de su Estado por comités obreros democráticamente elegidos. [...]

***
La internacional no ha tenido una política revolucionaria durante la guerra, más
exactamente no ha tenido ninguna política. Dormitaba mientras sus partidos más visibles,
principalmente el SWP, seguían una política enteramente oportunista, de “triunfalismo
revolucionario” frente a la guerra, al mismo tiempo que pretendían erigirse en depositarios
de la fidelidad al programa (¿qué parte del programa es más importante que la lucha contra
la guerra?) tomando por banderín sobre todo la defensa de Rusia. A estas tendencias, no
ausentes del partido francés, nosotros les decimos que han quebrantado el programa en lo
esencial [...]. Nuestro programa debe ser adaptado a los gigantescos cambios sobrevenidos
con la guerra. Es ahí donde está la fidelidad a él, no en la repetición inalterada, y menos
todavía en la repetición parcial, dejando aparte el derrotismo revolucionario, e
interpretando el resto en forma derechista.
La destrucción criminal de la revolución española a manos del stalinismo
principalmente, y el comienzo inmediato de la guerra imperialista, marcan el fin de una
etapa, que había sido abierta por el fin de la guerra imperialista anterior y el triunfo de la
revolución rusa. Todo ha sufrido cambios importantísimos, el viejo capitalismo y la Rusia
stalinista, la actitud general de las masas y sus ideas o creencias respecto a la democracia
burguesa y a las organizaciones tradicionales. Europa es una vasta prisión, un campo de
tortura cuyos guardianes y torsionarios son unas veces de nacionalidad alemana o italiana,
otras de nacionalidad rusa, americana, inglesa y francesa. Ha nacido una nueva etapa en la
implacable lucha de nuestra época por encontrar solución revolucionaria a sus conflictos.
Nuestro programa no puede ser exactamente el mismo que en la etapa anterior. Si ha de
seguir siendo igualmente revolucionario, tiene que modificarse.
No dudamos un solo instante que la causa fundamental de la crisis del partido
francés y de la Internacional se resume en los oportunismos de ayer frente a la guerra
imperialista y los movimientos de resistencia, más la inercia ideológica para cambiar a
tiempo lo que era necesario cambiar. Hoy, esta inercia continúa plenamente por parte de la

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

nueva dirección mundial. La crisis no hará más que agravarse, si no se resuelve adoptando
los cambios indicados en esta carta. [...]
El próximo congreso del Partido Comunista Internacionalista tendrá una
importancia enorme para el porvenir de nuestro movimiento mundial. Es necesario que los
problemas aquí planteados sean debidamente discutidos; para salvar al partido, es
necesario que el partido entero, comprendiendo las fracciones Craipeau y Frank, se dé
cuenta de la urgencia de cambiar radicalmente sus posiciones en los puntos aquí indicados;
es necesario reconsiderar nuestro programa de transición en general, y ponerse en
condiciones de ayudar enérgicamente la Internacional a efectuar su propia revolución
ideológica. [...]
Una vez más: la fidelidad al trotskismo no es la repetición literal de lo que el
trotskismo dijo ayer, aun suponiendo que no fuese deformado de manera derechista. La
fidelidad al trotskismo es la rectificación sincera, decidida y valiente, de algunas de las
afirmaciones ayer hechas por él. También la revolución es revolucionaria; necesita de
saltos, modificaciones y negaciones radicales de sus propias afirmaciones anteriores. ¡Sí,
también la revolución es revolucionaria!
¡Abajo el conservadurismo “trotskista”!
¡Abajo el fetichismo “trotskista”!
¡Fuera la defensa incondicional de la URSS!
¡Por una Internacional ideológicamente firme y renovada!
¡Viva la revolución proletaria francesa!
¡Viva la revolución mundial!
¡Viva la IV Internacional!
México D.F., junio 1947.
Natalia Sedova-Trotsky, Benjamín Péret, G. Munis

3.49. SEDOVA-TROTSKY, Natalia; PERET, Benjamín; MUNIS, G.: La


IV Internationale en danger. [La IV Internacional en peligro]. México,
D.F., 27 junio 1947
El Comité Ejecutivo Internacional [CEI] ha adoptado, en su pleno de finales de
marzo 1947, disposiciones relativas a: 1.- Celebración del Congreso mundial de la IV
internacional, cuyo carácter democrático, inspirado en viejas maniobras estalinistas,
presenta síntomas muy alarmantes.
En efecto, el CEI divide el mundo en tres categorías: países de grande, de media y
de pequeña categoría. ¿Qué criterio permite esta división de una arbitrariedad tan
ultrajante? Nadie en la Internacional se ha molestado en explicarlo.
Imaginamos que el CEI nos dirá que se ha inspirado en el ejemplo de los primeros
congresos de la difunta Internacional Comunista. Pero, ¿nos encontramos ante la misma
situación que en 1919, ante una verdadera imitación de los congresos de la Internacional
Comunista [IC]? Tras el primer congreso la revolución rusa acababa de triunfar, el partido
bolchevique contaba con centenares de millares de miembros mientras que, en el resto del
mundo, los partidos comunistas eran sólo pequeños grupos, la mayor parte comparables a
los nuestros actualmente, aunque los bolcheviques habían disminuido el peso de su partido
en la naciente Internacional a fin de evitar que, a causa del juego de una democracia
aparente, ellos tuvieran automáticamente la mayoría contra el resto del mundo e
impusieran su voluntad sin oposición. Se trataba pues de permitir al mundo entero que
pudiera expresarse, aunque fuera contra el partido ruso, es decir, de asegurar el juego, en la
Internacional, de una democracia tan efectiva como posible. ¿Es esta la meta que hoy

306
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

persigue el CEI? Afirmamos categóricamente que no y vamos a demostrar que el


Secretariado Internacional [SI] y el CEI, con la división del mundo en tres categorías,
persiguen fines completamente opuestos. Mientras la IC procuraba al debilitamiento de los
partidos fuertes y el fortalecimiento de los partidos débiles con el fin de asegurar un
maximum de democracia, nuestro CEI procura el fortalecimiento de los partidos fuertes y
el debilitamiento de los partidos débiles con el fin de mantenerse en el poder.
El criterio de los Tres Grandes
Interroguemos de nuevo: ¿qué criterio preside esta división del mundo? ¿La
importancia numérica de las secciones? No, evidentemente, puesto que Alemania, cuya
sección acaba de constituirse, figura en la primera categoría, aunque es forzosamente muy
débil a causa de su reciente formación, mientras que Italia, cuya sección cuenta casi con
tantos miembros como la de Francia, figura en la segunda. Diremos lo mismo de la sección
rusa (que evidentemente debe ser insignificante) opuesta a no importa que otra sección de
un país de “media importancia”. No se trata pues de un criterio numérico el que ha
presidido esta división [...].
Tampoco es la importancia revolucionaria de los países considerados en la arena de
la lucha de clases mundial la que ha decidido esta división, puesto que ni los Estados
Unidos ni Inglaterra parecen llamados a jugar un papel determinante en la oleada
revolucionaria que se anuncia, mientras que España, Italia, Austria, Bélgica, Holanda,
Grecia, Indochina, África del Norte, Indonesia, Polonia, Hungría, etc..., todos ellos
excluidos de la primera categoría, están manifiestamente destinados a jugar un papel
revolucionario importante en el inmediato porvenir.
Descartadas estas razones sólo nos queda el criterio de los Tres Grandes, que sin
duda es el que ha inspirado esta división del mundo. Efectivamente, es sólo la importancia
en la arena capitalista mundial el criterio que ha guiado al CEI en su elección.
Mayoría a medida
No constatar lo anterior significaría encararse sólo a un aspecto de la cuestión, su
aspecto formal, puesto que la adaptación a tal criterio muestra una sumisión inconsciente a
la ideología de los imperialismos y de la contrarrevolución rusa, que hemos de combatir
sin tregua.
A esto se suma que las cuestiones a debatir en el Congreso mundial, lo quieran o
no el SI y el CEI, atañen a la política de nuestras secciones durante la segunda guerra
mundial y frente a los movimientos nacionalistas de resistencia, al problema de la
contrarrevolución rusa y del estalinismo mundial, a la táctica de la IV Internacional
enfrentada al estalinismo y el reformismo (frente único, gobierno PS-PC-CGT) y a nuestro
programa de transición anterior a la guerra. Así, por azar, un buen número de secciones de
los países de gran importancia, unos sometidos a una dirección burocrática, otros
desinformados o mal informados de los problemas a discutir, y esto gracias al SI que no ha
hecho nada para organizar la discusión, hasta el momento se han declarado
mayoritariamente en favor de la posición conservadora del SI y del CEI.
[...] 7 países (de primera categoría) dispondrán de 28 delegados, mientras que 26
países (de segunda y tercera categorías dispondrán de 45 delegados). En otras palabras, 7
países de “primera importancia” dispondrán del 38,35 % de los votos del Congreso. Así
pues sólo les faltan nueve delegados para asegurarse el control del Congreso. [...] Vemos
pues que la decisión adoptada por el CEI le asegura forzada y burocráticamente la mayoría
en el Congreso mundial, mayoría que ya está preparando al eludir la discusión de los
problemas capitales que se plantean a nuestra Internacional.
[...] entre las 13 secciones de “mediana importancia” se cuenta la de España cuya
experiencia revolucionaria (no tiene siquiera más miembros que la sección rusa) es
particularmente válida para nuestra época, puesto que marca un giro decisivo en la historia

307
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

de la contrarrevolución rusa y del estalinismo, mientras que la experiencia rusa, con todo
su enorme valor, se refiere a una época que cierra precisamente la revolución española. Del
mismo modo [...] Italia, que ofrece inmensas posibilidades revolucionarias, si se sigue una
política perspicaz respecto a las organizaciones revolucionarias antiestalinistas
(bordiguistas, anarquistas, izquierda socialista); Grecia, cuya admirable combatividad
revolucionaria debería hacer reflexionar al CEI; Polonia y otros países ocupados por Rusia,
que el CEI olvida por completo y que ofrecen inmensas posibilidades de acción contra la
reacción estaliniana, a condición de que no se les pida defender al Estado “obrero
degenerado” que les oprime.
Por fin encontramos a Indochina, donde por mucho tiempo se ha olvidado apoyar a
nuestra sección, e incluso preguntar quien ha asesinado a Ta-Thu-Thau para apoyar, sin
una crítica rigurosa, al gobierno estalinista de Ho-Chi-Minh, tan calurosamente acogido
por The Militant y La Verité.
Ya hemos visto que la resolución del CEI ha creado una mayoría importante
favorable a la actual dirección, que los votos de todos los delegados de los países de “poca
importancia” no podría modificar, aunque pudieran enviar a todos los delegados que el
CEI les concede, y aunque votasen todos contra la dirección actual. Pero esa no es
siquiera la hipótesis más favorable, pues es imposible que las secciones pobres de América
Latina envíen a los 10 o 12 delegados que les da el CEI. Por otra parte, la prohibición de
delegar los mandatos arranca en la práctica a muchas secciones la posibilidad de hacerse
oír y de votar en el Congreso, lo que no impide al CEI reclamar por adelantado la
aceptación de las decisiones que sean tomadas en el Congreso mundial, y de querer
prohibir todas las discusiones después de este Congreso. La mayoría tan astutamente
elaborada por el SI y el CEI se encuentra pues reforzada. Aún más, con este sistema
ninguna oposición espera convencer al Congreso. ¿Qué puede esperar la Internacional de
una dirección que ha tomado tales decisiones, sino el fracaso ideológico y la
estrangulación orgánica. [...]
Como hemos visto, asistimos a un intento de manipulación burocrática de la
dirección internacional por parte de elementos interesados en ahogar una discusión leal que
provocaría su derrota. No puede tratarse de otra cosa. Recordemos, en efecto, en que
condiciones se reunió la Preconferencia de abril de 1946 y los motivos de su convocatoria.
El SI y el CEI que habían sido designados en la conferencia de urgencia de 1940
sólo tuvieron una existencia vegetativa y una actividad orgánica casi nula durante toda la
guerra, puesto que el funcionamiento de estos organismos había sido paralizado por las
luchas de personas y tendencias en la atmósfera del SWP. Desde 1944, el Grupo Español
en México reclamaba la convocatoria de un Congreso mundial. Sus reclamaciones no
tuvieron eco. Al año siguiente el CEI fue consultado sobre la oportunidad de la reunión de
una Preconferencia con objetivos limitados. Esta Preconferencia fue aceptada pues era la
única solución posible para resolver la situación del SI incapaz, a causa de sus divisiones
internas, de organizar una discusión real, preparando un verdadero Congreso mundial. [...]
Apenas una asamblea, esta Preconferencia se proclamó Conferencia [...] y lanzó un
manifiesto que pretendía enmarcar la discusión internacional que había sido encargada de
abrir. Luego SI y CEI se pusieron a amenazar de expulsión y legislar cual si emanaran de
una verdadera conferencia que dispusiera de los plenos poderes de la Internacional, en una
palabra, a preparar la mayoría del futuro Congreso mundial, olvidando totalmente su
principal misión: organizar lealmente una amplia discusión sobre todos los problemas que
se plantean a nuestra Internacional y al movimiento obrero. [...]
La aniquilación de las minorías
Nosotros afirmamos que el SI y el CEI quieren preparar su mayoría en el Congreso
mundial. [...]

308
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

Quizás la actual dirección internacional se vea obligada a dejar que haya algún
debate, aunque sólo sea para salvar las apariencias. Las minorías tendrán más o menos la
ilusión de una discusión, pero de aquí a final de año, fecha prevista para la reunión del
Congreso mundial, no tendrán tiempo de desarrollarse y agruparse puesto que el SI y el
CEI evitan cualquier discusión sobre los temas capitales [...]
Desde hace tiempo el SI ha declarado que el próximo Congreso mundial debe ante
todo ser el Congreso de las secciones serias de la Internacional. Ya sabemos ahora que
entiende por eso: las secciones que sostienen o aceptan su oportunismo, su
conservadurismo ideológico y su burocracia orgánica. [...]
Por un verdadero Congreso mundial
Para que el Congreso mundial pueda representar un progreso real para la IV
Internacional, es necesario ante todo que sea convocado en condiciones tales que ningún
militante tenga la menor razón de pensar en una maniobra de la dirección. Las tesis de las
minorías deben ser conocidas en igualdad de condiciones que las de la mayoría y deben ser
difundidas por la propia dirección internacional.
Para que el Congreso pueda tomar las resoluciones que la revolución socialista
necesita, es necesario que todas las minorías puedan estar representadas. Así pues,
pedimos:
1.- Que las secciones sean representadas a razón de un delegado por cada 25
miembros y fracciones suplementarias de 25 hasta un máximo de 4 delegados por sección,
las minorías estarán representadas de la misma forma. Sin embargo, sólo tendrán derecho
de voto las minorías que representen por lo menos el 20% de los miembros de su sección.
El resto tendrán voto simplemente consultivo. Esto significaría que seguimos el ejemplo
democrático que nos dio la IC en su nacimiento.
2.- Las secciones y minorías tendrán derecho a delegar su mandato a secciones,
minorías o militantes extranjeros a su mandato.
3.- Las organizaciones próximas a la IV Internacional, cuyas divergencias políticas
radican en tal o cual punto de nuestro programa, serán invitadas al Congreso, con los
mismos derechos que las secciones oficiales, a condición de que reconozcan los principios
fundamentales de la Internacional, incluso cuando la fusión con las secciones oficiales no
haya podido hacerse antes de la apertura del Congreso.
4.- El orden del día comprenderá:
a) Examen de la política de los principales partidos durante la guerra imperialista y
su posición frente a los movimientos de resistencia nacional bajo la ocupación nazi.
b) Carácter de la guerra chino-japonesa.
c) Balance de las experiencias de la guerra civil española.
d) Sostén o abandono de la defensa incondicional de Rusia y [ilegible] del
estalinismo mundial (gobierno PS-PC-CGT, frente único con el estalinismo, etc.).
e) Superación o actualidad del programa transitorio y forma de aplicar las partes de
este programa que permanezcan válidas.
f) Problema de la táctica en la construcción de los partidos revolucionarios.
g) Cuestión colonial.
h) Naturaleza del período histórico actual y perspectivas revolucionarias
inmediatas.
Este orden del día no será nunca limitativo. Cualquier cuestión de interés general
que tal o cual sección o grupo de militantes quisiera presentar al examen del Congreso será
discutida.
Llamamos a toda la Internacional para que se pronuncie sobre las anteriores
proposiciones.

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

Si el congreso mundial se reúne en las condiciones decididas por el CEI, incluso en


las mejores condiciones sin una discusión previa rigurosa de los problemas fundamentales
que se plantean a nuestro movimiento (ver nuestra carta abierta al PCI francés), el
Congreso representará un golpe mortal para la IV Internacional. La situación exige la
intervención enérgica de las secciones y de los militantes en las secciones. Es necesario
que el CEI anule inmediatamente su resolución, de otro modo la IV Internacional será
ahogada burocráticamente.
¡Anulación de la decisión del CEI o dimisión de la dirección internacional!
¡Por la libre discusión en la Internacional!
¡Por un verdadero Congreso de la Internacional organizado sobre bases
democráticas!
¡Viva la IV Internacional!
¡Viva la revolución socialista mundial!
México D.F., 27 junio 1947.
Nathalie Sedova-trotsky, G. Munis, Benjamín Péret

3.50. [MAFFI, Bruno]: “Il Trotzkismo si aggiorna ma...”. [“El


trotskismo se pone al día pero...”]. Prometeo. Rivista mensile del Partito
comunista internazionalista [“bordiguista”], nº 7, maggio-giugno 1947
[...] Un paso adelante ha sido dado, y hay que reconocerlo, por la sección española
en México de la IV Internacional: y nos referimos sobre todo a los dos recientes folletos de
Munis y Peralta [MUNIS: Los revolucionarios ante Rusia y el stalinismo mundial;
PERALTA: Le “Manifeste” des exegetes, ambos de 1946 en México, Editorial
Revolución], en los que se expresa, más que una revisión científica e histórica del
planteamiento del problema ruso, la reacción luchadora y la polémica apasionada del
militante.
Munis ha comprendido perfectamente que es insostenible la tesis antimarxista de
un régimen social económicamente progresivo y políticamente reaccionario, y la
inconsistencia de un análisis que ve en el estalinismo una especie de ramaje transitorio
nacido del tronco de una base productiva “socialista”. En su acerada crítica de la
planificación soviética excluye sin posibilidad de apelación que pueda considerarse
“socialista” una acumulación ampliada basada en la apropiación de la plusvalía por parte
de una clase, en la separación entre productor y medios de producción, en la ley del salario,
en la represión del desarrollo de la conciencia y la cultura del obrero [...]. El autor también
ha comprendido perfectamente el papel de los partidos obreros en el cuadro de la
reconstrucción capitalista: “A través de las nacionalizaciones se vislumbra ya una fase en
la que los líderes proletarios dirigirán ellos mismos la sociedad, más explotada y
esclavizada que nunca, en el abismal laberinto de la decadencia... Los líderes obreros son
cada vez más necesarios para evitar la revolución proletaria. La explotación de las masas y
la dictadura de los privilegiados no pueden sostenerse a la larga más que gracias a ellos. Su
victoria, que precisa por lo menos algunas medidas de nacionalización de los medios de
producción, representa el punto crucial en el curso hacia la decadencia, con toda la
regresión cultural y la descomposición del proletariado, que esto comporta. La punta de
lanza de este proceso es el stalinismo”.
En cuanto a Peralta, su polémica contra la ambigüedad de la posición oficial del
trosquismo alcanza los límites de una apasionada violencia. Ya no es admisible una táctica
que, mientras afirma el carácter progresivo de la economía soviética, asiste pávida a la
expoliación, al saqueo, al evidente contenido imperialista de la expansión rusa; ya no es
tolerable la tesis que atribuye al estalinismo la culpa de haber “impedido” con una serie de

310
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

errores el desarrollo revolucionario, cuando asistimos al paso abierto e incluso violento del
nacional-comunismo a la contrarrevolución: es absurdo predicar “la defensa de la medidas
económicas progresivas realizadas en los territorios ocupados por el Ejército Rojo”, y al
mismo tiempo constatar “la expoliación de las industrias y de los hogares en Alemania,
Austria y en todos los territorios ocupados de Europa Oriental” [...].
La revisión del defensismo ha llevado al abandono de algunas de las posiciones
fundamentales de la ideología trosquista. Pero tanto Munis como Peralta juegan todavía la
carta de una recuperación de la IV Internacional, de un golpe de timón. Y ellos mismos
permanecen apresados en las redes residuales de su origen trosquista: lo están cuando
continúan hablando de “frente único” en la fábrica, en la localidad, en la región, que ya ha
perdido su carácter de frente único para transformarse en agitación de consignas
inmediatas; lo están cuando creen contraponer al peso aplastante de los partidos
contrarrevolucionarios los consejos “democráticamente” elegidos de obreros y
campesinos, como si, en las actuales relaciones de fuerzas, no estuvieran destinados a ser
un fiel espejo de las fuerzas políticas dominantes en el seno de las masas obreras; lo están
cuando dan como consignas transitorias la defensa de las “libertades fundamentales”, la
escala móvil, la confiscación de los bienes capitalistas, de los beneficios de guerra, de las
fábricas...
¿Y entonces? Entonces no queda sino esperar que este esfuerzo de revisión de las
propias posiciones políticas vaya más allá de sus términos actuales y lleve a los mejores
militantes a reconocer que, igual que la socialdemocracia, igual que el estalinismo, también
el trosquismo tiene ahora su específica e inalterable función histórica, el de ser la
retaguardia no de un ejército en retirada, sino de un ejército derrotado. Los camaradas
mexicanos que han tenido el valor de desembarazarse de una parte del engorroso equipaje
tendrán, eso esperamos, la fuerza y la audacia (por usar un término que les es caro) de
desembarazarse del resto.

3.51. G. Munis: “Informe sobre el Congreso Mundial. (París, mayo


1948)”; en Grupo Comunista Internacionalista: Boletín de discusión,
número 25. París, enero 1949
Viernes, 2 abril 1948.
Gabriel120 abre el congreso: “Es la asamblea de la Internacional más representativa
jamás convocada; fecha aniversario del Manifiesto Comunista; un minuto de silencio por
los muertos de la Cuarta, saludo a Natalia Sedova y a Cannon. El Congreso deberá hacer
frente a las tendencias revisionistas”.
A propuesta del SI, un delegado americano, Stein121, es elegido presidente.
Munis pide plantear, antes que nada, el carácter de la asamblea. Explica la idea del
boycott (preparación insuficiente para un congreso mundial, tanto política como
orgánicamente, casi ninguna discusión, en la base, de los problemas internacionales,
peligro de que la organización mundial sea ahogada por el oportunismo y la mediocridad).
La sección española no estaba enteramente de acuerdo con el procedimiento de boycott al
principio propuesto y ha pedido a sus delegados acudir a la convocatoria e insistir ante la
asamblea para que sesione, no como congreso, sino como conferencia o CEI [Comité

120
Gabriel, Jerôme y Pablo son diversos seudónimos utilizados por Michel Raptis (1911-1996), líder del
PCInt. de Grecia, que en 1952 dio nombre a la corriente del trosquismo comocida como “pablismo”.
121
Seudónimo de Morris Lewit, militante del Socialist Workers Party.

311
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

Ejecutivo Internacional] ampliado. Las otras tendencias de la Internacional que secundaron


la idea de boycott se han sumado a este último procedimiento. Gabriel se ha referido a
nosotros al hablar de tendencias revisionistas. Acepto la designación, pero no será de
nuestro revisionismo de donde salgan actitudes oportunistas. Por el contrario, yo acuso a la
actual dirección internacional de haber violado el espíritu revolucionario y la letra misma
de nuestro programa; la acuso de oportunismo.
Interrupción del presidente: no hay que hablar de eso sino de nuestra proposición
sobre el carácter de la asamblea.
Munis lee un proyecto de resolución pidiendo que la asamblea sesione como
Comité Ejecutivo ampliado, teniendo por objetivo la preparación de una amplia discusión
política y la convocación de un verdadero Congreso mundial. Añade que se puede contar
como seguro el apoyo del Grupo Revolucionario Internacionalista de México, del partido
italiano, y de la camarada Natalia Sedova.
Gabriel: Esta conferencia ha sido mejor preparada que ninguna otra (4 millones de
francos gastados), mejor que la de 1940, a la que Munis asistió sin protestar, la discusión
ha sido lo más amplia posible, puesto que está abierta desde 1946 y que desde entonces ha
habido cinco Plenos del CEI... Si hemos prohibido la delegación de mandatos es por
prurito democrático, pues en la captura de mandatos es siempre la dirección quien lleva la
ventaja; además, en este Congreso está representada la mayoría aplastante de la
Internacional.
El presidente propone que la proposición hecha por la oposición sea discutida por 4
oradores, dos contra y dos por, con diez minutos de palabra cada uno. La oposición pide,
por el contrario, que se conceda a esta discusión todo el tiempo necesario. Triunfa la
proposición del presidente por 16 votos contra 6.
Chaulieu y Schatman122 defienden la proposición de la oposición, Germain y Da
Silva123 (SI e India), la impugnan. Chaulieu hace observar el enorme abismo existente
entre las tareas planteadas a nosotros y la raquítica preparación política que ha precedido a
la asamblea. Todo lo que Germain dice de esencial es que la oposición protesta porque la
Internacional no ha adoptado las posiciones de Munis, y que debemos pasar a la acción, no
a la discusión. Da Silva acusa a la oposición de hacer derivar toda su actitud de la
admiración de sí misma.
El presidente quiere pasar a la votación, pero como la tendencia oficial pretende
que ha habido suficiente discusión para un congreso mundial, la oposición presenta esta
Moción previa: “La asamblea pide a cada delegación de sección indicar brevemente si la
discusión de los problemas internacionales ha sido suficiente en su sección, para que ella
pueda tomar posición, en nombre de la misma, sobre los problemas del congreso”. La
asamblea se negó a que los delegados hiciesen esta declaración, rechazando la moción
previa por 18 votos contra 5 y una abstención.
Un camarada indochino toma la palabra sin que se la dieran, para declarar que en
su sección no hubo discusión.

122
Chaulieu era el seudónimo de Castoriadis, miembro de la minoría disidente del Parti Communiste
Internationaliste (francés). Max Schatman era un dirigente americano del Workers Party. Cornelius
Castioradis y Claude Lefort rompieron en 1948 con la Cuarta Internacional, y en 1949 fundaron el grupo
que publicó la revista Socialisme ou Barbarie hasta 1966.
123
Germain era el seudónimo del militante belga Ernest Mandel (1923-1995). El abogado Da Silva era
dirigente de la sección de Ceilán.

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

En vista del voto anterior, la oposición lee una declaración negando a la asamblea
autoridad de congreso mundial de la IV Internacional y negándose, desde ese momento, a
aceptar la disciplina política internacional.
El Secretariado Internacional propone el orden del día:
1.- Informe de actividad; 2.- la URSS; 3.- política de la Internacional; 4.- discusión
de informes y decisiones. Propone también que se nombren comisiones sobre cada uno de
los problemas, suspender las sesiones durante ocho o diez días, y abrir después brevemente
la discusión sobre las resoluciones de las comisiones.
La oposición protesta y pide los debates primero, y la constitución de las
comisiones como resultado de los debates. De otra manera los delegados no pueden votar
con conocimiento de causa, sino por quienes les indique el SI. Argumenta que una
comisión se constituye para dar redacción definitiva a un texto sobre el cual se está de
acuerdo en líneas generales. Lejos del caso actual.
Haston (Inglaterra) apoya la idea de debates antes de la constitución de las
comisiones. El presidente, por el contrario, pide proceder sin discusión al nombramiento
de comisiones. La oposición pide que, al menos, la asamblea se pronuncie sobre la
necesidad de discusión previa al trabajo de comisiones. Votación: en favor de
pronunciarse, 12; por la proposición del presidente 18.
Se pasa pues al nombramiento de las siguientes comisiones:
1.- Mandatos y apelaciones; 2.- Forma definitiva de la resolución: “La situación
política y las tareas de la IV Internacional”; 3.- Forma definitiva sobre la cuestión rusa; 4.-
Cuestión colonial; 5.- América del Sur; 6.- Alemania; 7.- Estatutos; 8.- Italia; 9.- Finanzas;
10.- Prensa; 11.- Cuestión sindical; 12.- Cuestión española.
La dirección no ha previsto la entrada de la oposición en ninguna de las
comisiones. A proposición de Ernesto124 (España), Munis es designado para la comisión
española y para la latinoamericana. Acepta porque no existe ningún texto oficial sobre
ninguno de esos puntos. Pero la oposición declara que por principio no entrará en ninguna
otra comisión, salvo la de mandatos, puesto que, no siendo enmendables los textos del SI,
han de ser rechazados por entero. Sin un amplio debate sobre los principales problemas
políticos, ninguna comisión puede tener suficiente autoridad y conocimiento de causa para
trabajar. El procedimiento de las comisiones sin debates hace el congreso mucho más
ficticio de lo que previeron los documentos de Munis, Péret y Natalia Sedova. Por
añadidura, la dirección impone la exclusión de la oposición de la comisión de mandatos,
sometiendo a votación la candidatura de Munis. Hecho sin precedente en las costumbres
revolucionarias, pues siempre y en todas partes la oposición entra de derecho y sin
votación en la comisión de mandatos. [...]

***
Tras unos diez días de comisiones, el congreso se reúne en su segunda asamblea,
sólo la tarde, teniendo por orden del día el informe de actividad, es decir, lo que ha dicho,
hecho y pensado la Internacional durante diez años, período por sí solo más importante en
la historia del proletariado y para el porvenir de la revolución que los cien años anteriores.
Veamos lo que fue.
El ponente del SI, Stein, tiene la palabra durante 35 minutos para hablar de esos
diez años de actividad de la IV Internacional, en los cuales se sitúa la actitud de nuestros
principales partidos ante la guerra imperialista y los movimientos nacionales de resistencia,
guerrillas comprendidas. Stein hizo el más asombroso informe de actividad jamás oído en
la historia del movimiento obrero. Sencillamente, no dijo ni una sola palabra sobre la
124
Ernesto era un seudónimo de Eduardo Mauricio.

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

actividad de la IV Internacional de 1939 acá, es decir, desde su fundación, y no aludió ni


de lejos a la actitud de nuestros principales partidos ante la guerra imperialista y los
movimientos nacionales. La palabra misma actividad, no fue pronunciada. Podría creerse
que se trata de una calumnia, tan monstruoso es el hecho. Pero la manera de Stein no
constituye hoy excepción en nuestras filas. ¿No se ha visto, en la región parisina del
partido francés, durante una asamblea (única) para preparar el congreso mundial y discutir
sus textos, que el ponente de la tendencia Frank no se refirió a los textos de los que la
asamblea debía discutir, ni pronunció tampoco las palabras congreso mundial? [...]
Esta segunda sesión debía decidir si toda la Internacional, y en particular el partido
americano, contra el cual pesaba una acusación de abandono oportunista del derrotismo
revolucionario, había mantenido una política internacionalista. Debía igualmente aprobar o
condenar la actitud de nuestros partidos ante los principales acontecimientos mundiales,
desde la revolución española hasta hoy, y juzgar si la Internacional había estado, en
general, a la altura de las necesidades revolucionarias mundiales. De lo que esa reunión
discutiese y decidiese dependía, en realidad, el valor de esa asamblea llamada congreso, y
toda la capacidad futura de la IV Internacional. No sólo era indispensable condenar
taxativamente la política americana y otros oportunismos (partido francés) ante los
movimientos de resistencia, sino que al examinar los grandes acontecimientos pasados
debía hacer la crítica de algunas ideas troskistas que se habían revelado erróneas a la luz de
los acontecimientos, o bien que habían sido superadas por ellos. Sin ninguna relación con
todo esto, el discurso de Stein no permitía siquiera hablar de discusión. Y no obstante,
siendo el ponente delegado de Estados Unidos, era de esperarse que no pasara por alto,
cuando menos, las graves acusaciones de oportunismo hechas contra su partido. [...] se
habían negado sistemáticamente a poner como primer punto del orden del día del congreso
la política de los principales partidos ante la guerra imperialista y los movimientos de
resistencia [...] se pretendía aprobar sin discusión una política enteramente oportunista y
semi-chovinista, más particularmente la del SWP.
Para la oposición, la mejor manera de poner en evidencia este escamoteo político y
la naturaleza del congreso, era no responder al discurso estratosférico de Stein, cosa que
(repitámoslo) tampoco habría sido posible aun queriéndolo, puesto que sólo se disponía de
35 minutos. Así, cuando el ponente hubo agotado su mortecino informe, interrogó el
presidente:
“¿Quién pide la palabra?” (Todo el mundo guarda silencio).
“¿Quién pide la palabra?” (Silencio otra vez). El presidente, (Da Silva) mira
asombrado del lado de la oposición.
Así cuatro o cinco veces, visiblemente enfadado de que no se contestase al
“informe de actividad”. Viendo la asamblea embarazada, Munis exclama: “Ahora que
alguien haga el informe de actividad. El ponente no ha dicho ni media palabra. Defended,
al menos, lo que habéis escrito y os contestaremos”.
Y el atinadísimo Germain se dejó decir: “Es así como nosotros entendemos
defenderlo. No es Munis quien ha de decirnos cómo”.
Yo vacilaba entre la tentación de tomar la palabra para hacer rápidamente algunas
acusaciones, y la conveniencia política y la utilización demostrativa del silencio. Nadie
protestaba contra el informe de Stein. Nadie apoyaba mi demanda. Sólo un delegado belga
dijo tímidamente: “No se le puede pedir a uno aprobar algo de lo que ni siquiera se le ha
hablado”. Pero diez minutos después (fiel imagen del llamado congreso mundial y de lo
que fue la tan venteada preparación de dos años) el mismo delegado votaba en favor del
informe oficial, aprobando a ciegas todo lo que ignoraba.
El presidente fijó un plazo de 10 minutos para que los delegados pidiesen la
palabra, transcurrido el cual pasaría a la votación. En medio de un bochornoso silencio,

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

distraídos los delegados por el humo de los cigarrillos, corrieron los 10 minutos sin que
nadie pidiese la palabra. Instantes después, el inaudito informe era aprobado por 28 votos
contra 3 (España, Irlanda y la oposición francesa. A España correspondían dos votos, pero
el segundo delegado, Ernesto, no estaba presente ese día). El delegado de la tendencia
americana Johnson-Forest, que se hace cosquillas izquierdistas, aprobó igualmente el
“informe” considerándolo “como símbolo de actividad”. A partir de ese momento estaba
irrefutablemente demostrada la impreparación del llamado congreso mundial, la enorme
maniobra de la dirección para ocultar los oportunismos cometidos y eximirse de la
obligación de considerar cuanto de nuevo han aportado los acontecimientos desde la guerra
civil española; quedaba demostrado, además, que la dirección necesitaba la presencia de
algunos delegados oposicionistas para dar a su asamblea apariencia de discusión y de
democracia. [...]

***
La tercera tarde de sesión está dedicada a la cuestión rusa. El presidium había
previsto un informe oficial de una hora, dos contrainformes de 40 minutos cada uno para la
tendencia colectivismo burocrático y otro para la de capitalismo de Estado, más otros 40
minutos a Haston para defender las enmiendas del partido inglés a la tesis oficial, con la
que concuerda en el defensismo.
El ponente oficial, Germain, dijo que es necesario ser conservador del marxismo, al
que no se le puede quitar nada (ni la teoría de clases del Estado ni ninguna otra
concepción) sin negarlo. La revolución destruyó en Rusia la sociedad burguesa y abrió el
camino a la sociedad de transición. La propiedad soviética es la expresión jurídica de la
victoria de Octubre; ninguna contrarrevolución ha destruido el carácter no burgués de la
propiedad. El carácter de esta propiedad es debido a dos guerras civiles: la de 1917, y, (al
parecer) otra en 1927-1928. Quienes defienden la teoría del capitalismo de Estado hacen
datar la victoria de éste de la desaparición del peligro burgués; para ellos la política de la
Oposición en 1928 era falsa: no se habría debido apoyar a Stalin contra el peligro del
kulak. Pero el capitalismo de Estado debe ejercerse en favor de una burguesía concreta que
no existe en la URSS. En la URSS la propiedad es no-burguesa. La contradicción de la
sociedad soviética es la de toda sociedad de transición, es decir, producción socialista,
distribución capitalista. No acusamos a la burocracia de haber conservado las formas de
distribución capitalistas, sólo de haberlas exagerado. Pero la burocracia no ha logrado
poner de acuerdo las formas de propiedad con las formas de distribución, es decir, no ha
logrado hacer capitalista las formas de propiedad.
[...] Y así por el estilo. El ponente dice una cantidad considerable de
monstruosidades y banalidades de pedante. La información oficial debería dar a la
Internacional, en prueba de sus capacidades teóricas, el texto íntegro de este discurso, que
en realidad no cabría más que en la boca de un stalinista que aspira a perfeccionar los
métodos de su partido, no en la de un trotskista, aun suponiéndole agarrado todavía a la
concepción del “Estado obrero degenerado”.
A continuación 40 minutos de contra-informe corresponde a la tendencia que
define Rusia como capitalismo de Estado. Pero en realidad se trata de dos tendencias, la
americana dicha Jhonson-Forest125 y la española, representada en el congreso por Munis.
El acuerdo político entre las dos es imposible, sobre todo por haberse situado la primera

125
Johnson era el seudónimo de CRL James, y F. Forest era el seudónimo de Raya Dunayevskaya,
secretaria de Trotsky en México. La llamada tendencia Johnson-Forest del partido estadounidense definía
el sistema económico ruso como un capitalismo de Estado, en el que las relaciones sociales están regidas
por la ley del valor.

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

dentro del oportunismo oficial al votar el informe de actividad. Así pues, a cada delegado
correspondieron únicamente 20 minutos del tiempo previsto.
Stone126, en nombre de su grupo, hizo principalmente una crítica de Germain, más
bien anodina, eximiendo de sus ataques al partido americano [y] a la dirección mundial.
Germain es tratado de oportunista, pero Cannon es un revolucionario para la oradora, así
como el SI en pleno. Habríase dicho que todo el mal de la IV Internacional reside en
Germain, cuando en realidad no es más que un parlanchín tan ingrávido como impersonal.
El mal está en el partido mismo a que Stone pertenece, en el CEI y el SI, los tres
respetados por la oradora.
Munis indica que si la dirección actual de la Internacional continúa arrastrando su
“defensa incondicional de la URSS” es, sobre todo, por carencia de espíritu revolucionario.
El análisis hecho por Trotsky de la Unión Soviética era falso, pero en realidad no era
indispensable reconsiderarlo para abandonar la defensa incondicional, cuya
incompatibilidad con la revolución mundial saltaba a los ojos, especialmente a partir de
1943-1944. Lo alarmante, lo escandaloso es precisamente que la piel de nuestros dirigentes
es insensible e impermeable a todos los acontecimientos y a las monstruosidades
stalinistas. “¿De qué tenéis necesidad todavía para admitir que en Rusia ha habido
transformación de la cantidad en calidad? ¿Necesitáis la reaparición de los capitalistas
individuales?, es decir, un simple cambio cualitativo; estáis fuera de la dialéctica”.
“Trotsky mismo dijo que las formas de propiedad no son frecuentemente más que una
ficción jurídica. ¿De qué tenéis todavía necesidad para considerar que en Rusia la forma
colectiva de propiedad no es más que una ficción jurídica? No contestaréis”.
Schatman, que dispone para él solo de 40 minutos, argumenta en favor de su tesis:
el colectivismo burocrático en Rusia, bajo la dirección de una nueva clase, sistema que se
extiende, según él, a los países del glacis. Según él, la economía no es capitalista en Rusia,
ni tampoco socialista sino de un nuevo tipo no previsto por el marxismo, tipo que,
inexplicablemente, nace reaccionario, decadente y por consecuencia indefendible por el
orador.
Finalmente, Haston defiende las enmiendas hechas por su partido a la resolución
del SI. Consideran ellas la asimilación estructural del glacis a la economía rusa como un
hecho altamente progresivo, y los países ocupados por Rusia otros tantos Estados obreros
degenerados e igualmente defendibles. Es la tesis del SI llevada hasta sus últimas
consecuencias lógicas.
[...] Como era de esperarse, la resolución oficial en favor de la defensa de Rusia fue
aprobada con la sola oposición de Chaulieu, Stone, Munis, el delegado irlandés Armstrong
y los dos delegados de Alemania. Hubo algunas abstenciones.

***
La cuarta tarde debía tratar de rondón las cuestiones alemana, italiana y española.
No trato más que de Alemania. [...] los camaradas alemanes harán tanto caso a las
directivas de esta resolución como a las del movimiento vegetariano, pero por eso mismo,
el tan venteado congreso mundial, lejos de ayudar al proletariado alemán a salir de la
postración en que lo han sumido el triunfo del fascismo primero y de los Tres Grandes
después, no ha hecho más que añadir mayores dificultades al reagrupamiento de la
vanguardia revolucionaria.
Sobre Italia, la dirección presentó una resolución pidiendo la desafiliación del
Partito Operaio Comunista [POC]. Los tiempos de palabra fueron de 10 minutos, o sea, 5
descontando el tiempo de traducción. Munis, defendiendo al POC, demostró que ninguno
126
Stone es el seudónimo de la militante americana Grace Lee.

316
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

de los cargos que el SI le hacía podía constituir motivo de desafiliación, y que algunos de
ellos eran compartidos por el SI y el CEI, tales la consideración del stalinismo como un
partido de izquierda burguesa, y la definición de la situación actual del capitalismo como
estabilidad relativa. “El POC (añadió Munis) tiene pleno derecho a estar en la IV
Internacional, porque mantuvo una actitud internacionalista durante la guerra. En cambio
hay aquí partidos (el SWP) que por su actitud ante la guerra no tienen derecho a
encontrarse en una asamblea revolucionaria. Es su expulsión la que debería pedirse”.
Hablan además, contra la desafiliación del POC, Chaulieu y el delegado de Palestina.
Terminado el vertiginoso debate, la IV Internacional se quedó sin sección italiana.
La discusión sobre los estatutos fue más pobre todavía. [...] Sólo Munis se opuso al
conjunto de los estatutos, cuyo texto y espíritu será objeto de crítica especial. Presentó la
siguiente resolución, que no obtuvo más que su propio voto:
“EL congreso rechaza el proyecto de estatutos del SI:
1.- Porque no tiene en cuenta las experiencias orgánicas en el movimiento obrero,
que aconsejan reconsiderar el centralismo democrático de la Tercera Internacional.
2.- Porque refuerzan el lado centralista y descuidan el lado democrático.
En consecuencia, seguirán rigiendo los estatutos del congreso de fundación,
mientras [se haga] un estudio de las relaciones entre los métodos de organización y la
contrarrevolución stalinista [que] permita elaborar nuevos estatutos”.

***
Finalizando el congreso, ya ausentes algunas delegaciones, se discutió la resolución
llamada La situación política mundial y las tareas de la IV Internacional, es decir, lo que
ha de constituir el nervio político del movimiento trotskista mundial por un tiempo
indefinido, hasta el próximo congreso mundial, formalmente fijado para dos años después,
pero que en realidad no llegará a celebrarse nunca si el trotskismo mundial sigue aceptando
la dirección y la política actual, que lo castran.
El ponente oficial, Gabriel, dispone de hora y media; las dos tendencias
contraponentes, Chaulieu y Munis (con la primera hace bloque la delegada de la tendencia
Jhonson-Forest) disponen de 40 minutos cada una. Gabriel defendió el documento escrito
por el SI [...]. Para el ponente, que representa la tendencia oportunista dominante en la
Internacional, la contradicción fundamental en el mundo de hoy es la contradicción Unión
Soviética-Estados Unidos. La URSS es el lado positivo de la contradicción, y por
consecuencia los partidos stalinistas, que se encuentran a su lado, son anticapitalistas y “se
verán forzados” a apoyarse en la clase obrera y desarrollar la lucha de clases. Nuestra
táctica ha de ser: frente único con el stalinismo, gobierno stalino-reformista,
nacionalizaciones y control obrero, toda la táctica, en suma, de los bolcheviques frente a
los mencheviques en 1917. En efecto, en el pensamiento de la actual dirección mundial (lo
que basta para condenarla) no hay ningún factor nuevo surgido desde 1917, ninguna
necesidad de reconsiderar consignas y tácticas, ninguno de los enormes acontecimientos
sobrevenidos que estimule su pensamiento. Inercia intelectual a prueba de hechos, causa
del estancamiento orgánico a que la IV Internacional ha sido reducida.
La resolución presentada por Chaulieu y Ria Stone eludía todos los problemas
fundamentales y aceptaba el programa de transición sin más que insistir sobre la necesidad
de comprender su verdadero carácter. Pero la realidad es que el programa de transición está
basado, de punta a cabo, en [la] idea de Rusia como Estado obrero, aunque degenerado, y
del stalinismo como una tendencia reformista más. Negando la justeza de estas dos ideas
se debe necesariamente rechazar el programa de transición.
Munis presenta su discurso como esquema para una resolución política. Dice que la
resolución escrita y la defensa verbal del SI no logran hacer un análisis del período

317
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

histórico en que vivimos, y menos de los importantes acontecimientos y cambios de


factores que se han producido desde la fundación de la IV Internacional. Esta incapacidad
impregna de oportunismo y de miseria política el proyecto escrito y el informe verbal.
Todo proyecto político revolucionario debe partir de un análisis del período actual. El
período de decadencia del capitalismo comienza con la primera guerra imperialista, en
1914. Planteado desde entonces, el dilema histórico, cada vez más perentorio, es
revolución o barbarie. La II Internacional traicionó al proletariado aceptando el falso
dilema de la victoria militar de un grupo de países o la de otro grupo. La revolución rusa
restableció el dilema en sus verdaderos términos y abrió una etapa de lucha entre
revolución mundial y capitalismo que va, con altibajos, hasta la guerra civil española. Una
serie de derrotas, desde Alemania y China hasta España, van mostrando la modificación
progresiva del carácter de los partidos comunistas. Es un fenómeno paralelo a los
progresos de la contrarrevolución en Rusia. El stalinismo pasa por una etapa centrista y
otra pseudo-reformista (frente popular). En España, la presencia de una revolución
desbordante le obliga a desvelar toda su naturaleza contrarrevolucionaria. Bajo el fuego de
los acontecimientos se transforma, de tendencia reformista [de] frente popular en tendencia
[de] unidad nacional, enteramente reaccionaria. Así pues, toda táctica que lo tenga en
cuenta como tendencia obrera reformista es radicalmente falsa y ha de revelarse impotente.
En los años siguientes el stalinismo ha acentuado y extendido en escala internacional los
rasgos descubiertos en España. No es ya un partido situado entre la revolución proletaria y
la contrarrevolución capitalista. Continuar tratándolo como un partido a la Kerensky, cual
hacen nuestros dirigentes, es catastrófico. El stalinismo no es más que un competidor de
los viejos partidos reaccionarios de la burguesía, en la lucha por la dirección de la
contrarrevolución mundial. También el reformismo ha dejado de desempeñar su viejo
papel, aunque todavía esté más ligado a la democracia burguesa que el stalinismo. Las
relaciones de las organizaciones obreras con el Estado, por una parte, con la clase obrera
por otra, se han modificado radicalmente. No teniendo en cuenta ese hecho, la dirección
actual de la Internacional tartamudea pobres letanías y conduce a la bancarrota. Por el
camino que sigue la Internacional se dividirá en una parte stalinizante y otra
democratizante. Tras otras consideraciones, Munis termina así su discurso: “Nuestra
tendencia no se dejará esterilizar, porque tiene tras de sí la más recia experiencia
revolucionaria; no se dejará destruir porque tiene una confianza completa, simple y firme
como un proceso orgánico, en sus propias ideas. No se trata sólo de la perspectiva
inmediata, sino de toda una concepción mundial, del carácter de la época, de la naturaleza
del stalinismo y del cometido del proletariado. Se trata también del derrotismo
revolucionario. En la perspectiva mundial, la dirección actual se encuentra de un lado de la
barricada, del lado ruso. Camaradas delegados, llevad este mensaje a vuestros partidos: es
necesario que la Internacional reaccione, es necesario que elimine la política de la
dirección actual. De lo contrario, será el último congreso de la IV Internacional. El
momento es decisivo y las tendencias en lucha inconciliables”.

***
La elección del nuevo Comité Ejecutivo fue enteramente protocolaria. [...] el SI se
abstuvo de proponer ningún representante español, considerando que la sección española
tiene “un pie dentro y otro fuera de la Internacional”. El SI pidió inútilmente a Munis,
como condición para aceptarlo en el CEI, que hiciese una declaración de sujeción a la
disciplina. La composición y la base política del nuevo CEI es tal, que aun suponiendo que
a él fuese un representante de la sección española no podría ser más que un triste
prisionero.

318
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

Las restantes sesiones del congreso se desenvolvieron de manera abúlica, incluso


aburrida. [...]
El congreso terminó como había empezado, ocultándose y ocultando a toda la base
mundial la verdad de la situación, negándose a considerar cara a cara la crisis ideológica,
confirmando y aprobando sin conocer, reafirmando ideas o principios cuyo sustento había
cambiado radicalmente, aprobando a ojos ciegas los gravísimos oportunismos cometidos.
Ese “congreso” será un punto negro en la historia del trotskismo mundial, si es que no
provoca su descomposición como corriente revolucionaria. A decir verdad, cada una de las
resoluciones aprobadas es un obstáculo a la actividad revolucionaria de la vanguardia.
París, mayo 1948. G. Munis

3.52. Grupo comunista-internacionalista de España: Explicación y


llamamiento a los militantes, grupos y secciones de la IV Internacional.
(París, julio 1949). Editado por el Comité Central del Grupo comunista-
internacionalista de España. París, septiembre 1949
Camaradas:
La IV Internacional era un movimiento mundial pequeño, pero de grandes
alcances. Su genealogía anti-termidoriana y su ideología, en conjunción con la etapa actual
de la lucha de clases, hacían de ella la continuación natural del pensamiento y la rebeldía
ya secular del proletariado en su lucha por un mundo socialista. Desde los comunistas
primitivos y Marx hasta nosotros, desde la Conjuración de los Iguales y la Commune hasta
la revolución española y las insurrecciones de 1944, pasando por la revolución rusa, la
china, la alemana, etc., cuantas batallas han librado los explotados las condensaba en sí la
IV Internacional. Tenía además, sobre las organizaciones obreras anteriores, la ventaja de
grandiosas y ricas experiencias recientes: una revolución triunfante el año 1917 y varias
fracasadas en decenios sucesivos, el aburguesamiento de los partidos socialistas, la
contrarrevolución stalinista y la transformación reaccionaria de la III Internacional, la vasta
experiencia de la revolución española y dos guerras imperialistas. En la extrema acuidad
de las contracciones mundiales, todo eso habría permitido a la IV Internacional convertirse
en la organización revolucionaria más sólida y capaz que jamás existiera.
Lejos de aprovechar tan excepcionales circunstancias, los organismos dirigentes las
han desperdiciado de todo en todo, ciegos, sordos e insensibles a cuanto hubiera permitido
una renovación de la actividad revolucionaria. Debido a eso, diez años después de su
fundación formal, transcurridos más de veinte desde la iniciación del movimiento que la
originó, la IV Internacional sigue siendo una organización raquítica. Los más formidables
acontecimientos han estremecido el mundo, pero la IV Internacional no se estremece, ni
crece, ni se enriquece ideológicamente. No registra más que retroceso o parálisis en todos
los órdenes. ¿Por qué? desde arriba os tranquilizan echándole la culpa a las condiciones
objetivas, la juventud del movimiento, la escasez de dinero, las ilusiones de las masas en el
stalinismo o en Perico de los Palotes. ¡Pamplinas! ¿Dinero? Se ha gastado y malgastado
demasiado en los últimos años sin que a nadie aproveche, ni siquiera a quienes lo han
manejado. ¿Juventud? Nuestro movimiento no es sino demasiado viejo para la
insignificancia numérica y el nivel político en que está. ¿Ilusiones en el stalinismo? Las
tiene el Comité Ejecutivo Internacional, más que las masas. Y en cuanto a las tan
socorridas condiciones objetivas, ¿podrían haberse dado mejores desde 1936 acá? [...] Por
negras que se pinten las condiciones, la IV Internacional debería ser hoy, si no una
potencia orgánica, sí una incontestable potencia ideológica.

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

[...] No, las causas de la deplorable situación en que se encuentra la IV


Internacional no son exteriores, sino interiores a ella. Se llaman Socialist Workers Party
[SWP], Revolutionary Comunist Party, Parti Communiste Internationaliste, Comité
Ejecutivo Internacional [CEI] y Secretariado Internacional [SI]. Contra ellos y su política,
se ha alzado la sección española, que ha terminado negándose a aceptar la disciplina de la
asamblea, llamada congreso mundial. Nuestra indisciplina es deliberada y tiene bases
políticas muy sólidas, de las que CEI y SI han mantenido en la ignorancia a los militantes.
Pero, antes de enumerar las principales conviene hacer una rápida historia del conflicto
entre nosotros y la dirección mundial.
La primera divergencia grave se produjo en 1941, entre el grupo español emigrado
en México y el partido americano. El camarada Munis, en su calidad de miembro del
Comité Ejecutivo Internacional, tachó vivamente de oportunista la política del SWP ante la
guerra. Su crítica no fue sometida por el SI al CEI, ni publicada siquiera como material de
discusión. Había sido sometida, por el autor, de manera explícita, a discusión en el seno del
partido americano. Este la ocultó, igual que el SI (los mismos hombres dirigían una y otro).
Pero seis meses después, la editaba en folleto público junto con una larga respuesta de
Cannon127. Sin ningún derecho, sin contar siquiera con el autor de la crítica, sin que el
recóndito Secretariado Internacional abriese la boca, el SWP daba como asunto liquidado
lo que todavía no había llegado a conocimiento de uno solo de sus militantes. Violaba así
la democracia frente a su base, y simultáneamente la disciplina internacional, puesto que el
centralismo de que él usa y abusa cuando le conviene, no le permitía desembarazarse de la
crítica de un miembro del CEI. ¡Mal se anunciaban las costumbres en el movimiento
trotskista, sobre todo teniendo en cuenta la importancia que con la guerra y el triunfo del
imperialismo americano tomaba el Socialist Workers Party!
El tiempo iba a agrandar en lugar de disminuir las divergencias. En efecto, la
primera crítica de la política del partido americano partía de la suposición que las
declaraciones oportunistas durante el proceso de Minneapolis eran un ardid leguleyo, no la
política verdadera del partido de los procesados. Equivocación ingenua. El SWP se atuvo
en todo a la despreciable defensa nacional antifascista delineada en Minneapolis, sin que
en ningún momento hiciera agitación ni acto de lucha contra la guerra. Por otra parte, su
defensa de Rusia era mucho más stalinista que trotskista, a la vez pretexto y embozo de su
dejación del derrotismo revolucionario, mientras que sus entusiasmos por Tito y otros
héroes de la “resistencia nacional” lo alejaban por completo de la política revolucionaria.
En realidad, a medida que transcurría la guerra el SWP se distanciaba más de cuanto ha de
ser un partido proletario. En Inglaterra y América Latina, las letanías antifascistas de su
prensa comenzaron a producir resultados perniciosos. Toda la Internacional corría el riesgo
de ser contagiada, y dominada además por la capacidad económica del SWP.
A la necesidad de cortar el paso a los progresos del oportunismo [...] obedeció el
folleto “El SWP y la guerra imperialista”128 [...]. Además de la política ante la guerra
imperialista y ante los movimientos de resistencia nacional, la situación exigía discutir el
problema de la naturaleza del Estado ruso y del stalinismo exterior. Importancia igual, sino
mayor, adquiría el balance de la revolución española, punto crucial en la evolución de las
viejas organizaciones obreras y de la conciencia misma del proletariado mundial. Pero los
hombres que en New York hacían de Secretariado Internacional tenían muchas más

127
Defense Policy in the Minneapolis Trial. International Bulletin, vol. II, june 1942, number 2. Distributed
by Pioneer Publishers, New York
128
Grupo Español en México de la IV Internacional: El Socialist Workers Party y la guerra imperialista.
Ed. Revolución, México, 1945. [Este folleto puede pedirse al apartado 92062 -08080 Barcelona].

320
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

preocupaciones orgánicas que ideológicas. No veían ninguna necesidad de renovación


ideológica, ni querían que el problema fuese planteado; les preocupaba únicamente quién
dominaría el congreso mundial y los organismo dirigentes que lo preparasen. Por eso
nuestras proposiciones de discusión fueron obstinadamente rechazadas.
Mientras tanto, los ejércitos americanos (hay una estricta relación causal entre eso
y la evolución de la IV Internacional) avanzaban en Italia, Francia, Bélgica, derrotaban a
Alemania y estrechaban la mano de los ejércitos rusos. A retaguardia, los hombres del
partido americano iban estableciendo contactos y preparando la combinación orgánica que
trotaba en la cabeza de los dirigentes neoyorkinos, faena no lograda sin amplio abuso de la
buena fe con la que cualquier trotskista europeo acogía a cualquier trotskista americano.
Cuando ese trabajo, de sigilosa preparación orgánica hubo dado frutos, grupos y partidos
se encontraron, de golpe y porrazo, ante un hecho consumado que les fue anunciado por
una nota semejante a las del Estado Mayor de los Tres Grandes: “En cierto lugar de Europa
acaba de celebrarse una conferencia de la IV Internacional...”, etc. Sin la menor discusión,
enteramente a espaldas de la base, sin que fuesen siquiera consultados los miembros del
CEI, que discrepaban de la política oficial, la conferencia tomó resoluciones de carácter
ejecutivo, nombró una dirección que se arrogó plenos poderes conforme a los deseos de
Nueva York y puso proa a la organización de un congreso mundial “ad hoc”. En suma, fue
punto menos que un golpe de Estado.
Desde México, el Grupo español emigrado protestó enérgicamente y exigió en
diversas cartas y documentos una discusión completa de los problemas, la celebración
pública del congreso, una representación amplia y democrática y un orden del día concorde
con los graves acontecimientos sobrevenidos desde la fundación de la IV Internacional,
que plantease las divergencias existentes e hiciese cara a las actuales necesidades del
proletariado129. Insistimos [...] en que el primer punto del orden del día fuese una discusión
amplia de la política seguida por los principales partidos trotskistas ante la guerra y ante los
movimientos nacionales en los países ocupados. No admitía la menor duda para nosotros
que la IV internacional languidecería política y orgánicamente, si el congreso mostrábase
incapaz de condenar sin mitigaciones la política del partido americano en primer lugar, la
del inglés en segundo, y algunos aspectos de la política del partido francés, los
concernientes a las guerrillas y a la “liberación”. El segundo punto del orden del día,
reclamado por nosotros con particular interés, era el balance político de la revolución
española, indispensable para apreciar el período histórico actual. Únicamente partiendo del
internacionalismo y de la principal experiencia revolucionaria desde 1917, podíase abordar
la discusión sobre la naturaleza del régimen ruso, sobre el stalinismo en general, situar
objetivos y precisar tácticas. Esfuerzo baldío. Todo lo que conseguimos fue hacernos tratar
de desleales [...].
El Secretariado Internacional [...] empezó a editar, al cabo de meses, Boletines de
Discusión. Así se llamaban unos cuadernos que aparecieron unas 25 veces sin que
permitieran discutir seriamente un solo problema, sin que tratasen ninguno de los
acontecimientos mundiales de los diez años anteriores, ni informasen a la base de la
política y las divergencias durante la guerra. Hazaña rara, en verdad. En esas condiciones,
el congreso mundial empezaba a perfilarse como una grave amenaza para el porvenir
revolucionario del trotskismo. Una vez que el CEI hubo establecido las bases para la
elección de las delegaciones, con tres derechos diferentes, según los países recibieran el

129
[Nota original del Grupo comunista internacionalista]: Véanse los documentos: “Decíamos ayer”, “Otra
vez sobre el congreso mundial”, “Cuidado”, “La IV Internacional en peligro”, “Carta abierta al PCI,
sección francesa de la IV Internacional”, “Índice de mi deslealtad”, “Carta proposición”, “Le manifeste des
exégetes”.

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

bautismo de “grandes”, medianos, o se viesen metidos en la morralla de los pequeños, era


indudable que al amaño político se añadiría el amaño y el tramposeo orgánicos.
No había más medio de reaccionar contra ese intento, que impidiendo la
celebración del congreso. El boycott que desde México propusieron Péret y Munis era una
medida urgente de profilaxis. Indispensable para organizar después un verdadero congreso
y poner la IV Internacional a la altura de las necesidades políticas. El escrito en que se
hacía y se razonaba ampliamente esa proposición fue publicado en español; el SI no se
consideró obligado a darlo a conocer sino a última hora, después de haberlo hecho
maldecir por un Pleno del CEI y cuando era imposible que ninguna sección reaccionase a
tiempo. [...]
El congreso español reunido días antes del mundial, no quiso ratificar la
proposición de boycott, no por falta de mayoría, sino para evitar una escisión prematura
que habría permitido al SI atribuirse votos que en manera alguna le pertenecían
políticamente. Decidió que sus delegados propusieran a los demás sesionar en calidad de
asamblea preparatoria de un congreso verdadero. Para nosotros, la celebración de un
congreso tan absolutamente impreparado, o mejor dicho, tan deliberadamente preparado
para no discutir lo que importaba [...] significaba la ruptura cierta de la organización con
los principios revolucionarios. Previéndolo y previniéndose, el congreso español resolvió,
de antemano, que la sección aplicase la política por él decidida y que no se sometiese a la
disciplina del congreso mundial. [...]
No cesaremos de repetir que el “segundo congreso” de la IV Internacional
representará una puñalada trapera para el porvenir del trotskismo como organización
revolucionaria mundial. Es absolutamente imposible que la política en él aprobada atraiga
a las masas. Tampoco puede educar militantes, y el nivel ideológico y combativo de los
propios camaradas que ya tenían una formación, bajará a medida que pase el tiempo. La
baja es en la hora actual un hecho bien abultado y visible para quienquiera no esté
contaminado de ella, porque el oportunismo no ha comenzado con el “segundo congreso”,
sino en 1939. Quienes se pretenden Estado Mayor de la revolución mundial, tienen un
nivel de socialdemócratas provincianos de principios de siglo. Nuestra oposición al partido
americano y sus acólitos, los organizadores y triunfadores del “segundo congreso”, era una
lucha por la continuidad revolucionaria del trotskismo. No ha podido adquirir todavía la
importancia y la trascendencia que tiene, debido a la atonía actual del proletariado, de la
cual participa en no pequeña medida la IV Internacional de los Cannon, los Germain y los
Da Silva. Pero el triunfo de éstos no se basa en la actividad ideológica y el entusiasmo de
los militantes, sino todo lo contrario. Irá viéndose con mayor claridad a medida que el
proletariado se desperece. El CEI y nosotros representamos dos épocas. En la historia del
proletariado mundial, esa ruptura adquirirá más importancia que la lucha de los
bolcheviques contra los mencheviques en los quince años anteriores a la revolución rusa,
sin la cual jamás habría existido octubre de 1917.
En efecto, las divergencias son de mucha mayor amplitud mundial y profundidad
histórica. Nos referimos únicamente a las tres principales, origen de una oposición casi
general, desde los más pequeños problemas tácticos, hasta los más complicados y
abstractos de carácter histórico o filosófico:
1.- Definición y aplicación práctica del internacionalismo proletario.
2.- Naturaleza del período histórico actual a la luz de la experiencia de la lucha de
clases mundial, en particular de la revolución española.
3.- Naturaleza de la sociedad rusa y del stalinismo mundial.
No es la primera vez que lo decimos, pero no por eso podemos prescindir de
repetirlo aquí. Durante la guerra, la IV Internacional, cuya única expresión política era el
partido americano, abandonó por completo el internacionalismo proletario. Una vez

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

consumado el hecho, se dio a rehacer, con citas de Trotsky y Lenin truncadas del
pensamiento general de ambos, una nueva definición que dejaba el internacionalismo
desplumado en simple continuidad de la lucha de clases. [...]
Para nosotros, como para Lenin, Trotsky, Marx y Engels, el internacionalismo
proletario no puede ser definido más que como la lucha antipatriótica y mundialmente
coincidente de cada proletariado nacional contra su propio capitalismo. Y en tiempo de
guerra, lejos de quedarse en mera continuación de la lucha de clases, ha de elevarse, en
cada uno de los conflictos cotidianos, a la lucha directa contra la guerra, más
concretamente, contra la defensa y la victoria nacional. [...]
Para la política oficial [de la Cuarta], la expresión concreta del derrotismo (?)
revolucionario era obedecer las órdenes de los gobiernos imperialistas “democráticos” y no
mover un dedo contra la prosecución efectiva de su guerra, ser buenos soldados del Estado
Mayor, con el objeto de hacer oír mejor una propaganda destinada a transformar la guerra
imperialista... en verdadera guerra contra el fascismo. Yendo al fondo de esa posición, no
puede uno dejar de decir que Rooselvet y Cannon, o sea el Secretariado Internacional,
coincidían contra Berlín divergiendo en los métodos de lucha [...].
Para nosotros, el derrotismo revolucionario es y será siempre, mientras el
capitalismo dure, la acción del proletariado, y en primer lugar de su vanguardia política,
contra la defensa nacional. La vanguardia debe esforzarse en organizar manifestaciones y
huelgas contra la guerra, particularmente la ocupación de las industrias militares, y en todo
momento ha de ligar los movimientos reivindicativos a la acción antibélica. En el frente,
más si cabe en la retaguardia, debe destruir sistemáticamente los mitos patrióticos,
organizar la fraternización incluso en pequeña escala, y crear entre los soldados la
convicción de que su deber no es “vencer al enemigo”, sino capturar y aniquilar su propio
estado mayor. En suma, el derrotismo revolucionario es la propaganda ideológica y la
acción de los internacionalistas destinada a conseguir que obreros y soldados vuelvan
armas contra sus connacionales gobernantes y den la mano al proletariado de los otros
países en guerra. La patria no es defendible de ninguna de las maneras, por más moños
antifascistas o anti-cualquier cosa que se le cuelguen. Trátese de descarado triunfalismo
nacionalista o de mentiroso triunfalismo revolucionario a la SWP-SI, quienquiera no centre
su propaganda y su actividad contra la defensa nacional, traiciona el internacionalismo.
Cannon y el SI han conseguido, en el “segundo congreso mundial” llevar su
vergonzante ruptura con el internacionalismo proletario al rango de política oficial de la IV
Internacional, al hacer aprobar el Informe de Actividad llamado Diez años de Combate. El
sofoco deliberado de la discusión previa no tenía otro objeto. Así, mientras nosotros
proponíamos que se discutiese la política oficial ante la guerra imperialista, el SI llenaba
sus Boletines con [temas] tan apasionantes y graves como la entrada o no entrada de los
trotskistas ingleses en el Partido Laborista, y las fútiles divergencias entre Cannon y
Schatman o entre Frank y Craipeau. El costo de esa operación de embrutecimiento y
castración política será la muerte del trotskismo como corriente revolucionaria mundial.
Las cosas han llegado, desgraciadamente, a un punto en que no hay otra forma de
impedirlo que destituir inmediatamente al Comité Ejecutivo mundial, Secretariado
Internacional incluido, anular el llamado segundo congreso, condenar severamente sus
resoluciones y emprender una reconstrucción política en el sentido indicado por nosotros.
Tal es la más importante de las razones que han impelido a la sección española a la
rebeldía. Sabemos perfectamente que eso comporta el deber y el compromiso de llegar a la
creación de una nueva organización internacional. [...] La lucha por la revolución mundial
no puede tener en cuenta más que consideraciones históricas. A menos que el proletariado
fracase en su tentativa de acabar por siempre con la explotación, nosotros y no el
trotskismo mayoritario crearemos el organismo proletario de la revolución mundial.

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El segundo y tercer puntos principales de divergencia entre nosotros y los señores


de arriba, no son en realidad más que consecuencia del primero, pero consecuencia
importantísima. En efecto, si la IV Internacional se ha mostrado incapaz de interpretar la
experiencia de la luchas de clases mundial desde la revolución rusa a la española, igual que
de modificar su opinión sobre la naturaleza del Estado y la economía rusos, débese a su
ruptura con el internacionalismo proletario. La afirmación cotidiana de éste dictaba de la
más imperativa manera reconsiderar la “defensa incondicional de la URSS”, junto con la
noción “Estado obrero degenerado”, y por consecuencia el programa de transición
también. Los dirigentes de la IV Internacional, en cambio, han tenido que asirse
desesperadamente a la “defensa incondicional de la URSS” y al programa de transición,
para echar una cortina de humo a su abandono del internacionalismo. Se vanaglorian
constantemente de fidelidad al troskismo precisamente en lo que éste tiene de menos
esencial y duradero.
El segundo punto, la apreciación del actual período histórico, es terreno vedado
para los dirigentes cuartistas. Viven ellos en el interregno de dos guerras imperialistas,
calcando día a día la táctica de los bolcheviques frente a los mencheviques. El capitalismo
se encuentra, a su juicio, en la misma etapa que durante la década de los veinte, sin otra
novedad que un margen inferior de “estabilidad relativa”, las nacionalizaciones y la
concentración general de la economía siguen preparando las “bases objetivas” de la
revolución social, el stalinismo ha venido a ocupar el lugar de los mencheviques y el
reformismo, y cualquier gobierno Thorez, Togliatti o Pasionaria equivaldría al gobierno
Kerensky. Las masas están hinchadas de ilusiones en el stalinismo y por consecuencia los
revolucionarios deben ofrecer a éste el frente único “para desenmascaralo”, pedir que
gobierne sin ministros burgueses, como los bolcheviques hicieron con Kerensky, que
nacionalice las industrias y la banca y que dé a los obreros el control de la producción.
En 1917 todo eso sirvió de palanca al movimiento revolucionario porque
correspondía al estado de las diversas fuerzas de clase existentes, al grado de experiencia y
a la psicología de las masas. Actualmente es un esquema muerto, que si a alguien puede
servir de palanca es a la contrarrevolución mundial, de la cual forma parte el stalinismo.
Desde la revolución rusa hasta la española, ha habido una modificación profunda en los
elementos constitutivos de la lucha de clases y en la psicología de las masas, que anula casi
todas las viejas ideas tácticas. Nos es imposible desarrollar aquí este tema en toda su
amplitud, pero debemos, sin embargo, indicar lo esencial. El capitalismo ha entrado ya
francamente en su fase de decadencia, aunando en el Estado, el organismo más
representativo de la explotación del hombre por el hombre, la concentración de la
propiedad y una concentración paralela de la violencia. La línea divisoria entre las clases
explotadoras y explotadas ha dejado de pasar en general, (aunque todavía no de manera
absoluta) por la posesión privada de los medios de producción. El nuevo lindero lo marca
el goce de la plusvalía y el ejercicio de la violencia a través del Estado. No sólo está
superada la vieja definición del objetivo revolucionario: “abolición de la propiedad
privada”, sino que, en su decadencia, el capitalismo pasará necesariamente por esa
abolición. Y, cosa aún más importante, quienes cada día se perfilan mejor como candidatos
a la primacía política durante esa etapa, son los líderes políticos y sindicales de las antiguas
organizaciones obreras, particularmente los stalinistas. El objetivo de la revolución
proletaria no puede ser definido hoy sino como la supresión del carácter capitalista de los
medios de producción y del reparto de los productos. Habiendo sido incapaces, los
dirigentes de la IV Internacional, de descubrir el mecanismo de decadencia del
capitalismo, ¿cómo iban a crear una organización revolucionaria? Por eso siguen situando
al stalinismo, igual que el viejo reformismo, en el campo obrero, cuando en realidad
representa una expresión mucho más acabada de la explotación y la violencia capitalistas

324
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

que la del “burgués insaciable y cruel” del himno internacional. La revolución española,
que clausura todo un período de la lucha de clases e inicia otro, ha preocupado a los
dirigentes de la IV Internacional tanto como las fases de las nueve lunas de Júpiter. En la
zona roja española, el stalinismo fue ejecutor directo de la contrarrevolución capitalista, la
que puso en práctica, económicamente, por medio de la nacionalización y del control
obrero. Su gobierno no se parecía en nada al de Kerensky; representaba una
contrarrevolución de un tipo más acabado, más al día de las necesidades del capitalismo
mundial, que el gobierno de Franco o el de Hitler mismo. En fin, si los dirigentes de la IV
Internacional no se hubieran negado obstinadamente a reconocer la transformación de las
condiciones de la lucha de clases mundial desde la revolución rusa a la española (todo por
ocultar su abandono del derrotismo revolucionario) tampoco se habrían visto en la
vergüenza de aplaudir, en Europa Oriental, a la contrarrevolución stalinista. Mientras el
proletariado era expropiado y desarmado por medio de la nacionalización y de la
penetración de la GPU, los dirigentes cuartistas se amotinaban a favor del stalinismo. ¿Qué
revolucionario puede considerarse en buena compañía con ellos? En 1917, el programa y
la táctica de la revolución democrática, que había sido el de los bolcheviques durante
quince años, revelóse bruscamente sobrepasado e inútil. El pensamiento y la autoridad
política de Lenin consiguieron introducir nuevas ideas, y gracias a eso el proletariado tomó
el poder político por primera vez en la historia. Refiriéndose a la oposición entre Lenin y
los bolcheviques leales al antiguo programa, Trotsky ha dicho: “todos eran esclavos de
viejas fórmulas”. En la IV Internacional, la esclavitud a las viejas fórmulas, reforzada por
intereses oportunistas no muy nuevos y consolidada por el triunfo del imperialismo
americano, no ha podido ser vencida por nosotros y los demás núcleos revolucionarios.
Pero no serán los votos de un oscuro “segundo congreso” los que crearán una
Internacional.
El problema de la naturaleza del Estado ruso y del stalinismo mundial denuncia
con viva crueldad el conservadurismo ideológico en que ha caído el trotskismo oficial. Es
inútil buscar en su pensamiento ningún análisis del sistema de producción y distribución
ruso. Todas sus ideas al respecto, toda su penetración analítica se reduce en realidad a esto:
la economía rusa desconoce los burgueses propietarios individuales de fábricas, minas,
bancos, tierras. etc., y por consecuencia no es capitalista. Por este procedimiento, al lado
del cual el peor materialismo mecánico adquiere visus de dúctil y dialéctico, se ha
prohibido así mismo reconocer como un hecho el triunfo de la contrarrevolución, mientras
no reaparezcan los propietarios individuales. Igual daría afirmar que no lo reconocerán
nunca, pues los capitalistas individuales correspondieron a una época determinada de la
evolución, que no volverá, pase lo que pase en el mundo. ¿Quién que no se haya
acostumbrado, como el CEI, a servirse de los ojos para no ver, puede negar hoy que el
proceso de desaparición del burgués individual en los más tradicionales países capitalistas
está ya considerablemente avanzado, y que el automatismo propio de la decadencia del
sistema tiende a hacerlo desaparecer por completo? Si la expropiación de los burgueses y
la conversión de los medios de producción en propiedad del Estado por él controlada y
dirigida equivaliese a destrucción del capitalismo, entonces, el stalinismo habría tenido
enteramente razón contra el trotskismo y sería el más grande edificador de la futura
sociedad socialista. En realidad, eso vienen a decir indirectamente. De ahí su absoluta
incapacidad para dirigirse a las masas y de comprender las tareas revolucionarias del
momento.
La expresión suprema del capitalismo no son los burgueses propietarios
individuales de capital, sino un mecanismo determinado de producción y distribución que
Carlos Marx definía así: “La producción de plusvalía, o sea, la extracción de sobretrabajo,
es el contenido específico y el fin de la producción capitalista, prescindiendo de cualquier

325
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

transformación del orden mismo de la producción a consecuencia de la dependencia del


trabajo con respecto al capital”, (El Capital. Editorial Cénit, p. 215).
En efecto, que el trabajo dependa del capital individual, el del burgués, o del capital
del Estado, como en Rusia o en las empresas nacionalizadas de cualquier otro país, seguirá
siendo trabajo asalariado, mera mercancía, y como tal fuente de explotación. Y los
productos en general no perderán el carácter de mercancía que tienen hoy, mientras sea
mercancía la fuerza de trabajo, es decir el hombre. Imposible suprimir el capitalismo sin
suprimir el trabajo asalariado de la inmensa mayoría de los desposeídos. Capital y salario
son formas paralelas e indeterminadas, como lo son, en otro plano, producción y
distribución, reflejo de aquellas.
Precisamente, el triunfo de la contrarrevolución en Rusia se ha efectuado, no por un
camino imposible, la vuelta a un período ido, sino mediante el capitalismo de Estado.
Todas las lacras, vicios y contradicciones del viejo capitalismo, que la decadencia natural
del mismo acentúa, se han encontrado multiplicadas en Rusia, porque la revolución
fracasada concentraba todos los poderes económicos, políticos, judiciales, policíacos y
distributivos en manos del Estado, el organismo capitalista por excelencia.
Por su parte, los partidos stalinistas de todo el mundo, ¿qué otra cosa son sino
organismos ejecutantes del sistema ruso, que por ser una contrarrevolución antiproletaria
representa, tanto y mejor que el viejo capitalismo, los intereses de la decadencia del
sistema frente a las aspiraciones generales de los explotados y de la humanidad?
Pero basta. No entra en un llamamiento desarrollo completo. Basta eso para indicar
por qué los dirigentes de la IV Internacional, incapaces de absorber esta tremenda
experiencia y la del resto del proletariado mundial hasta la revolución española y el fin de
la segunda guerra imperialista, condenan a la impotencia, a la desaparición y al
desprestigio, una organización que tenía ante sí el más placentero porvenir revolucionario.
He ahí, camaradas troskistas del mundo, por qué la sección española no podía
someterse a la disciplina del “segundo congreso”, ni aceptar tratos con el CEI elegido en
él. Nos veíamos obligados a seguir nuestro propio camino hacia la creación de una
organización revolucionaria internacional. Estamos seguros de que, cualquiera sean las
dificultades (y no serán pocas) daremos al fin y al cabo cima a esa obra, porque nuestras
ideas concuerdan con el estado actual del proceso histórico y con las necesidades
revolucionarias e inmediatas del proletariado. El desarrollo futuro de la lucha de clases
mundial dará cada día mayor importancia a nuestros análisis y previsiones. El horizonte
del desenvolvimiento teórico y de la acción práctica irá abriéndose ante nosotros, mientras
que los meses y los años lo irán cerrando a los “esclavos de viejas fórmulas”, que ya hoy
no pasan de ser malos exégetas.
Otros grupos trotskistas se han negado, como nosotros, a aceptar la disciplina
oportunista. Junto con ellos hemos llegado a la constitución de un Comité Internacional de
la Izquierda Marxista, cuyo objeto es preparar la convocación de una conferencia
internacional que establezca las bases ideológicas y programáticas de un partido mundial.
Vamos a hacer lo que propusimos insistentemente dentro de la IV Internacional y que la
dirección de ésta ni siquiera se dignó a tomar en consideración. No hay conciliación
posible entre nosotros y los mayoritarios del “segundo congreso”. Encallados en el
oportunismo y la estulticia, son estériles como las mulas y otros híbridos.
La organización fundada por León Trotsky quedará ineluctablemente muerta en
manos de los Cannon, Gabriel, Frank, Haston y Da Silva, a menos que sean
inmediatamente destituidos o que rápidamente se llegue a la revalorización ideológica y
orgánica indispensable. Que cada uno tome posición.
París, julio 1949.

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

El Comité Central del Grupo comunista-internacionalista de España. E[steban] Bilbao, J.


Costa [Jaime Fernández], A[gustín] Rodríguez, B[enjamín] Péret, R[oberto] Montero, G.
Munis

3.53. “Resolution sur l’Espagne”. Bulletin Interieur du SI de la IV


Internationale, mai 1949
El VII Pleno del CEI constata que el camarada Munis y los camaradas españoles
que le han seguido en la constitución de un grupo que publica en Francia el órgano
Revolución, se han puesto, mediante su actividad posterior al Congreso Mundial y
particularmente después de la Conferencia española de los días 28 y 29 de octubre de
1948, fuera de la Internacional, al rehusar responder a los repetidos llamamientos para
proseguir una actividad disciplinada en el seno de la sección española de la IV
Internacional, y al abandonar públicamente la línea política y la disciplina de la
Internacional.
En consecuencia, el VII Pleno decide considerar que han dejado definitivamente de
ser miembros de la Internacional.
ADOPTADO POR UNANIMIDAD

3.54. “Carta de Natalia Sedova-Trotsky al Comité Ejecutivo de la IV


Internacional. (México, 9 de mayo 1951)”
Camaradas: sabéis muy bien que no estoy políticamente de acuerdo con vosotros
desde hace cinco o seis años, desde el fin de la guerra, e incluso antes. La posición que
habéis tomado sobre los importantes acontecimientos de los últimos tiempos me muestra
que en lugar de corregir vuestros anteriores errores, permanecéis en ellos y los
profundizáis. En la vía que habéis emprendido habéis llegado al punto en el que ya no me
es posible seguir silenciosa y limitarme a protestas privadas. Ahora debo expresar mis
opiniones públicamente.
[...] Tras muchas reflexiones y dudas sobre un problema que me ha afligido
profundamente, he decidido que debo deciros que no veo otra vía que la de afirmar que
nuestros desacuerdos no me permiten ya permanecer por más tiempo en vuestras filas. [...]
Obsesionados por viejas y superadas fórmulas continuáis considerando al Estado
estalinista como un Estado obrero. No puedo ni quiero seguiros en este punto. Desde el
inicio de la lucha contra la burocracia usurpadora, LD Trotsky repitió prácticamente cada
año que el régimen se desplazaba hacia la derecha, en las condiciones de retraso de la
revolución mundial y de posesión de todas las posiciones políticas por la burocracia en
Rusia. En diversas ocasiones subrayó que la consolidación del estalinismo en Rusia
llevaba a un deterioro de las posiciones económicas, políticas y sociales de la clase obrera,
y al triunfo de una aristocracia tiránica y privilegiada. Si esta tendencia continúa, dijo, la
revolución se agotará y el capitalismo será restaurado. Desgraciadamente esto es lo que se
ha producido, aunque bajo formas nuevas e inesperadas. No hay ningún país del mundo en
el que las ideas de los auténticos defensores del socialismo sean perseguidas de forma tan
bárbara [como en Rusia]. Debería estar claro para todos que la revolución ha sido
completamente destruida por el estalinismo. Sin embargo, vosotros seguís diciendo que
bajo este régimen inaudito, Rusia es aún un Estado obrero. Considero esto como un ataque
al socialismo. El estalinismo y el Estado estalinista no tienen absolutamente nada de

327
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

común con un Estado obrero y con el socialismo. Son los más peligrosos enemigos del
socialismo y de la clase obrera.
Ahora consideráis que los Estados de Europa oriental en los que el estalinismo ha
establecido su dominio durante y después de la guerra son igualmente Estados obreros.
Esto equivale a decir que el estalinismo ha desempeñado un papel socialista
revolucionario. No quiero ni puedo seguiros en este punto. Tras la guerra e incluso antes de
que acabara, existió un movimiento revolucionario de masas en esos países. Pero no fueron
esas masas quienes tomaron el poder y no fueron Estados obreros los que se establecieron
con sus luchas. Es la contrarrevolución estalinista quien tomó el poder, reduciendo estos
países a la condición de esclavos del Kremlin, estrangulando a las masas trabajadoras, sus
luchas revolucionarias y sus aspiraciones revolucionarias. Al considerar que la burocracia
ha establecido Estados obreros en esos países, le asignáis a esa burocracia un papel
progresivo e incluso revolucionario. Al propagar esta monstruosa mentira, denegáis a la IV
Internacional toda razón fundamental de existencia como partido mundial de la revolución
socialista. En el pasado siempre hemos considerado al estalinismo como una fuerza
contrarrevolucionaria con todas las connotaciones del término. Vosotros ya no lo hacéis,
pero yo sigo haciéndolo.
[...] Lo más intolerable de todo es la posición que habéis adoptado sobre el tema de
la guerra. La tercera guerra mundial que amenaza a la humanidad sitúa al movimiento
revolucionario ante los problemas más difíciles, las situaciones más complejas, las
decisiones más graves. Nuestra posición no puede adoptarse sino después de discusiones
muy serias y lo más libres posibles. Pero frente a los acontecimientos de los años recientes,
continuáis preconizando la defensa del Estado estalinista y comprometiendo a todo el
movimiento en esa defensa. Ahora incluso sostenéis a los ejércitos del estalinismo en la
guerra en la que se encuentra sometido el pueblo coreano. No puedo ni quiero seguiros en
este punto.
[...] Sé muy bien que afirmáis con frecuencia que criticáis al estalinismo y que lo
combatís. Pero el hecho es que vuestra crítica y vuestra lucha pierden su valor y no pueden
dar resultado alguno porque están determinados por vuestra posición de defensa del Estado
estalinista y subordinados a ésta. Cualquiera que defienda ese régimen de bárbara opresión,
abandona, independientemente de sus motivos, los principios del socialismo y del
internacionalismo.
En el mensaje que me ha sido enviado por el último congreso del SWP, se ha
escrito que las ideas de Trotsky continúan guiándoos. Debo deciros que he leído esas
palabras con amargura. Como habéis podido constatar por lo que acabo de escribir, no veo
esas ideas en vuestra política. Confío en esas ideas. Estoy convencida que la única salida a
la actual situación es la revolución socialista y la autoemancipación del proletariado
mundial.
Natalia Sedova-Trotsky. México, 9 mayo 1951

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

ILUSTRACIONES

Benjamín Péret y Manuel Fernández-Grandizo “Munis. Columna


Internacional “Lenin” del POUM

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

Nicola di Bartolomeo “Fosco”. Virginia Gervasini “Sonia”. Jaime


Fernández Rodríguez y Manuel Fernández-Grandizo

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

Portadas prensa trosquista: Le Soviet, Comunismo, Contra la Corriente,


Lucha de Clases, Boletín, 19 de Julio, La Voz Leninista, Nuevo Curso,
Comunismo

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Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

ÍNDICE ONOMÁSTICO

19 de Julio, 12, 13, 111, 204, 213, 234, Blackwell, Russell, 17.
236, 237, 238, 241, 254, 259, 266, 276, Blanco, Jesús, 36.
283, 290, 301, 331. Blanco, Pedro, 27.
Abetz, Otto, 237 Bloque Obrero y Campesino (BOC),
Adrien, 27, 205. 15, 16, 18, 35, 34, 36, 46, 55, 85, 87,
Aïache, Henri, 20, 154. 91, 134, 137, 139, 199, 211, 248.
Aïache, Maurice, 17 Bolchevique-Leninistas, 12, 16, 17, 18,
Alarma, 28, 29, 30. 33, 38, 44, 45, 62, 64, 65, 98, 101, 102,
Albar, Manuel, 170. 103, 105, 106, 107, 124, 127, 128, 129,
Alavarez del Vayo, Julio, 52, 53, 170, 132, 140, 141, 142, 143, 149, 154, 188,
195. 200, 201, 209, 212, 217, 224, 228, 232,
Alvarez, Antonio, 36. 261.
Amigos de Durruti, 21, 22, 23, 25, 34, Boletín Interior d ela ICE, 36.
35, 101,102, 106, 110, 114, 118, 121, Bolletino d’Informazione, 38.
122, 124, 134, 144, 152, 159, 175, 179, Bonet, 54, 149, 201.
199, 209, 212, 216, 223, 229, 230, 231, Bogoni, Giuseppe, 17.
236, 249, 256. Bortenstein, Myeczylaw, 17.
Andrade, Juan, 13, 15, 18, 23, 34, 37, Bramati, Mario, 17.
42, 81, 95, 103, 105, 107, 108, 123, Braun, Nicolle (seud. De Wolf), 21.
128, 130, 135, 137, 139, 141, 142, 143, Brea, Juan, 17, 20.
146, 147, 148, 150, 141, 152, 158, 185, Breziner, Maurice, 17.
187,193, 197, 198, 199, 210, 229, 230, Cannon, 280, 311, 316, 320, 322, 323,
237. 326.
Arlen, 37. Carlini, Adolfo (seu. De Sedran), 17,
Armstrong, 316 19, 20, 21, 22, 24, 46, 156, 158, 160,
Ávila Camacho, Manuel, 236. 162, 166, 167, 168, 170, 177, 172, 173,
Azaña, 39, 94, 126, 187, 213, 224, 235, 174, 175, 177, 178, 179, 181, 182, 183,
277. 184, 185, 186, 187, 188, 189, 192, 193,
Balius, Jaime, 22, 23. 194, 195, 196, 198, 199, 201, 233.
Ballesta, Tomás, 25. Carrasco, 23.
Barbieri, Francesco, 23. Casanova (seud. de Bortenstein), 17,
Barrios, Esteban, 36. 20, 45, 158, 200, 201.
Batalla, La, 17, 19, 22, 37, 40, 42, 43, Castellar, Félix, 25.
45, 46, 48, 54, 55, 56, 57, 58, 59, 71, Castoriadis, 312.
75, 76, 77, 79, 81, 86, 89, 91, 94, 98, Cid Gaitán, Julio, 20.
101, 104, 117, 137, 141, 142, 148, 149, Clart (seud. De Rous), 18.
163, 174, 182, 186, 190, 251, 259, 282. Confederación Nacional del Trabajo
Benci, Etrusco, 17. (CNT), 16, 21, 22, 23, 25, 53, 55, 63,
Berneri, Caillo, 23, 157, 187. 64, 67, 68, 69, 72, 73, 76, 78, 79, 80,
Bilbao, Esteban, 20, 27, 35, 36, 198, 81, 84, 85, 88, 89, 90, 91, 98, 99, 100,
200, 327. 101, 102, 103, 104, 105, 106, 107, 108,

332
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

109, 110, 111, 112, 113, 114, 117, 118, 120, 123, 124, 137, 143, 148, 152, 206,
119, 120, 123, 124, 127, 130, 133, 134, 209, 223, 236, 241, 245.
137, 143, 145, 148, 152, 153, 163, 170, Fancello, Pietro, 17.
171, 175, 177, 187, 190, 196, 199, 208, Fauconnet, Robert, 16, 17, 18, 44,
209, 210, 211, 212, 217, 223, 233, 236, 125, 158, 196.
241, 244, 245, 255, 266, 268, 277, 278. Fernández Rodríguez, Jaime, 14, 20,
Colombo, Andrés, 14, 26, 282. 162, 163, 166, 168, 175, 182, 183, 184,
Columna Internacional Lenin del 185, 186, 189, 198, 330.
POUM, La, 17, 18, 19, 33, 48, 58, 113, Fernández-Grandizo Martínez,
116, 125, 131, 144, 151, 178, 187, 236, Manuel, 13, 329, 330.
329. Fersen, 36, 37, 198.
Comité Central de Milicias Fienga, Bernardino, 17.
Antifascistas (CCMA), 18, 19, 23. Fomento Obrero Revolucionario
Comité Único Internacional de (FOR), 27, 28, 29, 30, 31, 206.
Refugiados Antifascistas (CUIRA), Font Farran, Robert (ver también
17, 116. Adrien y Roura), 27, 205.
Commune, La, 20, 59, 94, 146, 151, Forets (seud. De Dunayevskaya), 315,
152, 157. 317.
Comorera, Juan, 24, 54, 55, 61, 100, Fosco, 16, 17, 18, 19, 20, 21, 24, 26, 33,
128, 129, 137, 143, 187, 196, 199, 207, 34, 35, 36, 38, 39, 40, 41, 47, 59, 60,
208, 228, 246. 84, 94, 108, 116, 117, 126, 139, 145,
Companys, 45, 46, 69, 83, 84, 94, 102, 147, 149, 151, 152, 153, 154, 155, 198,
112, 118, 126, 143, 224. 199, 204, 280, 330.
Comunismo, 12, 26, 204, 247, 248, Frank, Pierre, 18, 20, 304, 305, 306,
250, 279, 331. 314, 323, 326.
Contra la Corriente, 12, 26, 204, 241, Freund, Hans David, 16, 20, 21, 23,
246, 251, 254, 256, 257, 281, 299, 331. 34, 130, 199, 212.
Cuarta Internacional, 12, 13, 18, 19, Fusero, Giuseppe, 17.
20, 26, 27, 33, 44, 62, 99, 172, 173, Galipienzo, Jerónimo, 171.
175, 176, 177, 186, 187, 192, 193, 195, García, Sebastián, 27, 204.
198, 204, 205, 206, 236, 239, 240, 287. Germain (seud. Mandel), 312, 313,
Chaulieu, 312, 316, 317. 314, 315, 316, 322.
Chéron, Georges (ver también Remy Gervasini, Virginia, 14. 16, 20, 36,
y Julio), 17, 20. 129, 154, 330.
“Cholo”, 27. Gide, André, 237.
Da Silva, 312, 314, 322, 326. Gil Chaves. 36.
Di Bartolomeo, Nicola (ver también Gironella, 38, 201, 227, 229.
Fosco, Rolano y Vigo), 16, 36, 84, 144, Goonewardene, Leslie, 17.
280. Gorkin, 23, 25, 35, 101, 103, 105, 123,
Dunayevskaya, 315. 135, 137, 149, 150, 151, 160, 187, 200,
Emem, 27. 201, 202, 227, 229, 233, 236, 237, 238,
Ensner, 16. 298.
Ercoli (seud. De Togliatti), 59, 129. Grimau García, Julián, 158, 160, 162,
Ernesto, 27, 205, 313, 315. 172, 173, 174, 176, 177, 178, 179.
Estat Català, 22. Grupo Bolchevique-Leninista (GBL),
Etchebéhère. Mika e Hipólito, 16. 16, 19, 20, 21, 33, 35, 36, 40, 109, 128,
FAI, 22, 53, 54, 63, 64, 68, 71, 80, 89, 195, 196, 218, 220, 228, 232, 247, 248,
90, 92, 93, 99, 100, 101, 102, 103, 104, 250.
105, 108, 109, 110, 111, 112, 114, 118, Grupo Comunista Internacionalista
de España (GCI), 26, 27, 205, 206,258,

333
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

260, 261,262, 273, 278, 290, 291, 299, Logan, 280, 287.
300, 311. Loubier, Emmanuel, 17, 19.
Grupo español en México de la IV Low, Mary, 17, 20.
Internacional, 26, 204, 239, 240, 241, Lucha de Clases, 12, 26, 204, 281, 300,
246, 251, 254, 256, 257, 272, 298, 308. 331.
Guarneri, Giuseppe, 16. Lutte Ouvrière, 24, 84, 97, 141, 148,
Guerrero, Antonio, 20. 157, 158, 159, 188, 192, 193, 204, 206,
Guido, Lionello, 16, 19, 20, 46, 160. 221.
Haston, 31, 315, 316, 326. Luxemburg, Rosa, 25, 239.
Heijenoort, Jean van, 79. Luzzato, Anteo, 17.
Helche, 170. Maffi, Bruno, 310.
Hernáez, Basilio, 171. Mangan, Sherry, 157, 160, 200.
Ibarruri, Dolores, 24. Mangano, Romeo, 26.
Izquierda Comunista de España Mangraviti, Placido, 16.
(ICE), 15, 16, 33, 34, 35, 36, 37, 226. Marfany, 227.
James, CRL, 315. Martini, Francesco, 17.
Jerôme (seud. Raptis), 311. Massachs, Manuel, 171.
Jhonson (seud de James, CLR), 315, Mauricio, Eduardo (ver también
317. Ernesto, Morris y O. Emem), 24, 27,
Joan, 19, 34, 174, 175, 176, 177, 180, 130, 154, 158, 173, 174, 204, 205, 282,
182, 185, 186, 193, 196, 199. 292.
Julio, Romeo, 20, 26. Maurín, 13, 15, 37, 38, 42, 98, 107,
Just, Albert, 17. 149, 153, 200, 211.
Kempinski (seud de Lenz, Herbert), Max, 19, 34, 158, 159, 160, 174, 177,
17. 182, 185, 186, 193, 196, 199.
Kielso, Aage, 16, 20, 158, 159, 162, Méndez Carballo, Javier, 138, 160,
166, 167, 172, 173, 175, 177, 178, 182, 162, 164, 165, 166, 174, 176, 177, 178,
183, 185, 186, 189, 192, 196, 199. 191, 192, 194, 195.
Kupinsky, 17. Méndez, José, 35, 70.
Lafargue, Jean-Claude, 17. Milano, Piero, 16.
Lam, Wifredo, 17. Milton, Harry (seud de Kupinsky
Landau, Kurt, 23, 130, 146, 196, 197, W.), 17.
198. Molinier, Raymond, 18, 20, 26, 35,
Largo Caballero, 23, 45, 51, 52, 54, 109, 142, 147, 154, 195, 229.
70, 73, 77, 94, 125, 137, 140, 206, 208, Molins, 40, 139, 149.
210, 219, 229, 231, 235, 245, 246, 255, Montero, Roberto, 27, 327.
265. Morini, Giuseppe, 17.
Laube, Kurt, 162. Morris, 27.
Launoj, Pierre, 17. Moulin (sed de Freund), 12, 20, 21,
Lee, Grace, 316. 34, 45, 46, 79, 116, 130, 151, 157, 196,
Lefort, Claude, 312. 198, 199, 212, 220.
Lenin, 25, 29, 30, 40, 56, 62, 66, 69, Munis (seud. De Fernández-Grandizo
70, 79, 83, 86, 88, 97, 106, 115, 124, Martínez, Manuel), 13, 20, 21, 23, 24,
129, 150, 151, 210, 239, 250, 252, 262, 25, 26, 27, 28, 29, 30, 31, 32, 33, 35,
272, 294, 323, 325. 36, 51, 74, 94, 95, 121, 130, 131, 132,
Lenz, Hebert, 17, 19. 134, 150, 157, 158, 159, 160, 177, 178,
Lewit, Morris, 311. 179, 185, 188, 189, 190, 191, 192, 193,
Lino, 16. 194, 195, 196, 197, 198, 199, 200, 201,
Lionello, Emilio, 17. 203, 204, 205, 206, 213, 216, 217, 228,
Líster, 158, 197, 218. 232, 234, 236, 237, 238, 241, 246, 254,

334
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

272, 280, 281, 282, 283, 284, 291, 292, 91, 93, 95, 98, 99, 100, 101, 102, 103,
297, 298, 299, 300, 306, 310, 311, 312, 104, 105, 106, 107, 113, 114, 116, 117,
313, 314, 315, 316, 317, 318, 319, 320, 118, 125, 126, 127, 129, 130, 131, 134,
322, 327, 329. 135, 136, 138, 139, 141, 142, 143, 144,
Muñiz, 161, 182. 145, 146, 147, 148, 150, 151, 152, 153,
Muñoz, Miguel, 171. 158, 159, 161, 163, 165, 173, 174, 175,
Na Gaia, Omells de, 24. 178, 181, 182, 186, 187, 189, 190, 191,
Narwitsch, León, 19, 158, 159, 160, 193, 194, 195, 196, 197, 198, 199, 200,
161, 166, 168, 170, 173, 174, 175, 177, 201, 204, 210, 211, 212, 216, 217, 219,
181, 182, 185. 220, 221, 223, 224, 225, 226, 228, 229,
Naville, Pierre, 18, 79, 147, 158, 197. 230, 231, 232, 236, 237, 241, 244, 245,
Negrete, Rosalio (sed de Blackewll), 249,255, 256, 261, 262, 266, 278, 279,
17. 283, 329.
Negrín, 24, 101, 102, 119, 125, 132, Partito Operaio Comunista (POC),
133, 156, 157, 159, 185, 187, 188, 189, 26, 316, 280.
192, 193, 194, 196, 199, 205, 206, 207, Pasionaria, La, 24, 129, 199, 324.
213, 214, 215, 219, 225, 246, 247, 257, Pasque, René, 17, 44.
265, 275, 276, 288, 295. Pelosa, La, 24.
Nin, 13, 15, 23, 34, 35, 37, 40, 42, 46, Pennetier, 26.
48, 55, 56, 60, 61, 84, 85, 103, 105, Peralta (sed de Péret), 26, 29, 299,
107, 108, 119, 121, 123, 124, 125, 128, 310, 311.
136, 139, 141, 142, 143, 146, 147, 148, Péret, Benjamín, 12, 13, 18, 20, 21, 25,
149, 150, 151, 152, 153, 157, 158, 185, 26, 27, 28, 33, 43, 204, 205, 306, 310,
187, 193, 196, 197, 198, 199, 200, 202, 313, 322, 327, 329.
210, 200. Picedi, Renzo, 17.
Nuevo Curso, 12, 24, 154, 204, 220, Pino, 16, 152.
221, 222, 224, 225, 226, 227, 248, 331. Piquer, 17.
Oehler, Hugo, 17. Pistone, Matteo Renato, 143.
Olmeda, Miguel, 20. Pivert, 25, 35, 45, 58, 69, 91, 92, 117,
Ondik, Víctor, 16, 158, 160, 168, 171, 124, 150, 151, 200, 236, 237, 238, 298.
172, 178, 182, 183, 184, 185, 186. Prieto, Indalecio, 24, 54, 101, 119,
Orr, Charles A., 17. 128, 132, 137, 140, 156, 159, 175, 199,
Orr, Lois, 17. 213, 232, 247, 259, 268, 269, 278, 298.
Pace, Renato, 17, 329. Proles, 35, 64, 67, 68, 70, 87.
Palacios, 37, 38 Prometeo, 156, 310.
Parada, Manuel, 25. PSUC, 22, 54, 59, 61, 91, 102, 107,
Parti Communiste Internationaliste 112, 115.
(PCInt.), 18, 20, 26, 182, 187, 205, Quesada, Suárez, 14, 20, 22.
312, 320. Quique (seud de Rodríguez Arroyo,
Parti Ouvrier Internationaliste (POI), Enrique), 37, 38.
18, 20, 24, 44, 111, 147, 148, 151, 152, Raptis, Michel, 311.
154, 185, 187, 188, 192, 193, 225, 226, Rebull, Josep, 14, 22, 23, 34, 35, 36,
227. 229, 230.
Partido Obrero de Unificación Regler, Gustave, 200, 236, 237, 298.
Marxista (POUM), 16, 18, 19, 20, 21, Remy, 20.
22, 23, 24, 32, 33, 34, 35, 37, 40, 41, Revolución, 12, 26, 262, 272, 284, 293,
42, 43, 44, 45, 46, 47, 48, 49, 50, 51, 299
52, 53, 54, 55, 56, 57, 58, 59, 60, 63, Rodas (sed de Rodríguez Arroyo,
64, 69,70, 71, 72, 73, 74, 75, 76, 77, 78, Antonio), 20, 27, 205.
79, 80, 82, 83, 84, 85, 86, 87, 89, 90,

335
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

Rodriguez Arroyo, Antonio, 20, 24, Soviet, Le, 12, 20, 21, 22, 33, 34, 36,
27. 62, 84, 126, 128, 129, 131, 132, 144,
Rodriguez Martínez, Agustín, 14, 27, 145, 146, 148, 150, 152, 187, 188, 204,
162. 331.
Rodríguez, Alfonso G., 36. Spinelli, Veniero, 17.
Rolano, 20, 280, 281. Stein, Gabriel, 311, 313, 314.
Romanelli, Duillio, 17. Stelio (sed de Pistone), 147, 152.
Roura, A., 27, 205. Stone (sed de Lee, Grace), 316, 317.
Rous, Jean, 18, 20, 33, 41, 42, 141, Sundelevitch, 35, 116.
142, 143, 146, 147, 148, 149, 150, 151, Telman, 158, 177.
152. Thalmann, Pavel, 16.
Russo, Enrico, 17, 19, 47, 48. Togliatti, 59, 303, 324.
Sabas, Pierre, 18, 142, 143, 147, 148. Tosca (sed de Salvini), 17, 20, 187,
Salvini, Cristofano, 17, 120, 188. 188.
Santana, Calero, 171. Traverso, Mario, 17.
Sanz, Teodoro, 24, 158, 168, 171, 174, Trotsky, 3, 13, 14, 15, 16, 18, 21, 24,
175, 176, 182, 183, 184, 185, 186, 195, 25, 29, 34, 35, 37, 38, 39, 40, 41, 58,
199, 204, 227, 228. 62, 68, 94, 125, 129, 132, 139, 140,
Schatman, 312, 316, 323. 141, 142, 148, 149, 150, 152, 156, 157,
Seba, Miguel, 171. 198, 200, 204, 228, 237, 238, 240, 250,
Sección Bolchevique-Leninista de 252, 272, 273, 286, 298, 300, 301, 306,
España (SBLE), 12, 20, 23, 24, 61, 62, 310, 316, 323, 325, 326, 327, 328.
63, 64, 67, 68, 70, 71, 74, 76, 77, 78, Vallade, 17, 19.
81, 82, 83, 84, 85, 86, 87, 89, 90, 91, Vereecken, 151, 152.
92, 93, 96, 97, 98, 99, 103, 106, 108, Verité, La, 37, 139, 146, 152, 308.
110, 111, 116, 124, 126, 144, 157, 158, Vidarte, Simeón, 170, 195.
159, 164, 165, 170, 172, 173, 174, 175, Vigo, Emiliano, 20, 36, 126, 127, 139,
176, 177, 236, 256. 144.
Secretariado Internacional (SI), 18, Voz Leninista, 20, 21, 22, 24, 34, 35,
33, 34, 35, 39, 40, 44, 62, 82, 108, 139, 36, 81, 82, 83, 84, 85, 86, 87, 89, 90,
141, 142, 144, 145, 147, 188, 197, 221, 91, 92, 93, 94, 95, 118, 121, 123, 124,
226, 228, 291, 307, 313, 320, 321, 323. 125, 126, 130, 132, 134, 156, 158, 170,
Sedova, Natalia, 13, 24, 25, 26, 205, 172, 173, 174, 175, 176, 177, 178, 179,
300, 306, 310, 311, 312, 327, 328. 180, 198, 204, 212, 213, 216, 221, 226,
Sedran, Domenico, 16, 21, 158. 227, 230, 248, 331.
Sereni, Bruno, 17. Wauvermans, Pierre 17.
Serge, Victor, 25, 146, 200, 236, 237, Winkler, Rosa, 17.
238, 298. Wolf, Erwin, 17, 21, 23, 35, 108, 130,
Silone, Ignacio, 237. 151, 157, 187, 196, 212, 220.
SIM, 157, 158, 159, 160, 193, 198, 201, Zanon Grimm, Luis, 19, 34, 76, 150,
255. 159, 162, 163, 166, 167, 168, 169, 171,
Socialist Workers Party (SWP), 25, 172, 173, 174, 175, 176, 180, 182, 183,
26, 205, 281, 291, 305, 308, 314, 317, 184, 185, 186, 187, 188, 189, 190, 191,
320, 323, 328. 192, 193, 194, 195, 196, 198, 201.
Solano, Wilebaldo, 14, 201, 229, 230, Zecchini, Bruno, 17.
237. Zeller, Fred, 18.
Sonia (seud de Gervasini), 16, 17, 20, UGT, 54, 69, 78, 88, 91, 98, 103, 127,
21, 24, 35, 36, 129, 154, 204, 220, 221, 134, 175, 208, 211, 217, 255, 268, 277,
225, 230. 278.
Soteras, Jorge, 25.

336
También en Alejandría Proletaria:

• * Alarma. Boletín de Fomento Obrero Revolucionario. Primera Serie


(1958-1962) y números de Segunda y Tercera Serie (1962-1986)
• * Broué, Pierre. Bibliografía en red
• * G. Munis Obras Completas y otros textos
• * Guillamón, Agustín. Selección de obras, textos y artículos.
• * Just, Stéphane. Bibliografía en red (en francés)
• * Just, Stéphane. Escritos
• * Marcel Bleibtreu
• * Textos de apoyo
• * Textos de Jaime Balius (Los Amigos de Durruti)

Textos de Munis en Alejandría Proletaria:


• Análisis de un vacío. Cincuenta años después del trotskismo
• Carta a Klement, 1937
• Carta a un obrero poumista. La bandera de la IV Internacional es la única
bandera de la revolución proletaria, 1938
• Carta abierta al Partido Comunista Internacionalista, 1947
• Discurso pronunciado por G. Munis, en el Panteón Moderno, ante el cadáver de
Trotsky, 1940
• El golpe de estado Casado-Besteiro-Chamberlain-Bonnet, 1939
• El terror amarillo en España, 1939
• Errores y particularidades del POUM, Munis, 1937
• Informe sobre la actividad del Grupo Español en México de la IV Internacional,
1946
• Informe sobre la situación, el trabajo, las perspectivas y las necesidades de los
bolcheviques-leninistas de España, 1939
• Informe sobre le Congreso Mundial (París, Mayo de 1948), 1949
• La consigna del momento, Munis, 1937
• La IV Internacional en peligro, N. Sedova-Trotsky, B. Péret, G. Munis, 1947
• La Junta Revolucionaria y los "Amigos de Durruti" (Tribuna ideológica), 1937
• La lucha simultánea contra el fascismo y contra el gobierno Negrín-Prieto-Stalin
establece la frontera... , 1938
• La situación en España y las tareas de los bolchevique-leninistas, 1940
• Lecciones de una derrota (entrevista), 1939
• Obras Completas. Tomo I. Revolución y contrarrevolución en Rusia. G. Munis
• Obras Completas. Tomo II. Lucha de clases. Teoría y práctica. G. Munis
• Obras Completas. Tomo III. Internacionalismo. Sindicatos. Organización de clase.
G. Munis
• Obras Completas. Tomo IV. Jalones de derrota, promesa de victoria. G. Munis
• Posiciones y recorrido de un internacionalista. G Munis (1912-1989); Comité
Editorial Obras Completas de Munis, 2011
• Qué son las Alianzas Obreras, 1934
Documentación histórica del trosquismo español (1936-1948) Agustín Guillamón (dir.)

• Significado histórico del 19 de Julio, 1943


• Sólo la lucha organizada de las masas podrá detener el avance de la
contrarrevolución staliniano-burguesa, 1937
• Tras la derrota, ¿por dónde comenzar el trabajo? , 1939
• ¡Vivan los combatientes de Mayo! , 1944
• ¿Crisis de la Generalidad o crisis nacional?, G. Munis, 1937

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