Los Muchachos de Petunia by BlazeVein-4yickd94

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Los Muchachos de Petunia

By: BlazeVein

TRADUCCION-AU. (autor:severusphoenix) Los Dursley tienen serios


problemas, Petunia esta enferma, y deben dejar la casa. Su jornada los
llevará al lugar más inesperado cuando llega la carta de Hogwarts. Snape-
mentor fic. No es slash. **TERMINADO**

Status: complete

Published: 2014-09-22

Updated: 2015-02-15

Words: 88083

Chapters: 20

Rated: Fiction T - Language: Spanish - Genre: Adventure/Friendship -


Characters: Harry P., Severus S. - Reviews: 156 - Favs: 335 - Follows: 198

Original source: https://www.fanfiction.net/s/10709842/1/Los-Muchachos-


de-Petunia

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Los Muchachos de Petunia
Introduction
Chapter 1
Chapter 2
Chapter 3
Chapter 4
Chapter 5
Chapter 6
Chapter 7
Chapter 8
Chapter 9
Chapter 10
Chapter 11
Chapter 12
Chapter 13
Chapter 14
Chapter 15
Chapter 16
Chapter 17
Chapter 18
Chapter 19
Epilogo
Chapter 1
Nota del Traductor: Fic AU para los Dursley, y para varios de
nuestros estimados Slytherin. No ve bien a Dumbledore ni a
McGonagall.

" LOS MUCHACHOS DE PETUNIA"

Título Original: "Petunia's Boys"

Autora: Severusphoenix

Traducida con permiso del autor por BlazeVein.

CAPÍTULO 1

Descargos: Nada es mio, sólo estoy manipulando los personajes a


mi conveniencia.

Petunia deambulaba por la casa oscura tarde esa noche, incapaz de


dormir o de acomodarse para descansar y pretender dormir. Las
noticias recibidas ese día más temprano simplemente habían sido
demasiado horribles. Las pruebas que le habían hecho a principios
de semana la habían mantenido en tensión, temiendo lo peor.

Ella había andado todo el día por la casa en un estado maniático,


consintiendo a Dudley más de lo normal. Sin saber que más hacer,
excepto cocinar, limpiar y jugar con su hijo. Finalmente, justo antes
del atardecer el teléfono sonó. Vernon había permanecido parado
junto a ella retorciéndose las manos mientras ella escuchaba las
novedades que le daba un médico con compasión.

Petunia había bajado lentamente el teléfono y sin voltearse hacia


Vernon le había dicho-: Tengo cáncer de seno.

Ella había sentido más que visto como él se desplomaba con horror,
dejándose caer pesadamente sobre el sofá. Petunia calladamente le
había dado unas palmaditas en el hombro y le había murmurado
palabras de consuelo en las que ella no creía.

Vernon por fin se había enderezado para anunciarle con


determinación que "había muchas opciones de tratamiento, y que
ellos ¡iban a vencerlo!"

Petunia había sonreído y asentido, esperando que él tuviera razón,


pero sin creerlo en realidad.

Ahora, ella se movía por la casa a oscuras, su mente dando vuelas,


preguntándose como iba a manejar esto. Había visto morir de
cáncer a una amiga el año anterior. Odiaba la idea de pasar por todo
lo que había pasado su amiga. Pero para quedarse con su familia,
ella lo haría.

Sus nervios estresados la alertaron inmediatamente de unos ruidos


afuera, en la puerta de entrada, y ella se movió por la sala de estar
lo suficiente para ver fuera de la casa. Su corazón se oprimió con
temor. Se trataba de una bruja y un mago hablando calladamente y
colocando algo frente a su puerta.

En su mayor parte ella se había esperado nunca tener contacto con


gente mágica de nuevo, con excepción de su hermana. Sus
encuentros con la magia habían sido pocos y en su mayoría
infelices.

Lily y Petunia habían comenzado a escribirse durante sus


respectivos embarazos. Al principio fue un alcance tentativo. Petunia
sospechaba que había comenzado porque Lily sentía miedo. El
Señor Oscuro con el que Potter y ella estaba batallando se había
vuelto más violento. De acuerdo a Lily hasta "los muggles" lo habían
notado. Petunia resopló.

Las cartas iniciales habían sido una serie de discusiones acerca de


desaires pasados y las razones para sentir rabia una por la otra.
Aclarar las cosas había sido bueno para ella, sin embargo. Todo
esto fue lento, ya que para mandarse cartas entre ellas se las
mandaban a Tom en el Caldero Chorreante, y él se las enviaba a
ellas.

Todo eso cambió cuando Lily debió esconderse.

Las cartas siguientes fueron entregadas por un pequeño búho


moteado. Vernon quedó espantado, y luego intrigado, intentando
descubrir como todo eso funcionaba, siempre que los vecinos no se
dieran cuenta.

Lily le contaba que ellos ahora estaban escondidos bajo algo


llamado Encantamiento Fidelius, y las cartas vía Tom podrían ser
peligrosas. Había una larga y complicada explicación acerca de una
profecía, que iba más allá de su entendimiento, y de este tal
"Voldemort" que estaba persiguiendo a su hijo recién nacido, Harry.
Llevó varias cartas para que Petunia comprendiera. Para entonces,
ella estaba segura, lo entendía mucho mejor que Lily.

Lily le había dicho con frecuencia a Petunia, que de haber sido ésta
una bruja, la habrían sorteado en Slytherin, junto con Severus. Lily
había pretendido insultarla, Petunia estaba segura de eso. Después
de aprender más acerca del mundo mágico, Petunia ahora lo sentía
como un halago.

Petunia había señalado que el tal Dumbledore en cualquier


momento podría haber detenido al fisgón para que no se fuera tras
escuchar esa profecía parcial. Hasta Petunia sabía que había
maneras de borrar una memoria. Nadie necesitaba saber acerca de
la profecía con excepción de Dumbledore. A menos que
Dumbledore hubiera tenido una razón para que ésta se conociera.
La Orden del Fénix necesitaba un arma, y Harry era una razón para
que ellos tuvieran esperanza, y hubiera algo que le provocara temor
a Voldemort… pero solamente si el Señor Oscuro sabía de ello.

Dumbledore había querido que la profecía llegara hasta Voldemort.


Una profecía no sirve de nada si no es conocida por aquellos a
quienes concierne. Voldemort había bajado el número de sus
ataques sobre el resto, y se había concentrado en Harry. Petunia
estaba segura que Dumbledore había sabido que el Señor Oscuro
retiraría sus fuerzas para concentrarse en esta nueva amenaza
sobre él.

Lily no había contestado esta carta de inmediato. Aparentemente,


había conversado primero con Dumbledore. La siguiente carta de
Lily divagaba acerca de opciones y dejar que la gente tomara su
propio camino, intentando desesperadamente excusar las acciones
del Director… o sus inacciones. Después, como si estuviera
cansada de hacer excusas, ella decía que Albus le había admitido,
en privado, que había sido Severus quien había escuchado a
escondidas la profecía y después él se había tornado en espía al
darse cuenta de lo que había hecho.

Esto puso furiosa a Petunia. La deserción de Severus hacia el lado


Oscuro siempre había aproblemado a Petunia. Lily regresaba cada
verano contándoles historias acerca de los Merodeadores y sus
bromas. Al principio, la idea de que el chico que ella odiaba era
víctima de esas bromas había sido divertido, pero hasta ella había
terminado horrorizada. Lily había estado un poco a la defensiva con
la bromas, diciendo que ellos no comprendían acerca de las
lealtades hacia las Casas. Sus padres habían retrucado diciendo
que los abusadores eran abusadores aun cuando fueran Gryffindor,
como ella.

Lily se había quedado del lado de Severus hasta su quinto año.


Después él la había insultado y ella se había rehusado a perdonarlo.
Lily había hecho un show al contarle a sus padres que Severus "se
estaba convirtiendo en un mago oscuro", y blabla, y que ya no era
su amiga. Petunia se había reído de ella, para asombro de Lily.
- ¿De modo que la animadora linda finalmente ha dejado botado al
amigo feo, impopular y vergonzoso de su niñez para que ella pueda
salir con el buen mozo capitán del equipo? -se había burlado
Petunia-. Debes estar tan aliviada de que por fin te diera una excusa
para hacer que fuera su culpa en vez de la tuya ¿no es así?

La cara roja de Lily fue respuesta suficiente. Ella había balbuceado


excusas al principio, y después terminó diciendo-. Tu no entiendes lo
difícil que ha sido para mi ser amiga con un Slytherin. Ellos han
estado detrás de mi para que abandone a Severus desde el primer
año. Hasta el Director desaprueba de ello.

Petunia había menospreciado sus excusas, y Lily terminó yendo


corriendo a su cuarto con lágrimas de vergüenza, seguramente
esperando que su madre fuera a decirle que había estado bien que
abandonara a Severus. Petunia sospechaba que su madre lo había
hecho. Ella había estado temiendo que Lily tomara en serio a serio a
Severus, y aunque aprobaba de su amistad, ya que él la había
ayudado a comprender el mundo mágico después de todo; no
quería como yerno una rata paupérrima del otro lado del rio.

Descubrir que Severus se había convertido en una espía a causa de


su error había sido una conmoción. Petunia recordaba la devoción
de Severus por Lily. Ella casi había sido lástima de lo que debía ser
una situación miserable para el hombre. Al recordar su enemistad
por Lily, esta rivalidad celosa entre Severus y ella la aproblemaba.

Ella le había urgido a Lily para que se contactara con él,


recordándole que había sido su único vinculo con una verdadera
amistad. Petunia también le había dicho a Lily que con los
'Merodeadores' atormentadores y un Albus 'desaprobador' como
representantes de los 'Luminosos', ¿cómo esperaba Lily que
Severus no se fuera con los Oscuros? Sin mencionar que
Dumbledore parecía haber ganado un espía valioso con todo ese
sórdido asunto… y Petunia encontraba todo eso muy sospechoso.

Hubo otra larga pausa entre cartas, y después llegaron noticias de


que Lily se había reunido con Severus bajo un disfraz. Y que tras
algunos gritos habían hecho las paces. Lily había perdonado a
Severus, y le había dicho que culpaba en su mayor parte a Albus, y
no a él, por la filtración de la profecía. Lily había sacado a relucir el
argumento de Petunia de que Dumbledore nunca debería haberle
dejado salir de la taberna con el conocimiento de la profecía… sin
mencionar que Severus había sido chantajeado emocionalmente
para entrar a una posición muy peligrosa como espía del Señor más
oscuro en siglos.

Aparentemente, Severus no había pensado en ello y se había


calmado considerablemente, dispuesto a aceptar el perdón, y quizás
a perdonarse a sí mismo además. Sin mencionar que ahora se
encontraba pensando más en las maquinaciones supuestamente
benignas de Dumbledore. Lily terminaba la carta diciendo que Sev
todavía era un 'murciélago sarcástico', pero que de nuevo era su
amigo.

Petunia había quedado aliviada con esto. Aun cuando a Petunia


nunca le había agradado Severus, según Lily, era un mago
poderoso e inteligente. Si alguien podía ayudar a Lily a seguir con
vida era él.

Las últimas cartas le habían dado esperanza. Lily había encontrado


unos hechizos protectores que una madre había conjurado para
proteger a sus hijos. Algunos de ellos solamente se activarían si Lily
estaba muerta, lo que aterraba a Petunia. Sin embargo, ahora que
tenía a Dudley, podía comprender totalmente que Lily estuviera
pensando en ello. Ella no habría vacilado en usarlos para proteger a
Dudley de ser necesario.

Petunia se removió de sus recuerdos, y observó con atención como


el par que estaba en su entrada conversaba y después caminaba
hacia la vereda y abruptamente desaparecían. Su corazón estaba
cargado de temor, y eso no podía ser bueno. Ella abrió la puerta
delantera, y vio una canasta con un bebé de cabello oscuro en ella.

Su reacción inicial fue estallar en risas histéricas. ¿Quién dejaría a


un niño en la puerta de una casa de esa manera? Ella espió la nota
clavada en la manta del bebé, y recogió con rapidez la canasta
cerrando la puerta y yendo a sentarse en el sofá. El bebé dormía
tranquilamente, de modo que Petunia abrió la nota lentamente.

Dumbledore había tratado de aminorar el horror de lo sucedido, pero


no había forma de hacerlo. El 'guardián secreto' había traicionado la
ubicación de los Potter al Señor Oscuro, y había ocurrido un ataque.
James había sido asesinado primero, y después Lily. De alguna
forma cuando Voldemort había atacado al pequeño Harry, el hechizo
había rebotado y golpeado a Voldemort, destruyéndolo
aparentemente.

La carta le pedía que recibiera a Harry, y que cuidara de él "hasta


que pudiera entrar al mundo mágico para ir a Hogwarts"; después
de eso, sólo necesitaría estar allí durante las vacaciones. Había una
mención de unas "Protecciones de Sangre" que protegerían a Harry
"donde residiera la sangre de su madre", y daba ésta como la razón
de que era imperativo que Petunia lo recibiera.

Había un 'lamento su pérdida' genérico, y la firma del Director.

Petunia apretó la carta contra su pecho, meciéndose adelante y


atrás en agonía. Lágrimas bajaban por sus mejillas. Su tan amada, y
brillante Lily había muerto el mismo día que le habían dicho a
Petunia que ella podría a su vez estar muriendo.

Harry se removió en la canasta, abriendo sus ojos verde esmeralda


para mirar de forma miope a Petunia. Petunia quedó paralizada,
traspasada por la similaridad entre los ojos de su sobrino y los de su
hermana. Ella lo recogió con manos temblorosas y lo sostuvo cerca.
Ella encontraría una manera de mantenerlo a salvo… de
Dumbledore y de otros.

Dumbledore no se hubiese preocupado con las 'Protecciones de


Sangre' a menos que hubiera peligro, y no a menos que todavía
necesitara a Harry para sus planes para el futuro en alguna manera.

~LMP~LMP~LMP~LMP~LMP~
Una segunda cuna, que pidieron prestada a una amistad, fue a dar
al cuarto de Dudley. Harry parecía menos inquieto con su primo
cerca, y Dudley estaba muy curioso del segundo niño en su
dormitorio. Estaba fascinado con él. Vernon por su parte había
tomado relativamente bien las novedades de que ahora ellos tenían
dos niños. La distracción por la enfermedad de Petunia volvía al
nene callado y pequeño una preocupación menor, especialmente
porque Dudley estaba tan entretenido con un compañerito de
juegos.

Petunia tuvo una mastectomia y la mujeres del vecindario cerraron


filas alrededor de ella para ayudarla. El cáncer de seno tendía a
pulsar una cuerda en ellas como pocas cosas podían hacerlo. Todas
ellas estaban ansiosas por preparar comidas para la familia, y para
ayudar con cualquier cosa que Petunia les dejara.

La noticia de que había un segundo niño en la residencia Dursley


por supuesto provocó curiosidad. Petunia y Vernon con rapidez
debieron inventar una historia para explicar la presencia de Harry.

- Quedó huérfano por un accidente automovilístico… un borracho


chocó contra su auto, y mató a la hermana de Petunia y a su
cuñado. Fue una suerte que los asientos para niños sean tan
buenos para proteger infantes o Harry no estaría tampoco aquí.

Los vecinos fueron doblemente comprensivos, y Harry y su tía


pasaron a convertirse en una especie de causa local. A Petunia y
Vernon nunca les faltaba apoyo, lo que vino a mano cuando
comenzaron los tratamientos de quimioterapia y de radiación.

Los niños cumplieron dos años, y las cunas fueron reemplazadas


por camas de niños. Vernon intentó mudar a Harry a la habitación al
otro lado del pasillo, frente a su primo, pero Dudley sólo arrastró a
Harry de regreso a su dormitorio otra vez. Petunia y Vernon fueron
despertados una noche por un fuerte golpeteo, y descubrieron a los
dos nenes intentando arrastrar la camita de Harry de regreso al
cuarto de Dudley.
Los adultos cedieron ante la presión después de eso, y decidieron
que los dos niños se separarían cuando estuvieran listos. Dudley
parecía muy protector de su primo pequeño, y Harry parecía menos
ansioso cuando otra persona dormía cerca.

Los tratamientos médicos de Petunia concluyeron, y ella se esforzó


en hacer que creciera su pelo de nuevo. Ademas esperaba poder
conseguir algo de peso. Las nauseas habían remitido, y ella ahora
buscaba la comida por placer y no como una obligación. Los
doctores no hicieron promesas, ya que uno de los nódulos linfáticos
habían demostrado que posiblemente el cáncer se había esparcido.
Ellos tan sólo podían albergar esperanzas de que la quimioterapia y
la radiación lo hubieran detenido.

Los niños cumplieron tres años, y cuando la familia regresó de un


viaje a Mallorca arreglado por la tía Marge ese verano, ellos
descubrieron que otra vecina se había mudado un par de casas más
allá. Se trataba de una dama de aspecto atemorizante que tenía
muchos gatos. Ella parecía demasiado interesada en los niños, y
constantemente se ofrecía a cuidar de Harry. Vernon con firmeza le
contestó que 'no', diciéndole que eso no era necesario.

Los niños se habían convertido en compañeros de juegos felices, a


pesar de que Marge no estaba feliz con eso. Ella creía firmemente
que Dudley nunca debería compartir, y que siempre debía ganar.
Petunia se mantuvo firme contra ella para que no echara a perder a
Dudley, y le advirtió que se esperaba que tratara de forma igual a
Harry y Dudley.

-No espero que llenes de regalos de Harry, pero si le compras algo a


Dudley, debes también darle algo a Harry -dijo Petunia con la
mandíbula apretada.

Marge apeló a Vernon, pero él le había consultado a unos pocos


amigos del trabajo de esta situación, y el consenso era que los niños
debían aprender a compartir, especialmente para tener éxito en la
escuela. Las maestras tendían a mirar mal a aquellos que no sabían
como hacerlo, y a pesar de que la vida nunca era justa, no
molestaba el saber como ser justo al hacer negocios. Sin mencionar
que creer que uno siempre ganaría era un camino seguro a la
decepción en el mundo real.

Vernon le había reiterado esto a Marge con bastante firmeza, y ella


cedió de malas ganas.

Cuando los niños cumplieron cuatro años, Harry con orgullo cambió
sus pertenencias a 'su dormitorio' y durmió allí sin incidentes para
alivio de Vernon y Petunia. Los terrores nocturnos de Harry y sus
pesadillas habían terminado, y ahora su confianza era mejor.

El verano siguiente, Petunia decidió iniciar a sus niños en la


jardinería. Ella siempre había querido tener un jardín hermoso, y
ahora contaba con un par de ansiosos ayudantes. Ellos pronto
tuvieron rosas y lirios en abundancia. Los niños insistieron en hacer
también macizos de petunias de todos colores. Muchos almuerzos
ocurrieron allí mientras los tres miraban con orgullo su labor.

El cobertizo del jardín fue dividido para las herramientas y para una
pequeña lechucería. El pequeño búho moteado de Lily había
aparecido pronto después de la llegada de Harry. Este venia con
una carta dirigida a Petunia. La carta debía ser entregada por el
búho a la muerte de Lily, y contenía un pedido par que Petunia
cuidara de Harry como si fuera propio, y que le dejara saber a Harry
lo mucho que sus padres lo amaban. Ademas le pedía a Petunia
que ocasionalmente le escribiera a Severus, ya que este había
jurado proteger a Harry si cualquier cosa le sucedía a ellos.

Las cartas iniciales entre Petunia y Severus empezaron espaciadas


e incómodas, mucho más que las primeras cartas entre Lily y
Petunia. Petunia recordaba la antipatía entre ambos, y Severus
claramente estaba deprimido y de luto.

Petunia le recordó con gentileza que Lily lo había perdonado, y le


contó acerca de las cartas de Lily, y como ella había expresado
alegría por haber recobrado su amistad. Severus había respondido
con más vida las cartas siguientes, y decía que Lily había estado
eufórica por haberse reconciliado con Petunia. No era una amistad
postal cálida, pero ellos tenían a Lily en común, y ahora a Harry.

Severus en principio había parecido indiferente a las noticias de


Harry, y después en ocasiones preguntaba por él. Severus parecía
estar buscando señales de que Harry era malcriado o arrogante.
Petunia comprendía que era una amargura de Severus hacia el hijo
de James Potter, quien bajo circunstancias diferentes y mejores
pudo haber sido en cambio su hijo. Ella enfatizaba el
comportamiento tímido de Harry, pero que cuando se veía
enfrentado a abusadores en el parque de juegos siempre se
mantenía firme en su desafío, aun a la edad de cuatro años.

Severus la mantuvo calmada explicándole los brotes ocasionales de


magia accidental de Harry, y Vernon estuvo menos receloso de esto,
puesto que "ese Snape" parecía tener todo bajo control, y ya que
ninguno de los vecinos nunca llegó a ver nada.

Ahora que tenía cinco años, y habían entrado a la escuela, Harry


tenía mayor confianza. Les agradaba a los maestros, y parecía
hacerle gracia la sobreprotección de Dudley. Harry mantenía a
Dudley al día en su trabajo escolar, para desmayo de Dudley. Pero
como no quería ser dejado atrás por su primo, enfurruñado hacia el
trabajo que insistia Harry.

Después, a los seis años, los profesores se reunieron con Petunia y


la enfermera escolar. Harry tenía un problema a la vista. A pesar de
los anteojos que le habían dado el año anterior, y que ya había
cambiado dos veces, la visión de Harry estaba empeorando
dramáticamente. Ellos estaban usando frases como "legalmente
ciego" que aterraban a Petunia.

Ella envió agitada un búho a Severus, quien contestó presentándose


en un jardín con un fuerte 'crack' de Aparición. Por suerte era un fin
de semana, y algunos de los amigos de Vernon le habían
conseguido una invitación gratis para ir a jugar golf, para su alivio. El
fin de semana, por supuesto, era el único tiempo con que contaba
Severus para poder salir de Hogwarts.

Petunia llevó a Severus a la sala de estar donde los niños estaban


jugando. Dudley lo divisó primero, y gritó-: ¡Vampiro!

Petunia estaba espantada, pero Severus pareció divertido de que el


niño muggle tuviera la misma reacción a él que los estudiantes de
Hogwarts, y tan sólo le sonrió burlón. Harry, sin embargo, le sonrió
al borrón oscuro que tenía delante, intrigado.

Severus estudió la pequeña figura frente a él. A primera mirada se


parecía muchísimo a James, pero el cabello desordenado era más
oscuro que el de James, y la cara más refinada. Los ojos, por
supuesto, venían de Lily.

-Señor Potter, voy a examinarle la vista para ver si se trata de algo


que yo pueda mejorar, ¿es eso aceptable para usted? -entonó
Severus.

Harry y Dudley se rieron por lo de "Señor Potter", y Harry contestó-:


Sí, señor.

Severus sacó su varita, y conjuró unos encantamientos de


diagnóstico, y después meneó la cabeza-. Sus ojos nunca van a
contar con una visión perfecta, pero parece que una vieja herida ha
provocado mayores problemas. Supongo que debe tratarse de la
maldición que el Señor Oscuro lanzó la responsable, la que provocó
la cicatriz en su frente. Esta lo suficiente cercana a sus ojos para ser
la posible culpable.

Dudley y Harry estaban escuchando todo ávidamente, a pesar de no


comprender en realidad. Pero Petunia se estaba retorciendo las
manos, y le preguntó-. ¿Hay algo que pueda hacerse?

Severus asintió. Antes de venir hasta aquí se había comunicado por


chimenea con Lucius, quien le había dado el nombre de un Sanador
'discreto' que se especializaba en los ojos. Severus había evitado
mencionar quien necesitaba de ello. Lucius sabía que Severus se lo
diría si fuera necesario que él lo supiera. Severus casi le había
preguntado a Dumbledore, pero ahora estaba receloso de él. Las
observaciones de Petunia habían dado en el blanco.

Ambos sabían que Voldemort no había desaparecido, y que Severus


había acordado ayudar a Albus a combatirlo cuando regresara.
Severus ahora encontraba difícil de digerir que Albus permitiera que
él le llevara la profecía a Voldemort. Al reflexionar, se daba cuenta
que Albus lo había usado, lo había dejado ser culpable de traición
antes de arriesgar a que Voldemort nunca escuchara de la profecía.

Dumbledore bien podría haber detenido a uno de sus adorados


Gryffindor de hacer algo tan estúpidamente destructivo para ellos
mismos… ¿pero a un Slytherin?… Albus no había tenido problemas
en dejar que él ennegreciera su alma si era para mejor uso de la
causa de la Orden.

Severus sacudió la cabeza, y se puso de pie. Hizo que Petunia le


dejara una nota a Vernon, y se los llevó consigo. Un Traslador los
llevó hasta una esquina en Callejón Diagon y de allí fueron
caminando hasta la oficina del Sanador. Unos pocos susurros para
una medi-bruja que invocaban el nombre de Lucius Malfoy, y Harry
pronto se encontraba delante del Sanador. La cicatriz en forma de
rayo había sido puesta bajo un glamour por Severus, así que el
Sanador se abocó a su trabajo.

Unos hechizos conjurados en lo profundo de los ojos del niño lo


hicieron saltar y soltar un gritito, y las pociones lo hicieron hacer
arcadas y muecas. Al final de eso a Harry le dolía un poco la
cabeza, pero una poción para el dolor se encargó pronto de eso.

Por fin el Sanador se echó para atrás y Harry miró a su alrededor


con asombro, capaz de ver claramente por primera vez desde que
podía recordar. Petunia sonrió con alivio, y Dudley dio muestras de
alegría, y le dio palmadas a Harry en la espalda.
El Sanador cuidadosamente dobló los lentes y se los pasó a
Petunia-. De momento su visión es perfecta. Yo arreglé el daño
provocado por el hechizo, y corregí su visión. Es posible que en el
futuro necesite usar lentes o mayor corrección, pero sus ojos
deberán encontrarse bien por unos años.

La cuenta les fue entregada en el escritorio de recepción, y Severus


le hizo señas a Petunia de que se lo dejara a él, colocando su llave
de Gringotts sobre el pergamino y tocándola con su varita. Una
factura aparecía pronto indicando que el dinero había sido
transferido desde su bóveda a la del Sanador.

-Gracias, señor Snape -dijo Harry calladamente, pero con seriedad


hacia el impasible Maestro de Pociones.

-Sí, Severus, muchas gracias -repitió Petunia, con Dudley asintiendo


enfáticamente.

Severus se inclinó levemente, y dijo-. De nada, señor Potter -Harry y


Dudley volvieron a reírse por lo bajo por el honorifico, antes de
agarrar el Traslador que los llevó de vuelta al hogar.

En la escuela quedaron desconcertados por la milagrosa 'cura' de


Harry, pero Petunia pretendió ser una madre despistada que "no
entendía los términos médicos" y contó que el médico había
hablado de 'rasgaduras retinales' y que las había arreglado con
láser. Los maestros quedaron satisfechos. La enfermera escolar
pareció perpleja, pero se encogió de hombros, y quedó feliz de que
el pequeño Harry había quedado bien.

Las cartas de intercambio mágico-muggle continuaron sin muchas


novedades hasta que una carta llegó a Severus durante el verano
en que Harry cumplía ocho años. Petunia había descubierto que la
"magia accidental" de Harry ya no era tal. Harry había comenzado a
aprender que pasaran cosas a propósito, alentado alegremente por
Dudley.
Era una magia benigna en realidad: hacer bajar la jarra de galletas
desde una alacena alta donde Petunia la había colocado, hacer que
una puerta bajo llave se abriera para poder ver el búho de la mamá
de Harry en el cobertizo del jardín… Cosas de naturaleza infantil,
pero Petunia estaba preocupada de que Harry terminara en
problemas a una edad tan temprana, o que atrajera la atención de
Dumbledore.

Vernon estaba preocupado de que los vecinos pudieran verlo, y


provocarles problemas. Hasta ahora, los vecinos los veían con ojos
amables, y seguían siendo cooperativos. Varios de ellos trabajaban
en Grunning's con él, así que quería mantenerlos amistosos, y no
temerosos de los "vecinos peculiares".

Severus se encontró una vez más Apareciendo en el patio trasero


de Petunia. Se había dado cuenta que unos arbustos floridos altos
ahora formaban un seto colorido alrededor del jardín, creando un
pequeño espacio privado.

Los niños rápidamente le mostraron el trabajo que habían hecho,


orgullosos de lo logrado junto a Petunia. Severus asintió algo
distraído, poco familiarizado con los gozos de la jardinería. No tenía
jardines en Spinner's End, y los invernaderos de Hogwarts eran
útiles para sus pociones, pero no eran un sitio de placer para él, sino
de trabajo. Narcissa mantenía obsesivamente los jardines de la
Mansión Malfoy, pero él dudaba que ella misma trabajara en ellos,
excepto para comandar a los elfos domésticos.

Severus y Petunia se sentaron en una mesa pequeña en el patio


cubierto, sorbiendo limonada.

-¿Así que ha aprendido a hacer magia sin varita, eh? He traído


algunos libros, es mejor no tratar de hacer que se detenga, pues
podría necesitar de esa ventaja algún día. Tan sólo dile que no deje
que nadie se entere, especialmente el Director Dumbledore. Apenas
me estoy enterando de algunos de sus planes. Pienso que estás en
lo correcto al decir que puede que no tenga en mente los mejores
intereses del señor Potter.
Petunia asintió sin sorprenderse, y Harry fue llamado. Severus le
explicó a Harry la magia sin varita, mientras Dudley escuchaba con
atención-. Sé que cuando haces un gesto para causar la magia que
deseas usas la mano derecha. Quiero que comiences a usar para
eso la mano izquierda -ante la mirada desconcertada de Harry,
suspiró-. En algún momento vas a usar una varita, y tu magia tendrá
dificultad para actuar con una varita cuando la has acostumbrado a
fluir libremente por tu brazo. Así que deja la mano derecha para la
varita, de ese modo podrás continuar usando magia sin varita por tu
mano izquierda. De ese modo serás el doble de peligroso.

Harry y Dudley se miraron encantados entre ellos-. Genial -gruñeron


juntos.

Severus sonrió ante eso, y le pasó a Petunia una bolsa de libros que
había traído de su niñez, libros mágicos que su madre había
conseguido sacar de la mansión Prince para enseñarle las
costumbres y la historia del mundo mágico.

Sacó el libro de primer año de hechizos y un manual de pociones.


Harry podría al menos hojearlos. Le mostró a Harry la bolsa con
espacio mágico para mantener dentro fácilmente y a salvo una
docena de libros.

Severus ademas le pasó un libro a Petunia. Este era acerca de la


Ley Mágica concerniente a los menores de edad y sus tutores
legales, que ella le había pedido. "Necesito conocer mis derechos",
había dicho ella en una carta, y Severus no podía menos que estar
de acuerdo.

Severus no supo de Petunia después de eso por varios meses, y


después una carta llegó. Las frases no estaban ligadas, y el papel
tenía signos de que habían llorado sobre este. El cáncer había
regresado un mes antes de cumplir la marca de cinco años que la
declararía libre de cáncer. La enfermedad se había dispersado, y los
doctores le advertían que ellos podrían comprarle tiempo, pero que
esta vez no le ofrecían una cura posible.
La quimioterapia y la radiación habían comenzado una vez más. Los
vecinos se reunieron y ofrecieron uno por uno su ayuda: llevarla en
auto al médico, o al hospital cuando ella no pudiera manejar. Le
ofrecieron además asistencia con el trabajo doméstico y con cocinar.
Los niños ya eran lo bastante grandes para cuidarlos en casa, y los
vecinos no tenían problema con ello. Trajeron comida por días al
saber que ella de nuevo estaba enferma.

~LMP~LMP~LMP~LMP~LMP~

La señora Figg permaneció sin darse cuenta de esto, no había


hecho esfuerzos por hacer amistad con los vecinos, sino que
prefería espiar desde cierta distancia a los Dursley y a Harry. De
modo que los noticias del cáncer de Petunia nunca llegaron a sus
oídos. A decir verdad, ella estaba un poco aburrida de su
'asignación'. No le venia mal la casa gratis, con sus pocos ahorros y
algo de herencia de su familia significaba que podía vivir bastante
cómodamente. Era obvio que nada malo estaba sucediendo con los
Dursley, y seguir a los dos niños ocasionaba que la gente con
frecuencia la mirara de forma extraña. Ella se encontraba en
posición de ver el frente de la casa de los Dursley con facilidad a
través de sus ventanas, de modo que los últimos años se había
conformado con observarlos en su mayor parte desde ahí, pero
nunca vio nada sospechoso.

Arabella pasaba la mayor parte del tiempo invitando a su hermana y


primas para jugar a las cartas, y yendo por Flú al Callejón Diagon
para tomar el té con viejas amigas.

~LMP~LMP~LMP~LMP~LMP~

Petunia pasó el año siguiente distrayéndose de su enfermedad


ayudando a Harry a estudiar magia. Dudley era también un
estudiante ávido, a pesar de que no podía realizar ningun hechizo.
Su trabajo escolar sufrió un poco con esto, pero los maestros
pensaban que era debido a la preocupación del niño por la
enfermedad de Petunia, así que le daban algo de espacio.
La lectura y la práctica diaria para Harry acercaron más a los tres.
Vernon los observaba, fascinado a veces, aunque no le había
gustado tener que reemplazar la televisión víctima caída de una
magia perdida. Por suerte, cayó dentro de la garantía. Ellos
descubrieron que Harry debía permanecer a cierta distancia de los
aparatos electrónicos cuando practicaba, y que hasta las luces
parpadeaban a veces.

Vernon pasaba muchas preocupaciones por sus finanzas después


del primer año del regreso del cáncer de Petunia, aun con la ayuda
de los vecinos, debía faltar gran cantidad de veces al trabajo. El
dinero estaba escaso, y sus ahorros habían decrecido de forma
alarmante. Las medicinas eran caras, y había demasiadas cosas
extras que faltaban. Comidas especiales para tentar el apetito de
Petunia, una peluca decente para no hacerla sentir tímida al salir…
la lista era interminable.

Llegó julio, y los niños cumplieron nueve años. Vernon no tuvo


vacaciones para compensar por todos los días que había usado, así
que ellos hicieron viajes cortos por el fin de semana ese verano.
Petunia no se sentía para nada con energías, y ellos no tenían el
dinero para algo caro de todos modos.

Uno de esos fines de semana ellos decidieron ir a las carreras. A


Petunia siempre le había gustado ver correr a los caballos, y los
chicos también eran aficionados. Dudley inclusive seguía a los
jinetes y los entrenadores. A Harry solamente le gustaban los
caballos.

Para su alivio, ellos proveían sillas de ruedas para los visitantes, y la


entrada a la pista era barata. Ellos encontraron un palco cubierto del
sol, y Petunia les hizo señas contenta para que fueran a pasear-.
Vayan a ver los caballos, puedo observar desde aquí y leer el
programa.

Harry y Dudley corrieron hacia los establos para ver a los caballos
de cerca. Vernon fue detrás de ellos con resignación. Dudley feliz
señalaba los colores diferentes de las cuadras, y los entrenadores
que trabajaban en ellas. Apuntó los caballos que habían ganado
hacia poco, y Harry asintió de forma distraída.

Los ojos de Harry de repente fueron atraídos por un caballo alazán


en especial, que miraba ávidamente a su competencia. Harry podía
sentir que los caballos anhelaban estar corriendo. Se acercó a uno
de los manejadores y le preguntó-. ¿Puedo tocarlo? -el mozo de
cuadra se encogió de hombros con indiferencia.

Harry tocó con cuidado la paleta del caballo, y después le acarició el


cuello. El caballo se volteó hacia él con curiosidad, y Harry le tocó el
morro acariciando las mejillas y mirándolo a los ojos. Harry sonrió un
poco, y caminó de regreso hacia un perplejo Vernon, y un curioso
Dudley.

-Ese caballo no ha ganado en todo el año, llegó último en la última


carrera. El año pasado lo hizo mucho mejor, quizás ahora esta
agotado o lastimado -dijo Dudley.

-Él dice que hoy ganará… no se estaba sintiendo bien hasta hace
poco. Creo que estaba enfermo, y ellos no se dieron cuenta. Él dice
que va a ganarles a todos ahora -dijo Harry sonriendo.

Dudley miró con atención al alazán-. Se ve muy bien ahora.

Vernon se removió incómodo ante esto de que los caballos ahora


hablaban con Harry-. Bueno, vayamos a ver también a los otros -él
siguió a los niños mientras caminaban, y miró al alazán en el
programa. Iba en la segunda carrera, con mucho en contra, 70 a 1.
si Harry tenía razón ellos obtendrían un buen dinero. No le gustaba
hacer las cosas por algo que parecía ser un truco mágico, pero…
hasta ahora nada que Harry hiciera con magia parecía ser
demasiado útil. Flotar almohadones y tonterías así.

Finalmente, regresaron al palco para la primera carrera al


anunciarse. Vernon le susurró el descubrimiento de Harry a Petunia,
y ella sonrió-. Sé que trajiste unas pocas libras para tener un poquito
de emoción echando una apuesta. Anda a apostar por el caballo de
Harry… será emocionante.

Los niños asintieron ansiosos, y Vernon asintió con resignación. Si


Harry tenía razón sería la primera vez que la magia les sería de
algún uso que Vernon pudiera ver. Fue a la ventanilla de apuestas, y
sacó unas pocas libras. Pero ¿cuánto apostar por una remota
posibilidad? Suspirando apostó todo su dinero al alazán. El
empleado pareció sorprendido, y la gente detrás de él se rio
tontamente y resopló.

Vernon le sonrió a su audiencia-. Mis chicos insisten en que es un


ganador, y la esposa piensa que es bonito, así que claro, tenemos
que apostar por él -los otros hombres en la fila rieron con
comprensión, y el empleado le sonrió ahora entendiendo esa
apuesta por tamaño perdedor. Vernon fue de regreso al palco, con
su dignidad de nuevo intacta.

Los caballos para la segunda carrera pronto se encontraron


alineados y salieron. Los niños gritaron animando al alazán, y
Petunia aplaudió feliz cuando comenzó a sobrepasar a los líderes.
Hubo una batalla entre tres caballos en la recta final, pero al final el
alazán cruzó por dos cuerpos la línea final siendo el claro ganador.

A Vernon se le nubló la vista y se aferró el pecho, con el corazón


batiendo como loco. El niño lo había logrado, ¡había predicho un
ganador! La gente a los lados sonreía ante la excitación de los niños
y la sonrisa feliz de Petunia.

Vernon fue a cobrar el boleto, y regresó con un fajo largo de billetes.


Estaba contemplando poder pagar la hipoteca este mes a tiempo y
pagar la cuenta eléctrica atrasada. Le dio palmaditas a Harry en la
cabeza. Quizás la magia no fuera una completa pérdida de tiempo.

Dudley se relajó y sonrió. Papá había sido siempre amable pero


distante con Harry, y lo había estado mirando con algo de
trepidación y desconcierto cuando pensaba que nadie estaba
mirando. El que Harry hiciera algo 'útil' con la magia aparentemente
le hacia menos amenazador.

Ellos pasaron el resto del día haciendo barra a varios caballos,


aunque Harry le dijo a Vernon con remordimiento que "ningún otro
caballo había mencionado nada de ganar". Pero Vernon no estaba
molesto por ello. Apostó una o dos libras aquí o allí, y Dudley una
vez escogió un ganador. Con todo, fue un día excelente. Ellos
pararon en un lugar bonito a cenar, que hace tiempo no podían
costear. La felicidad de Vernon fue completa cuando Petunia pudo
terminar su comida.

Después de ese día, Vernon fue menos receloso de la magia de


Harry. Aun vivía con el temor de que los vecinos presenciaran algo
de forma accidental, pero ahora veía que existía un uso real para la
magia.

Ese verano, ellos regresaron a las carreras cada fin de semana.


Petunia disfrutaba 'las salidas', pues había poco donde cansarse
allí, lo que era un alivio. Dudley y Harry se habían familiarizado con
muchos trabajadores de los establos, y se les permitía acercarse a
casi todos los caballos. La mayoría de los mozos de cuadra eran
indiferentes a que los niños vinieron a ver los caballos de carrera.

Harry se volvió muy cercano a varios de ellos. El alazán que fue su


primer ganador en especial. Continuó sabiendo cuando ese iba a
ganar, para satisfacción de Vernon, y una vez hasta admitió con
renuencia que ese "odioso caballo gris" iba a vencerlo y ganar la
carrera, quejándose interminablemente de la actitud del otro caballo.

Vernon trataba de no poner presión sobre Harry, ya que sabía que


este 'don' era volátil, y dependía del caballo 'conociendo' cuando iba
a ganar. Más de una vez, dos caballos estaban seguros que iban a
ganar. Vernon jugaba con los números en su cabeza, y colocaba
pequeñas apuestas en ambos esperando que uno de los dos tuviera
razón; por suerte esa vez uno lo estaba, y en esa ocasión la paga
fue buena, así que el costo de múltiples apuestas era aceptable.
Vernon temía sentía temor de depender mucho de esta entrada de
dinero, así que simplemente pagaba los gastos y las necesidades
que estaba aplazando. Eso hizo el verano menos estresante y las
excursiones los fines de semana más felices, ya que Vernon no
sentía que estaba aligerando su billetera, sino que al contrario.

Hasta consiguió guardar un poco de dinero, conociendo que una vez


que los fines de semana de carreras terminaran el dinero extra les
vendría bien. Vernon estaba temiendo que llegara septiembre, pero
no había manera de aplazarlo.

Cuando había comenzado a trabajar en Grunning's, Marge le había


regalado un auto clásico para manejar. Vernon lo conducía para
impresionar a sus clientes y le dejaba el auto familiar a Petunia la
mayor parte del tiempo. Ahora Petunia estaba demasiado débil para
considerar ponerse tras un volante.

Por eso tuvo sentido que decidiera vender el auto caro. Un amigo
del trabajo contactó a su hermano que tenía una compra-venta de
autos, que fue comprensivo de la situación de Vernon ya que había
perdido a su esposa por el cáncer unos años antes. Vernon estaba
seguro que no lo estafaría. Para su sorpresa, obtuvo más por el auto
de lo que pagara Marge. Fue una pena dejarlo ir, pero un alivio el
tener el cheque considerable en su cuenta bancaria por ello.

Cuando Marge se enteró, se puso lívida. Desafortunadamente ella


expresó su opinión al respecto después de varios tragos, diciéndole
a Petunia que era bastante egoísta al esperar que su familia se
fuera a la bancarrota por ella por cuidarla, después que ya le había
endosado a su sobrino a Vernon para que lo criara… prácticamente
quitándole la comida de la boca a Dudley.

Vernon se tornó de un feo color purpura, después de que Petunia se


pusiera de un insano color pálido en un rostro cubierto de culpa. Ella
sabía del peso que su enfermedad tenía sobre la familia, emocional
a la vez que financiero. Vernon había gritado y expulsado a Marge
de la casa advirtiéndole que no regresara. Los niños y él pasaron la
tarde asegurándole a Petunia que la amaban, y que estaban
firmemente de su parte.

Esa noche se fueron temprano a la cama, y después que Petunia


quedara adormilada, y ver que Dudley roncaba suavemente, Vernon
se detuvo en la puerta de Harry.

-¿Harry? -Vernon distinguió los grandes ojos verdes de Harry


pestañear hacia él adormilados.

-Lo sé, tío Vernon. No le presté mucho atención a ella -contestó


Harry con rapidez.

Vernon vaciló… Harry le estaba dando una salida fácil, si decidía


tomar lo que le ofrecía. Él meneó la cabeza, no iba a poder dormir si
hacia eso.

-Harry, sé que rara vez hablo de tales cosas contigo… apenas si


recuerdo decirle a Dudley lo mucho que lo quiero, pero tu nunca…
nunca has sido una carga para nosotros. Tu fuiste una bendición, al
llegar cuando lo hiciste, sacaste de nuestras mentes eventos
oscuros -Vernon se removió incómodo, mientras que Harry le
sonreía radiante-… Y por supuesto, ella estaba totalmente
equivocada con lo de los gastos. Tu nos has salvado el pellejo
varias veces este verano con ese poco de magia tuya con los
caballos… -Vernon suspiró y se sentó en una silla cercana.

Harry lo observó con tristeza. La tía Petunia y Dudley podrían haber


sido engañados por el tío Vernon, pero él sabía que Vernon estaba
preocupado. El dinero que Harry había ayudado a ganar fue
solamente un parche temporal, y el dinero del auto taparía el
agujero en el dique por un rato, pero Harry había descubierto que
podía 'leer' un poco a la gente… no exactamente como leía a los
caballos, pero podía sentir los pensamientos fuertes o intensos, a
veces sin importar que los quisiera saber o no. Él no había revelado
esta habilidad suya a nadie.
Vernon se paró, le dio a Harry una sonrisa de apoyo, y le dio una
palmadita en el hombro mientras se susurraban las buenas noches.

~LMP~LMP~LMP~LMP~LMP~

Ese año la escuela pasó volando… siempre había tanto por hacer.
Los niños comenzaron a asumir cada vez más responsabilidades de
la casa. A Harry le gustaba cocinar y preparaba casi todas las
comidas. Cuando Petunia se sentía lo bastante bien lo ayudaba, y a
veces los vecinos todavía traían cosas de comer a la casa cuando
sabían que Petunia había ido al hospital.

Dudley se había hecho una agenda de tareas para asegurarse de


pasar la aspiradora, sacar el polvo, lavar platos, y el resto de labores
domésticas. Él mantenía esta agenda en el refrigerador para poder
verla con frecuencia. Vernon siempre trataba de hacer una o dos
labores de allí cuando tenía tiempo, y Harry tendía a lavar los platos
cada vez que no debía cocinar.

Petunia se fue debilitando cada vez más, y finalmente se rehusó a


seguir recibiendo tratamientos, diciendo que más radiaciones o
quimio eran inútiles y que prefería morir pacíficamente. Los doctores
estuvieron de acuerdo con cierta vacilación, y ella regresó a casa
por última vez cuando comenzaba el verano.

El cumpleaños número diez de los niños fue tranquilo comparado


con otros años, y sus regalos consistieron en ropa que necesitaban.

Al comenzar el año escolar Petunia ya no podía quedarse sola, y se


encontró en necesidad de tener con ella a alguien todos los días.

Vernon comenzó a hacer recortes. Dejaron de tener cable así como


otros servicios no esenciales, y sus ahorros una vez más
desaparecieron y él comenzó a vender cosas calladamente. Su rifle
de caza, sus palos de golf, herramientas, cualquier chuchería
valiosa y unas pocas antigüedades. Hasta el lavavajillas y cualquier
mueble que Petunia no notara fue vendido.
Ellos consiguieron sobrevivir justo hasta que Petunia muriera antes
de la Navidad. Ella los había llamado mientras estaba acostada
mirando caer afuera la nieve y se despidió con una sonrisa pacífica.
Ya les había dado consejos a Harry y Dudley, y se había asegurado
de que Vernon comprendiera lo que necesitaba saber.

Ella fue enterrada en el cementerio junto a sus padres, la mayoría


de Privet Drive fue al funeral así como los vecinos de los
alrededores. Todos conocían como había luchado la familia, y
esperaban que las cosas pudieran mejorar para ellos.

~LMP~LMP~LMP~LMP~LMP~

Vernon estaba desplomado frente a la mesa de café que contenía


una enorme cantidad de cuentas y una pequeña lista de sus valores.
Había vendido su escritorio hacia mucho tiempo atrás. El seguro de
vida había cubierto el funeral, pero sabía que estaban en serios
problemas. La hipoteca no había sido pagada, y el banco les había
dado un mes para marcharse. En su trabajo lo habían lamentado
pero le habían dicho con firmeza que estaba despedido,
simplemente había faltado demasiado al trabajo.

Era el receso de primavera y ellos necesitaban tomar una decisión.


El resto de los muebles fue vendido, y los pocos recuerdos
memorables fueron colocados en una bodega de alquiler. Los niños
habían empacado, y el hombre de los muebles usados vendría a
llevarse las camas que restaban y el sofá.

Los niños solamente lamentaban que su jardín desaparecería, y les


preocupaba que el búho no pudiera encontrarlos. Por fin, Harry le
había enviado una carta al profesor Snape para contarle de la
muerte de Petunia, pero sin decir nada de su mudanza, para decirle
que sería mejor que el búho se quedara a vivir en la escuela y que
solamente viniera si Severus necesitaba enviarles una carta. Harry
no quería que el búho que había pertenecido a su madre y su tía
Tuney sufriera porque los tiempos eran difíciles para ellos.
Ellos les contaron a sus amigos y vecinos que Vernon había
conseguido un trabajo en otra parte, y todos pensaron que el
hombre de los muebles era de las mudanzas. A nadie dijeron a
donde iban.

La noche cayó, y el comprador de muebles llegó con una camioneta


y el resto del dinero. Vernon había reunido lo último del seguro de
vida, y su indemnización por despido. Los niños habían vendido sus
juegos de vídeo, y todos sus juguetes a una tienda, reuniendo un
poco de efectivo. Ellos subieron al auto, y condujeron alejándose
mientras las rosas de Petunia comenzaban a dar flores.

N/A: Es un plot-bunny que saltaba por ahí arrojándome zanahorias.

N/T: Uf, un capítulo larguísimo. Prepárense para más magia, y


vueltas de tuerca.

Harry Potter, personajes y su mundo © de J.K. Rowling y varias


otras compañías. Fanfiction sin fines de lucro, ni pretensiones
de infringir derechos de reproducción, realizado sólo con fines
de entretención.
Chapter 2
.

" LOS MUCHACHOS DE PETUNIA"

Autor: Severusphoenix

CAPÍTULO 2

Descargos: No soy dueña del Potterverso, tan sólo me estoy


divirtiendo.

Vernon condujo toda la noche con los niños acurrucados en el


asiento trasero con mantas y almohadas. El corazón de Vernon latía
con agitación. Estaba nervioso; había aceptado la oferta casual de
un conocido, esperando que el hombre hablara en serio. Su corazón
dio un retorcijón doloroso, y aspiró lentamente, esforzándose en
relajarse y el apretón lentamente cedió.

Durante sus muchos viajes a Lingfield Park para las carreras de


caballos durante el verano, había terminado conociendo a unos
pocos propietarios de caballos, entrenadores, etc. Él hablaba con
ellos mientras los niños admiraban a los caballos y Harry trataba de
descubrir uno que estuviera seguro de ser ganador. Varios de ellos
se habían quejado por la falta de contadores decentes que pudieran
cobrarle algo que ellos pudieran pagar.

Vernon esperaba obtener algo de trabajo en las cuadras, llevando


los libros, ayudando a configurar los impuestos… cualquier cosa que
se necesitara, y cobrar menos por ello que los otros contadores.
Había encontrado un aviso de un hotel cercano a las pistas que
cobraba semanalmente. Iba a tener que decidir rápidamente si
podrían quedarse, para poder inscribir a los niños en una escuela
antes de que Servicios Infantiles dieran con ellos.

Ellos llegaron a Lingfield antes del amanecer y Vernon estacionó el


auto viejo en la zona de descanso esperando que nadie notara a los
niños durmiendo en la parte de atrás. Se cubrió con una manta, y
tiritó un poco. Todavía las noches no estaban tibias y Vernon
esperaba que no tuvieran que pasar mucho tiempo en el auto.

Vernon dormitó ligeramente y despertó con la salida del sol, para


después conducir hacia el hipódromo con el corazón tambaleante.
Los niños y él salieron vacilantes del auto, y fueron al baño más
cercano a asearse y ponerse ropa limpia. Vernon sacó uno de los
dos trajes que había empacado y fue a cambiarse en un cubículo,
tarea difícil considerando lo pequeño de su tamaño.

Por suerte, esa zona de la pista de carreras estaba casi desierta de


momento, ya que estaría repleta por la tarde para las carreras que
con la primavera habían comenzado de nuevo. Vernon se estiró el
traje, y se apretó el cinturón suspirando. Había perdido mucho peso
los últimos meses, entre la preocupación y la falta de dinero. La
comida ya no era una gratificación, ellos compraban lo que era más
barato y sólo lo necesario. Por suerte Harry era muy bueno para
improvisar y hacer cundir la comida.

Harry salió y jaló la chaqueta de Vernon-. ¿Quieres que te lo arregle,


tío? Soy muy bueno en eso… he estado haciendo que se alarguen
nuestros pantalones y se estiren para acomodarnos… estoy seguro
que puedo achicarlo un poquito.

Vernon parpadeó con sorpresa-. Claro que sí, Harry. Pero ten
cuidado, solamente traje dos trajes, el resto lo dejé almacenado.

Harry asintió y aferrando la tela con su mano izquierda se concentró


murmurando el encantamiento que había visto en el libro de
Encantamientos que el profesor Snape le había enviado a tía
Petunia. Él había hallado muchos hechizos útiles en ese libro.
Pronto hizo que la camisa y los pantalones, como la chaqueta, se
ajustaran. No era un calce justo, pero se veía mucho mejor que
antes, para alivio de Vernon. Seria un error parecer demasiado
desesperado.

Ellos salieron de los baños, y Vernon envió a los niños a conseguir


desayuno dándoles unas monedas. Luego caminó lentamente hacia
los establos sintiéndose como un prisionero camino a la horca.
Consiguió decir un amable-. ¡Buenos Días! -a los pocos con quienes
se encontró.

Por fin vio a McGurdy, quien le había dicho que necesitaba que un
contador lo ayudara con algunas cosas… uno que no cobrara un
brazo y una pierna. Lo saludó con lo que esperaba fuera una sonrisa
alegre.

-¿Usted y sus amigos aun están necesitando de un contador que los


ayude con los impuestos? -inquirió Vernon, esperando no
escucharse desesperado.

McGurdy asintió con curiosidad-. Por supuesto que sí. No me


alcanza el dinero para pagarle a ellos, y no consigo entender nada
de los libros… soy un entrenador y odio los números.

Vernon asintió, aliviado. La mayoría de los entrenadores poseía


establos pequeños con que vivían, siempre esperando ser
ganadores la siguiente temporada, pero con gastos que siempre
eran indeseables. Él podría ofrecerles servicios de contabilidad a
bajos precios… y su dinero ayudaría a mantener a los niños fuera
de las calles.

Pronto tuvo una lista de entrenadores y propietarios, y hasta unos


cuantos jinetes, que querían que mantuvieran al día sus libros o que
les hicieran la declaración de impuestos. Ellos le encontraron un
cuarto vacío justo en los establos para que trabajara y le
prometieron traer sus cajas con los papeles en la mañana.

El pago mantendría un techo sobre sus cabezas, esperaba.


Encontró a los niños en el patio de comidas con el corazón más
aliviado. Ellos condujeron hasta un motel cercano que rentaba por
semana, y Vernon fue a hablar con el dueño. Hubo algo de
negociaciones y le ofrecieron a Vernon pagar una tarifa más baja si
adelantaba un mes. Él vaciló, pero contaba con ese monto. Cortaría
bastante su presupuesto, pero garantizaría un techo sobre las
cabezas de los niños por un mes.

Los llevó hasta la puerta de su nuevo hogar y descargaron sus


cosas. Era pequeño, una salita-comedor, una cocina diminuta, y un
baño de tamaño decente, más un dormitorio con dos camas de
plaza y media.

Harry suspiró-. Bueno, cuando menos no vamos a compartir una


cama de una plaza, Dud.

Dud se rio entre dientes, y encendió la pequeña televisión-.


Tenemos los canales locales, pero cuando menos es algo.

Desempacaron la ropa en el ropero, mientras Vernon conducía


hasta la oficina de correos y rentaba una casilla para recibir su
correo, en especial para recibir el cheque mensual de Harry que
enviaba el gobierno. Esperaba que esto no causara que los
trabajadores sociales en la escuela decidieran que ellos necesitaban
una 'intervención'.

De ahí fue a la escuela para inscribir a los niños. Tuvo que proveer
una dirección física y se elevó una o dos cejas al decirla, pero no
dijeron nada para su alivio. Suponía que ellos esperarían a ver si los
niños parecían estar 'bien' cuando comenzaran la próxima semana.

LMP

Harry y Dudley mientras tanto habían vaciado el contenido de la


bolsa mágica hasta conseguir un gran montón. Ellos guardaron las
ollas y otras cosas de cocina, y las cosas de limpieza. Después
vaciaron otro montón con las ropas de cama y almohadas. Y por
último los libros y cosas de escuela. La bolsa, para alivio de todos,
tenía una gran capacidad.
Harry tomó el libro de encantamientos y movió su mano izquierda,
lanzando un Fregotego en cada superficie.

-Es mejor que lances ese hechizo anti-pestes también, a estos


hoteles no los llaman "nidos de cucarachas" por nada -Dudley sonrió
burlón.

Harry hizo una mueca, y lanzó el hechizo una y otra vez contra cada
bicho y alimaña que aparecía en el libro. Decía allí que esto duraría
por dos o tres semanas, pero él se prometió repetirlo
semanalmente, por si acaso. Había muchos otros encantamientos
caseros, pero esto ya lo había dejado agotado.

Vernon regresó tras haberse detenido en una tienda para comprar


algunas pocas verduras y algo que pudiera hacerse en el
microondas (que venia con el cuarto, para su alivio). Harry pronto
tendría una lista de lo que necesitaban, de eso estaba seguro.

Vernon quedó complacido con lo que muchachos habían logrado,


los cuartos se veían bastante agradables, y hasta habían colocados
fotografías familiares sobre el televisor.

-Yo arreglé las camas. Sé que necesitas tener un colchón firme, por
tu dolor de espalda, tío -le dijo Harry con una sonrisa.

Vernon le devolvió la sonrisa… los niños se habían portado muy


bien en esto-. Gracias, Harry, y veo que ustedes dos han arreglado
muy bien este lugar.

Se sentó a la mesa, y los llamó-. Los negocios que he conseguido


nos mantendrán pagando la renta sin problemas, y con suerte
cubrirá la calefacción, electricidad y agua. El cheque mensual de
Harry del gobierno cubrirá otras cosas -dijo Vernon calladamente.

-Podemos conseguir trabajo después de la escuela, y trabajos de


verano -dijo Dudley categóricamente, y Harry asintió con él.
-No quiero verlos bajar sus notas, aunque el trabajo de verano es
una buena idea -dijo Vernon asintiendo-. Tenemos una semana
antes de que empiece la escuela así que pueden ver por aquí si hay
algo.

-Estaremos bien, tío -dijo Harry con convicción, y ellos consiguieron


juntar los tres nudillos para sellar su afirmación.

Vernon terminó acomodado en su cama que estaba como nueva,


con un suspiro. Se sentía más esperanzado de lo que se había
sentido por meses. Sí, ellos parecían haberlo perdido todo… pero
habían aterrizado sobre sus pies. Los niños y él estaban juntos, él
tenía trabajo, y contaban con un plan.

~LMP~LMP~LMP~LMP~LMP~

Harry y Dudley caminaron la media milla hasta la pista disfrutando


del día primaveral, y que por una vez había dejado de llover. Dudley
estaba deseando no haber vendido sus bicicletas, pero ellos
necesitaban el dinero, y ahora no tenían donde guardarlas, y de
haberlas dejado afuera desaparecerían en un instante.

Vernon había ido temprano a trabajar, dejando lo que esperaba


fuera suficiente para mercadería para quince días. Harry había
planeado cuidadosamente las comidas para dos semanas,
incluyendo las bolsas de almuerzo para Dudley y él de la próxima
semana. Después de hacer la lista, fue con Dudley hasta la tienda
de comestibles. Para su deleite, encontraron allí un periódico con
cupones, y la tienda tenía algunas cosas que estaban en 'dos por
uno' para su alivio.

Había sido cuidadoso para conseguir obtenerlo todo, con excepción


del café que le gustaba al tío Vernon. Todo lo que podían solventar
ahora era el instantáneo. Harry había decidido no llevarlo. Fueron de
regreso al motel para guardar las cosas, y almorzaron temprano
para después salir hacia el hipódromo.
Harry sentía como si hubiera fallado. Vernon adoraba su café
matutino, preparado con una cafetera eléctrica especial. Él solía
llevar un termo grande al trabajo con este café, diciendo que no
podía tolerar el café regular. Harry y Dudley se habían negado a
dejar que vendiera la cafetera, y Harry la había metido dentro de su
bolsa negándose a sacarla de nuevo.

La caminata los llevó de nuevo hasta los establos. Dudley estaba


ansioso por trabajar allí, alrededor de los purasangre que amaba,
aun cuando no hiciera mucho más que limpiar las cuadras. Harry
esperaba convencer a los mozos de establo que podrían hacer lo
mismo. Para su suerte, resultó que McGurdy había perdido a uno de
sus mozos de cuadra, que se había ido con un establo más grande
que le había ofrecido más dinero, así que tenía trabajo para ellos.

Dudley se abocó al trabajo sucio con una sonrisa. A Harry le


señalaron una gran cantidad de sillas de montar y aperos sucios
para limpiar y aceitar. Harry estaba contento de hacer eso en vez de
limpiar las cuadras.

Ellos trabajaron hasta que fue cerca de la hora de la cena, y


McGurdy les pagó su dinero. No era mucho, pero si venían todos los
días, sumaria. Harry y Dudley se detuvieron en el patio de comidas
para usar los baños y asearse un poco. Harry fue el primero en salir,
y se quedó mirando a los propietarios ricos que llenaban el salón
VIP. Era sólo que no le parecía justo que ellos tiraran cada día el
suficiente dinero para mantener a Harry y su familia.

Los hombres pasaron junto a él, y Harry notó como un caballero de


edad tenía su billetera medio colgando afuera de su bolsillo trasero,
con un grueso fajo de billetes en ella, no era de extrañar que no
entrara en el bolsillo. Harry pensó con rapidez y susurró un hechizo,
provocando que la billetera cayera al piso sin que lo notaran. Harry
luchó con su conciencia, y después corrió a recogerla.

-Señor… ¡Señor! -gritó Harry, atrayendo la atención del hombre.


Harry corrió hacia él sosteniendo la billetera-. Se le cayó esto -dijo
entregándosela en la mano.
El pequeño grupo de propietarios adinerados se lo quedaron
mirando, pero el anciano lo miró con bondad-. Bueno, y aquí que me
estaba quejando acerca de lo mala reputación de la nueva
generación… me has hecho comerme las palabras, jovencito -Harry
se puso rojo, sintiéndose algo culpable, a pesar de haber devuelto la
billetera-. Ten esto, espero que lo pases bien en el receso de
primavera -el hombre le entregó algunos billetes, y le dio una
palmada en el hombro, alejándose luego con el grupo.

Harry miró hacia abajo y se asombró. El hombre le había dado


veinte libras. Bueno, él sabía que el hombre era rico, y eso no hacia
ni un hoyo en el fajo de billetes de su billetera. Aferrando los billetes
que tenía en la mano corrió con Dudley hacia la tienda. Un tarro
tamaño económico de café le duraría al tío Vernon un mes.

Su conciencia protestó acerca de pendientes resbaladizas y gritó


acerca de que una cosa conducía a la otra. Él sólo sonrió y se dijo a
si mismo que el tío Vernon tendría su café… y que él trataría de no
hacer cosas como estas de no ser absolutamente necesario.

~LMP~LMP~LMP~LMP~LMP~

Vernon trabajó duro, y obtuvo buena cantidad de clientes para


llevarles los libros, y preparar sus declaraciones de impuestos. Tuvo
que cobrar por debajo de los otros contadores, así que no podía
cobrar mucho, pero consiguió llevar a casa un poco más de lo que
había pensado, y fue fácil pagar el siguiente mes de renta. Eso lo
puso casi feliz.

La escuela no era diferente aquí de la de Surrey. Harry hizo los


horarios para Dudley y él para mantenerse al día con todo, y
consiguieron trabajar en los establos casi todas las tardes, y los
fines de semana. Ambos adquirieron algunos músculos, y cuando el
clima se hizo más cálido, bronceados.

LMP
Una tarde de sábado después de volver a casa, Harry estaba
sentado junto a la tv, examinando el cordón del cable sin usar. Había
estado experimentando con algunos cordones de tv cable en la
pista. Había provocado un cortocircuito en dos de los cables, pero
se imaginó que los de la pista de carreras podían reemplazarlos con
facilidad. .. después de todo no había matado los televisores. Ahora
estaba seguro de haberlo hallado el truco.

Harry conectó el cable en la parte trasera de la tv, y aferró el cordón


dejando que su magia pasara suavemente por este, manteniendo el
poder en un hilo fino, esa era la parte difícil. Descubrió el camino
hasta la fuente y empujó en esta con suavidad, y después extrajo la
energía de regreso por el cordón y permitió que fluyera dentro de la
tv.

Dudley dio un grito de alegría y se rio-. Lo lograste… esa es una


película de paga la que están pasando.

Ellos revisaron los canales que ahora estaban activados. Harry no


había conseguido todos, pero tenía todos los que a ellos les
gustaban, así como algunos canales de películas.

Cuando Vernon llegó a casa se quedó mirando boquiabierto la tv,


miró a Harry con sospecha, y después suspiró.

-Trata de que no te atrapen, y no hagas estallar nada -dijo por fin, y


después colocó uno de sus canales favoritos.

Harry sonrió y chocó su palma con la de Dudley. Una cosa más


restaurada al tío Vernon.

~LMP~LMP~LMP~LMP~LMP~

Llegó mayo, y los negocios de Vernon empezaron a disminuir. Las


cuadras (caballos y jinetes de un dueño) iban y venían por supuesto.
McGurdy había ido a Epsom por unas pocas semanas, y después
había regresado. Por dinero extra había estado mostrándoles a
algunos de ellos como llevar adecuadamente sus libros de
contabilidad, de modo que algunos de ellos ya no lo necesitaban
tanto.

McGurdy lo llevó a un lado justo antes de que terminara la escuela.

-Vas a querer cambiarte de sitio, ya sea a Epsom o Salisbury.


Escuché que varias de las cuadras más grandes y con más dinero
puede que estén buscando contratar a alguien de forma permanente
como contador. Por lo menos allí tendrás negocios frescos, creo que
aquí le enseñaste a demasiados dueños como arreglárselas por sí
solos -McGurdy le sonrió, y después miró con seriedad a Vernon-.
Sé que tienes a dos muchachos de que cuidar. Salisbury puede ser
tu mejor opción.

Vernon asintió aturdido. Ellos acababan de acomodarse en el motel.


Por supuesto que no habían pensado que fuera permanente, pero
no quería desarraigar a los niños tan sólo para ir a otro lugar de
forma temporal.

Le contó a los niños lo que McGurdy había dicho, y ellos parecieron


tan abatidos como él. Como siempre, Harry fue el más sensato.

-¿Por qué no vamos allí este fin de semana para ver, la escuela
habrá terminado y podemos buscar algún trabajo permanente para
ti, y si hay algún alojamiento que podamos pagar. Hemos ahorrado
un poquito, y podríamos ver inclusive un departamento -Harry
sonrió-. Si pudimos hacer este sitio habitable, piensen lo que
podríamos hacer con un lugar más grande.

Vernon asintió, y Dudley pareció menos aprensivo.

~LMP~LMP~LMP~LMP~LMP~

Ellos cargaron su auto el día sábado, cerrando con cuidado todo lo


que dejaban. Salisbury quedaba a buena distancia, y ellos partieron
muy temprano. El valle era hermoso, y ellos esperaban darle un
vistazo a Stonehenge más tarde.
El hipódromo era hermoso, y ellos encontraron allí a un propietario
que los conocía de Lingfield Park. Él les mostró una cuadra que
según había escuchado estaba en necesidad de un nuevo contador.

-Oí que el último trató de estafar al dueño… vaya idiota -dijo el


hombre-. Solamente un imbécil absoluto intentaría estafar a ese
hombre… todos saben que no hay que meterse con él.

Vernon asintió y fue hacia la fila de casillas del establo que ellos
ocupaban por la estación. Harry reconoció los colores, y sonrió.
Unos pocos de esos caballos habían estado en Lingfield, incluso
hasta su viejo amigo el alazán, y el gris presumido.

Vernon habló con el entrenador, quien se acercó al dueño y después


le hizo señas a Vernon para que se acercara a conversar con él. El
dueño era un hombre impresionante, y Vernon tragó en seco al
mirarlo a los ojos.

-¿Tengo entendido que usted anda buscando trabajo como


contador? -inquirió el hombre con tono helado.

-Así es, señor, estoy buscando mudarme a esta área y busco un


trabajo permanente, ya que tengo a dos niños de once años de
quienes cuidar -contestó Vernon, porque había escuchado que el
hombre tenía un niño de la misma edad y esperaba poder
ablandarlo un poco. Le hizo señas a sus dos muchachos-. Este es
mi hijo Dudley, y mi sobrino, Harry Potter.

Los ojos grises se agrandaron de golpe, para sorpresa de Vernon, y


Lucius Malfoy estuvo a punto de torcerse el cuello al moverlo tan
rápido para mirar la cicatriz de rayo y los ojos verdes color Avada
Kedavra.

Quedó sin palabras por unos breves momentos, y después se aclaró


la garganta. Intentaba pensar con desesperación como usar esto
mejor para su beneficio. Harry Potter y su familia estaban a su
alcance… ¿pero qué hacer?
-Bueno, he escuchado cosas buenas de usted, por supuesto… -
Lucius no había escuchado nada, pero ese no era el tema. Arrastró
la mirada de nuevo hacia Vernon con renuencia. No le importaba si
Vernon apenas era capaz de sumar uno más uno y obtener la
respuesta correcta. Él iba a contratarlo para hacer cualquier trabajo
que quisiera-… estoy seguro de que puedo darle ese empleo. El
puesto viene con una casa, por supuesto, en la finca familiar. Donde
tenemos a los caballos cuando no se encuentran compitiendo…

Bueno, el empleo no venia con casa antes… pero Lucius los quería
en la Mansión, bajo sus protecciones mágicas mientras pensaba
que hacer exactamente. Narcissa era una Black, y era prima de
Harry en tercero… o cuarto grado. Estaba seguro que eso sería
importante. Draco siempre había querido tener un hermano y Harry
era un pariente sanguíneo.

Las cosas podrían arreglarse para beneficiar a todos.

Mientras tanto, Vernon se veía muy entusiasmado acerca de la


casa, así como con el sueldo que mencionó Lucius. Ellos
estrecharon manos, y Lucius les dio la dirección a la Finca Malfoy.
Ellos vendrían al día siguiente.

Lucius esperó hasta que ellos se fueron para Desaparecerse hacia


su hogar para consultar con Narcissa.

Autor: No sé nada de carreras de caballos, así que no daré detalles.


Sin embargo, el plot se complica.

N/T: Muchas gracias por comentar, favorecer y seguir este fic. Y mis
agradecimientos especiales Levi a quien comentó una errata en el
primer capítulo, que después gracias a esto enmendé. Espero que
sigan corrigiendo cualquier cosa extraña ;)

Harry Potter, personajes y su mundo © de J.K. Rowling y varias


otras compañías. Fanfiction sin fines de lucro, ni pretensiones
de infringir derechos de reproducción, realizado sólo con fines
de entretención. El plot, y personajes que no reconozcas
pertenecen al autor de este fic.
Chapter 3
Nota del Autor: Sí, el Lexicon dice que Charlus y Dorea Potter no
son los abuelos de Harry, pero lo son en mi historia muy AU.

" LOS MUCHACHOS DE PETUNIA"

Autora: Severusphoenix

CAPÍTULO 2

Lucius Apareció derecho en su estudio, y pidió té. Convocó brandy


para echarle un poco. Sorbió el té lentamente, necesitaba pensar.

Era afortunado de haber hallado a Potter de esta manera, en el


hipódromo. Por suerte, los Malfoy habían tenido caballos aun en sus
peores épocas. Esta tradición provenía desde que su familia vivía en
la región de la Camargue en el sur de Francia. El lugar era bien
conocido por los caballos blancos y los toros negros. Los caballos
de la Camargue habían estado allí por milenios, mucho antes que
los romanos, datando de fechas no registradas.

Los ancestros de Lucius habían vivido allí también, cuidando de los


toros y cabalgando los caballos. Durante los siglos la crianza había
evolucionado un poco, cuando los moros invadieron España, con la
introducción de caballos de los desiertos se cruzaron con muchas
razas europeas, pero los caballos de la Camargue habían
mantenido sus pelajes blancos.

Los Malfoy se habían dividido en este punto, invasiones y guerras


habían afectado a los hechiceros hasta en las ciénagas. Algunos se
quedaron, y aprendieron a proteger mágicamente el área y se
enseñaron ellos mismos a hacer magia defensiva. La rama de
Lucius se había ido… llevándose a algunos caballos con ellos…
para seguir a Guillermo el Conquistador a Inglaterra. Ellos ayudaron
al rey en sus batallas y recibieron un área grande en Wiltshire como
recompensa.

La corte de Guillermo había susurrado acerca de magia, y los había


llamado 'Malfoi', mala fe, aludiendo a su hechicería. La familia había
resoplado con desdén y mantuvieron el nombre. Los Fundadores ya
habían comenzado Hogwarts, y los niños Malfoy pronto estuvieron
acudiendo allí. La familia había mantenido sus caballos blancos, y
en ocasiones enviaban por más, manteniendo contacto con sus
parientes en la Camargue.

Las carreras de caballos, "el deporte de los reyes", siempre fue un


favorito de los Malfoy, incluso después de ser presentados con los
caballos voladores. Esto representaba interactuar con los muggles,
pero había un grupo de magos que aun amaba a los pura sangre, y
trabajaban juntos para mantenerle la pista de lo que necesitaban
hacer para mantenerse en buenas relaciones con los clubes de
jinetes.

Cuando el Señor Oscuro estuvo en el poder, Lucius había dejado


toda su cuadra en las manos de un par de criadores muggles y
entrenadores, diciendo que iba a salir del país por un período
indeterminado de tiempo, esperando poder reclamarlos en el futuro.
Y eso fue lo que hizo, una vez que el Wizengamot lo declaró libre de
cargos.

Estando bajo la sospecha de la mayoría del mundo mágico, las


carreras se convirtieron en una especie de refugio para Lucius. Todo
lo que veían los muggles era un propietario millonario, y lo trataban
con la deferencia que a él le gustaba. Pronto otros dueños lo fueron
incluyendo en sus conversaciones, poniendo a prueba su limitado
conocimiento del mundo muggle.
De forma normal dejaba que estas conversaciones fluyeran mientras
asentía a intervalos. Pronto no pudo resistir entrar a invertir en
acciones de las que escuchaba se aconsejaban. Ahora poseía una
gran cuenta bancaria en el mundo muggle así como en el mágico.
De vez en cuando se miraba al espejo y fruncía el ceño a su reflejo,
usando palabras como "traidor de sangre hipócrita, amante de
muggles, etc".

Normalmente se reía y se contestaba a si mismo: "Astuto Slytherin,


quien pretende tener una salida preparada por si fuera necesario".
Esta era una buena excusa como cualquiera para rebajarse con los
muggles.

En una ocasión recogió un periódico mirando los titulares y se


quedó mirando las fotos estáticas. Un artículo atrapó su atención…
hablaba de la sobre-población mundial. Las cifras mencionados eran
impactantes. Él había escuchado que había un montón de
muggles… tal vez millones. Voldemort lo había dicho, aunque ellos
pensaban que él estaba exagerando.

El Señor Oscuro había estado equivocado. Ellos eran billones… con


una ' B' . De todas formas le preguntó a un propietario cercano si las
cifras serian realmente las correctas, con la voz un poco ronca al
hacerlo. El muggle había hecho una mueca.

-Me temo que sí, viejo amigo, aunque ellos deben estar
rebajándolas un poco -dijo echando una risotada pesarosa.

Lucius había quedado paralizado de espanto, y se había ido a casa


con Narcissa.

Tras pasarle a ella el periódico, después dejó caer la cabeza con un


golpe contra la mesa, murmurando-. Aunque cada mortífago en el
mundo matara sin parar por un siglo, no podríamos deshacernos de
ellos… aun cuando cada bruja y mago nos ayudara -gimió y
masculló, mientras Narcissa leía-… un muggle me contó un cuento
que leyó acerca de un virus virulento que dejaban suelto y mataba a
casi todo ser humano en el mundo… pero tampoco queremos eso,
sólo imaginar el hedor… y los necesitamos alrededor, sólo que no
en tales números… -Lucius gimoteó y se golpeó otra vez la cabeza
contra la mesa.

Narcissa terminó de leer el artículo y suspiró, aceptando de


inmediato lo inevitable. Ellos nunca iban a librarse de los muggles, y
deberían aceptarlo-. Deja de golpearte, Lucius, eso es impropio.

-Es que no hay solamente millones de ellos, Cissa… hay billones…


con una 'B' -Lucius se golpeó contra la mesa de nuevo.

-¡Lucius! -Narcissa le cortó, y continuó pensando en el artículo.

Lucius se detuvo e hizo un mohín, Voldemort había mentido… ellos


no podían ganar, e iban a necesitar de cada gota de sangre mágica
disponible para no ser extinguidos completamente por los muggles.

De eso habían pasado dos años.

Narcissa había sufrido a través del enfurruñamiento y la depresión, y


había decidido lavarle el cerebro a Draco para que comenzara a
pensar que los muggles podían no estar tal mal… aunque fuera
solamente como esbirros. Lucius la había secundado y comenzó a
llevarlo con él a las carreras, introduciéndolo lentamente a los
muggles.

-Ellos parecen aceptables -dijo Draco confundido. Aparentemente no


era lo que se esperaba.

Y ahora Lucius tenía a Harry Potter y sus parientes muggles


viniendo a vivir con ellos… pero ellos tenían que jugar esto bien.
Esto bien podría ser su boleto de salida del agujero que había
excavado el Señor Oscuro. Él necesitaba que Draco comprendiera
la importancia que los muggles tenían en esto… los muggles
demostrarían al resto de la sociedad mágica la buena disposición de
los Malfoy para aceptar a los que no eran sangre pura.
Finalmente, bajó a cenar y lentamente habló de lo que había
descubierto a Narcissa y Draco, y a quien. Narcissa comprendió de
inmediato y asintió complacida.

-Tener aquí a mi primo Harry Potter en la propiedad será… favorable


-dijo ella, y tomó otro bocado de crème brûlée .

Draco pareció algo confundido-. ¿Harry Potter esta viviendo en… la


pobreza… con muggles? -que más bien se escuchaba como si
dijera: "¿viviendo en… Marte… con leprosos?"

Ellos se retiraron a un saloncito, y Lucius miró el rostro algo


obstinado de Draco. Desafortunadamente, a pesar de que Lucius se
había refrenado de charlar acera de la "supremacía de los sangre-
pura", (pues había estado precavido por algún tiempo de ser
arrojado a Azkaban, después de todo), los Crabbe, los Goyle, y los
Nott no habían sido tan restringidos. Draco, por supuesto, se
encontraba confundido. Su madre había tratado de encaminarlo en
la dirección que ellos necesitaban, pero sus amigos habían estado
diciendo otra cosa.

Con renuencia Lucius extrajo un pensadero, y lentamente colocó


una memoria dentro de la vasija. Narcissa palideció, y se dio vuelta,
sirviéndose un vaso de vino y mirando por la ventana en dirección a
los jardines y el campo más allá con puntos de caballos blancos.

Lucius empujó a Draco hacia la vasija y lo hizo entrar a la memoria.

Era una escena de matanza. Esta era una memoria de varios años
atrás, Macnair estaba siendo iniciado. Acababa de matar a un
hombre muggle y después procedió a violar y estrangular a la
esposa. Draco hizo arcadas y trató de escapar, horrorizado de ver al
amigo de sus padres actuando de esa manera.

Jadeó de espanto cuando el Señor Oscuro terminó riéndose de


deleite, y caminó pisando sobre los cadáveres para tomar el brazo
de Macnair y marcarlo con la Marca Tenebrosa. Esta vez fue el turno
de Macnair para gritar mientras su brazo humeaba y se quemaba. El
nuevo mortífago gimió mientras colapsaba sobre sus rodillas. Al
terminar, dijo-. Gracias, mi Lord -con voz gastada por sus gritos.

Draco estaba seguro de que iba a desmayarse cuando reconoció a


su padre dando un paso adelante para ser el próximo. Lucius debía
haberse recién graduado de Hogwarts, su cabello todavía no había
crecido. Abraxas estaba detrás de él susurrando bruscamente al
muchacho pálido.

Draco para entonces estaba hiperventilando, horrorizado por lo que


su padre adolescente estaba a punto de hacer.

-Si el Señor Oscuro regresa, esto es lo que demandará de ti para


que entres a su servicio… y no es probable que permita que mi hijo
decline el honor -dijo Lucius con voz plana, observando a su yo más
joven con disgusto.

Un muchacho fue empujado delante de un joven Lucius, debía ser


quizás un año o algo así más joven que él mismo, y lo bastante
parecido a él para ser su hermano. El cabello podía ser un tono más
oscuro, y los ojos azules… y estaba llorando. Lucius no se había
sentido feliz con esto. Se suponía que ellos iban a hacer algo
constructivo para tener a los muggles bajo control, y lograr que el
Wizengamot y el mundo mágico los respaldara… ¿cómo podía ser
esto de ayuda?

- Mátalo -dijo el mago con las facciones como derretidas, y Draco se


dio cuenta que ese monstruo demente era el Señor Oscuro…
¿dónde estaba el líder esplendido y todopoderoso del que había
escuchado? Observó como el joven Lucius tragaba en seco, pero
era obvio hasta para Draco que este era un momento de 'mata o
muere'.

La varita en la mano del joven Lucius se alzó y después hubo un


susurrado Avada Kedavra, seguido por luz verde que hizo caer al
muchacho muggle muerto al suelo.
Draco estaba sollozando para cuando Lucius tenía una fresca Marca
Oscura humeante en el brazo izquierdo. Lucius no había gritado,
pero había gruñido mientras se mordía el labio, y después se
levantó y le dio las gracias a un sonriente y burlón Voldemort
mientras la sangre goteaba sobre su camisa.

Draco fue jalado fuera de la memoria, para su alivio, mientras más


muggles eran sacados de una jaula para torturarlos al azar.

Draco jadeó, inclinado sobre el escritorio por un momento, y


después corrió hacia un lavabo para vomitar violentamente. Cuando
terminó se aseó y regresó tambaleante hacia el saloncito para
sentarse frente a su padre. Un elfo doméstico trajo una bandeja con
té y unas tostadas.

-Díganme lo que tengo que hacer para ayudar a evitar que regrese
el Señor Oscuro -dijo Draco después de beber un trago largo de té.

Lucius le sonrió con orgullo y asintió. Narcissa se sentó a su lado


para darle un abrazo, y después ellos comenzaron a planear.

~LMP~LMP~LMP~LMP~LMP~

Vernon y los dos niños se encontraban eufóricos en el camino de


regreso al motel. Hasta se detuvieron a conseguir curry para llevar,
que era una de sus comidas favoritas antes de que el dinero fuera
escaso.

Dudley y Harry pasaron la tarde empacando. La bolsa sin fondo


prestó de nuevo sus servicios. Vernon pasó parte de la tarde
llamando a todos sus clientes para contarles que se mudaba a
Salisbury. Él esperaba poder continuar también llevando sus
cuentas, porque iba a estar en el hipódromo de Salisbury bastante
tiempo. No estaba seguro del tiempo que le llevarían los asuntos del
señor Malfoy, así que deberían esperar a ver como era.

Al fin estuvo todo guardado, con la excepción de una muda de ropa,


y se fueron a la cama. Vernon se quedó despierto por un tiempo
después de que los niños se durmieron pacíficamente. Su corazón
estaba latiendo muy fuerte. Hizo sus ejercicios relajantes, y
eventualmente su corazón se alivió. Estos ejercicios se los habían
enseñado en realidad a Petunia, pero Vernon también había
empezado a usarlos.

Parecía demasiado bueno para ser verdad, y temía descubrir que la


'casa' en realidad fuera un choza, o que el salario en realidad era
"por el primer mes y después lo re-negociamos", o que hubiera
alguna otra trampa. Finalmente se quedó dormido, barajando
números en su cabeza.

Ellos viajaron de nuevo a Salisbury la mañana siguiente, y dieron


vuelta por un tranquilo camino vecinal, que conducía derecho al
Parque Nacional New Forest. El área parecía sorprendentemente
vacía de gente, aunque vieron algunas granjas a través de los
espesa cobertura vegetal, y unas cuantas casas grandes.

Al dar vuelta en un camino, Harry sintió como un cosquilleo de


energía pasaba a través de él. Esto lo preocupó… se sentía como
magia.

Dieron otra vuelta en el primer camino a la derecha, como les


habían indicado, y pasaron a través de un alto seto decorativo a
cada lado de un camino estrecho, hasta llegar finalmente a unos
campos con caballos blancos y jardines a la distancia. Podía verse
una enorme casa solariega, y Vernon jadeó al conducir el auto viejo
por una entrada circular en frente de la mansión impresionante. Él
no se hubiera atrevido a estacionar en ese lugar, pero el señor
Malfoy le había dicho que lo hiciera.

Apenas se habían bajado del auto cuando Lucius apareció en lo alto


de las escaleras saludándolos con la mano con una sonrisa de
bienvenida. Los condujo hacia una sala de estar con una enorme
ventana salediza que daba a los jardines formales donde unos
pavos reales blancos paseaban chillando irritados a los caballos
juguetones.
Narcissa había ordenado un té esplendido, y después les dijo a los
elfos que no se mostraran delante de los visitantes bajo amenaza de
ropa. Ella se puso de pie y le ofreció su mano a Vernon con una
sonrisa, él parecía agradable, y el jovencito robusto a su lado
obviamente era su hijo… y después estaba Harry Potter, cicatriz de
rayo justo donde decían las historias.

Él estaba sonriendo contento, y le dijo un "Encantado de conocerla,


señora" cuando llegó su turno.

Té y bocadillos selectos de jamón, pasta de huevo, y salmón


ahumado fueron ofrecidos, junto con bollitos y crema espesa. El
almuerzo había sido horas atrás, así que los muchachos se
alegraron de ver la comida. Narcissa les preguntó acerca de su
viaje, y charló un poco de trivialidades. Se habló de las tiendas y
mercados más cercanos (ella había tenido que hacer una rápida
investigación esa tarde al descubrir que ellos venían en camino).

Hasta que al fin, como esperaban, Vernon les preguntó por la


escuela más cercana-… Yo quiero inscribirlos enseguida en la
escuela para el año que viene.

Los ojos de Narcissa y de Draco fueron hacia Lucius, y él se


enderezó. Hora de arriesgarse. Se aclaró la garganta y mirando a
Vernon le preguntó calladamente-. ¿Entonces Harry no va a ir a
Hogwarts?

Los tres se congelaron como si hubiesen visto un basilisco. Vernon


miró a Lucius con atención, pensando en las implicaciones de esa
pregunta-. ¿Usted es un mago entonces? -le preguntó con
vacilación, si no fuera así entonces Vernon quedaría como un idiota.

Como respuesta, Lucius sacó su varita y con un Accio trajo un libro,


«Hogwarts, una Historia» y se la ofreció a Harry.

Harry lo tomó con una sonrisa-. Este ya lo tenemos, pero creo que
esta es una copia nueva… ¿ha sido actualizado?
Lucius levantó una ceja con sorpresa, así que ellos no eran
totalmente ajenos al mundo mágico-. No, no recientemente. Me
alegra que estés consciente de nuestro mundo… pero repetiré: ¿vas
a ir a Hogwarts?

Vernon suspiró, y contestó-. Me da gusto haberlo conocido. Quizás


usted pueda contestarme eso, en realidad. La tía de Harry insistió
en que su escolaridad ya estaba pagada por algún tío abuelo u otro.
De ser eso cierto, espero que el cheque mensual gubernamental de
Harry ayude a cubrir sus otros gastos.

Lucius asintió, aliviado de que Vernon no estuviera en contra de una


educación mágica; a pesar de que hubiese sido divertido escuchar a
Dumbledore rabiar si Vernon decía que no-. Yo estoy en el Consejo
Escolar de Hogwarts, y puedo averiguarlo por usted. Pero le
aseguro que los gastos no serán ningún problema, hay una beca de
escolaridad si la bóveda de Harry se encuentra vacía.

-¿Bóveda? -inquirió Vernon, sin comprender.

Lucius asintió a Narcissa, quien elevó las cejas, de modo que


Dumbledore no les había dicho nada.

-Sí la bóveda de la familia Potter se encuentra en Gringotts, el


banco mágico. El abuelo de Harry fue el más joven de cuatro, pero
su padre fue hijo único así debe haberle quedado todo lo que le
dejaron sus padres. Con honestidad no sé en que estado se
encontraran sus finanzas, pero tenían una casa en el Valle de
Godric… -todos saben eso, pensó Lucius-… y la bóveda debería
tener algo de oro en ella. A pesar de que el entrenamiento para ser
Auror en la Academia es caro, y James Potter acababa justo de
terminarlo cuando falleció; aun así debería quedar algo allí.

-Bueno, eso es excelente. Me alegra de que Harry tenga algo con


que comenzar en el mundo mágico -Vernon le sonrió a Harry. Él
había estado muy preocupado de que Harry no pudiera entrar al
mundo de sus padres, y eso seria una lástima. Él iba a ser un mago
excelente… Petunia lo había dicho así.
Lucius quedó complacido con la respuesta de Vernon, y Narcissa
asintió también aprobando. Vernon no había hecho comentarios
acerca de poner sus manos en el dinero de Harry. Entonces, era un
hombre honorable.

-Bueno, además tengo otra sorpresa -Lucius se sentó derecho para


darle vueltas a la cucharilla de su té, la primera parte había ido bien,
y Draco parecía complacido de que Harry iba a ir con él a
Hogwarts-. Ya que estamos hablando de tus abuelos, el nombre de
soltera de tu abuela… -Lucius miró a Harry-… era Black. Y el
nombre de soltera de Narcissa también es Black… -Lucius esperó
mientras el rostro de Harry se iluminaba con esta noticia.

Harry miró a la hermosa señora Malfoy, quien estaba sonriendo con


simpatía-. ¿Entonces estamos emparentados? -preguntó Harry sin
aliento.

Narcissa sonrió, después de todo este muchacho iba a mantener a


Draco fuera de las garras del Señor Oscuro, a ella no le importaba
quienes habían sido sus padres, y asintió-. Renuncié a resolver si
somos primos de tercer o cuarto grado, así que pienso que
deberíamos llamarnos solamente primos.

-Eso me daría mucho gusto, señora -Harry le sonrió a Narcissa, y le


sonrió de medio lado a Draco.

-¿Por qué no los llevas a ver los caballos, Draco? -Lucius indicó
hacia los campos.

Draco asintió-. Sí, nuestros caballos vienen de la Camargue en


Francia, de donde viene la familia originalmente. Ellos son
estupendos para montar, aun cuando sean un poco pequeños, rara
vez alcanzan las 15 manos… -la disertación de Draco continuó al
salir por la puerta que los conduciría a ver donde estaban los
curiosos caballos.

Lucius miró a un ahora nervioso Vernon, quien seguramente se


preguntaba si los querían a ellos solamente por Harry-. Puede que
usted no sea un pariente sanguíneo, señor Dursley, pero usted es el
tío de Harry, así que ahora también es parte de la familia. El mundo
mágico es muy claro en eso, así que usted también es bienvenido
aquí.

Vernon pareció aliviado, y ellos finalizaron unos pocos detalles sobre


el 'trabajo de contabilidad', para alivio de Vernon.

Lucius después de eso se paró para llevar a Vernon a la casa que


habían preparado, los niños se encontraron con ellos cuando Draco
vio a donde se dirigían. Se trataba de una casa de campo, una 'casa
de viuda'(1), bastante grande y además magnífica. Por suerte no era
tan grande que Vernon fuera a rechazarla de inmediato. Solamente
tenía cinco dormitorios, para que no estuvieran apretados, y
pudieran recibir huéspedes. Aun así, Vernon tragó en seco y
palideció al verla.

-Yo incluí algunos muebles, por supuesto, y el lugar se calienta o se


refresca por si solo, tan sólo dígale al cuarto que estaba demasiado
caliente o demasiado helado y se ajustará. Y usted tendrá un
cocinero, por supuesto.

Lucius explicó lo mejor que pudo acerca de los elfos domésticos, y


después llamó a uno. Todos pegaron un grito, y Vernon palideció,
pero los chicos pensaron que era genial, no tendrían que limpiar
más la casa ni cocinar.

-Yo deseo que ustedes consideran que este es su hogar desde


ahora -les dijo Lucius con seriedad, y en especial a Harry-. Ustedes
son familia, y esta casa es ahora tuya, Harry -una chispa brotó de
Lucius hacia Harry, sellando el trato, según explicó Lucius.

-Por lo que tengo entendido, Harry se encuentra protegido por


protecciones de sangre… -Dumbledore siempre insistía en ello cada
vez que alguien mencionaba a Harry-. Si lo deseas, yo puedo erigir
mañana las protecciones sanguíneas, y entonces este lugar será
también tuyo, Dudley, ya que tu eres el que tiene la sangre de su
madre. Vernon, como padre de Dudley y tutor de Harry se le
considera la cabeza de esta casa particular, así que también es
suya.

Los tres asintieron, un poco agobiados por ser ahora de improviso


los dueños de una casa mágica, y Lucius los dejó para que se
acomodaran.

~LMP~LMP~LMP~LMP~LMP~

Los tres entraron pronto en una rutina con pocos problemas. Vernon
aprendió luego las rutinas de chequeo de los caballos de carreras
en las varias pistas. Y ver como estaban los caballos en la
propiedad y los gastos de cada uno. Ya estaba familiarizado con la
mayoría de esos aspectos por los propietarios y entrenadores con
que había estado trabajando.

A veces trabajaba en una oficina pequeña en la mansión, o el


hipódromo de Salisbury, ya que siempre había caballos Malfoy allí
en un momento dado.

Los niños exploraron juntos la finca, y Dudley y Harry aprendieron a


montar en los pacientes caballos de Camargue. Para deleite de
Harry, Rusty y Snooty se encontraban en los establos (el alazán y el
gris).

Lucius descubrió a Harry acariciando el hocico del alazán un día, y


hablando con el caballo de carreras de ojos brillantes-. Veo que le
tienes bastante aprecio, Harry.

-Oh, él es mi favorito -dijo Harry sonriendo-. Lo encontré en nuestro


primer viaje a las carreras. Él se veía muy ansioso y cuando lo toqué
me dijo que él podía ganar, y lo hizo -rio de medio lado-. Iba en
contra 70 a 1, así que ese día arrasamos apostándole a él -Harry
suspiró al recordar-. La tía Petunia realmente disfrutaba de esos
paseos, especialmente cuando podíamos ver a Rusty. Él era nuestro
caballo favorito para verlo correr, aun cuando no ganara -se rio-.
Una vez me dijo que Snooty, el gris, iba a vencerlo y después se
quejó por su insolencia.
Lucius se había quedado sin aliento en un primer momento al
escucharlo hablar. Ser capaz de poder hablar con cualquier clase de
animal era la marca de un mago muy poderoso. Por supuesto que él
ya sabía que Harry lo era, pero era bueno el confirmarlo.

-Me alegra saber que él haya traído alegría a tu tía -contestó Lucius,
pensando con rapidez. Se preguntaba que cosas más podría hacer
Harry. Iba a necesitar consultarlo con Severus, pero con cuidado.
Lucius no sabía en donde se encontraban exactamente las lealtades
del mago… nunca estuvo seguro, a pesar de la confianza que le
tenía el Señor Oscuro.

N/T(1): 'Dower house": la casa de la viuda se denominaba a donde


iba a vivir la viuda aparte, dentro de la propiedad de su esposo.

Muchas gracias por la buena recepción, a todos quienes han dejado


comentario, favorecen y siguen el fic :)

Harry Potter, personajes y su mundo © de J.K. Rowling y varias


otras compañías. Fanfiction sin fines de lucro, ni pretensiones
de infringir derechos de reproducción, realizado sólo con fines
de entretención. La trama, y personajes que no reconozcas
pertenecen al autor de este fic.
Chapter 4
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" LOS MUCHACHOS DE PETUNIA"

Autora: Severusphoenix

CAPÍTULO 4

Severus observó con desagrado los ojos de Albus titilar y brillar


durante otra tediosa reunión del plantel. Albus y Minerva se
comportaban de forma repugnante con su orgullo de que Harry
Potter vendría el próximo año al colegio. Filius rodaba los ojos de
forma regular; el también adoraba a Lily, por supuesto, siendo ella
una estudiante destacada en Encantamientos. Pomona se veía
preocupada, como debería ser, porque Albus no cedía en su locura
acerca de la Piedra Filosofal.

Minerva y Albus seguían mirándolo durante las reuniones,


esperando una explosión de malicia concerniente al 'engendro
Potter'. Él permanecía con el rostro de piedra, indiferente a las
pullas sutiles de los Gryffindor. Severus solamente podía asumir que
ellos querían verlo hostil hacia el chico Potter… ¿y eso por qué?

Él suponía que Albus no quería que Severus estuviera al tanto de


Harry, excepto para asegurarse de que no resultara muerto mientras
estaba en el colegio. Mantener bien alimentado el odio de Severus
por todo lo Potter era una buena forma de lograrlo.

Durante los últimos años varias cosas perturbadoras sobre Albus


habían atraído su atención. Una vez un pariente bastante rico muy,
muy, lejano de los Potter, había preguntado por Harry, con la obvia
intención de adoptarlo en su familia. Albus había sacado de no sabía
donde una carta de Petunia, una que ella había escrito para ver si
podía acompañar a Lily a Hogwarts. La carta, decía Albus,
demostraba claramente el amor que Petunia sentía por Lily y la
angustia que sentía al verse separada de ella.

No quedó un ojo seco en el cuarto después de leerse esa carta,


excepción hecha de Severus por supuesto. Albus había derramado
poesía acerca de lo bien cuidado que estaba Harry por la mujer que
había escrito esa carta, y las muchas indulgencias que seguro le
habían prodigado.

Cada vez que Harry era mencionado por alguien él empezaba a


hablar acerca de su forma extravagante de vida… sin mencionar
directamente que Harry fuera malcriado, por supuesto. Si Severus
no supiera exactamente como Harry vivía, probablemente hubiera
desarrollado un resentimiento muy real por esto.

Se le había hecho claro que Albus no tenía la menor idea de como


era la vida en la residencia de los Dursley. Petunia en ocasiones
consentía a los niños, pero ellos debían realizar pequeñas tareas, y
se esperaba que se comportaran como jóvenes caballeritos. En
ninguna ocasión Albus mencionó la enfermedad de Petunia. Por
supuesto que era posible que Albus no quisiera que nadie supiera
que la principal fuente de su protección mágica estaba muriendo…
pero aun así, él debería haberle dicho algo a Severus.

La carta de Harry contándole del deceso de Petunia dejó a Severus


desosegado. Él esperó… y esperó… y esperó a que Albus lo
mencionara. ¿Seguramente ellos necesitaban transferir las
protecciones sanguíneas a Dudley? ¿Acaso Albus y Minerva lo
habían hecho solos? ¿Pero por qué Albus no había mencionado
nada al respecto?

Después, durante el receso de primavera, en una reunión del


plantel, Albus y Minerva alegremente discutieron en extenso que los
Dursley y Harry estaban vacacionando en la playa, o quizás este
año estarían acampando. Severus notó ahora como ellos eran
cuidadosos de no actuar como perjuros. Ellos 'especulaban' acerca
de ello, pero en un tono de convencimiento tal que los oyentes lo
daban por hecho.

Sin embargo, ellos continuaron hablando de la familia de Harry, y de


Petunia, cuando por lo menos Albus debería estar consciente del
hecho de que ella estaba muerta.

Severus se había hecho preguntas y había dudado, con temor de


alertar a Albus del hecho de que había estado en contacto con Harry
y su familia por años. Hacia mucho que Severus se había
desilusionado un tanto de Albus, quien en el mejor de los casos,
pensaba solamente en una guerra que podría o no ocurrir; y en el
peor, estaba usándolos a todos como piezas de ajedrez en un juego
que no podría estar en el mejor interés de todo el mundo.

Cuando el verano llegó, Severus decidió finalmente que necesitaba


hablar con Harry antes de que comenzara el año escolar. Él fue a
Privet Drive… para descubrir que allí estaba viviendo una nueva
familia.

La mente de Severus se aceleró tratando de hallarle sentido a esto.


¿Albus los habría trasladado en secreto? ¿Habrían sido los
mortífagos… ahora que Petunia ya no estaba? Otra parte de él de
manera cínica se preguntó si Albus tendría alguna pista siquiera de
que estuviera pasando algo en Privet Drive.

Severus golpeó en unos pocas puertas, diciendo verídicamente que


era un amigo de la familia que "les había perdido la pista". Los
vecinos trataron de ser atentos. Escuchó la triste historia de la
muerte de Petunia ocurrida justo antes de Navidad. Severus ya
sabía de eso, aunque no en tanto detalle, pues Harry había sido
breve en su carta. Todo lo que ellos sabían era que Vernon y los
niños habían empacado y se habían mudado en la primavera.
Nadie, incluyendo a los niños, sabía nada de ellos desde entonces.
Le llevó algún tiempo recordar a Severus que los chicos no podían
quedar fuera de la escuela sin sufrir la ira de Servicios Infantiles.
Severus fue con rapidez a interrogar a una secretaria de la escuela
local, y aplicando un poco de Legilimancia descubrió donde habían
terminado el resto del año escolar. O al menos la escuela a donde
habían enviado la documentación de los niños.

Severus halló esa escuela, y con alivio obtuvo por fin una dirección.
Quedó perturbado al encontrarse delante de un lamentable sitio de
'arriendos semanales'. El lugar parecía habitado en su mayoría por
trabajadores de cuadras, y algunos pocos que habían caído en
desgracia. Ninguno parecía peligroso a primera vista, lo que lo
ayudó a relajarse un poco. El dueño/gerente fue servicial con mayor
información después de que Severus le deslizara algunos billetes.

Vernon y los niños habían estado trabajando en las pistas de


carreras, y después se habían mudado a Salisbury, por lo visto al
hipódromo de allí.

Severus regresó a Hogwarts para considerar cuales eran sus


opciones. Estaban en julio, y Severus necesitaba hacer algo. Si
escuchar a Albus parlotear acerca de Petunia consintiendo a Harry
en unas vacaciones lujosas era intolerable cuando sabía que ella
estaba muerta, ahora era peor cuando sabía que los Dursley y Harry
se habían visto forzados a abandonar su hogar.

Le pesaba saber que la familia la había pasado mal y él no se había


enterado de nada. El dueño de ese lugar de renta semanal le había
contado que a ellos 'les iba bien', y que a Vernon le habían ofrecido
un trabajo mejor. Severus esperaba que eso fuera verdad.

Tomando una decisión, se puso de pie con una mueca de irritación,


interrumpiendo la charla de Minerva acerca de lo 'acogedora' que
era la calle donde vivía Harry-. Creo que ya hemos discutido todo lo
importante. Necesito ir a mi casa que no esta en una 'calle
acogedora'. Voy a necesitar reunir cada gota de paciencia para este
año que viene.
Mientras salia con las túnicas revoloteando, por el rabillo del ojo
notó que una sonrisa satisfecha se cruzaba entre Albus y Minerva.

Severus ya había empacado, y escribió una nota apresurada a


Harry. Fue a la lechucería y notó que el búho moteado que le
perteneciera a Lily, y después a Harry, estaba allí. Le colocó la nota
y le dijo al búho-. Tráeme la respuesta a mi casa en Spinner's End.

El búho ululó y partió con rapidez. Severus partió a su casa a rumiar


su enojo por Albus, y su preocupación por Harry.

~LMP~LMP~LMP~LMP~LMP~

Harry y Dudley corrieron a los establos temprano en la mañana,


como todas las mañanas por esos días. Draco se les unió, le había
llevado algún tiempo el llegar a términos con cepillar su propio
caballo y ensillarlo. Pero Dudley estaba en lo correcto, los caballos
respondían mejor a aquellos que los cuidaban. No habían podido
convencerlo de limpiar los establos, pero Draco sentía que los otros
niños en realidad no echaban eso de menos.

Ellos pasaban los días montando en los senderos, hasta en los de la


reserva de New Forest, y almorzando por ahí. Draco había querido
usar a los elfos, pero una vez en la reserva ellos podían ser vistos
por los muggles. Después de almorzar siempre regresaban a la
casa, y venian las clases con Narcissa de "explorar el mundo
muggle" para Draco, y "explorar el mundo mágico" para Harry y
Dudley.

Lucius y Narcissa llevaron a Harry y Dudley a algunos juegos de


quidditch en Francia y España, asegurándose de que Harry llevara
puesta una gorra para cubrir su frente. A cambio de esto, Draco fue
presentado con el fútbol, y pronto se convirtió en un fanático, a
pesar de que le costaba trabajo escoger cual equipo quería apoyar.
Draco se estaba sintiendo más a gusto con el mundo muggle,
aunque dejaba que los otros hablaran. Con todo, ir a las carreras
era su afición favorita, especialmente cuando Rusty corría.
Vernon estaba más cómodo en sus labores, y todos se habían
asentado en la nueva casa. Las pertenencias que estuvieron
guardadas en una bodega fueron retiradas y ubicadas en la casa
junto con el resto de las fotos familiares que fueron colocadas en las
murallas, y así se sintieron más en casa.

Harry y Dudley habían ido hace tiempo atrás al club local de ponis,
pagado por Marge, antes de que ella los expulsara de su familia. No
es que fueran jinetes expertos ni mucho menos, pero conocían lo
básico. Ahora, con las excursiones diarias se estaban volviendo muy
buenos jinetes. Los caballos de Camargue eran pacientes, pero
rápidos y ágiles, de modo que los dos niños pronto aprendieron a
quedar sentados sin importar lo que pasara. Un mozo de cuadra que
tenía algo de tiempo libre les enseñó también como caer
correctamente, un talento tan útil como el quedarse en la silla.

Ellos observaban a los purasangre correr en una pequeña pista que


rodeaba los pastizales, deseando que les permitieran montarlos. El
entrenador era un pariente de los Malfoy que venia de la Camargue,
uno a quien no le interesaban los trabajos mágicos, sino solamente
trabajar con los caballos. Los mozos de cuadra y los jinetes que
trabajaban en las cuadras de la mansión en su mayoría eran
estudiantes jóvenes mágicos que querían ganar algo de dinero en
los veranos. Uno o dos de ellos eran squibs o tenían muy poca
magia, y deseaban permanecer en el mundo mágico y amaban los
caballos.

Un mozo llamado Marin que ayudaba al entrenador era un squib que


sabía que los trabajos en el mundo mágico para entrenadores eran
escasos y esperaba trabajar en el mundo muggle, pero necesitaba
aprender esto, y como funcionar en el mundo muggle. Él se había
convertido en el improvisado instructor de silla para Dudley y Harry,
y ellos le estaban enseñando a como pasar por muggle.

Marin había conseguido obtener una licencia para conducir, aunque


Harry pensaba que alguien debía haber utilizado un Confundus en
quien tomó el examen para que él lo pasara. Pronto Marin se
encontraba llevando a los niños al pueblo para ir al cine y almorzar
en esos lugares poco saludables de comida rápida. Lentamente,
Marin y Draco se habían empezado a sentir más cómodos en el
mundo muggle, y Harry y Dudley aprendieron más acerca del
mundo mágico.

Narcissa les daba una clase de "conociendo a los magos" en las


tardes. Ella había quedado sorprendida y dudosa cuando Dudley se
les unió por primera vez, pero Dudley estaba ansioso por venir y le
dijo que "aunque en realidad no podía unirseles, adoraba escuchar
de ello y disfrutaba yendo a algunos eventos cuando podía". Ella
asintió, sonriendo, esperando que nunca se pusiera celoso ni
resentido como algunos.

Al comienzo de Julio, justo mientras los caballos eran dejados libres


en los pastizales, un familiar búho moteado voló directamente hacia
Harry, quien al verlo le extendió el brazo para que se posara. Harry
estaba contento de ver a Ditto, como ellos habían empezado a
llamarlo. Esperaba que el profesor Snape se contactara con él,
ahora que ellos se habían asentado en la finca Malfoy. Si llegaba a
visitarlos antes hubiera sido embarazoso.

Harry tomó la carta y le dijo al búho que esperara en el nuevo hogar


de Harry, indicando la casa de la viuda. Dudley y Draco fueron
detrás de él mientras iba hacia la casona Malfoy, ambos habían
reconocido la letra. Dudley estaba contento de ver que el profesor
Snape se reconectaba con ellos. Draco estaba desconcertado,
¿cómo es que su padrino conocía a Harry?

Los tres niños llegaron hasta el salón de visitas, donde Narcissa


normalmente conducía los 'lecciones' junto con servir el té de la
tarde. Harry estaba un poco receloso. La tía Petunia siempre había
dicho que nadie debía saber que Severus los conocía, a menos que
él lo dijera, ya que podría ser peligroso para él por una docena de
razones.

Harry abrió la carta y la leyó con rapidez.


Señor Potter:

¿Donde rayos se encuentra?

Espero su respuesta inmediata, dígale al condenado pájaro que


lleve la respuesta a Spinner's End.

Exasperadamente,

Profesor Snape

Harry se rio entre dientes. Aun estaba haciéndolo cuando Narcissa


entró. Ella también reconoció la letra de Severus y se detuvo.
Insegura de lo que quería decir esto, fue con rapidez al estudio de
Lucius y lo llevó a hablar con Harry.

Lucius dio una mirada a la escritura en la nota, verificando que fuera


de Severus y se sentó junto a Narcissa en un sofá.

-Veo que conoces a un amigo nuestro… -comenzó Lucius,


esperando que Severus fuera en verdad un amigo-… ¿un profesor
llamado Severus Snape?

Harry vaciló un largo rato. Podía darse cuenta del gran interés de
Lucius y Narcissa en esto, pero no podía determinar si eso era
bueno o malo para Severus. Él sabía, mediante comentarios sutiles
y no tan sutiles, que a Lucius no le agradaba Dumbledore, y no
debía estar a favor de Voldemort puesto que le había dado la
bienvenida a Harry Potter, y un par de muggles, en su finca. Harry
sabía que todo esto podría tratarse de un complot bien organizado,
pero decidió dejar que Severus lo decidiera.

Harry asintió-. Sí, él fue amigo de mi madre, y mantuvo contacto


también con mi tía -dijo Harry con sencillez. El profesor Snape
probablemente explicaría todo de todas maneras si fuera necesario.
Harry se metió la carta al bolsillo-. ¿Esta bien que le conteste?
Lucius le mostró a Harry su estudio con un gesto, con la intención
de asegurar que Severus llegara de inmediato, mientras que
Narcissa hablaba de forma distraída con Draco y Dudley acerca del
año escolar siguiente.

Lucius le pasó pergamino y una pluma inagotable a Harry. Harry


suspiró, pero Snape había hecho que Petunia pusiera a Harry a
practicar con una pluma y pergamino que había enviado, así que
Harry era bueno en eso.

Estimado Profesor Snape:

Lamento no haberle avisado que el tío Vernon, Dudley y yo nos


mudamos después de la muerte de tía Petunia. El tío Vernon
encontró un trabajo muy bueno aquí en la Finca Malfoy con unos
parientes míos. Tenemos una casa mágica y todo. Tío Vernon
puede explicarle todo lo demás cuando venga a visitarnos.

Espero que pueda venir pronto.

Sinceramente,

Harry Potter

Harry sabía que Lucius estaba leyendo la carta mientras él escribía,


aun cuando fuera cabeza abajo. No le importaba, eso le evitaría
tener que decirle lo que había escrito. Harry la enrolló con cuidado, y
Lucius llamó a su búho real para enviar la carta.

-Severus y yo fuimos juntos al colegio. Yo iba a unos pocos años


antes que él, pero ambos estuvimos en Slytherin. Él es el padrino de
Draco de hecho -Lucius trató de proveer la información de manera
casual, pero su mente esta acelerada. Enviar la carta por búho, en
vez de mostrarle a Harry como hace una llamada por fuego le daba
a Lucius y Narcissa un tiempo precioso para pensar como hacer que
esto funcionara a su favor.
Lucius envió a Harry de regreso con Narcissa, y pensó con rapidez.
Severus, de todas las personas, sabía que Lucius no sido sometido
al Imperius por Voldemort. Lucius nunca realmente había sido capaz
de entender donde se encontraban las lealtades de Severus… una
de las razones por la que Lucius admiraba enormemente a Severus.
Alguien que pudiera esconder sus motivos de Lucius era alguien a
quien respetar.

Pero ahora, si Severus estaba ayudando a Harry Potter, y


Dumbledore no sabía nada de esto… bueno, quizás hubiera un
tercer lado en esta guerra. Uno que no involucraba a un fanático
demente purista de la sangre ni a un mago en una torre de marfil
que no reconocía nada más que su idea de lo que era correcto.
Severus conocía de áreas grises y de sombras y sabía como
navegar en ellas.

Lucius esperó el regreso del búho de Severus con expectación, y,


seguro que si, su búho real regresó pronto con la respuesta, con las
colas de la cola humeando y una mirada de ultraje en el rostro.

Harry se disculpó con Narcissa quien asintió, también ansiosa por


conocer la respuesta de Severus.

Harry,

¿LOS MALFOY?

Dile a Lucius que estaré allí para la cena a las siete, y que mejor sea
que tanto él como Vernon tengan una explicación.

Atentamente,

Severus Snape.

Harry se rio algo incierto. Había un montón de cosas entre lineas


que no comprendía, pero fue divertido observar como el ojo de
izquierdo de Lucius saltaba en un tic, como siempre pasaba cuando
Lucius estaba bajo presión, al parecer. Esperaba que Severus le
dejara saber lo que estaba sucediendo, la tía Petunia había confiado
mucho en él, y este siempre daba información sin problemas cuando
los visitaba.

Harry le pasó la nota, y observó como Lucius se ponía una mano en


la esquina del ojo izquierdo para detener el tic.

'Fantástico', pensó Lucius. Bueno él no podía esperar que Severus


confiara en Lucius sin una confrontación menor sobre ciertas
cuestiones… tales como lealtades, expectativas, planes
concernientes al futuro, etc.

Todo dependía de a quien era leal Severus… y Lucius recordaba


bien la súplica suicida de Severus a Voldemort para que dejara con
vida a Lily Evans Potter. El hecho de que en realidad había
persuadido al Señor Oscuro a perdonarle la vida a Lily de ser
posible, había sido asombroso.

Lucius le envió un mensaje rápido a Vernon acerca de la cena con


Severus que tendría lugar en la Mansión Malfoy, "para mayor
conveniencia de todos"… especialmente de Lucius. Los niños se
cambiaron de ropa, y Narcissa se puso un hermoso vestido que no
era demasiado ostentoso como para poner tenso a Severus. Lucius
luchó por evitar empezar a pasearse mientras esperaban en la sala
de estar. Por fin se escuchó el Flú, y un Severus de aspecto hostil
fue conducido hasta allí por un elfo doméstico.

Los tres niños saltaron a saludar al Profesor, y él contuvo su


interrogatorio hasta después de terminar de inspeccionar a los tres
niños. Lucius se erizó un poco al ver que Severus hacia un
diagnóstico mágico sobre Harry, probablemente buscando algún
hechizo coercitivo. A Lucius no importaba que hiciera el hechizo,
pero lo agravante fue ver al otro mago hacerlo sin varita y sin
palabras. El condenado Snape tenía mucho más poder bruto que
Lucius, no es que esto le molestara, a menos que Snape insistiera
en hacer ostentación de ello de esta manera.
Finalmente, Severus se sentó en un sofá, y los niños lo rodearon
parloteando acerca de caballos. Severus los dejó hacer por un rato
mientras miraba a los tres adultos. Narcissa pidió un copa de su vino
favorito y una bandeja con tartaletas de alcachofa, otro favorito de
Severus.

Por fin los chicos se quedaron sin aliento, y Severus consiguió decir
una frase.

-Imaginen mi sorpresa al descubrir a Harry y su familia… aquí -


consiguió decir Severus calladamente.

Lucius vaciló, y Vernon saltó-. Quizás yo debería comenzar… -


Lucius asintió dando su permiso-. Necesito explicar algo, aun antes
de que Petunia enfermara nosotros estábamos viviendo fuera de
nuestro presupuesto. La hipoteca fue co-firmada por Marge, y era
mayor a la que yo debería haber tomado, y teníamos dos autos,
aunque Marge fue quien compró uno. Ella nos compró viajes de
vacaciones caros… pero aun así debíamos pagar por los tours, y las
comidas caras. Habríamos salido adelante, de no ser por el desastre
que nos golpeó. Por supuesto que sus tratamientos estaban
cubiertos, pero yo falté demasiado al trabajo, y una vez que vas
quedando atrás en los pagos… es muy difícil ponerse al día.
Cuando vendí el auto caro y pelee con Marge, ella dejó de darme
'préstamos' para cubrir los gastos… y después de eso todo fue de
mal en peor…

Severus asintió comprendiendo. Lucius, por supuesto, se veía algo


perplejo, pero asintió de todos modos.

-Yo había faltado muchos días en el trabajo para cuando ella murió,
y ellos me despidieron -Vernon miró a Severus disculpándose-. Yo
debería haberle avisado de todo esto, pero tenía miedo de que
Dumbledore nos arrebatara a Harry. Petunia dijo que él tenía
demasiado interés en él.

-Una mujer muy sabia -murmuró Narcissa.


Severus escuchó el matiz en el comentario, y lo archivó para más
tarde. La princesa sangre pura estaba expresando aprobación por
una muggle. A pesar de que sentía afecto por Narcissa, también
conocía sus flaquezas.

-En cualquier caso, conseguí que siguiéramos juntos, aunque no


fuera en ningún caso en medio del lujo -dijo Vernon con
remordimiento-. Después se presentó esta oportunidad con el señor
Malfoy, y descubrimos que la señora Malfoy es pariente de Harry.
Debo decir que me sentí muy aliviado, ellos podrían ayudar a Harry
a ingresar en el mundo mágico. Yo sé que usted tiene a Dumbledore
mirando sobre su hombro, así que puede que no fuera capaz de
darle una mano tanto como quisiera.

Severus asintió lentamente mientras Lucius permanecía de pie


cerca de la chimenea recargado en ella de forma elegante
intentando evitar que su ojo saltara con el tic. Severus pensó que
quizás había tomado un pócima calmante.

Narcissa se puso de pie y se alisó la falda, anunciando la cena.


Ellos se sentaron a la mesa, y los niños la dejaron orgullosa
comportándose muy bien, ya que unos cuantas lecciones de
etiqueta se habían añadido a las otras. No es que Petunia no
hubiera hecho un buen trabajo con ellos, pero algunos sangre pura
con quienes se encontraran podrían ser muy inflexibles en sus
expectativas.

Lucius sostuvo su silla, y Narcissa tocó la campanilla para el primer


plato. Severus se sentó a su derecha y ella procedió a dejar caer
algunos indicios. Sí, ellos ya no pensaban mucho de cierto 'Lord'…
Lucius había escuchado que existían billones de muggles, 'con b', y
que era imposible que el antes mencionado 'Lord' pudiera con todos
ellos…

Todo esto fue dicho con una sonrisa hacia Vernon y Dudley,
esperando que ellos no se ofendieran. Ellos le sonrieron,
probablemente sin darse cuenta que ella estaba hablando de
Voldemort.
Ella siguió cuando llegó el plato principal, con una sonrisa dirigida
ahora hacia Harry, quien estaba a su izquierda-. Estoy muy contenta
por haber conocido a mi primo, y nos sentimos honrados de tenerlos
a él y su familia en la Finca con nosotros. Aquí les damos la
bienvenida. ..

Severus escuchó eso y le dio una mirada a Lucius quien lo estaba


mirando fijamente. Así que ellos se habían desilusionado de
Voldemort y Harry era su boleto de salida. Bien… sonrió con malicia
a si mismo, provocando que a Lucius le regresara el tic. Dumbledore
necesitaba ser mantenido bajo control en lo que concernía a Harry.
Severus solamente podía actuar hasta cierto punto, pero tener a una
familia poderosa de sangre puras listos para protegerse usando a
Harry, seria excelente.

-Bueno, les aseguro que Dumbledore no tiene los mejores intereses


de Harry en mente -dijo Severus con una sonrisa-. ¿Alguna idea de
como obstaculizarlo?

Los otros se echaron para atrás con alivio, y Narcissa llamó para
que sirvieran el siguiente plato. Severus había aceptado su
deserción de la causa del Señor Oscuro, y estaba de su lado en el
asunto de dejar que se quedara en la Finca Malfoy. Lucius sintió que
su ojo izquierdo se relajaba, y dejaba de saltar. Los detalles podrían
discutirse más tarde, por supuesto. Mientras tanto, ellos le contaron
a Severus de los planes que ya habían puesto en efecto,
provocando una risita del Maestro de Pociones. A Albus le iba a dar
un patatús… si tenían suerte. Él compartió con ellos el plan de
Dumbledore con la Piedra Filosofal, haciendo que varias mandíbulas
se cayeran con asombro.

Severus después de un postre ultra dulce que juraba que podría


elevar el azúcar en la sangre hasta provocar un coma, llevó a un
lado a Harry.

-¿Se encuentra todo bien, Harry… tienes alguna preocupación?


Porque si es así, yo puedo hacer otros arreglos para ti -le consultó
calladamente.
Harry negó con la cabeza-. No, nuestra única preocupación era por
usted. No estábamos seguros si contactarlo lo podría meter en
problemas.

-Sí, fue sabio de tu parte esperar a que yo hiciera contacto -Severus


sonrió. Él apreciaba su discreción, esto le permitiría mantener su
vigilancia sobre Dumbledore, y poder incapacitar cualquier plan que
pudiera hacer.

Para su sorpresa, Harry lo abrazó, pero el niño era de naturaleza


afectuosa, y además él también lo había echado de menos, había
tan pocos niños que no palidecieran ante su sola presencia.

~LMP~LMP~LMP~LMP~LMP~

Lucius alzó la vista cuando otra lechuza entró dejando caer un sobre
en una pila, esta vez en la pila de Draco. Lucius sonrió. Ellos tenían
una competencia en marcha. Era una tradición en su familia esperar
hasta que se recibieran todas las cartas de las escuela mágicas
antes de abrir cualquiera de ellas el 31 de julio. Las escuelas
mágicas debían asegurarse de que estas habían sido enviadas y
recibidas hasta ese día, o los estudiantes no tendrían tiempo para
aceptar y conseguir los útiles necesarios.

Ahora era el 30 de julio, y Harry tenía ocho cartas de varias


escuelas, y Draco tenía seis. Él ya le había dicho a Draco en privado
que era probable que Harry recibiera más cartas que él, ya que
todos querrían que el Niño Que Vivía fuera allí por su fama. Él
estaba muy impresionado de que Draco hubiera conseguido seis.

En eso, los chillidos de un elfo doméstico lo hicieron saltar-.


¡Malvado, malvado gigante esta lastimando al Amo Dursley, Señor!
¡Él maldecir Amo Dudley! ¡Amo Harry Potter Señor esta gritando mal
lenguaje!

Lucius corrió hacia la puerta, y después decidió Aparecerse, para


así encontrarse en medio de una escena de caos.
Hagrid estaba vociferando algo incomprensible y Harry estaba
gritando algo profano, justo antes de mover su brazo izquierdo en un
arco poderoso arrojando al ahora aturdido semi-gigante a través de
la muralla hasta el jardín exterior. Lucius quedó igual de pasmado,
esa no había sido magia accidental. Harry había efectuado magia
sin varita, además de sin palabras, y había aturdido a un altamente
resistente semi-gigante. De inmediato se sintió orgulloso de si
mismo por haber escogido respaldar a un tan claramente poderoso
Harry.

Lucius se volteó hacia Dudley y Vernon y perdió su sonrisa. Dudley,


ahora con orejas de burro, estaba llorando sobre su padre. Vernon
yacía colapsado en el piso, los ojos vidriosos y aferrándose el
pecho. Su color macilento y su respiración jadeante daba mal
pronóstico.

Apenas unos minutos más tarde, Lucius tenía un grupo de


sanadores de San Mungo sudando sobre "¡El tío de Harry Potter!" y
"El primo que le da protección sanguínea a Harry Potter!". Fudge y
una ceñuda Amelia Bones estaban parados mirando a un todavía
confundido Hagrid, ahora conocido como un atormentador de
muggles y un posible asesino, en caso de que Vernon muriera.

Amelia miró a Lucius, esperando una explicación. Lucius dijo


arrogante-. Llegué justo cuando la magia accidental de Harry
lanzaba afuera a su atacante… -le apretó el hombro a Harry como
advertencia-. Estoy seguro de que el señor Potter se sentirá feliz de
relatarles todo lo ocurrido -Lucius sabía que Amelia de todos no
hubiera creído nada de lo que él dijera de no contar con la
corroboración de Harry.

Amelia se volteó hacia Harry, y Fudge le sonrió ansioso. Harry narró


su historia con enojo y angustia, de un gigante Apareciendo durante
el almuerzo, y Vernon tratando de hacerlo salir, ya que después de
todo había entrado a la fuerza. Hagrid despreciando 'al muggle'.
Dudley gritando y terminando con orejas de burro. Harry tratando de
razonar con el hombre, diciendo que ya le había llegado la carta, y
que tan sólo no la había abierto todavía. Hagrid insistiendo que ellos
estaban tratando de mantenerlo afuera de Hogwarts…

Todo había terminado en lágrimas, por supuesto.

Lucius consiguió lucir grave en vez de jubiloso y triunfante. Él


escuchó decir a un sanador que Vernon viviría, así que tenía
derecho a sentirse ufano.

Amelia arrugó la frente-. ¿Por qué no ha abierto la carta, señor


Potter?

Lucius intervino ante eso-. Es una tradición en la familia Malfoy


esperar hasta que la carta de la última escuela llegue, y después
abrirlas todas. Harry decidió participar, es como una especie de
competencia entre Draco y él, para ver quien consigue más cartas.

Harry se sintió molesto, y miró con solemnidad a Fudge-. Yo tenía la


intención de ir a Hogwarts, pero he recibido un total de ocho
cartas… -su voz se desvaneció, y miró con algo de alarma la forma
aturdida de Hagrid siendo llevado de allí con un Traslador-… ¿fue el
Director Dumbledore quien lo envió? -Harry consiguió decir con
aprensión.

Lucius le dio una palmada en el hombro a Harry como consuelo, y


murmuró que debería ir a ver a su tío, a quien habían llevado hasta
su dormitorio. Harry partió hacia allí, seguro de que conseguiría algo
de venganza. Fudge había lucido espantado de que Harry pudiera
elegir irse de Gran Bretaña para ir a la escuela en otra parte. Bones
también se vio algo sombría.

-¿Imagino que habrá una investigación ante el Wizengamot el


lunes? -preguntó Lucius con tono severo-. Muggles siendo
maldecidos, intimidados hasta sufrir un ataque al corazón…
Violación de domicilio mediante uso de un traslador ilegal
¿traspasando mis protecciones? Harry Potter estuvo en peligro.
Tanto Fudge como Bones asintieron enfáticamente, y Lucius hubiera
bailado una giga, de no ser porque Narcissa lo reprendería. Quizás
lo haría más tarde, cuando estuviera solo.

N/T: Gracias por comentar, favorecer y seguir el fic :)

Oh, acerca de la Giga es el baile escocés en que bailan dando


'patadas y vueltas' (tipo Sr. de la Danza) ;)

Harry Potter, personajes y su mundo © de J.K. Rowling y varias


otras compañías. Fanfiction sin fines de lucro, ni pretensiones
de infringir derechos de reproducción, realizado sólo con fines
de entretención. La trama, y personajes que no reconozcas
pertenecen al autor de este fic.
Chapter 5
.

" LOS MUCHACHOS DE PETUNIA"

Autora: Severusphoenix

CAPÍTULO 5

Lucius Malfoy condujo a su pequeño grupo hasta la sala de la corte.


Harry y Dudley lo seguían, y Narcissa cerraba la marcha con Draco.
Ellos habían pasado unas pocas horas hablando de estrategia con
Severus. Severus estaba en la corte, en los asientos de arriba con
vista de toda la sala. Ellos habían decidido que bajo ninguna
circunstancia revelarían que Severus era conocido de Harry y su
familia. Ellos necesitaban a un espía en el campo de Dumbledore.

Vernon era de mejor uso para ellos en casa "gravemente enfermo"


para apelar a su compasión.

El Wizengamot estaba en pleno, ya fuera necesario que estuvieran


presentes o no, y Lucius estaba seguro que se debía a que todos
querían ver a Harry Potter. Para su alivio, Albus no presidia, sino
que Cornelius, ya que Dumbledore era aquí el cuestionado.

Albus parecía inquieto, en realidad no sabía lo que había sucedido y


no había tenido mucho tiempo para encontrar alguna información.
Severus había enviado una nota de que Dumbledore había estado
buscando con dificultad las razones por las que ellos había dejado
Privet Drive, llegando con las manos vacías. Él había interrogado a
Arabella Figg en vez de a los vecinos muggles, quien todavía no
sabía que Petunia Dursley estaba muerta, y ni siquiera que ellos se
habían ido de su casa de Privet Drive.

Perfecto.

Hagrid se encontraba sentado en una silla demasiado pequeña para


él, con grilletes que suprimían la magia puestos. Él se veía
miserable, lo que pareció afligir a Harry. Lucius frunció el ceño; él
seguía olvidando que Harry tenía un corazón demasiado empático.

Cornelius Fudge leyó los cargos, y el reporte que Madame Bones


había hecho. Hubo algunos murmullos en la galería y un sentimiento
general de inquietud. Todos sabían que Dumbledore había abogado
por el semi-gigante.

Dumbledore de inmediato saltó con un condescendiente-: Ustedes


deben darse cuenta de que todo es un gran malentendido -Lucius lo
miró con irritación, Albus estaba enfundado en su carácter de
'abuelo benevolente'-. Nosotros simplemente tratábamos de hacer
que el joven Harry obtuviera su carta de Hogwarts… se creía que
sus parientes muggles evitaban que la tuviera.

-¿Y por qué harían eso? -preguntó Fudge asombrado-. Todos


hemos escuchado como has contado que su tía lo adora…

Lucius esperó pacientemente para intervenir en el momento justo,


Harry estaba sentado a su lado. Narcissa, Draco y Dudley estaban
cerca, observando gravemente.

-Bueno, es precisamente eso. Su hermana murió a manos de un


mago, y ella podría estar poco dispuesta a dejar que Harry fuera al
mundo mágico -contestó Albus con una sonrisa amable. Harry pudo
sentir como la sala cambiaba, la explicación de Dumbledore parecía
razonable.

Madame Bones, sin embargo, no estaba impresionada-. ¿De modo


que usted envió a su guardabosques para tranquilizarlos? A un
enorme e intimidante semi-gigante, ¿y usted quebrantó las
protecciones mágicas mediante el uso de un Traslador utilizado por
Aurores en Operaciones Especiales para entrar en lugares
resguardados por los peores criminales? ¡Ese es un total mal uso de
su autoridad! ¿Cómo el hacer que el señor Hagrid irrumpiera en su
domicilio de esa manera podría haberlos hechos sentir mejor? ¿Por
qué no fue usted o su subdirectora en vez de eso? -Bones miró con
enojo al Director, quien se vio un poco desconcertado-. En el mejor
caso, eso fue imprudente, y en el peor… -ella lo miró con mala cara
de nuevo-… ¿por qué usted necesitaba intimidar a la familia muggle
de Harry Potter?

Lucius casi sonrió, ya venía, podía darse cuenta. Él estaba muy


complacido de que los reportes no dijeran que Petunia había estado
ausente de la escena. No se la mencionaba, y él sabía que Bones
había creído que Petunia se encontraba fuera de compras, pero
nadie mencionó que ella no estaba ahí.

Dumbledore se apresuró a retroceder-. Yo tan sólo deseaba


transmitir la impresión a la tía de Harry que mientras que las
protecciones sanguíneas que ella provee son considerables,
tenemos entre nosotros magos formidables que pueden proteger
igual de bien a Harry, como es el caso de Hagrid.

Harry sintió que la corte cambiaba de nuevo. «Dumbledore es bueno


en esto -pensó Harry.»

¡ Su entrada ! Lucius casi sonrió, pero consiguió parecer en vez de


eso airado-. ¿Así que usted sí piensa que las protecciones de
sangre son importantes? Estaba comenzando a dudarlo -interrumpió
Lucius en voz alta. Como el representante adulto de Harry, se le
permitía hablar en los procedimientos, pero tenía también allí un
buen abogado en caso que las cosas salieran mal.

-¿Qué quiere decir con eso? -preguntó Cornelius con una expresión
confundida.

-El Director Dumbledore nos ha asegurado a todos, año tras año,


que Harry Potter estaba protegido y bien cuidado. Se nos brindó con
historias de ello, incluso este verano, acerca de su idílica vida
familiar y la fuerza de sus protecciones -Lucius se paró en una pose,
apoyándose en su bastón, con la cabeza un poco hacia atrás y su
otra mano en la cadera. Arriba en las gradas, Severus disimuló una
sonrisa. Lucius era demasiado bueno en hacer poses.

-Bueno, por supuesto que la protección sanguínea de su tía es


poderosa… -Albus no sabía a donde iba esto, pero no le gustaba.

-¿De modo que usted mantiene una vigilancia estrecha sobre Harry,
sus protecciones mágicas, y en su vida familiar? -dijo Lucius
levantando las cejas.

-Bueno, hasta que ellos aparecieron de repente en su mansión, así


era. Eso fue muy irresponsable, Lucius -lo regañó, Albus,
sintiéndose más seguro-. Yo tengo a una amiga, una squib llamada
Arabella Figg, quien esta viviendo en la misma calle que ellos,
manteniéndolos vigilados.

-Ah. Una squib que no podría saber posiblemente en que estado se


encontraban las protecciones mágicas -Lucius bajó su mirada hacia
un perplejo Harry-. ¿Tu conociste a esta señora Figg, Harry?

-No, nunca no la conocí -contestó Harry.

-¿Ella nunca habló contigo, o estuvo adentro de tu casa? -insistió


Lucius, y Harry contestó con otra negativa.

Tiempo para rematar.

-¿De modo que ella tampoco supo cuando tus protecciones se


vinieron abajo la Navidad pasada cuando tu tía Petunia falleció? -
Lucius dejó caer la bomba mientras miraba los ojos de Dumbledore.
Él quería que Albus recordara que fue él quien enterró el cuchillo.

Voces impactadas se elevaron ante esto. Muerta, ¿la tía estaba


muerta?, murmuraba la multitud. Albus quedo paralizado de
espanto. Esto era malo, muy malo para él.
-Así que por más de medio año, no han existido las protecciones
sanguíneas. Así como claramente usted desconocía que Harry y su
familia abandonaron su hogar dos meses después de eso y
prácticamente se encontraban viviendo en la calle… -más jadeos
horrorizados de la corte-… puesto que usted mantenía en su poder
la llave bancaria de Harry, y su familia y él desconocía que tenía una
bóveda que podría mantenerlo cómodamente. Y no teniendo modo
de contactar el mundo mágico… -al menos ninguno que conociera
Dumbledore-. Yo me encontré conmocionado cuando Vernon
Dursley postuló a un trabajo ofrecido por mi, pero me alegró haber
podido rescatarlos de una situación insostenible -Lucius se inclinó
hacia adelante para enfatizar sus palabras a la corte-. De una
situación innecesaria , si ellos en realidad hubieran estado
cuidados por el hombre en que hemos estado confiando para
mantener al 'Niño Que Vivió' a salvo -Lucius utilizó el titulo
deliberadamente para recordar a la corte lo que le debían a Harry.

La corte estalló en un tumulto después de eso, y Cornelius tuvo que


golpear con su mazo varias veces llamando al orden. A Harry le
alegraba sentir que la corte prácticamente estaba jadeando por la
sangre de Albus. Su habilidad para sentir emociones superficiales
era útil en ciertos casos.

-¿Cómo pudiste dejar que esto sucediera, Dumbledore? -exclamó


Marchbanks, disgustada con ella misma por haber escuchado al
viejo chivo.

-¿Por qué él no tenía su llave? -preguntó Cornelius con desmayo.

-Yo no pensé que fuera necesario… -Albus buscó una excusa, sin
hallar ninguna-. Él la tendría cuando ingresara al mundo mágico -
hubo un silencio. La implicación era clara, Albus Dumbledore no
confiaba en los muggles…

-¡Usted no comprende lo que hizo! -le gritó Harry a Albus,


sorprendiendo a la corte-. Tengo ahora un resumen de Gringotts, y
tengo oro suficiente allí, yo podría haber hecho que los últimos
meses de vida de mi tía fueran confortables, no tendríamos que
habernos preocupado de que el tío Vernon dejara tanto de ir a
trabajar para quedarse con ella cuando estaba muriendo -las
lágrimas corrían por el rostro de Harry para entonces; se sentía bien
poder arrojarle esto a la cara del hombre que lo había dejado sin
ayuda-. Nosotros podríamos haber conservado nuestra casa… la
casa en que vivimos con tía Petunia. Nosotros tuvimos que dejarlo
todo. Teníamos allí un jardín, uno que tía Petunia, Dudley y yo
plantamos. Tenia rosas y lirios y petunias en el -Harry se ahogó con
lágrimas de furia, y terminó con voz ronca-… Nosotros tuvimos que
abandonar todo eso.

Hubo sonidos de sollozos en la galería, y hasta los hombres


quedaron atónitos con la historia. Rita Skeeter estaba dándose
toquecitos en los ojos con un pañuelo mientras su vuelapluma
escribía furiosamente. Era intolerable, la mayoría del mundo mágico
consideraba que le debía su libertad a Harry Potter, y ellos
pensaban que estaba seguro en manos de Dumbledore, ¿y ahora
escuchaban esto?

Lucius miró a Albus, con triunfo en los ojos. Albus hizo una mueca,
sí, Lucius lo había empujado en una fosa, y ahora Harry estaba
pateando la tierra para cubrirlo.

Tiberius Ogden sacudió su cabeza-. Hemos estado diciendo por


años, Albus, que tienes sencillamente demasiadas cosas en las
manos, y que no delegas nada. Este es el resultado, algo importante
queda arruinado o hecho pobremente.

Albus se aferró a eso, cualquier cosa era mejor a que pensaran que
era un criminal-. Sí… -suspiró con tristeza-. Yo pensé que tenía los
ojos y oídos adecuados en la situación, y no me aseguré de eso por
mí mismo. Todo parecía estar tan bien… y ahora ésto.

Cornelius conocía una buena apertura cuando la escuchaba-. Tal


vez deberías escoger en donde concentrar tus esfuerzos. Para que
nada como esto suceda otra vez. ¿La corte de justicia o el
colegio…? -Fudge preguntó calladamente, dándole a Albus la
opción de elegir cual.
A Albus le hubiese gustado rehusarse airadamente, pero la fuerza
enojada de todos los colegas molestos y los magos y brujas airados
en la galería no le dejaba más opción.

-Por supuesto. Yo renunciaré al Wizengamot… - para que no quedé


en el registro que ustedes me echaron, pensó Albus-… y me
concentraré en el colegio.

La sala de la corte se removió descontenta. Lucius se preguntó si


debería presionar para que lo removieran también de Hogwarts.
Pero no, para la próxima semana ya habrían decidido que Albus
solamente tenía exceso de trabajo, como había dicho, y que este
llamado de atención era suficiente, y que ahora tendría más tiempo
porque estaba fuera del Wizengamot. El que derrotó a Grindewald y
líder de la Luz contra Voldemort en la última guerra no seria vencido
tan fácilmente.

Lucius le dio golpecitos a Harry en el hombro y murmuró-: Bien


hecho.

Mientras tanto, la corte miraba incierta a Hagrid.

-¿Si se me permite? -Severus se puso de pie en la galería, y ahora


cada ojo estaba sobre él, tal como había planeado si llegaban hasta
este punto victoriosos-. Pienso que Hagrid no pensaba hacer mal.
La transcripción claramente muestra que él tenía información
incorrecta o tal vez engañosa… -todos los ojos de la corte fueron
hacia Albus, quien se encogió más en su asiento-. Creo que si
Hagrid solamente fuera enviado a la Reserva de Dragones para
trabajar, seria suficiente.

Harry asintió y sonrió contento al Wizengamot, quien de inmediato


accedió, felices de hacer algo por Harry. Harry se volteó con una
sonrisa hacia Severus, como si se tratara de un completo extraño
que hubiera atraído su atención con este acto bondadoso. Severus
asintió hacia Harry y se sentó.
Con el fin de la función, Lucius condujo a su familia, con Harry
apretado contra su costado, hacia el Flú. Ellos caminaron entre
medio de una nube de reporteros y admiradores que los rodeaban.
Lucius le había dicho a Harry que ellos iban a gritarle preguntas, y
que él contestara simplemente las que deseara. Así que Harry les
sonrió a todos y contestó cosas sencillas.

-Sí, el tío Vernon se pondrá bien en una semana más… Sí, a él le


gusta la casa en que estamos, ¡es enorme!… me gusta montar los
caballos de ahí… -Harry saludó y mostró una sonrisa traviesa
mientras ellos entraban al Flú.

Narcissa, con sus brazos alrededor de Draco y Dudley, también


contestó algunas preguntas. Ella dejó claro a todos quienes
observaban que ella sentía mucho afecto por Dudley, el primo de
Harry, y sí, Dudley era un muggle, ahora que lo mencionaban.

Ellos llegaron a la Mansión, y los niños corrieron a poner al día al tío


Vernon.

~LMP~LMP~LMP~LMP~LMP~

Severus fue por Flú hasta el Gran Salón y de allí a sus mazmorras.
Él sabía que era mejor no ver a Albus en ese momento. Él no
practicaba el crucio como Voldemort, pero si pensaba que Severus
lo había traicionado se encontraría de regreso en Azkaban sin
alcanzar a decir 'dementor'.

Él esperó hasta una hora avanzada de la tarde para ir a la oficina


del Director. Minerva y Albus se encontraban ahí, y lo miraron con
mala cara. Era obvio que Minerva estaba enojada de que alguien se
hubiera atrevido a cuestionar a Albus, y él era el blanco más
disponible.

Minerva resopló y fue hacia la puerta con la nariz en el aire mientras


él se sentaba.
-¿Y bien, cuáles son tus pensamientos de los eventos de este día,
Severus? -espetó Albus.

Severus observó a Albus por debajo de la cortina de su pelo. Albus


estaba furioso y receloso. No lo habían superado así en décadas, si
acaso ese era el caso.

-Un plan muy bien elaborado, así como ejecutado. Los Malfoy han
estado planeando esto por un tiempo. Ellos parecen tener a Potter
creyendo que ellos lo apoyan -Severus se permitió una mueca de
desdén, él debía hacer creer a Albus que él odiaba a Harry, como el
Director siempre había pretendido-. Vi como el crio miraba con
lástima a Hagrid, así que pedí por clemencia, para que él me mirara
con simpatía. Es obvio que es fácil conmoverlo -los ojos de Albus
comenzaron a brillar con entendimiento-. De ese modo podré
obtener una invitación a la Mansión Malfoy, para descubrir que es lo
que pretenden hacer con el mocoso Potter.

-Tu debes hacer más que eso, Severus, debes hacerte amigo de
él… hacer incluso que te vea como a un mentor -dijo Dumbledore
con intensidad-. Sobre todo necesita que se aleje de la noción de
unirse a Slytherin. Estoy seguro que ellos deben estar tratando que
él haga eso.

Severus no tuvo esta vez problema en actuar desdeñoso.


Dumbledore era fácil de manipular por Severus, ya que estaba
confiado por una década de servidumbre hacia él. A Severus esto no
le había importado al principio, pero después de las revelaciones de
estos años, había comenzado a estudiarlo. Dumbledore rara vez se
molestaba en encubrir sus acciones o motivaciones cuando estaban
ellos dos solos. Albus sentía que Severus se encontraba totalmente
bajo su poder y que no necesitaba hacerlo.

Severus gruñó-. No sé si seré capaz de comportarme tanto tiempo


mientras este hablando con el principito.

Severus observó a Albus con diversión, mientras que el Director


batallaba. Tanto él como Minerva habían estado tratando de
exacerbar su odio por años, y ahora Albus estaba tratando de hacer
que pensara amablemente de Harry.

-Severus -dijo Albus en tono persuasivo-. Es obvio que hemos


estado equivocados con respecto a como estaba viviendo el joven
Harry. Necesitamos rescatarlo de la trampa en que se ha metido.
Recuerda que él también es hijo de Lily. No lo dejes solo entre sus
garras.

Severus bajó los ojos y hundió los hombros como si estuviera


cediendo bajo la presión-. Oh, esta bien, por usted y por Lily,
entonces -masculló. Hubiera alargado esto más tiempo, pero temía
largarse a reír en cualquier momento.

Albus se echó para atrás con una sonrisa satisfecha, su soldado


más confiable caía de nuevo en línea. Había sido muy astuto de su
parte sugerir indulgencia para Hagrid. Albus se echo a la boca una
pastilla de limón embebida con pócima calmante, mientras Severus
salia de la oficina con la espalda rígida de resentimiento.

~LMP~LMP~LMP~LMP~LMP~

Severus esperó hasta el día siguiente para ir a la Mansión Malfoy


asegurándose de que Minerva lo viera irse con un expresión
resentida. Llegó a tiempo para el desayuno almuerzo, y todos se
rieron al contar de la reunión con Albus urgiendo a Severus para ser
amistoso con Harry.

-Él desea que yo te 'guie' hacia Gryffindor -dijo Severus, causando


otra ronda de risas. Si tan sólo Albus supiera.

-¿Has visto los periódicos de hoy? -le preguntó Lucius, y cuando


Severus negó con la cabeza, él le pasó una edición bastante gruesa
del Profeta Diario. Por supuesto que ellos habían tenido bastante de
que escribir.

Los titulares ponían: «¡Dumbledore lo estropeó!», y los artículos


eran muy jugosos: «… Protecciones Sanguíneas caídas por falta de
atención… », «El Niño Que Vivió En La Pobreza porque
Dumbledore se quedó con su llave… », y así otros más. Rita
Skeeter era como siempre viciosa, satirizaba la edad de Albus
llamándolo senil y abstraído.

Hubo algunas alabanzas vacilantes hacia los Malfoy, por haber


"rescatado a Harry Potter y sus parientes muggles". Incluso había
una mención de Severus sacando a "Rubeus Hagrid de debajo del
Autobús Noctambulo donde Dumbledore lo había tirado".
Probablemente sólo se mencionaba para añadir mayor insulto a
Albus, y porque Harry había aprobado esta acción.

-Rita vendrá aquí en unos minutos para hacerle una entrevista corta
a Harry. Si deseas observar, deberás hacerlo en tu forma de Cuervo
-dijo Lucius.

-¿Cuervo, es usted un cuervo? -Dudley jadeó deleitado. Él había


leído acerca de los animagos y pensaba que eso era genial. Nunca
se había sentido celoso de la magia de Harry hasta que leyó acerca
de esto… pero poder observarlo era casi tan bueno.

Severus le sonrió y cambió de forma, causando los aplausos de


Harry y Dudley.

~LMP~

Rita llegó por Flú. Severus salió por una ventana y siguió a Harry y
Rita siendo un cuervo, esta era una forma muy útil. Draco y Dudley
habían ido a la pista para practicar algunos saltos bajos con los
caballos. Lucius se desvaneció del escenario, y fue Narcissa quien
escoltó a Harry y Rita por los terrenos. Narcissa había dicho que
una reportera tan malintencionada*(1) seria mejor manejada por
alguien que poseyera también instintos felinos, es decir: ella.

Sin embargo, Rita se comportó bien en su mayor parte. Lo que


buscaba ella en ese momento era echar más barro sobre
Dumbledore, una vaca sagrada que ella por largo tiempo buscaba
desplomar, descuartizar y rostizar. En otra ocasión podría hacer de
su blanco a Harry Potter o a los Malfoy. Ellos observaron por un rato
a Draco y Dudley mientras Harry le contaba a Rita lo mucho que la
ahora casi canonizada tía Petunia disfrutaba ver las carreras de
caballos.

Rita fue conducida hasta un establo para admirar a Rusty-. Él era al


que mi tía más le gustaba observar -Harry se inclinó hacia adelante
como para impartir un secreto-. Lo conocí la primera vez que fuimos
a las pistas, y él me contó que iba a ganar… fue muy divertido verlo
llegar primero, justo como había dicho -todos ya se habían puesto
de acuerdo con darle a Rita este cotilleo, la haría más cooperativa y
no era como si el resto del mundo mágico no adivinara ya que Harry
era poderoso.

-¿Él te contó ? -los ojos de Rita brillaron de placer. Oh, el artículo


que podría escribir sobre esto.

Narcissa fue hacia adelante, como para acallarlo-. Vamos, vamos…


suficiente fanfarroneo, Harry.

Rita se sintió feliz de ser alejada de allí con toda la información que
había reunido, y se despidió alegremente.

Severus también se marchó, para reportar su visita.

~LMP~LMP~LMP~LMP~LMP~

Albus escuchó todo con interés cautivo.

-Me aseguré que supiera que tanto Potter como Lily eran de
Gryffindor, y que Potter sentía mucho orgullo por eso -Severus hizo
una mueca con escarnio-. Él parecía ansioso de escuchar historias
acerca de sus padres. Lucius y Narcissa estaban en años anteriores
a ellos cuando fueron a la escuela, así que estaba feliz de escuchar
mis historias -Albus asintió feliz. Severus estaba siguiendo con sus
planes.
-Es imperativo que Harry este en Gryffindor… él nunca aprenderá
de auto-sacrificio de otra manera. Minerva puede dirigirlo en la
dirección correcta -murmuró Albus.

Severus miró al Director con ojos estrechos-. No estoy seguro de


comprender, Director.

Albus suspiró, él necesitaba de la cooperación de Severus.


Lentamente le relató la historia de los Horcruxes a su Maestro de
Pociones, haciendo que el hombre se tornara algo verde-… y
cuando recogí al joven Harry para ubicarlo con los Dursley, estuve
seguro. Su cicatriz también contiene un fragmento del alma de
Voldemort. No se trata de un Horcrux verdadero, pero es suficiente
para atarlo aquí.

-¿De modo que necesitamos destruir todos los Horcruxes antes de


matar al Señor Oscuro? -dijo Severus lentamente mientras
observaba el solemne asentimiento de Albus-. ¿Y el muchacho…? -
Severus miró los ojos acerados del Director y dejó caer los suyos-.
¿… el muchacho debe morir?

-Sí, Severus, el muchacho debe morir -contestó Albus con pesar


cuidadosamente elaborado.

Severus estuvo a punto de arrojarle su taza de té, junto con un


Avada Kedavra, al viejo canalla. A Severus no le importaba si
Voldemort regresaba, él sabía como sobrevivir, y se aseguraría de
que Harry también lo hiciera. No podía creer que Albus pensara que
Severus participaría en esto… a pesar de por lo que él sabía,
Severus odiaba a Harry y solamente lo protegía para pagar una
deuda.

-Ya veo… -contestó lentamente. Se puso de pie y luchó por


contener su rabia. Dumbledore pagaría por esto. Harry no iba a
morir; Voldemort y este viejo cabrón lo harían… o peor…

Severus levantó la cabeza y consiguió mirar los ojos de


Dumbledore. Severus tenía los comienzos de un plan. Los enemigos
de Harry se arrepentirían del día en que habían encolerizado a
Severus Snape.

-Muy bien, necesito ir a hacer planes -Severus inclinó la cabeza


hacia el sonriente Director y se marchó.

Autora: Ya sé, ya sé. La forma animaga de Severus siendo un


cuervo, es totalmente cliché. Pero creo que le sienta a la perfección.

N/T(1): Juego de palabras con 'catty' (malicioso) y 'cat' (gato).

Muchas gracias por leer, sobre todos a quienes comentan :) Oi, y


como hubo muchos comentarios de la famosa giga (Wigworthy y
Sakura-Selene), es un tipo de baile tradicional escocés, con saltos y
patadas, (tipo Sr. de la Danza).

Harry Potter, personajes y su mundo © de J.K. Rowling y varias


otras compañías. Fanfiction sin fines de lucro, ni pretensiones
de infringir derechos de reproducción, realizado sólo con fines
de entretención. La trama, y personajes que no reconozcas
pertenecen al autor de este fic.
Chapter 6
.

" LOS MUCHACHOS DE PETUNIA"

Autora: Severusphoenix

CAPÍTULO 6

Severus esperó un par de días, sorteando mentalmente la


información reunida de Albus, y añadió unas pocas más que él
desconocía. Para ser alguien tan inteligente, Albus había hecho muy
pocos avances en la búsqueda de los Horcruxes, pero sospechaba
que esto era a propósito.

Severus había realizado unas cuantas llamadas por fuego a unos


viejos amigos con tatuajes ominosos en sus antebrazos izquierdos
con quienes no se había contactado mucho la última década. Ellos
estaban recelosos, pero Severus pretendió que "estaba sorprendido
por las acciones de Lucius" y "¿Qué pensaban ellos acerca de todo
esto?" Esto servia para ablandarlos, y ellos discutían a Lucius en
extenso. Severus después encaminaba la información hacia
artefactos que el Señor Oscuro había obtenido en cierto momento o
en otro. Le prestaba atención especial a las menciones de objetos
pertenecientes a los Fundadores. Le sorprendió la información que
muchos de ellos manejaban, a pesar del hecho que el Señor Oscuro
pretendió actuar en secreto.

Al final, urgido por Albus, con 'renuencia' realizó otro viaje donde los
Malfoy, gruñendo por lo bajo todo el camino hacia el Flú. Sentado en
el estudio, con Lucius y Narcissa, les contó lo que Dumbledore
había revelado acerca de los Horcruxes… y de su plan de que Harry
debía morir al final de la batalla.

Lucius se puso lívido de rabia y se paseó por el estudio mascullando


acerca de viejos odiosos esperando dejar un 'legado' sin importar el
costo, o quien pagaba por este. Narcissa entrecerró los ojos,
revolviendo su taza de té, examinando mentalmente todos los
venenos indetectables que conocía.

Severus los dejó rumiar en el conocimiento de que Albus pretendía


sacrificar su boleto a la redención por el "Bien Mayor". Después les
contó acerca de sus llamadas por fuego a los otros mortífagos, y las
historias acerca del Señor Oscuro adquiriendo cosas pertenecientes
a los Fundadores.

Narcissa se animó, y les contó acerca de su hermana guardando


una copa de oro en su bóveda, y los murmullos entre la familia Black
de que se trataría de la 'Copa Hufflepuff'. Severus sonrió con alivio,
¡ya habían encontrado un Horcrux! Sin embargo, Lucius tenía una
expresión rara en su rostro, y fue hacia el retrato de su padre,
Abraxas. El retrato había sido hechizado para permanecer mudo
hacia mucho tiempo atrás. Lucius movió el retrato hacia un lado tras
un breve forcejeo, y abrió una caja fuerte. De allí extrajo un libro
pequeño que dejó sobre el escritorio.

-A mi padre le fue dada la labor muchos años atrás de custodiar esto


por órdenes del Señor Oscuro, incluso antes de que yo naciera. Él
no supo nunca la razón en realidad, y dijo que no se había atrevido
a revisarlo con atención -Lucius miró el libro con expresión algo
descompuesta.

Los tres se le quedaron mirando con fijeza. Narcissa extendió su


mano sobre el libro, sin tocarlo. Después hizo una mueca de
desagrado.

-Es un artefacto muy oscuro… pero no puedo determinar si se trata


o no de un Horcrux -dijo Narcissa con un suspiro-. Creo que lo es,
pero necesitamos más información.
-Necesitamos hacer que Dumbledore acelere sus planes, hay que
presionarlo para que actúe antes él que gane terreno en el mundo
mágico -dijo Lucius con sus pensamientos dando vueltas. Sobre
todo, ellos necesitaban mantener a Harry a salvo de los planes de
Dumbledore, y la mejor manera era mantener a este fuera de
balance.

Severus asintió, y les expuso los bosquejos de sus planes para


Albus y el Señor Oscuro. Narcissa y Lucius se quedaron a ratos con
la boca abierta antes de volver a ponerse sus máscaras de Slytherin
imperturbables. El Director en realidad se había pasado de la raya
con Severus si el pocionista estaba dispuesto a hacer esto. Lucius y
Narcissa se sonrieron uno al otro, y Narcissa anunció alegremente
que el almuerzo estaba listo.

Severus visitó a los tres niños después del almuerzo, escuchando


sus planes para el año escolar.

Dudley estaba también ansioso. Narcissa se había dado cuenta con


cierto retraso que Dudley tenía ganas de asistir a la misma escuela
que su padre, un lugar que llevaba el extraño nombre de
«Smeltings»; y ella estaba dispuesta a hacer casi cualquier cosa
para mantener a Dudley feliz con su familia, y con Harry en especial.
Su buena voluntad hacia su primo ayudaba a proveerle protección, y
los celos sólo entrabarían esto. De inmediato ella había presionado
a Vernon para que le permitiera pagar la matrícula de ese año para
Dudley. Y bueno, Vernon no era rival para la determinación de
Narcissa y cedió con rapidez, después de todo era por Dudley.

~LMP~

Los tres niños compararon sus asignaturas, y se rieron entre dientes


por las disimilitudes.

-Bueno, no es como si algunas de estas materias de una escuela


muggle fueran a servir de mucho en el mundo mágico. Tenemos una
buena base en matemáticas, lenguaje, ortografía, y todo eso antes
de ir a Hogwarts. Aritmancia continua después de donde dejamos
matemáticas, y nos va mal si no deletreamos bien. Debemos
aprender a buscar más información si queremos tener buenas notas
en los ensayos. En vez de ciencias tenemos Pociones,
Encantamientos y Transfiguración. Es probable que aprendamos
mucho de plantas y animales como tu en biología, en Herbología y
Cuidado de Criaturas Mágicas -Harry se rio-. Apuesto que si le
preguntamos a tío Vernon cuanto usa su Álgebra avanzada o la
Química, va a decir 'nunca'.

-El conocimiento nunca es inútil -dijo Dudley con firmeza, citando a


su madre-. Aun así, si no lo necesitan para el mundo mágico, y
necesitan saber esas otras cosas… supongo que debe ser como
una compensación.

-Bueno, hay una clase de Estudios Muggles, pero tío Severus dice
que en realidad es inexacta -dijo Draco vacilante-. No sé por qué
tiene que ser así, hay muchos nacidos de muggle, y hasta mestizos
que podrían hacerla informativa y entretenida.

Severus escuchó su conversación, reflexionando en las


implicancias. Con frecuencia se había preguntado por qué el
programa de estudios muggles de Hogwarts era tan lamentable. La
mayoría de las asignaturas de Hogwarts contaban con profesores
estelares, razón por la que se encontraba entre las cinco mejores
escuelas mágicas. Hasta algunos de los estudiantes hijos de muggle
podrían haber ayudado a mejorar el programa de Estudios Muggles.
Pero aun así el Director 'amo a los muggles y los nacidos de
muggles' dejaba que la clase declinara en el ridículo.

Severus había traído consigo unos pocos libros para principiantes


en varios temas, y repasó los capítulos que ya habían visto con
Harry y Draco, mientras Dudley escuchaba con interés. Harry
demostró unos cuantos hechizos que había logrado hacer sin varita,
recordando usar su mano izquierda. Draco los observaba con una
expresión cautiva. Lucius y Narcissa observaban desde la puerta
con contento. Harry estaba probando ser más poderoso cada día; si
las cosas salían como lo planeaban, el Señor Oscuro no tendría
oportunidad.
~LMP~LMP~LMP~LMP~LMP~

Severus regresó a Hogwarts para comenzar su campaña,


lentamente convenciendo a Albus que necesitaba destruir por lo
menos algunas de los Horcruxes ahora; cuando menos los que
Lucius y él no lograban encontrar. Entre Dumbledore y los Malfoy,
ellos deberían poder hallar los cinco.

Albus se encontraba renuente-. Yo no quiero que la guerra termine


tan rápido -murmuró Albus cuando Severus trajo ese tema-. El
mundo mágico necesita ver que se encuentran en peligro, o no
transferirán sus lealtades hacia mi con la esperanza de que los
conduzca de nuevo a la victoria -miró a Severus con atención-.
Harry Potter debe ser leal a mi, el mundo mágico necesita ver que
yo soy su mentor. Cuando Harry realice su sacrificio, yo podré
guiarlos en la dirección que el mundo mágico necesita ir -Albus se
echó para atrás, su rostro ahora pesaroso, pero determinado, con
un leve luz de fanatismo en los ojos.

Severus se aguantó las ganas de preguntarle al Director si en


realidad había estado en Gryffindor cuando estaba en la escuela. En
vez de eso, hundió los hombros, escondiendo su mandíbula
apretada detrás de una cortina de cabello, pareciendo intimidado
para estar de acuerdo con esto-. Aun así, Director, si comenzamos
desde ya con esta tarea será más fácil arrastrar al muchacho en
esta 'pequeña aventura', como Potter es probable que la vea -
Severus consiguió decir con desprecio, aunque su corazón no
estaba en ello.

Albus pareció pensativo, mesándose la barba. Sí, eso podría


funcionar, mantendría al chico ocupado…

-Sí, supongo que podríamos hacerlo así. Ya que el chico estará en


el castillo, podemos hacer que busque la diadema de Ravenclaw.
Estoy seguro que Voldemort la encontró y debe haberla escondido
en el castillo en la época que postuló a ser el profesor de DCAO,
cuando maldijo ese puesto -los ojos de Albus empezaron a brillar de
nuevo-… Y creo que puedo rastrear cierto anillo… tengo sospechas
acerca de la piedra que tiene… -Albus apretó su varita un poco más
fuerte y sonrió de una manera que heló a Severus-. Sí, vamos a
poner al joven Harry en los inicios de su tarea, junto con que nos
ayude a vigilar la Piedra Filosofal… él aprenderá a venir a mi por
información.

Severus asintió en lo que esperaba fuera una forma adecuada y


salió. Fue derecho a su habitación a tomar una larga ducha caliente,
sintiéndose algo sucio. El Director había sido intransigente en que el
Señor Oscuro había querido hacer seis Horcruxes, pero se había
detenido en el medio del sexto. Severus ahora sabía de la diadema,
el anillo, la copa y probablemente del diario, tan sólo necesitaban
uno más y el Señor Oscuro estaría acabado. A excepción del de
Harry, y él ya tenía un plan para eso.

En venganza por tener que escuchar los viles planes de


Dumbledore, Severus fue a alborotar a los otros profesores,
sutilmente por supuesto.

La reunión del plantel esa tarde fue una irritación detrás de otra para
Albus. Flitwick y Sprout, junto con Vector, le reclamaron a Albus la
desgracia en que se había tornado la clase de Historia de la Magia,
y que la única razón de que los estudiantes siguieran pasando los
TIMOs y EXTASIS se encontraba en un temario de estudios que
ellos seguían.

Albus contuvo su mal humor lo mejor posible, normalmente podía


deshacerse de ellos fácilmente, pero ahora todos estaban
cuestionando sus decisiones y él tuvo que prometerles entrevistar a
otros profesores para el año siguiente. Él hubiese preferido que
Historia continuara siendo un tema borroso para los estudiantes, un
vistazo general sin discusiones en profundidad en que quisieran
quizás insistir en buscar más de una perspectiva de los eventos.

Albus necesitaba que la Historia, en especial que la Historia


Reciente, fuera contada como él quería. Un grupo selecto de libros
era 'sugerido' en el temario si acaso algún estudiante insistía en leer
algo más que «Una Historia de la Magia». Albus no se había
atrevido a purgar la biblioteca, aunque lentamente había conseguido
mover unos tomos a la sección restringida por ser 'demasiado
violentos' o 'demasiado alarmantes' para los más jóvenes.

Aun si conseguía aplazar un año o dos antes de conseguir un


profesor nuevo para el ramo… y no les permitía cambiar el temario
rápidamente… por lo menos Harry Potter no seria infectado
demasiado con una mayor visión de los acontecimientos. Él le dio a
Minerva el trabajo de reunir antecedentes de candidatos, dándole
una mirada significativa.

Después, para su conmoción, los profesores comenzaron sobre el


tema del curso de Estudios Muggles. Esto lo alarmó de gran
manera. La última cosa que necesitaba era que los sangre pura
tuvieran alguna comprensión acerca de los muggles, y él prefería
que los nacidos de muggles pensaran que los magos y brujas eran
un tanto estúpidos para creerse lo que estaba en el libro de ese
curso. Le había llevado años encontrar un texto que fuera tan poco
útil e impreciso como el que estaba en uso. Ya era bastante malo
que los mestizos esparcieran información para ambos lados.

-Pero si este año tenemos una profesora nueva: Charity Burbage,


quien estoy seguro que hará muy buen trabajo -dijo Albus, tratando
de sosegarlos.

-¡Charity Burbage! -gritó prácticamente Sprout-. Si ella en su vida a


puesto un pie en el mundo muggle. Después de Hogwarts ella fue
por una Maestría en Adivinación, estoy segura de que nunca tomó
siquiera Estudios Muggles.

Albus dominó su genio con dificultad, sus profesores nunca lo


interpelaban de esta forma, ellos nunca cuestionaban su juicio.
Charity era una sangre pura de buena cuna y una bruja de lo más
luminosa que seguiría cada una de sus directivas, y él la quería
aquí. Ella había estado en Gryffindor, pero solamente porque él le
había dicho al Sombrero que la pusiera allí, y Minerva la había
adoctrinado bien.
Minerva intentó convencerlos, pero ellos no quisieron saber nada de
eso. Al final, ellos tenían una lista hecha de nacidos de muggle que
podrían ayudar a Burbage a "reformar" la clase, y Flitwick sacó un
libro excelente para el curso que Dumbledore había estado evitando
por más de una década. Ellos iban a tener que apurarse para
colocarlo ahora en la lista de libros necesarios en las librerías,
terminó diciendo Flitwick con una sonrisa.

La profesora Babbling resopló después de eso-. Bueno, por lo


menos tendremos unos pocas mejorías. Esperemos que el profesor
Quirrell siga siendo tan competente como lo fue el año pasado,
cuando se hizo cargo de Defensa contra las Artes Oscuras cuando
la pobre Lydia Burke resultó escindida… que lástima.

Los profesores saludaron con una cabezadita al Director al retirarse,


él estaba ocupado revolviendo los papeles en su escritorio sin
mirarlos. Severus iba detrás de ellos disimulando una sonrisa.

~LMP~LMP~LMP~LMP~LMP~

Severus aplazó por unos días ir a la Finca Malfoy, aunque envió una
lechuza para tenerlos al día. Durante el desayuno pretendía leer
enfurruñado los largos artículos del Profeta Diario sobre Harry. Harry
y Vernon y Dudley. Harry y Draco. Harry y los caballos. Harry y los
Malfoy. La "trágica historia de la la santificada Petunia Dursley"… y
Harry. Todo el asunto de la "derrota de Tu-Sabes-Quien" por Harry
fue re-examinado y se hicieron más especulaciones. El mundo
mágico estaba viviendo una orgía mediática por Harry Potter.

Hasta Rita Skeeter parecía estar encantada en conceder algunas


palabras amables sobre Harry, aunque fuera solamente para criticar
mejor a Dumbledore. Narcissa dijo que ella había notado que Rita
lagrimeaba un poquitin cuando Harry despotricaba contra
Dumbledore. Quizás había sido una fingimiento por su parte, pero
nadie más la estaba observando, a excepción de Narcissa, así que
no tenía razón el hacerlo. Cualquiera que fuera la razón, Rita por
ahora les daba un respiro, y su entrevista con Harry había sido
favorable. Justamente esa mañana había dejado caer la bomba de
que Harry podía 'hablar' con los caballos.

Todos los profesores cuchicheaban excitados acerca de eso, las


páginas de los diarios crujiendo al pasar con velocidad mientras lo
discutían. Severus vio que las cejas de Albus se elevaban en lo que
él interpretó como alarma. Dumbledore inclinó la cabeza indicando
su oficina y miró a Minerva. Era una vieja señal, una que Severus
había estado esperando. Esta era una conversación que no quería
perderse. Se puso de pie y dejó el diario sobre la mesa como en un
ataque de rabia, y se fue entre un revoloteo de túnicas.

Severus salió al exterior, se ocultó en un recodo y se transformó en


un cuervo. Era un día tibio y brillante, y las ventanas de Albus
estaban abiertas, incluso una pequeña que se ubicaba en un nicho
sobre los retratos, donde ninguno de estos podría verlo y demasiado
alto para que los ocupantes humanos lo pudieran ver con facilidad.
Severus voló en silencio y se escondió detrás de una pequeña
cortina, asomándose un poco con cuidado.

Albus ya estaba en la oficina, y había sacado el Sombrero


Seleccionador-… insisto… Harry Potter debe quedar en Gryffindor -
el Sombrero farfulló de manera descontenta, y Albus continuó-. Ya
se esta haciendo demasiado poderoso y necesita estar bajo el
control de Minerva para aprender responsabilidad.

-Según recuerdo, ponerte a ti en Gryffindor no te enseñó eso -


retrucó el Sombrero, impresionando a Severus con su audacia-… tu
insististe con que te pusiera en Gryffindor en vez de Slytherin, donde
había estado tu padre, porque temías que todos pensaran que
odiabas a los muggles como él.

-¡Él desacreditó a su familia! -prácticamente gritó Albus.

-Su error fue no contarle al Wizengamot lo que le había sucedido a


tu hermana, por no contar que fueron sus heridas lo que le hicieron
perder el control y dañar a esos muggles -contestó el Sombrero con
tristeza-. Su familia, los Dumbledore, pudieron haber ayudado con
Ariana si él se los hubiera pedido… o incluso después, si tu madre
se los hubiera pedido, y no hubiera corrido al Valle de Godric a
esconderse.

-Eso es ya es aire bajo alas de hipogrifos -masculló Albus,


meneando al cabeza. Se enderezó cuando Minerva entró a la
oficina, con rollos de pergaminos debajo del brazo-. Necesitamos
discutir como proteger a los niños que están aquí. ¿Tienes las listas
de los niños que entran a Hogwarts ese año, y sus entrevistas?

Minerva asintió y sonrió, viéndose ufana-. Estoy bastante segura de


que he encontrado a los nacidos de muggles precisos para ti, Albus
-procedió a desenrollar algunos pergaminos-. Hay dos niños que en
especial que pueden ser útiles. Seamus Finnegan es un mestizo, y
después de hablar con él… no es del tipo de hacer preguntas,
estará demasiado ocupado buscando maneras de escamotear el
whisky de fuego y comenzar a hacer apuestas. El otro es Dean
Thomas, un nacido de muggles que es bastante listo, pero que no
sabe nada acerca del mundo mágico y es poco probable que hable
con Harry Potter acerca de política.

Albus asintió, bien, él necesitaba que Harry escuchara a Severus,


después a Minerva y finalmente que lo escuchara a él, el gran Albus
Dumbledore. Sabia que Harry no confiaría en él de inmediato, así
que tenía que limar asperezas entre ellos. Severus tenía órdenes de
hacer que Harry comprendiera que Albus era un hombre ocupado, y
que simplemente no podía estar en todo, y que Harry debería ser
muy egoísta en esperar que la cabeza del Wizengamot viera cada
pequeño detalle de la vida de Harry. Si Harry hubiera crecido en un
hogar un poco menos cariñoso, como Albus se esperaba, él no
hubiera esperado un tratamiento especial de ninguna forma. Hubiera
estado encantado de ver a Hagrid irrumpir para rescatarlo del
trabajo penoso de una vida muggle.

-¿Hay alguno que sea inteligente para ayudar a encaminarlo hacia


donde deseamos? -inquirió Albus-. ¿Tal vez ese chico Weasley?
Los labios de Minerva se apretaron-. Ronald Weasley puede tener
las ideas correctas acerca de escucharte a ti y acerca de no confiar
en los Slytherin. Pero es muy poco probable que guie a nadie a no
ser que sea a un partido de quidditch o en otra cosa improductiva -
Minerva revisó los pergaminos con las entrevistas-. Hay una niña
nacida de muggles, una tal Hermione Granger, que es lo bastante
lista para quedar en Ravenclaw, pero esta en esa edad que tiene
ideas muy limitadas acerca de lo correcto e incorrecto y tiende a
creer todo que lo que digan los maestros debe ser verdad, así como
otras personas con autoridad. Ella puede ser encaminada sin
mayores problemas, y con la guía adecuada puede permanecer de
esa manera. Yo le dejé varios libros: «Hogwarts, una Historia», «La
llegada al poder de la Oscuridad», acerca de tu liderazgo en la
guerra con Grindewald y el primer ascenso de Ya-Sabes-Quien;
además, le dejé un libro detallando las vidas de Gryffindors
prominentes.

Albus asintió con una sonrisa-. Sombrero, esos cuatro


definitivamente deben ser colocados en Gryffindor junto con Harry
Potter, quien esta probando ya ser demasiado poderoso para
quedarse sin una guía cuidadosa.

El Sombrero gruñó a Albus-. Ya te he dicho que te permitiría


aconsejar acerca de un pequeño número de estudiantes cada año.
Espero que con esos sea suficiente. Aunque debo protestar acerca
de que todos los chicos Weasley estén en Gryffindor; Percival
debería haber quedado en Ravenclaw, o por lo menos en
Hufflepuff… -el Sombrero se volteó hacia Minerva-… y no importa lo
que digas, esos gemelos deberían haberse quedado en Slytherin…

Albus se limitó a fruncir el ceño, mientras que Minerva se puso algo


color rosa con el aumento de su genio. El Director se quedó mirando
el pergamino frente a él-. Las chicas Abbott y Bones, ponlas en
Hufflepuff, aunque Ravenclaw también serviría si lo deseas. Sus
familias son de sangre pura, y su visión es un poco represiva…
aunque sean familias luminosas.
-Que lástima -dijo el Sombrero-, muchos de los Bones han sido
excelentes leones antes, pero tu tienes razón, es probable que les
digan a los gemelos que les falta poco para ser unos abusadores, y
que en un par de años más terminaran causándole lesiones a
alguien, a pesar de que en el pasado a ti eso no te ha importado
siempre que sean Slytherin los lastimados.

-Es suficiente con eso, Sombrero -siseó Minerva. Ella odiaba


cuando se mencionaba siquiera de manera tangencial a los
Merodeadores.

Severus aun estaba algo aturdido por la novedad de que el Director


interfería con el sorteo de algunos estudiantes. Eso explicaba
algunos sorteos muy inverosímiles.

Albus se aclaró la garganta, y le dio una mirada irritada al


Sombrero-. La chica Greengrass necesita quedar en Slytherin,
donde sus primos han ido por años. La familia Greengrass es de
sangre puras y ellos no fueron amigos de nuestra causa en la
primera guerra.

-Aunque ellos son neutrales… -comenzó Minerva, y se calló ante


una mirada de Albus.

-Durante la guerra no existe la neutralidad -entonó Albus-.


Necesitamos separar a aquellos que son de uso, y a aquellos que
podemos esperar que ayuden una vez que la amenaza se vuelva
clara, para mantenerlos dentro de nuestra influencia, de aquellos
que terminarán peleando por Voldemort o que querrán que alguien
más lo guie en su contra. Deben quedar separados, en Slytherin de
ser posible, o si no en Hufflepuff.

-No permitiré que elijas para todos. Ya te lo dije, sólo unos pocos,
porque has insistido -objetó el Sombrero-. Ya has interferido en
suficientes vidas, y hay algunos con quienes no deberías meterte,
especialmente con algunos nacidos de muggle y mestizos que
deberían haber quedado en Slytherin para ayudarlos a ver la
estupidez de sus prejuicios.
-Todavía hay mestizos y nacidos de muggle en Slytherin… aunque
ya no tantos -retrucó Albus de forma defensiva. Albus una vez más
nombró a aquellos para quienes tenía Casa definida, Ron Weasley y
Hermione Granger en especial-. Iré a visitar a los Weasley para ver
si puedo dejar caer sugerencias a Ron Weasley. Minerva, visita una
vez más a los Granger, ve si puedes hacer que la chica decida
hacer amistad con el señor Potter, sugiérele que esperamos que
pueda ayudarlo a protegerse contra los magos oscuros en
Hogwarts.

Minerva asintió con una sonrisa. Ella disfrutaba hablar con los
estudiantes jóvenes, dirigiéndolos en la dirección adecuada,
observando como ellos seguían por la ruta correcta que ella les
señalaba.

Severus se removió de pata a pata, escuchando como Albus y


Minerva discutían la rebelión del profesorado. Ellos decidieron
'seguirles la corriente' por ahora, y una vez que la guerra comenzara
se olvidarían de eso. Discutieron la Piedra Filosofal y sus 'tareas'
terminaron. Albus parecía bastante satisfecho.

-Podemos urgir a los amigos de Harry Potter para que lo animen a


rescatar la Piedra Filosofal de los magos oscuros, este reto le
enseñará algunas habilidades que necesitará y aprenderá a venir
hacia mi por consejos -Albus se echó para atrás en su asiento con
una sonrisa de orgullo, sintiendo que lo tenía todo resuelto.

Severus hizo una mueca desdeñosa internamente. El plan de Albus


estaba lleno de agujeros, todo ello dependía de que Harry
interactuara con los otros niños, y reaccionara como él planeaba.
Debería darse cuenta que los niños de once años no son tan
predecibles… desafortunadamente, pensó Severus.

Minerva y Albus por fin salieron de la oficina, y Severus salió


sigilosamente por la ventana. Regresó con rapidez a las mazmorras,
ahora contaba con un pozo de información acerca de como superar
tácticamente a Albus y Minerva. Estaba un poco decepcionado de
su colega. Él pensaba que ella se trataba de una cómplice reticente
o inconsciente, pero no, ella parecía muy consciente de lo que
estaba sucediendo. A pesar de que Severus dudaba que ella supiera
las cosas más oscuras, como por ejemplo, acerca de los Horcruxes
del Señor Oscuro. Él deseaba sinceramente que ella no supiera que
Albus esperaba que Harry muriera.

A la mañana siguiente, Severus esperó mirando con resentimiento


las fotos del Profeta Diario que mostraban a Harry en las carreras,
aclamando vivamente a Rusty, y una foto en que Harry salia en el
círculo de ganadores con el triunfante caballo purasangre. Ahora
había un buen número de magos y brujas que iban al mundo
muggle para acudir a las carreras, o cuando menos al hipódromo de
Salisbury para ver si podían divisar a Harry Potter.

Había una sección especial en uno de los Profeta dando consejos


de como acudir a las carreras de caballos "sin llamar la atención de
los muggles".

Por fin, ante una mirada fija de Albus, Severus fue hasta el Flú del
Gran Salón para con pocas ganas echar polvos de Flú en la
chimenea mientras Albus lo observaba.

Dudley iba a partir hacia Smeltings, y Albus quería que estuviera allí
para brindarle su 'apoyo a Harry' y para decir 'cosas buenas acerca
de Hogwarts'. Sonrió burlonamente al salir y fue saludado por Harry
con entusiasmo.

Severus reunió a los Malfoy y los Dursley, junto con Harry, para
contarles lo último acaecido. Lucius y Narcissa reaccionaron con
espanto, ¿interferir en la selección de un niño?… esa era una
violación atroz ante los ojos del mundo mágico. ¿Y sobornar a dos
niños para que hicieran su trabajo sucio?… inadmisible.

-Bien, con suerte este será el último año que ellos manipulen esto -
habló por fin Harry. Estaba determinado a que Dumbledore fuera
destituido de esta posición de autoridad-. Nosotros tenemos
nuestros propios planes, y ellos no podrán ser capaces de causar
problemas con eso. Siempre que yo sepa de quien estar atento… de
estos tales Ron y Hermione, podré evitar sus trampas.

Severus frunció el ceño, y se puso un dedo contra los labios-. No los


evites del todo. Ron Weasley estará en tu dormitorio, y no podrás
evitarlo de todos modos. No seas hostil, si tu no caes dentro de sus
planes será él quien actúe hostil y los otros estudiantes lo notarán.
Al parecer, esa niña es muy inteligente, así que dale argumentos
razonables para no hacer lo que ella dice, pero no dejes que te meta
dentro de un debate.

-Siempre puedo hacerme amigo de los otros dos: Dean Thomas y


Seamus Finnegan. Dumbledore no puede objetar eso -Harry sonrió
de medio lado, planear cosas con Severus era divertido.

-Pero no olviden de escribirme, ustedes dos -intervino Dudley, no


tenía muchas ganas de estar separado de su primo y su nuevo
amigo.

-No te olvides tu -señaló Draco-. Necesito estar al tanto de los


equipos de fútbol. Y te haremos saber como van funcionando los
planes.

Lucius asintió a Severus, la mayoría de los planes de batalla


descansaban en los hombros de Severus y Harry, con Draco dando
su ayuda. Esperaba que tuvieran éxito, muchas cosas dependían de
ello.

Por fin, ya no pudieron demorarlo más y se metieron todos dentro de


la limosina con espacio mágico de Malfoy, y disfrutaron de una hora
de viaje hasta Smeltings. La gente de la escuela quedó muy
impresionada con la limo y los Malfoy, y les dieron a Vernon y
Dudley una calurosa bienvenida, mayor a la esperada.

Draco y Harry ayudaron a Dudley a guardar sus cosas en el


dormitorio. Draco miró a su alrededor con interés. Era muy diferente
a como conocía era Hogwarts, pero algunas cosas seguían iguales:
dormitorios, baúles, salones de clases. Tan sólo no se trataba de un
castillo mágico.

Se dijeron los adioses y Vernon se despidió de su hijo con algo de


tristeza. Pronto todos los niños se encontrarían en el colegio. Parte
de él se sentía muy feliz… pues, contra toda expectativa, Dudley iba
a ir a Smeltings y Harry partiría para Hogwarts, justo como Petunia y
él esperaban. Aun así, sabía que él se sentiría algo solitario.

Narcissa lo observó mientras conducían de regreso a la Mansión


Malfoy.

-No se dará cuenta y ya serán las vacaciones de Navidad, Vernon.


El tiempo pasará más rápido de lo que piensa -Narcissa recordó
como la primera vez que partió hacia la escuela se le hizo
interminable el momento de volver a ver su casa.

~LMP~LMP~LMP~LMP~LMP~

Harry pasó las manos sobre un hermoso baúl en la tienda donde los
vendían. Tenía ya todos los libros, ellos los habían mandado a
pedirlos necesarios meses atrás, para leerlos con tiempo, pero
había adquirido unos cuantos más ahora. Severus y Lucius los
habían acompañado a comprar sus varitas. El anciano espeluznante
había entregado una diatriba atemorizante acerca de la varita y ellos
salieron de allí con rapidez.

Ahora necesitaba un buen baúl. Este era de una hermosa madera


de cerezo con tres secciones diferentes, dependiendo de cual
cerradura abriera para así 'triplicar el espacio'. El baúl era mucho
más hondo en el interior de lo que pareciera por sus medidas
exteriores. Sencillamente le encantó.

El vendedor ansioso puso el monograma de Harry en el frente.


Harry miró a su alrededor con rapidez, había algunas personas
observándolo, pretendiendo no estarlo haciendo. Harry se dijo que
no le importaba, Severus y Lucius no dejarían que la situación se
saliera de control.
Severus achicó el baúl, y Harry se le echó al bolsillo con una
sonrisa. La magia era sensacional

-No tengo una jaula para Ditto, y debería comprarle algo de comida
y otras cosas -a Harry le alegraba tenerlo de regreso y quería
llevárselo a Hogwarts.

Se hicieron de una jaula, y Harry se detuvo frente a la tienda de


quidditch. El juego parecía muy divertido. Draco era un entusiasta, y
Harry había disfrutado de los partidos que vio.

Una pandilla de pelirrojos se alineó detrás suyo. El chico más joven


se quedó mirando fijamente la cicatriz de Harry-. ¿De verdad que
eres Harry Potter, a que si? -Harry quedó un poco desconcertado,
pero asintió. El chico le aferró la mano y la movió de arriba abajo
con entusiasmo-. Ron Weasley… vamos a estar juntos en Gryffindor
este año.

-Aun no hemos sido sorteados, y yo quizás termine en otra Casa -


Harry retiró su mano, determinado a no parecer enojado. ¿Así que
este era Ron? No era nada de sutil.

Un par de gemelos pelirrojos sofocaron la risa-. No hay manera que


sea de otro modo… -uno dijo.

-… con ambos padres siendo de Gryffindor -continuó el otro.

-Pues yo no los recuerdo -contestó Harry con despreocupación-, mi


tía Petunia me crió, y ella decía que si hubiese sido una bruja
hubiera sido una Slytherin… hasta mi madre Lily le dijo eso -Harry
escapó con una risa entre dientes, y una mirada aprobadora de
Severus.

Ellos dejaron atrás al grupo de niños pelirrojos con miradas


horrorizadas en sus rostros.

~LMP~LMP~LMP~LMP~LMP~
Al día siguiente, Lucius, Narcissa y Vernon llevaron a los niños a
King's Cross, y estos pasaron corriendo a través del anden nueve
tres cuartos entre risas. Harry estaba disfrutando cada vez más del
mundo mágico.

En la periferia de la multitud de padres y niños había periodistas,


todos esperando sacar una foto de Harry Potter partiendo en el
Expreso Hogwarts. Lucius y Vernon de forma masculina se
despidieron con un apretón de manos de sus niños; Narcissa, los
abrazó a ambos y les besó la frente. Harry se alegraba de que su
pintalabios estuviera hechizado para no dejar marcas.

Pronto encontraron un compartimento vacío y se acomodaron. Se


sonrieron entre ellos, y esperaron el asalto.

Autora: El sorteo en el proximo. Prometo que será divertido.

Gracias por leer:)

Harry Potter, personajes y su mundo © de J.K. Rowling y varias


otras compañías. Fanfiction sin fines de lucro, ni pretensiones
de infringir derechos de reproducción, realizado sólo con fines
de entretención. La trama, y personajes que no reconozcas
pertenecen al autor de este fic.
Chapter 7
.

" LOS MUCHACHOS DE PETUNIA"

Autora: Severusphoenix

CAPÍTULO 7

Harry y Draco dejaron la puerta abierta del compartimento, con la


intención de enganchar a los estudiantes que deseaban. Severus
les había conseguido las direcciones de ciertos estudiantes, y
Lucius había contratado detectives para conseguir fotografías.
Pronto divisaron a Dean admirando la tarántula de Lee Jordan
mientras seguían en la plataforma. Ellos le hicieron señas al verlo
pasar.

-¿En realidad esa era un tarántula? -preguntó Draco agrandando los


ojos. No le podía importar menos la araña, pero quería empezar una
conversación. Si Harry y él se hacían amigos primero de él, seria
difícil para los otros pintar a Draco como malvado.

Dean se sentó contento en el asiento frente a Draco y comenzó a


describir la araña en detalle. Los tres hicieron muecas y gritaron ' ick
' acerca de la araña. Draco se presentó, y le preguntó a Dean si
seguía algún equipo de fútbol. Dean era un fanático de el Club de
fútbol Fulham, y Draco discutió las estadísticas de la liga con él,
admitiendo ser nuevo en eso del fútbol, pero que le gustaría mucho
aprender.
Harry enganchó a Seamus Finnegan mientras este pasaba por el
pasillo, preguntándole si era de primer año, y si le gustaba más el
fútbol o el quidditch. Como Seamus tenía un "pie en ambos
mundos", según decía él, estuvo contento de dar su opinión.

Dean tenía muchas preguntas acerca del quidditch, así como Draco
tenía del fútbol. Draco sacó un libro enorme sobre los equipos de
quidditch y su historia, y comenzó a explicar el juego lo mejor que
pudo, a pesar de ser algo complicado. Parecía ser suficiente con
decir que era un juego que se realizaba volando en escobas, lo que
interesaba ya con eso a Dean.

Mientras el tren continuaba llenándose, varios estudiantes que


pasaban miraban dentro y Harry siempre los saludaba cordialmente,
junto con Draco. Varias veces Draco se presentó a otros
estudiantes. Muchos estudiantes mayores, especialmente los que
vestían de verde con corbatas plateadas les daban miradas
especulativas. Unos pocos parecieron asombrados al verlo ahí, pero
ninguno dijo algo descortés.

Draco se obligó a relajarse cada vez que alguien miraba la frente de


Harry, ya que estaba claro que buscaban ver la famosa cicatriz. Eso
era de mala educación, pero cuando menos ninguno le pidió
hacerse el flequillo al lado para verla. Harry le había dicho, varios
días atrás, que ellos necesitaban que Draco pareciera agradable y
de ningún modo pretencioso. Lucius había apoyado esa idea,
diciendo que Draco podría dejar de ser tan 'buena gente' una vez
que estableciera ciertas amistades. Draco había estado renuente,
hasta que Narcissa lo amenazó con llamarlo "Calabacita" y "Drakilin"
cuando lo fueran a dejar, si no quería cooperar. Draco sintió de
inmediato que ellos querían demostrar algo acerca de ser agradable
con quien sus padres y Severus pensaban que era necesario, y
seria amigable con ellos.

Ahora que él estaba aquí, no le era tan difícil el serlo. Era divertido
conversar con Dean y Seamus. En cuanto a los estudiantes que
eran maleducados… bueno, Harry lidiaba con ellos con una sonrisa,
así que se reconvino a guardar silencio.
La mirada aguda de Harry se acentuó al ser presentado con Hannah
Abbott y Susan Bones-. Siento mucha admiración por tu tía, Susan.
Ella parecía estar a cargo de todo cuando estaba hablando en el
Wizengamot.

Susan le sonrió radiante a Harry, y él se volteó hacia su amiga-. He


escuchado muy buenas cosas de la familia Abbott, y que tu familia
cuenta con un caballo de carreras o dos… - y que tu familia siempre
se ha mantenido a distancia de Dumbledore, a pesar de ser una
familia luminosa, añadió Harry mentalmente.

Hannah se ruborizó y sonrió-. Así es, la familia siempre ha


mantenido uno o dos corredores, junto con algunos caballos de
monta -las niñas se acercaron, y Draco les contó acerca de los
caballos de la Camargue y de sus aventuras montando en la reserva
de New Forest.

Hannah y Susan después fueron a sentarse con otras amigas, justo


a tiempo para la aparición de Ron, con sus hermanos caminando a
su lado luciendo una expresión satisfecha por haber encontrado a
Harry para Ron.

Draco se tensó cuando Ron se sentó junto a Seamus, frente de


Harry, luciendo una enorme sonrisa. Harry sonrió apenas educado.

-Pensé que nunca iba a encontrarte… la mayoría de los otros


compartimentos están totalmente llenos -Ron se volteó hacia
Seamus y Dean-. ¿Ya vieron su cicatriz? Apenas podía creerlo
cuando escuché que este año venia a Hogwarts…

Dean pareció desconcertado, y le dio a Harry una mirada


interrogante. Seamus, a pesar de no parecer del tipo sutil ni del que
se avergonzaba con facilidad, pareció incómodo con el
comportamiento embelesado de Ron. Seamus también sentía
curiosidad acerca de Harry, pero se había dado cuenta que era
preferible estar un par de días en cercanía de Harry Potter antes de
atreverse a hacer ciertas preguntas, después de todo, contaba con
todo el año escolar por delante para satisfacer su curiosidad.
Ron sólo siguió sonriéndole a Harry-. Adelante, muéstrales la cicatriz
-él estaba seguro de que Harry Potter saltaría ante cualquier
oportunidad de enseñar la famosa cicatriz.

Harry se quedó un tanto asombrado ante la demanda de Weasley


de que hiciera alarde de la cicatriz. Pero Draco nunca se quedaba
sin palabras y no pudo resistir responderle.

-Él no tiene que mostrar su cicatriz para entretenerte, si no tiene


ganas -Draco frunció el ceño, tratando de esconder la mayor parte
de su hostilidad. Seamus se removió incómodo, y Dean pareció aun
más confundido.

Ron reaccionó con una agresividad predecible-. Cierra la boca,


serpiente pretenciosa. Seguro que vas derechito a Slytherin, justo
como el resto de tu malvada familia -el mismo Dumbledore había ido
a hablar con su familia, diciéndoles como los Malfoy se habían
aprovechado de Harry Potter y su familia, y que ellos probablemente
habían arreglado los problemas financieros de los Dursley para
poder 'rescatarlos'. El Director había dicho que a toda costa, Harry
debía ser salvado de los Malfoy y de los Slytherin.

Dean y Seamus arrugaron el ceño, Draco había sido bastante


amigable y abierto, preguntándoles con entusiasmo acerca de
juegos muggles y compartiendo información acerca del quidditch.
Seguro, nadie con medio ojo podía dejar de notar que sus ropas
eran caras, pero tampoco era como si hubiera estado
presumiéndolas ni nada.

Los planes de estrategia de Severus, Lucius y Harry, eran claros. Si


Ron lo atacaba verbalmente, debía retroceder con una expresión
consternada, quizás hasta un poco herida ante la insinuación de que
era un esnob… y permitir que Harry lo defendiera. Ellos habían
revisado varias veces cada escenario que podían imaginar, y varias
respuestas que podrían ayudarlos. Así que Draco se echo para atrás
y miró a Dean y Seamus como contemplando disculparse con ellos
por el pecado de ser rico.
Dean saltó de inmediato-. Draco ha sido muy agradable con
nosotros, explicándome del quidditch, y no fue presumido para
nada. No es como si pudiera evitar el tener dinero.

Ron farfulló-. Él y sus padres son más ricos que Midas… ellos
podrían comprarlos y venderlos a ustedes como diez veces.

-Y eso parece que te importara mucho más a ti que a nadie más


aquí -contestó Harry con voz llana-. Si te cae antipático alguien
porque tiene un poco más de dinero, quizás el que sea un esnob
eres tu, o más bien un esnob a la inversa… Y ya que tengo algo de
dinero propio, entonces yo también debo caerte mal.

Ron se echo para atrás espantado. Esto no se lo esperaba-. ¿Qué


quieres decir con yo soy un esnob? Yo no soy rico ¡no puedo ser un
esnob! -el comentario de Harry que era algo adinerado fue ignorado
por él. Ron no había querido decir eso, ¿seguro que ellos se daban
cuenta que él quería ser amigo de Harry sin importar qué?

Los otros cuatro niños hicieron muecas al unisono. Si Ron Weasley


no sabía lo que quería decir un esnob a la inversa, no tenía razón
explicárselo. Probablemente pensaría que eso estaba
perfectamente bien de todas maneras. Hasta Seamus, que no era
nada de rico, ni terriblemente intelectual sabía lo que quería decir
eso.

Harry casi sonrió con burla, Ron Weasley estaba disparándose el


mismo en el pie, y no tendrían que argumentar mucho para
convencer a Seamus y Dean que Ron era algo gilipollas, y que no
debían hacerle caso. Harry sintió que Dean necesitaba alguna
explicación, así que se volteó hacia él para contarle la versión
abreviada de su historia.

-Al parecer, soy famoso en el mundo mágico porque un "Señor


Oscuro" estaba rastreando y matando a un montón de gente que no
estaba de acuerdo con él. Él persiguió a mi familia, y asesinó a mis
padres. Mi madre conjuró una especie de magia de protección sobre
mi que se activó cuando él la mató para llegar hasta mi. La
maldición asesina que usó rebotó contra esto y terminó matándolo -
Harry meneó la cabeza-. Eso fue lo que me dio esta cicatriz, y me
volvió en alguien conocido, ya que nadie más había sobrevivido esta
maldición. Pero por eso mismo odio mostrarla, porque me recuerda
a mi de sus muertes.

Dean pareció menos confundido, y asintió. Fue suficiente de la


historia para que Dean comprendiera algo de la atención que
rodeaba a Harry.

Ron pareció totalmente sorprendido. Nunca había pensado en la


posibilidad de que la famosa cicatriz de Harry no fuera de orgullo
para él, y que en vez de eso le trajera malos recuerdos. Ron trató de
imaginar como seria si él se encontrara en una situación similar. ¡Se
sentiría orgulloso de la cicatriz? Seguro que estaría bien mostrarla,
¿seria un honor por el sacrificio de sus padres, quizás? Era
impensable el que no quisiera mostrarla para nada.

-Mi tía murió de cáncer, y tuvimos algunos problemas de dinero y la


familia de Draco nos ayudó al darse cuenta de nuestros problemas,
ya que somos parientes después de todo -Harry le sonrió a Draco,
quien le devolvió la sonrisa. Su guión marchaba sobre ruedas-.
Lucius Malfoy, el padre de Draco, parece algo intimidante, pero es
diferente cuando estamos en familia.

Draco asintió en concordancia, era verdad que en casa era su


madre a quien debían temerle.

Seamus se relajó, ese era un tema que le era familiar-. Así es, mi
viejo parece el sujeto más fiero en mi pueblo, él es dueño de una
taberna muy popular y toda la cosa. Y puede parar una pelea con
una sola mirada. Pero en casa, es un blandengue. Mamá es la de
los castigos porque él odia meternos miedo a nosotros.

Dean sonrió, y asintió, mientras volvían a terrenos más cómodos. La


historia de Harry era muy interesante, y tomó una nota mental de
preguntarle más cosas a Seamus más tarde… si es que llegaban a
ser compañeros de dormitorio.
Ron finalmente se recuperó, y saltó en la conversación-. ¿En qué
Casa piensan que quedarán? -le dirigió esta pregunta a Seamus y
Dean, esperando no hacer enojar más a Harry, o algo peor, que
dijera algo más acerca de su amada tía perteneciendo a Slytherin.

Seamus sonrió-. Mi mamá estuvo en Hufflepuff, y mi viejo es un


muggle, pero yo creo que de ser un mago hubiese sido un
Gryffindor.

Dean pareció inseguro-. No estoy seguro de esa cosa de las Casas.


Mi papá estuvo en la milicia por muchos años. Y mi madre es
realmente lista, ella esta planeando expandirse para hacer una gran
compañía, y eso requiere estrategia. Me gustaría pensar que soy
leal, así que imagino que quedaría bien en cualquiera de las Casas -
Dean se encogió de hombros, sin preocuparse por ese asunto.

Draco sintió que había guardado silencio ya bastante tiempo-. Las


Casas son importantes para algunos. Algunas familias se
enorgullecen de siempre entrar en la misma Casa. Para algunos que
trabajan en el Ministerio, estar en la misma Casa de aquellos con
quienes trabajarás algún día puede ser importante.

-Por lo que sé, toda tu familia ha sido Slytherin por siglos… y todos
saben que los magos oscuros vienen de allí -Ron trató de no
escucharse tan hostil como se sentía.

-¿En serio? -contestó Harry con algo de enojo-. Pues según


recuerdo, el mago que traicionó a mi familia causando sus muertes
fue un Gryffindor: Sirius Black. Y uno de los torturadores favoritos
del Señor Oscuro era un Hufflepuff: Barty Crouch Junior… -Harry
escuchó un jadeo desde el pasillo, justo a tiempo para ver a un niño
de aspecto tímido que sujetaba un sapo que pasaba mientras el tren
salia de Londres y seguía por la campiña.

Ron sintió de nuevo que le removían la tierra de debajo de los pies.


Nunca había escuchado hablar de esos magos, y le sorprendía
saber que no todos los magos malvados eran serpientes. Él estaba
bastante seguro de haber escuchado hablar a Bill, y también a
Charlie, diciendo que no había mago o bruja malvado que no fuera
de Slytherin.

Draco resopló ante la afirmación de Ron, y se forzó a relajarse y


esbozar una sonrisa-. Mi papá apenas alcanzó a sentarse en una
silla antes de ser sorteado en Slytherin, estoy seguro que la mayoría
de mis ancestros fueron Slytherin, pero no todos. La madre de mi
padre fue una Ravenclaw, por ejemplo.

Hermione había permanecido un rato acechando afuera del


compartimento, escuchando hablar a los niños haciendo muecas
despreciativas ante los esfuerzos de Ron. La profesora McGonagall
le había dicho que el chico Weasley también ayudaría a mantener a
Harry Potter a salvo. Ella había estado excitada de que los
profesores se dieran cuenta de inmediato que ella era a 'la' que
necesitaban para conducir a Harry Potter a salvo por los peligros
que pronto tendría que encarar. Ella necesitaba ser más lista que
sus oponentes, demostrarle a Harry Potter que era más inteligente
que cualquier otro estudiante, y que él tenía que escucharla.

En el mundo muggle su intelecto y sed de conocimiento la habían


convertido en una paria entre sus compañeros, y eventualmente
hasta sus profesores se irritaban con sus preguntas constantes y el
que siempre ocasionara que la curva del promedio se disparara. Por
lo menos aquí los profesores la apreciaban, pensó con orgullo.

Ella avanzó hacia la puerta al escuchar hablar al chico Malfoy, del


cual la profesora McGonagall le había advertido-. ¿Alguien aquí ha
visto un sapo? Un chico llamado Neville perdió uno -ella había
conocido a Neville, y usó su sapo como excusa para aproximarse a
Harry Potter.

Los niños negaron con la cabeza con escaso interés-. ¿Están


tratando de decidir en que Casa quieren estar? A mi me gustaría ser
de Gryffindor, ellos parecen ser los más íntegros e imparciales de
las Casas -ella miró a Harry y Draco, pretendiendo que Harry
estuviera de acuerdo con ella.
-En realidad no es así… -para su sorpresa, fue Seamus quien la
interrumpió-. La mayoría de los Ministros de Magia y un buen
número de funcionarios ministeriales son Hufflepuff, y ellos se
precian de ser leales. Ellos son la Casa mejor dispuesta a darles la
bienvenida a casi cualquiera, y 'encargarse de ellos', como dicen.

-Pero también hay Gryffindors en el Ministerio… -a Hermione la


había sacudido la reivindicación de Seamus.

-Sí, en su mayoría se trata de Aurores, ellos son como la policía -


contestó Draco, reprimiéndose para no decirlo con mofa-. Pero ellos
son quienes refuerzan las leyes, no son quienes las hacen. Los
Ravenclaw y los Hufflepuff son quienes en su mayoría se encargan
de eso. Los Hufflepuff son los conocidos por ser 'justos', como
dijiste; y los Ravenclaw por ser inteligentes.

-Bueno, el Director Albus Dumbledore, quien además en el Jefe del


Wizengamot y a la vez el Supremo Mugwump de la Confederación
Internacional de Magos, es un Gryffindor, así como también la
Subdirectora, la profesora McGonagall -dijo Hermione con triunfo.

Seamus esta vez resopló, provocando una sonrisa en Harry. Draco


rodó los ojos, pero guardó silencio. Era el turno de Harry-. El
profesor Dumbledore es un mago muy respetado, sin embargo,
recientemente renunció a esos dos cargos porque él… como lo
diría… quiso abarcar demasiado y resultó incapaz de realizar todos
su deberes… adecuadamente .

Seamus se rio entre dientes y miró a Harry con algo de simpatía.


Los padres de Seamus, y en especial su madre, habían expresado
por lo alto sus quejas concernientes al manejo de los asuntos de
Harry. Su madre hasta había llegado a llorar un poco al leer la
pequeña diatriba de Harry dirigida al Director. Dean de nuevo
pareció confundido, y Seamus empujó en sus manos un Profeta
Diario en que detallaba toda la historia de nuevo, y Dean comenzó a
leerlo.
Harry sonrió, no quería que pensaran que él odiaba a los Gryffindor,
eso seria desafortunado-. Mis padres eran Gryffindor, no es que yo
piense que se trata de una mala Casa, lejos de eso, sino que tan
sólo creo que todas las Casas tienen buenos puntos. Pienso que
seré feliz en donde me coloquen.

Hermione encontró la mirada de Ron, ninguno de los dos feliz con


esa respuesta, pero no podían montar un buen argumento en su
contra. Ellos murmuraron levemente su descontento, y Hermione
regresó al compartimento que albergaba a un temeroso Neville para
tratar de pensar. Ella pensó que esto seria sencilla, y ahora veía que
no seria así.

Ron se quedó callado, escuchando a los otros hablar sobre un juego


muggle llamado fot-boll, comparando las reglas y estrategias con el
quidditch. El carrito con los dulces pasó, y como el Director le había
dado un sickle para comprar algo, se compró algo para comérselo
después, ahora se encontraba muy deprimido para molestarse en
eso. Para su alivio, el viaje en tren finalmente estaba llegando a su
fin.

LMP

Una bruja imponente que se presentó como la profesora Sinistra, los


guió hacia una pequeña flota de botes para cruzar el lago hasta el
castillo. Por primera vez Harry se olvidó de 'los planes' y
simplemente disfrutó de la magia del lugar. Hogwarts
verdaderamente era hermoso, y podía sentir como el castillo los
abrazaba a todos con los brazos abiertos.

Dean, Seamus, Draco y Harry se encontraron juntos en un bote,


deslizándose sobre el lago con una expresión de asombro.

La profesora McGonagall los recibió en lo alto de las escaleras, y les


explicó acerca del sorteo y el sistema de puntos. Ella miró con
molestia la proximidad de Draco y Harry, y la falta de la presencia de
Granger o Weasley. Por lo menos el señor Thomas y el señor
Finnegan estaban junto a ellos. Ella por fin los condujo a todos hacia
el Gran Salón.

~LMP~

Severus estaba sentado al lado del profesor Quirrell sintiéndose


inquieto. Estaba claro que algo andaba mal con el mago. Albus
había desestimado sus preocupaciones con los ojos titilando.
Severus sospechaba que esto era parte de los planes de Albus para
probar a Harry. Quirrell estaba de espaldas al Salón y estaba
mascullando para si, provocando un estremecimiento de alarma en
Severus.

Lucius y un grupo de Consejeros estaban agrupados en un extremo


de la mesa de profesores. Lucius los había convencido de que
fueran a 'observar' la fiesta de bienvenida. Todo el mundo sabía que
solamente quería ver a su heredero, Draco, siendo sorteado.
Ninguno de los Consejeros objetó, por supuesto, todos ellos querían
ver el sorteo de Harry Potter.

Severus había conseguido poner sus manos en la lista de sorteos, y


era imperativo que Draco fuera sorteado antes que Harry, buena
parte de sus planes dependía de ello. Por suerte no necesitó
cambiar el orden de los nombres, no estaban de manera alfabética,
pero de todos modos necesitó revisarla. Draco aparecía antes que
Harry en la lista, y eso estaría bien.

Los niños se reunieron frente a la mesa principal y Minerva levantó


un rollo para proceder a leerlo, con el Sombrero Seleccionador en la
otra mano. Susan Bones y Hannah Abbott fueron alegremente
aplaudidas por la mesa Hufflepuff. Hermione Granger avanzó
nerviosa al ser llamada, murmurando cosas para si. Después de
unos tensos momentos el Sombrero proclamó: ¡Gryffindor!. Unos
pocos más fueron sorteados, y después Seamus y Dean también
fueron a Gryffindor entre medio de aplausos. Luego fue el turno de
Draco Malfoy.
Albus se relajó. Finalmente el heredero Malfoy seria enviado a las
mazmorras y Harry quedaría separado de él. La figura delgada y
rubia se sentó y el Sombrero fue emplazado sobre su cabeza.

El Sombrero masculló algo con sorpresa y después empezó a reírse


ahogadamente-. Que sea… ¡GRYFFINDOR!

Más tarde, Albus estuvo seguro que haber perdido el conocimiento


por unos segundos, todo se le fue a negro y después se encontró
mirando a un triunfante Draco dirigirse hacia su mesa mientras
algunos estudiantes aplaudían de manera vacilante. Seamus y Dean
lo recibieron felices, sin embargo.

Minerva se recobró y llamó a Ron, y él también termino yendo hacia


la mesa Gryffindor, sentándose al lado de los gemelos y
murmurando ansiosamente entre ellos.

A Albus por fin se le ocurrió mirar a Lucius. Esperaba ver a un


Malfoy enfurecido, y en vez de eso se encontró con un padre de
aspecto perplejo que le sonreía a su hijo y asentía aceptando. Albus
lo miró con mayor atención… no, Lucius no estaba sorprendido ni
intrigado para nada, esto fue planeado.

Durante este escrutinio a Malfoy padre, fue llamado Harry Potter.

El Sombrero fue colocado en su cabeza y hubo más risitas, y éste le


dijo calladamente a Harry-. Tu amigo Draco ya me mostró sus
planes. Tienes razón, el Director ha insistido en que vayas con los
leones… aunque lo harías también muy bien en Slytherin… ¡Que
sea GRYFFINDOR! -gritó el Sombrero.

Albus aplaudió con poco entusiasmo. Sí, Harry estaba en Gryffindor,


pero no había mucho triunfo en ello con Draco Malfoy allí con los
leones. Albus miró de nuevo a Lucius. Sí, ese fue un plan bien
ejecutado.

Albus miró a Severus, quien pareció francamente homicida, y sonrió


un poco. Lucius había perdido allí a un amigo, probablemente. A
Severus no le había sentado bien haber perdido de tener a su
ahijado en su Casa. Pero sin embargo, Severus tendría que seguir
siendo amigable con Harry,… y ahora también con Draco, suponía.
Él necesitaba que Severus influenciara a Harry para que confiara en
Albus.

Neville se dejó caer en el taburete, sintiéndose inseguro. Él quería


estar en la casa que su padre había estado, en Gryffindor. Y ahora
le aterraba que ¡Malfoy estaba ahí también! Su abuela había
hablado muchas veces en contra de los mortífagos, y especialmente
de Lucius Malfoy, quien aun seguía en libertad. Cuando el Sombrero
fue puesto en su cabeza, le rogó que lo enviara a cualquier otra
parte. El Sombrero suspiró, y gritó-: ¡HUFFLEPUFF! -Neville corrió
hacia sus nuevos amigos con alivio, allí estaría a salvo.

El resto de los estudiantes terminaron de ser sorteados, y la fiesta


comenzó. Severus finalmente dejó que su expresión quedara
inexpresiva aunque un poco enfurruñada, consiguiendo no expresar
su victoria al Director. Escuchó que Lucius le decía a los otros
Consejeros que "no tenía problemas con el sorteo de Draco". Como
Draco había sido sorteado primero, seria imposible que Albus
acusara que había sido sorteado mal. Después de todo, en lo que
concernía y sabía al resto del mundo, ellos no habrían podido
predecir con certeza que Harry Potter hubiera ido a Gryffindor. Albus
no deseaba abrir esa caja de Pandora con acusaciones de
"manipulación del sorteo", y lo que podría traer.

La mayoría de la mesa Gryffindor parecía estar aceptando


lentamente a Draco, después de todo se veía muy cómodo con el
nacido de muggles Dean y el mestizo Seamus, así que tal vez no
deberían preocuparse. Harry Potter era claramente su amigo, ¿así
que tan malo podría realmente ser él? De todos modos, el Sombrero
Seleccionador debía saber lo que estaba haciendo, ¿cierto?

Al fin, Percy dirigió los primeros años a los dormitorios, y ellos se


acomodaron en sus camas. Todos estaban felices con su
acomodamiento, excepto Ron, quien no podía creer ser el extraño
aquí.
Autora: Disculpen lo corto del capitulo. Por lo menos ya fue el
sorteo, y espero que haya sido una sorpresa.

Muchas gracias por favorecer, seguir y comentar.

Harry Potter, personajes y su mundo © de J.K. Rowling y varias


otras compañías. Fanfiction sin fines de lucro, ni pretensiones
de infringir derechos de reproducción, realizado sólo con fines
de entretención. La trama, y personajes que no reconozcas
pertenecen al autor de este fic.
Chapter 8
.

" LOS MUCHACHOS DE PETUNIA"

Autora: Severusphoenix

CAPÍTULO 8

Severus observó a los Gryffindor y Slytherin entrar en su salón de


clases desde el pasillo, mientras que una nube de oscuridad
prevenía que lo vieran allí. Hasta ahora había sido una semana
interesante. El primer día de clases, Harry se había aparecido a
desayunar sonriéndole a todo el mundo. Draco lo seguía,
flanqueado por Dean y Seamus, quienes estaban tratando de
convencerlo de la superioridad de su equipo de fútbol.

El Director y McGonagall observaban a Harry y los Gryffindor con


atención, para ver como les iba a Ron y Hermione ganando la
amistad de Harry. Ron pasó gran parte del tiempo tratando de
conseguir que los otros niños hablaran de quidditch en vez de ese
fot-bol. Una vez que Ron se dio cuenta que atacar verbalmente a
Draco provocaba el alejamiento de los otros cuatro niños de primer
año, comenzó una compaña para demostrar que "los juegos
mágicos son mejores".

Dean y Seamus toleraban a Ron, en su mayor parte porque Draco


conservaba su tranquilidad y un rostro tolerante sin importar lo que
el otro le dijera. Esto no era nada fácil para Draco, pero mantenía en
mente las instrucciones de su padre, y el pensamiento de lo que
podría suceder si fallaba. Que el Señor Oscuro triunfara sería un
desastre total, y que Dumbledore ganara podría ser igual de terrible.
Draco seguía diciéndose que sería el último en reír, y esto volvía los
insultos en algo trivial.

Harry daba vuelta todas las críticas de Ron acerca de las raíces
Slytherin de Draco en su contra, trayendo a la luz el hecho de que
todas las Casas tenían buenas cualidades y que todas producían
excelentes magos y brujas. Menciones de "los Malfoy tienen
demasiado dinero para ser buenos", se regresaban con el
recordatorio de que "Harry también tenía dinero".

A través de la semana, Hermione había intentado presumirle a Harry


su conocimiento, metiéndolo en conversaciones para demostrarle
que si ella era su mejor amiga seria beneficioso para él
académicamente… y que los otros (Draco) lo iban a llevar por un
mal camino. El único problema con eso era que Draco parecía ser
tan bien leído como ella en teoría mágica, y en cuanto al mundo
mágico… él parecía capaz de rebatir todas sus aseveraciones
acerca de lo retrógrado de las tradiciones mágicas o sus creencias.
Peor aun, muchas veces Harry era capaz también de refutar sus
palabras.

Los gemelos Weasley y un intrigado Percy intentaban respaldar a


Ron a veces, pero parecían quedarse sin palabras sin saber como
influenciar a un informado y serenamente feliz Harry Potter quien
andaba alrededor de un Malfoy educado, simpático y amante-de-
los-muggles. Los Weasley rara vez enviaban cartas a sus padres,
ya que estaban muy ocupados esquivando vociferadores desde su
hogar, pero ahora varias misivas fueron enviadas a la Madriguera
con encantamientos para acelerar el vuelo esa semana.

Ahora era el día viernes, y la primera clase doble de Pociones iba a


comenzar. Slytherin y Gryffindor.

Harry y Draco habían estado preparando a Seamus y Dean para la


clase, diciéndole que estudiar y que esperar. Seamus, que ya
intentaba pasar por un 'enamorado de las mujeres' le había pasado
esta información a Parvati, Lavender… y también a Hermione,
aunque esta última estaba escéptica de que Seamus pudiera darle
algún consejo académico.

Ron estaba horrorizado con la idea de estudiar adelantado, y


apenas abrió los libros cuando los otro cuatro compañeros de cuarto
lo hicieron, y le gritaron para hacerlo callar para poder estudiar en
silencio.

Harry y Draco le habían dicho riéndose a Seamus y Dean, en medio


de la sala común, donde todos estaban escuchándolos, que el
profesor Snape tenía una "aptitud para el drama" y que no dejaran
que el teatro los asustaran demasiado.

-Y todo ese continuo negro que usa y las túnicas revoloteantes…


estoy seguro que se ha pedido prestado el personaje de alguna
película muggle de vampiros. Y es bastante eficaz -Harry sonrió
cuando Dean visiblemente pensaban en ello.

-Él siempre dice que hay que mantener el mayor orden en Pociones
porque puede ser una clase muy peligrosa. El mejor modo de
mantener ese orden es tener a la clase demasiado asustada para
atrever a distraerse o a hacer algo estúpido -dijo Draco de modo
satisfecho. Él ya había memorizado gran parte de su libro de texto
de Pociones, y siempre disfrutaba ayudando a Narcissa en el
invernadero y el jardín, así que conocía de plantas.

Angelina y Katie, ambas de tercer año los miraron con duda. Habían
estado escuchando la conversación descaradamente-. No lo
entiendo. Cierto, los calderos que explotan pueden resultar
dolorosos, ¿pero peligrosos? Y el profesor Snape es más que
aterrador -dijo Katie con la frente arrugada.

-La clase de Pociones es bastante peligrosa. Si ven las estadísticas


anuales de las escuelas mágicas, Pociones iguala en heridas serias
y muertes accidentales solamente a las cursos mayores de Artes
Oscuras, donde ofrecen esa clase -dijo Draco con seguridad.
Todos los de la sala común estaban escuchando para ese momento,
sin tratar de pretender que no lo hacían. Los estudiantes mayores se
replantearon algunas de las cosas estrictas a que los habían
sometido y sintieron que tal vez Snape tenía alguna razón para
hacerlo. Eso no hizo que este les simpatizara… pues se había
aventurado demasiado con sus mofas hasta volverse odioso.

Percy asintió ante esto. Se sentía cauteloso ante la información que


Malfoy había estado esparciendo esa semana, pero esto era cierto-.
El profesor Snape ha enseñado Pociones acá casi diez años, y la
escuela nunca ha tenido una muerte en su clase durante ese
tiempo, y el número de heridos es mucho menor que en otras
escuelas. Es una de las razones porque Hogwarts es una de las
escuelas mágicas más prestigiosas. En las otras escuelas, tienen
Pociones como electivo a partir del tercer año para cortar el número
de heridos.

Los gemelos Weasley miraron a Percy con irritación. Descubrir


maneras de hacer explotar los calderos de formas interesantes era
uno de sus pasatiempos favoritos. Ellos siempre pensaron que
Snape era sólo un aguafiestas que 'sobre-reaccionaba' a sus
bromas. Esta información les hacia pensar un poco, quizás deberían
tener más cuidado en el futuro.

Severus meneó la cabeza con una sonrisa, recordando a Draco


contándole esta conversación. Después procedió a efectuar su
entrada dramática usual en el salón de clases, caminando por el
pasillo entre los escritorios, dando vuelta en las esquinas,
provocando que su capa flameara. Quedó un poco sorprendido
cuando todos los niños le sonrieron. Los Slytherin sabían que no
tenían nada que temer siempre que se comportaran, pero las otras
Casas solían reaccionar con alarma y nerviosismo. Suspiró, esa
conversación de los Gryffindor quizás había sido demasiado
efectiva.

Dio su discurso normal melodramático, pero fue recibido con


sonrisas apreciativas de los Gryffindor que le brindaron un aplauso
al final. Los Slytherin se les terminaron uniendo de manera
vacilante, pareciendo casi tan perplejos como Severus. Severus
habría sospechado que se trataba de una broma, pero la inocencia
en esos ojos brillantes le dijo que no era así. Dio una mirada a unos
sonrientes Draco y Harry, y supo a quienes debía culpar por esta
repentina caída en su factor atemorizador.

Para contrarrestar el trabajo de los niños, siguió con una charla


detallada de las detenciones que debían esperar trabajando con los
ingredientes más asquerosos si llegaban a hacer algo remotamente
peligroso en su salón de clases. Para su sorpresa, los niños
asintieron con solemnidad. Con excepción de Weasley, que parecía
aburrido y amurrado.

Severus después hizo su 'examen sorpresa' para demostrarle a los


estudiantes que sí, esperaba de ellos que leyeran adelantado. Draco
le dio un codazo a Dean para que contestara una pregunta, Pansy
contestó otra, y la incontrolable señorita Granger contestó la última.
Sabia que tendría que hacer algo con ella antes de que comenzara
a gritar las respuestas. Aun así, por el brillo en los ojos de
Dumbledore y McGonagall, sabía que ellos tenían sus esperanzas
en que la señorita Granger o el más joven de los Weasley
consiguieran aun hacerse amigos de Harry. Por suerte los niños
tenían planeada esa tarde una "visita con el padrino de Draco".

Hacia mucho tiempo atrás que Severus había resguardado su


oficina contra Albus. Cierto, el Director podía entrar en cualquier
lugar que deseara en la escuela, pero allí no había retratos
espiando, y todo en sus cuarteles había sido chequeado para
eliminar encantamientos de escucha. Lucius y Narcissa se habían
dejado caer de visita para realizar a su vez un registro. Narcissa
dejó allí un león de porcelana rojo y dorado que según ella negaría
cualquier encantamiento auditivo en cien pies en todas direcciones,
en caso de que hubiera alguno conjurado sobre los niños. No era
cien por ciento seguro, pero debería ser suficiente.

Severus dejó que Harry y Draco hablaran un poco acerca de su


éxito hasta ahora, eran lo bastante jóvenes para necesitar de un
reforzamiento positivo alabando su coraje. Aun era pronto en el año,
así que no se esperaba que lograran nada más hasta ahora aparte
de seguir evitando los intentos de Granger y Weasley por alejar a
Harry de Draco y su familia.

Severus por fin los interrumpió para darles una advertencia-.


Definitivamente, algo anda mal con el profesor Quirrell, y esto fue
confirmado por el hecho de que Dumbledore desestimó la idea con
ese centelleo suyo. Lo que quiere decir que ya lo sabe, y quiere a
ese hombre aquí. Ha construido esta trampa de la Piedra Filosofal
con la idea de atraer al Señor Oscuro, y entrenar a Harry. Él dice
que la Piedra esta segura, y eso si puedo creerlo… lo más probable
es que la quiera para si mismo.

Severus y los Malfoy había discutido varios escenarios. El más


popular era que Albus haría que 'robaran' la Piedra, y después echar
la culpa por su desaparición al Señor Oscuro y guardarla para sí
"por el Bien Mayor". Severus planeaba usar ese escenario para sus
propios fines. Dejaría que Albus pensara que se estaba saliendo con
la suya.

Severus miró con seriedad a los niños-. Quirrell apesta a la magia


del Señor Oscuro… -ellos se pusieron serios cuando él comenzó a
hablar-… No estoy seguro si meramente esta en liga con él, o si fue
poseído por este… -los chicos se vieron alarmados ante esa idea,
como debería ser-, así que necesito que nunca se queden a solas
con él, y que mantengan los ojos abiertos por cualquier indicio
acerca de sus motivos reales o sus objetivos.

Harry resopló-. Pues sus motivos y objetivos son obvios: el regreso


del Señor Oscuro, y la conquista del mundo mágico un país a la vez,
destruyendo a los muggles y nacidos de muggles.

Severus lo miró con irritación, y después sonrió con malicia-. Quizás


debería haber dicho "sus objetivos a corto plazo". Es obvio que
desea la Piedra Filosofal, pero también debería estar interesado en
Harry, y sus amigos. Puede que trate de obtener información de uno
de ustedes; en especial de ti, Draco, ya que eres mi ahijado y puede
que espere que tu sepas alguna información por mi.

-¿No intentará reclutarlo? Mi padre fue expuesto como un traidor, y


ahora ha estado diciéndole a todos quienes deseen escuchar acerca
de la enorme cantidad de muggles y que debemos aprender a co-
existir con ellos, y que tal deberíamos aprender a arreglar las cosas
de que nos hemos estado quejando como la contaminación y todo lo
demás, en vez de seguirnos quejando de eso -Draco pareció
preocupado por su padrino.

Severus asintió con una sonrisa leve, escondiendo la ansiedad que


esa pregunta provocaba-. Así es, y sabes que si presiona, yo
necesitaré parecer que soy leal a él. De hecho, para que mi plan
funcione, eso ocurrirá muy pronto. Además, necesitas comenzar a
'vincularte' con tu Jefe de Casa, McGonagall.

Los niños parecieron conmocionados, pero asintieron su acuerdo.


Ellos podrían soportar una reunión con ella de ser necesario.
Siempre que Severus pudiera ser exonerado más tarde por
cualquier delito después de la derrota del Señor Oscuro… y de
Dumbledore, a ellos no les importaba si tenía que pretender ser
malvado.

Los tres conspiradores hicieron planes hasta que la campana de la


cena sonó, y se dirigieron hacia el Gran Salón juntos, Severus en el
medio con una mano sobre los hombros de cada niño. Le dio una
sonrisa conspiradora y una leve inclinación hacia Albus, la señal
acordada de que había conseguido hablar con Harry acerca de
acudir a Minerva para escuchar historias acerca de sus padres.

~LMP~LMP~LMP~LMP~LMP~

En las semanas siguientes ellos entraron dentro de un ritmo. Draco,


Seamus y Dean fueron vistos juntos casi con tanta frecuencia como
Harry y Draco. Draco estaba dispersando información a un ritmo
nunca visto antes, en su mayor parte induciendo a Dean y Seamus
a hablar acerca del mundo muggle. La clase de Estudios Muggles
había aumentado casi a un triple con todas las inscripciones tardías
permitidas dentro de las dos primeras semanas de clases. Charity
Burbage había tratado de dirigir la información hacia donde Albus
quería, pero los nacidos de muggle y los mestizos la corregían
constantemente y ahora casi dirigían las clases. Los mestizos
sabían la información que los nacidos de magos necesitaban que
les explicaran, y los nacidos de muggles podían explicar cualquier
cosa que los mestizos aun podían estar confusos.

De forma extraña todos los Slytherin se habían inscrito en ese


curso, para el horror de Albus. Ellos escuchaban atentamente en
clase, sin hacer comentarios burlones, aunque de vez en cuando
demostraban su menosprecio. Ellos hacían preguntas astutas, y
hasta en ocasiones arrinconaron a algún hijo de muggles u otro para
pedir una explicación en mayor detalle. Ellos siempre actuaban de
forma escrupulosamente cortes, aunque con frialdad.

Lucius había diseminado información sobre los muggles con gran


efecto. Los sangre pura habían reaccionado de muchas maneras
diferentes. Algunos entraron en pánico y trataron de encontrar áreas
en el mundo donde vivieran menos muggles, solamente para
descubrir que eran muy escasas. Algunos enviaron bandadas de
lechuzas a Lucius consultando ideas de como lidiar con
posibilidades abrumadoras que de repente enfrentaban.

Lucius tenía numerosos planes que había comenzado en implantar


en sus cabezas. La mayoría de ellos, por ahora, involucraban llenar
el MdM con demandas acerca de que actualizaran su seguridad…
en forma exponencial.

Las familias más oscuras reaccionaron con incredulidad al principio,


pero cuando las pesquisas de Lucius probaron ser verdaderas ellos
reaccionaron con hosquedad, se emborracharon, y en ese estado
fueron a hostigar muggles consiguiendo ser arrestados; y hasta en
un caso hubo un suicidio.

No obstante, los niños sangre pura, y algunos mestizos, recibieron


instrucciones explicitas de sus padres de no provocar problemas y
que aprendieran todo lo posible acerca de los muggles, y reportaran
lo aprendido durante las vacaciones por Yule.

~LMP~LMP~LMP~LMP~LMP~

Durante ese tiempo, Quirrell trató de seguir a Harry Potter con


escaso éxito. Malfoy, y esos otros dos, Thomas y Finnegan siempre
estaba con él, y esos cuatro eran seguidos por esa sangre sucia
Granger y los traidores de sangre de los Weasley (no sólo Ron, sino
que los gemelos y el prefecto Percy) Hubiera sido divertido de
observar de no ser porque esto estaba desbaratando sus propios
esfuerzos.

Sentía curiosidad por saber como el chico y su madre lo habían


vencido. Por supuesto que el chico no debería tener idea de como
esto sucedió, pero igual sentía curiosidad. No le importaría dejar tras
de si el cadáver de Harry Potter para Dumbledore cuando se
escapara con la Piedra Filosofal; sentía que eso sería una venganza
adecuada.

Ahora ya era Halloween, y casi no tenía pistas de como pasar por


las trampas. Algunas de las trampas eran ridículamente fáciles para
él, pero otras no tanto. Él estaba seguro que su antigua rival de la
escuela, Minnie McGonagall conocía todas las trampas, pero
Severus Snape también podría estar al tanto. Él seguía siendo de la
confianza del Director aun después de la 'derrota' de Voldemort,
quedándose en su puesto como le habían ordenado. Por supuesto
que ese era el lugar más seguro para alguien con la Marca.

Aun así no podía reprochar a Snape su refugio… no cuando eso


significaba que ahora contaría con ayuda… Siempre que Severus
fuera cooperativo; y si no lo era, él arreglaría un destino fatal para su
antiguo espía.

Consideró sus opciones y decidió seguir con sus planes y dejar al


troll suelto, creando caos y dirigiéndose después hacia el tercer
piso, encontrándose allí con Snape. Se rio entre dientes, siempre
había admirado la mente rápida de Severus, y su ingenio.
Severus se acercó a él de manera amenazante, pero Voldemort en
completo control de Quirrell dijo-: Esss bueno verte de nuevo,
Severussss. Me alegra que hayas mantenido tu puesto, porque
tengo una tarea para ti.

Severus palideció y se encogió un poco. A pesar de saber que


Voldemort estaba usando a Quirrell, ser confrontado con su antiguo
señor era desmoralizador-. ¿Señor? Sabia que se encontraba
cerca… no adiviné que el profesor Quirrell estuviera ayudándolo… -
dejó de hablar, inseguro acerca de cuanto dejar saber.

Voldemort se limitó a reír por lo bajo, haciendo que Severus sintiera


nauseas. Los labios de Quirrell no se movían, y sus ojos estaban
vidriosos, la voz provenía de algún detrás de Quirinus. Severus no
quería pensar en la razón de esto.

-Ya sabesss que el Director tiene la Piedra Filosssofal -dijo


Voldemort-. Necesssito que me ayudes a adquirirla.

Severus ya se imaginaba este pedido, y estaba un poco preparado-.


Conseguiré la información de las trampas de los otros profesores, y
cualquier otro truco que haga que sea más fácil pasarlas. Eso
llevará algo de tiempo para que no sea sospechoso, pero
conseguiremos la Piedra -Severus pensó con rapidez. Ellos iban a
necesitar encontrar todas los Horcruxes antes de resolver las
trampas o él tendría que rehacer sus planes. Eso podría ser
desafortunado, pero él contaba con planes de respaldo: B, C, D, E…
y hasta F de ser necesario, aunque ese era un plan desesperado
'para escapar con vida'.

-El profesor Quirrell y yo descubriremos como pasar el Cerbero, tu


ocúpate del resto -ordenó Voldemort, y los dos profesores se
separaron.

Severus regresó al Gran Salón para descubrir a un ansioso Ron, un


irritado Draco, y un indiferente Harry ser recompensados con puntos
por rescatar a una Hermione Granger de aspecto triunfante de un
troll de montaña. Minerva sonreía orgullosa a sus leones, e insistió
en que todos fueran a tomar té con ella al día siguiente. Ella había
orquestado este té varias tardes para poder incluir a todos los de
primer año para mantener las apariencias, y además conversar con
otros Gryffindor con deseaba impresionar. Pero había conseguido
que Harry fuera al menos una vez por semana para 'hablar acerca
de sus padres'.

Albus se veía satisfecho, y eso alivió a Severus. Por ahora era


imperativo que este creyera que todos sus planes andaban bien.

~LMP~LMP~LMP~LMP~LMP~

Noviembre pasó con rapidez, pero Lucius reportó que Narcissa y él


habían destruido el Diario de Tom Riddle. El fuego demoníaco
funcionó para ello admirablemente. Narcissa había recuperado la
Copa Hufflepuff, y la identificó con la misma magia oscura que el
diario. Esta también fue destruida con el fuego demoníaco de lo más
bien. Escucharon hablar de la diadema Ravenclaw, y el relicario
Slytherin, reforzando lo que habían escuchado de Dumbledore. El
anillo que Dumbledore quería procurarse debía ser el último
fragmento, siempre que la serpiente hubiera permanecido como tal.

Severus se había preguntado muchas veces donde estaría Nagini,


pero pensó que eso realmente no importaba. Ahora tenía otras
preocupaciones.

Ron Weasley asumía ahora que era el mejor amigo de Harry y


simplemente se comportaba como si lo fuera. Hermione y Ron lo
flanqueaban en todas parte cuando podían, tratando de hacer a un
lado a Draco, mientras Hermione hablaba sin parar en el oído de
Harry. Ya estaban en noviembre, y Severus estaba seguro que
Draco o Harry estaban a punto de estallar, y cantarles las cuarenta a
los otros dos.

Draco y Harry aun conseguían escapar para hablar con Severus los
viernes en la tarde, más que nada porque era justo después de
Pociones y Severus simplemente los dejaba ahí después de clases.
Hermione resoplaba y miraba a Draco y al profesor Snape con
sospecha. Ron simplemente los miraba con enojo, resentido de no
poder mantener a Harry con ellos.

Ellos almorzaban juntos esos viernes, y después les daba a los


niños un rato para ventilar su enorme frustración no sólo por Ron y
Hermione, sino por la profesora McGonagall. Ella veía ahora una
grieta en la armadura de Harry y golpeaba contra ella cada vez que
podía. Sus sesiones de té se habían convertido en intentos de
lavarle el cerebro haciendo de los Malfoy y los Slytherin su blanco.
Ella por ahora no se metía con Severus, pero todos sentían que una
vez que lograran deshacerse de Draco, Severus sería el siguiente.

Draco apenas podía esperar las vacaciones por Yule, a menos de


un mes de distancia. Lo que se esperaba de él, que fuera educado
ante tanto desprecio, falta de respeto y hostilidad de parte de los
Weasley y algunos otros, era casi insoportable a veces. Esperaba
ser plenamente recompensado por ello con la escoba más rápida en
el mercado para las Navidades.

-La mayoría de los Gryffindor son amables -dijo Harry el viernes


pasado-. Todos menos Ron y Hermione en nuestro año. Los otros
años no nos ponen mucha atención, con excepción de los gemelos -
Harry esbozó una sonrisa burlona al decir eso.

Los gemelos Weasley habían hecho todo lo posible para


impresionar a Harry con sus bromas. Harry dejaba escapar su ira
con planes para contrarrestarlos. Cuando los gemelos 'atacaban' a
alguien, Draco y él los ayudaban después a realizar venganzas
peores en su contra. Si escuchaban de ellas antes de tiempo,
volvían sus mismas bromas en su contra. Siempre se sentía mucho
mejor después que los gemelos caían víctimas de sus propias
trampas.

Severus y Draco sonrieron ante eso. Draco con frecuencia era el


blanco de la 'diversión' de los gemelos, aunque ellos habían parado
después de que su último intento los había dejado calvos. El
profesor Flitwick los había dejado así por dos días antes de
'descubrir' el contra-maleficio. Estaba seguro que ahora tendrían
más cuidado de descubrir la cura antes de usar un maleficio, de eso
estaba seguro.

-Quirrell consiguió obtener un gran número de libros acerca de


animales mágicos. Es probable que encuentre allí la información
que necesita acerca de Fluffy. No podré retrasarlo mucho más, a
menos que le revele sus planes a Albus para que él mueva la
Piedra… por supuesto que haré eso, de ser necesario.
Desafortunadamente, Dumbledore parece pensar que Harry debería
rescatar la Piedra. Esta muy indignado porque Harry no ha
respondido a ninguna pista que le han dejado enfrente Minerva, Ron
o Hermione.

Los niños asintieron entre risas. Había sido difícil actuar tan densos
como rocas mientras que Hermione hablaba constantemente acerca
del Cerbero con que había 'tropezado' que al parecer cuidaba algo
importante. Minerva había dejado saber que Albus era amigo de
Flamel, y que estaba haciéndole alguna clase de favor. Y Ron
seguía con la cantaleta de que Draco y su familia harían cualquier
cosa por traer de vuelta a 'Quien-No-Debe-Ser-Nombrado'… y que
el padrino de Draco, Snape, no estaba libre de sospechas. A los tres
solamente les faltaba arrastrarlo hasta el tercer piso y empujarlo
trampilla abajo.

Harry sonrió de medio lado. Su respuesta general era que el gran


Albus Dumbledore, a quien hasta el Ya-Saben-Quien temía, de
seguro que no necesitaba de su ayuda para mantener a salvo lo que
fuera que estaba guardando. Esto parecía dejarlos mudos.

~LMP~LMP~LMP~LMP~LMP~

Hermione estaba sentada revisando un libro de la biblioteca, Ron


estaba sentado frente a ella pretendiendo estudiar Encantamientos,
pero se podía ver la revista de quidditch asomando dentro. ¿Cómo
esperaban que ella avanzara con tamaño lastre alrededor de su
cuello? Quedaban solamente dos semanas para las vacaciones y
ella había hecho pocos avances con Harry.
Por un tiempo pensó que podría convencerlo, después que ayudara
a rescatarla había tolerado un poco más su presencia y la de Ron.
Su Jefa de Casa había arreglado todos esos té, y muchos de ellos
sin Draco. Harry parecía impasible a los cuentos de malvados de
Slytherin y malvados Malfoy del pasado, y las peleas de sus propios
padres contra el Señor Oscuro. Harry sólo sonreía y a veces
retrucaba con el hecho de que un Gryffindor los había traicionado.
Eso siempre hacia que McGonagall se ruborizara de humillación.

Ron ni siquiera era tan sutil para eso, llanamente llamaba malvado a
Snape, y a Draco un mortífago en ciernes cuando Harry se reía de
sus especulaciones acerca del "cretino grasoso que debe estar
tratando de robar… 'loquefuera' que estaba debajo de la trampilla".
Eso sólo conseguía hacer estallar el temperamento de Harry.

Hermione se estremeció. El genio de Harry a veces era


espeluznante. La última vez que Ron insultara a Snape, Harry se
puso lívido de furia y contestó de manera viciosa-. Prefiero pasarla
con un 'cretino grasoso' que con una boca-floja que demuestra su
estupidez cada vez que respira -los ojos de Harry se habían
achicado con malicia y todo la sala común contuvo el aliento
esperando lo que vendría a continuación. Harry podía ser inventivo
con sus insultos, probablemente como resultado de 'pasar tiempo'
con Snape-. Si un zombi en busca de cerebros para devorar pasara
por aquí, te pasaría de largo ¿a que sí?

La sala común estalló en risotadas y Harry subió al dormitorio con


aire de triunfo. Ron ahora no hablaba con ninguno de sus
compañeros de cuarto porque todos se habían reído. Harry no
parecía tener ninguna intención de disculparse con él. Eso fue la
semana pasada, y Hermione ya estaba cansada de esta situación,
ya que su Jefa de Casa esperaba que ella se quedara junto a Ron y
consiguiera que ellos se reconciliaran. Una tarea sin esperanzas, lo
sabía.

Por fin Draco y Harry llegaron, junto con Dean y Seamus. Estos dos
se sentaron junto y Ron, y Harry y Draco al otro lado de ellos, lejos
de Ron.
Hermione recogió los lápices que le había mandado a pedir a su
madre y dio un grito de disgusto. La tinta derramaba por todos lados
y el plástico parecía derretido. Hubo amagos de risa por la biblioteca
al ver lo sucedido.

Harry la miró comprensivo-. ¿No te has dado cuenta que los


lapiceros del mundo muggle no funcionan aquí? La magia destruye
todo lo que es demasiado… antinatural, como el plástico. Además,
si no te gusta usar frascos de tinta para las plumas, siempre están
las plumas inagotables que son igual de buenas.

Hermione se puso roja de rabia-. No comprendo por qué la magia


acepta algunas cosas del mundo muggle y no otras -masculló-. Los
libros tan sólo dice que las "cosas que son artificiales" tienden a
'deshacerse'. Pero eso no explica porque algunas cosas parecen
aceptables y otras no.

Cedric Diggory y Angelina Johnson estaban hablando de quidditch


un poco más allá en otra mesa, y Cedric le contestó-. Eso depende
de lo "artificial" que sean. Las cosas de ese 'plástico' se deshacen
de inmediato, y otras cosas que son mezcla de materiales artificiales
y, digamos, lana, sólo durarán mucho menos que lo normal. Hay
libros que explican esto en detalle; por alguna razón no se
encuentran acá en la biblioteca, pero puedes ordenarlos.

Draco y Harry compartieron una mirada, esos libros eran de


suprema importancia para los nacidos de muggles. Libros que
explicaban el porqué podían usarse algunas cosas y otras no.
Probablemente existían libros acerca de como proteger algunas
cosas para que funcionaran en lugares con magia… cuando menos
por corto tiempo. Más de algún hijo de muggle probablemente
habría corrido de regreso por donde venía porque no le explicaban
las cosas.

Una linda chica Ravenclaw con largo cabello ondulado que estaba
sentada junto a Percy se inclinó hacia adelante para hablarles-. Yo
tenía problemas comprendiendo todo eso, y soy mestiza. Por suerte
mi madre pudo encontrar libros sobre conseguir funcionar algunas
cosas. Ella se ha adaptado muy bien a usar solamente cosas
mágicas, pero quería que yo supiera también como funcionaban las
cosas muggles. Cualquier cosa electrónica, y los alambrados
eléctricos, deben ser escudados con plomo de por lo menos seis
pulgadas de grueso alrededor, pero puede hacerse. Mi madre
sencillamente recubrió una habitación entera con todas las cosas
muggle adentro.

Penelope Clearwater, como resultó ser su nombre, tenía una lista


completa de libros y les hizo copias a todos. Ella contestó muchas
preguntas de todos, mientras Draco tomaba una de esas listas y
comenzaba a escribirle una carta a Lucius. Esos libros podrían ser
invaluables también para ellos.

Ron que había estado escuchando con una mirada enfurruñada,


achicó los ojos al ver la carta que estaba escribiendo Draco-.
¿Corriendo a escribirle a tu padre la información, pequeño espía?

Draco lo miró con enojo mientras los de la mesa escuchaban-. Claro


que tengo información para él. Él estará muy interesado en saber de
estos libros, así podríamos traerles algunas comodidades muggles
al tío de Harry y a su primo. No todo es acerca del Señor Oscuro,
sabes.

La mayoría en la mesa asintió en acuerdo, y aprobación. Ron de


nuevo se enfurruñó. Hermione, sin embargo, captó el nombre.

-No deberías llamarlo así… solamente los mortífagos lo llaman de


ese modo, por lo que he leído. Tu deberías llamarlo por su nombre:
Voldemort -ella frunció el ceño ante los jadeos y estremecimientos
alrededor de las mesas, y hasta Harry pareció sobresaltado-. Temor
por un nombre solamente aumenta el miedo a la cosa que se
nombra -añadió ella en forma pomposa.

-¿No lo sabes… no es así? -contestó Harry con irritación-.


¿Realmente crees que la gente lo llama el Señor Oscuro y todos
esos nombres ridículos: "Lord Nosequecosa", "Quien No Debe Ser
Nombrado", y todas esas bobadas, porque todos son cobardes o
estúpidos o algo parecido?

Hermione lució confundida ante esto, pero ella recibió un montón de


miradas enojadas de todos quienes la habían escuchado hablando,
y de repente pensó que quizás ella no había averiguado lo
suficiente, tal vez-. El Director lo llama Lord Vo… -hubo siseos de
todos en la mesa acallándola a media palabra.

-Por supuesto que lo hace. El Señor Oscuro le teme -contestó Harry


calmadamente-. El Señor Oscuro convirtió su nombre en un "tabú"
al conjurar un hechizo que convierte su nombre en un localizador. Si
tu lo llamas por su nombre esto lo convoca ya sea a él, o a algunos
de sus seguidores que podrían Aparecerse junto a ti… para matarte
o secuestrarte para ser torturada y asesinada. El Director sabe que
puede decir su nombre, y que es poco probable que ellos acepten el
reto.

Hermione quedó estupefacta. ¿Por qué nadie le había contado


esto? Ella suspiró, era otra de esas cosas que todos 'sabían' y no
creían necesario explicar. Aun así, ella se sentía estúpida por no
haber preguntado por esto antes de empezar a darles una charla-.
Lo siento, yo no lo sabía -dijo con voz débil. Le alivió ver que la
mayoría asentía aceptando.

Pasaron unos cuantos minutos antes de que cualquiera pensara en


preguntarse por qué el Director parecía alentar a los nacidos de
muggle a decir el nombre del Señor Oscuro, y nunca explicarles el
peligro tremendo en que los estaba instigando. ¿Acaso quería que
murieran a manos del Señor Oscuro?

N/T: Algo para pensar.

Gracias a todos por su apoyo :)

Harry Potter, personajes y su mundo © de J.K. Rowling y varias


otras compañías. Fanfiction sin fines de lucro, ni pretensiones
de infringir derechos de reproducción, realizado sólo con fines
de entretención. La trama, y personajes que no reconozcas
pertenecen al autor de este fic.
Chapter 9
.

" LOS MUCHACHOS DE PETUNIA"

Autora: Severusphoenix

CAPÍTULO 9

Los profesores y estudiantes estaban felices porque faltaban pocos


días para las vacaciones invernales.

Hermione y muchos de los otros nacidos de muggle sentían mucha


curiosidad por el tabú acerca del nombre del Señor Oscuro.
Hermione le había preguntado a la profesora McGonagall durante el
siguiente té, con Ron y Harry, acerca de esto, acerca de la razón de
si esto era peligroso por qué el Director alentaba el uso del nombre
de Lord Voldemort.

Minerva quedó desconcertada, y le contestó un poco nerviosa. Ni


Albus ni ella se esperaban que alguien sacara a colación esto, se
suponía que ellos debían creer que el Gran Albus Dumbledore
sencillamente era valiente y esperaban que los otros fueran igual de
valientes. El hecho de que ellos alentaban esto en niños vulnerables
era de algún modo pasado por alto. Que le llamaran la atención
sobre este hecho era alarmante… Hace menos de un año atrás que
le llamaran la atención por algo concerniente a Albus simplemente
nunca habría ocurrido.

Ella misma no comprendía porque él quería esto, a pesar de su


insistencia acerca de que no había peligro desde que el Señor
Oscuro había desaparecido.

-El tabú fue emplazado sobre el título de 'Quien-No-Debe-Ser-


Nombrado' durante la última guerra… y sí, era peligroso entonces…
pero después que Harry lo derrotó la magia fue rota, y su nombre es
seguro para usarlo nuevamente -Minerva brindó una sonrisa
orgullosa a un Harry poco convencido.

Harry se le quedó mirando fijamente-. Pero él no se ha ido… no del


todo. Todos susurran que él regresará. El Director también lo cree, y
entonces el nombre volverá a ser tabú, y todas esas personas que
tienen el hábito de decir su nombre se encontrarán en riesgo…
después de todo, los hábitos son difíciles de romper.

Ron observaba el intercambio con una mirada perpleja. Cierto, el


director decía el nombre de Ya-Sabes-Quien sin inmutarse… ¿pero
eso qué? Tan sólo demostraba coraje. Ron nunca lo había visto
insistiendo que usaran el nombre… por lo menos no cuando iba a
visitar a los Weasley, y seguro que él hubiera insistido primero con
los miembros de su Orden ¿no es así?

Para desmayo de Minerva, Ron saltó entonces con ese mismo


argumento-. El Director nunca le ha pedido eso a mi familia, y yo
nunca lo he visto hacer que ninguno de los amigos de mi familia lo
diga… ¿estás segura que realmente quiere que digas "Lord… Hm…
eso"?

Minerva reprimió la urgencia de estrangular al pelirrojo, mientras que


Harry solamente sonrió. Hermione quedó helada, su mente
haciendo conexiones rápidamente. Los Weasley eran sangre pura…
así como la mayoría de sus amistades lo eran, o cuando menos
eran mestizos con lazos con Dumbledore, o miembros de su
'Orden'. Él no los pondría en riesgo. Eran los nacidos de muggle o
aquellos con menores vínculos con el mundo mágico que eran de
escasa utilidad para él quienes eran alentados a realizar dicho error
fatal.
Minerva observó como Hermione palidecía y se echaba para atrás
en su silla, colocando su taza sobre la mesita. Al parecer, la señorita
Granger ya no tenía más preguntas para su Jefa de Casa. Ron se
vio confundido; él sabía que algo importante se le escapaba, ¿pero
qué?

Harry sorbió de su taza. Apenas si tuvo que hacer algo. Estaba


bastante seguro que no necesitaría evitar más a Granger. Y ella
hasta podría ser útil después de que reflexionara sobre todo esto.

~LMP~LMP~LMP~LMP~LMP~

Harry tenía su baúl abierto, con la mayoría de sus cosas ya


empacadas. Ellos se irían a su hogar en dos días. Ah, su hogar…
eso se escuchaba tan bien. Comenzó a guardar sus libros en la
sección de la 'biblioteca' de su baúl. Estaba haciendo una lista de
libros que pensaba mandar a pedir para su colección particular.
Sabía que los Malfoy tenían una biblioteca estupenda, pero él
también quería tener una propia.

Draco y Seamus habían bajado ya a almorzar, haciendo planes de


último minuto. Draco quería visitar una taberna de verdad… y quería
ver un par de juegos en la tele con Seamus. Dean esperaba poder
reunirse con ellos, sólo tendría que convencer a sus padres para
que lo dejaran ir por Flú desde el Caldero Chorreante hasta el hogar
de Seamus en Irlanda. Harry quería ver primero con Dudley y tío
Vernon antes de hacer planes con ellos.

Seamus invitó también a Ron, y este dijo que le preguntaría a sus


padres, y anotó la dirección del Flú de Seamus. Ron había estado
pensando mucho acerca del té con McGonagall. Lentamente había
empezado a comprender que su familia no tenía amigos que fueran
hijos de muggles, y que solamente un par de conocidos eran hijos
de muggles. Ottery St. Catchpole contaba con muchas familias
mágicas, todos de sangre pura o cercanos a esto. Los Diggory, los
Fawcetts… no había nacidos de muggles allí.
Había varios mestizos en la Orden, y algunos nacidos de muggles,
pero ninguno de ellos tenía mucho que ver ya con el mundo muggle,
y ninguno de ellos había sido invitado jamás a cenar en su casa.
Cierto, su padre estaba fascinado con los muggles, pero eso no
parecía traducirse en tener amigos que fueran hijos de muggles.

Nunca se había cuestionado la lealtad de su familia hacia


Dumbledore, y la Orden. Simplemente era un hecho de la vida que
Albus Dumbledore siempre tenía la razón, y que la familia Weasley
seguía sus directivas. Ahora, se estaba filtrando en su cabeza que
quizás Dumbledore podía estar equivocado al alentar que los
nacidos de muggle y los mestizos usaran el nombre de Ya-Sabes-
Quien. Probablemente se trataba de que estaba tratando de
instigarlos a que entraran en acción contra Ya-Sabes-Quien en vez
de que se escurrieran de vuelta al mundo muggle. Sin embargo,
ellos realmente necesitaban que se les advirtiera del peligro de
antemano, para que tuvieran una elección.

Ron suspiró, era un gran golpe darse cuenta que Dumbledore


pudiera no ser infalible, pero esa no era razón para abandonar su
causa. Él necesitaba convencer de esto a Harry… y a los otros.

Ron le dio una mirada a Harry, quien estaba empacando su baúl,


dejando afuera sólo unos cambios de ropa. Ron hizo una mueca.
Era muy poco probable que Harry lo escuchara. Quizás debería
esperar hasta después de Navidad, estaba cansado de las
constantes peleas con sus compañeros de cuarto. Ninguno de ellos
se ponía nunca de su lado, y ya estaba cansado de ser siempre la
quinta pata del kneazle.

Se había reconciliado con Dean y Seamus, y ahora estaba hablando


con Harry. Parecía mejor pretender que el imbécil de Malfoy no
existía. Sabía que no era sutil, así que debería esperar para
simplemente señalar las cosas buenas de Dumbledore, y las veces
en que tuvo razón. Después de todo, los libros de historia estaban
llenos de las hazañas de Dumbledore contra Grindewald, y las
acciones heroicas contra Ya-Sabes-Quien en la primera guerra.
~LMP~LMP~LMP~LMP~LMP~

Harry deambuló por el dormitorio la noche antes de partir. Habían


sido unos meses interesantes. Él adoraba Hogwarts, pero le
alegraba volver a su hogar, extrañaba a su tío y su primo… y a los
caballos. Rusty iba a correr en una carrera a fines de diciembre,
junto con Snooty.

Draco había ido corriendo a las mazmorras para algunos encargos


de último minuto con los Slytherin. Blaise y Pansy, junto con Theo
gradualmente se habían descongelado con Harry y sus amigos. Sus
padres estaban viendo la necesidad de mantener a todos los magos
y brujas dentro del mundo mágico… en vez de alejarlos, y sus hijos
estaban recibiendo órdenes de ser amistosos con Harry y Draco, de
ser posible.

Era triste, pero era un hecho indiscutible que ellos necesitaban a


todos los nacidos de muggles y mestizos. Pero, los Slytherin eran
realistas, y rápidamente cambiaron su ideología por una en que
"todos eran bienvenidos". Lo más irritante de todo era que ahora
parecían estar adoptando el eslogan de los Hufflepuff.

Harry fue hacia el séptimo piso, sin intención de no ir más lejos para
sólo mirar afuera por las ventanas. Había descubierto un nicho
conveniente y se acurrucó allí detrás de una cortina para mirar hacia
el lago, y observar caer la nieve. Pronto sería un año desde la
muerte de tía Petunia y tantas cosas habían cambiado desde
entonces.

Escuchó susurros y pasos y se echó más atrás, esperando no ser


visto. Ah, los gemelos Weasley. Probablemente estaban planeando
alguna broma, escucharlos le permitiría sabotear cualquier cosa que
estuvieran maquinando.

Escuchó a los gemelos decir claramente-: Juro solemnemente que


mis intenciones no son buenas -lo cual le hizo asomar la cabeza por
la cortina. Para su sorpresa, ellos estaban sujetando lo que parecía
ser un mapa, y por lo que decían los pequeños puntitos moviéndose
eran los ocupantes del castillo.

Ingenioso. Parecía que había subestimado la destreza de los


gemelos… y después los escuchó decir que le habían robado el
mapa a Filch-. Esos Merodeadores eran unos genios… imagina
hacer este mapa. Les debemos mucho por esto.

Harry se quedó paralizado. ¿Dijeron los Merodeadores?… sí, él


estaba seguro que su padre y sus amigos se llamaban a si mismos
'los Merodeadores'. Tía Petunia lo había mencionado. Harry empezó
a perder el temple, él contaba con muy pocos recuerdos de sus
padres… y los condenados gemelos tenían una cosa que fue de
James Potter. Pensó en demandar que se lo dieran, pero ellos
objetarían, y si llamaba a un profesor seguramente lo requisarían.

Harry los escuchó cuchicheando, y después un-: ¡Travesura


realizada! -Al parecer, a los Merodeadores les gustaban las frases
de activación y desactivación extravagantes. Observó a uno de los
gemelos guardarse el mapa sin cuidado en el bolsillo trasero, lo que
le recordó de repente al propietario millonario del hipódromo y la
billetera cayendo de su bolsillo. Luchando brevemente con su
conciencia, pues odiaba robar hasta esto, pero pensándolo bien ¿se
puede robar algo robado? Además de que el mapa era de su padre,
y ahora seguro que debería ser suyo ¿cierto?

Harry extendió su mano izquierda, ya que había descubierto que


todavía era mejor con un hechizo cuando requería un toque delicado
hacerlo sin varita. El mapa tembló mientras salia lentamente del
bolsillo, y después voló a las manos de Harry. Harry dejó
rápidamente su escondite, y partió en la dirección contraria por el
pasillo mientras escuchaba un grito de los gemelos al darse cuenta
que el mapa ya no estaba.

Harry renunció a tratar de ser silencioso entonces, y corrió dando


vuelta a una esquina bajando el pasillo. Había un gran tapiz allí de
un mago con unos trolls en tutús, quizás él podría esconderse allí.
No, ellos verían el bulto y sus pies, porque el tapiz no llegaba hasta
el suelo. Dio la vuelta, pero podía escuchar a los gemelos y miró el
fondo del pasillo, sin salida por allí. Necesitaba algún lugar donde
esconderse, y rápido.

Para su asombro, una puerta se materializó de repente en la pared


al frente al tapiz. Harry vaciló y después abrió la puerta, entró y la
cerró usando un hechizo de cerradura que Severus le había
demostrado, seguido por otro que Lucius le había hecho aprender.
Suspirando se dio la vuelta y se rio, el cuarto era enorme y lleno
hasta el techo de cosas. Caminó por unos cuantos pasillos mirando
los objetos. La gente debía haber estado escondiendo cosas aquí
por siglos. Tomó un par de libros, algunos eran tan antiguos que
eran casi indescifrables. Con una risita vio unas pocas revistas 'de
adultos', y unas cuantas novelas románticas atrevidas con mujeres
escasamente vestidas y hombres absurdamente musculosos en las
cubiertas.

También había cofres, y ropas desparramándose de ellos. Uno


parecía estar lleno de monedas de oro y joyas. Vaciló acerca de
tocar nada o de abrir algún cofre cerrado, así como evitó los frascos
de líquidos brillando de manera malévola. Un jadeo se le escapó al
ver unas catapultas aladas suspendidas en el aire.

Harry regresó hacia la puerta y sacó el mapa. La habitación no se


encontraba en el mapa, quizás los Merodeadores nunca
descubrieron este lugar. Vio que los gemelos se encontraban ahora
en su dormitorio, con Ron y Percy, como una sesión de estrategia
familiar. Aun así, ahora era seguro salir después de remover sus
hechizos de cerradura, después de todo no estaba seguro si estos
habían funcionado, o si la puerta seguía allí después que la cerró.

Harry corrió de regreso a las mazmorras y golpeó en la puerta de


Severus. Le contó de toda su aventura y le entregó el mapa,
mientras movía los brazos para describir la habitación donde había
estado.

LMP
Severus miró fijamente el mapa y cuidadosamente dejó su
expresión en blanco, luchando contra viejos sentimientos de furia
ante viejas injurias cometidas. Finalmente, las hizo a un lado para
lidiar con ellas más tarde. Harry, y el aquí y el ahora, eran más
importantes. Le sonrió de forma aprobadora a Harry mientras su
historia llegaba a su conclusión.

-… y después me vine directo para acá! -terminó Harry con una


sonrisa brillante.

Severus dobló el mapa y se lo devolvió pausadamente a Harry para


no verse tentado a incinerarlo. Todo este tiempo pensando que los
Merodeadores eran astutos para emboscarlo, y en vez de eso
hacían trampa. Pero ahora eso ya no importaba, ahora el mapa
estaba a su disposición. Ese solo hecho haría que James Potter se
diera vueltas en su tumba. Por fin, se recordó con firmeza que vivir
bien era la mejor venganza.

-Puede que hayas resuelto varios problemas a la vez, Harry -


Severus sonrió mientras Harry se acomodaba en un sillón y comía
una galleta de chocolate blanco con nueces de macadamia de la
reserva privada de Severus-. Albus se esta poniendo impaciente.
Nuestras pequeñas historias que hemos estado inventando acerca
de como hemos estamos buscando un Horcrux escondido en la
escuela según nos pidió, y de como te estas poniendo cada vez más
'sospechoso' del profesor Quirrell lo han mantenido contento por un
tiempo, pero ahora esta impaciente por algo más concreto. Este
'Cuarto de las Cosas Escondidas' es perfecto, aun cuando el
Horcrux no se encuentre allí, es obvio que estarás muy ocupado con
la tarea que el Director te encomendó. O por lo menos así le
parecerá a él.

-Genial -dijo Harry sonriendo, había empezado a sentir temor que lo


empezaran a hacer ir a tomar té con Dumbledore, y tal vez esto los
satisfacería.

Harry y Severus se encaminaron hacia el séptimo piso, evitando a


estudiantes y a Minerva usando el mapa.
-Quizás debería usted quedarse por ahora con el mapa, profesor -
dijo Harry, animado-. Si usted lo tiene, sabré que no lo robarán ni lo
confiscarán… y me lo dará si necesito usarlo.

Severus sonrió, y asintió. Le conmovía la confianza de Harry. Iba a


necesitar la confianza implícita del niño por si su plan A, B o C no
funcionaban y debía pasar al plan D, E o… Merlín lo impidiera, el
plan F.

Juntos entraron al Cuarto, y a pesar de que le habían advertido de


antemano, se encontró jadeando con asombro. El Cuarto era tan…
tan… ¡gigantesco!

-Hemos destruido la Copa y el Diario… Albus esta buscando el


Anillo… así que andamos buscando ya sea el relicario de Slytherin o
la diadema de Rowena -dijo Severus comenzando a buscar por la
habitación.

Severus miró con añoranza la montaña de libros y se preguntó


acerca del contenido de los frascos de pociones. Se prometió
regresar allí durante el receso de invierno para explorarlo.

Un gritito seguido por-. ¡Hey, mire esto, profesor! -lo alertaron, y


deshizo su recorrido de regreso hacia Harry. Harry estaba mirando
fijamente el busto de un mago de aspecto importante que tenía
puesto una peluca y una diadema en la cabeza-. Esa se ve como la
que tiene la estatua de Rowena en la sala común de Ravenclaw.
Padma nos las mostró cuando Parvati nos llevó con ella a visitar a
su hermana.

Severus alzó una ceja, tal mezcla entre los estudiantes habría sido
impensable el año pasado; y ahora era cada vez más común.
Severus realizó un conjuro sobre la diadema, y sí, definitivamente se
trataba de un objeto oscuro. Puso su mano sobre el objeto, sin
tocarlo. La sensación era repugnante, y le provocó un dolor agudo
en el brazo izquierdo donde se encontraba la desvaída Marca.
-Si, ciertamente la encontraste, Harry -le sonrió al niño de nuevo.
Conjuró una bolsa y levitó la diadema dentro de esta, teniendo el
cuidado de no tocarla directamente.

Harry y él salieron de la habitación sintiéndose victoriosos, y


Severus después hizo que Harry fuera hasta su dormitorio. Él
necesitaba decidir cuanto revelarle a Albus.

LMP

Harry se puso su pijama y guardó el resto de sus cosas, dejando


fuera un cambio de ropa y una capa. El pijama podría dejarlo aquí
para la lavandería. Sostuvo una conversación susurrada con Draco,
contándole su 'aventura', y Draco le susurró el resultado de su visita
a los dormitorios en Slytherin. Harry sentía curiosidad por verlos, y
Draco quería ver el 'Cuarto'. Así que ya estaban deseando verlos a
su regreso.

Esa noche estuvo llena de sueños placenteros de escobas de


carreras y botas de cuero de dragón.

~LMP~LMP~LMP~LMP~LMP~

El desayuno de despedida fue perfecto. La broma que Harry había


escuchado planear a los gemelos Weasley, se les devolvió, justo
como Harry y Draco habían arreglado. El bol de avena preparada
que ellos habían saboteado explotó cubriendo a los gemelos con
una pasta gomosa que tornó su piel de un diseño a cuadros rosados
y naranja que chocaba desastrosamente con su cabello rojo.

La escuela entera rompió a reír, y esta hilaridad continuó durante el


viaje el tren. Los gemelos trataron de sonreír ante las risitas y los
dedos que los señalaban, pero rápidamente se les agotó la buena
intención. Ellos encontraron escasa simpatía entre los otros
estudiantes. Hasta los Hufflepuff les dieron la espalda.

Cedric Diggory los miró con mala cara, y contestó sus quejas con
enojo-. Ustedes le hicieron la misma broma el año pasado a uno de
nuestros Hufflepuff, y luego dijeron que era un aguafiestas sin
sentido del humor por quejarse y estar enojado -Cedric se dio la
vuelta, y cerró la puerta de su compartimento dejándolos afuera.

Finalmente, encontraron un compartimento con muchachos


Gryffindor de cursos mayores, que pasaron la mayor parte del
tiempo haciendo chistes malos acerca de los colores discordantes.
Eso les hizo pensar mucho en lo que había dicho Cedric y acerca de
si querrían sentir las travesuras que habían estado infringiendo
sobre otros.

~LMP~LMP~LMP~LMP~LMP~

Harry y Draco encontraron a Lucius y Narcissa en la estación


ferroviaria, y Desaparecieron con ellos hacia su casa. Tío Vernon y
Dudley estaban esperando a Harry ahí, y los tres partieron a su
hogar, ansiosos de ponerse al día. Harry los puso al tanto de todo,
contándoles acerca de la última Horcrux que Severus y él habían
descubierto. Vernon tan sólo meneó la cabeza, todo ese asunto de
'dividir el alma' le sonaba arriesgado.

Dudley se vio perplejo-. ¿Por qué el Director actúa como si apoyara


a los nacidos de muggle, y al mismo tiempo trata de librarse de
ellos? Debe tener una razón.

Harry asintió-. Severus esta tratando de llegar al fondo de eso.


Severus dice que es una buena tapadera, sin embargo. Si el
Director quiere que los nacidos de muggle y los mestizos le sean
completamente leales o bien que desaparezcan totalmente del
mundo mágico, sin una posición intermedia, este sería el modo de
hacerlo. Los hijos de muggle y los mestizos que no hagan
exactamente como él quiere son probablemente un riesgo para lo
que sea que es su objetivo.

-Guau, eso es desquiciado, Harry -caviló Dudley-. Será mejor que


Severus cuide sus pasos. Dumbledore es mucho más solapado de
lo que pensábamos.
Harry asintió con énfasis.

~LMP~LMP~LMP~LMP~LMP~

Severus entró a la oficina de Albus con trepidación. ¿Qué haría si el


Director no quería destruir ahora mismo el Horcrux? Él necesitaba
que todas los Horcruxes desaparecieran, excepto el de Harry. Pero
la suerte estaba con ellos, y Albus sonrió encantado ante la diadema
y urgió a Severus a que dispusiera de ella. Después se vio
pensativo.

-¿Exactamente cómo se destruyen los Horcruxes? Cuando


encuentre el anillo… no quiero que resulte totalmente destruido, sino
que solamente se destruya el Horcrux -Albus pareció ansioso, y esto
confundió a Severus.

-Bueno, el fuego demoníaco es el modo seguro de destruir los


Horcruxes… pero eso también destruiría el objeto… -Severus pensó
con rapidez. ¿Por qué tanta ansiedad por un anillo?-. He leído que
hay algunas sustancias que podrían destruir un Horcrux. Se
mencionaba el veneno de basilisco.

Albus se animó-. ¿De modo que sólo se necesitaría inyectar algo


dentro de la piedra para destruir el Horcrux, y el anillo seguiría
intacto?

Severus asintió lentamente como respuesta-. Ese parece ser el


caso… -¿pero por qué todo ese problema por un anillo?-. Por
supuesto que hasta esas pocas gotas necesarias serían
terriblemente caras -Severus observó con atención a Albus. Hubo
una mueca ante la mención del costo, pero aun pareció determinado
a hacerlo.

Severus quedó inquieto ante esto, pero Albus se negó a explicarse.


Severus tendría que quedar satisfecho con que otro Horcrux sería
destruido, pero la importancia de su recubrimiento permanecería en
secreto… por ahora.
Pero además de esto, Albus pasó a otro tema delicado. Él quería
visitar a Harry para darle un regalo de Navidad. Severus ya había
consultado con Vernon y Lucius por lechuza acerca de el mejor
curso de acción.

-Bueno, el día de Navidad va a ser sólo para la familia donde los


Dursley, y al día siguiente ellos van a ir la Pista de Carreras de
Leopardstown para el festival de Navidad y las carreras. Su caballo
favorito va a correr -Albus miró con impaciencia a Severus durante
su disertación. Severus hizo una mueca de desprecio, y Albus pensó
que se debía a la devoción de Harry por un caballo que ni siquiera le
pertenecía-. Sin embargo, logré persuadir a Lucius para que usted
viniera a una pequeña reunión en nochebuena. Los Malfoy y los
Dursley, y Harry Potter, van a darse obsequios, y abrir algunos
regalos que no son de la familia inmediata. Podrá entonces darle el
obsequio.

Albus se paseó y frunció el ceño. Él esperaba poder darle la capa en


privado, con la esperanza de ganar la confianza del Harry al darle
como regalo al chico la más preciada posesión de James Potter.
Pensaba conseguir así jurar al niño en el secreto, y si la capa
continuaba siendo secreta sería sencillo tenerla de vuelta cuando el
muchacho muriera. Después de todo, ya contaba con la varita,
estaba a punto de conseguir el anillo, y la capa sería el eslabón
final. Él estaba dispuesto a cederla solamente en un esfuerzo por
conseguir que Harry Potter confiara en él.

Además estaba el beneficio añadido de alentar un comportamiento


arriesgado en el niño. Después de todo, si Harry resultaba muerto
haciendo algo, bueno infantil, nadie lo señalaría a él como culpable.
Y después el mundo mágico tan sólo tendría a Albus Dumbledore
para buscar como su salvador cuando regresara el Señor Oscuro.

Y aun mejor, si los Malfoy y Dursley estaban conscientes de la capa


de invisibilidad y Harry resultaba herido, la reputación de Lucius
resultaría despedazada y hasta se podría susurrar que había estado
conspirando para conseguir la muerte del Niño Que Vivió todo ese
tiempo. Y si tan sólo resultaba lastimado… quizás podría rebatirse la
custodia de Dursley. Sí, pensó con una pequeña sonrisa, esto
podría funcionar.

Severus tiritó levemente al ver esa sonrisa, eso no era un buen


augurio.

~LMP~LMP~LMP~LMP~LMP~

Severus ayudó a los tres niños a decorar un enorme árbol de


Navidad después de almuerzo. No se esperaba a Dumbledore hasta
las siete, así que tenían mucho tiempo.

Vernon y Lucius estaba terminando los arreglos para Rusty y su


amigo Snooty para que pasaran el festival de carreras de Navidad
en las cuadras más cómodas que podían conseguir mientras
estaban en Dublin para el evento de la Pista de Carreras de
Leopardstown. Lucius prefería demorarse allí, evitando lo más
posible todo lo que tenía que ver con decorados navideños y luces
parpadeantes.

Los chicos ya habían decorado el árbol más pequeño donde los


Dursley con decorados muggle. Narcissa ayudó a Vernon a
conseguir algunos decorados mágicos para sorprender a los niños
con escenas navideñas que se movían, hombres de nieve que
bailaban y renos saltarines.

El árbol de los Malfoy era mucho más grande y algunos de los


adornos claramente eran muy caros, pero también había algunos
con fotos de los tres Malfoy, Lucius, Narcissa y Draco, de cuando
Draco era un bebé, y que saludaban desde el ornamento de vidrio a
los magos que se afanaban con el árbol.

Una escena dentro de un bulbo tenía a un emocionado Draco


enseñando una escoba de principiante. Draco envió esa al tope del
árbol donde esperaba que nadie la viera.

Los elfos domésticos ayudaban aquí y allí, Dudley les pasaba una
esfera y les señalaba donde la quería, y el elfo la enviaba a las
ramas donde Dudley no alcanzaba. A Dudley le encantaba ver
levitar los adornos.

Los chicos estaban intentando inventar una canción para Severus


mientras decoraban. Harry comenzaba con algo como-. Adornemos
las mazmorras falalalala con… -canturreó, pero no pudo pensar en
algo con que a Severus le gustaría decorar.

-.. .con entrañas de los Gryffindors… -continuó Draco entre risitas.


Narcissa chasqueó la lengua con desaprobación.

-Mejor… con cicuta y belladona… falalalala-lalala… -contribuyó


Dudley cantando.

-Cuando menos eso sería útil -contestó Severus, imperturbable ante


el humor de los preadolescentes.

Lucius suspiró, apenas unos meses atrás Draco nunca hubiera


actuado tan audaz. Con la constante exposición a los leones, su hijo
y heredero se había convertido en un rufián imprudente. Sacudió un
poco la cabeza. Narcissa y él tendrían que resignarse a una vida de
tener que rescatar a Draco de si mismo, lo más probable. Pero
Draco sería respetado, estaría del 'lado correcto', un amigo de Harry
Potter, y estaría vivo. Ellos tendrían que aprender a lidiar con el
comportamiento insensato a cambio.

El árbol finalmente estuvo arreglado, y el villancico ahora tenía


varios versos sin rima alguna. Se sirvió una cena ligera mientras que
los presentes de todos los que no eran de la familia inmediata eran
colocados debajo del árbol por los elfos domésticos.

Después del postre, se reunieron alrededor del árbol para poder


entregarse los regalos. Harry tenía varios de los miembros del
Wizengamot, y de Cornelius Fudge. Hasta había una pluma
inagotable en rojo y dorado de parte de rita Skeeter. Todos habían
enviado un presente para Dudley, además, aunque se limitaron a
darle dulces al parecer sin saber que más regalarle. Draco además
había recibido regalos de los asociados de negocios de Lucius.
Al final, llegaron a los regalos de Vernon, Harry y Dudley de parte de
los Malfoy. Una gran cantidad de lechuzas habían sido
intercambiadas pensando en que regalarse. Harry había discutido
las dificultades de hacer funcionar cosas muggles alrededor de la
magia; a pesar de que Harry no había causado muchos problemas
con la magia sin varita después de practicar un poco. Dudley se
preguntaba si la energía solar se vería también afectada. Vernon
había descubierto varias cosas que funcionaban con energía solar,
un molino que iluminaba un faro y cosas así.

Lucius se encontraba mesmerizado con las acciones de los


pequeños aparatos, y Narcissa casi podía ver sus planes dando
vueltas en su cerebro. Dudley compró un pequeño montón de libros
acerca de la energía solar, inclusive una «Guía para Idiotas hacia el
Poder del Sol», pero no había tenido el coraje para dárselo, así que
todavía estaba guardado en su habitación.

Harry y Severus habían regreso a la Habitación de las Cosas


Perdidas justo antes de la partida de Harry. Severus consiguió
despejar un pequeño espacio y después ambos habían entonado-:
¡Accio, cosas de Malfoy!

Habían tenido que apartarse rápidamente antes que una pequeña


colina de pertenencias cayera sobre ellos. Después de todo, el
hechizo les estaba enviando todas las pertenencias de un Malfoy
presentes en el cuarto. Después tuvieron que sortear entre un
enredo de ropas viejas, cachivaches sin valor, y descubrieron varias
cosas que estaban seguros que los Malfoy querrían de vuelta.
Pusieron todo en una caja y le colocaron sus dos nombres como un
obsequio para la familia Malfoy.

Lucius quedó muy sorprendido, y complacido al ver los libros


devueltos-… en especial este libro de Aritmancia, es parte de un
juego, y es irreemplazable. Ha estado perdido desde 1700's. Y este
álbum de fotos fue de mi abuela, también pensábamos que estaba
perdido para siempre.
Había una vieja gargantilla sobre la cual Narcissa sonrió. Tenia un
delicado trabajo con joyas diminutas en un hermoso diseño. No era
especialmente valiosa, pero había estado en la familia Malfoy desde
los tiempos de los Fundadores y no tenía precio debido a esto.

También había una escoba antigua con el nombre Titus Malfoy en


ella, una antigüedad que fuera fabricada en 1743 para un tata-
tatara-algo tío de Lucius. Draco quiso de inmediato montarlo en la
muralla de su cuarto. Lucius meneó la cabeza, y dijo por qué no.

Severus quedó complacido con los ingredientes de pociones


exóticos y la última parafernalia en pociones que los Malfoy habían
hallado para él. Nunca necesitaba comprar nuevos aparatos,
siempre se los daban para Navidad.

Vernon, Dudley y Harry conspiraron juntos para darle una caja llena
de hojas y conos. Harry había revisados libros y crónicas de
pociones para descubrir los ingredientes más raros que podían ser
encontrados en los Estados Unidos. Vernon tenía un amigo
entrenador que tenía muchas conexiones en Estados Unidos, y
cuando Harry dijo que necesitaban hojas y conos de los antiguos
arboles secoya, Vernon consiguió la dirección de un amigo de un
amigo e hizo que Dudley le escribiera rogándole que necesitaba una
caja llena de hojas y conos para un proyecto de ciencias en su
escuela. El hombre había consentido en enviársela. Ellos después
de darle la caja de regalo, se la quitaron después de unos
momentos para colocarla junto con el resto de los regalos; habían
notado que Snape había empezado a ponerse en 'modo de proyecto
de próxima poción'.

Los Malfoy le regalaron a Vernon, Dudley y Harry los libros acerca


de como conseguir que las cosas muggles funcionaran en el mundo
mágico, y prometieron ayudarlos como pudieran para lograr hacer
trabajar algo conque Vernon ni Dudley prefirieran no vivir.

Narcissa hizo una señal a los elfos, y ellos entraron cargando cinco
macetas con pequeños arbustos de rosas-. Fui a su antigua casa y
hablé con la mujer que vive ahora allí. Me temo que la hice llorar con
la historia de como habían tenido que dejar el lugar, y le pedí unos
esquejes de las rosas de tu tía. Ella estuvo muy entusiasmada de
hacerlo. Podremos hacer un jardín en su nueva casa si gustan, y
plantarlas allí -su regalo fue recibido con abrazos y lágrimas de
felicidad. Ellos tendrían parte del jardín de Petunia de nuevo entre
ellos.

Lucius le sonrió a Narcissa. No había sido fácil para ella desplazarse


por el mundo muggle aun por algo tan relativamente sencillo como
eso, pero lo había hecho. Por Harry y Dudley, así como también por
Vernon.

El Flú se escuchó, y se tensaron un poco. Dumbledore había


arribado con su regalo.

Autora: La trama sigue complicándose, pero cuando menos


Hermione ya no esta sin claves.

Gracias por comentar, favorecer y seguir el fic :)

Harry Potter, personajes y su mundo © de J.K. Rowling y varias


otras compañías. Fanfiction sin fines de lucro, ni pretensiones
de infringir derechos de reproducción, realizado sólo con fines
de entretención. La trama, y personajes que no reconozcas
pertenecen al autor de este fic.
Chapter 10
.

" LOS MUCHACHOS DE PETUNIA"

Autora: Severusphoenix

CAPÍTULO 10

Albus Dumbledore entró a la sala de estar alegremente decorada de


los Malfoy seguido por un sonriente Fudge. Él tenía la intención de
tener un testigo, en caso que los Malfoy se pusieran pesados con él.
Quedó aliviado al ver a Severus acomodado en un sillón rodeado
por los tres niños. Seguro que ya había persuadido a Harry de que
Albus solamente estaba haciendo "lo correcto" en todo lo
acontecido, y que estaría entusiasmado de ver que el Director le
traía un presente.

El Ministro Fudge saludó a todos, y recibió los agradecimientos de


Draco, Harry y Dudley por los regalos de la familia Fudge que
habían llegado por el correo de las lechuzas. Albus frunció el ceño,
dándose cuenta que no había traído regalos de cortesía para los
otros niños.

Severus se puso de pie con una sonrisa leve, y sugirió que


permitieran que Albus hablara con Harry por un momento. Ellos
habían decidido dejar que Albus hiciera su movida, premunidos de
un gran número de encantamientos para escuchar y con el cuarto
fuertemente resguardado contra cualquier hechizo que tratara de
conjurar, tales como alguno de coerción o de rastreo. Lucius frunció
el ceño, y aparentó ceder de malas ganas, saliendo todos con algo
de renuencia. Esto le aseguraría a Dumbledore que Severus estaba
haciendo su trabajo, y que tenía alguna influencia sobre los Malfoy y
Vernon Dursley.

Severus le había dado algunas indicaciones a Harry de como


manejar la situación con Albus, a pesar de que Harry le había
asegurado que podía leer emociones superficiales y que con
frecuencia esto le ayudaba a salir de estas situaciones y esto lo
tranquilizó un tanto. Harry ya le había dicho esto antes, pero estaba
receloso de la habilidad. Albus sabía algo de Oclumancia y eso
podría enmascarar sus emociones.

No obstante eso, Harry ahora se encontraba sentado junto a


Dumbledore con una mirada neutral y suprimiendo el impulso
malicioso de preguntar dónde estaban los regalos de Dudley y de
Draco.

Albus sostenía un regalo que brillaba en sus manos y con su mejor


caracterización de abuelo benigno, y habló con tono grave que
contenía algo de pesar.

-Antes de que mataran a tu padre, James, él me confió esta capa.


Es un hermosa capa de invisibilidad -Albus sonrió y empujó el
paquete envuelto con papel brillante hacia Harry-. Sé que él habría
querido que tu tuvieras esto… y que hubiera deseado que lo usaras
bien, Harry.

Harry dejó caer los ojos sobre el regalo, contento de tener una
excusa para no mirar al Director a los ojos. Cierto, estaba encantado
de recibir el regalo, pero resentía tener que comportarse como si el
Director estuviera haciendo algo más que devolviéndole su legítima
propiedad. Dumbledore dando algo que no era suyo para retener, no
requería más que un educado "gracias" en lo que concernía a Harry.

Aun así, él necesitaba seguir llevándole la corriente. No fue difícil


actuar encantado al recibir la capa, era cierto que estaba fascinado
por tener otra posesión de su padre. Tía Petunia le había dado
algunas pequeñas cosas de Lily que quedaron en casa de sus
padres cuando ella se casó, tesoros de infancia y unos pocas cosas
de sus años adolescentes. Estas fueron guardados cuidadosamente
en una caja y almacenadas mientras ellos estaban viviendo en el
hotel. Pero él no tenía nada de James, a excepción de unas pocas
fotos hechizadas para quedarse quietas que Lily le había enviado a
Petunia cuando se escribían. Había conseguido el mapa de los
gemelos, y ahora esta capa… esos podrían ser los únicos objetos
personales de James que podría tener.

-Muchas gracias, Director -consiguió decir Harry, esperando que el


hombre pensara que estaba ahogado por las lágrimas y no de
enojo. Harry podía sentir la satisfacción rezumando del hombre,
junto con un sentido de ansiedad que Harry percibía desde su
llegada-. Estoy seguro que me servirá mucho… -Harry se permitió
una sonrisa orgullosa para más efecto. Entendía que Dumbledore
quería que Harry hiciera más escapadas y que comenzara a buscar
la Piedra Filosofal. El aumento de ansias que siguió a las palabras
de Harry, le convencieron que tenía razón.

Albus se sentó muy contento, y se lanzó a contar algunos cuentos


de James, y escapadas de los Merodeadores que él conocía,
salpicados con algunos bromas que le habían hecho a Severus,
todo con los ojos titilando y en un tono cómplice de "esto sólo entre
Gryffindors".

Harry se esforzó por conservar una sonrisa en su rostro. Cierto,


Petunia sabía que James y sus amigos fueron rivales amargos de
Severus. No había tratado de esconder este hecho porque sabía
que Harry y Severus iban a necesitar llevarse bien, y quería que el
niño comprendiera porque iba a necesitar un poco de paciencia con
Severus. Pero los cuentos de Dumbledore eran de bromas pesadas
con mucha peor intención que las que Petunia conocía. Harry
solamente podía conjeturar que Lily no sabía de ellas, y por lo tanto
no le había contado de eso a Petunia.

El corazón de Harry se hundió en picada mientras Dumbledore


parloteaba, hasta que Harry dijo sintiéndose en conflicto que quería
enseñarle su capa a Dudley y Draco. Albus apretó los dientes y fue
su turno de luchar para mantener una sonrisa en su rostro ante la
idea de que Harry compartiera la capa. Albus asintió en breve, y
después lanzó otro bombazo.

-Un amigo de tus padres, el Remus Lupin que mencionaba en mis


historias, ha expresado el deseo de verte. Espero que le puedas
preguntar a ti tío que disponga una hora para que puedas reunirte
con él -los ojos de Albus centellearon felices mientras Harry asentía
inseguro; él no tenía una respuesta preparada para esto.

Mientras tanto, en el estudio de Lucius, el mencionado Lupin


provocaba un efecto inmediato. Por suerte, Cornelius había pedido
permiso para retirarse a continuar visitando 'familias importantes',
así que no fue testigo del salto salvaje que dio Severus hacia la
puerta para evitar que Harry estuviera de acuerdo con reunirse con
Remus Lupin.

Lucius y Vernon tuvieron que agarrarlo de un brazo cada uno para


detenerlo, provocando que Severus dejara caer unas explosivas
palabrotas que hicieron que los ojos de Draco y Dudley se
desorbitaran. Narcissa trató de cubrir los oídos de los niños, pero
simplemente le faltaban manos. Al final, tuvo que conformarse con
sisear-. ¡Cálmate ya de una vez, Severus!

Como siempre, Severus tomó el reproche de Narcissa con mayor


seriedad que uno de Lucius, y se dio cuenta que no podía entrar
para gritarle al Director. Eso echaría todo a perder de inmediato.

-Mis disculpas, Narcissa -Severus le dio una cabezadita, y ella


respondió con otra-. Pero debemos evitar que Albus traiga a Lupin…

-¿Cuál es el problema, Severus? -inquirió Vernon, confundido. Él se


daba cuenta que ninguno de los Merodeadores resultaba ser
persona favorita de Severus, pero esta era una reacción extrema.

-No lo comprenden -contestó Severus con algo de desesperación a


los dos hombres que lo sujetaban de los brazos. Luchó contra el
largo hábito de proteger el secreto de Lupin. Durante el colegio se
había encontrado debajo de un hechizo; más tarde, el Señor Oscuro
ya lo sabía por Fenrir, pero esto no era del dominio público porque a
Voldemort no le importaba Lupin, así que no había sido un problema
mientras fue un mortífago. Ahora, bajo la dudosa 'protección' de
Dumbledore se esperaba que continuara manteniendo el secreto de
Lupin. Pero ahora necesitaba decírselos.

Harry entró en ese momento, aferrando la capa de invisibilidad con


una sonrisa contenta. Percibió la tensión en la habitación y miró el
rostro tenso de Severus. Harry había acompañado ya a Dumbledore
hasta el Flú, consiguiendo despedirse razonablemente alegre, y
pensaba que la reunión había ido bastante bien.

La vista de Harry decidió a Severus, empero-. Necesito promesas


de conservar el secreto de todos ustedes… si esta información
llegara a circular, Dumbledore sabría que provino de mi. Él no
vacilaría en lanzarme a Azkaban si cree que lo he traicionado.
Puede que su influencia haya disminuido, pero no ha desaparecido -
los ocupantes del cuarto asintieron con temor, inseguros de a donde
iba esto.

Lucius presintió que se venia una larga historia, y les indicó a todos
que se sentaron y pidió té. Harry se sentó junto a Severus, todavía
aferrando la capa con reverencia, y observó con preocupación a
Severus.

Severus revolvió su té con ferocidad, con la frente arrugada-. Lupin


es un hombre-lobo -fue abrupto, pero sabía que después de eso no
lo interrumpirían. Les contó acerca de su curiosidad por las
ausencias mensuales de Lupin en la escuela. A veces tenía un
'pariente enfermo' cuando la luna llena caía el fin de semana. Había
otras excusas de que Remus era un 'niño delicado' o 'enfermizo'.
Severus había llegado a pensar brevemente que podía ser un
hombre-lobo, pero había desestimado la idea porque existían
muchas reglas en contra de esto.

Después contó de las pullas de Sirius Black y como dejó caer la


insinuación acerca del Sauce Boxeador y el túnel que iba hacia la
Casa de los Gritos. Narcissa jadeó, y el ojo de Lucius empezó a
saltar. Severus describió el horror de encontrarse cara a cara con un
hombre-lobo transformado. Y después de eso… ser rescatado por
James Potter.

Severus hizo una mueca, pero se volteó hacia Harry-. No puedo


decir que me haya complacido verme rescatado por mi rival, pero
me encontré feliz de estar vivo, y no ser comida de hombre-lobo. Ni
tampoco quería convertirme yo mismo en un licántropo.

-¿De modo que mi padre le salvó la vida? -ante la cabezadita de


Severus, él sonrió de medio lado-. Me alegra mucho que lo hiciera -
la mirada simplista de Harry del evento, lo hizo sonreír un poco. Los
otros estaban menos tranquilos.

-Dumbledore tenía un hombre-lobo en la escuela… -expresó Lucius


con incredulidad-. ¿Cómo pudo ser tan negligente…? Y ya que lo
hizo ¿por qué no aseguró mejor a Lupin durante la luna llena?

Severus se encogió de hombros-. Nunca lo dijo, y nunca trajo a otro


licántropo más, que yo sepa. Pero le gusta mucho hacer estos
pequeños 'experimentos sociales'. Sin embargo me puso debajo de
un hechizo que no me permitió hablar de Lupin hasta que terminé la
escuela. Sé que necesitamos que Dumbledore crea que tiene una
oportunidad de ganar a Harry de su lado, pero me pone muy
inquieto que vea a Lupin.

Draco parecía asustado ante la idea de un hombre-lobo; Dudley,


parecía como si le hubieran dado otro regalo de Navidad, a pesar
del cuento aterrador de Severus. Harry se sentía ambivalente, le
hubiera gustado conocer al amigo de su padre, aun cuando fuera un
hombre-lobo. Sin embargo, las historias que había contado el
Director le volvian menos contento al respecto. Más que nada,
quería preguntarle al señor Lupin en que estaban pensando al
realizar todos esos trucos sucios, y si acaso su padre había llegado
a madurar.
Vernon frunció el ceño, se sentía suspicaz de Dumbledore, pero no
había crecido en el mundo mágico y no tenía el mismo respeto y
miedo por Dumbledore que los magos y brujas.

-Comprendo que no quieras mostrar nuestra mano en este


momento, pero ¿no piensas que podrías evitar a este Lupin hasta el
verano, prometer muchas visitas entonces, pero que ahora no
queremos distraer a Harry de sus estudios? -ofreció Vernon-.
Severus espera que para ese entonces todo esto se haya arreglado,
y si no es así, entonces el hombre-lobo será el menor de nuestros
problemas.

-Una sabia sugerencia -dijo Narcissa, dando una sonrisa a Vernon-.


O por lo menos podemos posponerlo hasta el receso de primavera,
si es muy insistente. Tendremos tiempo de hacer planes hasta
entonces.

Severus finalmente asintió con renuencia, poco dispuesto a dejar


que Lupin se acercara para nada a Harry. Esto le alarmaría aun
cuando nunca hubiera desarrollado afecto por Harry.

Harry sonrió contento-. ¿Va a venir mañana con nosotros a las


carreras? -con la cuestión de Lupin decidida, Harry perdió interés en
el tema, para alivio de Severus.

-Por supuesto. No me atrevería a perderme correr a Rusty, y a su


amigo el presumido -dijo Severus, consiguiendo esbozar una
sonrisa.

~LMP~LMP~LMP~LMP~LMP~

Rusty resopló suavemente, oliendo la fría brisa que corría por el


pasillo del establo. Las pesadas mantas invernales que él y los otros
usaban los mantenían calientes, pero Rusty se sentía inquieto. Se
acercaba una carrera, y el siempre sabía cuando iba a enfrentar a
su rival. El niño que hablaba con ellos se lo había confirmado, antes
que el gris y él partieran.
El niño le había hablado de la carrera, y le había deseado suerte.
Rusty no comprendía el concepto de suerte, pero comprendía de
derrotar a la competencia a cualquier costo. Rusty no era el mejor
corredor de Lucius, no tenía la musculatura pesada de corredores
como el gris con músculos por todas partes, hasta en las cejas. Lo
que era suyo era un ímpetu para ganar, y Lucius había reconocido
esto en el potro al verlo en una venta, aun cuando lo habían dejado
relegado en el fondo con los otros caballos que remataban más
baratos.

Lucius le dio una oportunidad, y Rusty lo hizo bien, aunque tuvo una
racha mala justo antes de que Harry lo viera. Desde entonces se
había recuperado mejor que nunca. Pero aun así, sabía que su
contextura delicada estaba hecha para distancias largas, como los
caballos árabes que eran la base de los purasangre.

Sin embargo, tenía algunos puntos débiles, aunque tendía a


ignorarlos y continuar adelante a la fuerza… como en ese momento
cuando una luz y bocinazos y luces aparecieron de repente cuando
un ebrio se salió del camino. Rusty se encabritó y pateó las paredes
de la casilla, objetando el ruido repentino que había irrumpido en
sus oídos. Un dolor agudo en su pata delantera lo hizo relinchar al
venirse abajo. El gris resopló y echó las orejas hacia atrás,
perturbado por el sonido de dolor de su compañero de establo, esto
podría significar peligro y lo tenía en alerta. Peligro para uno de la
manada significaba peligro para todos.

Rusty tocó el suelo con la pata que todavía le dolía, y lentamente


este fue disminuyendo. Estaba seguro que aun podía correr el día
siguiente, y eso era todo lo que le importaba. El gris resopló, y volvió
a su heno, dejando de interesarle.

~LMP~LMP~LMP~LMP~LMP~

Severus regresó a Hogwarts para empacar para sus vacaciones.


Albus le había dado permiso para ocupar todo el receso de invierno,
si eso significaba que iba a pasar mucho tiempo con Harry,
persuadiéndolo que Albus era un mago omnisciente y grandioso que
debía ser tratado con admiración y respeto. Severus prometió que
hablaría con Harry 'acerca de hacer lo correcto', aunque no dijo
exactamente que.

Severus felicitó a Dumbledore por su buen trabajo, y que Harry


estaba muy emocionado con el regalo y ahora hablaba mucho de
Albus. Albus se vio satisfecho mientras Minerva iba hacia la torre del
Director. Severus estaba a punto de marcharse al verla, pero… la
reunión podría ser importante.

Severus fue volando como Cuervo hasta su ventana usual, y ocupó


su lugar en un nicho mientras el par se servia té. Albus parloteó un
poco acerca de que era 'asunto de tiempo' para que Harry Potter
quedara bajo su poder. Minerva sonrió apretadamente y expresó su
descontento con la actitud de Hermione y el repentino
cuestionamiento de Ron acerca de los métodos de Albus. Albus hizo
una mueca.

-Quizás Ronald debería haber entrado a Hufflepuff, esa era la otra


opción del sombrero, y la señorita Granger… bueno Ravenclaw
hubiera resultado un mejor calce… -Dumbledore pareció molesto
porque esos dos menos eran menos útiles de lo esperado-. Aun así,
quizás ellos podrían ser salvables, si Harry dice que confía en mi, y
su fe resultaría restaurada.

-No me gusta que Potter siga prestándole tanto oído a Snape. Yo


puedo hablar con él hasta ponerme azul, y él tan sólo me da una
sonrisa y hace lo que le place, o lo que le place a Snape -dijo
Minerva con resentimiento.

-Bueno, una vez que todo haya sido dicho y hecho, cuando ya no
sea necesario, Severus ya no estará aquí. Sin mi respaldo, no
estará mucho tiempo fuera de Azkaban -dijo Dumbledore de forma
casual, haciendo que a Snape la sangre se le helara. La sabandija
centelleante había estado planeando deshacerse de él desde hacia
cierto tiempo, y probablemente tenía esto en mente desde la
primera vez que aceptó a Severus-. Cuando Harry muera, como
debe ser, lo más probable es que Severus sea hallado culpable por
su muerte.

Minerva se rio por lo bajo de forma maliciosa-. No es como si él


fuera amado por algún estudiante, con excepción de unos cuantos
Slytherins. Si podemos hacer que Harry deje de confiar en él,
desaparecerá mucho antes.

Severus quedó un poco decepcionado. Él pensaba que entre


Minerva y él existía una rivalidad normal Gryffindor-Slytherin;
descubrir que ella estaba ansiosa por verlo muerto era toda una
revelación.

-Aun así, comienzo a preguntarme si debería necesitar hallar otra


manera de meter en cintura el chico Potter. Si Potter aun no
escucha razones para cuando comience el segundo año, voy a
sacar a su padrino -Dumbledore dijo esto como si no acabase dejar
caer una bomba. Severus casi se cayó de su escondite, y tuvo que
ahogar un leve graznido.

A Minerva se le cayó la mandíbula, y los ojos se agrandaron de


forma poco favorecedora-. ¿P-p-padrino? ¿Te refieres a Sirius
Black…? ¿Pero de qué nos serviría ese traidor…?

Dumbledore asumió un leve aire de preocupación mientras sus ojos


brillaban con regocijo-. Podría ser que él no fuera tan culpable como
todos piensan -Minerva jadeó y Severus quedó asombrado-. Podría
descubrirse que el verdadero traidor le puso una trampa… Peter
Pettigrew -Minerva quedó sin palabras y Severus pensó que iba a
dar vuelta el estómago.

-¿Pero por qué dejar que Sirius Black se pudriera en Azkaban? Si


descubriste esto deberíamos haberlo sacado de allí inmediatamente
-dijo Minerva débilmente.

-Oh, yo siempre supe que ellos habían cambiado el guardián


secreto… pero Sirius hubiera sido un tutor legal infame. Le hubiera
dado aires de importancia a Potter, y hubiera hecho de él un chico
prepotente e ingobernable como todo el resto de los Merodeadores.
Sirius nunca hubiera permitido que pusiéramos en peligro a Potter.
Por suerte Azkaban debe haberlo sometido ahora, y hará lo que se
le diga -Albus ignoró la mirada de horror de Minerva, y se echó a la
boca otro dulce de limón.

-Pero él no era culpable… -consiguió decir Minerva con voz débil.

Albus la miró y achicó los ojos-. No era culpable de traicionar a los


Potter… pero era culpable de intento de homicidio cuando envió a
Snape hacia Remus. Ambos lo sabemos y lo cubrimos, para evitar
que ejecutaran a Remus, y salvar a Hogwarts de una prolongada
investigación por el Ministerio. Una década en Azkaban puede
considerarse una sentencia aceptable por ello.

Minerva se ruborizó y apretó los labios. Ella odiaba que le


recordaran que Black había actuado mucho más allá del código
aceptable de conducta con ese acto.

-Lo sacaremos durante el verano, y lo tendremos listo para actuar si


lo necesitamos. Podemos insistirle a Harry para que los visite a él y
Remus, y después ir por la custodia -Albus sonrió feliz, ahora tenía
un plan que podía funcionar, especialmente si Potter conseguía
lastimarse usando esa capa.

Severus voló de regreso después de eso, y se dirigió hacia las


puertas para Desaparecer con su equipaje encogido en los bolsillos.
Ahora tenía mucho en que pensar.

~LMP~LMP~LMP~LMP~LMP~

Los regalos de Navidad fueron abiertos por los Malfoy y los Dursley,
y después los celebrantes fueron a almorzar a la taberna del padre
de Seamus Finnegan. Vernon partió al hipódromo para arreglar unos
papeles y asegurarse que los caballos estuvieran listos para correr.

Los tres chicos la pasaron estupendo jugando dardos con Dean y


Seamus. Dudley era muy bueno en eso, y Draco estaba ansioso por
aprender. Harry llevaba las cuentas, y pronto se vieron alentados
por un grupo de clientes algo pasados de copas que apostaron a
uno u otro equipo. Severus mantuvo un ojo en ellos, mientras que
Lucius mantenía un ojo en su esposa. Demasiados patanes estaban
observando sus encantos.

Un sujeto más atrevido mal pronunció una galantería, y le pidió que


bailara con él. Desafortunadamente el borracho inmediatamente
sufrió un caso severo de urticaria que necesitó asistencia médica.
Severus ahogó la risa, mientras que Narcissa ahora abrazaba
firmemente el brazo con que Lucius usaba la varita para que le fuera
más difícil lanzar un maleficio de nuevo.

Con todo, fue una experiencia instructiva. Narcissa conoció a la


señora Finnegan, y ellas se llevaron bien. El padre de Seamus tenía
una figura impresionante, y Severus susurró que fue campeón de
boxeo, y después procedió a explicar qué era el boxeo.

Narcissa quedó aliviada al conocer a la familia de Dean. Ellos se


veían tan incómodos y fuera de lugar como los Malfoy. El señor
Thomas parecía ser un hombre de negocios al que le iba bien, y la
señora Thomas estaba vestida elegantemente. Ellos fueron
invitados a sentarse a su mesa, e intercambiaron información en voz
baja, aunque con todo el ruido alrededor nadie iba a escuchar
ninguna mención de la magia.

Los Thomas después de almorzar se fueron por el Flú de los


Finnegan, ya que debían asistir a más reuniones familiares.

El grupo de Harry ocupó varios taxis para dirigirse a la Pista de


Carreras de Leopardstown. El festival de Navidad era muy
concurrido. Lucius sonrió al ver un número de brujas y magos allí.
Todos fueron al palco de los Malfoy que quedaba cerca de la pista y
la linea final.

Lucius vio a su caballo gris entrar imperiosamente a la pista. Él


sabía que los niños se referían a él como "el Presumido", y sentía
que ese nombre era un poco mejor que el nombre de fantasía con
que estaba registrado. Ningún caballo debía soportar tener un
nombre como "Sissy's Silver Sweety"(1). Por centésima vez deseó
haber rebautizado al gris después de comprarlo. El gris destacaba
sobre su competencia, los músculos se movían debajo de su pelaje
invernal de invierno; él no era ningún 'dulcecito', eso era seguro.

Los corredores salieron y el gris galopó en medio del grupo hasta la


última vuelta. El gris fue alrededor de los otros y se puso a la
cabeza. Un valiente castaño también salió hacia adelante, sin querer
permitir que el gris se robara la carrera. Hubo una breve batalla de
velocidad y después el gris adelantó la cabeza y después el cuello,
ganando la carrera.

Los chicos gritaron entusiasmados, y Lucius fue adelante a aceptar


la copa y sacarse una foto. Unos pocas carreras más y fue el turno
del caballo alazán. Rusty normalmente caracoleaba hasta la línea
de partida, pero ahora estaba cuidando su pata para la carrera. El
entrenador al ver esto frunció el ceño, no le agradaba ver cambios
en los caballos, esto no auguraba nada bueno.

Rusty partió bien, y se quedó justo detrás de los lideres. Nunca le


gustó quedarse muy atrás en las carreras. Pero esta era una carrera
larga, una milla y media, asi que tenía tiempo para hacer su
maniobra. Un par de caballos se quedaron atrás al entrar a la vuelta
final, y otros dos avanzaron. Rusty siguió a su propio paso,
esperando su momento. La pata delantera le dio una punzada al dar
la curva, por el esfuerzo, pero él lo ignoró, ganar la carrera lo era
todo.

Al entrar a la recta final alargó el paso y corrió más rápido, sin


esperar la señal del jinete. Pasó a los lideres y dos más que se
adelantaron, desafiándolo, pero los ancestros de Rusty no habían
conocido el significado de renunciar, y él tampoco. La pata le dolía
por la fractura fina en uno de los huesos, pero eso no era
importante, ir adelante de los otros caballos lo era.

Con un último aumento de velocidad pasó adelante del resto la línea


de meta, pero su casco chocó con un trozo congelado de tierra, lo
que no era normalmente un problema, pero esto le dobló la pata
justo lo suficiente para que la fractura cediera… y se quebrara.

Rusty cayó con fuerza, casi dando una vuelta en el aire, arrojando a
su jinete con violencia. El ruido de su pata fue como un disparo. Se
escucharon gritos entre la multitud, y ellos contuvieron su aliento
mientras el resto de los jinetes galopaba alrededor del caballo caído
y su jinete.

Harry saltó las vallas y estaba en la pista antes de que Lucius ni


Vernon pudieran impedírselo. Pero Severus estaba justo detrás
suyo, esperando prevenir un desastre. Rusty estaba forcejeando,
tratando de levantarse sin efecto, en la mente de un caballo el que
no se podía levantar era un caballo muerto, y eso era camino seguro
para provocar pánico equino.

Harry se arrojó sobre el cuello de Rusty, rogándole que dejara de


moverse. Rusty lo escuchó y el pánico cesó. El niño podría
arreglarlo, nada malo le ocurriría con él aquí. Rusty se relajó,
dejando que Harry lo calmara.

Severus se agachó sobre el caballo, colocando su mano con la


varita escondida de la vista sobre el hombro del caballo, con la
varita apuntando a la pata y murmuró el encantamiento que
arreglaba los huesos rápidamente antes de que los muggles
llegaran hasta ellos. Él conocía de memoria este hechizo. Había una
lesión obvia en tendones y ligamentos, pero con el hueso arreglado,
los muggles no aplicarían una muerte piadosa, y alguien más podría
arreglar el resto fuera de la vista… esperaba. La medicina equina
iba más allá de su campo.

El veterinario de la pista, y la ambulancia equina llegaron. Severus y


Lucius, quien ya había llegado, retiraron a Harry de Rusty y el
caballo fue puesto en pie. La audiencia dio un suspiro de alivio,
parecían pensar que si el corredor estaba de pie, se pondría bien.
Los oficiales de la pista estaban igual de aliviados, tener que
eliminar a un caballo delante de la gente era forma segura de perder
clientes. Rusty apoyó la pata con precaución y vaciló, aun sentía
dolor, pero consiguió abordar el remolque.

El grupo siguió el remolque hasta el veterinario. Harry le preguntó a


Lucius-. No va a dejar que maten a Rusty, ¿verdad?

Lucius meneó la cabeza, Rusty era un fuerte atractivo para que


Harry se quedara en la Finca Malfoy, y Lucius no tenía intención de
dejar que nada evitara que Harry fuera feliz y se le ocurriera irse. Si
Lucius tuviera un decir en ello, Rusty iba a ser el caballo más
longevo de toda la historia.

-Si Rusty puede ser salvado, te aseguro que se hará -dijo con rostro
sombrío. Seria mejor que el veterinario diera buenas noticias. O
encararía severas consecuencias.

El veterinario estaba parado junto a un sedado Rusty cuando ellos


llegaron, y estaba mirando los rayos X con una mirada intrigada.
Alguien de la pista estaba protestando lo que fuera que el veterinario
estaba diciendo.

-¡Estoi seguro que se le quebró! No pue'o cree' que la pata no 'sta


quebrá! -el hombre miraba al caballo boquiabierto.

Rusty, ajeno al alboroto, se balanceaba un poco preguntándose


confundido donde estaría el gris y ¿dónde estaba su heno? El
veterinario consultó algo más y repitió que el hueso no esta roto, y
que el veterinario de Lucius podría hacerse cargo del resto. Severus
se preguntó si Lucius habría usado un hechizo, o si el veterinario del
hipódromo realmente estaba de acuerdo.

Después de eso, Rusty fue al remolque de Lucius y de ahí ellos


fueron de regreso a sus establos. Severus sugirió que Harry y él
llevarían a Rusty de regreso a la Finca Malfoy para que lo cuidaran,
y que todos los demás se quedaran allí para el resto del festival
como estaba planeado.
-Tengo unas pocas ideas en mente… y para cuando el resto de
ustedes llegue de regreso, tendré preparado un plan para poner en
efecto -ante la ceja elevada de Lucius, Severus continuó-: Hay cierta
información que obtuve ayer que resultará un impacto para todos.
Tus cejas quedaran pegadas arriba de tu frente.

Lucius asintió y los dejó allí, para unirse a Narcissa y los otros. Se
escuchó un enorme 'crack' y el trío desapareció, dejando el
transporte vacío y a Lucius haciendo una mueca. Por lo menos esta
vez no tuvo que ver a Severus Desaparecer no solamente
llevándose a Harry consigo, sino al caballo hasta la Mansión Malfoy,
y él podría pretender que eso no había sucedido.

Condenado Snape y todo su poder en bruto… y el de Harry iba a ser


aun peor. Lucius sonrió… no es que el poder de Harry fuera algo
malo, por supuesto.

N/T(1): es 'como dulce plata de Sissy' (siendo que 'Sissy' puede


interpretarse como mariquita o afeminado)

N/T2: No puedo creer que tenga que escribir esto, pero


FANFICTION es para jugar con lo que no ocurrió o pudo haber
ocurrido (o hacer especulaciones de motivaciones). Si quieren
canon sigan leyendo el libro.

Aviso que desapareceré en noviembre. Gracias por todos sus


comentarios, favorecer y seguir este fic. Que pasen un buen finde y
¡Feliz Halloween!

Harry Potter, personajes y su mundo © de J.K. Rowling y varias


otras compañías. Fanfiction sin fines de lucro, ni pretensiones
de infringir derechos de reproducción, realizado sólo con fines
de entretención. La trama, y personajes que no reconozcas
pertenecen al autor de este fic.
Chapter 11
.

" LOS MUCHACHOS DE PETUNIA"

Autora: Severusphoenix

CAPÍTULO 11

Minerva McGonagall fue de regreso a sus habitaciones, con la


mente dando vueltas. Sirius Black… quien fuera la luz de sus ojos,
junto con James Potter por tanto tiempo… después de todo era
inocente. Y Albus lo sabía todo este tiempo.

Oh, ella entendía porque lo había hecho. Mantener a Harry con los
Dursley era de suprema importancia, y Sirius hubiera malcriado a
Potter. No hubiera permitido que se le rompiera una uña, mucho
menos dejaría que Harry Potter muriera para que el Señor Oscuro
también muriera.

A Minerva le faltó el aliento. Ella estuvo tan furiosa cuando Sirius


traicionó a los Potter… y ahora resultaba ser que siempre fue Peter.
Esto era tan sólo un poco mejor, ya que Peter también era un
Gryffindor. ¿Por qué no había sido un Slytherin? Por supuesto que
los Potter no tenían ningún amigo Slytherin, después de que Lily por
fin se deshiciera de Snape, y no había nadie más disponible para
acusar de traición.

Minerva odiaba a los Slytherin… su animosidad había comenzado


en sus días de colegio, después de tratar con Tom Riddle y su
grupo. Esos cretinos pretenciosos le habían hecho la vida miserable
a ella y sus amigos. Ellos eran sutiles, por supuesto, y rara vez algo
podía hacer que les llamaran la atención.

Al principio, ellos habían sido amables con ella ya que pensaban


que Minerva era como su idea de una sangre pura. En la mayoría de
los círculos, su estatus sanguíneo era considerado 'puro', o por lo
menos lo bastante puro. Ella provenia de una pequeña aldea en
Escocia donde su familia vivía y otras varias familias mágicas. Ellos
confeccionaban uno de los mejores whisky de fuego del mundo
mágico. La familia de Minerva producía el lúpulo usando los
encantamientos mágicos necesarios. Otra familia lo destilaba. Otra
fabricaba las botellas irrompibles con encantamientos que
mejoraban el sabor. Varias familias trabajaban en las bodegas, o en
la panadería y la taberna.

La vida era buena en su pequeña aldea, y ellos atraían suficientes


visitantes mágicos para asegurarse de conocer afuerinos para
casarse fuera de la aldea y evitar la endogamia. Los nacidos de
muggle y mestizos eran bienvenidos… pocos se preocupaban por
ellos. Incluso había un muggle o dos en alguna familia algo
escandalosa.

La bienamada abuela de Minerva era hija de muggles, y Minerva no


había vacilado en dar esto a conocer. Tom y sus amigos habían
menospreciado esto, y habían hecho comentarios groseros acerca
de animales entre sus ancestros, fuera del oído de otros, por
supuesto.

Después una amiga, Myrtle, fue asesinada y Albus le contó que esto
fue obra de Tom, aunque culparon a Hagrid. ¡Oh, como odiaba a
Tom y sus Slytherins! Su odio se había esparcido a todos quienes
vistieran verde y plata… tales como Snape, un chico infame, oscuro
desde el principio. Gracias a Merlín, que Lily pudo ser rescatada de
él. Quizás él le fuera útil a Albus por un tiempo, pero ella se prometió
que sería algo de corta duración.

Minerva había desarrollado un embelesamiento por Albus por cierto


tiempo, comenzando desde sus tiempos como estudiante; si tan
sólo se hubiera dado cuenta que sus esperanzas eran vanas, ella
habría buscado amor en otra parte. Sin embargo, ella había
conseguido su Maestría en Transfiguración y aceptó trabajo como
profesora, tomando el lugar de Albus como profesora en esa
asignatura y después como Sub-Directora. Ella había buscado tener
una carrera estelar en Transfiguración, siguiendo en el campo de su
mentor, esperando en vano ganar su aprobación y admiración, y
quizás ganar su amor de esa manera. Era difícil decir si lo había
conseguido, aunque a veces la halagaba, pero sólo cuando tenía
algo difícil que pedir de ella.

Supervisar a sus leones como Jefe de Casa a veces le era difícil, y


Albus había necesitado persuadirla para que añadiera más tareas a
su ya larga lista de deberes. Pero, como señalaba él, ella no tenía
familia de que preocuparse… Los leones se habían convertido en
sus 'niños'. Albus pensaba que esto era un buen argumento, sin
darse cuenta que así enterraba un cuchillo al decirlo. Ese fue el día
que ella enterró cualquier esperanza que le quedaba de que él
notara que ella lo amaba.

Pero aun así se quedó a su lado, asegurándose que la Casa


Gryffindor siguiera siendo 'la élite'. Ella le ayudó a convencer al
Sombrero Seleccionador para que los estudiantes más prominentes
quedaran dentro de su Casa, y que los otros fueran enviados a
donde ellos deseaban.

Horace, Filius y Pomona habían expresado su desmayo sobre el


estado de las cosas en una ocasión mientras tomaban té en la sala
de profesores. Ellos no se dieron cuenta que ella los había
escuchado. Ellos estaban discutiendo como las cuatro Casas solían
ganar y perder poder en Hogwarts de forma predecible, cuando
menos en el pasado. Cada diez o quince años una Casa ganaba en
estatus, y después lentamente declinaba y le pasaba el poder a otra.
Durante la dirección del Director Black, los Slytherins habían ganado
estatus al principio, después los Ravenclaw, después los Hufflepuff,
y luego de nuevo los Slytherins.
Con el siguiente Director, los Gryffindor de nuevo tuvieron su
oportunidad, después los Hufflepuff. Después llegó el Director
Dippet, y los Ravenclaw llegaron a la cima, luego de nuevo los
Slytherins, y después los Hufflepuff.

Una vez que llegó Dumbledore a este puesto, los Gryffindor estaban
en la cima, algunas veces otra Casa amenazaba su lugar, y después
fallaba. Las otras Casas nunca eran capaces de destronarlos… oh,
aunque conseguían alguna que otra copa de vez en cuando.
Últimamente los Slytherins se llevaban la copa con el quidditch, pero
no tenían oportunidad de ser vistos como la "mejor Casa" mientras
el Director y la Sub-Directora favorecieran desvergonzadamente a
los leones.

Minerva quedó alarmada por esta amargura, pero Albus apenas la


dejó terminar su relato antes de desestimarla. Parecía sentir que
ellos no tenían remedio. Minerva era menos fría… ¿qué pasaría si
ellos alguna vez se enteraran que ellos esencialmente estaban
robando los estudiantes para Gryffindor y mezclando los otros a su
parecer?

Al principio esto no la había molestado, pero lentamente los últimos


años ella había empezado a preguntarse. ¿Realmente estaba
ganando Gryffindor. O las otras Casas enmascaradas como leones
eran quienes ganaban? ¿Eso era una ganancia para ella, entonces?
¿O estaba haciendo lo mismo por lo que despreciaba a los
Slytherins al decir que "ganar es ganar, sin importar como se
cumpla"?

Ella había escuchado algunas cosas la década pasada que no había


relacionado con Albus. Los otros Jefes de Casas decían que había
un resentimiento contra los Gryffindor… que los miembros de otras
Casas reconocían la injusticia de Albus y de su Sub-Directora
constantemente favoreciendo a Gryffindor. Y cuando los estudiantes
se graduaban y buscaban trabajo evitaban hacerle 'favores' a los
Gryffindor… sintiendo que a los leones ya les habían hecho
suficientes favores en el colegio.
Oh, los Gryffindor conseguían trabajos, pero no de los mejores a
menos que hubiera un Gryffindor a cargo, y eso sucedía cada vez
menos. Los Hufflepuff siempre habían manejado el Ministerio, y los
Ravenclaw y Slytherin ayudaban con cualquier información y
maniobras que se necesitaran. Los Gryffindor podían entrar a los
Aurores, pero allí tampoco eran una mayoría.

Esto molestaba inmensamente a Minerva. Ella pensaba que estaba


asegurando que los Gryffindor manejaran las cosas, y en vez de eso
más bien resultaban despreciados por tres cuartos del mundo
mágico. Ella sacudió la cabeza, ella pensaba que serían admirados,
que los otros simplemente verían que ellos favorecían a los 'mejores
estudiantes'.

Pero ahora, ella debía pensar en como ayudar a Sirius… si es que


podía. Albus estaba demasiado ocupado para ocuparse de eso
hasta que terminara el colegio, eso era todo. Seria un asunto
delicado el asegurar la liberación de Sirius sin implicar al antiguo
Jefe del Wizengamot en algún delito… si es que lo lograba. Por lo
menos podría ver ese asunto, y presentar un plan a Albus.

~LMP~LMP~LMP~LMP~LMP~

Rita Skeeter acudió a las carreras de Leopardstown con su


fotógrafo, junto con unos pocos amigos, en su mayoría empleados
menores de las oficinas del Profeta Diario que querían ganar favor,
aunque unos cuantos eran de verdad amigos.

Entre los subordinados fueron los nacidos de muggle quienes


indicaron a los otros como vestirse, y les susurraron instrucciones si
algo les confundía, como el tablón luminoso que mostraba las
apuestas y los resultados de las carreras; y cómo hacer una apuesta
en la taquilla.

Rita escribía rápidamente, con la intención de hacer un artículo


espectacular del mundo de las carreras. Tenían una buena foto del
caballo gris de Malfoy ganando, y Lucius aceptando la copa. Ella
notó la excitación de Harry Potter así como al ya bien conocido
Rusty (al menos en el mundo mágico) dirigiéndose a la pista. La
carrera comenzó y todo el público aclamó cuando el alazán cruzó la
linea de meta. El fotógrafo sacó una foto cuando el corredor cruzaba
la meta… y caía.

Rita gritó de espanto, junto con todos cuando pareció que el grupo
de caballos iba a aplastar a Rusty y su jinete. Observó sin aliento
como Harry, y ese sujeto Snape corrían hacia el caballo. Sus ojos
eran rápidos, y ella sabía que buscar, así que vio la varita asomando
realizando un conjuro… y ella estaba bastante segura que la pata se
había quebrado… y después ya no. Un hombre muy ingenioso,
pensó, escribiendo todo rápidamente.

El caballo fue retirado, y Rita los siguió desde cierta distancia


esperando que Harry reapareciera. Pero solamente Lucius regresó
desde el transporte, y Rita apuró el paso.

-¡Señor Malfoy! ¿Se recuperará el amigo equino de Harry Potter… o


tendrán que ponerlo a dormir? -Rita esperaba que la respuesta no
fuera mala, aunque eso probablemente vendería más periódicos.

Lucius la miró y vaciló. Narcissa decía que Skeeter era quizás


irritante, pero ella parecía simpatizar por ahora con ellos, y
mantenerse cordial sería útil.

-Esperamos que Rusty se recupere, aunque no que vuelva a correr


de nuevo. Harry esta preocupado por él, por supuesto, y fue con el
profesor Snape de regreso a la Mansión Malfoy -ante las cejas
elevadas de Skeeter, Lucius sonrió con labios apretados-. Harry no
disfrutaría del resto de las carreras mientras siguiera preocupado
por Rusty. Y el profesor Snape es uno de sus profesores, y cuidará
de él hasta que nosotros volvamos a casa.

Rita sonrió contenta. Siempre era agradable entrevistar a un


Slytherin. Ellos siempre daban respuestas claras y concisas con
siempre lo necesario para los reporteros. Usualmente entendían lo
que buscaban los periodistas y lo incluían, o te dejaban saber lo que
no iban a entregarte.
Lucius la observó con cuidado-. ¿Le gustaría verificar la existencia
de Rusty por si misma mañana? Estoy seguro que Harry… y
Rusty… quedarán encantados de tener su compañía por la tarde,
¿para el té?

Los ojos de Rita brillaron al ver el aspecto casual en el rostro de


Lucius. Oh, ella sabía que ellos querían conseguir algo de esto,
aunque no podía imaginar porque una entrevista de ella sería
importante. Cierto, a los dos ex-mortífagos exonerados les gustaría
una buena publicidad, pero la mirada en los ojos de Lucius le dijo
que él quería verla en la Mansión mañana, y ella estaba dispuesto a
seguir sus planes por ahora.

Rita asintió con una sonrisa, y Lucius inclinó la cabeza-. Haré que le
llegue un traslador.

Rita regresó con sus amigos con un brillo en la mirada.

~LMP~LMP~LMP~LMP~LMP~

Rusty resopló con los ojos en blanco, echándose para atrás en sus
arneses. Usar Aparición aun con un caballo bastante sedado era
peligroso, por suerte no hizo más que echar la cabeza para atrás en
objeción. Un par de elfos domésticos que trabajaban en los establos
fueron hacia ellos, chillando y afanándose sobre Rusty, y él estuvo
pronto en su casilla.

El veterinario de la sección de trauma de animales mágicos llegó y


comenzó a examinarlo mientras Harry le contaba como había
ocurrido la herida.

-Buen trabajo al reparar el hueso, profesor -comentó el veterinario-.


Hay daño en algunos ligamentos y tendones. Voy a aplicar una
cataplasma que aliviará la inflamación, pero esto necesitará sanar
por su cuenta. A diferencia de los Granians y los otros caballos
alados, los caballos normales no poseen magia, así que la mayoría
de las pociones no funcionan en ellos. Una vez que sane, sabremos
si todavía puede ser montado. Puede que ya no sea capaz de
soportar peso en esa pata de nuevo si no sana correctamente.

-Siempre que esté bien… -dejó escapar Harry, dándole al caballo


unas mentas de su bolsillo. Rusty las mascó de forma abstraída, sin
estar seguro todavía de lo estaba sucediendo.

Severus estaba sentado observando la escena y tomando un poción


pimentónica. Aparecerlos a los dos, junto con un caballo, había
desgastado su magia bastante. Esto fue idiota por su parte, por
supuesto, pero no pudo resistir ver el ojo de Lucius saltando con el
tic, y su ceño fruncido, como siempre sucedía cuando Severus le
recordaba sus niveles de poder.

Años atrás, Severus lo hacia para recordarle a Lucius el aliado


valioso que era. Por estos días, solamente para irritar a Lucius para
divertirse.

Lucius añoraba el poder bruto, sin darse cuenta que era inútil la
mayoría del tiempo sin el necesario control. El control de Severus
sobre su poder era precario. Era excelente para hechizos como
Aparecerse donde necesitaba sólo empujar poder, y en hechizos
defensivos y ofensivos donde no se necesitaba un control fino. Pero
en Encantamientos y Transfiguración… bueno, esa era un historia
diferente. Con esos debía esforzarse, porque el poder extra sólo
estorbaba porque hacia salir mal los hechizos.

Él había aprendido Legilimancia y Oclumancia en un esfuerzo por


controlar su poder. Desafortunadamente, el daño ya estaba hecho
mucho antes de entrar a Hogwarts. Las palizas de su padre y el
abuso verbal habían ocasionado que su temperamento explotara,
sin mencionar su magia accidental. Para cuando cumplió ocho años
su magia había comenzado a manifestarse con frecuencia y las
explosiones entre su padre y él eran cuando menos semanales, con
su magia escapando de su control muchas veces. Esto volvió sus
esfuerzos por ganar control más tarde casi imposibles.
En tercer año, se había sentido lo bastante desesperado para hablar
con el profesor Flitwick, y Filius le explicó que las explosiones
violentas frecuentes de magia mientras eran menores de edad
dañaban partes de su núcleo mágico que ayudaban a controlarla.
Filius le dio libros para ayudarlo, las magias de la mente eran
consideradas una de las mejores maneras de hacerlo, y estas
funcionaban para él en ciertas áreas de la magia.

Pociones siempre fue su asignatura favorita. Los primeros años no


requerían ningún 'movimiento de varita', y luchó duro por aprender
control, ya que para cuando llegó a quinto necesitaban aprender
hechizos para usar en ellas. Al final, fue en los ramos que le
gustaban más donde aprendió mejor control: Pociones, Defensa, y
por supuesto, en magia ofensiva; Runas y Aritmancia pudo
aprenderlas, aunque nunca fueron sus mejores materias. Siguió
batallando en Encantamientos y Transfiguración, y nunca logró ser
un experto. El Patronus y su habilidad animaga eran los únicos
encantamientos de alto nivel que aprendió bien. En Transfiguración
siempre le fue peor, tuvo suerte de conseguir sacar un S en sus
TIMOs.

Él aprendió sus límites, y no anheló más. Él podía derrotar a casi


todos en un duelo, y obtuvo su Maestría en Pociones siendo
ridículamente joven… y podía hacer que le saltara el ojo a Lucius,
así que con eso en realidad estaba bastante contento.

Observó a Harry con una sonrisa. Otro con poder bruto que otros
envidiarían, y probablemente no tendría problemas en su control,
suponiendo que Harry había aprendido control practicando magia
sin varita. Él estaba seguro que Harry usaría bien su poder.

Una lechuza llegó justo mientras se iba el veterinario y prometía


regresar al día siguiente. Severus se rio entre dientes al ver el
mensaje-. Parece que la señora Skeeter nos visitará mañana para
entrevistarte y obtener más fotos de Rusty contigo.

Harry sonrió-. Estupendo. Él merece más atención.


Ellos dejaron a un adormilado Rusty bajo el cuidado de los elfos, y
fueron a comer. Pasaron una tarde estupenda hablando de sus
planes, y Severus sacó unos anuarios de su tiempo en Hogwarts.
Se dio cuenta que Harry necesitaba más información acerca de su
padre. Petunia realmente no lo había conocido, y Severus… bueno,
él decidió que los anuarios podrían ser de ayuda.

Ellos miraron las fotografías, y esto inspiró a Severus a contar


algunas historias de James y sus amigos que no lo involucraban en
sus bromas. Juegos de quidditch, los clubes, fines de semana en
Hogsmeade, etc. le pasó los anuarios a Harry como 'regalo tardío de
Navidad', y lo envió a dormir.

Más tarde, Severus fue por Flú a Hogwarts brevemente para


contarle a Dumbledore que le estaba 'lamiendo las botas a ese
ricachón de Potter' justo como Dumbledore deseaba. Albus le había
sonreído, contento de que Severus aun odiara a Harry, pero que
igual siguiera haciendo su trabajo.

Severus después aprovechó para recoger algunos libros pertinentes


de la parte de atrás de la biblioteca, donde sólo accedían los
profesores. Los ejercicios de Oclumancia para principiantes le
ayudarían a Harry a aprender mayor control, ya que aun sin pasar
mayores traumas Harry tenía suficiente poder para necesitar control
extra.

Hizo lo mejor posible para pasar delante de la puerta de McGonagall


sin hacer ruido, pero el silencio no fue necesario, ella estaba
hablando con alguien cuya cabeza flotaba sobre el fuego de la
chimenea.

-… te dije que no puedo decir de quien estoy hablando… pero


necesito saber como lograr que alguien sea re-juzgado, o mejor
dicho sometido a juicio por su crimen por primera vez. Él necesita
que se revise de nuevo la evidencia… y voy a tener que buscar al
perpetrador… -Minerva sonaba algo desesperada, y Severus quedó
sorprendido. Minerva estaba actuando a espaldas de Dumbledore
para ver como liberar a Black.
-Dudo que algo pueda hacerse de manera rápida, Minerva -contestó
la voz, cautelosa-. Si Albus piensa que puede conseguir que esta
persona sea vuelta a juzgar en el verano, sería mejor que
esperaras. Todos los obstáculos que tendrás que pasar, llevaran
todo ese tiempo de todas maneras, si él ya se encuentra en
Azkaban.

Severus pasó caminando y pensando. Tener a Minerva buscando


hacer algo podría ser… útil.

~LMP~LMP~LMP~LMP~LMP~

Severus y Harry leyeron el Profeta Diario por la mañana con


asombro. El accidente de Harry estaba en primera página con un
titular llamativo de «¡Tragedia en las Carreras!». Había una
fotografía impactante de Rusty pasando la línea de meta y su
subsiguiente caída. Rita había conseguido poner los hechos, pero
aun dramatizaba la caída y las heridas con un detalle gráfico, y
como Harry parecía destrozado y traumatizado afectado por la
probable muerte del caballo favorito de su tía.

Seguía su entrevista con Lucius, y Rita prometía a sus lectores que


ella reportaría fielmente sus hallazgos en la Mansión Malfoy al día
siguiente.

Rita llegó a la hora del té, como estaba programado, y realizó su


entrevista mientras mordisqueaba bollitos y sorbía del té caro de
Narcissa. Severus, estando de un humor excelente, consiguió ser
encantador… bueno, su propio tipo de encanto sarcástico y
venenoso… pero por suerte Rita disfrutaba de este tipo de ingenio, y
mentalmente tomó nota de algunos insultos divertidos para usar en
artículos futuros en algunos de sus víctimas… o entrevistados,
dependiendo como los vieras.

Severus los guió a los establos donde el veterinario estaba


revisando a Rusty. Este estuvo contento de informarles acerca de la
lesión, y les aseguró que Rusty se recobraría aunque era aparente
que no volvería a participar en las carreras.
-No, pero espero que pueda ser mi nuevo caballo de monta -dijo
Harry sonriendo, dándole otra menta a Rusty-. El señor Malfoy me
entregó anoche sus papeles. Dijo que sabía que yo estaba muy
apegado a él, y me los entregó como un regalo -Harry le sonrió a
una encantada Rita, quien de inmediato sacó una foto de Rusty y su
nuevo y orgulloso propietario. La gente amaba esta clase de historia
conmovedoras cerca de Navidad.

Rita y Severus caminaron de regreso a la Mansión, y ella despidió al


fotógrafo por el Flú. Ella miró a Snape con una sonrisa astuta, él
actualmente estaba al tanto de muchas personas interesantes.

-Deberíamos almorzar en el futuro, ¿antes de que se escabulla de


nuevo a Hogwarts, quizás? -ronroneó Rita.

-Llámeme Severus, señora Skeeter -Severus sonrió, ella iba a ser


útil… e interesante, se daba cuenta.

-… Severus… y por favor llámame Rita -le sonrió ampliamente-.


¿Me mandas una lechuza? -Severus asintió, y ella se marchó
segura de que hoy había anotado varios puntos.

~LMP~LMP~LMP~LMP~LMP~

Severus y Harry consiguieron tener unas cuantas sesiones de


estrategia antes de que regresaran los Malfoy, y los Dursley.
Severus los reunió a todos en un salón alrededor de una mesa de
café llena de libros, archivos, y lo que parecían los restos de varios
platos de bollos de arándanos.

-Antes de salir de Hogwarts para ir a las carreras, consegui 'asistir' a


una última reunión entre McGonagall y Dumbledore… -y Severus
procedió a contarles fielmente lo que había escuchado. Harry ya
estaba al tanto, pero no le causó más placer el escucharlo de nuevo.

Lucius pensó que ya había pasado las mayores sorpresas, pero


esto sobrepasaba las hazañas del viejo buitre Gryffindor. Se
preguntó como era que Albus conseguía que el fénix siguiera a su
lado. ¿La criatura no comprendería lo que estaba sucediendo, o
quizás la creencia de Albus de que estaba haciendo lo correcto
mantendría al fénix en la creencia de que Albus de verdad era aun
'luminoso'?

-Por lo que entendí de Petunia, esa prisión de los magos es un lugar


terrible… ¿cómo es que ellos pudieron lanzarlo allí si era su aliado?
-preguntó Vernon con horror.

-La ambición es un ama viciosa -murmuró Lucius en respuesta. Él


era moderadamente familiar con ella.

Vernon vaciló y después asintió, después de todo la ambición era


rampante también en el mundo muggle. Él había observado como
grandes corporativos se apuñalaban entre ellos en la espalda para
trepar unos sobre otros para llegar a la cima.

-Debemos liberarlo -dijo Narcissa con firmeza. Ella no sentía mucho


cariño por su primo orgulloso, quien siempre había insistido que era
mucho más moralmente superior que cualquier Slytherin. Se
deleitaba en decirle a Lucius y a ella que terminarían ambos en
Azkaban antes de que la guerra terminara. Le sorprendió mucho
escuchar que Sirius había traicionado a sus amigos, pues no tenía
sentido, pero pensó que se había vuelto loco… tal como su madre-.
Aunque no sea nada más para mantenerlo fuera del alcance de
Dumbledore.

Severus asintió, y Harry sonrió de forma maliciosa añadiendo su


propia información-. Severus me contó algo más. La profesora
McGonagall ha estado husmeando por ahí, preguntando como
puede volverse a revisar un caso y todo eso. Pero no parece estar
haciendo nada constructivo. Unos cuantos 'amigos del Ministerio' del
señor Malfoy tuvieron los oídos abiertos… -Harry sonrió más al ver
la mirada divertida de Lucius-… y sus preguntas están causando
algo de revuelo porque ella esta preguntando como reabrir un caso
cuando un juicio no ha tenido lugar. Esto los tiene espantados,
porque, por lo que ellos saben, nadie ha sido enviado a Azkaban sin
un juicio.
Severus y Lucius compartieron una sonrisa de medio lado. Ellos
adoraban ver cuando Harry demostraba astucia. Harry dijo que el
Sombrero había indicado que él podría haber ido a cualquier Casa,
pero a ellos les gustaba creer que Harry debería haber estado en
Slytherin si el Sombrero no hubiese sido interferido.

Severus asintió concordando-. Revisé algunos archivos y es justo


como dice. Hay un "juicio cerrado y sentenciado". Supongo que el
juez que presidió, Bartemius Crouch, haya dicho tan sólo: "culpable,
sentenciado de por vida a Azkaban". Albus probablemente está
detrás de todo eso, o cuando menos sepa de ese asunto.

-Me sorprende que no se haya usado el veritaserum… -dijo Draco


con tono aproblemado.

-Oh, si lo hubiesen hecho en público y delante del Wizengamot lo


hubieran utilizado… todos ellos hubieran querido escuchar una
confesión completa para obtener cada detalle de él usando el suero
de la verdad. Pero solamente Crouch estaba allí, y él ya había
decidido el destino de Black, así que no hubo necesidad -Lucius
hizo una mueca.

-Bueno, ¿supongo que Severus y Harry tienen un plan para liberar a


mi amado primo? -dijo Narcissa suspirando con resignación.

Las sonrisas taimadas de Severus y Harry, mientras estaban


sentados ahí tomando su té, les hacia ver como gatos ufanos.
Narcissa perdió cualquier asomo de sonrisa al escuchar su
'pequeño plan'.

~LMP~LMP~LMP~LMP~LMP~

Ese mismo día Narcissa se encontró en posición de preguntarse


miserablemente cómo es que la habían llegado a convencer para
esto, mientras un bote la conducía hacia Azkaban. Ella tenía un
bolsillo con espacio mágico en un costado de su capa. Severus en
su forma de Cuervo estaba allí, junto con la capa de invisibilidad de
Harry.
Autora: Todavía no decido qué grado de hostilidad tendrá Sirius. Así
mientras lo posteo pensaré en ello.

N/T: Muchas gracias a quien se han incorporado recientemente al


fic, lo han favorecido y lo siguen, y sobre todos a los comentaristas
fieles ;)

Harry Potter, personajes y su mundo © de J.K. Rowling y varias


otras compañías. Fanfiction sin fines de lucro, ni pretensiones
de infringir derechos de reproducción, realizado sólo con fines
de entretención.
Chapter 12
.

" LOS MUCHACHOS DE PETUNIA"

Autora: Severusphoenix

CAPÍTULO 12

Narcissa estaba sentada con la espalda rígida mientras el bote se


deslizaba a través de la expansión frígida de agua. Los visitantes, a
menos que se tratara de algún VIP del Ministerio, tendian a ir por su
cuenta. Mientras que los botes que llevaban prisioneros eran
tripulados, a menos que desearan que los prisioneros se arrojaran
por la borda. Narcissa escuchó que esto había sucedido en una
ocasión.

Los visitantes no eran comunes; llevaba ser un pariente o un amigo


dedicado y recio el siquiera pensar en ir a ver a alguien en Azkaban.
Narcissa sonrió con ironía, por supuesto que ser un enemigo
determinado también era una posibilidad.

Ella odiaba a Bella, más de lo que odiaba al Señor Oscuro. En un


tiempo fueron cercanas, pero después de que Bella recibiera la
Marca Oscura, ellas se habían alejado cada vez más. El Señor
Oscuro se había convertido en todo para Bella. Narcissa no
comprendía esta obsesión; el una vez bien parecido mago ahora era
un ser aterrador en apariencia y en acciones.

Lucius había conseguido siempre evitar que Narcissa fuera


marcada, y eso ahora les seria más fácil de lograr.
Cuando el Señor Oscuro fue derrotado por el chico Potter, Lucius
insistió en que había actuado bajo el Imperius y, con un impactante
número de galeones que cambió de manos, fue liberado casi de
inmediato. Pero no lo bastante rápido. Bellatrix escuchó acerca de
Lucius negando a Voldemort y fue derecho, después de torturar a
los Longbottom hasta la demencia, hacia la Mansión Malfoy.

Lucius aun no había regresado, y Narcissa se encontró enfrentada a


la ira de su hermana. Ella trató de razonar con Bella, de recordarle
que la familia era lo más importante, que proteger a la familia era
primordial. Bella no la escuchó, ella gritó y rabió, y después maldijo
a Narcissa. Ella sabia que Narcissa y Lucius querían tener más
hijos, que ellos estaban esperando a "tiempos más pacíficos" para
comenzar una familia tamaño Weasley.

Ella le lanzó a Narcissa una maldición oscura que volvió la


concepción imposible-. ¡Me aseguraré de que nunca engendres otro
traidor! -gritó Bella al enviar la maldición oscura a su hermana.

Narcissa quedó devastada… y la peor parte fue contárselo a Lucius.


Él nunca la culpó, pero se aseguró de que los Aurores encontraran
inmediatamente el escondite de Bella después de eso. Aun así, esto
hería hondamente a Narcissa cada vez que veía una mirada
melancólica en los ojos de Lucius al observar a Draco. Ciertamente
parte del odio de Lucius hacia Arthur Weasley era aumentado por
los celos.

Ahora ella debía ver a la odiosa arpía de nuevo. Solamente el


conocimiento de que esto iba a hacer que el bienamado Señor
Oscuro de Bella fuera derrotado para siempre la había persuadido
para hacerlo. Lucius y Severus conocían el costo de tener que
encarar a Bella, y si ella se hubiera rehusado, sabia que ellos no la
habrían presionado.

El bote llegó al muelle y ella consiguió desembarcar con la ayuda de


un hechizo de balance. Un guardia de aspecto infeliz se encontró
con ella al final del muelle de madera desgastado. ¿Acaso no
conocían ningún hechizo de mantención o preferían el aspecto
ominoso que presentaba?

El guardia la condujo en silencio hacia la oficina del Alcaide, quien la


miró intrigado. Ella nunca había visitado a nadie antes aquí, mucho
menos a su hermana loca.

A Narcissa le había sido dificil encontrar una buena razón para


encontrarse ahora aquí, y terminó con la excusa de necesitar
terminar con unos 'negocios de familia'-. Necesito hacer que Bella
firme algunos documentos. Quiero sacarla completamente de su
acceso a todas mis antiguas bóvedas de la familia Black… no quiero
que su magia se mezcle allí por más tiempo -explicó ella.

El Alcaide asintió con comprensión. La familia Malfoy lentamente


había estado sacando su nombre del lodo, y una vez más estaba
destacando, y ahora con su 'rescate' de Harry Potter estaban en
ascenso. Separarse completamente de la demencial Bellatrix
Lestrange era una estrategia sabia.

-Nosotros mantendremos a los dementores del otro lado de la


prisión hasta que usted se retire… pero, por favor, trate de que su
visita sea lo más breve posible… -dijo el Alcaide. Con los Malfoy
alineados con 'El Niño Que Vivió' no estaba de más ser servicial con
ellos sin llegar a romper las reglas.

Narcissa asintió y se levantó-. No tengo deseo de estar cerca de ella


más allá de lo estrictamente necesario -y esa era la verdad absoluta.

Un guardia la llevó por unos pasillos deprimentes, lejos de los


niveles más inferiores subiendo a zonas que eran más patrulladas
intensamente por los dementores. Mientras más alto el nivel, mayor
cantidad de dementores.

-Ella se encuentra justo aquí, señora -dijo el guarda-. Justo a la


vuelta de la esquina del primo de ella, Sirius Black.
Narcissa sonrió y asintió, después de todo él acababa de ahorrarle
una larga búsqueda. El guarda abrió la puerta y lanzó unos pocos
hechizos, para encadenar a Bella en una silla y reforzar las
protecciones. Narcissa podría salir de la celda cuando deseara, pero
Bella no podría. Por supuesto que los guardias estarían alertas
cuando ella saliera para esperarla.

Narcissa le brindó al guarda otra sonrisa, y él asintió con deferencia


mientras la dejaba con su hermana. Bella de inmediato comenzó a
reír demencialmente y mofarse de Narcissa de forma irritante como
si hablara con un bebé. Pero Narcissa la ignoró y se quedó parada
junto a la puerta, esperando para asegurarse de que el guarda se
retirara.

Una vez que el área estuvo libre, ella dejó que Severus saliera de su
bolsillo, susurrándole. Él agitó las alas y salió volando por el pasillo
hacia la celda de Sirius. Al entrar allí se transformó de nuevo en un
mago.

Sirius observó al cuervo confundido, y después con rabia al ver


aparecer a su enemigo más odiado: Snape. Severus no perdió
tiempo tratando de razonar con Sirius, ellos tendrían que contar con
tiempo, pruebas y privacidad para convencer de cualquier cosa al
Gryffindor acérrimo adorador-de-Dumbledore.

Antes de que Sirius formulara una tanda de insultos, Severus lanzó


un hechizo que forzó a Sirius a transformarse en su forma animaga.
Una vez más agradeció mentalmente a Lily por contarle acerca de
las formas animagas de los Merodeadores. Cuando ellos renovaron
su amistad, ella le contó de ellos cuando Severus dijo que era un
cuervo, lo que le ayudaba mucho en su espionaje, por supuesto.

Él podría haber transfigurado simplemente a Sirius en un animal,


pero esto podría haber podido o no mantenerse al pasar por las
barreras mágicas. Lo último que necesitaba era que Sirius se
escapara y saliera corriendo a Merlín-sabe-donde. Severus extrajo
un montón de harapos y conjuró un falso Sirius para que lo usara;
este se mantendría por un tiempo, y con suerte para cuando cesara
el hechizo, habrían pasado los días suficientes para que no
sospecharan de Narcissa.

Una alteración en el hechizo hizo que a Sirius le fuera imposible


transformase de nuevo. Un rápido Confundus, y un hechizo de
coerción, y Severus le susurró una orden al Grim. Severus abrió la
puerta de la celda con un hechizo, y salió como cuervo con el Grim
siguiéndolo obediente. La puerta se cerró detrás de ellos, de nuevo
con cerraduras mágicas, tal como pretendía el hechizo.

Las puertas solamente alertaban a los guardias cuando personas


las cruzaban, no cuando lo hacían animales. Uno voló y el otro trotó
por el pasillo, y el Grim se detuvo frente a la puerta de Bella. El
cuervo siguió hasta aterrizar sobre el hombro de Narcissa.

La entrevista entre las hermanas no había ido muy bien. Narcissa


ignoró a Bella con una sonrisa tranquila mientras que la otra gritaba
con frustración. Ella quedó desconcertada ante la vista de un cuervo
y un perro confundido.

Narcissa se irguió, y finalmente habló-. Quiero que tengas algo en


que pensar, Bella. Debes aburrirte tanto aqui. Pues entérate de que
me has ayudado a asegurar que el Señor Oscuro nunca vuelva a
surgir de nuevo, y nunca sabrás exactamente como… -ante la
mirada de horror confundido de Bella, ella sonrió-. Nunca deberías
haberme maldecido de ese modo, Bella…

Bella sacudió sus cadenas, y consiguió realizar un gruñido creíble,


furiosa ante la idea de estar ayudando a los enemigos de su amado
Señor. Ella entrecerró los ojos con rabia-. Debería haber matado a
ese mocoso tuyo antes de irme… no estarías sonriendo ahora,
traidora de sangre.

Narcissa mantuvo con dificultad su compostura-. Que tengas lindos


sueños, Bella. Te enviaré una copia de El Profeta cuando nuestra
victoria sea completa.
Narcissa salió por la puerta, y colocó la capa de invisibilidad sobre el
Grim, y el cuervo volvió a su bolsillo. El Grim la siguió
obedientemente hasta la entrada donde el guarda y el Alcaide la
esperaban.

-Ella no fue muy cooperativa, pero pienso que obtuve lo que


deseaba -dijo Narcissa complacida.

El Alcaide asintió, y el guarda la acompañó de regreso hasta el bote.


El Grim la siguió dentro del bote después que se fuera el guarda, lo
que fue bueno, ya que la capa había empezado a deslizarse a pesar
del hechizo adhesivo que aplicó. Narcissa se permitió unas pocas
lágrimas mientras el bote cruzaba de nuevo el mar. Aun sabiendo lo
poco que quedaba de su hermana, le dolió escucharla decir que no
tendría remordimientos de matar a Draco. Esto hizo que cualquier
sentimiento que le quedaba por la hermana que una vez tuvo
desapareciera con mayor facilidad.

Lucius y un traslador la esperaban, y ellos aterrizaron en las


habitaciones que habían preparado para Sirius. Con el cese de los
hechizos sobre Sirius, este volvió a ser humano y se lanzó sobre
Lucius, sus manos buscando la varita de este. Lucius se hizo a un
lado e hizo una mueca cuando Black cayó pesadamente al suelo. La
figura esquelética del mago parecía que podría hacerse mil pedazos
por la fuerza del impacto.

Narcissa rápidamente levitó a Sirius hasta un sillón mullido y puso


un hechizo adhesivo sobre él. Tan débil como estaba esto debería
bastar por ahora.

-Sirius, te rescatamos de Azkaban tan pronto descubrimos que eras


inocente -dijo Narcissa antes de que él comenzara a blasfemar.

Sirius resopló con desdén-. En serio… pero que noble de tu parte,


Cissa. ¿Qué es lo que pretendes? No te ayudaré en ninguna cosa
que tu esposo mortífago y sus amigos…
-Bueno, estamos bastante seguros que querrás ayudar a tu
ahijado… ¿te acuerdas de Harry, no es así? -lo interrumpió Lucius.

Harry entró por la puerta, y Sirius lo miró pasmado-. ¿Harry…?


¿Qué te han hecho ellos…?

~LMP~LMP~LMP~LMP~LMP~

Severus regresó a Hogwarts después de observar el extenso


argumento con Sirius. Él había vociferado largo rato, rogándole a
Harry que 'corriera', después diciendo que ese no era Harry, o que
no se encontraba allí por su voluntad, después lloriqueando que
Harry se encontraba en un terrible peligro.

Severus había tratado de mantenerse al margen, su presencia sólo


enfurecería más a Sirius. Pero finalmente tuvo suficiente después de
que la diatriba pareció perturbar a Harry. Conjuró una poción
calmante y una poción nutritiva máxima dentro de Black.

Hicieron que un batallón de elfos lo bañara, varias veces, y después


que lo alimentara. Un poción SinSueños fue forzada dentro de su
garganta y después iban a intentarlo de nuevo por la mañana.

Mientras tanto, Severus fue a reportarse con Dumbledore.

-Estuve a solas con Harry por unos pocos días después del
accidente de las carreras. Hablé de nuevo con él acerca de los
Horcruxes, y él me ayudó a destruir la diadema. Él esta determinado
a destruirlos todos, y creo de que lo convencí de que tu tienes la
información necesaria para hallarlas -Albus asintió, mientras se
mesaba la barba con una sonrisa. Cuando menos el chico estaba
cambiando de actitud-. No logré convencerlo de que fuera en busca
de la Piedra Filosofal… él sigue diciendo que si tu la tienes
escondida y protegida, debe estar segura y que solamente echaría a
perder lo has hecho…

Severus miró con atención a Albus, esperando que el halago


ayudara a amortiguar el golpe por la Piedra. Ellos no querían que
Harry pasara por las trampas, sin importar la insistencia de Albus.

Albus apretó los labios mientras pensaba. Era decepcionante el que


Harry no anduviera tras la Piedra, pero obtener su confianza era
más importante y Severus podría tener dificultades para convencer
a Harry del gran mago que era Dumbledore mientras que al mismo
tiempo implicaba que necesitaba ayuda con la Piedra. Por fin, Albus
asintió con una sonrisa y dijo-: Bien hecho -y lo despidió con un
gesto. Esto siempre irritaba a Severus, Albus actuaba como si él
fuera una bestia entrenada para hacer un truco y que debía correr
de vuelta al canil después.

Él dejó la torre, y fue hacia la oficina de Quirrell para aplacar al


parásito en la parte trasera de la cabeza del profesor de DCAO que
osaba implicar que todavía era un Señor Oscuro.

-Hemos descubierto una forma de pasar al Cerbero. Se queda


dormido con la música -dijo Quirrell de inmediato.

Severus consiguió actuar sorprendido, y le dio sus propias


novedades-. El Lazo del Diablo por supuesto cederá con un hechizo
solar, y después el 'cuarto de las llaves'… bueno las llaves están
hechizadas contra el ser convocadas, así que puede que necesite
perseguirlas. El tablero de ajedrez no esta muy protegido, tendría
que usar un poderoso hechizo despedazador para cortar a través de
las protecciones que están allí y destruir el juego de ajedrez para
poder pasar. Después tendrá que lidiar con un trol, pero Quirrell se
supone que es un experto en eso… -Severus hizo una mueca ante
el nervioso profesor de DCAO-. Le puedo decir que poción tomar en
el siguiente obstáculo… - o quizás equivocarme, y hacer que bebas
el veneno, pensó Severus-… pero la cámara final contiene el Espejo
de Erised, y no tengo idea de que implica ese obstáculo -Severus
terminó con un aire de derrota en vez de alivio.

Quirrell pareció nervioso ante esto, y después un siseo furioso


desde atrás de su cabeza le revolvió el estómago a Severus.
-Tu descubrirasss como funciona… y pronto, Severusss -le ordenó
Voldemort con enojo.

-Eso no será fácil, él se rehúsa a contarle a alguien lo que ha hecho


con el espejo -contestó Severus de modo resentido-. Pero seguiré
trabajando en ello… aunque puede que tome algo de tiempo.

Voldemort siseó enojado, pero no estaba en posición de matar a uno


de los únicos dos magos que lo ayudaban en ese momento.
Severus era astuto, pero aun así necesitaría tiempo para conseguir
la información.

Severus escapó de ahí con una sensación de alivio. Las cosas


estaban progresando, pero eso no significaba que no existían
peligros, tales como un profesor poseído por un sicótico Señor
Oscuro y un Director inescrupuloso y hambriento de poder.

N/T:Wow, muchas gracias por todos los que se han sumado al fic, y
sobre todos a los comentaristas.

Para quienes esperan "3 Merodeadores Slytherin" en un par de dias


espero tener el nuevo capi :)

Harry Potter, personajes y su mundo © de J.K. Rowling y varias


otras compañías. Fanfiction sin fines de lucro, ni pretensiones
de infringir derechos de reproducción, realizado sólo con fines
de entretención.
Chapter 13
.

" LOS MUCHACHOS DE PETUNIA"

Autora: Severusphoenix

CAPÍTULO 13

Sirius estaba sentado desanimado, jugando un juego de cartas con


Dudley, Draco y Harry. Los chicos volverían a sus escuelas
respectivas en la mañana, y él los iba a echar de menos. Le dio una
mirada a Draco sintiéndose algo arrepentido acerca de unas
cuantas cosas que había gritado acerca de los padres del niño. Ellos
aceptaron su disculpa, una vez que él se dio cuenta de su error…
pero aun le ruborizaba recordar los insultos virulentos que había
gritado.

Le heria el orgullo que hubiera aun un montón de elfos domésticos


diseminados en el cuarto 'limpiando', listos para actuar si él volvía a
ponerse violento. Aun así, después de sus numerosos intentos de
matar a Lucius y Severus los primeros dos días de su estadía,
suponía que tenían razón para ello.

Les llevó días el convencerlo de que eran sinceros en su deseo de


ayudarlo, y él permaneció escéptico acerca de sus aseveraciones
de que Harry no estaba allí coercionado… ni que había sido
engañado. Por fin, Severus le preguntó si existía manera de
engañar un Pensadero. Sirius sabía muy bien que no era así, y que
cualquier memoria cambiada o falsificada era de inmediato obvia
para quien sabía donde mirar, como un Auror en su caso.
Ellos sacaron un Pensadero y Severus dejó caer una memoria
dentro. Para su alivio fue Narcissa quien lo acompañó a ver la
horripilante memoria de Albus y Minerva discutiendo dejarlo en
Azkaban. Le fue dolorosamente claro que Albus sabía que él era
inocente desde el principio. La memoria pasó a ellos discutiendo
como alterar el sorteo de los estudiantes, otro golpe para Sirius, que
lo hizo preguntarse brevemente acerca de su propio sorteo. Varias
"sesiones estratégicas" más fueron vistos, hasta llegar a la peor,
donde Albus despreocupadamente anunciaba a Severus que el "el
muchacho debe morir".

En ese momento, aunque ellos aun estuvieran del lado de


Voldemort, Sirius se les habría unido, y lo dijo así… con voz fuerte y
usando un lenguaje que hubiera hecho que Narcissa le lanzara un
maleficio si los muchachos hubieran estado presentes.

Sirius después conoció a Vernon, y el muggle terminó almorzando


con él varias días seguidos para contarle a Sirius de la infancia de
Harry con ellos, y la gran alegría que había sido para Petunia, y
como los tres habían luchado para hacer que sus últimos días
fueran felices antes de que se la arrebataran de sus vidas. Sirius
había hervido de furia al escuchar que el dinero de Harry no había
estado disponible para ayudarlos. El rescate de Lucius le dejó algo
sorprendido en este punto, aunque Sirius se preguntó como era que
Lucius no se había limitado a apoderarse sencillamente del niño.

Sirius pidió ver la memoria del espectáculo ante el Wizengamot


después de que Hagrid entrara a la fuerza en la casa, y por primera
vez apreció la astucia de Severus y la habilidad de Lucius para jugar
con una audiencia. El discurso de Harry lo entristeció, Petunia y sus
muchachos deberían haber disfrutado sus últimos meses sin
preocupaciones.

Ahora simplemente estaba tratando de recuperar su salud y ponerse


al día en lo acontecido en el mundo. Lentamente fue empezando a
confiar en los residentes de la Mansión Malfoy y de la Casa de
campo de Harry. Para su alivio, Severus hizo poco más que dejar
caer memorias dentro del pensadero para que él las observara.
El tener que aceptar que Snape, entre toda la gente, era una de las
mejores líneas de defensa contra Albus fue algo difícil de tragar,
pero después de aceptar que Dumbledore estaba tan hambriento de
poder como Voldemort no le fue tan difícil como pudiera pensarse.
Aun así, le alegraba ver que no fue necesario tener una
conversación íntima con él, hasta ahora.

Los chicos miraron hacia un ventanal que estaba hechizado para no


permitir que se viera hacia adentro. Había varios Aurores vestidos
con sus mejores uniformes rojo brillante.

-Apuesto a que por fin se dieron cuenta que te fuiste, Siri -se rio
Draco.

Dudley meneó la cabeza algo apenado-. Él se escapó hace ocho


días… en serio que me esperaba que vinieran antes.

-Voy abajo a escuchar… después les cuento -Harry fue corriendo a


la puerta.

Los otros dos se vieron algo ofendidos, y Sirius se rio entre dientes
indicándoles la puerta-. Regresen derecho para acá para dejarme
saber lo que digan -Draco y Dudley sonrieron y fueron detrás de
Harry.

Sirius se sentó junto a la ventana y miró las túnicas rojas. No estaba


seguro de reconocer a ninguno de ellos, con excepción de Ojo Loco
Moody, quien destacaba en cualquier grupo.

LMP

Madame Bones dirigía el grupo hacia la Mansión Malfoy. Ella estaba


vestida con todas las galas de su oficio con la esperanza de
impresionar a Lucius y Narcissa ya que la dignidad del Ministerio
estaba en juego con esta… situación… que necesitaba ser
manejada con delicadeza. Fudge estaba con ataque por la fuga de
Sirius Black y ellos estaban buscando por cualquier lado una
explicación. Ellos habían notado que Narcissa, cuya nombre de
soltera era Black, había estado allí hacia una semana atrás. La
razón para estar allí no era mala. Probablemente era una pérdida de
tiempo, pero en ese momento, ellos no tenían más pistas.

Lucius los condujo a un cuarto bien iluminado donde Narcissa y


Vernon estaban tomando té. Ellos sabían que esto pasaría, y Vernon
sentía que su presencia recordaría a los Aurores que los Malfoy no
eran como en el pasado, sino que ahora aparentemente aceptaban
'todas las cosas muggles'.

Lucius se paró detrás de la silla de Narcissa tratando de parecer


razonablemente relajado. Era imperativo que esta entrevista saliera
bien. Su imagen estaba mejorando, eso era cierto, pero aun era
frágil y una acusación del Ministerio haría que todos pensaran lo
peor de ellos de nuevo.

Madame Bones aceptó el asiento ofrecido con los tres Aurores


parados en atención en la puerta. Normalmente no se hubiera
sentado, pero el Ministro dejó claro que esta se trataba de una
'conversación amistosa' con el señor Dursley y los Malfoy, y que
solamente si existía evidencia clara de que estaban involucrados en
la fuga ella podría exhibir un comportamiento más hostil.

-¿A qué debemos este placer, Madame Bones? -Narcissa permitió


que un indicio de confusión y nerviosismo se filtrara en su voz. Cero
reacción ante la repentina llegada de los Aurores resultaría
sospechosa, podría indicarles que ellos esperaban una visita. El
que Lucius estuviera impasible era adecuado, él era bien conocido
por enorgullecerse de que nunca lo tomaran desprevenido, o por lo
menos de nunca dejar que lo gente lo percibiera.

-Me temo ser portadora de malas noticias, señora Malfoy -comenzó


Madame Bones, y se volteó hacia Vernon, decidiendo que un ataque
oblicuo conseguiría mayor información que un asalto frontal…
asumiendo que hubiera algo que descubrir.

Harry, junto con Dudley y Draco estaban agazapados junto a las


puertas entreabiertas en un cuarto contiguo que albergaba docenas
de diferentes juegos de té, y gabinetes llenos que cosas que
pudieran ser necesarias para impresionar a algún invitado
importante a la hora de la merienda. Desde allí tenían una excelente
vista de los que se encontraban en la otra habitación.

-… Sirius Black escapó de Azkaban… -Amelia y los otros Aurores


observaron las reacciones con atención.

Ellos habían discutido las reacciones que debían exhibir, demostrar


demasiado sería peor que ninguna reacción. Vernon había
practicado una expresión de ansiedad confundida. Narcissa se
permitió agrandar los ojos y jadear con sorpresa y alarma. Lucius se
enderezó viéndose más grave.

-¿Sirius Black…? -repitió Vernon-. Petunia mencionó ese nombre


unas pocas veces… pero no me acuerdo… -Vernon se detuvo y
pareció pensar-… ¿qué no era uno de los amigos de James Potter?

Madame Bones se echó para atrás. Ellos parecían ser sinceros,


pero ella sabía que los Slytherin eran maestros del engaño. Sin
embargo, el señor Dursley era un muggle y ¿de seguro no sería tan
adepto en eso?-. Así es, él era un amigo cercano, y el padrino de su
sobrino Harry Potter. Sin embargo, fue el responsable de traicionar a
los Potter con 'Quien No Debe Ser Nombrado', causando sus
muertes.

Vernon no tuvo dificultad para verse algo enfermo ante esto. Si


Sirius no fuera en verdad inocente, estas hubieran sido en verdad
noticias muy graves.

-¿Cómo es que mi…? -comenzó Narcissa y después se mordió el


labio y miró hacia abajo como si estuviera avergonzada-. ¿Cómo es
que mi ilustre primo consiguió hacerlo? -en vez de que Moody le
echara en cara su parentesco con Black en la 'entrevista', ella
decidió mencionarlo primero para que fuera menos dañina.

Madame Bones habló con cuidado y miró a Narcissa con una


expresión neutral-. Hemos estado buscando con diligencia descubrir
la manera en que lo consiguió. Notamos que usted fue a ver a su
hermana la semana anterior a su fuga.

Narcissa se echó para atrás y puso una expresión sorprendida.


Lucius le puso una mano en el hombro y miró a los Aurores de
forma menos amistosa-. Ya veo… -dijo Narcissa, como si las
implicancias de esta visita acabaran de tener sentido-. Yo
necesitaba conseguir sustraerla de las protecciones mágicas. Hay
formas en que podrían haberla usado para romper las protecciones,
a pesar de seguir estando ella prisionera… pero eso no necesito
explicárselo a ustedes… -divagó Narcissa, viéndose aturullada con
la acusación implícita-. Yo ni siquiera me acerqué a la celda de
Sirius Black…

-Las barreras que examinamos demostraron que usted nunca entró


al pasillo en que él se encontraba. ¿Usted comprende que nosotros
necesitamos seguir cualquier pista…? -Madame Bones seguía
observando a Narcissa, quien dejó que una expresión de alivio
apareciera en su rostro.

Lucius decidió de que antes de que Moody comenzara a hacer


preguntas, debería comenzar la segunda parte de la charada. Ellos
esperaban que Harry 'de casualidad estuviera en la entrada' cuando
los Aurores salieran, pero Lucius se dio cuenta que los tres niños
estaban espiando desde la puerta de junto, así que bien podría dejar
que Harry dijera las líneas que habían ensayado ahora.

Lucius decidió hacer gala de uno de los hechizos que era capaz de
hacer sin varita, y abrió la puerta de golpe. Esto provocó que los tres
niños cayeran en una pila en el suelo.

-Pero, vamos qué vergüenza, ¿qué excusa tienen para estar


escuchando a escondidas de esa forma? -Vernon que estaba más
cerca, de dos pasos se les acercó para mirarlos con desaprobación.
Lucius les dio una señal sutil con la cabeza para que procedieran.

Dudley y Draco se pararon y le dieron a Harry una mano para que lo


hiciera, pues había quedado debajo de ellos.
-Perdona, papá… pero, bueno, ¡ellos son Aurores! -contestó Dudley
a Vernon sin aliento, mientras Draco y él miraban con admiración los
uniformes rojos.

Harry sonrió también con deleite, provocando que Dawlish y


Shackelbot agrandaran el pecho-. Lamento que estuviéramos
escuchándolos a escondidas. Nos ganó la curiosidad -le dijo Harry
con cortesía a Bones-. La tía Tuney siempre nos reprendía por
eso…

Amelia se ablandó con la disculpa de Harry-. Bueno, la curiosidad es


una debilidad de los felinos, hasta de los leones -dijo ella
sonriéndoles a los tres niños-. No pasa nada. Y creo de todas
maneras que ya hemos terminado aquí…

-No puedo creer que Black escapara… nunca antes alguien logró
hacer algo así -comenzó Draco su pequeña parte en esto.

Antes de que Bones pudiera contestar, Dudley interrumpió-. Bueno,


quizás los empleados de la perrera del mundo muggle lo atrapen
para ustedes -los otros dos chicos se echaron a reír.

-¿Cómo dices? -Amelia interrumpió la hilaridad, allí había una pista,


se lo decía su instinto.

-Bueno, él es el quien se convierte en perro… ¿no es así? -Harry se


volteó hacia Dudley como para confirmar la información.

-¿Estas diciendo que él es un animago? -bramó Moody, moviéndose


hacia adelante con agresividad-. ¿Cómo es que sabes eso?

Dudley soltó un gritito y se escondió detrás de la silla de Narcissa


entre Lucius y Vernon. Draco y Harry se refugiaron del otro lado de
Narcissa, quien los reunió a su lado y le frunció el ceño a Moody.
Amelia empujó a Moody hacia atrás con la orden de dejar de asustar
a los niños.
-Ahora bien, si eso es cierto, es una información muy importante.
Sólo necesito saber donde escucharon eso… -Amelia le sonrió a un
cauteloso Harry Potter y miró a Lucius, preguntándose si él se
habría estado recordando anécdotas de mortífagos y habría
mencionado a la habilidad de su compañero seguidor de 'Ya Saben
Quien'.

-La tía Tuney solía contarnos historias antes de irnos a dormir


cuando eramos pequeños. A mi me gustaba oír historias acerca de
mis padres. Ella en realidad no conoció a mi padre, a James, pero
mi mamá le escribía cartas todo el tiempo, así que ella me contó
unas historias usando las cosas que sabía de él, aunque claro decía
que esas historias eran inventadas por ella -Harry sonrió
recordando-. La tía Tuney me dijo que mi papá podía convertirse en
un ciervo, y que tenía aventuras y hacia travesuras con sus amigos.
Uno de ellos se convertía en un lobo, uno era un perro y el otro una
rata…

Shacklebolt sonrió con los ojos húmedos, encantado por la historia;


Dawlish estaba sonriendo de oreja a oreja, él iba a conseguir tragos
gratis por semanas contando esto en los bares. Moody y Bones
estaban sumidos en sus pensamientos, y finalmente Moody asintió-.
Así debe haberlo hecho. Las barreras mágicas de Azkaban no
detienen animagos, ellos son raros y no se encuentran incluidos.
Aunque las puertas deberían haberlo detenido.

Kingsley movió una ceja-. Ellos son bastante descuidados a veces


con las puertas, las dejan sin cerrojos o medio abiertas para reírse a
costas de los prisioneros que tratan de dar un paso afuera de sus
celdas solamente para recibir una descarga como el maleficio de
rayo eléctrico con que están resguardadas las puertas de las celdas.

Amelia asintió concordando, y después miró a Harry-. ¿Estás seguro


de que Sirius Black era el perro?

Harry asintió con énfasis-. Sí, al lobo lo llamaban Remy o Reggie o


algo así, y la rata era Peter. Recuerdo que el perro era negro así me
hacia gracia que su apellido también fuera Black.
Amelia se puso de pie, y sonrió con satisfacción-. Han sido de
mucha ayuda… ciertamente apreciamos su cooperación.

Lucius se inclinó levemente y los acompañó a la puerta, aliviado de


que todo hubiera salido como lo planeado. Todo lo que tuvo que
hacer fue dejar que Harry impartiera la información de forma
'inocente', y los Aurores saldrían persiguiendo una pista diferente.

Lucius regresó a la sala justo a tiempo para escuchar a Draco


preguntarle a su madre-. ¿Crees que ese tono de rojo se vería bien
en mi?

Maldición. Su ojo estaba saltando de nuevo.

~LMP~LMP~LMP~LMP~LMP~

Severus observó como los estudiantes iban llenando el Gran Salón


para cenar el primer día de regreso a Hogwarts con una mezcla de
satisfacción y temor. No había logrado aplazar más a
Quirrell/Voldemort, así que finalmente le contó de la trampa del
espejo, sabiendo que esto sería de poca utilidad para él.

-La Piedra Filosofal solamente puede ser removida por alguien que
no desee usarla… -le dijo Severus al Señor Oscuro en forma de
disculpa. Por supuesto que Dumbledore tenía puesto un mecanismo
de seguridad para usarla él; después de todo, Dumbledore no podía
decir que no la quería tanto como el Señor Oscuro. Severus ya
había percibido el brillo en los ojos de Albus al hablar de la Piedra.

Le iba a llevar un tiempo al Señor Oscuro el pensar como usar a


otra persona para conseguir la Piedra, él nunca iba a poder
considerar que alguien no la quisiera.

Y Sirius ahora estaba libre para crear caos. Con suerte esto
distraería a Dumbledore lo bastante para dejar de vigilar a Severus y
Harry. Sirius pronto iba a empezar a verse en lugares mágicos,
proclamando a viva voz su inocencia y llorando porque no había
tenido ni siquiera un juicio. Lo iban a descontar como un
manipulador mentiroso… al principio. Pero pronto la gente iba a
empezar a querer ver cuanto de cierto había en ello, después de
todo, el Ministerio ya andaba husmeando en eso a causa de
Minerva.

Severus dio un vistazo a una Minerva de aspecto infeliz que estaba


sentada junto a un Albus ajeno a ello. Su ídolo no solamente tenía
pies de barro… sino que era entero de barro.

Severus se excusó diciendo que tenía que revisar un gran número


de ensayos.

Pronto estuvo en Hogsmeade reuniéndose con una ansiosa Rita


Skeeter. Ella había tomado una habitación arriba de el "Cabeza de
Puerco" para esta entrevista, y Severus mantuvo un No-Me-Notes al
dirigirse hacia allí.

Ella estaba estaba preparando una taza de té mientras alistaba su


pluma y pergaminos.

-Severus, que bueno verte aquí… -ronroneó Rita, presintiendo que


tenía algo delicioso para ella.

Severus se sentó junto a ella en el diván y sonrió de medio lado.


Rita como siempre estaba a la caza de la próxima primicia y usaba
lo que fuera para conseguirla. Esta noche tendría el placer de usarla
a ella y su vuela-pluma para conseguir lo que quería.

-¿Según recuerdo dijiste que me podías dar algo que me haría muy
feliz…? -Rita dejó que sus ojos cayeran un poco y se inclinó hacia
adelante. Severus Snape realmente era atrayente en una forma
siniestra. Rita lo encontraba fascinante.

Severus consiguió parecer casi reticente-. Bueno, ¿ya debes


haberte dado cuenta que el Cuerpo de Aurores salió en pleno a las
calles, el Ministro esta apopléjico, y parece que algo sucedió en
Azkaban?
-Pues sí… -Rita casi estaba salivando-. ¿Y tu sabes de que se trata
todo eso?

Severus aumentó su sonrisa burlona-. Sí… hubo una fuga en


nuestra muy afamada prisión -Rita se inclinó un poco más hacia
adelante, respirando más rápido-. Y el prófugo es… -Severus dejó
colgando la frase observando como las manos de ella avanzaban
hacia él-… es Sirius Black -la respiración de Rita queda atrapada en
un jadeo y sus ojos se nublaron con excitación ante la idea de los
titulares que ella iba a conseguir-. Y resulta que puede que él no
haya tenido de hecho un juicio…

Severus fue interrumpido por Rita saltando sobre él con un gruñido


de alegría, mientras abría a la fuerza su chaqueta sin molestarse
con los botones.

Severus despertó en la posada horas más tarde reflexionando en


que había más de una manera de seducir a una bruja.

N/T(1): Er… no soy responsable por los escritos del escritor, no


señor. :huye:

Gracias a todos por leer, y comentar ;)

Harry Potter, personajes y su mundo © de J.K. Rowling y varias


otras compañías. Fanfiction sin fines de lucro, ni pretensiones
de infringir derechos de reproducción, realizado sólo con fines
de entretención. La trama, y personajes que no reconozcas
pertenecen al autor de este fic.
Chapter 14
.

" LOS MUCHACHOS DE PETUNIA"

Autora: Severusphoenix

CAPÍTULO 14

Severus leyó esa mañana el Profeta Diario con satisfacción. Sirius


Black finalmente había servido para algo. Habían persuadido a Rita
para aplazar sus titulares para "lograr un mayor impacto". Ahora,
dos semanas después del comienzo de la escuela, Sirius había
aparecido en unos cuantos lugares, proclamando no haber tenido un
juicio y que Peter Pettigrew se encontraba vivo y era un peligro para
Harry Potter.

La respuesta del público había sido burlarse del "demente", aunque


el personal del Ministerio que había estado buscando a "la persona
que no había conseguido un juicio" para Minerva ahora estaba
tratando de sacar a la luz los archivos de Sirius Black, entrando en
sospechas que este podría ser a quien ella se refería.

Severus y Lucius arreglaron que Rita 'por casualidad' estuviera en


Dovetown al mismo tiempo que Sirius. Dovetown era en su mayor
parte un pueblo muggle con una área perteneciente a los magos,
esa área tenía hechizos de aversión y de Desilusión para prevenir
que los muggles los molestaran. Había un hermoso restaurante
italiano en el pueblo que era apreciado por brujas y magos de todo
el país. Ellos tenían negocios muy ocupados, y fue allí que Sirius
Black apareció en toda su gloria andrajosa mientras Rita, y su
fotógrafo, estaban allí.

Sirius lloró, lo bastante alto para ser escuchado en todo el lugar,


proclamando su temor que su pobre ahijado Harry Potter estuviera
en grave peligro. Se jaló el pelo y aulló que Pettigrew era el traidor, y
de que nunca le habían hecho un juicio ni le habían dado
oportunidad de presentar evidencia con veritaserum… y que él
estaba dispuesto a hacerlo incluso ahora.

Desapareció justo cuando llegaron los Aurores que había llamado el


maitre. Por suerte, Sirius tenía una varita que había 'robado' de un
Lucius Malfoy de multijugos durante su primera aparición en
Callejón Diagon. Ese 'Lucius' se había quejado ampliamente antes
de retirarse por un conveniente Flú.

Rita consiguió tomar fotos interesantes y citaba las palabras de


Sirius Black. Ella especulaba en su artículo en la primera página que
si esto querría decir que Peter Pettigrew seguía vivo. Además citaba
a varios funcionarios ministeriales, que permanecían anónimos, a
los que habían dado la tarea de descubrir si al prisionero de
Azkaban le habían hecho un juicio… por encargo de un profesor de
Hogwarts. No parecía haber señales de ninguna transcripción de un
juicio de Sirius Black, y quizás él estaba en lo correcto al decir que
nunca fue juzgado.

Rita se explayaba diciendo como las cortes aun en tiempos de gran


turbulencia debían seguir funcionando. Después de todo, aun los
Lestrange y algunos otros de los más nefastos mortífagos tuvieron
juicios, incluso algunos duraron varios días. Cierto que Sirius Black
era considerado el peor por haber traicionado a los ahora
santificados Potter, pero él debería haber tenido un juicio, aunque
fuera uno corto.

Ella además especulaba acerca de Peter Pettigrew, citando a un


Auror de nombre Dawlish quien había sido escuchado en varias
ocasiones contando en bares de magos acerca de cuando estuvo
presente cuando Madame Bones fue a informarle a Harry Potter y a
los otros ocupantes de la Finca Malfoy acerca de la fuga de Black.
Así que la historia de James Potter y los otros animagos se había
esparcido rápidamente, junto con el pequeño dato de que Pettigrew
era una 'rata'.

Severus observó con diversión sombría como Minerva comenzaba a


palidecer y parecía ponerse enferma, mientras que Albus se veía a
punto de estallar. Severus aventuró a devolverle una mirada a Harry
y se permitió una breve sonrisa burlona. Harry sonrió y le dio un
codazo a Draco quien sonreía feliz examinando su propio periódico.
El Director y Minerva se levantaron de la mesa, y Severus se
apresuró a salir por una puerta lateral; esta reunión no se la perdía.

Severus se escurrió rápidamente a su nicho escondido en la oficina


de Dumbledore. La pequeña reunión no marchaba bien. Minerva
debió admitir que había estado viendo como conseguirle un juicio a
Sirius… después de todo, Albus estaba tan ocupado y de este modo
no necesitaba involucrarse.

Albus ignoró sus súplicas llorosas y le gritó que ella lo había


traicionado-… tu fuiste quien liberó a Black… sé que tu debes
haberlo hecho… -Albus se paseaba, sin prestar atención a sus
negativas-. Si yo decidía que Black debía quedar libre, debería
haber sido por mi mano… yo necesitaba que él fuera leal a mi, para
que mis planes para Harry no pudieran ser desbaratados por su
causa -Albus gruñó, mientras que Minerva lo miraba con
desconcierto-. Ahora él anda corriendo suelto por ahí… gritando
cosas que yo necesitaba mantener ocultas hasta que yo fuera a
revelarlas. Debían ser expuestas por mi en el debido tiempo, los
hechos debían pesar en mi favor, y la culpa debía recaer sobre
Crouch y los otros. Ahora ellos en vez de eso me mirarán a mi.

-Pero, Albus… Sirius estaba en Azkaban… inocente… -gimoteó


Minerva débilmente. ¿Cómo es que a Albus eso no le preocupaba?
Minerva era ciega a algunas cosas, no muchas, ya que
normalmente era bastante pragmática, pero Albus era su gran
debilidad. Su inhumanidad hacia uno de sus Gryffindor favoritos
estaba haciendo agujeros en la imagen que había confeccionado de
él.

Albus la miró, como si recién notara que ella estaba ahí. Pudo ver
que estaba perdiéndola, o cuando menos que ya no lo veía como un
ser infalible. Ella nunca habría escondido lo de Sirius en el pasado, y
ahora estaba arguyendo acerca de sus tácticas, y objetando los…
sacrificios… que necesitaban hacerse. Por supuesto era a sacrificar
un Gryffindor a lo que ella objetaba, pero aun así. Él necesitaba un
peón que no lo cuestionara a su lado, y no a alguien que actuara sin
que él lo dictara.

-Minerva… -Albus confirió una mirada no demasiado amable. Él


sabía como manejarla, y necesitaba que le fuera útil en vez de que
estuviera clavándole un cuchillo por la espalda-. Este enredo
concerniente a Black es por causa tuya -hizo un gesto haciendo a
un lado sus protestas de inocencia como irrelevantes-… Black debe
quedar bajo control. Tu conoces a la mayoría de los Aurores, ya que
muchos son antiguos Gryffindor, y la gente te escucha. Se necesita
controlar los daños y eso va a llevar una gran cantidad de tiempo.
Necesitas renunciar a ser la Sub-Directora… vas a estar demasiado
ocupada rastreando a nuestro animago errante y haciendo que entre
en línea.

Los ojos de Minerva se agrandaron de espanto-. Pero, Albus…


¿quién se hará cargo de mi puesto…? -sus ojos se achicaron con
odio-… ¿no irás a dárselo a ese… ese… Slytherin?

Albus sonrió un poco-. Pero con él como Sub-Director, puedo


asignarle deberes que, más tarde, podrían implicarlo en eventos
desafortunados. Como la muerte del pobre Harry Potter. Después de
que Voldemort lo mate, cualquiera que lleve la Marca Oscura será
de nuevo sospechoso y entonces yo podría descubrir que he sido
engañado por él después de todo. Y por supuesto los dobles
agentes son notorios por jugar con ambos lados.

Severus escuchaba con atención. En el pasado él habría estado


encantado de escuchar acerca de su promoción. Pero al observar la
mueca sonriente de Minerva mientras ella contemplaba su
confinamiento futuro en Azkaban le quitaba todo el encanto. Todo
esto podría ser de utilidad, por supuesto. Que Albus culpara a
Minerva por la fuga de Black era una gran oportunidad para ellos.
Dumbledore se estaba librando de su mano derecha y ellos no
habían tenido que hacer nada. Sin mencionar que Dumbledore
estaba planeando colocar a Severus donde podría hacer mucho
bien, bien para Harry, de todos modos.

Albus comenzó a juntar hacer el papeleo para el cambio de Sub-


Director mientras Minerva se enfurruñaba, y Severus decidió irse.
Albus no tenía intención de devolver a Minerva a su puesto de
poder, ella se había vuelto demasiado dependiente de él desde
hacia algún tiempo, y ahora al cuestionarlo, era hora de que se
marchara. Sacarla de ese puesto era lo primero en la lista, y sería
mejor si tuviera la cooperación de ella en esto.

Pero la clase de Transfiguración era otra cosa, su vieja posición era


una que quería mantener en importancia en el mundo mágico. Que
las clases de Transfiguración de Hogwarts fueran las mejores del
mundo mágico era parte de su legado. Él tendría que reemplazar a
Minerva cuando comenzara el próximo año, y tendría mucho tiempo
para encontrar un nuevo profesor de excelencia.

LMP

Minerva se fue hacia su oficina echando chispas. Se suponía que


debía persuadir a Sirius para que se entregara a Albus, para que
este "lo llevara al Ministerio para ser exonerado", haciendo parecer
a Albus como un héroe. El problema era que Albus todavía creía que
ella había ayudado a Sirius a escapar, y por lo tanto que sabía
donde encontrarlo. El problema era que ella no lo había hecho,
pensó Minerva con enojo.

Severus pasó 'por casualidad' cuando Minerva miraba un Atlas de


Inglaterra y Escocia, sintiendo que tal vez la mejor manera de
comenzar su búsqueda sería eligiendo un punto al azar con los ojos
cerrados.
Severus se quedó parado en la puerta un momento y después entró
a mirar el mapa con interés aparente-. ¿Esta planeando hacer un
viaje, profesora McGonagall? -preguntó con vivacidad. Él vio como
sus manos se apretaban un momento y después se relajaban.

Ella decidió seguir con la historia inventada que habían decidido


para esconder su caída de gracia con el Director-. De hecho eso es
correcto. El director me ha confiado una labor muy importante,
rastrear a Sirius Black antes de que consiga que lo lastimen, y ver
que llegue a estar seguro bajo la protección del Director -ella inhaló
hondo mientras que Severus la observaba divertido por su obvia
incomodidad-. Y ya que estas aquí, será mejor que te haga saber
que renunciaré a mi trabajo de Sub-Directora para dejártelo a ti
mientras estoy en esto. Estoy segura de que esto es algo temporal,
por supuesto -maldito fuera Albus por insistir en que fuera ella quien
se lo dijera a Snape, frotando más sal en la herida.

-Bueno, me siento honrado -Severus le dio una sonrisa que fue más
que nada dientes-. Estoy feliz de asumir sus deberes… por
supuesto que si usted necesita más tiempo, estoy seguro que la
profesora Babbling estará feliz de asumir también sus deberes como
Jefa de Casa, aunque sería una lástima que eso fuera necesario
claro está -Severus vio con satisfacción que ella enrojecía de rabia,
aunque sus ojos se movían con nerviosismo, seguro que esperaba
que Dumbledore no hubiera pensado también en ello.

Minerva resopló, y después contestó rechinando los dientes con


rabia-. ¿Qué es lo que usted sabe de lástima… acaso conoce el
significado de esa palabra, profesor Snape?

-No, no en realidad, fue una forma de hablar -contestó Severus


dejando de estar divertido-… mis profesores nunca me lo
enseñaron, ni me demostraron su significado -Severus se dio la
vuelta con un golpe de capa, desapareciendo por el pasillo con sus
emociones hirviendo.

Severus se retiró a su propia oficina y se tomó unos minutos para


meditar, recobrando su calma, y regresando su resentimiento por
viejas heridas al pasado donde pertenecían. Después le escribió
una nota a Lucius para dejarle saber los últimos acontecimientos.

~LMP~LMP~LMP~LMP~LMP~

Narcissa y Lucius se rieron con la carta de Severus todo el camino a


Grimmauld Place. Sirius se iba a reunir con ellos para buscar los
Horcruxes que ellos esperaban estuvieran escondidos allí. Varios
mortífagos con quien habían hablado habían recordado a Regulus
'volviéndose traidor' y siendo asesinado, y susurros acerca de un
artefacto oscuro.

Sirius se sentía en conflicto. Él consideraba a Regulus un purista de


línea dura y un mago oscuro. La idea de que traicionara a Voldemort
parecía demasiado buena para ser verdad, y si así fuera, Sirius una
vez más guardaba luto por la pérdida de su hermano.

Cuando los Malfoy entraron dejaron de reír al mirar a su alrededor


con horrorizado disgusto. Hasta Sirius, después de todos sus años
en una asquerosa celda en Azkaban quedó algo disgustado al ver la
tierra y el deterioro. Narcissa llamó a gritos a varios de sus propios
elfos domésticos que llegaron profiriendo chillidos de espanto al ver
la casa dilapidada.

Kreacher apareció y comenzó a protestar, hasta que vio a Narcissa


"una auténtica heredera Black". El viejo elfo doméstico masculló
acerca del hijo sinvergüenza que osaba asomar su rostro, Sirius
Black, y después miró a Lucius tratando de decidir si él pertenecía
allí. El retrato de Walburga despertó y empezó a gritar, y Narcissa se
apresuró a acallarla, asegurándole a la vieja bruja que ella iba a
encargarse de poner todo en su sitio.

Sirius hizo una mueca y miró con desdén al viejo elfo, a quien
siempre había odiado. Narcissa le había hecho prometer que ella
sería quien hablara. Severus llegó y junto con Sirius empezaron a
buscar el Horcrux, mientras que Narcissa y Lucius interrogaban a
Kreacher acerca de Regulus.
Severus y Sirius habían acordado dedicarse a salvar a Harry, y al
resto del mundo mágico, tanto de Voldemort como de Dumbledore.
Sirius sabía que Snape tenía un plan despreciable y posiblemente
increíblemente cruel para eliminar a esos dos, y él solamente
esperaba que el Slytherin canalla triunfara, y que le dejara participar
de alguna manera.

Aun así, los dos tendían a decirse pullas entre ellos cada vez que
podían hacerlo sin hacer sentir mal a Harry, Draco o Dudley. Los
niños no comprendían que sus insultos y sarcasmos eran una
manera de liberar cualquier rabia remanente.

Ellos comenzaron así su búsqueda, empezando desde los sótanos


hacia arriba. Llevo tiempo, ya que había sencillamente demasiados
objetos que rezumaban oscuridad. Ellos estaban razonablemente
seguros de estar buscando una especie de relicario… pero había un
montón de joyas horribles almacenadas en la casa, empezando
desde collares, cadenas con dijes de varios largos, gargantillas
(algunas de ellas que estrangulaban a quien los usara). Había una
caja llena nada más que de medallones, algunos que se veían
baratos y otros que claramente eran gemas valiosas.

Unos pocos objetos eran tan oscuros que ninguno de ellos estaba
seguro de si podía ser un Horcrux u otra cosa, aunque ellos no
creían que algo pudiera ser más malévolo. Con cuidado levitaron los
objetos sospechosos dentro de una bolsa, esperando que no
interactuaran entre ellos. Llegaron al primer piso, y se saltaron la
biblioteca, donde podían escuchar a un lloroso Kreacher hablando
con Narcissa acerca de una caverna en algún lugar.

El recibidor tenía seis frenéticos elfos domésticos limpiando una


década de mugre en las ventanas que daban a la calle. Este había
sido antes un bello cuarto, pero la casa entera parecía determinada
a reflejar la depresión apabullante que exudaba la pintura de
Walburga Black y su elfo doméstico. Sin mencionar que la magia
oscura presente hacia que una cierta oscuridad pendiera en el aire.
Una muralla del recibidor estaba lleno de gabinetes de vidrio desde
el suelo al techo llenos de objetos: Ordenes de Merlín, viejas varitas
incrustadas de joyas o hechas de cristales, grimorios… y varias
piezas de joyería. Ellos comenzaron con ellas, y Sirius le espetó a
Snape que no se entretuviera leyendo los grimorios.

-Yo por lo menos estoy consciente de mis prioridades, Black.


Necesitamos librarnos del último Horcrux para derrotar al Señor
Oscuro y ayudar a Harry -dijo Severus con superioridad.

Sirius frunció el ceño-. Y cuál crees tu que es mi prioridad, entonces


-de inmediato se encogió, dándose cuenta que le había dado la
perfecta apertura al Slytherin. Él había estado demasiado tiempo en
Azkaban si daba paso a una cosa así tan abiertamente.

Severus sonrió un poco-. Bueno, yo siempre pensé que serían


mujeres disponibles… -con un blanco tan fácil, Severus no
encontraba el fuego para devastar con una gimnasia verbal.

Sirius lo miró de todos modos con enojo-. No… -escupió, consciente


de manera incomoda que entre Azkaban y ser un prófugo, que hasta
Snape estaba consiguiendo más acción que él.

Snape sonrió con burla y recogió otro collar para inspeccionarlo-.


¿Tal vez me he equivocado de género? -preguntó con falsa dulzura.

Sirius bufó con ultraje, y después estalló en una risotada-. Puede


que haya pasado una década, pero recuerdo perfectamente preferir
la compañía femenina. Quizás cuando esto termine pueda
recordarme de nuevo de sus encantos… repetidamente.

-Diez puntos menos a Gryffindor por un despliegue abominable de


ilusiones… Ah, pero esperen ahora no eres un calentón de sexto
año… sigo olvidando eso cuando insistes en sonar como uno -
Severus se rio entre dientes.

Sirius resopló-. Sólo por eso… no te conseguiré una para ti. Estoy
seguro de poder hallar una bruja que sea lo bastante cegatona para
estar dispuesta a una doble cita.

Severus se rio ante eso, haciendo que Sirius sonriera triunfante.


Ellos habían avanzado por el primer gabinete para entonces cuando
Severus se detuvo de golpe. Su Marca Oscura entró en vida
dolorosamente mientras extendía la mano hacia la siguiente
gargantilla, un relicario que parecía antiguo. El oro estaba deslucido,
claramente no lo habían limpiado desde hacia tiempo. Una "S"
estilizada estaba engravada con esmeraldas verde oscuro.
Claramente era el objeto que estaban buscando.

-Sirius, ¿podrías ir por Lucius y Narcissa? -preguntó Severus con


voz helada.

Sirius captó rápidamente de que iba, y corrió por los Malfoy, y pronto
se encontraban todos reunidos alrededor del relicario que Severus
había levitado hasta una mesa cercana. Kreacher lo vio y tragó
saliva.

-Ese relicario Amo Regulus pidió mi destruir -gimoteó Kreacher


miserable, golpeándose la cabeza contra el suelo-. Mi tratar y
tratar… Kreacher no cumplir…

Narcissa con rapidez puso al día a Sirius y Severus de la historia de


ese Horcrux. Sirius suspiró, su pequeño hermano había tratado de
hacer por lo menos una cosa bien al darse cuenta que el Señor
Oscuro no era quien decía.

-Kreacher, prometo que destruiremos el relicario tal como lo


deseaba Regulus -A Sirius le disgustaba el elfo, pero Kreacher
había tratado de ayudar a Regulus, y quizás podría ceder un
poquitito.

Kreacher levantó la mirada hacia Sirius con duda-. ¿El Amo hablar
en serio? -inquirió sin demasiadas esperanzas.

-Sí… nosotros estamos trabajando en derrotar al Señor Oscuro que


mató a tu adorado Regulus -consiguió decir Sirius sin hacer muecas
de desprecio. Regulus podría no haber seguido del lado del Señor
Oscuro, pero ciertamente creía en la pureza de la sangre-. Nosotros
lo vengaremos… y vamos a ver que Dumbledore tampoco se salga
con la suya.

Kreacher se animó ante esto. Parecía que el Amo Sirius después de


todo podría aprender a ser un Black adecuado.

Los Malfoy se llevaron el relicario para destruirlo, después de instruir


a los elfos domésticos para que continuaran con la limpieza, aunque
deberían pedirle a otros elfos que los reemplazaran para hacer
turnos. Con suerte no les llevaría más que unos pocos meses el
hacer la casa habitable.

Severus se preparó para regresar a Hogwarts, satisfecho de que se


hubieran encargado del último Horcrux, aparte del anillo. Albus
pretendía obtener el anillo ese fin de semana, y después empezaría
la carrera. Voldemort… o Quirrell pronto querrían ir detrás de la
Piedra Filosofal, así que tendrían que ponerse en marcha algunos
planes.

El final se acercaba, y Harry por fin se encontraría a salvo.

-Creo que me presentaré después en un partido de Quidditch -


pensó Sirius-. O bien, si es que consigo encontrar a los Aurores iré
detrás de Moody para escaparme con su pierna postiza en mi forma
de Grim.

Severus se detuvo antes de entrar al Flú-. Pues mándame aviso.


Alertaré a Rita para que le saque una fotografía a Moody si
consigues huir con su pierna.

-¿Así que le gustas a Rita? -Sirius dijo con una sonrisa lasciva-.
Bueno, no hagas nada que yo no haría…

Severus echó un puñado de polvos flu-. Bueno, eso es bastante


sencillo, Black. Trata de no provocar una insurrección mientras
andas por ahí.
-Lo intentaré, pero no prometo nada -Sirius lo despidió moviendo
alegremente la mano.

N/T: Wow, increible respuesta por este fic. Muchas gracias a todos,
en especial a quienes se dan tiempo para dejar comentarios :)

editado: muchas gracias a Sakura-Selene por señalarme un error :D

Harry Potter, personajes y su mundo © de J.K. Rowling y varias


otras compañías. Fanfiction sin fines de lucro, ni pretensiones
de infringir derechos de reproducción, realizado sólo con fines
de entretención. La trama, y personajes que no reconozcas
pertenecen al autor de este fic.
Chapter 15
.

" LOS MUCHACHOS DE PETUNIA"

Autora: Severusphoenix

CAPÍTULO 15

Sirius observó con atención a la gente que se marchaba del partido


de Quidditch. Él disfrutaba ver a las Harpías exponer creativamente
sus encantos, y divisó a Moody y Dawlish sentados no muy lejos de
él. Cuando logró darse cuenta que pronto terminaría el partido, le
hizo una seña a una sonriente Rita, y ella con su fotógrafo se
dirigieron a la salida. Rita se quedó cerca encuestando a los
espectadores acerca de si pensaban que Sirius Black era o no
inocente.

Era un fin de semana, y contaba con un respaldo bien organizado.


Severus, Lucius y Narcissa se encontraban cerca, disfrazados como
fanáticos del quidditch algo pasados de copas.

Sirius salió de su escondite, moviendo los brazos y gritando con ojos


enloquecidos-. ¡Harry esta en peligro!… ¡Peter Pettigrew va a
matarlo! -Sirius corrió haciendo mucho escándalo, prediciendo el fin
del mundo como ellos lo conocían si Pettigrew, la rata, no era
capturado.

Esta se había convertido en la misión de Sirius, mantener los ojos


de todos sobre él, y enfocar la atención del mundo mágico en donde
podría encontrarse Pettigrew, si es que Sirius se encontraba en lo
correcto.

La multitud salio disparada, algunos se Desaparecieron de


inmediato. Otros corrieron a buscar cubierto para ver el 'espectáculo'
desde una distancia prudente. Unos pocos dispararon hechizos
aturdidores a Sirius, quien los esquivó o se escondió detrás de
alguien más, quienes al recibirlo cayeron como piedra al suelo.

Hubo gritos, de brujas y magos que estaban siendo maldecidos.


Otros pocos, le gritaron preguntas a Sirius, queriendo saber si en
verdad era inocente y como había conseguido escaparse de
Azkaban. Rita trotó detrás de Sirius, gritándole también preguntas.
Su vuelapluma y sus notas la seguían, escribiendo frenéticamente y
esquivando maleficios de las víctimas anteriores de los artículos de
Rita.

Moody y Dawlish estaban en medio de esa locura, gritándole a


Sirius que se entregara en nombre del Ministerio, y disparando
hechizos más peligrosos. Sirius consiguió evadirlos, gracias a su
velocidad y la poción de agilidad proporcionada por Snape antes del
juego de quidditch. Las víctimas de los hechizos de Moody y
Dawlish tratando de capturar a un gimoteante Sirius se añadieron a
los gritos de enojo, y la escena degeneró en un caos.

Lucius y Severus consiguieron caminar directo en un par de


maleficios cuando el tiempo les pareció adecuado, y cayeron sobre
Moody atrapando su brazo de la varita… y su pierna. Moody trató de
zafarse, pero los Slytherins hicieron una buena imitación de magos
bajo un Confundus, y solamente lo aferraron con más fuerza. Costó
trabajo, pero Severus consiguió sacarle la pierna a Moody, después
de realizar cancelaciones silenciosas de los hechizos sobre esa
pierna.

Sirius vio su oportunidad y se transformó en un perro negro que


corrió a apoderarse de la pierna en el suelo y después huyó con
esta. Moody se sacudió a los magos de encima con un rugido y le
lanzó un par de maleficios al animago prófugo. Narcissa, oculta en
un pequeño grupo de brujas azoradas, lanzó algunos escudos para
proteger el escape de Sirius, y después Desapareció antes de que
la interrogaran. Lucius y Severus hicieron lo mismo tan rápido como
pudieron.

El fotógrafo de Rita se fue antes de que pudieran confiscarle las


fotos más vergonzosas, dejando a Rita para enfrentar a Moody y
Dawlish para cuestionar su clara incompetencia y si acaso
pensaban que Sirius era inocente… ¿y sabían algo acerca de Black
no teniendo un juicio?

Moody se paró sobre sus pies… er… sobre un solo pie, de hecho.
Se apoyó pesadamente en Dawlish y miró con enojo a Rita. La arpía
se la tenía declarada desde que él encerró a uno de sus amigos
periodistas que insistía en decir la verdad sin importar quien cayera:
criminales o funcionarios ministeriales. Pudo ver el brillo de malicia
en sus ojos y supo que no se escaparía de esta humillación.

-Black es un criminal buscado… imprime eso mujer estúpida -


estalló, demasiado molesto para salir con nada más brillante.

Rita levantó la nariz en el aire y se Desapareció hacia el Profeta


Diario para pensar en la sátira más mortal que pudiera imaginar
para caricaturizar a Moody y sus intentos por capturar a Black. Ella
había acordado con Severus dejársela fácil al ministro y la mayoría
de los Aurores. Ella necesitaba hacer que el Ministerio en general no
la viera como su enemiga; Severus le había dicho que habría futuros
artículos y que ella necesitaría del apoyo del Ministerio para poder
imprimirlos, ya que ellos podrían silenciarla si sentían que podrían
echar abajo su administración.

Rita llegó a su escritorio y le mandó una lechuza a Severus,


planeando reunirse con él en la habitación sobre el Caldero
Chorreante. Ella quería ver si él tenía algún insulto para añadir al
artículo, y le enseñaría las fotos que tomó su fotógrafo… y quizás
pasarían un buen rato también, ya que él había pensado en toda
esa escena después del partido de quidditch.
Severus era tan deliciosamente perverso, y salia con insultos mucho
más devastadores que los de ella… y habían descubierto que
ambos compartían un odio implacable hacia varios Aurores… en
especial hacia Moody.

~LMP~LMP~LMP~LMP~LMP~

Hubo una reunión de conspiradores en la Mansión Malfoy, donde le


contaron todo a un Vernon que esperaba ávido por noticias. La
pierna de Moody fue enviada a la habitación de Sirius para tenerla
guardada, y brindaron con champaña que fue traída por los elfos
que estaban escuchando también toda la historia.

Discutieron varias veces el cuento y estaban pensando en como


añadir burla al insulto. Dejar la pierna en la fuente del Atrio, o
mandársela por lechuza de regreso a Moody mientras estaba en el
trabajo, entre otras cosas fueron consideradas, cuando en eso llegó
una lechuza.

Narcissa sonrió en su copa. Al parecer, Rita estaba fascinada con


Severus. Lucius, por otra parte, se sentía dividido, le deseaba lo
mejor a Severus, pero ¿ Rita Skeeter ? Vernon estaba incierto,
esperaba que alguien pudiera más bien suavizar un poco a Severus,
en vez de alentar su lado vengativo… pero si ella lo hacia feliz,
suponía que estaba bien. Sirius frunció el ceño, justo como
sospechaba, Snape tenía una mujer mientras que él estaba
demasiado ocupado para obtener una, con eso de estar
encarcelado y a la fuga, maldita sea.

Severus se removió un poco, algo avergonzado, cuando menos


hasta que se dio cuenta que Sirius estaba algo celoso, y después
sonrió con burla-. Rita quiere reunirse conmigo para terminar su
artículo con algunos insultos extra. Ella tiene una habitación en el
Caldero Chorreante y esta esperándome -Severus se paró, y se dio
la vuelta haciendo revolotear su capa de manera triunfante mientras
se dirigía hacia el Flú.
Sirius lo siguió para poder sonreír de forma inocente a la espalda de
Severus y decir-: Cuéntale acerca de tu nuevo puesto como Sub-
Directora , Severus. Ella puede escribir un artículo también acerca
de eso -A Sirius no le importó sonar celoso, ya que el insulto
provocó que Severus se ruborizara de enojo.

Narcissa resopló suavemente, mientras que Vernon palideció y tragó


saliva, el ojo de Lucius saltó anticipando una inminente explosión.
Los elfos domésticos se ocultaron buscando cubierto, asomándose
para mirar, seguros de que tendrían que limpiar después algo
desagradable. Sirius siguió sonriendo, sintiendo que su pulla acerca
de que Severus ahora la Sub-Directora era genial.

Lo que no fue tan genial fue Severus volteando con la varita en la


mano en una fracción de segundo, y Sirius no alcanzó a evitar el
maleficio de electricidad estática. Bolas de electricidad danzaron
arriba y abajo por su cuerpo, dándole golpes de corriente de forma
aleatoria. Tuvo que admitir que era algo doloroso, y bastante
humillante, considerando que tuvo que conseguir la ayuda de Lucius
para cancelarlo. Aun así, había conseguido lanzarle un buen insulto,
y Snape estaba sonriendo al marcharse, así que eso los convertía
en una especie de "no-enemigos".

Lucius frunció el ceño, mientras que Narcissa, los elfos domésticos y


Vernon suspiraron con alivio. No se había derramado sangre
después de todo, si bien Lucius se sentía un poco decepcionado por
ello.

Sirius se excusó para ir a su cuarto y empezar a hacer planes de


qué hacer con 'la pierna'.

~LMP~LMP~LMP~LMP~LMP~

Severus se escondió detrás de la cubierta de un Profeta Diario,


ahogando su risa mientras leía el artículo de Rita. Las fotos de Sirius
corriendo en círculos y moviendo los brazos, junto con las del perro
escapando con la pierna eran perfectas. Severus estaba
contemplando hasta hacer un álbum de recortes. Habían dejado sus
mejores insultos para Moody, y unos pocos para Dawlish. Él conocía
unas pocas cosas acerca de los dos Aurores que no eran de
conocimiento público, y que eran algo embarazosas.

Dawlish se encontraba a prueba por beber durante el trabajo varias


veces, y había sido citado por maltratar a los prisioneros en varias
ocasiones. Incluso trató de hacer algo de chantaje, diciendo que
ellos eran conocidos colaboradores del Señor Oscuro; y en eso
tenía razón, aun cuando ellos no estuvieran marcados. Dumbledore
había dejado todo para callado, haciendo que sus víctimas retiraran
los cargos a cambio de que Dumbledore limpiara sus registros y
volviera sus vidas más fáciles.

Moody, por supuesto, tenía numerosas demandas de personas que


había arrestado, y de antiguos prisioneros que habían
'desaparecido'. Unas cuantas de estas demandas habían llegado a
la corte, Dumbledore llegó a un acuerdo con el resto. Una o dos
veces en que Moody había ido demasiado lejos, se descubrió que el
prisionero había 'cometido suicidio para escapar el castigo', o fueron
encontrados culpables mediante evidencia prefabricada, de modo
que sus quejas de torturas fueron ignoradas.

Severus no tenía evidencia de toda la gente en la lista de nombres,


y Rita no deseaba alarmar al Ministerio demasiado rápido. Ella
reveló las felonías de Dawlish, y que Moody tenía una lista
alarmante de demandas, aun cuando hubieran 'desaparecido'. Ella
estableció que ella estaría investigando estos claros problemas que
Moody tenía actuando según las reglas.

Entre la amenaza de las investigaciones de Rita, y las apariciones


públicas de Sirius, Dumbledore no podría mantener muy vigilado a
Severus, o al menos eso esperaba. Severus le dio un vistazo al
Director.

Dumbledore estaba colorado de enojo y bochorno, y tenía la


mandíbula apretada. Moody y Dawlish eran sus hombres más leales
y dedicados en el Ministerio. Él tenía un recluta que Moody dijo que
seria de utilidad, si estuviera de acuerdo y los aceptara. Pero
Shacklebolt tenía una mente propia, era un Ravenclaw, y no podían
encubrir los hechos, persuadiéndolo.

Si despedían a Moody y Dawlish por sus indiscreciones, él se


quedaría tan sólo con un par de viejos amigos de los días de
Grindewald que estaban semi-retirados, y harían cualquier cosa que
les pidiera. Todo el resto de sus contactos era gente que podría
hacer preguntas, gente joven recién salida de Hogwarts, o
simplemente del tipo que no aceptaría solamente su palabra.

Lo peor de todo era que algunas de las cosas encubiertas hechas


por Moody y Dawlish podrían apuntar directamente hacia él. Las que
señalaba Rita de momento eran bochornosas, pero no realmente
criminales… ¿pero y si excavaba más hondo? Suspiró. ¿Quién le
habría dado esa información? Si alguien le había contado acerca de
los mortífagos y los colaboradores que Moody había silenciado…
para después 'confiscar' sus fortunas, habría problemas.

Dumbledore había contado con el hecho de que el Ministerio se


encontraba en un caos, y que la gente confiaba implícitamente en él.
Ahora, tendían a cuestionarlo. Y si llegaban a buscar en los casos
más antiguos… Dumbledore arrojó el periódico y le dio una mirada a
Minerva, quien estaba mirando el diario con espanto. Se preguntó si
ella habría sido quien ventilara esos asuntos con Rita mientras
estaba refunfuñando por la pérdida de su posición como Sub-
Directora; no tendría que haber contado todo para hacer que Rita
comenzara una investigación.

Por suerte, ya había sentido la necesidad de otra persona para que


lo ayudara en sus esfuerzos. Había rebuscado en su memoria a
alguien en quien pudiera confiar, cuando se le reveló. Alguien que
sintiera que le debía mucho y a quien no tuviera que explicar
constantemente sus acciones. De inmediato pensó en Remus Lupin.
Tenía todas las intenciones de insertar al hombre en la vida de Harry
durante el receso de primavera; Dursley había insistido en que Harry
no recibiera a este visitante en la Finca Malfoy hasta entonces. Sin
embargo, Albus había pensado en una forma de pasar por alto esa
tontería.
El Director se deshizo del periódico y trató de ignorar el hecho de
que Harry, Draco, y un montón de sus amigos de varias Casas,
estaban leyendo el Profeta mientras se reían a carcajadas.
Necesitaba ponerle las riendas al pequeño cretino.

Albus lanzó un Sonorus ligero-. Tengo otra anuncio que hacer con
respecto a los cambios en el plantel de profesores… -los
estudiantes no demostraron interés. La destitución de McGonagall
no los había afectado en realidad, sino que sólo a los profesores-.
Como Rubeus Hagrid disfruta tanto trabajar con dragones, se
quedará indefinidamente en la Reserva, por lo tanto, lo he
reemplazado con un ex-alumno de Hogwarts: el señor Remus Lupin.

Una figura delgada emergió desde un espacio cercano; donde


esperaba tan sólo que le enseñaran la cabaña cuando Albus
terminara de comer. Sin embargo, el anuncio al desayuno fue
bienvenido pues de ese modo no tendría necesidad de intentar
presentarse por si solo a Harry. Con suerte, el chico vendría hacia
él.

Hubo aplausos de cortesía de los estudiantes, aunque de nuevo, el


guardián de los terrenos y las llaves no era alguien con quien se
involucraran, ni les interesaba.

Remus se retiró hacia un asiento al final de la mesa, tratando de


ignorar la mirada irritada de incredulidad de Snape. El Director le
había pedido que mantuviera un ojo sobre Harry y Snape, y que
ayudara a guiar a Harry. Snape tendría que aguantarse.

Harry escuchó el anuncio como un mazazo, y trató de ocultar su ira,


ya que McGonagall y Dumbledore probablemente lo estaban
observando. No era justo que Severus tuviera que encarar de nuevo
al hombre-lobo que casi lo había matado. Cierto, Severus había
estado husmeando, pero Sirius le puso una trampa con los indicios
que dejó caer, y hasta Sirius había admitido que Severus era más
curioso que un montón de kneazles cuando estaba en el colegio, y
que probablemente aun lo era.
Harry miró a Lupin con cierta simpatía renuente. Debía ser terrible el
ser rechazado por la mayoría del mundo mágico, aunque existiera
una razón para este resquemor. Verdad que era sólo peligroso
durante la luna llena, y ni siquiera entonces si tomaba su poción
Matalobos… asumiendo que Lupin no quisiera dañar a alguien.
¿Pero y si sucedía algún error o un accidente, o si no podía pagar la
poción? Bueno, algo trágico podría suceder.

Severus dijo que Lupin se había vuelto casi totalmente dependiente


de Dumbledore, y era obvio que lo había traído aquí para ayudarlo a
conectarse con Harry, y para ayudar a mantener a raya a Severus.
Severus estaba consciente de esto, ya que dobló el periódico y se
dirigió sigilosamente hacia una puerta. Harry notó con ira que
McGonagall dirigía una mueca irónica a la retirada de Severus.

Harry consiguió ir a ver a Severus entre clases, para ver si se


encontraba bien. Llegó a tiempo para escuchar al Director 'sugerir' a
Severus que preparara el Matalobos para Lupin. El tono de acero le
advertía que era una sugerencia a la cual sería mejor que Severus
accediera.

Severus finalmente contestó en voz llana-. Supongo a que esto es


mejor a que ande por ahí rondando sin ella.

Albus le sonrió a Severus con una mirada de hierro. No quería darle


ideas a su nuevo Sub-Director, tal como pasara con el anterior.
Necesitaba hacerle saber a Severus que tendría que seguir todas
sus órdenes sin cuestionarlo.

-Lupin ayudará a conseguir mantener bajo control a Harry -dijo Albus


alegremente-. Él puede contarle a Harry historias acerca de sus
padres, y alentarlo en el camino que queremos. Minerva ha probado
ser menos que útil en esto -después le hizo una seña a Severus
para que continuara con lo que fuera que estaba haciendo y se fue.

Harry se escurrió por la puerta cuando Severus aun estaba


maldiciendo por lo bajo al Director.
-No permita que lo moleste, profesor -dijo Harry, dándole su apoyo-.
De todos modos, al final, nosotros seremos quienes nos riamos.

Severus sonrió, como siempre hacia cuando Harry le sonreía en


forma traviesa. Al principio había sido como si le hubieran regresado
los ojos llenos de risa de Lily, y que era el chico de James buscando
su consejos, lo cual habría hecho que James chillara de horror. Pero
ahora le agradaba el muchacho por ser quien era, un mago joven
que esperaba ver crecer para ser alguien a quien respetara.

-A decir verdad, el próximo paso del plan de los Horcruxes esta a


punto de ponerse en marcha. Quirrell y su parásito están
demandando que yo les consiga la Piedra Filosofal. Yo dije que
haría que el Director la trajera -Severus miró a Harry, pensando.
Vacilaba en dejarle saber exactamente como conseguiría todo eso.
Los niños conocían lo básico, y los detalles más desagradables los
habían pasado por alto.

Severus hizo una mueca. Él le contaría la historia completa a Harry


cuando fuera mayor. Después de todo, necesitar saber todos los
detalles para saber lo que ellos iban a hacer con la Horcrux que
Harry aun cargaba.

-Ha estado diciendo que andaba buscando la maldición perfecta -


Harry miró a Severus de manera interrogante-. ¿La encontró por fin?
-Harry no se había molestado en la fase de planeamiento para
lograr que Dumbledore cayera en esta trampa, pero ahora que
estaban en ello, se sentía un poco nervioso. El desconocía la
maldición en la que Severus había pensado, pero estaba seguro de
que no sería agradable.

No obstante, Severus y Lucius decían que este era su mejor plan. Y


el tío Vernon dijo que este plan era necesario, y Harry confiaba en
su juicio. Severus había planeado esto, y si los otros no podían
pensar en algo mejor, era probable que fuera mejor seguir con ello.

Severus asintió lentamente, él sabía que Harry tenía algunas


reservas acerca de maldecir al Director-. Descubrí una maldición
que provocará una marchitez progresiva. Yo puedo confinarla con
facilidad, así que podría llevar meses para matarlo. Será fácil
persuadirlo para recuperar la Piedra Filosofal de la trampa, y cerrar
esa 'prueba' en especial. Sólo tengo que convencer al Señor Oscuro
para que espere hasta que la ocasión sea propicia, y se apegue al
resto de mi plan.

Harry revoleó los ojos e hizo una mueca-. Oh, ¿y eso es todo?

Severus consiguió una sonrisa torcida, aunque el asunto no era


nada divertido. Voldemort no seria fácil de convencer cuando eso
significaba que tendría que esperar. Severus tendría que esforzarse
para ser convincente.

Harry suspiró y le deseó suerte.

~LMP~LMP~LMP~LMP~LMP~

Severus fue caminando hasta uno de los pisos altos y fue hasta una
ventana en un corredor sin uso. Se transformó en un cuervo, y voló
hasta los límites de Hogwarts de las barreras anti-aparición.
Dumbledore había conseguido información acerca de donde habían
crecido y vivido la madre y el padre de Tom Riddle. Él presintió que
allí estaría escondido el anillo, ya sea en la choza de los Gaunt o la
mansión Riddle. Por supuesto que nadie sabía donde estaban
exactamente esos lugares, aparte del hecho de que se encontraban
en la vecindad de un pueblo llamado Little Hangleton.

A Severus, claro, le fue dicho que rastreara exactamente donde se


encontraban esos lugares, y descubriera donde estaba el anillo si
podía. De esta manera, Albus podría ir después por este, cuando
Severus le diera las coordinadas de Aparición.

A Severus podría haberle molestado estar haciendo la tarea pesada


de Dumbledore, excepto que en este caso esto funcionaba a su
favor.
Severus llegó a la villa y se puso un glamour para que los muggles
vieran a una persona ordinaria, en ropas que no les llamara la
atención. Unas pocas preguntas lo dirigieron caminando por el
camino hacia la mansión Riddle. Una inspección superficial no arrojó
resultados, aunque fue interpelado por el cuidador. Severus
sencillamente murmuró un encantamiento calmante, y unos pocos
hechizos que lo persuadieron a cooperar. Pronto obtuvo la
localización general de la choza Gaunt.

Severus vio la ruina ingente y se detuvo justo en la entrada.


Definitivamente había hechizos emplazados ahí.

Recordando las trampas favoritas de Voldemort, Severus lanzó


algunos hechizos desarmadores, y todas las contra-maldiciones que
consiguió recordar. Un crujido ocasional en el aire señalaba el
término de un maleficio. Por fin, Severus descubrió donde se
encontraba el anillo. Una oleada de magia oscura emanaba del área
de forma inequívoca ahora que Severus había eliminado las
protecciones.

Severus se aproximó con precaución y lanzó otros hechizos de


revelación. Las maldiciones sobre el anillo eran pocas, y fáciles de
deshacer si Severus deseara hacerlo. Era obvio que el anillo fue
colocado aquí poco después de que Voldemort asesinara a la familia
Riddle y creara el Horcrux. Las maldiciones eran suaves, de cuando
Voldemort aun no había viajado y aprendido las magias más
oscuras.

Severus dejó las maldiciones donde estaban, Dumbledore las


estaría esperando y podría lidiar con ellas con facilidad. Entonces
colocó con cuidado su propia maldición marchitadora, ocultándola
debajo de las otras. Esta solamente se activaría después de que
Dumbledore se pusiera el anillo. Con suerte, la oscuridad inherente
del Horcrux enmascararía su presencia.

Si Dumbledore la descubría y la evitaba, Severus tendría que


maldecirlo directamente y decir que había sido una maldición de
efecto retardado, y esperar que el Director le creyera.
Severus salió de la choza con cuidado, y permitió que unas
protecciones que no había necesitado desarmar completamente
volvieran a ponerse en su sitio. Con suerte, Dumbledore nunca
sabría que él estuvo adentro. Borró cuidadosamente sus pisadas.

Severus se reportó de regreso con una aire de "secuaz sobre


explotado" que acababa de cumplir una tarea muy ardua desafiando
numerosos roces con la muerte. Dumbledore lo recibió con un
centelleo de ojos, complacido de recibir las coordinadas para
Aparecerse, la ubicación del anillo, y un rastreo inicial sin tener que
hacer por sí mismo ese trabajo.

El Director asintió a Severus mientras miraba un pergamino en que


éste había anotado sus descubrimientos.

Severus hizo una mueca, suponía que esta era la forma de


Dumbledore de decir: "tu sufrimiento abominable por la causa ha
sido notado". Albus solamente le daba palmaditas en la cabeza
cuando sentía temor de que Severus se rehusara a cumplir una
labor parecida, o cuando Severus había necesitado quedarse en la
enfermería por más de dos días.

Albus miró el reloj, y después hacia afuera por la ventana; tenía


tiempo todavía antes de oscurecer para ir por el anillo. Ahora que
estaba cerca, se sentía ansioso por conseguir el último Horcrux… y
la tercera Reliquia de la Muerte. Fue por Flú hasta el Caldero
Chorreante, y después Apareció en las coordenadas frente a la
choza Gaunt. A la distancia, a través de los arboles, podía ver el
contorno de una mansión. Esta vista había alimentado las fantasías
cotidianas de Merope Gaunt.

Dumbledore descartó de su mente el infeliz destino de Merope, y


comenzó a desarmar las protecciones de la choza. Quedó algo
decepcionado de las maldiciones elementales en las protecciones y
en el mismo anillo, pero, tal como Severus había notado, esto
probablemente se debía a que eran de cuando Voldemort era aun
bastante joven, y de forma negligente nunca había regresado para
actualizarlas.

El anillo aun así apestaba a magia oscura, pero Albus estaba seguro
de que ya había removido todas las protecciones. Lo levitó en el
aire, hacia él. Quedó suspendido allí en el aire, un anillo de oro
bastante vulgar con una piedra negra. Él reconoció el escudo de
armas de los Peverell tallado en la piedra. El anillo mismo no
denotaba mayores advertencias ni indicios de otras maldiciones, y
Albus sonrió.

El Director rápidamente inyectó dos gotas de veneno de basilisco,


de lo más carísimo, en una grieta de la piedra, y escuchó con
satisfacción el aullido del Horcrux muriendo. Esto sería una muy
buena historia cuando escribiera sus memorias… previamente
embellecida, por supuesto.

Por fin él reclamaría la tercera Reliquia de la Muerte. Y cuando fuera


el tiempo correcto, reclamaría la capa, y entonces se convertiría en
el Amo de la Muerte.

Dumbledore extendió la mano y deslizó el anillo en el dedo anular


de la mano derecha. De inmediato sintió un dolor agudo en esa
mano, que se extendió rápidamente subiendo por el brazo. El ardor
continuó sin importar la cantidad de contra-maldiciones y de Finites
que gritó, y esto le dijo que estaba en problemas.

Se Apareció en el Caldero, y después fue por Flú a sus


habitaciones, ignorando las preguntas preocupadas de los
parroquianos por su paso por la taberna. Le gritó a un elfo
doméstico para dijera a Snape que viniera de inmediato.

Severus estaba esperando esta llamada, y con rapidez controló su


sonrisa de triunfo cuando llegó. Puso una expresión de
preocupación, y con rapidez empezó a trabajar en como limitar la
maldición en la mano de Albus.
-No conozco ninguna contra-maldición para esto, pero puedo
contenerla. Espero -Severus vio con algo de satisfacción como
Albus palidecía de espanto, y trabajó en la mano que ya estaba
ennegrecida con una sensación de júbilo.

Albus miró con mala cara el anillo que yacía sobre la mesa,
sintiéndose traicionado por el objeto.

-He contenido la maldición lo mejor posible, por ahora. Ésta


comenzará a progresar por tu brazo hasta que finalmente emigrará
a tu pecho, y finalmente llegará a un órgano vital y esto te producirá
la muerte -dijo Severus, tratando de inyectar pesar en esto-. Te
queda un mes o dos meses cuando mucho.

Albus pensó frenéticamente. ¿Tal vez si demandaba la capa de


vuelta? Como Amo de la Muerte… tal vez podría evitar morir, ¿o
hacer un trato con la Muerte por una Reliquia, para que removiera la
maldición? Una vez que Severus nombró la maldición, él supo que
no tenía esperanza con ninguno de los hechizos conocidos, ni era
algo que las lágrimas de un fénix pudieran reparar.

Severus lo salvó de tomar una decisión-. He escuchado acerca de


una poción antigua que podría llegar a revertir esto. Esta es una
maldición rara, y la poción es igual de rara, y es ignorada por la
mayoría porque los materiales que requiere son casi imposibles de
conseguir… -Albus lo miró con confusión-… requiere un vial del
Elixir de la Vida.

Dumbledore se relajó echándose para atrás. Ah, siempre se podía


confiar en Severus para que conociera de las pociones más
extrañas, especialmente de aquellas que nadie había escuchado
nombrar.

-Es bueno que tenga una Piedra Filosofal a mano -los ojos de Albus
de nuevo centellearon-. Iré por ella esta noche.

Severus le asintió a Albus, y se excusó para ir a preparar su


laboratorio privado. Se permitió una sonrisa torcida de triunfo
mientras iba por las mazmorras, y casi se rio por lo bajo. El fin de
Albus estaba a la vuelta de la esquina, junto con el de Voldemort.

N/T: Muchas gracias por sus comentarios, favorecer y seguir el fic :)

Harry Potter, personajes y su mundo © de J.K. Rowling y varias


otras compañías. Fanfiction sin fines de lucro, ni pretensiones
de infringir derechos de reproducción, realizado sólo con fines
de entretención. La trama, y personajes que no reconozcas
pertenecen al autor de este fic.
Chapter 16
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" LOS MUCHACHOS DE PETUNIA"

Autora: Severusphoenix

CAPÍTULO 16

Severus consiguió una risotada por parte de Voldemort, y una


mirada de admiración por parte de Quirrell al contarles lo sucedido a
Dumbledore… después de 'ajustar' un poco los hechos.

Voldemort estuvo furioso al escuchar que el Director había


recuperado un anillo de la vieja choza Gaunt. Severus explicó que
Albus había estado buscando un 'objeto oscuro' que alguna vez
fuera de Voldemort, en especial un anillo, y que Albus pensaba
había pertenecido a la familia Gaunt y que Voldemort había usado
en el colegio.

Quirrell se vio algo preocupado, y la voz espeluznante de la parte de


atrás de su cabeza masculló cosas indiscernibles. Sin embargo, ya
que no se mencionó que Albus sabía de los Horcruxes, Voldemort
pareció dispuesto a aceptar que ellos "al final recuperarían el anillo,
así que no habría problemas". Voldemort se vio aproblemado por la
maldición… después de todo, él no recordaba haberla puesta sobre
el anillo.

Severus explicó despreocupadamente cualquier discrepancia-.


Dumbledore sólo quería una pequeña aventura para escribir en sus
memorias. Él hizo que yo 'explorara' para él… el carcamal holgazán.
Cuando estaba de espaldas, añadí la maldición marchitadora para
poner nuestro pequeño plan en acción. Le dejaré saber cuando él
este debilitado y quede a su merced… como hemos planeado. Será
capaz de apoderarse de su cuerpo, y añadir su propia magia a la
suya. Con todo ese poder añadido usted será imparable, y podrá
remodelar esa vieja carcasa horrible a su conveniencia.

Quirrell pareció aliviado ante la idea de ya no tener que compartir su


cuerpo. El parásito rió de una manera que hizo desear a Severus
arrojar cosas con disgusto. ¿Acaso pensó alguna vez en realidad
que esta criatura absurda sería capaz de liderar el mundo mágico
para alcanzar la gloria?

-Ssssi, mi fiel ssssirviente -siseó Voldemort con aprobación-. Con


nuesssstra magia combinada, ssseremos más poderososss que
Merlín.

Severus disimuló una mueca de desdén, y consiguió esbozar una


sonrisa torcida de acuerdo. Se apresuró a retirarse mientras que
Quirrell y Voldemort susurraban y complotaban lo que harían cuando
consiguieran todo ese poder.

LMP

Severus fue de inmediato hacia su cuarto, y sacó un antiguo libro de


pociones. Allí había pociones familiares, la mayoría de las cuales
eran antiguas y obsoletas, obsoletas porque las fórmulas habían
sido mejoradas desde que se escribió ese libro. Sin embargo,
Severus halló en el viejo grimorio descartado algunas fórmulas que
no se encontraban en uso debido a los ingredientes raros, o porque
muy rara vez se las necesitaba.

La tinta de las páginas del grimorio se había desvanecido en


algunas áreas, lo que era ventajoso para Severus. Con rapidez
hojeó las páginas hasta llegar a la poción que podría servir para
contrarrestar la maldición de Albus. Existían muy pocas pociones
que requirieran del Elixir de la Vida… todas ellas eran para pociones
curativas o rejuvenecedoras. Esta no solamente contrarrestaba la
maldición, sino que podía manipularse con facilidad para conseguir
el fin que Severus necesitaba. La poción podría ocasionar debilidad
mientras estaba sanando, proporcionando al Señor Oscuro los
momentos necesarios para apoderarse del Director.

Severus sonrió mientras cuidadosamente agregaba cosas a la


fórmula de la poción, ajustando las cosas para que los que pronto
serían sus antiguos-amos recibieran una gran sorpresa.

~LMP~LMP~LMP~LMP~LMP~

Sirius entró con cuidado al Atrio del Ministerio de Magia,


Desilusionado y manteniéndose en las sombras. A pesar de ser las
cuatro de la mañana no quería exponerse a ser visto. Él había ido
por Flú hasta el Caldero Chorreante, y ahora aferraba cerca la
pierna de Moody, esperando que ninguna alarma de seguridad lo
denunciara.

Sirius sonrió con malicia mientras levantaba la pierna para colgarla


de la varita de la estatua del Mago en la fuente. La estatua del Mago
tenía un brazo un alto y extendido como si estuviera conjurando un
hechizo. La pierna artificial quedó colgando de una correa, fuera del
alcance de cualquiera. Lucius y Sirius habían pasado horas
conjurando cada encantamiento y maleficio que ellos, y Narcissa,
pudieron recordar para hacer que fuera imposible remover la pierna
de la estatua en la fuente. Oh, ellos podrían romper los
encantamientos… eventualmente… pero se tardarían en ello todo el
día, o tal vez dos.

Sirius lanzó un hechizo que escondería la pierna hasta que fueran


las siete de la mañana, la hora de mayor tráfico en el Atrio. Él tan
sólo desearía poder estar allí para verlo, pero Rita Skeeter sí
estaría, y ella le prometió a Severus que le daría una memoria para
pensadero de lo sucedido. Y Sirius persuadió a Rita para dejarle dar
un vistazo a esa memoria, prometiéndole otra exclusiva jugosa.

Sirius dejó el Atrio para ir sigilosamente hasta cierto spa mágico


llamado Ravendale.
LMP

Minerva ya no era la Jefa de Casa de Gryffindor; Severus en un


arranque de despecho le sugirió casualmente a Dumbledore que
hiciera a la profesora Babbling la Jefe de Gryffindor, tal como le
había dicho a Minerva, y Dumbledore había cumplido, seguro de
que Minerva tendría así tiempo para arrinconar a Sirius Black.
Dumbledore aun estaba convencido de que McGonagall había
arreglado su fuga, así que ella tenía que 'solucionarlo'.

La última tortura de Severus para ella era descubrir en que parte iba
a andar buscando a Black, y hacer que Sirius estuviera allí, pero
justo 'apenas marchándose del sitio', o pretender que no la
escuchaba llamarlo ni verla… o gritar cosas acerca de Albus, como
que "él tenía que haber sabido que Sirius no tuvo un juicio"… o
mencionar otras infracciones que ni Albus ni Minerva querían que se
supieran.

Era sencillo para Severus el descubrir donde ella iba a estar.


Minerva dejaba sus mapas notoriamente marcados abiertos sobre
su escritorio, así que para Severus era muy fácil realizar un paseo
diario para intercambiar velados insultos.

LMP

McGonagall llegó al spa justo después de la llegada de Sirius, y él


se escondió detrás de unos arbustos decorativos de hibiscos.
Esperó hasta que Minerva hubiera interrogado a unos pocos
trabajadores acerca de lo que pudieran haber visto, y entonces salió
componiendo su rostro más trágico y comenzó a apelar a los
clientes que estaban descansando tumbados afuera para que
protegieran a Harry Potter del traidor Peter Pettigrew.

Brujas y magos saltaron inquietos. Rita Skeeter había revelado esa


mañana que en verdad no existían rastros de alguna transcripción
de un juicio. Un nervioso Bartemius Crouch padre, se quejó con los
otros periodistas que sólo porque Sirius Black no había sido
juzgado, no quería decir que fuera inocente… y que ciertamente
toda la evidencia apuntaba en su contra.

Ahora, Sirius se encontraba rodeado de gente ansiosa por hacerle


preguntas. Sirius pudo ver que Minerva luchaba por pasar entre
medio de la multitud, y continuamente era empujada hacia atrás.

Minerva vio que lanzar un maleficio entre medio de toda la gente


podría ser poco inteligente; tener dos destituciones en la escuela la
habían dejado vulnerable, podrían despedirla con facilidad,
especialmente porque el año escolar terminaría en tres meses. El
receso de primavera se acercaba, y ella temía que Albus pudiera
usar ese tiempo para buscar su reemplazo. Ese era un pensamiento
que le rompía el corazón. Menos de un año atrás ella se habría
reído si alguien le hubiera dicho que esto podría sucederle a ella.

Ella empujó contra la multitud, intentando hacerse de espacio para


lanzar un hechizo. ¿Pero qué conjurar? Si lo inmovilizaba, la
multitud insistiría en que ella lo entregara a los Aurores, y ella
necesitaba llevar a Sirius con Albus, para que convenciera al
Director de que ella no había hecho nada malo.

Minerva pudo escuchar como el prófugo lloriqueaba acerca de como


el Director y Barty Crouch padre lo habían arrojado a Azkaban sin
hacerle una sola pregunta. Para horror de Minerva, la multitud
parecía inclinada a creer lo que decía Black, y hubo ofertas de
refugios y sugerencias de abogados que podría contratar.

Sirius gimoteó que él tan sólo quería tener un juicio justo, y después
escapó al ver que llegaba Dawlish. El Auror fue saludado con
miradas heladas y no obtuvo cooperación. Unos pocos clientes del
spa hicieron comentarios odiosos acerca de las investigaciones
hechas. Dawlish escapó al ver que Black ya no se encontraba allí,
estaba poco dispuesto a permanecer allí sin contar con el apoyo de
Moody.

Minerva regresó al colegio para reportar otro avistamiento de Sirius


Black donde ella se encontraba a unos pocos pies de distancia,
encontrándose incapaz de capturar al animago. La reacción de
Albus fue predecible, la miró con sospecha, y después ignoró sus
explicaciones acerca de porque no había querido aturdirlo y
secuestrarlo delante de toda esa multitud. Pudo ver que el Director
ya no confiaba para nada en ella, sería mejor que comenzara a
escribir su curriculum para buscar en las lista de trabajos
disponibles.

Albus al final le dijo que se retirara, con bastante irritación. Era claro
que ella estaba haciendo esto a propósito, iba a necesitar
reemplazarla cuando empezara el próximo año.

Cuando menos aún contaba con Severus… por ahora. Aun era el
sujeto más obvio para culpar cuando ocurriera la muerte de Harry en
el futuro; aunque si podía conseguir arreglar que esto ocurriera en la
Finca Malfoy… bueno, entonces podría echarles la culpa a ellos.
Sacudió la cabeza, no, sería más sencillo arreglar que ocurriera en
la escuela, donde podía arreglarlo a su satisfacción. Pero nada de
esto podía suceder todavía hasta que todos los Horcruxes
desaparecieran, lo cual le recordaba que necesitaba reunirse con
Severus.

Albus se encaminó hacia el pasillo donde se encontraba la sala de


clases de pociones, y los varios laboratorios que usaban las clases
avanzadas. Había allí un laboratorio que Severus tenía para su uso
privado, y uno que ahora Albus protegería fuertemente para sus
propios fines. Le dio unas palmaditas al bolsillo encantado en su
túnica que ahora contenía la Piedra Filosofal.

Severus tenía el libro y varios de los ingredientes sobre la mesa de


trabajo, y un caldero estaba preparado.

-Ah, Director, las instrucciones de la fórmula de la poción están casi


desteñidos, creo que usted debería copiarlas con mayor claridad en
un nuevo pergamino. Lo habría hecho yo mismo, pero usted tendría
dificultades en entender mi letra… me han dicho en varias
oportunidades que no es legible… -Severus le sonrió al Director. Y
claro que si la fórmula estaba escrita de mano y puño del Director,
Severus podría decir que no tenía conocimiento de lo que esta
planeando hacer Dumbledore cuando llegara el fin.

Albus asintió serenamente, preguntándose si podría reclamar esa


poción como si fuera de su propia invención ya que el libro estaba
tan obsoleto que estaba seguro que debían quedar muy pocas
copias por ahí. Sería un capítulo muy excitante en sus memorias.
Copió la fórmula con rapidez, y Severus envió el libro de regreso a
la Mansión Malfoy. Nadie podría decir ahora que él sabía de esto.

Albus miró a Severus, quien dijo en tono de disculpa-. Con esta


poción, será más efectiva que la haga quien la necesita. Llevará
unos pocos días… -Severus pareció pesaroso por esto, pero la
verdad es que no quería dejar traza de su magia en la poción.

-Sí, hay algunos tiempos largos de hervor a fuego lento… Puedo


colocarla aquí en estasis, de ser necesario -él estaba ansioso por
conseguir librarse de la maldición. Usar guantes todo el tiempo
estaba provocando que se lo quedaran mirando más de lo normal, y
no quería que nadie supiera que el infalible Albus Dumbledore era
víctima de una maldición. Pero no había manera de apresurar esta
poción.

Severus supervisó lo que estaba haciendo, quería asegurarse de


que Albus lograra echar a perder la poción de la manera apropiada.
Trajo los trabajos y pruebas para revisar y calificar mientras
observaba todo con atención. Necesitaba que la poción hiciera la
labor necesaria.

Severus junto con Harry se escapaban a escondidas todas las


tardes para ver como iba todo, y se divertían pensando en eso.

~LMP~LMP~LMP~LMP~LMP~

Draco estaba ocupado decidiendo a qué juegos de fútbol quería


asistir, para coordinar reunirse con Seamus y Dean. Ron de manera
vacilante dijo que los acompañaría a un juego o dos, y los otros le
dieron la bienvenida a su grupo, mientras Draco sonreía de forma
ufana… había convencido a un Weasley para que aceptara a un
Malfoy.

Harry le había dejado saber a Draco como iba progresando el plan,


y ellos observaban al orgulloso Director durante las comidas de
forma risueña.

~LMP~LMP~LMP~LMP~LMP~

Moody ahora era hazmerreír de todos, y se encontraba con un


"permiso extendido". El Auror había tratado sacar su pierna de la
estatua por horas, insistiendo que él lo conseguiría. La gente se
congregó y fue aumentando por momentos. Sus palabrotas, y los
gritos se volvieron más viciosos y más objetables mientras pasaba
el tiempo. Pronto se volvió incoherente y literalmente estaba
echando espuma por la boca. Rita estaba parada cerca con una
sonrisa en la boca y su vuela-pluma. Para cuando un escuadrón de
Aurores lo exhortaron a irse, la multitud estaba segura de que el
hombre necesitaba jubilarse, y Rita tenía material suficiente para
escandalizar a sus lectores.

~LMP~LMP~LMP~LMP~LMP~

Severus le aseguró a Voldemort que las cosas estaban progresando


como esperaban. Voldemort se echó a reír ante esto, y Quirrell
sonrió feliz.

Severus sentía por otra parte que estaba danzando sobre el filo de
una daga, especialmente cuando el Profeta sacó su siguiente titular.

«¡SIRIUS BLACK SE RINDE ANTE AURORES DEL MINISTERIO!»

Aparecía una enorme fotografía de Sirius, con rita Skeeter a su lado,


marchando a zancadas por el Atrio del Ministerio, rodeado por los
abogados más escalofriantes y meticulosos que el dinero podía
comprar. Madame Bones estaba al otro lado del Atrio con una
mirada decidida y la habían citado diciendo que «pretendía
descubrir la verdad sin importar a quien conduciera… »
Severus le dio una mirada a Dumbledore, quien se había tornado de
un interesante tono morado, el mismo color de cierto veneno según
recordaba. Albus se puso de pie y miró a una McGonagall de
aspecto pálido. Ella también se paró, y fueron caminando hacia el
Flú, y en el camino se detuvieron junto a Remus para decirle que él
se encargaría de las clases de Minerva por unos días.

Remus pareció confundido con esto, pero asintió y continuó leyendo


el periódico con espanto en su rostro. Severus hizo una mueca y
esperó no tener que lidiar con el lobo de forma permanente. Severus
calculó con rapidez, la luna llena sería en dos semanas, las cosas
deberían haberse resuelto para entonces.

Pociones era a primera hora ese día para Harry, y tanto él como
Draco consiguieron hacer una pócima calmante perfecta. Severus
les sonrió a ambos.

-Un trabajo excelente… puede que necesitemos derramar un poco


en las pastillas de limón del Director… -la clase entera se rió, hasta
los más obtusos de ellos se daban cuenta que Dumbledore estaba
con el agua al cuello.

La siguiente clase fue Transfiguración, con el guardián de las llaves


y terrenos de aspecto amable allí. La clase pronto se encontró
impresionada con sus conocimientos y el que fuera capaz de
explicar las cosas de manera sencilla. La clase sobre transfiguración
animada a inanimada estaba progresando buen, y demostró como
cambiar un ave a una copa de agua. Esto le consiguió miradas
impresionadas hasta de Draco.

Remus pidió un voluntario, y señaló a Ron. Ron sacó prontamente


su rata que chillaba y se revolvía y la puso sobre el escritorio. La
rata se congeló bajo la mirada impactada del hombre-lobo.

-¿Peter?… ¡PETER! -gritó Remus. La rata chilló de nuevo, y saltó


del escritorio causando los gritos de las niñas.
Remus lanzó hechizos que alcanzaron a la rata antes de que
consiguiera llegar a la puerta, cambiándolo en un mago pequeño de
aspecto aterrado. Los niños se quedaron con la boca abierta, y
Remus rápidamente petrificó a Peter y lo amarró con sogas que
encantó para prevenir que cambiara a su forma de rata.

Harry y Draco corrieron en busca de Severus, quien llegó a la


carrera para mirar con asombro a Peter. Aun cuando sabía que
Pettigrew era el culpable, y no Sirius, pensaba que el mago se había
marchado al otro lado del mundo hacia mucho rato. Aparentemente
no había sido tan listo.

Quirrell llegó a un salón lleno de niños que parloteaban al mismo


tiempo que los Aurores. Quirrell miró con enojo a la rata, su amo
estaba furioso porque habían atrapado a Colagusano; a él le habría
aliviado bastante el contar con un tercer esbirro en el castillo… aun
cuando se tratara de un cobarde llorica como Peter.

Ron trataba de explicar el tener un criminal buscado literalmente en


su bolsillo, pero sólo pudo decir que lo había heredado de su
hermano Percy, cuando este obtuvo una lechuza. Percy fue
convocado, y él insistió en que había encontrado la rata en su jardín
diez años atrás… poco después de la publicitada muerte de
Pettigrew.

-Bueno, Sirius Black fue exonerado bajo veritaserum justo esta


mañana. No nos esperábamos capturar a Pettigrew después
transcurrir una década de los hechos, y ciertamente no esa misma
tarde -Bones dirigió su mirada a un Lupin que lucia enfermo-. Bien
hecho, profesor Lupin -Remus consiguió sonreír débilmente, y
asintió.

Pettigrew fue arrastrado fuera de allí, y dejaron el salón de clases


lleno de niños excitados. Severus gritó pidiendo silencio, y ellos de
inmediato se calmaron.

-Acaban de tener el privilegio de ver un animago, lo cual es una


técnica muy avanzada que muy pocos consiguen. De manera
normal no escucharían de esto hasta sus clases de EXTASIS, pero
tal vez podríamos convencer al profesor Lupin para que se los
explique -Severus le dirigió una mirada que decía: 'contrólate', y
Remus asintió con alivio. Los estudiantes ahora estaban en silencio
y lo miraban con expectación.

Severus se retiró mientras Remus comenzaba una nueva clase…


sobre animagos.

~LMP~LMP~LMP~LMP~LMP~

Albus y Minerva llegaron hasta el Ministerio de Magia, donde les


impidieron entrar a las salas de interrogatorio con muy poca
cortesía. Minerva se sentó en el escritorio de un Auror, rehusándose
porfiadamente a irse sin antes ver a Sirius Black, aun cuando tuviera
que esperar una semana.

Albus decidió cortar por lo sano. Él había estado planeando esto por
días, y sentía que ahora era el momento antes de que todo se
viniera abajo.

Albus consiguió hablar a solas con Dawlish y le entregó algunos


documentos y una llave de Gringotts. Se trataba de una nueva
identidad, una pequeña granja en Canadá, y suficiente oro para
nunca volver a trabajar de nuevo si no se comportaba de forma
estúpida. Dawlish corrió hacia el Flú con alivio, y no se molestó en
volver a su departamento.

Albus entró al cuarto de Ojo Loco en San Mungo, donde lo habían


confinado tras darle un fuerte sedativo. Albus estaba triste de tener
que 'poner a dormir' a su perro favorito de batalla. Siempre había
podido contar con Ojo Loco, pero ahora… Black había conseguido
desquiciarlo. Albus le pasó una petaca a Ojo Loco con una sonrisa y
un guiño. Ojo Loco sonrió torcidamente y tomó un largo trago.

No le había sido sencillo encontrar pociones que no interaccionaran


con el alcohol, especialmente las pociones necesarias para hacer
que Ojo Loco enloqueciera de forma permanente, inestable para
recordar cualquier cosa con certeza.

El viejo Auror pareció saber al último momento lo que estaba


haciendo Albus. Albus se encogió un poco ante la mirada traicionada
en los ojos de su viejo amigo, ellos siempre habían sido del mismo
parecer con respecto a los Slytherin y los otros esnobs de sangre
pura… magos oscuros cada uno de ellos. Sin embargo, Ojo Loco
ahora era una carga, y si estuviera con la mente despejada
concordaría en esto con Albus.

Albus conjuró un hechizo para dormir sobre Ojo Loco; él dormiría


por ocho horas mientras nadie viniera a ver como estaba, tiempo
suficiente para no dejar ningún rastro de las pociones en su cuerpo.
Ellos solamente pensarían que el estado mental de Moody se había
deteriorado, algo que no sorprendería a nadie.

Barty Crouch padre era un cabo suelto que no podría resolver, pero
por suerte él nunca le dio a Barty una orden directa. Dumbledore
solamente mencionó que era una lástima perder el tiempo valioso
de la corte en un traidor como Black. En el peor de los escenarios, él
podría decir con remordimiento que lamentaba que su amigo lo
interpretara de forma tan literal.

Dumbledore regresó a las oficinas del Organismo de Seguridad del


Ministerio a tiempo para descubrir que no solamente Black había
sido liberado de todos los cargos en su contra, sino que Peter
Pettigrew había sido aprehendido nada menos que en Hogwarts.

Alcanzó a escuchar cerca a Skeeter susurrando-… niños del mundo


mágico pernoctando con un traidor asesino por años mientras el
Director Dumbledore se encontraba ajeno a este peligro…

Albus se retiró rápidamente antes de que Rita pudiera pedirle algún


comentario, y se llevó consigo a Minerva. Él necesitaba de nuevo
reparar su imagen. Iba a necesitar ir detrás de Voldemort ahora y no
más tarde como había planeado. Una buena confrontación en frente
del colegio, quizás 'salvando a los estudiantes de Hogwarts', y
ahuyentar al Señor Oscuro podría ser justo lo que necesitaba. No
podría matar a Voldemort, ya que por lo que sabía solamente dos de
sus Horcruxes habían sido destruidas. Pero eso estaba bien. Una
vez que Voldemort fuera desenmascarado, al mundo mágico no le
importarían las acusaciones que lanzaran en su contra.

En cuanto a Pettigrew… bueno, Minerva había sido la Jefa de Casa


de Gryffindor, y era la 'experta' en animagos, y ella debía asumir la
culpa por pasar por alto que tenía un animago justo debajo de su
nariz… ella era la persona más fácil a quien arrojar a los leones, y
de todas maneras él ya planeaba reemplazarla.

Apenas puso atención las preguntas y las protestas de Minerva,


dejándola sola para dirigirse a su laboratorio privado.

Mandó a un elfo por Severus, y miró con fijeza la fórmula de la


poción. Se sacó el guante de la mano maldecida; la marchitez negra
ya pasaba ahora su muñeca. Iba a necesitar completar pronto la
poción.

Si tenía suerte, Sirius culparía a Crouch, y a Moody junto con


Dawlish, por su encarcelación. Ellos habían sido los Aurores en su
arresto; y él aún podría recobrar la confianza de Sirius. Albus iba a
necesitar que Minerva guardara también silencio. Suspiró. Esperaba
que no fuera necesario hacer algo más… drástico.

Severus llegó y al catalogar la mirada de determinación de


Dumbledore, tuvo que disimular su sonrisa.

El tiempo del castigo merecido se encontraba cerca.

N/T: Muchas gracias a todos por sus comentarios. Y espero que


todos pasen bonitas fiestas, cualquiera sea su denominación, y
¡Feliz Yule!, o ¡Feliz Navidad! :D
Harry Potter, personajes y su mundo © de J.K. Rowling y varias
otras compañías. Fanfiction sin fines de lucro, ni pretensiones
de infringir derechos de reproducción, realizado sólo con fines
de entretención. La trama, y personajes que no reconozcas
pertenecen al autor de este fic.
Chapter 17
.

" LOS MUCHACHOS DE PETUNIA"

Autora: Severusphoenix

CAPÍTULO 17

Harry daba vueltas entre los dedos su pluma inagotable favorita


mientras pasaba las páginas de sus libros de Herbología. Tenía
varios libros extra de referencia que tanto Narcissa como Severus le
habían dicho que podrían brindarle información extra para sus
ensayos, que podrían conseguirle obtener mejores calificaciones.

Él estaba teniendo problemas para hacer que le importara que la


belladona en estado natural pudiera provocar que los venenos
fueran más letales que las plantas de invernadero. El libro que
estaba estudiando estaba siendo elusivo en la respuesta, dándole
muchos tal vez y excepciones a la regla de tal forma que la
información era esencialmente inútil. Él odiaba tener que admitirlo,
pero el libro de referencias de Mae Campion, pocas veces no era
digno del problema de leerlo.

Dean y Seamus estaban discutiendo un partido de quidditch


venidero que podría realizarse durante el receso de primavera, lo
hacían en voz baja para no molestar a Madame Pince. Ellos
esperaban arreglar que un grupo de amigos se encontraran allí.
Hermione estaba sacándole información a Draco, quien estaba
sentado frente a ella, acerca de algunas costumbres mágicas. Draco
se sentía algo halagado de que ella hubiera decidido aprender
acerca de su nuevo mundo, y que decidiera que él era su mejor
fuente de información.

Lavender y Parvati estaba sentadas a los lados de Hermione,


copiando sin ninguna vergüenza su ensayo. Hermione al principio
había protestado por esto, pero después decidió que si esto
significaba que ellas iba a tratarla como a su igual, valía la pena. El
pragmatismo de Draco empezaba a pegársele, y él decía que si sus
compañeras de cuarto querían hacer trampa en vez de obtener una
educación adecuada, ese era problema de ellas. Era agradable ser
tratada un poco mejor en los dormitorios, y ella se había aferrado a
la excusa que Draco había ofrecido con ambas manos.

Hermione había renunciado a monitorear los hábitos de estudio de


los demás, y ahora le daba la lata a los hijos de muggle y a los
mestizos para que aprendieran más acerca de las costumbres y
tradiciones del 'mundo que ahora ocupaban'.

Draco escuchó con cautela más preguntas acerca de cómo variaban


los rituales de solsticio de invierno de región a región, y si pensaba
si las diferencias revestían importancia o no. Él había creado un
monstruo, de eso estaba ahora seguro.

Un Patronus con la forma de una cierva plateada galopó por la


Biblioteca, hasta llegar a Harry. Los de primer año quedaron
impactados, pero después empezaron a reírse entre dientes cuando
la voz del profesor Snape surgió del hocico de la muy femenina
cierva-: Potter, ¡AHORA! -en un tono demandante, y después el
Patronus se evaporó entre centelleos.

La Biblioteca entera se dio vuelta para mirar a Harry, incluyendo a


una enojada Irma Pince.

Harry vaciló, y después sintió que un ojo empezaba a saltarle en un


tic. Suspiró, ya se imaginaba que el problema de Lucius era
contagioso. Iba a enviarle una lechuza mensajera dándoselo a
saber.
-Eh… creo que el profesor Snape me esta diciendo que estoy
retrasado para una detención… -consiguió decir Harry con voz
avergonzada-… yo lo olvidé… -Draco sonrió con burla, adivinando la
verdad.

Hermione rodó los ojos, pero permaneció en silencio, ya que según


Draco enristrar a los otros estudiantes para que se preocuparan por
sus estudios, tareas, y detenciones, no era problema de ella, y eso
no les enseñaría a ser responsables.

La explicación de Harry pareció satisfacer a todos, y Harry se


apresuró a salir de la Biblioteca, para después correr hacia las
mazmorras. Pronto habría justicia para sus padres. Él arrojó su
mochila dentro de la oficina de Severus, y se envolvió en la capa de
invisibilidad. Ellos habían planeado todo lo mejor posible. Quedaba
aun mucho al azar, pero Severus y él habían hecho su mayor
esfuerzo.

Harry entró en silencio al laboratorio, y después hizo un pequeño


ruido como un maullido: su señal. Severus se asomó a mirar al
pasillo, mientras Albus sudaba y fruncía el ceño.

-… es un kneazle… no pasa nada -dijo Severus de forma


despectiva.

Harry se escurrió dentro mientras Severus señalaba el las partes


seleccionadas de puercoespín prusiano y dijo que debían ser
molidas completamente hasta quedar licuadas. Albus se puso a
trabajar en ello, sin ver que la Piedra Filosofal desaparecía, y que
otra piedra roja era colocada en su lugar. Se veían idénticas, pero
esta percepción desaparecería en unas pocas horas.

Harry después se dirigió silenciosamente de regreso a la oficina de


Severus, y una vez allí dijo con voz fuerte-: Dobby.

Éste era uno de los elfos domésticos de la mansión Malfoy que


había sido enviado a trabajar a la residencia de los Dursley,
entregado al servicio de la familia Dursley y Harry. Dobby era muy
alegre, y era devoto a cumplir cualquier capricho de Harry. Llamar a
Dobby a Hogwarts fue relativamente sencillo. Después de lanzar un
encantamiento silenciador, le susurró instrucciones. Era imperativo
que nadie supiera a donde iba la Piedra, ni siquiera Severus ni
Lucius.

Recordó que cuando Severus ideó esta parte del plan, hizo una
mueca y bajó los ojos encubriendo su inquietud. « La Piedra
Filosofal es una gran tentación… para cualquiera. Para algunos
promete grandes riquezas, para otros son las pociones asombrosas
que pueden lograrse, y por supuesto a cualquiera le gustaría tener
el Elixir de la Vida. Oculta la piedra y no le cuentas de su paradero a
nadie, ni siquiera a Lucius ni a mi, hasta toda esta locura concluya y
podamos regresársela a Flamel. »

Era obvio que Snape no estaba contento de tener que admitir que
existía una tentación que sentía que podría no ser capaz de resistir.
Harry le había dado palmaditas en el hombro, y trató de consolarlo-.
Estoy bastante seguro de que todos tenemos una o dos cosas a la
que nos sería difícil negarnos. Tan sólo quiere decir que es humano.

Severus le sonrió con arrepentimiento, oyendo una mezcla de la


comprensión y bondad de Lily, junto con la visión realística de la
vida de Petunia. La sonrisa maliciosa de Harry al final, fue un eco de
la de James… pero la vieja rabia que podría engendrar esta sonrisa
ahora brillaba por su ausencia.

Harry en esos momentos sonreía mientras Dobby desaparecía con


un 'pop', y se cubrió de nuevo con la capa de invisibilidad. Severus
le había dicho que regresara a la torre Gryffindor después de enviar
lejos la Piedra Filosofal, pero Harry tenía toda la intención de no
solamente *oír* acerca de la justicia recayendo sobre Dumbledore y
Voldemort, sino que quería *verla* en efecto.

Harry se deslizó sigilosamente por el pasillo, concentrándose en las


voces que venían del laboratorio de Pociones, donde Severus
estaba guiando a Dumbledore en los últimos pasos de la poción.
Escuchó atentamente cuando la poción fue vertida a un cáliz, y
esperó aguantando el aliento hasta que el Director la bebía.

Por fin estaba hecho.

~LMP~LMP~LMP~LMP~LMP~

Severus no pudo más que observar en tensión cuando los pasos


amortiguados avanzaron hacia la Piedra Filosofal y realizaron el
cambio tras alertarlo con un 'miau' que Severus tradujo como
hechos por un kneazle. Albus estaba demasiado concentrado en lo
que preparaba para no hacer más que desestimarlo y continuar con
su trabajo.

Severus observó el vial de Elixir de la Vida que había preparado


Albus. Estaba aun casi lleno. Albus había necesitado solamente una
pequeña cantidad para la poción. « Esto podría ser de utilidad,
pensó». No se atrevía a tener la Piedra Filosofal a su cuidado, pero
sí podía confiar en sí mismo con un vial del Elixir.

Mientras Albus sudaba sobre los hervores finales del caldero,


Severus dio un golpe en un anillo en su dedo, alertando así a
Quirrell de que "ahora era el momento…"

~LMP~LMP~LMP~LMP~LMP~

Quirrell y Voldemort captaron la llamada, y saltaron ansiosos por


reclamar un cuerpo nuevo y poderoso para el espíritu intranquilo en
que se había convertido el Señor Oscuro. Quirrell lanzó un hechizo
Desilusionador sobre sí mismo y el espíritu que murmuraba feliz en
la parte trasera de su cabeza, y se dirigió con sigilo por los pasillos.
No querían que nada saliera mal en ese punto.

Se encontró pronto cerca del laboratorio donde Dumbledore y


Snape estaban terminando la poción, cuando en eso Quirrell
escuchó un leve sonido. Se congeló y Voldemort cesó de hablar
acerca de su éxito venidero. No lograba ver nada, pero sabía que
había escuchado pasos delante suyo.
Con todos los estudiantes que andaban en grupos de aquí para allá
por los pasillos, llevando tierra, y la constante humedad del área de
las mazmorras los pasillos se veían allí lodosos. Intentar
mantenerlos limpios era una batalla constante de Filch y los elfos
domésticos. Quirrell observó con atención y vio como se veían
pisadas en el barro seco. Mantuvo su observación sobre ellas
mientras escuchaba como Dumbledore se felicitaba a si mismo por
el éxito en su poción. Tanto Quirrell como las pisadas se acercaron
más a la puerta mientras Dumbledore levantaba el cáliz humeante
en un brindis, presumiblemente para sí.

Quirrell y su acompañante invisible observaron como Dumbledore


consumía el brebaje, mientras Severus miraba al Director con
concentración, como un león podría hacerlo con una gacela
aproximándose.

El director sonrió y sostuvo su mano en alto para observar como la


negrura y marchitez se revertía y volvía a mostrar una piel y tejido
sano. El Director estaba sonriendo de forma triunfal en un momento
y después palideció y cayó de rodillas, teniendo que aferrarse a la
mesa con angustia.

Quirrell avanzó, dejando caer su hechizo Desilusionador y lanzó las


manos para agarrar en el área donde sabía que había alguien
escondido, empujó a ese alguien dentro del laboratorio mientras de
un tirón a la capa de invisibilidad revelaba a un sorprendido Harry
Potter.

Severus dio un paso adelante con alarma, pero después escondió


con rapidez su reacción y sólo sonrió torcidamente a Harry, y
distrajo a Quirrell y Voldemort.

-De prisa, mi Señor. La debilidad podría durar sólo unos cuantos


momentos… -dijo Severus con ansiedad.

Quirrell y el Señor Oscuro de inmediato se enfocaron en el


choqueado Director.
-¿Severus…? -jadeó Dumbledore, sorprendido de que su buen
soldado que pensaba tenía asegurado firmemente en su causa y
bajo su pulgar, pudiera estar trabajando en su contra.

Una nube oscura y con forma vagamente humana emergió desde


Quirrell y envolvió a un Dumbledore que protestaba, y se metió
dentro de él. Hubo una lucha mientras el Director intentaba arrojar
fuera al Señor Oscuro, pero finalmente los magos que observaban
pudieron ver como los ojos de Dumbledore se llenaban de rojo
rodeados por el azul brillante.

Pero para espanto de Quirrell, no parecía haber un ganador claro.

-¡Fuera, asqueroso Mago Oscuro… !

-¡No, sssoy yo quien te expulsssa a ti, vejestorio que… !

El argumento tenía lugar en dos voces muy diferentes. Severus


frunció el ceño, no estaba seguro de que esta fuera de la manera en
que se suponía que esto saliera. Harry miraba todo, fascinado; él
estaba seguro de que la conversación confusa entre los dos magos
que ocupaban ahora el cuerpo de Dumbledore le daría lecciones a
los gemelos Weasley acerca de como desconcertar a sus oyentes.

Quirrell miraba con inquietud y dijo-. ¿Amo…? ¿Tal vez usted


debería apoderarse de algún otro?

Severus sonrió con burla ante esto y contestó esa pregunta-.


Desafortunadamente, esa poción los ha unido a los dos de forma
permanente -Severus observó como el mago, que ahora era un
dúplex en vez de una unidad sencilla, se vio aun más horrorizado y
luchaba para ponerse en pie-… y de paso, la poción además
drenará toda su magia y desintegrará su núcleo mágico -Severus
miró a los ojos a quien pronto sería un mago sin magia, y sonrió con
burla-… Lo siento -dijo en un tono de falsa disculpa y sorna.

Quirrell consiguió gimotear un-: ¿Amo…? -claramente esperando


obtener alguna guía.
Sin embargo, los ojos de Dumblemort fueron hacia Severus-. ¡Vas a
arreglar esto, mortífago traidor! -chilló la voz de Albus.

-No… para nada… lo siento -dijo Severus con desdén mientras lo


apuntaba con su varita.

Los ojos de Dumblemort fueron hacia el vial de Elixir de la Vida aun


casi lleno, y la Piedra Filosofal. Severus tomó el vial, y pretendió
estar espantado cuando Dumblemort arrebató la Piedra Filosofal.

-Nunca descubrirás una cura a tiempo para salvar tu magia -advirtió


Severus.

-Yo soy bastante bueno en Pociones -bufó la voz de Albus.

-Y yo sssé dónde podremosss prepararla. Podemosss hacerlo en la


Cámara SSSecreta -siseó la voz de Voldemort.

-¡Ja!… ya sabía yo que tu eras el culpable, y no Hagrid -dijo la voz


de Albus con triunfo.

-Concéntrate, viejo essstúpido… -espetó la voz de Voldemort con


exasperación-. Puedo sssentir como la magia essscapa de
nosssotros en estos misssmos momentosss…

Dumblemort pareció estar concentrándose en algo que los otros no


podían ver, y después se enfocó en Severus con renovada furia-.
¿Pensaste que nuestra magia se drenaría con mucha rapidez, no es
así? -la voz de Albus salía con tonos sibilantes. Severus se removió
sobre sus pies, esto no iba bien-. Bueno, nosotros dos somos los
magos más poderosos en mucho tiempo. Puedo ver que nuestra
magia esta escapando, pero no con demasiada rapidez. Creo que
pasaran unos cuantos días, antes de que nuestra magia combinada
desaparezca.

Los ojos de Dumblemort se movieron hacia Harry, quien estaba


acercándose disimuladamente hacia Severus, y quien ahora
deseaba haber ido hacia la torre Gryffindor y conformarse con haber
visto todo esto más tarde en un Pensadero con las memorias de
Severus.

Dumblemort sacó la varita de Albus y gritó a Quirrell-: ¡Trae al chico!


-Quirinus saltó a cumplir, visiblemente aliviado de que finalmente le
hubieran dado una orden.

Severus se movió para defender a Harry, pero mientras los hechizos


volaban supo que no era oponente para lo que básicamente era una
batalla de tres contra uno, especialmente cuando uno de esos
magos tenía la magia combinada de Voldemort y Dumbledore. Por
suerte Dumblemort sólo buscaba escapar de allí con Harry y la
Piedra Filosofal. Harry fue arrastrado de allí después de ser
desarmado, y Severus trató con desesperación de pasar los ataques
de Quirrell para detenerlos.

Severus por fin usó unos de sus viejos hechizos favoritos y gritó-.
¡Sectumsempra! -a Quirrell, dejando al mago caído en un montón
sangriento mientras perseguía a Dumblemort y Harry.

Severus conseguía oír los gritos de Harry, y siguió su voz hasta un


baño de niñas en el segundo piso. Una abertura en la muralla
lentamente se estaba cerrando cuando entró, y lanzó hechizos con
desesperación para evitar que esto sucediera. Le llevó varios
intentos, pero al final dejó de cerrarse con un crujido, dejando una
apertura de cerca de un pie de ancho.

Severus inhaló hondo y dejó escapar un grito de rabia. ¿Por qué


Harry había vuelto al laboratorio? Debía haber dejado que
Dumblemort lentamente fuera perdiendo magia hasta convertirse en
un squib, pero ahora ese mago que perdía magia tenía a Harry. Él
podría cambiar al chico por una cura con el ministro, o solamente
matarlo por venganza.

Sacudió la cabeza. Harry normalmente era un chico práctico, pero


debería haber adivinado que querría observar la derrota del asesino
de sus padres en persona.
¿Pero qué hacer ahora?

N/T: ¡FELIZ AÑO NUEVO a todos mis lectores!

Con este cliffie los dejo, y que lo pasen todos bien celebrando y
haya mejores autores y fics el próximo año.

Harry Potter, personajes y su mundo © de J.K. Rowling y varias


otras compañías. Fanfiction sin fines de lucro, ni pretensiones
de infringir derechos de reproducción, realizado sólo con fines
de entretención. La trama, y personajes que no reconozcas
pertenecen al autor de este fic.
Chapter 18
.

" LOS MUCHACHOS DE PETUNIA"

Autora: Severusphoenix

CAPÍTULO 18

Harry hizo lo mejor posible por demorar a Dumblemort mientras lo


arrastraba por los corredores del castillo, pidiendo ayuda y gritando
insultos a su secuestrador. Se quedó callado unos momentos
cuando se abrió la Cámara Secreta.

-¡Deja de hacer esos siseos, malvado Slytherin! -aulló la voz de


Albus con furia mientras Voldemort usaba su cuerpo para producir el
pársel para abrir la Cámara.

-Bueno, ¿y de qué otra manera vamosss a bajar allí, si no puedo


decirle que ssse abra? -contestó Voldemort con exasperación. Era
realmente enojoso tener que ser razonable con uno de los
ocupantes de este cuerpo. Sin embargo, él quería sobrevivir y era
obvio que no podría contar con Dumbledore para mantener la
cabeza.

La voz de Dumbledore masculló su descontento en una réplica


incoherente. El que una vez fuera un gran mago sostenía el brazo
de Harry en un agarre vicioso, y lo arrastró esta vez por un túnel
largo e inclinado. Harry en alguna otra ocasión podría haber
pensado que el deslizarse por allí podría ser excitante y hasta
divertido, si no fuera porque temía la reacción airada de Dumblemort
cuando la verdadera realidad de la situación le fuera revelada. Harry
estaba seguro de que la 'Piedra Filosofal' falsa iba a evaporarse
dentro de una hora o dos.

Él esperaba que el lapso que la Piedra aun pareciera real les


comprara algo de tiempo a los rescatadores para liberarlo. Él estaba
preparado para encarar la peor reacción de enojo de Snape siempre
que consiguieran rescatarlo. Deseaba ahora con desesperación
haberse contentado con ver las memorias por Pensadero de esto.

Harry miró a Dumblemort, quien estaba alegando con la voz de


Albus-. ¡Mira ese pellejo de serpiente! Lo que fuera que lo cambió
tenía cuando menos 60 pies de largo -gruñó Albus con una luz de
triunfo en los ojos-. ¡Es la prueba! ¡Es la prueba de que Salazar
Slytherin era el peor de los Magos Oscuros! Esconder un monstruo
así en una escuela sin pensar en la seguridad de los niños…

-Oh, cállate, vejessstorio -dijo Voldemort con desdén, mientras


arrastraba a Harry detrás de ellos por los túneles.

Ellos llegaron hasta una enorme puerta de hierro que tenía


serpientes grabadas alrededor y otras cerrándola. Unos cuantos
siseos y las serpientes se movieron para abrir la puerta, y ésta se
abrió hasta atrás.

-Vaya… genial -jadeó Harry, haciendo que Dumblemort sonriera un


poco. Voldemort estaba bastante orgulloso de los logros de su
ancestro.

La admiración de Harry aumentó más al entrar a una cámara


cavernosa con serpientes gigantes llenando las paredes, y una
enorme estatua al otro lado de un estanque de agua que brillaba al
fondo de la cámara. Por unos pocos minutos Harry se distrajo con el
vasto espacio que se revelaba lentamente mientras las antorchas
que sostenían las estatuas de las serpientes se iluminaban en
respuesta a los magos entrando al lugar.
-Debemos comenzar a hacer el antídoto de inmediato -dijo la voz de
Albus con urgencia, y con un intento de sonar autoritario.

-Necesssitamos asegurarnosss de que estamos ssseguros -


contestó la voz de Voldemort con irritación-. Tendré que dessspertar
el basilisssco para que nos resguarde.

-Tonterías, una vez que ingresamos aquí, la entrada empezó a


cerrarse. Nosotros lo vimos. Nadie puede re-abrirla una vez que se
cierra. Estamos seguros aquí -Albus dijo de forma enfática.

Harry rodó los ojos. Puede que tuviera once años, pero hasta él
sabía que intentar darle órdenes a Voldemort era un estudio en
futilidad. Él haría lo opuesto sólo para darle la contraria a
Dumbledore. Esto era, por supuesto, si fuera en su mejor interés, y
que pareciera que era su propia idea.

-Bueno, yo dessscubrí aquí abajo un laboratorio de Alquimia que


parece haber sssido utilizado para pocionesss. Podemosss
prepararlo y empezar a realizar la basse -contestó Voldemort con un
siseo amenazante que probablemente debía ocasionar que los
mortífagos se orinaran de susto. Quizás ellos necesitarían preparar
el antídoto de inmediato, pero él tenía la intención de salirse con la
suya en lo referente al basilisco también-. Despuésss vamos a
necesssitar al basilisssco acá afuera. Una vezzz que tengamos el
antídoto, podremosss dejar la bestia suelta. Ellos essstarán
demasiado ocupadosss salvando los estudiantes y a ellos misssmos
para poder ocuparse de buscarnosss.

Dumbledore inclinó la cabeza hacia un lado. Era claro que ambos


magos estaban examinando lo que el otro iba a decir. «Es un
aspecto muy espeluznante, pensó Harry». Y también era aterrador
notar que el par de archi-enemigos habían sido capaces de
descubrir una manera de trabajar juntos con bastante rapidez
inclusive con las discusiones constantes.

Dumblemort de repente se enderezó y asintió-. Muy bien, el antídoto


y después el basilisco. Nosotros escaparemos en medio del caos, y
después iremos a un refugio en una de las casas que conozco que
esta con protecciones mágicas -dijo la voz de Albus con firmeza.

-SSSí, y tendremos la Piedra Filosofal y no sssolamente el antídoto,


sino una manera para sssalir de el predicamento de compartir un
essspacio. También nos proveerá de oro para ayudarnosss. ¿Crees
que aun necesitaremosss al Niño Que Vivió con nosotrosss? -dijo la
voz de Voldemort con odio.

Los ojos fríos de Dumblemort examinaron a Harry, haciendo que


deseara hacerse más pequeño. De todos modos lo miró a los ojos
con desafío, pero no albergaba esperanzas de encontrar
misericordia a manos de ninguno de los dos magos.

-Sí -la voz de Albus aun era fría, pero la mirada de sus ojos era
calculadora-. Para separarnos necesitaremos de un cuerpo para que
lo ocupes, y aquí el señor Potter tiene bastante magia.

-¡Pero él esss un niño! -comenzó a quejarse Voldemort, y después


se detuvo-. Sin embargo, una vezzz que me apodere de Potter,
puedo decir que tu essstabas protegiéndome de Snape y Quirrell, ya
que ellosss iban a usarme en un ritual oscuro. Nosotros sólo
necesitaremosss hacer un Voto Inquebrantable de nunca revelar la
verdad, y así podrásss recuperar tu lugar en la sssociedad mágica y
yo tendré una nueva identidad impecable para recomenzar.

Harry quedó horrorizado. De ningún modo iba a permitir que esos


dos quedaran sueltos; Dumbledore con su reputación posiblemente
restaurada a costa de Severus, y Voldemort con una oportunidad
nueva de apoderarse del mundo usando el cuerpo de Harry y su
magia.

Dumblemort se echó a reír de una forma aterradora, mezcla entre la


risita de Dumbledore y la risotada malvada de Voldemort. Después
aferró a Harry por un brazo para arrastrarlo hacia una antecámara
cercana. La puerta estaba escondida, y se perdía entre los
intrincados diseños de las paredes.
El cuarto era enorme, con objetos sin identificar apostados en
repisas y mesones de trabajo. Las paredes estaban llenas de jarras
con viejas etiquetas despegándose. Había algunos barriles y un
estante con libros. Harry sinceramente esperaba que nada fuera aun
utilizable, pero al parecer los hechizos de estasis y estabilidad en la
habitación continuaban funcionando. Suponía que Salazar debía
haber sido lo bastante listo como para mantener las cosas aun
buenas después de un milenio.

Dumblemort puso la 'Piedra Filosofal' en un mesón, y Albus y


Voldemort empezaron a discutir acerca de la mejor manera de
contrarrestar la poción que los había colocado en este embrollo.
Voldemort había sido partícipe de cuando menos parte de los planes
de Snape así que sabía por donde comenzar. Harry fue
acercándose hacia la puerta de la antecámara tanto como pudo y se
sentó en el suelo, esperando su oportunidad para intentar escapar.

Una hora o algo así pasó y Dumblemort tenía un caldero


burbujeando mientras intentaba descubrir un antídoto a la poción de
la que unicamente conocían parte de la fórmula.

Dumblemort tenía tanto las varitas de Harry como la de Albus sobre


la mesa, para alivio de Harry. Unos pocos Accio no verbales con su
mano izquierda cuando Dumblemort le daba la espalda buscando
una jarra, y su varita estaba en la funda de su manga.

Harry transpiraba mientras esperaba de que quien fuera que


llamaran en su auxilio llegara pronto. Para su conmoción, una gata
atigrada se escabulló dentro y se agazapó debajo de una mesa
pequeña junto a él. Ella miró con odio a Harry, haciendo que él se
preguntara si ella venía a rescatarlo o estaba allí para ayudar a
hacerlo trocitos para hacerlo bocado de basilisco. Con el rabillo del
ojo, vio el ala de un cuervo que aterrizaba en la cabeza de la estatua
de serpiente justo afuera de la entrada a la habitación.

Harry suspiró con alivio. Por fin había llegado la caballería.


En ese momento, la 'Piedra Filosofal' desapareció en una gran nube
de polvo rojo brillante. Al parecer, Severus y Lucius habían decidido
ser algo dramáticos en la desaparición de la piedra. Harry estaba
deseando que hubiera sido de otra forma, ya que ahora él se
encontraba aquí para soportar la ira de dos magos muy hostiles.

LMP

Minerva observaba a Albus con un espanto iracundo. Ella había


llegado al castillo en medio de una escena tumultuosa. Los Aurores
acordonaban el lugar tratando de asegurar el colegio mientras que
Snape y Malfoy estaban parados en la entrada de la Cámara
Secreta mientras gritaban a Madame Bones y a Rufus Scrimgeour.
Cornelius Fudge estaba parado cerca, sin saber que hacer con las
manos, susurrando audiblemente a un par de ayudantes cercanos.

Minerva se transformó y se aproximó, escuchando atentamente, y


quedó ultrajada de lo que estaba oyendo. Albus había sido
maldecido… había descubierto lo que él pensaba que era la cura…
la fórmula estaba escrita de su propio puño… los restos de la poción
en el caldero no conservaban más que la magia de Albus en este. Y
ahora el profesor Quirrell estaba muerto, Albus estaba poseído por
Voldemort, y Harry Potter había sido arrastrado por el poseído
Director dentro de la mítica Cámara Secreta de Slytherin.

Ella miró con rabia a Snape; ella sabía que él de alguna manera
tenía la culpa, aunque el como exactamente no lo sabía.

Minerva esperó allí por un rato, hasta que la mayoría de los Aurores
fueron a asegurarse de lo que los estudiantes estuvieran en sus
dormitorios y colocaron guardas. Fudge fue al Gran Salón a planear,
esperando que si esto terminaba mal pudiera echar toda la culpa
sobre los hombros de Dumbledore. El resto se distrajo lo suficiente
para que ella fuera a la entrada de la Cámara antes de que la
notaran. Ignoró los gritos, y descendió a la Cámara. No estaba
segura de lo que iba a hacer, pero tenía que existir una explicación
razonable para todo esto.
LMP

Severus estaba posado de manera incómoda sobre la cabeza de la


estatua de serpiente que sostenía una antorcha. Miró con irritación a
Minerva, pero igual con una leve gratitud. El verla saltar por la
entrada lo hizo suspirar de alivio al darle una respuesta obvia al
problema. Por supuesto. Un animago con una forma pequeña podía
pasar por la entrada estrecha de la Cámara.

Severus se convirtió después en un cuervo y pasó a través de la


apertura, intercambiando una mirada con Lucius, quien asintió.

Ahora Severus observaba la escena, esperando que fuera posible


arrebatarles el niño. Pero justo entonces la piedra desapareció de
forma espectacular, y el corazón de Severus se oprimió de miedo al
ver la mirada enrabiada de Dumblemort, y su grito de-: ¡¿Pero
qué…?! -no auguraba nada bueno, ya que miró con sospecha de
inmediato a Harry. El encogimiento de miedo y la mirada culpable de
Harry no ayudaron.

La voz de Albus subió de tono mientras descargaba una tanda de


veneno sobre Harry. Los insultos no molestaron a Harry… pero él
estaba algo preocupado por las maldiciones que seguirían cuando al
mago dejaran de ocurrírsele garabatos.

Mientras Albus gritaba a Harry, Voldemort pensaba con rapidez.


Ellos no contaban en realidad con el tiempo para investigar un
antídoto, y estaban contando con la fuerza curativa del Elixir de la
Vida para arreglar esto.

Voldemort estaba seguro de que Snape sabría como arreglarlo. Aun


cuando no tuviera un antídoto preparado, seguramente ya se habría
imaginado como contrarrestar la poción que había hecho Albus.
Snape no podría haber observado trabajar a Albus sin que una parte
de su mente estuviera imaginando como arreglar el problema, aun
cuando nunca esperara preparar el antídoto. La mente de Snape era
del tipo que saltaba sobre los problemas ya sea lo deseara o no.
Ellos necesitaba arreglar esto con rapidez. Negociar con Severus
ahora era muy necesario.

Voldemort interrumpió la diatriba de Albus-. Necesitamosss que


Severusss prepare el antídoto. Llama a esssa ave tuya para que
envíe un mensaje por nosotros.

-¿Fawkes? -preguntó Albus incierto, mientras que su cerebro


entendía el plan de Voldemort-. Ah, sí. ¡Fawkes! -llamó Albus de
forma imperiosa.

Fawkes apareció en la Cámara en un estallido de llamas y miró a su


alrededor con un chillido de asombro y desaprobación. Las plumas
se engrifaron y chispas saltaron de él. Después Fawkes le dio una
buena mirada a Dumblemort y profirió un trinar infeliz. Él ya sabía
que Albus estaba derrapando un poco, su aura volviéndose un poco
más gris y turbia cada año. Él no comprendía todas las
maquinaciones humanas: el intervenir con el Sombrero
Seleccionador, el hacer tratos dobles aquí y allá. Todo lo que
comprendía era que Albus ya no era el joven con quien se había
vinculado.

De hecho, Albus ya no se encontraba solo dentro de su cuerpo que


envejecía, y el otro ser dentro del cuerpo no podría ser más oscuro.
Sí, era hora de que arrojar la proverbial toalla y quizás tomar unas
largas vacaciones. Iba a echar de menos Hogwarts, él había sido el
familiar de varios profesores, y de Directores y Directoras, durante
varios siglos, con sólo unas pocas décadas por aquí y por allá fuera
del castillo.

Fawkes se apartó de Dumblemort, quien estaba tratando de


entregarle una nota-: Llévasela a Severus, de inmediato -las chispas
que escapaban de su cuerpo aumentaron, pero los magos no
parecieron darse cuenta de ello. Por último, Fawkes simplemente
desapareció en una nube de llamas, aunque solamente fue hasta
otra cámara más grande para enfurruñarse y planear donde tomaría
sus vacaciones extendidas… Bora Bora era bonito en esta época
del año, según recordaba.
LMP

Albus gritó con frustración. Nada le estaba saliendo bien.

Voldemort estaba furioso y estaba haciendo planes para asesinar al


condenado fénix tan pronto como pudiera. Se estaban quedando sin
tiempo, podía sentirlo. Oh, la magia les duraría otro día, tal vez dos,
pero los niveles que necesitaría para hacer poner de rodillas al
mundo mágico desaparecerían en unas pocas horas, después de
las cuales se iría quedando lentamente sin poder hasta ser un squib.

Albus sacó su varita, y se dio vuelta hacia Harry, ocasionando que


Minerva se transformara. Ella ya había escuchado bastante para
darse cuenta que Albus estaba más allá de ser redimido. Si estaba
planeando sacrificar a un preciado Gryffindor como Harry Potter, el
hijo de sus dos Gryffindors favoritos, y hacerlo para resucitar a
Voldemort y salvar su propio pellejo… bueno, no existía forma de
seguirlo justificándolo. A pesar de todo lo que había luchado ella por
excusar lo que estaba viendo con sus propios ojos.

Dumblemort se detuvo con sorpresa al ver a Minerva aparecer


delante suyo-. ¿Minerva…? -dijo Albus con vacilación, pero se dio
cuenta por el disgusto y decepción en su rostro que ella sabía
demasiado. Apenas tenía la primera silaba de un Obliviate
pronunciado cuando ella conjuró un escudo que siguió con un
maleficio aguijoneante bastante doloroso.

Dumblemort mostró una expresión de asombro en la cara por un


momento. Minerva nunca, nunca, se le había opuesto antes del
fiasco con el escape de Black, y aun le asombraba que ella pudiera
maldecirlo por tratar de obliviarla . ¿Es que no se daba cuenta que
él tenía que hacerlo?

Voldemort intervino entonces. Estaba sorprendido por las acciones


de Albus, o mejor dicho por su debilidad-. ¡Viejo idiota! ¿Acaso
olvidasste tomar tu poción anti-senil? ¿Obliviate? ¿Ese esss el
único hechizo que te vino a la mente? -el rojo se estaba esparciendo
por los ojos del mago, aun más que antes. Albus claramente estaba
perdiendo la batalla por la predominancia.

El mago apuntó con su varita a Minerva, con una sonrisa mucho


más siniestra-. Vaya, vaya. Minnie… qué interesssante que
volvamos a encontrarmoss de este modo.

Minerva quedó paralizada, esto era mucho peor. Ver a Albus


convertirse en el único mago que ella odiaba más que Snape.

Harry había empezado a acercarse lentamente más a la puerta en el


momento que Minerva se colocó delante de él. Tan pronto llegó a la
entrada se puso de pie y empezó a correr hacia los túneles. Severus
salió volando detrás de él. Harry le dirigió una mirada y le preguntó-.
¿Vino alguien más? -Severus consiguió negar con la cabeza aun
mientras volaba, y Harry gruñó y corrió más rápido… pero no lo
suficiente.

Una muralla de fuego surgió a la entrada del túnel, deteniendo a


Harry de golpe. Se volteó a ver la malicia en los ojos de
Dumblemort. Harry casi lo había logrado, pero el casi no contaba en
las batallas.

Severus se volvió a convertir en humano, y escuchó con espanto


como Dumblemort canturreaba en pársel, y un enorme basilisco se
deslizaba desde un túnel que se había abierto en la estatua de
Salazar. Minerva apareció y se colocó entre Severus, Harry y
Dumblemort.

~LMP~LMP~LMP~LMP~LMP~

Lucius se paseaba enfrente de la entrada de la Cámara Secreta.


Esto se suponía que sería algo simple: atrapar a Dumbledore y
Voldemort dentro de un cuerpo, y destruir su magia. Ahora ellos, en
cambio, tenían a un mago que no se quedaría sin magia "hasta
dentro de un día o dos", un secuestrado 'Niño Que Vivió', y una
mítica cámara secreta de una de los Fundadores.
Unos Innombrables fueron traídos por el Ministro, en un arranque
inusual de coraje, y ellos estaban tratando de persuadir a la entrada
para que se abriera lo suficiente para que un cuerpo humano
ingresara. Cornelius estaba esperanzado de que ayudarían a
rescatar a Harry Potter, y estaba seguro de no querer que la prensa
decidiera que no había actuado de forma laxa.

El despliegue de la profesora McGonagall como animago y del Sub-


Director Snape al seguirla a la Cámara habían dado esperanzas de
que un rescate a tiempo podría ser posible. Sirius Black fue traído
por Kingsley Shacklebolt, las noticias de los horribles eventos en
Hogwarts no habían permanecido en secreto por mucho tiempo. No
cuando un grupo de Innombrables había partido de esa manera.
Eso no había ocurrido en décadas.

Lucius puso al tanto de lo ocurrido a Sirius, y él de inmediato se


convirtió en su forma canina y saltó por la entrada.
Desafortunadamente había sido muy bien alimentado los últimos
meses, hasta alcanzar un peso bastante saludable. En su forma de
perro hasta podría llamársele 'rellenito'. En cualquier caso lo único
que consiguió fue quedar atascado firmemente en la entrada, medio
cuerpo dentro y medio afuera.

Todo trabajo se detuvo para observar boquiabiertos el tapón Grim.


El ojo de Lucius empezó a saltar de forma errática ya que sus
planes se habían ido al infierno, y ahora sentía un espasmo en toda
la cara. Kingsley suspiró y habló suavemente con Madame Bones,
quien asintió e hizo un movimiento con la mano hacia el trasero de
Sirius.

Kingsley se transformó en un lince bastante atractivo, y corrió hacia


el trasero del Grim, saltó sobre él usándolo como un trampolín y
descendió hacia la cámara. Sirius le ladró al lince con irritación.
Imagínense, dejarlo atascado aquí, y partir por su cuenta a la
Cámara.

Pronto fue distraído por Lucius y Madame Bones que estaban


jalándolo para dejarlo libre. Con un pop y un aullido dolorido quedó
libre, aterrizando sobre una Auror curvilínea, a quien pronto iba a
comenzar a cortejar, aunque eso todavía no lo sabía.

~LMP~LMP~LMP~LMP~LMP~

Severus observó con horror como el basilisco emergía, y la voz de


Voldemort le daba órdenes a la criatura en pársel. Ellos tenían claro
que sus planes tenían áreas que no eran del infalibles, pero este
desastre era demasiada mala suerte en lo que él concernía.

Dumblemort sonrió con crueldad a la bruja y los dos magos-. El


basilisssco esta bastante hambriento. Imagino que ustedesss tres
serán un bocadillo sabroso…

El basilisco se deslizó hacia adelante, mirando la comida que el


'amo' le ofrecía. El basilisco siempre había preferido cerdos o
ganado que eran empujados a la cámara para alimentarlo, pero la
última comida que recordaba acaeció siglos atrás. Ratas,
comadrejas y unas pocas Acromántulas y cosas así habían
sustentado a la criatura las pocas veces que había despertado. La
hibernación mágica era en realidad la única razón de que hubiera
sobrevivido hasta entonces.

Minerva puso mala cara a la serpiente, una manifestación de todo lo


Slytherin que ella odiaba con pasión. Ella lanzó un hechizo cortante
sobre el ojo izquierdo de la serpiente, y lo repitió una y otra vez
hasta dejarlo ciego de ese lado. Ella se mantuvo de medio lado
dando vueltas, forzando a la criatura a dar vueltas con ella.

Severus observó la batalla y decidió dejársela a Minerva. Él ahora


necesitaba concentrarse en Dumblemort.

-Dame el antídoto, y te dejaré ir a ti y al mocossso -dijo siseante la


voz de Voldemort, intentando parecer sincero.

Aliviado de no tener que actuar de forma educada, Severus


simplemente dijo-: Eres un cretino mentiroso… y eso va para los dos
-y lanzó un poderoso Reducto al mago, quien hizo a un lado el
hechizo mientras regresaba el ataque.

El duelo entre los dos magos fue feroz, pero fue interrumpido por la
necesidad de Dumblemort de evitar los anillos del basilisco y
ocasionales movimientos repentinos de su parte. Severus debía
asegurarse de mantener a Harry detrás de él. Harry quería ayudar, y
de tanto en tanto lanzaba un hechizo desde detrás de la voluminosa
capa de Severus.

Harry pegó brevemente los pies de Dumblemort al piso,


ocasionando que cayera sobre sus manos y rodillas. Un
Rictusempra hizo que le mago rompiera en risitas nerviosas.
Pequeños hechizos, pero que rompían la concentración del mago y
arruinaban el ritmo de su ataque agresivo.

La batalla creció por un tiempo, y Dumblemort comenzó a sudar y


pareció preocupado.

-Debes parar… -suplicó la voz de Albus.

-Tenemoss que ganar, cobarde… -respondió Voldemort.

-Nuestra magia esta desapareciendo. Debería durarnos unos días,


pero las estas usando toda… y no va regenerarse… -suplicó Albus
de nuevo.

Dumblemort se veía en verdad asustado, y Severus redobló sus


esfuerzos. Lanzó Sectusempra detrás de Sectusempra contra el
mago, forzándolo a usar sus escudos más poderosos para
bloquearlo.

En ese momento, Minerva finalmente consiguió su oportunidad.


Lanzó una maldición de arpón poderosa dentro de las mandíbulas
abiertas del basilisco, perforando el paladar blando, ingresando
profundamente en su cerebro. La serpiente se retorció en agonía, y
consiguió atrapar a Minerva en su mirada fatal lo suficiente para
petrificarla a muerte antes de expirar su último aliento.
Todos los tres (o cuatro) magos se detuvieron lo suficiente para
mirar la figura de Minerva, con un brazo levantado. «Se ve casi
mejor como estatua», pensó Severus inmisericorde. Aun así, ella
había luchado contra un basilisco, y suponía que se merecía unos
pocas alabanzas cuando esta guerra terminara.

Dumblemort apenas tuvo tiempo para chillar su ultraje por la muerte


de su serpiente antes de que el muro de fuego abruptamente bajara
y Kingsley Shacklebolt avanzara sobre las cenizas luciendo
imponente y bastante competente. Él levantó su varita, añadiendo
su amenaza a la de Severus.

-Baje su varita y ríndase ante el Ministerio -Kingsley se escuchó muy


oficial y amenazante.

Voldemort hizo una mueca de desdén y gritó-: ¡Avada Kedavra! -


apuntando a Severus, quien se estremeció y empujó a Harry detrás
de él para que ninguna parte del hechizo pudiera tocarlo.

Kingsley observó como la horrible luz verde se desplazaba… para


después detenerse a medio camino hacia Severus, sencillamente
chisporroteando hasta desaparecer.

Las rodillas de Severus cedieron con alivio, y lanzó un Expelliarmus


recargado contra él, apoderándose en el aire de la varita de Albus y
se la guardó en el bolsillo.

Un Dumblemort que sollozaba lastimosamente fue conducido


después por los túneles. Aparentemente tanto Albus como
Voldemort no se conformaban con el estado de su magia, o con la
falta de ella.

Severus descubrió una escalera a un lado del túnel que subía hasta
la entrada, y Harry subió por allí siseando que se abriera a medio
camino para que nadie excepto Severus pudiera escucharlo.

Los Innombrables gritaron de alegría, creyendo que finalmente


habían deshecho los hechizos de Salazar Slytherin. Harry, Severus,
Kingsley y Dumblemort subieron, y todos respiraron con alivio, en
especial Lucius, cuya cara y ojo por fin dejaron de saltar. Notó que
varios personas del Wizengamot y del Consejo Escolar lo miraban
con fijeza.

Severus con rapidez se deshizo de la mayoría de los Aurores y de


los Innombrables mencionando a una petrificada McGonagall, un
basilisco y el laboratorio escondido de Salazar Slytherin. Vio que
dejaran asegurado a Dumblemort en un cuarto acolchado en la
Enfermería de Hogwarts que solamente era ocupado normalmente
por estudiantes demasiado estresados justo antes o después de los
EXTASIS. El jefe de los Sanadores Mentales, Ailsa, se hizo cargo
del farfullante y sollozante mago, prometiéndole una gran cantidad
de pócimas calmantes y quizás una de SinSueños.

Lucius y Severus observaron como se iba con satisfacción, y


después se voltearon hacia los magos y brujas restantes. Todo lo
que se necesitaba era la explicación correcta, y ellos quedarían
libres para irse a casa. Scrimgeour y Madame Bones parecían un
poco escépticos, pero uno era Slytherin y la otra era naturalmente
astuta. Fudge solamente parecía esperanzado de que ellos pudieran
aclarar esto para que los votantes quedaran satisfechos.

-¿Tal vez seria mejor que nos reuniéramos en la oficina del Director?
-dijo Severus suavemente, y los dirigió por la escalera circular,
guiando gentilmente a Harry junto con ellos. Los escépticos podrían
tomar mejor la 'explicación' con Harry Potter presente.

«Pronto lo sabremos», pensó Severus.

Autora: ¡Sólo quedan un par de capítulos para terminar!

N/T(1): Espero que les haya gustado la batalla entre todas las
fuerzas ;) Muchísimas gracias a todos por seguir, favorecer, y sobre
todo comentar aquí.
Harry Potter, personajes y su mundo © de J.K. Rowling y varias
otras compañías. Fanfiction sin fines de lucro, ni pretensiones
de infringir derechos de reproducción, realizado sólo con fines
de entretención. La trama, y personajes que no reconozcas
pertenecen al autor de este fic.
Chapter 19
.

" LOS MUCHACHOS DE PETUNIA"

Autora: Severusphoenix

CAPÍTULO 19

Severus dirigió al grupo por las escaleras, la gárgola se hizo a un


lado sin que Severus dijera una palabra, y Severus se relajó un poco
sabiendo que esto quería decir que Hogwarts había transferido su
lealtad al nuevo Director: Severus.

Bueno, ahora que Albus "ya no era el mismo" y no tenía magia, y lo


más probable era que continuara así, Hogwarts había aceptado a
Severus sin una sola protesta. Severus sintió como las protecciones
mágicas asociadas con la posición de Director pasaban a él en el
momento que el hechizo de Dumblemort falló, pero no estuvo
seguro si acaso esto involucraba que él tuviera el control completo o
no.

La pérdida de la magia de Hogwarts indudablemente había sido un


punto de quiebre para Albus, pensó Severus con una sonrisa
satisfecha.

Severus indicó a todos las sillas mullidas que Albus siempre había
preferido, y fue hacia el escritorio para abrir un cajón delgado en la
parte superior-. ¿Alguien quiere un trago? Parece que existe un
extensivo bar en el cajón de la tinta y plumas de Albus… -Severus
extrajo una botella alta de escocés fuera de un cajón de no más de
tres pulgadas de profundidad.
Harry dejó escapar una risita, mientras que Shacklebolt, Bones y
Scrimgeour sonrieron ligeramente y murmuraron que estaban
trabajando.

Lucius resopló levemente y ondeó una mano de forma negligente-.


Esa marca es una porquería… prueba positiva de que el hombre
estaba loco -Cornelius repitió lo de Lucius, probablemente por puro
nerviosismo.

Severus sonrió y guardó la botella, llamando a un elfo doméstico


para que trajera té. Después se sentó junto con los otros, sintiendo
que ocupar el sillón del Director podría invitar a hacer demasiadas
preguntas equivocadas.

-Bueno, ¿alguien sabe ya exactamente lo que sucedió? -Rufus fue


directo al grano, con un asentimiento de Madame Bones.
Scrimgeour dejó los restos de la poción elaborada por Albus, con la
receta hecha por su mano arriba de la mesa que estaba al centro
del grupo de sillas.

Por lo menos no tendría que explicarlo todo, pensó Severus.

-Yo conozco parte de esto… aunque Dumbledore mantuvo muchas


cosas para sí mismo -dijo Severus con un suspiro, recibiendo
cabezaditas y muecas de todos en la habitación, hasta de unos
cuantos retratos-. Para decirlo de forma sencilla, Albus se
sobrecargó de trabajo por décadas, hasta el punto a veces de llegar
a lo demencial. Él estaba en el Wizengamot, a veces actuando
como su cabeza, fue Mugwumpo de la Confederación Internacional
de Magos, y Director del colegio mágico británico de mayor
prestigio. Cualquiera de esos cargos era de tiempo completo, y aun
así él los hizo todos, tal como dije por décadas.

Los otros asintieron, frunciendo el ceño.

-Albus apenas tiene ciento diez años, pero parece que tuviera
doscientos -ellos asintieron de nuevo ante la declaración de
Severus-. Él ha estado cometiendo errores y, según pienso, la
necesitad de tener que dejar el Wizengamot se lo demostró. Albus
dijo que sabía que 'Quien No Debe Ser Nombrado' iba a regresar y
estaba determinado a detenerlo. Él se fue en búsqueda de unos
artefactos oscuros que se rumoreaba habían sido utilizados por
éste, para destruirlos… -hubo más asentimientos, así como miradas
ansiosas de parte de los Aurores y de Fudge-. Él descubrió unos
pocos de estos objetos, y uno de ellos tenía una maldición muy
poderosa… una maldición marchitadora que lo habría matado en
menos de un año.

Hubo jadeos, y Madame Bones miró la fórmula de la poción.


Definitivamente, era una poción sanadora y rejuvenecedora. Ellos ya
sabían por los hechizos investigativos que la letra era de
Dumbledore, y que la poción tenía solamente en la ella la firma
mágica de Albus. Pero la fórmula necesitaba del Elixir de la Vida.

-Él tomó prestada la Piedra Filosofal, ¿no es así? -Madame Bones


planteó la afirmación como una pregunta.

Severus asintió con gravedad-. Yo conseguí demorar y limitar la


maldición a su mano, pero era solamente algo temporal que le
compraría algo de tiempo hasta poder lograr un antídoto. Yo no
pude servirle de ayuda, ya que nunca había trabajado con el Elixir
de la Vida, ni con la Piedra Filosofal -Severus logró sonar deprimido
por esto, cementando con suerte la idea de que él realmente no
tenía experiencia con pociones que necesitaban de este ingrediente
particular.

-De modo que estaba maldecido y estaba haciendo un antídoto… -


recapituló Scrimgeour-… y qué hay de 'Quien No Debe Ser
Nombrado', ¿cómo es que resultó involucrado?

-Presumo que entre Harry Potter comenzando el colegio y los


rumores de que la Piedra Filosofal se encontraba aquí, y existían
tales rumores, este no logró resistir intentar una forma de hacerse
de un cuerpo nuevo y obtener algo de venganza -Kingsley asintió a
sus dos superiores.
Severus casi sonrió. Era mucho mejor que los tres Aurores sacaran
sus propias conclusiones con unas pocas claves de su parte.

-Me temo que el profesor Quirrell estaba poseído por el espíritu del
Señor Oscuro -Severus tuvo cuidado de no decir si acaso Quirrell
era un huésped dispuesto o no, el señalar con el dedo siempre
hacía que Madame Bones se pusiera suspicaz.

-El señor Potter y yo estábamos camino a mi laboratorio, él tenía


una detención que involucraba limpiar unos calderos… -Severus
alzó una ceja hacia Harry, que consiguió verse avergonzado-.
Oímos gritos y corrimos hacia el laboratorio que el Director estaba
usando. El Director estaba tratando de combatir el espectro oscuro,
pero al parecer se encontraba bastante débil, y no tenía mucho
éxito. Quirrell trató de agarrar a Potter y resultó muerto por las
protecciones sanguíneas sobre el chico.

Los ojos de Scrimgeour y Madame Bones fueron hacia Harry, quien


se removió un poco.

-¿Y por qué las protecciones mataron a Quirrell y no a Dumbledore?


-inquirió Madame Bones con la frente arrugada.

Lucius intervino, sabiendo que el que Severus contestara todas las


preguntas podría ser sospechoso-. Las protecciones sanguíneas
son complicadas, y ninguna actúa de la misma forma. No estoy
seguro de porque atacarían a uno y no al otro. Podría ser porque
Quirrell pretendía asesinar a Potter allí mismo. El Director poseído
tal vez tenía otras ideas.

Harry puso una expresión de disgusto-. Algo salió mal con la poción,
y ambos quedaron atascados dentro del cuerpo de Dumbledore, y
estaba perdiendo su magia… ellos iban a intentar arreglarlo, y a
hacer que Voldemort se apoderara de mi cuerpo de forma
permanente y después iban a culpar al profesor Snape y a Quirrell -
Harry no necesitaba actuar su horror ante esa idea.
Los Aurores se vieron sombríos ante esto-. ¿De modo que el
Director Dumbledore estaba de acuerdo con 'Ya Saben Quien'? -dijo
Scrimgeour con un gruñido, aunque Severus notó con satisfacción
un brillo en los ojos de Rufus. A Scrimgeour cuando menos no iba a
importarle que Dumbledore terminara siendo el 'malo'. Sin embargo,
Severus no debería parecer demasiado ansioso de hacer que todos
juzgaran cuando se trataba de Dumbledore. Madame Bones
siempre sospechaba de todos, y ella no era alguien con quien
meterse.

Severus dejó que una mirada de aflicción asomara a su rostro y se


inclinó hacia adelante, con las manos apoyadas ligeramente sobre
las rodillas, tratando de parecer sincero-. No soy un Sanador, pero
comprendo que tener tu núcleo mágico despedazado hasta la
extensión en que se encuentra el núcleo de Albus Dumbledore,
puede causar cierta insanidad. Es raro, de hecho, permanecer
completamente sano cuando tu magia ha desaparecido.

Severus luchó por no sonreír con ironía ante el destino del antiguo
Director. Albus había planeado asesinar a Harry; por lo tanto,
Severus no guardaba simpatías por el destino de Dumbledore. De
hecho, él tenía mayor simpatía y cierto remanente de respeto más
por Voldemort que por Dumbledore. Sí, el Señor Oscuro había
engañado y mentido acerca de muchas cosas, pero nunca había
pretendido que sus intenciones hacia Harry no fueran otras que el
matarlo. Dumbledore había insistido en que estaba viendo por el
bien de Harry por años, y todo el tiempo estaba mintiendo.

Kingsley asintió junto con los otros. Dumbledore había intentado


reclutarlo a través de Moody. Con los recientes debacles
involucrando a Moody, Dawlish y Dumbledore -sin mencionar a su
antigua profesora de Transfiguraciones, la profesora McGonagall- lo
habían hecho ser suspicaz incluso antes de estos 'pequeños
problemas' que el Director estaba experimentando. Simplemente no
veía la necesidad de que existiera un grupo de justicieros. Después
de todos, nada había sucedido antes del día de hoy, y ahora
aparentemente el Señor Oscuro había sido derrotado.
Madame Bones se levantó, inclinando la cabeza-. Bueno, señor
Ministro, sé que usted necesita empezar a trabajar en hacer un
anuncio. Rufus y yo iremos después si hay alguna cosa de último
minuto -Cornelius asintió, y fue empujado por Lucius hacia el Flú
con un brillo en los ojos-. Rufus, tu y Kingsley asegúrense de que el
Departamento de Misterios no se vaya con nada que no deba.

Scrimgeour sonrió y le hizo señas a Shacklebolt para que lo


acompañara. Era claro que Madame Bones tenía que hacer algunos
interrogatorios pesados cuando no hubieran testigos, y él no tenía
objeciones. Amelia era astuta y bastante minuciosa.

Severus se puso de pie mientras Amelia lo miraba con un brillo de


astucia en los ojos-. Dumbledore no puede estar soportando las
protecciones mágicas y la magia de Hogwarts con el núcleo
despedazado.

Severus asintió con gravedad-. Así es, las protecciones mágicas


pasaron a mi cuando su magia fue drenada completamente. Las
sostendré hasta que el Consejo Escolar elija a un nuevo Director -«o
cuando confirme a Severus permanentemente en esa posición»,
pensó con suficiencia. Con Hogwarts aceptándolo de esa forma,
ellos serían renuentes a intervenir en ello. Si Severus hubiese sido
inadecuado, Hogwarts lo hubiese pasado de largo, prefiriendo a uno
de los Jefes de Casas o simplemente habría cerrado el colegio.

-De manera normal hay algún tipo de ritual para pasar las
protecciones mágicas. Tenerlas arrojadas sobre usted de manera
inesperada debería haberlo noqueado por unas pocas horas -pensó
Madame Bones en voz alta-. A menos que usted sea mucho más
poderoso de lo que cualquiera de nosotros nunca se enteró.

Severus se limitó a alzar una ceja. No se necesitaba una respuesta


para eso. Harry se acercó más a Severus, de manera obvia
apoyándolo como Director.

-Él me protegió de Dumblemort -dijo Harry con vigor, haciendo que


Madame Bones sonriera ante el nombre que ellos habían acuñado
para el poseído ex-director-. Él se colocó entre el Avada Kedavra
que me habían lanzado y yo. Pienso que él protegerá a los
estudiantes de aquí de una manera que Dumbledore nunca hizo.

Madame Bones dejó que el asunto quedara así. Harry Potter


apoyando a Snape… lo más probable es que estuviera aquí para
quedarse. Muy bien, sigamos con la siguiente pregunta-. ¿Y
entonces, dónde esta la Piedra Filosofal?

Esta vez, el par de magos vacilaron en dar una respuesta, pero para
su sorpresa era Snape quien miraba al niño esperando una
respuesta. Harry la miró con cierta sospecha.

-Durante la pelea, yo llamé a mi elfo doméstico e hice que se la


llevara lejos -contestó por fin Harry.

Bones enarcó una ceja, esta vez-. ¿Por qué no hiciste que te llevara
también para ponerte a salvo?

Severus contestó esta vez de forma casi discursiva-. Las


protecciones mágicas del colegio previenen que los estudiantes
sean sacados de aquí por elfos domésticos, o por cualquier otro
modo mágico. De otra manera podríamos tener niños secuestrados
en cualquier momento si no fuera por las protecciones en contra de
esto.

Madame Bones parpadeó; por supuesto, que debían existir


protecciones mágicas en contra de esto. Ella debía estar más
cansada de lo que pensaba para haberlo preguntado-. Sí, por
supuesto -murmuró ella, esperando que Snape no la sometiera a
una de sus legendarias arengas insultantes.

-¿De modo que la Piedra será regresada entonces a Nicolás


Flamel? -inquirió Madame Bones con un brillo en los ojos. El mismo
brillo que todos parecían adquirir cuando se mencionaba la Piedra
Filosofal. El pensamiento de incontables riquezas y una forma
benigna de vida eterna parecía hacerle eso a muchas personas.
-Tan pronto como veamos en como contactarlo. Espero que el
profesor Dumbledore tenga alguna dirección de Flú entre sus
archivos, o algo así -contestó Harry con un suspiro.

Madame Bones asintió de forma corta, teniendo que contenerse


para preguntar exactamente en dónde se encontraba la Piedra, u
ofrecerse a 'regresarla' ella misma. Los peligros de tener la Piedra
Filosofal al alcance de la mano eran claros para ella. Era mejor
sencillamente no tener acceso a ella… aun cuando fueras un
Hufflepuff.

Madame Bones sabía que había más en todo este asunto, sus
corazonadas rara vez se equivocaban con respecto a esto bajo
circunstancias de este tipo. Pero el asunto era que a ella
necesariamente no le importaba como Snape había concluido con
esta situación. Dumbledore había logrado resultar maldecido por un
objeto oscuro, tratando de solucionarlo resultó asaltado y poseído
por Voldemort. Loco o no, él trató de librarse de la posesión
sacrificando a Harry Potter al Señor Oscuro para que él usara el
cuerpo del niño. Aunque estuviera más loco que una cabra no había
excusa posible para ello.

Severus observó con atención a Bones, sabiendo que este era el


momento de la verdad. Ya sea ella aceptaría la explicación o bien
decidiría continuar investigando y sacar a relucir pensaderos y
veritaserum. Ellos no podían hacer que Harry tomara pociones y
extraer sus memorias, pero no tendrían remilgos en ir detrás de
Snape.

Él tendría que arreglárselas para dar explicaciones circunvalando


las memorias, y solamente mostrar las que él deseaba, sentía que
su Oclumancia podría serle de ayuda en eso. Habría unas pocas
cosas que tendría que explicar. Pero con el veritaserum… bueno, en
su mayor parte el sería capaz de justificar la mayoría de las cosas
diciendo que él estaba salvando la vida de Harry Potter de las
maquinaciones del Director. Su única preocupación era que ellos
podrían preguntarle por qué el Director quería muerto a Harry Potter.
Siempre podría decir que el Director estaba enojado por haber
perdido su control sobre Potter, y que quería tomar todo el crédito
por derrotar a Voldemort, etc. Si ellos lo presionaban, empero,
solamente esperaba poder evitar mencionar la condenada Horcrux
en la cicatriz de Harry. No estaba seguro de lo que sería capaz el
Ministerio, pero no pondría más allá de ellos el dudar de su
resolución, si esto llegara a significar el final de Voldemort.

Para su inmenso alivio, Madame Bones por fin dio una cabezadita-.
Voy a necesitar que ustedes hagan unas declaraciones oficiales y
todo lo demás, pero creo que aquí hemos terminado.

Severus esperó hasta la puerta se hubiera cerrado detrás de Bones


para relajarse con alivio. Harry sonrió y abrazó con fuerza a
Severus, este le dio unas palmaditas con una sonrisa satisfecha.
Ellos estaban a salvo, por ahora.

~LMP~LMP~LMP~LMP~LMP~

Vernon Dursley paseaba por el hipódromo de Salisbury, silbando y


saludando a los entrenadores y jinetes con una sonrisa. Lucius le
había enviado una breve nota contándole que Voldemort y
Dumbledore ahora se encontraban detenidos y que iban a
encerrarlos en una celda acolchada. La nota era breve y existían
otras preocupaciones por supuesto, pero todo lo demás era poca
cosa comparado con esos dos.

Vernon apretó en su puño la extraña piedra roja que llevaba en un


bolsillo interior que tenía cierre, y que era de difícil acceso hasta
para él. Era extraño pensar que se trataba de un objeto legendario y
que muchos matarían por obtenerla.

Sonrió de nuevo. Era divertido el pensar que los magos le debían un


gran favor por mantenerla a salvo. Más de algún mago tendría un
ataque si supiera que un muggle estaba en posesión de la Piedra
Filosofal "para mantenerla a salvo". Hasta Vernon quedó
sorprendido cuando Harry le dijo que se la enviaría.
Suspiró con los ojos un poco húmedos. Petunia se hubiera reído
mucho de encontrarse aquí. Ya había pasado más de un año desde
su muerte, aunque le parecía que había pasado mucho más tiempo
de algún modo. Seguramente se debía a todo lo sucedido en tan
poco tiempo. Él sabía que Narcissa tan sólo estaba esperando a
que él mostrara signos de estar listo para "seguir adelante". Ella le
había insinuado de tanto en tanto que había damas esperando para
'conocerlo'. Él sospechaba que deberían ser squibs o muggles
'familiares de familiares' de alguien mágico o algo parecido.

Narcissa parecía ansiosa de asegurarse que tanto él como Dudley


mantuvieran lazos con la comunidad mágica, y en especial con los
Malfoy, preferiblemente mediante matrimonio suponía Vernon. A él
eso no le importaba, y era hasta algo halagador, suponía. Siempre
que Narcissa esperara con paciencia a que él estuviera 'listo'.

~LMP~LMP~LMP~LMP~LMP~

Dos días más tarde, Rita Skeeter fue por Flú a la oficina del Director
con un brillo en los ojos. Severus le había prometido entrevistas
dignas de premios y artículos si mantenía en silencio cierta
información por un tiempo que le había parecido interminable.
Normalmente le hubiera dado a una de sus fuentes un día o dos
para dar a conocer la historia sin importar nada. Ella tendía a ser
algo impaciente.

Le sonrió a Severus con algo de satisfacción. Ella se encontraba


bastante encariñada con él. El mago poseía una mirada
deliciosamente amargada de la vida, y le había traído a ella bastante
fama, sin necesidad de que ella exagerara ni se inventara nada.
Esta había sido una experiencia nueva para ella. De manera normal,
le agregaba algo de 'color' a sus historias, pero Severus le había
dicho que era importante que se apegara a los hechos. Que estos
eventos serían vistos por los historiadores del futuro, y que a menos
que ella quisiera que la vieran como una periodista inescrupulosas y
que la gente en el futuro no la tomara en serio, sería mejor que se
apegara a la verdad absoluta.
Esta era una idea que nunca se le había ocurrido a ella, y se puso a
revisar algunos de sus artículos antiguos con ojos diferentes.
¿Cómo la vería la gente en el futuro viendo las cosas que había
escrito? Buena parte de ello podría ser fácilmente visto como falso o
como de naturaleza maliciosa y prejuiciosa. Ellos pensarían que era
o bien una idiota o una mentirosa crónica. Ese no era un
pensamiento alegre.

Severus estaba en lo cierto, ella necesitaba ser mucho más rigurosa


con sus historias. Esto no quería decir que no iba a perseguir las
historias realmente jugosas, solamente que no iba a adornarlas con
mentiras o verdades a medias. Especialmente las cosas
concernientes a Harry Potter y 'Quien No Debe Ser Nombrado'.
Esos artículos serían parte de la Historia de la Magia y en el futuro
los investigadores buscando información los harían pedazos, justo
como ella lo había hecho con otros artículos en el pasado buscando
información para sus propias historias.

Ella se afirmó en esta resolución. Esos escritores futuros no


encontrarían fallas en sus trabajos a partir de ahora. Especialmente
porque porque si había revisión de sus artículos en un siglo a partir
de ahora, ella estaría todavía viva para leer sus críticas.

Severus la vio instalarse en un sillón y sacó una botella de


champaña bastante cara del ahora famoso cajón de 'tinta y plumas'
de Dumbledore. Sirvió una copa para cada uno de ellos e hicieron
un silencioso brindis.

-Bueno, estoy seguro de que ya cuentas con la historia oficial del


Ministerio… Dumbledore trató de deshacerse de unos artefactos
oscuros, resultando con ello ser maldecido, y el antídoto produjo un
efecto indeseado que provocó que perdiera su magia. Sin
mencionar que fuera poseído por el Señor Oscuro -dijo Severus con
una sonrisa torcida. El Ministro estaba evitando decir cualquier cosa
referente a la total insanidad de Albus, y su posible confabulación
con Voldemort. Fudge y Bones dijeron que la verdad era
desconocida y que ellos no deberían manchar el nombre de Albus a
menos de que se encontraran seguros. Scrimgeour estuvo de
acuerdo con renuencia, con una mirada de enfurruñamiento.

-¿Y hay más en esa historia, supongo? -preguntó Rita con una
mirada expectante. Ahora que los titulares estaban llenos de
especulaciones sobre esto, ella esperaba poder sacar un artículo
con la verdadera información, uno que los historiadores leyeran para
saber lo que en verdad sucedió.

-Bien, el objeto oscuro en cuestión sucede que pertenecía a Lord V-


voldemort -Severus tropezó apenas sobre el nombre. Había estado
practicando, ya que no quería darle al Señor Oscuro mayor poder
sobre él, ni siquiera con ese nombre tan temido.

Los ojos de Rita se agrandaron, impresionada con el atrevimiento de


Severus. ¿Y la novedad de que Albus andaba detrás de objetos
pertenecientes al Señor Oscuro? ¿Qué quería decir todo eso?

-La maldición de ese objeto oscuro lo debería haber matado con


bastante rapidez, pero yo conseguí limitarla a su mano derecha por
un tiempo. Pero hubiera seguido extendiéndose eventualmente sin
importar que. Él no contaba con mucho tiempo, sólo unos pocos
meses. Dumbledore debe haber descubierto un viejo tomo con un
antídoto que pensó que podría funcionar. Pero necesitaba del Elixir
de la Vida -Severus sonrió al ver los ojos asombrados de Rita, y le
dio un resumen detallado de los 'temores' de Albus por la seguridad
de la Piedra Filosofal y de las trampas que había emplazado.

-El profesor Quirrell estaba ayudando a Voldemort, y juntos


superaron a Albus cuando la poción que hizo fracturó su núcleo
mágico. Albus debería haberse dado cuenta que la poción estaba
errada al ver que la rosa rubiginosa estaba combinada con geranios,
sin mencionar que usó lirios naranjas en vez de blancos. La fórmula
no especificaba el color, pero cualquiera con experiencia sabría que
usar lirios naranjas en cualquier poción provocaría un daño en el
núcleo mágico -Severus entregó esta información de forma casual.
El Departamento de Misterios había repasado la fórmula que habían
encontrado y finalmente descubrieron el error, y no mantuvieron esto
en secreto anunciando de forma clara que Dumbledore debía
haberla copiado mal.

Severus sonrió con disimulo, él había añadido esos elementos a la


fórmula con cuidado. Solamente un Maestro de Pociones muy bien
entrenado podría saber cual era el problema, y él se aseguró de que
solamente esos lirios naranjas estuvieran disponibles en el
invernadero de Hogwarts. Era irónico que los lirios naranjas
representaran 'odio' en el antiguo lenguaje de las flores, y que los
geranios representaran 'locura'.

Severus contó el resto de la historia sin verdaderas ediciones. Para


alivio de todos, Dumblemort con rapidez quedó incoherente la mayor
parte del tiempo. Alternaba entre Albus, que continuamente
gimoteaba, y Voldemort que rabiaba de forma incomprensible. El
Ministerio no iba a conseguir ninguna información de ellos dos que
fuera a contradecir a Severus.

Rita copió las palabras finales del relato y después empujó la libreta
y la pluma a un lado, echándose con vehemencia sobre Severus.
Severus se rio y lanzó un hechizo oscurecedor sobre todos los
retratos escandalizados. Se sometió a sus besos contento, y
después echó un vistazo al viejo escritorio de Albus. Siempre había
querido hacer algo verdaderamente ignominioso sobre ese
escritorio…

~LMP~LMP~LMP~LMP~LMP~

Severus observó con satisfacción a los miembros del Consejo


Escolar que se removían nerviosos. Tantas cosas habían sucedido
la semana pasada, y con los niños camino a sus hogares para el
receso de primavera, tenía suficiente tiempo para poner el colegio
en marcha. Ser confirmado como el Director había sido bastante
fácil, con Fudge respaldándolo ávidamente cuando Harry lo mirara
pidiendo ayuda con la mirada. Harry le había contado con
entusiasmo a quien quisiera escucharlo como Severus se había
interpuesto entre la maldición asesina y Harry. Si tan sólo Voldemort
y Dumbledore supieran que el mundo mágico los estaba llamando
ahora «Dumblemort», les daría un patatús ahí mismo. Rita había
estado muy contenta de colocar ese mote en su artículo, diciendo
que estaba citando a los "niños de Hogwarts".

-Caballeros, necesitamos reemplazar a los profesores para por lo


menos terminar este periodo escolar. Me doy cuenta que estos
reemplazos necesitaran ser revisados durante el verano, pero
mientras tanto tenemos que ayudar a los alumnos para presentar
sus TIMOS y EXTASIS -los consejeros se relajaron un poco y
asintieron.

-Primero, he conseguido que el profesor Slughorn regrese a su


antiguo puesto -Severus notó con diversión las sonrisas de alivio.
¿Quizás ellos se pensaron que él iba a traer a Bellatrix Lestrange o
a Fenrir Greyback? Horace había sido bastante fácil de persuadir,
Severus tan sólo tuvo que apuntar que Harry Potter se encontraba
allí, y que puesto que había estado fuera de Hogwarts por más de
una década, pronto se quedaría sin relaciones para obtener pases
gratis de Quidditch y sus dulces caros preferidos.

-El profesor Lupin ha estado reemplazando a la profesora


McGonagall sin ninguna dificultad, y debería continuar haciéndolo -
Severus se preparó para una miriada de objeciones. Para su
sorpresa, hubo pocas, en su mayoría eran preguntas acerca de
como Lupin sería puesto a resguardo durante la luna llena.

Tal vez todas esas historias en el Profeta acerca de la amistad entre


Remus Lupin y Sirius Black había ayudado. Ellos tuvieron la típica
reconciliación bastante pública, ruidosa y llorosa que uno se
esperaría de los Gryffindors. Harry y sus amigos habían alabado
además las maravillosas lecciones de Lupin a quien fuera que los
escuchara.

-Les aseguro que he estado supliendo su poción Matalobos, y que


las noches de luna llena él se encuentra en un lugar seguro para
prevenir cualquier problema -dijo Severus, y quedó bastante
sorprendido cuando todos asintieron aparentemente satisfechos.
Había estado entregándose bastante información recientemente
desde Europa acerca de las colonias de licántropos, desdeñando "el
tratamiento barbárico de los británicos hacia sus hombres-lobos" y
la necesidad de que esto mejorara. Quizás esto estuviera haciendo
presión sobre el Ministerio. A pesar de ello, esto coincidía con los
deseos de Severus de mantener un ojo sobre Remus.

-¿Existen planes para el puesto de Defensa Contra las Artes


Oscuras? -inquirió unos de los consejeros, con poca esperanza en
la voz.

-Tengo un candidato. Espero que él continúe con las clases cuando


prosigan -Severus sonrió contenidamente ante su curiosidad… y su
posterior asombro al proveerles el nombre.

Ser el Director definitivamente era mucho más divertido que


enseñar.

~LMP~LMP~LMP~LMP~LMP~

Harry corrió hacia su hogar en la 'casa de la viuda' para hacer


planes con su tío y con Dudley sobre regresar la Piedra Filosofal a
Nicolás Flamel. Flamel estaba demandando que se la devolvieran y
Harry había insistido porfiadamente que viniera Flamel en persona a
recuperarla. Todos tenían ganas de reprocharle el que se la pasara
a Albus, como lo había hecho.

Draco por su parte entró saltando en la Mansión Malfoy con Severus


detrás suyo. Ellos fueron hasta el salón familiar para encontrar allí a
Sirius con un gran paquetón de cartas y una mirada salvaje
haciendo ruiditos de infelicidad.

Narcissa tenía los labios apretados con desaprobación, y Lucius y


Remus se reían entre dientes.

-Es que no lo comprendo… ¡yo fui totalmente claro! -gimoteó Sirius.


Estando un poco achispado había enviado un aviso al periódico
para ser colocado en la sección de 'Se Busca Trabajo', pero él
*pensaba * haber sido claro.
-¿Qué hiciste ahora, Black? -preguntó Severus con resignación.

-Sirius estaba buscando trabajo. Él temía aburrirse ahora que no


tiene a Moody ni McGonagall para atormentarlo -explicó Remus, y le
pasó el Profeta Diario. Estaba doblado para mostrar la parte de los
avisos con uno en un círculo rojo. Leía:

«Mago experimentado interesado en intentar nueva posición


interesante».

-Ellos de manera equivocada lo colocaron en los avisos personales


en vez de los económicos -Remus ahogó la risa que amenazaba
escapársele.

Draco pareció confundido, y Narcissa lo sacó en volandas de la sala


antes de que cualquier cosa fuera explicada.

Severus no tuvo restricciones para demostrar su diversión, mientras


Sirius mascullaba y meneaba la cabeza examinando las respuestas
lascivas a su aviso.

Remus lo ayudó a abrir una carta o dos, y después dijo con


vivacidad-. Mira este te manda una foto… -Remus miró la foto y
después pareció horrorizado-. Esto… eh… no es de su cara -Remus
dejó caer la foto con presteza, mientras que Lucius se atoraba en su
bebida.

Sirius dejó caer la cabeza en sus manos y gimoteó-. Gracias a


Merlín que no puse mi nombre en el anuncio.

-Bueno, asumiendo que no tienes la intención de tratar una de las


posiciones que ofrecen esas cartas, ¿considerarías tomar el puesto
de Defensa en Hogwarts, cuando menos hasta que termine el año
escolar? -Severus se rio por lo bajo ante la mirada de alivio de
Sirius.

-¿Lo dices en serio? -preguntó Sirius esperanzado.


-Sí, puesto que ya le dije a los consejeros escolares que tu
asumirías esa posición -Severus sonrió maliciosamente ante el
revoleo de ojos de Sirius-. Además, Lupin estará allí para ayudar a
mantenerte en línea. Desde ahora tiene el trabajo de profesor de
Transfiguración -Severus miró con disculpa a Remus-. Tendremos
los meses restantes para convencer a los consejeros y los padres
que nuestras medidas de seguridad son las mejores.

-Gracias por la oportunidad, Severus -contestó Remus con


sinceridad.

Lucius miró con disgusto al hombre-lobo, pero Severus tenía razón.


Era mejor tener a Lupin bajo su mirada observante. Black insistiría
en tenerlo alrededor de todas maneras; esto aseguraría que ellos
supieran que se traían entre manos.

Con sus carrera futura encaminada, Sirius lanzó un Incendio con


felicidad sobre la pila de cartas, provocando que Lucius gritara
protestando por su mesa de caoba ahora quemada.

Severus rodó los ojos y escapó durante la discusión que Remus


trataba de mediar, y fue a reunirse con Narcissa en la terraza.

Perfecto. Esto necesitaba hacerse sin Lucius.

Severus había pensado mucho acerca del vial de Elixir de la Vida


del que se había apoderado. Era suficiente para darle una o dos
décadas extras de vida, quizás un poco más. Sin embargo, Severus
tenía poco interés en prolongar su vida en estos momentos.
Suponía que podría sentirse diferente cuando pasara los ciento
ochenta años.

O bien podría convertir un buen montón de plomo en oro con el vial,


pero en realidad no lo necesitaba. Él no era millonario como los
Malfoy, pero tenía medios. Así que finalmente decidió que podría
simplemente guardarlo. Era posible que lo necesitara para hacer un
antídoto verdadero para alguna maldición inquebrantable, o algo
parecido. Parecía divertido el sólo saber que tenía el vial de elixir
ultra-raro.

Pero después pensó en Narcissa, y supo como podría usar por lo


menos parte del elixir.

Severus le pasó un frasco con una poción a Narcissa-. No puedo


garantizarte que esto pueda llegar a romper la maldición que
Bellatrix lanzó sobre ti. Pero encontré esta vieja fórmula de una
poción curativa para maldiciones de esa naturaleza en el grimorio
que tenía la fórmula que usamos con Albus. Por supuesto que,
como todas las pociones en ese libro, requería el uso del Elixir de la
Vida. Que suerte que haya agarrado este vial cuando Albus se
apoderaba de la piedra falsa.

Narcissa se quedó mirando la poción con desconfianza entumecida.


Después de una década sin esperanzas, era casi demasiado el
creer en ello. Aun cuando esto no funcionara, ella estaba impactada
de que Severus hubiera usado parte del Elixir de la Vida para tratar
de ayudarla. Este era un obsequio increíble. Ella dejó escapar un
sollozo y lanzó sus brazos alrededor de Severus.

-Gracias… gracias -sollozó Narcissa-. No tienes idea…

-Tan sólo recuerda que no estoy seguro de que esto vaya a


funcionar -recalcó Severus. Esa era la razón de que no quisiera
incluir en esto a Lucius. Otra decepción terrible no le haría ningún
bien a su amigo-. Toma la poción y dale dos días, después ve a San
Mungo para que te revisen.

Narcissa se recompuso, y corrió a su dormitorio donde se sentó en


su cama con la cabeza dándole vueltas. Miró una fotografía reciente
de Lucius y de ella que estaba en la muralla, esperando poderle dar
buenas noticias a Lucius. Su imagen y le sonrió y asintió como
dándole ánimos. Ella bebió el contenido del frasco, y se preguntó se
podría soportar el pasar dos días antes de saber el resultado.

~LMP~
Dos días después Severus escapaba de unos Malfoys llorosos,
incoherentes de alegría ante las noticias de que Narcissa estaba
completamente curada. Severus estaba bastante seguro de que
Draco tendría un nuevo hermanito en menos de un año.

Severus después vio a Harry caminando por los terrenos, con Rusty
siguiéndolo, masticando pasto aquí y allí, y cruzó el camino para
interceptarlos. Rusty lo miró con curiosidad y continuó paseando sin
prisas cerca de Harry, quien se alegró al ver a Severus.

-Acaba de perderse de ver a Flamel. Pensé que se le volaría un


fusible cuando se dio cuenta que tío Vernon tenía la Piedra Filosofal.
Le dejé saber que casi había provocado el regreso de Voldemort
con su falta de cuidados, y que tenía mucha suerte de que se la
regresara, considerándolo todo.

Severus se rio entre dientes. Flamel no debía estar complacido de


haber recibido una reprimenda de un niño de once años, pero por
actuar como un bobo, se lo merecía.

-¿Cómo te encuentras, Harry? -le preguntó Severus, mirando con


atención al jovencito.

-No estoy seguro -dijo Harry con una mirada algo confundida-. He
tenido por muchísimo tiempo una espada sobre mi cabeza
esperando caer. Voldemort y Dumbledore han estado acechando a
la vuelta de la esquina por años. Y ahora todos eso ha
desaparecido, y es un poco… ¿raro? -Harry se encogió de hombros,
sin estar seguro de como explicar su sentimiento de estar un poco
perdido sin tener detrás suyo Señores Oscuros ni Directores
homicidas sedientos de su sangre.

Severus se sentó en una cerca cercana y Harry se acomodó a su


lado, acariciando el cuello del curioso Rusty-. Eso llevará algo de
tiempo. Ellos dos han ensombrecido tu vida por tanto tiempo como
recuerdas. Así que tómalo un día a la vez, te aseguro que la vida te
pondrá otros desafíos en el camino antes de que pase mucho
tiempo.
-Gracias. Creo -Harry resopló, con una sonrisa irónica, y después de
forma abrupta dejó de sonreír-. ¿Y qué hay con… ya sabe… mi
cicatriz? -Harry inquirió casi susurrando.

Severus examinó al muchacho, ellos habían hablado antes de esto,


pero era claro que necesitaba que le reiteraran que todo estaría
bien.

-Cuando ellos sacaron a Dumblemort de Hogwarts, me aseguré de


que estuvieras allí -le recordó Severus a Harry-. Cuando lo miraste a
los ojos, ¿qué fue lo que sentiste?

-Nada, no sentí nada -contestó Harry con alivio-. Siempre sentí


mucho dolor antes cuando encontraba la mirada de Quirrell, cuando
estaba poseído por Voldemort. ¿Esta seguro de que eso significa
que ahora estoy a salvo?

-Voldemort ya no posee ninguna magia, así que no hay manera de


que él pueda acceder a cualquier conexión que haya tenido contigo.
El Horcrux puede que siga allí, pero es inútil para él. Cuando
mueras en un siglo o dos, su último vínculo con el mundo
desaparecerá. Es probable que a Dumbledore le quede solamente
una década, pues ya estaba muy viejo, pero la poción tenía algo de
Elixir de la Vida en ella, así eso le ha comprado un poco de tiempo.
Voldemort tiene más esperanzas cuando el Director muera, pero o
bien muere o se quedará atorado como un espíritu errante bastante
débil hasta el día que tu también mueras -Severus escondió su
sonrisa ante la idea. Harry a veces encontraba la falta de empatía
de Severus hacia sus enemigos algo perturbadora.

-¿Y esta seguro de que el Horcrux no puede hacer que yo haga


nada? -preguntó Harry por centésima vez.

Severus se mordió su impaciencia. Harry solamente tenía once


años, y los primeros años siempre parecían necesitar que les
repitieran las cosas sin cesar antes de que creyeran en algo.
-Totalmente seguro -contestó con paciencia-. Si te descubres
haciendo planes para apoderarte del mundo mágico, sólo déjamelo
saber para poderte asignar las detenciones suficientes que ahoguen
esa urgencia.

Harry se rio con algo de alivio. Severus parecía bastante seguro


acerca de todo esto, y de todos los adultos en su vida, Severus
Snape siempre era quien le había dicho la verdad aunque esta fuera
espantosa.

-Y yo prometo no hacerlo mi esbirro si decido apoderarme de


cualquier parte del mundo -dijo Harry con viveza-. Lamento seguir
haciéndole las mismas preguntas.

-Si eliges convertirte en un Líder Malvado vas a necesitar recordar


que ellos nunca se disculpan -Severus sonrió ante la mirada de
alivio de Harry. Esperaba que el niño creyera ahora en que estaba
libre de Voldemort.

Harry saltó de la cerca, y condujo a Rusty de regreso a su


caballeriza, conversando feliz con el caballo perplejo. Severus
quedó allí mirando irse al niño con una sonrisa en la cara. Harry
pronto se reunió con Draco y Dudley, y ellos comenzaron a planear
que hacer para las vacaciones de verano.

Severus examinó su brazo izquierdo ahora libre de tatuajes y sonrió


más ampliamente. Iba a necesitar repensar también en su futuro,
ahora que se encontraba libre también de 'Líderes Malvados' tanto
luminosos como oscuros.

N/T: ¡Y ya sólo queda el epílogo! Muchas gracias a todos quienes


me han acompañado con este fic :D

Harry Potter, personajes y su mundo © de J.K. Rowling y varias


otras compañías. Fanfiction sin fines de lucro, ni pretensiones
de infringir derechos de reproducción, realizado sólo con fines
de entretención. La trama, y personajes que no reconozcas
pertenecen al autor de este fic.
Epilogo
.

" LOS MUCHACHOS DE PETUNIA"

Autora: Severusphoenix

CAPÍTULO 20

" Harry Potter y el Epílogo Obligatorio"

Severus observó como una Narcissa satisfecha y encantada miraba


a un muy orgulloso Lucius mientras acunaba a su nueva hijita en
sus brazos.

Draco bailoteaba alrededor de su padre-. Déjenme sostenerla,


¿puedo hacerlo?

Lucius pareció no haberlo escuchado mientras el sanador


pronunciaba a Narcissa bien recuperada y a la bebé saludable.

Dudley y Harry cuchicheaban entre ellos en la puerta. Severus


escuchó que discutían acerca de la recién nacida. Era mejor que no
les pusieran atención, porque ellos estaban tratando de entender
por qué esa bebé calva de cara enrojecida era descrita como
hermosa.

Severus por su parte también la miró algo dudoso. Rita y él se


habían convertido en una buena pareja para armar problemas, y
disfrutaba de la 'pasión' de Rita por tener una buena primicia. Ahora
ella tenía un libro superventas presto para imprimir, una biografía de
Dumbledore con sólo algo de especulación, y ella se aseguró de
que los lectores supieran cuando esto ocurría. Harry Potter, por
supuesto, era mencionado de manera especial al final con la
aventura de Voldemort y la Piedra Filosofal.

Rita Skeeter había descubierto una nueva vaca sagrada que rostizar
con Flamel y su idiotez al prestarle la Piedra Filosofal a Dumbledore.
Los editores quedaron espantados con algunas de las cosas que
Rita revelaba. Además, aunque muchas de esas cosas ya habían
sido mencionadas en las noticias, ver el patrón de engaños como se
mostraba en el libro hacia difícil que hasta los simpatizantes más
leales de Dumbledore pudieran ignorar el hecho de que Albus
Dumbledore seguía una agenda muy personal.

Severus había pensado que 'el libro' sería el único 'bebé' en que
Rita estaría interesada. Pero ahora al verla recibir cuidadosamente
el bebé de brazos de Lucius, mientras Draco continuaba reclamando
que era su turno, Severus no se encontraba tan seguro de ello. Ella
le sonrió a la bebé, quien había sido nombrada Diana Petunia
Malfoy.

Severus se encogió mentalmente de hombros. Ellos habían hablado


de formalizar su relación, y Severus admitía que se llevaban
bastante bien, y sentían un afecto en aumento uno hacia el otro. Él
enarcó una ceja hacia ella, y ella respondió con una sonrisita
torcida. Sí, Rita al parecer se sentía inclinada hacia la maternidad.
Imaginen la clase de niño que tendrían ellos, pensó Severus, y
suspiró de forma honda y sufrida.

Sirius Black vio con horror como Rita una maliciosa sonrisa le
pasaba la bebé. Estaba fascinado de que le hubieran pedido que
fuera el padrino de la pequeña Diana, y se dio cuenta que ellos
querían de verdad que sostuviera a la niña. Él había evitado hacerlo
con Harry hasta que su ahijado fuera capaz de caminar, aterrado de
poder lastimarlo. Ahora, tenía en sus manos a esta diminuta infante.
Finalmente, recordó como mecerla y decirle niñerías, aunque ella
era mucho más pequeña que cuando Harry tenía esa edad.
-¿Cuándo puedo sostenerla yo? -preguntó Draco quejumbroso.

Lucius le dio una palmadita en la cabeza de manera ausente-. Sssh,


vas a hacerla llorar. A ti nunca te gustaron los ruidos fuertes cuando
eras de ese tamaño.

Sirius le entregó la bebé a Vernon, quien la sostuvo de forma


experta, mientras le canturreaba, ganándose una sonrisa de la
infante.

-Gracias por darle el nombre de Petunia -dijo Vernon sonriéndole a


Narcissa. Petunia siempre había querido tener una hija, y ahora se
sentiría complacida de tener una tocaya.

-Nosotros le debemos mucho a tu difunta esposa -Narcissa sonrió


con suavidad. Petunia se había convertido en un nombre muy
popular recientemente. Desde que Harry regresara al mundo mágico
y la historia de Petunia se hizo conocida, un montón de bebés
pasaron a llamarse Petunia.

Vernon con cuidado le pasó el pequeño bulto a un consternado


Severus, quien trató de verse complacido por ello, y después de
unos cuantos momentos se la devolvió a su radiante progenitor.

-¡¿Papá?! -Draco jaló desesperadamente de las túnicas de Lucius


cuando este recibió a Diana de brazos de Severus.

Lucius lo miró hacia abajo-. Ah, Draco, ¿te gustaría sostener a tu


hermana antes de que la pongamos en la cuna?

-Sí -contestó Draco dejando escapar un suspiro con fuerza. Él


recibió a la niña con una sonrisa posesiva. ¡Por fin tenía una
hermana! Esperaba que a ella le gustara el Quidditch… y también
esos juegos de balón pie.

~LMP~LMP~LMP~LMP~LMP~
Harry llevó a Rusty al trote adelante de una fila de caballos de la
Camargue en la que iban los demás. Puede que Rusty llevara
retirado más de una década y media, con una edad en que ya le
permitirían votar, pero aún detestaba tener a otros caballos adelante
suyo.

Rita y Harry habían obtenido buenas ganancias colaborando en un


libro para niños acerca de Rusty, contando su trayectoria en las
carreras. De como había comenzado como un caballo flacucho de
un año, hasta convertirse en un corredor de fama, Petunia también
era mencionada, así como su amistad con Harry. Su terrible
accidente en las carreras y el rescate de Severus al sanar su
fractura con un hechizo; lo cual le había ganado al mago mayor
admiración y respeto por parte de sus estudiantes de la que
consiguiera su fama como Maestro de Pociones.

El libro fue hecho como una manera interesante de presentar a los


niños mágicos con algunos aspectos del mundo muggle, y en eso
fue un éxito.

Harry palmeó el hombro de Rusty, conectándose con él lo suficiente


para prometer manzanas y zanahorias al alcanzar el claro en la
cima del ascenso de una colina. Harry sonrió cuando llegaron a su
destino. Tenía una vista impresionante, dejando ver debajo de ellos
la Mansión Malfoy. Era un lugar en que Lucius podría admirar todos
sus dominios.

Harry, Dudley y Draco desensillaron sus caballos, y los amarraron


mágicamente de forma de permitirles pastar, pero sin irse
demasiado lejos. Harry le dio a Rusty sus golosinas prometidas, así
que el resto lo hizo con sus monturas. Todos tenían gustos
diferentes, al caballo de Draco les gustaban las naranjas, y al de
Dudley las pastas de higo, y a más de alguno le gustaban las
mentas.

Diana, quien pronto iba a graduarse de Hogwarts, se encontraba


ayudando a emplazar el picnic. Los gemelos Malfoy: Romulus
Lucien y Remus James, estaban colocando las sillas que hicieron
aparecer los elfos domésticos; mientras que Lucius conjuraba
encantamientos repelentes de insectos. Y la más pequeña de los
Malfoy: Laurel, corría por ahí, con la hija de Severus y Rita, Margery,
y el hijo de Sirius: Gareth. La cantidad de niños mágicos
definitivamente había aumentado la última década.

Severus observó a Harry, como siempre lo hacia, presto a


tranquilizarlo si llegaba a presentar señales de estarse preocupando
por su cicatriz. No había tenido que hacerlo los últimos años, y
Severus esperaba que él se olvidara simplemente del Horcrux.
Harry se encontraba en la carrera diplomática, por ahora, pero
Severus esperaba que cuando se cansara por fin de viajar se
dedicara de forma seria al estudio de las criaturas mágicas, ya que
era capaz de comunicarse con ellas en cierta manera, tal como
podía hacerlo con los caballos.

Vernon no estaba hoy presente, se había quedado en casa con la


esposa de Dudley y su hijito. A Judith no le gustaba montar, y
Gregori tenía solamente tres años. Judith era una bruja, aunque su
padre era nacido de muggles, y se sentía cómoda en ambos
mundos.

La nueva esposa de Vernon era también una bruja, viuda a causa


de Voldemort durante la primera guerra, aunque claro técnicamente
no podría decirse que hubo una segunda guerra. Su extensa familia
y sus hijos habían conocido a Vernon y les agradó lo que vieron;
además de reconocer el beneficio de estar relacionados
marginalmente con Harry Potter. Ellos estaban emparentados
solamente de forma lejana con los Malfoy, pero eso fue suficiente
para satisfacer a Lucius y Narcissa de que ellos así podrían
mantener cerca a la familia Dursley.

Vernon todavía trabajaba como contador en los establos de carreras


de Lucius, ya que no se sentía lo bastante bien como para
encargarse de un gran negocio, pero ahora Dudley se le había unido
y ellos veían la mayor parte de los establos, aunque Dudley tenía
más que ver con el entrenamiento. Esto los mantenía ocupados, y
con buenos sueldos.
Eso era suficiente para mantener a Dudley y Vernon viviendo en la
casa aledaña a la Mansión Malfoy, y Lucius podía estar tranquilo de
que nadie en el mundo mágico olvidaría que los Malfoys habían
salvado a Harry Potter y su familia de vivir en las calles.

El picnic finalizó, para alivio de Severus. Él disfrutaba estar al aire


libre, pero solamente si se trataba de un jardín tranquilo o un parque
bien tenido. Eso de 'irse de excursión' a un bosque, aun cuando
fuera en un claro con conjuros anti-pestes, solamente lo disfrutaba
por darle un gusto a su hija Margery. Aun así, el irse implicaba tener
que descender de regreso por la colina en uno de esos equinos
molestos. Él creía firmemente que una persona debía estar
embotada en ambos extremos para disfrutar una cabalgata.

Harry de nuevo iba adelante, en deferencia a la necesidad de Rusty


de siempre ir adelante de cualquier otro caballo, aun cuando no
estuvieran en una carrera.

Pronto se encontraron con los establos a la vista, para alivio de


Severus, cuando de pronto Harry se puso rígido en su silla de
montar, y se aferró la cabeza con un gemido. Rusty dio unos pasos
hacia el lado, tratando de mantener a Harry sobre su lomo, pero
Harry se dobló rodando sobre el hombro de Rusty desplomándose
hasta el suelo .

Severus y Lucius llegaron primero hasta allí, pero pronto hubo un


montón de gente alrededor de Harry. Severus colocó la cabeza de
Harry en su regazo, y la multitud jadeó al ver que un líquido negro
fluía en un hilo de la cicatriz de Harry. Lucius sacó un pañuelo y
empapándolo con un Aguamenti, limpió la materia viscosa del rostro
de Harry, y Draco colocó dicho pañuelo dentro de un bolsa con
supresores de magia para inspeccionarlo más tarde.

Severus y Lucius conjuraron una camilla para llevar a Harry hasta la


Mansión, ubicándolo en el dormitorio que usaba cuando se
encontraba en el país. La familia Dursley ocupaba la casita de la
viuda, y Harry siempre estaba ausente, así el cambio fue del agrado
de todos. Sin contar con que esto hizo feliz a los Malfoy, ya que por
fin contaban con Harry debajo de su mismo techo.

Severus y Lucius se miraron con temor, hasta que Dudley por fin dijo
lo que todos estaban pensando-: Alguien debería ir a ver como se
encuentra ese sujeto Dumblemort.

Severus asintió infeliz-. Yo lo haré.

~LMP~LMP~LMP~LMP~LMP~

La caminata por los pasillos de San Mungo esta vez le pareció


especialmente larga. Severus había acudido allí con frecuencia, al
principio fue cuando Albus y compañía fueron admitidos allí.
Suponía que esta era una penitencia auto-impuesta, por haber
planeado todo el asunto. En alguna parte de su mente sentía que no
había tenido derecho de juzgar a ninguno de los dos magos.

Oh, él habría tomado la misma decisión sin importar qué, y en su


mayoría su conciencia no lo molestaba. Pero una pequeña parte de
esta le murmuraba que debía seguir chequeando a sus viejos
maestros, a sus dos viejos amos.

La lucha por la predominancia entre Dumbledore y Voldemort había


durado unos pocos días, pero pronto quedó a cargo Voldemort,
aunque no fue capaz de formular una oración coherente en varios
meses. Para ese entonces solamente el sanador a cargo de la
unidad mental tenía alguna clase de interés en su residente menos
favorito, y ya no había nada que pudiera hacerse para revertir el
daño, y, bueno, Dumblemort no contaba con muchas visitas.

Unos pocos de los más fieles a Albus habían tratado de visitarlo,


pero cuando se dieron cuenta que el mago a cargo era Voldemort
dejaron de venir.

Una vez que Voldemort comenzó a hablar con sentido, Severus hizo
un trato. Voldemort no arrojaría ninguna duda sobre la credibilidad
de Severus como un miembro destacado de la sociedad mágica, y
Severus lo mantendría lo más cómodo que pudiera en su suite
acolchada en la 'Posada Camisa de Fuerza'.

Voldemort refunfuñó, pero no tenía magia, no le quedaban


seguidores, y nadie en la unidad de daños mágicos permanentes iba
a escucharlo si llegaba a decir que Snape había engañado como
bobos a Dumbledore y Voldemort. Peor aun, a nadie le importaría un
bledo. Ni siquiera el sacar a relucir los errores pasados de Snape
serviría de algo. Era poco probable que los Aurores lo escucharan,
porque el mundo mágico ya había seguido adelante.

Voldemort calladamente hizo listas de lo que deseaba; libros y


periódicos en su mayoría. Ranas de chocolate y calderos de dulce
también se mencionaron. A Severus se le entregaba una lista en la
mayoría de sus visitas, y él cumplió con la mayoría.

Amelia Bones una vez lo acorraló preguntándole por qué seguía


haciendo esto después de una década de que Dumblemort fuera
admitido como paciente 'algo peligroso' a largo plazo.

Severus intentó contestarle con un poco de verdad-. Albus hubiera


sido un gran líder, y eso intentó ser por años. Voldemort fue uno de
los grandes errores de Albus; ya que también pudo haber sido
alguien grande. Yo los visito para recordar en lo que no quiero
convertirme. Si esto les sucedió a ellos, también podría haberme
pasado a mi.

Amelia asintió, mirándolo. Ella estaba consciente de que Severus no


estaba muy debajo de Albus en cuanto a poder mágico (al menos
antes de que Albus lo perdiera todo). Si ir a visitar a Dumblemort lo
mantenía honesto, eso estaba bien para ella.

Severus por fin llegó al final del pasillo, y allí se encontró con el
sorprendido Director de la unidad de daño por encantamientos-.
Director Snape, estábamos a punto de contactarlo. Me temo que
Albus Dumbledore ha fallecido.
Severus trató de parecer sorprendido-. Ah, me pareció que no se
veía muy bien la semana pasada cuando vine a visitarlo, pero no me
esperaba que fuera fatal.

Lo condujeron hasta la morgue, y el miró los restos casi con alivio.


Siempre y cuando Harry despertara sin mayores consecuencias
esto era algo bueno. Le dedicó un breve pensamiento a Voldemort.
¿Su espíritu finalmente habría pasado al más allá? Así lo esperaba,
aunque sólo fuera para que todos tuvieran una conclusión. Tom
Riddle era el último fantasma que cualquiera quisiera ver rondando
por ahí.

Hacia mucho tiempo que Severus había hecho arreglos para que
Albus fuera enterrado con su madre y su hermana. El hermano de
Albus se había lavado las manos con Gran Bretaña y se había ido a
Nueva Zelanda, así que no quedaba nadie que objetara.

Severus fue por el Flú de regreso a la Mansión Malfoy, y quedó


aliviado al descubrir allí a Harry despierto, mirándose en un espejo.
La cicatriz se había convertido en una línea delgada casi invisible.
Severus expulsó a todos de allí, después de contarles del destino
final de Dumblemort.

-Tan sólo desapareció, Severus -dijo Harry, feliz.

-Así es, el horcrux se deshizo completamente cuando Voldemort y


Albus murieron -Severus se sentó junto a él en la cama, y miró a su
antiguo estudiante con severidad-. Espero no escuchar más
excusas por tu parte acerca del porqué no puedes pedirle a Susan
Bones que se case contigo. Hazlo pronto, o algún otro mago más
listo va a arrebatártela. Tu tía Petunia vendría de vuelta a cantarte
las cuarenta si eso llegara a suceder.

Harry asintió-. Pues sí, hasta Draco se ha comprometido con


Hermione. Será mejor que me ponga en eso. Pienso que a tía
Petunia le hubiera agradado Susan.
Severus asintió, y empujó a Harry hacia el Flú-. No hay tiempo como
el presente. Sé que tienes el anillo desde hace más de un año.

-¿Otro Auror en la familia? -preguntó Lucius con pretendido mal


humor, mientras observaba a Harry dirigirse al Departamento de
Aurores-. ¿Que acaso no basta con Draco luciendo ese espantoso
uniforme?

~Fin ~

Muchas, muchas gracias en especial a todos quienes dejaron


comentarios, ánimos y correcciones.

N/T: Y cof dénse una vuelta por En la Estación de Calle Baker me


Senté y Lloré de Deco, que está muy buena. (Long-fic, aun sin
terminar).

Harry Potter, personajes y su mundo © de J.K. Rowling y varias


otras compañías. Fanfiction sin fines de lucro, ni pretensiones
de infringir derechos de reproducción, realizado sólo con fines
de entretención. La trama, y personajes que no reconozcas
pertenecen al autor de este fic.

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