VIDEO Anaximandro - El Apeiron

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Anaximandro: el ápeiron - Dra.

Ana Minecan – YouTube -


https://www.youtube.com/watch?v=RD04mv7nCgY
Los Presocráticos I - El nacimiento de la filosofía y los albores de la física
“Materia e indeterminación: el ápeiron de Anaximandro de Mileto”
Bien hasta ahora nuestro trabajo ha sido relativamente fácil con nuestro estudio de la
sencillísima teoría del agua de Tales de Mileto, sin embargo, a partir de ahora preparaos
porque la cosa se va a ir complicando cada vez más a medida que avancemos y sobre todo a
medida que iniciemos el estudio comparativo entre las ideas de los diversos filósofos que se
van sucediendo en la tradición.
El segundo filósofo de la historia del que tenemos noticia fue Anaximandro de Mileto, que
como su propio sobrenombre nos indica, procedía de la misma ciudad que Tales. Esta esta
ciudad Mileto, situada en la frontera, en el filo del peligro, donde todo era confuso, diverso,
donde nada estaba del todo claro, es el lugar en el que Anaximandro también empezó a
desarrollar su teoría. Los poquísimos datos que tenemos acerca de la biografía de la vida de
Anaximandro nos informan de que vivió aproximadamente, ya sabemos son fechas muy
aproximadas, más o menos entre el año 610 y el año 545 antes de nuestra era, y lo que sí
sabemos a ciencia cierta es que Anaximandro conoció, se relacionó y fue directamente
discípulo de Tales de Mileto. Al igual que pasaba con su maestro, además lamentablemente,
no conservamos ni una sola obra completa de Anaximandro, tan sólo unas poquitas líneas que
leeremos en seguida en la sesión dedicada a los fragmentos. Sin embargo, la tradición, los
comentaristas, los doxografos posteriores, como sabemos, los doxografos griegos y romanos
también parte de ellos medievales, le han atribuido Anaximandro cuatro libros que nos
permiten constatar que nuestro segundo filósofo compartió el interés por los mismos
problemas que su maestro Tales, pero, y aquí está lo importante no compartió la misma
solución.
El primero de ellos fue “Sobre la naturaleza” los famosos libros (Peri physeos) de hecho,
como veremos a lo largo del curso, la mayor parte de filósofos de esta época titulará a sus
libros Peri physeosn acerca del mundo natural acerca de lo Physeon como hemos visto de lo
que nace, de lo que se mueve, de lo que se transforma.
El segundo libro de Anaximandro que atribuye a la tradición es “Descripción de la tierra”
aquí aparece el mismo interés que habíamos visto en Tales de Mileto acerca de la forma de la
tierra del lugar físico en el que nosotros habitamos y hay una descripción en su estructura
que estudiaremos un poquito más adelante.
El tercer gran libro que se atribuyen a Anaximandro es este libro “Sobre las estrellas fijas”
es un libro extremadamente interesante. ¿Que son las estrellas fijas? para los griegos, como
vamos a ver en detalle, también había dos tipos de cuerpos luminosos sobre el firmamento
nocturno. Uno de ellos eran los llamados planetas. Los planetas o planete significa,
literalmente en griego clásico, los errantes los vagabundos. Siete cuerpos que se movían de
forma anómala tenían velocidades diferentes: aceleraban, deceleraban se movían en ángulos
y formando trayectorias muy extrañas, completamente distintas unas de otras y sin aparente
relación. Estos planete, estos astros errantes, efectivamente darían lugar a la gran revolución
del renacimiento y para sus trayectorias los griegos no tenían una explicación muy muy clara.

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Frente a los planetes había sin embargo, otro conjunto gigantesco de estrellas que son estas
estrellas fijas, que si nosotros nos fijamos durante la noche, se mueven todas juntas sin
cambiar las relaciones y las distancias que hay entre ellas, como si estuvieran realmente
clavadas en la bóveda. Se van desplazando todas juntas y por ello las llamaban estrellas fijas.
Fijaros por tanto Anaximandro tiene un libro, un texto dedicado a intentar estudiar qué son
estas estrellas fijas, de qué están hechas, por qué se mueven cómo se mueve.
Finalmente, el cuarto libro de Anaximandro se titula “La esfera celeste”. Una vez más
Anaximandro está interesado por la estructura de la bóveda de las estrellas. Este es uno de
los principales intereses de la física y aquí vemos que están los dos grandes elementos, las
dos grandes partes del mundo que van a constituir la filosofía de la naturaleza griega, que es
el mundo terrenal el mundo sublunar, el mundo en el que nosotros vivimos y el mundo supra
celeste, el de los astros y qué Anaximandro empieza ya a analizar y en una forma mucho más
clara que Tales de Mileto.
Según nos redactan los fragmentos más antiguos parece que a Anaximandro no le gusto de
su maestro Tales. La teoría del agua propuesta por Tales fue precisamente la elección del
elemento concreto agua como sustrato subyacente de la realidad como base material como
base física, de toda la naturaleza que nos rodea.

Bien, como recordamos en este pequeño lapso, la filosofía se había planteado


fundamentalmente dos preguntas. Veremos como a medida que pase el tiempo se
multiplicará este número de preguntas, pero hasta ahora sólo nos hemos formulado dos
preguntas propiamente filosóficas que podríamos decir que pertenecen realmente a la
filosofía.
La primera pregunta que nos habíamos planteado con Tales es: ¿de dónde y cuándo surgió
todo lo que existe? , todo lo que compone la naturaleza y el cosmos que nos rodea. A la
pregunta de dónde y cuándo sabemos que los griegos presocráticos respondieron casi
unánimemente con la idea de la eternidad.
La segunda gran pregunta que se había hecho Tales de Mileto es: ¿De qué está hecha la
realidad? De qué está hecho todo lo que existe. Una vez que hemos determinado las
características temporales del mundo físico la segunda pregunta se centra en sus
características materiales. De qué está hecho, cuál es la materia que compone todo lo que
nosotros vemos. A esta segunda pregunta, cómo hemos visto, Tales respondió con el agua
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que, según él, sometida a condiciones que no sabemos cuáles son, a un proceso que no
especifica, puede que lo hiciera pero para nosotros no nos ha llegado exactamente el proceso
por el cual Tales explicaría en su física la transformación. Sin embargo, él nos explicaría que
por un proceso desconocido el agua era capaz de transformarse en los elementos básicos del
cosmos: aire, tierra, fuego y éter y con ellos a través de su transformación sucesiva en las
diferentes tipos de materias que a nosotros nos rodean en el mundo: carne, hierro, plomo,
fuego. Todas estas sustancias, en realidad miradas de cerca, era agua transformada de un
modo que como os digo el no explica. No sabemos exactamente cuál es ese proceso. Bien
pues precisamente la respuesta dada por Tales de Mileto a la segunda pregunta, al sustrato
material de la naturaleza, es la que no le gustó en absoluto a Anaximandro, quien en lugar del
agua propuso para explicar la naturaleza física del cosmos una sustancia llamada ápeiron.
Os he hablado del carácter materialista de las teorías de los presocráticos, os he dicho que
todos ellos usan fuerzas naturales, causas naturales para explicar el mundo físico, y sin
embargo a la primera de cambio del segundo filósofo ,ya os estoy hablando de algo extraño,
no una especie de sustancia llamada ápeiron que nadie ha visto por ningún lado y que no
parece físico, normal y corriente como lo era el agua de Tales. Esto ya nos debería hacer
sospechar que el segundo filósofo ya va a empezar a romper las reglas de juego, a criticar a
su maestro, así que para entender bien la propuesta de Anaximandro vamos a ir paso a paso
porque este misterioso ápeiron, del que seguramente la mayoría no hayáis oído hablar
jamás, es sin embargo uno de los conceptos más importantes no solamente de la historia de
la filosofía sino de la historia de la física.

El ápeiron de Anaximandro sobrevivirá en las teorías físicas occidentales prácticamente


hasta el siglo XIX cambiando solamente de nombre, pero básicamente manteniendo sus
propiedades. Pero para entender adecuadamente qué es esto de ápeiron de pronto os estoy
hablando de una sustancia completamente desconocida y encima de las más importantes.
Vamos a analizarlo en detalle, y como siempre, vamos a iniciar nuestro estudio intentando
comprender qué es lo que significa etimológicamente este término tan raro para nuestros
oídos. En griego clásico la palabra ápeiron significa literalmente indefinido, ilimitado o
indeterminado. Está formado por dos partículas, por dos partes que nos ayudan a
comprender la palabra. Fijaros, verás el término peras en griego significaba literalmente el
límite, la frontera, el punto que demarca la separación entre dos cosas, aquello que determina
una cosa y la distingue de la otra, una valla, por ejemplo, un muro, sería un límite, algo que
determina la forma por ejemplo de un polígono, algo que determina lo que está dentro de lo
que está afuera lo que separa un límite de acuerdo y fijaros “á” es la partícula negativa
griega a peras: ápeiron es lo que no tiene esos límites.

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Pero claro que tiene que ver este concepto con la física. Fijaos, para entender correctamente
la propuesta del ápeiron de Anaximandro tenemos que meternos momentáneamente en la
mente de los presocráticos, tenemos que intentar comprender como concebían la naturaleza
y su composición material. Así en nuestros filósofos, desde Tales hasta el final del periodo
presocrático, defendieron la idea de que el mundo físico estaba compuesto de sustancias,
pero ¿qué es una sustancia? ¿qué es una sustancia en esta etapa inicial del pensamiento
griego? ya que el término evolucionará a lo largo del tiempo. Ahora nos vamos a limitar
simplemente a su concepción en el período arcaico que estamos estudiando. Bien pues para
los presocráticos una sustancia es simplemente propiedades físicas diferentes que cada uno
de los tipos de materia con podemos percibir a nuestro alrededor a través de los sentidos.
Sustancias por ejemplo eran para ellos lo que hoy llamamos elementos químicos como el
hierro o el plomo, pero también materias mucho más complejas y compuestas como el agua,
la madera e incluso la carne humana.

Cada uno de estos tipos de materia, cada una de estas sustancias, eran consideradas por los
presocráticos como fácilmente distinguibles entre sí, fácilmente diferenciables ¿porque?
porque cada una posee un conjunto de propiedades o cualidades únicas bien definidas, bien
determinadas, un conjunto de cualidades propias, por ejemplo todo aquello que poseía un
color dorado, dorado como el amanecer, dúctil, blando ,con un punto de fusión en torno a los
1000 grados, con una densidad determinada, extremadamente escaso y brillante, todo
aquello que tenía estas propiedades determinadas, se correspondía con la sustancia oro.

De este modo las propiedades únicas, características y propias de cada sustancia son aquello
que literalmente componen su definición, y con ello aquello que nos permite distinguir las
unas de otras, lo que nos permite identificarlas, porque ello conforma su identidad. Las
propiedades de cada sustancia eran también interpretadas en este sentido como sus límites,
es decir en la definición de cada sustancia están también incluidas las instrucciones, digamos,
de todo aquello que la sustancia puede hacer y lo que no puede hacer, de aquello en lo que
se puede transformar y aquello que no se puede transformar, de las formas en las que puede
interactuar con otras sustancias etcétera.

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En este sentido toda sustancia para los presocráticos era algo definido,
determinado y limitado.

Sin embargo, y aquí es donde Anaximandro comienza su crítica a la teoría de Tales, si


nosotros para explicar los cambios y la vastísima multiplicidad de tipos de sustancias que en
la naturaleza partimos de una sustancia definida nuestra teoría fracasa, entra en
contradicción.

¿No lo veis? vamos a verlo de forma más clara. Si nosotros, por ejemplo, tomamos el agua tal
como mantenía Tales de Mileto como arjé, como sustrato subyacente de la naturaleza a partir
del cual se producen todas las demás sustancias existentes, acabaremos cayendo en una
grave contradicción al cometer un salto lógicamente ilegítimo.

El famoso salto del ser al no ser. Para comprenderlo formalicemos la cuestión de la


siguiente manera: el agua que vamos a notar aquí como “sustancia A” tiene por tanto un
conjunto de propiedades fijas determinadas y definidas que limitan sus capacidades, pero si
ello es así, Anaximandro se pregunta: ¿cómo es posible que algo como A se convierta de
pronto en una sustancia completamente diferente que tiene un conjunto de propiedades
completamente distintas a A?, es decir, como algo que es A se transforma en algo que no es
A.
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Este signo que veis aquí es el símbolo lógico de la negación que simplemente nos dice que A
se ha transformado en algo que no tiene ninguna de sus cualidades iniciales y que podemos
simplificar diciendo como “no A”, es decir aquí Anaximandro nos está mostrando que es
lógicamente insostenible que una sustancia determinada, sea cual sea, pueda transformarse
sin más en otra sustancia determinada completamente diferente e incluso opuesta, como por
ejemplo en este caso, el fuego. Si en las propiedades iniciales del agua no hay ninguna de las
propiedades que luego encontraremos en el fuego, ¿de donde han salido estas segundas
propiedades? ¿Se han generado de la nada? pero es que de la nada nada puede salir.

La propuesta de Tales, por tanto, viola una regla fundamental del pensamiento griego, que
volveremos a estudiar con mucho detalle de la mano de Parménides, este es el famoso salto
imposible del no ser al ser y del ser al no ser. De esta forma Anaximandro nos está
mostrando que tenemos un gravísimo problema dentro de la teoría de Tales ya que a través
de ella nos resulta imposible mostrar de qué modo todo lo que vemos a nuestro alrededor ha
surgido sin más del agua. En cambio, nos dice Anaximandro, que si en vez de una sustancia
definida como el agua postulamos como sustrato subyacente de la realidad una sustancia
ápeiron, es decir, una sustancia indeterminada, indefinida, que no posea en sí misma
ninguna cualidad fija determinada o limitada, esta sustancia virtualmente podría
transformarse, sin contradicción, en toda la amplia variedad de materias que vemos a nuestro
alrededor, es decir el ápeiron al no ser nada fijo, nada determinado en sí mismo, al ser pura
potencialidad, podría transformarse sin contradicción en todas las demás sustancias definidas
del mundo.

Por tanto, si lo que nosotros queremos es explicar no solamente lo que tiene semejanza con el
agua, sino toda la complejidad natural incluso, las cosas opuestas al agua, lo que necesitamos
es postular algo completamente diferente. Esta sustancia primordial originaria sin
propiedades definidas, que en sí misma no sea nada concreto, que no tenga ninguna
propiedad fija y definida, sino que virtualmente pueda transformarse en todas las sustancias
definidas en toda la inmensa variedad de cosas que nosotros vemos a nuestro alrededor.
Fijaros que importantísimo y que interesantísimo giro lógico acaba de dibujar Anaximandro
partiendo además de las premisas de su maestro Tales, pero mostrando inconsistencias
internas dentro de las conclusiones a las que había llegado Tales, es decir, Tales, según
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Anaximandro había razonado bien, eligiendo un sustrato material, buscando un único
principio para la realidad, pero había deducido mal qué tipo de sustancia era la más adecuada
para explicar el cosmos. Así que fijaros si lo miráis más de cerca, lo que Anaximandro
introduce aquí es algo que todos los que habéis estudiado filosofía tenéis que reconocer, uno
de los conceptos con mayor éxito de la historia del pensamiento tanto de la filosofía como de
la física, un concepto que Platón, y posteriormente Aristóteles, rebautizarán como materia
prima.

Efectivamente el ápeiron de Anaximandro es la materia prima que informa el demiurgo (en


filosofía, el demiurgo (en griego: Δημιουργός, dēmiurgós) es la descripción de
una deidad que, en la filosofía idealista de Platón y en la mística de los neoplatónicos, era
considerado un dios creador del mundo y autor del universo; y el cual posteriormente en
la filosofía gnóstica derivó en la entidad que, sin ser necesariamente creadora, es impulsora
del universo«Demiurgo» significa, literalmente, 'maestro', 'supremo artesano', 'hacedor') de
Platón y la materia prima que constituye la base de la física aristotélica.
Nosotros, por ejemplo, vemos un árbol, una roca, una manzana, pero estas cosas, según los
filósofos clásicos, solamente son formas temporales que adopta durante un tiempo muy corto
esa materia prima universal, originaria, indeterminada, que compone todo lo que existe. De
algún modo esta indeterminación, por medio de diferentes mecanismos (veremos que cada
filósofo propone el suyo) consigue estabilizar su vibración constante un tiempo y después
desmoronarse otra vez, volver a esa indefinición esa capacidad de transformarse en todo lo
demás. Para que lo entendáis, los griegos lo que propone es algo así como un sistema de
reciclaje.
La materia es algo indeterminado que va adoptando la forma de botella de plástico, persona,
árbol o roca y posteriormente vuelve a reciclarse volviendo a un estado primordial para
transformarse en cualquier otra cosa después con el paso del tiempo. Tan eficaz, y tan
interesante es este proceso de reciclaje griego, que Aristóteles de hecho atribuye a esta
indeterminación específica de la materia prima, de lo que la Anaximandro llamaba ápeiron,
atribuye a las características del ápeiron la muerte pero a qué se refiere Aristóteles? Fijaros,
él nos dice que, dado que las cosas están hechas de materia prima informe y caótica de
ápeiron, las cosas no pueden mantenerse por mucho tiempo bajo una forma ordenada, es
decir el ápeiron es pura indeterminación, puro desorden, la materia prima es pura vibración,
puro movimiento, eso es digamos, el estado realmente propio de la naturaleza el caos, sin
embargo de vez en cuando esas cosas se ordenan. Pero ese orden, yo soy por ejemplo una
sustancia diría Aristóteles informada, una sustancia ordenada, pero sólo temporalmente
porque la materia prima que me compone vibra y ha pasado un determinado tiempo esa
vibración esa nos dicen algunos, esa tendencia de volver a los salvajes, a ese estado
magmático hace que las estructuras que me unen se rompan y finalmente yo vuelva también
a ese estado primordial y originario para que con la materia que a mí me componen, en el
futuro, se puedan componer otros seres humanos u otras clases de cosas que forman el
universo. Como dijo un celebérrimo astrónomo del siglo XX: “somos polvo de estrellas”.
Algo así sería la misma idea que manejan los griegos presocráticos con esta idea del reciclaje
y con esta idea del ápeiron introducida por Anaximandro, un fondo primordial,
indeterminado, capaz de generar todo lo que existe, y que posteriormente vuelve a
absorberlo en este proceso que yo os he llamado de reciclaje griego.

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Todas estas visiones, todas estas explicaciones, al principio pueden resultar difíciles de
comprender, pero como en este curso y en el siguiente lo vamos a repetir mil veces como en
Aristóteles, en Platón también aparecen las mismas ideas, lo que al principio os pueda
parecer muy exótico y confuso, os aseguro que os va a quedar muy muy claros de acuerdo
simplemente como siempre paciencia en la filosofía y muy pronto amainara la tormenta.
En tercer lugar, a todo lo que hemos visto hasta ahora, a la idea de que hay una materia
subyacente ápeiron: indeterminada, material y eterna, se le une por parte de Anaximandro
la defensa de la pluralidad de mundos o universos. Según Anaximandro, fijaros, a partir de
esta sustancia ápeiron indeterminada, eterna, de forma sucesiva, no simultánea, de forma
sucesiva, se van conformando con el paso del tiempo, universos completos, universos enteros
que duran, se mantienen, durante un tiempo determinado y que finalmente terminan
desmoronándose, terminan desorganizándose, volviendo otra vez a un estado indefinido a un
estado ápeiron.
Sucesivamente a partir del mismo ápeiron indeterminado se van generando infinitos
universos. Infinitos porque el tiempo. en el pensamiento griego. era infinito. De este modo el
universo muere y de su escoria de sus cenizas nace otro nuevo os suena? evidentemente en
nuestro tiempo, en nuestra época contemporánea, también una de las interpretaciones de la
física, una de las teorías interpreta que realmente el big-bang no es el final de todo, es la
teoría que nos dice que tras el estallido inicial que produce esa enorme inflación, esa
rapidísima expansión del universo, este cosmos generado a partir de ese gran estallido del
big bang' llegaría a un tamaño límite a partir del cual empezarían fuerzas antagónicas a hacer
que vuelva a plegarse sobre ese mismo punto inicial del que salió: big-bang, big crunch, es
decir como si la naturaleza se comportara a modo de una especie de goma elástica en la que
esa partícula infinitesimal estallara y volviera a encogerse, estallara y volviera a encogerse.
Más o menos una idea bastante parecida es la que nos propone aquí Anaximandro basándose
y empleando la misma materia se van generando sucesivamente diversos e infinitos
universos.

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