Ensayo Tenayuca, Pirámide Olvidada. 1.docm

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 17

TENAYUCA, LA PIRÁMIDE INVISIBLE

El pueblo de Tenayuca, también llamado Oztopolco, fue el asentamiento del


“imperio chichimeca”, su historia política, religiosa y artística está íntimamente
ligada a la de Tenochtitlán y el pueblo mexica, desde el siglo doce d.C. que fue su
fundación, hasta el siglo diecinueve y veinte. ha sido útil académicamente, ya que
gracias a su exploración y estudio se pudieron confirmar las hipótesis establecidas
sobre otros sitios como el Templo Mayor de Tenochtitlán y Tlatelolco. Sin embargo,
a pesar de su enorme importancia para la conformación de la historia de México,
pasada y actual, el sitio arqueológico que resguarda la pirámide, así como el
museo en el que exhibe sus hallazgos, sufren un gran deterioro, causa del olvido y
descuido en el que lo tienen las autoridades responsables de protegerla, como lo
es el INAH. lo cual ha tenido como consecuencia una baja afluencia de visitantes
tanto a su museo, el museo Xólotl que se encuentra a un lado de la pirámide,
como a la pirámide misma.

¿Cómo es posible que tal sitio esté tan desprotegido si México es


turísticamente famoso por sus imponentes pirámides? Cosa que podemos
comprobar con la enorme cantidad de extranjeros que visitan nuestro país con la
única intención de conocer las pirámides de Chichen Itzá, Teotihuacán o el Templo
Mayor de Tenochtitlán, entre otras, así mismo, es conocido que los mismos
nacionales visitan estos centros ceremoniales con frecuencia.1

Consideramos que la causa podría ser una posible discriminación hacia los
pobladores del Estado de México por habitar en la periferia, una zona marginal en
donde se encuentra una población material y socialmente pobre, a diferencia, por
ejemplo, de la CDMX en la que los proyectos de restauración, conservación y
divulgación de la historia prehispánica son constantes y numerosos, cuestión que
podemos ver reflejada en el inmenso, caro y duradero proyecto del Templo Mayor
de Tenochtitlán, sitio al que llegan miles de turistas extranjeros todos los años.

1
Para cifras exactas véase INEGI (2020)
“Visitantes a museos y zonas arqueológicas administrados por el INAH por sitio visitado y
residencia del turista según mes 2020” en
<https://www.inegi.org.mx/app/cuadroentidad/CDMX/2021/21/21_7> (18 de junio del 2024)

1
Consideramos que una forma de discriminación hacia los habitantes del
Estado de México, es el abandono de sitios arqueológicos de gran importancia
histórica como lo son la zona de Santa Cecilia Acatitla y la zona de Tenayuca I y II,
principalmente la zona I, que es donde se encuentra ubicado el templo mayor y el
museo Xólotl, ambos objeto de nuestro ensayo, lo cual en cierta medida,
basándonos en el concepto de hegemonía cultural de Antonio Gramsci, puede
agravar, sostener y normalizar la marginalidad en la que se encuentran los
habitantes de las periferias, en este caso específicamente el municipio de
Tlalnepantla.

TENAYUCA

El sitio arqueológico de Tenayuca está en el municipio de Tlalnepantla, Edo. Mex.


10 kilómetros al noreste de la Ciudad de México. También llamado Oztopolco, fue
el asentamiento del “imperio chichimeca” quienes después de peregrinar por
distintos lugares como: Chicomoztoc y Amaquemecan decidieron asentarse en las
faldas del cerro del Tenayo, el cual pertenece a la Sierra de Guadalupe 2. Los
chichimecas, también conocidos como los “vestidos de pieles”, al igual que gentes
de otras culturas que provenían de lugares que comenzaron a despoblarse, por
ejemplo, Tula, Cholula y Teotihuacán, iniciaron su migración saliendo de
Amaquemecan, dirigidos por Tlacamatzin. Muerto este último, uno de sus hijos de
nombre Xólotl lidera la peregrinación hacia un nuevo asentamiento. En primera
instancia se resguardan en el cerro Xólotl. Ya situados, Xólotl envía a su hijo
Nopaltzin a explorar otros lugares, y entre ellos encuentran Tenayuca que por
consejo del mismo eligen como su asiento definitivo, migran según el Anónimo
Mexicano más de un millón de individuos (Crapo & Glass-Coffin, 2005)3. En el

2
Véase José Luis Luegue Tamargo, El Universal (Junio ,2019), Sierra de Guadalupe en
https://www.eluniversal.com.mx/columna/jose-luis-luege-tamargo/metropoli/sierra-de-guadalupe/
La Sierra de Guadalupe surge desde el norte de la Cuenca del Valle de México, en lo que hoy es territorio de
los municipios de Ecatepec, Coacalco, Tultitlán y Tlalnepantla en el Estado de México y se prolonga hacia el
sur hasta lo que antes era la orilla del Lago de Texcoco, justo en el cerro El Tepeyac, hoy territorio de la
alcaldía Gustavo A. Madero, un área natural protegida por su abundante y variada flora y fauna.
3
Sin duda, el número de acompañantes de Nopaltzin hacia Tenayuca representa un número
importante de personas, lo cual podría indicar que la ciudad tenía una gran relevancia dentro del
valle de México.

2
cerro del Tenayo había numerosas cuevas que podían servir de habitación para
aquel pueblo que todavía conservaba rasgos nomádicos como la caza de siervos,
conejos, liebres y culebras; arar y sembrar aún no eran actividades conocidas o
utilizadas frecuentemente, a excepción de aquellos que se asentaban más cerca
de ríos. Además de que el cerro proporcionaba la cantera necesaria para crear
pirámides y esculturas. A esta piedra se le llamó tenayocátetl “piedra de Tenayuca”
y también fue utilizada para la construcción de algunos monumentos del Templo
Mayor en Tenochtitlán y Tlatelolco, principalmente para la construcción de pisos
(Bárcenas Zuñiga, 2015).

La terminología de Tenayohcan, según la opinión de Mariano Rojas,


profesor nahuatlato, viene de tenamitl que significa muro o fortaleza, de yohcan,
compuesto por yoh, partícula abundancial y can que significa lugar, todo el nombre
en conjunto se lee: lugar con muros, lugar fortificado o lugar amurallado. (Novelo,
2010). Tal nombre puede verse reflejado en la arquitectura de la pirámide que
adorna el centro de la ciudad ya que encontramos una gran pirámide escalonada,
amurallada por tres de sus lados por una cadena de serpientes, con dos templos
en la parte superior, uno dedicado a Huitzilopochtli y otro dedicado a Tlaloc, dioses
errantes y predilectos de las culturas que ocupaban el centro de México, como lo
es la Mexica, Tolteca y Chichimeca y que representan los ejes centrales de la
supervivencia de las culturas del centro de México: la guerra y la agricultura.

La pirámide cuenta con 7 etapas constructivas superpuestas en las que


aparecen restos de cerámica, obsidiana, figurillas, etc. La cadena de serpientes o
Coatepantli que rodea la pirámide de Tenayuca merece especial atención ya que
gracias a ella las descripciones de la que existió en Templo Mayor toman más
sentido. Así como la doble escalera que corresponde a los dos templos que
ocuparon la parte superior y que también coinciden con los dibujos de Sahagún
sobre el Templo Mayor de Tenochtitlan. A los lados norte y sur de la pirámide, dos
altares con representaciones de serpientes Xiuhcoatl o serpiente de fuego,
coronadas por una cresta de estrellas, que se suponía conducía al sol en su
camino diario (Marquina, 2010). Marquina junto con el arquitecto Luis R, Ruíz,

3
encontraron el eje de la pirámide que estaba desviado 17° hacia el norte del
poniente astronómico, “esta desviación se debió a la idea de que el sol, el día de
su paso por el cenit del lugar, se pusiera precisamente enfrente […] lo que hace de
la pirámide un verdadero monumento astronómico.” (Marquina, 1994). Esta
serpiente es el arma que posee Huitzilopochtli al nacer y con la que asesina a su
hermana Coyolxauhqui.

Posteriormente la sede política chichimeca-acolhua es trasladada de


manera de manera definitiva a Texcoco. La ciudad de Tenayuca finalmente es
conquistada bajo el dominio tepaneca y azteca, gracias a la ayuda de Acolhua,
uno de los yernos de Xólotl que tenía en sus manos el gobierno de Azcapotzalco y
que pretendía ceñirse la corona del imperio. Así quedó Tenayuca sujeto a
Azcapotzalco y con Tezozómoc, hijo de Acolhua, como gobernante. Durante la
época colonial se dice que gobierna uno de los hijos de Moctezuma II, cuyo
nombre español es Rodrigo Paz de Moctezuma, de esta forma los españoles
podían seguir manteniendo el tributo y la jurisdicción del lugar (Ceballos Novelo,
2010)4. Era común que los hijos de los reyes mexicas de Tenochtitlán fueran a
gobernar a los pueblos conquistados como dice Gerónimo de Mendieta (Mendieta,
2002).

Como podemos observar, a grandes rasgos, la historia política de Tenayuca


está íntimamente ligada a la de Tenochtitlan, es parte fundamental de la misma al
participar del vasallaje y construcción de edificios, además de que la pirámide de
Tenayuca es anterior a la de Tenochtitlán, lo cual podría indicar que fue una
inspiración para el pueblo mexica, ya que el Templo Mayor de Tenochtitlán también
tiene dos escalinatas con templos dedicados a las mismas deidades, igualmente
tenemos la presencia de un Coatepantli descrito por Sahagún. Sumado a esto,

4
La información descrita, así como parte de la historia del pueblo chichimeca, se encuentra
reflejada en documentos históricos de gran importancia como el Códice Xólotl, el Mapa Quinantzin,
el mapa Tzolkin y los textos escritos por el historiador indígena texcocano Fernando Alva
Ixtlilxóchitl, información que nosotros encontramos resumida en el texto ya citado de Ignacio
Marquina “Tenayuca, estudio arqueológico de la pirámide de este lugar, hecho por el departamento
de monumentos de la Secretaría de Educación Pública (1935-2010)”,

4
Luis González Aparicio, quien hace un Plano reconstructivo de la Región de
Tenochtitlán, menciona que:

“[…] las únicas dos poblaciones representadas en la


primera lámina del Códice Mendocino, lámina que describe la
fundación de Tenochtitlán, son Tenayuca y Culhuacán, como si
esas dos viejas ciudades tuvieran particular significación en ese
hecho histórico […] se reafirma su importancia en la fachada de la
capilla de Tenayuca construida en el siglo dieciséis, los glifos de
Culhuacán y Tenayuca labrados en piedra colocados a los lados
de la puerta, hacia el sur el de Culhuacán y al norte el de
Tenayuca[…]” (Pérez Rico, 2019).

El estilo artístico de los tiestos y esculturas encontradas en las exploraciones


hechas en Tenayuca también son similares a las de hallazgos del Templo Mayor
en Tenochtitlán. Para la cerámica estuvo a caro en 1920 Eduardo Noguera que,
aprovechando las clasificaciones ya hechas para el centro de México por Gamio,
Kroeber y Vaillant, realiza un estudio detallado de la cerámica encontrada en el
sitio. En el año 1963 Alfonso Caso, llama a Jorge R. Acosta a hacer una
investigación en las pirámides de Tenayuca a fin de fechar las diferentes
subestructuras, para eso se apoya de la cerámica encontrada durante las primeras
excavaciones, que según él se había revuelto quedando completamente
inservible. En total estudian 5,179 tiestos que se clasifican entre estilo Tolteca y
Azteca I, II, y III, y en la que se concluye que la estructura I es construida por
grupos toltecas, la estructura II, III y IV fueron edificadas por gentes que
fabricaban la cerámica llamada Azteca II o sea de los chichimecas o mexicas. La
estructura VI es Azteca III estuvo en uso con algunas modificaciones locales hasta
el momento de la conquista (Acosta, 1964).

Miguel Ángel Fernández describe la pintura de la zona que predomina en


las figuras de serpientes que rodean los lados sur, oriente y poniente. Se resalta el
uso del estuco como fondo blanco y el uso una pintura negra llamada negro de

5
humo o negro de hueso. Restos descoloridos de un azul cerúleo que pintaban el
cuerpo de las serpientes. Los colores que usaron entonces fueron el azul cerúleo,
ocre, rojo indio y blanco que decoraba las calaveras que adornan el sepulcro que
está frente a la pirámide (Fernández, 2010)

Es importante remarcar esta relación para dejar claro que Tenayuca fue una
ciudad importante tanto en recursos, por estar situada en la Sierra de Guadalupe,
como en densidad de población, así mismo, genera convenientes alianzas que
ayudan a conformar al pueblo de Texcoco, que a su vez forma parte esencial de la
Triple Alianza. Además, el pueblo de Tenayuca ayuda en la construcción de obras
públicas como lo es la construcción del albarradón que separaba la laguna de
México de la de Texcoco, también provee de materiales para las obras, milita en
las guerras de conquista o funge como asistente en los ritos funerarias que
realizaban los mexicas (Carrasco, 2006). También nos interesa describir las
características de sus elementos, para poder marcar la relación y relevancia que
tiene el sitio arqueológico de Tenayuca, para los estudios que se hacen sobre el
pueblo mexica. Noguera, en un artículo publicado en el Universal declara que los
descubrimientos más importantes han sido los de Tenayuca, ya que gracias a ello
se confirmó “cuál era la arquitectura particular del pueblo azteca” (Noguera, 1931).
¿Si es tan importante la historia de Tenayuca por qué el sitio y su museo se
encuentran tan olvidados a diferencia del Templo Mayor en la CDMX?

DESCUIDO, ABANDONO Y DETERIORO EN TENAYUCA

A principios del siglo XX se suscita un hecho importantísimo para la historia de


México: la Revolución Mexicana, que provoca un cambio de paradigma en
diversos estratos sociales, desde los económicos, laborales y hasta educativos
que corresponden a la creación de una nueva identidad nacional mexicana que
arrastra la aspiración burguesa del Porfiriato, pero que al mismo tiempo tiene una
esencia mucho más popular e indígena. Para promover esta nueva ideología
nacionalista, se hizo uso del aparato legislativo, con la creación de leyes
protectoras de monumentos arqueológicos y artísticos de poblaciones autóctonas.

6
También el papel que tuvo la educación en el proceso de transformación de la
cultura mexicana hace énfasis en el rescate y difusión del patrimonio cultural para
promover entre los mexicanos una historia común que les otorgara identidad y
sentido de pertenencia nacional. Uno de los principales promotores de esta
educación popular fue José Vasconcelos quien tenía una misión clara, para él
había que crearse un nacionalismo que integrase la herencia indígena e hispana
fundidos en un sólo concepto que sirviese como símbolo de identidad. “Para él el
problema del indio radicaba en la permanencia de un mismo estatus, debía dejar
de ser indio para convertirse en mexicano” (1982). Para cumplir su objetivo, entre
otras cosas, inicia la conformación de un movimiento artístico al cual se le conoce
como Muralismo Mexicano, en donde artistas como Diego Rivera, David Alfaro
Siqueiros, José Clemente Orozco y otros, retratan la historia de México desde su
pasado indígena, llevando la historia oficial y nacional a todos los lugares públicos
de la ciudad, como escuelas, bibliotecas, oficinas, etc, historia que llega incluso a
la población analfabeta que no sabe leer ni escribir, pero reconoce su historia a
través de los símbolos y los colores que adornan los murales. Un ejemplo es la
obra de Jean Charlot Matanza en el Templo Mayor de 1923, en donde se ven los
indígenas pisoteados. La Creación de Diego Rivera que retrata la historia y cultura
prehispánica de México mostrando a sus dioses y héroes mitológicos, La
Conquista, del mismo autor donde se muestra la cruda realidad de los tratos de los
españoles hacia los indios.

Existen infinidad de murales e innumerables artistas, mujeres y hombres,


que, a través de la pintura, lograron plasmar y transmitir la historia oficial y la
nueva ideología de una identidad cultural, estos proyectos toman tal relevancia,
que ahora los mexicanos de hecho nos percibimos como descendientes de la
cultura Mexica, por eso el gentilicio de mexicanos, lo cual incluso se ve reflejado
en nuestra bandera, que tiene retratada un águila parada sobre un nopal
devorando una serpiente, en medio del lago de Texcoco. Es decir, a pesar de que
en México existen infinidad de culturas, como lo es la maya, tolteca, zapoteca,
mixteca, etc, en México la identidad Nacional se mueve bajo un altiplanocentrismo,

7
que coloca la cultura mexica y hoy día a la Ciudad de México en el eje más
importante y casi único de toda la cultura mexicana.

En suma, la forma de promover esta identidad indígena es a través de la


exploración, restauración, conservación, estudio y divulgación de los monumentos
arqueológicos, así como diversos artículos históricos. Es por eso que durante el
siglo XX se llevan a cabo infinidad de exploraciones, trabajos de salvamento,
restauraciones, se Inauguran museos y se escriben largos trabajos de
investigación sobre los diversos sitios arqueológicos encontrados, tenemos a
Alfonso Caso que se encarga del área de Oaxaca, Manuel Gamio en Teotihuacán,
Matos Moctezuma en el Templo Mayor, etc. Todos estos trabajos, siempre
respaldados por el gobierno de México a través de instituciones como el
Departamento de Antropología, el Instituto Nacional de Bellas Artes y
posteriormente el Instituto Nacional de Antropología e historia. Se crean museos
muy importantes como el Museo Nacional de Antropología e historia en 1964.
Según Raquel Tibol, para la primera década del siglo XX existían 35 museos, y
para el 2002 ya se habían multiplicado alcanzando la cantidad de 1058 museos,
de los cuales el 60% es de Arqueología e historia, también la mayoría son
públicos, exactamente el 57%. La ciudad de México es el lugar con más museos
del país, sin embargo, es donde menos visitas se reciben a comparación de otros
museos en Nayarit, B. California, etc. (Ochoa Sandy, 2010). Dentro de todas estas
exploraciones, restauraciones y aperturas de museos se encuentra la hecha en la
pirámide de Tenayuca y la apertura del museo Xólotl.

El problema que encontramos es que, a diferencia de los proyectos que se


hicieron principalmente en la ciudad de México, los realizados en Tenayuca (y en
Tlalnepantla en general, lo cual deseo sea motivo de otro ensayo) se han hecho
de manera descuidada, muy en menor cantidad, dejando pasar grandes lapsos de
tiempo que causaron la perdida de materiales de gran importancia. Especialmente
comparamos los trabajos en Tenayuca, con los del Templo Mayor de Tenochtitlán
que de hecho son permanentes. Inicia más o menos en la misma época, desde
que Alfredo Chavero lo plasma por primera vez en el tomo I de México a través de

8
los siglos en 1913, posteriormente las exploraciones inician en marzo de 1978 a
cargo de Manuel Gamio, quien incluso propone 3 fases de investigación que
abarcan desde la excavación hasta los estudios de fuentes históricas. Según
Matos Moctezuma:

“En la excavación del Templo Mayor se reunió a


arqueólogos, antropólogos físicos, restauradores, químicos,
biólogos, geólogos, etc., pues la arqueología moderna no se
concibe sin la participación de diferentes especialidades. Los
trabajos en el Templo Mayor trajeron como consecuencia un
amplio plan de difusión que incluía, entre otras cosas, organizar
conferencias, exposiciones y catálogos tanto para México como
para diferentes países.” (Matos Moctezuma, 2010)

Incluso tienen en la CDMX un plan especial y permanente que es el:

“El Programa de Arqueología Urbana fue creado en 1991 y estudia


los siete siglos de historia acontecida en el área que ocupara el
Recinto Sagrado mexica, mediante la realización de excavaciones
de rescate o salvamento arqueológico, en varios inmuebles y
predios del Centro Histórico de la Ciudad de México. En todos
ellos se han registrado datos importantes, destacando los
obtenidos en la Catedral, el Sagrario Metropolitano, el Calmécac,
en Plaza El Seminario y la calle de Argentina, en Guatemala 16 y
en la Plaza Manuel Gamio. Este programa de investigación, que
combina los esfuerzos de especialistas de las más diversas
disciplinas, está supervisado por Raúl Barrera.” (Museo del Templo
Mayor, s.f.)

En contraste, en los más de 100 años desde que iniciaron las exploraciones en la
pirámide, se han realizado pocas intervenciones, la mayoría para detener el

9
deterioro mas no con fines académicos o arqueológicos, mucho menos
divulgativos.

Según Beatriz Zúñiga Bárcenas las causas de los deterioros son variadas y se
clasifican en:

Humanas:

 Desprendimiento de la piedra de la pirámide para construcción de obras.


 Excavación de calas-túneles para la investigación de las subestructuras
 Tránsito del visitante en pasillos y escalinatas
 Tránsito vehicular en las calles circundantes
 Vandalismo (robo)
 Falta de mantenimiento (crecimiento de plantas)
 Intermperismo y contaminación
 Construcciones en el entorno
 Intervenciones no adecuadas de restauración (aplicación de cementos y
productos químicos)

Naturales:

 Erosión eólica.
 Erosión hídrica.
 Temblores.

Factores químicos

 Oxidación.
 Lluvia ácida.

Factores biológicos

 Crecimiento de vegetación
 Insectos

10
 Aves

El sitio de Tenayuca fue reconocido como monumento arqueológico desde el año


1914 por la Dirección de Antropología, impidiéndose la siembra en sus cercanías y
principalmente, la explotación de su material que estaba siendo utilizado por los
propietarios de terrenos aledaños para sus construcciones. La primera en
denunciar tal destrucción fue la Sociedad Mexicana de geografía y Estadística
quien, en el año de 1858, envía una queja al gobierno solicitando que se vigile que
no se destruya el antiguo monumento, a lo que el gobierno responde que no
existía tal destrucción, haciendo caso omiso de la queja, lo que resulta en el
saqueo y deterioro de la parte superior de la pirámide que se encontraba
expuesta. En 1914 la Inspección de Monumentos Arqueológicos, dirigida por
Manuel Gamio, advirtió a los propietarios que estaban incumpliendo con la Ley de
Monumentos Arqueológicos, ley que había sido emitida por el presidente Porfirio
Díaz desde 1897, o sea, 17 años antes y no fue hasta 1919 que el Departamento
de Arqueología de la Secretaria de Agricultura y Fomento expropió y delimito el
área de los vestigios, lamentablemente sólo se resguardaron 5,870 metros
cuadrados que incluían únicamente el montículo de la pirámide, dejando fuera los
edificios que se encontraban alrededor del templo. El mismo año, el ingeniero
Enrique Díaz Lozano hizo una visita y registro en su informe:

“Pasamos también al pueblo de San Bartolo en el que se


encuentran edificadas algunas casas sobre restos de
construcciones antiguas, y formando parte de los materiales de los
muros de varias casas puede verse buen número de piedras
labradas, algunas de interés, entre las que pude distinguir cabezas
de serpiente, cabezas humanas de ídolos; existen también,
abandonadas en las calles del pequeño pueblito otras piezas
grandes de piedra labrada que valdría la pena recoger.” (Bárcenas
Zuñiga, 2015)

11
La exploración inicia formalmente en 1925, con la excavación a cargo del
ingeniero José Reygadas Vértiz, jefe del Departamento de Antropología de la
Secretaría de Educación Pública y la supervisión de campo queda a manos de I.
G. Herrera. Se suman a los trabajos Ignacio Marquina para el estudio
arquitectónico, así como los investigadores Roque Ceballos y Enrique Juan
Palacios para el estudio de las fuentes históricas (Zúñiga Bárcenas, 2015).
Marquina reúne toda la información y la publica en el libro que hemos citado en
este trabajo anteriormente “Tenayuca, estudio arqueológico de la pirámide de este
lugar, hecho por el departamento de monumentos de la Secretaría de Educación
Pública (1935-2010)”.

Según el expediente de la zona arqueológica inmediatamente después de


los trabajos del ingeniero Ryegadas ocurrieron deterioros sobre todo en los
túneles de las subestructuras. Las cabezas de las serpientes que conforman el
Coatepantli son las más afectadas, ya que han sufrido de desprendimiento laminar
de la cantera. Roberto Galleos realiza obras de mantenimiento en la zona en
1977, quita los pisos que estaban cubiertos de laja y los reemplaza por pasto, no
sabemos si esto era necesario o conveniente. Termina las obras del museo. En la
década de los 90 se realizan temporadas de trabajos de conservación a cargo de
la arqueóloga María Olivia Torres Cabello, durante estas intervenciones se
restauro la esquina suroeste, lamentablemente, como en otras “restauraciones” el
material utilizado fue el cemento, lo que causo un deterioro importante. Así mismo,
los restos de colores que se observaron al principio de la exploración han
desaparecido casi por completo, la solución que implemento Caso fue desprender
la plataforma que estaba siendo afectada y llevársela al Museo Nacional de
Antropología en donde, por cierto, la exposición de Tenayuca ocupa una mínima y
casi irrisoria parte de la exposición de la Sala Mexica, para la cual el propio caso
manda a José Acosta a investigar las etapas constructivas en Tenayuca. En 2010
se realiza la consolidación de los cuerpos de las serpientes del Coatepantli, bajo la
modalidad de programa de empleo temporal (PET) (Bárcenas Zuñiga, 2015).

12
En 2016, los habitantes del pueblo de San Bartolo Tenayuca, celebraron el
cumpleaños número uno del hoyo en la barda de la zona arqueológica de
Tenayuca, que fue causado por un conductor en estado de ebriedad. “Emiliano
González Rosas, presidente de la organización de “Conscientes Podemos”
aseguro que los colonos enviaron oficios al INAH y a los gobiernos estatal y
municipal para que sea reparado el boquete” (Barrera, 2016), todo esto bajo el
gobierno municipal de Eruviel Ávila. También se quejaron de que la plaza que
rodea el monumento estaba descuidada. Así mismo, en el 2023 los trabajadores
de la Sección del Estado de México del Sindicato Nacional Democrático de
trabajadores de la secretaria de Cultura, encabezados por Juan Manuel
Hernández, demandan que se atiendan lo más pronto posible las obras civiles en
los túneles de la pirámide de Tenayuca, ya que como están derrumbados, corre el
riesgo de que colapse el monumento entero. Así mismo, denuncian que Diego
Prieto no visita las instalaciones desde el 2019 y que constantemente dice que
“todo esta bien” en el Instituto Nacional, lo cual, según ellos, es falso, además,
muy preocupante es escucharlo pedir ayuda al presidente Andrés Manuel López
obrador, para que le pida a Diego Prieto que no tome represalias contra los
trabajadores que denuncian su mal desempeñado papel en el instituto. (Carrillo,
2023).

Todo lo anteriormente descrito, hace evidente el hecho de que el Estado de


México no parece ser una prioridad para el fomento de la cultura, los mayores
esfuerzos se concentran en la Ciudad de México, aún a pesar de la comprobada
importancia del sitio objeto de este estudio, el Instituto no ha mostrado interés en
realizar proyectos que desarrollen o divulguen la historia del pueblo de San Bartolo
Tenayuca. Como podemos ver, desde el principio de los trabajos en el sitio se
cometieron descuidos que costaron la pérdida de una gran cantidad de material
que pudo ser tema de estudio y respuesta a muchas interrogantes abiertas en ese
momento y ahora sobre la historia de la cultura mexica y sobre todo y más
importante, sobre la historia del pueblo de San Bartolo Tenayuca. Es necesario
aclarar, que el interés en la historia del sitio no sólo es académico, ya que los

13
mismos habitantes del pueblo anhelan conocer la historia del lugar que residen, lo
cual es su derecho. En Tenayuca los mismos vecinos han creado el grupo Cultural
Tenayuca en Movimiento desde 2018 que está conformado por antropólogos,
cronistas, danzantes y vecinos de la pirámide que buscan recuperar el patrimonio
histórico y a través de ello regenerar el tejido social de la comunidad a través de la
cultura. (De la Torre, 2020)

La recuperación histórica que se ha hecho se ha generado por parte del


Estado y no debemos olvidar que el Estado es una institución desarrollada dentro
de la sociedad capitalista que controla o que se encara de establecer la
hegemonía cultural de la que habla el italiano Antonio Gramsci. Como tal, sus
proyectos durante el siglo veinte y veintiuno han ido enfocados en el desarrollo
nacional entendiéndose este por una industrialización nacional y desarrollo de la
rentabilidad económica. Por eso José Vasconcelos que como ya mencionamos
decía que el indio debería dejar de ser indio, o Porfirio Díaz prohibiendo el paso al
Zócalo a aquel que entrara con huaraches, hasta ejemplos recientes en la política
mexicana. Con estos comentarios expresados directamente desde el Estado, se
empiezan a definir la ciudad y las periferias, no todos pertenecemos al México
metropolitano.

El crecimiento de la ciudad provocó la expansión a territorios en forma de


periferias, es decir, la circunferencia alrededor de la ciudad comenzó a poblarse,
sin embargo, no en las mismas condiciones que en el centro, de hecho, desde La
Conquista, a los indígenas se les empujó a vivir en las periferias de la ciudad en
condiciones marginales y de precariedad (Hiernaux, 2004). Aún hoy en día se
mantiene igual, al centralizarse en la ciudad de México los trabajos mejor
pagados, las bibliotecas, museos, escuelas, etc. a donde los mexiquenses
tenemos que desplazarnos todos los días y viajar en el transporte publico asta
más de dos horas, lo cual ha sembrado idea en el inconsciente colectivo de una
falsa pertenencia a la metrópoli, renegando de sus raíces periféricas, ya que el
proyecto de hegemonía cultural reside en lo industrial, lo que intrínsecamente se
encuentra liado a la metrópoli, por lo que pertenecer a la periferia no es algo

14
“deseable” , lo que sería una de las razones por las que las personas visitan,
estudian, investigan más el museo del Templo Mayor y dejan de lado monumentos
de importancia como Tenayuca, lo cual me parece un gran error ya que con tanto
material, se podrían hacer mil trabajos más.

Al utilizarse la historia y la educación como herramienta de conformación


del a hegemonía cultural su prioridad deja de ser el desarrollo científico para
convertirse en el fundamento de un proyecto político, lo que deja fuera el
descubrimiento, estudio y conservación, en este caso, de sitios arqueológicos,
documentos, historia oral, entre otras aportaciones que podrían surgir de las
periferias y sobre todo marina a los pobladores de esos territorios, ya que el
desarrollo de la cultura en estas periferias podría generar mejores condiciones de
vida para quien las habita. Lo cual es el caso de el pueblo de San Bartolo
Tenayuca que exige ser parte de esa identidad mexicana.

Bibliography
Acosta, J. R. (1964). "Tenayuca, exploraciones de 1963". Anales Del Instituto Nacional De
Antropología E Historia, VII(17), 117-126.

Bárcenas Zuñiga, B. (2015). "Proyecto de conservación y restauración del centro ceremonial de


Tenayuca". Trabajo terminal de especialización. Universidad Autonoma Metropolitana
(UAM) Division de ciencias y artes para el diseño, México , México.

Barrera, J. M. (29 de marzo de 2016). "Celebran uno año del hoyo en la barda de la zona
arqueológica de Tenayuca". El Universal.

Carrasco, P. (2006). Estructura política-territorial del imperio tenochca. La Triple Alianza de


Tenochtitlán, Texcoco y Tlacopan. México: FCE.

Carrillo, A. (2 de junio de 2023). "Denuncian trabajadores del INAH riesgo de derrumbe en las
pirámides de Tenayuca por falta de inversión del gobierno federal.". Obtenido de Péndulo
Online: <https://www.pendulonline.com/denuncian-trabajadores-del-inah-riesgo-de-
derrumbe-en-piramides-de-tenayuca-por-falta-de-inversion-del-gobierno-federal/>

Ceballos Novelo, R. (2010). “Capítulo I Antecedentes legendarios e históricos de Tenayuca.”. En I.


Marquina, Tenayuca, estudio arqueológico de la pirámide de este lugar, hecho por el
departamento de monumentos de la Secretaría de Educación Pública (1935-2010) (págs. 1-
20). México: SEP.

Crapo, R., & Glass-Coffin, B. (Edits.). (2005). Anonimo Méxicano. Utah: Utah State University Press.

15
De la Torre, A. P. (9 de febrero de 2020). "Tenayuca, el rescate de la pirámide del barrio". Obtenido
de Yahoo! Noticias: <https://es-us.noticias.yahoo.com/tenayuca-rescate-pir%C3%A1mide-
barrio-121011305.html>

Fernández, M. Á. (2010). "Capítulo V Estudio de la pintura en la pirámide de Tenayuca". En I.


Marquina, Tenayuca, estudio arqueológico de la pirámide de este lugar, hecho por el
departamento de monumentos de la Secretaría de Educación Pública (1935-2010) (págs.
107-112). México: SEP.

Gramsci, A. (2011). Cuadernos de la cárcel Tomo I . México: Sudamericana .

Hiernaux, D. L. (octubre de 2004). La periferia: voz y sentido en los estudios urbanos. Papeles de
poblacion, 10(42).

Historia de la educación pública en México. (1982). En F. Solana, C. R. Raúl, & R. Bolaños Martinez
(Edits.). México.

Hobsbawm, E. (1988). Sobre Historia. Crítica.

Marquina, I. (1994). Memorias. México, México: INAH.

Marquina, I. (2010). Tenayuca , estudio arqueológico de la pirámide de este lugar hecho por el
Departamento de Monumentos de la Secretaria de Educación Pública. (1935-2010).
México, México: INAH.

Matos Moctezuma, E. (2010). “El Proyecto Templo Mayor. A más de 30 años”. Arqueología
Mexicana(102), 32-37.

Mendieta, G. (2002). Historia eclesiástica indiana. México.: CONACULTA.

Museo del Templo Mayor. (s.f.). "Programa de Arqueología Urbana". Recuperado el 20 de junio de
2024, de Museo del Templo Mayor:
<https://www.templomayor.inah.gob.mx/historia/programa-de-arqueologia-urbana>

Noguera, E. (1 de junio de 1931). "Los tarascos y sus ruinas arqueológicas". El Universal ilustrado.

Noguera, E. (13 de agosto de 1931). Los tarascos y sus ruinas arqueológicas. El Universal Ilustrado.

Noguera, E. (2010). "Capítulo VIII La cerámica de Tenayuca y las excavaciones estratiráficas". En I.


Marquina, Tenayuca, estudio arqueológico de la pirámide de este lugar, hecho por el
departamento de monumentos de la Secretaría de Educación Pública (1935-2010) (págs.
135-218). México: SEP.

Novelo, R. C. (2010). "Capítulo I Antecedentes legendarios e historicos de Tenayuca". En I.


Marquina, Tenayuca, estudio arqueológico de la piramide de este lugar, hecho por el
departamento de monumentos de la Secretaria de Educación Pública (1935-2010) (págs. 1-
20). México: SEP.

Ochoa Sandy, G. (26 de abril de 2010). Indicadores de cultura.Los museos en México (primera
parte)”. Obtenido de Este País:
https://archivo.estepais.com/site/wp-content/uploads/2010/05/31_ochoasandy.pdf

16
Pérez Rico, G. (2019). La Arqueología regional en el municipio de Tlalnepantla de Baz, Estado de
México . México : Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Escuela Nacional de
Antropología e Historia (ENAH) y Centro INAH Estado de México (CINAHEM) .

Tamargo, J. L. (24 de junio de 2019). Sierra de Guadalupe. El Universal .

Zúñiga Bárcenas, B. (2015). Proyecto de conservación y restauración del centro ceremonial de


Tenayuca. (Trabajo terminal para especialización). Universidad Autónoma Metropolitana
(UAM), México.

17

También podría gustarte