Ensayo Tema 11

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UNIVERSIDAD VALLE DEL MOMBOY

FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS, POLITICAS Y SOCIALES

CARRERA DE DERECHO

AREA:

DERECHO CIVIL III OBLIGACIONES

ENSAYO

ALUMNA:

CLAUDIA GARCIA CI: 30.671.683


Introducción

La causalidad se erige como un elemento fundamental, un nexo que vincula la


acción de un agente con el daño sufrido por una víctima. Este vínculo, también
conocido como nexo causal o simplemente causalidad, constituye uno de los
pilares sobre los que se asienta la responsabilidad civil.

La responsabilidad civil, en esencia, representa la obligación de reparar un


daño ocasionado a otra persona, ya sea por el incumplimiento de un contrato o
por una acción ilícita fuera del ámbito contractual. En este contexto, la
causalidad adquiere una importancia crucial, ya que determina si la acción del
agente es la causa directa del daño sufrido por la víctima.

En definitiva, la causalidad se erige como la piedra angular de la


responsabilidad civil en Venezuela. Su correcta determinación es indispensable
para garantizar la justicia y la equidad en el sistema legal, asegurando que se
repare el daño causado a quien verdaderamente lo ha sufrido y se evite la
responsabilidad injusta de quienes no han incurrido en falta alguna.

Sin causalidad, no hay responsabilidad civil.


La relación de causalidad es un elemento fundamental en la responsabilidad
civil, ya que determina si el deudor debe responder por los daños y perjuicios
causados. Para que exista responsabilidad civil, debe existir una relación de
causa a efecto entre el incumplimiento culposo del deudor y el daño sufrido por
la víctima.

La relación de causalidad es el vínculo que une el hecho ilícito del deudor con
el daño sufrido por la víctima. Debe existir una conexión directa e inmediata
entre ambos eventos, de modo que el daño sea una consecuencia previsible y
natural del hecho ilícito.

En principio, solo se reparan los daños directos, es decir, aquellos que son
consecuencia inmediata y directa del incumplimiento. Los daños indirectos, por
el contrario, no son resarcibles, salvo en casos excepcionales.

Cuando existen varias causas que han contribuido a la producción del daño, es
necesario determinar cuál de ellas ha sido la causa determinante. La causa
determinante es aquella que, de no haber ocurrido, el daño no se habría
producido.

Tenemos entonces que la relación de causalidad en el ámbito de la


responsabilidad civil es un concepto fundamental. No solo se refiere al vínculo
físico entre la culpa y el daño, sino también a la relación causal (de causa a
efecto) entre el acto del demandado y el daño sufrido.

Dos acepciones importantes:

1. Se basa en la conexión física directa entre la conducta del responsable y


el daño.
Nuestro Código Civil utiliza esta noción en casos de responsabilidad civil
delictual (artículo 1185), indemnización por daño causado por un menor
(artículo 1190), daño causado por un sirviente o dependiente (artículo
1191) y ruina de un edificio (artículo 1194).
2. Relación de Causalidad Jurídica.
Aquí, no se requiere una causalidad física directa, sino una atribución
jurídica.
Ejemplos incluyen el daño causado por un animal a su dueño o guardián
(artículo 1192), la cosa a su custodio (artículo 1193) y la ruina de un
edificio al propietario (artículo 1194).
En estas situaciones, la relación de causalidad es exclusivamente
jurídica.

Ahora bien, admitida en la doctrina la Relación de Causalidad como elemento


fundamental de la responsabilidad civil, se crearon diversas teorías:

1. Teoría de la Causa Más Próxima al Daño:

Esta teoría sostiene que la causa física más cercana o inmediata al daño es la
que debe considerarse generadora del mismo, sin embargo, esta perspectiva
no aborda situaciones en las que la causa más próxima también es
consecuencia de una causa anterior.

Además, es poco equitativa en algunos casos.

Ejemplo:

Vehículo A choca con vehículo B, que a su vez choca con vehículo C. Según la
teoría, el responsable sería el vehículo B, la causa más próxima al daño, sin
embargo, el vehículo A podría ser el causante original del accidente.

2. Teoría del Hecho Desencadenante:

Según esta teoría, se considera como causa del daño el hecho que
desencadena las demás circunstancias que lo causaron, si ese hecho
desencadenante no hubiera ocurrido, el daño posterior no se habría producido,
sin embargo, esta teoría puede extenderse indefinidamente al analizar las
causas de las causas, además, no aborda situaciones en las que la culpa
proviene de una omisión (no hacer algo) por parte del agente.

Ejemplo:

Una persona deja abierta una puerta por la que escapa un perro, que luego
causa un accidente, según la teoría, la persona que dejó la puerta abierta sería
la responsable del accidente, sin embargo, no se toma en cuenta la posible
culpa del dueño del perro por no tenerlo controlado.
3. Teoría de la Equivalencia de Condiciones:

Propuesta por Von Buri, esta teoría sostiene que todo daño resulta de una
cadena de causas y circunstancias. Se centra en los hechos culposos,
considerándolos relevantes para la reparación.

Si en la cadena de causas aparece al menos un hecho culposo, el autor está


obligado a reparar el daño, sin embargo, no considera situaciones en las que
otras causas contribuyen al daño o lo agravan.

4. Teoría de la Causalidad Adecuada:

Elaborada por Von Kries, esta teoría busca identificar el hecho jurídicamente
apto para causar el daño. No se enfoca en la culpa, la proximidad o el
desencadenante, sino en qué hecho es objetiva y normalmente adecuado para
producir el daño.

Se aplica un método: si eliminamos cada uno de los hechos de la cadena, el


que, al ser eliminado, evitaría el daño es el adecuado. Por ejemplo, si un golpe
no habría causado la muerte en una persona normal, pero el reblandecimiento
de las paredes del cráneo sí, este último es la causa adecuada.

No obstante, puede ser difícil determinar qué hecho es la causa adecuada y


recordar que no siempre es fácil eliminar hipotéticamente los hechos de la
cadena.

5. Posición jurisprudencial:

La posición de la jurisprudencia en relación al vínculo de causalidad es un tema


complejo y debatido. Aunque las teorías ofrecen valiosos elementos, los jueces
deben considerar las circunstancias objetivas y pragmáticas para llegar a una
conclusión adecuada.

En algunos casos, la relación de causalidad no puede aislarse de manera


absoluta y dogmática de la culpa. Por ejemplo:

- Cuando una persona actúa con la intención de causar daño, incluso si su


acción es remota, existe una relación de causalidad.
- Si un vehículo choca con otro y este último atropella a alguien, la relación de
causalidad es evidente.

- Sin embargo, en situaciones imprevisibles, como cuando alguien da un golpe


a un vehículo sin saber que hay alguien debajo reparándolo, la relación de
causalidad puede ser menos clara.

La relación de causalidad requiere un análisis cuidadoso de las circunstancias


de cada caso concreto.

La jurisprudencia, al no contar con una solución única y definitiva, debe


basarse en las diversas teorías existentes, en la sensibilidad del juez y en las
particularidades de cada caso para determinar si existe o no dicha relación.

En última instancia, el Derecho no es una ciencia exacta, y la influencia de


factores humanos y valores morales es fundamental en la determinación de la
relación de causalidad en casos concretos.

Reparación del daño

La reparación busca compensar a la víctima por el daño sufrido, no eliminarlo


por completo, es decir, no se trata de devolver a la víctima a su situación
anterior, sino de proporcionar una compensación equivalente.

Generalmente, la reparación se realiza mediante una suma de dinero que el


causante del daño debe entregar a la víctima, esto se aplica tanto a daños
materiales como morales.

En Venezuela, no existe una reparación distinta a la indemnización pecuniaria


en el marco legal.

La reparación está regida por un conjunto de principios:

1. Principio de la demostración del daño:

La víctima debe demostrar la existencia del daño, su consistencia y su cuantía


y lo hará mediante los medios probatorios establecidos en el Código Civil y el
Código de Procedimiento Civil.

En el libelo de demanda, debe especificar los daños y sus causas.

Excepciones al principio de demostración del daño:


Obligaciones de suma de dinero: los daños y perjuicios por incumplimiento
consisten en el pago del interés legal (3% anual).

Daños presumidos: el legislador presume la existencia y cuantía de ciertos


daños (daños morales por injuria).

Límites máximos de reparación: el legislador fija un tope máximo para la


indemnización (daños por muerte).

2. Principio de la reparación integral:

La reparación debe ser integral, es decir, debe cubrir la totalidad del daño
sufrido por la víctima, esto incluye los daños materiales, patrimoniales y
morales, sin embargo, no se debe enriquecer a la víctima ni empobrecer
excesivamente al causante del daño.

3. Principio de la reparación justa:

La reparación debe ser justa, es decir, debe ser proporcional al daño sufrido, el
juez debe valorar las circunstancias del caso para determinar la cantidad justa
de la indemnización.

4. Principio de la reparación efectiva:

La reparación debe ser efectiva, es decir, debe poder ser cumplida por el
causante del daño, se debe tomar en cuenta la capacidad económica del
causante del daño al fijar la indemnización.

5. Principio de la reparación oportuna:

La reparación debe ser oportuna, es decir, debe ser entregada a la víctima lo


antes posible, puesto que el retraso en la reparación puede causar un perjuicio
adicional a la víctima.

El daño resarcible:

Cómo se entiende por el nombre es aquel que puede ser objeto de reparación;
para que sea resarcible, debe reunir los siguientes requisitos:

Ser cierto: Debe existir efectivamente.

Ser real y efectivo: Debe haber causado un perjuicio concreto a la víctima.


Ser personal: Debe haber sido sufrido por la víctima.

Ser directo e inmediato: Debe haber una relación causal directa entre el hecho
ilícito y el daño.

Ser lícito: No debe ser contrario a la ley ni al orden público.

Por ejemplo:

Daños materiales: Son aquellos que afectan el patrimonio de la víctima

Daños patrimoniales: Son aquellos que afectan las expectativas económicas de


la víctima (pérdida de ganancias, lucro cesante, etc.).

Daños morales: Son aquellos que afectan la esfera espiritual de la víctima


(dolor, sufrimiento, humillación, etc.).

La cuantificación del daño

El tema de la cuantía del daño es una tarea compleja que requiere del análisis
de las circunstancias de cada caso concreto y se puede utilizar diversos
métodos para cuantificar el daño, como:

La prueba pericial: Se solicita la opinión de un experto para que valore el daño.

Los comparativos: Se comparan casos similares resueltos por los tribunales.

Las presunciones legales: El legislador presume la existencia y cuantía de


ciertos daños.

En la práctica, los jueces suelen utilizar una combinación de estos métodos


para determinar la cuantía del daño.

Tenemos entonces, que la reparación busca compensar a la víctima de manera


justa y adecuada, considerando la naturaleza del daño y las circunstancias
específicas.

Responsabilidad de las personas jurídicas

Las personas jurídicas no pueden ser condenadas a castigos corporales o


penas de prisión, sin embargo, sí pueden recibir sanciones pecuniarias en
casos de delitos penales cometidos por sus funcionarios.
El Derecho Penal tiende a imponer sanciones penales a las personas jurídicas
cuyos círculos dirigentes hayan violado la ley penal, estas sanciones pueden
incluir multas, suspensión e incluso disolución de la compañía.

En cuanto a la responsabilidad Civil de las Personas Jurídicas, aunque no


tienen psiquis ni discernimiento, las personas jurídicas pueden incurrir en
responsabilidad civil, la consecuencia fundamental es la indemnización del
daño causado, de tipo patrimonial, las personas jurídicas pueden ser
responsables por daños causados por sus representantes o bajo su control.

Es decir, las personas jurídicas pueden ser responsables tanto penal como
civilmente, y suelen enfrentar casos de responsabilidad civil con mayor
frecuencia en la actualidad.

Cúmulo de responsabilidades

Es un concepto que se refiere a la posibilidad de elegir entre la aplicación de


las reglas de la responsabilidad contractual o extracontractual cuando se
produce un daño causado por culpa de una de las partes de un contrato. En
otras palabras, cuando existe un incumplimiento contractual que causa daños,
la víctima puede optar por demandar al causante del daño tanto por vía
contractual como por vía extracontractual (delictual).

Algunos de los argumentos del cúmulo de responsabilidades son:

A favor:

1. La víctima puede obtener una indemnización más completa y plena en la


responsabilidad extracontractual (delictual) que en la contractual.

2. En la responsabilidad extracontractual, se puede reclamar incluso por daños


no previstos.

3. Se evita la limitación de la indemnización por daño moral, que a veces no


está permitida en la responsabilidad contractual.

En contra
1. Las partes que han celebrado un contrato quieren regular sus relaciones
mediante las cláusulas del mismo y conforme a las normas legales que lo
regulan.

2. El contrato es ley entre las partes, y las cláusulas y normas contractuales


son las únicas aplicables.

3. La responsabilidad contractual y extracontractual tienen fundamentos y


alcances diferentes, y no deberían mezclarse.

La discusión gira en torno a si la víctima puede elegir entre ambas formas de


responsabilidad o si debe limitarse a la responsabilidad contractual establecida
en el contrato.
Conclusión

La responsabilidad civil, como pilar fundamental del derecho, establece la


obligación de reparar el daño causado a otro por un hecho ilícito, ya sea por
acción o por omisión. Esta compleja materia jurídica se sustenta en diversos
principios y elementos que permiten determinar la culpabilidad del agente y, en
consecuencia, la reparación justa del daño ocasionado a la víctima.

Cómo ya hemos visto un elemento esencial en la responsabilidad civil es la


relación de causalidad, la cual establece un vínculo directo e ineludible entre el
hecho ilícito y el daño sufrido. Esta conexión debe ser probada por la víctima,
demostrando que el daño es consecuencia directa del acto del causante. La
determinación de la relación de causalidad no siempre es sencilla, pues implica
analizar las circunstancias específicas de cada caso y descartar otras posibles
causas del daño.

En definitiva, la responsabilidad civil se erige como un mecanismo fundamental


para garantizar la justicia y la equidad en las relaciones sociales. Al establecer
la obligación de reparar el daño causado, esta rama del derecho busca resarcir
a las víctimas de hechos ilícitos y prevenir la ocurrencia de futuros perjuicios.
La complejidad de la materia exige un análisis profundo y detallado de cada
caso, tomando en cuenta los diversos principios, elementos y teorías que la
sustentan.
Bibliografía

Carbonell, Miguel Responsabilidad civil.

Moreno More, César E. Estudios sobre la responsabilidad civil.

Pizarro Wilson, Carlos. Introducción a la Responsabilidad Civil.

Visintini, Giovanna. Fundamentos de la disciplina de los hechos ilícitos y del


incumplimiento contractual.

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