Nivel 1. Mi Identidad en Cristo 062020

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 31

Texto bíblico tomado de la Santa Biblia, Reina-Valera Revisión de 1995.

© 1995 Sociedades Bíblicas Unidas. Usado con permiso.

Mi Identidad en Cristo es el primero de una serie de cuatro libros. Apunta a la estabilidad


espiritual y a la consolidación de la fe. El segundo libro de la serie es Valores Espirituales.
Se trata de 12 lecciones, basadas en Efesios 5, para la formación y el desarrollo del carácter
cristiano. El tercer libro es Mi compromiso con Dios; su propósito es ayudar al discípulo a
entender el llamado de Dios y comprometerse con esa visión. El cuarto libro es Prepárese
para discipular; aprenderás principios de discipulado que te convertirán en un hacedor de
discípulos.

© 2007 Ysac Eleazar Bermúdez.


© 2009 Ysac Eleazar Bermúdez Segunda edición Revisada

Iglesia Bautista Central de Barquisimeto.


Para más información, llámenos al (0416) 3587271
o escriba a eleacar@hotmail.com
www.discipulaccion.com
RECONOCIMIENTOS Y DEDICATORIA

En gratitud a mi Dios
a quien sirvo por su gracia
y quien merece toda la gloria.

A mis pastores,
Manuel y Placida de DeArmas
quienes creyeron en el llamado que Dios me hizo
y me formaron para el ministerio.

A Lin Brister,
First Fruits Ministry y Parkview Baptist Church,
que desde hace 10 años me han dado
amor, confianza y recursos
para desarrollar y proyectar el ministerio.

A mi madre Justina
Por su amor y oraciones

A mi esposa Carina
Fiel compañera en mi hogar y el ministerio
Y a mis hijos, Karelys, Ruthmari y Eleazar

Quisiera dedicar esta segunda edición


A todos los Pastores
E Iglesias que lo han establecido como su
material Principal de Discipulado y en especial
a las iglesias de nuestra CNBV.
BIENVENIDO A LA FAMILIA DE DIOS

Recibí a Jesús como mi Salvador el 10 de diciembre del 1983. Todavía recuerdo cuando un
misionero, al darme una explicación del evangelio, me preguntó si quería recibir a Jesús.
Yo le contesté inmediatamente que sí; sentía mucha alegría de saber que podía tener la
presencia de Dios en mi vida y realmente sentía una gran necesidad. Tenía una inquietante
búsqueda de Dios, pero no sabía cómo encontrarlo. Leía todos los días un catecismo,
revistas, pero nada me llenaba, hasta ese día que tuve la oportunidad y el privilegio de
escuchar directamente la Palabra de Dios y oír lo que mi alma anhelaba cada día: que Dios
me ama, que Cristo murió para quitar mis pecados, que resucitó para darme vida
abundante y eterna.

No creo que haya un día más significativo para mí. La Biblia dice que hay fiesta en los
cielos cuando un pecador se arrepiente (Lucas 15:7-10) y que cuando hacemos esta
decisión de volvernos a Dios en arrepentimiento y fe nuestro nombre es escrito en el libro
de la vida (Apocalipsis 20:15). Lee esta promesa de Dios:

Esparciré sobre vosotros agua limpia y seréis limpiados de todas vuestras


impurezas, y de todos vuestros ídolos os limpiaré. Os daré un corazón nuevo y
pondré un espíritu nuevo dentro de vosotros. Quitaré de vuestra carne el corazón de
piedra y os daré un corazón de carne. Pondré dentro de vosotros mi espíritu, y haré
que andéis en mis estatutos y que guardéis mis preceptos y los pongáis por obra.
(Ezequiel 36:25-27)

Esta promesa es para ti: si recibiste a Jesús haciendo una oración de fe y


arrepentimiento, Dios te ha limpiado, te ha dado un nuevo corazón y ha puesto dentro de
ti su Espíritu Santo. Tú has comenzado una nueva y maravillosa vida.

Sin embargo, el diablo no está contento con tu decisión. Además, ningún familiar o amigo
que no tenga arrepentimiento para con Dios y fe en Jesús comprenderá tu decisión. Por eso,
a menudo tratarán de burlarse y hacerte dudar de la obra maravillosa que Dios comenzó en
tu vida.

Esa fue mi experiencia. Cuando tenía pocos días de haber recibido a Jesús, un hombre se
me acercó y me repitió tres veces esta palabra: “Hijo, le voy a dar un consejo, no se meta de
lleno a eso”. De esta manera el diablo quiso hacer que tuviera miedo y me desanimara, pero
hoy, 37 años después de haber recibido a Jesús doy gracias a Dios que no hice caso a ese
consejo. De otro modo, quizás estaría metido de lleno en el alcoholismo, en la
drogadicción, en la idolatría, en la inmoralidad, o en la cárcel. Mi vida sería muy triste y
desdichada. Pero ¡alabado sea Dios! Su palabra dice: “Bienaventurado el varón que
no
anduvo en consejo de malos” (Salmo 1:1). Por eso, hoy quiero darte un buen consejo para
que seas feliz y vivas eternamente con el Señor: “De la manera que habéis recibido al
Señor, andad en él” (Colosenses 2:6).

Has dado el primer paso en la salvación. No te quedes allí, sino continúa; todos los días
aprenderás el camino en que debes andar y lo que has de hacer (Salmo 32:8). Hemos
preparado unas enseñanzas especiales para ti. Esto lo llamamos: Discipulado. Para que
aprendas cómo seguir paso a paso las enseñanzas de Jesús, y tu vida sea transformada por
su Evangelio y por el poder del Espíritu Santo. Este es mi consejo y de todo corazón desde
hoy estaremos orando para que Dios té de la fuerza y el poder para seguirle y servirle. Que
Él aumente tu fe y traiga paz y gracia a tu corazón y a tu familia.
Escribe el día y la hora que te gustaría comenzar el curso de
discipulado. Y comunícate con nosotros.

Pastor Ysac Eleazar Bermúdez


PRESENTACIÓN

¿Quién soy yo? Es una pregunta que todos nos hacemos, especialmente en la etapa de la
adolescencia cuando intentamos encontrar nuestra identidad. Comúnmente buscamos esa
identidad en la de nuestros padres, abuelos y otros familiares. Luego terminamos afirmando
que somos pecadores; otros piensan que son la reencarnación de alguna persona ilustre o
malvada y algunos parece que conocieran el mono del cual dicen descender; pero quiero
compartir una maravillosa verdad contigo. Cuando recibiste a Jesús recibiste una nueva
identidad; nuestra verdadera identidad está en Jesucristo.

Cuando creemos en Él y le recibimos como nuestro Señor y Salvador, somos creados de


nuevo en Cristo Jesús (Efesios 2:10). Anteriormente, nuestra identidad estaba en Adán
(pecadores, transgresores, desobedientes), ahora está en Jesucristo (justos, obedientes,
santos). Romanos 5:19 enseña: “Así como por la desobediencia de un hombre [Adán]
muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno [Jesús],
muchos serán constituidos justos”. Ahora nuestro modelo es Jesús y deseamos ser como él.
Afirmamos que por la obediencia de Jesús somos hechos justos”. Nuestros ojos están
puestos en él.

El propósito de este estudio es que, a través de estas 8 lecciones, encuentres tu verdadera


identidad en Cristo y puedas decir como Pablo: “[nuestra] vida está escondida con Cristo en
Dios” (Colosenses 3:3) “... y ya no vivo yo, más Cristo vive en mí...” (Gálatas 2:20)

Al final de cada lección, encontrarás una hoja de repaso con preguntas relacionadas al tema.
El objetivo es que demuestres que has comprendido claramente el estudio.
LECCIÓN Nº 1

NO SOY YO, CRISTO VIVE EN MI

Dios promete entrar en nosotros

Nuestra salvación depende de dos promesas de Dios, según Gálatas 4:4-6:

▪ Enviar a su hijo Jesús al mundo a salvarnos de nuestros pecados (v. 4)


▪ Enviar al Espíritu de su Hijo a nuestros corazones (v. 6).

En esta lección aprenderemos sobre la segunda promesa.


Esta segunda promesa que Dios cumple al pecador para su salvación la describe Ezequiel 36:27
“Pondré dentro de vosotros mi Espíritu” y en Apocalipsis 3:20 “Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré
a él”.

Nuestra parte

▪ Oír su voz que simboliza la fe. “Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de
Dios” (Romanos 10:17).
▪ Abrir la puerta que simboliza el arrepentimiento. “Si oís hoy su voz, no endurezcáis vuestros
corazones” Hebreos 4:7.

¿Como oímos la voz de Dios?

Dios habla a nuestras vidas de muchas maneras. Puede hacerlo a través de una predicación (Hechos 16:14),
un evangelizador (Hechos 8:35), un canto y oración (Hechos 16:25) o el testimonio de otro cristiano
(Lucas 8:39).

¿Como abrimos nuestro corazón a Dios?

▪ A través de una oración en sincero arrepentimiento y fe

Cuando oímos Su voz comprendemos que nuestros pecados nos mantienen separados de Él (Romanos
3:23), que Jesús murió para quitar nuestros pecados y culpas (1 Juan 3:5), que sin Él nada podemos hacer
(Juan 15:5), y que Dios nos ama, aunque no hayamos vivido una vida agradable delante de Él (Romanos
5:8). Entonces, en ese momento, deseamos tener a Jesús, vivir con Él y para Él, y abrimos nuestro corazón
para confesar: “Soy pecador, pero
en ti hay perdón y vida eterna. Quiero que entres a mi corazón y me hagas la
persona que tú quieres que yo sea”.

Cuando haces esto debes tener la seguridad de que Cristo entró en tu vida. Es posible que
esta acción produzca en ti un gran gozo; una paz que nunca habías sentido; un deseo de
amar, conocer, seguir y servir a Dios; nuevas fuerzas; nueva esperanza. También es posible
que vengan dudas o pensamientos negativos. A menudo ocurre que algo tan grande y
significativo parezca una locura, pero ¡es maravilloso lo que ha sucedido en ti!

Confirmación

▪ Cristo habita en tu corazón (Efesios 3:17).


▪ Cristo habita en tu corazón con dos propósitos: para darte a conocer las riquezas de
su gloria y para que tengas una esperanza viva (Colosenses 1:27).
▪ Cristo habita en tu corazón y todos los días de tu vida, en cualquier lugar que
estés,
nunca estarás solo porque Él estará contigo siempre, hasta el fin del mundo (Mateo
28:20).
▪ Cristo habita en tu corazón y nunca más serás separado de Él, pues la promesa
que
hizo a sus discípulos en Juan 14:3 es para ti también: “Vendré otra vez para
llevármelos conmigo, así ustedes estarán donde yo este”.
▪ Cristo habita en tu corazón y esto significa que hoy comenzó una nueva relación
entre tú y tu Dios. Debes andar en esa comunión con la fe, el amor y la esperanza
con que le recibiste (Colosenses 2:6) y que Dios hará crecer cada día más en ti.
▪ Cristo habita en tu corazón y ahora debes vivir por la fe, confiando en su amor
por
ti y afirmando, con el apóstol Pablo, “vive Cristo en mí” (Gálatas 2:20).

Versículo para memorizar

“Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, más vive Cristo en mí; y lo
que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del hijo de Dios, el cual me amó y se
entregó a sí mismo por mí” Gálatas 2:20.
AHORA A RECORDAR

1. ¿Cuál es la primera promesa que Dios cumple al pecador para su salvación, según
Gálatas 4:4?

2. ¿Cuál es la segunda promesa que Dios cumple al pecador para su salvación,


según Gálatas 4:6?

3. ¿Cuál es nuestra parte para que Dios cumpla la promesa de entrar a nuestra vida, según
Apocalipsis 3:20?
y
4. Para que Cristo entre a nuestra vida, primero debemos oír su voz. Cuatro maneras en que
podemos hacerlo son: Hechos 16:14
Hechos 8:35
Hechos 16:25
Lucas 8:39

5. Abrimos nuestro corazón a Jesús a través del arrepentimiento cuando comprendemos:


▪ Que nuestros pecados nos Romanos 3:23
▪ Que Jesús 1 Juan 3:5
murió
▪ Que sin Él Juan 15:5
▪ Que Dios nos ama, aunque Romanos 5:8

6. Mencionamos lo que podemos sentir al abrir nuestros corazones a Jesús. ¿Cuál es tu


experiencia?

7. Según Efesios 3:17, ¿cuál es la maravillosa obra que sucedió en tu corazón al tener fe en
Jesús como tu Salvador?

8. Cristo habita en tu corazón con dos propósitos, según Colosenses 1:27. Estos son:
Darte a conocer
Darte una

9. Finalmente, ¿puedes expresar el deseo de Dios manifestado a sus discípulos en Juan 14:3
y que hoy te lo declara a ti?
LECCIÓN Nº 2

¡SOY HIJO DE DIOS!

En la lección anterior aprendimos que Cristo vive en nosotros. Aquí aprenderás que
fuiste hecho hijo de Dios al recibir a Jesús como tu Salvador.

Un abismo de diferencia

La Biblia enseña que hombres y mujeres fueron creados por Dios, pero desde el principio
hace una distinción. Ser creados no es lo mismo que ser hijos de Dios. Esa marcada
diferencia podemos verla entre los hijos de Adán y Eva.

Los descendientes de Caín eran llamados los hijos de los hombres y su vida estaba
marcada por la inmoralidad sexual (Génesis 4:19), la venganza (Génesis 4:24) y el
homicidio (Génesis 4:23). En cambio, los descendientes de Set eran llamados los hijos de
Dios porque invocaban a Dios (Génesis 4:26), eran justos, perfectos (Génesis 6:9) y
caminaban con Dios (Génesis 5:22,24). Entre ellos se destacan Enós, Enoc y Noé. Esa
línea continuó con Sem, luego con Abraham, Isaac y Jacob, después por Judá hasta David.
La Biblia presenta esa distinción hasta la venida del unigénito Hijo de Dios (Juan 3:16).
Con Jesús comienza la historia de la nueva creación de Dios. Él vino a salvar primeramente
a las ovejas perdidas de la casa de Israel y luego a todos los que estábamos sin esperanza y
sin Dios en el mundo (Efesios 2:12). Nos recibió y devolvió los derechos de hijos cual buen
padre al hijo pródigo arrepentido (Lucas 15:20-24). Así que tu relación con Dios ahora es
muy especial, íntima y amorosa. Es una relación de hijo a Padre. Cuando recibiste a Jesús
fuiste hecho hijo de Dios.

¿Cómo fuiste hecho hijo de Dios?

• Al recibir a Jesús das una demostración de que tu fe es verdadera. Muchos dicen


creer, pero rechazan a Jesús; ésta no es verdadera fe (Juan 1:12).
• Al recibir a Jesús se produjo una unión espiritual entre ti y Dios.
• Al recibir a Jesús, el Espíritu Santo de Dios puso en ti una nueva naturaleza.
• Al recibir a Jesús naciste de nuevo en Cristo, no “de sangre, ni por voluntad de
carne, ni por voluntad de varón, sino de Dios” (Juan 1:13).
• No es un nacimiento físico (Juan 3:3-4); es un nacimiento espiritual.
• Al recibir a Jesús fuiste creado de nuevo en Cristo Jesús (Efesios 2:10).
• Al recibir a Jesús eres una nueva criatura en Cristo (2 Corintios 5:17).
• Al recibir a Jesús formas parte de la nueva creación de Dios (Gálatas 6:15).
Bendiciones de ser hijos de Dios

Es posible que te asombres ante tanta maravilla y pienses en tus debilidades. Debes creer
que Dios comenzó una gran obra en tu vida y la perfeccionará (Filipenses 1:6). Lo que ves
a continuación son tus derechos de hijo restaurados en Cristo Jesús.

1. Tu nombre fue escrito en el Libro de la vida (Apocalipsis 20:15). Este debe ser
motivo de mucho gozo y felicidad para ti.
2. Has pasado a formar parte de la familia de Dios (Efesios 2:19). Ya no eres un
extranjero ante Dios, eres su hijo.
3. Serás hecho semejantes a Jesús en su carácter y conducta (1 Juan 3:1-2).
4. Eres herederos de Dios y coherederos con Cristo y juntamente con Él serás
glorificados (Romanos 8:14-17).
5. Tienes “una herencia incorruptible, incontaminada e inmarchitable
reservada en los cielos para ti (1 Pedro 1:4).

Ejemplo de Moisés

Por último, tenemos un ejemplo maravilloso de Moisés (Hebreos 11:24-25)

▪ Rehusó ser llamado hijo de la hija del faraón


▪ Rehusó los deleites temporales del pecado
▪ Rehusó los tesoros de los egipcios
▪ Prefirió ser hijo de Dios
▪ Prefirió ser maltratado con el pueblo de Dios
▪ Prefirió el vituperio de Cristo

Versículo para memorizar

“Mas a todos los que lo recibieron, a quienes creen en su nombre, les dio potestad de
ser hechos hijos de Dios” Juan 1:12.
AHORA A RECORDAR

1. Desde el principio los hijos de Caín eran llamados los hijos y


los descendientes de Set eran llamado los hijos . Entre estos
últimos se destacan , , (Génesis 4:26; 5:24;
6:9).
2. Los hijos de Dios se distinguían por cuatro cualidades:
; ; ;
y (Génesis 4:26;5:22; 6:9)

3. Fuiste hecho hijo de Dios cuando:

4. ¿Cómo fuiste hecho hijo de Dios?


a. Al recibir a Jesús diste evidencia de

b. Al recibir a Jesús se produjo

c. Al recibir a Jesús el Espíritu Santo puso en ti

5. Coloca junto a cada afirmación el versículo correspondiente:


a. Naciste de Dios
b. Naciste espiritualmente _
c. Fuiste creado de nuevo en Cristo
d. Eres una nueva criatura en Cristo
e. Formas parte de la nueva creación de Dios
f. Tu nombre fue inscrito en el Libro de la Vida
g. Eres miembro de la familia de Dios

6. Si piensas en tus debilidades, ¿qué verdad alentadora tiene la palabra para ti en 1Juan
3:2?

7. Como hijo de Dios, ¿tienes una herencia en los cielos que es: ,
y

8. Moisés prefirió esta herencia que gozar de los deleites temporales del pecado. ¿Estás
dispuesto a seguir su ejemplo?
SÍ NO NO SÉ
LECCIÓN Nº 3

SOY PERDONADO

En una ocasión los escribas y fariseos trajeron a Jesús a una mujer sorprendida en adulterio
y le dijeron: en la Ley, Moisés nos mandó apedrear a tales mujeres. Tú, ¿qué dices? Ante
la insistencia de ellos, Jesús respondió: “El que de vosotros esté sin pecados sea el primero
en arrojar la piedra contra ella”. Pero ninguno pudo hacerlo, pues todos estaban acusados
por su conciencia. Uno por uno salió y cuando la mujer quedó a solas con Jesús, él le dijo:
“Ni yo te condeno; vete y no peques más” (Juan 8:1-11).

En Jesús hay perdón

▪ Juan el Bautista afirmó: “¡Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del
mundo!” (Juan 1:29).

▪ El ángel le dijo a María: “Le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su
pueblo de sus pecados” (Mateo 1:21, véase 1 Juan 3:5).

▪ En su ministerio Jesús afirmó que éste era su propósito (Marcos 2:9).

▪ También dio a conocer que tenía potestad para perdonar (Marcos 2:10).

▪ En su agonía en la cruz, su primera palabra fue: “padre, perdónalos porque no saben


lo que hacen” (Lucas 23:34).

▪ Cristo murió por nuestros pecados y resucitó para darnos la posibilidad de regresar a
la comunión con Dios por medio del arrepentimiento (Romanos 4:25). Por eso Juan
afirmó “Dios no envió su hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el
mundo sea salvo por él” (Juan 3:17) y Pedro escribió “la voluntad de Dios es que
ninguno se pierda, sino que todos procedan al arrepentimiento” (2 Pedro 3:9b).

La realidad que nos gustaría cambiar, pero no podemos

Aunque Cristo murió por todos, unos aceptarán su sacrificio, dejaran su pecado, creerán
en él y serán perdonados, pero otros morirán en su obstinación (Juan 8:24).
Fundamentos del perdón

Nuestra condición:

▪ El pecado nos separaba de Dios (Romanos 3:23).


▪ Estábamos bajo maldición (Gálatas 3:10).

Jesús provee el perdón a través de su muerte sustitutiva:

▪ Él murió en nuestro lugar (Romanos 5:8).


▪ Cristo nos libró de la maldición de la ley entregando su vida y derramó su sangre
para limpiarnos de nuestras inmundicias (Gálatas 3:13).
▪ Así nuestras culpas fueron anuladas y nuestra posición delante de Dios
cambió;
fuimos hechos justos por su muerte injusta; benditos por la maldición que pesó
sobre Él, recibiendo así vida por su muerte y resurrección. Él ocupó nuestro lugar en
la cruz; nosotros debemos ocupar Su lugar en el mundo viviendo una vida santa y
justa.

¿Cómo recibimos el perdón?

Cuando vemos a Jesús en la cruz, entendemos el perdón que Dios nos ofrece, pero debemos
también voltear la mirada y ver al ladrón arrepentido y aprender de él lo que significa un
verdadero arrepentimiento (Lucas 23:39-43). El ladrón nos enseña que:

▪ Hay que reconocer que el pecado nos condena. No continuó participando con el otro
ladrón en maldecir a Jesús, sino lo reprendió (v. 40).

▪ Hay que reconocer la justicia de Dios (v. 41). Asumió la responsabilidad de su


pecado y no se justificó delante de Jesús culpando a otros por su desgracia ¡Cuando
dejaremos de exhibir nuestros trapos de inmundicia delante de Dios! Con
sinceridad, asumamos la responsabilidad de nuestros pecados, tal y como lo hizo
David, quien confesó “Contra ti, contra ti solo he pecado” (Salmo 51:4) y como lo
hizo el hijo pródigo (Lucas 15:21).

▪ Hay que reconocer a Jesús como el Cordero sin mancha ni contaminación, que fue
ofrecido y sacrificado por nuestros pecados. Refiriéndose a Jesús, el ladrón dijo
“este ningún mal hizo” (Lucas 23:41).

▪ Hay que clamar a la misericordia de Dios. Esto hizo el ladrón arrepentido (v. 42) y
Jesús garantizo su perdón (v. 43).
Confirmación

Es bueno afirmar que sin Jesús no hay perdón. Somos perdonados por nuestra fe en Jesús.
Si te justificas delante de Dios, tus pecados te condenarán, pero si asumes tu culpabilidad,
tus pecados son perdonados.
Cuando recibiste a Jesús:

▪ Él borró tus pecados (Isaías 43:25; Hechos 3:19).

▪ Dios no se acordará más de tus pecados (Miqueas 7:19).

▪ Él te limpiara de todo pecado (1 Juan 1:9).

▪ Dios limpiará hasta lo más puro tus escorias (Isaías1:25).

Quiero que aprendas esta gran verdad: Cuando confiesas a Jesús como tu Salvador es
quitada tu culpa. Cuando confiesas tus faltas al Señor, tu alma, tu corazón y tu cuerpo son
limpios de todas tus impurezas (Isaías 6:7).

Versículo para memorizar

“Volveré mi mano contra ti, limpiaré hasta con lejía tus escorias y quitaré toda
tu impureza” (Isaías 1:25).
AHORA A RECORDAR

1. Escribe la declaración de justicia hacia la mujer adúltera

2. Hay 6 cosas importantes que debemos conocer con relación al perdón:


➢ Jesús es el el pecado del mundo. Juan 1:29
➢ Jesús vino a de nuestros pecados. Mateo 1:21
➢ En su ministerio declara que su propósito era nuestros
pecados. Marcos 2:9
➢ Él tiene potestad para pecados. Marcos 2:10
➢ En la cruz por nuestros pecados. Romanos 4:25
➢ Mostró la realidad que unos pero otros
. Lucas 13:3

3. Jesús hizo posible el perdón para nosotros por su muerte y en consecuencia fuimos
hechos ; benditos por la que pesó sobre Él, y
recibimos vida por su y .

4. ¿Cuáles son las 4 cosas que debemos hacer para recibir el perdón de Dios?
a.
b.
c.
d.
5. Cuando recibiste a Jesús, Él tus pecados. (Isaías 43:25), no se
de tus pecados y te de tus pecados.

6. Por último, aprende bien esta gran verdad:


➢ Cuando confiesas a Jesús como tu Salvador

➢ Cuando confiesas tus pecados


LECCIÓN Nº 4

SOY HEREDERO DE LA GLORIA DE DIOS

¿Aniquilación o separación?

Es bueno que tengamos en claro que la vida que recibimos de Dios es eterna. Por ello, en la
Palabra de Dios cuando se habla de la muerte, no se refiere a ser aniquilado o dejar de
existir, sino a estar separado de Dios. Esto explica por qué, cuando Adán y Eva pecaron,
no fueron aniquilados. Más bien, su pecado les separó temporalmente de Dios, pero luego
fueron reconciliados con Él. Así sucede con todos los que se arrepienten de sus pecados y
reciben a Jesús.

Separación temporal

1. El pecado nos mantiene temporalmente separados de Dios. Mientras estamos en este


mundo tenemos oportunidad de arrepentirnos y volver a Dios. Entonces, esa
separación termina y se inicia una relación personal con Dios, a una unión
Espiritual con el Señor. Él nos limpia de nuestras inmundicias, nos quita el corazón de
piedra y pone en nosotros el Espíritu Santo (Ezequiel 36:26). Él nos dio vida aun
cuando estábamos muertos en nuestros delitos y pecados (Efesios 2:1,4,5). El pecado
nos separó, pero la vida que Él nos da nos mantiene unidos. Dios permanece en
nosotros y nosotros en Él.

Separación eterna

2. Pero si persistimos en nuestros pecados e incredulidad, si endurecemos nuestro corazón,


la separación temporal se convierte en separación eterna. La Biblia la llama muerte
eterna, condenación, lugar de tormento, prisiones eternas, lago de fuego e infierno.
Sin embargo, cuando recibimos a Jesús recibimos la vida verdadera, abundante,
gloriosa y eterna (Juan 5:24). Pasamos de la muerte a la vida, como en el relato del hijo
pródigo: “Este hijo mi hijo muerto era y ha revivido” (Lucas 15:24). Así podemos
afirmar que tenemos vida eterna.

7 verdades sobre la vida eterna

a. La vida eterna es una dádiva de Dios (Romanos 6:23).


b. La garantía de esa vida está en el hecho de que tenemos a Jesús viviendo en nuestros
corazones (1 Juan 5:11-12).
c. Tener vida eterna nos asegura que nos seremos separados de Dios, ni nadie podrá
arrebatarnos de su mano (Juan 10:27-28).
d. Nada ni nadie podrá separarnos del Señor (Romanos 8:35-36).
e. Tener vida eterna nos asegura que no seremos condenados (Juan 5:24).
f. Jesús describió la vida eterna como el conocimiento personal de Dios (Juan 17:3).
g. La Biblia describe a Jesús mismo como la vida eterna (Juan 14:6; 1 Juan 5:20).

Confirmación

De manera que debes tener la seguridad que:


▪ Dios te ha dado vida eterna.
▪ Que has sido resucitado a una vida nueva.
▪ Que un día con el Cristo resucitado serás glorificado para estar siempre con
el
Señor (Juan 14:2; Apocalipsis 3:21; Efesios 2:6).

Así que debemos dejar de pensar en la vida eterna solo respecto al cielo. Algunos dicen:
“Cuando esté en el cielo, allí todo será armonía, gozo, paz, felicidad.” Tales personas aquí
se hacen víctimas de las circunstancias difíciles y viven con ansiedad, afán, tristezas,
temores y contiendas. En cambio, si tienes a Cristo tienes vida eterna, Jesús vive en ti. De
manera que, a pesar de tus dificultades y limitaciones, puedes experimentar en este mundo:
el gozo inefable y glorioso que describe el apóstol Pedro (1 Pedro 1:8); la paz que
sobrepasa todo entendimiento (Filipenses 4:7), y el amor que excede a todo conocimiento
(Efesios 3:19) que describe el apóstol Pablo. Debes vivir aquí la sombra y primicias del
cielo, no la sombra y primicias del infierno, como los que no tienen al Señor.

Nuevo significado

▪ Si la muerte te sorprende, ya perdió su significado y su poder, pues como


dijo
Pablo: “Para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia” (Filipenses 1:21), porque
el morir es cerrar los ojos en este mundo para abrirlos en la gloria de Dios; esto para
cada hijo de Dios.

Versículo para memorizar

“Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna y esta vida está en su Hijo.
El que tiene al Hijo tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida” 1
Juan 5:11-12.
AHORA A RECORDAR

1. La palabra muerte en la Biblia significa: ANIQUILACIÓN O SEPARACIÓN (subraye


la respuesta correcta).

2. En el pecado vivimos separados de Dios. ¿Qué sucede si nos arrepentimos y volvemos


nuestro corazón a Dios?

3. En el pecado vivimos separados de Dios. ¿Qué sucede si persistimos en nuestros


pecados e incredulidad?

4. ¿Cuáles son las 7 verdades importantes con relación a la vida eterna?


a. La vida eterna es una . (Romanos 6:23)
b. La garantía de esa vida es tener a morando en nuestros corazones.
(1 Juan 5:11-12)
c. Tener vida eterna nos asegura que no seremos de Dios ni
nadie de su mano. (Juan 10:27-28)
d. Según Romanos 8:39, escribe 7 cosas que no podrán separarnos del amor de Dios:
, , , ,
, , .
e. Tener vida eterna nos asegura que no seremos _ . (Juan
5:24)
f. Jesús describió la vida eterna como . (Juan 17:3)

5. ¿Cuál es la seguridad que debes tener al haber recibido a Jesús como tu Salvador?
a. Que Dios te ha dado .
b. Que has resucitado a una .
c. Que un día serás para estar con el Señor.
6. ¿Qué significa la muerte para el cristiano? Es _ para
en la gloria de Dios.
LECCIÓN Nº 5

SOY TEMPLO DE DIOS

La primera vez que Jesús se refirió al cuerpo como un templo se encuentra en Juan.
Cuando echó fuera del Templo a los que vendían bueyes y palomas y a los cambistas allí
sentados, “les dijo: —Destruid este templo y en tres días lo levantaré. Entonces los judíos
dijeron: —En cuarenta y seis años fue edificado este Templo, ¿y tú en tres días lo
levantarás? Pero él hablaba del templo de su cuerpo.” (Juan 2:19-21).

Hay dos cosas importantes a saber sobre el Templo:


• El templo representaba la presencia de Dios entre el pueblo.
• El propósito principal del Templo era la adoración a Dios.

Cuando Jesús purificó el Templo, reafirmó Su propósito: “Mi casa, casa


de oración será llamada, pero vosotros la habéis hecho cueva de
ladrones.” (Mateo 21: 13).

Las tres afirmaciones que el Apóstol Pablo hace a la iglesia de Corinto


en sus epístolas son como un llamado a la conciencia, a despertar a esta realidad tan
importante y a reconocer que la presencia de Dios estaba en ellos; así que debían apartarse
de la inmundicia y el pecado.

Soy templo de Dios


1 Corintios 3:16-17 nos enseña que nuestro cuerpo es templo de Dios y que
el Espíritu Santo está en nosotros. Por ello nuestro cuerpo es santo y no debemos vivir en
pleitos y divisiones, cuyo origen es el pretender ser más sabios que los demás y de esta
manera ofender y dañarlos

Soy templo del Espíritu Santo

1 Corintios 6:19 nos enseña que nuestros cuerpos son templos del Espíritu Santo de Dios
que mora en nosotros, en contraste con lo que pensaban los corintios: “El cuerpo no es para
la fornicación, sino para el Señor y el Señor para el cuerpo” (1 Corintios 6:13).

Somos templo del Dios viviente


2 Corintios 6:16-17 nos enseña que somos templo del Dios viviente, contrarrestando la
idolatría que prevalecía en la iglesia. No hay acuerdos entre el Templo de Dios y los ídolos;
el mandamiento de Dios para nosotros es salir de en medio de los incrédulos, apartarnos y
no tocar lo inmundo.

Advertencia
Se nos advierte no destruir el templo de Dios. ¿Qué significa destruirlo?

▪ Es permitir que el pecado viva en nosotros,


▪ que reine en nuestro cuerpo mortal,
▪ obedecer los deseos de nuestra naturaleza pecaminosa,
▪ y presentar nuestros cuerpos al pecado como instrumento de iniquidad
(Romanos
6:11-13).

Mandamiento

Se nos manda a glorificar a Dios en nuestro cuerpo. ¿Qué significa esto?

▪ Presentar nuestro cuerpo a Dios “como sacrificio vivo, santo, agradable a


Dios”
(Romanos 12:1) para hacer su voluntad.
▪ Presentar nuestros miembros a Dios “como instrumento de justicia”
(Romanos
6:13).

Aprendamos este consejo de Dios: “Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas,
limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el
temor de Dios.” (2 Corintios 7:1)

Recuerda esto: Si Dios fue celoso con aquel Templo hecho de piedras, ¿Cuánto más no lo
será con nuestros cuerpos?

Versículo para memorizar

“¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros,
el cual habéis recibido de Dios, y que no sois vuestros?” 1 Corintios 6:19.
AHORA A RECORDAR

1. ¿En qué pasaje Jesús se refirió al cuerpo como un templo de Dios?


¿Cuál fue su declaración?

2. ¿Qué se nos manda a hacer en 1 Corintios 6:19?

3. ¿Qué se advierte en 1 Corintios 3:16-17?

4. ¿Qué significa destruir el templo de Dios?

5. ¿Qué significa glorificar a Dios en nuestro cuerpo?

6. ¿Cuáles pecados enseñó el Apóstol Pablo que debemos abandonar, ya que somos
templo de Dios?

7. ¿Cuál es el mandamiento de Dios para nosotros como templo de Dios en 2


Corintios 6:16-18 y 7:1?
LECCIÓN Nº 6

SOY ESCUCHADO Y FAVORECIDO POR DIOS

¡Qué buena noticia!


Isaías 59:1-2 nos afirma dos cosas importantes: “He aquí que no se acortado la mano de
Jehová para salvar, ni se ha endurecido su oído para oír; pero [nuestras] iniquidades han
hecho división entre [nosotros] y [nuestro] Dios y [nuestros] pecados han hecho que oculte
de [nosotros] su rostro para no [oírnos].” Pero al recibir a Jesús nuestros pecados fueron
perdonados y ya no hay separación entre nosotros y Dios, de manera que ahora no existe
ningún estorbo: Dios nos oye y nos responde. Antes éramos hijos de desobediencia, ahora
somos hijos de Dios (véase Colosenses 3:5-11) y Él es nuestro Padre. A veces pensamos
que al orar pedimos demasiado, pero ahora deberíamos pensar lo contrario. Jesús nos
anima: “Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre; pedid, y recibiréis, para que vuestro
gozo sea completo” Juan 16:24.

LO QUE DIOS PIENSA

NO HEMOS PEDIDO NADA

LO QUE DIOS PROMETE

PEDID Y RECIBIRÉIS

LO QUE DIOS DESEA

COMPLETAR MI GOZO

Ese gozo completo se refiere a la satisfacción y la alegría que sentiremos cuando Él


nos haya concedido los deseos de nuestro corazón (véase Salmo 37:4).

Ejemplo de Abraham

Al patriarca Abraham Dios le dio muchas riquezas y gloria, pero según Génesis 15,
Abraham un día le dijo a Dios: “Mi gozo no es completo; mi gozo no es cumplido: porque
mi heredero será un esclavo, pues tú no me has dado un hijo.” Y Dios oyó su oración y le
respondió. El gozo de Abraham y Sara, su mujer, fue cumplido al tener su hijo Isaac. Así
quiere hacer Dios con cada uno de nosotros, es por ello que debemos acercarnos a Él con
confianza de que:

Confirmación

1. Él nos oye y nos responde. 1 Juan 3:22


2. Él “recompensa a los que lo buscan”. Hebreos 11:6
3. Si permanecemos en Él, todo lo que pidamos Él nos lo dará. Juan15:7.
4. Si hacemos lo que le agrade a Dios, todo lo que pidiéremos en oración sabemos que
lo recibiremos de Él. 1 Juan 3:22

Un detalle muy importante es “si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad” (1 Juan
3:14). Esta frase no debe cohibirnos en nuestras oraciones; más bien debemos entenderla
como una puerta abierta. Pida lo que usted desee a Dios; confíe que Su voluntad es buena,
agradable y perfecta; y sométase a Su voluntad como lo hizo Jesús en Su oración en el
huerto de Getsemaní. Entonces, Dios mira y prueba nuestro corazón, si queremos hacer
Su voluntad y nuestro corazón es perfecto para con Él; Dios nos mostrará Su poder a
favor nuestro. (Véase 1 Juan 5:14; 2 Crónicas 16:9).

Dios conoce tus necesidades, debilidades y tentaciones. Acércate a Él con confianza. No te


sientas rechazado. Dios te invita a que recibas Su tierno amor, Su infinita bondad y Sus
eternas misericordias. Si recibiste a Jesús esta invitación es para ti: “Acerquémonos, pues
confiadamente al trono de la gracia, para que alcanzar misericordia y gracia para el
oportuno socorro” (Hebreos 4:16).
Aparta una hora y un lugar determinado para presentarte delante de Dios cada día (Salmo
5:1-3). Dale a conocer tus peticiones en oración y ruego (Filipenses 3:6) y “no tendrás falta
de ningún bien” (Salmo 34:10).

Versículo para memorizar

“Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre; pedid, y recibiréis, para que vuestro
gozo sea completo” Juan 16:24.
AHORA A RECORDAR

1. ¿Qué razón tiene Dios para oírnos y respondernos? Antes éramos hijos de
, pero ahora somos

2. ¿A qué se refiere Jesús cuando dice “para que vuestro gozo sea completo”?

3. ¿De qué manera Dios cumplió el gozo de Abraham y Sara?

4. Debemos acercarnos a Dios confiando en que Él:


a.

b.

c.

d.

5. ¿Qué significa pedir conforme a Su voluntad?


LECCIÓN Nº 7

SOY SELLADO CON EL ESPÍRITU SANTO

¿Qué es más importante?


▪ Mi testimonio: Yo digo, “Conozco a Dios.”
▪ El testimonio de Dios: En el juicio a muchos declarará “Nunca os
conocí”
(Mateo7:23).

Muchas veces los creyentes afirman que conocen a Dios, pero debemos tener en cuenta que
mayor importancia tiene el ser conocido o reconocido por Dios. En cuanto a este tema, la
Biblia nos dice que el Señor conoce a sus hijos (Juan 10:27). Este conocimiento es una
distinción que Dios ve entre los suyos y el mundo y lo hace por el sello que Dios ha puesto
en nosotros (2 Timoteo 2:19).

Soy sellado con el Espíritu Santo

Efesios 1:13 nos dice que cuando oímos el evangelio de nuestra salvación, la palabra de
verdad y creímos en él, fuimos sellados con el Espíritu Santo de la promesa.

Significado del sello

El Espíritu Santo en nosotros como sello representa tres (3) cosas:


1. Es identificación: Somos propiedad única de Dios y nadie puede arrebatarnos de Su
mano (Juan 10:28). La Biblia enseña que el que no tiene el Espíritu de Cristo no es de
Él (Romanos 8:9).
2. Es garantía: Todo lo que Dios nos ha prometido, Él lo cumplirá (Efesios 1:13-14).
3. Es promesa cumplida: Pondrá dentro de nosotros Su Espíritu (Ezequiel 36:27).

Mandamientos sobre el Espíritu Santo

Hay cuatro mandamientos en cuanto al Espíritu Santo:


1. Ser llenos del Espíritu Santo. Efesios 5:18
2. No entristecer al Espíritu Santo Efesios 4:30
3. No apaguéis al Espíritu Santo 1 Tesalonicenses 5:19
4. Andar en el Espíritu Santo Gálatas 5:16
- Somos llenos del Espíritu Santo cuando nos vaciamos del pecado y nos entregamos
incondicionalmente al Señor para ser guiados por Él.

- Entristecemos al Espíritu Santo cuando no obedecemos lo que nos mueve


hacer.

- Apagamos el Espíritu Santo cuando insistimos en hacer lo que es desagradable


delante de Dios, cuando se impone en nosotros el orgullo, la rebeldía y la incredulidad, y
cuando no somos sinceros en reconocer nuestras fallas y pecados.

- Andamos en el Espíritu Santo cuando estamos pendientes de lo que Él nos dice y


buscamos obedecerle y complacerlo.

Confirmación

Así que, al recibir a Jesús, fuiste sellado con el Espíritu Santo y no solamente eres
conocido por Dios, sino que el mismo diablo, sus súbditos y el mundo reconocen que no
pertenecemos a ellos, sino a Jesús (Efesios 4:30). El Espíritu Santo no es un sello en nuestra
frente, pero de la misma manera en que la gente reconoció a Pedro y a Juan por su valor,
sabiduría, testimonio y obras (Hechos 4:13), reconocerán que nosotros somos hijos de Dios
por el Espíritu Santo que vive y actúa en nosotros.

Versículo para memorizar

“En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra


salvación, y habiendo creído en El, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la
promesa.” Efesios 1:13
AHORA A RECORDAR

1. Juan 10:27 nos enseña que somos por Dios. 2 Timoteo


2:19 nos dice que el Señor nos reconoce por medio del y Efesios
1:13 nos dice que ese sello es el .

2. El Espíritu Santo como sello representa en nosotros tres cosas:


a. Promesa cumplida:

b. Identificación:

c. Garantía:

3. ¿Cómo podemos ser llenos del Espíritu Santo?

4. ¿Cómo entristecemos al Espíritu Santo?

5. ¿Cómo apagamos el Espíritu Santo?

6. ¿Cómo andamos en el Espíritu?

7. ¿Quien, además de Dios, puede distinguir el sello del Espíritu Santo?


LECCIÓN Nº 8

SOY MIEMBRO DE LA FAMILIA DE DIOS

La Iglesia es mi familia

Dios hizo a la Iglesia como el hogar para todos los que nacen del Espíritu. Al recibir a
Jesús, naciste espiritualmente. Así como un niño, cuando nace en el seno de una familia,
recibe amor, cuidado, alimentación y educación; así el propósito de Dios es que nazcas
espiritualmente en el seno de una familia espiritual, o iglesia, en que puedas crecer y
desarrollarte espiritualmente. Por esto es necesario que te congregues en una iglesia local.

¿Por qué debes congregarte?

Como iglesia, nosotros asumimos ahora la responsabilidad de:

▪ Suministrarte la leche espiritual pura (1 Pedro 2:2);


▪ Enseñarte todo lo que el Señor nos manda (Mateo 28:20;);
▪ Cuidarte (1 Pedro 5:2-3);
▪ Darte todo el amor que requieres para que tengas el mejor desarrollo espiritual
(1
Juan 3:16).
El mandamiento de Dios es que crezcas en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor
Jesucristo (1 Pedro 1:21).

Otras razones por las que debes congregarte son:

▪ Ahora eres miembro de la familia de Dios (Efesios 2:19). Ya no eres un extraño, ni


un enemigo (Colosenses 1:21). Tienes ahora una familia muy grande alrededor del
mundo, pero tu familia más cercana es tu iglesia local.

¿Cómo llego a ser miembro de una iglesia local?

El mejor ejemplo lo tenemos en la historia registrada de la primera iglesia en Hechos 2:41-


47. Veamos los pasos:

1. Recibieron la palabra. Al recibir a Jesús ya diste este primer paso.


2. Fueron bautizados. Este es el segundo paso que debes dar. El bautismo es
el testimonio público de tu nueva fe. La fe no comienza con el bautismo, sino que
éste demuestra que ahora crees que Cristo murió por tus pecados, fue sepultado
y al tercer día resucitó (Romanos 6:3-5). El bautismo es el testimonio público de tu
nueva vida (Efesios 2:1,5), de lo que sucedió el día que recibiste a Cristo. Estabas
muerto en tus pecados y el Señor te resucitó. Es el testimonio público de tu nueva
relación con Dios (Efesios 2;19). Ya no es la relación Creador-criatura; ahora es la
relación Padre-hijo. El bautismo señala que ya no eres hijo de desobediencia, sino
por el contrario es el sello de tu promesa de vivir como hijo de obediencia. Como
dijo Pablo “lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual
me amó y se entregó a sí mismo por mí” Gálatas 2:20.

3. Se reunían en el templo y en las casas y compartían juntos las oraciones, la


alabanza a Dios, la enseñanza de la palabra o doctrina, la cena del señor, los
alimentos. Todo esto lo hacían constantemente con alegría y sencillez.

Por lo tanto, recuerda que:

▪ El mandamiento de Dios es que no debes dejar de congregarte, sino que debes


asistir fielmente a la iglesia. Al hacerlo, serás estimulado al amor y a las buenas
obras (Hebreos 10:24-25). Si dejamos de congregarnos, tal como sucede con la
brasa que se separa del fuego, pronto nos apagamos y nos sentimos desalentados.

▪ Otra razón es que el día que regresará el Señor se acerca. Cuando Él venga, El
levantará a Su iglesia y tú debes estar allí. ¿Puedes imaginar el gozo que sentirás
cuando regrese el Señor, si entonces estás en la iglesia adorándole y sirviéndole?
Pero ¡qué triste sería si estuvieses en otro lugar!

Versículo para memorizar

“Por eso, ya no sois extranjeros ni forasteros, sino conciudadanos de los santos y


miembros de la familia de Dios” Efesios 2:19.
AHORA A RECORDAR

1. ¿Por qué debes congregarte en una iglesia local? Porque asumimos la responsabilidad
de: 2 Pedro 2:2,
Mateo 28:20
1 Pedro 5:2-3
y 1 Juan 3:16.
2. ¿Cuáles son las otras razones por las que debes congregarte?
a. Ahora soy de Dios.
b. Es un de Dios.
c. El día se acerca.

3. ¿Cómo te haces miembro de una iglesia local?


1.
2.
3.

4. El bautismo es el testimonio público de:


Tu nueva
Tu nueva
Tu nueva

5. ¿Dónde te gustaría estar el día que el Señor regrese?

6. ¿Cómo te sientes en la Iglesia?

También podría gustarte