Uso Inadecuado de Las Redes Sociales

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RESUMEN

En los últimos años asistimos a una doble moral cuando intentamos analizar el
comportamiento de nuestros jóvenes adolescentes en las redes sociales, y las
consecuencias de un mal uso. Nos escandalizamos de las cosas que pueden llegar a
colgar en redes sociales como Instagram o Twitter; de las horas que dedican a consumir
vídeos en Youtube e incluso de la pornografía subida de tono que consumen. Sin
embargo, como profesionales en contacto diario con el menor, lejos de “ponernos las
pilas” y saber qué está pasando en ese mundo virtual, cómo afecta a nuestros pacientes,
lo vemos como una moda y no nos formamos en prevención.

Palabras clave: Redes sociales; Ciberbullying; Identidad online; Ciberseguridad;


Prevención; Protección de datos; Privacidad; Sexting; Grooming.

I. INTRODUCCIÓN
La revolución tecnológica ha ido a una velocidad que nos sobrepasa y nos pone en
el foco dejando a la luz nuestra falta de experiencia y ausencia de medidas básicas de
protección para un futuro que ya es presente. Nos emocionamos tanto cuando la red
social Facebook entró en nuestras vidas, que no supimos ver el poder que le estábamos
dando a un extraño al abrirle las puertas a nuestra intimidad. El ocio, los sentimientos y
todo tipo de datos facilitados sin control y sin filtro, pero sin pensar que la información
personal era un peligro real que podía hipotecar nuestro futuro. Nunca nos planteamos en
aquellos años, la necesidad de establecer un sistema seguro para evitar que menores de
16 años pudieran acceder solos a crearse un perfil y ahora mismo ya muchos ni se
plantean pararlo. ¿Cuántos se leyeron las condiciones de privacidad al abrir un perfil en
redes y supieron ver en manos de quien dejábamos nuestras fotos, costumbres o
aficiones?

La revolución tecnológica ha ido a una velocidad que nos sobrepasa y nos pone en el foco
dejando a la luz nuestra falta de experiencia y ausencia de medidas básicas de protección
para un futuro que ya es presente

Desde estas líneas, y basándome en estudios y en experiencia, se pretende acercar al


profesional que está en contacto con adolescentes, qué peligros reales hay en el uso de
las redes sociales y cómo podemos ayudar a prevenir esos riesgos. Marcar pautas para
acercarnos a su mundo, a través de un conocimiento más profundo de la realidad virtual
en la que viven cada día. No hay que entrar en la “Deep Web” para tener acceso a
contenidos ilícitos. Redes sociales aparentemente legales dejan al descubierto la falta de
regulación de contenidos cuando hablamos de redes sociales y adolescentes.

II. REVISIÓN LITERARIA

II.1. Redes sociales y adolescentes: cómo es esta relación


Los adolescentes suelen ser personas inmaduras, con su desarrollo emocional en
proceso. Por ello, es muy común que busquen la atención y la aprobación de sus iguales
a través de las plataformas sociales.

Precisamente, los adolescentes y jóvenes son las personas que más utilizan las
redes sociales para entretenerse y expresarse. De acuerdo con un estudio reciente, entre
los 12 y los 17 años las personas pasan más tiempo conectadas a sus dispositivos
móviles que en clase.

Se calcula que los adolescentes pueden pasar hasta 8 o 9 horas diarias online, de
las cuales al menos 3 las dedican a las redes sociales. Por ello, se observa que es un
público especialmente vulnerable a las alteraciones psicológicas derivadas de su mal uso.

II.2. ¿Sabemos que RRSS existen y cuáles se usan más?

Un 85% de los internautas de 16-65 años utilizan Redes Sociales, lo que representa
más de 25,5 millones de usuarios en nuestro país

Según el estudio anual de redes sociales 2019(5), estas son las redes sociales que
existen. (Figura 1). Un 85% de los internautas de 16-65 años utilizan Redes Sociales, lo
que representa más de 25,5 millones de usuarios en nuestro país.

Las Redes Sociales se estabilizan entre la población española internauta,


alcanzando así su madurez con penetraciones del 85% (lo que representa 25,5 millones).
Las Redes Sociales que reinan el panorama español son WhatsApp, Facebook, Youtube
e Instagram. Facebook pierde la primera posición frente a WhatsApp, principalmente por
el gran crecimiento de Instagram que ya se identificaba en 2018, y que además aún tiene
recorrido entre los usuarios (54%). Facebook además es la Red que mayor tasa de
abandono tiene. Los españoles usuarios están 55 minutos diarios en promedio en las
Redes Sociales, siendo los más jóvenes los que dedican mayor tiempo a ellas (0:58 min).
El móvil lidera la conexión a las Redes Sociales (95%), aunque existen Redes específicas
por dispositivo: WhatsApp, Instagram, Twitter y Telegram son de móvil, Facebook y
Youtube más de ordenador.

Las marcas son seguidas a través de Redes Sociales por un 72% de los usuarios.
Para un 31%, que una marca tenga perfil en Redes es sinónimo de confianza. La
publicidad en RRSS no genera molestias, especialmente entre los más jóvenes. La
publicidad personalizada es bien recibida y cumple con las expectativas de los usuarios.
Para un 55% de los usuarios, las Redes Sociales son una fuente de información más y es
por eso que participan de forma activa mediante comentarios. La mitad de los usuarios
declara que las Redes Sociales han influido alguna vez en su proceso de compra. 7 de
cada 10 usuarios siguen algún influencer. Consideran que son creíbles y, entre ellos, poco
publicitarios. Un 58% de las organizaciones ha contratado al pasado año los servicios
de Influencers, un 12% más que en 2018.

El uso de ordenador es muy elevado (lo tienen el 89,7% de los menores) y aún más
el uso de internet (el 92,9%)

Si cruzamos estos datos, con los que facilita el Instituto Nacional de Estadística(6),
el uso de TIC por los menores (de 10 a 15 años), se encuentra, en general, muy
extendido. El uso de ordenador es muy elevado (lo tienen el 89,7% de los menores) y aún
más el uso de internet (el 92,9%). Por su parte, el 66,0% de la población de 10 a 15 años
dispone de teléfono móvil. Por sexo, las niñas usan en mayor medida las nuevas
tecnologías. Y a mayor edad, mayor uso de TIC, sobre todo a partir de los 13 años. Según
ha publicado Europa Press, los menores de secundaria dedican 4 horas más al año a
internet que a su tiempo de estudio.

II.3. Evidencias y reflexiones


II.3.1.Reflexiones previas

Los jóvenes han nacido en un mundo digital mientras que sus padres son
inmigrantes en el mundo de las redes sociales. Cometen delitos sin saberlo, y lo que es
peor: no saben gestionarlos cuando son testigos o víctimas

Los jóvenes han nacido en un mundo digital mientras que sus padres son
inmigrantes en el mundo de las redes sociales. Navegan por las redes sin que nadie les
haya dado jamás un carnet para manejarse. Cometen delitos sin saberlo, y lo que es peor:
no saben gestionarlos cuando son testigos o víctimas.

II.3.2.Evidencias que nos comprometen

¿Sabes cuál es la edad mínima para CREAR un perfil en una red social como
Facebook, Instagram, Twitter, Periscope, Snapchat, ask.fm o WhatsApp?

Lo que se cuelga, es de dominio público. Tenemos conciencia sobre: “Lo que no


quieras que se sepa, no lo subas. Una vez colgado ya no te pertenece”.
II.4. ¿Por qué existen las RRSS?

Cada red social tiene una edad, unas características, un modo de comportarse y lo
tiene por algo. Aquel adulto que, en cualquier circunstancia, tiene un menor a su cargo ha
de conocer estas reglas del juego por la propia seguridad, física y mental, del menor que
custodia. Igual que existen las normas sociales para ir vestido de una u otra manera si vas
a una boda, a una charla o de marcha con amigos, las redes sociales también tienen sus
normas de uso, al igual que sus normas de privacidad. Del uso que les demos, y de las
redes que aceptamos consumir, dependerá mucho nuestra huella digital.

Del uso que les demos, y de las redes que aceptamos consumir, dependerá mucho
nuestra huella digital

Las redes sociales: han venido para quedarse. No son peligrosas, pero son
poderosas

II.5. ¿Por qué usamos RRSS?

El reconocimIento en redes sociales y la necesidad de ser aceptado y reconocido


engancha

 Cubren necesidades de las personas. Las “Necesidades básicas de la pirámide de


Maslow” han cambiado. Ahora surge la necesidad de reconocimiento social en redes y
de tener un status determinado que viene marcado en función de las redes que usas.
LinkedIn se mueve a nivel profesional y en función de tu venta del currículum y
destinos profesionales, puedes colocar un prestigio laboral. En Instagram por las fotos
que cuelgas de los sitios a los que vas a comer o de vacaciones, consigues
un status digital. Es el mundo de la apariencia.
 Por la necesidad de afecto. En el mundo adolescente todo va mucho más deprisa
y a muchos les cuestan las relaciones físicas en directo. Esta necesidad de afecto, en
los adolescentes pasa factura porque en las redes sociales lo miden en función de
los likes de Instagram y Twitter; de los RT; y del número de visualizaciones de los
vídeos que cuelgan en las diversas plataformas.
 Afán de notoriedad que crea una personalidad muy bipolar porque las redes te dan
la posibilidad de ser quien no puedes ser en la vida real, o de desarrollar diversas
personalidades.
 El reconocimiento en redes sociales y la necesidad de ser aceptado y reconocido:
eso engancha.
Peligros del mal uso de las redes sociales

¿Qué provoca el mal uso de las redes sociales?


Entre los peligros de las redes sociales están los daños en la reputación, la huella digital,
adicción, ciberbullying, sexting, grooming, stalking y violencia, entre otros

 DAÑOS EN LA REPUTACIÓN ONLINE. Es mucho más dañina que la reputación


en la vida real. En las redes sociales no puedes empezar de cero como en la vida real.
Si una acción equivocada marca tu vida, puedes cambiar de profesión o ciudad. Sin
embargo la reputación en redes sociales te persigue de por vida. Pueden hacer un
pantallazo de algo que has colgado y sacarlo años más tarde. O estar años
conversando con quien hizo una suplantación de identidad y verte implicado en algo
turbio porque lo guardan y sale a la luz cuando te hacen chantaje. Un vídeo del
pasado pueden soltarlo en redes, en la época planeada para destruirte. Todos
tenemos un book de nuestra vida digital que alguien puede guardar y va aumentando
o bajando de precio en función de tu ascenso social. Y esto ocurre en la vida real cada
día aunque parezca sacado de una película del futuro. Por lo tanto, no hay que olvidar
jamás, que hay una pérdida total de control de lo que enviamos y publicamos en
Redes Sociales.
 HUELLA DIGITAL. Lo que colgamos deja una evidencia que conforma una vida
digital en redes y que marca y define nuestra huella digital. Hoy no eres nadie y
mañana pierdes un trabajo o una oposición por ese tuit o aquella foto en Instagram
que colgaste cuando eras un estudiante y que no creías que sería determinante para
tu futuro laboral. Nuestras emociones y nuestras parejas quedan en ese book digital.
¡Qué se lo digan a los jugadores de futbol que perdieron fichajes o a los políticos que
son víctimas o escarnio público por los tuits del pasado! No hay que olvidar el poder
de los datos y la Big Data.
 ADICCIÓN. Las redes sociales por la necesitad de gustar y tener seguidores hace
que cada vez se compartan más contenidos de la intimidad y vida de las personas.
Vamos a desgranar una serie de conceptos y delitos que pueden afectar a nuestros
pacientes adolescentes y debemos tenernos claros.
 CIBERBULLYING. Es el acto de humillar, insultar, difamar, amenazar, entre
iguales, durante un tiempo prolongado y a través de un móvil o un ordenador. Los
medios utilizados suelen ser las TICS Y RRSS. Esa humillación implica intención y
actitud dolosa. Hay una sumisión en esa relación jerárquica. El lugar donde se inicia
suele ser el centro educativo o las actividades extraescolares, pero todo va por redes.
Y se da una reiteración; no son casos aislados. Siempre hay un triángulo en
el ciberbullying y que tenemos que romper para poder evitarlo y sobre todo prevenirlo.
La víctima, el acosador y el espectador pasivo, ese compañero que lo ve todo y que si
lo cuenta, se convierte en chivato. Por eso hay que romperlo y escuchar al que avisa y
convertirlo en pieza clave de esa prevención. No es el chivato, es el bueno que
empatiza. Cuando el espectador pasivo es testigo silencioso en los pasillos del colegio
o en el grupo de WhatsApp, su testimonio y valentía al acudir al adulto, debe ser
valorado y escuchado. Un pediatra puede detectar al acosador por su conducta
cuando habla de los débiles de la clase o cuando es una egocéntico acostumbrado a
ser el centro de atención.
Tenemos que romper el triángulo del ciberbullying: victima, acosador y espectador pasivo
que debe avisar y es pieza clave en la prevención y debe ser valorado y escuchado

 SEXTING. La palabra sexting, acrónimo o contracción de los términos “sex” (sexo)


y “texting” (texto, mensaje) es una práctica consistente en el envío de imágenes o
vídeos de contenido más o menos íntimo, normalmente de carácter erótico o
pornográfico. El uso de las TICS y la omnipresencia de las mismas ha hecho que sea
una práctica habitual y cada vez más extendida entre jóvenes y adultos. Es necesario
advertir, que la práctica consentida de esta actividad está permitida y no es
reprochable penalmente. Lo que se ha tipificado como delito, es la divulgación o
emisión de estas imágenes sin el consentimiento de la víctima (aunque la imagen o
vídeo se hubiera tomado originariamente con su anuencia). Con la reforma operada
por la LO 2/2015 por la que se modifica el CP (7), se introduce esta nueva figura como
delito, tipificándolo en el artículo 197.7 que regula por primera vez esta figura,
señalando que: “Será castigado con una pena de prisión de tres meses a un año o
multa de seis a doce meses el que, sin autorización de la persona afectada, difunda,
revele o ceda a terceros imágenes o grabaciones audiovisuales de aquella que
hubiera obtenido con su anuencia en un domicilio o en cualquier otro lugar fuera del
alcance de la mirada de terceros, cuando la divulgación menoscabe gravemente la
intimidad personal de esa persona. La pena se impondrá en su mitad superior cuando
los hechos hubieran sido cometidos por el cónyuge o por persona que esté o haya
estado unida a él por análoga relación de afectividad, aun sin convivencia, la víctima
fuera menor de edad o una persona con discapacidad necesitada de especial
protección, o los hechos se hubieran cometido con una finalidad lucrativa”. Por lo
tanto, si un paciente te cuenta que envió una foto al chico que le gustaba, ahora han
dejado de salir y tras amenazarla con que si no volvía, la ha enviado por WhatsApp a
sus contactos, hay un sexting. Hay que denunciar.
Uno de cada cinco de los encuestados ha sufrido grooming online y el 15% en más de
una ocasión

 GROOMING. El grooming y, en su evolución digital, el online grooming (acoso y


abuso sexual online) son formas delictivas de acoso que implican a un adulto que se
pone en contacto con un niño, niña o adolescente con el fin de ganarse poco a poco
su confianza para luego involucrarle en una actividad sexual. Esta práctica tiene
diferentes niveles de interacción y peligro: desde hablar de sexo y conseguir material
íntimo, hasta llegar a mantener un encuentro sexual, por lo que sería un delito.
Se trata de un proceso en el que se produce un vínculo de confianza entre la víctima y
el acosador. Este intenta aislar poco a poco al menor, y lo consigue desprendiéndolo
de su red de apoyo (familiares, profesores, amigos, etc.) y generando un ambiente de
secretismo e intimidad. En el caso del online grooming el abusador envía, a través de
un medio tecnológico, material sexual al niño o niña. Además, se suele hacer pasar
por menor y adapta el lenguaje a la edad de la víctima. Es una violencia igual de real
que la física, pero de la que no se puede huir. Según Save The Children, un acoso
más común de lo que pensamos. Su informe Violencia Viral incluye una encuesta con
casi 400 jóvenes de entre 18 y 20 años de toda España (8), para ver si durante su
infancia y adolescencia les ha afectado alguno de los tipos de violencia online. El
estudio ha confirmado que el online grooming es mucho más común de lo que
pensamos. Uno de cada cinco de los encuestados ha sufrido este tipo de acoso y el
15% en más de una ocasión. De media, la primera vez que sufrieron esta violencia fue
con 15 años.
 STALKING. El stalking (conductas constitutivas de acoso, acecho u
hostigamiento) reflejado en el artículo 172 del Código Penal.
La reforma del Código Penal a través de la Ley Orgánica 1/2015 introdujo el artículo
172, el que regula el stalking de forma jurídica. Este artículo afirma que al existir
”vigilancia, persecución o búsqueda de cercanía física; contacto o intento de contacto
a través de cualquier medio de comunicación o por medio de terceras personas; uso
indebido de los datos personales de una persona para adquirir productos, contratar
servicios, o hacer que terceras personas se pongan en contacto con ella” o atentado
“contra su libertad o contra su patrimonio, o contra la libertad o patrimonio de otra
persona próxima a ella”, estamos hablando de esta forma de acoso. Las redes
sociales tienen un especial protagonismo en el fenómeno del stalking: cuando el acoso
se produzca de forma insistente y reiterada, puede ser susceptible de delito. Según la
sentencia de la Sala Penal del Tribunal Supremo (324/2017 de 8 de mayo), “se
requiere una voluntad de imponer un patrón de conducta sistemático de acoso con
vocación de cierta perpetuación temporal”. Además, aunque el delito de stalking no
exige de planificación, sí que obliga a la víctima a variar sus hábitos cotidianos como
única vía de escape.
 VIOLENCIA DE GÉNERO EN REDES. Violencia de género y stalking.
La inclusión de los principios que definen al stalking a través de la LO 1/2015 en el
Código Penal también supone un refuerzo de la protección penal de las víctimas de
violencia de género. Este acoso continuado, realizado o bien a través de las redes
sociales o bien a través de otros métodos, puede responder a una “manifestación de la
discriminación, la situación de desigualdad y las relaciones de poder de los hombres
sobre las mujeres”. Pese a que la mujer no haya experimentado acoso o violencia
físicos, la inclusión de este delito en el Código Penal se puede identificar con mayor
facilidad cuándo se menoscaban gravemente la libertad y el sentimiento de seguridad
de las víctimas. Si una persona se ha sentido acosada de forma reiterada mediante las
redes sociales o considera que los comportamientos de un tercero han provocado un
cambio en su rutina, puede que esté sufriendo stalking. Y esto últimamente se detecta
en el control que a través del WhatsApp establecen algunos adolescentes con sus
parejas, controlando si están o no en línea o pidiendo fotos de cómo van vestidas
cuando salen con sus amigas.
Es responsabilidad de todos no participar en las cadenas de desinformación para evitar
ser victimas de la manipulación

 DESINFORMACIÓN. El mal uso de las redes sociales, va unido a una falta de


criterio a la hora de recibir información. Concienciar sobre la responsabilidad en la
viralización de fake news y la responsabilidad de la difusión de estos mensajes falsos
es de todos. Cada vez que desde WhatsApp alguien reenvía este tipo de contenidos
contribuye a su viralización, con todo lo que ello conlleva. Uno de los objetivos del que
desinforma es conseguir una difusión amplia y rápida. Por eso tomar conciencia como
ciudadanos sobre la importancia de no participar en estas cadenas de desinformación
es fundamental para evitar ser víctimas de su manipulación.
Para luchar contra la desinformación y para blindarnos ante las noticias falsas “fake
news” que puedan llegar a nuestros móviles vía WhatsApp o podemos leer en
digitales, la Policía Nacional(9) ha elaborado una guía con cinco sencillas pautas:
1. Conoce la fuente de la noticia: “googlear” los mensajes nos puede dar una
rápida respuesta sobre la fiabilidad de su contenido. Puede tratarse de noticias
antiguas, hechos que se han exagerado o pseudonoticias. Los perfiles o
cuentas anónimas a veces son un indicio que nos debe hacer desconfiar. En
ocasiones también puede tratarse de robots; observando su actividad y sus
seguidores podrás reconocerlos.

2. Contrasta la noticia: acudir a otros medios en los que confíes o a fuentes


oficiales es la forma más rápida de conseguir una segunda opinión. Los
enlaces a otras webs o fuentes oficiales incluidos en la noticia que justifiquen la
información, refuerzan su veracidad.

3. A veces una imagen no vale más que mil palabras: sobre todo cuando se
trata de pantallazos o imágenes que se usan descontextualizadas o incluso
manipuladas. Los programas de retoque fotográfico y edición de imágenes son
una herramienta a la que acuden con frecuencia los creadores de fake
news por la apariencia de realidad que pueden conseguir.
4. Identifica los patrocinios: recuerda que, aunque la información no pueda
considerarse falsa estrictamente, saber quién es el emisor del mensaje o
patrocinador puede ayudarte a averiguar si se trata de una opinión o de
auténtica información objetiva, podrás contextualizarlo y favorecer el
pensamiento crítico.

Por muy alarmante que parezca la noticia, antes tómate unos segundos para
pensar en si su reenvío a tus contactos está justificado

5. Ante la duda sobre su veracidad, abstente de compartirlo. No te conviertas


en un peón de los creadores de fake news y evita que te utilicen para difundir
su falso mensaje. Por muy alarmante que parezca la noticia, antes tómate unos
segundos para pensar en si su reenvío a tus contactos está justificado ¡Qué el
sentido común sea también el más común de los sentidos!

Actualmente hay un proyecto del gobierno para crear una Estrategia Nacional de
Desinformación.
Actuación de los adultos los delitos en redes y cómo prevenir

¿Qué puede hacer el ADULTO frente a los ciberdelitos?

1. Cubrir en las revisiones de los menores con sus pediatras todos los ámbitos de la
prevención en redes sociales. Saber si tiene móvil, cuántas horas lo usa, si ha tenido
problemas por enviar una foto, etc.

2. Deberíamos hablar con los menores, igual que hablamos de la seguridad en el hogar o
en el coche, de la seguridad… de los riesgos y los beneficios del uso de las redes
sociales.

3. Adelantarnos a la hora de percibir los primeros síntomas que pueden alertar que un
joven está sufriendo ciberacoso: tristeza, desinterés, bajo rendimiento escolar,
introversión, etcétera.

4. Y en un último escalón, si procede enviar al menos al psicólogo o psiquiatra para


diagnosticar y tratar de manera eficaz la depresión o la tendencia al suicidio que puede
llegar a provocar el. por ejemplo, un ciberacoso o la adicción a las redes.

Recomendaciones

1. Es imprescindible como pediatra estar en el mundo de nuestros pacientes. Y esto


incluye también el mundo virtual. Que los jóvenes vean que hablamos su lenguaje y que
podemos parar una situación de acoso o delito porque somos adultos con herramientas.

2. Si el menor muestra el móvil a un adulto (padre, tutor, pediatra…) y hay contenido


delictivo, debemos ponerlo en conocimiento de la Policía o la Guardia Civil que lo
enviarán a la Fiscalía de menores. Si es menor de 14 es inimputable y se archivará. Pero
el menor aprende que sus actos tienes consecuencias. Y lo que parece una trastada, ya
con 14 años será un delito y se le aplicará la Ley de Responsabilidad Penal del Menor
(LRPM)(10).
Si el menor muestra el móvil a un adulto (padre, tutor, pediatra…) y hay contenido
delictivo, debemos ponerlo en conocimiento de la Policía o la Guardia Civil que lo
enviarán a la Fiscalía de menores

3. Frenar el acoso en cuanto este da la cara y denunciarlo. Es importante:


 Nunca contestar a las provocaciones del acosador. Y nunca gestionarlo
directamente entre padres, si se conocen. Nunca olvidemos que el padre del autor de
los hechos, al contarlo, puede provocar que el autor decida borrarlo todo. Y empieza
un calvario para la víctima que tiene que demostrarlo.
 Por eso durante el acoso es recomendable hacer una captura de aquellos
mensajes o imágenes impropios. Nunca borrarlos.
 Denunciar a la plataforma digital correspondiente el hecho y eliminar o bloquear al
acosador en todos los perfiles sociales. Avisar al centro escolar y denunciar en
comisaria.
 Denunciar siempre el hecho a la policía, aunque el acosador sea menor de 14
años y por tanto, se trate de una acto impune penalmente, de esta manera el fiscal de
menores tendrá constancia del ‘historial delictivo’ del acosador en caso de reincidir.
 Formarse y estar al día.
Ley orgánica 3/18 de 5 de diciembre de protección de datos personales y garantía
de los derechos digitales (11). El artículo 7 de la LOPD. Consentimiento de los menores
de edad.

1. El tratamiento de los datos personales de un menor de edad únicamente podrá


fundarse en su consentimiento cuando sea mayor de catorce años. Se exceptúan los
supuestos en que la ley exija la asistencia de los titulares de la patria potestad o tutela
para la celebración del acto o negocio jurídico en cuyo contexto se recaba el
consentimiento para el tratamiento.

2. El tratamiento de los datos de los menores de catorce años, fundado en el


consentimiento, solo será lícito si consta el del titular de la patria potestad o tutela, con el
alcance que determinen los titulares de la patria potestad o tutela.

En este sentido, la Agencia Española de Protección de datos (12), presentaba el pasado 28


de enero su campaña “Por todo lo que hay detrás”, dirigida a promover la utilización del
Canal prioritario de la Agencia, para denunciar la difusión en Internet de contenidos
sexuales o violentos publicados sin el permiso de las personas que aparecen en ellos, en
particular, en casos de acoso a menores o violencia sexual contra las mujeres.

Tablas y figuras
Figura 1.

Fuente: Estudio anual de redes sociales 2019. https://iabspain.es/estudio/estudio-


anual-de-redes-sociales-2019/.

Bibliografía

1. Entrevista Julia Otero, Julia en la Onda a Esther


Arén. https://www.ondacero.es/programas/julia-en-la-onda/ilustran-entrevista-
julia-onda-esther-aren-mas-escuchada-
2016_20170706595e952f0cf2e5ccc1f6e3bb.html.
2. Declaraciones Marina Díaz-Marsá, presidenta de la Sociedad de Psiquiatría de
Madrid y psiquiatra del Hospital Clínico San
Carlos.https://www.efe.com/efe/espana/sociedad/psiquiatras-asocian-el-
aumento-de-depresion-en-los-jovenes-con-abuso-las-redes/10004-3636681.
3. Declaraciones de Víctor Pérez Sola, director del Institut de Neuropsiquiatria i
Addicions del Hospital del Mar de
Barcelona. http://www.ipfe.org/Espa%C3%B1a/Noticia/Psiquiatras_asocian_el_a
umento_de_depresi%C3%B3n_en_j%C3%B3venes_con_abuso_en_las_redes.
4. Estrategia Nacional sobre Adicciones (2017-
2024). http://www.pnsd.mscbs.gob.es/pnsd/estrategiaNacional/docs/
180209_ESTRATEGIA_N.ADICCIONES_2017-2024__aprobada_CM.pdf.
5. Estudio anual de redes sociales 2019. https://iabspain.es/estudio/estudio-
anual-de-redes-sociales-2019/.
6. Encuesta sobre Equipamiento y Uso de Tecnologías de Información y
Comunicación en los Hogares del Instituto Nacional de Estadística. Año
2019. https://www.ine.es/prensa/tich_2019.pdf.
7. Ley Orgánica 1/2015, de 30 de marzo, por la que se modifica la Ley Orgánica
10/1995, de 23 de noviembre, del Código
Penal. https://www.boe.es/buscar/pdf/2015/BOE-A-2015-3439-consolidado.pdf.
8. Informe de Save The Children sobre Violencia Viral, análisis de la violencia contra
la infancia y la adolescencia en el entorno digital (Julio
2019). https://www.savethechildren.es/publicaciones/informe-violencia-viral-y-
online-contra-la-infancia-y-la-adolescencia.
9. Unidades de Participación Ciudadana de la Policía
Nacional. https://www.policia.es/org_central/seguridad_ciudadana/unidad_centr
al_part_ciudada/part_ciudadana_participacion.html.
10. Ley Orgánica 5/2000, de 12 de enero, reguladora de la responsabilidad
penal de los menores. https://www.boe.es/buscar/act.php?id=BOE-A-2000-641.
11. Ley Orgánica 3/2018, de 5 de diciembre, de Protección de Datos
Personales y garantía de los derechos
digitales. https://www.boe.es/buscar/act.php?id=BOE-A-2018-16673.
12. Agencia Española de Protección de datos. https://www.aepd.es/es.

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