Mahler
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maternos. b.- Los Cuidados y Estímulos brindados por la Madre, ya que estos permiten
desplazar las cargas libidinales del bebé desde dentro del cuerpo hacia su periferia.
El autismo normal y la simbiosis normal son prerrequisitos del comienzo del proceso normal de
separación-individuación. Cada fase se presenta como un periodo en el que se hace una contribución
cualitativa diferente al desarrollo psicológico del individuo. La fase autística normal sirve para la
consolidación postnatal del desarrollo fisiológico. La fase simbiótica normal marca la importantísima
capacidad filogénica del ser humano para darle lugar a la madre en esa relación simbiótica. La fase de
separación individuación se caracteriza por un continuo aumento de la consciencia de la separación de
si mismo y del otro que coincide con los orígenes del sentimiento de sí mismo, de la verdadera relación
con el objeto y de la conciencia de una realidad existente en el mundo exterior.
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3.- Fase de Separación-Individuación (5 meses a 2 años y medio).
Separación e Individuación son dos procesos diferentes que ocurren al unísono y de
manera coordinada. La Individuación lleva a la adquisición de una individualidad
distinta y única e implica la evolución de la autonomía intrapsíquica, la percepción, la
memoria, la cognición, la prueba de realidad. Mientras que La Separación, lleva a la
conciencia intrapsíquica de la diferenciación, la formación de límites y la desvinculación
de la madre e implican 4 fases:
3.a.- Sub Fase de Diferenciación (5-9 meses).
El inicio de esta sub-fase requiere la coincidencia de dos hechos evolutivos: 1.- El niño
está familiarizado con la mitad materna de la matriz simbiótica. Esto se observa
conductualmente cuando el niño manifiesta la sonrisa específica ante el rostro o voz de
su madre (posterior a la sonrisa generalizada en la que el niño sonríe a cualquier ostro
humano), ya que indica que el niño reconoce a su madre y que su imagen ha sido
entendida como un objeto libidinal. 6 meses en adelante: apogeo de la exploración
manual táctil y visual del rostro de la madre y de las partes cubiertas y desnudas de ella.
2.- Nivel de Desarrollo Neurofisiológico que le permita al niño período de vigilias
mayores y la adquisición de ciertas habilidades motrices que expandan el sensorio más
allá de la órbita simbiótica. La ruptura del cascarón: la atención del infante ahora se
dirige al exterior durante los crecientes periodos de vigilia. El niño ha estado atento a su
madre en la fase anterior y esa atención se va combinando con un repositorio creciente
de recuerdos de experiencias buenas y malas y con un “esperar con confianza” de alivio
maternal ante estas últimas.
Disminuye la dependencia corporal de la madre a medida que las funciones
locomotrices parciales van madurando. Las conductas características que posibilitan la
demarcación Yo del No-Yo, son la exploración visual y táctil del rostro y el cuerpo de la
madre. Comienza la diferenciación de una imagen corporal primitiva pero distinta. La
reacción ante extraños es variada e incluyen interés, cautela y ansiedad leve o fuerte.
Distanciamiento, formación de límites, desvinculación de la madre procesos que
culminan en auto representaciones internalizadas que se distinguen de las externas de
los objetos.
Objetos transicionales y situaciones transicionales: el objeto transicional descripto por
Winnicott es un monumento a la necesidad de contacto con el cuerpo de la madre que
se traduce en una insistencia preferencia por un objeto que es siempre el mismo que se
encuentra relacionado con la madre.
Pauta de verificación: el bebe comienza a distinguir aquello que esta relacionado con su
madre de aquello que no, de lo que es extraño, lo que no huele o se siente como madre,
comenzando a distinguir lo familiar de lo extraño. Responde a esto extraño con
ansiedad. Verifica y compara aquello ajeno que no es el rostro conocido de la madre,
incluso con las imágenes internas que pueda tener de ella.
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3.b.- Sub Fase de Ejercitación (9-14 meses).
Al menos 3 desarrollos interrelacionados contribuyen a que el niño haga sus primeros progresos
hacia la conciencia de separación y hacia la individuación: la rápida diferenciación corporal con la
madre; el establecimiento de un vínculo especifico con ella; y el desarrollo funcionamiento de los
aparatos autónomos del yo en estrecha proximidad con la madre. El infante comienza a explorar
objetos del exterior, algunos pueden transformarse en objetos transicionales.
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mecanismo para resistir a ella y contrarrestar su separación real. Deambulador y madre
ya no pueden seguir siendo una unidad dual. La comunicación verbal se hace cada vez
mas necesaria.
El comienzo de la identidad sexual: En el caso del niño, la zona genital queda investida
de catexis libidinales debido a la posición erecta del pene que comienzan a
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experimentar, lo cual les permite una mayor exploración táctil y visual. Su manipulación
le generará una fuente de placer que facilitará la posibilidad de superar la ansiedad de
castración que el niño afrontará posteriormente en el Complejo de Edipo. El padre
incrementa su presencia en la Constelación Familiar ya que el niño se identifica con éste.
En el caso de la niña, ésta reacciona con cólera hacia la madre por no ser provista del
órgano masculino, por lo que sus recursos de identificación están disminuidos en
relación a los varones. La tarea de llegar a ser un individuo separado parecía más difícil
para niñas que para niños, porque aquellas al notar la diferencia sexual, tendían a
volverse contra la madre, reprochándole, exigiéndole, sintiéndose defraudada por ella,
exigiéndole el saldo de una deuda. Los varones en cambio parecían enfrentarse con la
ansiedad de castración, pero al segundo o tercer año, les resultaba más fácil funcionar
por separado: resultan mas capaces de volverse hacia el mundo exterior o hacia su
propio cuerpo para obtener satisfacción.
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La comunicación verbal, que comenzó en la tercera subfase, se desarrolla durante esta
y en la cuarta subfase, y reemplaza, lentamente a los otros modos de comunicación. El
juego se vuelve mas planificado y constructivo; hay un comienzo del juego de fantasía,
desempeño de roles y juego como sí. Las observaciones acerca del mundo real se
vuelven detalladas y están claramente en el juego, y hay un creciente interés en los
compañeros de juego y en los adultos que no son la madre. Comienza a desarrollarse un
sentimiento del tiempo y de las relaciones espaciales, y junto con él, una creciente
capacidad de tolerar demora en la gratificación y de soportar la separación. Hay una
fuerte resistencia activa a las exigencias de los adultos, una gran necesidad y un deseo
de autonomía.
La cuarta subfase, se caracteriza por el despliegue de funciones cognitivas complejas: la
comunicación verbal, la fantasía y la prueba de realidad.
Ejercitación
locomotriz
Acercamiento