PLAYA
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El atractivo turístico, es considerado como una práctica social colectiva que impulsa la
economía de las playas, del mismo modo requiere fundamentalmente la creación y el
mantenimiento del empleo y la riqueza en un lugar o sitio de las playas. Esto se logra
mediante el uso eficiente y sostenible de los recursos disponibles, que a menudo son
limitados y no siempre pueden ser reemplazados. Es crucial, como condición
indispensable, que los elementos que permiten esta actividad turística sean preservados a lo
largo del tiempo. Además, es esencial que los servicios ofrecidos a los turistas cumplan con
sus expectativas y necesidades, asegurando su satisfacción, de modo tal que estos turistas
sientan la necesidad de regresar a las playas.
Los atractivos turísticos de las playas son aquellos elementos que las hacen especialmente
atractivas y deseables para los visitantes. Estos pueden ser tanto naturales como culturales,
y varían según la ubicación y las características únicas de cada playa. La importancia de las
playas como un recurso turístico, es que incrementa la economía de los habitantes del
sector. Es importante el cuidado y mantenimiento de las playas, porque de esta manera se
genera mayor presencia de turistas de diferentes lugares.
Entre todos los recursos naturales costeros, la playa se destaca como el que más atrae a los
turistas actualmente. Sin embargo, es importante reconocer que otros atractivos culturales,
como la gastronomía y las festividades, juegan un papel crucial en la diversificación y el
enriquecimiento de la experiencia turística en las áreas costeras.
Las playas con arenas finas y bañadas por aguas limpias y soleadas son elementos clave en
la elección de un destino vacacional. Las playas constituyen el principal recurso para la
producción turística, y su gestión eficiente es esencial para el éxito de cualquier región que
quiera mantener su competitividad. Este entorno singular, tanto de manera directa como
indirecta, se convierte en una importante fuente de ingresos para el sector turístico. Por
ello, para mantener la actividad turística es fundamental que se busque una ordenación
adecuada y una gestión eficiente de las playas.
El Ecuador ha sido considerado como un país con grandes atractivos turísticos, ofreciendo
una vasta gama de productos y destinos turísticos de alta calidad. El alto destino turístico
se debe a su impresionante diversidad natural, riqueza cultural y clima agradable. Estos
factores lo han convertido en un destino muy atractivo para los viajeros. El turismo de
playa, en particular, se refiere a las actividades que se desarrollan a lo largo de su extensa
costa. En estas áreas, los turistas pueden disfrutar de días soleados y noches llenas de
entretenimiento en un ambiente de temperaturas moderadas. A pesar de los esfuerzos por
diversificar y promover otros tipos de destinos turísticos, las playas continúan siendo un
atractivo en constante evolución y son altamente valoradas en nuestro país.
En toda la zona costera ecuatoriana, se encuentran los diferentes atractivos turísticos, con
numerosas playas con aguas cálidas, en tonos azul y turquesa, y con arenas que van desde
el gris y dorado hasta el blanco y rosado. Estas playas están situadas cerca de ciudades,
pueblos y comunidades de pescadores y artesanos. Los visitantes de las playas ecuatorianas
pueden disfrutar de impresionantes paisajes naturales, saborear una deliciosa gastronomía
basada en mariscos, participar en actividades recreativas en el mar y encontrar espacios
para el descanso y la tranquilidad.
El clima es un factor crucial que define a los destinos de sol y playa. Aunque los hoteles no
pueden garantizar buen tiempo, es esencial planificar las visitas durante periodos soleados
o en verano para maximizar la experiencia de este tipo de turismo. Además del clima, otros
elementos como la calma de las aguas, el tipo de arena, la amplitud de la playa, la
seguridad y la proximidad a lugares de interés son también importantes para los visitantes.
Además, las playas son uno de los activos turísticos más valiosos dentro de los recursos
costeros. No sólo son la base fundamental para el turismo, una actividad de gran
importancia en muchos países, sino que también albergan una rica biodiversidad y son
cruciales para la implementación de políticas efectivas de protección costera.
Para mantener el atractivo turístico de las playas es necesario tomar en cuenta la seguridad,
protección y el bienestar del turista es fundamental durante sus vacaciones, lo que incluye
contar con seguridad en la playa y tener un centro de salud cercano, aspectos esenciales a
considerar. Además, es necesario que haya espacios comerciales para que los turistas
puedan realizar sus compras, así como una variedad de actividades en la playa, desde
deportes acuáticos hasta otros atractivos, que contribuyan a que los visitantes perciban la
experiencia de sol y playa que les permitan pasar los mejores momentos.
En cuanto a los efectos económicos positivos, se pueden destacar varios aspectos
importantes. En primer lugar, el turismo contribuye a la creación de empleos y brinda
nuevas oportunidades económicas para las personas que trabajan en los sectores turístico y
hotelero. Además, el desarrollo turístico en las áreas costeras impulsa la dinamización y el
crecimiento económico de estos destinos. Por último, el turismo refuerza la cadena de
valor del sector, beneficiando a diversos actores involucrados en la industria. La
importancia de las playas abarca mucho más que las diversas actividades turísticas y
náuticas que se desarrollan a su alrededor. Por último, las playas impulsan la economía
local, beneficiando a los residentes y poblaciones cercanas que tienen al turismo como su
principal fuente de ingreso que permita mejorar sus condiciones socioeconómicas.
En lo referente a la gestión turística de las playas no se lleva a cabo de manera efectiva por
parte de las autoridades locales, ya sea porque no hay playas tan concurridas en esas áreas
o porque no atraen suficientes turistas. En otros casos, la gestión se limita a la emisión de
permisos temporales para servicios estacionales. Esto se logra mediante la combinación y
organización de recursos materiales y humanos, la coordinación y motivación de los
diferentes actores involucrados, y la evaluación de los resultados en relación con los
objetivos establecidos. En resumen, la gestión y planificación turística del litoral implica la
planificación, organización, dirección y control de los recursos costeros para alcanzar los
objetivos turísticos deseados.