Lenguaje Biografia y Poesia

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biografía de Jose Marti

(José Julián Martí Pérez; La Habana, 1853 - Dos Ríos, Cuba, 1895) Político y
escritor cubano, destacado precursor del Modernismo literario hispanoamericano y
uno de los principales líderes de la independencia de su país.
Nacido en el seno de una familia española con pocos recursos económicos, a la edad
de doce años José Martí empezó a estudiar en el colegio municipal que dirigía el
poeta Rafael María de Mendive, quien se fijó en las cualidades intelectuales del
muchacho y decidió dedicarse personalmente a su educación.
El joven Martí pronto se sintió atraído por las ideas revolucionarias de muchos
cubanos, y tras el inicio de la Guerra de los Diez Años (1868-1878) y el
encarcelamiento de su mentor, inició su actividad revolucionaria: publicó la
gacetilla El Diablo Cojuelo, y poco después una revista, La Patria Libre, que
contenía su poema dramático Abdala. A los diecisiete años José Martí fue condenado
a seis años de cárcel por su pertenencia a grupos independentistas; realizó
trabajos forzados en el penal hasta que su mal estado de salud le valió el indulto.
Deportado a España, en este país publicó su primera obra de importancia, el drama
La adúltera. Inició en Madrid estudios de derecho y se licenció en derecho y
filosofía y letras por la Universidad de Zaragoza. Durante sus años en España
surgió en él un profundo afecto por el país, aunque nunca perdonó su política
colonial. En su obra La República Española ante la Revolución Cubana reclamaba a la
metrópoli que hiciera un acto de contrición y reconociese los errores cometidos en
Cuba.
Dos años más tarde, tras entrevistarse con el generalísimo Máximo Gómez, se
incorporó a una nueva intentona que daría lugar a la definitiva Guerra de la
Independencia (1895-1898). Pese al embargo de sus barcos por parte de las
autoridades estadounidenses, pudo partir al frente de un pequeño contingente hacia
Cuba, pero fue abatido por las tropas realistas en 1895; contaba cuarenta y dos
años. Junto a Simón Bolívar y José de San Martín, José Martí es considerado uno de
los principal
poema de Jose Marti
Es rubia: el cabello suelto
Es rubia: el cabello suelto
Da más luz al ojo moro:
Voy, desde entonces, envuelto
En un torbellino de oro.
La abeja estival que zumba
Más ágil por la flor nueva,
No dice, como antes, «tumba»:
«Eva» dice: todo es «Eva».
Bajo, en lo oscuro, al temido
Raudal de la catarata:
¡Y brilla el iris, tendido
Sobre las hojas de plata!
Miro, ceñudo, la agreste
Pompa del monte irritado:
¡Y en el alma azul celeste
Brota un jacinto rosado!
Voy, por el bosque, a paseo
A la laguna vecina:
Y entre las ramas la veo,
Y por el agua camina.
La serpiente del jardín
Silba, escupe, y se resbala
Por su agujero: el clarín
Me tiende, trinando,
Ruben Dario
Rubén Darío. (Metapa, República de Nicaragua, 18 de enero de 1867 - León, República
de Nicaragua, 6 de febrero de 1916). Poeta, periodista y diplomático, está
considerado como el máximo representante del modernismo literario en lengua
española.
Su nombre completo es Félix Rubén García Sarmiento. Su familia paterna era conocida
como los Daríos, y por ello adopta apellidarse Darío.
Cursa estudios elementales en León (Nicaragua). De formación humanística, es un
lector y escritor precoz. En sus poemas juveniles, publicados en un
periódico local, se muestra muy independiente y progresista, defendiendo la
libertad, la justicia y la democracia. Con 14 años empieza su actividad
periodística en varios periódicos nicaragüenses.
A los 15 años viaja a El Salvador y es acogido bajo la protección del presidente de
la república Rafael Zaldívar a instancias del poeta guatemalteco Joaquín Méndez
Bonet, secretario del presidente. En esta época conoce al poeta salvadoreño
Francisco Gavidia, gran conocedor de la poesía francesa, bajo cuyos auspicios
intentó por primera vez adaptar el verso alejandrino francés a la métrica
castellana, rasgo distintivo tanto de la obra de Rubén Darío como de toda la poesía
modernista.
De vuelta en Nicaragua, en 1883, se afinca en Managua donde colabora con diferentes
periódicos, y en 1886, con 19 años, decide trasladarse a Chile, en donde pasa tres
años trabajando como periodista y colaborando en diarios y revistas como «La Época»
y «La Libertad Electoral» (de Santiago) y «El Heraldo» (de Valparaíso). Aquí conoce
a Pedro Balmaceda Toro, escritor e hijo del presidente del gobierno de Chile, quien
le introduce en los principales círculos literarios, políticos y sociales del país,
y le ayuda a publicar su primer libro de poemas «Abrojos» (1887) animándole a
presentarse a varios certámenes literarios. En Chile amplía sus conocimientos
literarios con lecturas que influyen mucho en su trayectoria poética como los
románticos españoles y los poetas franceses del siglo XIX.
En 1888 publica en Valparaíso el poemario «Azul», considerada como el punto de
partida del Modernismo. Esta fama le permite obtener el puesto de corresponsal del
diario «La Nación» de Buenos Aires.

poema de Ruben Dario


A Juan Ramón Jiménez
¿Tienes, joven amigo, ceñida la coraza
para empezar, valiente, la divina pelea?
¿Has visto si resiste el metal de tu idea
la furia del mandoble y el peso de la maza?
¿Te sientes con la sangre de la celeste raza
que vida con los números pitagóricos crea?
¿Y, cómo el fuerte Herakles al león de Nemea,
a los sangrientos tigres del mal darías caza?
¿Te enternece el azul de una noche tranquila?
¿Escuchas pensativo el sonar de la esquila
cuando el Angelus dice el alma de la tarde?
¿Tu corazón las voces ocultas interpreta?
Sigue, entonces, tu rumbo de amor. Eres poeta.
La belleza te cubra de luz y Dios te guarde.
Gabriela Mistral. Biografía
Gabriela Mistral (Vicuña, Chile, 7 de abril de 1889 - Nueva York, Estados Unidos,
10 de enero de 1957). Escritora y premio Nobel de Literatura en 1945.
Su verdadero nombre es Lucila de María del Perpetuo Socorro Godoy Alcayaga, más
conocida por su seudónimo Gabriela Mistral, utilizado por primera vez en el poema
«Del pasado» publicado en diario «El Coquimbo» en 1908.
Trabaja de maestra y colabora en publicaciones literarias, apareciendo sus primeros
escritos en 1904 en: «El Coquimbo», «Penumbras de La Serena» y «La Voz de Elqui de
Vicuña».
Durante esta etapa empieza a escribir «Desolación» y colabora con la revista
«Elegancias», que dirige Rubén Darío desde París. En 1914 obtiene el Premio
Nacional de Poesía de Chile con «Sonetos de la muerte».
En 1922 se traslada a México para colaborar en los planes de reforma educativos de
José Vasconcelos, político, pensador y escritor mexicano. En este país, en 1923 se
publica «Lecturas para mujeres», y en Barcelona, la antología «Las mejores
poesías». En 1924, invitada por el gobierno mexicano, viaja por Estados Unidos y
Europa.
En 1925 es nombrada secretaria del Instituto de Cooperación Intelectual de la
Sociedad de Naciones en Ginebra (Suiza) y asiste a distintos congresos por Suiza.
En 1928 representa a Chile y Ecuador en el Congreso de la Federación Internacional
Universitaria en Madrid, y trabaja en el Consejo Administrativo del Instituto
Cinematográfico Educativo de la Liga de las Naciones, en Roma (Italia).

En 1938 aparece su libro de poesía «Tala» publicado en Buenos Aires, dedicado a los
niños españoles víctimas de la Guerra Civil.

Poema de Gabriela MIstral

El amor que calla


Si yo te odiara, mi odio te daría
en las palabras, rotundo y seguro;
¡pero te amo y mi amor no se confía
a este hablar de los hombres tan oscuro!
Tú lo quisieras vuelto un alarido,
y viene de tan hondo que ha deshecho
su quemante raudal, desfallecido,
antes de la garganta, antes del pecho.
Estoy lo mismo que estanque colmado
y te parezco un surtidor inerte.
¡Todo por mi callar atribulado
que es más atroz que entrar en la muerte!}

Amado Nervo
(José Amado Ruiz de Nervo; Tepic, Nayarit, 1870 - Montevideo, 1919) Poeta mexicano.
Hizo sus primeros estudios en el Colegio de Jacona, pasando después al Seminario de
Zamora, en el Estado de Michoacán, donde permaneció desde 1886 hasta 1891.
Los problemas económicos que atenazaron a su familia, un hogar de clase media
venido a menos, le forzaron a dejar inconclusos sus estudios eclesiásticos, sin que
pueda descartarse por completo la idea de que su decisión fuera también influida
por sus propias inclinaciones. En cualquier caso, siguió alentando en su interior
una espiritualidad mística, nacida sin duda en estos primeros años y que empapó su
producción lírica en una primera etapa; en ella meditó fundamentalmente sobre la
existencia humana, sus problemas, sus conflictos y sus misterios, y sobre el eterno
dilema de la vida y la muerte.
Abandonados los estudios, Amado Nervo empezó a ejercer el periodismo, profesión que
desarrolló primero en Mazatlán, en el Estado de Sinaloa, y más tarde en la propia
Ciudad de México, adonde se trasladó temporalmente en 1894. Sus colaboraciones
aparecieron en la Revista Azul. Junto a su amigo Jesús E. Valenzuela, fundó la
Revista Moderna. Estas dos publicaciones fueron el resultado de las ansias e
impulsos modernistas que aparecieron, en aquella época, en todos los rincones de la
Latinoamérica literaria y artística.
En 1900, el diario El Imparcial lo envió como corresponsal a la Exposición
Universal de París, donde residiría durante dos años. Entabló allí conocimiento y
amistad con el gran poeta nicaragüense Rubén Darío, quien más tarde diría de Nervo:
"se relacionó también con el grupo de literatos y artistas parnasianos y
modernistas, completando de ese modo su formación literaria."
Todos los estudiosos parecen estar de acuerdo en afirmar que adoptó los principios
y la filosofía del Parnaso, grupo de creadores franceses que intentaba reaccionar
contra la poesía utilitaria y declamatoria tan en boga por aquel entonces,
rechazando también un romanticismo lírico en el que los sentimientos, las
encendidas pasiones y las convicciones íntimas de los autores, interfiriendo en su
producción literaria, impedían, a su entender, el florecimiento de la belleza
artística pura.

Con su hija Margarita Dailliez


En París conoció a la que iba a ser la mujer de su vida, Ana Cecilia Luisa
Dailliez, con la que compartió su vida más de diez años, entre 1901 y 1912, y cuyo
prematuro fallecimiento fue el doloroso manantial del que emanan los versos de La
amada inmóvil, que no vio la luz pública hasta después de la muerte del poeta,
prueba de que éste consideraba su obra como parte imprescindible de su más dolorosa
intimidad. Su Ofertorio supone, sin ningún género de duda, uno de los momentos
líricos de mayor emoción, una de las joyas líricas más importantes de toda su
producción poética.
Cuando regresó a México, tras aquellos años decisivos para su vida y

La obra de Amado Nervo


Poeta y prosista, el valor de su prosa desmerece, sin embargo, si se la compara con
sus producciones en verso. Nervo es, efectivamente, un auténtico poeta modernista,
verdadero hijo literario de Rubén Darío, plenamente mexicano; las intuiciones
religiosas de su juventud le inspiraron las páginas de sus Perlas Negras y sus
Místicas (1898), en las que puede encontrarse su célebre A Kempis, cuyo encendido
lirismo no podría ya superar el poeta.

A Leonor
Tu cabellera es negra como el ala
del misterio; tan negra como un lóbrego
jamás, como un adiós, como un «¡quién sabe!»
Pero hay algo más negro aún: ¡tus ojos!
Tus ojos son dos magos pensativos,
dos esfinges que duermen en la sombra,
dos enigmas muy bellos… Pero hay algo,
pero hay algo más bello aún: tu boca.
Tu boca, ¡oh sí!; tu boca, hecha divinamente
para el amor, para la cálida
comunión del amor, tu boca joven;
pero hay algo mejor aún: ¡tu alma!
Tu alma recogida, silenciosa,
de piedades tan hondas como el piélago,
de ternuras tan hondas…
Pero hay algo,
pero hay algo más hondo aún: ¡tu ensueño!
José Santos Chocano
(Lima, 1875 - Santiago de Chile, 1934) Poeta peruano. Encarcelado a los veinte años
por actividades subversivas, ya en libertad emprendió una trepidante actividad
política. Desempeñó diversos cargos diplomáticos en Colombia y en España, y fue
consejero de Pancho Villa en México y de Estrada Cabrera en Guatemala, donde fue
condenado a muerte (1924) a la caída del dictador; amnistiado, regresó a Perú,
donde volvió a conocer la cárcel tras una oscura reyerta con un periodista.
Indultado de nuevo, pasó a Santiago de Chile, donde murió asesinado en un tranvía.
Sus primeras publicaciones fueron Iras santas (1895), En la aldea (1895) y Azahares
(1896). Seguidor de los cánones parnasianos y modernistas, con el tiempo reaccionó
contra esta influencia, si bien en su poesía siempre hizo gala de un gran
virtuosismo. Alma América (1906) y Fiat Lux! (1908) son, de entre sus obras de
madurez, las más conocidas.
El escritor y político José Santos Chocano representa la cumbre del modernismo
peruano. Aunque su obra, vista en conjunto, presenta notorios desajustes, abrió
nuevos caminos a la literatura de su país y nuevos cauces expresivos que, a la
postre, superarían en audacia estética y calidad las propuestas modernistas (tal
como demostró su seguidor José María Eguren) a través de una poesía sutil y de
misterioso hermetismo.
Encarcelado como revolucionario a los veinte años de edad, ejerció luego funciones
diplomáticas en Colombia y en España; fue ministro y consejero de Pancho Villa en
México y hombre de confianza de Manuel Estrada Cabrera en Guatemala. Caído el
dictador guatemalteco, el poeta, acusado de haber bombardeado la capital y
condenado a muerte, se salvó por la intervención de diversos gobiernos.
Vuelto a su país y amparado en la protección del dictador Augusto B. Leguía, la
soberbia y violencia de su carácter le hicieron disputar con el periodista Edwin
Elmore, contra quien disparó su pistola en el edificio del diario El Comercio.
Elmore murió a consecuencia del disparo y José Santos Chocano mereció la cárcel y
el repudio universal; amnistiado, pasó a Chile, y en Santiago, en un tranvía, un
desequilibrado segó con su puñal la vida de este aventurero, hombre soberbio y
lírico ampuloso, que quiso ser el poeta de América y el cantor viril de su raza.
El americanismo fue tal vez el tópico más importante en su poesía, pese a su
carácter epidérmico y descriptivo, que tiene en el paisajismo su soporte
fundamental. Cabe aclarar que esta tendencia respondía claramente a un pensamiento
de moda por entonces, que intentó definir a América a partir de su naturaleza. Por
otra parte, contribuyó a reforzar estereotipos como el de una tierra voluptuosa,
tropical y exótica.
La épica y la historia son otros dos componentes de importancia en su obra, ya que
se ocupó de retratar gestas heroicas, plenas de imágenes que abarcan desde el
Imperio de los incas hasta la lucha por la independencia. Se le ha reprochado un
mayor interés por la efeméride o la anécdota que por el proceso histórico mismo, y
que ello facilitara un discurso en ocasiones grandilocuente.
Discutió el afrancesamiento de Rubén Darío y se mantuvo en una posición bastante
más conservadora que otros modernistas hispanoamericanos, a pesar de haber
asimilado la lección parnasiana. Ello se explica acaso por la tardía instauración
en el Perú del orden social que propició el surgimiento del modernismo en otros
países. En todo caso, la crítica ha querido ver en él una actitud preocupada sobre
todo por consagrar una visión aristocrática de la sociedad y exaltar la figura del
poeta hasta la excelsitud. Sin embargo, sus poemas de corte más íntimo presentan un
lenguaje sencillo y conmovedor, alejado de esa habitual exuberancia.

poema de Jose Santos chocano

BLASÓN
Soy el cantor de América
autóctono y salvaje:
mi lira tiene un alma, mi canto
un ideal.
Mi verso no se mece colgado de un ramaje
con vaivén pausado de hamaca tropical…

Cuando me siento inca, le rindo vasallaje


al Sol, que me da el cetro de su poder real;
cuando me siento hispano y evoco el coloniaje
parecen mis estrofas trompetas de cristal.

Mi fantasía viene de un abolengo moro:


los Andes son de plata, pero el león, de oro,
y las dos castas fundo con épico fragor.

La sangre es española e incaico es el latido;


y de no ser Poeta, quizá yo hubiera sido
un blanco aventurero o un indio emperador.

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