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CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA

SÉTIMA SALA ESPECIALIZADA EN LO CONTENCIOSO


ADMINISTRATIVO
CON SUBESPECIALIDAD EN TEMAS TRIBUTARIOS Y ADUANEROS

EXPEDIENTE Nº : 5335-2011
DEMANDANTE : TELEFÓNICA DEL PERÚ SAA
DEMANDADO : SUNAT Y TRIBUNAL FISCAL.
MATERIA : NULIDAD DE RESOLUCIÓN ADMINISTRATIVA
VC : 15-08-2024 (19)

Resolución N° 88
Lima, veintinueve de agosto
de dos mil veinticuatro. -

SUMILLA: “(…) el Juez lejos de acatar lo ordenado


por este Colegiado y mostrando una actitud
reticente al mandato superior, que ya había emitido
un criterio en base a lo señalado por las partes y lo
actuado en el proceso, de que no existía deuda
alguna, ha señalado, usando un argumento
brindado por la Administración Tributaria, de que
aún existe una deuda (del ejercicio 2000) que no
es materia del proceso y que debe ser garantizada
con las cartas fianzas; siendo esta, una decisión
por demás errada.”

Palabras claves: Medida cautelar, contracautela, deuda


tributaria.

AUTOS Y VISTOS: Interviniendo como ponente el señor Juez Superior


Montoya Muñoz. Es materia de grado la Resolución N° 72 de fecha 24 de
mayo de 2024, que resolvió que existe deuda tributaria de Telefónica del
Perú S.A.A. discutida en el presente proceso, la cual corresponde a parte
del Impuesto a la Renta del ejercicio 2000, y determinó que, no corresponde
la devolución de las cartas fianzas.

EXPRESIÓN DE AGRAVIOS: Mediante escrito de apelación, la parte


demandante impugna la sentencia exponiendo los siguientes agravios:
1. El A Quo incurre en error al confundir los alcances de la medida
cautelar con el objeto del presente proceso, ya que, según el artículo
159 del Código Tributario la contracautela se ejecutarán para el pago
de la deuda tributaria materia del proceso; sin embargo, el A quo ha
dispuesto que las Cartas Fianzas que obran en este proceso sean

1
utilizadas para pagar una deuda distinta, es decir que, no es materia
de este proceso, puesto que la deuda materia de este proceso es el
impuesto a la renta del año 1998.
2. La Resolución N° 72 se ha pronunciado excesivame nte y
erradamente pues, ha señalado la existencia de una deuda falsa, ya
que, la deuda de este proceso es S/. 00.00 y así ha sido decretado
por la Sala Superior. El Juzgado pretende ordenar el pago de una
deuda del año 2000, que es materia de otro; se reitera que el artículo
159 del C.T. señala que la contracautela solo asegura el pago de la
deuda tributaria del proceso; también se ha vulnerado el artículo 4 de
la LOPJ, al avocarse indebidamente a procesos en trámite.El A Quo
inobservó lo señalado por el superior jerárquico vulnerando el
principio de cosa juzgada.
3. La resolución impugnada debe ser declarada nula tras infringir el
artículo 159 del Código Tributario.

FUNDAMENTOS:
PRIMERO: El artículo 364° del Código Procesal Civil, estable ce que el
recurso de apelación tiene por objeto que el órgano jurisdiccional superior
examine, a solicitud de la parte, o de tercero legitimado, la resolución que le
produzca agravio con el propósito de que sea anulada o revocada, total o
parcialmente. De igual forma, el artículo 370° del Código Adjetivo citado,
prescribe que la competencia del Juez Superior, está limitada a resolver
sobre los agravios expresados en la apelación, estando impedido de ir más
allá de lo denunciado o fundamentar la decisión en hechos no invocados.
Bajo este mismo contexto, Ledesma Narváez comentando el artículo 370°
del Código Procesal Civil, señala: “El artículo en comentario regula la
limitación de la competencia del Juez Superior frente a la apelación. Esta
limitación lleva a que sólo se pronuncie sobre los agravios que la sentencia
recurrida le ha causado al apelante. El agravio es la medida de la apelación
(…)”. Por consiguiente, en virtud de esta disposición legal, el órgano revisor
debe circunscribirse únicamente a efectuar el análisis de la resolución
recurrida y a absolver sólo los agravios contenidos en el escrito de su
propósito.

2
SEGUNDO: En el presente caso, del escrito de apelación, se observa que
es pretensión de la apelante que la Sala emita un pronunciamiento acerca
de la decisión del Juez de declarar la existencia de deuda y de no
corresponder la devolución de las cartas fianzas, aun cuando hay
pronunciamiento definitivo por parte de esta Sala Superior, que ha
declarado que no existe.

TERCERO: ANTECEDENTES
1. Las sentencias de Casación N° 17677-2015, del 6 de agosto de 2018
y, la N° 26311-2019 del 16 de agosto de 2022, han r esuelto de
manera definitiva el presente proceso, reconociendo, por un lado, la
deducción del gasto de alquiler de los pequeños espacios arrendados
en establecimientos comerciales (bodegas y otros) para la instalación
de teléfonos públicos; y, por el otro, el mantenimiento del reparo por
provisión de cobranza dudosa.
2. Mediante Resolución N° 57 del 7 de junio de 2023, s e dispuso la
ejecución de las sentencias señaladas, ordenando a la SUNAT
reliquide la deuda considerando el derecho expresamente reconocido
a la empresa demandante del gasto por el alquiler.
3. Con la Resolución de Intendencia Nacional de Impugnaciones N°
4070160000042 del 16 de junio de 2023, la SUNAT cumple el
mandato, rectificando el reparo 17, que comprendía al reparo de los
recibos de arrendamiento, levantado por la Casación N° 17677-2015,
excluyéndolo, con lo que modifica la deuda del reparo 17; y, a su vez
mantiene el reparo por provisión para cobranza dudosa, modificando
el saldo a favor del Impuesto a la Renta del ejercicio 1998.
4. Ante un pedido, por parte de la empresa demandante, de aplicar los
precedentes vinculantes recaídos en la STC N° 3525- 2021 y, en la
Casación N°6619-2021, se expidió la Resolución N° 6 1, que resolvió
declarar improcedente el pedido de aplicación de tales precedentes,
cuya apelación fue resuelta por esta Sala Superior, en el cuaderno N°
5335-2011-68, que emitió la Resolución N° 4 de fech a 19 de abril de
2024, en la que, confirmó la resolución apelada, estableciendo, entre

3
otros, que la empresa demandante no mantenía deuda alguna, por lo
que no se habían generado intereses; y que, más bien su saldo a
favor se había incrementado al haberse levantado el reparo por
alquiler. Siendo que dicho pronunciamiento se sustentó en lo
señalado por la propia SUNAT, en la Resolución de Intendencia
Nacional de Impugnaciones N° 4070160000042 del 16 d e junio de
2023, de que, a raíz del levantamiento del reparo de los alquileres, a
la fecha la administrada no mantenía deuda alguna con la SUNAT.

CUARTO: DELIMITACIÓN DE LA CONTROVERSIA


De los actuados y los agravios señalados por la empresa apelante se puede
colegir que la controversia a dilucidar radica en determinar si existe deuda
tributaria del Impuesto a la Renta del ejercicio 1998 y si es conforme a Ley,
la denegatoria del Juzgado de devolver las cartas fianzas, otorgadas por la
empresa demandante.

Análisis del caso.


QUINTO: Como ya se ha señalado, en el estado actual del expediente, y
con la presente apelación, la empresa demandante, pretende se le
devuelvan las cartas fianzas1 que en su momento entregó como
contracautela para garantizar el resultado del proceso principal.

SEXTO: Del expediente se aprecia, que con fecha 6 de agosto de 2018, la


Sala de Derecho Constitucional y Social Permanente de la Corte Suprema
de la República emitió la Casación N° 17677-2015-Li ma, en cuyos
considerandos 8.5 y 8.6, se pronunció sobre el reparo relativo a la
deducción del gasto por alquileres de locales sustentado con recibos de
arrendamiento -Formulario 1083-, confirmando lo resuelto por primera y
segunda instancia; es decir, el mencionado gasto fue reconocido por la
Corte Suprema, por lo que, con la dación de dicha casación, se levantó

1
Carta Fianza N° 0011-0586-9800335048-59
Carta Fianza N° 0011-0586-9800515992-50
Carta Fianza N° 0011-0586-9800530843-56
Carta Fianza N° 0011-0586-9800552413-51.
Todas fueron emitidas por el Banco BBVA del Perú.

4
definitivamente el reparo mencionado. Por su parte, la Casación N° 26311-
2019-Lima resolvió mantener el reparo consistente en la provisión por
cobranza dudosa.

Este expediente se encuentra en estado de ejecución; y en tal situación ha


sido objeto de muchas observaciones por las partes, es así que en el
cuaderno N° 5335-2011-68, ante un pedido de la empr esa de inaplicar
intereses moratorios por exceso de plazo en resolver y la capitalización de
intereses a la deuda tributaria discutida en este proceso, perteneciente al
ejercicio 1998, el Juez de primera instancia resolvió declarar improcedente
dicha solicitud.

En sede de apelación, esta Sala, mediante la resolución N° 4 del 19 de abril


de 2024, confirmó la resolución, estableciendo que la empresa no
mantenía deuda con la SUNAT, por lo que, era jurídicamente imposible
de atender el pedido de inaplicación de intereses, concluyendo que lo
accesorio seguía la suerte del principal, siendo lo principal la existencia de
una deuda exigible e impaga, -que no existía-, y lo accesorio los intereses
que ella devengara; es así que, la 7ma SECA Tributaria determinó la
improcedencia del pedido de aplicación de los precedentes STC N° 03525-
2021-PA/TC y, la Casación N° 6619-2021; por lo que, confirmó la resolución
apelada. Sobre ello, es pertinente subrayar que no ha existido discusión
alguna, entre las partes, sobre la inexistencia de la deuda; es más, es la
propia Sunat, la que, en la Resolución de Intendencia Nacional de
Impugnaciones N° 4070160000042 del 16 de junio de 2 023, estableció que,
a esa fecha, la empresa demandante no mantenía deuda alguna pendiente
de pago, puesto que el saldo a favor de la actora, era mayor a ella.

SÉTIMO: En autos, se encuentra en debate, el pedido que ha realizado la


empresa demandante, de devolución de cartas fianzas, en el entendido que
al no existir deuda que honrar en este expediente, conforme lo ha señalado
esta Sala, no tendría objeto mantener las mencionadas garantías, ya que,
las mismas fueron otorgadas con el fin de resguardar la deuda de este
proceso, perteneciente al impuesto a la renta del año 1998.

5
OCTAVO: MARCO LEGAL.
El D.S. 133-2013-EF, que contiene al TUO del Código Tributario señala:
“Artículo 159°. - MEDIDAS CAUTELARES EN PROCESOS JUD ICIALES.
Cuando el administrado, en cualquier tipo de proceso judicial, solicite una
medida cautelar que tenga por objeto suspender o dejar sin efecto cualquier
actuación del Tribunal Fiscal o de la Administración Tributaria, incluso
aquéllas dictadas dentro del procedimiento de cobranza coactiva, y/o limitar
cualquiera de sus facultades previstas en el presente Código y en otras
leyes, serán de aplicación las siguientes reglas:
1. Para la concesión de la medida cautelar es necesario que el administrado
presente una contracautela de naturaleza personal o real. En ningún caso,
el Juez podrá aceptar como contracautela la caución juratoria.
2. Si se ofrece contracautela de naturaleza personal, esta deberá consistir
en una carta fianza bancaria o financiera, con una vigencia de doce (12)
meses prorrogables, cuyo importe sea el sesenta por ciento (60%) del
monto por el cual se concede la medida cautelar actualizado a la fecha de
notificación con la solicitud cautelar. La carta fianza deberá ser renovada
antes de los diez (10) días hábiles precedentes a su vencimiento,
considerándose para tal efecto el monto actualizado hasta la fecha de la
renovación.
En caso de que no se renueve la carta fianza en el plazo antes indicado el
Juez procederá a su ejecución inmediata, bajo responsabilidad.
(…)
En el caso que, mediante resolución firme, se declare infundada o
improcedente total o parcialmente la pretensión asegurada con una
medida cautelar, el juez que conoce del proceso dispondrá la
ejecución de la contracautela presentada, destinándose lo ejecutado al
pago de la deuda tributaria materia del proceso. (resaltado es agregado).

Por su parte el TUO de la Ley Nº 27584, aprobado por Decreto Supremo Nº


011-2019-JUS, Ley que regula el Proceso Contencioso Administrativo,
señala:

6
Artículo 37.- Oportunidad
La medida cautelar podrá ser dictada antes de iniciado un proceso o
dentro de éste, siempre que se destine a asegurar la eficacia de la
decisión definitiva. Para tal efecto, se seguirán las normas del Código
Procesal Civil con las especificaciones establecidas en esta Ley”.

“Artículo 38.- Requisitos


La medida cautelar se dictará en la forma que fuera solicitada o en
cualquier otra forma que se considere adecuada para lograr la
eficacia de la decisión definitiva, siempre que de los fundamentos
expuestos por el demandante:

Asimismo, el Código Procesal Civil, señala:


Artículo 611.- Contenido de la decisión cautelar
El juez, atendiendo a la naturaleza de la pretensión principal y a fin
de lograr la eficacia de la decisión definitiva, dicta medida cautelar
en la forma solicitada o en la que considere adecuada, siempre que, de
lo expuesto y la prueba presentada por el demandante, aprecie:
1.- La verosimilitud del derecho invocado.
2.- La necesidad de la emisión de una decisión preventiva por
constituir peligro la demora del proceso o por cualquier otra razón
justificable.
3.- La razonabilidad de la medida para garantizar la eficacia de la
pretensión.
La medida dictada sólo afecta bienes y derechos de las partes
vinculadas por la relación material o de sus sucesores, en su caso.
La resolución precisa la forma, naturaleza y alcances de la
contracautela.
La decisión que ampara o rechaza la medida cautelar es debidamente
motivada, bajo sanción de nulidad”.

“Artículo 612.- Características de la medida cautelar


Toda medida cautelar importa un prejuzgamiento y es provisoria,
instrumental y variable”.

7
NOVENO: De la legislación citada, se advierte, entre otras cosas, que con el
fin de suspender o dejar sin efecto cualquier actuación por parte de la
administración (ya sea Administración Tributaria o Tribunal Fiscal), que más
adelante pueda significar un daño irreparable, a la solicitante, se puede
solicitar la emisión de una medida cautelar por lo cual, la peticionante
deberá presentar una contracautela la misma que solo garantizará el pago
de la deuda tributaria que es objeto del proceso.

Respecto a la institución de la tutela cautelar, la STC 6356-2006-AA/TC,


señala lo siguiente:

“Orientadas a este cumplimiento pleno (de la tutela jurisdiccional real,


integral, oportuna y rápida) se hallan justamente las medidas cautelares. A
través de ellas se garantiza el aseguramiento del cumplimiento de una
sentencia estimatoria, posibilitando que el tiempo que toma el decurso
del proceso y las incidencias de éste no comporten la inejecutabilidad
de la sentencia o su ejecución incompleta o insuficiente.
Dado que las medidas cautelares cumplen tan importante función con
respecto a la efectividad de la tutela jurisdiccional, ellas advienen en una
institución que conforma este derecho, una institución a través de la cual se
garantiza de la efectividad de la tutela jurisdiccional. En definitiva, conforme
a esto, el derecho a la tutela judicial efectiva protege también el acceso a
una medida cautelar y su mantenimiento, siempre y cuando no varíen los
presupuestos que la han habilitado.”

Asimismo, cabe señalar que la justificación de una medida cautelar radica


en que, mientras exista un proceso pendiente, existe incertidumbre acerca
del derecho que se discute; por lo que, con el fin de garantizar la eficacia de
la sentencia de fondo, el Juez está habilitado para adelantar ciertos efectos
de un fallo definitivo, a través del otorgamiento de una cautela; para lo cual
debe haber una apariencia de derecho y un peligro en la demora. Además
de ello, toda medida cautelar se basa en un juicio de probabilidad y, sus
características son su provisionalidad, instrumentalidad y variabilidad.

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DÉCIMO: Dicho ello, es menester resaltar lo referente a la
instrumentalidad de toda medida cautelar, que señala que existe una
relación necesaria entre la medida cautelar y el proceso principal; por lo
que, las cautelas siempre se van a encontrar vinculadas al proceso
principal, siendo los “instrumentos” de ellas, para asegurar la eficacia del
resultado del proceso; entendiéndose que son una suerte de instrumentos
accesorios al proceso principal; en tal sentido, la normatividad referida a las
medidas cautelares, dispone que una vez que se haya terminado la
discusión, se deben de levantar las medidas cautelares. Con relación a ello,
la STC N° 023-2005-PI/TC, ha señalado:

“El Supremo Intérprete de la Constitución había destacado que: “Al igual


que el derecho al libre acceso a la jurisdicción, la tutela cautelar no se
encuentra contemplada expresamente en la Constitución. Sin embargo,
dada su trascendencia en el aseguramiento provisional de los efectos de la
decisión jurisdiccional definitiva y en la neutralización de los perjuicios
irreparables que se podrían ocasionar por la duración del proceso, se
constituye en una manifestación implícita del derecho al debido proceso,
consagrado en el artículo 139, inciso 3), de la Constitución. No existiría
debido proceso, ni Estado Constitucional de Derecho, ni democracia, si una
vez resuelto un caso por la autoridad judicial, resulta de imposible
cumplimiento la decisión adoptada por ésta. De lo cual se desprende que
la función de las medidas cautelares está orientada en su carácter
instrumental a asegurar la efectividad del derecho demandado en el
marco de un debido proceso, no sólo cuando se trate de procesos que
adolecen de dilaciones indebidas o que no se resuelven dentro de los
plazos establecidos, sino también cuando se trate de la duración ordinaria
de los procesos. Existen procesos que, por su duración, aunque tramitados
dentro de los respectivos plazos, pueden constituir un serio peligro para
eficacia del derecho. Así, las medidas cautelares son exclusivamente
conducentes a hacer posible la efectividad de la tutela que pudiera
otorgarse en una eventual sentencia estimatoria de amparo. Es por eso que
el profesor CALAMANDREI las configura como instrumento del
instrumento”. (resaltado en negrita es agregado).

9
Análisis de los agravios planteados.
DÉCIMO PRIMERO: Por una razón de orden se procederá a resolver el
segundo agravio, que señala que la Resolución N° 72 se ha pronunci ado
excesivamente y erradamente pues, ha señalado la existencia de una deuda
falsa, ya que, la deuda de este proceso es S/. 00.00 y así ha sido decretado
por la Sala Superior. El Juzgado pretende ordenar el pago de una deuda del
año 2000, que es materia de otro proceso; se reitera que el artículo 159 del
C.T. señala que la contracautela solo asegura el pago de la deuda
tributaria del proceso; también se ha vulnerado el artículo 4 de la LOPJ, al
avocarse indebidamente a procesos en trámite. El A Quo inobservó lo
señalado por el superior jerárquico vulnerando el principio de cosa juzgada.

Al respecto, cabe citar la norma 159 del Código Tributario, que dispone:
2. Si se ofrece contracautela de naturaleza personal, esta deberá consistir
en una carta fianza bancaria o financiera, con una vigencia de doce (12)
meses prorrogables, cuyo importe sea el sesenta por ciento (60%) del
monto por el cual se concede la medida cautelar actualizado a la fecha de
notificación con la solicitud cautelar. La carta fianza deberá ser renovada
antes de los diez (10) días hábiles precedentes a su vencimiento,
considerándose para tal efecto el monto actualizado hasta la fecha de la
renovación.

En relación a dicha norma es pertinente acotar que esta Sala Superior ha


señalado concluyentemente que la empresa no tiene deuda alguna con el
Estado, criterio establecido en la Resolución N° 4 del Cuaderno N° 5335-
2011-61; por lo que, de conformidad con el artículo 159 del Código
Tributario y, el desarrollo que se ha realizado acerca de la característica de
instrumentalidad de la medida cautelar, corresponde se atienda el pedido de
devolución de las cartas fianzas, ya que solo pueden garantizar el pago de
la deuda tributaria materia de este proceso, que ha sido delimitado por la
propia SUNAT como inexistente, es decir no tiene razón de ser el mantener
la garantía sobre una obligación que no existe. Las razones del Juez, es que
estas garantías deben de garantizar una deuda del año 2000, a pesar que

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esta es una obligación distinta a la que es materia de este proceso,
vulnerando de esta manera, el artículo 159 del CT.

La confusión en la que ha incurrido el juez es de tal magnitud que ha llegado


a considerar en este proceso deudas, que se vienen discutiendo en otros
procesos y que tienen sus propias garantías, como es el caso de la deuda
tributaria relacionada con el Impuesto a la Renta del año 2000, que se
debate en el Expediente N° 1529-2011, ante el 22 JE CA Tributario2, que
incluso cuenta con sus propias cartas fianzas para garantizar el resultado
del proceso.

DÉCIMO SEGUNDO: Es necesario recordar a la judicatura que la


Resolución de Intendencia Nacional de Impugnaciones N° 4070160000042
del 16 de junio de 2023, que reliquidó la determinación del Impuesto a la
Renta del ejercicio 1998, contenida en la Resolución de Determinación No.
012-03-0001756, en cumplimiento de las sentencias casatorias emitidas en
el presente proceso, estableció que la empresa no tenía deuda alguna, lo
que se aprecia del siguiente cuadro:

Y así lo ha señalado en su parte resolutoria:

2
www.pj.gob.pe

11
Como se puede notar, desde mucho antes de la emisión de la RI
4070160000042, en comento, ya no existía deuda tributaria alguna, y más
bien, sí un saldo a favor de la empresa, que superaba ampliamente, la
obligación en sí; por lo que, a la Administración solo le quedaba rectificar el
monto del saldo a favor, como lo hizo;

La confusión de la judicatura ha llevado a establecer una conclusión


totalmente alejada de la realidad, en la que ha determinado una deuda
inexistente y por último distinta a la debatida en este expediente, sin
embargo, ha vinculado estas cartas fianzas otorgadas para garantizar la
deuda del ejercicio del año 1998 correspondiente al presente proceso
(expediente N° 5335-2011), a una deuda distinta que es la del año 2000
(expediente N°1529-2011); criterio que es ilegal, e n tanto vulnera el artículo
159 del Código Tributario; por lo tanto, se estima el agravio.

DÉCIMO TERCERO: Contestando el primer y tercer agravio que señala


que el A Quo incurre en error al confundir los alcances de la medida cautelar
con el objeto del presente proceso, ya que, según el artículo 159 del Código
Tributario la contracautela se ejecuta con ocasión del pago de la deuda
tributaria materia del proceso; sin embargo, el A quo ha dispuesto que las
Cartas Fianzas que obran en este proceso, sean utilizadas para pagar una
deuda distinta, es decir que, no es materia de este proceso, puesto que la
deuda materia del mismo es el impuesto a la renta del año 1998.

12
Este agravio, nuevamente, hace mención a la vulneración el artículo 159 del
Código Tributario, contravención que ha sido confirmada por esta Sala, en
tanto, el Juez con la negativa a entregar las garantías en debate ha
ampliado la cautela a ejercicios posteriores y ajenos a los discutidos y
demandados en otro proceso, transgrediendo dicha norma.

Asimismo, el Juez lejos de acatar lo ordenado por este Colegiado y


mostrando una actitud, reticente al mandato superior, que ya había emitido
un criterio en base a lo señalado por las partes y lo actuado en el proceso,
de que no existía deuda alguna, ha señalado, usando un argumento
brindado por la Administración Tributaria, de que aún existe una deuda (del
ejercicio 2000) que no es materia del proceso y que debe ser garantizada
con las cartas fianzas; siendo esta una decisión por demás errada.

En tal sentido, el A Quo ha inobservado de manera injustificada lo ordenado


por esta Sala, permitiendo se desnaturalice la finalidad de la medida
cautelar y ejecución de la contracautela; razones por la cual se le exhorta a
ceñir su actuación judicial, conforme a lo establecido por la normativa
correspondiente; por lo que, se estiman los agravios.

Por estos fundamentos, la Sétima Sala Especializada en lo Contencioso


Administrativo con Sub Especialidad en Temas Tributarios y Aduaneros de
la Corte Superior de Justicia de Lima RESUELVE:

REVOCAR la Resolución N° 72 de fecha 24 de mayo de 2024, qu e resolvió


que existe deuda tributaria de Telefónica del Perú S.A.A. discutida en el
presente proceso, la cual corresponde a parte del Impuesto a la Renta del
ejercicio 2000 y determinó que no corresponde la devolución de las cartas
fianzas y REFORMÁNDOLA declara que (i) No existe deuda tributaria
discutida en el presente proceso que corresponde al Impuesto a la Renta
del ejercicio 1998, (ii) Si corresponde la devolución de las cartas fianzas N°
0011-0586-9800335048-59, Carta Fianza N° 0011-0586- 9800515992-50,
Carta Fianza N° 0011-0586-9800530843-56 y la Carta Fianza N° 0011-
0586-9800552413-51, emitidas por el Banco BBVA del Perú.

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En los seguidos por TELEFÓNICA DEL PERÚ SAA. contra la SUNAT y el
TRIBUNAL FISCAL, sobre Nulidad de Resolución Administrativa.

MÉNDEZ SUYÓN VILLANUEVA RIVERA

MONTOYA MUÑOZ

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