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Guión de devocionales
David #1
Como crecer en el caracter de Cristo:
Crecemos en el carácter de Cristo cuando permitimos que el Espíritu Santo
transforme nuestras vidas día a día. Jesús no solo nos salvó, sino que también desea formar en nosotros Su carácter, moldeándonos para que reflejemos Su amor, gracia y verdad en cada aspecto de nuestra vida.
El carácter de Cristo se manifiesta en las cualidades del fruto del Espíritu. Estos no son solo objetivos que debemos alcanzar, sino que son evidencia de una vida que se rinde a Dios y permite que Su Espíritu obre en nosotros. La paciencia, la amabilidad, la bondad, la fidelidad, la humildad y el dominio propio son frutos que se desarrollan cuando caminamos en comunión con Dios y dejamos que Su Espíritu nos guíe.
A veces, el crecimiento en el carácter de Cristo puede parecer lento, y en
momentos de dificultad, es fácil desanimarse. Pero recuerda que Dios está en el proceso con nosotros, y Su gracia es suficiente para cada día.
Aplicación Práctica:
1. Ora pidiendo transformación: Dedica tiempo a orar y pedirle a Dios
que te ayude a desarrollar el carácter de Cristo. Pídele que te muestre áreas de tu vida donde necesitas crecer y que te dé la fuerza para vencer las tentaciones y desafíos. 2. Lee y medita en la Palabra: La Biblia es fundamental para nuestro crecimiento espiritual. Lee pasajes que hablen sobre el fruto del Espíritu. Reflexiona sobre cómo puedes aplicar estos principios en tu vida diaria. 3. Busca la ayuda de la comunidad: No estás solo en este viaje. Busca amigos cristianos que te animen y te apoyen en tu caminar con Dios. 4. Practica las cualidades del fruto del Espíritu: Cada día, haz un esfuerzo consciente por vivir estas cualidades. Puedes empezar con pequeños pasos, como mostrar amabilidad a alguien que te haya ofendido o ser paciente en una situación que te esté estresando.
El versículo de Gálatas 5:22-23 nos muestra que estas cualidades no son algo que podamos desarrollar por nuestra cuenta. Son el fruto del Espíritu Santo obrando en nuestras vidas. Al buscar crecer en el carácter de Cristo, dependemos del Espíritu Santo para transformar nuestro corazón y nuestras acciones para que se asemejen más a las de Jesús. Así, este versículo resume perfectamente lo que significa crecer en el carácter de Cristo y cómo podemos permitir que Dios nos moldee y nos haga más como Él.
