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EMILIO JIMENEZ – 22-SDRN-6-055 (PREESCRIPCIÓN Y OCUPACIÓN)

Dentro de las diversas maneras para adquirir una propiedad se encuentra esta que
es de vital importancia conocer y es “la prescripción”, cuando se habla de es tipo de
adquisición se debe conocer lo que significa la misma.

Definición.

La prescripción adquisitiva es un modo de adquirir la propiedad los demás derechos


reales por la posesión continuada en el tiempo con los requisitos establecidos por
la ley. La prescripción adquisitiva compete a aquella persona que, mediante el
transcurso de cierto tiempo y bajo las condiciones establecidas por la ley, ha poseído
un bien inmueble, y se ejerce contra quien aparezca como propietario de esos
bienes en el Registro Público de la Propiedad, con el fin de que se declare que se
ha consumado y que ha adquirido por prescripción la propiedad del inmueble.

Tanto la doctrina clásica desde el derecho romano, como las legislaciones actuales
reconocen que sólo la posesión originaria, es decir, la que se tiene en concepto de
dueño, puede producir el efecto de adquirir la propiedad mediante la prescripción.
Por ello, la posesión en concepto de propietario es la primera condición necesaria
para prescribir.

Art. 544.- La propiedad es el derecho de gozar y disponer de las cosas del modo
más absoluto, con tal de que no se haga de ellas un uso prohibido por las leyes y
reglamentos.

Fundamento.

Ya que conocemos a que nos referimos, esta tiene sus fundamentos en donde se
da a conocer debido a se puede hablar de un fundamento subjetivo y otro objetivo
de la prescripción adquisitiva. El primero tiene su base en la inercia y falta de
diligencia del titular del derecho, que lo deja en manos de otra persona y permite
que esta adquiera su derecho por la posesión continuada durante el tiempo que fije
la normativa y se premia al mismo tiempo la actividad posesoria del adquirente, que
pueden justificar que se le otorgue el derecho que ha poseído a lo largo del tiempo.

Según el fundamento objetivo no sería necesaria ninguna conducta negligente del


titular del derecho y basta el hecho de la posesión con los requisitos y durante el
tiempo que marque la ley, todo ello en aras de la seguridad del tráfico jurídico y del
interés general para el que resultaría necesario que se reconozca la titularidad del
derecho a la persona que ha venido poseyendo el derecho siempre con el
cumplimiento de los requisitos establecidos.

El fundamento de la prescripción adquisitiva no operaría si en la prescripción


adquisitiva se demandara a alguien que no fuera el verdadero propietario, porque el
estado de incertidumbre aludido no cesaría, al no haber sido tomados en cuenta los
derechos del auténtico dominador de la cosa; además, no tendría sentido atribuir el
abandono del bien inmueble a quien no es realmente su dominador; tampoco sería
lógico sancionar a quien no puede imputársele la calidad de “propietario negligente”,
porque sólo su actitud de abandono y negligencia podrían constituir la causa para
el acogimiento de la acción de prescripción.

Origen.

El término usucapio proviene del latín usus-capere, es decir, hacerse dueño de una
cosa sin otro título más que el uso continuado de la misma durante cierto tiempo.
Para devenir dueño por usucapión de una cosa, se requiere poseerla siempre en
concepto de dueño, de forma continuada, de forma pacífica sin que haya sido
reclamada por alguien, y durante el tiempo que fije la ley.

La ley distingue la usucapión con buena fe, en cuyo caso los tiempos de prescripción
se suelen reducir a la mitad, y la usucapión con mala fe que, algunos ordenamientos,
como el Derecho Canónico, la prohíben y condenan porque es antiética y
pecaminosa, pues supone apropiarse de algo que es de otro dueño, incurriendo, la
mayor de las veces, en un delito de apropiación indebida. La usucapión en algunos
ordenamientos, como el francés, el español o el canónico, es también conocida
como prescripción adquisitiva, diferenciándola así de la prescripción extintiva.

Existen dos teorías que explican la existencia de la usucapión. Por un lado, la teoría
subjetiva señala que el fundamento está en la renuncia, el abandono o la voluntad
de renunciar al derecho real que tiene el titular no ejercitando ninguna acción de
defensa frente a la posesión de otro. Sin embargo, esta teoría hay que rechazarla,
pues bastaría con demostrar que esa voluntad de renuncia no existe para invalidar
la usucapión. Por otro lado, la teoría objetiva, que es la más aceptada, señala que
el fundamento es dar certeza y seguridad a las relaciones jurídicas consolidando las
titularidades aparentes, es decir, el statu quo de la posesión.

Marco legal en República Dominicana.

Art. 2219.- La prescripción es un medio de adquirir o de extinguir una obligación,


por el transcurso de cierto tiempo, y bajo las condiciones que determina la ley.

La prescripción consiste en el hecho de que por el solo transcurso del tiempo una
persona que haya detentado un bien con animus domini y reteniendo el corpus, es
decir en calidad de propietario en forma pacífica, continua y públicamente, se
convierte en propietario.

La prescripción adquisitiva o usucapión es el medio por el cual el poseedor de una


cosa inmueble adquiere el derecho de propiedad sobre esa cosa, por efecto de la
posesión prolongada durante un plazo legalmente establecido.

Mediante la prescripción se adquiere el dominio de los derechos reales por el


transcurso del tiempo en las condiciones que determina la Ley. El dominio y demás
derechos reales sobre bienes inmuebles se prescriben por la posesión durante diez
años entre presentes y veinte años entre ausentes con buena fe y justo título.
También se prescriben por la posesión no interrumpida durante treinta años sin
necesidad de título ni buena fe y sin distinción entre presente y ausentes.
Esta forma de adquisición de la propiedad o derechos reales vendrá dada
generalmente por resolución judicial. El fundamento de la usucapión o prescripción,
es poner fin a un estado de incertidumbre de derechos (los generados por la
posesión apta para usucapir, y los de propiedad que le asisten al titular del dominio),
en tanto que centrada la atención en el sujeto pasivo, la prescripción adquisitiva
descansa en la inercia del auténtico propietario del bien, quien lo abandonó o dejó
en manos de otro poseedor, inercia que da lugar a la usucapión, que constituirá la
sanción impuesta al propietario negligente.

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