TP 1 Dcho Ambiental

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 5

1.

- En el caso planteado en LegisStudents, los padres de los alumnos…

 ¿Pueden reclamar el derecho a la información? Explica el procedimiento.


A fin de poder dar respuesta al interrogante planteado, comenzare por decir que
la Constitución Nacional encomienda a las autoridades proveer la información ambiental (art. 41,
párr. 2º), lo que no sólo las obliga a proveer la propia sino implícitamente a registrar y compilar ese
tipo de información para mejor proveerla. La necesidad de hacer pública la información se refiere
tanto a la que detenta el individuo como a la que detenta el Estado. Distintos cuerpos normativos
obligan a uno y a otro a proveerla. Compete a cada provincia reglamentar el ejercicio del derecho
constitucional a la información ambiental, del mismo modo que cada provincia reglamenta el ejercicio
de los demás derechos de fuente constitucional. Pero el Congreso nacional decidió uniformar en
todo el país la reglamentación del ejercicio del derecho constitucional a la información ambiental,
señalando el uso de la prerrogativa que el art. 41, CN, le atribuye con ese fin, prerrogativa
condicionada a que la reglamentación no altere las jurisdicciones locales. Lo hizo genéricamente
mediante la Ley General del Ambiente 25.675 y específicamente para garantizar el acceso a la
información ambiental en poder del Estado, por la ley 25.831.
En el campo del Derecho Ambiental, la Corte manifestó la necesidad e
importancia de la información, basados en el Art. 41 de la CN. que impone el deber de las
autoridades de “proveer información ambiental”, así como también la Ley N° 25.675 Arts. 2, 16, 17 y
18 y la Ley N°25831 Art. 3; también se apoya en la Doctrina de Bidart Campos (2001), en cuanto al
deber que involucra el acceso a la información, esta doctrina incluye en este deber, por un lado,
recolectar y procesar la información, como también la vigilancia y control de situaciones
potencialmente nocivas, por ultimo agrega la obligación de hacerla pública en la forma adecuada, es
decir accesible en cantidad y útil en calidad (actualizada, y eficaz).
El cumplimiento de esa obligación deberá armonizar con el derecho al secreto
que reconoce la Constitución Nacional (arts. 17 y 18). Sus arts. 11, 12 y 13 imponen a toda obra o
actividad susceptible de degradar el ambiente, alguno de sus componentes o afectar la calidad de
vida de la población en forma significativa, la carga de ejecutar una evaluación previa del impacto
ambiental. Además, la ley 25.675 provee al ejercicio del derecho de todo habitante a obtener de las
autoridades la información ambiental que administren (art. 16), encomendando a la autoridad: a)
desarrollar un sistema nacional integrado de información que administre los datos significativos y
relevantes del ambiente y evalúe la información ambiental disponible (art. 17); b) proyectar y
mantener un sistema de toma de datos sobre los parámetros ambientales básicos (art. 17); c)
informar sobre el estado del ambiente y los posibles efectos que sobre él puedan provocar las
actividades antrópicas actuales y proyectadas (art. 18, párr. 1º).
En base a lo explicado, es fácil concluir que efectivamente los padres de los
alumnos del Colegio Dr. Alejandro Goyena, pueden reclamar la información pertinente. Al respecto,
vale destacar que el acceso a la información es libre y gratuito, solo se pagan los gastos
relacionados con la entrega de la información. No es necesario acreditar razones, ni un interés
determinado, solo hay que presentar una solicitud con la información que se requiere conocer y la
identificación de quien la solicita.
Por otra parte, corresponde destacar que, los obligados tienen un plazo de
treinta (30) días hábiles desde que se presenta la solicitud y en caso de incumplimiento, pueden
recibir sanciones ,
 ¿Qué papel juega el orden público ambiental en el caso de contaminación? Justifica
tu respuesta.
Respecto al papel que juega el orden de público, podemos sostener que la
proliferación de actividades dañosas del ambiente, derivadas del ejercicio abusivo de concesiones,
autorizaciones o derechos, ha obligado a regularlas para encuadrarlas en los límites de la licitud y
evitar su ejercicio abusivo mediante una variedad de normas que limitan los derechos y las garantías
individuales y prevalecen sobre la voluntad de las partes. Por eso es que muchas normas
ambientales son de orden público, lo que significa que las convenciones particulares no pueden
dejarlas sin efecto (art. 12, CCC). Pero no todas lo son. El solo motivo de que una norma sea
ambiental no la hace ipso iure de orden público. No hay una norma que someta genéricamente lo
ambiental al orden público, como las hay para otras materias o para temas específicos (p. ej., art. 66,
ley 24.051).
Por lo tanto, quien alegue que una norma ambiental es de orden público deberá
justificarlo, como en cualquier otro caso. La Ley General del Ambiente 28.611 del Perú de 2005 (art.
7º) ofrece la solución gordiana de declarar de orden público a las normas ambientales. La autoridad
recurrió a esta calificación para: a) prohibir actividades futuras lesivas del ambiente, como la
instalación de hornos de ladrillos en áreas residenciales o la caza de una especie en peligro de
extinción (art. 20, ley 22.421). Un fallo muy comentado de la Suprema Corte de los Estados Unidos
confirmó otro de segunda instancia que obligaba a la Tennessee Valley Authority (TVA) a suspender
la construcción de la presa de Tellico para evitar poner en peligro el hábitat de un pececito (snail
darter) por imperio de la Ley de Especies en Peligro de Extinción (sección 7ª), aplicable en virtud de
la Ley Federal del Agua Limpia (sección 404); b) imponer modificaciones en construcciones o
prohibir una actividad que previamente había autorizado, como el funcionamiento de saladeros en un
área capitalina. Nuestra Corte Suprema sentenció al respecto en 1887 que “la autorización de un
establecimiento industrial está siempre fundada en la presunción de inocuidad y no obliga al
gobierno que la concedió cuando ha sido destruida por los hechos pues contra el deber de proteger
la salud pública no hay derechos adquiridos y recobra toda su fuerza y no sólo puede imponer
nuevas condiciones sino retirar la autorización concedida”(215) . Esta presunción de inocuidad es de
orden público e invocada con mucha frecuencia. Tiene en cuenta que la relación física ambiental se
entabla entre uno o más sujetos y terceros a través del ambiente y que nadie debe dañar a terceros
directamente ni a través de éste, sino que el uso que el hombre haga del ambiente debe ser inocuo
para éste. La consecuencia es que toda concesión o autorización para ejercer un derecho sobre el
ambiente debe entenderse sin perjuicio de terceros.

2.- A partir de la problemática planteada y de los problemas reconocidos en materia


ambiental elabora un concepto de ambiente. ¿Cuál es la importancia de la elaboración de un
concepto de ambiente? Explica tu postura.

"El hombre es a la vez obra y artífice del medio que lo rodea, el cual le da el
sustento material y le brinda la oportunidad de desarrollarse intelectual, moral, social y
espiritualmente". Proviene, está inserto y se desarrolla en ese medio que lo condiciona, pero
recíprocamente su acción condiciona y modifica ese medio. Para designarlo, la práctica anglosajona
adoptó el neologismo environment derivado, a su vez, del verbo francés environner (rodear o
circundar) y el correspondiente sustantivo environs (alrededores), término que volvió al idioma
francés con su grafía propia de environnement. La mayor parte de la literatura ambiental comenzó a
difundirlo en idioma inglés y algo menos en francés. Cuando se quiso traducir y expresar el concepto
en castellano no se consideró suficientemente explícito el sustantivo "ambiente", derivado del latín
ambîens, -entis, que sugiere simplemente la idea de alojar, rodear o circundar. El que sugiere la idea
de condicionar a un ser vivo e influir en su desarrollo y actividades es "medio". Por ello se comenzó
a aglutinar ambos sustantivos en la denominación "medio ambiente".
Originariamente, el ambiente es un conjunto de elementos naturales que
circunda al hombre, lo sustenta y padece su impacto, pero también lo condiciona, lo limita, lo agrede
y lo modifica. Nada tuvo que hacer ni dar para adquirirlo.
Por tal origen natural, el ambiente es complejo, limitado, renovable, agotable,
evoluciona en el tiempo y presenta distintas modalidades en el espacio. Para disfrutarlo mejor, el ser
humano lo va modificando. La formación de ese ambiente artificial en algunos casos puede
beneficiar a terceros y, en otros, perjudicarlos. El deterioro de la naturaleza puede ser de muy difícil
y costosa reparación y extenderse de un modo que afecte la existencia de otros grupos humanos y
de toda la humanidad. Estas coincidencias hacen que los naturalistas se interesen tanto por el
ambiente y los ambientalistas, por la naturaleza, pero afrontar los problemas de la naturaleza es sólo
afrontar parte de los problemas del ambiente.
A la hora de definir lo que entendemos por ambiente, encontramos una
multiplicidad de conceptos que comprenden elementos que van desde lo social y cultural a lo biótico
y abiótico, y que interactúan en un espacio y tiempo delimitado. (López Alfonsín, 2012).
La mayoría de los significados de ambiente coinciden con los de la palabra
medio y es frecuente observar que la mención de estas expresiones se hace tomándolas como
sinónimos en los diferentes niveles legislativos, como por ejemplo en conferencias, congresos
internacionales y nacionales.
Mosset Iturraspe, Hutchinson y Donna (1999) en su definición, integra tanto
aspectos naturales como culturales, uniendo los conceptos de Medio y Ambiente, tomándolos como
sinónimos y exponiendo lo siguiente: “es la sistematización de distintos valores, fenómenos, y
procesos naturales, sociales y culturales que condicionan en un momento y espacio determinados la
vida y el desarrollo de los organismos y el estado de los elementos inertes”.
Por otro lado, López Alfonsín (2016) establece que ambiente es “la
sistematización de diferentes valores, fenómenos y procesos tanto naturales como sociales que
condicionan, en un determinado tiempo y espacio histórico, la vida y el desarrollo de organismos
vivos...”.
Según Morales Lamberti (1999), “el ambiente involucra todo aquello que rodea
al hombre, lo que puede influenciarlo y puede ser influenciado por él” y, por esta amplitud de su
definición, divide el concepto en tres sectores ideales:
 el ambiente natural,
 el ambiente construido por el hombre y
 el ambiente social, en el cual incluye los sistemas sociales, políticos y
culturales.
O, sencillamente, como lo define Bustamante Alsina (1995): “Ambiente es el
conjunto de factores que influyen sobre el medio en el cual el hombre vive”.
Destacamos la definición de ambiente como aquel sistema global constituido por
elementos naturales o artificiales (de naturaleza física, química o biológica) y socioculturales, y sus
interacciones, que está en permanente modificación por la acción humana o natural y que rige y
condiciona la existencia y el desarrollo de la vida en sus múltiples manifestaciones (Lorenzetti,
1997).

3.- Cuando se plantea en el caso que la instalación de la megagranja


porcina afecta el ambiente, se usa este concepto como sinónimo de ecología, ¿esto es así?
Analiza tu postura con base en la bibliografía obligatoria y ampliatoria que ofrece el
programa.
Ecología es una ciencia que propuso Ernst Haeckel en 1866 dentro de la
concepción de Juan Bautista Lamarck y Charles Darwin sobre la evolución de las especies y su
adaptación al medio que estudia:
a) la interrelación entre los organismos vivos y el ambiente que los sustenta,
sus manifestaciones en ciclos y ritmos naturales, su desarrollo en sistemas comunitarios y su
estructura;
b) la interrelación entre las diferentes clases de organismos vivos entre sí, su
distribución espacial y su alteración poblacional. Se orienta principalmente al análisis y el estudio de
los ecosistemas, que son unidades biológicas y topográficas integradas por un conjunto homogéneo
de seres vivos estrechamente interrelacionados entre sí y con una base topográfica que los alberga.
El ser humano modifica los ecosistemas, los pone en peligro y los destruye. A su
vez, los ecosistemas influyen con intensidad sobre la especie humana. Por lo tanto, es valioso el
estudio no sólo de las relaciones naturales que existen en los ecosistemas sino también de las
relaciones entre éstos y el ser humano.
El conocimiento que esta ciencia proporciona es esencial para tomar decisiones
y forjar instrumentos de política ambiental. Pero ello solo no explica la difusión y la extensión que
han adquirido últimamente el término ecología y sus derivados, "ecológicos" y "ecologismo".
Etimológicamente, el término "ecología" se integra con las voces griegas oykos, que significa casa, y
logos, que significa estudio o tratado, lo que podría interpretarse extensivamente como estudio de la
Tierra. En este orden de ideas se la suele usar como antónimo de la expresión economía, para
destacar que, mientras esta última es la ciencia de la creación y acumulación de riqueza, aquélla
sería la ciencia del mantenimiento del equilibrio natural.
El uso frecuente de sus derivados "ecológico" como sinónimo de "ambiental" y
"ecologismo" de "ambientalismo" le da una acepción más extensa de la que propusiera Haeckel
cuando definió la ecología. La literatura y la prensa ambiental han difundido su uso como ciencia del
ambiente por excelencia. El adjetivo "ecológico" fue capturado por los ambientalistas para darle un
sentido combativo en defensa del ambiente que postula un retorno a la vida natural, una
alimentación, higiene y vestimenta basadas en elementos de la naturaleza y hasta un replanteo ético
y político de la conducta humana. Capitalizando la explosión del interés por lo ambiental surgieron
partidos "verdes". Si bien el contenido ético de su propuesta singular suele darles un repentino
avance electoral, no les dura mucho, posiblemente porque su propuesta limitada a lo ambiental no
puede competir con la más integral de los partidos políticos tradicionales que, por su parte, se
cuidaron bien de incorporar la variable ambiental a su propuesta tradicional y hacerla así todavía
más completa.
La ecología no es la ciencia del ambiente sino una ciencia auxiliar con un
contenido específico, muy valiosa para el diagnóstico y pronóstico ambiental.

Fuente:
1.- Valls, M. (2016). Derecho Ambiental. 3ra edición. Buenos Aires: Abeledo Perrot.
2.- Ley simple: Información ambiental | Argentina.gob.ar

También podría gustarte