Una Economía de Paz Basada en La Reparación
Una Economía de Paz Basada en La Reparación
Una Economía de Paz Basada en La Reparación
REPARACIÓN
Resumen
dinámicas que también deben ser objeto lencia "anormales" típicas de los perío-
de análisis. dos de guerra.1 Esta es una situación por
Un hecho similar ocurre con el 2016. considerar en la formulación de estrate-
Aunque en este año se firmó el Acuerdo gias, cuyo objetivo sea la transición de
final y poco después tuvo lugar el proce- la guerra a la paz y la reparación integral
so de desmovilización y desarme de las de las víctimas.
farc-ep, es evidente que muchas diná-
micas conflictivas aún se mantienen en
el territorio colombiano. En efecto, en el Experiencias y desafíos en materia de
caso colombiano, no existe una frontera reparación
entre la violencia vivida en el periodo de
conflicto y la violencia experimentada Los sesenta años de conflicto interno,
después del acuerdo de paz. Diariamen- con distintos protagonistas que van des-
te se registran hechos que no deberían de el Estado (por acción y omisión),
ocurrir en un escenario de paz. Ame- hasta los grupos armados al margen de
nazas y asesinatos a líderes sociales, la ley y los terceros involucrados, nos
enfrentamientos entre grupos armados, han dejado con más de nueve millones
ejercicios de control territorial por par- de víctimas oficiales —una quinta parte
te de la fuerza pública, confinamiento de la población total del país— y con un
de poblaciones étnicas, desplazamiento escenario complejo para lograr materia-
forzado, dinámicas de violencia rela- lizar los acuerdos que se pactaron en el
cionadas con el narcotráfico, entre otros 2016 en la Habana (ruv).2
hechos, demuestran que el territorio co- En su momento, se afirmó que tan-
lombiano no se encuentra en un escena- to el Acuerdo de final, como el Sistema
rio de Postconflicto, solo en un escena- Integral de Verdad, Justicia, Reparación
rio de post acuerdo. Razón por la cual
el número de víctimas ha aumentado y
el proceso de reparación iniciado hace
1. En original, “whether “post-conflict” is a viable
más de diez años se ha convertido en un category in the Latin American context; and, se-
asunto interminable (El tiempo, 2020). cond, whether it is possible to make a clear diffe-
Estos hechos nos llevan a hacernos las rentiation between “normal” forms of violence typi-
cal of the “post-conflict” as opposed to “abnormal”
mismas preguntas que se han hecho au- forms of violence typical of war periods” (Rojas,
tores como Rojas (2008) en otros con- 2008).
textos de “Postconflicto”, a saber, si la 2. Cabe resaltar que esta cifra corresponde a
los registros oficiales del Registro Único de Vícti-
categoría de Postconflicto es válida en el mas. No obstante, el subregistro de víctimas es un
contexto latinoamericano y si es posible fenómeno que se presenta en Colombia debido
hacer una clara diferenciación entre las a que la mayoría de los hechos victimizantes se
presentan en zonas alejadas del país donde no
formas de violencia "normales" típicas
hay presencia institucional para llevar a cabo un
del "Postconflicto" y las formas de vio- registro adecuado.
ras sociales y condiciones de vida, que las verdaderas causas estructurales del
no solo producen más víctimas, sino que conflicto en Colombia; en tanto no se
mantienen las dinámicas del conflicto surta este análisis, considerando que los
en países como Colombia. Algo simi- grupos armados no son los únicos ni los
lar ocurre con la violencia cultural que, principales responsables de la situación,
según Galtung, se refiere a ideologías, no se lograrán transformaciones reales.
convicciones o sistemas de valores que Uno de los pocos intentos de exponer
sustentan y legitiman la violencia directa la necesidad de evaluar la responsabili-
o la estructural (Gugel, 2008). dad de sectores como el Estado y otros
Desde este punto de vista es posible impulsados por las políticas de este,
advertir que la victimización y el conflic- se presenta en el Decreto Ley 4633 de
to mismo no son fenómenos con una úni- 2011. En este documento se conceptuali-
ca causa o responsable. Al contrario, se zan una serie de daños que devienen no
trata de fenómenos que se mantienen en solo del accionar de los grupos armados,
territorios específicos porque persisten sino de lo que allí se denominó “factores
dinámicas estructurales que no se han subyacentes y vinculados”; dentro de los
superado y que no han sido reconocidas. que destacan el accionar de las empre-
En algunos casos, como el de los pueblos sas privadas en articulación con la per-
indígenas, el accionar de los grupos ar- misibilidad del Estado, la presencia de
mados en sus territorios, la acción y omi- la fuerza pública y la colaboración de
sión del Estado y la presencia de terceros algunas organizaciones criminales. No
que desarrollan actividades perjudiciales obstante, el hecho de considerar estos
para el ambiente y las comunidades, han fenómenos como “factores subyacen-
puesto a esta población en una situación tes y vinculados” continúa alivianando
caracterizada por el riesgo de extermi- la carga de los verdaderos responsables
nio físico y cultural (Corte Constitucio- y el impacto que tienen en la población
nal Auto 004 de 2009). Lo que significa vulnerable del país. En este sentido, es
que la victimización y la violencia en pertinente profundizar en las políticas
Colombia tiene un carácter multicausal públicas del Estado que han fomentado
que se manifiesta no solo en el nivel per- el desarrollo de ciertas actividades, como
sonal de forma directa sino también de la extracción de recursos que operan de
forma estructural. Sin embargo, hasta el la mano con el accionar de los grupos ar-
momento el análisis jurisprudencial que mados.
se ha hecho sobre el conflicto armado en Actividades legales auspiciadas por
Colombia ha centrado la atención en los el Estado en zonas y contextos carac-
grupos armados y ha expiado la culpa terizados por la presencia constante del
de muchos actores que no han asumido conflicto armado han devenido en una
la responsabilidad en su dimensión real. serie de impactos a la población, cuya
En otras palabras, no se ha socavado en magnitud excede a los daños ocasiona-
dos por el accionar directo de los actores El desarrollo como premisa econó-
armados. Es necesario entender que las mica universal
políticas públicas y el modelo económi-
co de la nación tienen un alto impacto El bloque ideológico mencionado ante-
en las dinámicas que se presentan en las riormente ingresó a América Latina con
regiones marginadas; al punto de fomen- el discurso del Desarrollo, el cual traía
tar y mantener la presencia de los grupos implícito, como lo indica Escobar (1995)
armados que justifican y anclan sus acti- “la transformación total de las culturas y
vidades a esas mismas políticas, impo- formaciones sociales de tres continentes
sibilitando la transición de la guerra a la de acuerdo con los dictados de las nacio-
paz y la transformación de la situación nes del llamado Primer Mundo” (p.13).
de las víctimas. Esto fue posible gracias al estableci-
De ahí la necesidad de que en este miento de un régimen de representación
nuevo espacio que abre la firma del que permitiera asumir el subdesarrollo,
Acuerdo final, se piense la reparación como categoría problemática para Lati-
desde una perspectiva más amplia y es- noamérica, Asia y África, basada en la
tructural considerando no solo la nece- aceptación del atraso y en la conside-
sidad de reparar a las víctimas, sino de ración de poseer valores decadentes en
reflexionar y repensar las circunstancias relación con los países industrializados.
que contribuyeron a esa victimización y Pero como se puede observar, en los paí-
las dinámicas que continúan producién- ses latinoamericanos estas políticas de
dola. desarrollo, incluso setenta años después
Es decir, es indispensable, cuestionar de la importación de este sueño prome-
la posibilidad misma de hablar de repa- tedor, no trajeron consigo los frutos es-
ración si esta se limita a la superación de perados. Por el contrario, argumentamos
la condición de víctima de violencia per- aquí que socavaron los cimientos cultu-
sonal, excluyendo la condición de vícti- rales y económicos de estas sociedades,
ma de violencia estructural causada por convirtiéndose en núcleos principales de
el sistema económico, político y social los conflictos de las regiones del “Tercer
fundamentado en el concepto de desa- mundo”.
rrollo. Concepto que se materializa en la Para América Latina ha sido normal
vocación extractiva exacerbada del país, encontrar en las dinámicas históricas que
específicamente en los territorios habita- acontecieron después de la segunda mi-
dos por población étnica. Esta ideología tad del siglo xx el discurso del desarro-
de desarrollo y progreso ha servido para llo, habitualmente expuesto en políticas
legitimar la violencia estructural y, por económicas de transformación territo-
ende, puede identificarse con la tercera rial, difundidas por el Fondo Monetario
forma de violencia que propone Galtung, Internacional y el Banco Mundial. Uno
a saber, la violencia cultural. de los grandes triunfos de este discurso
En efecto, la lógica del desarrollo en una Sólo una crisis —real o percibida— da
escala internacional se ha traducido en lugar a un cambio verdadero. Cuando
intervencionismo y en la articulación de esa crisis tiene lugar, las acciones que
los países dentro de una cadena de pro- se llevan a cabo dependen de las ideas
ducción global. En esa cadena los paí- que flotan en el ambiente. Creo que esa
ses necesitados de desarrollo terminan ha de ser nuestra función básica: desa-
rrollar alternativas a las políticas exis-
fortaleciendo su vocación primaria de
tentes, para mantenerlas vivas y activas
producción, acentuando la dependencia
hasta que lo políticamente imposible se
al capital de las potencias y agudizando vuelve políticamente inevitable (Fried-
la brecha económica entre la población. man en Klein, 2008, p.7).
Países como Chile, que implementaron
estrategias de este tipo durante y des- El gobierno chileno implementó una de
pués de la dictadura, experimentaron estas alternativas en un supuesto inten-
las consecuencias de la potenciación del to por fortalecer la economía durante la
proyecto neoliberal como la principal dictadura. Sin embargo, pese al desas-
apuesta para pilotear los momentos de tre ocasionado, el modelo se mantuvo
crisis. después de la dictadura, desconociendo
Naomi Klein (2008) observa que eco- que el fortalecimiento de las políticas
nomías de corte capitalista y neoliberal, de corte neoliberal4 fue el fundamento
fueron instaladas e implementadas en de los conflictos socioeconómicos. La
muchas ocasiones —como fue el caso maximización del capital en contraparte
de Chile— después de acontecimientos a la función social de las instituciones
de carácter catastrófico o durante épocas de salud, educación, pensiones, entre
de crisis. La autora ha denominado a este otros, agigantó la brecha entre los gru-
fenómeno «capitalismo del desastre». pos sociales, que experimentan la preca-
Apoyada en los postulados de la Escuela rización de los derechos fundamentales
de economía de Chicago, en cabeza del en favor de la acumulación de capital de
nobel de economía Milton Friedman, unos pocos, beneficiados por el discurso
esta corriente de intervención económica
ingreso a Chile en la crisis producida por
la transición gubernamental del gobierno
militar de Augusto Pinochet.3 Ese mo- formados en la escuela de economía de chicago.
mento coyuntural chileno posibilitó la En Chile, fueron conocidos como “Los Chicagos
inserción de las apuestas económicas de Boys”.
4. Bajo la influencia de los economistas de la
la escuela de Friedman, quien afirmaba escuela de Chicago, los militares chilenos abrie-
que, ron la economía al exterior, dejando de lado el
camino tradicional del proteccionismo y afectan-
do a los sectores económicos tradicionales chile-
3. Muchos de los asesores económicos del nos, como la agricultura o el sector textil. (Molina,
gobierno de Augusto Pinochet son economistas 2013, pár. 3).
de formas económicas lícitas. No obs- los que se han implementado este tipo
tante, la atención se ha volcado hacia de proyectos. En lugar de mejorar las
los impactos que generan el accionar condiciones de vida de las poblaciones
de actores ilegales en los territorios, lo cercanas a los perímetros de ejecución,
que ha expiado la responsabilidad de los las acciones adelantadas en el marco de
actores legales. De ahí la necesidad de los proyectos terminan agudizando las
evaluar el impacto real de las activida- problemáticas socioeconómicas de co-
des económicas respaldadas y fomenta- munidades étnicas y campesinas. Las
das por el Estado colombiano, con el fin brechas sociales entre la población me-
de frenar la vulneración sistemática a los tropolitana y la población rural se agu-
territorios y las comunidades asentadas dizan considerando que estas últimas
en ellos. En departamentos como el Pu- pierden la posibilidad de gestionar sus
tumayo, que ha sido caracterizado como propios recursos en tanto se les arreba-
un departamento de vocación minera y ta la posibilidad misma de ejercer un
como una zona estratégica para impul- control sobre los espacios que, en casos
sar este sector, se registran daños dentro como los de los pueblos indígenas, han
de los que destacan, ocupado de forma milenaria. En con-
secuencia, los modelos económicos de
Tala indiscriminada de la selva en dife- corte neoliberal con una fuerte tenden-
rentes zonas; alteración de las fuentes cia al extractivismo, no se ajustan a la
de agua; contaminación con el agua de realidad colombiana, ni a las necesida-
lluvia […]; contaminación aérea por des actuales del planeta. Colombia no
óxidos y clorofluorcarbonados; dese- puede seguir persiguiendo el fantasma
cación o intervención de quebradas del desarrollo a través del extractivismo.
y riachuelos; represamiento de aguas
La política de reparación en Colom-
contaminadas en diferentes sectores;
bia no puede tener como fundamento un
disminución y ahuyentamiento de la
fauna terrestre; reducción notoria de modelo económico que se constituye
la fauna acuática; desaparición de es- como el causante estructural del conflic-
pecies vegetales originarias; fragmen- to y de las vulneraciones sistemáticas a
tación de algunas zonas usadas para la la población y los territorios. De hecho,
caza y la pesca; y, alteración de ciclos el modelo económico a implementar en
y redes tróficas (Ramírez, 2012, p. 69). este escenario de transición debe fun-
damentarse en la reparación de las víc-
Estas afectaciones asociadas a las acti- timas y de los territorios. Pues hasta el
vidades extractivas de la empresa Texas momento, la reparación se ha asumido
Petroleum Company en el municipio de como una carga y no se ha articulado con
Orito en el departamento de Putumayo las políticas económicas del Estado. En
entre 1963 y 1981 (Ramírez, 2012) se otras palabras, Colombia requiere de la
reproducen en todos los territorios en implementación de un modelo económi-
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Una economía de paz basada... Robles González Wilman Y., Sánchez Pulgarín Daniel F.
co cuya principal causa y finalidad sea que potencien y hagan pertinentes estra-
la reparación involucrando activamente tegias donde primen la paz entre las cul-
a la población víctima y marginada de turas, principal apuesta en un país con
las políticas públicas del Estado. diversas características étnicas (Braü-
chler, 2018). En concreto, permitir gene-
rar espacios donde puedan ser atendidas
Economía basada en un dialogo in- la pluralidad de perspectivas, en los que
tercultural se resignifiquen los conocimientos, los
métodos, y las representaciones respecto
Repensar los cimientos básicos de los a lo que se ha sido, se es y se puede lle-
modelos económicos que serán claves gar a ser como pueblo, desde una mira-
para superar la etapa de conflicto requie- da horizontal, basada en las prácticas y
re la implementación de un giro episte- conocimientos de los procesos de base,
mológico (Mignolo, 2007) que resigni- interpelando la legitimación, jerarqui-
fique las relaciones medio ambientales, zación y exclusión que han prevalecido
culturales, políticas y económicas de los históricamente en Colombia (Lander en
actores sociales que interactúan en este Vásquez, 2015).
proceso de Postconflicto.7 Para esto es La interculturalidad, en este contex-
necesario, por una parte, tener en cuenta to, permite divisar posibilidades econó-
la percepción de las comunidades como micas de paz que faciliten la reconstruc-
agentes activos donde la “subjetividad ción de historias, prácticas culturales,
cultural” implanta condiciones de esta- cosmogonías y economías, generando
bilidad cultural y ecológica, sin desarti- movimientos sociales dentro del con-
cularse de las relaciones sociales exter- glomerado cultural del país. Vásquez
nas (Leff, 1986); y por otra, la necesidad (2020) lo expresa como la configuración
de implementar diálogos interculturales de un hacer decolonial que se sustenta
en
7. Enfatiza en la necesidad de realizar un giro Una rica variedad de prácticas que van
epistémico decolonial, que parte por reconocer más allá del desarrollo y la globaliza-
una genealogía alterna de la irrupción de la mo- ción económica, reivindicando la soli-
dernidad. Este giro epistémico posibilita develar daridad frente al culto al individualis-
las redes que subyacen a la relación entre las ge-
nealogías de las historias locales y los designios
mo reinante y asumiendo perspectivas
globales, permitiendo la emergencia del pensa- filosóficas, políticas, culturales, econó-
miento de frontera y la diferencia colonial (Esco- micas y sociales pazificas que tensio-
bar, 2003). Al respecto, Mignolo (2007) argumenta nan los contenidos epistemológicos y
que el pensamiento decolonial está constituido ontológicos de la modernidad colonia-
por el desprendimiento y la apertura: desprendi-
miento de la modernidad/colonialidad, y la aper- lidad. (p.107)
tura que permite entender el mundo desde otros
lugares de enunciación.
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muertes en esta zona del país. De hecho, compromisos internacionales que man-
los resultados negativos han sido agru- tienen al país en el primer sector de la
pados en dos categorías: afectaciones a cadena de producción encargado de pro-
los entornos de vida y medios de sub- veer las materias primas,8 existen otros
sistencia, y afectaciones a los entornos elementos que deben considerarse. En
sociales y las relaciona comunitarias primer lugar, en el balance costo bene-
(Institución Friedrich-Ebert-Stiftung, ficios los daños ambientales nunca son
2014); es decir, la articulación entre los calculados en su dimensión real.9 El cos-
daños al ambiente y las afectaciones a la to ambiental y los daños a la población
población. no se visibilizan de tal manera que pue-
Pese a que estos impactos ya han dan hacer contrapeso a los beneficios
sido documentados y denunciados, la económicos que traen las regalías para
actividad minera asociada a la extrac- los Estados. En segundo lugar, como ya
ción de carbón en los departamentos de se ha advertido, este sector cuenta con
la Guajira y el Cesar no ha cesado. Al el respaldo de los gobiernos que muchas
contrario, al igual que esta región, mu- veces se articulan con sectores armados
chas zonas del país han experimentado que terminan garantizando la implemen-
una nueva oleada de explotación legiti-
mada por los apellidos que han sido aña-
didos a estas actividades y los principios
que la respaldan. Minería sostenible, 8. Según el análisis que plantea Immanuel Wa-
llerstein (2005), dentro de las lógicas del Moderno
minería responsable, desarrollo sosteni- sistema mundo existen unos roles asignados de
ble, explotación responsable y sosteni- acuerdo con una división internacional del traba-
ble, Fracking responsable y sostenible, jo. En consecuencia, regiones enteras tienen a su
cargo una serie de actividades dentro de una lógi-
entre otros términos, han permitido que ca mundial. Estos roles, además, se configuraron
las actividades nocivas continúen desa- y re-significaron en el mismo momento en que en-
rrollándose en Colombia y en gran parte tró en vigor el discurso del Desarrollo. Desde esta
lógica, regiones como Latinoamérica solo pueden
de la región latinoamericana. Este hecho
alcanzar el desarrollo aportando recursos o mate-
aumenta constantemente el inventario rias primas para garantizar el funcionamiento de
de daños ambientales, el número de des- la cadena de producción internacional.
plazamientos, el número de víctimas de 9. El problema radica en sopesar daños de
carácter cualitativo con supuesto beneficios de
amenazas, el número de comunidades carácter cuantitativo. Desde esta lógica la eva-
puestas en riesgo de exterminio físico y luación de los proyectos siempre asigna un pa-
cultural y, sin embargo, los frutos pro- pel preponderante al valor de los recursos que se
extraen y a las regalías que generan los mismos
metidos por el modelo económico (más aun cuando los estudios sobre los impactos
¿Por qué razón continúa fomentán- ambientales no se realizan de forma adecuada).
dose este tipo de proyectos y por qué Sin embargo, si se asignara un valor real a los
daños ambientales y socioculturales los costos de
se mantienen este modelo económico?
la reparación de estos excederían el valor de los
Aparte de la vocación minera y de los beneficios que generan los proyectos.
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