SENTENCIA
SENTENCIA
SENTENCIA
EXPEDIENTE : 002514-2024-0-0504-JR-PE-02
JUECES : (*)BAUTISTA PAQUIYAURI YORDAN FRANK
Wilker Ruiz Vela
Nahum Huayta Auhatoma
ESPECIALISTA : CABELLOS CASTRO CARLOS DAVID
PROCURADOR PUBLICO : JURIDICA ESTATAL ,
PRIMERA FISCALIA ESPECIALIZADA EN TID ,
IMPUTADO : QUISPE TENORIO, JORGE
IMPUTADO: SAMIR ESCOBAR BOLAÑOS
DELITO : PROMOCIÓN O FAVORECIMIENTO AL TRÁFICO ILÍCITO DE DROGAS.
AGRAVIADO : EL ESTADO
Resolución N°04
SENTENCIA
I.- ANTECEDENTES:
1. IDENTIDAD DEL ACUSADO:
JORGE QUISPE TENORIO, identificado con Documento Nacional de
Identidad N° 71812267, natural del distrito de San Juan, provincia de
Huamanga y departamento de Ayacucho, nacido el 29 de octubre de
1986, de 37 años de edad, hijo de Manuel y Elvia, con secundaria
completa, estado civil soltero, de ocupación taxista, con domicilio en
CALL. Miguel de Cervantes N° 280, distrito de San Juan, provincia de
Huamanga y departamento de Ayacucho.
DESARROLLO PROCESAL:
2. Convocada la audiencia de juicio oral, se inicia con los alegatos
preliminares del Representante del Ministerio Publico, la aboga de la
procuraduría publica y la defensa técnica del acusado presente. Ante lo
cual el representante del Ministerio público solicita se declare reo
contumaz al acusado Samir Escobar Bolaños, haciéndolo así este
colegiado para posteriormente instruir al acusado Jorge Quispe Tenorio
de sus derechos y preguntado si admite ser autor del delito materia de
acusación y responsable de la reparación civil, respondió que no acepta
los cargos, razón por el cual se continuó el juicio oral para procederse a
la actuación de los medios probatorios admitidos para esta instancia.
Finiquitado los debates orales y encontrándonos en la fase de alegatos
finales, la autodefensa del acusado y cerrado el debate oral, se pasa a
la etapa de deliberación.
II.- CONSIDERANDO:
El tipo penal del artículo 296, primer párrafo, del Código Penal,
1
Citado por: PEÑA CABRERA FREYRE, Alonso Raúl, Derecho Penal, Parte Especial Editorial, Idemsa, Enero 2016, pag. 56
sanciona a quien promueve, favorece o facilita el consumo ilegal
de drogas tóxicas, mediante actos de fabricación o tráfico. La
conducta de promoción, favorecimiento o facilitación tiene que
cumplir, objetivamente, con gozar de capacidad o idoneidad para
expandir su consumo ilegal. De lo dicho se infiere, que en
principio son conductas de promoción, favorecimiento o
facilitación todas aquellas que difunden o expanden el consumo
ilegal.
Teniendo en cuenta la terminología utilizada por nuestra norma
penal podríamos conceptualizar dichas descripciones de la
siguiente manera: promover: equivaldría o hacer que se inicie o
principie la acción que va a dar lugar a la comisión del delito;
favorecer: implicaría ayudar o servir para una determinada
finalidad; por último, facilitar: sería tanto como mediar para que
alguien tuviera una cosa, o intervenir para que la consiga. 2
2
SEQUEROS SAZATORNIL, F; 2000. En consecuencia, con la descripción aludida se acaba equiparando dentro de las formas de
participación la cooperación necesaria con la simple complicidad. Citado por PEÑA CABRERA, Alonso Raúl, Derecho Penal Parte
Especial, Tomo IV, Editorial Idemsa, Enero 2016. Pag.78.
9. En tal sentido, será preciso determinar, conforme a los cargos atribuidos
por el representante del Ministerio Publico, esto es, si el acusado
transportaba la droga comisada (clorhidrato de cocaína) cuando
conducía el vehículo de placa BTW-655.
21
RESPECTO A LA RESPONSABILIDAD DEL ACUSADO JORGE
QUISPE TENORIO EN EL DELITO DE TRÁFICO ILÍCITO DE
DROGAS
11.4. Habiéndose acreditado el delito de tráfico ilícito de drogas,
corresponde analizar y valorar la prueba destinada a acreditar la
responsabilidad penal de este acusado, debiendo considerarse
que se destacará las pruebas que resulten relevantes para
determinar la responsabilidad del mismo.
11.5. En ese orden, el acusado ha referido que el día de los hechos sólo
se encontraba realizando su labor como transportista de
pasajeros de la zona, siendo el autor confeso, Manuel Quispe
Rodríguez, solo un cliente que ese día lo contrato para que lo
transporte, ha referido que no tenía conocimiento que este se
encontraba trasladando en el interior de su costal de polietileno
clorhidrato de cocaína, negando cualquier vinculación con el señor
en mención; así entonces, tomando en consideración que nuestro
Estado Constitucional de Derecho garantiza a todo ciudadano que
mientras adecue su comportamiento al rol que le corresponde
desarrollar en sociedad, no podrá ser vinculado con alguna
conducta delictiva, aun cuando terceros de forma dolosa, utilicen
tal comportamiento para algún fin ilícito; aspecto que la doctrina
ha denominado como “conducta neutral”, la cual no es pasible de
sanción alguna. En esa misma línea, la Corte Suprema ha referido
que: “Una conducta es neutral cuando expresa el cumplimiento
de los deberes que forman parte del rol social. Si otra persona,
con una finalidad delictiva utiliza una aportación que
proviene del normal ejercicio de un rol, el titular de ese rol
no está obligado a informarse sobre los desenlaces
posteriores de su prestación, ni tampoco evitarlo; no es
garante de lo que el autor haga con su aportación. Lo que el autor
lleve a cabo con la aportación adecuada a un rol es asunto del
titular del rol” (el resaltado es nuestro), Recurso de Nulidad N°
22058-2012 Lima. Fundamento 3.5.
11.7. En ese sentido, se tiene que los testigos Estefy lagos Rondinel y
Maya ventura Flores, en forma uniforme han afirmado conocer al
acusado previo a los hechos acontecidos el día 14 de mayo del
2024, así también, la integridad de los mismos ha referido que
éste se desempeñaba como transportista de la zona. A mayor
abundamiento, la testigo Carmen Quispe Quihui ha referido
además que conoció al acusado por sus labores en su restaurante
de nombre “Lucianita”, lugar donde el acusado era cliente
frecuente, además, su testimonial encuentra corroboración con el
Acta Fiscal de fecha 24 de marzo del 2024, a través de la cual,
con presencia del representante del Ministerio Público, se
constató la existencia de dicho local comercial, además que era
efectivamente esta testigo quien atendía en el mismo, dejándose
constancia además en dicha acta que la testigo manifestó que el
día 14 de febrero del 2024 llegó a bordo de una auto color plomo
al promediar las 10:00 horas para desayunar y luego se retiró,
extremo que también ha referido en juicio oral; en ese sentido,
este testigo ha brindado un testimonio sólido, el cual no sólo
resulta coherente sino que también ha sido objeto de
corroboración periférica, por lo que resulta creíble lo que ha
referido.
11.8. En relación al testigo Estefy Lagos Rondinel, Se desprende que el
testimonio de Estefy Lagos Rondinel fue ofrecido de manera
espontánea y con un nivel de detalle considerable, no presentando
contradicciones durante el juicio. Sin embargo, la naturaleza de su
declaración no resulta creíble debido a la falta de consistencia en
su afirmación respecto al compartimento, al cual la Fiscalía ha
denominado como “caleta”. La testigo afirma que este
compartimento estaba destinado a proteger una radio de posibles
robos, alegando que era un requerimiento para todos sus
trabajadores, lo cual plantea dudas en su justificación.
11.11. Así las cosas, el acusado Jorge Quispe Tenorio fue intervenido en
el lugar de los hechos, conduciendo el vehículo de placa de rodaje
BTW-655, dentro del cual se hallaron dieciséis (16) paquetes de
clorhidrato de cocaína distribuidos en una mochila y un costal. A
diferencia de un escenario donde se pudiera argumentar una
conducta neutral, en este caso, el acusado no estaba realizando
labores propias de transporte público de pasajeros, sino que,
según se pudo constatar, transportaba una cantidad considerable
de droga, lo cual apunta a una acción deliberada y organizada.
Además, a lo largo de la intervención y mediante los diversos
medios de prueba—tanto testimoniales como documentales—se
ha corroborado que el compartimento donde se encontraron los
paquetes no tiene una función legítima dentro del contexto de
transporte de pasajeros. La naturaleza y el método de
ocultamiento empleados indican un conocimiento directo y una
participación activa en la actividad ilícita. Por tanto, este
Colegiado concluye que los elementos probatorios aportados no
solo son suficientes, sino que también confirman la implicación de
Jorge Quispe Tenorio en el delito de tráfico ilícito de drogas. La
cantidad de clorhidrato de cocaína encontrada, sumada a las
circunstancias de su ocultamiento en el vehículo que él conducía,
permiten determinar su responsabilidad penal, con lo cual se
establece su culpabilidad en el presente caso.
3
11.14.Conviene citar la sentencia de fecha 18 de agosto del 2000 , en el
caso “Cantoral Benavides”, en la que la Corte Interamericana
sostuvo que el principio de la presunción de inocencia, tal como
se desprende del artículo 8.2 de la Convención, exige que una
persona no pueda ser condenada mientras no exista prueba plena
de su responsabilidad penal. Si obra contra ella prueba
incompleta o insuficiente, no es procedente condenarla sino
absolverla.3 Este pronunciamiento es relevante por cuanto, si bien
con otra terminología, resulta claro que la Corte confiere
explícitamente rango superior al principio de que la duda debe
favorecer al acusado sin embargo en atención al caso concreto,
cabe indicar que dicha presunción se ha desvanecido con los
elementos de convicción presentados por el representante del
Ministerio Publico.
3
www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/Seriec_69_esp.pdf
que por dicho concepto se fija, siendo que la indemnización cumple una
función reparadora y resarcitoria de acuerdo a lo establecido por el
artículo 93 del precitado Código Punitivo, debiendo graduarse
prudencialmente tomando en cuenta las consecuencias directas y
necesarias que el delito generó en la víctima, deben ser apreciadas de
manera objetiva.
14. (i) Hecho ilícito: En el presente caso, se ha acreditado que Jorge Quispe
Tenorio lesionó el bien jurídico de la salud pública, al transportarse y
tener en su posesión 16 kilos de clorhidrato de cocaína, cuya
peligrosidad y daño potencial hacia la sociedad son innegables. Esto
4
CORTE SUPREMA DE LA REPÚBLICA. Acuerdo Plenario Nº 6-2006/CJ-116, fundamento 8.
establece una clara responsabilidad en el acusado, quien resulta
responsable directo del daño ocasionado.
III.-DECISIÓN:
Por estas consideraciones juzgando los hechos con la sana critica que la ley
faculta, los magistrados del Segundo Juzgado Penal Colegiado de Huamanga,
administrando justicia a nombre de la Nación, por unanimidad
FALLAMOS:
1. CONDENAR a JORGE QUISPE TENORIO, cuyas generales aparecen en
la parte expositiva de la presente sentencia, de la comisión del delito de
Tráfico Ilícito de Drogas, en su modalidad de favorecimiento al
consumo ilegal de drogas toxicas mediante actos de tráfico en su forma
agravada, previsto y penado en el artículo 296, primer párrafo del
Código Penal, concordante con el artículo 297, inciso 4) Y 7) del Código
Penal, en agravio del Estado; imponiéndole 17 años 10 meses y 8 dias de
pena privativa de libertad efectiva además al pago de CIENTO OCHENTA
DÍAS-MULTA equivalente a la suma S/. 1,395.00 soles (teniendo en
cuenta la remuneración mínima vital en la fecha de los hechos,
percibiendo de manera diaria la suma de treintiún soles, y de esta suma
el veinticinco por ciento es siete soles con setenticinco céntimos y
multiplicados por ciento ochenta días multa, corresponde la suma de mil
trecientos noventicinco soles), monto que deberán pagar cada uno de los
sentenciados, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 44 del
Código Penal; y a la pena de INHABILITACIÓN por el término de cinco
años de conformidad con lo dispuesto en el inciso 2) “Incapacidad para
obtener mandato, cargo, empleo o comisión de carácter público”; inciso
4) “Incapacidad para ejercer por cuenta propia o por intermedio de
tercero profesión, acto de comercio o industria de productos químicos
que pudieran ser utilizados para la fabricación de drogas”, del artículo 36
del Código Penal; además la INHABILITACIÓN conforme está dispuesto en
el inciso 9) “Incapacidad para ingresar o reingresar al servicio docente o
administrativo e instituciones de educación básica o superior, pública o
privada, en el Ministerio de Educación o en sus organismos públicos
descentralizados o, en general, en todo órgano dedicado a la educación,
capacitación, formación, resocialización o rehabilitación” del artículo 36
del Código Penal, de manera definitiva en relación a actividades
educativas.