Lineales y Layout
Lineales y Layout
Tanto el recorrido, como determinadas zonas del establecimiento, deben ser estudiadas y
analizadas para que los clientes se sientan cómodos a la hora de hacer sus compras. Existen
varios escenarios comunes que todo establecimiento debe considerar:
• Punto de acceso a la zona de ventas: El recorrido seguido por los consumidores será
distinto, así como la rentabilidad de las ventas, según la situación de las puertas de
acceso. En la práctica, la ubicación más empleada consiste en que la entrada se sitúe a
la derecha y los mostradores con las cajas de salida a la izquierda. De este modo,
siguiendo un sentido contrario a las agujas del reloj, se consigue que los clientes realicen
un recorrido más amplio del establecimiento.
• Zona caliente natural: Área que se sitúa desde la entrada del establecimiento hasta las
zonas más atractivas del punto de venta.
B) La disposición de un establecimiento
• Nivel al suelo. Comprende el nivel más bajo a ras del suelo hasta una altura de uso de
80 cm aproximadamente. Se trata de un nivel poco vendedor, porque apenas tiene
visibilidad y obliga al cliente a inclinarse para ver y coger los artículos.
• Nivel de las manos. Se localiza a una distancia de 80-120 cm del suelo. Tiene la ventaja
de acercar el producto a las manos del cliente, que puede cogerlo casi sin esfuerzo. Aquí
colocaremos los artículos con elevado margen comercial y poca rotación, a ser posible
promocionados con cartelería o animación.
• Nivel de los ojos. Está situado a una altura de 120-160 cm. Este nivel se utiliza para
llamar la atención del cliente y en él se colocarán los artículos que favorecen la compra
por impulso.
• Nivel de la cabeza o superior. Por encima de 160 cm sólo se colocan artículos de
repetición.
Un buen lineal no debe ser más alto que la altura a la que una persona de estatura media puede
alcanzar con el brazo extendido, es decir aproximadamente 1,90-2 metros de altura, ni tan
profundo como para que dificulte el acceso a productos situados al fondo del estante (40 cm
como máximo).
En relación con los lineales, lo mejor es despejar al máximo el camino entre el producto y el
cliente, es decir, eliminar las barreras habituales como las vitrinas. Si tenemos miedo al robo, o
éste es una realidad, veremos que esta estrategia no es un lastre económico: las ventas
superarán con mucho las pérdidas por los productos sustraídos. Puede que se resienta nuestro
orgullo, no tanto nuestros beneficios.