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INDICE

1.-Café con amor


2.- Un Adiós Doloroso
3.-
4.-
5.-
6.-
7.-
8.-
9.-
10.-
1
Café con amor
Elena, una apasionada escritora, solía pasar sus tardes en
una pequeña cafetería llamada "Sabor a Sueños". Allí, entre
las páginas de su libreta y el aroma del café recién hecho,
encontraba inspiración para sus historias.

Un día, mientras escribía sobre encuentros mágicos, notó a


un hombre intrigante en la mesa de al lado. Sus miradas se
cruzaron, y una sonrisa amistosa se compartió. Era Daniel, un
artista con un cuaderno lleno de bocetos y un encanto que
complementaba el entorno bohemio del lugar.

La casualidad los unió cuando, por error, tomaron el mismo


libro en el estante de intercambio de la cafetería. Esto llevó a
risas y conversaciones interminables sobre sus autores
favoritos, sueños y aspiraciones.

Las tardes se convirtieron en una rutina reconfortante. Juntos


exploraban las páginas de libros, compartían historias y
creaban mundos propios con palabras y trazos. Sin embargo,
ninguno se atrevía a confesar lo evidente: el amor crecía
entre ellos.

Un día, Daniel decidió sorprender a Elena. En un rincón


tranquilo de la cafetería, desplegó un lienzo en blanco y
comenzó a pintar. Creó un retrato de ambos, con el fondo de
la cafetería que tanto amaban y una mezcla de palabras y
colores que representaban su historia.

Cuando Elena vio la obra de arte, sus ojos se llenaron de


lágrimas. Era un testimonio tangible de su conexión especial.
En ese momento, sin palabras, comprendieron que el café no
solo tenía sabor a sueños, sino también a amor.
Desde entonces, la cafetería "Sabor a Sueños" se convirtió en
el escenario de su historia de amor. Cada taza de café tenía
el dulce regusto de sus encuentros y cada página escrita en
la libreta de Elena contaba la historia de cómo el destino los
entrelazó en aquella pequeña cafetería

El noviazgo de Elena y Daniel estaba destinado a ser puesta


a prueba cuando nuevas personas entraron en sus vidas. En
una tarde lluviosa, un viejo amigo de Elena, Lucas, apareció
en la cafetería “Sabor a Sueños". Su presencia provocó una
corriente de recuerdos y antiguos sentimientos.

Lucas, un escritor errante con cicatrices emocionales, se unió


al grupo de amigos. Mientras compartían risas y nostalgias,
algo en la mirada de Lucas hizo que Daniel se sintiera
incómodo. La sombra del pasado de Elena parecía resurgir,
sembrando semillas de duda y tensión en su relación.

Además, una nueva chica entró en la cafetería era Karolina.


Ella era la ex de Daniel, una mujer dramática con una
presencia que llenaba la habitación de emociones intensas.
Su llegada desató una tormenta emocional, ya que su
relación anterior con Daniel dejó cicatrices profundas en
ambos. Daniel se quedó sorprendido al ver a karolina su ex

La cual le causa mucho daño, Elena y Lucas quedaron


sorprendidos al ver a karolina, karolina estaba muy bien
vestida con un polo corto color marrón, una casaca verde
pastel y pantalón negro con botas blancas. Karolina se acercó
a los chicos y los saludo. Hola a todos dijo Karolina, Lucas,
Elena y Daniel se quedaron unos segundos en silencio
porque no sabían el motivo por el cual les saludo esa chica
excepto Daniel, él sabía quién era ella. Todos le dijeron a la
vez Hola a Karolina sin saber su nombre Karolina les dijo
como se llamaba y también le dijo a Elena y a Lucas que era
la ex de Daniel. Elena paralizada no sabía que decir luego de
unos segundos respondió diciéndole a Karolina que ella era
su novia de Daniel, Lucas sin saber que pasaba pregunto a
Elena, Daniel y Karolina si querían algo de beber para
tranquilizarse un poco Todos aceptaron y pidieron un café
con leche y galletas.

Al terminar Karolina les pregunto si querían ir a ver una


película de drama ya que a ella le gustaba el drama todos se
pusieron de acuerdo con una nueva película llamada “El Eco
de las Ausencia” al llegar al cine Daniel y Lucas fueron a
comprare las entradas mientras que Elena y Karolina
compraban las Bebidas y La cancha para la película. Al
terminar de ver la película, decidieron caminar por la ciudad
iluminada por la noche. En ese entorno diferente, las paredes
que habían construido a su alrededor comenzaron a
desmoronarse. Se permitieron ser ellos mismos.

En los días que siguieron, los chicos exploraron nuevos


lugares juntos. Pasearon por parques, visitaron museos y
compartieron cenas en restaurantes acogedores. Cada
experiencia fuera del café añadía capas de profundidad a sus
relaciones, llevándolos más allá de las sombras del pasado.

Elena y Daniel caminaban de la mano bajo las estrellas.


Mientras que Lucas, ahora más relajado, encontró en
Karolina una compañía intrigante lejos de la dramática
confrontación. Juntos, comenzaron a escribir nuevos
capítulos en sus vidas. Empezaron a salir muy seguido. Un
día Karolina en una tarde soleada en el parque, con las hojas
crujientes bajo sus pies, las tensiones finalmente se liberaron.
Karolina, reconociendo su papel en la historia, ofreció
disculpas sinceras a Daniel y Elena. Sus lágrimas reflejaban
una genuina voluntad de cambiar y dejar atrás la angustia del
pasado.
Elena y Daniel, al ver la honestidad en los ojos de Karolina,
decidieron perdonar y seguir adelante. La paz se asentó entre
ellos, y la esperanza de un futuro compartido se encendió una
vez más. Después de que Karolina les pidiera perdón a
Daniel y Elena fueron a la cafetería con Lucas a cenar.
Mientras el grupo disfrutaba de las noches estrelladas y las
cenas en "Sabor a Sueños", Elena se encontraba en un
dilema interno. Aunque su relación con Daniel parecía estar
perfecta, algo inesperado comenzó a gestarse en su corazón.
Lucas, con su encanto literario y su capacidad para
comprenderla a niveles profundos, despertaba emociones
que ella no había anticipado.

Daniel, intuitivo ante los cambios sutiles en la actitud de


Elena, se esforzaba por estar más presente. Planificaba citas,
escribía notas románticas y dedicaba tiempo exclusivo a su
relación. Sin embargo, cada intento parecía golpear contra
una barrera invisible que se interponía entre ellos.

A medida que las semanas pasaban, la conexión de Elena


con Lucas crecía, alimentada por conversaciones que iban
más allá de las palabras. La tensión entre sus emociones se
volvía palpable, y Daniel, sintiendo el cambio, se esforzaba
por entender qué estaba sucediendo.

Lucas, por otro lado, llevaba consigo un secreto. Aunque


disfrutaba de la compañía de Elena, su corazón pertenecía a
Karolina. Sus ojos, llenos de admiración por la dramática
mujer, revelaban una lealtad indeleble hacia su pasado
compartido.

La situación se complicó cuando Daniel, confrontando sus


sospechas, expresó sus inseguridades a Elena. La
conversación, cargada de emociones y lágrimas, puso al
descubierto la creciente brecha entre ellos. Daniel,
desesperado por mantener la relación, buscó respuestas en
el oscuro laberinto de los sentimientos.

Elena, en su lucha interna, se debatía entre la lealtad hacia


Daniel y la atracción magnética hacia Lucas. A pesar de los
esfuerzos de Daniel por reconectar, su corazón se inclinaba
cada vez más hacia el escritor de alma errante.

Lucas, al darse cuenta de la confusión de Elena, decidió


aclarar las cosas. Con valentía, confesó su amor pasajero por
Karolina y su deseo de no interferir en la relación de Elena y
Daniel. Aunque sus palabras trajeron claridad, también
sumieron a Elena en una encrucijada emocional.

Elena, enfrentando una encrucijada entre dos amores, se vio


obligada a tomar una decisión que cambiaría el rumbo de su
vida. La cafetería "Sabor a Sueños", una vez testigo de risas
y complicidad, ahora se veía envuelta en una atmósfera
tensa.

Mientras tanto, Daniel, deseando recuperar el amor de Elena,


luchaba contra sus propias inseguridades. Los días se
volvieron una danza emocional, marcada por decisiones
difíciles y verdades reveladas. En medio de la tormenta
emocional, Elena se retiró a reflexionar sobre su relación con
Daniel y sus sentimientos por Lucas. La confusión en su
corazón creaba una tormenta interna, y el café "Sabor a
Sueños" se volvía un refugio donde buscaba claridad entre
las páginas de su libreta y el aroma tranquilizador del café.

Mientras tanto, Daniel, consciente de los desafíos que


enfrentaban, decidió dar espacio a Elena para que pudiera
encontrar respuestas. Aunque la incertidumbre lo carcomía,
confiaba en que el tiempo y la honestidad serían aliados para
reconstruir su relación.
2
Un Adiós Doloroso
Días después, Elena llamo a Daniel para invitarlo a la
cafetería de siempre a conversar Daniel acepto y una vez
llegó el ambiente, que solía estar lleno de risas y complicidad,
estaba cargado de tensión. Con lágrimas en los ojos, Elena
compartió sus conclusiones. Las palabras resonaron como
martillazos en el corazón de Daniel: ella sentía que sus
caminos debían separarse.

Daniel, sintiéndose devastado, trató de entender las razones


detrás de esa decisión. Sin embargo, Elena, en su afán de
buscar una verdad que apenas entendía, no pudo
proporcionar las respuestas claras que él necesitaba.

La cafetería, una vez llena de risas y amor, se convirtió en el


escenario de un adiós doloroso. Las palabras no dichas
flotaban en el aire mientras Elena se retiraba, dejando a
Daniel con el corazón roto.

Después de unos momentos de silencio que parecían


eternos, Daniel se levantó, con lágrimas empañando sus ojos,
y abandonó "Sabor a Sueños". El sonido de la puerta
cerrándose resonó como un triste epílogo, marcando el final
de lo que alguna vez fue una historia llena de promesas.

La cafetería, una vez llena de risas y amor, se convirtió en el


escenario de un adiós doloroso. Las palabras no dichas
flotaban en el aire mientras Elena se retiraba, dejando a
Daniel con el corazón roto.

Después de unos momentos de silencio que parecían


eternos, Daniel se levantó, con lágrimas empañando sus ojos,
y abandonó "Sabor a Sueños". El sonido de la puerta
cerrándose resonó como un triste epílogo, marcando el final
de lo que alguna vez fue una historia llena de promesas. Los
días se volvieron un túnel oscuro para Daniel. El sonido del
teléfono, cada vez que vibraba con la esperanza de un
mensaje de Elena, solo dejaba un eco de silencio. Sus
noches se llenaron de preguntas sin respuestas, y el café
"Sabor a Sueños" se volvió un recordatorio constante de lo
que una vez tuvo y ya no estaba. Elena, por otro lado, se
sumergió en su propio viaje de autodescubrimiento. Aunque
las razones detrás de su decisión eran confusas incluso para
ella, una sensación de libertad la invadió. Mientras exploraba
nuevos horizontes, las sombras de la culpa y la nostalgia aún
la perseguían. Pasaron 3 años en el cual Lucas y Karolina ya
crecieron y son más adultos al igual que Elena y Daniel, pero
en cambio ellos no sabían nada de Daniel, mientras que
Elena seguía de viaje solo que esta vez ya regreso porque no
soporto estar 3 años hay sin sus amigos, Sin embargo, Daniel

Comenzó un nuevo en el que conoció nuevas personas


nuevos amigos al igual que Lucas y Elena él no sabía nada
de ellos. Daniel, con el apoyo de nuevos amigos y la chispa
de una conexión inesperada, comenzó a sanar. Aprendió que
las despedidas, aunque dolorosas, podían abrir puertas a
oportunidades inexploradas.

Aunque la cafetería "Sabor a Sueños" guardaba historias de


amores perdidos y sueños rotos, también llevaba la promesa
de futuros entrelazados. Mientras las páginas de la historia
anterior se cerraban con pesar, las puertas del café se
mantenían abiertas para nuevos protagonistas y nuevas
tramas.

El destino, como un narrador implacable, tejía sus hilos


invisibles, preparándose para desplegar una narrativa aún
desconocida. En cada taza de café, en cada risa compartida y
en cada encuentro casual, yacía la posibilidad de nuevos
comienzos. A medida que el tiempo avanzaba, Daniel
comenzó a sanar y a reconstruir su vida. La cafetería "Sabor
a Sueños", una vez llena de recuerdos agridulces, llamó su
atención nuevamente. Esta vez, no como un lugar cargado de
melancolía, sino como un espacio donde las posibilidades se
entrelazaban con el aroma del café.

Armado con una nueva perspectiva y acompañado por sus


nuevos amigos Alex, Clara y Miguel, Daniel decidió regresar a
"Sabor a Sueños". El tintineo de la campanilla al abrir la
puerta resonó como un eco del pasado, pero esta vez con la
promesa de un futuro diferente. La cafetería se transformó en
un escenario de reencuentros inesperados.

Elena, ahora acompañada por Lucas y Karolina, disfrutaba de


una tarde de café y conversación en su mesa habitual. Al ver
a Daniel ingresar con sus nuevos amigos, el asombro iluminó
sus rostros. La transformación en Daniel no pasó
desapercibida; el peso del pasado parecía haberse disipado,
dando paso a una versión renovada de sí mismo. Las
miradas de Elena, Lucas y Karolina se encontraron con las de
Daniel. Un silencio momentáneo llenó la cafetería, como si el
tiempo mismo hubiera decidido detenerse para presenciar el
cruce de caminos.

Finalmente, con una sonrisa amistosa, Elena, seguida por


Lucas y Karolina, se acercó a la mesa donde Daniel y sus
amigos se encontraban. La sorpresa y el reconocimiento
brillaban en sus ojos. Lo que comenzó como un reencuentro
inesperado se convirtió en una tarde de conversaciones entre
risas y aromas de café. Daniel compartió historias de sus
nuevas experiencias, mientras que Elena, Lucas y Karolina
narraron sus propias travesías desde su última despedida.
En medio de la charla, Daniel notó la presencia de alguien
más. Ana, su actual novia, había llegado al lugar. La
incomodidad se apoderó de él mientras las miradas de Elena
y Ana se cruzaron. Ana, sin reconocer a los amigos de
Daniel, le dio un beso y se disculpó por la demora. El
desconcierto en el rostro de Elena no pasó desapercibido, y
la incomodidad flotaba en el aire.

Elena, tratando de disimular sus sentimientos, se unió a la


conversación general, pero los celos y las emociones
encontradas resonaban en su interior. Daniel, intentando
calmar la situación, presentó a sus amigos y a Ana.

Elena le pregunto a Daniel cómo había estado. La confusión


se reflejó en el rostro de Daniel, quien no esperaba la
pregunta. Antes de que pudiera responder, Elena expresó su
deseo de retomar su noviazgo con él.

Sin embargo, la respuesta de Daniel no fue la esperada. Él,


incómodo y sintiéndose atrapado entre el pasado y el
presente, explicó que ahora estaba en una relación con Ana.
La revelación dejó a Elena sorprendida y, en algún rincón de
su corazón, celosa. Elena, luchando por mantener la
compostura, le preguntó a Daniel cómo había conocido a Ana

Daniel le dijo a Elena que la conoció en una librería casual en


donde hablaron de cómo se llamaba el otro y otras cosas
como cuales eran su comida favorita y sus gustos musicales,
en la cuales hizo que Daniel ame las conversaciones
compartidas y las conexiones que, de alguna manera, los
habían unido.

Elena, aunque escuchaba con atención, no podía evitar sentir


una mezcla de emociones. Las revelaciones de Daniel,
aunque buscaban traer claridad, añadían capas adicionales
de complejidad a la situación. A medida que la conversación
avanzaba, las miradas entre Daniel y Elena comunicaban
más de lo que las palabras podían expresar. La nostalgia, los
recuerdos y las emociones entrelazadas se reflejaban en
cada gesto y expresión.

Elena, aun procesando la información, se esforzaba por


comprender el giro que había tomado la vida de Daniel. El
reloj de la cafetería marcaba el tiempo que pasaba, pero las
tensiones persistían en el aire. Daniel, sintiendo la necesidad
de no dejar cabos sueltos, explicó cómo él y Ana habían
compartido momentos significativos y cómo su relación se
había desarrollado de manera natural. Intentó transmitir que,
aunque el pasado siempre estaría presente, su presente
estaba construido sobre nuevas bases.

Elena, asimilando las explicaciones, lidiaba con la


complejidad de sus propios sentimientos. Las distancias
emocionales y las comprensiones no siempre alineadas
creaban un terreno difícil de navegar. +

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