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A propósito de los capitalismos contemporáneos: Variedades de capitalismo: Algunos

aspectos fundamentales
Author(s): Peter H. Hall and David Soskice
Source: Desarrollo Económico, Vol. 45, No. 180 (Jan. - Mar., 2006), pp. 573-590
Published by: Instituto de Desarrollo Económico Y Social
Stable URL: http://www.jstor.org/stable/3655881
Accessed: 31-03-2016 19:07 UTC

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Desarrollo Economico, vol. 45, N? 180 (enero-marzo 2006)

DEBATE

A proposito de los
capitalismos contemporaneos*

VARIEDADES DE CAPITALISMO:
ALGUNOS ASPECTOS FUNDAMENTALES

PETER A. HALL** y DAVID SOSKICE***

,Qu6 tipos de politicas econ6micas mejoran la performance de la economia? ,De


qu6 manera pueden ser explicadas las diferencias en la naturaleza de las innovaciones
adoptadas que se observan entre las naciones? 6Cabe esperar que las presiones com-
petitivas que son producto de la globalizaci6n conduzcan a una convergencia
institucional? En este ensayo nos proponemos delinear un cuadro analitico que nos
permita comprender las semejanzas y divergencias institucionales entre las diferentes
economias industrializadas, y ofrezca una nuevo conjunto de respuestas a estas pre-
guntas1.
Con ese objeto, interpretaremos la political economy como un terreno poblado de
actores que procuran promover sus propios intereses de manera racional y en interacci6n
estrat6gica unos con otros (Scharpf, 1997). Los actores importantes pueden ser indivi-
duos, grupos de empresarios o estados; aqui centraremos nuestro anAlisis en las em-
presas y sus estrategias. Las empresas son actores de cuya respuesta agregada a los
desarrollos de la economia internacional surge la performance econ6mica nacional.
Examinaremos a las empresas en t6rminos de vinculaciones: su 6xito depende de una
buena coordinaci6n con los demAs actores en el desarrollo de las funciones que pre-
viamente se han asignado a si mismas en las diversas esferas econ6micas. Entre esas
funciones hay que incluir la corporate governance, las relaciones industriales, la fija-

* Desarrollo Eocndmico agradece a Stato e Mercato (Florencia, Italia) la autorizaci6n para la publicacion
del presente debate, que apareciera originalmente en la citada revista en su N2 69, diciembre de 2003. La
traducci6n pertenece a Mariano Aguas.
** Director, Center for European Studies, Harvard University. Entre sus libros publicados: Governing the
Economy (1986) y The Political Power of Economic Ideas (1989). E-mail <phall@fas.harvard.edu>.
*** Department of Political Science, Duke University. Entre sus publicaciones: Industry and Innovation
(1999), con S. CASPER y M. LEHRER; The Non- neutrality of Monetary Policy with Large Wage and Price Setters
(2000) y An Anet Theory of Social Policy Preferences (2001), ambos con T. IVERSEN. E-mail: <soskice@duke.edu>.
1 Para obtener mayores detalles y una bibliografia mas completa, v6ase Hall y Soskice (2001). El presente
ensayo constituye una adaptaci6n de ese trabajo.

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cion de estandares, la adquisici6n de competencias y las relaciones empleadores /


asalariados. Las competencias especificas de las empresas (core competencies) de-
penden de su capacidad de coordinaciOn.

1. Economfas de mercado liberales o coordinadas

Es posible comparar entre si los modelos nacionales de political economy toman-


do como base las modalidades por medio de las cuales las empresas resuelven los
problemas de coordinaci6n en las esferas economicas ya mencionadas. La distinci6n
fundamental que vamos a trazar es la que se da entre dos tipos de political economy:
economfas de mercado liberales y economias de mercado coordinadas. Ambas cons-
tituyen tipos ideales, que ocupan los extremos de un continuum, a lo largo del cual se
ubican los diferentes paises.
En las economias de mercado liberales (EML) es tradicional que las empresas
coordinen sus actividades, preferentemente, mediante la jerarquia y los mercados com-
petitivos. Las relaciones de mercado se caracterizan por intercambios impersonales de
bienes y servicios, en un contexto de competencia y de contrataciones formales
(Williamson, 1985). Los actores, en respuesta a las senales de precio que en esos
mercados se determinan, ajustan el grado en que estan dispuestos a ofrecer y deman-
dar bienes y servicios, con frecuencia sobre la base de los calculos marginales exami-
nados por los economistas neoclAsicos2. Las instituciones de mercado proporcionan
un medio sumamente eficaz de coordinaci6n de los esfuerzos que realizan los actores
de la economia.

En las economias de mercado coordinadas (EMC), las empresas dependen en


mayor grado de la coordinaci6n estrat6gica para organizar sus esfuerzos junto con los
de los demas actores, y para generar sus propias competencias especificas. Por lo
comOn, estas modalidades de coordinaci6n estrat6gica implican habitualmente un mas
amplio recurso a los contratos relacionales, al monitoreo de las network sobre la base
del intercambio de informaciones privadas dentro de las propias network, asi como
una mayor confianza en las relaciones de colaboraci6n que en las de tipo competitivo.
Asi, mientras que en las EML el comportamiento de las empresas genera un resultado
de equilibrio caracterizado tipicamente por las condiciones de oferta y demanda deter-
minadas en los mercados competitivos, en las EMC ese resultado es mas a menudo el
producto de la interacci6n estrat6gica entre las empresas y los demas actores.
Nuestra tesis es que las estructuras institucionales nacionales incorporadas en
los regimenes de regulaci6n y organizaci6n de la political economy condicionan la
adopci6n por parte de las empresas de unas u otras estrategias para la resoluci6n de
los principales problemas de coordinaci6n a los que deben hacer frente. Tradicional-
mente, en las EML los regimenes regulatorios y los procedimientos estan mas generica-
mente orientados a favorecer la existencia de mercados de trabajo fluidos, capitales
dotados de gran movilidad y relaciones de mercado mas competitivas. Consecuente-
mente, las estrategias corporativas de las empresas tienden a hallarse mas orientadas
al mercado. En cambio, en las EMC se encontrara un mayor nOmero de instituciones
favorables a la coordinacion estrat6gica, con el consiguiente desarrollo de i) el inter-

2 Como es natural, tambien las relaciones de mercado se basan por lo general en relaciones personales
de familiaridad y confianza (Granovetter, 1985).

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A PROPOSITO DE LOS CAPITALISMOS CONTEMPORANEOS 575

cambio de informaci6n entre los actores; ii) el monitoreo de los comportamientos; iii) la
existencia de sanciones previstas para los incumplimientos de los esfuerzos coopera-
tivos, y iv) la deliberaci6n sobre cuestiones estrat6gicas (vease Ostrom, 1990).
Entre esas instituciones se encuentran, en general: poderosas asociaciones em-
presariales o de empleadores; sindicatos fuertes; amplias redes transversales de parti-
cipaci6n; sistemas juridicos o regulatorios orientados a facilitar la colaboracion y la
practica de compartir informaci6n. Si esas instituciones estAn presentes, las empresas
pueden desarrollar una actividad de coordinaci6n en torno de estrategias que no ha-
brian elegido de haberse guiado Onicamente por las relaciones de mercado; muchas
de ellas, ademAs, confian en la coordinaci6n estrat6gica como herramienta para resol-
ver las tareas fundamentales que deben afrontar. De todos modos, la posibilidad de
alcanzar equilibrios estrat6gicos eficaces depende tambi6n de la presencia de un acervo
adecuado de "conocimiento en comOn", acumulado a trav6s de la experiencia y que a
menudo se halla incorporado dentro de una cultura industrial o nacional especifica.

2. Alemania y Estados Unidos

Aun cuando dentro de cada tipo de political economy se dan variaciones indivi-
duales significativas, los casos de Alemania y de Estados Unidos constituyen dos bue-
nos ejemplos de las diferencias esenciales entre uno y otro tipo, desde el punto de vista
de nuestro anAlisis.

En las EMC, es tradicional que el sistema de corporate governance proporcione


a las empresas el acceso a fuentes de financiaci6n que en parte son independientes
del hecho de que determinados datos, financieros o sobre los rendimientos corrientes,
est6n o no a disposici6n del publico. La posibilidad de acceder a esta forma de "capi-
tales pacientes" es la que permite que durante las recesiones las empresas puedan
conservar su fuerza de trabajo calificada, y tambi6n que inviertan en proyectos que
s6lo a largo plazo podrAn generar rendimientos. El problema fundamental en este caso
es que, puesto que la financiaci6n no se supedita ya a criterios de balance, los inversores
tienen que tener a su disposici6n otras maneras de controlar la performance de las
empresas. En las EMC, la soluci6n reside en la presencia de densas redes que unen a
los directivos y al personal t6cnico de una empresa con sus equivalentes en las demas
empresas, lo que permite compartir informaci6n confiable sobre la marcha de una em-
presa determinada.
En Alemania, la informaci6n sobre la reputaci6n y las actividades operativas de
una empresa se encuentra a disposici6n de los inversores gracias a: a) las estrechas
relaciones que las empresas establecen con sus principales proveedores y clientes; b)
la seguridad de poder conocer las amplias redes transversales de participaci6n; c) la
pertenencia a asociaciones sectoriales, que al mismo tiempo que recogen informaci6n
coordinan la fijaci6n de estAndares, la transferencia de tecnologias o la formacion pro-
fesional. No solamente las empresas tienen presencia en las sindicaturas o consejos de
vigilancia (Aufsichtsrat) de otras empresas, sino que en general asumen compromisos
para investigaci6n y desarrollo de productos. Por otra parte, las regulaciones vigentes
en materia de titulos, y la existencia de participaciones cruzadas, que desalientan las
compras hostiles, sirven a las empresas alemanas de protecci6n contra las presiones
en favor de la maximizaci6n de los beneficios corrientes.

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En muchas EMC, la estructura interna de las empresas refuerza estos sistemas de


monitoreo del network. En Alemania es excepcional que los altos directivos puedan
emprender acciones unilaterales; para las decisiones importantes deben asegurarse el
consentimiento del consejo de vigilancia, en el que ademAs de los principales accionis-
tas estAn representados los trabajadores, los directivos que ocupan las posiciones mas
solidamente establecidas y los principales proveedores y clientes. Esta tendencia es-
tructural a seguir un proceso consensuado de toma de decisiones estimula a que se
construya una reputaci6n de empresa a partir de la informaciOn confiable que ofrece, lo
cual facilita el monitoreo por parte de la network.
El sistema alemAn de relaciones industriales fija los salarios mediante negocia-
ciones colectivas entre sindicatos y asociaciones industriales, con frecuencia siguien-
do los lineamientos de un acuerdo "de referencia" (leading settlement). Si bien la tasa
de sindicalizaci6n es solo moderadamente elevada, la presencia de asociaciones de
empleadores caracterizadas por un alto grado de adhesi6n tiene con frecuencia por
efecto obligar a los miembros de dichas asociaciones a respetar los acuerdos celebra-
dos. Este sistema, al uniformar los salarios de los trabajadores con calificaciones simi-
lares dentro de cada sector determinado, hace que a una empresa le resulte dificultoso
"sustraer" la fuerza de trabajo de otra empresa, a la vez que asegura a los trabajadores
la maxima compensaci6n posible a cambio de un intenso compromiso respecto de la
empresa. A nivel de cada firma, estas instituciones estan complementadas por un sis-
tema de consejos de empresa que garantizan a los trabajadores la proteccion contra
los despidos arbitrarios y los cambios en las condiciones de trabajo, lo cual obra como
incentivo para que 6stos se empenen en la adquisici6n de capacidades especificas
para la empresa, asumiendo con ella un compromiso adicional (Thelen, 1991).
Dado que, por lo comOn, las economias de mercado coordinadas emplean ma-
sivamente a trabajadores con grados elevados de capacitaciOn especifica en relaci6n
con una empresa o un sector, cobra singular importancia la existencia de sistemas
educativos y de formacidn profesional capaces de proporcionar tal capacitaci6n a los
trabajadores. Alemania confia esa funci6n a las asociaciones de empleadores y a los
sindicatos. Sector por sector, ambos supervisan un sistema de formacion que se finan-
cia mediante fondos pOblicos. Este tipo de organizaciones, al ejercer presiOn sobre las
empresas mAs importantes para que tomen aprendices, y al controlar su participacion
en tales esquemas, limitan el free-riding dirigido a sacar ventaja de la formaci6n impar-
tida en otras empresas, y brindan seguridades de que la formaci6n que se imparta
responderA a las exigencias de las empresas.
Las empresas alemanas tienden a cultivar relaciones mutuas que faciliten la difu-
si6n de tecnologia. Con ese objeto, las asociaciones empresariales organizan progra-
mas subvencionados por fondos pOblicos. AdemAs, la investigaciOn es financiada con-
juntamente por las empresas, con frecuencia en colaboraci6n con institutos de investi-
gaciOn semipublicos. Los estAndares t6cnicos comunes que las asociaciones sectoria-
les promueven permiten difundir las nuevas tecnologias, y contribuyen a formar una
base de conocimiento compartido que facilita la colaboraci6n mutua del personal de
numerosas empresas. La existencia de asociaciones sectoriales fuertes, con capacidad
para difundir los estAndares y para resolver las controversias, favorece el desarrollo de
un regimen de derecho contractual que alienta la realizaci6n de contratos relacionales.
Por su parte, las economias de mercado liberales aseguran performances econO-
micas que en general son tan elevadas como las de las economias de mercado coordi-

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A PROPOSITO DE LOS CAPITALISMOS CONTEMPORANEOS 577

nadas. Sin embargo, lo hacen de modo diferente. Los mercados sujetos a control por
las empresas (markets for corporate control) de las EML, como por ejemplo los Estados
Unidos, estimulan a las empresas a prestar atencion tanto a los beneficios corrientes
como al precio de sus acciones. El sistema regulatorio de los mercados financieros
tolera las escaladas o compras hostiles, que son tanto mAs probables cuanto mas dis-
minuye el valor de mercado de una empresa. Las condiciones en que las empresas
pueden asegurarse sus fuentes de financiamiento dependen sustancialmente de la
valuacion de 6stas en los mercados accionarios, que es expresada por los inversionistas
sobre la base de informacibn que es de pOblico conocimiento.
En la esfera de las relaciones industriales, las empresas de las EML confian en el
mercado para organizar las relaciones con su fuerza de trabajo. Normalmente, la copu-
la dirigencial ejerce un control unilateral sobre la empresa. Dado que los sindicatos y
las asociaciones empresariales tienen menos cohesion, y se caracterizan por bajos
niveles de afiliacion, resulta dificil alcanzar una coordinaci6n salarial que se extienda a
toda la economia. La presencia de mercados de trabajo sumamente fluidos influye
sobre las estrategias que adoptan empresas e individuos: es relativamente facil para
las empresas despedir o contratar trabajadores con el fin de sacar ventaja de nuevas
oportunidades, mientras que resulta menos atrayente adoptar estrategias de produc-
ci6n que se basen en promesas de relaciones de trabajo prolongadas; por lo general,
los individuos se ven incentivados a invertir en capacidades de trabajo gen6ricas, facil-
mente trasladables de una empresa a otra.
Los sistemas educativos y de formaci6n de las EML son el complemento de los
mercados de trabajo fluidos. Por lo general, la formaci6n profesional es impartida a
trav6s del sistema formal de instruccion, concentrado en el desarrollo de habilidades
genericas. Vista la ausencia de garantias contra el "robo" de aprendices por parte de
terceros, las empresas no manifiestan mayor interes por invertir en programas de apren-
dizaje. A su vez, trabajadores frente a la perspectiva de contratos de trabajo breves e
inmersos en mercados laborales fluidos, las posibilidades de hacer carrera dependen
de la adquisici6n de competencias gen6ricas, que puedan ser facilmente utilizadas en
muchas empresas; los planes educativos privilegian la "certificaciOn" de que un traba-
jador posee tales capacidades.
Las relaciones entre empresas en las EML descansan en relaciones de mercado
estandarizadas, y en contratos formales. En Estados Unidos, por otra parte, tales rela-
ciones se desenvuelven en el marco de una rigurosa regulacion antitrust. La transferen-
cia de tecnologias esta asegurada en gran medida por el pasaje de los cientificos y los
ingenieros de una empresa o de un instituto de investigaci6n a otro, pasajes que se
encuentran facilitados a su vez por la existencia de mercados de trabajo fluidos. Por
ultimo, las EML apelan a la concesion de derechos de explotacion de las innovaciones
para determinar las transferencias de tecnologia, en tanto que los estandares son fija-
dos por la competencia existente en el mercado.

3. Condiciones de complementariedad entre instituciones

La presencia de grados de complementariedad entre instituciones viene a subra-


yar aun mas las diferencias entre economias de mercado liberales y coordinadas (vea-
se al respecto Jaikumar, 1986; Milgrom y Roberts, 1990; 1995). En un sistema
macroecon6mico, dos instituciones pueden ser definidas como complementarias si la

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presencia de una (o su eficiencia) aumenta el rendimiento (o la eficiencia) de la otra. Es


factible hallar complementariedad entre distintos ambitos de la political economy. Aoki
(1994), por ejemplo, sostuvo que es mas probable que se generen relaciones de traba-
jo a largo plazo alli donde el sistema financiero permite a las empresas obtener capital
independientemente de la rentabilidad corriente. En la acera opuesta, la presencia de
mercados de trabajo fluidos determina un aumento de los rendimientos de las empre-
sas cuando existen mercados financieros fluidos que permiten una rApida transferen-
cia de los capitales.
La existencia de complementariedad entre instituciones es de particular impor-
tancia para el analisis comparado de las diferentes formas de capitalismo. Con fre-
cuencia (aunque no siempre), en los paises se desarrollan procedimientos en favor de
la complementariedad en distintos ambitos. Varias son las 1gicas que producen estos
resultados. Las instituciones que promueven la coordinaci6n en un ambito pueden ser
utilizadas para promover formas de coordinaci6n analogas en otros ambitos: por ejem-
plo, las asociaciones empresariales que administran en colaboraci6n programas de
aprendizaje pueden tambi6n coordinar la fijaci6n colectiva de los estandares. Las em-
presas pueden ejercer presi6n sobre el estado para que 6ste promueva la formacion de
instituciones que pasen a ser complementarias de las ya existentes en la economia.
Como alternativa, es posible que modelos institucionales con elementos de comple-
mentariedad se difundan gracias a procesos trasnacionales de imitaci6n entre paises
(v6ase Powell y Di Maggio, 1991).
Alii donde se verifiquen procesos de este tipo, tendriamos un reagrupamiento de
paises a lo largo de cada una de las dos dimensiones que separan a las economias de
mercado liberales de las coordinadas. Las EML tenderian a confiar en los mercados
para la coordinaci6n de esfuerzos, tanto en el ambito de la corporate governance como
en el de las relaciones de trabajo, mientras que en las EMC tendriamos, en ambos
ambitos, instituciones caracterizadas por niveles mayores de coordinaci6n estrat6gica.
De hecho, hay un nOmero significativo de paises que respaldan esta hip6tesis (Gingerich
y Hall, 2002).
En lo que respecta a las economias industrializadas, siete de ellas pueden ser
clasificadas entre las EML (Estados Unidos, Gran Bretana, Australia, Canada, Nueva
Zelanda, Irlanda e Israel), y otras once entre las EMC (Alemania, Jap6n, Corea del Sur,
Suiza, Holanda, Belgica, Suecia, Noruega, Dinamarca, Finlandia y Austria). Italia com-
parte muchas de las caracteristicas de las EMC, si bien presenta, junto a una red de
empresas de alcance nacional, modelos regionales de coordinaci6n. En Francia, la
conducci6n de la coordinaci6n entre las empresas es responsabilidad de una elite de
industriales a nivel nacional, de la que estan excluidos los trabajadores (vease Hancke,
2001). Espafa, Portugal y Grecia constituyen otra variedad de capitalismo, que se
caracteriza por la existencia de redes de empresas en condiciones de favorecer la
coordinaci6n estrat6gica, pero junto a un sistema sindical en el que la presencia de
confederaciones rivales impide tal coordinaci6n (v6ase Rhodes, 1997).
Ambas formas de capitalismo parecen capaces de generar niveles satisfactorios
de performances econ6micas a largo plazo. En lo que respecta a otras dimensiones, se
observan variaciones de tipo sistematico. En efecto, en las dos formas de economias
se detectan diferentes capacidades de innovaci6n, y diferentes modalidades de distri-
buci6n de la renta y del empleo: en las EML, una proporci6n mayor de la poblaci6n
adulta figura como empleada en los libros de salarios de las empresas, en tanto que la

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A PROPOSITO DE LOS CAPITALISMOS CONTEMPORANEOS 579

desigualdad de ingresos es elevada; en las EMC, los horarios de trabajo tienden a ser
menores, y los ingresos se distribuyen en forma mas equitativa.
Obviamente, no todas las economias encajan del todo en una de las dos formas
enunciadas, y dentro de cada una de ellas son observables importantes grados de
variaci6n; por ejemplo, en la coordinaci6n estrat6gica en los paises del norte de Europa
y los de Extremo Oriente3. No obstante, la mayor parte de esas variaciones puede ser
explicada en los t6rminos de este analisis. Nuestro principal objetivo no es ofrecer una
clasificaci6n de paises, sino mostrar c6mo se puede alcanzar un mejor grado de com-
prensi6n de las economias capitalistas, sometiendo a consideraci6n la forma en que
las empresas coordinan sus respectivos esfuerzos, ilustrando las conexiones existen-
tes entre las estrategias de las empresas y el sost6n institucional disponible y vinculan-
do estos factores con las politicas econ6micas puestas en practica y con las
performances alcanzadas.

4. Ventajas institucionales comparativas

A continuaci6n nos ocuparemos de algunas cuestiones a las que puede aplicarse


esta perspectiva, comenzando por el problema de la interpretaci6n de las ventajas
comparativas. Al respecto, el enfoque mAs influyente es el que, concentrandose en los
factores de producci6n esenciales (tierra, trabajo y capital), Ilega a la conclusi6n de
que los paises se especializan en la producci6n de bienes que utilizan con mas inten-
sidad el factor relativamente mas abundante en ellos (Stolper y Samuelson, 1941). Los
desarrollos analiticos mas recientes han asestado un duro golpe a esta imagen de las
ventajas comparativas, dejando sin explicaci6n el porqu6 los paises tienden a especia-
lizarse en una determinada producci6n, o en una gama de productos (Krugman, 1991).
A nuestro entender, la explicaci6n podria ser encontrada en el concepto de ven-
tajas institucionales comparativas. La idea de fondo es que las empresas acaso logran
desarrollar algunos tipos de actividad y producir de manera mas eficiente algunas va-
riedades de bienes gracias al sost6n institucional que sus economias proporcionan a
tales actividades. La afirmaci6n es compatible con la aceptaci6n de la teoria del creci-
miento end6geno, segOn la cual el contexto institucional condiciona los indices de cre-
cimiento y de progreso tecnol6gico (v6ase Aghion y Howitt, 1998).
Hasta el momento, los principales intentos de identificar a las instituciones que
prestan tal sost6n se han concentrado en las relaciones de mercado y en el contexto
juridico dentro del cual actuan esas instituciones, dejando un poco de lado las relacio-
nes que no son de mercado. Estas, a su vez, han merecido mayor atenci6n en la litera-
tura que se ocupa de los sistemas de innovaci6n nacionales (Dosi et al., 1998; Porter,
1990), la cual por lo general analiza los factores de ventaja absolutos. Lo que nosotros
intentamos es identificar aquellas caracteristicas institucionales que originan las venta-
jas comparativas, para explicar a trav6s de ellas los modelos nacionales de especiali-
zaci6n en productos o procesos (Zysman, 1996).
Aqui focalizaremos la atenci6n en cuestiones inherentes a la innovaci6n. La dis-
tinci6n crucial es la existente entre innovaci6n radical-que es la que se produce por la
transformaci6n sustancial de las lineas de producci6n, por el desarrollo de bienes com-
pletamente nuevos o por cambios significativos en el proceso de producci6n- e innova-

3 Para un analisis de este aspecto, veanse Hall y Soskice (2001, pp. 33-36) y Soskice (1994).

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ci6n acumulativa -caracterizada por mejoramientos limitados pero continuos, introdu-


cidos en productos o en procesos de producci6n preexistentes.
Cabria suponer que las economias de mercado coordinadas deberian mostrarse
mAs aptas para promover la innovaci6n de caracter acumulativo. Ello seria consecuen-
cia directa de los requerimientos relacionales implicitos en la actividad de las empre-
sas. Asi, es mas fAcil asegurar la innovaci6n acumulativa alli donde la fuerza de trabajo
es lo bastante calificada como para idear ese tipo de innovaci6n, donde se halla lo
bastante protegida como para no tener reparos -por el temor de que ello altere su
situacion laboral- en sugerir la introducci6n de cambios en los productos o procesos, y
donde, ademas, goza de la autonomia suficiente para considerar al desarrollo de tales
mejoramientos como una de las dimensiones especificas de su trabajo. Por eso, es mas
probable que exista innovaci6n acumulativa cuando la organizacion de la firma es tal
que garantiza a los trabajadores seguridad en el puesto de trabajo, autonomia respecto
de los controles estrictos y oportunidades de influir en el proceso de toma de decisio-
nes; es decir, alli donde el sistema de competencias proporciona al trabajador algo mas
que las capacidades especificas para su tarea, y donde la colaboracion entre empre-
sas estimula a clientes y proveedores a proponer mejoras de tipo acumulativo en los
productos o en los procesos de produccion. Normalmente, las instituciones existentes
en las economias de mercado coordinadas satisfacen estos requerimientos relacionales.
Por el contrario, las caracteristicas institucionales de las economias de mercado
liberales tienden a facilitar la innovaci6n radical. En aquellos mercados de trabajo don-
de no existen obstAculos que puedan anteponerse a la posibilidad de despido, y la
movilidad de los trabajadores es elevada, las empresas interesadas en desarrollar una
nueva linea de producci6n contratarAn personal dotado de la capacitacion necesaria,
sabiendo que podrAn despedirlo en caso de que el proyecto no genere ganancias. La
presencia de vastos mercados accionarios, caracterizados por un accionariado difuso,
permite que las empresas que procuran acceder a nuevas tecnologias logren su obje-
tivo por medio de la adquisici6n de otras empresas. La concentraci6n del poder en la
cima, tipica de la organizaci6n empresarial de las EML, hace que para la direccion sea
mAs fAcil poner en practica estrategias de business completamente nuevas. Cuando
las relaciones entre empresas se fundan en los mercados, las empresas pueden adqui-
rir otras empresas, contratar personal y obtener derechos de explotaci6n de los nuevos
productos, todo lo cual contribuye a la rApida adquisici6n de nuevas tecnologias.
Como consecuencia de esto, y en la medida en que los costos de transporte y la
eficiencia de los mercados internacionales lo permitan, deberian promover contrastantes
modelos nacionales de especializaci6n en actividades y productos que se correspon-
dieran con las capacidades de innovaci6n -acumulativa o radical- propias del pais de
que se trate. Las EML constituyen el Ambito adecuado para las actividades mayormen-
te asociadas con la innovaci6n radical, mientras que los sectores y las actividades que
progresan principalmente a trav6s de la innovaci6n acumulativa deberian encontrarse
concentradas en las EMC.

5. Nuevas perspectivas sobre el "policy making"

Este enfoque de political economy implica una visi6n alternativa de las problema-
ticas que deben afrontar quienes tienen a su cargo definir las politicas economicas.
Una estimable corriente de literatura sobre economia comparada, que se remonta a

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A PROPOSITO DE LOS CAPITALISMOS CONTEMPORANEOS 581

Shonfield (1965), define de esta manera el problema que enfrentan los policy makers:
se trata de establecer qu6 acciones deberian emprender los actores del sector privado
para mejorar la performance de la economia y, por consiguiente, de definir los incenti-
vos que pueden inducirlos a emprender dichas acciones. En una 6poca se decia que
era eso lo que con tanta eficacia habian promovido los estados "fuertes", Francia y
Japon (Johnson, 1982; Zysman, 1983). En sintesis, la cuesti6n consistia en inducir a los
actores econ6micos a colaborar con el estado.

Desde nuestro punto de vista, el principal problema que deben afrontar los policy
makers es absolutamente diferente: inducir a los actores de la economia a colaborar
entre si de la manera mas eficaz. Ello es una consecuencia directa de nuestra vision de
la economia como un escenario en el que los actores desarrollan competencias pug-
nando por establecer modalidades mas eficaces de coordinacion de sus esfuerzos. En
algunos casos son los mercados los que aseguran tal coordinaciOn, y por consiguiente
la tarea de los policy makers consiste en mejorar el funcionamiento de los mercados. En
otros, las empresas ejecutan bien ciertas tareas (como la contrataci6n salarial, o la
colaboraci6n en el area de investigaci6n y desarrollo), coordinando con las demas s6lo
en un contexto de interacci6n estrat6gica. En este caso el problema es c6mo mejorar el
resultado de equilibrio que deriva de tales interacciones, si bien no esta muy claro
como alcanzar ese objetivo. Se trata de persuadir a los actores del sector privado a que
compartan informaci6n, mejoren su disposici6n a comprometerse de manera creible
unos con otros y modifiquen sus expectativas respecto de lo que haran los demas actores.
En contextos de estas caracteristicas, el estado sencillamente no puede indicar a
los actores lo que deberian hacer. No s6lo porque los resultados son demasiado com-
plejos para que puedan ser dictados por las regulaciones, sino tambi6n porque no
dispone de la informaci6n necesaria para estipular las estrategias apropiadas. Una
coordinaci6n estrat6gica eficaz depende de la presencia de organizaciones sociales
dotadas de una adecuada estructura, como sindicatos y asociaciones empresariales,
que los estados pueden estimular, pero no crear. Como lo demuestra Culpepper (2001),
para la cooperaci6n eficaz se necesita tambi6n un conocimiento comin, que solo pue-
de desarrollarse gracias a la experiencia a lo largo del tiempo.
De aqui se sigue que, en las economias de mercado liberales, en donde la coor-
dinaci6n se asegura preponderantemente por medio de mecanismos de mercado, para
obtener una mejor performance de la economia son necesarias politicas que favorez-
can la competencia, en tanto que las economias de mercado coordinadas pueden
extraer beneficios de politicas que mejoren las capacidades de los actores para la
coordinacion estrategica. Wood (2001) da un paso mas, y sostiene que la implementacion
de politicas depende tambi6n de la organizaci6n de la esfera politica. Para poner en
funcionamiento politicas que tiendan a aumentar las competencias de las empresas en
aspectos tales como, por ejemplo, sus niveles de capacidades y su potencial tecnolo-
gico, a fin de satisfacer esas necesidades con cierto grado de precisi6n, se requiere
contar con niveles elevados de informaci6n sobre la actividad de las empresas. Ocurre
que las empresas son renuentes a compartir tal informaci6n con los estados, ya que
estos son actores poderosos e imprevisibles, que podrian no respetar los acuerdos y
usar esa informaci6n contra las propias empresas. En sintesis, las politicas que apun-
ten a mejorar las capacidades de las empresas en cuestiones de coordinaciOn estrate-
gica tienen que verselas con el desafio que representan las asimetrias informativas, los
elevados costos de transacci6n y los problemas de incompatibilidad temporal.

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En la resolucion de estos problemas, los gobiernos de las EMC suelen beneficiar-


se de la presencia de sindicatos y asociaciones empresariales fuertes. Puesto que
esas organizaciones son independientes del estado, y responden a sus propios miem-
bros, estos Oltimos son mas proclives a confiarles una cantidad de informacion privada,
suficiente para administrar una determinada politica de manera eficaz. Ademas, y puesto
que estas organizaciones estan en la mejor posici6n para controlar a sus propios miem-
bros, se hallan tambi6n en condiciones de asegurar la coordinacion, con costos de
transacci6n menores que los que deberia satisfacer el estado. De esa manera, los
grupos de industriales cierran "contratos implicitos" con el estado para desarrrollar una
determinada politica, obteniendo beneficios bajo la forma de m6s abundantes recursos
y autoridad.
Tambi6n es importante la organizacion de la esfera politica. Las asociaciones
empresariales solo se mostraran dispuestas a celebrar estos contratos implicitos si el
compromiso del estado de respetarlos resulta creible. Es mas facil que esto se d6 si los
empresarios poseen un grado de influencia estructural que resulte suficiente para cas-
tigar al estado por la violacion de los acuerdos. Esa influencia puede resultar de la
autoridad de los grupos empresariales dentro de los partidos politicos, de la existencia
de prActicas neocorporativas -de modo que la violaciOn de los compromisos en un
ambito determinado pueda ser castigada en otro-, o de la presencia de procesos de
politica pOblica dotados de un grado tal de descentralizacion que permita a los grupos
de productores contar con vias de acceso y con poderes de veto. Obviamente, estos
grupos deben ser suficientemente representativos y poderosos a fin de movilizar el
numero de representantes necesario para amenazar al gobierno con sanciones. De ello
se sigue que las politicas orientadas al mejoramiento de la coordinacion estrat6gica
pueden ser desarrolladas mas facilmente en una economfa de mercado coordinada, y
en un sistema politico cuya estructura acuerde a los grupos de industriales una influen-
cia relevante.

Para los gobiernos de las economfas de mercado liberales, especialmente aque-


llos con un sistema politico que sigue el modelo Westminster, esto es, un modelo en el
que el poder se concentra en el ejecutivo y se concede escasa influencia estructural a
los grupos empresariales, resulta mas facil desarrollar politicas orientadas al mercado,
que no requieren de las empresas la celebracion de contratos relacionales, como por
ejemplo programas de desarrollo regional basados en incentivos fiscales, o sistemas
de formaci6n profesional fundados en la educaci6n formal y la concesi6n por parte del
estado de subsidios para la investigacion basica. Puesto que las EML confian en el
mercado para la coordinacion, a menudo la forma mas eficaz de mejorar tal coordina-
ci6n resulta ser la desregulaci6n.
Este enfoque de political economy abre nuevas perspectivas tambi6n respecto
de la politica social, subrayando la importancia de tal politica para las empresas, y el
papel de las asociaciones empresariales en la estructura del welfare state. La politica
social suele ser vista como una respuesta a las demandas formuladas por sindicatos y
partidos socialistas, en la hip6tesis de que los productores se oponen a tales iniciati-
vas. Sin embargo, Mares (2001) y Est6vez-Abe et al. (2001) han demostrado que las
politicas sociales suministran un apoyo crucial a algunas estrategias de empresa, y a
menudo son miradas favorablemente por los grupos de industriales (Swenson, 2002).
Puesto que las estrategias de empresa difieren entre las economias de mercado
liberales y las coordinadas, podriamos esperar que tambi6n sus politicas sociales fue-

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A PROPOSITO DE LOS CAPITALISMOS CONTEMPORANEOS 583

ran diferentes. En muchas EMC, las politicas sociales son utilizadas para estimular a la
fuerza de trabajo a adquirir capacidades especificas del sector en que se desempena,
concediendo subsidios de desocupaci6n con elevados porcentajes de integraci6n (re-
lacion porcentual entre el monto del subsidio que se percibe y la remuneraci6n que se
venia recibiendo), compensatorios de tal compromiso. La generosidad de los subsidios
por invalidez y de los incentivos a la jubilaci6n anticipada ha permitido que las empre-
sas de este tipo de economias, cuyo regimen productivo requiere de la lealtad de los
empleados, dejen que sus asalariados se vayan sin que por ello resulten violados los
contratos implicitos de trabajo a largo plazo. Por el contrario, todas las EML se caracte-
rizan por tipos de welfare state "liberales", en los que tanto el papel esencial que se
acuerda a la prueba de los medios como el bajo nivel de los subsidios permiten mante-
ner mercados de trabajo fluidos, en los que las empresas confian para manejar las
relaciones con sus dependientes, a la vez que alientan a los trabajadores a adquirir com-
petencias genericas (v6ase Esping-Andersen, 1990).
En terminos mas generales, las caracteristicas de la political economy condicio-
nan los niveles de especificidad de los recursos disponibles en los diferentes paises
(v6ase Alt et al., 1997). Los actores de las economias de mercado coordinadas debe-
rian estar mas dispuestos a invertir en recursos especificos y coespecfficos (vale decir,
recursos que no puedan ser usados con facilidad para otro fin, y cuyo rendimiento
depende sustancialmente de la activa colaboraci6n de otros), mientras que los actores
de las economias de mercado liberales deberian invertir mas masivamente en recursos
a-especificos (o sea, recursos cuyo valor puede ser aprovechado aun cuando sean
usados para otros prop6sitos). Las EMC proporcionan mayor apoyo institucional a las
interacciones estrat6gicas necesarias para aprovechar el valor del patrimonio
coespecifico, tanto bajo la forma de dotaci6n especifica del sector como de colabora-
ci6n en investigaci6n y desarrollo, mientras que en las EML, gracias a sus mercados
mas fluidos, los actores tienen mas oportunidades de modificar el uso de su patrimonio
en procura de rendimientos mas elevados, al tiempo que son estimulados a invertir en
capacidades gen6ricas o en tecnologias multi-purpose.
Tambi6n las caracteristicas del sistema politico pueden influir sobre tales resulta-
dos. Es mas probable que conduzcan a inversiones en recursos especificos aquellos
sistemas que se caracterizan por la existencia de gobiernos de coalici6n, por la multi-
plicidad de puntos sobre los cuales es posible ejercer el veto y por partidos que prote-
gen el poder de los grupos empresariales, y no aquellos otros sistemas en los que el
poder se concentra en un ejecutivo con un elevado grado de autonomia. En efecto, los
primeros pueden poner en practica las politicas orientadas a la coordinaci6n, como
sosten de las instituciones que promueven las inversiones especificas; 6sta es una
cuesti6n que merece un analisis ulterior.

6. La respuesta a la globalizaci6n
Hoy en dia, todas las economias desarrolladas presentan un grado de apertura
mayor que el que tenian hace veinte anos; a su vez, una intensa competencia a nivel
internacional esta imponiendo innovaciones en muchas empresas. En relaci6n con es-
tos desarrollos, la voz de orden es en la actualidad la palabra globalizacidn (Berger y
Dore, 1996; Keohane y Milner, 1996; Friedman, 1998). Sin embargo, la globalizaci6n
pone en discusi6n la estabilidad misma de las instituciones nacionales, frente a la pre-

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si6n de la competencia. El interrogante que se plantea es el siguiente: ,conservaran las


diferencias institucionales nacionales su importancia, o la desregularizacion competiti-
va conducirA a todas las economias a un Onico modelo de mercado?

La perspectiva convencional respecto de la globalizaci6n brinda una inquietante


respuesta a esas preguntas. Dicha respuesta se apoya en tres pilares. En primer lugar,
segOn esa perspectiva las empresas son esencialmente similares en todos los paises.
En segundo lugar, la competitividad de las empresas se asocia con el costo unitario del
trabajo, de lo que se sigue que muchas de ellas trasladan los procesos de producci6n
al extranjero, en procura de trabajo barato. De ello deriva una particular concepcion de
la dinamica politica promovida por la globalizaci6n. Esgrimiendo la amenaza de
relocalizarse en otras economias, los empresarios ejercen una presion creciente sobre
los estados con el fin de obtener cambios en general orientados a la reduccion del
costo laboral y de la presi6n fiscal, asi como a la expansi6n del mercado interno a
traves de la desregulaci6n. Los sindicatos y los partidos socialdem6cratas se oponen a
esas medidas para proteger los salarios y los beneficios de sus afiliados. El resultado
final depende del grado de resistencia que los trabajadores y la izquierda esten en
condiciones de oponer a estas propuestas de reforma. Claro que, a causa de la crecien-
te interdependencia a nivel internacional, abandonar la economia nacional le resulta
mAs fAcil al capital que a la fuerza de trabajo; por eso se dice que el equilibrio de fuer-
zas se ha desplazado a favor del primero. Por consiguiente, este modelo prefigura una
sustancial desregulaci6n de las instituciones econ6micas en todos los paises. La vision
convencional acerca de la globalizaci6n incluye una "hip6tesis de convergencia" tan
fuerte como aquellas que la precedieron, basadas en las teorias de la industrializaci6n
(Kerr et al., 1960; Graubard, 1964), aunque menos optimista en sus implicaciones ultimas.
Hasta ahora, las principales voces de oposici6n a esta perspectiva son las que
provienen de aquellos analistas que sostienen que la internacionalizaci6n del comercio
y de las finanzas no es un fen6meno tan extendido y tan nuevo como muchos creen, o
que argumentan que los estados no estan tan indefensos como parece ante estos de-
sarrollos sino que, por el contrario, han aprovechado la excusa de la presiOn global
para Ilevar a cabo las reformas que querian realizar (Wade, 1996; Boyer, 1996; Cohen,
1996).
El enfoque de las variedades del capitalismo pone en discusi6n esa vision con-
vencional sobre la globalizaci6n. Su argumento puede resumirse en dos proposiciones
fundamentales: a) ni la reducci6n de las barreras comerciales ni la mayor movilidad del
capital ponen en riesgo a las instituciones que generan las ventajas institucionales
comparativas; por el contrario, la globalizacidn deberfa tener el efecto de reforzar a la
especializacion, y a las instituciones que la sostienen, una de las implicaciones estandar
de la teoria de las ventajas comparativas (aunque, como veremos mAs adelante, la
globalizaci6n puede modificar las instituciones nacionales); b) se produce una presion
en favor del cambio de las instituciones cuando las instituciones existentes ya no pro-
porcionan las maximas ventajas comparativas; pero 6sta es una consecuencia tipica
del progreso tecnol6gico, y de la variaci6n de las preferencias. Por consiguiente, un
progreso tecnol6gico acelerado puede Ilevar a una convergencia del modelo de las
EMC con el de las EML, invalidando las ventajas de los contratos relacionales a largo
termino (aunque ello no parezca haber sucedido hasta el momento). Con mayor fre-
cuencia, el progreso tecnol6gico conduce a modificaciones del contexto institucional
existente.

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A PROPOSITO DE LOS CAPITALISMOS CONTEMPORANEOS 585

7. La globalizaci6n y el robustecimiento de las ventajas comparativas


institucionales

En su discusion con el modelo convencional, el enfoque de las variedades de


capitalismo sostiene que las empresas no son esencialmente las mismas en los diver-
sos paises. Por el contrario, tanto en las EML como en las EMC las empresas desarro-
Ilan estrategias diferentes a partir de las instituciones de que disponen, las cuales sos-
tienen, respectivamente, la coordinacion de mercado o la coordinaci6n estrategica. En
consecuencia, puede decirse que en los diferentes tipos de economias las empresas
reaccionan de manera diferente ante los mismos desafios (Knetter, 1989). En segundo
lugar, las empresas no trasladan automAticamente sus actividades al exterior al encon-
trar alli una fuerza de trabajo mAs barata. En verdad, las empresas obtienen ventajas
competitivas de las instituciones de su pais de origen, en las que descansan tipos de
coordinaci6n especificos entre empresa y empresa y dentro de las diferentes empresas;
por lo tanto, serAn renuentes a renunciar a ellas al solo efecto de reducir el costo laboral.
Desde luego, a nivel internacional la liberalizaci6n implica el traslado de activida-
des por fuera de las fronteras nacionales. No obstante, nuestra concepci6n de las ven-
tajas comparativas institucionales nos sugiere como mas probable que las multinacio-
nales se comprometan a una forma de arbitraje institucional, transfiriendo algunas ac-
tividades a otros paises, a fin de asegurarse el acceso a las ventajas que el contexto
institucional de esos paises ofrece. Asi, las multinacionales pueden trasladar ciertas
actividades a paises con EML, a fin de garantizarse el acceso al apoyo institucional en
favor de las innovaciones radicales, o bien a paises con EMC, a fin de sacar ventaja de
la presencia de instituciones sensibles al control de calidad y a las innovaciones
acumulativas. Antes que amenazar las diferencias existentes entre los diversos contex-
tos institucionales, los movimientos de este tipo deberian mas bien reforzarlas.
En nuestra opini6n, cuando la liberalizacion internacional influye sobre las institu-
ciones nacionales lo hace segun modos que, por lo general, refuerzan las ventajas
comparativas institucionales. Esto tiene tres efectos obvios. Por un lado, la liberaliza-
ci6n implica abolir las leyes que favorecen a los monopolios nacionales; en segundo
lugar, la mayor competencia en el mercado de productos (combinada con el progreso
tecnol6gico) somete a las empresas a una presi6n creciente en t6rminos de costos y de
desarrollo de productos, lo que a su vez impulsa a las instituciones que generan las
ventajas comparativas a reaccionar con mayor rapidez a las exigencias de las empre-
sas; por ultimo, el mayor grado de apertura de los mercados puede requerir el desarro-
Ilo de reglas y protocolos de "interfaz" que permitan la comunicaci6n con los actores
provenientes de diversos tipos de sistemas capitalistas; por ejemplo, en los mercados
financieros globales, las leyes de "interfaz" que protegen los derechos de los accionis-
tas minoritarios, la mayor transparencia en materia contable, etcetera. Sin embargo, la
experiencia alemana sugiere que las empresas han extraido beneficios del acceso al
pr6stamo a costos inferiores, sin haber danado en lo sustancial las relaciones entre los
gerentes y los directorios de las empresas.
Ahora bien, al respecto es preciso formular una importante puntualizacibn. La
reduccion de las barreras al libre intercambio y a la movilidad de los capitales puede
eliminar los controles sobre los comportamientos, en los que a su vez se basan las
instituciones que generan ventajas comparativas. Ejemplo de ello son las leyes que
permiten las escaladas o compras hostiles, las que requieren mercados de trabajo

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competitivos y las que tornan ilegales los acuerdos para favorecer la transferencia de
tecnologia entre empresas en los que una de las partes est6 en condiciones de influir
sobre la otra. A continuaci6n veremos como los gobiernos se oponen a leyes de este tipo.
De todos los factores que pueden debilitar la capacidad de los contextos
institucionales existentes para generar ventajas comparativas, el mas importante en las
dos ultimas decadas ha sido el progreso tecnol6gico. Por ejemplo, en EML como los
Estados Unidos o Gran Bretana el desarrollo de la tecnologia de la informaci6n ha sido
un factor de importancia para que el sistema fordista de produccion quedara obsoleto.
El citado factor es el que en este tipo de economias impuls6 a los gobiernos, tanto de
derecha como de izquierda, a la desregulaci6n de los mercados de trabajo. Ahora bien,
la mayor parte de los datos sugiere que el progreso tecnologico no ha dado lugar a una
convergencia entre los modelos de las EML y los de las EMC. Lo que por lo general se
verifica es una continua adaptaci6n dentro del contexto institucional ya existente. Por
ejemplo, el sistema aleman de aprendizaje ha cambiado fundamentalmente, y hoy la
modificacion de los programas de estudios y el desarrollo de nuevos esquemas de
aprendizaje resultan posibles con mayor rapidez que antes. Fuera de eso, sin embargo,
el sistema sigue permitiendo impartir formaci6n en capacidades que son especificas
de determinados sectores. Hay que agregar que no siempre el progreso tecnol6gico
representa una potencialidad ex6gena. Tradicionalmente, las nuevas tecnologias cuentan
tanto con sectores de elevado nivel de riesgo, que se ven favorecidos en las EML, como
con sectores mas acumulativos, de niveles de riesgo menores, que se ven favorecidos
en las EMC. Si Gran Bretana y los Estados Unidos predominan en biotecnologia, Alema-
nia ha logrado desarrollar una importante industria de tecnologias de plataforma (platform
technologies), de riesgo notoriamente inferior.

8. La politica del cambio en las instituciones


Por ultimo, siguiendo nuestro enfoque, las economias de mercado liberales y la
coordinadas muestran dinamicas politicas diferentes, lo cual deriva de los distintos
intereses de los actores econ6micos claves, en especial en el sector empresario, y de
la naturaleza de la accion colectiva que promueven los sistemas politicos nacionales.
Es probable que en las EML los intereses del mundo de los negocios ejerzan presion
sobre los gobiernos para obtener la desregulaci6n, dado que las empresas que coordi-
nan sus esfuerzos preferentemente por medio del mercado solo pueden mejorar sus
capacidades mediante la promoci6n de la competencia. Previsiblemente, entonces, se
producira una debilitaci6n de las organizaciones sindicales, acompanada por
desregulacion. En cambio, los gobiernos y las asociaciones empresariales de las EMC
deberian ser menos propensas a la desregulaci6n, que constituye una amenaza cierta
a su organizacion institucional favorable a la coordinaci6n estrategica, organizacion de
la que dependen buena parte de las ventajas comparativas del pals. De ahi que en este
tipo de parses la dinamica politica pueda Ilevar a la formaci6n de coaliciones entre las
diferentes clases, puesto que tanto las empresas como los trabajadores, que poseen
notable grado de interes por el mantenimiento de un ambito especifico de regulacion,
procuraran proteger ese ambito regulatorio (Swenson, 2002). Estas dinamicas estan
reforzadas por la diferencias de intereses entre electores medianos. Es mas probable
que en las EMC estos Oltimos hayan hecho inversiones especificas en capacidades
especiales, comparativamente con lo que sucede en las EML, por lo que se mostrarian
mas propensos a apoyar la regulaciOn del mercado de trabajo (Iversen y Soskice, 2001).

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A PROPOSITO DE LOS CAPITALISMOS CONTEMPORANEOS 587

Ademas, los sistemas politicos de las EML no se fundan tanto en la negociacibn


como los de las EMC. En efecto, cuando el sistema electoral es de mayoria y minoria, y
los gobiernos estan en manos de una mayoria parlamentaria, el cambio institucional
tendera a ser impuesto, antes que discutido (los Estados Unidos, con sus partidos
relativamente poco disciplinados y su elevado umbral de accion legislativa, constitu-
yen una excepci6n). Por el contrario, en las EMC la negociaci6n suele transformarse en
governance, reflejando la capacidad de accion colectiva de los grupos empresariales;
la mayoria de sus sistemas electorales es de caracter proporcional, lo cual hace que los
gobiernos de coaliciOn sean la norma; los actores sociales desempenan, pues, un pa-
pel privilegiado en la formulacion de politicas publicas.
Los desarrollos recientes confieren valor a este analisis. Los sindicatos se han
debilitado en las EML, en tanto que conservan su fortaleza en las EMC, donde las
coaliciones entre las diferentes clases mantienen en vida la coordinaci6n en materia
salarial. La desregulacion ha sido de gran importancia en las EML, y mucho menos
importante en las EMC del norte de Europa y el sudeste de Asia (Story y Walter, 1997;
King y Wood, 1999). El fenomeno no es, al fin y al cabo, sorprendente. Como lo indican
dos siglos de intercambios comerciales, los paises suelen alcanzar la prosperidad no
precisamente volvi6ndose parecidos, sino sacando partido de sus diferencias insti-
tucionales distintivas.

9. Dinamicas contemporaneas

Aun rechazando la perspectiva de una convergencia total, el enfoque que argu-


mentamos prev6 ciertas transformaciones en lo que respecta tanto a las instituciones
como a la regulaci6n, puesto que las economias nacionales deben ajustarse a las nue-
vas tecnologias y a la interdependencia econ6mica. El prop6sito de nuestro analisis es
proporcionar nuevos instrumentos conceptuales para comprender estos ajustes, con-
centrandonos en la forma en que las instituciones contribuyen a las modalidades me-
diante las cuales las empresas resuelven aquellos problemas de coordinacion que re-
sultan cruciales para sus competencias especificas.
Es probable que en toda economia industrializada exista un minimo de desre-
gulacion; nuestro analisis de las complementariedades institucionales revela algunas
de las implicaciones de estos procesos. Por una parte, sugiere que las reformas
institucionales en un determinado ambito de la economia pueden influir tambien en
otros. Por ejemplo, la desregulaci6n de los mercados financieros en las EMC podria
hacer mas dificil para las empresas la tarea de proporcionar empleo a largo plazo, lo
cual a la larga implica una transformacion de los sistemas de produccion (vease Aoki,
1994). Con todo, las complementariedades institucionales constituyen un factor de
disuasi6n respecto de los cambios radicales: las empresas pueden intentar preservar
los acuerdos en una esfera de la economia, a fin de proteger importantes y fructuosas
sinergias con otras instituciones (vease Thelen, 1999).
Por otra parte, el analisis arroja luz sobre las probables posiciones de los distintos
paises en las negociaciones internacionales que revistan importancia para la armoni-
zacion econ6mica. Como ha mostrado Fioretos (2001), los estados tienden a mirar favo-
rablemente a los sistemas internacionales que preserven el caracter coordinatorio que
es tipico de su propia economia, y que sean aptos para extender el radio de accion de
las ventajas comparativas institucionales con que cuentan sus empresas. Las EMC

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tienden a ser mAs renuentes a adherir a aquellos acuerdos internacionales orientados


al mercado, a menudo apoyados por los gobiernos de las EML. Tal cosa se ha vuelto
evidente en el curso de las recientes negociaciones en la Uni6n Europea sobre politica
de la competencia y sobre regulaci6n de la corporate governance.
De todos modos, en esta carrera entre las politicas orientadas al mercado y aque-
Ilas que favorecen la coordinaci6n estrat6gica existe una asimetria fundamental. Por los
motivos que hemos indicado, los estados hallan mds facil aplicar politicas en favor de
la competencia de mercado, antes que politicas que promuevan la coordinaci6n estra-
tegica. Tambien resulta relativamente mAs fAcil desmantelar el sost6n institucional de la
coordinaci6n estrat6gica que crearlo. En efecto, para que tal coordinaci6n resulte efi-
caz no basta contar con politicas adecuadas; hacen falta tambien determinadas for-
mas de organizaci6n social, cuya elaboraci6n puede requerir decadas enteras. No
sorprende, pues, que los actuales procesos de ajuste tiendan a ser liberales.
En sintesis, este enfoque de las variedades de capitalismo permite dar cuenta no
solo de importantes puntos de semejanza y diferencia entre paises, sino tambien de los
procesos por medio de los cuales se introducen los cambios en las political economy
nacionales. El enfoque delinea, pues, un programa de investigaci6n que todavia se
encuentra en sus etapas iniciales, pero que cuenta con el potencial suficiente para
hacer progresar nuestra comprensi6n de los desafios a los que las political economies
deben hacer frente en la actualidad.

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A PROPOSITO DE LOS CAPITALISMOS CONTEMPORANEOS 589

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RESUMEN

Este articulo presenta un nuevo marco de una teoria de las ventajas institucionales com-
analisis para dar cuenta de que modo las varia- parativas, la cual postula que los sistemas ins-
ciones en las instituciones nacionales condicio- titucionales nacionales no necesitan converger
nan y estructuran la politica econ6mica y el des- frente a las presiones de la globalizacidn debido
empeno de los paises. Mediante la aplicacidn a que las empresas pueden explotar y apoyar
de la nueva economia de la organizacidn al es- politicamente las ventajas institucionales presen-
tudio de la macroeconomia, el trabajo sostiene tes en sus economias. Estas ventajas compara-
que las competencias basicas de las empresas tivas estan en la base de diferentes estrategias
dependen de sus capacidades para coordinarse de innovaci6n y se caracterizan a menudo por
con otros actores en cinco esferas de la econo- complementariedades institucionales a lo largo de
mia. Asimismo, explora las diferencias existen- las varias subesferas de la economia politica. El
tes entre las economias de mercado liberales, enfoque que se presenta ilumina distintas pers-
en las que esa coordinacidn es alcanzada prin- pectivas sobre la politica econ6mica, vista como
cipalmente por mecanismos de mercado, y las un problema de cooperacidn descentralizada, y
economias de mercado coordinadas, en las que sobre la politica social, la cual es con frecuencia
las interacci6n estrategica es mas importante que complementaria a las estrategias corporativas y
la coordinacidn. Este marco analitico propone a otras dimensiones de la "political economy".

SUMMARY

This article elaborates a new framework for national institutional frameworks need not con-
understanding how variations in national institu- verge in the face of pressures from globalization
tions structure economic policy and performance. because firms can exploit and will often offer
Applying the new economics of organization to political support for the distinctive institutional
the macroeconomy, it argues that the core com- advantages present in their political economy.
petencies of firms depend on their capacities to These comparative advantages support different
coordinate with other actors in five spheres of types of innovation and are often characterized
the economy. It explores the differences between by the presence of institutional complementarities
liberal market economies where such coordina- across the sub-spheres of the political economy.
tion is achieved mainly by market mechanisms This approach yields distinctive perspectives on
and coordinated market economies where stra- economic policy, seen as a problem of decen-
tegic interaction is more central to coordination. tralized cooperation, and on social policy, which
The framework generates a theory of compara- is often complementary to corporate strategy and
tive institutional advantage which suggests that other features of the political economy.

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