Ens de La Multiplicacion y Division
Ens de La Multiplicacion y Division
Ens de La Multiplicacion y Division
La enseñanza de la multiplicación
En esta unidad se abordarán los problemas de la multiplicación en los primeros años de
escolaridad y sus distintos procedimientos de resolución.
De la misma forma en que los problemas de la división pueden ser resueltos sin utilizar la
división, los problemas “de multiplicar” pueden resolverse sin multiplicar. Algunos de estos
problemas pueden presentarse a los alumnos desde primer grado, y en relación con diversos
objetivos.
Por un lado, generar condiciones propicias en el aula para abordar conocimientos y actitudes
vinculados al quehacer matemático, a la tarea de resolver problemas y al análisis de los
mismos. Se trata de que los alumnos puedan interpretar situaciones nuevas para las cuales no
tienen un recurso experto, y desarrollen confianza en su posibilidad de construir estrategias
personales válidas que podrán ser comparadas buscando similitudes y diferencias, juzgando su
validez, analizando su economía, etc. En segundo lugar, la inclusión de este tipo de problemas
apunta a promover el estudio en sí mismo de situaciones multiplicativas y su diferenciación con
el campo de los problemas aditivos; estudio evidentemente provisorio que exigirá progresivos
acercamientos en años siguientes.
Queremos proponer la reflexión acerca de una de las dificultades que presenta la tarea de
resolver problemas y el consiguiente análisis. Se trata de la posibilidad de identificar las
relaciones que el problema informa, a veces de manera explícita y otras de manera implícita.
De hecho, muchas veces en el enunciado de un problema o en una consigna, no se evidencia
“qué es lo que hay que hacer” para poder dar alguna respuesta.
Parte de la actividad matemática será identificar qué se puede desplegar a propósito de los
problemas que se pongan en funcionamiento; despliegue que se caracteriza por ser de tipo
exploratorio: requiere probar, ensayar, abandonar, conjeturar, etc.
Frente a problemas como “¿Cuántas patas tienen 6 perros?”, “¿Cuántas figuritas hay en 4
paquetes si en cada uno hay 5 figuritas?, los procedimientos más frecuentes que elaboran los
alumnos cuando se los pone a resolver sin darles indicaciones que orienten a utilizar la cuenta,
son los dibujos y luego el conteo de cada uno de los elementos o el conteo oral y la escritura
del resultado. Otros niños utilizan marcas (rayitas) y registran los resultados parciales
acumulativos. Y aparecen también cálculos de sumas reiteradas.
2
DGCyE, Orientaciones Didácticas para la enseñanza de la multiplicación en los tres ciclos de la
EGB. La Plata, DGCyE, 2001.
Es bastante habitual que la palabra “total” sea leída por muchos alumnos como un indicador de
suma, lo cual hace necesario un trabajo alrededor de esta escritura para considerar que la
suma podría ser pertinente para resolver este problema, pero no ésa. Se espera que los
alumnos, a partir de las discusiones entre sus pares con la coordinación del maestro, puedan
formular expresiones tales como: podés sumar, pero sumás otros números, en estos problemas
se suma muchas veces el mismo número, se puede sumar muchos 6, pero no 6 + 4, etc.
Las intervenciones del docente, deberían apuntar a establecer las diferencias propias de estas
operaciones que permitan a los alumnos construir con sentido el alcance de la validez de las
mismas; es decir, en qué caso son una herramienta para resolver y en qué casos no.
En este sentido, las operaciones aditivas (suma y resta) tienen un límite preciso y es que
pueden resolver relaciones dentro del mismo universo empírico; o sea, que en el caso del
ejemplo, se pueden sumar una cantidad que exprese flores (cualquiera sea esa cantidad), más
otra cantidad de flores (cualquiera sea esa cantidad), y como resultado tendremos la cantidad
total de flores. Podemos sumar un número que expresa una cantidad de rosas más un número
que expresa una cantidad de violetas, y tendremos como resultado un número que expresa la
cantidad total de flores. Pero si sumamos una cantidad que indica flores más otra cantidad que
indica floreros, el resultado indicaría… ¿floresfloreros?
Intentamos que los alumnos progresivamente incluyan la idea de que algunos conocimientos
son generalizables. Esta manera de hacer matemática, colaborará en la elaboración y
utilización de diferentes modelos para resolver distintos problemas. Es decir, la posibilidad de
identificar que hay procedimientos que resultan pertinentes para toda una gama de situaciones,
que hay representaciones más convenientes según lo que se trata de averiguar, etc.
En síntesis, si bien los primeros procedimientos –y válidos- de los cuales disponen los alumnos
para resolver problemas multiplicativos se basan en las operaciones aditivas, la puesta en
relación de dos magnitudes diferencia también las operaciones aditivas y multiplicativas. En
efecto, se trata de coordinar conjuntos de valores pertenecientes a universos diferentes.
Esta novedad introduce una complejidad nueva para los alumnos. Dentro del trabajo sobre este
aspecto, el control del significado de los números en juego es un elemento importante a
considerar en las discusiones y las resoluciones colectivas de la clase. Siguiendo con la idea
de una secuencia de enseñanza posible para la multiplicación, luego de trabajar durante dos o
tres clases con diferentes problemas, se les pueden plantear a los alumnos algunas
discusiones con el objetivo de dar la oportunidad en que avancen con sus conocimientos.
Algunas pueden ser:
Por ejemplo, para el problema en el que hay que calcular cuántas patas tienen 5 gatos: “¿Hace
falta dibujar los gatos?, ¿se puede resolver el problema dibujando solamente uno?”. Los
alumnos dicen que “no hace falta dibujar todos”, o que “se puede dibujar uno solo y contar
muchas veces las mismas patas”. El maestro enfatiza esta conclusión para tenerla en cuenta
cuando surgan problemas similares.
Por ejemplo de una intervención del docente para el mismo problema: “algunos chicos dicen
que no hace falta dibujar todos los gatos, que se pueden dibujar directamente las patas”. Se
espera que los alumnos analicen la economía de realizar marcas que representen los
elementos en comparación con un dibujo más realista, como por ejemplo es más fácil hacer
sólo las patas que dibujar todos los gatos, si hacés puntitos o rayitas para cada pata tardás
menos..
Por ejemplo: ¿Conviene hacer las patas todas juntas o separadas de a 4?, ¿les parece útil ir
anotando cuánto va sumando o cuántos gatos ya se representaron? Se apunta a que los niños
aprendan que la organización espacial y el registro numérico de las cantidades parciales,
favorece el control del propio procedimiento. Por ejemplo: es más fácil contar después si están
separadas, como si fueran las de cada gato, te conviene anotar arriba de las patas con
números cuántos van.
Producir un modo de representar las relaciones identificadas ya sea de manera gráfica o
numérica, forma parte de la actividad matemática. Apoyarse en dicha representación puede ser
el principio para comenzar a entender e imaginar una posible solución, y habilita a un proceso
exploratorio de ensayo y error.
Este trabajo de reflexión apunta a la construcción del conocimiento, y si bien es posible que
algunos hayan reflexionado sobre algunas de estas cuestiones, es necesario que sean
explicitadas, lo cual no es tarea simple para los alumnos.
Además, estas explicitaciones son insumos necesarios para ayudar al alumno en su estudio;
por ello tiene que quedar todo claramente registrado en los cuadernos para que puedan
reutilizarlo y darle un estatuto matemático.
Lo anterior no sería posible de ser abordado solamente por medio del trabajo con las “cuentas”.
Muchas veces resulta sorprendente ver la cantidad de conocimientos de los que disponen los
chicos, y que no pueden utilizarlos si sólo se les brindan situaciones para hacer cálculos. Es
decir que el planteo de problemas para los cuales no conocen una operación que los resuelva,
permite que los alumnos hagan matemática y hagan surgir procedimientos propios, los cuales
muestran relaciones que no se ven de otra forma.
3
Las variables didácticas son aquellos aspectos del problema sobre los cuales el maestro, desde su
intencionalidad, puede introducir modificaciones para lograr cambios en las producciones de los alumnos
así como también, en los conocimientos puestos en juego. Dicho de otro modo, se denominan variables
didácticas de un problema a aquellos elementos del mismo cuyo cambio modifica las relaciones
matemáticas que el alumno realiza para abordar el problema.
Objetivo: Lograr que los alumnos designen y comuniquen el número de objetos de una
colección organizada en subcolecciones de igual tamaño por medio de diferentes
procedimientos.
Descripción de la situación: Cada equipo recibe una de las tarjetas con el dibujo de flores. En
ella debe producir un mensaje que no contenga dibujos, para que al enviárselo al grupo con el
que interactúa, éste pueda averiguar cuál era la tarjeta que les tocó.
Una vez que hayan determinado por medio del mensaje la cantidad de flores, pétalos por flor y
cantidad total de pétalos, deberán verificar la igualdad comparando con la tarjeta que poseen
los emisores del mensaje.
En caso de haber diferencias, los emisores y los receptores deberán discutir si estas son
producto de errores en el mensaje o en la interpretación del mismo.
A continuación, el maestro propone analizar los diferentes mensajes que hayan surgido en los
grupos, centrando la discusión sobre la pertinencia o no de los mismos, claridad, economía,
utilización o no de números, signos, etc.
De ser posible en esa misma clase, jugarán nuevamente eligiendo una tarjeta diferente (si
fuera necesario retomar la situación en una clase posterior, será importante que el maestro
recupere lo trabajado previamente en la puesta en común). En esta segunda puesta en juego
de la situación, el maestro podrá introducir en la consigna la propuesta de buscar la manera
más corta de escribir el mensaje, con el objetivo de provocar el abandono de mensajes
verbales extensos y la aparición mayoritaria de escrituras numéricas del tipo 5+5+5+5=20.
Momento 2:
Parte 1:
Descripción de la situación: El docente dibuja en el pizarrón algunas de las tarjetas con
flores. Por ejemplo, la que tiene 4 flores con 5 pétalos cada una y escribe 5+5+5+5=20. Hace
tomar conciencia de que el hecho de haber sumado 4 veces el 5 responde a que hay 4 flores
con 5 pétalos cada una. A continuación escribe 4 x 5=20 explicando que ese signo es el de la
multiplicación, resaltando que el 4 significa cantidad de flores, el 5 cantidad de pétalos por flor y
el 20, la cantidad total de pétalos en 4 flores. Luego pide a los alumnos que utilicen la escritura
a x b para expresar las cantidades correspondientes a las otras tarjetas.
Parte 2:
El maestro escribe algunas expresiones multiplicativas y pide a los alumnos que expresen
cómo serían las tarjetas, es decir, qué cantidad de flores, pétalos por flor y cantidad de pétalos
totales tendrían.
Momento 3:
Objetivos:
• Lograr que los alumnos designen el número de objetos de una colección organizada en
subcolecciones de igual tamaño, por medio de una escritura multiplicativa del tipo
a x b.
• Que los alumnos sepan diferenciarlas de a + b.
Materiales: Tarjetas con dibujos de canastas con frutas, algunas con igual cantidad de frutas
en cada canasta y otras con cantidades diferentes en cada canasta. Por ejemplo:
Descripción de la situación: Se le entrega a cada grupo dos tarjetas, una con cantidades
iguales y la otra no. Los alumnos deberán escribir una operación para cada tarjeta que permita
identificarlas. A continuación, se analizarán las escrituras realizadas por todos los grupos,
clasificando las tarjetas en las que utilizaron escrituras multiplicativas de las que utilizaron
escrituras aditivas.
Las tarjetas con subcolecciones de igual tamaño que pueden haber sido ubicadas en las dos
clases, por ejemplo 4x5 ó 5+5+5+5, permitirán introducir el siguiente problema. ¿Para todas las
tarjetas se puede escribir una multiplicación? ¿Cuáles son las tarjetas en las que no es posible
escribir una multiplicación?
En general, durante años, las tablas se han venido enseñando según los siguientes criterios:
• una marcada tendencia a la repetición ordenada de los productos desde 1 a 9. Por ejemplo,
para la memorización de la tabla del 2 se pide su estudio repitiendo: 2x1=2; 2x2=4;
2x3=6;.... 2x9=18.
Estas decisiones acerca de su enseñanza provoca, en primer lugar, que los alumnos, para
encontrar el resultado de 2x8 por ejemplo, tengan que recitar toda la tabla de productos, 2x1=2,
2x2=4, 2x3=6, ... hasta llegar al 2x8=16. Este camino para la búsqueda del producto, suele
provocar “olvidos” en las reglas del algoritmo que están utilizando.
En segundo lugar, el orden en el que se enseñan impide que los alumnos puedan establecer
relaciones entre las diferentes tablas; relaciones que están vinculadas con las propiedades de
la multiplicación, y que son necesarias para la construcción de conocimientos que tengan
sentido.
4
Moreno, Beatriz y Quaranta, María Emilia, Alfabetización en Matemática (2005) Red de Apoyo Escolar y
Educación Complementaria. RAE.
Los productos de la tabla del 4 pueden aparecer como el doble de los productos de la tabla del
2; los de la tabla del 8 como el doble de la del 4 o como el producto de un número x2, otra vez
x2 y nuevamente x2. Con el mismo criterio, los productos de la tabla del 6 pueden encontrarse
al apoyarse en los resultados conocidos de la tabla del 3 y duplicándolos, y la del 9
apoyándose en los productos conocidos de la tabla del 3 y triplicándolos. Los resultados de la
tabla del 7 pueden obtenerse multiplicando por 3, luego por 4 y finalmente sumando los
productos, o también multiplicando por 2, luego por 5 y sumando los productos, o multiplicando
por 6, luego por 1 y sumando los productos, o multiplicando por 8, luego por 1 y restando los
productos etc.
Para que los alumnos puedan hacer uso de estas estrategias, es necesario haber encarado
previamente tanto el trabajo de dobles, triples, mitades, como también el inherente a la
ampliación del repertorio aditivo de las formas: sumas sucesivas y suma de productos.
En primer lugar, esto se justifica porque en los primeros aprendizajes de la multiplicación (como
de cualquier otro conocimiento matemático), los alumnos se apoyan en lo que saben; y este
conocimiento previo es la suma: 5x3 es pensado y resuelto como 5+5+5=15. Este es el primer
significado de la multiplicación como suma reiterada. Sin embargo no es el único. A lo largo de
la escolaridad, se deberán trabajar los otros sentidos del campo multiplicativo para evitar que
los alumnos supongan que la multiplicación es un caso particular de la suma. Este es un error
conceptual debido a que el producto no es una suma abreviada, sino que en algunas
situaciones puede serlo. Esta idea equivocada se desprende de una enseñanza que solo se
refiere a ese aspecto de la multiplicación, y que se hace visible en la frase multiplicar es lo
mismo que sumar pero más rápido que tantas veces se repite a los niños.
En segundo lugar, si un alumno necesita apoyarse en el conteo uno en uno utilizando los
dedos para resolver, por ejemplo 4x8, es altamente probable que el resultado al que arribe sea
incorrecto, sea porque pierda el control de cuántas veces ya adicionó el 8, o porque se
confunda entre tal cantidad de dedos. Esperamos que pueda disponer del conocimiento del
cálculo aditivo como para hacer: 8+8+8+8=16+16=32.
Remarcamos que es necesario que el maestro, desde su intencionalidad, dirija el análisis hacia
el establecimiento de las regularidades. Intentamos demostrar a los alumnos que disponer de
la posibilidad de contar de 2 en 2, por ejemplo, no requiere de aprenderse de memoria todos
los resultados; solo hace falta saber los primeros 5 resultados y los nombres de los nudos de
las decenas, centenas etc., y coordinarlos para poder decir: “dos, cuatro, seis, ocho, diez,
doce, catorce, dieciséis, dieciocho, veinte, veintidós, veinticuatro, veintiséis, veintiocho,
treinta, treinta y dos, treinta y cuatro, y así...
En cambio, al contar de 7 en 7, solo se recupera la regularidad a partir del 70, recién allí
decimos setenta y siete, ochenta y cuatro, noventa y uno, (posibles de ser relacionados con 7,
14, 21)
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9
10 11 12 13 14 15 16 17 18 19
20 21 22 23 24 25 26 27 28 29
30 31 32 33 34 35 36 37 38 39
40 41 42 43 44 45 46 47 48 49
50 51 52 53 54 55 56 57 58 59
60 61 62 63 64 65 66 67 68 69
70 71 72 73 74 75 76 77 78 79
80 81 82 83 84 85 86 87 88 89
90 91 92 93 94 95 96 97 98 99
100
Los números pintados a raíz de haber ido sumando de 3 en 3 mostrarán que es necesario
llegar al 30 para que se repita nuevamente la misma regularidad, etc.
Es importante que se propongan momentos de análisis de forma individual o en pequeños
grupos para que puedan descubrir y comunicar distintas regularidades. Algunas consignas
posibles para organizar este momento de la clase serían:
- ¿En qué se parecen y en qué se diferencian los números que pintaste sumando de 2 en 2 y
de 4 en 4? ¿Y con los que pintaste sumando de 8 en 8?
- ¿En qué se parecen y en qué se diferencian los números que pintaste sumando de 3 en 3 y
de 6 en 6? ¿Y con los que pintaste sumando de 9 en 9?
- ¿Qué sucede con los números en los que caíste sumando de 9 en 9? (En todos los casos
aumenta 1 en las decenas y disminuye 1 en las unidades)
- ¿Cómo terminan todos los números que pintaste sumando de 5 en 5 partiendo del 0?
- ¿Qué números tendrías que pintar si partís del 5 y sumás de 10 en 10? ¿Y si partieras del
15? ¿Y si partieras del 35? ¿Por qué sucede eso? ¿Sucederá lo mismo si partís de cualquier
otro número de la tabla?
- Alguien pintó los números: 12, 16, 20, 24, 28, 32, 36. ¿De a cuánto iba sumando?
- Alguien cayó en varios números entre los que estaban el 24 y el 36. ¿De a cuánto iba
sumando? ¿Existe una sola posibilidad?
- Etc., etc.
8 14 20 24 80 34 36 46 100 400 68
35 50 10 60 7 20 25 30 22 12 100
d) Contando de 8 en 8 a partir de 0, ¿es posible llegar al número 89? 95? 20? 17?
g) Completá las siguientes afirmaciones dando al menos tres posibilidades para cada caso.
Cuando no es posible, indicalo.
Se puede proponer una tarea similar en actividades usando la calculadora, pidiendo a los
alumnos que anticipen los resultados que irán apareciendo en una suma sucesiva de a…
De esta manera, será posible un verdadero dominio del repertorio, en tanto que la puesta en
juego de lo que se sabe para descubrir lo que no se sabe, reemplaza a la memoria por si
misma y con ello, los olvidos recurrentes.
Por supuesto que memorizar las tablas es un recurso útil en el momento de hacer cálculos. Sin
embargo, como ya se dijo, antes de trabajar la memorización es un buen insumo desarrollar
actividades dirigidas al análisis de un conjunto de productos. Por ejemplo, en segundo año la
construcción de tablas de proporcionalidad permite empezar a poner en juego algunas
primeras relaciones numéricas5.
Esta clase de problemas cumple con una serie de propiedades que se espera los niños utilicen
frente a los problemas: por ejemplo, al doble de bicicletas corresponderá el doble de ruedas; o
sabiendo cuántas ruedas corresponde a 5 y a 2 bicicletas, es posible saber cuánto
corresponderá a 7 bicicletas, etc.
5
En el apartado “Problemas multiplicativos y sentidos del producto, encontrarán un desarrollo acerca de
este tipo de problemas.
Una vez analizadas, estas tablas pueden constituirse en un lugar de consulta con información
útil para resolver otros problemas. Se apunta a que los niños empiecen a reconocer que para
saber cuántas patas tienen 5 perros, es posible fijarse en cuántas ruedas tienen 5 autos. Las
relaciones numéricas allí elaboradas empiezan a ser útiles para otros problemas similares.
Con el mismo criterio6, se podrán utilizar otras tablas que permitan analizar otros productos
como por ejemplo:
Paquetes Figuritas
2 10
4 ....
8 ....
1 ....
3 ....
6 ....
9 ....
5 ....
7 ....
15 ....
18 ....
La línea de análisis para ésta y para cualquier otra tabla que el maestro decida utilizar, debe
estar centrada nuevamente en las propiedades que caracterizan la relación de proporcionalidad
directa:
• Si se suman dos cantidades de una de las dos variables, se obtiene una cantidad que se
corresponde también con la suma de las dos cantidades correspondientes de la otra
variable. Por ejemplo: 6+9=15. Entonces el resultado de 15 paquetes es 30+45=75.
6
Moreno, Beatriz y Quaranta, María Emilia, Alfabetización en Matemática (2005) Red de Apoyo Escolar y
Educación Complementaria. RAE.
Tabla pitagórica
Para el abordaje de todos los productos de los números del 1 al 10 se puede trabajar a partir
de un análisis de la tabla pitagórica (cuadro de doble entrada para los productos hasta 10 x 10).
Esta tabla puede completarse a partir de diferentes estrategias. Algunos alumnos descubren
que se repiten casi todos los casilleros (3x4 = 4x3), excepto los que son de multiplicación por sí
mismos, y dicen que la mitad de la tabla es igual a la otra mitad (tomando la diagonal como eje
de simetría). Otros alumnos encuentran que se puede ir completando verticalmente sumando
sucesivas veces el número de la columna. Muchos niños hacen en primer lugar las filas de
números “más redondos” como el 2, el 4, el 5, etc. y luego completan la columna
correspondiente al mismo número. Cada estrategia, lleva implícita una o más propiedades de la
multiplicación y de los números involucrados.
Las diferentes relaciones que los alumnos encuentren o que el maestro haga notar tienen que
ser retomadas luego por el docente para darles un estatuto matemático. Sin esta instancia, los
alumnos no podrán establecer el alcance de validez de las relaciones ni tampoco identificar si
lo que hallaron es general o no. Por ejemplo, el hecho de que los alumnos descubran que los
resultados de la tabla del 4 son el doble de los resultados de la tabla del 2, no significa que al
mismo tiempo puedan establecer que la tabla del 8 es el doble de la tabla del 4.
X 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
10
Otra manera es que el maestro pida que completen en sus tablas la columna del 2 y organice
el siguiente análisis.
• ¿En qué se parecen esos resultados con los de cálculo aditivo de dobles desde el 2+2 al
10+10? ¿Por qué sucede esto?
• ¿De a cuánto aumentan los números de la columna partiendo del 0? ¿Y los de la fila?
• ¿En qué se parecen y en qué se diferencian los resultados que están entre el 0 y el 10 con
los que están entre el 10 y el 20? ¿Y si hubiera que encontrar resultados entre el 70 y
el 80? ¿Y entre el 240 y el 250?
Luego, podrá proponerles que completen en sus tablas la columna del 5. Si ocurre que ya lo
hicieron, los introducirá directamente en su análisis, apuntando a que se establezca que “la
tabla del 5 es fácil” porque:
Luego el docente propondrá el mismo trabajo sobre la columna y la fila del 10. Si ya las
hubieran completado, se procederá directamente a su análisis:
Este mismo tipo de trabajo se podrá plantear en relación con otras tablas de productos. Una
manera de vincularlo con el trabajo realizado con los cuadros de números y las sumas
repetidas, es pedir que busquen en lo que hicieron; qué informaciones les son útiles para
completar la tabla de productos.
7
Moreno y Quaranta. Ob. cit.
En la Escuela Nº 1 de Marcos Paz, Mónica Capurro también les propone a sus alumnos
completar y analizar la tabla.
Durante clases siguientes este cuadro de doble entrada se constituye en “material de consulta”.
Los alumnos pueden utilizarlo para consultar resultados de problemas que se les presentan.
Posteriormente, se propone la reconstrucción de los productos utilizando las propiedades y
relaciones encontradas (“no se cuánto es 8 x 7 pero sé que es el doble que 7 x 4 o puedo
hacer 8 x 5 y 8 x 2 y sumarlos”).
Recién después de este trabajo de análisis y reconstrucción, hemos propuesto su
memorización con actividades y juegos diversos. Por ejemplo, se pueden establecer cuáles son
los productos que ya todos saben (“fáciles”) y aquellos que hay que aprender (“difíciles”), como
plantea la maestra de la escuela 1 Bartolomé Mitre a sus alumnos de tercer año:
Entre los recursos memorizados de los que los niños deben disponer se encuentra la
multiplicación por la unidad seguida de ceros. Para ello, se podrá abordar a partir de algunos
problemas cálculos de diferentes números x10, x 20, x 30, x 100, x 200, etc. Veamos también
cálculos de ese mismo grado:
7
X2
14
7 x 50 = 350
7 x 4 = 28
7 x 54 = 350 +28 = 378
Luego del análisis, se les solicitará que utilicen un procedimiento similar para encontrar el
resultado de otras multiplicaciones (por ejemplo: 4 x 62; 5x 74, etc.)
Resulta muy interesante enfrentar a los alumnos a situaciones en las que tengan que indagar si
es posible extender los conocimientos construidos en casos en los que se involucran números
mayores. Muchas veces los alumnos suponen que esos procedimientos son válidos para
números de dos cifras, pero dudan cuando se los interroga acerca de la pertinencia en
números mayores. Se trata de favorecer los procesos de generalización del conocimiento en
términos –en este caso-, del alcance de la validez que tiene la descomposición de números
para resolver cálculos multiplicativos.
3 x 200 = 600
3 x 10= 30
3 x 8 = 24. Entonces 3 x 218 = 600 + 30+ 24 = 654
Traten de explicar cómo lo pensó, si sirve para resolver esa multiplicación, cómo podemos
estar seguros de que hizo 3 veces 218. ¿En qué se parece al caso a)?, ¿qué cosa nueva es la
que hay que hacer para multiplicar números de tres cifras?, ¿y si tuvieran que multiplicar un
número de cuatro cifras?, etc.
Una vez que los alumnos hayan tenido la oportunidad de resolver y analizar muchos cálculos
similares a los anteriores, se les podrán presentar diferentes cuentas de multiplicar como
nuevos procedimientos posibles de ser utilizados. Será muy importante pedirles que analicen
en qué se parecen y en qué se diferencian con los procedimientos que hasta ahora han
utilizado revisando las páginas del cuaderno en donde se encuentren. También es fundamental
que reflexionen en qué se parecen y en qué se diferencian entre sí, los tres ejemplos de
algoritmo que incluimos como ejemplo en el tipo 3), qué quiere decir ese 2 encima del 1, donde
está ese 2 en las otras cuentas, que tiene que ver ese 2 con lo que hacen en la cuenta de
suma cuando se lo “llevan” al de al lado que vale lo mismo, ¿cuánto vale el 2? ¿Y el 1?, etc.
2) 218
X3
600
30
24
654
En los siguientes ejemplos de 3º año, se ve cómo los niños realizan descomposiciones que les
permiten con multiplicaciones más sencillas, resolver las multiplicaciones más complejas.
(DGCyE 2001)
450
x 14
1800 (4 x 450)
4500 (10 x 450)
6300
450
x 14
4500 (10 x 450)
1800 (4 x 450)
6300
Ambos algoritmos podrán “convivir” en la clase. Será interesante que los alumnos conozcan
que usualmente - al menos desde hace unos siglos, en algunos países, y por ahora - se inicia
el cálculo por las unidades, o que se “deja un lugar” en el producto de las decenas, aunque
ambas cuestiones no sean únicas ni necesarias. Apuntamos a que nuestros niños dominen las
razones que subyacen a los cálculos que utilizan, y que sepan también que han existido y
sobreviven diferentes formas de calcular según los tiempos y las culturas.
Es una realidad frecuente que al preguntarle a alumnos de 2º ciclo acerca de las razones por
las que el segundo producto hay que desplazarlo un lugar a la izquierda, nos encontremos con
que muchos contestan “no sé, la maestra me dijo”; “a mí me lo enseñaron así”. A eso llamamos
contestar desde la “fe”.
Hasta ahora hemos prestado especial atención al cálculo de los productos de diferentes
maneras, pero hay diversos problemas multiplicativos que es necesario analizar. Si los
alumnos no son expuestos a su resolución, no serán capaces de reconocer el campo de
aplicabilidad del producto y, por lo tanto, no podremos decir que dominan el concepto de
multiplicación.
Cada uno de estos “tipos” de problemas constituye un sentido de la multiplicación.
Cantidad
1 2 5 8 10 15 30
de cajas
Precio a
pagar 5 55 115
(en $)
3. Si entran 8 botellas en cada cajón, ¿cuántos cajones hay que preparar para que
puedan guardarse 20 botellas?
4. Una cinta fue cortada en 5 tiras iguales de 24 cm. cada una, ¿cuánto medía la
cinta?
5. Un paquete con 4 sándwich cuesta $7. ¿Cuánto cuestan 16 sándwich?
6. 20 kilos de papa cuestan $54. ¿Cuánto cuestan 45 kilos?
7. En una jarra se prepara jugo con 4 tapas de concentrado y 2 vasos de agua y en
otra jarra se prepara jugo con 12 tapas del mismo concentrado y 10 vasos de
agua. ¿Cuál de los dos jugos es más concentrado?
8. La etiqueta de una lata de pintura indica que con un litro de esa pintura se
pueden pintar 4 m2. Sebastián calculó que con 25 latas puede pintar 80 m2.
¿Cuál es el contenido de cada lata de pintura?
9. Federico tiene que cambiar la cerámica de un sector del baño: es un rectángulo
de 5 filas de 7 piezas cada una. ¿Cuántas piezas tiene que cambiar?
10. ¿Cuánto mide el área de un patio de 5 m de ancho y 7 m de largo?
11. Un campo rectangular tiene un área de 12.000 m2. Si mide 40 m de ancho,
¿cuánto mide de largo?
12. “Voy a comprarme un helado de dos gustos. Si quiero combinar una fruta y un
dulce, ¿cuántos helados diferentes puedo elegir.
Frutas Dulces
Limón Crema
Frambuesa Chocolate
Durazno
8
Campos conceptuales: conjunto de situaciones, conceptos, relaciones, operaciones de pensamiento,
representaciones, relacionados unos con otros.
a) Problemas de proporcionalidad
En los ejemplos que hemos presentado se han incluido algunos problemas en los que
intervienen relaciones de proporcionalidad. Si analizamos los libros de texto de Primer Ciclo,
podremos observar que son los que aparecen con mayor frecuencia pero, sin embargo, no son
considerados como problemas de proporcionalidad.
No es nuestra idea, ni la del Diseño Curricular, que se analice explícitamente esta relación con
los alumnos de primer ciclo, pero sí es importante tener en cuenta esta relación para retomarla
cuando la proporcionalidad sea objeto de estudio en el segundo ciclo. Allí será necesario
avanzar en la explicitación de las propiedades de la proporcionalidad.
Se denomina de esta manera a toda una clase de problemas de multiplicación y división en los
cuales intervienen dos universos de elementos (por ejemplo, personas y dinero) que se
vinculan entre sí a través de una relación constante (por ejemplo, 5 pesos por persona).
11 x 5 = 7 x 5 + 4 x 5
8 x 5 = 10 x 5 – 2 x 5
3 x 7 x 5 = 21 x 5
3 x 7 x 5 = 3 x 35
Otro tipo de problemas multiplicativos posibles de ser presentados desde el primer ciclo, son
aquellos que involucran organizaciones rectangulares. Por ejemplo, problemas de baldosas, de
filas y columnas (como los de asientos del cine, butacas para un acto escolar, departamentos en
un portero eléctrico, etiquetas u ojalillos que vienen en una plancha, etc.).
Otro ejemplo de este tipo de problemas es el número 9. Inicialmente los niños los resolverán
contando uno en uno, luego sumando por filas o columnas y finalmente
- luego del trabajo dirigido al análisis de dichos problemas y de los recursos posibles -, podrán
resolverlos multiplicando. Muchos niños que reconocen la multiplicación para los problemas de
series proporcionales (¿cuántas figuritas hay en 4 paquetes si tienen 5 figuritas cada una?) no la
reconocen para problemas con los mismos números en problemas de organizaciones
rectangulares. Por ejemplo en el problema “¿cuántas baldosas hay en un patio como éste?”
En el segundo ciclo, los problemas de organizaciones rectangulares podrán ser un buen punto de
partida para el estudio de las propiedades de la multiplicación. Por otra parte, este tipo de
situaciones podrá permitir ser una base hacia el posterior estudio en quinto o sexto año, de la
multiplicación como medio de cálculo en problemas de superficie como por ejemplo, el problema
10.
Cuando en estos problemas la incógnita recae sobre alguna de las dos dimensiones, nos
encontramos con problemas de división como en el problema 11.
Otros problemas multiplicativos que los niños pueden empezar a resolver en primer ciclo son
aquellos en los que hay que combinar elementos de diferentes colecciones9. Por ejemplo, el
problema 12.
A partir de los procedimientos que los niños utilicen, se podrá trabajar en clase cómo garantizar
que pusieron todas las opciones. Luego de las primeras producciones, se les puede proponer
organizar la información en un cuadro de doble entrada o en un diagrama de árbol.
Luego de varios problemas, los niños podrán utilizar progresivamente estrategias que les permitan
organizar la información, y “no olvidarse“de ninguna posibilidad. Posteriormente, se analizará con
los alumnos la pertinencia de resolverlos por medio de una suma como 2 + 2 + 2, o bien 3 + 3, y
finalmente reconocer que las escrituras 2 x 3 ó 3 x 2 también representan el problema. Estos
cálculos pueden ser propuestos por los alumnos o incorporados por el docente para someterlos a
análisis.
Este tipo de problemas, permite poner en juego un aspecto del quehacer matemático no
siempre tenido en cuenta: el criterio de exhaustividad. Es decir, ¿cómo estar seguros de que
esos son todos los casos posibles?
9
Para ampliar sobre la enseñanza de problemas de combinatoria en el primer ciclo consultar:
Orientaciones Didácticas para la enseñanza de la multiplicación en los tres ciclos de la EGB,
Publicado por la DGCyE en 2001, y para el segundo ciclo Documento Nº 4 publicado por el Gobierno
de la Ciudad de Buenos Aires en 1997.
Al finalizar el Segundo Ciclo, es importante que los alumnos se enfrenten a situaciones que
permitan identificar nuevos aspectos relevantes de la relación a x b = c, donde a, b y c son
números naturales. El objetivo no es hacer hincapié en los problemas de cálculo ligados a los
algoritmos, ni en su carácter de herramienta para resolver una amplia gama de situaciones -
ambos aspectos trabajados en el primer y segundo ciclo-, sino concebir a la multiplicación entre
números naturales como objeto de reflexión en sí mismo. Esto implicará plantear la resolución
de problemas que exijan un análisis de las relaciones entre los distintos elementos que forman
parte de esta operación. Por otro lado, considerando la familiaridad que los alumnos tienen con
los números naturales, este tipo de trabajo constituye un buen punto de apoyo para abordar el
tratamiento de lo general.
Algunos problemas que abordan estas cuestiones son los siguientes:
1) Se sabe que el producto de dos números es 60. ¿Cuál será el resultado si...
2) Usando que 218 × 42 = 9156, encuentren el resultado de cada uno de los siguientes
cálculos sin hacer la cuenta:
Estos problemas tienen varias finalidades. Por un lado, exige a los alumnos “leer” información
de una expresión aritmética; pero a su vez, para poder resolverlo es preciso concebir a la
división como inversa de la multiplicación, y poder explicitar aquellas descomposiciones que
permiten encontrar los resultados de los cálculos propuestos.
No es esperable que los alumnos apelen a estas relaciones desde un comienzo. Es probable
que en un principio los alumnos desplieguen recursos más vinculados a la exploración, lo cual
dará lugar a ensayos y conjeturas. Será parte de la tarea del docente promover la explicitación
por parte de los alumnos de las diferentes maneras de reconocer el cálculo dado en el cálculo
propuesto, para lograr utilizar la información que propone el problema.
Será también pertinente alentar a los alumnos a explicitar las razones en las que se apoyan
para proponer el resultado, sin que ello signifique esperar justificaciones formales cuyo sentido
no puede comprenderse a esta altura de la escolaridad.
El objetivo es que los alumnos puedan usar el conocimiento como medio de anticipación y
validación.
Este tipo de problemas, junto a otros que aborden el concepto de múltiplo por ejemplo, servirán
para sentar las bases de un trabajo que apunte a la lectura de información que porta una
expresión.
Resulta importante organizar grupos de docentes, y asignar a cada grupo uno de los problemas
que incluimos en este apartado, solicitando un análisis como el siguiente.
La enseñanza de la división
• Los problemas de división pueden ser resueltos por una variedad de procedimientos y
operaciones.
• El dominio del algoritmo no garantiza reconocer sus ocasiones de empleo en distintos
tipos de problemas.
• El algoritmo es solamente un recurso de cálculo (y no necesariamente el principal) que
los niños deben aprender en la escuela.
• Si no hay instancias de reflexión y validación acerca de las razones por las que el
algoritmo funciona como funciona, su aprendizaje carecerá de sentido.
• Es necesario que existan instancias de sistematización y estudio sobre la división,
organizadas y conducidas por el docente
• El estudio de la división es de tal complejidad que exige muchos años de la
escolaridad. Su enseñanza abarca también la ESB.
En 1º año se puede trabajar con problemas de reparto, incluyendo algunos en los que el
reparto no es necesariamente equitativo. La finalidad está en lograr que los niños analicen,
frente a los enunciados de los problemas, si hay o no una restricción de reparto equitativo. Leer
enunciados, revisarlos, transformarlos, considerar la cantidad de soluciones posibles, etc.
forma parte de la tarea de aprender a resolver un problema10.
Por ejemplo: un señor tiene 8 caramelos y se los da a dos niños ¿Cuántos les da a cada uno?
La mayor parte de los niños contestó que eran 4 para cada uno. La maestra preguntó entonces
si era posible darle 5 a uno y 3 a otro. Al principio los niños comentan que sería injusto. La
maestra les propone releer el problema para analizar si es posible desde el enunciado. Como
el mismo no dice nada acerca de la equitatividad del reparto, les pregunta qué debería decir el
10
DGCyE. Orientaciones Didácticas para la enseñanza de la división en los tres ciclos de la EGB.
Dirección de Educación General Básica. DGCyE. La Plata. 2001.
En otro problema de 1º año, los chicos tenían que pegar figuritas en un pequeño álbum casero
de 4 páginas. En la contratapa, había una hoja en blanco para anotar en un cuadro de doble
entrada cuántas figuritas se pegaban en cada página y cuántas sobraban. La primera vez se
les entregó a cada grupo un álbum y 22 figuritas. Los niños las empezaron a pegar llenando la
primera página con muchas y el resto en las siguientes. Por ejemplo, Rocío y Pablo llenaron
así su álbum:
La segunda consigna fue diferente: se les entregó a cada grupo un nuevo álbum y 28 figuritas
con la consigna de que pegaran todas las figuritas, pero que esta vez hubiera la misma
cantidad en cada página. Esta restricción les exigía pasar de un procedimiento improvisado de
pegado, hacia la necesidad de realizar una anticipación de cuántas pegar en cada página.
Otros niños pegan 6 en cada uno y escriben que les sobran 4, como Tomás y Jazmín.
Luego, la docente plantea a toda la clase si se pueden seguir repartiendo las figuritas que
sobran. A partir de esta intervención, se promueve un intercambio colectivo, producto del cual
se arriba a la conclusión de que 7 es la respuesta correcta.
Nos parece importante resaltar que en esta clase, como sucede en tantas otras, hubo muchos
niños que obtuvieron resultados erróneos. Aquí no se trata de cómo “corregir” los errores que
aparecieron, sino considerarlos motor de debate y avance para todos.
En 3º año se resolvió este problema: Mi mamá donará una torta para la fiesta. Para hacerla
necesita 25 galletitas de chocolate. Si cada paquete tiene 5, ¿cuántos paquetes necesita?
(DGCyE 2001). Algunos niños dibujan, otros suman, otros restan, otros multiplican y hasta
algunos producen una escritura próxima a la división:
Diego comienza haciendo restas sucesivas y cuando llega a 30 se da cuenta de que no precisa
escribir las restas, anotando directamente los números al descontar de 5 en 5.
b) Problemas de reparto
En los problemas que hemos analizado más arriba, se trata de averiguar el valor del número de
partes después de realizado el reparto. Analicemos ahora otro tipo de problemas de división:
Por tanteo y error probando con otros números, llegar a que cada día gasta $9.
Otro procedimiento posible sería que dibujen una representación de los 5 días y
realicen un reparto uno a uno hasta agotar los 45:
Es importante poder distinguir entre estos dos tipos de problemas porque como
vimos, los procedimientos posibles de ser utilizados por los alumnos son también
diferentes.
Una manera de facilitar la distinción de los dos tipos de problemas es identificar que
en los problemas de medir o partir en los que se busca el valor del número de partes,
después de realizado el reparto, las cantidades expresadas en los datos están
asociadas al mismo universo empírico ($45 y $5). En cambio en los problemas de
repartir en los que la solución plantea la búsqueda del valor de cada una de las
partes, las cantidades refieren a distintos universos empíricos (45 pesos y 5 días).
Otro tipo de trabajo que incide en la construcción con sentido de esta operación está
relacionado con decidir si el resto es fraccionable o no. En 1º año se les plantea a los
alumnos un problema en el que hay que repartir 7 chocolates entre 2 chicos, y otro
en el que hay que repartir globos con el objetivo de promover la discusión acerca de
que los chocolates se pueden partir, pero no lo globos.
Por ejemplo, Flavio escribe primero 3 chocolates, y luego dibuja medio más para
cada uno.
2º año: Un señor tiene 18 caramelos y quiere repartirlos en partes iguales para sus 4
hijos. ¿Cuántos le dará a cada uno? Agustina realiza una partición del resto:
Así como para resolver un problema como el siguiente: En un teatro hay 32 filas de butacas. Si
en cada fila hay 18 butacas. ¿Cuánta gente sentada entra? es pertinente recurrir a la
multiplicación, la división también es una herramienta válida para resolver problemas que
impliquen organizaciones rectangulares.
Analicemos a continuación diferentes estrategias que utilizan los niños al enfrentarlos con este
tipo de problemas:
Ejemplo 1:
2º año: Tengo 17 baldosas para armar un patio rectangular. Si pongo 3 baldosas en cada fila.
¿Cuántas filas puedo armar? ¿Cuántas baldosas sobran?
11
Broitman, C. e Itzcovich; H. Ob. Cit.
Si bien no es objetivo de segundo año el estudio de los recursos de cálculo de la división, los
niños tienen herramientas diferentes que les permiten resolver estos problemas. Del mismo
modo que hemos señalado para los problemas de reparto y partición, es parte del estudio de
esta operación en el primer ciclo la resolución de problemas de este tipo por medio de
procedimientos diversos (en este caso dibujos inicialmente, y luego sumas, restas o
multiplicaciones).
Ejemplo 2:
3º año: Armar un patio rectangular con 36 baldosas poniendo 5 baldosas en cada fila ¿Cuántas
filas va a tener el patio?
Para resolver este tipo de problemas, muchos alumnos recurren al dibujo de los patios.
A continuación sus docentes les solicitan que busquen cálculos que representen la situación.
Producen allí multiplicaciones y sumas organizadas de diferentes maneras. Por ejemplo:
5 x 7 = 35 4 x 6 = 24
+1 +4
36 28
d) Problemas de iteración
Se trata de aquellos problemas en lo que hay que “encontrar cuántas veces entra un
número adentro de otro”, aunque los contextos en los que se presentan no den cuenta
“inmediatamente” de esta relación.
El siguiente problema fue planteado en 2º año: Estoy en el número 238. Doy saltitos para atrás
de 12 en 12. ¿A qué número llego más cercano al 0? 12
12
Obviamente, en primer ciclo se trabaja sólo con números naturales.
La intención de este trabajo es que los alumnos puedan comparar los diversos modos de
resolverlo, y analizar la economía de uno sobre el otro. En tercer o cuarto año, los alumnos
podrán reconocer la división como recurso para resolver también este tipo de problemas.
Bernardo propone usar una recta numérica como recurso de control y marcar en ella los
días martes con un M y una rayita para cada uno de los días siguientes. Luego abandona
esta estrategia y decide realizar restas de siete en siete, mientras dice: Le saco siete, le
saco siete,... Empieza escribiéndolas y posteriormente pregunta si puede usar la
calculadora y la usa para sumar sietes.
Las docentes retoman la situación y promueven el análisis de los números del algoritmo en
relación con el problema. Luego proponen otro problema: “Qué día de la semana será dentro
de 3008 días” con el objetivo de que ahora todos los alumnos utilicen la división para su
resolución.
Estos problemas, además de poder ser considerados como problemas de iteración, tienen la
particularidad de que la respuesta a la pregunta planteada, está dada por el análisis del resto,
al igual que en otras situaciones.
En cuarto año, por ejemplo, se espera que los niños puedan representar de maneras diversas
el análisis realizado sobre el resto, como por ejemplo, este alumno que frente al problema “Hay
que repartir 30 chocolates entre 4 chicos”, escribe a su manera la partición realizada:
A veces este resto “responde” la pregunta al problema, como en el caso de los 1000 días
recién analizado. En otras ocasiones exige considerar “un elemento más”. Veamos algunos
ejemplos:
6º año: “Hay 625 pasajeros para ser trasladados a un congreso en micro. En cada micro entran
45 personas. ¿Cuántos micros se necesitan?”.
Algunos alumnos restaron sucesivamente 45:
Entre los alumnos que usaron restas sucesivas o el algoritmo, algunos dieron como respuesta
13 micros y otros se dieron cuenta de que era necesario otro micro para los 40 pasajeros que
sobraban. A partir del intercambio entre los alumnos y un análisis colectivo de las respuestas
obtenidas se pudo arribar a la conclusión de que eran necesarios 14 micros, como registra este
alumno: se necesitan 14 micros para que no quede nadie sin ir.
Problemas:
1. Hay que trasladar 61 personas en autos. Si en cada auto pueden viajar 6 personas,
¿cuántos autos se necesitan?
2. Tengo 61 chocolates para repartir entre 6 chicos. ¿Cuánto chocolate le toca a cada uno
si lo reparto todo y en partes iguales?
3. ¿Cuántos dígitos tendrá el resultado de hacer 61: 6 con la calculadora? ¿Y si se hiciera
la cuenta con lápiz y papel?
4. Hay que repartir 61 rosas en 6 ramos iguales, ¿Cuántas rosas habrá en cada ramo?
5. Hay que ubicar 61 rosas de a 6 rosas en cada ramo. ¿Cuántos ramos se podrán
formar?
6. Hay que distribuir $61 entre 6 personas. ¿Cuánta plata le darán a cada uno si se
reparte todo y en partes iguales?
Por lo general, en las prácticas más comunes de enseñanza el resto de la división no se tiene
demasiado en cuenta. No se dan problemas en los que la respuesta esté vinculada al valor del
resto y no al del cociente; se prefieren problemas cuyo resto es igual a cero, o no se pide la
explicitación en la respuesta del problema acerca del valor del resto, etc.
Como se habrá podido concluir, la división es la única operación cuya respuesta depende del
contexto. Esto abre dos cuestiones didácticas muy importantes. Por un lado, la condición
necesaria de enseñar a través de los problemas y al mismo tiempo, como esto no es suficiente.
Es decir, sin problemas no hay posibilidad de descubrir este aspecto de la división. Si se
prioriza la enseñanza del algoritmo, por más que los alumnos hagan muchas cuentas, los
valores hallados son solo números y por lo tanto no hay necesidad de analizar si el resto hay
que dejarlo entero, fraccionarlo, modificar el cociente, etc.
La otra cuestión es que si no media la intencionalidad del docente en que sus alumnos
descubran este aspecto de la división, no planteará situaciones que los enfrenten a tomar ese
tipo de decisiones y validarlas y por lo tanto, no se apropiarán de este conocimiento.
En segundo ciclo, el análisis con los alumnos tendría que centrarse en las diferentes
respuestas según sea resto entero o no, haya que bajar decimales y en ese caso cuántos (dos
si es dinero, tres si son longitudes); el valor del resto cuando en el cociente haya decimales (el
resto 4 en el problema de dinero equivale a centésimos, en el problema de longitudes a
milésimos, en el problema de chocolate a 4/6); etc.
Por ejemplo, en el problema: Si se corta una cinta de 32cm en 5 tiras de la misma longitud,
¿cuánto medirá cada tira?, se propone cortar toda la cinta, por lo cual se está poniendo en
juego un sentido de la división vinculado con la definición de división exacta. La división puede
ser interpretada en estos casos como la búsqueda del factor desconocido de una
multiplicación.
6 x 3 < 20 < 6 x4
En este sentido entonces, la división remite a números enteros: se trata de buscar el cociente
entero del número a dividido por el numero b o también de ubicar al número a entre dos
múltiplos consecutivos del número b. Luego, el cociente entero de 20 dividido 6 es 3 y el resto,
2. O sea 6 x 3 +2 = 20
En general, las situaciones de división que se proponen en la escuela, solicitan el cociente por
defecto; es decir, el múltiplo de 6 más cercano, menor o igual que 20.
Estas situaciones, remiten a la definición de división entera como operación que, a todo par de
números enteros (a y b), le hace corresponder otro par de números enteros (q y r), de manera
que a = b . q + r, siendo r mayor o igual que 0 y menor que b (a: dividendo, b: divisor, q:
cociente y r: resto).
1)13 ¿Cuántas veces hay que sumar…para alcanzar el número….? (o cuántos saltos de a…hay
que dar para llegar a....) Anotá lo que pensaste y después verificá con la calculadora.
a) ¿Cuántas veces hay que sumar 6 para acercarse lo más posible a 80 sin pasarlo?
b) ¿Cuántas veces hay que sumar 7 para acercarse lo más posible a 85 sin pasarlo?
c) ¿Cuántas veces hay que sumar 6 para acercarse lo más posible a 100 sin pasarlo?
d) ¿Cuántas veces hay que sumar 5 para acercarse lo más posible a 95 sin pasarlo?
e) ¿Cuántas veces hay que sumar 7 para acercarse lo más posible a 1.500 sin pasarlo?
f) ¿Cuántas veces hay que sumar 100 para acercarse lo más posible a 12458 sin
pasarlo?
g) ¿Cuántas veces hay que sumar 32 para acercarse lo más posible a 39.847 sin
pasarlo?
h) ¿Cuántas veces hay que sumar 32 para acercarse lo más posible a 15.575 sin
pasarlo?
i) ¿Cuántas veces hay que sumar 10 para acercarse lo más posible a 1245 sin pasarlo?
Las reflexiones que se generen deben apuntar a que los alumnos identifiquen las regularidades
y que utilicen los resultados conocidos como soporte para resolver los desconocidos.
2. Problemas de distribuciones
a) Completá la tabla:
b) Se reparten $ 120 entre 6 personas en partes iguales. ¿Cuánto recibe cada uno?
$180 entre 6
$200 entre 10
$400 entre 4
$400 entre 8
13
Moreno, Quaranta. Ob. cit.
Para los
Correcto o incorrectos,
Cociente Resto
incorrecto respuesta
correcta
a) ¿Cuántas veces entra 5 en 26? 5 1
b) ¿Cuántas veces entra 5 en 49? 9 4
c) ¿Cuántas veces entra 7 en 48? 6 0
d) ¿Cuántas veces entra 6 en 34? 6 2
e) ¿Cuántas veces entra 10 en 73? 3 7
f) ¿Cuántas veces entra 10 en 67? 6 7
Cociente Resto
a) ¿Cuántas veces entra 3 en 22?
b) ¿Cuántas veces entra 8 en 46?
c) ¿Cuántas veces entra 4 en 39?
d) ¿Cuántas veces entra 6 en 54?
e) ¿Cuántas veces entra 10 en 68?
f) ¿Cuántas veces entra 10 en 93?
g) ¿Cuántas veces entra 2 en 22?
48 : 12 = 24 : 12 =
48 : 3 = 24 : 3 =
24 : 6 =
e) Un número multiplicado por.... da........ ¿Qué número es? Escribilo y después verificá con la
calculadora.
Un número multiplicado
Da.... ¿Qué número es?
por...
10 160
100 320
100 1700
10 340
1000 6000
3 60
20 60
40 400
7 140
2 64
En los números utilizados, como ejemplo en el problema anterior, existe una diferencia
importante. Mientras que en los primeros de ellos sólo se pone en juego la multiplicación y la
división por potencias de 10, en el segundo se agregan multiplicaciones por factores que no lo
son. En ambos casos una estrategia muy probable es que los niños busquen por qué número
hay que multiplicar al que aparece en la columna de la izquierda para obtener el del centro.
En los primeros ejemplos, las cifras que componen el número buscado ya están escritas en el
número de la columna del centro (excepto los ceros, por supuesto). Por ejemplo 10 x 16 = 160.
En cambio, en los otros tipos de números se agrega la necesidad de buscar en la tabla del 3
(para el caso), un número que multiplicado por este dé por resultado 6, y luego se analiza qué
cantidad de ceros corresponde escribir en cada caso.
Las dos actividades siguientes relacionan la multiplicación con la división. Para encontrar el
dividendo de las divisiones propuestas, es muy probable que los niños multipliquen el cociente
obtenido por el divisor que se ofrece. Nuevamente ocurre, que mientras en los primeros
ejemplos aparecen multiplicaciones por potencias de 10, en los siguientes aparecen
multiplicaciones por factores que no lo son.
a)
Un número dividido por.... da..... ¿Qué número es?
10 4
10 76
100 12
1000 43
2 20
20 200
5 100
6 36
7 28
Para algunos podría ser conveniente pensar al 183 como 150 + 33, dividir cada una de esas
partes por 3 y luego sumarlas: 150:3= 50; 33:3 = 11; 50+11=61. También sabemos que no hay
una única manera de descomponer el número que resulte conveniente:
Es posible pensar el 183 como 90 + 93 y hacer 90: 3 + 93: 3 = 30 + 31 = 61 ó
183 = 120 + 63
120: 3+ 63:3 = 40 + 21= 61
Etcétera.
A continuación, proponemos una serie de divisiones. Para cada una de ellas, hay que elegir
una manera de descomponer el dividendo que facilite los cálculos:
El cálculo aproximado es también un recurso importante para que los alumnos tengan un
control de la pertinencia de los resultados. Se les puede ofrecer situaciones como las
siguientes.
a) Para las siguientes divisiones, marcá entre qué números estará su cociente:
• Para cada uno de los cocientes de esas divisiones, ¿de cuál de los dos extremos del
intervalo que señalaste estará más cerca?
Te explicamos mejor la pregunta: Por ejemplo, para hacer 364: 4, sabemos que el cociente
será mayor que 10 porque 10 x 4 = 40. También sabemos que será menor que 100 porque 100
x 4 = 400. Entonces el cociente buscado está entre 10 y 100. (Es decir, tiene dos cifras).
30 x 4 = 120, es poco
40 x 4 = 160, es poco
80 x 4 = 320, es poco
Te pedimos ahora que lo pienses para cada una de las divisiones de la tabla que completaste.
3º año (DGCyE): Se les propone a los alumnos una serie de problemas que tienen la finalidad
de ensayar algoritmos de división. En clases anteriores, los alumnos habían apelado a
diferentes recursos para resolver problemas de división: restas sucesivas, sumas,
aproximaciones por multiplicación. A partir de estas producciones de los alumnos, su maestra
les presentó una organización de los cálculos que ellos estaban desplegando, arribando a
escrituras como las siguientes:
Por ejemplo, Lucas y Pedro hacen cálculos distintos al interior del algoritmo, llegando ambos al
resultado correcto.
Otros alumnos, también de tercer año, resuelven de este modo los cálculos aún con
cocientes de más cifras:
1. 2.
Nos interesa reflexionar junto a usted, acerca de ciertas contradicciones en las que incurrimos
y los forzamientos del conocimiento que provocamos, al tratar de explicar el funcionamiento del
algoritmo tradicional.
En general, se explica que se deben tomar la cantidad de cifras del dividendo en función de si
el divisor entra o no. En este caso, y desde esta concepción, hay que tomar el 24 porque el 2
no se puede dividir en 5. Al hacer esta afirmación, estamos diciendo al mismo tiempo que
200.000 no puede dividirse en 5... Por otra parte, luego de encontrar el resultado del producto,
en el primer caso 20 se ubica debajo del 24 y, ya sea que se haga el cálculo por diferencia o se
escriba la resta, se está operando una resta encolumnando de izquierda a derecha.
El hecho de no tener idea acerca de la cantidad de cifras que va a tener el cociente, hace que
el resultado se vaya construyendo poco a poco; con lo cual al decidir que el 5 entra 4 veces en
el 24, no hay idea ninguna de que en realidad es 40.000 el valor del cociente, 200.000 el valor
de ese primer producto y que, por lo tanto, se tiene que restar a 247.896.
Algunos maestros podrán objetar que resultaría muy complicado para los alumnos hacer la
cuenta igual a la del segundo ejemplo. Uno de los supuestos es que la búsqueda del valor del
cociente sería muy difícil al tomar todos los números. En realidad, si los chicos tuvieron la
oportunidad por una parte de trabajar multiplicaciones por unidad seguida de ceros, y por otra
parte, de vincular este conocimiento con lo que saben del sistema de numeración, las
dificultades disminuirían considerablemente. Habrá que plantear un trabajo que se ocupe
particularmente en generar reflexiones de este tipo14:
• ¿cómo hacer para saber cuántas cifras va a tener el cociente antes de hacer la cuenta?
Si se multiplica el divisor por unidad seguida de ceros, rápidamente se podrá saber que
5 x 10=50 es poco; 5x100=500 es poco; 5x1.000=5.000 es poco; 5x10.000=50.000 es
poco; 5x100.000=500.000 me pasé. No hay duda que el resultado tiene 5 cifras.
• si se multiplica 40.000x5, ¿es posible que el resultado tenga valores distintos de 0 para
las unidades de mil, centenas, decenas y unidades? ¿Y en cualquier caso en el que se
multiplique una cifra seguida de ceros por una cifra? ¿Y por dos cifras? Comprender
esta relación permite operar con cifras enteras colocando tantos ceros como
corresponda al intervalo con el que se está operando.
25 x 2000= 50 000
25 x 3000= 75 000
25 x 4000= 100 000
25 x 5000= 125 000
25 x 6000= 150 000
25 x 7000= 175 000
25 x 8000= 200 000
25 x 9000= 225 000
Para realizar estos cálculos, no estamos pensando en que los alumnos hagan cuentas de
multiplicar como único recurso, sino en que reutilicen lo aprendido desde 2º año a propósito del
trabajo con las tablas de proporcionalidad, sobre las propiedades de la multiplicación. Un
debate interesante a llevar adelante con ellos, es el que se generará si se les solicita que
14
No estamos sugiriendo que los alumnos de 3º realicen esta cuenta. Los números elegidos para el
ejemplo fueron pensados para que el análisis resultara interesante para el docente.
Como se puede ver, por ejemplo, para hacer 237652: 25, sabemos al observar la tabla que el
valor del cociente es 9.000 y que el producto es 225.000. El resto obtenido es 12.652;
buscamos en la tabla y sabemos que el cociente es 500 porque estamos buscando el valor del
cociente correspondiente a las centenas, y que el producto en consecuencia es 12500, y así
siguiendo.
No estamos prescribiendo este tipo de algoritmo. Solo queremos reflexionar sobre la
posibilidad de aceptar otros modos posibles (entre ellos los que ofrecemos) de resolver un
cálculo de división.