Capítulo 1 y 2 Introducion A La Psicologia Clinica

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UNIVERSIDAD CATÓLICA DE COSTA RICA

ANSELMO LLORENTE Y LAFUENTE

PSICOLOGÍA

CURSO:
PSICOLOGIA CLINICA Y DE LA SALUD

PROYECTO:
RESUMEN CAPITULO 1 Y 2 . LIBRO “ INTRODUCCION A
LA PSICOLOGIA CLINICA”

PROFESOR:
DRA. ANA LUCIA LEE

ESTUDIANTE:
ADRIANA HERNÁNDEZ MORA

SEDE:

MORAVIA

MAYO, 2023.
Capítulo 1

Una mirada a la Psicología Clínica.

La psicología clínica es muy importante dentro de nuestra sociedad moderna, ya que hay una
cantidad considerable de casos de trastornos psiquiátricos detectados y no detectados. La
psicología clínica juega un papel clave en la evaluación, diagnóstico, tratamiento y prevención de
problemas de salud mental. Pero para poder conseguir esto se apoya de pruebas psicológicas,
entrevistas y observación. Inicialmente el campo de la psicología clínica no era tan amplio como el
existente, ya que originalmente se enfocaba en problemas de funcionamiento intelectual y del
aprendizaje, después se fue aumentando gradualmente hasta llegar al campo que conocemos
actualmente.

Esta más que claro que la psicología clínica genera conocimiento científico de los problemas
psicológicos y del funcionamiento humano, pero también es de recalcar que aplica la psicología
con el propósito de comprender y mejorar el bienestar de los individuos, este vínculo es la esencia
de esta psicología la cual fusiona ambas partes para poder ayudar a los pacientes.

El conocimiento de más de 100 años de investigación sobre el comportamiento, biología, cognición


y emociones del hombre esta anexada a la psicología clínica puesto que ponen las bases sólidas
para esta disciplina. Aunque esta tiene relaciones con demás psicologías debido a su interés de
investigación científica, se diferencia en darle preferencia al desarrollo social, fisiológico y del
aprendizaje con el objetivo de mejorar el bienestar de los individuos.

Sería injusto hablar de la psicología clínica como la única profesión encargada de la salud mental,
existen otras como la psiquiatría, enfermería psiquiátrica y otras similares que tratan problemas de
este tipo e incluso llegan a trabajar juntas para lograr un mejor resultado. Pese a que la psicología
clínica básicamente se enfoca en generar conocimiento científico podemos decir que tiene
distintos campos de trabajo ya que una gran parte también se basa en la práctica.

Desde profesor en una universidad hasta la consulta pública o privada son los lugares en los que
los psicólogos clínicos pueden ejercer su profesión. Los psicólogos clínicos tienen todo este campo
de trabajo debido a las tareas que pueden realizar las cuales suelen ser investigación, enseñanza,
evaluación, prevención, tratamiento, consultoría y administración. Si bien es cierto que un
psicólogo clínico debe prepararse muy bien para poder ejercer la profesión deben tener en mente
generar investigación y conocimiento para el campo. Las taras para poder realizar esto son la
descripción, la predicción y el cambio. Estas tareas son básicas para generar conocimiento
científico.

La psicología clínica ha seguido un desarrollo particularmente acelerado al tener que responder a


las apremiantes demandas sociales, por un lado, y recibir la influencia de los avances de la
psicología que ha abierto múltiples y novedosas vías de acceso a la comprensión del
comportamiento humano, por otro. Los cambios de orientación y actitud que se suceden
responden tanto a cambios de interés en la actividad profesional como a los cambios teórico-
metodológicos que han tenido lugar en este campo. Se hace difícil admitir una característica
unitaria de sus métodos, principios básicos, objetivos y problemas profesionales. Estas
consideraciones nos llevan a ocuparnos de las funciones actuales del psicólogo clínico, entre las
que cabe señalar:
1) La evaluación psicológica, que supone el estudio científico del comportamiento, así como el
análisis de las dimensiones básicas de la personalidad humana.

2) La investigación, con el fin de aumentar los conocimientos básicos acerca del comportamiento
humano, sobre los que puedan ayudarse las distintas formas de interacción.

3) El tratamiento psicoterapéutico realizado a nivel individual o grupal, con el fin de aliviar el


malestar psicológico y conseguir los cambios necesarios en beneficio de los pacientes.

4) La prevención, con la aplicación de programas a nivel comunitario, que por una parte
neutralicen y/o controlen los factores causantes de alteraciones, y por otra desarrollen habilidades
en los propios individuos que impidan la aparición de problemas psicológicos.

5) La enseñanza, como forma de preparar a los futuros profesionales, así como el entrenamiento
de los no-profesionales que puedan colaborar en la aplicación de programas de intervención
especialmente a nivel comunitario, como ocurre de hecho en muchos casos.

Desde hace tiempo la psicología clínica ha empezado a tener más relevancia dentro de la
sociedad, debido a su objetivo de comprender, tratar y prevenir los problemas de salud mental, así
como sus efectos asociados.

Algunos psicólogos clínicos se especializan en ramas o escuelas particulares de psicoterapia. En


primer lugar, colaboran en el diagnóstico de los pacientes. Por ejemplo, una lesión o una
enfermedad cerebral puede afectar a múltiples capacidades o características de una persona,
aparte de provocarle problemas físicos. El psicólogo clínico, al utilizar diversos test psicológicos,
como las escalas de memoria e inteligencia de Wechsler, puede evaluar cuáles son las áreas que
presentan problemas y ayudar a establecer un programa de rehabilitación. Por ejemplo, si una
persona con una lesión cerebral tiene problemas para recordar un dato importante (como dónde
guardar la ropa o la fecha de una cita), el psicólogo clínico puede ocuparse de organizar la
colocación de etiquetas en los lugares más importantes de la casa o enseñar a la persona el uso de
instrumentos de memoria artificial como las agendas personales.

En segundo lugar, los psicólogos clínicos se ocupan de los tratamientos de pacientes con
problemas de diversa índole. Estos tratamientos pueden estar basados en planteamientos teóricos
diversos (por ejemplo, las teorías psicoanalíticas de Sigmund Freud y otros), aunque suelen recurrir
a principios conductistas o conductistas-cognitivos.

Estos principios, que derivan de las teorías del condicionamiento clásico y del operante, ideadas
respectivamente por Ivan Pávlov y B. F. Skinner, han logrado un gran avance al aumentar el
conocimiento sobre los elementos mentales o cognitivos de los desórdenes psicológicos. Así como
menciona un párrafo del libro de introducción a la psicología clínica de Bruce E. Compas y Ian H.
Gutilib: “Si una persona sufre una fobia, como la agorafobia, el psicólogo intentará comprender
tanto el comportamiento como los esquemas mentales del paciente. El psicólogo determinará la
causa por la que el individuo ha desarrollado el temor a salir (por ejemplo, si ha padecido
experiencias desagradables, como la de haber sido atacado, que le hayan podido originar
ansiedad) y tratará de ayudarle a controlar tanto las sensaciones fisiológicas asociadas con la
ansiedad (taquicardia, pánico, sudor), como los pensamientos negativos asociados con la idea de
salir al exterior (“si salgo, perderé el conocimiento”)”
En tercer lugar, los psicólogos clínicos se dedican a la investigación, que puede englobar estudios
en profundidad sobre la efectividad de un determinado tratamiento o el estudio de un paciente en
concreto. Finalmente, la mayoría de los psicólogos clínicos se dedican a la enseñanza, bien sea de
médicos o enfermeras, de psicólogos que estén realizando prácticas clínicas o de otros grupos de
personal sanitario.

Estas formas de ayuda pueden denominarse psicoterapia, terapia o modificación de conducta,


terapia cognitiva (o cognitivo-conductual), terapia psicoanalítica, terapia sistémica, terapia
existencial (fenomenológica o humanística), consejo o asesoramiento psicológico, o puede todavía
reconocerse con otros nombres dependiendo de la orientación y preferencia del clínico. La
prestación del tratamiento puede ser en aplicación individual, en pareja, o en grupo, y ser llevado
por uno o más psicólogos constituidos en equipo. Los clientes pueden ser pacientes externos o
pacientes internos (residentes en una institución).

La duración del tratamiento suele ser por lo general entre cinco y cuarenta sesiones (comúnmente
a razón de una o dos por semana), pero también pueden ser tan corto como una sesión y tan largo
como que lleve varios años. La duración más frecuente de una sesión está entre media y una hora,
pero también puede variar según las circunstancias y la naturaleza de la terapia. Los objetivos del
tratamiento (convenidos con el cliente) pueden concretarse en la solución de un problema
específico, proponerse la reconstrucción de la personalidad, o algún propósito entre estos dos
extremos.

Igualmente, además del interés en el entendimiento, el alivio de la solución de un trastorno dado,


la actuación del psicólogo clínico puede incluir la prevención de problemas mediante la
intervención en instituciones, contextos y ambientes, así como la intervención centrada en
personas con riesgos o en toda una comunidad.

Los psicólogos clínicos pueden ejercer su trabajo en una gran cantidad de lugares. Estos sitios
incluyen los centros comunitarios de salud mental, la práctica independiente, los hospitales
psiquiátricos , los hospitales de medicina general, las residencias para tratamiento para niños y
adolescentes , las universidades y los colegios, los sistemas escolares, las prisiones, la corte de
justicia y los departamentos de policía, el gobierno, y la industria.

Hay cuatro tareas centrales en las que los psicólogos clínicos coinciden acerca de la gente y los
problemas, sea para generar investigación y conocimiento para el campo como un todo o para
obtener una mejor comprensión de un individuo dado. Esas tareas son la descripción, la
explicación , la predicción y el cambio del funcionamiento humano.

Como conclusión se puede recalcar que un psicólogo clínico es un profesional encargado de


diagnosticar, brindar evaluación, dar seguimiento a un tratamiento, brindar interpretaciones
clínicas, y así mismo prevenir la decaída de la persona enferma o elaborar un nuevo plan para que
el individuo retome su tratamiento y progrese en él, sobre todo brindar las herramientas
necesarias para que el individuo pueda o vuelva a ser funcional, un psicólogo clínico tiene que
hacer investigación, iniciar con una problemática que aqueja a una comunidad y a partir de ella,
tratar de entender el fenómeno sea cultural, biológico o social que está causando un deterioro en
la salud mental. Otra función que el psicólogo clínico actualmente cumple es la de brindar
enseñanza sea en Universidad o institutos donde cursen materias de psicología anormal, o clínica.

La psicología clínica ve fenómenos relacionados a la salud mental, tanto a la salud mental


deteriorada como a la salud mental funcional y estable. Entonces los problemas de salud mental
tienen efectos profundos sobre el comportamiento y las habilidades efectivas de las personas en
su vida diaria.

El deterioro atribuible a los problemas de salud mental incluye el pobre aprovechamiento escolar,
laboral, los desórdenes y el rompimiento de las relaciones interpersonales, así como la disminución
de la calidad de vida .Entonces la psicología clínica, es el campo de práctica e investigación, dentro
de la disciplina de la Psicología, que aplica los principios psicológicos en la evaluación, prevención y
rehabilitación de problemas psicológicos, la inhabilidad, el comportamiento disfuncional y riesgos
de salud conductual, para lograr tanto el bienestar físico como psicológico.

De este modo, un psicólogo sea que trate de ayudar a un individuo a afrontar un acontecimiento
traumático en su vida o que intente llegar a una comprensión más amplia de cómo afronta la gente
en general el trauma debe comprometerse a describir, explicar, predecir y cambiar a la persona o al
problema en forma cuidadosa.

La aplicación de técnicas psicológicas viene relacionada a una amplia gama de problemas,


abordándolos de forma individual o grupal. Así mismo la Psicología Clínica es entonces, la
aproximación a los problemas humanos (individuales e interpersonales), a través de la evaluación,
diagnóstico, consulta, tratamiento, desarrollo, administración e investigación de programas que se
aplican a numerosas poblaciones que incluyen niños, adolescentes, adultos, ancianos, familias,
grupos, personas discapacitadas, entre otros. Es la especialidad de la psicología siendo un área de
estudio y de trabajo profesional muy popular en nuestros días que se inicia después de la primera
guerra mundial, pero se comienza a desarrollar realmente después de la segunda guerra mundial.
Capitulo II
Pasado y presente de la psicología clínica

En el pasado no era tan común que se trataran los problemas de salud mental con la psicología
clínica, estos eran tratados por grupos religiosos y médicos, aunque es de reconocer que los
psicólogos se han unido recientemente al campo de la salud mental. Esto se ve reflejado
actualmente en algunas sociedades en donde los problemas la conducta y aflicciones son tratadas
con la psicología, pero en contraste existen algunas culturas que no le dan importancia a la
psicología.

La psicología clínica ha realizado grandes aportes al campo de la salud mental, sus modelos
innovadores y sus teorías actuales son útiles en los problemas de salud mental ya que en su
perspectiva los factores biológicos, psicológicos y sociales son la clave para la comprensión de los
problemas de salud mental.

Debido a que la psicología clínica implica la aplicación del conocimiento científico de la conducta
humana se convirtió en una profesión, pero para ser considerada así paso mucho tiempo por el
cual fue muy fuertemente critica, pero llego a consolidarse como la psicología que actualmente
conocemos. Gracias a que los psicólogos clínicos están competentemente entrenados en la ciencia
básica conductual, están capacitados para enriquecer esta área con sus investigaciones incluso de
colaborar con profesionales de otras disciplinas.

Si bien es cierto que hay muchos psicólogos que trabajan en diferentes áreas no cualquiera puede
ser un psicólogo clínico. Actualmente la psicología clínica es una disciplina muy fuerte dentro de la
salud mental, pero todavía falta mucho para que la psicología sea la diciplina por excelencia dentro
de este campo y para ello deberá de pasar por desafíos que la harán más fuerte.

Es importante entender a los individuos que han dado forma al campo de la psicología clínica y
saber el momento en el que se dieron aportaciones importantes en este campo. Delinear el
progreso del campo y los individuos que han influido en él permitirán obtener una perspectiva
esencial de los fundamentos de la psicología clínica como se le conoce en la actualidad. Sin
embargo, el significado primordial de la historia de la psicología clínica no depende de nombres y
fechas.

Más bien, su importancia histórica proviene del entendimiento de los factores que han dado
forma al campo corno lo conocemos actualmente, así corno a las fuerzas que probablemente
influirán en su futuro desarrollo. Hay tres aspectos que resultan sorprendentes acerca de la
historia de la psicología clínica. Primero, muchos de los acontecimientos significativos, así corno las
fuerzas que han influido en su desarrollo, provienen de fuera de la psicología, no de su interior.
Segundo, ha habido avances importantes en la ciencia de la psicología clínica, en algunos casos
representados por investigaciones aisladas, pero, con más frecuencia, por la acumulación lenta y
gradual de conocimientos adquiridos gracias a muchos estudios. Y tercero, la psicología clínica ha
surgido, en fechas recientes, como profesión, por lo que todavía está por definir su identidad.

Más importante que las cuestiones de cuándo y cómo se desarrolló la psicología clínica es el
asunto de por qué evolucionó tan rápido como ciencia y profesión durante la segunda mitad del
siglo XX. Este campo llegó a existir por dos razones. Primero, en el transcurso de la historia ha
existido la necesidad de proporcionar cuidado y servicios a individuos que experimentan
problemas psicológicos, por lo que la psicología clínica surgió, en parte, para ayudar a tener
conciencia de esta necesidad. Las necesidades de individuos con problemas psicológicos han
tomado diversos rumbos en el curso de la historia antes de que la psicología clínica comenzara a
cumplir con su función.

Segundo, algunos de los fundadores de la psicología científica de finales del siglo XLX y de
principios del siglo XX concordaron en que uno de los objetivos de la nueva ciencia debería de ser
contribuir al bienestar de otros. William James, G. Stanley Hall, así como otros fundadores de la
psicología estadounidense compartieron la creencia de que una de las responsabilidades de su
disciplina era promover el bienestar humano en un amplio sentido.

Así, con una ya existente necesidad social, algunos psicólogos percibieron la responsabilidad de
satisfacer dicha necesidad. Sin embargo, como se verá más adelante, el mayor crecimiento de la
psicología clínica ocurrió durante la segunda mitad del siglo XX, crecimiento condicionado por
algunos acontecimientos que comenzaron durante la primera y segunda guerras mundiales.

Primeros enfoques sobre el cuidado de la salud mental


El compromiso por brindar asistencia a individuos con aflicciones psicológicas ciertamente no
empezó en el campo de la psicología clínica. Las principales funciones que realizan los psicólogos
clínicos en la actualidad (comprensión y asistencia a individuos que sufren trastornos psicológicos
o que experimentan aflicciones psicológicas significativas) las desempeñaban otros individuos e
instituciones en las sociedades siglos antes del surgimiento de la psicología como profesión.

En diversas sociedades y en diferentes momentos de la historia, quien fue responsable de atender


las necesidades psicológicas de la gente ha dependido de la forma en que se vio el trastorno y la
salud mental. Las profesiones u oficios que se han responsabilizado del cuidado y bienestar de
individuos que sufren trastornos psicológicos o psiquiátricos incluyen al clero u otros grupos
religiosos, los médicos e individuos comprometidos con el bienestar social. Es importante
reconocer que los psicólogos se han unido a estos grupos recientemente en el campo de la salud
mental (véase Alloy, Jacobson y Acocella, 1999; Nolen-Hoekserna, 1998).

De acuerdo con la mayor parte de la historia escrita, el tratamiento de los problemas psicológicos
fue llevado a cabo por instituciones religiosas. El tratamiento de los problemas de salud mental por
métodos religiosos se basaba en la demonología, es decir, considerar que dichos problemas son
provocados por las fuerzas del mal. El Antiguo Testamento y el Talmud se refieren a la locura corno
consecuencia del castigo divino. En la Edad Media en Europa, la Iglesia fue la responsable de la
explicación de la alteración psicológica y de suministrar el tratamiento para ésta (en la mayoría de
los casos como castigo). Por ejemplo, la conducta alterada o desordenada que hoy se considera
como evidencia de psicosis (por ejemplo, alucinaciones, delirios) se interpretó como evidencia de
posesión demoniaca y se le trató por medio de exorcismos, tortura o muerte por quema en la
hoguera.

La perspectiva somatogénica surgió como una alternativa a la demonología en forma de


explicaciones médicas de los problemas psicológicos. Las primeras explicaciones médicas o
biológicas de los trastornos emocionales y de conducta pueden encontrarse en los escritos de
Hipócrates en el siglo cuarto a. de C. Hipócrates pensaba que los problemas psicológicos, de igual
manera que las enfermedades físicas, eran consecuencia de un desequilibrio entre los cuatro
humores corporales (bilis negra, bilis amarilla, sangre y flemas).

Al tiempo que surgieron explicaciones biológicas para los problemas psicológicos, la profesión
médica se involucró en la identificación y tratamiento de tales trastornos. Desafortunadamente,
del siglo XVI al XIX, el tratamiento médico para los problemas psicológicos consistía en colocar a los
individuos en hospitales psiquiátricos y asilos que ofrecían poco o ningún tratamiento a los
pacientes. A éstos se les retenía como prisioneros en terribles condiciones; había poco cuidado o
no había tratamiento disponible, y frecuentemente incluso se carecía de trato humano. En
contraste con estos primeros enfoques, progresos más recientes de explicaciones biológicas de la
psicopatología han llevado a diagnósticos y tratamientos más avanzados.

Avances en el cuidado de la salud mental

Sólo en fechas recientes y únicamente en algunas culturas alrededor del mundo, ha sucedido que
los problemas psicológicos se consideran, al menos en parte, consecuencia de aflicciones y
problemas de la conducta (hipótesis psicogénica), y como resultado cayeron dentro de la esfera de
acción de la psicología. Uno de los principales cambios en el pensamiento y tratamiento de los
problemas psicológicos ocurrió con el advenimiento del tratamiento moral en el siglo XIX. Guiado
por médicos y otros individuos relacionados con la reforma social en Estados Unidos y Europa (por
ejemplo, Philippe Pinel en Francia y Benjamín Rush en Estados Unidos), el movimiento del trato
moral se fundaba en la convicción de que los individuos con problemas psicológicos merecían un
cuidado y trato humanos.

Como parte de este movimiento se realizaron esfuerzos por mejorar las condiciones inhumanas y
los métodos que caracterizaban los asilos y hospitales de esa época. Uno de los cambios más
drásticos en la conceptualización y tratamiento de los problemas psicológicos se llevó a cabo a
finales del siglo XIX con explicaciones verdaderamente psicológicas de estos problemas. Los
médicos franceses.

Jean Charcot, Hippolyte Bernheim y Pierre Janet comenzaron a experimentar con la hipnosis en el
tratamiento de algunos problemas psicológicos e introdujeron la idea de que los métodos
psicológicos de tratamiento pudieran ser una alternativa a las propuestas médicas y religiosas. Sus
teorías condujeron a la obra pionera de Sigmund Freud, un neurólogo austriaco, quien es, quizás,
el proponente de explicaciones psicológicas para trastornos de conducta y emoción mejor
conocido. Las conceptualizaciones sobre las psicopatologías han continuado desarrollándose.
Mucha de la investigación y teorías actuales reflejan un modelo biopsicosocial, en el cual se
consideran de igual importancia los factores biológicos, psicológicos y sociales para la comprensión
de los problemas de salud mental (por ejemplo, Keefe y France, 1999; Plomin y Rutter, 1998).

Los factores biológicos incluyen el papel que desempeña la genética, que puede contribuir a la
vulnerabilidad a algunas formas de psicopatología, como el daño neurológico cerebral y en el
sistema nervioso central, así como la mala regulación de neurotransmisores. Los factores
psicológicos incluyen el proceso cognitivo de la atención, la autopercepción, las atribuciones
causales y los procesos de la experiencia, la expresión y la regulación de emociones. Los factores
sociales incluyen eventos estresantes de la vida, condiciones de estrés crónico, relaciones
interpersonales, así como el amplio contexto social y cultural en el que se pueden desarrollar
trastornos. Estas complejas conceptualizaciones de la psicopatología que conjuntan todos estos
elementos han reemplazado ahora explicaciones que se enfocan en un solo factor.

El surgimiento de la psicología clínica dentro del campo de la psicología

La conceptualización y tratamiento de los problemas psicológicos, los orígenes de la psicología


clínica no pueden atribuirse a una sola persona o acontecimiento. En vez de eso, varios individuos
que respondieron a numerosas orientaciones se involucraron en el surgimiento de este campo en
Estados Unidos y Europa a finales del siglo XIX y principios del XX. Debido a que la psicología clínica
implica la aplicación del conocimiento científico de la conducta humana, vale la pena notar que la
psicología como ciencia precedió a la psicología como profesión.

Este orden contrasta con muchas otras profesiones, donde la práctica profesional comienza antes
que la ciencia. Por ejemplo, el entrenamiento legal se llevaba a cabo por medio del aprendizaje de
u n abogado practicante mucho antes de que se establecieran los programas de entrenamiento
convencionales en las universidades (Routh, 1994). De manera similar, la práctica de la medicina se
realizó durante siglos antes de que se desarrollaran por completo las bases científicas de esta área.
La mayoría de los historiadores identifican el origen de la psicología con la creación de un
laboratorio para el estudio de la percepción y la conducta por parte de Wilhelm Wundt, en
Alemania a mediados del siglo XLX. Wundt estudió filosofía. La investigación efectuada en su
laboratorio fue novedosa en el sentido de que intentó estudiar los procesos observables de la
sensación y percepción humana en condiciones experimentales relativamente controladas.

La principal influencia de Wundt en la psicología estadounidense se debió a la gran cantidad de


estadounidenses que recibieron adiestramiento doctoral en su laboratorio de la Universidad de
Leipzi.

El campo de la psicología que comenzó a surgir en Estados Unidos a finales del siglo XIX fue una
disciplina académica comprometida con el estudio de la conducta humana. El enfoque de la mayor
parte de las primeras investigaciones en psicología (por ejemplo, el análisis de las características de
la visión en color) tenía poco que ver con el tipo de problemas psicológicos a los que ahora se
dedica la psicología clínica. No obstante, muchos pioneros de la psicología estadounidense
reconocieron que uno de los valores más importantes de la psicología era intentar resolver los
problemas humanos.

Uno de los estudiantes de doctorado que colaboraron con Wundt fue un joven estadounidense de
nombre Lightner Witmer. El entrenamiento convencional en psicología no existía en Estados
Unidos a finales del siglo XIX, por ello, Witmer y otros interesados en el estudio científico de la
conducta humana no tuvieron más alternativa que abandonar Estados Unidos e ir a capacitarse a
Europa. Después de doctorarse con Wundt, Witmer regresó a Estados Unidos para aceptar un
cargo en el Departamento de psicología de la University of Pennsylvania, donde pudo seguir
realizando su investigación sobre el proceso de la percepción.

El curso de la obra de Witmer tomó un rumbo diferente en la primavera de 1896, cuando un


profesor le solicitó ayuda para trabajar con un brillante joven de 14 años que se distinguía de los
demás por sus dificultades para deletrear y reconocer palabras escritas (McReynolds, 1987,1997).
Witmer realizó una evaluación cuidadosa de los problemas del muchacho y desarrolló un
programa de tratamiento intensivo para intentar mejorar la habilidad de éste para leer y deletrear.
Este caso le dio a Witmer la fama suficiente para fundar la primera clínica de psicología en 1896 en
la University of Pennsylvania, dedicada específicamente a tratar a niños con dificultades de
aprendizaje. Él solicitó la creación de una nueva rama de la psicología que tuviera el objetivo de
ayudar a la gente y acuñó el término de psicología clínica para describir este nuevo campo.

Lightner Witmer fundó la primera clínica de psicología en 1896 en la University of Pennsylvania,


dedicada al tratamiento de niños con problemas de aprendizaje. Witmer creó una nueva rama de
la psicología con el propósito de ayudar a las personas. Llamó a este nuevo campo psicología
clínica estadounidense.

(Fotografía de “Archives of the History


of American Psychology”, University of
Akron).
Ese mismo año 1896, cuando Witmer presentó a la recién formada American Psychological
Association sus ideas acerca de las aplicaciones de la psicología al tratamiento de los problemas
humanos, obtuvo una recepción indiferente (McReynolds, 1997; Reisman, 1976). La respuesta
negativa por parte de APA se debió a numerosos factores.

Si bien existía cierto apoyo para la aplicación del conocimiento psicológico en la resolución de los
problemas humanos, como la mayoría de los psicólogos se consideraban científicos, no creían que
el papel descrito por Witmer fuera de ningún modo apropiado para ellos.

Los psicólogos no deseaban dañar su reputación, la cual ya se encontraba suficientemente minada


en aquellos primeros años, al trasladar su profesión a lo que ellos sentían como aplicaciones
prematuras. Aunque los psicólogos consideraban valiosas dichas sugerencias, pocos, o ninguno, de
ellos estaban capacitados o tenían la experiencia para ejecutar las funciones propuestas por
Witmer. La fría respuesta por parte de los miembros de la APA fue en cierto modo sorprendente
dado el énfasis que dio Witmer sobre el punto de que la psicología clínica debería implicar la
aplicación cuidadosa de la ciencia de la psicología. Witmer empleó el término psicología clínica
para referirse al método de enseñanza e investigación y no sólo como una extensión de la palabra
clínica, lugar donde las personas son examinadas (Reisman).

Witmer convenció a la administración de la University of Pennsylvania de ofrecer entrenamiento


formal en psicología clínica, y su catálogo de 1904- 1905 dio a conocer que los estudiantes de
psicología clínica podrían tomar cursos para acreditarse en psicología y en la escuela de medicina
(Reisman, 1976). Para 1907, Witmer ya había logrado reunir suficientes fondos para establecer un
hospital-escuela dedicado a la enseñanza de niños con retraso mental como una ampliación de su
clínica, y para fundar y fungir como primer editor de una revista profesional (The Psychological
Clinic). Por sus esfuerzos, a Witmer se le considera ahora como el fundador de la psicología clínica.

Para entender los orígenes de la psicología clínica, es importante considerar que la primera clínica
de psicología se dedicó a ayudar a niños con problemas de aprendizaje, lo cual era una aplicación
clara y lógica de la investigación sobre el aprendizaje y la memoria en el humano y que llevaban a
cabo los psicólogos de esa época (por ejemplo, Witmer, 1907/1996).

Así el campo de la psicología clínica se originó como un intento de aplicar lo que se había
aprendido en la ciencia básica de la psicología de ese tiempo.

En la década del 50 surge la terapia de conducta gracias al trabajo pionero de J. Dollard y N. Miller
y J. Rotter. y a las labores de desarrollo y divulgación de H. J. Eysenck, J. Wolpe y A. A. Lazarus. En
los años 60s se delinea la terapia etiquetada como "cognitivo-conductual" o "cognitiva" gracias a
las inquietudes de A. Ellis y A. Beck.

A partir de dichas líneas eclosiona una gran cantidad de modelos y técnicas psicoterapéuticas que
llegan hasta la etapa actual, en que aparecen también enfoques clínicos constructivistas ligados
parcialmente a la terapia cognitiva.

En cualquier caso, la Psicología Clínica como disciplina y profesión se fundamentó en sus inicios
sobre la Evaluación Psicológica, y en muchos casos era una práctica dependiente de la del
Psiquiatra, con el desarrollo de la teoría y de la técnica, la Clínica evolucionó hacia el desarrollo de
tratamientos y técnicas de intervención desde un paradigma propiamente psicológico, dando paso
a lo que hoy en día conocemos como Psicoterapia, la cual desde una mirada actual y moderna
genera sus diagnósticos y procesos psicoterapéuticos con una postura menos psico-patologisista
etológica, y psiquiátrica, y mucho más desde la psicología positiva y humana, en tanto área de
ejercicio propio de los psicólogos modernos, ejercicio que además está reglamentado en muchos
países mediante leyes, códigos de deontología, ética y bioética.

Durante la II Guerra Mundial surgió un gran interés por las ‘mediciones mentales’ como forma de
seleccionar a los reclutas para el ejército, constituyendo el punto de partida para desarrollar las
matrices progresivas y los test destinados a medir la capacidad intelectual. Al mismo tiempo, el
psicólogo Hans Jurgen Eysenck, investigador del Hospital de Urgencias de Mill Hill de Londres, puso
en funcionamiento los primeros proyectos para desarrollar un curso de formación de psicólogos
clínicos. Así que durante las décadas de 1940 y 1950 los psicólogos clínicos trabajaron en los
grandes hospitales, desarrollando test psicométricos y dedicándose a la investigación. Hans
Eysenck y otros psicólogos británicos, en desacuerdo con el rumbo que había tomado la psicología
clínica en Estados Unidos, concedieron una mayor importancia al diagnóstico y a la investigación, y
no a la terapia y el tratamiento, aspectos que los psicólogos estadounidenses desarrollaron con
más profundidad.

Ese apego a la tradición empírica sentó las bases de una fidelidad a la tradición científica de la
observación y el análisis estadístico, que persiste hasta la actualidad. Por lo que en la actualidad los
objetivos que se han trazado los psicólogos clínicos persisten. Ejemplo claro de ello es el siguiente
párrafo del libro introducción a la psicología de Bruce E. Compas e Ian H. Gutlib, que menciona que
“La psicología clínica juega un papel central en la evaluación, diagnostico, el tratamiento y la
prevención de estos problemas, por medio del uso de las pruebas psicológicas, de las entrevistas y
de las observaciones del comportamiento, la psicología clínica ayuda a identificar y a diagnosticar
los problemas de salud mental, mediante la práctica de las diversas formas de tratamiento
psicológico (terapia cognitivo-conductual, psicoterapia interpersonal, terapia de pareja y de
familia)”

Hasta ahora se ha podido mencionar un poco acerca de la historia, así como los objetivos que
persigue la psicología clínica, sin embargo, ahora se tratara de explicar que hacen los psicólogos
clínicos y donde lo hacen. Los psicólogos clínicos trabajan con pacientes de todas las edades y
abarcan una gran variedad de disciplinas.

También colaboran con gran número de profesionales de la salud mental, como los psiquiatras
(que en la actualidad son médicos especializados en el tratamiento de enfermedades mentales),
geriatras, pediatras y psicoterapeutas.

La evolución de la psicología clínica posterior a Lightner Witmer puede comprenderse mejor


analizando la forma en que los psicólogos clínicos se involucraron en cada una de las siguientes
cuatro actividades: investigación, evaluación, tratamiento y prevención. Los psicólogos clínicos se
involucraron en estas tentativas en diferentes momentos del siglo XX y por diferentes motivos. Los
estudiantes deberán comprender el papel que desempeñaron los psicólogos clínicos en estas
cuatro actividades para entender las influencias del pasado y, así, poder anticipar los cambios en el
futuro.
Durante los primeros años, la psicología clínica fue una ciencia y profesión plagada de males
(Snyder, McDermott, Leibowitz y Cheavens, 2000). Por ejemplo, en 1917 sólo 13% de los miembros
de la APA eran mujeres. A pesar de que las mujeres progresaban en las áreas de desarrollo y en la
escuela de psicología, de 1920 hasta 1974 las mujeres representaban sólo 24% de los graduados
con doctorado en psicología clínica (Snyder et al.). Sin embargo, para 1994, 68.7% de los
estudiantes admitidos en programas para doctorado en psicología clínica eran mujeres. De esta
manera, la composición de la población de psicólogos clínicos ha cambiado: de ser
predominantemente masculina a ser mayoritariamente femenina. Es importante comprender no
sólo los acontecimientos que dieron forma a la psicología clínica sino también el vasto contexto
social en el que se desarrolló este campo.

Cuando se escucha hablar de psicología clínica, se puede pensar inmediatamente en hospitales,


clínicas de salud mental o centros de rehabilitación. Por lo que un psicólogo clínico es un
profesional encargado de diagnosticar, brindar evaluación, dar seguimiento a un tratamiento,
brindar interpretaciones clínicas, y así mismo prevenir la decaída de la persona enferma o elaborar
un nuevo plan para que el individuo retome su tratamiento y progrese en él, sobre todo brindar las
herramientas necesarias para que el individuo pueda o vuelva a ser funcional.

En conclusión, la historia de la psicología clínica tiene su fundamento en la forma en que la


sociedad ha considerado la salud mental y la psicopatología por siglos. Los primeros enfoques
(conocidos como demonología) se basaban en las creencias religiosas y daba énfasis al papel de los
espíritus malignos y al demonio como fuente de la conducta anormal. La creencia de que la
psicopatología era consecuencia de procesos físicos (perspectiva somatogénica) data del tiempo de
la antigua Grecia y constituye en la actualidad un punto de vista preponderante. Las nociones de
que los factores psicológicos son la causa de psicopatologías (perspectiva psicogenética) pueden
encontrarse en los primeros trabajos de Freud, y es un punto de vista dominante en la psicología
clínica moderna. Las perspectivas actuales han integrado los factores biológicos, psicológicos y
sociales en la comprensión de la psicopatología, como se presenta en las teorías biopsicosociales
emergentes.

A Lightner Witmer se le considera el fundador de la psicología clínica en Estados Unidos debido a


que fundó la primera clínica psicológica en 1896. El desarrollo del campo se vio fuertemente
influido por la necesidad de los psicólogos de proporcionar importantes servicios durante la
primera y segunda guerras mundiales. Los psicólogos fueron llamados a desarrollar pruebas de
capacidad mental para futuros soldados durante la primera guerra mundial, así como de
suministrar tratamiento para la neurosis de guerra (trastorno de estrés postraumático) durante la
segunda guerra mundial. Posterior a la segunda guerra mundial la VA (Veterans Administration)
proporcionó apoyo para la capacitación de psicólogos clínicos que trabajaran con los soldados
dados de baja por factores psicológicos imputables a la guerra. El modelo de capacitación
científico-práctico se elaboró en la conferencia Boulder en 1949, y la escuela profesional de
modelo de capacitación (como se ejemplificó en los programas PsyD, programas de doctorado en
psicología) se bosquejó en la conferencia Vail en 1973. Ambos modelos de capacitación todavía
existen en la psicología clínica actual.

La historia de la psicología clínica puede seguirse a partir de los avances y los acontecimientos
trascendentes de investigación, evaluación, tratamiento y prevención , así como mediante el
desarrollo de la psicología clínica como profesión. El campo ahora se enfrenta a numerosos
asuntos desafiantes e interesantes que darán forma a la naturaleza de la psicología clínica del siglo
XXI (por ejemplo, privilegios de prescripción, diversidad de la sociedad y administración del
cuidado de la salud.En la actualidad, también la figura del psicólogo clínico ha ganado respeto y
prestigio. Vemos a sus especialistas trabajando en centros de atención primaria de la sanidad
pública, clínicas privadas, hospitales, ONGs, centros de rehabilitación de adicciones y/o de
atención a discapacitados e, incluso, en equipos de asistencia técnica deportiva. Un ejemplo de la
inestimable labor de los psicólogos sería la pandemia del coronavirus, donde profesionales se han
encargado de la atención psicológica al personal sanitario, de familiares de fallecidos y ancianos
que han vivido el confinamiento en soledad.

BIBLIOGRAFIA
Compas, B.; Gotlib, I. (2003). La Introducción a la Psicología clínica . Mc Graw Hill, México

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