Lascivia March 2016
Lascivia March 2016
Lascivia March 2016
marzo 17
r m e s
o n f o i t a
t e C r a t u
No s i o n G
a V e r l e t a
con l c o m p
e s i o n
e l a v t o d o
q u i e r t a d e b l e
Ad d i s f r u
c a r g a
y o d e s
t e n i d
c o n
el
LASCIVIA
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CONTENIDO marzo 17
EDITORIAL
Q ueridos Lascivos, hoy como cada mes durante los últimos
años es momento de saludarlos y agradecerles el que una vez
más acompañen mi aventura, mi travesía por el mar de las pu-
blicaciones digitales y los contenidos eróticos, a veces las cosas
fluyen sin mayor problema, a veces no y como prueba de la pau-
latinamente más censurada Internet es mi propia experiencia,
ayer en los pagos hoy en el canal de videos que de una u otra
forma he querido crear y mantener y que por motivos que esca-
pan a mi entendimiento los censuran como si de algo prohibido
se tratase, en fin le he bajado de huevos al turrón y he decidido
hacerlo menos agresivo visualmente, ojala así dure más y sea
visitado por ustedes.
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LA PULGA:
Libros, Música, comix, Apps, y cortometrajes
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el contenido
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LA PULGA
Novela erótica
LA PULGA
Novela grafíca
LA PULGA
serie Novela erótica
LA PULGA
Revistas
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LA PULGA
Arte y cultura
LA PULGA
cortometraje
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LA PULGA
musica en ingles
The Best Of The Doors 1985 Remasters 1990 Slaves and Masters 1990
The Doors Led Zeppelin Deep Purple
LA PULGA
musica en español
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LA PULGA
Hentai
LA PULGA
aplicaciones
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02 Los estudios creen que la actividad sexual favorece el sueño, en parte debido
a la acción de las hormonas y las sustancias cerebrales.
06 En las mujeres, hay tres etapas que se deben ser completadas antes de poder
llegar al orgasmo: deseo (o libido), excitación (o erección) y humedad (lubricación)
de los órganos genitales.
07 La mujer para llegar a tener un orgasmo necesita, por lo general, unos 15 minu-
tos, a diferencia del hombre que usualmente llega al orgasmo entre 3 y 5 minutos.
08 En la mujer, la excitación puede durar sólo unos minutos o varias horas, y se
inicia entre 10 y 30 segundos después de iniciada la estimulación erótica.
09 A las mujeres les gusta ser besadas en el cuello. Más del 97% de las mujeres califica-
ron la zona del cuello como intensamente erótica.relaciones-sexuales-menstruacion
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El portero de noche
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Masoquismo:
dolor y placer en el cerebro 19
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Nos parece natural que el ser humano intente evitar todos aquellos estí-
mulos que le proporcionan malestar, y entre ellos solemos pensar que el
dolor es uno de los más importantes, ya que normalmente lo asociamos al
sufrimiento. Sin embargo, hay quien habla de masoquismo de ‘baja intensi-
dad’: todos conocemos a alguien a quien le encanta la comida tan picante
que hace que se le duerma la lengua, todos tenemos algún amigo que corre
maratones agotadores, y muchos nos hemos rascado alguna vez una pica-
dura de mosquito hasta levantarnos la piel o dejarla enrojecida. ¿Por qué?
Las relaciones entre placer y dolor son más complejas de lo que podemos
creer. En la comprensión de esta relación extraordinaria una clave puede
estar en las sustancias que produce el cerebro cuando sentimos dolor. Se
trata de las endorfinas, unos opiáceos naturales de los que se sirve nuestro
sistema nervioso para contrarrestar el dolor y el miedo. Otro factor que se
ha propuesto es el alivio que se siente tras escapar o superar una situación
desagradable, como sucede en las personas que se autolesionan, general-
mente para aliviar un sufrimiento psicológico. Pero el caso del masoquismo
es diferente, pues el dolor es percibido como placentero en sí mismo, aun-
que hay quien ha planteado que el verdadero objetivo del masoquismo se
relaciona más con el poder y la sumisión que con el propio dolor.
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Elitepain
Es una compañía con sede en la isla de Chipre que
se dedica al porno basado principalmente en la
temática BSDM, aquí el dolor es real, estos son sus
casting, no aptos para personas sensibles.
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enriquerojasroman
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El HOMBRE QUE MIRA
EL PLACER DE VER Y DE DEJARSE VER
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No es, simplemente, “la nueva moda” el que las niñas se vistan como mu-
jeres: con atuendos femeninos que serían más apropiados para mujeres
adultas, que para muchacitas de 12 0 13 añitos… Lo que sucede con las ni-
ñas, cuando comienzan a “enseñar” el ombligo o más de lo decentemente
aceptable de la raya que divide las “pompis”, no es que ellas estén adoptan-
do alguna “nueva moda”, sino que está en ellas despertando el erotismo bio-
genético… lo que de la “sexualidad” podría decirse les viene de herencia…
la calidad de voluptuosidad que ya traían con ellas cuando nacieron y que,
ahora, por el mero instinto femenino aflora en sus incipientes ideas de lo
sensual.
Ya dijimos en otra ocasión que cuando las niñas comienzan a sentirse “mu-
jercitas”, también se despierta en ellas la idea de “competencia” femenina…
competencia para con las otras chicas de su edad, por cuanto a la atractivi-
dad… como también el instinto de “competir” contra las mujeres más adul-
tas, con la idea de llamar la atención de los hombres mayores.
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Lo mismo pasa cuando los niños comienzan a jugar a ponerse las botas,
o el sombrero, de papá… a esa edad, y entre niños o niñas, no existe alguna
diferencia en los juegos dentro de los cuales ellos van dando rienda suelta
a su propio erotismo. Estas experiencias eróticas “son almacenadas en un
archivo muerto de lo placentero en nuestro cerebro… Cuando se experi-
menta la vida sexual, en la edad adulta, se activan estos recuerdos convir-
tiéndose en vivencias presentes”. Dice el especialista.
Una vez que ya podemos entender que “el erotismo nace con nosotros”,
podemos comprender el por qué las “niñas” comienzan a vestirse como
“mujercitas”… pero en esta etapa del desarrollo, hay en ellas otros senti-
mientos floreciendo; sentimientos que van a ser en sus vidas mucho más
importantes y a los cuales los adultos tenemos que ponerles la atención
debida.
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Así como en los tres primeros años de su vida los infantes van a aprender
las cosas que van a ser importantes en su futuro desarrollo… en la niñez se
va a programar y fortalecer la autoestima, de calidad suficiente, como para
que los jóvenes se sientan orgullosos de lo que son y de lo que tienen, y
puedan desarrollar una personalidad que les prometa un buen futuro en su
vida adulta.
Las cosas bellas se hicieron para ser admiradas… y las jóvenes que se sa-
ben sensuales, que se sienten bellas, sienten, también, la necesidad de ser
admiradas…por eso se “enseñan”, y disfrutan el placer de “dejarse ver”… Así
como, también, lo hacen aquellos muchachos que tienen cuerpos bien for-
mados, pues el erotismo fluye e influye en ambas direccionales… Y pues,
como anteriormente se dijo, “… Tanto disfruta el que lo muestra, como el
que lo admira”.
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No queremos que “se tapen”, solo queremos que estén conscientes de que
lo que “enseñan” puede provocar una violación… que no “exhiban” lo que
no puedan defender y tampoco lo que no pueden dar… Q ue sepan, exac-
tamente, hasta dónde pueden “mostrar” y en dónde es que lo van a “dejar
ver” ¡.. Y que, así mismo, se preparen mentalmente para afrontar los em-
bates que produzca su exhibicionismo, y no tengan que sucumbir ante el
atrevimiento…
Q ue dejen disfrutar el “placer de ver”, sin correr riesgos… para que, tam-
bién, disfruten el “placer de dejarse ver”
http://sanfermagazine.com
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PACK DE 25 VÍDEOS
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La caja de pandora
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Con Juancito debutamos juntos. De él fueron los, apenas algo más de, 10
centímetros de carne tiesa embutidos, por vez primera, en mi entrepierna.
Él con 12 añitos, yo 5 meses mayor. Fue una emoción intensa pero fugaz.
Su familia emigraba a otro país. Nos refugiamos los dos bajo un cerezo,
alejado de todo y todos, para compartir un rato, que sospechábamos sería
– no lo fue pero así lo creíamos entonces, el último, a solas.
Así ocurrió, quizás por influjo de las sombras: la del cerezo y la de la sepa-
ración inevitable, nuestra primera aproximación al amor físico. Ninguno de
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los dos tenía para poner en juego más que cariño, anhelo, predisposición y
torpeza. Nos costó varios intentos fallidos la penetración, pero una vez lo-
grada, a medias, cesaron mis quejas. Hubo no poca ansiedad e indecisión
inicial, hasta que poquito a poco pudo entrarme toda la verga, sin protestas
de mi parte y, al cabo de unos cuantos entra y sale conseguimos algo de
sintonía, de ritmo, de compenetración y comenzamos a disfrutar el uno del
otro. A partir de ahí un placer desconocido me inundaba cada vez que se
hundía en mi cuerpo, Yo gemía y suspiraba y, en ese momento, quería que
aquello no terminara jamás pero no tardó en sobrevenir su culminación. Al
sentir el chorro caliente dentro de mí, suspiré con mayor intensidad y con-
traje la conchita como queriendo retener al “intruso”.
A pesar que mi primer orgasmo lo experimenté mucho tiempo después
– con otro - durante años y años recordé, el momento, como glorioso en
nuestras cortas existencias. Un obsequio de despedida sin igual, indeleble,
más perdurable que las fotos que habíamos intercambiado horas antes.
Transcurridas algo más que dos décadas, Juan, regresó. Nos encontramos,
casualmente, en una calle cualquiera de nuestra ciudad. Él casado con dos
hijos, yo casada con tres. Nos sentamos en un bar a tomar un café, actua-
lizarnos y recordar.
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Una semana después, no fue el cerezo que nos cobijó sino un cuarto de
hotel para parejas y, obvio, no hubo torpezas ni intentos fallidos como en
nuestra primera vez.
Nos desnudamos, casi con precipitación diseminando las prendas en el
piso y entramos al recinto cilíndrico de la ducha. Mis tetas, concha y nal-
gas deben haberse convertido en las más limpias del universo, dada la de-
dicación que le dispensó. Por mi parte, no podía creer que Juan tuviese un
“bate” tan duro como el que palpé al jabonarlo, enjuagarlo y manosearlo con
lujuria. Me pareció de buen tamaño, mucho mayor de los algo más de 10 cm
inaugurales y me estremecí imaginándolo dentro de mí. De hecho, en ple-
na acción poco después, me arrancó varias quejas de dolor al embestirme.
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físicamente.
A solas, siento que es duro y me apena ser infiel, pero suena mi celular y:
- Mariana, mi amor ¿Nos vemos? … ¿Cuándo y donde? –
No se me ocurre otra respuesta que:
- Claro, Juancito querido, te lo digo con un mensaje –
Y, tras pergeñar una buena cobertura, allá voy a besarlo, abrazarlo, a hablar
e, indefectiblemente después, a “amasijarme”, en un cuarto de hotel con él.
Llevamos más de cinco meses de encuentros infidelísimos. Creo que fa-
talmente lo nuestro tiene que acabar – hay siete seres queridos perjudica-
dos –
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#Payforyourporn:
El porno también se rebela
contra la piratería 53
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sube sus propios videos en baja calidad, redireccionando tráfico hacia sus
páginas webs de pago y consiguiendo así nuevos usuarios y publicidad. O
simplemente cuelgan un fragmento de sus videos para que el consumidor
se quede con ganas de más. El objetivo final de los tubes es simplemente
dirigir futuros clientes hacia las webs raíz.
De aquí a unos años toda la industria será devorada por MindGeek, dejan-
do poco espacio para la innovación, las nuevas propuestas o las pequeñas
empresas. Así que, si queréis ver porno gratis, ¡mejor descargadlo a través
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de torrents!
Aunque eres muy joven y quizás no has vivido el cambio, ¿cómo ha afecta-
do la piratería y las webs gratis de porno a la industria? Sobre todo, a vues-
tro nivel, al de los actores.
Es curioso que ahora que los actores porno sois más conocidos que nun-
ca y es un oficio que, por fin, se ha normalizado, nadie parezca dispuesto a
pagar por vuestro trabajo.
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¿Crees que la industria del porno es probablemente una de las más afec-
tadas por la piratería y, sin embargo, es de la que menos se habla?
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Blanca Lacasa
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Parte 1 Parte 2
A L I SI S O N E S
A N N DA C I
O M E
REC ARGAS
E S C
YD
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el templo de venus
Graham Ovenden
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En el matrimonio ambos cónyuges eran iguales ante la ley y cada uno dis-
ponía de sus bienes con entera independencia del otro. El matrimonio no
era validado por ceremonias o actos religiosos, aunque sí se realizaban fies-
tas familiares para celebrarlo, es decir, era un acto privado y de claro matiz
económico.
Era un sociedad donde apenas existían tabúes sexuales, con un cierto na-
turismo en sus costumbres, y es que los factores ambientales propiciaba ir
ligeros de ropa o con ropas muy livianas. Los egipcios estarían acostum-
brados a convivir casi desnudos, como ocurre en muchas tribus actuales de
África, cubiertos apenas con una falda y dejando los senos al aire. También
es muy probable que muchos trabajos se realizasen completamente desnu-
dos, ya que podemos encontrar tumbas de casi cualquier época, donde los
campesinos aparecen completamente desnudos realizando su trabajo.
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¿Cómo representaban los egipcios sus propia sexualidad? Pues, como hoy
en día, dependía de su clase social. Las clases altas de una forma más refi-
nada, mientras las clases populares representaban la sexualidad de una for-
ma más natural u “ordinaria”.
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Las clases populares nos han dejado una amplia variedad de testimonios
literarios, en representaciones en grafitos, óstacos y papiros, en objetos
de uso cotidiano. Algunos ejemplos los encontramos en los cuentos del
“Papiro Westcar” o el “Papiro d’ Orbincy, así como en representaciones figu-
radas como el grafito de Wadi Hammamat, o el ostracón del Museo Egipcio
de Turín.
Entre todos estos elementos, no nos podemos olvidar del Papiro Satírico-
Erótico de Turín, el cual se merece una reseña particular, ya que en él, en-
contramos todo un catálogo de posturas acrobáticas para copular.
Para finalizar, esbozaremos varios apuntes sobre temas que creemos que
merecen la pena ser ampliados en futuras entradas:
La homosexualidad era tolerada pero estaba mal vista. Aunque hay poco
documentación sobre este tema.
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creador y motor del cosmos. Además cuenta con numerosas deidades rela-
cionadas directamente con el mundo del sexo como son Atum, Min, Hathor,
Bastis o Sacmis.
Fuentes:
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Double Teamed
Teens
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ojos bien cerrados
10 PELÍCULAS CON MÁS SADO
QUE “50 SOMBRAS DE GREY”
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Mentiras (1999)
Una película surcoreana tremendamente impactante, no sólo en su trama,
sino en su realización, ya que intercala escenas del propio rodaje desde
fuera. La cinta, dirigida por Sun-Woo Jang, retrata la relación de sumisión y
sadomasoquismo que se establece entre un escultor de 38 años y su estu-
diante, una virginal modelo. Una relación a golpes en habitaciones de motel
baratos cuya escena final es profundamente turbadora.
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Secretary (2002)
Maggie Gyllenhaall sale de un hospital mental y empieza a trabajar de se-
cretaria para un abogado (James Spader). Ambos empiezan una relación
BDSM en la que la relación de sumisión entre jefe y empleada acabará inter-
cambiándose y liberando a los personajes.
Crash (1996)
Cronenberg se pone ‘ballardiano’ con esta película sobre un grupo disfun-
cional unido por la excitación que les produce los accidentes de tráfico y
la velocidad. Dolor y sexo en un film oscuro y perturbadoramente erótico.
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Historia de O (1975)
Fue una de esas películas que se veían cruzando los Pirineos y que causó
un gran revuelo social en su estreno. La polémica novela de Pauline Reáge
se adoptó a la gran pantalla bajo la dirección del artífice de Emmanuelle. En
la cinta, una mujer pasa de la liberación sexual que supone adentrarse en
los mundos del sadomaso a la conversión en objeto por parte de multitud
de hombre que la utilizarán una y otra vez.
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3 2010
Hanna y Simon, son una pareja de cuarentones que
vive en Berlín, que han estado juntos durante 20 años,
desarrollan una aventura con Adam, sin saber cada uno
la relación del otro y se enamoran de él. Tampoco sabe
Adam que sus dos amantes son una pareja que acaba
de casarse. Cuando Hanna queda embarazada la pre-
gunta es obvia: ¿quién es el padre? En esta tragicómi-
ca película veremos la verdad sobre la sociedad ale-
mana, a merced de sus sentimientos mezclados, que
finalmente se alejarán o se conviertirán en un trío feliz.
Alléluia 2014
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Fotograf 2015
Historia basada libremente en la vida y el tra-
bajo de Jan Saudek, el fotógrafo checo más co-
nocido internacionalmente. Se convirtió en un
verdadero fenómeno y ha alcanzado una gran
popularidad, exhibiendo sus obras en galerías
y museos.
Kids 1995
Las correrías de un grupo de adolescentes de
Nueva York que consumen drogas y mantie-
nen relaciones sexuales, con el sida planeando
sobre sus cabezas, es una polémica y contun-
dente cinta de diálogos explícitos y estética se-
midocumental. Un filme muy alabado en los cír-
culos independientes del cine estadounidense.
Zipper 2015
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EL NOVENO ARTE
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PRIMEROS PASOS
En 1994 comenzó a trabajar para Marvel Comics. Entre los trabajos más
notables de esta época se encuentran sus aportaciones a la línea 2099 y en
especial su futurístico Doctor Doom, presidente de los Estados Unidos, aun-
que también es reseñable su colaboración en Excalibur y Thor.
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EL ASCENSO A LA POPULARIDAD
Aún inmerso en las series anteriores, creó The Authority en 1999 para DC/
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Wildstorm como producto derivado de Stormwatch, con vía libre para la im-
provisación, y de nuevo con los dibujos de Brian Hitch, con el que trabajara
en el segundo volumen de Stormwatch. Esta serie tuvo un impacto signifi-
cativo sobre todo debido a sus altas dosis de violencia gráfica y su formato
de gran viñeta (Ellis acuñaría el término “cómics de pantalla panorámica”).
Sus personajes adolecían también de una actitud escasamente comprome-
tida, alejada del tópico superheróico.
ÚLTIMOS AÑOS
En 2004 Ellis volvió a los cómics de superhéroes, pero con contratos tem-
porales como en Marvel, donde escribiría para Iron Man y Ultimate Fantastic
Four.
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CLARA 129
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primeros deseos
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Una semana antes leía en una página web el siguiente anuncio: “se buscan
parejas amateurs para rodar una película para adultos. Muy bien remunerado”.
El morbo que afloró en mis entrañas, y más abajo, fue instantáneo. Empecé a
imaginar como mi niña y yo rodábamos ante varios extraños una tórrida es-
cena porno dirigidos por un experto en la materia.
Aquella noche le conté a Eva con el mayor tacto la idea y para gran sorpre-
sa mía le pareció una ocurrencia excelente. Necesitábamos dinero y a los
dos nos provocaba un morbo inmenso aquella fantasía que enseguida nos
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propusimos hacer realidad. El sexo aquella noche fue una ola envolvente de
lujuria desenfrenada que acabó con mi semen, sus flujos y nuestros sudo-
res mezclados sobre nuestros cuerpos. Al día siguiente me puse en “ayunas”.
Hasta la semana siguiente no debía eyacular. Bastaban tres días, pero yo me
autoimpuse ese período. A pesar de lo que podáis pensar nunca nos había-
mos hecho fotos subidas de tono así que le mandé a María varias en la playa,
en las que vestíamos bañador y bikini. Enseguida obtuvimos una respuesta
no sólo afirmativa sino entusiasmada. No somos perfectos ni mucho menos,
éramos el modelo de pareja corriente que buscaba la productora.
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Todo ocurrió muy rápido, no hubo tiempo de recular. Eva se apartó sorpren-
dida para evitar que la salpicara a pesar de comprometerse a recibir mi corri-
da en la cara, pero María con oficio, para no arruinar la escena se hizo con el
control y terminó de sacudir mi polla para recibir varios chorros de esperma
caliente en su boca y sobre su cara. No reprimí mis gemidos y sobresaltos al
notar ese torrente de placer salir de mi y ver como se derramaba toda mi le-
che sobre sus mejillas, labios y cuello. María siguió chupando mi polla, muy
profesional, como una verdadera actriz (en realidad lo era y entonces no lo
sabíamos). Me temblaban las piernas y tuve que sentarme en la cama. Eva me
miraba medio sorprendida medio comprensiva. Apenas habíamos empezado
y acababa de correrme de lo lindo.
A esto siguió un gran enfado del director porque éramos unos ineptos,
poco profesionales que no teníamos idea de nada y que le hacíamos perder
el tiempo. Poco a poco se fue calmando, probablemente porque se le estaba
ocurriendo una nueva idea.
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Una hora después la habitación estaba repleta de gente. Además de los cin-
co ya presentes se sumaron ocho hombres y una mujer (novia de uno de
ellos que venía a mirar). Eran tipos de lo más dispares: jovencitos y maduros,
altos, bajos, gorditos y delgados, peludos y no peludos. Todos venían pagan-
do, lo que reforzaba la condición de puta de mi novia. Se había dispuesto un
plástico en el suelo para no salpicar y las dos mujeres “objeto” del bukakke
estaban desnudas en mitad del círculo formado por ellos. Todos se habían
sorprendido de la presencia de Eva y le decían piropos y guarradas a par-
tes iguales. Nadie sabía que yo era el novio. El rol de las dos chicas debía ser
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totalmente sumiso, “como putitas sedientas de leche”, dijo el dire. María tomó
bajo su tutela a Eva y le recogió el pelo con una goma del pelo después de ha-
cerlo ella misma. Eran profesora y alumna, experta y novata. Se notaba en to-
dos sus movimientos, su actitud. Eva me miró fijamente por última vez antes
de que empezara la sesión y me guiñó un ojo cómplice, un “te quiero”. Uno
de los hombres esparció aceite de masajes sobre los cuerpos de las dos chi-
cas y rápidamente todos tomaron posiciones para manosearlas. La mayoría
de las manos se deslizaban por el cuerpo de María, más turgente y sinuoso,
labrado y varias batallas. Pero otras se decidieron por Eva, ansiosas de carne
nueva. Sus propietarios resultaron ser los que tenían la lengua más larga y le
dedicaban todo tipo de guarradas. Ella prácticamente inmóvil mientras una
mano amasaba sus pequeños pechos –”mmmmm… que ricas estas tetitas de
niña”-, con la otra todos se pajeaban. “qué buena estás zorra”, decía otro mien-
tras sobaba su coño. Una tercera mano hurgaba entre sus nalgas y su due-
ño se relamía diciendo “cómo te petaba el culo, putita”. Eva cerraba los ojos
y los dejaba hacer. María, mucho más experta, tenía ocupada cada mano con
una polla mientras los hombres sobaban sus partes íntimas. Yo contemplaba
la escena con estupor primero y luego con un principio de excitación. Tantas
manos sobre el cuerpo de Eva, esas guarradas en homenaje a su cuerpo me
estaban poniendo cachondo, no lo podía creer.
Eva notó que el que tenía entra manos se iba a correr. Miró de reojo a María
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para ver lo que ella hacía, pero en su lugar se encontró con las directrices del
jefe. “Abre la boca y que se corra ahí”. Eva ofreció su boca abierta de par en
par, ojos cerrados, al desconocido y este se pajeó a toda velocidad para termi-
nar echándole hasta tres chorros de semen, casi todos acertando dentro (al-
gunos restos resbalando por la comisura de sus labios). Pobrecita casi se atra-
ganta, pero aguantó lo suficiente para echarlo en un bol de cristal destinado
a almacenar toda la lefa. La primera corrida pareció subir la calentura general
y otro de los hombres se derramó profusamente sobre las grandes tetas de
María. Ella misma le terminó la paja. Levantó la vista y me pilló pajeándome
junto a ella, mirándola. Me hizo un gesto para que me acercara y arrimó la
carita a mi polla. Acaricié su rostro con ella y luego me la chupó con pasión,
profundamente. Casi me ahogo del gusto. Se metia y sacaba mi falo enhies-
to de la boca y lo volvía a chupar ensalivándolo bien. No pude evitar poner
mis manos sobre su cabeza y guiarla a más velocidad para follarme su boca
prácticamente. Mientras veía como otro hombre se descargaba en grandes
cantidades sobre la cara de mi novia, embardurnándola de leche. Tenía varios
regueros de semen cruzando su cara. Q uería limpiársela, pero el director se
lo negó. Entonces vio como María me relamía la polla y me señaló diciendo
“tú, quiero que me folles”. Nadie podía identificarme como su novio, por lo
que la sorpresa fue general. Comúnmente en estos encuentros no hay pene-
tración vaginal. Obedecí inmediatamente, más cachondo que nunca. La puse
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de pie y la llevé contra una pared. La empujé violentamente y abrí sus pier-
nas como si fuera policía y fuera a realizarle un cacheo. Me apoyé sobre ella
y agarrándola de las caderas con ambas manos le hinqué mi rabo con ganas.
Soltó un grito de placer. Su coño estaba empapado, ardiendo, deseoso de te-
nerme por fin dentro. Me puse a follarla a lo bestia, deseoso de rellenarla de
esperma, como a un bollito de crema. Mis embestidas casi la levantaban del
suelo, ella estaba de puntillas. “Síi, puta, así…que zorra eres, te voy a llenar de
leche, putaaa”, le decía mientras notaba como el orgasmo se apoderaba de
ella. Oíamos coros de ánimo a nuestras espaldas, la cámara no perdía detalle
y de reojo pude ver como María, de rodillas en el suelo cubierta de leche se
masturbaba ansiosa. Aún tenía en la boca la polla de uno de los sementales
que no tardó en llenarle el pelo, la oreja y la mejilla de lefa. Los demás esta-
ban a nuestro alrededor, uno muy cerca pajeándose con violencia a punto de
correrse. Finalmente lo hizo, rozando su polla contra el muslo en tensión de
Eva y dejando allí un sendero de semen. Mi niña se estaba viniendo otra vez
y yo notaba las contracciones de su coñito abrazando mi pene erecto. Me iba
a correr. “Zorra, aquí viene tu lechita”. “Ah sí, damela toda, por favor!!”, dijo ella.
El dire me pidió que lo hiciera fuera, que se viera, y esta vez le hice caso. Me
aparté justo a tiempo para agarrar con fuerza la base de la polla y lanzar va-
rios chorros de semen sobre el precioso culito de mi niña y su espalda, ter-
minando de exprimir las últimas gotas al tiempo que las restregaba entre sus
nalgas con mi rabo como pincel. Ella se quedó quieta en esa postura, inclina-
da sobre la pared, recuperando la respiración. Aún quedaba un último tio en
correrse, y pretendía hacerlo sobre Eva, pero María se adelantó y cogió su po-
lla entre sus manos para hacerlo terminar en segundos sobre el suelo.
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Woodman Casting X
Desde 1997 la serie Casting X en la
que el mismo Pierre u otro actor con-
tratado ponen a prueba a jóvenes as-
pirantes a actriz porno, mayormen-
te europeas. Se trata de la franquicia
más vendida en toda la historia del
cine X. Gracias a esta serie de Pierre
Woodman debemos grandes descu-
brimientos del porno europeo como
Silvia Saint, Tania Russof, Anita Blond,
Dora Venter o Nessa Devil.
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142
LASCIVIA
backroom
castingcouch
Su nombre es (según) Eric Whitaker
y de su pagina quizá lo que más asom-
bra sea el hecho de que la mayoría
de las jóvenes que participan en esta
página nunca han sido vistas en otra
parte y que nunca más sean vistas, en
una industria que esta habida de ros-
tros frescos nos regala un ONE SHOT
verdadero lo cual le brinda un mor-
bo muy especial al trato que este ca-
ballero dispensa a las jovencitas, sus
expresiones son lo mejor de la red y
sus caras al ser penetradas de dife-
rentes formas especialmente cuando
les rompe el culo son una joya.
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Maestros del Comix
LASCIVIA
TUTEO
144
LASCIVIA
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el trazo erotico
Rob Hooper:
flamingpencildotcom
Guapas y Calientes
LASCIVIA
la bella y la bestia
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LASCIVIA
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zoo
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198
LASCIVIA
Yo a esa edad pensaba que como era posible que esas cosas le pudieran
entrar a una en ese hoyito, no lo concebía, me decía que era imposible, que
el sexo era de otra manera, hasta que un día buscando entre las cosas de
mis padres encontré, lo que para mi fue mi despertar mento genital, un VHS
pornográfico, en ese momento no sabia de que se trataba.
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LASCIVIA
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LASCIVIA
de un salto subió a la cama y me empezó a ver, allí tan cerca me pude per-
catar de su enorme pene, era grande de verdad, se lo lamió, yo tenia miedo
de mis pensamientos y de las reacciones del perro, se lo lamia esperando a
que yo hiciera algo, me subió una de sus enormes patas a mis músculos y
empezó a hacer los movimientos de penetración que les hacen a sus hem-
bras, allí se le salio todo del capuchón y no se porque se lo toque, era pega-
joso y al contacto de mi mano como que lo irrito y se lo lamió.
Sin mostrar interés y disimuladamente, abrí mis piernas para ver que ha-
cia y empezó a olfatear mis piernas hasta que llego a mi entrepierna, allí se
quedo olfateando, buscando no se de que, con su cabeza separo mis mus-
los y empezó a lamer encima del panty, que gozo, que placer el que me
brindaba su lengua áspera y húmeda, en un momento me quite mis pantys
y le deje todo mi sexo a su sabor y antojo, me lamia, me abría mis labios va-
ginales, me separaba con su lengua mis vellos, sentí deseos de orinar y allí
me vine, era la segunda vez en mi vida que había sentido esa sensación,
esos espasmos anales y vaginales, era mi orgasmos.
Eran apenas 14 años y en pocos meses, siendo virgen, estaba teniendo pla-
ceres eróticos, cuantas chicas de mi edad, solo se masturbaban o ni siquiera
a eso llegaban y yo me sentía a veces bien a veces mal, era una sensación
extraña.
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LASCIVIA
Mi joven mente estaba excitada a que esa noche sucediera algo, tomamos
una leche caliente y allí estaba hecha el perro, esperando no se que, nos
pusimos haber TV, respirábamos ambas profundamente, nerviosas, espe-
rando que alguna tomara la iniciativa, me dormí con esos pensamientos, el
día para ambas había sido agitado, no se que horas eran cuando sentí que
alguien hurgaba entre mis pantys, era ella, me hice la dormida y la deje es-
tar, me acomodo de tal manera que me empezó a meter el dedo entre mis
labios vaginales, me olía mi sexo poco a poco me fue abriendo mis pier-
nas hasta lograr una posición cómoda, por una de mis mangas me metió el
dedo, pero me lastimo y mejor desperté.
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LASCIVIA
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LASCIVIA
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LASCIVIA
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No 17 Mar 2016