Primeras Civilizaciones de América

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HPC 2 Historia de los Procesos Culturales 2

Prof. Jorge Fabian Zubia Schultheis

Civilizaciones amerindias
Los pueblos que habitaban América antes de la conquista europea tenían diversas formas de
organización política, social y económica: algunos habían desarrollado sociedades urbanas
complejas que conformaron en algunos casos estados imperiales, y otros, con una agricultura muy
rudimentaria, seguían viviendo de la caza y la recolección. Los aztecas y los mayas, en América
Central, y los incas, en la región andina, se encuadran dentro del primer grupo.

Estas tres civilizaciones contaban con una organización social fuertemente jerarquizada: los
guerreros y los sacerdotes, una minoría, conformaban el grupo privilegiado y ejercían el gobierno;
el resto de la población, formado por campesinos y trabajadores urbanos, estaba obligado a pagar
cuantiosos tributos. En lo que respecta a la organización política, estas sociedades estaban
gobernadas por fuertes estados teocráticos, llamados así porque toda la autoridad residía en los
sacerdotes y porque el jefe del Estado era considerado un dios.

Las culturas amerindias presentan una gran variedad de características. La lengua, la vestimenta y
las costumbres varían de una cultura a otra. Esto se debe a lo extenso de su distribución y a las
adaptaciones a las distintas regiones de América. Aunque los aztecas e incas formaron civilizaciones
extensas y ricas, la vestidura de ambos dependía mucho del clima de sus tierras. En Mesoamérica,
donde el clima es más cálido, solían usar menos vestimenta que los habitantes de los Andes.
Igualmente hay características culturales comunes entre la mayoría de los amerindios.

Tecnología

La limitada distribución de animales de carga disponibles para la domesticación sin duda es uno de
los factores que dificultó el transporte en América antes del a llegada de los europeos. Además la
configuración del continente orientado según el eje norte-sur dificultaba la difusión de ciertos
cultivos al variar el clima mucho con la latitud.

A la llegada de los europeos la metalurgia era de uso limitado y contaba con poca difusión.
Prácticamente todas las sociedades americanas de la época precolombina se valían de herramientas
de piedra.

En algunos aspectos particulares las civilizaciones americanas lograron importantes éxitos. En


Mesoamérica el conocimiento del calendario y la astronomía había alcanzado niveles de desarrollo
notables. En cuanto a la agricultura los aztecas usaron sistemas de agricultura intensiva basados en
chinampas con producciones totales de alimento por hectárea probablemente muy superiores a la de
otros lugares del planeta. Incluso algunos de los cultivos americanos eran especialmente
productivos, el maíz cuando fue llevado a China por ejemplo resolvió en gran parte el problema del
hambre y fue un cofactor responsable de la explosión demográfica de esa área geográfica hacia el
siglo XVIII. Al igual que el maíz, la papa resolvió los períodos de hambruna cíclica en Europa a
partir del siglo XVIII.

Agricultura

En el curso de mil años, una gran cantidad de especies de plantas fueron domesticadas y cultivadas
en el continente americano. Se calcula que más de la mitad de la producción de cultivos del mundo
procede de plantas inicialmente desarrolladas por los amerindios. Un gran número de estos
productos agrícolas aún mantienen sus nombres adaptados de la palabra provenientes del náhuatl o
del quechua. Entre las técnicas agrícolas desarrolladas por los amerindios se encuentran la milpa
mesoamericana o el cultivo en andenes. También desarrollaron distintos sistemas de riego.

Una lista parcial de los cultivos de origen americano utilizados en la gastronomía mundial incluye:

Maíz o choclo (Zea mays)


Calabaza o zapallo (Cucurbita)
Frijol, judía o poroto (Phaseolus vulgaris)
Tomate o jitomate (Solanum lycopersicum)
Papa o patata (Solanum tuberosum)
Boniato (Ipomoea batatas)
Aguacate o palta (Persea americana)
Cacahuate, cacahuete o maní (Arachis hypogaea)
Cacao (Theobroma cacao)
Vainilla (Vanilla)
Piña o ananá (Ananas comosus)
Yuca o mandioca (Manihot esculenta)
Chile, ají o pimiento (Capsicum spp.)
Pimienta de Jamaica (Pimenta dioica)
Papaya o mamón (Carica papaya)
Guayaba (Psidium)
Amaranto (Amaranthus spp.)
Quinua o quínoa (Quinoa)
Chirimoya (Annona cherimola
Zapote (Pouteria sapota)
Verbena (Verbena)
Stevia (Stevia)
Yerba mate (Ilex paraguariensis)

Ciudades mayas

La antigua civilización maya se extendía por los países de Guatemala, Belice, El Salvador, la parte
occidental de Honduras y los cinco estados mexicanos de Yucatán, Quintana Roo, Tabasco,
Campeche, y Chiapas.

Durante el periodo formativo, hacia el 2000 a.C., se inició el desarrollo de la agricultura y la


población se hizo sedentaria estableciéndose en las primeras aldeas. En el período Preclásico (c.
2000 a.C. hasta 250 d.C.) se desarrollaron las primeras sociedades complejas y se cultivaron los
alimentos básicos de la dieta maya: el maíz, el frijol, la calabaza y el chile. Las primeras ciudades
mayas se desarrollaron en torno a 750 a.C. Alrededor de 500 a.C. estas ciudades poseían una
arquitectura monumental, incluyendo grandes templos que eran pintados de rojo. La escritura glífica
se utilizó desde el siglo III a.C. En este período se desarrolló un gran número de ciudades-estado
vinculadas entre sí por una compleja red de comercio. Surgieron dos grandes ciudades rivales, Tikal
y Calakmul. Se produjo la intervención de la ciudad de Teotihuacan en la política de las ciudades
mayas.

No constituyeron un estado único sino que se organizaron en varias ciudades-estado independientes.


Estas ciudades compartían las mismas creencias y eran gobernadas por sacerdotes cuyo poder
provenía de sus conocimientos en astronomía, matemáticas y numerología. Descubrieron el valor
del cero y eran capaces de predecir eclipses; también desarrollaron un sistema sofisticado de
calendario.
En el siglo IX, se produjo un colapso político general en la región central maya, que originó guerras
internas, el abandono de las ciudades, y un desplazamiento poblacional hacia el norte. Durante el
período Posclásico surgió Chichén Itzá en la península de Yucatán. La última ciudad maya fue
conquistada en 1697.

La ciudad maya de Tikal

Tras la caída de la capital azteca, Tenochtitlán, en 1521, Hernán Cortés mandó a Pedro de Alvarado
a Guatemala con una caballería de 180 hombres montados, una infantería de 300 soldados, 4
cañones y miles de guerreros aliados del centro de México. Alvarado conquistó Q'umarkaj (capital
del reino quiché) en 1524. Poco después, los españoles fueron invitados como aliados en Iximché,
la ciudad capital del reino kaqchikel. Las buenas relaciones no duraron debido a las excesivas
demandas tributarias en oro de parte de los españoles, y la ciudad fue abandonada unos meses más
tarde. Francisco de Montejo lanzó una larga serie de campañas contra las ciudades mayas de la
península de Yucatán en 1527, y finalmente completaron la conquista de la parte norte de la
península en 1546. Solo los reinos mayas de la cuenca del Petén permanecieron independientes. En
1697, Martín de Urzúa lanzó un asalto contra la capital itzá, Nojpetén, que culminó en la caída de la
última ciudad maya independiente.

Hay centenares de ruinas de ciudades mayas, entre los que cabe destacar: Copán, Tikal, Palenque y
Uaxactún.

El Imperio azteca

Los aztecas se establecieron en el valle de México a principios del siglo XIV. En 1325 fundaron su
capital, Tenochtitlán, sobre la que se asienta la actual ciudad de México. Tenochtitlán era una ciudad
amurallada, con canales y jardines flotantes, y ubicada en la zona del lago Texcoco. Grandes
conocedores de la astronomía, la medicina y la escritura, la mayoría de la población no tenía acceso
al saber, reservado exclusivamente a los sacerdotes. De hecho, la religión formaba parte de cada
momento de la vida de este pueblo, que tenía en Quetzacoatl, conocido como la serpiente
emplumada, su dios más importante.

Tenochtitlan

Formalmente, estaba integrada por los dominios de la Alianza de «los tres lugares donde se dan
órdenes» (Ēxcān Tlahtolōyān), conformada por Texcoco, Tlacopan y Tenochtitlan (actual México).
Realmente el poder lo ejercía el rey de Tenochtitlan llamado tlaltecuhtli (en náhuatl: “el señor de la
tierra”).

La expansión del imperio azteca se produjo luego de la derrota de Azcapotzalco, hasta entonces
capital del imperio tepaneca, que gobernaba en el valle de México. Esta ciudad fue vencida por la
alianza de mexicas y acolhuas, hasta entonces ellos mismos vasallos de los tepanecas, en 1430. A
partir de entonces, los territorios del Imperio azteca se fueron ampliando hasta llegar a ocupar el
centro de México, la zona central de Oaxaca y la costa del golfo de México. El fin del Imperio
azteca ocurrió el 13 de agosto de 1521, cuando los españoles —en alianza con los tlaxcaltecas y
totonacas, entre otros pueblos— derrotaron la resistencia mexica o azteca en Tenochtitlan.

El Imperio del Inca

El Imperio del Inca fue el estado con el dominio más extenso en la historia de América anterior a la
llegada de los europeos. Abarcó desde las sierras meridionales de la actual Colombia hasta el norte
de Chile y Argentina, y desde la costa de Perú y Ecuador hasta el este de los bosques del río
Amazonas y las alturas bolivianas.

Establecieron la capital de su imperio en la ciudad de Cuzco, situada en un valle a 3400 metros de


altitud sobre el nivel del mar. Cerca de ésta, erigida sobre la cúspide de una montaña entre dos picos
de los Andes, se encuentra Machu Pichu, ciudadela andina construida con fines religiosos y
militares.

Al frente del imperio, que ellos llamaban Tahuantinsuyo (del quechua Tawantinsuyu, «las cuatro
regiones o partes»), estaba el Inca, y las zonas conquistadas estaban dirigidas por los curacas o
gobernadores de provincia. Al período de gobierno del Inca se le conoce como incanato.

Fortaleza de Cuzco

Los orígenes del imperio se remontan a la victoria de las etnias cuzqueñas (Región Sur del actual
Perú), lideradas por Pachacutec, frente a la confederación de estados chancas en 1438.

Luego de la victoria, el curacazgo incaico


fue reorganizado por Pachacutec, con quien
el Imperio incaico inició una etapa de
continua expansión. Durante los 33 años del
incanato de Pachacutec, el estado incaico se
convirtió en un poderoso imperio
extendiéndose por el sur hasta el norte de
Chile y Argentina.

Esta expansión continuó con su hermano


Cápac Yupanqui, luego con el décimo inca
Túpac Yupanqui, y finalmente con el
undécimo inca Huayna Cápac, quien
consolidó los territorios. En esta etapa la
civilización incaica logró la máxima
expansión de su cultura, tecnología y
ciencia, así como la aculturización de los
pueblos conquistados.

Luego de este periodo de apogeo el imperio


entró en declive por diversos problemas,
siendo el principal la confrontación por el
trono entre los hijos de Huayna Cápac. Los hermanos Huáscar y Atahualpa se enfrentaron en una
guerra civil. Atahualpa venciò a su medio hermano en 1532. Sin embargo su ascenso al poder
coincidió con el arribo de las tropas españolas al mando de Francisco Pizarro, que capturaron al
inca y luego lo ejecutaron. Con la muerte de Atahualpa en 1533 culminó el Imperio incaico. Sin
embargo, un grupo de nobles continuaron gobernando un estado en las montañas. Estos monarcas
fueron conocidos como los «Incas de Vilcabamba». Lograron mantener su independencia hasta
1572, cuando Túpac Amaru fue capturado y decapitado.

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