2-Identificacion de La Maquina - Maq. Esc. Convencional

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Identificación de la máquina de escribir

Consumado un hecho delictivo en el que se vea involucrado un escrito mecanográfico y en el que se


requiera encontrar la procedencia del mismo, una de las determinaciones que pueden hacerse es la de
hallar la máquina utilizada para realizar el texto mecanográfico. Esto, en principio, podría ser de gran
utilidad para dar con la persona que ha confeccionado ese escrito (aunque esto se debe determinar a través
de otra pericia completamente diferente).

Fundamento
Es necesario volver sobre el concepto de identidad, denominando así a la cualidad o la condición de
todo ser o toda cosa de ser y permanecer igual a sí mismo y distinto a los demás, en todo tiempo y lugar.
También podemos definirla como al conjunto de características que hacen que un ser o una cosa sea y
permanezca igual a sí mismo y distinto a los demás, en todo tiempo y en todo lugar.

Sabemos que esto determina el Principio de Identidad o de Mismidad, el cual establece características
de invariabilidad y de diferenciación de un ser o de una cosa, permitiendo que sea fijado en el tiempo y
reconocerlo a través de un cotejo o confronte.

¿Por qué esto es posible en el caso de las máquinas de escribir convencionales a canasta portatipos?

Los componentes de toda máquina se fabricaban y fabrican en serie. De dicha fabricación cada una
de las piezas, al tener contacto con aquellas herramientas, instrumentos o moldes que le dan forma y las
perfeccionan, irán adquiriendo características de fabricación (a las cuales denominamos características
congénitas).

Si una herramienta de corte, golpe o fricción actuara sobre la superficie de una futura pieza, dejará en
ellas características propias de su accionar, así como también puede dejar particularidades propias de la
herramienta en cuestión. Lo mismo sucedería con aquellos elementos que se fabriquen por moldeo,
adoptando la forma y algunas de las características más sobresalientes de dicho molde.

Si agregamos el hecho de que las herramientas de fabricación puedan llegar a desgastarse por el uso,
podemos llegar a pensar que dicha herramienta quizás no deje exactamente las mismas características en
la pieza sobre la que está trabajando, a comparación de las dejadas en la pieza anterior o de las que
dejará en la pieza posterior.

Se suman además aquellas características de fabricación producidas por el obrar de toda persona que
deba pulir o corregir imperfecciones de forma manual. Estas imperfecciones podían llegar a estar en la
cremallera, las ruedas dentadas, los puentes que unían las teclas con las palancas portatipos, los caracteres
en relieve, el vástago de la estrella de la palanca de interlineado, etc. Ciertas piezas requerían ser limadas,
emparejadas o incluso enderezadas.
El armado de este tipo de máquinas también debía de hacerse forma manual, sobre todo al momento de
tener que colocar cada una de las barras portatipos en la canasta. Pese a la meticulosidad que requiere esta
tarea y aun cuando se hagan muchos controles de calidad, el factor humano introduce pequeñas variantes
que hacen que esa máquina no tenga las mismas características que las demás.

Por si fuera poco, el uso (o mal uso) de la máquina de escribir también puede involucrar desgastes o
alteraciones en sus piezas. La falta o el exceso de limpieza, el mucho o poco cuidado que se tenga sobre
la máquina, y el mucho o poco uso de ella, pueden agregarle particularidades a una máquina de escribir,
modificar otras que ya estén presentes, o incluso eliminarlas (si por ejemplo alguna pieza se cambia al
reparar el máquina). A estas características las denominados características adquiridas por el uso o mal
uso.

Todo este conjunto determina la personalidad de la máquina de escribir, la cual (por principio) es
única, solo igual a sí misma y diferente a todas las demás (en un lugar y un momento determinado).

Posibles interrogantes periciales


 Determinar si dos o más escritos dubitados fueron confeccionados por una misma máquina.

En este caso nos darán escritos mecanográficos que debemos establecer si provienen de una
misma y única máquina. Dado que no nos están preguntando cuál es la máquina que los hizo,
solo si fue la misma, el estudio se limita a hacer una comparación entre las características de
ambos escritos.

 Determinar si un escrito dubitado (o más de uno) fue confeccionado con la máquina de escribir
involucrada.

En este caso tendremos material dubitado y tendremos que establecer si la máquina sospechosa
fue la usada para realizar ese escrito (es decir que nos es posible contar con la máquina
involucrada). También puede suceder que haya más de una máquina sospechada y debamos
determinar cuál de todas fue la autora de aquello que constituye el material dubitado.

Otra variante (no tan común) sería la de tener que establecer cuál de todos los escritos
dubitados fue redactado por la máquina aportada para estudio.

Para todos estos casos necesitaremos un Cuerpo de escritura mecanográfico de la/s máquina/s
involucrada/s.

En otras palabras, las pericias que giren en torno a la identificación de la máquina se pueden llevar a
cabo contando con los siguientes elementos:

 El texto mecanográfico cuestionado (dubitado) y la/s máquina/s de escribir


sospechada/s.
 El texto mecanográfico cuestionado y el o los cuerpos de escrituras de la/s máquina/s de
escribir sospechada/s.

 Dos o más textos mecanografiados, los cuales pueden tener todos el carácter de
dubitados (ya que no sabemos cuál es la máquina que los elaboró), o pueden incluir textos
indubitados (textos que, sin ser cuerpos de escrituras mecanográficos, se sabe con certeza
que fueron hechos con determinada máquina).

Cuerpo de escritura mecanográfico:

Este requisito no es otra cosa que un texto mecanográfico indubitado (dado que se conoce cuál es la
máquina que lo va a elaborar) que permitirá el confronte con el material dubitado. Para que pueda ofrecer
resultados satisfactorios, debe guardar una forma predeterminada.

Se coloca una hoja de papel en la máquina (para lo cual se deberá liberar la palanca sujeta-papel) y se
acomoda debidamente. Luego se procede a fijar la posición del soporte utilizando nuevamente la palanca
mencionada.

Dicho cuerpo se conforma con la reproducción completa del teclado y los caracteres que las teclas
representan (letras, números y signos gráficos). Esto usualmente se hace dos veces. En cuanto a las letras,
se estampan en mayúscula y luego en minúscula.

Esto lo hacemos para asegurarnos de que podemos contar con la impresión de todos los caracteres en
ambas posibilidades (minúsculas-mayúsculas y números-signos gráficos).

Para una correcta ejecución que hará más fácil su estudio, se debe presionar la tecla de conmutación
que fija las mayúsculas y, dejando uno o dos espacios entre caracter y caracter, se deben presionar todas
las teclas de izquierda a derecha y de arriba abajo, formando columnas.

Luego, al presionar otra vez la tecla conmutadora, se vuelve a las minúsculas y se repite el
procedimiento

Ejemplo de cuerpo de escritura mecanográfico


Imagen obtenida del libro “Escrituras Manuales y Mecánicas” de Juan C. Alegretti
A continuación se transcribe el texto dubitado, tal y como está. En caso de que exista algún
impedimento para poder copiar ese texto (por no tenerlo de momento y no poder esperar hasta recibirlo),
se puede hacer otro cualquiera. Lo ideal es que sea el mismo, ya que de lo contrario quizás haya
características que no se perciban de la misma manera.

En dicho cuerpo (y empleando la misma máquina) se debe dejar constancia de: la marca y modelo de
la máquina de escribir, el número de serie de la misma (el cual hay que buscarlo estampado en alguna de
las piezas de la máquina) y la fecha en que se realiza.

Número de serie estampado en la máquina (en este caso, debajo del carro)

Por ejemplo:

En la Ciudad de Buenos Aires, hoy día 29/06/2020, se procede a confeccionar el presente cuerpo de
escritura con la máquina de escribir marca “Olivetti”, modelo “Lettera 22”, Nº de serie 876543.

Pasos metodológicos

Para poder responder este tipo de interrogantes periciales se hace necesario llevar a cabo un estudio
que consta de una etapa extrínseca y una intrínseca.
Examen Extrínseco:

 Determinación del Paso Mecánico

 Determinación del Diseño Tipográfico

Examen Intrínseco:

 Determinación de las Características Intrínsecas (congénitas y adquiridas)

Examen Extrínseco:
 Determinación del paso mecánico

Para entender qué es lo que se observa en esta etapa del extrínseco, debemos definir lo que es el
paso o escape en estas máquinas de escribir.

Paso o Escape: es el espacio o la distancia que recorre el carro de una máquina de escribir cada
vez que es accionada una tecla representativa de una letra, número o signo gráfico, o la barra
espaciadora, con excepción de las que no producen movimiento alguno (la diéresis y la tilde), y de las
que lo hacen en forma múltiple (como el tabulador).

Es decir, es la distancia en la que se mueve el carro cada vez que se oprima una tecla que produzca
movimiento simple, excluyendo las que produzcan movimiento múltiple o que sean teclas muertas.

Este espacio o desplazamiento se produce por el movimiento transmitido a la barra de escape, la


que hace soltar un diente de la estrella del mecanismo de movimiento, enganchándola con el siguiente,
actuando sobre la cremallera del carro y moviéndolo un espacio determinado, el que (como vimos) en
este tipo de máquinas de escribir convencionales a canasta portatipos, es siempre igual y constante.

Es decir que, si quisiéramos definir al paso para este tipo de máquinas deberíamos decir que…

Paso o Escape: es el espacio o la distancia CONSTANTE que recorre el carro de una máquina de
escribir cada vez que es accionada una tecla representativa de una letra, número o signo gráfico, o la
barra espaciadora, con excepción de las que no producen movimiento alguno (la diéresis y la tilde), y
de las que lo hacen en forma múltiple (como el tabulador).

Cabe señalar que los pasos mecánicos más comunes son: 2,12 mm; 2,23 mm; 2,30 mm; 2,54 mm;
2,60 mm.

Otros pasos que fueron muy usados en nuestro país y que pueden mencionarse son: 2,00 mm; 2,10
mm; 2,17 mm; 2,20 mm; 2,25 mm; 2,50 mm; 2,52 mm; 2,82 mm.

Finalmente, otros no tan comunes: 1,30 mm; 1,50 mm; 1,56 mm; 1,57 mm; 1,80 mm; 2,09 mm;
2,19 mm; 2,36 mm; 2,67 mm; 2,68 mm; 2,70 mm; 2,75 mm; 2,80 mm; 3,00 mm; 3,60 mm; 4,00 mm; y
4,23 mm.
Durante este paso metodológico debemos medir y conocer esa distancia (lo que nos hace determinar
cuál es el paso mecánico de la máquina de escribir). Para determinar el paso mecánico podemos
recurrir a dos metodologías: mediante plantillas especiales, o haciendo mediciones con una regla o
escuadra y a través de un posterior cálculo matemático.

Si se tiene la máquina también podría ser medido a partir de la mensura del desplazamiento del
carro al presionar una tecla de movimiento simple, pero esto en ocasiones puede resultar difícil y poco
práctico.

Determinación del paso mecánico mediante el uso de plantillas transparentes:

Las plantillas pueden ser de vidrio o estar hechas a partir de un celuloide que no sea pasible de
distenderse o contraerse por la acción del calor, el frío, o la humedad. Contienen diferentes medidas
correspondientes a distintos pasos mecánicos, marcando la distancia en cada uno con una serie de
cuadrículas. La plantilla se coloca encima del escrito, y al superponerse sobre el texto en cuestión se
puede establecer rápidamente el paso al corroborar si todos los caracteres entran perfectamente en
dichas cuadrículas.

Imagen obtenida del libro “Escrituras Manuales y Mecánicas” de Juan C. Alegretti


Plantilla colocada sobre el escrito mecanográfico. Nótese como todos los caracteres están perfectamente encolumnados por
las líneas verticales.
Imagen obtenida del “Tratado de documentoscopia” de Del Picchia, La Rocca, Bs. As. 1993

Determinación del paso mecánico en forma manual:

Para esto requerimos hacer una medición precisa, por lo que requeriremos de instrumental métrico
adecuado. También puede ser de utilidad una lupa o lente de cierto aumento que nos permita trabajar
con mayor rigurosidad.

Se debe tomar un renglón escritural, preferentemente largo (uno muy corto puede provocar
resultados que no beneficien la determinación).

En dicho renglón se deben buscar dos letras, números o signos gráficos iguales, que estén lo más
alojados posibles.

Habiendo hecho esta elección, se debe tomar un punto en particular en esos caracteres (el mismo
para ambos) y medir en milímetros la distancia que hay entre esos dos puntos tomados.

Debe haber cierta rigurosidad en esta medición, motivo por el cual se puede usar una lupa para estar
seguro de que se está posicionando bien la regla. Si se eligen letras que tengan trazos verticales,
colocar el 0 de la regla o escuadra en dicho trazo puede facilitar la medición.
Tras haber tomado nota de esa medición, se debe a continuación contar la cantidad de caracteres y
espacios que hay entre los puntos tomados. En otras palabras, estaríamos contando la cantidad de veces
que el carro se movió para la elaboración de ese tramo del renglón.

Ya que nos interesa la cantidad de desplazamientos del carro partiendo desde cierto punto, solo nos
interesa tener en consideración uno de los caracteres tomados como referencia. Para facilitar esto y
evitar confusiones, se suele incluir a ambos en la cuenta, para luego restarle 1 al total.

En la imagen anterior se busca graficar que, luego de estampar la primer letra “n”, el carro se
desplazó 52 veces luego de estampar la última letra “n”.

Posteriormente debemos dividir la medición obtenida por la cantidad de movimientos del carro que
hemos contado (es decir, la cantidad de caracteres y espacios).

El resultado debemos considerarlo en milímetros, y considerar además dos decimales. Este sería el
paso mecánico obtenido en ese renglón tomado.

Ejemplo: 132/52= 2,5384

Teniendo en cuenta que el paso de la máquina usada en este ejemplo es de 2,54 mm

Esto debe ser corroborado en el resto de los renglones, ya que un solo resultado no basta para poder
establecer el paso fehacientemente. Por ello se debe repetir el procedimiento en varios renglones
(mínimo 10, a no ser que el escrito no presente esa extensión, lo que obligaría a trabajar con lo poco
que se tenga y luego usar el criterio para decidir si el resultado es categórico). Todos los resultados
obtenidos se suman y se divide por la cantidad de renglones tomados (o sea, sacamos un promedio).

Puede suceder que el resultado final no coincida con valores exactos de los pasos que existen. Esto
puede suceder por desgastes mecánicos de ciertas piezas de las máquinas; también por errores, por
inexactitudes inevitables ocurridas durante la medición, o por estar estudiando renglones muy cortos.

En aquellos casos donde consigamos valores muy aproximados, como por ejemplo 2,49 mm, no
habrán muchos inconvenientes para atribuirlo a un paso que exista, como lo sería el 2,50 mm, dejando
constancia de que (por no existir un paso que sea 2,49 mm) se lo adecua al que corresponde.

El inconveniente puede presentarse si obtuviéramos un paso de 2,51 mm, teniendo en cuenta que
existe el 2,50 mm y el 2,52 mm. En casos así, se puede repetir el estudio tomando otros caracteres o
incluyendo más renglones escriturales al procedimiento. Si persistiera la incógnita aun luego de haber
agotado todas las posibilidades, deberán considerarse ambos pasos como los posibles, no pudiendo
descartar uno de ellos.

Determinado el paso mecánico de los escritos mecanográficos se procede a comparar los resultados.
Debido a que en este tipo de máquinas la distancia en la que se mueve el carro es siempre constante,
que se presenten diferencias en el paso mecánico constituye una base sólida para asegurar
categóricamente que no se trata de la misma máquina de escribir. Si esto sucediera, es innecesario
seguir adelante con las demás etapas del método.

En ocasiones la diferencia del paso puede ser muy evidente, ya que esto estará relacionado con el
tamaño de los caracteres (aquellos que sean más grandes requieren mayor espacio para la escritura, por
lo que el carro deberá moverse una mayor distancia).

Si por el contrario hubiera coincidencias en cuanto al paso mecánico, no se estaría en condiciones


de dar por finalizada la pericia, ya que dos máquinas diferentes pueden tener el mismo tamaño de paso
mecánico.

 Determinación del diseño tipográfico

Esta determinación puede hacerse antes o después de la determinación del paso, dependiendo de si
hay o no diferencias notables y evidentes que hicieran innecesario llevar adelante otra etapa del
método. En otras palabras, si de una primera observación efectuada sobre el material dubitado e
indubitado se determina que el diseño de ambos escritos no es el mismo, no será necesario obtener el
paso mecánico, y de este modo finalizará el estudio requerido.

Las diferentes conformaciones que presentan los caracteres alfanuméricos y signos configuran
diferentes estilos y modelos. Las letras, números y signos pueden ser más rectos, curvos, redondeados,
pueden tener o no serif, etc.

Serif
Imágenes obtenidas del libro “Escrituras Manuales y Mecánicas” de Juan C. Alegretti

Dado que el caracter está grabado en relieve en los extremos de las palancas portatipos, a no ser que
las palancas se quiten y se reemplacen por otras (lo cual implica una tarea no tan sencilla porque
además de contar con otras palancas que puedan colocarse en la máquina, la cuestión demanda un
desarme, quite de piezas, reemplazo de otras y un rearmado que puede poner en riesgo el correcto
funcionamiento de la máquina), el diseño tipográfico de una máquina de escribir convencional a
canasta portatipos será siempre el mismo.

Puede suceder que los caracteres grabados en relieve en el tipo sufran desgastes o roturas, alterando
la morfología y dificultando de alguna manera la comparación de los diseños. Lo conveniente es
asegurarse observando aquellos caracteres que presenten mayores peculiaridades y no basarse solo en
uno.

Al igual que sucedía con la determinación del paso mecánico, encontrar similitudes o coincidencias
en el diseño no es suficiente para dar por acabado el asunto (dos máquinas de escribir diferentes
pueden presentar el mismo diseño tipográfico), por lo que se deberán evaluar las otras etapas del
método.

Si tanto la determinación del paso como la determinación del diseño arrojaran similitudes, se deberá
proceder con el Análisis Intrínseco.

Examen Intrínseco:

 Determinación de las Características Intrínsecas (congénitas y adquiridas)

El tamaño de los componentes, la forma, el material constitutivo, la interacción con el resto de las
piezas, las irregularidades que posea, los cambios o alteraciones que pueda ir sufriendo a lo largo del
tiempo, los arreglos que sufra, los defectos o desperfectos, etc., todo esto puede ser considerado como
elementos que configuren la personalidad de una máquina de escribir. Estas características particulares
(tal y como se especificó) pueden originarse a partir del proceso de fabricación de la máquina o surgir
a causa del uso o mal uso.

Dentro de todo el amplio espectro de características identificativas que puede presentar una
máquina de escribir, por obvias razones debemos centrar nuestra atención en aquellas que puedan ser
plasmadas y evidenciadas en el papel.
Por poner un ejemplo: si acaso la palanca de interlineado faltara, esto en principio podría ser
considerado como algo particular de esa máquina, y en principio algo como esto podría impedir que el
dactilógrafo lograra producir el movimiento necesario del rodillo para pasar el renglón siguiente…o así
sería si no pudiera hacer girar el rodillo a través de las perillas, de forma que se pueda reemplazar la
función de dicha palanca faltante. Con esto queremos decir que, por muchas particularidades que
pueda poseer una máquina, si estas no se pueden traducir en características observables en el
documento, no nos servirán.

Teniendo esto en cuenta es que podemos concluir que uno de los papeles protagónicos lo podrán
tener los tipos en relieve (también llamados dactilotipos) que se estampen en el soporte y las palancas
que los contienen.

Las palancas portatipos pueden estar desalineadas de la posición que deberían tener, haciendo que
golpeen de diferentes formas en el punto de convergencia (y en muchas ocasiones pueden no golpear
con demasiada exactitud sobre él).

Ese desalineo puede ser hacia arriba, abajo, o hacia los laterales, lo que provoca que no se impriman
centrados con respecto al espacio que tienen prefijado. Y dado que este desalineo puede no darse en
todas las palancas portatipos (o no de la misma manera), podemos llegar a detectar caracteres que estén
más próximos o alejados de los anteriores o los posteriores, o que estén ubicados más arriba o por
debajo de la línea de base de la escritura.

Imágenes obtenidas del “Tratado de documentoscopia” de Del Picchia, La Rocca, Bs. As. 1993

Si acaso sucediera que dos caracteres estuvieran estampados uno al lado del otro, y que (debido a
desalineamientos en las palancas portatipos) el de la izquierda estuviera desplazado hacia la derecha, y
el de la derecha estuviera desplazado a la izquierda, ambos pueden presentarse encimados, en un
fenómeno que se conoce como “comunidad gráfica”.
También puede ocurrir que la palanca esté mal orientada, haciendo que el tipo no golpee de forma
paralela al soporte, sino con una inclinación. Esto puede provocar que una parte del carácter del relieve
se marque más que el resto (defecto de plano).

Se debe considerar que puede suceder que las palancas no estén desalineadas, sino que no estén
bien ajustadas y se muestren un poco sueltas. Esto puede provocar que un mismo carácter muestre
desalineados hacia cualquier dirección.
Imagen obtenida del “Tratado de documentoscopia” de Del Picchia, La Rocca, Bs. As. 1993

En ocasiones la palanca portatipo puede golpear dos veces sobre el soporte a causa de la fuerza con
la que es impulsada (como si rebotara al impactar), imprimiendo dos veces el mismo signo, con menor
intensidad la segunda vez.

Los desplazamientos en los caracteres no solo pueden responder a que las palancas portatipos no
estén bien acomodadas dentro de la canasta, sino también a pequeños defectos que afecten al
movimiento del carro o al mecanismo que permite el giro del rodillo para dar el interlineado
(mecanismo de interlineado).

Si estos sistemas emplearan estrellas, vástagos, cremalleras o ruedas dentadas en donde algunas de
las muescas, aristas o salientes estén rotas o desgastadas, pueden provocar que (al momento de que
ellas actúen) provoquen que la distancia recorrida sea mayor o menor. En casos así habría que
considerar que, si por ejemplo se tratara de una rueda dentada compuesta por 20 aristas, y una de ellas
estuviera rota o tuviera alguna irregularidad, el efecto se produciría pasados 19 movimientos.

Si las anormalidades se presentaran en el mecanismo de interlineado, estas afectarían a todo el


renglón (estando este más arriba o más abajo de donde debería estar, en relación a los demás).

Irregularidades en la cinta, en cómo esté colocada, como suba o baje para emplear un color por
sobre otro, o cómo funcionen y estén colocados los carretes, también pueden provocar depósitos
anormales de tinta, manchas, deficiencias en el entintado o incluso que un mismo carácter esté
estampado en dos colores diferentes.
Imágenes obtenidas del “Tratado de documentoscopia” de Del Picchia, La Rocca, Bs. As. 1993

De todas maneras hay que recordar que las cintas pueden ser intercambiadas, por lo que el valor
identificativo que las mismas pudieran tener no es equivalente al de las demás características que se
mencionaron y que se mencionarán.
Volviendo a los dactilotipos y los caracteres en relieve, los constantes impactos sobre diferentes
soportes y cintas, más los golpes que puedan tener entre sí cuando más de uno haya sido impulsado
hacia el punto de convergencia, pueden provocar daños en ellos. Un mal cuidado de la máquina, o una
poca, excesiva o inadecuada limpieza, también pueden provocar que se depositen elementos ajenos al
material constitutivo de las celdillas, deformando la morfología natural de los caracteres a estampar.

Estos defectos de los dactilotipos (los que actúan como verdaderos puntos característicos) pueden
ser roturas, abolladuras, fisuras, desgastes, y empastamientos.

 Roturas: Faltantes en algunos de los trazos o rasgos del caracter.

 Abolladuras: Se presentan cuando los trazos o rasgos del caracter se ven deformados, no
respetando la forma que deberían tener.

 Fisuras: Grietas o hendiduras provocadas por pequeñas fracturas en el tipo.

 Desgastes: Pueden provocar faltantes o defectos en el caracter grabado en el tipo, que puede
ocasionar que ciertas zonas se vean estampadas en diferente intensidad.

 Empastamientos: Se observa en el caracter excesos en el depósito de tinta causada por


acumulación de suciedad, polvo, tinta residual, etc., que han rellenado zonas en el tipo que no
debían contener relieve.

Rotura
Desgaste
Roturas y fisuras

Abolladura
Empastamientos
Imágenes obtenidas del “Tratado de documentoscopia” de Del Picchia, La Rocca, Bs. As. 1993

En un informe pericial no será necesario establecer el tipo de defecto (rotura, fisura, abolladura,
etc.) que se perciba o se aprecie en cada caso, pero sí es importante determinar cuándo estamos frente a
una característica distintiva (aquella que se repita o sea constante) y cuando no. Esto no solo aplica a
los defectos y características de los dactilotipos, sino a toda aquella que quiera ser tomada como
herramienta para determinar identidad.

Estadísticamente hablando, algunos caracteres sufren daños más frecuentemente que otros,
dependiendo del uso que se les dé. También influye el diseño y su forma, ya que algunos sufren
mayores alteraciones en ciertos sectores.

A modo de ejemplo, se puede decir que las “m” y las “n” sufren deformaciones en sus barrales
horizontales superiores (sobre todo el izquierdo), y en los verticales; la letra “a” sufre roturas en el
escape de la letra; la “p” y la “q” en el serif o también en los trazos inferiores; la “b” y la “d” en el
sector curvo derecho e izquierdo, respectivamente; la “e” en su parte final y en su sector curvo del lado
derecho; etc.

La acumulación de residuos de tinta, polvo o gomas de borrar provocan empastes en zonas que
deberían estar en blanco (como el espacio contenido por los trazos curvos de las “o”, “p”, “q”, “a”, “e”,
“g”, “b” y “d”).

Todas las características identificativas tomadas y valoradas deben reunir el requisito de ser
constantes y, para establecer correspondencia o correlación, deben estar igualmente ubicadas,
situadas o dirigidas (que haya concurrencia).

A través de un profundo estudio microscópico se lograrán comprobar estas circunstancias, las que
evaluadas en calidad y cantidad permitirán establecer si dos escritos mecanográficos fueron
confeccionados por una misma máquina de escribir o no.

No se puede establecer la cantidad necesaria de características para llegar a una conclusión, ya que
depende también de la calidad o rareza que puedan presentar. Encontrar una anomalía muy particular
en un caracter poco usado puede ser suficiente en algunos casos, mientras que varios desplazamientos
de caracteres comunes pueden no bastar.
Bibliografía

- Alegretti, Juan C., Escrituras manuales y mecánicas, La Rocca, Buenos Aires 2007.

- Roberto Albarracin, Manual de Criminalística, Editorial Policial.

-Del Picchia, José, Tratado de documentoscopia, La Rocca, Buenos Aires 1993.

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