Discurso Transición

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Apreciados padres:

Queridos niños

Cada año vivimos este momento como un encuentro fuerte de sentimientos. Por un lado, el gozo
de un triunfo en la vida de nuestros chicos y el cierre exitoso de su paso por el colegio, y por otro
decir adiós a una persona con la que hemos compartido días, semanas, meses y años en vivencias
llenas de recuerdos y emociones.

Apreciados padres: Tengan en cuenta estas reflexiones:

PRIMERO: educar es un privilegio.

Los maestros nos sentimos privilegiados. Reconocemos que haber participado en su vida es un
don, es un regalo, es un privilegio para nosotros. Así los recibimos y así los despedimos,
agradecidos por la oportunidad que nos brindaron, agradecidos por habernos invitado al concierto
maravilloso de su vida, agradecidos por la confianza que sus padres depositaron en nosotros.

SEGUNDO: antes de educar se ama.

Amamos lo que hacemos y nos hemos esforzado para que ustedes lo sepan, pero,
fundamentalmente, para que lo sientan. No es posible la educación humana plena sin el vínculo
del amor sincero, cuando las palabras entran por el corazón, se graban con fuerza, se convierten
en bloques de construcción, en peldaños que nos ayudan a subir más alto.

TERCERO: lo más importante es la persona.

A veces resulta difícil anteponer a la persona, pero hay que hacerlo, es necesario hacerlo, aunque
esto implique cambios, renuncias, mayores exigencias o lo que sea. Nunca la persona puede ser
relegada y estamos comprometidos con ello.

Cuando entendamos la importancia de la persona en la escuela, habremos dado un paso gigante


en la formación humanista y científica, en ese propósito trabajamos todos los días poniendo
esfuerzo y especial dedicación, enderezando el rumbo constantemente para no perder el enfoque
de nuestro destino ante tanta presión materialista, ante tanta superficialidad y frivolidad que
invaden el entorno educativo como que si fuesen mala hierba. No es fácil educar, no es fácil
educar centrados en la persona, pero los frutos son agradables, los frutos llenan de gozo, el gozo
que siento al mirarles a cada uno de ustedes.

CUARTO: recibimos una autoridad delegada de ustedes los padres.

Reconocemos en los padres los primeros educadores, nos sabemos continuadores del proyecto
educativo en el cual ellos han trabajado y soñado, proyecto en el que continúan trabajando con
todas las fuerzas de su corazón.

Sabemos que el derecho de la educación de los hijos es ineludible e irrenunciable, pero si


delegable en cooperadores que pueden contribuir a completar los requisitos formales de ese
proceso e impartir la instrucción propia que el sistema educativo demanda o aquellos con los
cuales la persona debe estar dotada para convertirse en ciudadanos responsables, en
constructores de paz y seres de esperanza que contribuyan con su actuar a transformar las
estructuras de la sociedad y hacerlas justas para todos.

Terminamos nuestra labor con ustedes por este año, pero los esperamos para el próximo año
muy puntuales, con muchas ganas de alcanzar sus metas

Gracias queridos niños por haber abierto las puertas de su corazón para nosotros.

Gracias queridos padres por la confianza que tuvieron en esta institución.

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