La Naturaleza Del Fenomeno Demografico

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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE NUEVO LEÓN

FACULTAD DE SALUD PÚBLICA Y NUTRICIÓN


LICENCIATURA EN NUTRICIÓN

Unidad de Aprendizaje: Demografía en Salud


Liliana Zandra Tijerina González MSP.

LA NATURALEZA DEL FENÓMENO DEMOGRÁFICO

Consejo Nacional de Población (CONAPO)

Comencemos por aclarar que el fenómeno demográfico no es un hecho simple y aislado,


sino un fenómeno resultante de otros factores que lo condicionan como son la estructura
económica, el sistema político, el tipo de educación, el contexto ecológico, los valores
culturales.

Con el fin de remover obstáculos revisemos primero algunas de las ideas erróneas más
difundidas en relación a población.

1. Conceptos erróneos acerca del fenómeno demográfico:


La primera es confundir dinámica demográfica, política de población, planeación familiar y
control de natalidad, como si todo fuera una sola cosa, y precisamente la última: control
natal. Falso, veremos que una cosa es la dinámica y otras las políticas que se proponen al
respecto; que la planeación familiar tiene una denotación amplia que se refiere a la
búsqueda del bienestar familiar en sus diversos aspectos, y otra estrecha relativa a la
planeación del número de hijos, que es la que suele confundirse con el control natal, que no
es más que una medida, un instrumento, que puede ser útil o no en la política demográfica
y en la conducta de la pareja.

"El mayor problema de México es la explosión demográfica"

Afirmación hecha muy frecuentemente y que indica el deficiente conocimiento que se tiene
tanto de los problemas del país como de lo que significa "explosión demográfica", término
que se puso de moda desafortunadamente porque oscurece la realidad y los conceptos. Se
quiere decir que la población crece muy aceleradamente: pero el crecimiento poblacional no
se parece a una explosión, ya que ésta es momentánea y fugaz, mientras el proceso de
crecimiento demográfico requiere largos períodos de tiempo y con ciertas condiciones
estables. Además no es entender las cosas, afirmar que nuestros problemas se deben al
crecimiento, cuando la pobreza, la ignorancia, el desempleo, la desnutrición, los venimos
arrastrando desde hace largo tiempo, y no estábamos mejor cuando sólo eran 5, 10 ó 15
millones de habitantes. El problema está en que el sistema económico, educativo, de salud,
no ha sido capaz de satisfacer las necesidades de la población, cuando sumaba 15 ó 20
millones, ni ahora que nos acercamos a los 100.
De la manera simplista y errónea de plantear las cosas se deriva el error correspondiente de
pensar que "si logramos controlar la natalidad nuestros problemas se solucionarían", y que
"eso se logrará distribuyendo anticonceptivos".
Ni los problemas se solucionarían mecánicamente porque disminuya la natalidad, ni esto se
logrará mecánicamente con la distribución de anticonceptivos. Como dicta la ley de
población, las políticas demográficas no son sustitutivas del desarrollo. En la actual
situación de México, un descenso en la tasa de crecimiento irá ayudando poco a poco a que
los problemas no se agudicen más. Pero eso será a mediano y largo plazo, pues, todos los
niños que demandarán primaria en los próximos 12 años ya nacieron, los jóvenes que
demandarán trabajo en los próximos 15 años, ya nacieron; las parejas que requerirán más
viviendas en los próximos 25 años, ya nacieron.... esa demanda únicamente se resolverá con
programas de desarrollo.

Y en cuanto a que la regulación de la natalidad se logrará distribuyendo anticonceptivos, la


verdad es que el comportamiento reproductivo depende de muchos factores económicos
sociales y culturales de donde se derivan los valores y las motivaciones para regular la
conducta reproductiva; aunque es cierto que la accesibilidad a las técnicas anticonceptivas y
servicios de salud constituyen un elemento importante y muy útil en la práctica de la
regulación de la fecundidad.

"Hay que disminuir la población" dicen algunos. Error craso si se entiende la frase
literalmente, que casi no vale la pena analizarlo, porque, ¿cómo se va a disminuir la
población? Otra cosa muy distinta es tratar de que descienda la tasa de crecimiento,
mientras sigue aumentando continuamente el volumen de población. La reducción de la
tasa de crecimiento es deseable dentro de ciertos límites, para que no se agudicen los
problemas".

"No hay que actuar sobre el crecimiento, ya que la presión demográfica creciente acabará
por acelerar la revolución que necesitan los países del tercer mundo".

Este pensamiento se puso de moda en América Latina hace algunos años, pero los
acontecimientos no lo han avalado, pues por ejemplo la revolución se dio en Cuba donde la
presión demográfica no es tan fuerte, y no se ha dado ni en Honduras ni en Colombia ni en
México, donde la presión ha ido creciendo desde hace más de 30 años.

2. Evolución histórica de la población en México


Removidos algunos errores que dificultan comprender los hechos más objetivamente,
examinaremos ahora la naturaleza del fenómeno demográfico para poder entender la
situación que vive México, la validez o invalidez de las políticas propuestas y la relación
con educación sexual.

Con este fin se podría intentar exponer las diferentes teorías de la población. Sin embargo,
creemos que un camino más didáctico y claro es el de revisar la evolución de la población
de México a través de la historia, tratando de encontrar los hechos que explican su
comportamiento demográfico.
Nos encontramos en los momentos históricos más importantes a partir del período
prehispánico inmediatamente anterior a la Conquista, hasta llegar a la situación
demográfica actual, en el siguiente orden:
a) Período prehispánico (1500-1521)
b) La Conquista (1521-1550) y la Colonia (1550-1810)
c) La Independencia, la República y el Porfiriato (1810-1910)
d) La Revolución (1910-1930)
e) De la Revolución a los 80 (1930-1980)
f) Situación Demográfica Actual

A). Período Prehispánico


Aunque no se tienen datos muy precisos correspondientes a esta época, existe información
suficiente para poder hacer estimaciones confiables (1). Se considera que a principios del
siglo XVI por 1500, el territorio que ocupa actualmente la República Mexicana estaba
poblado por cerca de 15 millones de habitantes, y que la tendencia en el imperio azteca, que
dominaba una enorme extensión territorial, era de un crecimiento moderado, inferior al
actual.
El crecimiento se explica porque se trataba de una sociedad en expansión que contaba con
un buen sistema de salud, gracias al cual la mortalidad, aunque alta, era inferior a la
natalidad. La fecundidad era muy valorada por diversas razones por un parte así lo requería
la expansión militar y al sistema económico; y por otro la fertilidad humana lo mismo que
la de la tierra y de los animales, se consideraba un don de los dioses un hecho al mismo
tiempo natural y sagrado, y por tanto valioso y deseable. De ahí la valoración que se hacía
de la maternidad al grado de conceder a la mujer que moría en el parto los mismos honores
que al guerrero muerto en batalla (2).
Los valores y normas se orientaban a robustecer la institución familiar, y los roles sociales
de hombre y mujer estaban claramente definidos, en armonía, con las necesidades sociales y
familiares.

Las condiciones económicas, políticas y sociales de ese tiempo explican razonablemente el


que se diera un crecimiento demográfico lento pero constante.

B). La Conquista (1520-1550) y la Colonia (1550-1810)


Así estaban las cosas cuando llegaron los conquistadores quienes por razones políticas,
culturales y religiosas, consciente o inconscientemente, destrozaron las formas de vida de
los pueblos conquistados: derrumbaron sus templos, impusieron una nueva lengua y
región, ajena a las tradiciones indígenas; rompieron el orden jurídico y político existente
para establecer su propio modelo de organización; y en su conducta sexual personal y en el
trastrueque de valores desintegraron la familia ya que a los hombres los usaron como
esclavos y a las mujeres como concubinas. ¿Qué sentido podría tener la vida de los
hombres, educados y preparados para triunfar en la guerra y mandar en su casa, cuando
fueron vencidos por los extranjeros y sometidos por ellos? ¿Qué aprecio podría tener la
mujer de sí misma, educada con dulzura y rigidez para vivir en su casa, ser madre
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(1) Francisco Alba: "La población de México: Evolución y Dilema" Colegio de México 1979 (p. 11 y 12).
(2) El capítulo acerca de la Sexualidad en la Historia de México de Isabel Morgan, amplia información al respecto.
responsable y entregarse sólo a su esposo, cuando era usada por los españoles para procrear
hijos no deseados.

Con todo esto la fecundidad bajó considerablemente mientras la mortalidad aumentó


intensamente a causa de la guerra, las nuevas enfermedades y epidemias y la destrucción de
su sistema de salud.

Nada tiene de raro que en sólo 20 años la población se redujera prácticamente a la mitad, y
que para fines de siglo (1600) la población no pasara de unos 5 millones.
La tendencia se conservó casi todo el período colonial, pues las epidemias se repetían
periódicamente y las condiciones generales de vida de los nativos no se mejoraron en
mucho tiempo.

Lo indígena, lo propio, era despreciado y aún perseguido. La cultura indígena, normas,


valores y comportamientos se fue perdiendo más y más, antes de que iniciara el proceso de
recreación y asimilación de valores nuevos.

La Nueva España no tiene razón de ser propia: vivía para la Corona en lo económico,
político y cultural, y para Roma en lo religioso. La explotación de los recursos naturales,
tan cuantiosos, se destinaba a enriquecer a la "Madre Patria", mientras en la Colonia se
fortalecía un sistema de desigualdad social, jurídico y económico, en la que la peor parte era
para los nativos, a pesar de los esfuerzos de muchos de los misioneros por defenderlos y
proporcionarles educación y trabajo.

Los niveles de vida se reflejaron en la dinámica demográfica que se caracterizó por altos
niveles de mortalidad, que no siempre eran superados por la natalidad. Así el volumen
permaneció casi estable durante 2 siglos, alrededor de 5 ó 6 millones, con un ligero
crecimiento entre 1700 a 1810 en que se llega a los 8 millones.

C). La Independencia, la República y el Porfiriato (1810-1910)


El movimiento de independencia fue promovido y encabezado básicamente por los criollos,
y encontró eco en grupos muy numerosos de población, descontentos por las condiciones de
vida.

Con la guerra se logró romper la dependencia política de España, pero no se dieron cambios
sustanciales en lo económico y social. Un hecho ilustra por sí mismo las condiciones en
que quedó México después de 3 siglos de dependencia colonial; cuando triunfa el
movimiento armado la primera reacción es buscar en Europa alguien que venga a gobernar
pues nos sentimos incapaces de hacerlo. El movimiento armado produjo un descenso de la
población estimado en cerca de medio millón de personas. Fue necesario medio siglo para
que se iniciara el primer período de crecimiento demográfico notable, que coincidió con el
Porfiriato, por razones que valen la pena enumerar: las luchas internas y las invasiones
externas habían hecho deseable una fecundidad alta, mientras la paz y estabilidad política
permitían un descenso de la mortalidad.
Además, por razones económicas, las familias se robustecieron en pocas manos, exigía que
las familias fueran numerosas, para poder controlar las posesiones. Igualmente las familias
de peones campesinos, que vivían "vencidos" al dueño de la hacienda por el sistema, veían
en un mayor número de hijos una mejor posibilidad de producir y pagar sus deudas.

Así para 1900 se llegó a los 14 millones de habitantes, y para 1910 a 16. En un siglo la
población se había duplicado.

D). La Revolución (1910-1930)


Las desigualdades e injusticias acumuladas a lo largo de los siglos estallaron y dieron lugar
a la Revolución.

Sin pretender definir aquí cuáles han sido los logros y las limitaciones de la Revolución, sí
podemos afirmar que constituyó un estremecimiento profundo de casi todas las
instituciones nacionales: políticas, educativas, económicas, culturales.

A partir de ella se iniciaron cambios más o menos radicales que transformaron el país. Tal
vez el hecho de mayor trascendencia haya sido el reencuentro de México consigo mismo, la
aceptación de toda nuestra realidad, incluyendo lo indígena, que volvió a revalorarse. De
ahí partieron esos movimientos de redescubrimiento de las culturas antiguas (maya,
zapoteca olmeca, náhuatl), de la creación de música, pintura y arquitectura propia en vez de
imitar lo extranjero-español, francés o americano - como lo mejor.

Los diez años de lucha tuvieron fuerte impacto en la población: un millón de disminución
por muertes, y casi otro tanto por lo que dejaron de nacer. Alto costo social: muchas
muertes a cambio de abrir nuevas alternativas de vida para el país.

El movimiento armado fue también ocasión de movimientos migratorios, que a lo largo de


los años siguientes tomaron un mayor impulso. Los asentamientos humanos entran en una
dinámica de cambio que todavía conservan. Los diques se rompieron. También la mujer
dejó su choza y se fue tras la tropa.

E). De la Revolución a 1980 (1930-1980)

Al terminar la lucha armada, el país entró en una etapa de reorganización institucional.

En lo político se formó un partido fuerte (El Partido Revolucionario Institucional PRI)


El sistema educativo se extendió a todo el país intentando, sin conseguirlo, satisfacer las
necesidades básicas de educación de toda la población.

La Reforma Agraria rompió el sistema de concentración de la tierra en pocas manos e


implantó el ejido.
Diversos sistemas de salud y seguridad social se implementaron y desarrollaron para
beneficio de la población de menores recursos (SSA, IMSS, ISSSTE, DIF).
Se nacionalizaron sucesivamente el petróleo, los ferrocarriles y la electricidad, lo que
facilitó el proceso de industrialización, que se impulsó además con diversos incentivos.

Los hechos anteriores aunados a la introducción de antibióticos y vacunas, permitieron un


descenso rápido de la mortalidad, que en 20 años llegó casi a los niveles de los países más
desarrollados: De 23 por mil en 1940 pasó a 11 por mil en 1960.(1)

Respondiendo a los valores y necesidades del país la natalidad (2) se conservó a niveles muy
altos (45 por mil) hasta mediados de la década de los 60's. De ahí el rápido crecimiento
demográfico que, de 16 millones en 1930, pasó a 20 en 1940, a 26 en 1950, a 35 en 1960, a
50 en 1970 y a cerca de 70 en 1980.

A partir de 1930 se iniciaron también movimientos migratorios cada vez más fuertes del
campo a la ciudad de las zonas menos desarrolladas a las más desarrolladas, concentrándose
preferentemente en México, Guadalajara y Monterrey, además de la migración a los
Estados Unidos. Así el país pasó de ser predominante rural en la primera mitad del siglo, a
predominante urbano a partir de 1960.

El panorama histórico muestra claramente que la dinámica demográfica es un resultado de


los factores económicos, políticos, sociales y culturales, y que, por tanto, solamente puede
modificarse si se actúa indirectamente a través de los planes y programas de desarrollo, y
directamente en la morbilidad, natalidad y migración

Es indudable también que el volumen y dinámica de la población resultar condicionantes


que según el caso, hacen más o menos difícil el proceso de desarrollo.

Una vez que se ha aclarado cuál es la naturaleza del fenómeno demográfico, podemos pasar
a describir las características de la situación que vive México.

SITUACIÓN DEMOGRÁFICA ACTUAL


El crecimiento acelerado de la población, que se hace perceptible tanto al nivel familiar
como al nacional, ha dado lugar a que se ponga en tela de juicio las normas y valores que
rigen el comportamiento reproductivo. ¿Habrá que seguir teniendo "los hijos que Dios
manda"? ¿Conviene que las tendencias demográficas sigan un curso ciego o habrá que
marcarse metas y objetivos? ¿Es posible controlar el crecimiento de población? ¿Es
conveniente? ¿El volumen y crecimiento actual resultan una oportunidad o un obstáculo
para el desarrollo?.

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(1) La tasa de mortalidad es la relación entre el número de defunciones en un período dado, y la población total promedio del período.
(2) La tasa de natalidad es la medida más común de la fecundidad y expresa la relación entre el número de nacimientos en un período
dado, y la población total promedio del período.

Por otro lado los movimientos migratorios han tenido como resultado fuerte concentración
en pocas ciudades y enorme dispersión en más de 100 mil pequeñas localidades rurales.
Ante esta realidad surge también la pregunta: ¿Es ésta la mejor distribución de la población
en el territorio? ¿O convendría inducir orden e intencionalidad a la migración?
1. EL CRECIMIENTO

El crecimiento cada vez más acelerado durante los últimos 50 años es resultado de un
desequilibrio entre mortalidad y fecundidad.

La mortalidad desciende rápidamente de 23 defunciones por mil habitantes en 1940, a 11 en


1960 y a 7 en 1980, descenso en Europa requirió alrededor de 100 años.

Mientras, la natalidad conservó un nivel alto de 45 nacimientos por mil habitantes desde
1949 hasta 1970, en que comenzó a descender lentamente para llegar en 1980 a 37 por mil.

La importancia del fenómeno aparece más clara si observamos el aumento absoluto de


población en diferentes períodos.

AUMENTO POBLACIÓN TOTAL


1921 - 1930 2 millones más 16 millones
1931 - 1940 3 millones más 19 millones
1941 - 1950 6 millones más 25 millones
1951 - 1960 10 millones más 35 millones
1961 - 1970 15 millones más 50 millones
1971 - 1980 20 millones más 70 millones
1981 - 1990 10 millones más 80 millones
2000 - 2010 31millones 112 millones

Si hubieran continuado la tendencia histórica, para fines de siglo se hubiera llegado a 135
millones, con lo que se habría agudizando todavía más las dificultades para satisfacer las
necesidades de la población.

Por una parte el país trata de satisfacer a la población creciente. Por otra parte, al nivel
familiar, las parejas, y sobre todo la mujer, ya no quieren tener tantos hijos. El aumento
constante de abortos es una prueba clara de ello.

Se impone pues, el cambio.

El Artículo 4o. Constitucional es la base de la nueva política: “El varón y la mujer son
iguales ante la ley. Esta protegerá la organización y el desarrollo de la familia. Toda
persona tiene derecho a decidir de manera libre, responsable e informada sobre el número y
espaciamiento de sus hijos. Es deber de los padres preservar el derecho de los menores a la
satisfacción de sus necesidades y a la salud física y mental. La ley determinará los apoyos a
la protección de los menores, a cargo de las instituciones públicas.
Lo fundamental del cambio está en promover la racionalidad y la responsabilidad en la
conducta reproductiva, y en ofrecer tanto al hombre como a la mujer la información y los
servicios de salud que les permitan hacer efectiva la decisión que tomen.
En la planeación social se proponen metas deseables de crecimiento que, sin usar métodos
coercitivos, se realicen acciones de orientación para adecuar la tendencia a lo que coadyuve
mejor a los programas de desarrollo. En todo caso la reducción de la tasa de crecimiento
debe ser lenta para evitar deformaciones en la estructura de edad que provocan problemas
serios.

2. DISTRIBUCIÓN

Tanto la concentración excesiva como la exagerada dispersión de la población dificultan la


satisfacción de las necesidades de educación, salud, alimentación, comunicación, etc. Y en
el país se dan los dos fenómenos: existen cerca de 100,000 localidades rurales de menos de
2,500 habitantes, dispersos por todo el territorio. Simultáneamente las ciudades de México,
Guadalajara, Monterrey, Puebla, Cd. Juárez, León, Acapulco y Tijuana concentran la mayor
parte de la población urbana, con los problemas evidentes.

El fenómeno se agudiza por la falta de empleo y servicios en el campo, que sigue dando
lugar a fuertes corrientes migratorias del campo a las ciudades. El proceso cuantitativo de
urbanización se acelera, con detrimento.

Además por la desigualdad de oportunidades, algunos estados se caracterizan por expulsar


población como Oaxaca, San Luis Potosí, Zacatecas.... otros por atraer, como el Estado de
México, Distrito Federal, Baja California....., y otros están en situación de equilibrio.
Ante estos hechos el CONAPO ha propuesto en su política de distribución acciones que
llevan a 3 objetivos:
- Retención de población en las zonas de expulsión, a través de programas de
desarrollo y de información
- Reorientación de las corrientes migratorias que históricamente se han dirigido a las
ciudades de México, Guadalajara, Monterrey y Tijuana, hacia las zonas costeras y
otras donde pueden encontrar mayor oportunidades.
- Reubicación de población que ahora vive y trabaja en la ciudad de México y Estados
de mayor concentración pero que por su función pueden hacerlo mejor en otra parte.

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