La Naturaleza Del Fenomeno Demografico
La Naturaleza Del Fenomeno Demografico
La Naturaleza Del Fenomeno Demografico
Con el fin de remover obstáculos revisemos primero algunas de las ideas erróneas más
difundidas en relación a población.
Afirmación hecha muy frecuentemente y que indica el deficiente conocimiento que se tiene
tanto de los problemas del país como de lo que significa "explosión demográfica", término
que se puso de moda desafortunadamente porque oscurece la realidad y los conceptos. Se
quiere decir que la población crece muy aceleradamente: pero el crecimiento poblacional no
se parece a una explosión, ya que ésta es momentánea y fugaz, mientras el proceso de
crecimiento demográfico requiere largos períodos de tiempo y con ciertas condiciones
estables. Además no es entender las cosas, afirmar que nuestros problemas se deben al
crecimiento, cuando la pobreza, la ignorancia, el desempleo, la desnutrición, los venimos
arrastrando desde hace largo tiempo, y no estábamos mejor cuando sólo eran 5, 10 ó 15
millones de habitantes. El problema está en que el sistema económico, educativo, de salud,
no ha sido capaz de satisfacer las necesidades de la población, cuando sumaba 15 ó 20
millones, ni ahora que nos acercamos a los 100.
De la manera simplista y errónea de plantear las cosas se deriva el error correspondiente de
pensar que "si logramos controlar la natalidad nuestros problemas se solucionarían", y que
"eso se logrará distribuyendo anticonceptivos".
Ni los problemas se solucionarían mecánicamente porque disminuya la natalidad, ni esto se
logrará mecánicamente con la distribución de anticonceptivos. Como dicta la ley de
población, las políticas demográficas no son sustitutivas del desarrollo. En la actual
situación de México, un descenso en la tasa de crecimiento irá ayudando poco a poco a que
los problemas no se agudicen más. Pero eso será a mediano y largo plazo, pues, todos los
niños que demandarán primaria en los próximos 12 años ya nacieron, los jóvenes que
demandarán trabajo en los próximos 15 años, ya nacieron; las parejas que requerirán más
viviendas en los próximos 25 años, ya nacieron.... esa demanda únicamente se resolverá con
programas de desarrollo.
"Hay que disminuir la población" dicen algunos. Error craso si se entiende la frase
literalmente, que casi no vale la pena analizarlo, porque, ¿cómo se va a disminuir la
población? Otra cosa muy distinta es tratar de que descienda la tasa de crecimiento,
mientras sigue aumentando continuamente el volumen de población. La reducción de la
tasa de crecimiento es deseable dentro de ciertos límites, para que no se agudicen los
problemas".
"No hay que actuar sobre el crecimiento, ya que la presión demográfica creciente acabará
por acelerar la revolución que necesitan los países del tercer mundo".
Este pensamiento se puso de moda en América Latina hace algunos años, pero los
acontecimientos no lo han avalado, pues por ejemplo la revolución se dio en Cuba donde la
presión demográfica no es tan fuerte, y no se ha dado ni en Honduras ni en Colombia ni en
México, donde la presión ha ido creciendo desde hace más de 30 años.
Con este fin se podría intentar exponer las diferentes teorías de la población. Sin embargo,
creemos que un camino más didáctico y claro es el de revisar la evolución de la población
de México a través de la historia, tratando de encontrar los hechos que explican su
comportamiento demográfico.
Nos encontramos en los momentos históricos más importantes a partir del período
prehispánico inmediatamente anterior a la Conquista, hasta llegar a la situación
demográfica actual, en el siguiente orden:
a) Período prehispánico (1500-1521)
b) La Conquista (1521-1550) y la Colonia (1550-1810)
c) La Independencia, la República y el Porfiriato (1810-1910)
d) La Revolución (1910-1930)
e) De la Revolución a los 80 (1930-1980)
f) Situación Demográfica Actual
Nada tiene de raro que en sólo 20 años la población se redujera prácticamente a la mitad, y
que para fines de siglo (1600) la población no pasara de unos 5 millones.
La tendencia se conservó casi todo el período colonial, pues las epidemias se repetían
periódicamente y las condiciones generales de vida de los nativos no se mejoraron en
mucho tiempo.
La Nueva España no tiene razón de ser propia: vivía para la Corona en lo económico,
político y cultural, y para Roma en lo religioso. La explotación de los recursos naturales,
tan cuantiosos, se destinaba a enriquecer a la "Madre Patria", mientras en la Colonia se
fortalecía un sistema de desigualdad social, jurídico y económico, en la que la peor parte era
para los nativos, a pesar de los esfuerzos de muchos de los misioneros por defenderlos y
proporcionarles educación y trabajo.
Los niveles de vida se reflejaron en la dinámica demográfica que se caracterizó por altos
niveles de mortalidad, que no siempre eran superados por la natalidad. Así el volumen
permaneció casi estable durante 2 siglos, alrededor de 5 ó 6 millones, con un ligero
crecimiento entre 1700 a 1810 en que se llega a los 8 millones.
Con la guerra se logró romper la dependencia política de España, pero no se dieron cambios
sustanciales en lo económico y social. Un hecho ilustra por sí mismo las condiciones en
que quedó México después de 3 siglos de dependencia colonial; cuando triunfa el
movimiento armado la primera reacción es buscar en Europa alguien que venga a gobernar
pues nos sentimos incapaces de hacerlo. El movimiento armado produjo un descenso de la
población estimado en cerca de medio millón de personas. Fue necesario medio siglo para
que se iniciara el primer período de crecimiento demográfico notable, que coincidió con el
Porfiriato, por razones que valen la pena enumerar: las luchas internas y las invasiones
externas habían hecho deseable una fecundidad alta, mientras la paz y estabilidad política
permitían un descenso de la mortalidad.
Además, por razones económicas, las familias se robustecieron en pocas manos, exigía que
las familias fueran numerosas, para poder controlar las posesiones. Igualmente las familias
de peones campesinos, que vivían "vencidos" al dueño de la hacienda por el sistema, veían
en un mayor número de hijos una mejor posibilidad de producir y pagar sus deudas.
Así para 1900 se llegó a los 14 millones de habitantes, y para 1910 a 16. En un siglo la
población se había duplicado.
Sin pretender definir aquí cuáles han sido los logros y las limitaciones de la Revolución, sí
podemos afirmar que constituyó un estremecimiento profundo de casi todas las
instituciones nacionales: políticas, educativas, económicas, culturales.
A partir de ella se iniciaron cambios más o menos radicales que transformaron el país. Tal
vez el hecho de mayor trascendencia haya sido el reencuentro de México consigo mismo, la
aceptación de toda nuestra realidad, incluyendo lo indígena, que volvió a revalorarse. De
ahí partieron esos movimientos de redescubrimiento de las culturas antiguas (maya,
zapoteca olmeca, náhuatl), de la creación de música, pintura y arquitectura propia en vez de
imitar lo extranjero-español, francés o americano - como lo mejor.
Los diez años de lucha tuvieron fuerte impacto en la población: un millón de disminución
por muertes, y casi otro tanto por lo que dejaron de nacer. Alto costo social: muchas
muertes a cambio de abrir nuevas alternativas de vida para el país.
Respondiendo a los valores y necesidades del país la natalidad (2) se conservó a niveles muy
altos (45 por mil) hasta mediados de la década de los 60's. De ahí el rápido crecimiento
demográfico que, de 16 millones en 1930, pasó a 20 en 1940, a 26 en 1950, a 35 en 1960, a
50 en 1970 y a cerca de 70 en 1980.
A partir de 1930 se iniciaron también movimientos migratorios cada vez más fuertes del
campo a la ciudad de las zonas menos desarrolladas a las más desarrolladas, concentrándose
preferentemente en México, Guadalajara y Monterrey, además de la migración a los
Estados Unidos. Así el país pasó de ser predominante rural en la primera mitad del siglo, a
predominante urbano a partir de 1960.
Una vez que se ha aclarado cuál es la naturaleza del fenómeno demográfico, podemos pasar
a describir las características de la situación que vive México.
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(1) La tasa de mortalidad es la relación entre el número de defunciones en un período dado, y la población total promedio del período.
(2) La tasa de natalidad es la medida más común de la fecundidad y expresa la relación entre el número de nacimientos en un período
dado, y la población total promedio del período.
Por otro lado los movimientos migratorios han tenido como resultado fuerte concentración
en pocas ciudades y enorme dispersión en más de 100 mil pequeñas localidades rurales.
Ante esta realidad surge también la pregunta: ¿Es ésta la mejor distribución de la población
en el territorio? ¿O convendría inducir orden e intencionalidad a la migración?
1. EL CRECIMIENTO
El crecimiento cada vez más acelerado durante los últimos 50 años es resultado de un
desequilibrio entre mortalidad y fecundidad.
Mientras, la natalidad conservó un nivel alto de 45 nacimientos por mil habitantes desde
1949 hasta 1970, en que comenzó a descender lentamente para llegar en 1980 a 37 por mil.
Si hubieran continuado la tendencia histórica, para fines de siglo se hubiera llegado a 135
millones, con lo que se habría agudizando todavía más las dificultades para satisfacer las
necesidades de la población.
Por una parte el país trata de satisfacer a la población creciente. Por otra parte, al nivel
familiar, las parejas, y sobre todo la mujer, ya no quieren tener tantos hijos. El aumento
constante de abortos es una prueba clara de ello.
El Artículo 4o. Constitucional es la base de la nueva política: “El varón y la mujer son
iguales ante la ley. Esta protegerá la organización y el desarrollo de la familia. Toda
persona tiene derecho a decidir de manera libre, responsable e informada sobre el número y
espaciamiento de sus hijos. Es deber de los padres preservar el derecho de los menores a la
satisfacción de sus necesidades y a la salud física y mental. La ley determinará los apoyos a
la protección de los menores, a cargo de las instituciones públicas.
Lo fundamental del cambio está en promover la racionalidad y la responsabilidad en la
conducta reproductiva, y en ofrecer tanto al hombre como a la mujer la información y los
servicios de salud que les permitan hacer efectiva la decisión que tomen.
En la planeación social se proponen metas deseables de crecimiento que, sin usar métodos
coercitivos, se realicen acciones de orientación para adecuar la tendencia a lo que coadyuve
mejor a los programas de desarrollo. En todo caso la reducción de la tasa de crecimiento
debe ser lenta para evitar deformaciones en la estructura de edad que provocan problemas
serios.
2. DISTRIBUCIÓN
El fenómeno se agudiza por la falta de empleo y servicios en el campo, que sigue dando
lugar a fuertes corrientes migratorias del campo a las ciudades. El proceso cuantitativo de
urbanización se acelera, con detrimento.