Tema 6 Contratos Juridica A

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TEMA 6.

CONTRATOS CIVILES Y MERCANTILES

1. EL CONTRATO PRIVADO.

1.1. Concepto.

Los contratos son una de las fuentes de las obligaciones y en torno a los mismos giran las diferentes
relaciones de carácter patrimonial, que se dan entre los particulares, constituyendo por tanto una pieza
clave del Derecho privado.

Son acuerdos de voluntades de dos o más partes para constituir, regular o extinguir entre ellas una
relación jurídica patrimonial.

Debido a que los contratos regulan las relaciones de carácter patrimonial entre los particulares, es
necesario que puedan tener gran flexibilidad para poder adaptarse a los muy diversos supuestos que
tienen que cubrir. En este sentido, se contempla lo que se llama autonomía de la voluntad en la
contratación, es decir, los contratantes pueden establecer los pactos, cláusulas y condiciones que
tengan por conveniente, siempre que no sean contrarios a las leyes, a la moral ni al orden público.

1.2. Los contratos mercantiles y los contratos civiles.

Existen dos tipos de contratos privados: contratos mercantiles y contratos civiles.

La principal diferencia entre un contrato mercantil y otro civil radica en que en el primero interviene
un comerciante o empresario, realizándose como consecuencia de una actividad profesional de carácter
lucrativo (persigue obtener una ganancia o beneficio), mientras que en los contratos civiles las partes
no actúan con carácter profesional.

Según el Código de Comercio, tendrán capacidad legal para el ejercicio habitual del comercio las
personas mayores de edad y que tengan la libre disposición de sus bienes.

2. CLASES DE CONTRATOS MERCANTILES.

Los contratos mercantiles se pueden clasificar en función de diferentes criterios:

• Contratos típicos y atípicos, según estén o no especialmente regulados en el Derecho que sea. Un
ejemplo de contrato típico sería la compraventa mercantil que se encuentra regulada en el Código de
Comercio. Ejemplos de contrato atípicos serían el contrato de franquicia y el contrato de renting.
• Contratos unilaterales y bilaterales, según sean productores de obligaciones, bien a cargo de una sola
de las partes, bien a cargo de ambas. Por lo tanto, contrato bilateral es el que produce obligaciones
recíprocas o bilaterales

• Contratos consensuales y reales. Los primeros se perfeccionan por el mero consentimiento, quedando
la entrega de las prestaciones diferida a un momento posterior, el momento de la ejecución del contrato.
En los contratos reales se requiere la entrega de la cosa para que el contrato quede perfeccionado.
Ejemplo de contrato consensual sería el contrato de seguro. Ejemplo de contrato real sería el depósito
mercantil.

• Contratos conmutativos y aleatorios. Los contratos bilaterales son aleatorios o conmutativos, según
que las partes, celebrándolos, asuman o no, el riesgo de pérdida o ganancia. Un ejemplo de contrato
aleatorio sería el contrato de seguro, ya que el asegurador sólo se obliga a indemnizar o a pagar la
prestación al beneficiario, en caso de que ocurra el evento cuyo riesgo es objeto de cobertura.

• Contratos instantáneos, duraderos y de ejecución periódica. Son instantáneos cuando generan


obligaciones de tracto único, que se cumplen de una sola vez (por ejemplo, la compraventa con precio
pagado en un solo acto). Son duraderos cuando generan obligaciones que implican una actividad
continuada a lo largo del tiempo (por ejemplo, el depósito), y de ejecución periódica, cuando generan la
repetición durante cierto tiempo de la conducta constitutiva de la prestación (por ejemplo, el
arrendamiento de un local de negocio).
Contratos Civiles:

1. Compraventa: Acuerdo en el que una parte se compromete a transferir la propiedad de un bien


a cambio de un pago por parte de la otra parte.
2. Arrendamiento: Contrato que regula el alquiler de un bien inmueble o mueble, donde una parte
concede el uso de un bien a cambio de una renta.
3. Préstamo: Acuerdo en el que una parte presta dinero a otra, con la obligación de devolver el
capital junto con intereses en un plazo determinado.
4. Donación: Transferencia de propiedad de un bien sin esperar nada a cambio. Puede ser entre
familiares o terceros.
5. Mandato: Un individuo (mandante) otorga a otra persona (mandatario) la autoridad para actuar
en su nombre en determinadas cuestiones.

Contratos Mercantiles:

1. Contrato de Distribución: Regula la relación entre un fabricante o proveedor y un distribuidor,


estableciendo los términos para la venta y distribución de productos.
2. Contrato de Agencia: Un agente actúa en nombre de otro (principal) para negociar o realizar
transacciones con terceros.
3. Contrato de Franquicia: El titular de una marca (franquiciador) concede a otro (franquiciado)
el derecho de operar un negocio bajo su marca, a cambio de regalías y cumplimiento de ciertos
estándares.
4. Contrato de Joint Venture: Dos o más partes acuerdan colaborar en un proyecto o negocio
compartiendo recursos, riesgos y beneficios.
5. Contrato de Fletamento: Se utiliza en el ámbito del transporte marítimo, donde el propietario
del buque (fletador) cede su uso a otra parte (fletante) a cambio de un pago.
6. Contrato de Comisión: Un individuo (comisionista) realiza transacciones en nombre de otra
persona (comitente) a cambio de una comisión.

Estos son solo algunos ejemplos y existen muchos otros tipos de contratos en el ámbito civil y mercantil,
cada uno adaptado a situaciones y necesidades específicas. Es importante consultar a un profesional del
derecho para asegurar que los contratos cumplan con la normativa legal vigente.
3. ELEMENTOS DEL CONTRATO MERCANTIL.

Los elementos esenciales de cualquier contrato mercantil, son los siguientes: consentimiento de los
contratantes, objeto cierto que sea materia del contrato y causa de la obligación que se establezca.
Habrá que añadir a estos elementos, la forma.

3.1. El consentimiento.

Es el acuerdo de las partes que intervienen en el contrato, que ha de recaer sobre la materia del mismo
(objeto) y sobre lo que éste pretende (causa).

Antes de que se produzca el consentimiento de las partes intervinientes en el contrato, existen una
serie de pasos previos tendentes a buscar la concurrencia de voluntades. El principal de estos pasos es
la oferta, consistente en la declaración de voluntad unilateral de una de las partes, en busca de que otra
persona se interese por la propuesta realizada.

3.2. El objeto.

El contrato ha de recaer sobre algo, que es aquello sobre lo que versa dicho contrato. El objeto del
contrato ha de ser posible, lícito y determinado. Si el objeto del contrato no reúne estos requisitos, el
contrato carecerá de efectos legales.

Por ejemplo, el objeto de un contrato de renting es el bien cuyo uso se cede al arrendatario.
3.3. La causa.

La causa, que es el fin práctico que se pretende con el contrato, ha de reunir los siguientes requisitos:
ha de existir, pues los contratos sin causa no producen efecto alguno; ha de ser verdadera; y por último,
ha de ser lícita, lo que no sucederá cuando se oponga a las leyes o a la moral.

Por ejemplo, la causa en un contrato de renting es el ánimo de lucrarse con la cesión del uso del bien
por parte del arrendador, y el uso del bien por parte del arrendatario.

3.4. La forma.

El sistema de la contratación mercantil se inspira, como el civil, en el principio de libertad de forma.


Los contratos mercantiles serán válidos y producirán obligación y acción en juicio, cualesquiera que sean
la forma y el idioma en que se celebren (artículo 51 del Código de comercio).

Mas, una vez formulado ese postulado, el propio Código de comercio se encarga de establecer una serie
de excepciones que merman considerablemente su amplitud. Este es el caso de una serie de contratos,
para los que el Código o ciertas leyes especiales requieren formas o solemnidades necesarias para su
eficacia, de manera que si no se respeta la forma inscrita no producirán obligación ni acción en juicio.

3.5. Elementos accidentales.

Pueden estar presentes por voluntad de las partes. Estos elementos son:

La condición, cuando la celebración de un contrato queda fijada bajo ciertos supuestos que afectan a
su eficacia. Por ejemplo, en un contrato de seguro existen una serie de condiciones generales y
particulares que pueden afectar a las obligaciones del asegurador.

El término, que es el momento temporal en que comienzan o terminan los efectos de un contrato o bien
ha de llevarse a cabo el cumplimiento de una obligación.

El modo, que es una carga o gravamen añadido a los negocios gratuitos.

4. EL CONTRATO DE COMPRAVENTA MERCANTIL.

4.1. Concepto.

El contrato de compraventa se puede definir como aquél por el que uno de los contratantes se obliga a
entregar una cosa determinada y el otro a pagar por ella un precio cierto, en dinero o signo que lo
represente.

Hay compraventas civiles y compraventas mercantiles, y para distinguir unas de otras, el Código de
comercio establece que "será mercantil la compraventa de cosas muebles para revenderlas, bien en la
misma forma en que se compraron, o bien en otra diferente, con ánimo de lucrarse en la reventa".
Pueden considerarse mercantiles las compras especulativas sobre bienes inmuebles, a pesar de no estar
mencionadas en el Código de comercio.

4.2. Contenido.

El contenido del contrato de compraventa mercantil está caracterizado por una serie de obligaciones
que afectan al vendedor y al comprador.

- OBLIGACIONES DEL VENDEDOR-.


Entre las obligaciones del vendedor, se pueden destacar las siguientes:

• Obligación de entregar la cosa en el momento o plazo convenido, mas si nada se pacta, deberá tenerla
a disposición del comprador dentro de las 24 horas siguientes a la estipulación del contrato.

• Obligación de soportar la pérdida, daño o deterioro no imputable a ninguna de las partes, que sufra la
cosa antes de ser entregada o puesta a disposición del comprador.

• Obligación de saneamiento: el vendedor está obligado a garantizar a su comprador la posesión legal y


pacífica de la cosa vendida, y los vicios o defectos de que ésta adoleciera. En este último caso, el Código
de Comercio establece un régimen jurídico para los vicios o defectos manifiestos y otro para los ocultos.
- OBLIGACIONES DEL COMPRADOR-.
Las principales obligaciones del comprador son las siguientes:

• Obligación de pagar el precio convenido, presumiéndose el pago al contado en caso de silencio.

• Obligación de recibir o retirar la cosa comprada en el lugar y en el momento adecuados, una vez
realizadas por el vendedor las actividades indispensables para la entrega o puesta a disposición de las
mercancías. El comprador puede negarse cuando las mercancías adolezcan de vicios o defectos de
cantidad o calidad, o cuando el vendedor pretenda entregarlas una vez transcurrido el plazo de entrega.

5. OTROS TIPOS DE CONTRATOS MERCANTILES.

A continuación, se van a estudiar algunos de los principales contratos mercantiles, se encuentren o no


regulados en el Código de comercio.

5.1. El contrato de transporte.

El contrato de transporte es aquél por el que el transportista o porteador se obliga a cambio de un


precio, a trasladar personas o cosas de un lugar a otro.

En función de la naturaleza del objeto porteado podemos distinguir:

a) transportes de cosas o mercancías;

b) transportes de personas o viajeros; c) transportes mixtos.

A continuación, se van a señalar algunos de los elementos más importantes del contrato de transporte
de mercancías por vía terrestre.

Los elementos personales de este contrato son:


• El porteador o persona que asume la obligación de transportar la cosa o cosas en las condiciones
pactadas.

• El remitente o cargador, que es quien en nombre propio estipula el transporte con el porteador y
entrega o pone a su disposición la cosa o cosas objeto del contrato.

• El destinatario o consignatario, que es la persona a la que se dirige la carga y a la que el porteador


tiene que entregarla en el lugar convenido.

Entre los elementos formales de este contrato, que prueban su perfección y su contenido, se encuentra
la carta de porte.

Los elementos reales de este contrato son: la cosa o cosas objeto del transporte (que han de ser lícitas
y determinadas), y el precio, que deberá consignarse en la carta de porte.

5.2. Los contratos de distribución.

Entre los contratos de distribución podemos destacar:

• El contrato de agencia.

• El contrato de concesión mercantil (distribución en exclusiva).

• El contrato de comisión.

• El contrato de mediación o corretaje.

• El contrato de franquicia.

- EL CONTRATO DE AGENCIA-.

Aquél por el que una persona (agente) se obliga frente a otra de manera continuada o estable a cambio
de una remuneración, a promover actos u operaciones de comercio por cuenta ajena, o a promoverlos y
concluirlos por cuenta y en nombre ajenos, como intermediario independiente, sin asumir, salvo pacto
en contrario, el riesgo y ventura de tales operaciones

- EL CONTRATO DE CONCESIÓN MERCANTIL (DISTRIBUCIÓN EN EXCLUSIVA-.

Aquél por el que un empresario (concesionario) se compromete a adquirir en determinadas condiciones


productos, normalmente de marca, a otro (concedente), y a revenderlos en una zona geográfica
determinada, bajo su supervisión

- EL CONTRATO DE COMISIÓN-.

El realizado entre dos comerciantes o entre un comerciante y otra persona, por el que una de las partes
(el comisionista), se obliga a realizar por encargo y cuenta de la otra (el comitente) una o varias
operaciones mercantiles. Suele utilizarse especialmente en operaciones de compraventa y transporte.
- EL CONTRATO DE MEDIACIÓN O CORRETAJE-.

Aquél por el que una de las partes, el mediador o corredor, se compromete, a cambio de una
remuneración, a promover o facilitar la celebración de contratos entre la otra parte contratante y
terceros. De esta forma, el contrato se realiza finalmente entre el cliente y el tercero, sin que el
mediador sea parte en el mismo.

- EL CONTRATO DE FRANQUICIA-.

Aquél por el que una empresa (el franquiciador), cede a otra (franquiciado), a cambio de una
contraprestación (canon), el derecho a la explotación de un conjunto de derechos de propiedad
industrial o intelectual, marcas, nombres comerciales, rótulos, modelos, derechos de autor, etc, para la
reventa de productos o la prestación de servicios.
5.3. El contrato de depósito mercantil.

El contrato de depósito es aquél por el que una persona, llamada depositante, entrega una cosa a otra,
llamada depositario, que se compromete a custodiarla, devolviéndola cuando finalice el plazo pactado o
la solicite el depositante. El depósito puede ser regular o irregular.

Los requisitos que ha de cumplir el depósito para ser considerado como mercantil son los siguientes: a)
que por lo menos el depositario sea comerciante; b) que las cosas depositadas sean objeto de comercio;
c) que el depósito constituya por sí una operación mercantil, o se haga como consecuencia de operaciones
mercantiles.

El depósito mercantil es generalmente oneroso, al tener que abonar el depositante una cantidad de
dinero al depositario, salvo que exista entre ambos un pacto expreso en contrario.

5.4. El contrato de préstamo mercantil.

El contrato de préstamo es un contrato consensual, en virtud del cual el prestatario se obliga a recibir
una cosa fungible del prestamista, para devolverle otro tanto de la misma especie o calidad. El
prestatario estará obligado a pagar intereses si así se ha pactado por escrito.

Para considerar un préstamo como mercantil, se han de dar dos circunstancias: a) alguno de los
contratantes debe ser comerciante; b) las cosas prestadas deben ser destinadas a actos de comercio.

No obstante, el Tribunal Supremo ha afirmado en ciertas sentencias que aunque no se destinen las cosas
dadas en préstamo a actos de comercio, los préstamos son mercantiles si son operaciones bancarias.

5.5. El contrato de seguro.

El contrato de seguro es aquél por el que el asegurador se obliga, mediante el cobro de una prima y para
el caso de que se produzca el evento cuyo riesgo es objeto de cobertura, a indemnizar, dentro de los
límites pactados, el daño producido al asegurado o a satisfacer un capital, una renta u otras prestaciones
convenidas.

5.6. El contrato de arrendamiento financiero. Leasing

Modalidad de contrato de alquiler con opción de compra, que permite la financiación de bienes del activo
no corriente (muebles o inmuebles). Dicha opción se ejercita pagando el valor residual, que suele ser
igual al valor de una cuota, y que es el último pago que se realiza.

El leasing o arrendamiento financiero es una operación que permite a las empresas que necesitan bienes
de producción (maquinaria, equipos de oficina, vehículos, etc.) el poder de disponer de ellos durante un
tiempo determinado, mediante el pago de una cuota periódica.

Es decir que, si la empresa realiza dicho pago, pasa a ser propietaria del bien, aunque puede, si lo desea,
no ejercitar dicha opción y devolver el bien a la entidad financiera de leasing. Dicha entidad no corre
con los gastos de mantenimiento o reparación del bien.
Los sujetos que intervienen en este contrato son:
- El proveedor, que es el fabricante o distribuidor que vende el bien a la sociedad de leasing.
- La sociedad de leasing (arrendador), o intermediario financiero, que es quien adquiere el bien para
arrendarlo.
- El usuario (arrendatario), que es la empresa que le propone a la sociedad de leasing la adquisición del
bien declarando su voluntad de celebrar el contrato de arrendamiento.

Funcionamiento del Leasing.


Os preguntareis ¿Cómo funciona el leasing? Pues su funcionamiento es el siguiente: la empresa que
necesita un determinado bien entra en contacto con un proveedor y una vez acordada la adquisición,
acude a una sociedad de leasing que compra el bien seleccionado. Una vez adquirido, cede su uso al
usuario por tiempo determinado mediante el pago de un canon arrendaticio, con la opción de comprar
cuando finalice el periodo contratado.
En el siguiente esquema podeis ver con claridad el funcionamiento del leasing:

Una vez finalizado el periodo contratado, el arrendamiento tiene tres opciones:

• Devolver el bien a la sociedad arrendadora.


• Celebrar un nuevo contrato de arrendamiento.
• Adquirir los bienes por el valor residual, que es el valor del bien descontados los pagos
ya realizados.

Esta operación financiera tiene ventajas para las tres partes. Para el proveedor, supone el
cobro al contado de la venta. Para el usuario, la posibilidad de comprarlo a plazos y además, la
ventaja de que se contabiliza como gasto fiscal deducible (gasto de alquiler) ocasionando un
menor pago de impuestos. Y para la sociedad de leasing es una operación comercial cuya
garantía de cobro la constituye el propio bien ya que no pasa a propiedad del comprador hasta
que ejercita su opción y paga el valor residual.
5.7. El contrato de renting.

La empresa propietaria del bien cede su uso a cambio de una cuota en concepto de alquiler. No existe
opción final de compra. El mantenimiento del bien queda a cargo de la compañía de renting, quedando
incluido su coste en la cuota de alquiler. También se incluye en dicha cuota, el seguro del bien objeto
del contrato.

Contrato de alquiler por el que la empresa paga una cuota fija en la que no sólo está incluido el alquiler,
sino todos los servicios accesorios, por lo que la entidad no tendrá que preocuparse de gastos
imprevistos. A pesar que suele concebirse como un contrato a largo plazo, lo cierto es que no hay
establecida ninguna duración mínima para este tipo de alquiler.

Funcionamiento renting: es muy sencillo. La empresa financiera o de renting compra un determinado


mueble duradero y lo cede mediante un contrato de alquiler a otra empresa con la que previamente
había pactado este alquiler.

Normalmente, la empresa arrendataria selecciona un determinado bien y acude a la empresa de renting


o a la entidad para que compre el mismo. Esto es lo que ocurre en la mayoría de las ocasiones, aunque en
otras la empresa arrendadora ya cuenta con stock del bien demandado.

Una vez comprado, la empresa de renting pone a disposición de la empresa solicitante el bien en régimen
de alquiler a cambio de una cuota mensual, de manera general. Frente a otros tipos de contrato de
arrendamiento, en el contrato de renting no se traspasa la propiedad, sino que en todo momento el bien
está en manos de la empresa arrendadora.

Ventajas del renting.

La principal vebtaja que ofrece el renting (frente a la opción de compra) es evitar el endeudamiento.
Hay 7 ventajas principales para acudir a un contrato de renting:

1. Evitar obsolescencia. A diferencia de la compra, el alquiler permite evitar la obsolescencia, ya


que la empresa solo paga por el uso y no por la propiedad.
2. Control del endeudamiento. No se tiene que pedir financiación.
3. Facilidad en la contabilidad. Contabilizar cada uno de los pagos (normalmente mensuales).
4. Flexibilidad. Muchas opciones para la empresa para alquilar.
5. Deducción en impuestos. Las cuotas del renting son deducibles tanto en el IRPF como en el IS.
Su tratamiento en el IVA también resulta beneficioso, puesto que el profesional puede
beneficiarse de un 50% del IVA soportado en la opción de renting.
6. Servicios adicionales. Un contrato de renting (de vehículos) no incluye meramente el alquiles del
vehículo, sino que lleva asociados otra serie de servicios como, el mantenimiento y reparación,
vehículo de sustitución, matriculación , entre otros.
7. Seguro. Otra de las ventajas más valoradas por las pequeñas y medianas empresa es el ahorro
en seguro del vehículo. Esto es así, puesto que el contrato de renting ya incluye ese seguro.

Ø Diferencias entre leasing y renting

A pesar de tanto el leasing como el renting hacen referencia a un arrendamiento de bienes, lo cierto es
que mientras en el leasing existe la opción de compra, en el renting no. (Concepto)
El coste de la cuota de renting suele ser mas elevado que la de leasing. Esto es así, puesto que la primera
cuota no sólo incluye el alquiler del bien sino en cuestión, sino también los relativos a otros servicios
adicionales como son el mantenimiento y la reparación en el caso del renting de vehículos. (Coste)

Mientras que en el leasing la duración mínima es de 2 años, en el caso del renting no existe requisito
temporal. (Duración)

Diferencias fiscales: La principal diferencia en el tratamiento fiscal radica en que en el caso del leasing,
existe un régimen especial para los casos de arrendamiento financiero en el que se recogen incentivos
fiscales muy favorables para la empresa, ya que la empresa puede deducir tanto la carga financiera
como el coste de recuperación del bien. No obstante, en el caso del renting, todos los gastos son
deducibles fiscalmente, por lo que aunque sean mayores, se pueden deducir en su totalidad.

5.8. El contrato de factoring.

Contrato por el que una empresa encomienda el cobro de las facturas y efectos que tiene sobre sus
clientes a otra empresa, que es la sociedad-factor.

Las ventajas de este contrato son:

• Se evitan los trabajos administrativos que conllevan los cobros.


• Se obtiene liquidez inmediatamente.
• Se traspasa a estas sociedades el riesgo de impago

5.9. Otros contratos mercantiles.

Podemos destacar los siguientes:

• Contrato de cuentas en participación.


• Contrato de confirming.
• Contrato de afianzamiento mercantil.
• Contrato de crédito al consumo.
• Contratos bancarios.
• Etc.

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