Gastronomia en La Prehistoria
Gastronomia en La Prehistoria
Gastronomia en La Prehistoria
FACULTAD DE HUMANIDADES
LA GASTRONOMÍA EN LA PREHISTORIA
Materia:
Gastronomía I (RET – 351)
Carrera:
Gestión del Turismo
Docente:
Integrantes:
➢ Laddy Laura Suárez Choque 220100535
➢ José Carlos Pérez Rodríguez 219041016
➢ Alba Mishelle Canido Galvis 221069275
➢ Mishell Maely Zenteno Pacheco 220173494
➢ Carlos Andres Paredes Paruma 218039492
➢ Analia Justiniano Figueredo 221188746
➢ Jeico Castañon Ávalos 220093806
Introducción
La historia de la alimentación humana
no solo refleja las necesidades
biológicas de las personas, sino
también la evolución cultural, social y
tecnológica de la humanidad. En este
sentido, el estudio de la gastronomía
durante el Paleolítico y el Neolítico es
crucial para entender cómo los
primeros seres humanos
interactuaban con su entorno y cómo
la alimentación fue transformándose con el paso del tiempo.
PERIODO PALEOLITICO
El Paleolítico (2,5 millones de años a.C. - 10,000 a.C.) fue una era caracterizada por la
existencia de grupos de cazadores-recolectores, cuya subsistencia dependía del entorno
natural. Los seres humanos de este periodo eran nómadas y su alimentación estaba
supeditada a la caza de animales y la recolección de plantas silvestres.
1. Caza y recolección
• Caza: Durante el Paleolítico, los seres humanos cazaban animales como mamuts,
bisontes, caballos, renos y ciervos. Para ello, desarrollaron herramientas de
piedra como lanzas, hachas y cuchillos. La caza era una actividad grupal y
cooperativa, lo que fomentaba el desarrollo social.
De forma específica, Montero (2001) destaca que algunos de los principales
alimentos fueron animales como el mamut o el rinoceronte, destacando que al
tratarse de animales de gran tamaño, estos podían aprovisionar de alimento a
un grupo humano durante un tiempo considerable. Ahora bien, a medida que
estos grupos fueron desarrollando las técnicas de caza, “el alimento fue más
abundante y comenzó la selección de partes más tiernas o sabrosas. En épocas
más cercanas los proveedores de carnes resultaron ser renos y caballos,
agregándoseles el pescado y cobrando paulatina importancia los vegetales”
(Montero, 2001, Alimentos y Alimentación en la Prehistoria y en los Pueblos
Antiguos, p.5).
El Neolítico (10,000 a.C. - 4,000 a.C.) marcó una transformación crucial en la historia
humana, conocida como la "Revolución Neolítica". Durante este periodo, los seres humanos
comenzaron a domesticar plantas y animales, pasando de una economía de subsistencia
basada en la caza y recolección a una economía basada en la agricultura y ganadería.
No se sabe con certeza por qué la humanidad comenzó las actividades agrícolas y ganaderas.
Los grupos humanos posiblemente conocían desde hacía tiempo la forma de reproducción
de las plantas y los animales. Algunos historiadores relacionan el origen con los cambios
climáticos que se iniciaron entonces: la desertificación del Próximo Oriente acarrearía la
escasez de comida y el ser humano se vería forzado a producir las plantas y a controlar los
rebaños allá donde había agua.
Las nuevas tareas agrícolas provocaron el desarrollo de útiles como las azadas, las hoces y
los molinos de mano, y adquirieron un gran desarrollo los instrumentos de madera, asta y
hueso, pero sobre todo se extendió la cerámica, que fue primordial para la conservación de
los alimentos y su cocción.
Las primeras evidencias de uso del fuego por seres humanos provienen de diversos sitios
arqueológicos en África Oriental, como Chesowanja —cerca del lago Baringo—, Koobi Fora
y Olorgesailie, en Kenia. Las pruebas encontradas en Chesowanja consisten en fragmentos
de arcilla roja de una antigüedad de 1,42 millones años.
Realmente, nadie inventó el fuego, ya que es uno de los cuatro elementos básicos de la
naturaleza. El fuego ha existido durante millones de años, y una de las primeras
manifestaciones se daba cuando los rayos de una tormenta caían sobre los árboles de los
bosques y creaban incendios, o cuando un volcán estallaba en erupción. Así pues, los
hombres primitivos sabían utilizar el fuego, pero en un principio desconocían la forma de
encenderlo y crearlo, por lo que era un elemento muy preciado.
Las teorías apuntan a que nuestros antecesores
aprendieron a utilizar el fuego utilizando, golpeando
o frotando palos y piedras. Por ello, el dominio del
fuego se consideró un gran avance para la sociedad y,
según los científicos, creen que se logró en la Edad de
Piedra Temprana por el Homo Erectus.
Materias Primas. Los animales grandes empezaron a extinguirse por lo que el hombre
empezó a domesticar ciertos animales (renos, perros, etc). La domesticación en Oriente de
cabras, cerdos, ovejas y asnos dio origen a la ganadería.
La agricultura, el cultivo de las plantas, fue la tarea de las mujeres, quienes comenzaron a
cultivar las semillas que recogían. Esto significó el asentamiento del hombre. Los primeros
cultivos fueron los siguientes: trigo, cebada, avena, col, higos, habas, lentejas, mijo y vid,
también se consumían frutos del manzano, peral el ciruelo y el cerezo.
Al final de los períodos glaciales, empezaron a crecer en las Colinas del Oriente próximo, los
antecesores de los cereales.
Utensilios. En este período aparecieron los primeros recipientes de barro para cocinar
alimentos. Los huesos de los animales, de los que se consumían la carne, eran utilizados
para hacer herramientas y sus pieles fueron utilizadas como abrigos.
Se inventó el arado y en este momento la mujer perdió el control de la agricultura,
atribuyendo la labor a la fuerza del hombre.
En el Siglo V A.C, en México se inventó el Molino de trigo.
Desarrollo Técnico. El método de cocción que utilizaban era el asado.
Con el descubrimiento del fuego el hombre comenzó a cocer los alimentos con lo cual se
digerían mayor, este método al mismo tiempo evitaba la transmisión de enfermedades y
podían apreciar mayor su sabor.
El fuego hizo que el hombre estuviera despierto más horas y por consecuencia de esto,
inició el proceso de sociabilización, dando como resultado un aumento demográfico.
Con el paso del tiempo, la agricultura reemplazó a la recolección de forma gradual. A partir
del año 3,500 A.C. se dio un cambio en el aprovechamiento delos animales: no se
explotaban ya sólo para obtener su carne y sus pieles, sino que también para la obtención
de productos secundarios como la leche, queso y lanas.
En la época prehistórica, el hombre ya utilizaba el frío como método de conservación de las
carnes, a través de bloques de hielo.
Arqueoturismo: la alimentación y la cocina en el Paleolítico
Una introducción a la relación entre arqueología, turismo y gastronomía
¿Qué es la Paleo-gastronomia?
Hace referencia a una dieta paleolítica lo cual significa que es un plan de alimentación
basado en alimentos que los humanos podrían haber consumido durante la era paleolítica.
La era paleolítica data de hace unos 2,5 millones a 10 000 años.
La dieta paleolítica se basaba en la utilización de los alimentos disponibles en el entorno.
Los productos que predominaban eran tanto de origen animal como vegetal, y respondían
a los procesos de caza, pesca y recolección. Esta reseña estudia la potencialidad turística
que se deriva de los ingredientes presentes en la alimentación del Paleolítico medio y
superior a partir de la revisión de un recetario contemporáneo que recupera las
posibilidades alimentarias y culturales de la cocina paleolítica. En la actualidad hay un
interés creciente en la prehistoria y, en particular, en el contexto de las prácticas de turismo
cultural. Las conclusiones apuntan estas oportunidades en el marco de la relación entre la
arqueología y el turismo.
Una dieta paleolítica moderna incluye frutas, verduras, carnes sin grasas, pescado, huevos,
frutos secos y semillas. Estos son alimentos que en el pasado las personas podían encontrar
mediante la caza y la recolección. No incluye alimentos que se hicieron más comunes
cuando comenzó la agricultura a pequeña escala hace 10 000 años. Estos alimentos incluyen
granos, legumbres y productos lácteos.
La cocina y la gastronomía inspiradas en los ingredientes prehistóricos tienen un gran
interés en la actualidad, especialmente en la aplicación y usos de los alimentos que se
consumían en el Período Paleolítico y durante las etapas más recientes del mismo, es decir,
el Paleolítico medio y el superior. El objetivo de este artículo es presentar las posibilidades
turísticas de la cocina paleolítica a partir de la revisión de sus productos característicos. Para
ello, el método de estudio se ha basado en la recopilación y clasificación de los ingredientes
utilizados en el trabajo de Carbonell y Bellmunt (2016), titulado Pàleo Receptes. La dieta
dels nostres orígens per a una vida saludable. Se trata de un recetario que presenta una
serie de más de cincuenta recetas elaboradas con alimentos tradicionales del Paleolítico. La
alimentación, la cocina y la gastronomía convergen como conceptos que permiten
comprender las identidades culturales, lo cual enlaza con las prácticas turísticas de
descubrimiento de aquellas culturas que son diferentes a la propia, actuales o no, a través
de su gastronomía. La principal aportación de esta reseña, a partir de una aproximación a
los alimentos paleolíticos, es ofrecer una visión concreta de su vinculación con la actividad
turística.
Otros nombres para la dieta paleolítica son: alimentación paleolítica, dieta de la Edad de
Piedra, dieta de los cazadores y recolectores y dieta de los cavernícolas.
Objetivo: El objetivo de una dieta paleolítica es comer comidas que probablemente comían
los primeros seres humanos. La dieta se basa en la idea de que nuestros genes no están
bien adaptados para las dietas modernas que surgieron de la agricultura.
Motivos por los que podrías seguir una dieta paleolítica: Podrías elegir seguir una dieta
paleolítica porque deseas lo siguiente:
- Perder peso o mantener un peso saludable
- Reducir los factores de riesgo de enfermedades cardíacas o cardiovasculares
Detalles de una dieta paleo: Las recomendaciones varían entre las dietas paleolíticas que
se promocionan en libros o en Internet. Por lo general, las dietas paleolíticas siguen estas
reglas.
Qué comer
- Frutas
- Verduras
- Legumbres, como los frijoles (alubias, porotos), las lentejas y los cacahuates
(maníes)
- Productos lácteos, como la leche y el queso
- Azúcar agregada y refinada
- Sal agregada
- Verduras con almidón, como el maíz (elote, callo), la jícama, las arvejas (guisantes,
chícharos) y las papas blancas
- Alimentos muy procesados, como papas fritas o galletas dulces