La Cuestión Del Origen

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LA CUESTIÓN DEL ORIGEN

La pregunta por la esencia del ser humano (quién soy) se subdivide en


otras igualmente importantes. Una de ellas es la pregunta por el origen (de
dónde vengo), porque conocer el origen de algo ayuda a clarificar el objeto de
estudio. En este tema nos preguntamos, por tanto, de dónde venimos, y
subdividimos la cuestión en tres pasos sucesivos: de dónde viene lo que me
rodea (cosmogénesis), de dónde viene la vida (biogénesis), de dónde viene el
hombre (antropogénesis). Cabría incluso particularizar más la pregunta y
preguntarme en concreto de dónde vengo yo y cuáles son los antepasados que
me precedieron. Pero entonces ya no estaría preguntando por el origen de la
esencia de lo humano, sino por el origen de la persona única e insustituible que
soy yo.

En propiedad, cualquiera que se pregunte a fondo por quién es, debería


responder estas cuatro preguntas. Aquí, por tratarse de una indagación
universal, válida para todos, sólo podemos preguntarnos de dónde viene el ser
humano como especie. Pero igualmente importante es conocer mi propio
origen como persona: la historia de cómo y por qué la persona que yo soy está
ahora aquí leyendo esto. Como este planteamiento es estrictamente personal,
no podemos tratarlo aquí, sino únicamente invitar a cada uno a realizarlo de
modo individual. Entremos, de momento, en cuestiones más generales.

Este tema también puede considerarse como un estudio de lo que el ser


humano es, considerando a este una parte del cosmos físico (cosmogénesis),
de la bioesfera (biogénesis) o de la especie humana como tal (antropogénesis).
El profesional de la salud estudia en muchas de sus asignaturas al hombre
como parte del cosmos, como parte de la vida, y como individuo de la especie
humana, pues el abordaje integral de la enfermedad pasa por tener en cuenta
estos aspectos. Del mismo modo, parte de las asignaturas que un niño o
adolescente recibe de su maestro van destinadas a responder, desde un punto
de vista científico, a estas cuestiones.
LECCIÓN 1.
COSMOGÉNESIS1

1.- Cuestiones científicas

Habitualmente se pensaba que habitábamos en un Universo finito en el


espacio, finito en el tiempo, y estable; así los modelos cosmológicos de las
grandes mitologías de la antigüedad. Los modelos cosmológicos griegos de los
presocráticos nos muestran siempre un Cosmos finito (en forma de esfera o
huevo), infinito en el tiempo (es decir: eterno, sin un comienzo) y estable, que
no cambia. Con el cristianismo aparece una novedad y es el planteamiento de
un comienzo absolutamente radical del Cosmos, de un inicio temporal. Sin
embargo, la visión científica de la modernidad siguió manteniendo de una
manera más o menos explícita la eternidad del mundo, a la que añadió una
infinidad en el espacio (Newton) y mantuvo la idea de un Universo estable. Así
pues, durante mucho tiempo se pensó que el Universo era infinito en el espacio
y en el tiempo, y estable.

Esta visión se ha roto completamente en el último siglo, porque la visión


científica y actual del Universo habla de un cosmos finito en el espacio, con un
inicio temporal, y en evolución constante2. Pero veamos por partes, aunque
muy superficialmente, cómo se ha dado este cambio de mentalidad. Ya Olbers
(S. XIX) se percató de que en el espacio no podían haber infinitas estrellas,
porque en tal caso el cielo nocturno no sería un manto oscuro, sino una
superficie brillante como la superficie del sol (estrellas infinitas suponen luz
infinita). Por otro lado, si en el Universo hubiera materia infinita las fuerzas
gravitatorias que hay en torno a mí se cancelarían, impidiendo cualquier tipo de
movimiento (pues sería como si una fuerza infinita tirara de mí en todas
direcciones). Y si la materia no es infinita en el Universo, tampoco el espacio
(no se puede confundir el espacio vacío con la nada3). Por otro lado, si el
Universo fuera eterno, significaría que las estrellas arden desde la eternidad.
Pero sabemos que la vida de las estrellas es limitada y no pueden arder
eternamente; y si hubieran ardido desde la eternidad, haría siglos que se
hubieran ya apagado. Del mismo modo, desde un plano más filosófico, parece
difícil afirmar que desde la eternidad el tiempo avanza hasta el día de hoy: si
desde siempre está el tiempo “corriendo” hacia el hoy, estrictamente nunca se
puede llegar al día de hoy. Por tanto, el universo parece también finito en el
tiempo. Por último, el efecto Doppler de las Galaxias, con el consiguiente
corrimiento al rojo, evidencia que el Universo se está expandiendo, pudiéndose
prever que en el futuro se expandirá más, pero pudiéndose igualmente
retroceder en el “tiempo” del Universo hasta el gran estallido inicial, hace 14
eones4. El Universo, pues, no es estable, sino en expansión, y por tanto, con un
punto de inicio (el Big Bang) del cual se encuentran ecos en el Cosmos con el
llamado fondo de radiación microondas, descubierta en 1965.

1
Muchas de las ideas que aparecen aquí están magistralmente expuestas en M. CARREIRA,
Metafísica de la materia, Comillas, 2001. Lo mismo para la segunda lección.
2
Véanse varios modelos cosmológicos y su discusión en J. R. DE LA PEÑA, Teología de la
Creación, Sal Terrae, Santander 1987, 220-225.
3
El desarrollo de esta idea pertenece al ámbito de la Filosofía de la naturaleza.
4
Un eón = mil millones de años.
A día de hoy se conocen unos 100 mil millones de galaxias, con unas 100
mil estrellas por galaxia. El número de partículas elementales se calcula en
torno a 1080, mientras que la masa total del Universo asciende a unos 10 53
gramos. Pero uno de los datos más impresionantes es que al parecer los
elementos más complejos del Universo son resultado de la síntesis de
elementos mucho más simples, realizado a lo largo de milenos en el interior de
las estrellas. Dicho de otro modo, todos los elementos complejos del Universo
(incluidos, por supuesto, los átomos necesarios para que un cuerpo humano
pueda constituirse) fueron sintetizados en el interior de las estrellas. Y esto
quizá sí que sea importante para nuestra indagación acerca del origen del
hombre. Por eso se ha dicho con razón científica y belleza poética que somos
polvo de estrellas.

2.- Consideraciones filosóficas

Tras observar los datos científicos, conviene hacerse una serie de


consideraciones filosóficas. Por ejemplo, la pregunta más profunda que cabe
hacer, la pregunta metafísica fundamental como la formuló Leibniz, es ¿por qué
existe algo y no más bien nada? El planteamiento de esta pregunta no es
científico, sino filosófico (porque la ciencia indaga las causas, no la finalidad de
las cosas), y su respuestas queda mucho más allá de lo estrictamente
científico. Si existe algo, por el principio de razón suficiente, tenemos que
buscar una razón de ser de lo que existe, o nos quedamos sin entender por
qué existe algo. Si por la noche entro en mi cuarto para dormir y no hay nadie,
me parecerá lo normal; pero si cuando entro en mi cuarto encuentro un
desconocido, le preguntaré por qué está ahí, porque lo normal es que no
hubiera nadie. De un modo análogo, podemos intuir que lo normal en el
Universo sería que no hubiera nada, y que si hay algo, ese algo necesita una
razón de ser (incluso en el caso de un Universo eterno).

La ciencia de los últimos decenios parece hablar de un comienzo


temporal del Universo: esto no significa sólo un comienzo en el tiempo, sino un
comienzo del tiempo mismo (porque a la pregunta ¿qué había antes del big-
bang? la respuesta más sensata parece ser: no había antes). Pero si hablamos
de un comienzo temporal, en el fondo estamos aludiendo a la idea de creación,
del paso de la nada al ser, que supone la idea de un Creador de potencia
infinita (la única capaz de hacer pasar algo de la nada al ser). Este Creador,
evidentemente no puede ser material (puesto que caeríamos en un círculo
vicioso). Hoy en día algunos científicos parecen apuntar que si el Universo
fuera eterno no necesitaría de un creador. Sobre esto, habría que recordar que
ya Santo Tomás afirmaba que la idea de un Universo eterno no repugnaba a la
razón (aunque fuera contrario a la fe), y que aun en tal caso la exigencia de un
Creador seguía en pie. No sólo se necesita una fuerza omnipotente para crear:
si al fin tenía que surgir la vida inteligente que se preguntara estas cosas,
parece que el origen del mundo material debía ser así y no podía ser de otro
modo. Es decir, que si en el Big-bang no estaban las condiciones iniciales
necesarias para que andando el tiempo surgiera vida inteligente, tal vida no
habría surgido. Puede, pues, hablarse de un ajuste inicial de la materia, tan
fino, que únicamente un ser de inteligencia sobrehumana podría hacerlo, al
menos según nuestro modo de entender las cosas. No tenemos espacio aquí
para detallar todo lo referente al principio antrópico, pero quien esté interesado
encontrará toda una serie de ajustes finísimos que eran necesarios para que la
vida se desarrollase5.

En definitiva, si de la nada no sale nada, parece que para explicar el


origen del Universo podemos recurrir a una potencia infinita (no material) que
crea de la nada. Por otro lado, si el azar no explica nada (porque el azar es
únicamente el nombre con el que cubrimos nuestra ignorancia de las
verdaderas causas de un evento) podemos sugerir que esta infinita potencia
creadora era además inteligente. Evidentemente, esto no es un razonamiento
científico, sino un razonamiento filosófico, que pretende mostrar que los datos
de la ciencia no están en contradicción con el dogma cristiano, y no sólo no
están en contradicción, sino que parecen complementarse bastante bien.
Conviene, sin embargo, mantener ambos campos suficientemente deslindados,
porque ni la ciencia enseña por qué hay algo y no más bien nada, ni la teología
enseña cuál es el proceso de combustión de las estrellas.

CUESTIONARIO
1. ¿Cuál era la visión clásica del mundo? ¿Cuál es la actual?
2. ¿Por qué necesitamos un punto de inicio y qué tiene que ver esto con
nosotros?
3. ¿Qué exige el paso de la nada al ser? ¿El origen fue caótico?

SUGERENCIA DE ACTIVIDAD
Visualiza e identifica los sucesivos momentos de la Cosmogénesis, en la
secuencia de la Creación, del film El árbol de la vida, EEUU, 2011, de Terrence
Malick.

SÍNTESIS
1. Antiguamente se pensaba que el Universo era infinito en el espacio y
en el tiempo, y además estable. Hoy se sabe que el Universo ni es
infinito, ni eterno, y además está en expansión.
2. Pero si invertimos el movimiento de expansión, llegamos a un
“momento inicial” (hace 14 eones), en el que todo inició con una gran
explosión (Big Bang). Ahora bien, ¿es posible que tal explosión
surgiera de la nada y por puro azar?
3. El paso de la nada al ser exige una fuerza de potencia infinita. Si
además, se tienen en cuenta que en las condiciones inicial del Big
Bang estaban los elementos suficientes para que andando el tiempo
llegara a desarrollarse vida inteligente, tal fuerza de potencia infinita
debió ser además inteligente (aunque esta conclusión ya no es
“científica”).

5
Para un desarrollo del Principio antrópico, que es de lo que hablamos aquí, puede verse J.
BARROW Y F.TIPLER, The Anthropic Cosmological Principle, Clarendon Press, Oxford 1986.
LECCIÓN 2.
BIOGÉNESIS

1.- Condiciones de posibilidad de la vida

¿Cómo surgió la vida en el Universo? Lo cierto es que no se sabe, pero


tampoco hay que desesperar de encontrar una respuesta científica que nos dé
las causas suficientes del surgimiento de la vida. Lo que sí podemos
preguntarnos, de momento, es bajo qué condiciones parece posible la vida.
Conocemos tres estados de la materia: sólido, gaseoso y líquido. Si la vida es
una estructura estable que establece relaciones con el medio en que vive,
encontramos que ni el estado sólido (cristales) ni el gaseoso posibilitan la vida:
el estado sólido no permitiría asimilar nuevos elementos y hacerlos parte del
propio cuerpo, y además no tiene flexibilidad; el estado gaseoso, por su parte,
no permite un mínimo de estabilidad para que pueda formarse nada duradero.
Las formas de vida como “pura energía” no pasan de ser ciencia ficción, porque
una onda electromagnética no tiene la consistencia necesaria para formar
nada vivo. Así pues, sólo queda el estado líquido, como único posible estado
de la materia en que la vida es posible: el líquido es flexible, es estable si se
recubre con una membrana, y permite asimilar elementos externos y expulsar
los sobrantes: esto es una célula. Por tanto, únicamente será posible la vida en
los planetas donde haya materia en estado líquido, capaz de combinarse con
otros elementos sólidos, claro está.

¿Qué tipo de elemento químico posibilita la vida? Para que haya vida se
necesitan largas cadenas de información que codifiquen los complejos
procesos que dirigen la actividad viva. Se necesita un elemento químico con
mucha facilidad para combinarse con otros elementos. El único candidato
posible es el carbono. De hecho, por eso la química se divide en química
orgánica y química inorgánica: porque las posibles combinaciones del carbono
son tan numerosas o más que las del resto de elementos químicos. Ahora bien,
si asumimos que no hay ningún tipo de elemento químico nuevo, porque en el
Universo es homogéneo (el análisis del espectro de la luz que procede de las
galaxias más distantes así lo demuestra), entonces concluiremos que
únicamente donde hay carbono es posible que haya vida.

¿Es posible la vida en otros planetas? Como posibilidad, evidentemente


existe. Ahora bien, otra cuestión es la posibilidad de vida inteligente (mucho
más improbable), y otra cuestión más difícil aún sería la de salvar las grandes
distancias interestelares que permitan un contacto con tales formas de vida. Es
tan remota la posibilidad de que existan tales formas de vida, y parece tan
imposible cualquier modo de contacto, que podemos despreocuparnos
tranquilamente del problema. Parafraseando lo que decían los sofistas sobre
los dioses: es un tema tan complejo, los extraterrestres estarían tan lejos si
existieran, la vida es tan corta, y nosotros les importamos tan poco, que no vale
la pena perder el tiempo con ellos.

2.- Explicaciones rivales sobre el origen de la vida


¿Cómo surgió la vida en la Tierra? Ya hemos dicho que no se sabe, pero
a priori pueden plantearse dos hipótesis alternativas: o la vida tiene un origen
extraterrestre, o la vida surgió por generación espontánea. El origen
extraterrestre de la vida, apuntado por algunos científicos, tiene poco de
respuesta satisfactoria: aun en el caso de que fuera cierto, queda sin explicar el
origen de la vida, que es el verdadero problema. ¿Qué más da que la vida
viniera de Marte si no explico cómo surgió la vida en Marte?

La hipótesis rival es que la vida surgió en la Tierra por generación


espontánea. Ahora bien, la generación espontánea se ha demostrado que es
algo imposible, a partir de los experimentos de Pasteur y otros. En la historia de
la ciencia es bien conocida la polémica sobre si los gusanos y parásitos que
aparecían en los cadáveres se generaban espontáneamente o procedían de
otros animales que depositaban sus huevos en la carne muerta. Tras larga
polémica, se demostró que la vida sólo procede de la vida, y que la generación
espontánea no se da en la experiencia ordinaria de la vida. Y sin embargo,
parece ser la explicación más científica que tenemos sobre el origen de la vida.

En laboratorios se han intentado reproducir las condiciones iniciales de


la tierra donde tuvo lugar la aparición de la vida: agua caliente, radiaciones,
electricidad, etc. Lo que ha resultado de tales experimentos no son formas de
vida ni cadenas de ADN, evidentemente, pero sí se ha logrado sintetizar
algunos de los primeros “ladrillos” de la vida (aminoácidos, azúcares y ácidos
grasos). Es el primer paso de un problema que aún no tiene solución. De todos
modos, como recordábamos en la lección anterior, aun cuando la ciencia logre
explicar los mecanismos que han llevado al surgimiento de la vida, cabe
preguntarse: ¿por qué la vida y no la materia inorgánica? ¿qué necesidad
había de que surgieran estructuras materiales altamente complejas que debían
hacer grandes esfuerzos por sobrevivir? Pero esta es una pregunta que excede
a la ciencia.

3.- Biología y evolución6

Para comprender la evolución hay que saber dónde está la información


que posibilita la constitución de un ser vivo. Tal información se halla en largas
cadenas de Ácido Desoxiribonucleico que combina cuatro tipos de bases:
Tiamina, Guanina, Citosina y Adenina. Estas largas cadenas se enrollan
formando unas estructuras en forma de X, generalmente, llamados
cromosomas. Cada sección de una cadena de ADN es la responsable de una
determinada características del ser vivo, y a esta sección de ADN, unidad
mínima de la transmisión hereditaria de caracteres, le llamamos gen. Cabe
distinguir entre el genotipo (el segmento de ADN que determina, por ejemplo, el
color de ojos que tendrá el sujeto) y el fenotipo (el color de ojos que realmente
tiene el sujeto). Normalmente coinciden, pero no necesariamente: podemos
pensar en un genotipo de pelo oscuro que con el paso de los años se clarea
por la acción del sol.

Es bien conocida la polémica entre Darwin y Lamarck: para Lamarck el


fenotipo influía sobre el genotipo, mientras que para Darwin el fenotipo no tenía
6
M. HARRIS, Introducción a la antropología general, Alianza, 2001, pp. 27-45.
ningún tipo de influencia sobre el genotipo (téngase en cuenta que la
terminología es posterior porque el descubrimiento de la genética por Mendel y
De Vries es posterior a Darwin). Para demostrar la falsedad de teoría
lamarckiana de la evolución, Waissman, cortó las colas a cien generaciones
sucesivas de ratones, comprobando que la cola de la centésima generación no
se acortaba ni un ápice. Por tanto, quedaba demostrado que los caracteres
adquiridos a lo largo de la vida del individuo no se heredan.

Para explicar la evolución, tomando las ideas de Darwin y mezclándolas


con lo que sabemos hoy de genética, se apela a varios factores: el flujo de
genes, las mutaciones o la selección natural. Hay que tener cuidado con no
confundir la selección natural de la evolución con “ley del más fuerte”, aunque
quizá la idea sirviera de inspiración a Darwin. No sobrevive el más fuerte sino el
más adaptado al medio ambiente, si hablamos del individuo, y sobrevive el
rasgo genético que comporta mayor éxito reproductivo en una especie. Existe
una polémica sobre si la evolución se realiza en forma gradual o en forma
puntual: los registros fósiles parecen apuntar a que la evolución se dio de forma
puntual, a grandes saltos, más que gradualmente y con variaciones mínimas7.

En ocasiones se tiende a simplificar excesivamente la teoría de la


evolución de modo que parece una teoría suficientemente científica y bien
trabada que explica punto por punto cada detalle del progreso de la vida. En
realidad no es así. Aunque hoy en día el neodarwinismo sea el paradigma
científico que más resiste el principio de falsabilidad, tiene grandes lagunas y
problemas cuya resolución parece rebasar el ámbito de lo científico e
inmiscuirse en el terreno propio de la filosofía. Por citar sólo un ejemplo de
estos problemas: ¿qué fue antes, el órgano o la función? ¿el ojo o la necesidad
de ver para sobrevivir? Si afirmamos que primero el ser vivo tuvo la necesidad
de ver para sobrevivir, y por tanto le surgieron órganos para ver, estamos
diciendo que la necesidad hace que nos “crezcan” órganos, lo cual no parece
muy científico. Por otro lado, si afirmamos que a un animal le salieron primero
unos apéndices que no servían para ninguna función necesaria (los ojos), pero
con el tiempo llegaron a depender de aquella función de la cual nunca hasta
aquel momento habían tenido necesidad, no parece esta postura más científica
que la anterior.

4.- La evolución de la vida.

La vida tiende a reproducirse igual, por lo que las anomalías genéticas


no solo son raras, sino que suelen desfavorecer al que nace con tales
mutaciones. El tiempo requerido para que se produzcan tales variaciones
parece ser mucho mayor del que realmente se dio, por lo que los científicos
esperan encontrar nuevos mecanismos que ayuden a explicar el proceso
evolutivo. Resulta curioso pensar que las primeras formas de vida eran
anaeróbicas (no precisaban oxígeno), y tras una mutación que no venía al caso
adquirieron clorofila y comenzaron a producir oxígeno, preparándonos así el
ambiente que hoy respiramos. Pero una nueva mutación hizo que seres que
sobrevivían perfectamente sin oxígeno requiriesen del oxígeno como elemento
vital. Luego, el salto a los grandes saurios, y una extinción catastrófica (entre
7
Véase la obra de S. JAY GOULD, La estructura de la teoría de la evolución, Tusquets, 2004.
otras) que acabó con ellos y permitió que unos pequeños animales llamados
mamíferos se desarrollaran, llegado a los primates, y de allí al hombre.

Repetimos que la ciencia explica las causas físicas de por qué las cosas
son como son, pero no habla de finalidad ni para qué una cosa sucedió como
sucedió. Por ello es profundamente falaz plantear un conflicto entre una visión
científica del mundo, evolucionista y ligada a Darwin, y otra visión religiosa del
mundo, creacionista y ligada a la Biblia. El dilema entre creacionismo y
evolucionismo sólo se da cuando el creyente pretende que la Biblia sea un
tratado de ciencia natural, y cuando el científico pretende que la explicación
última es reducible a un experimento de laboratorio. Aunque la ciencia explique
cómo surgió la vida, la razón por la cual la vida hizo su aparición sobre la tierra
queda igual de oscura. En este sentido, fe y ciencia son complementarias, y el
pensar que Dios creó los cielos y la tierra no se opone a pensar que la vida ha
sufrido un largo proceso de evolución8.

CUESTIONARIO
1. ¿En qué estado es posible la vida y con qué elemento químico?
2. ¿Cuál es el origen de la vida?
3. ¿La aparición de la vida consciente y la libertad es reducible a
mutaciones genéticas?
4. ¿Qué es el principio antrópico?

SUGERENCIA DE ACTIVIDADES
1. Visualiza la introducción de la película Prometheus, de Ridley Scott
(2012), EEUU. ¿Qué opinas sobre la teoría del origen extraterrestre de
la vida?

SÍNTESIS
1. La vida sólo es posible en estado líquido y con la química del
8
carbono.
Sobre2.esto, véase,
Sobre J. L. R
el origen UIZ DE LA PEÑA, Imagen de Dios, Antropología teológica
de la vida no sabemos nada que esté científicamente
fundamental, Santander, 1988, 249-280.
demostrado, aunque hay algunos avances significativos. Las
explicaciones más extremas son: o bien la vida en la tierra procede
de otro planeta (pero entonces, ¿cómo surgió la vida en ese otro
planeta?) o la vida procede por generación espontánea (aunque ya
Pasteur demostró que tal cosa no era posible en un breve período de
LECCIÓN 3.
ANTROPOGÉNESIS9

1.- El lugar del hombre entre los animales

Antes de sumergirnos en el problema del origen del ser humano, que es


el que más nos interesa, conviene decir unas palabras sobre el puesto del ser
humano entre el reino animal. Si el ser humano no tuviera nada de común con
los animales, no haría falta buscar el lugar del hombre entre ellos. Pero como el
hombre comparte mucho con los animales, consideramos oportuno detenernos
un momento para considerar al hombre como una especie más del reino
animal. Ahora bien; si el hombre se redujera a ser un animal más, habiendo
dicho cuál es la clasificación del hombre dentro del reino animal, habríamos
dicho todo lo que se puede decir del hombre. Sin embargo partimos de la
convicción de que el ser humano, aunque comparte algunas características de
los animales, tiene otras que lo apartan profundamente del reino animal, y que
por tanto ni su origen ni su destino está en la mera animalidad. Pero a esto
dedicaremos otras lecciones más adelante.

En biología se usan varias categorías para clasificar a los seres vivos.


Por ejemplo, existen cinco grandes reinos: Archaea, Bacteria, Protista, Hongos,
Plantas y Animales (entre los que se encuentra el hombre). Dentro del reino de
los animales tenemos varios filos, y el que nos interesa es el de los cordados,
con un tubo neural que es el eje en torno al cual se estructura el cuerpo. Los
cordados pueden ser invertebrados o vertebrados, y dentro de los vertebrados
tenemos, entre otros, los tetrápodos. Una clase concreta de los tetrápodos es
la de los mamíferos, que alimentan a las crías lactando. Sin embargo, no todos
los mamíferos se desarrollan en una placenta (p.e., los ornitorrincos) y algunos
necesitan completar su formación en una especie de bolsa que tiene la madre
(marsupiales). Entre los mamíferos que no necesitan de esta bolsa, entre los
placentarios, están los primates, y dentro de éstos, la familia de los homínidos,
el género homo (al cual pertenecen tanto el hombre actual como todos los
precedentes); y por fin la especie a la que pertenece todo ser humano actual: el
homo sapiens sapiens.

2.- La hominización.

¿Cómo han llegado los seres humanos a ser lo que son, al menos en
cuanto a su forma corporal? Nos referimos aquí su origen meramente natural,
como cuerpos entre los cuerpos del mundo; la cuestión del origen del alma la
dejamos para la lección donde hablemos expresamente de ella. Vamos a
hablar de las características de los primates, luego de la importancia del
bipedismo, y por fin de los antecedentes del homo sapiens.

Los primates, dentro de los cuales se encuentra el hombre, parecen


diseñados, al menos inicialmente, para la vida en los árboles. Así se explica
que tengan unas manos y pies prensiles y unos dedos flexibles capaces de
agarrar. Se explica así también que tengan unas extremidades delanteras más
9
Para este tema puede verse MARVIN HARRIS, Introducción a la antropología general, Alianza,
1981, pp. 47-131.
largas de lo normal y muy flexibles. En los árboles es poco útil el olfato, y en
compensación se desarrolla más la vista, que con la posición frontal de los ojos
adquiere la visión estereoscópica. Los primates tienen un reducido número de
crías (pues un número elevado haría muy difícil el transporte de la camada de
un árbol a otro), e igualmente hay una prolongación de los periodos de
gestación e infancia. Los primates presentan conductas sociales complejas
(acicalamiento) y un cerebro de gran tamaño (siempre en relación con el peso).

¿Qué puso en marcha el proceso que llevó al ser humano actual


anatómicamente tal y como lo conocemos? Parece que todo comenzó con el
bipedismo. ¿Por qué un mono hecho para vivir en los árboles comenzó a
caminar sobre dos pies? Las teorías son variadas, pero una explicación
verosímil parece ser que la reducción de áreas boscosas comportó que los
simios tuvieran que pasar mayores periodos en tierra firme, y por tanto caminar
sobre dos pies. Con el bipedismo, las manos se liberan, y permiten el uso y
transporte de útiles (cosa que en los simios sólo aparece de modo muy
rudimentario), y la liberación de las manos parece comportar un aumento del
cerebro, aunque aquí de nuevo se dividen entre quienes afirman que el
aumento del cerebro conllevó una liberación de la manos, y los que afirman
que fue la liberación de las manos la que comportó un mayor desarrollo
cerebral. Lo que sí parece cierto es que al agrandarse el cerebro se agrandó el
cráneo, y esto unido al bipedismo, que comportaba un estrechamiento del
canal del parto, hizo que el nacimiento del bebé humano se adelantara: por eso
los hombre somos unos de los seres más desvalidos cuando nacemos, al
contrario que en la mayoría de animales. Ahora bien, esta prematuridad del
parto, en lugar de convertirse en una desventaja, se convierte en un acierto
evolutivo porque el bebé humano tiene que acabar de desarrollarse en un útero
social (lo cual muestra la importancia de las relaciones entre los seres
humanos) y completar la formación del cerebro en un mundo de estímulos
cambiantes (lo cual da pie para pensar en una mayor plasticidad del cerebro
con una consiguiente mayor capacidad de aprendizaje).

Sin embargo, la historia no es tan sencilla como parece. En toda la


explicación anterior, que resulta verosímil, hay un profundo problema, y es que
da por supuesto que el fenotipo influye en el genotipo: que los caracteres
adquiridos también se pueden heredar. Si afirmamos, por ejemplo, que la
liberación de las manos comportó un aumento del cerebro por el mayor uso de
útiles, entonces estamos diciendo que lo que determinó los rasgos heredables
eran en el fondo caracteres adquiridos, con lo que volvemos a Lamarck, a
pesar de Darwin. Además, hay un ulterior problema en todo esto, y es que por
más que queramos explicar los cambios anatómicos científicamente, lo que no
es cuantificable (como son la consciencia y la libertad) van más allá de lo
científico. La aparición de algo radicalmente nuevo en un primate evolucionado,
el despertar de su conciencia y libertad, que son dimensiones no reductibles a
la materia, es lo que marca el paso de lo animal a lo humano.

Creemos que no vale la pena profundizar mucho en los especímenes del


género homo que nos precedieron, porque las teorías son variadas y la
interpretación de los datos va cambiando con el tiempo. La antropología física o
evolutiva se encarga de clasificar los datos e interpretarlos coherentemente.
Así, se van estableciendo los antecedentes del homo sapiens sapiens: el
australopitecus, el homo habilis, el homo ergaster, el homo erectus, el homo
antecesor, el homo neandertalensis, etc; y se va asociando a cada uno de
estos especímenes un tipo de cultura (olduvayense, achelense, etc.) o alguna
característica física que los distinga del resto (p.e., el tamaño del cerebro) 10. En
toda esta historia evolutiva podemos preguntarnos, de nuevo: ¿qué necesidad
había de todo ello? ¿Por qué la vida hizo este largo esfuerzo hasta llegar a la
consciencia y la libertad, en lugar de quedarse en el mero automatismo
instintivo de los animales?

3.- Monofiletismo-polifiletismo y monogenismo-poligenismo

Concluimos esta lección con un par de problemas que tienen que ver
con la unidad del género humano 11. Por un lado está el problema del
monofiletismo o el polifiletismo. El monofiletismo sería la teoría que afirma que
todos los ejemplares actuales de homo sapiens proceden del mismo “hilo” de
antecesores: p.e., todos provenimos del homo antecesor. El polifiletismo, por
su parte, afirma que la actual especie de homo sapiens procede de varios
“hilos”: p.e., que por un lado estaba el homo habilis y por otro el homo ergaster,
y ambos convergieron en el homo sapiens. El problema de esta segunda teoría
es que parece poner en entredicho la unidad del género humano y podría
conducir a la legitimación de teorías racistas12.

Por otro lado está el problema del monogenismo, que afirma que todos
procedemos de la misma pareja original. El poligenismo por su parte afirma que
todos procedemos de varias parejas originales. A primera vista parece que se
trata de un caso más del conflicto entre la Biblia (monogenismo) y la ciencia
(poligenismo), cuando en realidad, desde el cristianismo hay voces que afirman
no encontrar ningún problema a que el origen del ser humano estuviera en
varias parejas, mientras que desde el mundo científico se ha lanzado la
hipótesis de la Eva Mitocondrial, según la cual, analizando los pequeños
fragmentos de ADN presentes en las mitocondrias y que sólo se transmiten por
vía materna, se llega a la conclusión de que todos procedemos de la misma
mujer original (de ahí el nombre que le han dado los científicos). El
monogenismo comporta una consecuencia muy importante para la ética: no
sólo somos miembros de la misma especie, sino que somos además miembros
de la misma familia.

CUESTIONARIO
1. ¿Cuál es la clasificación biológica del ser humano?
2. ¿Cuáles son los antecesores del homo sapiens más conocidos?
3. ¿Cómo sucedió el proceso de hominización?
4. ¿Qué comparte el hombre con los animales, qué le distingue?

10
D. TURBÓN, La Evolución humana, Ariel, Barcelona, 2006; D. TURBÓN Y M. ARTIGAS, Origen
del hombre, EUNSA, Pamplona, 2007.
11
R. LUCAS LUCAS, El hombre, espíritu encarnado, Atenas, Madrid 1995.
12
Véase la interesante crítica que M. Harris hace al concepto de raza biológica en Op. Cit., pg.
133 y ss.
SUGERENCIA DE ACTIVIDADES
Visualiza la escena introductoria de 2001, Una odisea en el espacio, de
S. Kubrick (1968), EEUU, e identifica en ella los distintos pasos evolutivos.
¿Qué opinas del monolito que aparece en el desierto?

SÍNTESIS
1. El hombre pertenece al Reino de los animales, Filo de los cordados, Clase
de los mamíferos, Orden de los primates, Familia de los homínidos,
Género de los Homo y Especie Sapiens.
2. Los antecedentes del homo sapiens sapiens son el australopitecus, homo
habilis, homo ergaster, homo erectus, homo antecesor, homo
neandertalensis.
3. La hominización supone la bipedestación, el aumento del cerebro, el
estrechamiento del canal de parto con la consiguiente prematuridad del
parto.
4. El hombre comparte con los animales mucho. Pero lo distingue de ellos la
inteligencia, la consciencia, la libertad.
5. Conclusión del tema 2: ¿Por qué el ser y no la nada? ¿Por qué la vida y no
la materia inerte? ¿Por qué la vida inteligente y no la vida no inteligente?

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