Amparo Orden de Aprehension
Amparo Orden de Aprehension
Amparo Orden de Aprehension
Exponer.
Con este escrito y con fundamento en lo dispuesto por los Arts. 103 y 107
de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, solicito el
AMPARO Y PROTECCIÓN DE LA JUSTICIA FEDERAL, en contra de los actos y
autoridades que más adelante señalare, y en cumplimiento a lo dispuesto por el
Art. 108 de la Ley de Amparo, bajo protesta de decir verdad, manifiesto lo
siguiente:
ORDENADORAS
EJECUTORAS
ANTECEDENTES
CONCEPTOS DE VIOLACIÓN
"En los Estados Unidos Mexicanos todas las personas gozarán de los
derechos humanos reconocidos en esta Constitución y en los tratados
internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte, así como de las
garantías para su protección, cuyo ejercicio no podrá restringirse ni suspenderse,
salvo en los casos y bajo las condiciones que esta Constitución establece.
26. Esta Primera Sala considera que el presente asunto satisface los requisitos de
procedencia a los que hacen alusión los artículos 107, fracción VIII, inciso a), de la Constitución
Política del País y 83 de la Ley de Amparo, así como a lo establecido en puntos primero y tercero
del Acuerdo General Número 1/2023 emitido por el Tribunal Pleno de la Suprema Corte de Justicia
de la Nación, en virtud de que el recurso se interpuso en contra de una sentencia dictada en
audiencia constitucional en la que el Juzgado de Distrito decretó el sobreseimiento de un juicio de
amparo indirecto, en el que se cuestionó la constitucionalidad de los artículos 113, fracción VIII, y
218 del Código Nacional de Procedimientos Penales.(31)
27. Además, el Quinto Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito revocó el
sobreseimiento y, al considerar que no se actualizó diversa causa de improcedencia que
imposibilite resolver el problema de constitucionalidad planteado por el quejoso, reservó
jurisdicción a esta Suprema Corte de Justicia de la Nación para que se pronunciara en la materia
de su competencia.(32)
28. Esta Primera Sala no pasa inadvertido que de la lectura integral del acto reclamado al
Ministerio Público de la Federación, no se advierte la cita textual del artículo 113, fracción VIII, del
Código Nacional de Procedimientos Penales. No obstante, ello no actualiza una causa de
improcedencia o impedimento alguno para que este Alto Tribunal analice la constitucionalidad del
artículo impugnado, pues dicho numeral se aplicó de forma implícita en el acto reclamado.
30. La lectura de los artículos 113, fracción VIII, y 218 del Código Nacional de
Procedimientos Penales permite establecer que existe una relación de interdependencia entre
ellos, pues si bien el primero de los numerales invocados establece el derecho de la persona
imputada y de su defensa para acceder a los registros de la investigación, en la parte final se
remite a los supuestos establecidos en el segundo de los preceptos señalados, el cual establece
las hipótesis en las cuales es procedente la consulta de dichos registros. En ese sentido, resulta
evidente que los artículos impugnados configuran un sistema normativo que establece los
supuestos en los cuales se actualiza el derecho de la persona imputada y de su defensa para
acceder a la carpeta de investigación.
31. Es pertinente señalar que si bien esta Primera Sala, al resolver la contradicción de
criterios 2/2022, estableció que se actualiza una causa manifiesta e indudable de improcedencia
que permite desechar de plano la demanda de amparo cuando el acto reclamado consiste en
negar el acceso a la carpeta de investigación cuando la persona no ha sido detenida, citada a
comparecer o afectada por otro acto de molestia realizado en su contra con el carácter de
imputada dentro de la etapa de la investigación inicial y sólo aduce que sospecha tener esa
calidad, ello no impide a esta Suprema Corte de Justicia de la Nación analizar la constitucionalidad
de los artículos impugnados.(33)
Undécima Época
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación. Libro 30, Octubre de 2023, Tomo II, página 1195
33. Por tanto, exigir al señor ********** cualquiera de los requisitos contenidos en los
artículos 113, fracción VIII, y 218 del Código Nacional de Procedimientos Penales para acudir al
juicio de amparo implicaría responder, a priori, el planteamiento de inconstitucionalidad.
34. Además, en el presente caso el señor ********** no adujo tener una sospecha, sino que
afirmó de manera contundente que fue sujeto de un acto de molestia, tan es así que su vecina le
informó que agentes de la policía fueron a buscarlo a su domicilio para que compareciera, como
imputado, en una carpeta de investigación. Incluso, su vecina le proporcionó el número de la
carpeta de investigación, lo que corroboró con posterioridad al acudir a la Fiscalía General de
Justicia de la Ciudad de México.
35. En consecuencia, toda vez que el Tribunal Colegiado del conocimiento agotó el estudio
de las cuestiones relacionadas con las causas de improcedencia del juicio de amparo y esta
Primera Sala no advierte oficiosamente que se acredite alguna diversa, lo procedente es que se
realice el estudio de fondo respecto de la constitucionalidad de los artículos 113, fracción VIII, y
218 del Código Nacional de Procedimientos Penales.
V. ESTUDIO DE FONDO
36. Para dar claridad a lo que es materia de este análisis, se considera oportuno señalar
que el presente estudio no abarca los reclamos que hace valer el señor ********** sobre los
aspectos relacionados con vicios propios del acto reclamado, cuya competencia originaria no
corresponde a este Alto Tribunal.
38. En esencia, el señor ********** alegó que dichos artículos son inconstitucionales porque
vulneran el derecho a la defensa adecuada y los principios de igualdad entre las partes y
presunción de inocencia, como regla de trato.
39. Establecido lo anterior, la metodología que seguimos para resolver este asunto
consiste en desarrollar los siguientes temas: V.1 Precedentes en los que esta Primera Sala se ha
pronunciado en relación con los artículos 113, fracción VIII, y 218 del Código Nacional de
Procedimientos Penales; V.2 Contenido y alcance de los artículos 113, fracción VIII, y 218 del
Código Nacional de Procedimientos Penales; y, V.3 Constitucionalidad de los artículos 113,
fracción VIII, y 218 del Código Nacional de Procedimientos Penales.
V.1 Precedentes en los que esta Primera Sala se ha pronunciado en relación con los
artículos 113, fracción VIII, y 218 del Código Nacional de Procedimientos Penales
41. En la contradicción de tesis 149/2019, resuelta en sesión de doce de junio de dos mil
diecinueve, esta Primera Sala estableció que si bien los numerales mencionados en el párrafo
anterior establecen supuestos de acceso, consulta y obtención de copia de los registros de la
carpeta de investigación, lo cierto es que no deben ser interpretados de forma restrictiva o
limitativa, sino de manera sistemática.(34)
42. En ese caso, en el que se negó la expedición de copias a una persona imputada,
aunque ya había sido llamada a comparecer ante el Ministerio Público, se estableció que del
artículo 218 del Código Nacional de Procedimientos Penales se desprende que cuando una
persona tiene la calidad de imputada ante el Ministerio Público y ha sido notificada para
comparecer como indiciada, se le debe permitir obtener copias de los registros de la investigación.
43. Asimismo, se estableció que al actualizarse cualquiera de las hipótesis previstas en los
artículos 20, apartado B, fracción VI, de la Constitución Política del País y 218 del Código Nacional
de Procedimientos Penales, los registros de la investigación dejan de tener el carácter de
reservado para el indiciado y su defensa, por tanto, no existe motivo para negarles la reproducción
de las constancias. Además, de conformidad con el artículo 219 del Código Nacional de
Procedimientos Penales, una vez convocadas a la audiencia inicial, la persona imputada y su
defensa tendrán derecho a consultar los registros de la carpeta de investigación y a obtener copia.
44. Dicha regla, dijo esta Primera Sala, no debe interpretarse de manera restrictiva en
relación con que sólo a partir de ese momento procesal se pueden obtener copias, en virtud de
que el mismo precepto establece la obligación del Ministerio Público de respetar los derechos a
una defensa adecuada e igualdad entre las partes, de manera que se puede obtener copia de los
registros de la carpeta de investigación con anterioridad a la audiencia inicial.
46. En ese precedente, una persona alegó que las hipótesis contenidas en los artículos
218 y 219, a las que se remite el diverso 113, fracción VIII, todos del Código Nacional de
Procedimientos Penales, vulneran el derecho a la defensa adecuada, en virtud de que la persona
imputada debe tener conocimiento de los registros de la carpeta de investigación desde el
momento en que se presenta una denuncia en su contra.
47. Además, señaló que así lo había establecido la Corte Interamericana de Derechos
Humanos al resolver los Casos de Ruano Torres contra El Salvador y Barreto Leyva contra
Venezuela, en los que determinó que a toda persona se le debe garantizar el acceso a cualquier
procedimiento desde el momento en el que se formule una denuncia en su contra.(36)
48. Esta Primera Sala, después de analizar dichas sentencias, estableció que en realidad
lo que se sostuvo en la jurisprudencia interamericana es que el derecho de defensa de una
persona imputada se actualiza plenamente, no desde que se presenta una denuncia en su contra,
sino a partir de que surja efectivamente una imputación en su contra que lo ubique como "posible
autor o participe de un hecho punible", es decir, desde que "la autoridad dispone o ejecuta actos
que implican la afectación de derechos".
49. Incluso, esta Primera Sala precisó que el tribunal interamericano señaló que el artículo
8, numeral 2, inciso b), de la Convención Americana sobre Derechos Humanos regía antes de que
se formule acusación en sentido estricto, esto es, previamente a que la persona imputada rinda su
declaración ante cualquier autoridad pública.(37)
52. Por lo anterior, la Primera Sala concluyó que existe perfecta convergencia entre lo que
dispone el artículo 20, apartado B, fracción VI, de la Constitución Política del País (lo que
esencialmente se reproduce en los artículos 113, fracción VIII, y 218 del Código Nacional de
Procedimientos Penales) y la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
53. Esos argumentos fueron reiterados por esta Primera Sala en la contradicción de
criterios 2/2022, resuelta en sesión de seis de junio de dos mil veintidós, en la que se determinó
que el juicio de amparo indirecto es improcedente cuando el acto reclamado consiste en la
negativa u omisión del Ministerio Público de permitir el acceso a la carpeta de investigación a la
parte quejosa cuando no ha sido citada a comparecer o no ha sido afectada por un acto de
molestia realizado en su contra con el carácter de imputada en la etapa de investigación inicial y
sólo alude tener una sospecha de tener esa calidad.(39) 54. En ese precedente, se agregó que el
criterio sustentado por esta Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación guarda
relación con el principio de reserva, según el cual los registros de la investigación se guardan en
secrecía al público en general, hasta en tanto se llame a comparecer al probable responsable. De
lo contrario, permitir el acceso a la carpeta de investigación a cualquier persona, sin contar con un
interés jurídicamente relevante, implicaría un riesgo patente al éxito de la investigación. V.2
Contenido y alcance de los artículos 113, fracción VIII, y 218 del Código Nacional de
Procedimientos Penales
55. Previo a determinar el contenido y alcance de los artículos 113, fracción VIII, y 218 del
Código Nacional de Procedimientos Penales, es necesario tener presente que los hechos que
originaron el acto reclamado consistieron en que, en octubre de dos mil diecinueve, dos policías de
investigación acudieron al domicilio del señor **********, sin poder localizarlo. No obstante, una
vecina le informó al señor ********** que dichos policías lo estaban buscando para entregarle un
citatorio con la finalidad de que compareciera con la calidad de imputado en la carpeta de
investigación **********.
58. Al no recibir respuesta, el señor ********** promovió un primer juicio de amparo, el cual
se le concedió para el efecto de que se le diera contestación. En cumplimiento, el Ministerio
Público adscrito a la Unidad Especializada en Investigación de Operaciones con Recursos de
Procedencia Ilícita y de Falsificación o Alteración de Moneda, de la Fiscalía Especializada en
Materia de Delincuencia Organizada, de la Fiscalía General de la República, emitió una
determinación en la que con fundamento en los artículos 20, apartado B, fracción VI, de la
Constitución Política del País y 218 del Código Nacional de Procedimientos Penales, no le
reconoció la calidad de imputado y, en consecuencia, consideró innecesario señalar fecha para
recibir su entrevista y le negó el acceso a los registros de la investigación.
61. Como se puede advertir, el señor ********** fue sujeto de un acto de molestia desde
octubre de dos mil diecinueve, pues tuvo conocimiento, por conducto de su vecina, de que agentes
ministeriales lo estaban buscando para entregarle un citatorio para comparecer en una carpeta de
investigación, por lo cual acudió en diversas ocasiones ante distintas autoridades con la finalidad
de ser reconocido como imputado, de comparecer a rendir entrevista y de conocer los registros de
la indagatoria, sin que pudiera obtener información, lo que desde su demanda de amparo señaló
que le produce inseguridad jurídica, además del temor latente de ser privado de su libertad en
cualquier momento, sin conocer las razones y sin tener oportunidad de defenderse. Destacó que
las afectaciones de las que se duele han sido generadas por la actividad desplegada por la
autoridad responsable.
62. Precisado el contexto que dio origen al presente recurso de revisión, procede
establecer el contenido y alcance de los artículos 113, fracción VIII, y 218 del Código Nacional de
Procedimientos Penales, para lo cual esta Primera Sala considera pertinente recordar el contenido
del artículo 20, apartado B, fracción VI, de la Constitución Política del País:
"Artículo 20. El proceso penal será acusatorio y oral. Se regirá por los principios de
publicidad, contradicción, concentración, continuidad e inmediación.
"...
"...
"VI. Le serán facilitados todos los datos que solicite para su defensa y que consten en el
proceso.
64. Las hipótesis por las cuales la persona imputada y su defensa pueden acceder a la
carpeta de investigación también las contemplan los artículos 113, fracción VIII, y 218 del Código
Nacional de Procedimientos Penales, de su contenido se advierte que ese derecho se activa: a)
cuando la persona se encuentre detenida; b) cuando sea citada para comparecer como imputada o
se pretenda recibir su entrevista; o, c) cuando sea sujeta a un acto de molestia.(40)
66. El primer momento en el que la persona imputada puede acceder a los registros de la
carpeta de investigación no representa mayor dificultad, debido a que se actualiza cuando se
encuentra detenida.
68. En dicho precedente se apuntó que el artículo 16 constitucional delimita los supuestos
en los que está autorizado realizar una afectación a la libertad personal, los cuales se reducen a la
orden de aprehensión, la detención en flagrancia y por caso urgente.(42)
69. Se destacó que dicho tratamiento tiene concordancia con el artículo 7, numeral 2, de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos el cual prohíbe afectaciones al derecho a la
libertad personal salvo por las condiciones y causas fijadas de antemano en la Constitución.(43)
b) Derecho para acceder a los registros de la carpeta de investigación cuando sea citada
para comparecer como imputada o se pretenda recibir su entrevista
72. El artículo 20, apartado B, fracción VI, de la Constitución Política del País prevé como
condición generalizada para garantizar el acceso a los registros de la investigación y el inminente
ejercicio del derecho de defensa de la persona investigada dos supuestos procesales, los cuales
generan una afectación real y material en la esfera de derechos de los particulares que les permite
consultar de forma inmediata los registros de la indagatoria.
73. Esos supuestos consisten en que el Ministerio Público cite al particular para rendir
entrevista o cuando sea citado a comparecer ante el Juez de Control. Por tanto, el parámetro
constitucional para determinar el acceso a la carpeta por parte de la persona investigada deriva de
la afectación que resienta con motivo de alguno de dichos actos, pues en esos supuestos será
indispensable que conozca los registros de la carpeta de investigación para llevar a cabo su
defensa legal.
74. Cabe precisar que el derecho de defensa no se activa cuando se denuncian los hechos
o se inicia una carpeta de investigación, sino que será indispensable que de la indagatoria surja
efectivamente un señalamiento que implique la necesidad de que el investigado como posible
autor o partícipe de un delito, rinda su primera entrevista o declaración, como elemento
preponderante para que se garantice el acceso a los registros de la investigación y el estado de la
carpeta ya no sea reservado.
76. Además, como lo sostuvo esta Primera Sala en el amparo en revisión 336/2019,
resuelto en sesión de seis de mayo de dos mil veinte, la jurisprudencia interamericana es
coincidente con lo previsto en el artículo 112 del Código Nacional de Procedimientos Penales,
según el cual la calidad de imputado se adquiere cuando la persona es señalada por el Ministerio
Público como posible autor o partícipe de un hecho que la ley señale como delito.(45)
77. Por lo anterior, se concluye que el segundo momento para ejercer el derecho para
acceder a los registros de la carpeta de investigación se actualiza desde que la persona es citada
para recibir su entrevista o cuando sea citada en calidad de imputada para recabar su declaración
ante el Juez, con la anticipación adecuada para permitirle desarrollar su estrategia defensiva.
78. Resta dilucidar la hipótesis normativa relacionada con los actos de molestia prevista en
el artículo 218 del Código Nacional de Procedimientos Penales, la cual encuentra sustento en el
contenido del citado artículo 20, apartado B, fracción VI, constitucional, bajo el entendido de que
para el Poder Reformador de la Constitución, el acceso a los registros de la carpeta por parte de la
persona investigada depende medularmente de que sus derechos fundamentales sean
intervenidos por parte de las autoridades competentes, lo que le permitirá emprender su defensa
con el conocimiento pleno de los hechos que se le atribuyen y de los datos de prueba recabados
por el Ministerio Público.
80. Al respecto, el Pleno de esta Suprema Corte de Justicia de la Nación sostuvo que la
Constitución hace una distinción entre los actos privativos y los actos de molestia, pues los
primeros, que son aquellos que producen como efecto la disminución, menoscabo o supresión
definitiva de un derecho del gobernado, los autoriza el cumplimiento de determinados requisitos
precisados en el artículo 14 constitucional, como son, la existencia de un juicio seguido ante un
tribunal previamente establecido, que cumpla con las formalidades esenciales del procedimiento y
en el que se apliquen las leyes expedidas con anterioridad al hecho juzgado.(47)
81. En cambio, los actos de molestia, si bien afectan la esfera jurídica del gobernado, no
producen los mismos efectos que los actos privativos, pues sólo restringen de manera provisional
o preventiva un derecho con el objeto de proteger determinados bienes jurídicos, los cuales se
autorizan, según lo dispuesto por el artículo 16 constitucional, siempre y cuando preceda
mandamiento escrito girado por una autoridad con competencia legal para ello, en donde ésta
funde y motive la causa legal del procedimiento.
82. El supuesto normativo relacionado con los actos de molestia, como lo estableció esta
Primera Sala en el amparo en revisión 336/2019 y la contradicción de criterios 2/2022, no es ajeno
a los supuestos señalados en el artículo 20, apartado B, fracción VI, de la Constitución Política del
País, en virtud de que se encuentra dirigido a garantizar el derecho a una defensa adecuada de
manera oportuna al permitirle conocer los registros de la carpeta de investigación previamente a
comparecer ante alguna autoridad pública, ministerial o judicial.
83. Lo anterior, guarda relación con la práctica de diversos actos que pueden ser
considerados de molestia, como las entrevistas realizadas por parte de la representación social.
Incluso, el propio artículo 218 del Código Nacional de Procedimientos Penales señala que se
entenderá como acto de molestia lo dispuesto en el diverso precepto 266 del mismo código, que
establece que todo acto de molestia deberá llevarse a cabo con respeto a la dignidad de la
persona, por lo que la afectación que resiente el particular con motivo de los actos de investigación
trae como consecuencia que la autoridad ministerial no pueda reservar la indagatoria.(48)
84. No debe perderse de vista que una gran cantidad de las investigaciones que se
integran en contra de las personas por la probable comisión de un hecho delictivo no se concluyen,
esto es, que no se hacen del conocimiento al Juez de Control, que no se formula imputación o que
no se ejerce acción penal.
85. Lo anterior puede advertirse del Censo Nacional de Procuración de Justicia Federal y
Estatal 2022, del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), del que se desprende que
en el año dos mil trece se iniciaron a nivel nacional, en los ámbitos local y federal, un millón
setecientas setenta y siete mil ochocientas noventa y un carpetas de investigación y
averiguaciones previas (1'777,891); mientras en el año dos mil veintiuno, se iniciaron dos millones
cincuenta y nueve mil setecientas noventa y ocho (2'059,798), lo que representa un incremento de
doscientas ochenta y un mil novecientas siete investigaciones (281,907), tanto del sistema
tradicional como del acusatorio, a nivel nacional.
86. Aunado a lo anterior, el INEGI señaló que a finales de dos mil veintiuno se encontraban
pendientes de concluir dos millones seiscientas veintinueve mil setecientas noventa (2'629,790)
averiguaciones previas y carpetas de investigación, esto es, que además de las investigaciones
integradas hasta el año dos mil veintiuno, se sumaron las pendientes de resolver en años
anteriores, las cuales representan una diferencia de quinientas sesenta y nueve mil novecientas
noventa y dos (569,992) investigaciones pendientes de concluir.(49)
87. Esos datos estadísticos revelan, por un lado, la gran cantidad de carpetas de
investigación y averiguaciones previas que se encontraban pendientes de concluir al finalizar el
año dos mil veintiuno y, por el otro, lo cotidiano que es iniciar una investigación y que ésta no se
someta al conocimiento de una autoridad jurisdiccional y mucho menos que se concluya mediante
una sentencia.
88. Ello es problemático por distintas razones. La primera tiene que ver con el falso
mensaje de justicia que se aporta a la sociedad, que relaciona un gran número de investigaciones
con una proactiva labor de procuración de justicia, a pesar de que ello no implique la solución
definitiva de los casos.
90. Estas prácticas arbitrarias que permiten el uso del aparato de procuración de justicia
para fines diversos a los que fueron creados, deben desincentivarse desde los tribunales, pero
también evitarse desde las titularidades de las fiscalías generales de la República y de las
entidades federativas.
91. En esa línea argumentativa, esta Primera Sala es sensible en considerar que en
muchas ocasiones un acto de molestia como la citación a comparecer en una carpeta de
investigación, sin haber tenido éxito en la localización de la persona investigada, podría impactar
no sólo en el ámbito laboral o social de las personas, sino también en su salud física y mental,
debido a la incertidumbre que produce no conocer los hechos que se atribuyen.
92. La interpretación que realiza esta Primera Sala permite garantizar los derechos
humanos de las personas que son sujetas a un acto de molestia e imponer un límite al actuar
arbitrario en el que podrían incurrir las autoridades policiales y ministeriales, pues resulta
inadmisible que una autoridad pueda molestar a una persona en su familia, domicilio, papeles o
posesiones si no existe una indagatoria en la que hubiera sido señalada como autora o partícipe
de la comisión de un delito. 93. En virtud de lo anterior, es pertinente señalar que no existe un
mandato limitativo para acceder a los datos contenidos en la carpeta de investigación, pues el
mismo artículo 266 del Código Nacional de Procedimientos Penales establece que se deben
realizar con respeto a la dignidad de la persona, de lo contrario se coloca en un estado de
inseguridad jurídica. 94. Por tanto, todos aquellos actos que resiente el particular con motivo de la
investigación de la autoridad ministerial que afecten su esfera jurídica implican que no podrá
reservarse la indagatoria. Lo que, como ya sostuvo esta Primera Sala, es concordante con los
supuestos establecidos en el artículo 20 de la Constitución.
95. Además, se debe resaltar que la actualización de un acto de molestia no sólo detona el
derecho de la persona imputada de conocer los registros de la carpeta de investigación, sino
también activa la obligación de las autoridades correspondientes, Ministerio Público y Juez de
Control, de garantizar el respeto de los derechos humanos que le asisten a la persona con motivo
de esa investigación, entre ellos, el de presunción de inocencia.
97. En efecto, si la misma autoridad ha señalado a una persona como probable autora o
partícipe de la comisión de un delito, no le permite conocer los motivos que originaron un acto de
molestia y, con ello, la mantiene en un estado de zozobra, esto no hace más que fomentar una
práctica indeseable de poder que ejerce la autoridad frente al particular y dicha situación podría ser
aprovechada para otro tipo de fines perversos que se deben evitar.
100. En conclusión, esta Primera Sala considera que los artículos 113, fracción VIII, y 218
del Código Nacional de Procedimientos Penales lejos de establecer algún tipo de limitante para
acceder a los registros de la investigación, prevén un amplio margen para que la persona imputada
y su defensa puedan consultar la carpeta y elaborar su estrategia de defensa con la oportunidad
necesaria, incluso antes de comparecer a rendir su primera declaración.
V.3 Constitucionalidad de los artículos 113, fracción VIII, y 218 del Código Nacional de
Procedimientos Penales
101. Una vez precisado el contenido y alcance de las hipótesis contenidas en los artículos
impugnados, en el sentido de que los actos de molestia que afectan los derechos de las personas
les permite el acceso irrestricto a la carpeta de investigación, se considera que los artículos 113,
fracción VIII, y 218 del Código Nacional de Procedimientos Penales no vulneran el derecho a la
defensa adecuada, ni los principios de igualdad entre las partes y de presunción de inocencia,
como regla de trato, alegados por el señor **********.
102. Es pertinente señalar, antes de analizar los conceptos de violación, que la razón
principal por la que las hipótesis para que la persona imputada y su defensa puedan acceder a los
registros de la carpeta de investigación, contenidas en los artículos impugnados, no son
inconstitucionales porque encuentran sustento en el contenido del citado artículo 20, apartado B,
fracción VI, de la Constitución Política del País.(50)
103. Así lo sostuvo esta Primera Sala, al resolver el amparo en revisión 336/2019, en el
que estableció que existe perfecta convergencia entre lo que dispone el artículo 20, apartado B,
fracción VI, de la Constitución Política del País y lo que esencialmente se reproduce en los
artículos 113, fracción VIII, 218 y 219 del Código Nacional de Procedimientos Penales y la
jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.(51)
105. Lo anterior significa que cuando una persona no se encuentre en alguna de esas
hipótesis el Ministerio Público deberá mantener la reserva o sigilo de la información contenida en la
carpeta de investigación. Lo anterior, con la finalidad de que la indagatoria no se vea obstaculizada
y sea posible acceder a la verdad de los hechos.
106. En ese sentido, las hipótesis a las que se remite el artículo 113, fracción VIII,
contenidas en el artículo 218 del Código Nacional de Procedimientos Penales, son acordes al
Texto Constitucional, pues aluden a situaciones jurídicas en las que la persona imputada puede
tener acceso a la carpeta de investigación.
• Los artículos 113, fracción VIII, y 218 del Código Nacional de Procedimientos Penales, no
vulneran el derecho a la defensa adecuada
110. El señor ********** señala que las hipótesis contenidas en los artículos 113, fracción
VIII, y 218 del Código Nacional de Procedimientos Penales vulneran su derecho a la defensa
adecuada, en virtud de que limitan el derecho de la persona imputada de acceder a la carpeta de
investigación únicamente a los casos en los que se encuentre detenida, cuando sea citada para
comparecer o cuando sea sujeta de un acto de molestia y que se pretenda recibir su entrevista.
111. Esta Primera Sala considera que dichos argumentos resultan infundados, pues de los
artículos 20, apartado B, fracción VI, de la Constitución Política del País, 113, facción VIII, y 218
del Código Nacional de Procedimientos Penales se advierte, por una parte, que el Ministerio
Público debe mantener bajo reserva los datos de prueba que obren en la carpeta de investigación
y, por otra, los momentos a partir de los cuales se detona el derecho para que la persona imputada
y de su defensor puedan acceder a dicha información.
112. Aunado a lo anterior, el artículo 117, fracción IV, del Código Nacional de
Procedimientos Penales señala que una de las diversas obligaciones de la defensa es analizar las
constancias que obren en la carpeta de investigación, a fin de contar con mayores elementos para
la defensa.(53) Lo anterior implica que el derecho a una defensa adecuada también versa sobre el
acceso que la persona imputada y su defensa deben tener a los datos de la investigación.
113. Esto es acorde con el artículo 113, fracción VIII, del Código Nacional de
Procedimientos Penales, que prevé que uno de los derechos del imputado es tener acceso, junto
con su defensa, a los registros de la investigación, así como a obtener copia gratuita, registro
fotográfico o electrónico de los mismos, en términos de los artículos 218 y 219 del cuerpo
normativo en cuestión.(54)
114. En consecuencia, de acuerdo con la interpretación que realizó esta Primera Sala en el
apartado que antecede, los artículos impugnados no vulneran el derecho a la defensa adecuada,
pues toda persona que se encuentre detenida, que sea citada para recibir entrevista o recabar su
declaración, o que sea sujeta de un acto de molestia que afecte su esfera jurídica podrá acceder
inmediatamente a los registros de la carpeta de investigación para elaborar de manera oportuna su
estrategia de defensa. Así, la importancia de garantizar dicho acceso es esencial para que la
persona imputada pueda tener una debida defensa a lo largo de todo el procedimiento.
115. Ahora, el Texto Constitucional establece que toda persona imputada tiene derecho a
que se le garantice una defensa adecuada y técnica durante la tramitación de todas las etapas que
comprende el proceso penal. Respecto a esa garantía, esta Suprema Corte de Justicia de la
Nación ha establecido diversos precedentes, en los cuales se delimita su contenido y alcance.
116. En efecto, esta Primera Sala determinó que el derecho a la defensa adecuada
consiste en dar oportunidad a toda persona inculpada de que sea asistida por un defensor, quien,
a su vez, deberá tener la posibilidad de aportar pruebas, promover medios de impugnación,
exponer argumentos de derecho y utilizar los beneficios procesales que la legislación
correspondiente establezca para la defensa.(55)
117. Por otra parte, en el texto del Código Nacional de Procedimientos Penales se
reconoce expresamente el derecho fundamental a una defensa adecuada y técnica, la cual será
proporcionada a través de un defensor que elija libremente el imputado.(56) Dicha asistencia
jurídica se debe garantizar a lo largo de todas las etapas del proceso por un licenciado en derecho
o abogado titulado con cédula profesional.(57)
119. Los criterios sustentados por este Alto Tribunal son acordes con los parámetros
establecidos en diversos instrumentos internacionales sobre el reconocimiento y protección del
derecho de defensa adecuada de las personas imputadas en un procedimiento penal. En
específico, con el contenido de los artículos 8, numeral 2, incisos c), d) y e), de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos,(58) y 14, numeral 3, incisos b) y d), del Pacto Internacional
de Derechos Civiles y Políticos.(59)
120. También es acorde con los parámetros establecidos por la Corte Interamericana de
Derechos Humanos al interpretar el artículo 8, numeral 2, de la Convención Americana sobre
Derechos Humanos, en los que señala que las personas procesadas penalmente tienen derecho a
una defensa oportuna,(60) técnica,(61) eficaz(62) y material.(63)
121. En ese sentido, es necesario que la persona imputada y su defensa tengan acceso a
los datos que obren en la carpeta de investigación a partir de los momentos precisados en el
apartado que antecede para preparar una debida defensa, pues de no ser así la persona imputada
quedaría en una situación de desventaja respecto de los demás sujetos procesales, ya que no
cuenta con los elementos suficientes para ofrecer los datos de prueba que puedan desvirtuar la
investigación y posible imputación realizada por la representación social, realizar argumentos de
derecho que estime convenientes y de conformar una teoría del caso para el debido ejercicio del
derecho en mención.
122. En ese orden de ideas, si bien los artículos impugnados prevén diversas hipótesis
para que la persona imputada y su defensa puedan acceder a los registros de la carpeta de
investigación, ello no impide que se desarrolle una defensa adecuada, pues una vez que la
persona sea detenida, llamada a comparecer o citada para ser entrevistada, o sea sujeta a un acto
de molestia que afecte su esfera jurídica, el mismo Código Nacional de Procedimientos Penales
establece los mecanismos necesarios y las obligaciones con las que debe cumplir la defensa para
desarrollar su teoría del caso y estar en condiciones de controvertir la acusación, de manera activa
o pasiva, con la debida anticipación a comparecer ante el órgano ministerial o jurisdiccional.
123. Por las consideraciones anteriores, resulta infundado el argumento del quejoso en el
que señala que los artículos impugnados vulneran el derecho a la defensa adecuada, pues no
impiden que una vez que la persona sea detenida, sea citada a comparecer como imputada y
cuando sea sujeta de un acto de molestia y se pretenda recibir su entrevista, pueda elaborar con la
temporalidad necesaria su estrategia defensiva.
124. Lo que además es compatible con los lineamientos establecidos por la Corte
Interamericana de Derechos Humanos al establecer que cada acto estatal que conforma el
proceso investigativo, así como la investigación en su totalidad, debe estar orientado hacia una
finalidad específica, la determinación de la verdad y la investigación, persecución, captura,
enjuiciamiento y, en su caso, la sanción de los responsables de los hechos, garantizando el
derecho de defensa de la persona imputada.(64)
125. Por tanto, esta Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación concluye
que los artículos 113, fracción VIII, y 218 del Código Nacional de Procedimientos Penales, no
vulneran el derecho de defensa adecuada, siempre que se apliquen bajo la interpretación
establecida en el apartado anterior.
• Los artículos 113, fracción VIII, y 218 del Código Nacional de Procedimientos Penales, no
vulneran el principio de igualdad procesal
126. Es infundado el argumento del señor ********** en el que considera que los numerales
que reclama vulneran el derecho a la igualdad procesal, en virtud de que otorgan al Ministerio
Público la facultad de recabar datos de prueba por tiempo indefinido, mientras la persona imputada
sólo cuenta el plazo constitucional para preparar su defensa.
127. De inicio, se debe recordar que el principio de igualdad procesal encuentra sustento
en el artículo 20, apartado A, fracción V, de la Constitución Política del País, que establece, en lo
conducente, que las partes tendrán igualdad procesal para sostener la acusación o la defensa,
respectivamente.(65)
128. Esta Primera Sala al resolver los amparos directos 9/2008 y 16/2008, se pronunció
acerca de los alcances de dicho principio, lo cual se considera aplicable al caso a pesar de
analizarse en diverso sistema, porque el alcance del principio también es aplicable al sistema de
justicia penal vigente. Así, se expuso que el principio de igualdad, por virtud del cual las partes
deben tener los mismos derechos e idénticas expectativas, posibilidades y cargas procesales,
deriva a su vez de la regla general de la igualdad de los sujetos ante la ley, la cual exige la
supresión de cualquier tipo de discriminación que se base en la raza o el grupo étnico, el sexo, la
clase social o el estatus político.(66)
129. Esto es, la igualdad entre todos los seres humanos respecto a los derechos
fundamentales es el resultado de un proceso de gradual eliminación de discriminación y, por
consiguiente, de unificaciones de todo aquello que venía reconociendo como idéntico: una
naturaleza común de la persona por encima de toda diferencia de sexo, raza, religión, etcétera.
130. Asimismo, dentro de la garantía del debido proceso legal que permite a los
justiciables acceder a los órganos jurisdiccionales para hacer valer sus derechos y defender sus
intereses de forma efectiva, está implícita la igualdad procesal, ya que ese acceso a los órganos
jurisdiccionales para hacer valer sus derechos debe realizarse en condiciones de igualdad
procesal. En efecto, las partes en el proceso deben tener una idéntica oportunidad tanto para
alegar, como para probar lo que consideren oportuno.
131. Esta Primera Sala sostuvo que la prohibición de que se produzca indefensión,
constituye una garantía que implica el respeto del esencial principio de contradicción, de modo que
los contendientes en posición de igualdad dispongan de las mismas oportunidades de alegar y
probar cuanto estimen conveniente, lo que significa que en todo proceso debe respetarse el
derecho de defensa contradictorio de las partes contendientes, mediante la oportunidad de alegar
y probar procesalmente sus derechos e intereses.
132. En tal virtud, se consideró que el debido proceso legal existe cuando un justiciable
pueda hacer valer sus derechos y defender sus intereses en forma efectiva y en condiciones de
igualdad procesal con otros justiciables, puesto que el proceso es un medio para asegurar, en la
mayor medida posible, la solución justa de una controversia, y para tal fin, atiende al conjunto de
actos de diversas características generalmente reunido bajo el concepto de debido proceso legal,
con base en el cual los tribunales deben dirimir los conflictos sobre los derechos de las personas
mediante un procedimiento que otorgue a las partes una posibilidad efectiva e igual de defender
sus puntos de vista y ofrecer pruebas en apoyo de sus pretensiones.
133. Con base en ello, la garantía del debido proceso permite a los justiciables acceder a
los órganos jurisdiccionales para hacer valer sus derechos y defender sus intereses en forma
efectiva y en condiciones de igualdad procesal. Por efectiva se debe entender que el principio de
igualdad procesal sea capaz de producir las consecuencias para las cuales fue creado.
135. Aunado a lo anterior, esta Primera Sala determina que el principio de igualdad
procesal se relaciona, a su vez, con los principios de igualdad ante la ley y entre las partes,
previstos, respectivamente, en los artículos 10 y 11 del Código Nacional de Procedimientos
Penales, que establecen lo siguiente:
"Todas las personas que intervengan en el procedimiento penal recibirán el mismo trato y
tendrán las mismas oportunidades para sostener la acusación o la defensa. No se admitirá
discriminación motivada por origen étnico o nacional, género, edad, discapacidad, condición social,
condición de salud, religión, opinión, preferencia sexual, estado civil o cualquier otra que atente
contra la dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos y las libertades de
las personas. "Las autoridades velarán por que las personas en las condiciones o circunstancias
señaladas en el párrafo anterior, sean atendidas a fin de garantizar la igualdad sobre la base de la
equidad en el ejercicio de sus derechos. En el caso de las personas con discapacidad, deberán
preverse ajustes razonables al procedimiento cuando se requiera." "Artículo 11. Principio de
igualdad entre las partes
"Se garantiza a las partes, en condiciones de igualdad, el pleno e irrestricto ejercicio de los
derechos previstos en la Constitución, los Tratados y las leyes que de ellos emanen."
136. De acuerdo con los preceptos transcritos, las partes procesales que intervengan en el
procedimiento penal recibirán el mismo trato y tendrán las mismas oportunidades para sostener la
acusación y la defensa, según sea el caso. En ese tenor, corresponde a las autoridades que
intervengan en el procedimiento penal, emprender las acciones y verificar que existan las
condiciones necesarias tendentes a garantizar la igualdad de las partes sobre la base de la
equidad en el ejercicio de sus derechos previstos en la Constitución Política del País, los tratados
internacionales y las leyes que de ellos emanen.
138. En ese sentido, la observancia de los principios de igualdad ante la ley y entre las
partes implica también que durante el procedimiento penal las autoridades jurisdiccionales están
obligadas a proporcionar a las partes un trato digno e idéntico, de manera que no pueden
privilegiar a un sujeto en el debate con algún acto procesal que le proporcione una ventaja
indebida frente a su contrario, pues de ser así, se vulneraría el principio de igualdad procesal.
139. Bajo ese parámetro, se considera que los artículos impugnados no vulneran el
derecho de igualdad procesal entre las partes, pues si bien establecen hipótesis bajo las cuales es
procedente que la persona imputada y su defensa accedan a los registros de la carpeta de
investigación, éstas tienen sustento en el Texto Constitucional.
140. Además, de la interpretación realizada por esta Primera Sala en el apartado que
antecede se advierte que desde el primer momento en el que se actualice un acto de molestia en
contra de la persona imputada podrá acceder a los registros de la carpeta de investigación, con lo
cual podrá elaborar su estrategia defensiva en igualdad de circunstancias que la parte acusadora.
141. Aunado a lo anterior, el artículo 112 del Código Nacional de Procedimientos Penales
establece que la calidad de imputado se adquiere precisamente cuando la persona es señalada
por el Ministerio Público como posible autor o partícipe de un hecho que la ley señale como delito.
Además, debe señalarse que la facultad constitucional otorgada el Ministerio Público para realizar
los actos de investigación no es ilimitada, pues su actuación se debe regir en todo momento bajo
los principios de legalidad, objetividad, eficiencia, profesionalismo, honradez, lealtad y respeto a los
derechos humanos reconocidos en la Constitución Política del País y en los tratados
internacionales.(68)
143. No pasa inadvertido que las autoridades ministerial y judicial tienen la obligación,
desde el momento en que se actualice un acto de molestia, de velar por la protección de los
derechos fundamentales de la persona imputada.
145. Derivado de lo anterior, esta Primera Sala considera que los artículos 113, fracción
VIII, y 218 del Código Nacional de Procedimientos Penales, no vulneran el derecho a la igualdad
procesal, pues no generan una situación de desventaja entre la parte acusadora y la persona
imputada y su defensa, no revierten la carga de la prueba, ni eximen al Ministerio Público de su
obligación de probar su acusación.
146. Por otra parte, no debe perderse de vista que el mandato legal contenido en los
artículos impugnados retoma el Texto Constitucional con la finalidad de salvaguardar el interés
público y el derecho a la seguridad jurídica, que constituyen, indudablemente, fines legítimos, en
virtud de que las actuaciones del Ministerio Público contienen hechos que, de ser del conocimiento
público, podrían poner en peligro la investigación y la eficacia en la persecución de delitos.
147. Derivado de lo anterior, esta Primera Sala considera que los supuestos contenidos en
las normas impugnadas no deben entenderse como un trato desigual en perjuicio de la persona
imputada, sino como el cumplimiento de un mandato constitucional de resguardo y protección de
los registros de investigación que tiene por objeto el establecimiento de la verdad de los hechos,
lograr el éxito en la administración de justicia y garantizar los derechos de la persona imputada
desde el inicio de la investigación.
149. También, debe señalarse que no se vulnera el derecho a la igualdad procesal entre
las partes con la integración de la carpeta de investigación si la persona imputada no ha sido
sujeta a un acto de molestia, ni se otorga a la fiscalía un plazo más amplio para formular su
imputación que aquel con el que goza la parte indiciada para defenderse antes de su primera
declaración, pues el resultado de la investigación inicial podría concluirse antes de judicializar la
carpeta de investigación o con el no ejercicio de la acción penal. Lo anterior, sin soslayar, como ya
se dijo, que la actualización de cualquier acto de molestia detonaría su derecho para acceder a los
registros de la carpeta de investigación.
150. No se soslaya que si bien no existe un plazo previamente establecido para que el
Ministerio Público concluya la investigación inicial, de acuerdo con la interpretación de los artículos
113, fracción VIII, y 218 del Código Nacional de Procedimientos Penales, cuando la persona
imputada se sujeta a un acto de molestia tendrá inmediatamente acceso irrestricto a los registros
de la carpeta de investigación, por lo cual desde ese momento tiene a su alcance los medios
legales correspondientes para solicitar, por ejemplo, el no ejercicio de la acción penal.(70)
151. Por lo anteriormente expuesto, esta Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de
la Nación arriba a la conclusión de que los artículos 113, facción VIII, y 218 del Código Nacional de
Procedimientos Penales, bajo la interpretación realizada por esta Primera Sala, no vulneran el
derecho a la igualdad procesal entre las partes.
• Los artículos 113, fracción VIII, y 218 del Código Nacional de Procedimientos Penales, no
vulneran el principio de presunción de inocencia
152. De manera genérica, el señor ********** argumenta que los artículos 113, fracción VIII,
y 218 del Código Nacional de Procedimientos Penales vulneran el principio de presunción de
inocencia, en su vertiente de regla de trato.
153. Esta Primera Sala considera que dicho argumento es infundado, pues si bien es cierto
que toda persona imputada tiene derecho a que se presuma su inocencia, este derecho no puede
ser protegido ni garantizado si no le reviste dicha calidad, esto es, si no ha sido reconocida con el
carácter de imputada.
154. En el amparo en revisión 349/2012, esta Primera Sala señaló que la presunción de
inocencia es un derecho que puede ser calificado de "poliédrico", en el sentido de que tiene
múltiples manifestaciones o vertientes, cuyo contenido se encuentra asociado con distintas
garantías procesales, de ahí que puedan identificarse al menos tres vertientes de la presunción de
inocencia: a) como regla de trato procesal; b) como regla probatoria; y, c) como estándar
probatorio o regla de juicio.(71)
155. En lo que a este estudio interesa, esta Primera Sala determinó que la presunción de
inocencia como regla de trato procesal se entiende como regla de tratamiento de la persona
imputada, el contenido de este derecho fundamental consiste en establecer la forma en la que
debe tratarse a una persona que está sometida a proceso penal.
156. En esta lógica, la presunción de inocencia comporta el derecho a ser tratado como
inocente en tanto no haya sido declarada su culpabilidad por virtud de una sentencia judicial y se le
haya seguido un proceso con todas las garantías.
157. Esta faceta del derecho es a la que normalmente se alude en los tratados
internacionales de derechos humanos y en los Textos Constitucionales cuando hacen referencia a
la presunción de inocencia. En este sentido, por ejemplo, la Convención Americana sobre
Derechos Humanos establece en el artículo 8, numeral 2 que toda persona inculpada de delito
tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se establezca legalmente su
culpabilidad.
158. Por su parte, la literalidad del artículo 20, apartado B, fracción I, de la Constitución
Política del País, reconoce esta vertiente del derecho, al establecer que los inculpados tienen
derecho a que se presuma su inocencia mientras no se declare su responsabilidad mediante
sentencia emitida por el Juez de la causa.
160. Tomando en consideración la interpretación que esta Primera Sala ha realizado sobre
las hipótesis normativas contenidas en los artículos 113, fracción VIII, y 218 del Código Nacional
de Procedimientos Penales, no se pude considerar que se vulnera el derecho a la presunción de
inocencia, por el contrario, al garantizar el acceso a la carpeta de investigación desde que se
actualiza el primer acto de molestia se reconoce una serie de derechos de las personas imputadas,
entre ellos el de presunción de inocencia.
162. Incluso, al tratarse de una etapa en la que el Ministerio Público tiene como principal
obligación hacerse de los datos necesarios para judicializar una carpeta de investigación y, en su
momento, ejercer acción penal no se podría garantizar en esta etapa procesal el derecho a la
presunción de inocencia, a menos que se actualizara alguno de los supuestos previstos de manera
coincidente en los artículos 20, apartado B, fracción VI, constitucional, 113, fracción VIII, y 218 del
Código Nacional de Procedimientos Penales.
163. Por todo lo anterior, esta Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación
concluye que los artículos 113, fracción VIII, y 218 del Código Nacional de Procedimientos
Penales, no vulneran el derecho a la presunción de inocencia.
164. Al haber agotado esta Primera Sala el análisis de lo que fue materia de su
competencia ordinaria, exclusivamente sobre el estudio de constitucionalidad de los artículos 113,
fracción VIII, y 218 del Código Nacional de Procedimientos Penales, no puede atender el resto de
los motivos de disenso dirigidos a combatir aspectos relacionados con vicios propios del acto
reclamado.
• Resuelva lo que corresponda respecto del recurso de revisión adhesiva hecho valer por
la autoridad responsable.
VII. DECISIÓN
Undécima Época
Tipo: Jurisprudencia
Décima Época
Materias(s): Constitucional
Tipo: Jurisprudencia
Considerando:
"Artículo l°. El juicio de amparo tiene por objeto resolver toda controversia
que se suscite:
1.- Por normas generales, actos u omisiones de autoridad que violen los
derechos humanos reconocidos y las garantías otorgadas para su protección por
la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, así como por los
tratados internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte; Por normas
generales, actos u omisiones de la autoridad federal que vulneren o restrinjan la
soberanía de los Estados o la esfera de competencias del Distrito Federal,
siempre y cuando se violen los derechos humanos reconocidos y las garantías
otorgadas para su protección por la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos y Por normas generales, actos u omisiones de las autoridades de los
Estados o del Distrito Federal, que invadan la esfera de competencia de la
autoridad federal, siempre y cuando se violen los derechos humanos reconocidos
y las garantías otorgadas por la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos.
"Art. 7. Todos son iguales ante la ley y tienen, sin distinción, derecho a igual
protección de la ley. Todos tienen Derecho a igual protección contra toda
discriminación que infrinja esta Declaración y contra toda Provocación a tal
discriminación.
Art. 8. Toda persona tiene derecho a un recurso efectivo, ante los tribunales
nacionales competentes, que la Ampare contra actos que violen sus derechos
fundamentales reconocidos por la constitución o por la ley.
1.- Toda persona tiene derecho a ser oída, con las debidas garantías y
dentro de un plazo razonable, por un juez o tribunal competente, independiente e
imparcial, establecido con anterioridad por la ley, en la sustanciación de cualquier
acusación penal formulada contra ella, o para la determinación de sus derechos y
obligaciones de orden civil, laboral, fiscal o de cualquier otro carácter.
4.- El inculpado absuelto por una sentencia firme no podrá ser sometido a
nuevo juicio por los mismos hechos.
5. El proceso penal debe ser público, salvo en lo que sea necesario para
preservar los intereses de la justicia.
ARTÍCULO 9.
ARTÍCULO 25.
Protección Judicial
ARTÍCULO 14
Todas las personas son iguales ante los tribunales y cortes de justicia.
Toda persona tendrá derecho a ser oída públicamente y con las debidas garantías
por un tribunal competente, independiente e imparcial, establecido por la ley, en la
substanciación de cualquier acusación de carácter penal formulada contra ella.
ARTÍCULO 17
• Se encuentre detenida
3
https://www.internet2.scjn.gob.mx/red2/comunicados/noticia.asp?id=6930
Suprema Corte de Justicia de la Nación
Undécima Época
, página 3389
Tipo: Aislada
Octava Época
Materias(s): Penal
Con fundamento en lo dispuesto por los Arts. 125, 126,127 y 128 y demás
aplicables de la Ley de Amparo, solicito se me nos conceda LA SUSPENSIÓN
PROVISIONAL y en su oportunidad la suspensión definitiva de los actos reclamados.
Registro: 2013844
Materia(s): Común
Tesis: I.9o.P.133 P (10a.)
Página: 2783
Nota: Por ejecutoria del 7 de marzo de 2018, la Primera Sala declaró sin
materia la contradicción de tesis 229/2017 derivada de la denuncia de la que fue
objeto el criterio contenido en esta tesis, al existir la jurisprudencia 1a./J. 12/2018
(10a.) que resuelve el mismo problema jurídico.
Pido.
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