Amparo Orden de Aprehension

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DEMANDA DE AMPARO ESTIMADA DENTRO DE LOS CASOS URGENTES

PREVISTOS EN PUNTO OCHO DE LA CIRCULAR 16/2024 DEL PLENO DEL


CONSEJO DE LA JUDICATURA FEDERAL, AL TRATARSE DE UNA ORDEN
DE APREHENSIÓN EN TÉRMINOS DEL PUNTO 3 INCISO (IV) DE LA
CIRCULAR 16/2024 DEL PLENO DEL CONSEJO DE LA JUDICATURA
FEDERAL

C. JUEZ DE DISTRITO DE AMPARO EN MATERIA PENAL EN TURNO EN EL


ESTADO DE JALISCO.
PRESENTE

CARLOS DAVID CORONA BELMAN, mexicano, mayor de edad, por mi propio


derecho, designando como domicilio procesal el ubicado en Andador Juan de Miranda
4221, colonia Miravalle, en Tlaquepaque, Jalisco y como mis autorizados en términos
amplios del numeral 12 de la Ley de Amparo a Salvador Pinedo Pérez y Evaristo
Salas Pérez, ante Usted respetuosamente comparezco a:

Exponer.

Con este escrito y con fundamento en lo dispuesto por los Arts. 103 y 107
de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, solicito el
AMPARO Y PROTECCIÓN DE LA JUSTICIA FEDERAL, en contra de los actos y
autoridades que más adelante señalare, y en cumplimiento a lo dispuesto por el
Art. 108 de la Ley de Amparo, bajo protesta de decir verdad, manifiesto lo
siguiente:

I.- Nombre del Quejoso.- CARLOS DAVID CORONA BELMAN, con


domicilio en el señalado en el proemio de esta demanda.

II.- Tercero interesado.- Ignoro si existen.

III.- Autoridades Responsables.-

ORDENADORAS

1. JUEZ ESPECALIZADO EN CONTROL, ENJUICIAMIENTO Y


EJECUCIÓN PENAL DEL SISTEMA PENAL ACUSATORIO
ADVERSARIAL DEL SEGUNDO DISTRITO JUDICIAL, CON SEDE EN
TEPATITLÁN DE MORELOS, JALISCO

EJECUTORAS

1. FISCALÍA DEL ESTADO DE JALISCO

2. SECRETARIO DE SEGURIDAD PÚBLICA MUNICIPAL DE


TEPATITLÁN DE MORELOS, JALISCO

IV.- Actos Reclamados.

De las autoridades ordenadoras:


La orden de aprehensión y presentación girada en mi contra respecto de la
cual no tengo conocimiento exacto del procedimiento instaurado en mi contra pues
no cuento con mayores datos como número de carpeta de investigación o
expediente.

De las autoridades ejecutoras:

La privación de mi libertad deambulatoria, en acatamiento a lo resuelto por


las autoridades ordenadoras.

V.-Preceptos Constitucionales Violados; Artículos 1, 14, 16, 17, 19, 20,


21 de La Constitución Política de Los Estados Unidos Mexicanos.

VI.- Antecedentes.- Bajo Protesta de Decir Verdad, manifiesto que los


hechos que constituyen los actos reclamados, son ciertos:

ANTECEDENTES

1.- Es el caso que el día veintitrés de agosto de dos mil veinticuatro, se


constituyó en mi domicilio particular, personal que se identificaron como adscritos
a la Fiscalía del Estado, con la intención de dejar llevar a cabo una orden de
aprehensión y/o presentación decretada en mi contra por parte de la autoridad
ordenadora, siendo que de momento no me encontraba en el domicilio.

2.- Al enterarme de tan incierta situación, considero que se pretende


cometer una arbitrariedad en mi contra fuera de todo procedimiento legal, por lo
que acudo a usted en demanda de amparo para obtener la protección de la justicia
federal.

3.- El hoy suscrito no ha cometido delito alguno ni infracción a reglamentos


gubernativos, ni de policía; sin embargo, se pretende llevar a cabo la orden de
aprehensión y/o presentación, por lo que tengo el temor fundado que sea privado
de la libertad y que se me causen actos de tortura, azotes y malos tratos para
confesar un crimen que no he cometido, lo que me causaría graves daños, así
como agravios de imposible reparación, siendo este un mal actuar de los
elementos aprehensores, así como de la autoridad jurisdiccional; esto, sin contar
que se me están fabricando delitos de imposible reparación, ya que el que hoy
reza no los ha cometido, empero, al estar en la extrema necesidad de que no ser
privado de mi libertad deambulatoria y al ser requerido en la cauda penal, tengo el
temor fundado de que sea aprehendido.

Además de que el asunto en cuestión es de los considerados de


carácter urgente por tratarse de un asunto en el que se ven afectados
intereses de menores, conforme al punto ocho de la circular 16/2024 del
Pleno del Consejo de la Judicatura Federal, que establece:

CONCEPTOS DE VIOLACIÓN

PRIMERO.- El ARTÍCULO 1° de Nuestra Carta Magna, mismo que en su


parte conducente señala textualmente:

"En los Estados Unidos Mexicanos todas las personas gozarán de los
derechos humanos reconocidos en esta Constitución y en los tratados
internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte, así como de las
garantías para su protección, cuyo ejercicio no podrá restringirse ni suspenderse,
salvo en los casos y bajo las condiciones que esta Constitución establece.

Las normas relativas a los derechos humanos se interpretarán de


conformidad con esta Constitución y con los tratados internacionales de la materia
favoreciendo en todo tiempo a las personas la protección más amplia.

Todas las autoridades, en el ámbito de sus competencias, tienen la


obligación de promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos de
conformidad con los principios de universalidad, interdependencia, indivisibilidad y
progresividad. En consecuencia, el Estado deberá prevenir, investigar, sancionar y
reparar las violaciones a los derechos humanos, en los términos que establezca la
ley."

Decimos lo anterior, pues de ejecutarse las ordenes de aprehensión (acto


reclamado), se estarían violando los derechos humanos que reconoce nuestra
Carta Magna así como los Tratados Internacionales, pues es notorio que las
garantías individuales que se encuentran consignadas para la protección de mi
representada, no se estarían cumpliendo.

Además, las garantías específicamente diseñadas para una correcta


impartición de justicia se estarían dejando de cumplir y por ende la autoridad no
estaría llevando a cabo el respeto y garantía de los derechos humanos.

Sobre este tópico, la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la


Nación, al resolver el amparo en revisión 347/20221, resolvió:
1
Suprema Corte de Justicia de la Nación

Registro digital: 31832


“V. PROCEDENCIA

26. Esta Primera Sala considera que el presente asunto satisface los requisitos de
procedencia a los que hacen alusión los artículos 107, fracción VIII, inciso a), de la Constitución
Política del País y 83 de la Ley de Amparo, así como a lo establecido en puntos primero y tercero
del Acuerdo General Número 1/2023 emitido por el Tribunal Pleno de la Suprema Corte de Justicia
de la Nación, en virtud de que el recurso se interpuso en contra de una sentencia dictada en
audiencia constitucional en la que el Juzgado de Distrito decretó el sobreseimiento de un juicio de
amparo indirecto, en el que se cuestionó la constitucionalidad de los artículos 113, fracción VIII, y
218 del Código Nacional de Procedimientos Penales.(31)

27. Además, el Quinto Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito revocó el
sobreseimiento y, al considerar que no se actualizó diversa causa de improcedencia que
imposibilite resolver el problema de constitucionalidad planteado por el quejoso, reservó
jurisdicción a esta Suprema Corte de Justicia de la Nación para que se pronunciara en la materia
de su competencia.(32)

28. Esta Primera Sala no pasa inadvertido que de la lectura integral del acto reclamado al
Ministerio Público de la Federación, no se advierte la cita textual del artículo 113, fracción VIII, del
Código Nacional de Procedimientos Penales. No obstante, ello no actualiza una causa de
improcedencia o impedimento alguno para que este Alto Tribunal analice la constitucionalidad del
artículo impugnado, pues dicho numeral se aplicó de forma implícita en el acto reclamado.

29. Lo anterior se afirma, en virtud de que los artículos cuestionados se encuentran


íntimamente relacionados con la negativa del Ministerio Público de la Federación de reconocer la
calidad de imputado al señor **********, así como la imposibilidad de citarlo a rendir entrevista y de
permitirle consultar los registros de la carpeta de investigación.

30. La lectura de los artículos 113, fracción VIII, y 218 del Código Nacional de
Procedimientos Penales permite establecer que existe una relación de interdependencia entre
ellos, pues si bien el primero de los numerales invocados establece el derecho de la persona
imputada y de su defensa para acceder a los registros de la investigación, en la parte final se
remite a los supuestos establecidos en el segundo de los preceptos señalados, el cual establece
las hipótesis en las cuales es procedente la consulta de dichos registros. En ese sentido, resulta
evidente que los artículos impugnados configuran un sistema normativo que establece los
supuestos en los cuales se actualiza el derecho de la persona imputada y de su defensa para
acceder a la carpeta de investigación.

31. Es pertinente señalar que si bien esta Primera Sala, al resolver la contradicción de
criterios 2/2022, estableció que se actualiza una causa manifiesta e indudable de improcedencia
que permite desechar de plano la demanda de amparo cuando el acto reclamado consiste en
negar el acceso a la carpeta de investigación cuando la persona no ha sido detenida, citada a
comparecer o afectada por otro acto de molestia realizado en su contra con el carácter de
imputada dentro de la etapa de la investigación inicial y sólo aduce que sospecha tener esa
calidad, ello no impide a esta Suprema Corte de Justicia de la Nación analizar la constitucionalidad
de los artículos impugnados.(33)

32. Por una parte, porque en el precedente invocado no se analizó la constitucionalidad de


los artículos 113, fracción VIII, y 218 del Código Nacional de Procedimientos Penales; y, por otra,

Asunto: AMPARO EN REVISIÓN 347/2022.

Undécima Época

Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación. Libro 30, Octubre de 2023, Tomo II, página 1195

Instancia: Primera Sala


porque exigir al señor ********** que se ubique hipotéticamente en el supuesto normativo que
combate para acudir al juicio de amparo, en este caso, haría nugatoria la posibilidad de cuestionar
la constitucionalidad de dichos artículos.

33. Por tanto, exigir al señor ********** cualquiera de los requisitos contenidos en los
artículos 113, fracción VIII, y 218 del Código Nacional de Procedimientos Penales para acudir al
juicio de amparo implicaría responder, a priori, el planteamiento de inconstitucionalidad.

34. Además, en el presente caso el señor ********** no adujo tener una sospecha, sino que
afirmó de manera contundente que fue sujeto de un acto de molestia, tan es así que su vecina le
informó que agentes de la policía fueron a buscarlo a su domicilio para que compareciera, como
imputado, en una carpeta de investigación. Incluso, su vecina le proporcionó el número de la
carpeta de investigación, lo que corroboró con posterioridad al acudir a la Fiscalía General de
Justicia de la Ciudad de México.

35. En consecuencia, toda vez que el Tribunal Colegiado del conocimiento agotó el estudio
de las cuestiones relacionadas con las causas de improcedencia del juicio de amparo y esta
Primera Sala no advierte oficiosamente que se acredite alguna diversa, lo procedente es que se
realice el estudio de fondo respecto de la constitucionalidad de los artículos 113, fracción VIII, y
218 del Código Nacional de Procedimientos Penales.

V. ESTUDIO DE FONDO

36. Para dar claridad a lo que es materia de este análisis, se considera oportuno señalar
que el presente estudio no abarca los reclamos que hace valer el señor ********** sobre los
aspectos relacionados con vicios propios del acto reclamado, cuya competencia originaria no
corresponde a este Alto Tribunal.

37. En congruencia con lo anterior, se abordan exclusivamente los planteamientos de la


parte quejosa vinculados con la inconstitucionalidad de los artículos 113, fracción VIII, y 218 del
Código Nacional de Procedimientos Penales, sobre los cuales el Quinto Tribunal Colegiado en
Materia Penal del Primer Circuito reservó competencia a esta Suprema Corte de Justicia de la
Nación.

38. En esencia, el señor ********** alegó que dichos artículos son inconstitucionales porque
vulneran el derecho a la defensa adecuada y los principios de igualdad entre las partes y
presunción de inocencia, como regla de trato.

39. Establecido lo anterior, la metodología que seguimos para resolver este asunto
consiste en desarrollar los siguientes temas: V.1 Precedentes en los que esta Primera Sala se ha
pronunciado en relación con los artículos 113, fracción VIII, y 218 del Código Nacional de
Procedimientos Penales; V.2 Contenido y alcance de los artículos 113, fracción VIII, y 218 del
Código Nacional de Procedimientos Penales; y, V.3 Constitucionalidad de los artículos 113,
fracción VIII, y 218 del Código Nacional de Procedimientos Penales.

V.1 Precedentes en los que esta Primera Sala se ha pronunciado en relación con los
artículos 113, fracción VIII, y 218 del Código Nacional de Procedimientos Penales

40. Esta Primera Sala ya se ha pronunciado en diversos precedentes respecto a los


requisitos para que la persona imputada y su defensa puedan acceder a los registros de la carpeta
de investigación, al tenor de los artículos 113, fracción VIII, y 218 del Código Nacional de
Procedimientos Penales.

41. En la contradicción de tesis 149/2019, resuelta en sesión de doce de junio de dos mil
diecinueve, esta Primera Sala estableció que si bien los numerales mencionados en el párrafo
anterior establecen supuestos de acceso, consulta y obtención de copia de los registros de la
carpeta de investigación, lo cierto es que no deben ser interpretados de forma restrictiva o
limitativa, sino de manera sistemática.(34)

42. En ese caso, en el que se negó la expedición de copias a una persona imputada,
aunque ya había sido llamada a comparecer ante el Ministerio Público, se estableció que del
artículo 218 del Código Nacional de Procedimientos Penales se desprende que cuando una
persona tiene la calidad de imputada ante el Ministerio Público y ha sido notificada para
comparecer como indiciada, se le debe permitir obtener copias de los registros de la investigación.

43. Asimismo, se estableció que al actualizarse cualquiera de las hipótesis previstas en los
artículos 20, apartado B, fracción VI, de la Constitución Política del País y 218 del Código Nacional
de Procedimientos Penales, los registros de la investigación dejan de tener el carácter de
reservado para el indiciado y su defensa, por tanto, no existe motivo para negarles la reproducción
de las constancias. Además, de conformidad con el artículo 219 del Código Nacional de
Procedimientos Penales, una vez convocadas a la audiencia inicial, la persona imputada y su
defensa tendrán derecho a consultar los registros de la carpeta de investigación y a obtener copia.

44. Dicha regla, dijo esta Primera Sala, no debe interpretarse de manera restrictiva en
relación con que sólo a partir de ese momento procesal se pueden obtener copias, en virtud de
que el mismo precepto establece la obligación del Ministerio Público de respetar los derechos a
una defensa adecuada e igualdad entre las partes, de manera que se puede obtener copia de los
registros de la carpeta de investigación con anterioridad a la audiencia inicial.

45. Posteriormente, en el amparo en revisión 336/2019, resuelto en sesión de seis de


mayo de dos mil veinte, esta Primera Sala analizó la constitucionalidad del artículo 113, fracción
VIII, del Código Nacional de Procedimientos Penales al confrontarse con el derecho a la defensa
adecuada previsto en el artículo 20 de la Constitución Política del País.(35)

46. En ese precedente, una persona alegó que las hipótesis contenidas en los artículos
218 y 219, a las que se remite el diverso 113, fracción VIII, todos del Código Nacional de
Procedimientos Penales, vulneran el derecho a la defensa adecuada, en virtud de que la persona
imputada debe tener conocimiento de los registros de la carpeta de investigación desde el
momento en que se presenta una denuncia en su contra.

47. Además, señaló que así lo había establecido la Corte Interamericana de Derechos
Humanos al resolver los Casos de Ruano Torres contra El Salvador y Barreto Leyva contra
Venezuela, en los que determinó que a toda persona se le debe garantizar el acceso a cualquier
procedimiento desde el momento en el que se formule una denuncia en su contra.(36)

48. Esta Primera Sala, después de analizar dichas sentencias, estableció que en realidad
lo que se sostuvo en la jurisprudencia interamericana es que el derecho de defensa de una
persona imputada se actualiza plenamente, no desde que se presenta una denuncia en su contra,
sino a partir de que surja efectivamente una imputación en su contra que lo ubique como "posible
autor o participe de un hecho punible", es decir, desde que "la autoridad dispone o ejecuta actos
que implican la afectación de derechos".

49. Incluso, esta Primera Sala precisó que el tribunal interamericano señaló que el artículo
8, numeral 2, inciso b), de la Convención Americana sobre Derechos Humanos regía antes de que
se formule acusación en sentido estricto, esto es, previamente a que la persona imputada rinda su
declaración ante cualquier autoridad pública.(37)

50. En ese sentido, se estableció que el criterio de la Corte Interamericana de Derechos


Humanos coincide con el contenido del artículo 112 del Código Nacional de Procedimientos
Penales, que establece que la calidad de imputado se adquiere precisamente cuando la persona
es señalada por el Ministerio Público como posible autor o partícipe de un hecho que la ley señale
como delito.(38)
51. Es a partir de ese momento que la persona adquiere la calidad de imputada y se le
debe garantizar el derecho de acceder a todos los registros de la carpeta de investigación, a
condición de que se encuentre detenida, cuando se pretenda recibir su declaración o entrevista,
pero sobre todo, previamente a su primera comparecencia ante el Juez de Control, con la
oportunidad debida para preparar su defensa.

52. Por lo anterior, la Primera Sala concluyó que existe perfecta convergencia entre lo que
dispone el artículo 20, apartado B, fracción VI, de la Constitución Política del País (lo que
esencialmente se reproduce en los artículos 113, fracción VIII, y 218 del Código Nacional de
Procedimientos Penales) y la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

53. Esos argumentos fueron reiterados por esta Primera Sala en la contradicción de
criterios 2/2022, resuelta en sesión de seis de junio de dos mil veintidós, en la que se determinó
que el juicio de amparo indirecto es improcedente cuando el acto reclamado consiste en la
negativa u omisión del Ministerio Público de permitir el acceso a la carpeta de investigación a la
parte quejosa cuando no ha sido citada a comparecer o no ha sido afectada por un acto de
molestia realizado en su contra con el carácter de imputada en la etapa de investigación inicial y
sólo alude tener una sospecha de tener esa calidad.(39) 54. En ese precedente, se agregó que el
criterio sustentado por esta Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación guarda
relación con el principio de reserva, según el cual los registros de la investigación se guardan en
secrecía al público en general, hasta en tanto se llame a comparecer al probable responsable. De
lo contrario, permitir el acceso a la carpeta de investigación a cualquier persona, sin contar con un
interés jurídicamente relevante, implicaría un riesgo patente al éxito de la investigación. V.2
Contenido y alcance de los artículos 113, fracción VIII, y 218 del Código Nacional de
Procedimientos Penales

55. Previo a determinar el contenido y alcance de los artículos 113, fracción VIII, y 218 del
Código Nacional de Procedimientos Penales, es necesario tener presente que los hechos que
originaron el acto reclamado consistieron en que, en octubre de dos mil diecinueve, dos policías de
investigación acudieron al domicilio del señor **********, sin poder localizarlo. No obstante, una
vecina le informó al señor ********** que dichos policías lo estaban buscando para entregarle un
citatorio con la finalidad de que compareciera con la calidad de imputado en la carpeta de
investigación **********.

56. Con motivo de lo anterior, el señor ********** acudió a la Fiscalía de Investigación


Territorial en Miguel Hidalgo, de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, en donde
le informaron que de los registros derivados de dicha carpeta, se realizó un desglose de
constancias que fueron remitidas a la Fiscalía General de la República para la investigación de la
supuesta comisión del delito de operaciones con recursos de procedencia ilícita.

57. Cuando el señor ********** acudió a las oficinas de la Unidad Especializada en


Investigación de Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita y de Falsificación o Alteración
de Moneda, de la Fiscalía Especializada en Materia de Delincuencia Organizada, de la Fiscalía
General de la República, le informaron que existía una carpeta de investigación en su contra,
registrada con el número **********. En consecuencia, presentó un escrito en el que solicitó que se
le reconociera el carácter de imputado, que se señalara fecha para recibir su entrevista y que se le
permitiera el acceso a los registros de la investigación.

58. Al no recibir respuesta, el señor ********** promovió un primer juicio de amparo, el cual
se le concedió para el efecto de que se le diera contestación. En cumplimiento, el Ministerio
Público adscrito a la Unidad Especializada en Investigación de Operaciones con Recursos de
Procedencia Ilícita y de Falsificación o Alteración de Moneda, de la Fiscalía Especializada en
Materia de Delincuencia Organizada, de la Fiscalía General de la República, emitió una
determinación en la que con fundamento en los artículos 20, apartado B, fracción VI, de la
Constitución Política del País y 218 del Código Nacional de Procedimientos Penales, no le
reconoció la calidad de imputado y, en consecuencia, consideró innecesario señalar fecha para
recibir su entrevista y le negó el acceso a los registros de la investigación.

59. En contra de dicha determinación, el señor ********** promovió un juicio de amparo, en


el que impugnó la constitucionalidad de los artículos 113, fracción VIII, y 218 del Código Nacional
de Procedimientos Penales. Dicho amparo se sobreseyó por falta de interés jurídico debido a que
el señor ********** no tenía reconocido el carácter de imputado en la carpeta de investigación.

60. En el recurso de revisión interpuesto por el señor **********, el Quinto Tribunal


Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito revocó el sobreseimiento decretado por el Juzgado
de Distrito, pues consideró que el tema por el que el quejoso promovió amparo indirecto es
justamente la razón por la que se sobreseyó en el juicio. En consecuencia, determinó que si la
razón por la que se sobreseyó implica el estudio de una cuestión de fondo que versa sobre un
problema de constitucionalidad que no le corresponde resolver, procedió a reservar jurisdicción a
esta Suprema Corte de Justicia de la Nación para solucionar ese aspecto.

61. Como se puede advertir, el señor ********** fue sujeto de un acto de molestia desde
octubre de dos mil diecinueve, pues tuvo conocimiento, por conducto de su vecina, de que agentes
ministeriales lo estaban buscando para entregarle un citatorio para comparecer en una carpeta de
investigación, por lo cual acudió en diversas ocasiones ante distintas autoridades con la finalidad
de ser reconocido como imputado, de comparecer a rendir entrevista y de conocer los registros de
la indagatoria, sin que pudiera obtener información, lo que desde su demanda de amparo señaló
que le produce inseguridad jurídica, además del temor latente de ser privado de su libertad en
cualquier momento, sin conocer las razones y sin tener oportunidad de defenderse. Destacó que
las afectaciones de las que se duele han sido generadas por la actividad desplegada por la
autoridad responsable.

62. Precisado el contexto que dio origen al presente recurso de revisión, procede
establecer el contenido y alcance de los artículos 113, fracción VIII, y 218 del Código Nacional de
Procedimientos Penales, para lo cual esta Primera Sala considera pertinente recordar el contenido
del artículo 20, apartado B, fracción VI, de la Constitución Política del País:

"Artículo 20. El proceso penal será acusatorio y oral. Se regirá por los principios de
publicidad, contradicción, concentración, continuidad e inmediación.

"...

"B. De los derechos de toda persona imputada:

"...

"VI. Le serán facilitados todos los datos que solicite para su defensa y que consten en el
proceso.

"El imputado y su defensor tendrán acceso a los registros de la investigación cuando el


primero se encuentre detenido y cuando pretenda recibírsele declaración o entrevistarlo.
Asimismo, antes de su primera comparecencia ante Juez podrán consultar dichos registros, con la
oportunidad debida para preparar la defensa. A partir de este momento no podrán mantenerse en
reserva las actuaciones de la investigación, salvo los casos excepcionales expresamente
señalados en la ley cuando ello sea imprescindible para salvaguardar el éxito de la investigación y
siempre que sean oportunamente revelados para no afectar el derecho de defensa."

63. Del precepto constitucional transcrito se advierte que el Poder Reformador de la


Constitución estableció que las personas imputadas tienen derecho a que les sean facilitados
todos los datos que soliciten y consten en el proceso. No obstante, ese derecho no es absoluto, ya
que para ejercerlo se dispuso que es necesario que la persona imputada se encuentre detenida,
pretenda recibírsele declaración o entrevistarla.

64. Las hipótesis por las cuales la persona imputada y su defensa pueden acceder a la
carpeta de investigación también las contemplan los artículos 113, fracción VIII, y 218 del Código
Nacional de Procedimientos Penales, de su contenido se advierte que ese derecho se activa: a)
cuando la persona se encuentre detenida; b) cuando sea citada para comparecer como imputada o
se pretenda recibir su entrevista; o, c) cuando sea sujeta a un acto de molestia.(40)

65. A partir de la actualización de dichos supuestos, de las normas constitucional y


secundaria, se desprende que los registros de investigación no podrán estar en reserva, por lo que
la persona imputada goza del derecho irrestricto para acceder a los datos de la investigación. Esas
hipótesis pueden ser desarrolladas de la siguiente manera:

a) Derecho para acceder a la carpeta de investigación cuando la persona se encuentre


detenida

66. El primer momento en el que la persona imputada puede acceder a los registros de la
carpeta de investigación no representa mayor dificultad, debido a que se actualiza cuando se
encuentra detenida.

67. Al respecto, en el amparo directo 14/2011, resuelto en sesión de nueve de noviembre


de dos mil once, esta Primera Sala determinó que el artículo 16 de la Constitución Política del País
consagra el derecho a la libertad personal, entendida como la libertad de movimiento o libertad
deambulatoria, en el que se establece de forma limitativa en qué supuestos el Estado puede
generar afectaciones válidas a este derecho, así como las condiciones específicas y excepcionales
en que pueden realizarse.(41)

68. En dicho precedente se apuntó que el artículo 16 constitucional delimita los supuestos
en los que está autorizado realizar una afectación a la libertad personal, los cuales se reducen a la
orden de aprehensión, la detención en flagrancia y por caso urgente.(42)

69. Se destacó que dicho tratamiento tiene concordancia con el artículo 7, numeral 2, de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos el cual prohíbe afectaciones al derecho a la
libertad personal salvo por las condiciones y causas fijadas de antemano en la Constitución.(43)

70. Derivado de lo anterior, se concluye que el derecho de la persona imputada y de su


defensa para acceder a los registros de la investigación surge, en un primer momento, cuando se
encuentre detenida, ya sea con motivo de una orden de aprehensión o en los casos de flagrancia o
caso urgente, a partir del cual los registros de la indagatoria ya no podrán mantenerse en reserva.

b) Derecho para acceder a los registros de la carpeta de investigación cuando sea citada
para comparecer como imputada o se pretenda recibir su entrevista

71. El segundo momento en el que se detona el derecho de la persona imputada y de su


defensa para acceder a los registros de la investigación se actualiza cuando sea citada para
comparecer como imputada o se pretenda recibir su entrevista, con la oportunidad debida para
elaborar su estrategia de defensa.

72. El artículo 20, apartado B, fracción VI, de la Constitución Política del País prevé como
condición generalizada para garantizar el acceso a los registros de la investigación y el inminente
ejercicio del derecho de defensa de la persona investigada dos supuestos procesales, los cuales
generan una afectación real y material en la esfera de derechos de los particulares que les permite
consultar de forma inmediata los registros de la indagatoria.

73. Esos supuestos consisten en que el Ministerio Público cite al particular para rendir
entrevista o cuando sea citado a comparecer ante el Juez de Control. Por tanto, el parámetro
constitucional para determinar el acceso a la carpeta por parte de la persona investigada deriva de
la afectación que resienta con motivo de alguno de dichos actos, pues en esos supuestos será
indispensable que conozca los registros de la carpeta de investigación para llevar a cabo su
defensa legal.

74. Cabe precisar que el derecho de defensa no se activa cuando se denuncian los hechos
o se inicia una carpeta de investigación, sino que será indispensable que de la indagatoria surja
efectivamente un señalamiento que implique la necesidad de que el investigado como posible
autor o partícipe de un delito, rinda su primera entrevista o declaración, como elemento
preponderante para que se garantice el acceso a los registros de la investigación y el estado de la
carpeta ya no sea reservado.

75. Lo anterior, tiene congruencia con lo dispuesto por la Corte Interamericana de


Derechos Humanos, al resolver los Casos Ruano Torres contra El Salvador y Barreto Leyva contra
Venezuela, en los que determinó que a toda persona se le debe garantizar el acceso a cualquier
procedimiento desde que surja efectivamente una imputación en su contra que lo ubique como
"posible autor o participe de un hecho punible".(44)

76. Además, como lo sostuvo esta Primera Sala en el amparo en revisión 336/2019,
resuelto en sesión de seis de mayo de dos mil veinte, la jurisprudencia interamericana es
coincidente con lo previsto en el artículo 112 del Código Nacional de Procedimientos Penales,
según el cual la calidad de imputado se adquiere cuando la persona es señalada por el Ministerio
Público como posible autor o partícipe de un hecho que la ley señale como delito.(45)

77. Por lo anterior, se concluye que el segundo momento para ejercer el derecho para
acceder a los registros de la carpeta de investigación se actualiza desde que la persona es citada
para recibir su entrevista o cuando sea citada en calidad de imputada para recabar su declaración
ante el Juez, con la anticipación adecuada para permitirle desarrollar su estrategia defensiva.

c) Derecho para acceder a la carpeta de investigación cuando la persona sea sujeta a un


acto de molestia

78. Resta dilucidar la hipótesis normativa relacionada con los actos de molestia prevista en
el artículo 218 del Código Nacional de Procedimientos Penales, la cual encuentra sustento en el
contenido del citado artículo 20, apartado B, fracción VI, constitucional, bajo el entendido de que
para el Poder Reformador de la Constitución, el acceso a los registros de la carpeta por parte de la
persona investigada depende medularmente de que sus derechos fundamentales sean
intervenidos por parte de las autoridades competentes, lo que le permitirá emprender su defensa
con el conocimiento pleno de los hechos que se le atribuyen y de los datos de prueba recabados
por el Ministerio Público.

79. Lo anterior, es coincidente con el criterio sustentado por la Corte Interamericana de


Derechos Humanos en los referidos Casos Ruano Torres contra El Salvador y Barreto Leyva
contra Venezuela, en los que estableció que el derecho de defensa de la persona imputada se
detona desde que la autoridad dispone o ejecuta actos que implican la afectación de derechos.(46)

80. Al respecto, el Pleno de esta Suprema Corte de Justicia de la Nación sostuvo que la
Constitución hace una distinción entre los actos privativos y los actos de molestia, pues los
primeros, que son aquellos que producen como efecto la disminución, menoscabo o supresión
definitiva de un derecho del gobernado, los autoriza el cumplimiento de determinados requisitos
precisados en el artículo 14 constitucional, como son, la existencia de un juicio seguido ante un
tribunal previamente establecido, que cumpla con las formalidades esenciales del procedimiento y
en el que se apliquen las leyes expedidas con anterioridad al hecho juzgado.(47)

81. En cambio, los actos de molestia, si bien afectan la esfera jurídica del gobernado, no
producen los mismos efectos que los actos privativos, pues sólo restringen de manera provisional
o preventiva un derecho con el objeto de proteger determinados bienes jurídicos, los cuales se
autorizan, según lo dispuesto por el artículo 16 constitucional, siempre y cuando preceda
mandamiento escrito girado por una autoridad con competencia legal para ello, en donde ésta
funde y motive la causa legal del procedimiento.

82. El supuesto normativo relacionado con los actos de molestia, como lo estableció esta
Primera Sala en el amparo en revisión 336/2019 y la contradicción de criterios 2/2022, no es ajeno
a los supuestos señalados en el artículo 20, apartado B, fracción VI, de la Constitución Política del
País, en virtud de que se encuentra dirigido a garantizar el derecho a una defensa adecuada de
manera oportuna al permitirle conocer los registros de la carpeta de investigación previamente a
comparecer ante alguna autoridad pública, ministerial o judicial.

83. Lo anterior, guarda relación con la práctica de diversos actos que pueden ser
considerados de molestia, como las entrevistas realizadas por parte de la representación social.
Incluso, el propio artículo 218 del Código Nacional de Procedimientos Penales señala que se
entenderá como acto de molestia lo dispuesto en el diverso precepto 266 del mismo código, que
establece que todo acto de molestia deberá llevarse a cabo con respeto a la dignidad de la
persona, por lo que la afectación que resiente el particular con motivo de los actos de investigación
trae como consecuencia que la autoridad ministerial no pueda reservar la indagatoria.(48)

84. No debe perderse de vista que una gran cantidad de las investigaciones que se
integran en contra de las personas por la probable comisión de un hecho delictivo no se concluyen,
esto es, que no se hacen del conocimiento al Juez de Control, que no se formula imputación o que
no se ejerce acción penal.

85. Lo anterior puede advertirse del Censo Nacional de Procuración de Justicia Federal y
Estatal 2022, del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), del que se desprende que
en el año dos mil trece se iniciaron a nivel nacional, en los ámbitos local y federal, un millón
setecientas setenta y siete mil ochocientas noventa y un carpetas de investigación y
averiguaciones previas (1'777,891); mientras en el año dos mil veintiuno, se iniciaron dos millones
cincuenta y nueve mil setecientas noventa y ocho (2'059,798), lo que representa un incremento de
doscientas ochenta y un mil novecientas siete investigaciones (281,907), tanto del sistema
tradicional como del acusatorio, a nivel nacional.

86. Aunado a lo anterior, el INEGI señaló que a finales de dos mil veintiuno se encontraban
pendientes de concluir dos millones seiscientas veintinueve mil setecientas noventa (2'629,790)
averiguaciones previas y carpetas de investigación, esto es, que además de las investigaciones
integradas hasta el año dos mil veintiuno, se sumaron las pendientes de resolver en años
anteriores, las cuales representan una diferencia de quinientas sesenta y nueve mil novecientas
noventa y dos (569,992) investigaciones pendientes de concluir.(49)

87. Esos datos estadísticos revelan, por un lado, la gran cantidad de carpetas de
investigación y averiguaciones previas que se encontraban pendientes de concluir al finalizar el
año dos mil veintiuno y, por el otro, lo cotidiano que es iniciar una investigación y que ésta no se
someta al conocimiento de una autoridad jurisdiccional y mucho menos que se concluya mediante
una sentencia.

88. Ello es problemático por distintas razones. La primera tiene que ver con el falso
mensaje de justicia que se aporta a la sociedad, que relaciona un gran número de investigaciones
con una proactiva labor de procuración de justicia, a pesar de que ello no implique la solución
definitiva de los casos.

89. La segunda, se relaciona con el hecho de que al no concluir o no someter al


conocimiento de las autoridades judiciales dichas investigaciones, se deja abierta la posibilidad
(aunque ésta sea mínima) de que personal de las policías ministeriales o de las fiscalías utilice
esta circunstancia para emitir actos de molestia injustificados en contra de personas a quienes se
les instruye una investigación, sin que se le brinde acceso a la misma, de forma que impida ejercer
sus derechos de defensa. Este actuar arbitrario incluso pudiera llegar a actualizar diversas
conductas delictivas, en perjuicio no sólo de los gobernados, también de la propia institución que
pudiera ver mermada su credibilidad.

90. Estas prácticas arbitrarias que permiten el uso del aparato de procuración de justicia
para fines diversos a los que fueron creados, deben desincentivarse desde los tribunales, pero
también evitarse desde las titularidades de las fiscalías generales de la República y de las
entidades federativas.

91. En esa línea argumentativa, esta Primera Sala es sensible en considerar que en
muchas ocasiones un acto de molestia como la citación a comparecer en una carpeta de
investigación, sin haber tenido éxito en la localización de la persona investigada, podría impactar
no sólo en el ámbito laboral o social de las personas, sino también en su salud física y mental,
debido a la incertidumbre que produce no conocer los hechos que se atribuyen.

92. La interpretación que realiza esta Primera Sala permite garantizar los derechos
humanos de las personas que son sujetas a un acto de molestia e imponer un límite al actuar
arbitrario en el que podrían incurrir las autoridades policiales y ministeriales, pues resulta
inadmisible que una autoridad pueda molestar a una persona en su familia, domicilio, papeles o
posesiones si no existe una indagatoria en la que hubiera sido señalada como autora o partícipe
de la comisión de un delito. 93. En virtud de lo anterior, es pertinente señalar que no existe un
mandato limitativo para acceder a los datos contenidos en la carpeta de investigación, pues el
mismo artículo 266 del Código Nacional de Procedimientos Penales establece que se deben
realizar con respeto a la dignidad de la persona, de lo contrario se coloca en un estado de
inseguridad jurídica. 94. Por tanto, todos aquellos actos que resiente el particular con motivo de la
investigación de la autoridad ministerial que afecten su esfera jurídica implican que no podrá
reservarse la indagatoria. Lo que, como ya sostuvo esta Primera Sala, es concordante con los
supuestos establecidos en el artículo 20 de la Constitución.

95. Además, se debe resaltar que la actualización de un acto de molestia no sólo detona el
derecho de la persona imputada de conocer los registros de la carpeta de investigación, sino
también activa la obligación de las autoridades correspondientes, Ministerio Público y Juez de
Control, de garantizar el respeto de los derechos humanos que le asisten a la persona con motivo
de esa investigación, entre ellos, el de presunción de inocencia.

96. Dentro de esas obligaciones las autoridades deberán, en vista de la evidencia


recabada, resolver en el término más breve posible sobre la calidad con la que cuenta la persona
que ha sido sujeta de un acto de molestia durante la investigación, lo cual tiene el propósito de no
mantenerla en un estado de incertidumbre jurídica durante el plazo que tenga para que prescriba el
delito o se judicialice la investigación. Esta obligación surge como una consecuencia naturalmente
derivada de los actos de molestia que la propia autoridad ha producido.

97. En efecto, si la misma autoridad ha señalado a una persona como probable autora o
partícipe de la comisión de un delito, no le permite conocer los motivos que originaron un acto de
molestia y, con ello, la mantiene en un estado de zozobra, esto no hace más que fomentar una
práctica indeseable de poder que ejerce la autoridad frente al particular y dicha situación podría ser
aprovechada para otro tipo de fines perversos que se deben evitar.

98. El simple sometimiento de una persona a un estado de incertidumbre jurídica por un


tiempo indeterminado respecto de su situación dentro de la indagatoria es, en sí, lo
suficientemente grave como para apurar a la autoridad para que resuelva sobre la calidad que le
asiste en la indagatoria en el tiempo más breve posible, con ello se evita someter
innecesariamente a la persona a un estado de intranquilidad posiblemente injustificado.
99. De todo lo anterior, se concluye que si la persona es sujeta a un acto de molestia en
donde es señalada por el Ministerio Público como probable autora o participe de la comisión de un
hecho delictivo, se detona su derecho a ser reconocida como persona imputada y de acceder a los
registros de la carpeta de investigación. A partir de ese momento queda eliminada la posibilidad de
mantener en reserva la información de la indagatoria respecto de dicha persona, lo que trae como
consecuencia la obligación de las autoridades de garantizar el derecho a la defensa adecuada y al
debido proceso.

100. En conclusión, esta Primera Sala considera que los artículos 113, fracción VIII, y 218
del Código Nacional de Procedimientos Penales lejos de establecer algún tipo de limitante para
acceder a los registros de la investigación, prevén un amplio margen para que la persona imputada
y su defensa puedan consultar la carpeta y elaborar su estrategia de defensa con la oportunidad
necesaria, incluso antes de comparecer a rendir su primera declaración.

V.3 Constitucionalidad de los artículos 113, fracción VIII, y 218 del Código Nacional de
Procedimientos Penales

101. Una vez precisado el contenido y alcance de las hipótesis contenidas en los artículos
impugnados, en el sentido de que los actos de molestia que afectan los derechos de las personas
les permite el acceso irrestricto a la carpeta de investigación, se considera que los artículos 113,
fracción VIII, y 218 del Código Nacional de Procedimientos Penales no vulneran el derecho a la
defensa adecuada, ni los principios de igualdad entre las partes y de presunción de inocencia,
como regla de trato, alegados por el señor **********.

102. Es pertinente señalar, antes de analizar los conceptos de violación, que la razón
principal por la que las hipótesis para que la persona imputada y su defensa puedan acceder a los
registros de la carpeta de investigación, contenidas en los artículos impugnados, no son
inconstitucionales porque encuentran sustento en el contenido del citado artículo 20, apartado B,
fracción VI, de la Constitución Política del País.(50)

103. Así lo sostuvo esta Primera Sala, al resolver el amparo en revisión 336/2019, en el
que estableció que existe perfecta convergencia entre lo que dispone el artículo 20, apartado B,
fracción VI, de la Constitución Política del País y lo que esencialmente se reproduce en los
artículos 113, fracción VIII, 218 y 219 del Código Nacional de Procedimientos Penales y la
jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.(51)

104. Del mencionado precepto constitucional se advierte, como se anticipó en el apartado


V.2, que el Poder Reformador de la Constitución consideró necesario establecer restricciones para
que las personas imputadas accedan a los registros de la carpeta de investigación, esto es, que
ese derecho se limita a los casos en los que la persona imputada se encuentre detenida, cuando
pretenda recibírsele declaración o entrevistarla y cuando sea sujeta de un acto de molestia.

105. Lo anterior significa que cuando una persona no se encuentre en alguna de esas
hipótesis el Ministerio Público deberá mantener la reserva o sigilo de la información contenida en la
carpeta de investigación. Lo anterior, con la finalidad de que la indagatoria no se vea obstaculizada
y sea posible acceder a la verdad de los hechos.

106. En ese sentido, las hipótesis a las que se remite el artículo 113, fracción VIII,
contenidas en el artículo 218 del Código Nacional de Procedimientos Penales, son acordes al
Texto Constitucional, pues aluden a situaciones jurídicas en las que la persona imputada puede
tener acceso a la carpeta de investigación.

107. Asimismo, el Texto Constitucional establece que la persona imputada y su defensor


podrán tener acceso a la carpeta de investigación antes de su primera comparecencia ante el
Juez, esto es, al momento de ser llamados a declarar o a entrevista, lo que les permite, a partir de
ese momento, acceder sin restricción alguna a los registros contenidos en la indagatoria.
108. Lo que es acorde con el criterio sustentado por la Corte Interamericana de Derechos
Humanos en el Caso Barreto Leiva contra Venezuela, pues al analizar al artículo 8, apartado 2,
inciso c), de la Convención Americana sobre los Derechos Humanos, en relación con la
comunicación previa y detallada de la acusación, estableció que es admisible que en ciertos casos
exista reserva de las diligencias adelantadas durante la investigación preliminar en el proceso
penal, para garantizar la eficacia de la administración de justicia, siempre que se garantice el
derecho a la defensa del imputado.(52)

109. Partiendo de lo anterior, esta Primera Sala se pronuncia respecto a los


planteamientos efectuados por la parte recurrente en los términos siguientes.

• Los artículos 113, fracción VIII, y 218 del Código Nacional de Procedimientos Penales, no
vulneran el derecho a la defensa adecuada

110. El señor ********** señala que las hipótesis contenidas en los artículos 113, fracción
VIII, y 218 del Código Nacional de Procedimientos Penales vulneran su derecho a la defensa
adecuada, en virtud de que limitan el derecho de la persona imputada de acceder a la carpeta de
investigación únicamente a los casos en los que se encuentre detenida, cuando sea citada para
comparecer o cuando sea sujeta de un acto de molestia y que se pretenda recibir su entrevista.

111. Esta Primera Sala considera que dichos argumentos resultan infundados, pues de los
artículos 20, apartado B, fracción VI, de la Constitución Política del País, 113, facción VIII, y 218
del Código Nacional de Procedimientos Penales se advierte, por una parte, que el Ministerio
Público debe mantener bajo reserva los datos de prueba que obren en la carpeta de investigación
y, por otra, los momentos a partir de los cuales se detona el derecho para que la persona imputada
y de su defensor puedan acceder a dicha información.

112. Aunado a lo anterior, el artículo 117, fracción IV, del Código Nacional de
Procedimientos Penales señala que una de las diversas obligaciones de la defensa es analizar las
constancias que obren en la carpeta de investigación, a fin de contar con mayores elementos para
la defensa.(53) Lo anterior implica que el derecho a una defensa adecuada también versa sobre el
acceso que la persona imputada y su defensa deben tener a los datos de la investigación.

113. Esto es acorde con el artículo 113, fracción VIII, del Código Nacional de
Procedimientos Penales, que prevé que uno de los derechos del imputado es tener acceso, junto
con su defensa, a los registros de la investigación, así como a obtener copia gratuita, registro
fotográfico o electrónico de los mismos, en términos de los artículos 218 y 219 del cuerpo
normativo en cuestión.(54)

114. En consecuencia, de acuerdo con la interpretación que realizó esta Primera Sala en el
apartado que antecede, los artículos impugnados no vulneran el derecho a la defensa adecuada,
pues toda persona que se encuentre detenida, que sea citada para recibir entrevista o recabar su
declaración, o que sea sujeta de un acto de molestia que afecte su esfera jurídica podrá acceder
inmediatamente a los registros de la carpeta de investigación para elaborar de manera oportuna su
estrategia de defensa. Así, la importancia de garantizar dicho acceso es esencial para que la
persona imputada pueda tener una debida defensa a lo largo de todo el procedimiento.

115. Ahora, el Texto Constitucional establece que toda persona imputada tiene derecho a
que se le garantice una defensa adecuada y técnica durante la tramitación de todas las etapas que
comprende el proceso penal. Respecto a esa garantía, esta Suprema Corte de Justicia de la
Nación ha establecido diversos precedentes, en los cuales se delimita su contenido y alcance.

116. En efecto, esta Primera Sala determinó que el derecho a la defensa adecuada
consiste en dar oportunidad a toda persona inculpada de que sea asistida por un defensor, quien,
a su vez, deberá tener la posibilidad de aportar pruebas, promover medios de impugnación,
exponer argumentos de derecho y utilizar los beneficios procesales que la legislación
correspondiente establezca para la defensa.(55)

117. Por otra parte, en el texto del Código Nacional de Procedimientos Penales se
reconoce expresamente el derecho fundamental a una defensa adecuada y técnica, la cual será
proporcionada a través de un defensor que elija libremente el imputado.(56) Dicha asistencia
jurídica se debe garantizar a lo largo de todas las etapas del proceso por un licenciado en derecho
o abogado titulado con cédula profesional.(57)

118. De la misma forma, se establece que el contacto de la persona imputada y su


defensor no se debe obstruir, por lo que las autoridades jurisdiccionales están obligadas a
proporcionar los medios necesarios para que ésta se preste sin ningún tipo de intromisión.
Además, constituye una formalidad necesaria que el defensor esté presente en todas las
audiencias que se celebren durante el proceso penal, en las cuales la persona imputada tendrá el
derecho de entrevistarse previamente y de forma privada con éste.

119. Los criterios sustentados por este Alto Tribunal son acordes con los parámetros
establecidos en diversos instrumentos internacionales sobre el reconocimiento y protección del
derecho de defensa adecuada de las personas imputadas en un procedimiento penal. En
específico, con el contenido de los artículos 8, numeral 2, incisos c), d) y e), de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos,(58) y 14, numeral 3, incisos b) y d), del Pacto Internacional
de Derechos Civiles y Políticos.(59)

120. También es acorde con los parámetros establecidos por la Corte Interamericana de
Derechos Humanos al interpretar el artículo 8, numeral 2, de la Convención Americana sobre
Derechos Humanos, en los que señala que las personas procesadas penalmente tienen derecho a
una defensa oportuna,(60) técnica,(61) eficaz(62) y material.(63)

121. En ese sentido, es necesario que la persona imputada y su defensa tengan acceso a
los datos que obren en la carpeta de investigación a partir de los momentos precisados en el
apartado que antecede para preparar una debida defensa, pues de no ser así la persona imputada
quedaría en una situación de desventaja respecto de los demás sujetos procesales, ya que no
cuenta con los elementos suficientes para ofrecer los datos de prueba que puedan desvirtuar la
investigación y posible imputación realizada por la representación social, realizar argumentos de
derecho que estime convenientes y de conformar una teoría del caso para el debido ejercicio del
derecho en mención.

122. En ese orden de ideas, si bien los artículos impugnados prevén diversas hipótesis
para que la persona imputada y su defensa puedan acceder a los registros de la carpeta de
investigación, ello no impide que se desarrolle una defensa adecuada, pues una vez que la
persona sea detenida, llamada a comparecer o citada para ser entrevistada, o sea sujeta a un acto
de molestia que afecte su esfera jurídica, el mismo Código Nacional de Procedimientos Penales
establece los mecanismos necesarios y las obligaciones con las que debe cumplir la defensa para
desarrollar su teoría del caso y estar en condiciones de controvertir la acusación, de manera activa
o pasiva, con la debida anticipación a comparecer ante el órgano ministerial o jurisdiccional.

123. Por las consideraciones anteriores, resulta infundado el argumento del quejoso en el
que señala que los artículos impugnados vulneran el derecho a la defensa adecuada, pues no
impiden que una vez que la persona sea detenida, sea citada a comparecer como imputada y
cuando sea sujeta de un acto de molestia y se pretenda recibir su entrevista, pueda elaborar con la
temporalidad necesaria su estrategia defensiva.

124. Lo que además es compatible con los lineamientos establecidos por la Corte
Interamericana de Derechos Humanos al establecer que cada acto estatal que conforma el
proceso investigativo, así como la investigación en su totalidad, debe estar orientado hacia una
finalidad específica, la determinación de la verdad y la investigación, persecución, captura,
enjuiciamiento y, en su caso, la sanción de los responsables de los hechos, garantizando el
derecho de defensa de la persona imputada.(64)

125. Por tanto, esta Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación concluye
que los artículos 113, fracción VIII, y 218 del Código Nacional de Procedimientos Penales, no
vulneran el derecho de defensa adecuada, siempre que se apliquen bajo la interpretación
establecida en el apartado anterior.

• Los artículos 113, fracción VIII, y 218 del Código Nacional de Procedimientos Penales, no
vulneran el principio de igualdad procesal

126. Es infundado el argumento del señor ********** en el que considera que los numerales
que reclama vulneran el derecho a la igualdad procesal, en virtud de que otorgan al Ministerio
Público la facultad de recabar datos de prueba por tiempo indefinido, mientras la persona imputada
sólo cuenta el plazo constitucional para preparar su defensa.

127. De inicio, se debe recordar que el principio de igualdad procesal encuentra sustento
en el artículo 20, apartado A, fracción V, de la Constitución Política del País, que establece, en lo
conducente, que las partes tendrán igualdad procesal para sostener la acusación o la defensa,
respectivamente.(65)

128. Esta Primera Sala al resolver los amparos directos 9/2008 y 16/2008, se pronunció
acerca de los alcances de dicho principio, lo cual se considera aplicable al caso a pesar de
analizarse en diverso sistema, porque el alcance del principio también es aplicable al sistema de
justicia penal vigente. Así, se expuso que el principio de igualdad, por virtud del cual las partes
deben tener los mismos derechos e idénticas expectativas, posibilidades y cargas procesales,
deriva a su vez de la regla general de la igualdad de los sujetos ante la ley, la cual exige la
supresión de cualquier tipo de discriminación que se base en la raza o el grupo étnico, el sexo, la
clase social o el estatus político.(66)

129. Esto es, la igualdad entre todos los seres humanos respecto a los derechos
fundamentales es el resultado de un proceso de gradual eliminación de discriminación y, por
consiguiente, de unificaciones de todo aquello que venía reconociendo como idéntico: una
naturaleza común de la persona por encima de toda diferencia de sexo, raza, religión, etcétera.

130. Asimismo, dentro de la garantía del debido proceso legal que permite a los
justiciables acceder a los órganos jurisdiccionales para hacer valer sus derechos y defender sus
intereses de forma efectiva, está implícita la igualdad procesal, ya que ese acceso a los órganos
jurisdiccionales para hacer valer sus derechos debe realizarse en condiciones de igualdad
procesal. En efecto, las partes en el proceso deben tener una idéntica oportunidad tanto para
alegar, como para probar lo que consideren oportuno.

131. Esta Primera Sala sostuvo que la prohibición de que se produzca indefensión,
constituye una garantía que implica el respeto del esencial principio de contradicción, de modo que
los contendientes en posición de igualdad dispongan de las mismas oportunidades de alegar y
probar cuanto estimen conveniente, lo que significa que en todo proceso debe respetarse el
derecho de defensa contradictorio de las partes contendientes, mediante la oportunidad de alegar
y probar procesalmente sus derechos e intereses.

132. En tal virtud, se consideró que el debido proceso legal existe cuando un justiciable
pueda hacer valer sus derechos y defender sus intereses en forma efectiva y en condiciones de
igualdad procesal con otros justiciables, puesto que el proceso es un medio para asegurar, en la
mayor medida posible, la solución justa de una controversia, y para tal fin, atiende al conjunto de
actos de diversas características generalmente reunido bajo el concepto de debido proceso legal,
con base en el cual los tribunales deben dirimir los conflictos sobre los derechos de las personas
mediante un procedimiento que otorgue a las partes una posibilidad efectiva e igual de defender
sus puntos de vista y ofrecer pruebas en apoyo de sus pretensiones.

133. Con base en ello, la garantía del debido proceso permite a los justiciables acceder a
los órganos jurisdiccionales para hacer valer sus derechos y defender sus intereses en forma
efectiva y en condiciones de igualdad procesal. Por efectiva se debe entender que el principio de
igualdad procesal sea capaz de producir las consecuencias para las cuales fue creado.

134. En ese contexto, en el citado precedente se concluyó que en el proceso penal, el


equilibrio de los sujetos procesales es de suma importancia, pues debe concedérseles a éstos
iguales condiciones procesales de manera que ninguno de ellos quede en estado de indefensión.
(67)

135. Aunado a lo anterior, esta Primera Sala determina que el principio de igualdad
procesal se relaciona, a su vez, con los principios de igualdad ante la ley y entre las partes,
previstos, respectivamente, en los artículos 10 y 11 del Código Nacional de Procedimientos
Penales, que establecen lo siguiente:

"Artículo 10. Principio de igualdad ante la ley

"Todas las personas que intervengan en el procedimiento penal recibirán el mismo trato y
tendrán las mismas oportunidades para sostener la acusación o la defensa. No se admitirá
discriminación motivada por origen étnico o nacional, género, edad, discapacidad, condición social,
condición de salud, religión, opinión, preferencia sexual, estado civil o cualquier otra que atente
contra la dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos y las libertades de
las personas. "Las autoridades velarán por que las personas en las condiciones o circunstancias
señaladas en el párrafo anterior, sean atendidas a fin de garantizar la igualdad sobre la base de la
equidad en el ejercicio de sus derechos. En el caso de las personas con discapacidad, deberán
preverse ajustes razonables al procedimiento cuando se requiera." "Artículo 11. Principio de
igualdad entre las partes

"Se garantiza a las partes, en condiciones de igualdad, el pleno e irrestricto ejercicio de los
derechos previstos en la Constitución, los Tratados y las leyes que de ellos emanen."

136. De acuerdo con los preceptos transcritos, las partes procesales que intervengan en el
procedimiento penal recibirán el mismo trato y tendrán las mismas oportunidades para sostener la
acusación y la defensa, según sea el caso. En ese tenor, corresponde a las autoridades que
intervengan en el procedimiento penal, emprender las acciones y verificar que existan las
condiciones necesarias tendentes a garantizar la igualdad de las partes sobre la base de la
equidad en el ejercicio de sus derechos previstos en la Constitución Política del País, los tratados
internacionales y las leyes que de ellos emanen.

137. Asimismo, el principio de igualdad ante la ley impone un mandato de no


discriminación motivada por origen étnico o nacional, género, edad, discapacidad, condición social,
condición de salud, religión, opinión, preferencia sexual, estado civil o cualquier otra que atente
contra la dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos y las libertades de
las personas y, en el caso de las personas con discapacidad, deberán preverse ajustes razonables
al procedimiento cuando se requiera.

138. En ese sentido, la observancia de los principios de igualdad ante la ley y entre las
partes implica también que durante el procedimiento penal las autoridades jurisdiccionales están
obligadas a proporcionar a las partes un trato digno e idéntico, de manera que no pueden
privilegiar a un sujeto en el debate con algún acto procesal que le proporcione una ventaja
indebida frente a su contrario, pues de ser así, se vulneraría el principio de igualdad procesal.

139. Bajo ese parámetro, se considera que los artículos impugnados no vulneran el
derecho de igualdad procesal entre las partes, pues si bien establecen hipótesis bajo las cuales es
procedente que la persona imputada y su defensa accedan a los registros de la carpeta de
investigación, éstas tienen sustento en el Texto Constitucional.

140. Además, de la interpretación realizada por esta Primera Sala en el apartado que
antecede se advierte que desde el primer momento en el que se actualice un acto de molestia en
contra de la persona imputada podrá acceder a los registros de la carpeta de investigación, con lo
cual podrá elaborar su estrategia defensiva en igualdad de circunstancias que la parte acusadora.

141. Aunado a lo anterior, el artículo 112 del Código Nacional de Procedimientos Penales
establece que la calidad de imputado se adquiere precisamente cuando la persona es señalada
por el Ministerio Público como posible autor o partícipe de un hecho que la ley señale como delito.
Además, debe señalarse que la facultad constitucional otorgada el Ministerio Público para realizar
los actos de investigación no es ilimitada, pues su actuación se debe regir en todo momento bajo
los principios de legalidad, objetividad, eficiencia, profesionalismo, honradez, lealtad y respeto a los
derechos humanos reconocidos en la Constitución Política del País y en los tratados
internacionales.(68)

142. Lo que también se garantiza, en virtud de que el Código Nacional de Procedimientos


Penales establece diversos actos, que debido a su repercusión en los derechos humanos de las
personas implicadas, requieren de control judicial, como la exhumación de cadáveres, las órdenes
de cateo o la intervención de comunicaciones privadas y correspondencia, entre otros, lo que
contrario a lo señalado por el recurrente, permite considerar que la investigación que realice el
Ministerio Público no es ilimitada, sino que el mismo legislador estableció los supuestos en los que
determinados actos de investigación deben ser autorizados y vigilados por la autoridad judicial.(69)

143. No pasa inadvertido que las autoridades ministerial y judicial tienen la obligación,
desde el momento en que se actualice un acto de molestia, de velar por la protección de los
derechos fundamentales de la persona imputada.

144. Dichas obligaciones deberán, en vista de la evidencia recabada, resolver en el


término más breve posible sobre la calidad con la que cuenta la persona que ha sido sujeta de un
acto de molestia durante la investigación, lo cual tiene el propósito de no mantenerla en un estado
de incertidumbre jurídica durante todo el plazo necesario para que prescriba el delito o se
judicialice la investigación.

145. Derivado de lo anterior, esta Primera Sala considera que los artículos 113, fracción
VIII, y 218 del Código Nacional de Procedimientos Penales, no vulneran el derecho a la igualdad
procesal, pues no generan una situación de desventaja entre la parte acusadora y la persona
imputada y su defensa, no revierten la carga de la prueba, ni eximen al Ministerio Público de su
obligación de probar su acusación.

146. Por otra parte, no debe perderse de vista que el mandato legal contenido en los
artículos impugnados retoma el Texto Constitucional con la finalidad de salvaguardar el interés
público y el derecho a la seguridad jurídica, que constituyen, indudablemente, fines legítimos, en
virtud de que las actuaciones del Ministerio Público contienen hechos que, de ser del conocimiento
público, podrían poner en peligro la investigación y la eficacia en la persecución de delitos.

147. Derivado de lo anterior, esta Primera Sala considera que los supuestos contenidos en
las normas impugnadas no deben entenderse como un trato desigual en perjuicio de la persona
imputada, sino como el cumplimiento de un mandato constitucional de resguardo y protección de
los registros de investigación que tiene por objeto el establecimiento de la verdad de los hechos,
lograr el éxito en la administración de justicia y garantizar los derechos de la persona imputada
desde el inicio de la investigación.

148. Además, la investigación en sí misma no genera una afectación al particular, porque


dada la etapa procesal en la que ocurre no implica necesariamente el ejercicio de la acción penal,
por ello, es indispensable que la autoridad ministerial lleve a cabo alguna diligencia de
investigación en perjuicio del investigado para que se actualice su derecho de acceder a los
registros de la carpeta de investigación.

149. También, debe señalarse que no se vulnera el derecho a la igualdad procesal entre
las partes con la integración de la carpeta de investigación si la persona imputada no ha sido
sujeta a un acto de molestia, ni se otorga a la fiscalía un plazo más amplio para formular su
imputación que aquel con el que goza la parte indiciada para defenderse antes de su primera
declaración, pues el resultado de la investigación inicial podría concluirse antes de judicializar la
carpeta de investigación o con el no ejercicio de la acción penal. Lo anterior, sin soslayar, como ya
se dijo, que la actualización de cualquier acto de molestia detonaría su derecho para acceder a los
registros de la carpeta de investigación.

150. No se soslaya que si bien no existe un plazo previamente establecido para que el
Ministerio Público concluya la investigación inicial, de acuerdo con la interpretación de los artículos
113, fracción VIII, y 218 del Código Nacional de Procedimientos Penales, cuando la persona
imputada se sujeta a un acto de molestia tendrá inmediatamente acceso irrestricto a los registros
de la carpeta de investigación, por lo cual desde ese momento tiene a su alcance los medios
legales correspondientes para solicitar, por ejemplo, el no ejercicio de la acción penal.(70)

151. Por lo anteriormente expuesto, esta Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de
la Nación arriba a la conclusión de que los artículos 113, facción VIII, y 218 del Código Nacional de
Procedimientos Penales, bajo la interpretación realizada por esta Primera Sala, no vulneran el
derecho a la igualdad procesal entre las partes.

• Los artículos 113, fracción VIII, y 218 del Código Nacional de Procedimientos Penales, no
vulneran el principio de presunción de inocencia

152. De manera genérica, el señor ********** argumenta que los artículos 113, fracción VIII,
y 218 del Código Nacional de Procedimientos Penales vulneran el principio de presunción de
inocencia, en su vertiente de regla de trato.

153. Esta Primera Sala considera que dicho argumento es infundado, pues si bien es cierto
que toda persona imputada tiene derecho a que se presuma su inocencia, este derecho no puede
ser protegido ni garantizado si no le reviste dicha calidad, esto es, si no ha sido reconocida con el
carácter de imputada.

154. En el amparo en revisión 349/2012, esta Primera Sala señaló que la presunción de
inocencia es un derecho que puede ser calificado de "poliédrico", en el sentido de que tiene
múltiples manifestaciones o vertientes, cuyo contenido se encuentra asociado con distintas
garantías procesales, de ahí que puedan identificarse al menos tres vertientes de la presunción de
inocencia: a) como regla de trato procesal; b) como regla probatoria; y, c) como estándar
probatorio o regla de juicio.(71)

155. En lo que a este estudio interesa, esta Primera Sala determinó que la presunción de
inocencia como regla de trato procesal se entiende como regla de tratamiento de la persona
imputada, el contenido de este derecho fundamental consiste en establecer la forma en la que
debe tratarse a una persona que está sometida a proceso penal.

156. En esta lógica, la presunción de inocencia comporta el derecho a ser tratado como
inocente en tanto no haya sido declarada su culpabilidad por virtud de una sentencia judicial y se le
haya seguido un proceso con todas las garantías.

157. Esta faceta del derecho es a la que normalmente se alude en los tratados
internacionales de derechos humanos y en los Textos Constitucionales cuando hacen referencia a
la presunción de inocencia. En este sentido, por ejemplo, la Convención Americana sobre
Derechos Humanos establece en el artículo 8, numeral 2 que toda persona inculpada de delito
tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se establezca legalmente su
culpabilidad.

158. Por su parte, la literalidad del artículo 20, apartado B, fracción I, de la Constitución
Política del País, reconoce esta vertiente del derecho, al establecer que los inculpados tienen
derecho a que se presuma su inocencia mientras no se declare su responsabilidad mediante
sentencia emitida por el Juez de la causa.

159. En torno a esta vertiente de la presunción de inocencia surge la cuestión de cuándo


empieza la protección de la regla de tratamiento. En ese sentido, como se ha reiterado, una
interpretación de los artículos 20, apartado B, fracción VI, de la Constitución Política del País, 113,
facción VIII, y 218 del Código Nacional de Procedimientos Penales permite establecer, por una
parte, que el Ministerio Público debe mantener bajo reserva los datos de prueba que obren en la
carpeta de investigación y, por otra, los momentos a partir de los cuales se detona el derecho para
que la persona imputada y de su defensor puedan acceder a dicha información.

160. Tomando en consideración la interpretación que esta Primera Sala ha realizado sobre
las hipótesis normativas contenidas en los artículos 113, fracción VIII, y 218 del Código Nacional
de Procedimientos Penales, no se pude considerar que se vulnera el derecho a la presunción de
inocencia, por el contrario, al garantizar el acceso a la carpeta de investigación desde que se
actualiza el primer acto de molestia se reconoce una serie de derechos de las personas imputadas,
entre ellos el de presunción de inocencia.

161. Además, no es posible garantizar el derecho a la presunción de inocencia como regla


de trato si la persona sujeta a investigación no ha sido detenida, llamada a comparecer, citada a
rendir entrevista o sujeta de un acto de molestia.

162. Incluso, al tratarse de una etapa en la que el Ministerio Público tiene como principal
obligación hacerse de los datos necesarios para judicializar una carpeta de investigación y, en su
momento, ejercer acción penal no se podría garantizar en esta etapa procesal el derecho a la
presunción de inocencia, a menos que se actualizara alguno de los supuestos previstos de manera
coincidente en los artículos 20, apartado B, fracción VI, constitucional, 113, fracción VIII, y 218 del
Código Nacional de Procedimientos Penales.

163. Por todo lo anterior, esta Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación
concluye que los artículos 113, fracción VIII, y 218 del Código Nacional de Procedimientos
Penales, no vulneran el derecho a la presunción de inocencia.

VI. RESERVA AL TRIBUNAL COLEGIADO DE CIRCUITO

164. Al haber agotado esta Primera Sala el análisis de lo que fue materia de su
competencia ordinaria, exclusivamente sobre el estudio de constitucionalidad de los artículos 113,
fracción VIII, y 218 del Código Nacional de Procedimientos Penales, no puede atender el resto de
los motivos de disenso dirigidos a combatir aspectos relacionados con vicios propios del acto
reclamado.

165. En consecuencia, se reserva jurisdicción al Quinto Tribunal Colegiado en Materia


Penal del Primer Circuito para que realice lo siguiente:

• Aplique la doctrina desarrollada en esta sentencia respecto del momento en que se


acredita un acto de molestia para efecto de permitir el acceso a la carpeta de investigación.

• Determine si la búsqueda que realizaron los agentes de investigación en el domicilio del


señor **********, así como el mensaje que dejaron con su vecina para que compareciera en calidad
de imputado en una carpeta de investigación instaurada en su contra, se trata de un acto de
molestia en términos de la doctrina desarrollada por esta Sala que detone su derecho a consultar
los registros de la carpeta de investigación, o a conocer la calidad con que cuenta en dicha
indagatoria en el menor plazo posible.

• Resuelva lo que corresponda respecto del recurso de revisión adhesiva hecho valer por
la autoridad responsable.

VII. DECISIÓN

166. En términos de las consideraciones jurídicas precedentes, ante lo infundado de los


agravios hechos valer, sin que se adviertan motivos para suplir la deficiencia de la queja en
términos del artículos 79, fracción III, inciso a), de la Ley de Amparo,(72) en la materia de revisión
cuya competencia originaria corresponde a esta Suprema Corte de Justicia de la Nación, se niega
el amparo a la parte quejosa respecto a su reclamo de inconstitucionalidad de los artículos 113,
fracción VIII, y 218 del Código Nacional de Procedimientos Penales.

167. En virtud de que en la sentencia impugnada subsiste el análisis de aspectos


relacionados con vicios propios del acto reclamado, cuya competencia originaria no corresponde a
esta Suprema Corte de Justicia de la Nación, lo procedente es devolver la jurisdicción reservada al
Quinto Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito para que, al tenor de la
interpretación realizada por esta Primera Sala respecto del momento en que se acredita un acto de
molestia para efecto del acceso a la carpeta de investigación, resuelva sobre los agravios
relacionados con los vicios propios del acto reclamado y determine lo que corresponda respecto
del recurso de revisión adhesiva hecho valer por la autoridad responsable.”

Del contenido de la resolución transcrita, se desprende que la Primera Sala


de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, resaltó la protección al debido
proceso del reo en el sentido de que debe de hacerse de su conocimiento el
contenido del procedimiento instaurado en su contra del cual deriva la orden de
aprehensión, al constituir ello un acto de molestia.

De la ejecutoria transcrita surgió la tesis cuyos datos de localización, rubro y


texto son:

Suprema Corte de Justicia de la Nación

Registro digital: 2027417

Instancia: Primera Sala

Undécima Época

Materias(s): Penal, Constitucional

Tesis: 1a./J. 145/2023 (11a.)

Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación. Libro 30, Octubre


de 2023, Tomo II, página 1261

Tipo: Jurisprudencia

ACTOS DE MOLESTIA EN LA ETAPA DE INVESTIGACIÓN PENAL. EL


DERECHO DE UNA PERSONA PARTICULAR PARA ACCEDER A LOS
REGISTROS DE LA CARPETA DE INVESTIGACIÓN SE DETONA CUANDO
UNA AUTORIDAD REALIZA ACTOS QUE AFECTEN SUS DERECHOS
HUMANOS.
Hechos: Unos agentes de la policía acudieron al domicilio de una persona
para que compareciera ante el Ministerio Público en relación con una carpeta de
investigación. En ese momento, la persona buscada no se encontraba en el
inmueble, por lo que le comentaron a su vecina el motivo de su visita.
Posteriormente, la persona acudió a la fiscalía a solicitar acceso a los registros de
la carpeta de investigación, pero el fiscal le negó dicha petición debido a que no
se encontraba detenido, tampoco fue citado para una entrevista o para declarar, ni
fue sujeto de un acto de molestia, con fundamento en los artículos 113, fracción
VIII, y 218 del Código Nacional de Procedimientos Penales. En contra de dicha
determinación, la persona investigada promovió un juicio de amparo indirecto en
el que reclamó la inconstitucionalidad de los artículos referidos. El Juez de Distrito
sobreseyó por falta de interés jurídico. No obstante, en el recurso de revisión
interpuesto contra dicha resolución, el Tribunal Colegiado de Circuito revocó el
sobreseimiento y remitió el asunto a esta Suprema Corte de Justicia de la Nación
para su resolución.

Criterio jurídico: La realización de cualquier acto de molestia que resienta


una persona con motivo de la investigación de la autoridad ministerial que afecte
sus derechos fundamentales implica que la carpeta de investigación no podrá
mantenerse en reserva, por ello la persona investigada tendrá el derecho para
acceder a sus registros sin restricción alguna, aun cuando no hubiera sido
formalmente imputada.

Justificación: El artículo 20, apartado B, fracción VI, de la Constitución


Política de los Estados Unidos Mexicanos establece el derecho para acceder a los
registros de la carpeta de investigación, el cual se detona medularmente a partir
de que los derechos fundamentales de la persona investigada se vean
intervenidos por parte de las autoridades competentes.

Los artículos 113, fracción VIII, y 218 del Código Nacional de


Procedimientos Penales prevén que para permitir a una persona imputada y a su
defensa el acceso a los registros de la carpeta de investigación, ésta se debe
encontrar detenida, ser llamada a declarar o a recibir su entrevista, o ser sujeta de
un acto de molestia; por lo que a partir de ese momento ya no podrán mantenerse
en reserva esos registros.

Respecto a los actos de molestia, el propio artículo 218 remite al diverso


266, ambos del Código Nacional de Procedimientos Penales, para establecer que
deberán llevarse a cabo con respeto a la dignidad de la persona. Por tanto, la
realización de un acto de molestia, como la búsqueda de una persona en su
domicilio o en su lugar de trabajo para que comparezca en una carpeta de
investigación, podría impactar no sólo en sus ámbitos laboral y social, sino
también en su salud física y mental debido a la incertidumbre e inseguridad
jurídica que genera no conocer los hechos que se le atribuyen. En virtud de ello, el
Ministerio Público debe permitir el acceso irrestricto al contenido de la carpeta de
investigación, aun cuando la persona no hubiera sido formalmente imputada, con
el objeto de garantizar el derecho a la defensa adecuada y los principios de
igualdad entre las partes y de presunción de inocencia.

Amparo en revisión 347/2022. Miguel Ángel Durán Sánchez. 29 de marzo


de 2023. Cinco votos de los Ministros Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, quien
formuló voto concurrente, Juan Luis González Alcántara Carrancá, quien formuló
voto concurrente, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena y Jorge Mario Pardo Rebolledo,
quien formuló voto concurrente, y de la Ministra Ana Margarita Ríos Farjat.
Ponente: Ministra Ana Margarita Ríos Farjat. Secretario: Jonathan Santacruz
Morales.

Tesis de jurisprudencia 145/2023 (11a.). Aprobada por la Primera Sala de


este Alto Tribunal, en sesión privada de cuatro de octubre de dos mil veintitrés.

Esta tesis se publicó el viernes 13 de octubre de 2023 a las 10:23 horas en


el Semanario Judicial de la Federación y, por ende, se considera de aplicación
obligatoria a partir del lunes 16 de octubre de 2023, para los efectos previstos en
el punto noveno del Acuerdo General Plenario 1/2021.

Ahora bien, en torno al principio de debido proceso, debe decirse que el


mismo consiste en el derecho que tiene toda persona para ejercer su defensa y
ser oída, con las debidas oportunidades y dentro de un plazo razonable, por la
autoridad competente previo al reconocimiento o restricción de sus derechos y
obligaciones.

El debido proceso debe contemplar las formalidades que garantizan una


defensa adecuada, es decir:

►El aviso de inicio del procedimiento;

►La oportunidad de ofrecer las pruebas y alegar;

►Una resolución que resuelva las cuestiones debatidas, y

►La posibilidad de reclamar la resolución mediante un recurso


eficaz2.

Lo que conlleva a la tutela judicial efectiva que implica el derecho a la


defensa, el derecho a la legalidad del tribunal, del juzgamiento, a la exclusión de
presunciones de derecho y un estricto respeto al acceso a la justicia como
derecho humano, de ahí que todo juzgador debe implementar la fundamentación,
motivación y justificación, con estricto respeto a los derechos humanos y el debido
proceso, para lograr el convencimiento y confianza del gobernado.

Por lo que, si en la especie se pretende llevar a cabo una orden de


aprehensión y/o presentación sin cumplir con los requisitos precisados, constituye
una violación clara y manifiesta a mis garantías individuales, en términos de lo ya
manifestado.
2
https://www.cndh.org.mx/derechos-humanos/derecho-de-audiencia-y-debido-proceso-legal
Es aplicable al respecto la tesis cuyos de localización, rubro y texto son:

Suprema Corte de Justicia de la Nación

Registro digital: 2015591

Instancia: Primera Sala

Décima Época

Materias(s): Constitucional

Tesis: 1a./J. 103/2017 (10a.)

Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación. Libro 48,


Noviembre de 2017, Tomo I, página 151

Tipo: Jurisprudencia

DERECHO DE ACCESO EFECTIVO A LA JUSTICIA. ETAPAS Y


DERECHOS QUE LE CORRESPONDEN.

De los artículos 14, 17 y 20, apartados B y C, de la Constitución Política de


los Estados Unidos Mexicanos y 8 de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos, deriva el derecho de acceso efectivo a la justicia, el cual comprende, en
adición a determinados factores socioeconómicos y políticos, el derecho a una
tutela jurisdiccional efectiva y los mecanismos de tutela no jurisdiccional que
también deben ser efectivos y estar fundamentados constitucional y legalmente.
Ahora bien, en la jurisprudencia 1a./J. 42/2007, de rubro: "GARANTÍA A LA
TUTELA JURISDICCIONAL PREVISTA EN EL ARTÍCULO 17 DE LA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS. SUS
ALCANCES.", la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación
definió el acceso a la tutela jurisdiccional como el derecho público subjetivo que
toda persona tiene, dentro de los plazos y términos que fijen las leyes, para
acceder de manera expedita a tribunales independientes e imparciales, a plantear
una pretensión o a defenderse de ella, con el fin de que, a través de un proceso
en el que se respeten ciertas formalidades, se decida sobre la pretensión o la
defensa y, en su caso, se ejecute tal decisión; de ahí que este derecho
comprenda tres etapas, a las que corresponden tres derechos: (i) una previa al
juicio, a la que le corresponde el derecho de acceso a la jurisdicción, que parte del
derecho de acción como una especie del de petición dirigido a las autoridades
jurisdiccionales y que motiva un pronunciamiento por su parte; (ii) una judicial, que
va desde el inicio del procedimiento hasta la última actuación y a la que concierne
el derecho al debido proceso; y, (iii) una posterior al juicio, identificada con la
eficacia de las resoluciones emitidas. Ahora, los derechos mencionados alcanzan
no solamente a los procedimientos ventilados ante Jueces y tribunales del Poder
Judicial, sino también a todos aquellos seguidos ante autoridades que, al
pronunciarse sobre la determinación de derechos y obligaciones, realicen
funciones materialmente jurisdiccionales.
Amparo en revisión 352/2012. Braskem, S.A. 10 de octubre de 2012. Cinco
votos de los Ministros Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz,
Guillermo I. Ortiz Mayagoitia, Olga Sánchez Cordero de García Villegas y Jorge
Mario Pardo Rebolledo. Ponente: Arturo Zaldívar Lelo de Larrea. Secretario: Mario
Gerardo Avante Juárez.

Amparo en revisión 121/2013. Ignacio Salgado García. 12 de junio de 2013.


Cinco votos de los Ministros Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón Cossío
Díaz, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, Olga Sánchez Cordero de García Villegas y
Jorge Mario Pardo Rebolledo. Ponente: Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena. Secretaria:
Cecilia Armengol Alonso.

Amparo en revisión 42/2013. María Dolores Isaac Sandoval. 25 de


septiembre de 2013. Unanimidad de cuatro votos de los Ministros Arturo Zaldívar
Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena y Olga
Sánchez Cordero de García Villegas. Ausente: Jorge Mario Pardo Rebolledo.
Ponente: Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena. Secretario: David García Sarubbi.

Recurso de reclamación 131/2013. Embotelladoras Bepensa, S.A. de C.V.


19 de febrero de 2014. Cinco votos de los Ministros Arturo Zaldívar Lelo de
Larrea, José Ramón Cossío Díaz, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, Olga Sánchez
Cordero de García Villegas y Jorge Mario Pardo Rebolledo. Ponente: Olga
Sánchez Cordero de García Villegas. Secretario: Francisco Octavio Escudero
Contreras.

Amparo directo en revisión 3646/2013. Elías García Sánchez. 26 de febrero


de 2014. Cinco votos de los Ministros Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón
Cossío Díaz, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, Olga Sánchez Cordero de García
Villegas y Jorge Mario Pardo Rebolledo. Ponente: Arturo Zaldívar Lelo de Larrea.
Secretario: Mario Gerardo Avante Juárez.

Nota: La tesis de jurisprudencia 1a./J. 42/2007 citada, aparece publicada en


el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XXV,
abril de 2007, página 124.

Tesis de jurisprudencia 103/2017 (10a.). Aprobada por la Primera Sala de


este Alto Tribunal en sesión de quince de noviembre de dos mil diecisiete.

Esta tesis se publicó el viernes 24 de noviembre de 2017 a las 10:35 horas


en el Semanario Judicial de la Federación y, por ende, se considera de aplicación
obligatoria a partir del lunes 27 de noviembre de 2017, para los efectos previstos
en el punto séptimo del Acuerdo General Plenario 19/2013.

En la especie y como su Señoría podrá comprobar con las constancias que


remitan las responsables ajeno a su informe con justificación, no existen datos
suficientes que acrediten los elementos del cuerpo del delito que se me imputa por
lo que esa orden de aprehensión y/o presentación es notoria y absolutamente
inconstitucional y así debe decretarse por su señoría en la sentencia definitiva que
se dicte en este juicio de Amparo.

Por ende, es de concederme el amparo que ahora demando, para que se


declare la inconstitucionalidad de los actos reclamados, dejándosele sin vigencia
como es su consecuencia jurídica que es el proceso penal, ya que la orden de
aprehensión y/o presentación que ahora se combate carece de un requisito
fundamental, que prevé el artículo 16 Constitucional, como condición sine qua
non, por lo que de no reunirse no podrá librar la orden de aprehensión.

Aunado a este concepto de violación y atendiendo a que a la fecha el


suscrito ignora el contenido de la orden de aprehensión constitutivo del acto
reclamado, con fundamento en lo dispuesto por el articulo 79, fracción III de la
Nueva Ley de Amparo solicito atentamente a su señoría, se sirve favorecerme con
la SUPLENCIA DE LA DEFICIENCIA DE LA DEMANDA, ya que conforme a
diversas tesis jurisprudenciales, el suscrito no puede desistir de la demanda de
amparo, pues se le tendría por consentida expresamente tal orden. Pero
supliéndoseme esas deficiencias debidas al desconocimiento del acto reclamado,
podría hacerse justicia, que es lo que en verdad demanda máxime que se me ha
privado de mi derecho de defensa ante el Ministerio Público que substancia la
Etapa de Investigación respectiva.

Considerando:

De forma adicional, podemos decir que a razón del artículo 133


Constitucional, y gracias a la reforma de fecha 10 de junio del año 2011, que
recibió nuestra Constitución, y la Ley de Amparo, hoy los Derechos Humanos
forman parte de nuestro ámbito jurídico, y que aunque conocemos que es su
Señoría probo en la materia, también es cierto que debemos celebrar este logro,
por lo que su interpretación debe ser de conformidad con nuestra Carta Magna y
con los tratados internacionales de la materia favoreciendo en todo tiempo a las
personas, otorgando la protección más amplia; así es que los tratados
internacionales reconocen la virtud, que tenernos cualquier persona, al derecho a
ser escuchado, y vencido en juicio, ante tribunales previamente establecidos, en el
que se cumplan las formalidades esenciales del procedimiento y conforme a las
Leyes expedidas con anterioridad al hecho, por lo que paso a citar los Tratados
Internacionales que nuestra nación ha suscrito y reconocido.

"Artículo l°. El juicio de amparo tiene por objeto resolver toda controversia
que se suscite:

1.- Por normas generales, actos u omisiones de autoridad que violen los
derechos humanos reconocidos y las garantías otorgadas para su protección por
la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, así como por los
tratados internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte; Por normas
generales, actos u omisiones de la autoridad federal que vulneren o restrinjan la
soberanía de los Estados o la esfera de competencias del Distrito Federal,
siempre y cuando se violen los derechos humanos reconocidos y las garantías
otorgadas para su protección por la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos y Por normas generales, actos u omisiones de las autoridades de los
Estados o del Distrito Federal, que invadan la esfera de competencia de la
autoridad federal, siempre y cuando se violen los derechos humanos reconocidos
y las garantías otorgadas por la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos.

El amparo protege a las personas frente a normas generales, actos u


omisiones por parte de los poderes públicos o de particulares en los casos
señalados en la presente Ley."

LA DECLARACIÓN UNIVERSAL DE LOS DERECHOS HUMANOS, AL


RESPECTO PREVÉ:

"Art. 7. Todos son iguales ante la ley y tienen, sin distinción, derecho a igual
protección de la ley. Todos tienen Derecho a igual protección contra toda
discriminación que infrinja esta Declaración y contra toda Provocación a tal
discriminación.

Art. 8. Toda persona tiene derecho a un recurso efectivo, ante los tribunales
nacionales competentes, que la Ampare contra actos que violen sus derechos
fundamentales reconocidos por la constitución o por la ley.

Art. 10 Toda persona tiene derecho, en condición de plena igualdad, a ser


oída públicamente y con justicia por un Tribunal independiente e imparcial, para la
determinación de sus derechos y obligaciones o para el examen de cualquier
acusación contra ella en materia penal.

Art. 12 Nadie será objeto de injerencias arbitrarias en su vida privada, su


familia, su domicilio o su correspondencia, ni de ataques a su honra o a su
reputación. Toda persona tiene derecho a la protección de la ley contra tales
injerencias o ataques."

LA CONVENCIÓN AMERICANA SOBRE DERECHOS HUMANOS:

"ARTÍCULO 8. Garantías Judiciales

1.- Toda persona tiene derecho a ser oída, con las debidas garantías y
dentro de un plazo razonable, por un juez o tribunal competente, independiente e
imparcial, establecido con anterioridad por la ley, en la sustanciación de cualquier
acusación penal formulada contra ella, o para la determinación de sus derechos y
obligaciones de orden civil, laboral, fiscal o de cualquier otro carácter.

2.- Toda persona inculpada de delito tiene derecho a que se presuma su


inocencia mientras no se establezca legalmente su culpabilidad. Durante el
proceso, toda persona tiene derecho, en plena igualdad, a las siguientes garantías
mínimas:
Derecho del inculpado de ser asistido gratuitamente por el traductor o
intérprete, si no comprende o no habla el idioma del juzgado o tribunal;

Comunicación previa y detallada al inculpado de la acusación formulada;

Concesión al inculpado del tiempo y de los medios adecuados para la


preparación de su defensa;

Derecho del inculpado de defenderse personalmente o de ser asistido por


un defensor de su elección y de comunicarse libre y privadamente con su
defensor;

Derecho irrenunciable de ser asistido por un defensor proporcionado por el


Estado, remunerado o no según la legislación interna, si el inculpado no se
defendiere por sí mismo ni nombrare defensor dentro del plazo establecido por la
ley;

Derecho de la defensa de interrogar a los testigos presentes en el tribunal y


de obtener la comparecencia, como testigos o peritos, de otras personas que
puedan arrojar luz sobre los hechos;

Derecho a no ser obligado a declarar contra sí mismo ni a declararse i


culpable, y

Derecho de recurrir del fallo ante juez o tribunal superior.

3.- La confesión del inculpado solamente es válida si es hecha sin coacción


de ninguna naturaleza.

4.- El inculpado absuelto por una sentencia firme no podrá ser sometido a
nuevo juicio por los mismos hechos.

5. El proceso penal debe ser público, salvo en lo que sea necesario para
preservar los intereses de la justicia.

ARTÍCULO 9.

Principio de Legalidad y de Retroactividad.

Nadie puede ser condenado por acciones u omisiones que en el momento


de cometerse no fueran delictivos según el derecho aplicable. Tampoco se puede
imponer pena más grave que la aplicable en el momento de la comisión del delito.
Si con posterioridad a la comisión del delito la ley dispone la imposición de una
pena más leve, el delincuente se beneficiará de ello.

ARTÍCULO 25.

Protección Judicial

Toda persona tiene derecho a un recurso sencillo y rápido o a cualquier


otro recurso efectivo ante los jueces o tribunales competentes, que la ampare
contra actos que violen sus derechos fundamentales reconocidos por la
Constitución, la ley o la presente Convención, aun cuando tal violación sea
cometida por personas que actúen en ejercicio de sus funciones oficiales.

Los Estados Partes se comprometen: garantizar que la autoridad


competente prevista por el sistema legal del Estado decidirá sobre los derechos
de toda persona que interponga tal recurso; desarrollar las posibilidades de
recurso judicial, y garantizar el cumplimiento, por las autoridades competentes, de
toda decisión en que se haya estimado procedente el recurso.".

PACTO INTERNACIONAL DE DERECHOS CIVILES Y POLÍTICOS 16 DE


DICIEMBRE DE 1966:

ARTÍCULO 14

Todas las personas son iguales ante los tribunales y cortes de justicia.
Toda persona tendrá derecho a ser oída públicamente y con las debidas garantías
por un tribunal competente, independiente e imparcial, establecido por la ley, en la
substanciación de cualquier acusación de carácter penal formulada contra ella.

ARTÍCULO 17

Nadie será objeto de injerencias arbitrarias o ilegales en su vida privada,


su familia, su domicilio o su correspondencia, ni de ataques ilegales a su honra y
reputación.

No representa obstáculo para la validez de lo expuesto, la circunstancia de


que la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, al resolver la
contradicción de tesis 2/2022, hubiese restringido la procedencia de los llamados
“amparos buscadores”, pues el argumento toral para ello fue que en la etapa de
investigación en el proceso penal acusatorio, el derecho de acceder a los registros
contenidos en la carpeta de investigación corresponde únicamente a las partes
involucradas; de manera que, para que la persona interesada pueda reclamar
mediante juicio de amparo la omisión o negativa del Ministerio Público para
permitirle el acceso a ésta, es necesario que:

• Se encuentre detenida

•Sea citada para comparecer

• Sea sujeta de un acto de molestia como imputada dentro de la etapa de


la investigación inicial3.

Aspecto que acontece en la especie, en virtud de que el acto reclamado no


constituye una búsqueda sobre una orden de presentación girada en mi contra,
sino que se tiene certeza de su existencia, con excepción de que la misma es
deficiente por la falta de datos para ejercer la debida comparecencia y defensa de
mis intereses y, por ende, hace procedente el juicio de garantías en términos de la
jurisprudencia que a continuación se cita:

3
https://www.internet2.scjn.gob.mx/red2/comunicados/noticia.asp?id=6930
Suprema Corte de Justicia de la Nación

Registro digital: 2023837

Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito

Undécima Época

Materias(s): Común, Penal

Tesis: II.3o.P.3 P (11a.)

Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación. Libro 7,


Noviembre de 2021, Tomo IV

, página 3389

Tipo: Aislada

ORDEN DE APREHENSIÓN, DETENCIÓN Y/O PRESENTACIÓN.


CUANDO SE IMPUGNE EN AMPARO INDIRECTO Y NO PUEDA SABERSE
CON EXACTITUD SI ES INMINENTE O SI LLEGARÁ O NO A
MATERIALIZARSE, ELLO NO CONSTITUYE UN MOTIVO MANIFIESTO E
INDUDABLE DE IMPROCEDENCIA, POR LO QUE DEBE ADMITIRSE A
TRÁMITE LA DEMANDA.

Hechos: En el auto recurrido se desechó de plano la demanda de amparo


promovida contra una orden de aprehensión, detención y/o presentación, al
estimarse actualizada de manera manifiesta e indudable la causa de
improcedencia derivada de la fracción XXIII del artículo 61, en relación con los
diversos 5o., fracción I y 63, fracción IV, todos de la Ley de Amparo, al considerar
que los actos reclamados no producen una afectación real y actual en la esfera
jurídica del quejoso, por ser inexistentes al momento de la presentación de la
demanda.

Criterio jurídico: Este Tribunal Colegiado de Circuito determina que cuando


en amparo indirecto se impugne una orden de aprehensión, detención y/o
presentación, y no pueda saberse con exactitud si es inminente o si llegará o no a
materializarse, ello no constituye un motivo manifiesto e indudable de
improcedencia, por lo que el Juez de Distrito debe admitir a trámite la demanda.

Justificación: Lo anterior, toda vez que debe partirse de lo manifestado por


el quejoso en su demanda bajo protesta de decir verdad, y luego la inminencia o
no de la realización del acto reclamado debe verificarse con los elementos
probatorios que se aporten durante la secuela procesal y en la audiencia
constitucional, sin perjuicio de que durante la sustanciación del juicio quede
plenamente probado que efectivamente se trata de un acto de ese tipo, o se tenga
la certeza de la existencia de alguna otra causa de improcedencia, por lo que
tratándose de actos futuros de los que no se tenga exactitud si son inminentes o si
llegarán o no a materializarse, no se actualiza un motivo manifiesto e indudable de
improcedencia, por ello, debe admitirse a trámite la demanda, pues sólo así se
otorgaría al quejoso la oportunidad de ofrecer las pruebas que estime necesarias
para acreditar la afectación que le irroga el acto reclamado; de lo contrario, se le
privaría de instar la acción constitucional contra un acto que estima le causa
perjuicio, como sucede en el caso concreto.

TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA PENAL DEL SEGUNDO


CIRCUITO.

Queja 117/2021. 8 de julio de 2021. Unanimidad de votos. Ponente: José


Antonio Santibáñez Camarillo, secretario de tribunal autorizado por la Comisión de
Carrera Judicial del Consejo de la Judicatura Federal para desempeñar las
funciones de Magistrado. Secretario: Samuel Yahir Hernández Méndez.

Nota: En relación con el alcance de la presente tesis, destaca la diversa


jurisprudencial 1a./J. 25/2003, de rubro: "DEMANDA DE AMPARO. LA
RECLAMACIÓN DE UN ACTO FUTURO O INCIERTO, DEL CUAL NO PUEDA
SABERSE CON EXACTITUD SI ES INMINENTE O SI LLEGARÁ O NO A
MATERIALIZARSE, NO CONSTITUYE UN MOTIVO MANIFIESTO E INDUDABLE
DE IMPROCEDENCIA, POR LO QUE EL JUEZ DE DISTRITO DEBE ADMITIRLA
A TRÁMITE.", publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta,
Novena Época, Tomo XVII, junio de 2003, página 73, con número de registro
digital: 184156.

Esta tesis se publicó el viernes 26 de noviembre de 2021 a las 10:37 horas


en el Semanario Judicial de la Federación.

Lo anterior cobra relevancia pues la orden de aprehensión y/o presentación


girada en contra del suscrito es carente de cualquier fundamentación y motivación,
en tanto que de la misma se desconocen los principios básicos de audiencia y
defensa, dado que, se insiste, no existe evidencia de que hayan respetado tales
principios y, por ende, se me veda el derecho ejercitar una adecuada defensa para
ello.

Es aplicable a lo expuesto la tesis cuyos datos de localización, rubro y texto


son:

Suprema Corte de Justicia de la Nación

Registro digital: 206155

Instancia: Primera Sala

Octava Época

Materias(s): Penal

Tesis: 1a./J. 6/92

Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación. Núm. 56, Agosto


de 1992, página 14
Tipo: Jurisprudencia

ORDEN DE APREHENSION INFUNDADA E INMOTIVADA. LA


PROTECCION CONSTITUCIONAL QUE SE OTORGUE DEBE SER LISA Y
LLANA.

De conformidad con lo dispuesto por el artículo 80 de la Ley de Amparo, el


efecto jurídico de la sentencia que otorgue el amparo al quejoso o agraviado, es el
de restituirlo en el uso o goce de la garantía individual que le fue violada o
transgredida, es decir, volver la situación al estado que tenía antes de la violación
cometida por la responsable, lo que significa que esa sentencia nulifica el acto
reclamado y los subsecuentes que de él se deriven; en consecuencia, la
concesión del amparo respecto de una orden de aprehensión que contenga
violaciones formales debe ser lisa y llana y no para efectos.

Contradicción de tesis 17/90. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal


Colegiado del Décimo Primer Circuito y el Tribunal Colegiado del Décimo Circuito.
18 de mayo de 1992. Unanimidad de 4 votos. Ausente: Samuel Alba Leyva.
Ponente: Clementina Gil de Lester. Secretaria: Rosalba Becerril Velázquez.

Tesis de Jurisprudencia 6/92. Aprobada por la Primera Sala de este alto


Tribunal en sesión privada de veintinueve de junio de mil novecientos noventa y
dos, por unanimidad de cinco votos de los señores ministros: Presidente Santiago
Rodríguez Roldán, Luis Fernández Doblado, Victoria Adato Green, Samuel Alba
Leyva y Clementina Gil de Lester. México, Distrito Federal, a treinta de junio de mil
novecientos noventa y dos.

Nota: Esta tesis también aparece en el Apéndice al Semanario Judicial de


la Federación 1917-1995, Tomo II, Materia Penal, Primera Parte, tesis 228, página
130.

SUSPENSIÓN DEL ACTO RECLAMADO.

Con fundamento en lo dispuesto por los Arts. 125, 126,127 y 128 y demás
aplicables de la Ley de Amparo, solicito se me nos conceda LA SUSPENSIÓN
PROVISIONAL y en su oportunidad la suspensión definitiva de los actos reclamados.

Es aplicable al respecto la tesis cuyos datos de localización, rubro y texto son:

Época: Décima Época

Registro: 2013844

Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito

Tipo de Tesis: Aislada

Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación

Libro 40, Marzo de 2017, Tomo IV

Materia(s): Común
Tesis: I.9o.P.133 P (10a.)

Página: 2783

ORDEN DE APREHENSIÓN. SI SE RECLAMA EN AMPARO INDIRECTO Y


DE LA DEMANDA NO SE ADVIERTE EL DELITO POR EL QUE FUE DICTADA NI
BAJO QUÉ SISTEMA PENAL (TRADICIONAL O ACUSATORIO ADVERSARIAL) SE
INICIÓ EL PROCESO DE LA QUE DERIVA, ES LEGAL QUE EL JUEZ DE DISTRITO,
EN BENEFICIO DEL QUEJOSO, CONCEDA LA SUSPENSIÓN PROVISIONAL Y
ESTABLEZCA LOS EFECTOS DE LA MEDIDA CAUTELAR BAJO ESOS DOS
SISTEMAS.

Conforme al decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación de 17 de


junio de 2016, por el que se reforman, adicionan y derogan diversas disposiciones,
entre ellas, de la Ley de Amparo, se derogó el artículo décimo transitorio de la ley, que
en su párrafo segundo disponía: "En los casos donde no haya entrado en vigor el
nuevo sistema de justicia penal a que se refiere la reforma constitucional referida en el
párrafo anterior, la suspensión en materia penal seguirá rigiéndose conforme a la Ley
de Amparo a que se refiere el artículo segundo transitorio de este Decreto.". Luego, en
el diverso artículo cuarto transitorio del Decreto por el que se reforman y adicionan
diversas disposiciones de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos,
publicado en el medio de difusión indicado el 18 de junio de 2008, se dispuso que los
procedimientos penales iniciados con anterioridad a la entrada en vigor del nuevo
sistema procesal penal acusatorio previsto en los artículos 16, párrafos segundo y
décimo tercero; 17, párrafos tercero, cuarto y sexto; 19; 20 y 21, párrafo séptimo, de la
Constitución, serán concluidos conforme a las disposiciones vigentes con anterioridad
a dicho acto. Ahora bien, si el acto reclamado se hizo consistir en una orden de
aprehensión, pero de la demanda de amparo no se advierten mayores datos respecto
del delito por el que fue dictada, ni bajo qué sistema penal (tradicional o acusatorio
adversarial) se inició el proceso de la que deriva, es legal que el juzgador de amparo,
en beneficio de la quejosa, conceda y, por consiguiente, establezca los efectos de la
medida cautelar bajo esos dos sistemas. Esto es, refiriéndose a delitos graves o no
graves, lo cual depende de si el procedimiento se inició bajo la vigencia del sistema
inquisitivo; o bien, de aquellos que prevén prisión preventiva oficiosa conforme al
numeral 19 de la Constitución Federal, si la orden de aprehensión fue emitida bajo el
sistema de justicia penal acusatorio.

NOVENO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA PENAL DEL PRIMER


CIRCUITO.

Queja 176/2016. 27 de diciembre de 2016. Unanimidad de votos. Ponente:


Miguel Ángel Aguilar López. Secretario: Alejandro Bermúdez Sánchez.

Nota: Por ejecutoria del 7 de marzo de 2018, la Primera Sala declaró sin
materia la contradicción de tesis 229/2017 derivada de la denuncia de la que fue
objeto el criterio contenido en esta tesis, al existir la jurisprudencia 1a./J. 12/2018
(10a.) que resuelve el mismo problema jurídico.

Esta tesis se publicó el viernes 03 de marzo de 2017 a las 10:06 horas en el


Semanario Judicial de la Federación.

Por lo expuesto y fundado, A USTED C. JUEZ, atentamente le:

Pido.

Primero.- Tenerme por presentado EL AMPARO Y PROTECCIÓN DE LA


JUSTICIA FEDERAL, contra los actos que reclamo de las autoridades
responsables.

Segundo.- Solicito se me conceda la SUSPENSIÓN PROVISIONAL de los


actos reclamados, en su oportunidad la suspensión definitiva.

Tercero.- Se me expidan copias certificadas del acuerdo que me conceda


la SUSPENSIÓN PROVISIONAL DEL ACTO RECLAMADO.

Le protesto mi consideración y respeto

Zapopan, Jalisco, a la fecha de su presentación

_________________________

CARLOS DAVID CORONA BELMAN

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