Caperucita
Caperucita
Caperucita
para celebrar la navidad, Caperucita estaba muy emocionada que se la pasaba preparando galletas
de diversas formas y sabores para la llegada de Santa –dijo la anciana –vengan mis niños les
enseñare que hoy les relatare esta bella historia, que a la vez nos dejara una muy grande reflexión.
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Caperucita: ¡Mamá!...¡Mamá! –grito caperucita –creo que estas son las mejores galletas que he
hecho, mira –dijo la niña .
La Mamá la cual se encontraba limpiando un poco de nieve que había quedado en la entrada de la
casa probo gustosa una de las galletas que había preparado su hija.
Mamá: Te quedaron deliciosas hija mia–exclamo –¿Qué te parece si vas y te alistas para la cena
navideña?, tu abuelita y tía no tardan mucho en llegar.
Caperucita: ¿Crees que les gustaran mis galletas a Santa? –Dijo apenada la niña.
Mamá: Por su puesto mi amor, no dejes que te afecte lo que paso con tus galletas el año pasado,
mejor ve y alístate.
Caperucita al escuchar estas palabras solo asintió y se dirigió alegre hacia su cuarto.
Caperucita: No lo olvidareeeee.
Después de alistarse, la puerta sonó y con toda la velocidad del mundo Caperucita la cual se
encontraba muy alegre fue a recibir a su abuelita y a su tía.
Abuelita: Hola mi niña querida, mira que grande te has puesto –dijo mientras tomaba de las
manos a caperucita.
La familia acabo de saludarse y paso a la sala a dialogar, pero no se percataron de que no tan lejos
estaba un lobo solitario el cual no tenía con quien pasar la navidad.
Lobo: Navidad, Navidad triste navidad es un día de alegrías y de falsedad – cantaba el lobo y
después aullaba.
El lobo seguía caminando cuando se topó con una casa la cual tenía algo peculiar, esa peculiaridad
era la felicidad, cosa que no le gustaba al animal.
Lobo: Pero mira que felices, esa niña me recuerda a mi cuando era pequeño, estaba tan feliz
cuando esos humanos mataron a mi familia, debo cobrar venganza.
El lobo se paso todo el día pensando como podía arruinarles la navidad que cuando callo la noche
el aún no tenia un plan.
El lobo estaba a punto de irse cuando a los lejos vio como una mujer bajaba de un trineo, él se
encontraba asombrado de observar a una mujer en vez de un hombre y sigilosamente se acercó a
ella.
Lobo: ¡Santa! ¿Dónde está tu panzota?, no se supone que debes tener una panza así de grandota.
Lobo: Lo supuse pero lo que si se es que me comeré tu cabeza porque sin ti no existirá la navidad.
Al decir esto el lobo se abalanzo ante santa dejándola inconsiente, el astuto lobo le robo la ropa a
santa y agarro los regalos.
Lobo: Ahora si, es hora de comer mis galletas. –exclamo mientras frotaba sus manos.
Después del lobo ingresar a la casa con por la chimenea decidió llevar a cabo su plan,
Lobo: ¡Dios mío que suciedad!, a los humanos sí que les cuesta limpiar –dijo mientras tosía.
El lobo entro en un gran debate mental para ponerse de acuerdo en donde dejaría los regalos y se
escondería, pero no se percató que un pequeña niña lo estaba mirando.
Caperucita: ¡Santa Clous! –dijo la niña –dime porque la anterior vez no te comiste mis galletas –
exclamo la niña con la voz entrecortada.
Caperucita:¿ Santa porque te pareces a un lobo? ¿Qué raro eres? –pregunto con duda.
El lobo al escuchar esto solo se volteó y respondió con una gran sonrisa
Lobo: Son para trepar mejor las chimeneas –dijo indicando una sonrisa.
Lobo: Son para ver mejor a donde voy a dejar los regalos.
Caperucita: ¿Santa, que dientes tan grandes tienes? No me digas que son para comer mejor,
porque el anterior año no te llevaste mis galletas.
Lobo: No, al contrario, son para comerte mejor a ti –grito este persiguiendo a la niña la cual
alarmo a todos en la casa.
La mamá de la niña salió corriendo y fue la primera que atrapo el lobo, mientras caperucita
gritaba, su tia salió a defenderla, ella pudo salir y tirar al lobo al piso mientras caperucita gritaba.
En cuanto a lo que sucedía afuera de la casa, uno de los duendes de más leales de Santa había
llegado a observar que había ocurrido, al encontrarse con santa inconsiente afuera y unos gritos
infernales dentro.
Corrio en busca de ayuda, encontrándose con un fuerte cazador el cuál parecía caminar muy
cansado.
Cazador: AHHH, quien eres tu pequeña criatura –dijo mientras lo apuntaba con su arma.
Duende: No se asuste señor, necesito su ayuda –dijo al momento de tomar del brazo al señor.
Duende: Si observa esa casa de allí, en esa casa esa casa un lobo está intentando comer a una
familia que solo intentaba pasar la navidad feliz.
Cazador: No sé lo que eres, ni lo que pasa exactamente, pero se las verá ese lobo conmigo –
exclamo mientras se subía las mangas de su camisa.
El cazador entro heroicamente y comenzó a pelear con el lobo, no fue nada fácil vencerlo porque
el lobo era muy ágil, pero después de unos cuantos golpes y patadas, el hombre logró darle un
golpe en la cabeza al lobo dejándolo inconsciente.
El cazador reviso el lugar y se percató de que el lobo había acabado con toda la familia, en aquel
momento entro una mujer desaliñada al lugar, era Santa.
Cazador: Señora Santa, mucho gusto –dijo mientras la saludaba con un beso en la mano.
Caperucita: ¡Fue el lobo!, él se comio a toda mi familia. –exclamo mientras lloraba –podrías
cambiar mi regalo de navidad, por el de tener nuevamente a toda mi familia junta.
Cazador: Es solamente una niña, pero ha vivido algo muy malo, cúmplele ese deseo, toma mi
regalo para cumplir el de ella también.
Santa después de pensarlo un poco estiro sus manos y con su magia navideña, en un remolino de
viento la mamá, abuelita y tía de caperucita regresaron.
Santa: Aquí está tu regalo querida niña, pórtate bien para el otro año, igualmente me arruinaron
todos los regalos, pero lo bueno es que todos tienen algo más importante, a su familia y personas
que los quieren.
Santa: Ahora, me llevare a este lobo que tengo que arreglar unas cuantas cuentas con él.
Santa muy gustosa dejo a la familia, pero al momento de querer acabar con el lobo, en ella creció
una tristeza ya que recordó que cuando el lobo era un cachorro sus padres habían muerto y aún
así, él se seguía portando bien a excepción de esta navidad.
Lobo: Santa –dijo con lo último que le quedaba de aliento –disculpame, por no ser un buen lobo, y
gracias porque me estas cumpliendo mi más anhelado regalo de navidad, volveré a ver a mi familia
–exclamo mientras emitía una sonrisa de tristeza
FIN