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La Tecnología - Docx Joakito Fiufiu

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De La tecnología

Y sus
Consecuencias

Autor: Joaquin Alonzo vallejos roa


curso: 1-Medio
Mi opinion
La tecnología afecta a los humanos de muchas maneras, tanto positivas como
negativas. Por un lado, ha mejorado nuestra calidad de vida al facilitarnos el
acceso a la información, la educación, y la medicina, además de hacernos más
conectados a nivel global. Esto nos permite trabajar de manera más eficiente y
estar más cerca de nuestros seres queridos, sin importar la distancia.

Sin embargo, también trae desafíos. El uso excesivo de la tecnología,


especialmente las aplicaciones y las redes sociales, puede generar dependencia y
afectar nuestra salud mental. También, pasar demasiado tiempo frente a las
pantallas puede perjudicar nuestra vista y generar problemas físicos, como dolores
musculares o trastornos en el sueño. Además, no todos tienen el mismo acceso a
la tecnología, lo que crea una brecha entre quienes pueden aprovechar sus
beneficios y quienes no.

Argumentos
La tecnología, aunque ha transformado positivamente muchos aspectos de la vida
humana, también tiene muchos riesgos como de salud mental y relaciones
sociales. Por ejemplo, usar mucho las redes sociales, puede generar una
dependencia a este, lo que lleva a una disminución de las interacciones cara a
cara. Además, el constante bombardeo de información digital puede generar
ansiedad y estrés, afectando negativamente el bienestar emocional de las
personas. Por lo tanto, si bien la tecnología ha permitido avances en muchos
campos, su impacto sobre nuestra salud mental y las relaciones humanas no debe
ser subestimado.
La tecnología ha cambiado nuestras vidas de maneras que antes parecían
impensables. Hoy, podemos estar conectados con cualquier persona, en cualquier
parte del mundo, en cuestión de segundos. Tenemos acceso a una cantidad casi
infinita de información, lo que nos permite aprender y mejorar nuestras habilidades
desde la comodidad de nuestros hogares. En el trabajo, la tecnología también ha
hecho todo más eficiente, ayudándonos a ser más productivos y a hacer tareas
que antes eran complicadas mucho más fácilmente.
Sin embargo, a pesar de todos los avances y comodidades que nos brinda,
también es cierto que la tecnología tiene sus lados oscuros. A pesar de que
estamos más conectados que nunca, muchas veces estas conexiones son
superficiales. Pasamos tanto tiempo en las redes sociales y frente a las pantallas
que, a veces, nos olvidamos de conectar de manera real con las personas que
tenemos cerca. Esto puede hacernos sentir más solos, a pesar de estar rodeados
de gente, y la constante necesidad de estar al tanto de todo lo que pasa en
internet puede generarnos ansiedad y estrés.
El impacto de la tecnología no se limita solo a lo emocional. Si pasamos
demasiadas horas frente a una pantalla, no solo nuestra salud mental se ve
afectada, sino también nuestra salud física. Dolor de cabeza, problemas de vista,
dificultades para dormir y dolores en el cuerpo son solo algunas de las
consecuencias que experimentamos cuando no equilibramos el uso de la
tecnología con actividades que favorezcan nuestro bienestar.

Además, no todos tienen el mismo acceso a estas herramientas tecnológicas, y


esa brecha crea desigualdades. No todas las personas pueden disfrutar de las
oportunidades educativas o laborales que nos ofrece el mundo digital, lo que
genera aún más diferencias entre los que tienen acceso a la tecnología y los que
no.

Refleccion
La tecnología ha cambiado nuestras vidas de formas increíbles, haciéndonos más
conectados y dándonos acceso a un mundo de información y posibilidades. Nos
permite estar en contacto con personas de cualquier parte del mundo, facilita el
aprendizaje y el trabajo, y nos ofrece una gran cantidad de herramientas útiles. Sin
embargo, también trae consigo algunos efectos negativos que no siempre somos
conscientes. Aunque nos permite estar más conectados virtualmente, esas
conexiones muchas veces son superficiales, y en vez de acercarnos a los demás,
nos podemos sentir más aislados

Además, la sobrecarga de información y el constante bombardeo de notificaciones


pueden generar ansiedad y estrés. Pasamos tanto tiempo frente a las pantallas
que nos cuesta desconectarnos, incluso en momentos que deberíamos estar
presentes, como cuando estamos con amigos o familiares. La tecnología puede
hacer que perdamos el foco en lo que realmente importa y, en lugar de disfrutar de
una conversación o de un paseo tranquilo, nos sentimos obligados a estar
pendientes de los dispositivos.

La clave está en encontrar un equilibrio. La tecnología no es mala en sí misma,


pero es importante usarla de manera consciente. No debemos dejar que controle
nuestras vidas ni nos aleje de lo más importante: nuestras relaciones reales,
nuestro bienestar y vivir el momento. La tecnología debe ser una herramienta que
nos ayude a mejorar, no algo que nos desconecte de lo que realmente nos hace
felices.

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