Tema 4
Tema 4
Tema 4
La precipitación es el agua que cae a la superficie terrestre o marina. La mayor parte de esta
precipitación es en forma líquida, que es a lo que se le llama lluvia. La unidad con la que
medimos la precipitación es con milímetros de agua en el pluviómetro. Se miden los litros que
han caído por metro cuadrado.
A partir de los 2000 se considera una precipitación elevada. Las zonas de la tierra que son más
húmedas son las zonas intertropicales y, además, son precipitaciones constantes. No obstante,
existen particularidades locales.
litros/m2
La precipitación es otro de los procesos del ciclo de agua. El agua precipitada se evapora y se
convierte en vapor de agua. Este vapor de agua se condensa y se forman las nubes. Estas son
las gotitas de agua o de hielo condensadas, no habiendo ya en ellas agua en estado de vapor,
solo líquido o sólido. Las nubes llegan a un momento en el que no pueden contener las gotas
de cierto tamaño, por lo que estas precipitan por una serie de factores. Esto es lo que llamamos
lluvia. Cuando la lluvia no se re-evapora por el camino, sino que finalmente termina llegando a
la superficie, es lo que lo contaríamos como precipitación y lo que mediríamos con el
pluviómetro.
No todas las nubes acaban precipitando y el contenido de humedad que vemos en las nubes es
muy poco, precipitando así en muy raras ocasiones, ya que se tienen que dar una serie de
condiciones específicas. Esa nube necesita seguir obteniendo nuevo vapor de agua y masas de
aire y que acaben condensando.
• Humedad en el aire: trayectorias de las masas de aire y regeneración de las nubes con
aportes de vapor de agua por donde pasan las lluvias. La humedad se puede conseguir
mediante la llegada de un aire húmedo por advección o que ese aire suba y adquiera
humedad.
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• Ascenso del aire, que forma nubes de desarrollo vertical (cúmulo y cumulonímbolos).
Son coladas de aire húmedo que van a subir de forma muy vertical, y que por lo tanto
se van enfriando muchísimo más y más rápido, por lo que estas nubes de desarrollo
vertical son más propensas a generar precipitaciones, ya que las gotas que forma son
mucho más grandes. Se pueden dar por:
o Frentes (choque de dos masas de aire distintas: el aire frío se coloca debajo del
caliente y este sube) y perturbaciones o ciclones (son bajas presiones y están
ligadas a los frentes)
o Efecto Föhn: el aire se encuentra con una ladera montañosa y se ve obligado a
subir. Si la ladera es lo suficientemente alta y el aire está lo suficientemente
húmedo, en un momento dado acabará precipitando sobre la ladera de
barlovento.
o Convección: una burbuja de aire de determinado tamaño ha obtenido calor
gracias a una superficie concreta del suelo que ha sido muy recalentada. Así,
este aire pierde densidad y sube para enfriarse adiabáticamente, y
probablemente se sature, condense y precipite. Es muy normal en los
continentes en verano.
o Convergencias: parecidas a los frentes, pero en lo que se diferencia es que en
las convergencias las masas que están chocando tienen unas características
térmicas y de densidad muy similares. Al chocar acaban subiendo las masas que
han chocado porque tienen que desalojar ese espacio de la atmósfera. Al subir
se enfrían según los gradientes adiabáticos, y si tienen la suficientemente
humedad y esta se condensa, acabaría precipitando.
• Condensación y crecimiento de la gota: el último paso para que se dé la precipitación
es la condensación y el crecimiento de la gota, ya que esta tiene que pesar lo suficiente
y vencer la resistencia del aire para caer.
Ante el hecho de que el vapor de agua se condense más sobre el hielo, el aire se vuelve
progresivamente insaturado, por lo que las gotas líquidas se evaporan para equilibrar este
déficit. El vapor de agua surgido por la evaporación de las gotas se sigue saturando sobre el hielo
y adhiriendo a él, por lo que llegará un momento en el que el hielo precipitará. Si en el trayecto
descendente que realiza hasta la superficie terrestre se encuentra con una masa de aire con una
temperatura medio-alta, el hielo se derretirá y nos llegará la precipitación como lluvia. Pero, si
el hielo se encuentra con una masa de aire muy fría, la precipitación nos llegará en forma de
nieve.
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En una atmósfera en la que coexistía el hielo y el agua líquida, es el hielo el que va predominando
debido al proceso que hemos explicado de que el aire se queda insaturado. Para que todo esto
ocurra se tiene que dar la presencia de partículas de hielo en la nube, lo que solo ocurre en
masas que estén muy frías y/o a una latitud alta. En el intertrópico no vamos a encontrar hielo
por mucho que subamos. Por todo ello, esta teoría es aplicable a unas latitudes medias-altas.
Esta teoría explica que las gotas grandes de las nubes acaban chocando y adhiriendo las gotas
pequeñas que hay en la misma, aumentando así su tamaño y actuando como colector.
Se sabe que esto ocurre, pero lo que no se sabe es en qué proporción ocurre esta y la otra teoría.
Sabemos que en una misma nube hay diferentes tamaños de gotas que se mueven a distintas
velocidades. Para que se dé esta recolección de gotas pequeñas por una grande es necesario
que la nube sea muy húmeda.
Después de explicar las dos teorías sobre la precipitación, nos queda claro que hay fuerzas que
actúan sobre la gota que determinan si flotará o precipitará. Estas son:
Los tres tipos básicos son la lluvia, la nieve y el granizo, pero existen entre ellos otra serie de
hidrometeoros.
4.1. LA LLUVIA
La lluvia es la forma más común de precipitación porque es difícil que un copo de nieve se
mantenga en forma de copo. Se forma por coalescencia o por fusión de núcleos de hielo
(latitudes frías) que caen.
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Si las gotas son muy pequeñas (<0.5mm) hay una gran probabilidad de que se re-evaporen, pero
si atraviesan al caer una masa muy húmeda, aún llega al suelo cierta precipitación, a lo que
llamamos llovizna.
Si en su caída atravesaran una inversión térmica y algunas gotas se congelan, caerá aguanieve
o lluvia engelante. Si caen gotas muy grandes e intensamente se denomina chubasco o
aguacero, normalmente de carácter convectivo y tormentoso (hace falta mucha turbulencia
dentro de la propia nube).
4.2. NIEVE
Se forma por coalición de distintos cristales de hielo en las nubes que están a baja temperatura
y que al encontrarse en su descenso con masas frías no se funden. Para que no se derritan los
copos en su caída hace falta que de la nube al suelo haya cierta humedad.
Para que los copos de nieve nos lleguen a la superficie, precisamos de una temperatura
ligeramente por debajo de 0ºC y un aire húmedo. El que cuaje la nieve y se mantenga no
depende tanto de cuan copioso caiga, sino de que haga frío, como en elevadas latitudes y
altitudes.
La nieve es muy típica en frentes porque el aire caliente húmedo sube en cuña bastante alto y
al precipitar porque se condensa, lo que tiene debajo es frío. El aire frío se mete en cuña por
debajo del aire cálido haciendo que este suba de manera bastante vertical. En el choque se
forma el frente, donde se forma la nieve.
4.3. GRANIZO
El granizo se crea por violentos movimientos convectivos de subidas y bajadas dentro de una
nube de tipo cumulonímbolo. Requiere de mucha humedad, convecciones y cambios de
viento, lo que se origina en mayor medida en las latitudes medias. Son tormentas de corta
duración.
Los ascensos violentos son los que mueven el grano hacia arriba, donde va encontrándose con
cristales, nieve y lluvia en subfusión, creciendo de esta manera. Cuantas más repeticiones se
produzcan, más grande y más capas tendrá el grano. Es necesario que este no se funda.
La estructura en capas que vemos en los bolos revela la manera en la que se forman. Si son
capas opacas se dan al ascender la masa de aire y enfriarse por debajo del nivel de congelación.
Si son transparentes, son de congelación lenta, normalmente al ir bajando.
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El grosor, tamaño y forma del granizo depende de los grados de humedad que el hidrometeoro
atraviese y la cantidad de aire que atrape en su viaje y sublimación inversa. El grano de granizo
tiene normalmente tamaño centimétrico y pesa varios gramos. Es blanco porque encierra
mucho aire entre los cristales formados.
Las fuertes corrientes dentro de la propia nube cumulonimbo propician la formación del granizo.
Los ascensos violentos mueven el grano hacia arriba, donde va encontrándose con cristales,
nieve y lluvia en subfusión. Cuantas más repeticiones, más grande y más capas tendrán el grano
de granizo. Es necesario que no se funda, pues es un hielo y si se encuentra con aire cálido se
acaba por licuar. Encontrarse con el aire ascendente es lo que hace que el granizo tenga la forma
que tiene.
Inversiones térmicas. Las curvas de estado condicionan cómo llega el hidrometeoro al suelo
(examen):
En el caso b, se parte con una superficie a 0º. En toda la capa atmosférica los valores están por
debajo de 0º por lo que nunca hay fusión de los copos. Por lo que los copos caen sin fundirse,
en forma de estrellas.
En el caso c, encontramos un momento en el que el aire está muy levemente por debajo de 0º
pero al llegar al suelo encontramos una gran bajada por debajo de los 0º. Los copos cruzan una
fase con temperaturas de fusión, pero al acercarse al suelo como la temperatura es muy baja se
vuelven a recongelar formándose hielo granulado.
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4.4. PRECIPITACIONES OCULTAS: ROCÍO , ESCARCHA Y CENCELLADA
Son las que no vemos caer y que se forman a nivel de superficie. Se crean por cambios de estado
del vapor de agua en contacto con un cuerpo frío a nivel de superficie con un viento en calma.
Normalmente es el vapor presente en el aire o el que viene con una brisa, pero también puede
ser uno difundido por el propio suelo o los procesos vegetales que acaba condensándose o
solidificándose sobre una superficie.
La cencellada también es hielo, pero esta procede de una niebla que va pasando por una
superficie, la cual está a menos de 0ºC y que recoge la condensación de las gotitas de agua
presentes en la niebla y se van convirtiendo en hielo.
Son casos distinguibles claramente a nivel visual: si tenemos una superficie de hielo dentellada
que sigue la dirección del viento, estamos ante una cencellada. Si solo vemos la superficie de
hielo formada sobre la superficie, es escarcha.
Para que precipite un buen volumen necesitamos el ascenso de una masa de aire y se pueden
dar distintos modos a través de los que se obtenga ese ascenso o no.
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• Lluvia ciclónica o frontal: hablamos de frente cuando las dos masas que chocan tienen
características totalmente diferentes. Dependiendo de si es el aire frío o cálido el que
empuja, el frente será más abrupto o más inclinado, y con ello el tipo de saturación y
precipitación. Las condiciones de los frentes son generalmente buenas para que la
precipitación nos acabe llegando, ya que el aire que hay debajo es el frío. Si las
condiciones del cálido hacen que las gotitas de agua caigan, estas no se re-evaporarán
y llegarán a superficie por la presencia del aire frío debajo del cálido.
• Lluvia por convergencia: es cuando se produce un choque de dos masas de aire y
ninguna se mete por debajo de la otra por la similitud de sus características. Es por ello
que tienen que ascender, y si tiene la humedad suficiente y esta se condensa,
precipitará. Es muy típico de las zonas polares, aunque estos aires no son muy húmedos,
y de las intertropicales.
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En el frente frío, el aire caliente de las latitudes más bajas se ve forzado a subir rápidamente,
creando así nubes de tipo cúmulos y cumolonímbolos (las que verdaderamente precipitan) en
el frontal del frente, que es muy vertical. Son condiciones de mucha inestabilidad, pudiéndose
dar el granizo y la fuerte precipitación.
En el frente cálido, es el aire caliente el que empuja y el que suavemente se eleva por encima
de una cuña fría de aire polar muy horizontal. Las nubes que resultan de esta subida de aire
son unas con poca capacidad de precipitación, muy suaves. Si estamos en capas bajas se generan
los estratos y sus derivados, pero cuando precipitan suben en altura y se forman los cúmulos de
cristales que no son capaces de juntarse para precipitar, lo que llamamos cirros. En la zona por
la que está pasando el frente cálido tenemos nubes que no generan precipitación, pero en la
que está pasando el frente frío tenemos grandes fenómenos de precipitación con
hidrometeoros grandes y con lluvias voluminosas y duraderas.
Cuando nos llega la borrasca del frente polar, que tiene una dirección O-E por los vientos
dominantes, primero nos llega el frente cálido y después el frío, dejando entre medias un mal
tiempo. Es decir, aquí es donde y cuando se están produciendo las precipitaciones. Finalmente,
el frío alcanzará al cálido y se cerrará el frente, quedando el aire frío en superficie y el caliente
“embolsado” en altura hasta que hubiera precipitado toda su humedad y se disipe. Al disiparse
volveríamos al frente polar estacionario (primera imagen A) en el que se enfrentan linealmente
el aire frío polar y el cálido tropical. Pero mientras, la borrasca se irá desplazando con un sentido
de O-E.
Este frente tiene lugar en nuestras latitudes en el hemisferio norte, pero también ocurre en el
hemisferio sur en las mismas latitudes y con la misma dirección.
LLUVIAS C ICLÓNICAS
Los ciclones son áreas de bajas presiones “permanentes” que crean un mal tiempo por el
ascenso del aire en su centro. Se da una circulación contraria a las agujas del reloj (hemisferio
n), como en el frente.
Se habla de áreas ciclónicas cuando hablamos de centros permanentes, porque en esa zona
haya un recalentamiento, porque haya un gran aporte de agua, por ejemplo…
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Podrían ser creadas en un principio estas borrascas por un frente, pero se mantendrían por el
enorme aporte de agua que está realimentando todo. Por ello, hay zonas de la tierra que tienen
un carácter eminentemente ciclónico. Las lluvias ciclónicas son bastante constantes y se podría
decir que son una derivación de las lluvias frontales. Las indicamos en los mapas con una B o L
en inglés.
Ya sabemos que durante los equinoccios se recibe una gran radiación por parte del sol sobre el
ecuador, por lo que se está recalentando fuertemente. Debido a esto, el aire en superficie se
calienta muchísimo hasta el punto en el que pierde densidad y asciende, por lo que hablamos
de convección. El ascenso de este aire crea un vacío, una despresurización (bajas presiones) en
superficie, que tiene que ser ocupado por aires cercanos, por lo que se coge aire de latitudes
superiores, en este caso. Estos son los vientos alisios del norte y del sur. Lo que se había iniciado
por una convección debido al gran calentamiento del suelo termina con una convergencia,
porque mucho aire está siendo atraído hasta ese punto y acaba por chocar en torno a la línea
del ecuador. Es decir, debido a la alta radiación, recalentamiento del suelo y posterior ascenso
del aire superficial (convección), se producen lo que llamamos vientos alisios del norte y del sur
(convergencia), que suplen las bajas presiones originadas al ascender el aire superficial. Estos
vientos alisios (viento cálido intertropical) acaban chocando en la zona de convergencia del
ecuador, donde inicialmente se estaba dando una convección, ascienden y precipitan porque
tienen una alta humedad y se enfrían rápidamente.
La zona de convergencia intertropical (ZCIT) no es fija durante el año, ya que, como sabemos,
la incidencia de radiación a lo largo del año no es regular en todos los puntos de la tierra, por
lo que su posición variará en latitud. En el solsticio de verano la zona de convergencia
intertropical está en el trópico de cáncer; en el solsticio de invierno está en el trópico de
capricornio. Esta ZCIT (zona de incidencia de la radiación) es la que va a poner en marcha la
circulación atmosférica de todo el globo, por lo que, si esta zona se mueve, todo lo demás se
mueve. Por ejemplo, si la ZCIT se mueve hacia el norte, el frente polar también lo hace, por lo
que estará muy por encima de nuestras latitudes. Pero, si lo hace hacia el sur y está en el trópico
de capricornio, el FP lo tenemos justo encima, por lo que esta es la razón por la que en invierno
tenemos bastantes precipitaciones y un clima más frío, además de otras cuestiones. El choque
de los vientos del norte y del sur de la zona intertropical es lo que produce los vientos alisios.
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Las zonas del trópico, por todo ello, son zonas de alta estabilidad, porque bajan los vientos que
llamamos alisios tras haber sido forzados a subir en la zona del ecuador, zona de bajas presiones
y por ello baja estabilidad. Al subir estos aires se enfrían y precipitan, pero al bajar en las zonas
tropicales son más secos y tienen una mayor temperatura.
Este proceso es cíclico, ya que los vientos presentes en la ZCIT se verán forzados a subir por todo
lo explicado y el aire de latitudes superiores tendrá que suplir su falta (vientos alisios); estos
subirán a su vez y bajarán en los trópicos.
LLUVIAS CONVECTIVAS
Son ascensos de aire que se producen por calentamiento superficial, a lo que llamamos efecto
de disparo, ya que disparamos y hacemos subir a esa burbuja de aire, que se condensa y
precipita. Al condensar ya sabemos que libera aire que podría ser suficiente para poder seguir
subiendo, y si lo hace y sigue condensando, tendrá un desarrollo vertical. Por esta razón las
convecciones generan cumulonímbolos, porque las masas van subiendo, condensando y
precipitando, y siguen creciendo y creciendo. Además, como al subir generan vacíos, estos se
tienen que rellenar con aire, el cual va alimentando los cumulonímbolos.
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Son lluvias muy densas y violentas, de corta duración y muy localizadas. Se dan en zonas con
mucho calor y cierto contenido de humedad.
LLUVIAS MONZÓNICAS
Las lluvias monzónicas llegan a ser impredecibles y muy intensas. Los monzones son
interesantes porque genera principalmente precipitaciones por convección, pero al final acaban
siendo por convergencia. Básicamente, un monzón es una circunstancia meteorológica que se
propicia por el movimiento de la ZCIT hacia latitudes que no corresponden porque se ve
arrastrada por una convección.
Durante el verano del hemisferio sur. En los continentes en los que los rayos inciden
perpendicularmente se está produciendo un fuerte recalentamiento, el cual da lugar casi
siempre a precipitaciones intensas, que dejan unas bajas presiones muy fuertes que rara vez se
generan por convección. Así, se acaba por succionar la propia ZCIT. Si esta zona debiera estar en
el trópico de capricornio por la época del año, se verá desplazada y succionada a otras latitudes
dependiendo de dónde se estén produciendo esas convecciones fuertes; en el caso de este
ejemplo al sur de Brasil en el continente americano, o como ocurre en áfrica, que succiona la
ZCIT hacia el norte. Dependiendo desde dónde se esté produciendo la convección del aire
superficial, la ZCIT será succionada hacia el norte o sur y se producirá la ondulación de la misma.
Durante el verano en el hemisferio norte. Se calienta sobre todo Eurasia y el Sahara. En estas
zonas, además de la llegada de los rayos solares con mayor perpendicularidad, no recibe vientos
con la misma humedad que otras estaciones y se está produciendo un fuerte recalentamiento
del suelo. Al estar tan recalentados generan convecciones hacia el norte del Himalaya, por
encima del sudeste asiático… y a su vez succionan la ZCIT y la acaban desplazando a estas
latitudes. Así, a la India que no le correspondería un viento tan húmedo, acaba recibiendo un
viento cargado de humedad procedente del océano. La ZCIT durante el verano del HN debería
estar sobre el trópico de cáncer, pero llega a estar mucho más alta latitudinalmente debido a
estas convecciones. Por ello, los alisios viajan mucho más, por ejemplo, por todo el índico, de
donde absorben mucha humedad y al llegar al continente próximo la acaban por precipitar en
la India. Más al NE estos aires se encuentran con el Himalaya, cordillera que tienen que subir y
llegan así a unas latitudes mayores, por lo que también tenemos lluvias orográficas. No solo
tiene lugar en la zona asiática, ya que también sucede en el cuerno de África y Florida, por
ejemplo.
LLUVIAS OROGRÁFICAS
Es una masa de aire en movimiento que se encuentra con una barrera orográfica y se ve
obligada a subir, de manera que de forma gradual va perdiendo temperatura porque se va
despresurizando y enfriando adiabáticamente sin otros aportes de calor. Esto genera que, si en
un principio contenía algo de humedad, quizá se acaba por condensar y, si se dan las condiciones
de crecimiento de la gota que ya conocemos, finalmente precipita.
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Esto es lo que llamamos el disparo orográfico, que no solo provocará un descenso de la
temperatura por procesos adiabáticos, sino también una descarga de precipitación en la ladera
de barlovento.
La ladera de sotavento siempre es seca y sobre ella va bajando una masa de aire que ha
precipitado y que, a su vez, se va calentando y tiene una gran capacidad evaporativa, porque ha
descargado toda su humedad. Estas últimas laderas suelen ser muy poco fértiles y regadas y
están muy peladas. Si el aire que llega a la ladera de barlovento es seco, no precipitará debido a
su poco o nulo contenido de humedad. Por ello, el efecto orográfico no tiene el mismo resultado
con todas las masas de aire, sino que dependiendo de las características de humedad de esta
será de una forma u otra. Estas barreras pueden influir en las convecciones, frenando los frentes,
reteniendo borrascas, impidiendo el desplazamiento de la ZCIT si hablamos de una cadena
montañosa importante…
Estas precipitaciones son progresivas, suaves y de larga duración. No son tan regionales o
grandes extensivamente como otras lluvias generadas por otros mecanismos, ya que se ciñen a
las laderas de barlovento. Si la cadena montañosa es grande y la masa de aire que llega tiene un
tamaño voluminoso sí será un fenómeno más regional, pero en principio no son de extensiones
regionales, sino más locales.
Gracias a todo lo anteriormente explicado podemos entender las precipitaciones que se dan a
lo largo del año en el globo.
COMPONENTE LATITUDINAL
Atendiendo a la componente latitudinal, observamos que se producen grandes precipitaciones
sobre la ZCIT, concretamente en torno al ecuador.
OROGRAFÍA
La orografía hace que en unas zonas donde correspondería una precipitación, acabemos
teniendo otra y tengamos desiertos orográficos en las laderas de sotavento, como ocurre en
Atacama y en Sonora, Nevada y Arizona. En el último caso tenemos un viento que nos llega del
pacífico que suelta toda su humedad en la ladera pacífica, y cuando llega al otro lado de las
montañas rocosas está totalmente seco. En los Andes ocurre exactamente lo mismo. Poniendo
un ejemplo más cercano encontramos al desierto de Tabernas: aquí llega el aire desde el golfo
de Cádiz y precipita en Grazalema, de manera que una vez que llega a Tabernas ya está
totalmente seco. Sabemos que este desierto no nos pertenece por latitud, pero sí por orografía.
Los desiertos los vemos a grandes rasgos en latitudes tropicales y reciben el nombre de desiertos
subtropicales. Estas son las zonas donde antes veíamos las altas presiones, es decir, donde bajan
las masas de aires que se han visto obligadas a subir en torno al ecuador y que se van
recalentando al bajar. Estos aires son muy secos y apenas producen inestabilidades ni
precipitaciones, por eso es por lo que hay tanto contraste entre el ecuador y los trópicos.
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Ya sabemos que inevitablemente la ZCIT se va desplazando dependiendo de la época del año en
cuestión, de manera que en la que se produzcan mayores precipitaciones en una zona es cuando
la ZCIT está encima de la misma.
En el verano del HN tenemos la ZCIT muy próxima al trópico de cáncer, por lo que el FP estará
precipitando solo en el N de Europa, concretamente en Escandinavia. A la PI, así, nos llegarían
vientos cálidos y secos. En nuestras latitudes se dan las mayores precipitaciones durante el
invierno, porque es cuando más lejos tenemos a la ZCIT, pero en la zona intertropical es en
verano cuando se dan las mayores precipitaciones porque tienen encima a la ZCIT.
MONZONES
Los monzones ya sabemos cómo actúan. Las zonas del SE sudamericano y asiático son zonas
tropicales y por latitud le correspondería mayor sequedad, pero cuando en su verano se
recalientan muchísimo y acaban por absorber a la ZCIT, precipita muchísimo más de lo que
debería, porque esencialmente llueve en ese momento (su verano). En su invierno llueve muy
poco o casi nada porque no dejan de ser zonas tropicales. Así, el total anual acaba siendo
muchísimo.
OCEANIDAD
Si nos está llegando una corriente de aire oceánica que está recalentada, como el caso de las
corrientes del SO de nuestras latitudes que pasan por encima de la corriente del golfo, además,
lo que tenemos al final en el norte de Europa son vientos y océanos bastante más calientes que
lo que les corresponde por latitud. Lo que se están generando son inestabilidades y el fomento
de las condiciones de precipitación que hacen que la costa atlántica norte de Europa sea más
húmeda en sus latitudes, al igual que la del NO del continente americano, que las costas E de
ambos continentes.
Antes se nos presentaba una diferencia térmica, pero es que ahora también tenemos una
diferencia pluviométrica porque el aire de la costa OE de Europa es más húmedo, está más
recalentado y tiene más capacidad de contener agua, además de que al llegar a estas latitudes
se enfría, condensa y precipita, que en la parte E del mismo continente.
La razón de ello es que en nuestras latitudes el aire nos llega con una dirección de OE-E, por lo
que a la costa OE de Europa el viento llegará cargado de humedad después de atravesar todo el
océano atlántico, al igual que llega a la zona NO del continente americano, que precipita en la
costa de Alaska al estar tan cargado de humedad tras su paso por el pacífico. Pero al precipitar
y seguir su paso por el continente se va resecando. Ejemplo de ello es Europa, mucho más
húmeda que Asia, continente al que le llegan los vientos ya secos.
Por ello, se nos muestra una gradación desde la costa hacia el interior que no es más que la
precipitación de humedad que contenían estas masas de aire y que habían ganado en el océano.
Las costas E, como por ejemplo Florida, Madagascar, Brasil, el SE asiático… tienen mayores
precipitaciones en latitudes tropicales porque en ellas les viene el viento desde el E, además de
que son vientos mucho más cálidos y húmedos, por lo que descargan en esta parte del
continente.
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En definitiva, si no hay barreras orográficas ni corrientes oceánicas que modifiquen estas
condiciones, lo lógico y normal es que en el intertrópico las costas E de los continentes sean las
húmedas, y que en las latitudes templadas sean las OE. Hay siempre mucha disimetría y ello es
debido a la dirección de los vientos en cada caso.
CORRIENTES OCEÁNICAS
En algunas zonas nos encontramos con corrientes frías y en otras con cálidas, lo que está
propiciado por la circulación oceánica, que a su vez está puesta en marcha por los vientos. Es
decir, en algunos puntos del globo habrá corrientes que no correspondan con su latitud, bien
porque provengan del fondo del océano (más frías) o de otras latitudes más bajas (más cálidas).
En las latitudes cálido-húmedas lo que se produce con la presencia de estas corrientes frías es
una estabilización del aire que propicia precipitaciones mucho más bajas de las esperadas por
latitud. Estas zonas también se ven afectadas por fenómenos como los ciclones, y estas
corrientes oceánicas acentúan mucho más estas condiciones.
Lo contrario sucede al otro lado de la costa, como el caso de Madagascar, donde hay una
corriente cálida. Si ya de por sí el ambiente está cálido e inestable, y la zona está bañada por una
corriente cálida, se propician más precipitaciones de las que inicialmente caben esperar para un
entorno tropical.
Algo parecido también sucede en la zona de Florida, por donde pasa la famosa corriente del
golfo que nos llega hasta Europa. Si esta corriente llega hasta más al norte de Florida y suaviza
las temperaturas más de lo que le correspondería por latitud, el ambiente se está estabilizando
porque nos está llegando una corriente más cálida de lo que nos correspondería por latitud. Así,
se propician ascensos de aire y con ellos precipitaciones.
En torno a los polos ya sabemos que el aire es muy frío y seco, por lo que es muy estable y
llueve poquísimo, aunque la mayoría de lo que precipita es nieve (aun así, es muy poco
volumen). Aquí tenemos lo que llamamos un desierto polar.
El desierto tropical asiático se extiende muy al norte, pero es por la propia sequedad del
continente debido a los vientos secos que le llegan y a la poca precipitación que tiene lugar
dentro de él. Además, el desierto de Gobi, por ejemplo, se encuentra totalmente al abrigo de la
cordillera del Himalaya, lo que propicia aún más el efecto orográfico aquí. Por todo ello, el caso
de sequedad de Asia central es un caso combinado: falta de oceanidad, problema orográfico,
latitudinal…
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Por todo ello, tanto las grandes zonas desérticas como las de grandes precipitaciones pueden
ser explicadas por todos estos factores explicados.
En conclusión, las células de circulaciones y de vientos, y por tanto las precipitaciones, oscilan,
esencial e inicialmente, en latitud, aunque tenemos otros factores importantes, como lo son la
orografía, los monzones, la oceanidad y las corrientes oceánicas.
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